3 Libros Proféticos
3 Libros Proféticos
3 Libros Proféticos
Oseas. Año 740 a.c. El mensaje del profeta es mostrar que el amor entre dos
personas es algo similar al vínculo que une a Dios con su pueblo. Hay celos,
desamores, problemas, conflictos. Pero aquí Dios siempre ha sido fiel.
El profeta busca la recuperación de la unidad nacional destruida por la
división de los dos reinos.
El libro está cargado de imágenes de la naturaleza, fenómenos atmosféricos,
escenas agrícolas.
Se muestra la crisis religiosa que vivió el reino de Israel después de la
separación con Judá. Fue un profeta perseguido y mal visto por sus paisanos.
Sue estructura:
- Historia del profeta.
- Oráculos de denuncias.
- Exhortación al pueblo.
- Un resumen de todo el libro.
Jonás. Ésta es una obra post-exílica escrita en forma narrativa en el siglo IV
a.c. por un autor anónimo, pero hace referencia a la deportación que sufrió
el reino de Israel a Nínive, un episodio del año 722 a.c.
Es una novela de humor y ficción donde Dios le da instrucciones a Jonás para
viajar a Nínive, la capital de Asiria, y advertir a los habitantes que Dios los
destruirá si no se convierten a Él.
Estructura:
- La orden de Dios y el rechazo de Jonás.
- Reacción del profeta.
- Jonás realiza la misión en Nínive.
- Discusión entre Dios y Jonás.
Reino de Judá (Sur)
Miqueas. 721 a.c. Miqueas era un hombre humilde que trabajaba en el
campo y había visto la explotación laboral de parte de los dueños de las
tierras. Decide abandonar la agricultura y viajar a Jerusalén para denunciar
los abusos y reclamar justicias. Es el primer profeta que anuncia la
destrucción de Jerusalén.
Estructura:
- Críticas y denuncias.
- Porvenir grato.
- Juicios y condenas.
- La Esperanza.
Sofonías. 640 a.c. Es una obra breve de tan sólo 3 capítulos. Anuncia el final
de los tiempos y el juicio de Dios, llamado “El Día del Señor”.
Alerta contra la corrupción de los políticos y contra las clases dirigentes. Pero
termina hablando de esperanza y una promesa de salvación.
Jeremías. 625 a.c. Es un relato que se sitúa anterior al exilio a Babilonia.
Jeremías era un sacerdote del Templo de Jerusalén muy perseguido porque
advirtió que Jerusalén caería en manos de los babilonios si los dirigentes no
cambiaban su actitud.
Denuncia la corrupción religiosa y política y llama a la conversión. Y enfatiza
que no todo está perdido pues vendrá una gran esperanza.
Estructura:
- Vocación del profeta.
- Palabra de juicio contra Jerusalén.
- La copa de la cólera.
- Conflictos y consuelos.
- Los últimos días de Jerusalén y del profeta.
Nahún. Es también una obra de 3 capítulos. El autor sitúa la obra en Nínive,
capital de Asiria en el momento en que cae a manos de Babilonia, el nuevo
imperio. Contiene poemas y literatura lírica con el salmo alefático
(alfabético).
Muestra a Dios como juez soberano universal, que aquí castiga a los asirios.
Habacuc. 600 a.c. Tiene sólo 3 capítulos muy complejos y difíciles de
comprender. El profeta describe la proclamación recibida de Dios a través de
una visión. Reclama a Dios su intervención en las grandes dificultades del
pueblo. Hay una colección de 5 lamentaciones en forma de “ayes” contra los
asirios.
Exilio a Babilonia
Abdías. 587 a.c. Es el libro más breve del Antiguo Testamento, sólo tien un
capítulo con 21 versículos.
Está escrito luego de la caída de Jerusalén y el destierro a Babilonia.
La obra está cargada de expresiones de rechazo y venganza contra los
enemigos. Se reclama la venganza de Dios sobre los opresores.
Su estructura tiene dos partes:
- Discurso contra Edom.
- Discurso contra todos los pueblos.
Ezequiel. El texto lo escribe un sacerdote del Templo que vivía en Jerusalén,
pero fue llevado a Babilonia en la primera ola de deportaciones.
La obra seguramente fue escrita en Babilonia, pero quiere indicar las causas
de ese exilio: se perdió la fidelidad, se alejaron del Templo. No respetaban el
sábado ni la circuncisión.
Zacarías. La obra describe varias visiones que reflejan la intención de Dios de
devolver la tierra prometida al pueblo de Israel y de reconstruir el Templo.
Había que recobrar la confianza en Dios para retomar la vida social.
Esta esperanza se hará manifiesta con la llegada de un “Mesías” (rey y
salvador) que gobernará en paz en todos los confines de la tierra y para
siempre.
Estructura:
- Invitación a la conversión.
- Las visiones y los oráculos.
- La intervención definitiva de Dios.
- La gloria de Jerusalén.
Baruc. La obra tiene 5 capítulos atribuida al secretario del profeta Jeremías.
Sólo se tiene una versión griega no el original hebreo.
- Está escrita en el exilio de babilonia en prosa y en verso; llama a
Dios como “Señor” y como “Dios”.
Retorno a Jerusalén (post-exilio):
Ageo. Este libro sólo tiene 2 capítulos y nos sitúa al comienzo de la caída del
imperio de Babilonia con la llegada de los persas. Se refiere a este nuevo
imperio con esperanza y como el inicio de la restauración del pueblo.
Esta época es el momento de constitución del judaísmo como religión. Ageo
es el profeta de la reconstrucción. Los israelitas pasaron a convertirse en
JUDÍOS y el pueblo de Israel en el PUEBLO JUDÍO.
Malaquías. 450 a.c. Es el último libro de la literatura profética y el último del
Antiguo Testamento en las biblias católicas.
Son 3 capítulos escritos en la época persa cuando se poner en marcha el
proceso de reconstrucción del Templo y renacimiento del culto.
La liturgia y el sacerdocio se había convertido en el centro de la vida del
judaísmo religioso. Este sacerdocio debe ser comprometido, honesto y justo.
Joel.440 a.c. Este libro tiene 4 capítulos no muy extensos. Dios se
compromete a liberar a Judá de una plaga de langostas y a devolver el
bienestar al pueblo. Se anuncia el juicio final en el que Dios será implacable
que los que no han sido fieles a la alianza.
Jerusalén está en proceso de reconstrucción y el judaísmo en proceso de
restauración. Hay amenazas, pero también el anuncio de un futuro mejor. Se
habla del perdón, la conversión y la efusión del espíritu.
Daniel. 300 a.c. Es una obra de contrastes: su protagonista, Daniel, no es un
profeta. Está escrito en singular. El original comienza en hebreo, sigue en
arameo y termina de nuevo en hebreo. Pero tiene unos capítulos totalmente
en griego (3, 13 y 14).
Daniel es uno de los jóvenes que Nabucodonosor llevó a Babilonia y puso en
su corte con todos los privilegios. Se hizo famoso por su capacidad para
interpretar los sueños.
Posee un género literario denominado “apocalíptico” visiones y audiciones e
imágenes de carácter mesiánico, que quieren dar respuestas a las preguntas
por el sentido de la vida, la existencia del mal y abrir las puertas a la
esperanza a través de metáforas, signos y símbolos.
La obra es cercana a la insurrección de los macabeos.