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Proyecto para La Conservación y Manejo Del Borrego Cimarrón (Ovis Canadiensis)

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

-LOGOS-
(INE, SUBCOMITÉ)

PROYECTO PARA LA CONSERVACIÓN, MANEJO Y

APROVECHAMIENTO SUSTENTABLE DEL

BORREGO CIMARRÓN

(Ovis canadensis)

EN MÉXICO

INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA

DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE

Febrero 2000
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Julia Carabias Lillo.


Secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.

Enrique Provencio.
Presidente del Instituto Nacional de Ecología.

Felipe Ramírez Ruiz de Velasco.


Director General de Vida Silvestre.

Coordinación Técnica:
Humberto Berlanga García.
Pablo Navarro Noriega.

Investigación:
Ariel Rojo.

Coordinación Administrativa.
Heriberto Martínez
María Eugenia Mondragón.

Colaboradores:
Rodrigo Medellín, Alberto Aldama, Raúl García, Patricia Camacho, Manuel
Valdés, Oscar Sánchez, Ana Ortiz-Monasterio, Raúl Marcó,

Primera Edición: Abril del 2000.


© Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.
Instituto Nacional de Ecología
Av. Revolución 1425, col. Tlacopac.
Delegación Álvaro Obregón, México D.F.
Impreso y hecho en México.

2
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

INDICE.
PRESENTACIÓN. ..................................................................................................................................................... 4
RESUMEN................................................................................................................................................................. 5
INTRODUCCIÓN.........................................................................................................................................................
Antecedentes...............................................................................................................................................................
De la biología de la especie...........................................................................................................................
De los estudios poblacionales. ......................................................................................................................
De la administración de la especie................................................................................................................
Marco jurídico. ...............................................................................................................................................
PROBLEMÁTICA.........................................................................................................................................................
IMPORTANCIA............................................................................................................................................................
Importancia socio-económica. .......................................................................................................................
Importancia ecológica....................................................................................................................................
Importancia cultural. ......................................................................................................................................
Importancia científica.....................................................................................................................................
OBJETIVOS.................................................................................................................................................................
GENERAL......................................................................................................................................................
PARTICULARES ...........................................................................................................................................
INSTRUMENTOS ..........................................................................................................................................
DESARROLLO Y ALCANCES DEL PROYECTO.......................................................................................................
Integración del Subcomité Técnico Consultivo Nacional para la Recuperación del Borrego
Cimarrón.....................................................................................................................................................
Integración de mecanismos de financiamiento..........................................................................................
Regionalización de las provincias naturales de manejo. ...........................................................................
Articulación con el SUMA.-“Sistema de Unidades para la Conservación, Manejo y
Aprovechamiento Sustentable”..................................................................................................................
El aprovechamiento sustentable................................................................................................................
Articulación con el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SINAP). .......................................
Creación de santuarios. .............................................................................................................................
Reintroducción. ..........................................................................................................................................
Manejo en criaderos semi-extensivos........................................................................................................
Manejo en criaderos intensivos. ................................................................................................................
Educación ambiental..................................................................................................................................
EVALUACIÓN DEL PROYECTO NACIONAL DE CONSERVACIÓN. .........................................................
ESCENARIO META.......................................................................................................................................
LITERATURA CONSULTADA.....................................................................................................................................
ANEXOS......................................................................................................................................................................

3
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Proyecto para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento


Sustentable del Borrego Cimarrón (Ovis canadensis) en
México.

PRESENTACIÓN.

Por Enrique Provencio o Julia Carabias y el Subcomité.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

RESUMEN.
El proyecto de Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable del
Borrego Cimarrón (Ovis canadensis) en México está inscrito en el marco de la
estrategia de recuperación de poblaciones de especies prioritarias de flora y
fauna silvestre que impulsa la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos
Naturales y Pesca (SEMARNAP) a través de la Dirección General de Vida
Silvestre del Instituto Nacional de Ecología.
Las especies consideradas prioritarias son aquellas que entre otras cosas,
generan un efecto de protección indirecta sobre otras especies, ya que al
conservarlas y manejarlas, se protege a muchas otras con las que comparten
el hábitat; este beneficio indirecto también incluye a la sociedad, ya que ésta
recibe los beneficios ambientales derivados de la conservación del hábitat,
como son la producción de oxígeno, el secuestro de carbono, la recarga de los
mantos freáticos y el acceso a muchas otras especies con potencial
económico, médico o simplemente estético.
Además de ser carismáticas, las especies prioritarias se encuentran incluidas
en alguna categoría de riesgo y en muchos casos poseen una gran relevancia
cultural o económica, caso específico del borrego cimarrón, de gran tradición
entre las culturas de los pueblos del norte de México y cuyo valor cinegético
permite generar fuentes de trabajo e ingreso que se reflejan en la calidad de
vida de sus habitantes y que son compatibles con la conservación del hábitat y
especie.

El presente proyecto incorpora tanto el conocimiento biológico que se tiene de


la especie, como el contexto social en el que se desarrollan las actividades de
conservación, de manejo y de aprovechamiento sustentable de ésta. Se
presentan aquí los diversos instrumentos que se han desarrollado con el
propósito de contribuir a la conservación de las poblaciones de borrego
cimarrón y su hábitat.

Entre estos instrumentos destaca la incorporación de los legítimos propietarios


de la tierra donde aún se encuentran poblaciones de esta especie al Sistema
de Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de
la Vida Silvestre (SUMA), lo que permite un manejo planificado y ordenado del
hábitat y poblaciones de borrego cimarrón compatible con el desarrollo social.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Este proyecto considera también la reintroducción de poblaciones en los


Estados donde ha desaparecido la especie, caso de Chihuahua, Coahuila y
Nuevo León y, en relación con esto, el manejo de hatos y manadas en
condiciones intensivas y semi-extensivas que proporcionarán el pié de cría
para iniciar estas actividades. Además de que el desarrollo controlado de
manadas fomenta la capacitación de técnicos y manejadores de vida silvestre,
también favorece la investigación en el campo de la reproducción controlada,
aspecto que es incorporado al proyecto con propósitos de conservación

México cuenta con varias áreas naturales protegidas que poseen poblaciones
importantes de esta especie, por lo que el trabajo conjunto y coordinado con
estas ha constituido un elemento fundamental para la conservación de la
especie y el desarrollo de este proyecto en el marco del desarrollo de los
planes de manejo de estas áreas.
En el desarrollo de este proyecto han participado numerosas instituciones
gubernamentales, académicas y civiles, que integrados en el Subcomité
Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego Cimarrón, participaron
activamente, no sólo en la elaboración y revisión de este documento, sino más
importante aún, en el desarrollo del proyecto que este plantea, el cual incorpora
la experiencia y trabajo desarrollado durante años así como la discusión y
consenso de diferentes perspectivas sobre la conservación, el manejo y el
aprovechamiento sustentable de esta valiosa especie.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

ABSTRACT.
-Traducción del resumen-

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

INTRODUCCIÓN.
México ocupa uno de los primeros lugares en la lista de países de
megadiversidad; por ese simple hecho, el cuidado y gestión de su enorme
riqueza biológica resulta particularmente complejo. Esta dificultad se reduce
cuando todos los sectores sociales asumen compromisos y responsabilidades
específicos con relación a la conservación y correcto uso de este patrimonio.
Un elemento central de cualquier estrategia de conservación consiste en
modificar, a través de la educación y de la generación de incentivos, las formas
de percepción e interacción de los individuos y sectores de la sociedad con la
vida silvestre. La conservación de la gran riqueza biológica del país debe
resultar en beneficios sociales y económicos derivados de su uso sustentable,
generándose así incentivos para su conservación.
Lograr lo anterior requiere del trabajo multidisciplinario, planificado, organizado,
y de largo plazo, que cuente con una amplia participación social, además de la
inversión de recursos materiales, humanos y financieros. Una acción de
importancia estratégica para motivar la participación en las tareas de
conservación de la biodiversidad, consiste en poder identificar con claridad los
diversos valores y beneficios que de ella se pueden obtener.
El proyecto de conservación del borrego cimarrón forma parte del “Programa
de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector
Rural 1997-2000”, que entre sus estrategias, proyectos y acciones prioritarias
promueve la conservación de la biodiversidad de México, por ello, se estimula
el desarrollo de esquemas alternativos de producción compatibles con el
cuidado del ambiente, con el propósito de contribuir a transitar hacia un
desarrollo sustentable, esto último a través del uso racional de la diversidad
biológica.
Las estrategias centrales del Programa de Conservación de la Vida Silvestre
consisten en:
La integración y operación de un “Sistema de Unidades para la Conservación,
Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre” (SUMA) y
La recuperación de especies prioritarias.
El SUMA se integra a partir del establecimiento de las “Unidades para la
Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre”
(UMA), el cual busca modificar sustancialmente los modelos restrictivos
tradicionalmente empleados en el país para la gestión de la vida silvestre, y
crear oportunidades de aprovechamiento sustentable, legales y viables, que
sean compatibles con otras actividades productivas convencionales, como la
agricultura, ganadería, pesca o silvicultura.
El objetivo del SUMA es favorecer el manejo diversificado e integral de los
recursos naturales, así como la conservación de la vida silvestre, a través de la
creación de incentivos para el cuidado y manejo de estos recursos, y su
posterior incorporación al ámbito económico y productivo a nivel local, regional
y nacional, promoviendo así la participación social y el desarrollo de fuentes
alternativas de ingreso para las comunidades rurales.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Las UMA, Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento


Sustentable de la Vida Silvestre, constituyen la unidad básica de operación del
SUMA. Cualquier esquema viable de fomento o propagación de ejemplares de
vida silvestre, o de generación de bienes o servicios derivados de su
aprovechamiento racional, puede considerarse una UMA. De manera general,
se conciben dos modalidades extremas: por un lado, las UMA de carácter
extensivo basan su operación en el rancheo o cosecha sustentable, operan
mediante técnicas de manejo del hábitat y del monitoreo de poblaciones de las
especies de interés, con vistas a un aprovechamiento sostenido. Por otro lado,
las UMA de carácter intensivo operan desarrollando el manejo zootécnico o
fitotécnico de ejemplares confinados.
Por otra parte, la recuperación de especies prioritarias consiste en impulsar
proyectos de conservación, manejo y recuperación para cada una de éstas, es
decir, aquéllas que reúnen una o más de las siguientes condiciones:
a) están incluidas en alguna categoría de protección o riesgo reconocida,
nacional o internacionalmente,
b) son factibles de recuperar y manejar,
c) permiten conservar a otras especies y a sus hábitat,
d) son especies carismáticas y
e) poseen un alto interés biológico, cultural o económico.

Bajo estas consideraciones se elaboró una primera selección de especies


prioritarias, entre las que se incluye al borrego cimarrón; asimismo, para cada
una de ellas se desarrolla un proyecto específico que atiende su problemática
particular.
La ejecución de los proyectos se realiza de manera coordinada con
organizaciones públicas y privadas, e instituciones con las cuales se
establecen acuerdos, mecanismos de cooperación y corresponsabilidad que
favorezcan alternativas de financiamiento, transferencia tecnológica y
capacitación, que redunden en beneficio de la especie, el hábitat y las
comunidades locales.
En este contexto se ha estructurado el presente “Proyecto para la
Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable del Borrego Cimarrón
(Ovis canadensis) en México”, que incorpora un esquema de administración
integral de la especie basado en:
1) Información científica y de campo sólida.
2) El manejo y aprovechamiento sustentable de las poblaciones.
3) La conservación, manejo y restauración del hábitat.
4) La diversificación productiva.
5) La creación de mecanismos de financiamiento propios.
6) El desarrollo tecnológico y la capacitación.
7) La adecuación de instrumentos jurídicos.
8) La integración de un Subcomité Técnico Consultivo Nacional para la
Recuperación del Borrego Cimarrón.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

El proyecto tiene como propósito organizar, promover y facilitar la


instrumentación de medidas y actividades orientadas a conservar, proteger, y
en su caso, aprovechar las poblaciones de borrego cimarrón en México.
En su instrumentación se considera como unidad de manejo a cada sierra o
conjunto de éstas que mantenga poblaciones de borrego cimarrón, sitios donde
a través de las UMA, se promueven esquemas de gestión orientados al
cuidado y seguimiento espacio-temporal (monitoreo) de las poblaciones y
manejo del hábitat.
El presente proyecto ilustra la naturaleza complementaria de las dos
estrategias centrales del Programa de Conservación de la Vida Silvestre, esto
es, la conservación y el manejo de una especie prioritaria en el marco del
SUMA. Esto se logra al interesar a las comunidades locales a trabajar a favor
de la especie a través de su integración al SUMA, fomentando el conocimiento,
manejo y uso de los recursos naturales en vida libre.
Un ejemplo de participación social, entre muchos otros, es la comunidad
indígena Seri o Com-cáac, en el estado de Sonora, quien desde tiempos
prehispánicos ha conocido y hecho uso de esta especie y que hoy día se ha
integrado al SUMA, siendo sus miembros los legítimos poseedores y
beneficiarios del aprovechamiento de ejemplares de borrego cimarrón en la Isla
Tiburón y en la UMA “El Desemboque y su Anexo Punta Chueca” en la costa
del Estado de Sonora. En estos lugares también se desarrollan actividades de
investigación científica sobre la especie y su hábitat; al tiempo que se continúa
la tradición cultural de este pueblo con relación al borrego cimarrón, lo que
permite cohesionar e integrar los diferentes intereses y perspectivas que se
tienen sobre esta especie.
Como parte fundamental del plan de manejo se realizan monitoreos (o censos)
poblacionales aéreos de borrego cimarrón. Se utiliza el método desarrollado
por el Arizona Game & Fish Department de los Estados Unidos, el cual permite
llevar un seguimiento sistemático muy eficiente de las poblaciones silvestres.
Debido al elevado costo de los vuelos, así como al probable impacto que tienen
sobre el comportamiento de los animales, esta actividad debe realizarse de
manera alternada con el monitoreo terrestre.
Gracias a este modelo de operación es que ahora, por primera vez, se tiene un
seguimiento sistemático de las poblaciones de borrego cimarrón y se asignan
tasas de aprovechamiento de acuerdo al estatus poblacional de ellas, lo que
hace posible el aprovechamiento sustentable garantizando la viabilidad de las
poblaciones y, con ello, la conservación de la especie.
El borrego cimarrón no es la única especie de interés en el ecosistema;
además se encuentran muchas especies de mamíferos, aves, reptiles y plantas
que pudieran tener aprovechamientos alternativos distintos a la cacería, lo que
propiciaría realizar un manejo integral y diversificado de los recursos. Los
técnicos responsables del plan de manejo disponen entonces de un
considerable potencial de diversificación productiva, generándose
simultáneamente acciones para el cuidado y conservación del hábitat;
reconvirtiendo las prácticas productivas rurales y otras actividades derivadas de
la presencia y crecimiento de la población humana, no deberá pasarse por alto
la generación de servicios ambientales como son la conservación del suelo,
cubierta vegetal y la consecuente captación de humedad, así como la

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

continuidad de procesos ecológicos como la polinización y depredación, entre


otros.
El modelo de conservación, manejo y aprovechamiento sustentable para esta
especie opera ya en los estados de Baja California Sur y Sonora. El total de
UMA que se encuentran registradas a nivel nacional para borrego cimarrón,
cubren una superficie aproximada de tres y medio millones de hectáreas
destinadas a la conservación, no sólo de esta especie, sino también de otras
asociadas al hábitat, algunas de las cuales también están incluidas en alguna
categoría de protección.
Al igual que otros proyectos de conservación de especies, el éxito del presente
depende de la participación activa y comprometida de la sociedad,
principalmente de los propietarios de la tierra donde habita esta especie,
quienes podrán recibir los incentivos económicos derivados de su manejo y
aprovechamiento sustentable.
Con el objeto de contar con la participación de todos los actores y sectores
involucrados con el proyecto de conservación de la especie se constituirá el
Subcomité Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego cimarrón,
mismo que forma parte integral del Comité Técnico Consultivo Nacional para la
recuperación de Especies Prioritarias, instalado en junio de 1999.
Este Subcomité es el reflejo de la gran y justificada preocupación de los
mexicanos por el correcto uso del patrimonio natural, y de la necesidad de
enfrentar esta tarea, que es responsabilidad de todos, reconociendo y contando
con el gran potencial humano de nuestro país, de sus instituciones,
universidades, pueblos y ciudadanos.
El objeto del Subcomité es sumar las capacidades y esfuerzos de todos los
actores interesados, con el objeto de ayudar a definir e instrumentar de manera
conjunta y organizada las prioridades, proyectos y actividades con relación a
las estrategias, actividades y administración del proyecto de conservación,
manejo y aprovechamiento sustentable de la especie. El Subcomité se reunirá
periódicamente y se encargará de revisar, apoyar y dar seguimiento al
desarrollo del proyecto, sugerir políticas, estrategias y acciones
complementarias, correctivas o alternativas, y dado el caso, asesorar a
productores y autoridades en la instrumentación y seguimiento de los proyectos
estatales y locales.

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INTRODUCCIÓN.
México ocupa uno de los primeros lugares en la lista de países de
megadiversidad; por ese simple hecho, el cuidado y gestión de su enorme
riqueza biológica resulta particularmente complejo. Esta dificultad se reduce
cuando todos los sectores sociales asumen compromisos y responsabilidades
específicos con relación a la conservación y correcto uso de este patrimonio.
Un elemento central de cualquier estrategia de conservación consiste en
modificar, a través de la educación y de la generación de incentivos, las formas
de percepción e interacción de los individuos y sectores de la sociedad con la
vida silvestre. La conservación de la gran riqueza biológica del país debe
resultar en beneficios sociales y económicos derivados de su uso sustentable,
generándose así incentivos para su conservación.
Lograr lo anterior requiere del trabajo multidisciplinario, planificado, organizado,
y de largo plazo, que cuente con una amplia participación social, además de la
inversión de recursos materiales, humanos y financieros. Una acción de
importancia estratégica para motivar la participación en las tareas de
conservación de la biodiversidad, consiste en poder identificar con claridad los
diversos valores y beneficios que de ella se pueden obtener.
El proyecto de conservación del borrego cimarrón forma parte del “Programa
de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector
Rural 1997-2000”, que entre sus estrategias, proyectos y acciones prioritarias
promueve la conservación de la biodiversidad de México, por ello, se estimula
el desarrollo de esquemas alternativos de producción compatibles con el
cuidado del ambiente, con el propósito de contribuir a transitar hacia un
desarrollo sustentable, esto último a través del uso racional de la diversidad
biológica.
Las estrategias centrales del Programa de Conservación de la Vida Silvestre
consisten en:
La integración y operación de un “Sistema de Unidades para la Conservación,
Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre” (SUMA) y
La recuperación de especies prioritarias.
El SUMA se integra a partir del establecimiento de las “Unidades para la
Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre”
(UMA), el cual busca modificar sustancialmente los modelos restrictivos
tradicionalmente empleados en el país para la gestión de la vida silvestre, y
crear oportunidades de aprovechamiento sustentable, legales y viables, que
sean compatibles con otras actividades productivas convencionales, como la
agricultura, ganadería, pesca o silvicultura.
El objetivo del SUMA es favorecer el manejo diversificado e integral de los
recursos naturales, así como la conservación de la vida silvestre, a través de la
creación de incentivos para el cuidado y manejo de estos recursos, y su
posterior incorporación al ámbito económico y productivo a nivel local, regional
y nacional, promoviendo así la participación social y el desarrollo de fuentes
alternativas de ingreso para las comunidades rurales.

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Las UMA, Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento


Sustentable de la Vida Silvestre, constituyen la unidad básica de operación del
SUMA. Cualquier esquema viable de fomento o propagación de ejemplares de
vida silvestre, o de generación de bienes o servicios derivados de su
aprovechamiento racional, puede considerarse una UMA. De manera general,
se conciben dos modalidades extremas: por un lado, las UMA de carácter
extensivo basan su operación en el rancheo o cosecha sustentable, operan
mediante técnicas de manejo del hábitat y del monitoreo de poblaciones de las
especies de interés, con vistas a un aprovechamiento sostenido. Por otro lado,
las UMA de carácter intensivo operan desarrollando el manejo zootécnico o
fitotécnico de ejemplares confinados.
Por otra parte, la recuperación de especies prioritarias consiste en impulsar
proyectos de conservación, manejo y recuperación para cada una de éstas, es
decir, aquéllas que reúnen una o más de las siguientes condiciones:
a) están incluidas en alguna categoría de protección o riesgo reconocida,
nacional o internacionalmente,
b) son factibles de recuperar y manejar,
c) permiten conservar a otras especies y a sus hábitat,
d) son especies carismáticas y
e) poseen un alto interés biológico, cultural o económico.

Bajo estas consideraciones se elaboró una primera selección de especies


prioritarias, entre las que se incluye al borrego cimarrón; asimismo, para cada
una de ellas se desarrolla un proyecto específico que atiende su problemática
particular.
La ejecución de los proyectos se realiza de manera coordinada con
organizaciones públicas y privadas, e instituciones con las cuales se
establecen acuerdos, mecanismos de cooperación y corresponsabilidad que
favorezcan alternativas de financiamiento, transferencia tecnológica y
capacitación, que redunden en beneficio de la especie, el hábitat y las
comunidades locales.
En este contexto se ha estructurado el presente “Proyecto para la
Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable del Borrego Cimarrón
(Ovis canadensis) en México”, que incorpora un esquema de administración
integral de la especie basado en:
1) Información científica y de campo sólida.
2) El manejo y aprovechamiento sustentable de las poblaciones.
3) La conservación, manejo y restauración del hábitat.
4) La diversificación productiva.
5) La creación de mecanismos de financiamiento propios.
6) El desarrollo tecnológico y la capacitación.
7) La adecuación de instrumentos jurídicos.
8) La integración de un Subcomité Técnico Consultivo Nacional para la
Recuperación del Borrego Cimarrón.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

El proyecto tiene como propósito organizar, promover y facilitar la


instrumentación de medidas y actividades orientadas a conservar, proteger, y
en su caso, aprovechar las poblaciones de borrego cimarrón en México.
En su instrumentación se considera como unidad de manejo a cada sierra o
conjunto de éstas que mantenga poblaciones de borrego cimarrón, sitios donde
a través de las UMA, se promueven esquemas de gestión orientados al
cuidado y seguimiento espacio-temporal (monitoreo) de las poblaciones y
manejo del hábitat.
El presente proyecto ilustra la naturaleza complementaria de las dos
estrategias centrales del Programa de Conservación de la Vida Silvestre, esto
es, la conservación y el manejo de una especie prioritaria en el marco del
SUMA. Esto se logra al interesar a las comunidades locales a trabajar a favor
de la especie a través de su integración al SUMA, fomentando el conocimiento,
manejo y uso de los recursos naturales en vida libre.
Un ejemplo de participación social, entre muchos otros, es la comunidad
indígena Seri o Com-cáac, en el estado de Sonora, quien desde tiempos
prehispánicos ha conocido y hecho uso de esta especie y que hoy día se ha
integrado al SUMA, siendo sus miembros los legítimos poseedores y
beneficiarios del aprovechamiento de ejemplares de borrego cimarrón en la Isla
Tiburón y en la UMA “El Desemboque y su Anexo Punta Chueca” en la costa
del Estado de Sonora. En estos lugares también se desarrollan actividades de
investigación científica sobre la especie y su hábitat; al tiempo que se continúa
la tradición cultural de este pueblo con relación al borrego cimarrón, lo que
permite cohesionar e integrar los diferentes intereses y perspectivas que se
tienen sobre esta especie.
Como parte fundamental del plan de manejo se realizan monitoreos (o censos)
poblacionales aéreos de borrego cimarrón. Se utiliza el método desarrollado
por el Arizona Game & Fish Department de los Estados Unidos, el cual permite
llevar un seguimiento sistemático muy eficiente de las poblaciones silvestres.
Debido al elevado costo de los vuelos, así como al probable impacto que tienen
sobre el comportamiento de los animales, esta actividad debe realizarse de
manera alternada con el monitoreo terrestre.
Gracias a este modelo de operación es que ahora, por primera vez, se tiene un
seguimiento sistemático de las poblaciones de borrego cimarrón y se asignan
tasas de aprovechamiento de acuerdo al estatus poblacional de ellas, lo que
hace posible el aprovechamiento sustentable garantizando la viabilidad de las
poblaciones y, con ello, la conservación de la especie.
El borrego cimarrón no es la única especie de interés en el ecosistema;
además se encuentran muchas especies de mamíferos, aves, reptiles y plantas
que pudieran tener aprovechamientos alternativos distintos a la cacería, lo que
propiciaría realizar un manejo integral y diversificado de los recursos. Los
técnicos responsables del plan de manejo disponen entonces de un
considerable potencial de diversificación productiva, generándose
simultáneamente acciones para el cuidado y conservación del hábitat;
reconvirtiendo las prácticas productivas rurales y otras actividades derivadas de
la presencia y crecimiento de la población humana, no deberá pasarse por alto
la generación de servicios ambientales como son la conservación del suelo,
cubierta vegetal y la consecuente captación de humedad, así como la

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

continuidad de procesos ecológicos como la polinización y depredación, entre


otros.
El modelo de conservación, manejo y aprovechamiento sustentable para esta
especie opera ya en los estados de Baja California Sur y Sonora. El total de
UMA que se encuentran registradas a nivel nacional para borrego cimarrón,
cubren una superficie aproximada de tres y medio millones de hectáreas
destinadas a la conservación, no sólo de esta especie, sino también de otras
asociadas al hábitat, algunas de las cuales también están incluidas en alguna
categoría de protección.
Al igual que otros proyectos de conservación de especies, el éxito del presente
depende de la participación activa y comprometida de la sociedad,
principalmente de los propietarios de la tierra donde habita esta especie,
quienes podrán recibir los incentivos económicos derivados de su manejo y
aprovechamiento sustentable.
Con el objeto de contar con la participación de todos los actores y sectores
involucrados con el proyecto de conservación de la especie se constituirá el
Subcomité Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego cimarrón,
mismo que forma parte integral del Comité Técnico Consultivo Nacional para la
recuperación de Especies Prioritarias, instalado en junio de 1999.
Este Subcomité es el reflejo de la gran y justificada preocupación de los
mexicanos por el correcto uso del patrimonio natural, y de la necesidad de
enfrentar esta tarea, que es responsabilidad de todos, reconociendo y contando
con el gran potencial humano de nuestro país, de sus instituciones,
universidades, pueblos y ciudadanos.
El objeto del Subcomité es sumar las capacidades y esfuerzos de todos los
actores interesados, con el objeto de ayudar a definir e instrumentar de manera
conjunta y organizada las prioridades, proyectos y actividades con relación a
las estrategias, actividades y administración del proyecto de conservación,
manejo y aprovechamiento sustentable de la especie. El Subcomité se reunirá
periódicamente y se encargará de revisar, apoyar y dar seguimiento al
desarrollo del proyecto, sugerir políticas, estrategias y acciones
complementarias, correctivas o alternativas, y dado el caso, asesorar a
productores y autoridades en la instrumentación y seguimiento de los proyectos
estatales y locales.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Antecedentes.
Desde tiempos remotos el borrego cimarrón ha sido para el hombre un animal
totémico y emblemático, y como símbolo importante de las culturas del desierto
mexicano se encuentra representado en diversas esculturas, pinturas rupestres
y obras artesanales. Llamado cimarrón por los españoles, es conocido en
México como Borrego del Desierto o Borrego de Montaña y en Estados
Unidos y Canadá como Desert Bighorn Sheep, Mountain Bighorn Sheep o Wild
Sheep (Figura 1). Es un animal muy apreciado por su porte y belleza,
convirténdose en un trofeo muy valioso para los cazadores de todo el mundo,
debido a que su caza es muy difícil ya que habita en zonas altas y escarpadas
que hacen muy complicada la expedición. Posee muy buena vista y detecta
rápidamente a los cazadores, escapando por sitios abruptos con una velocidad
y agilidad asombrosas. Todo esto hace que el tener una cabeza de cimarrón
como trofeo sea muy valorado en términos deportivos, ya que supone
habilidades muy grandes en el cazador. Especies similares de borrego habitan
en el norte de Canadá y en Alaska, donde se les conoce como “Cabras de
Montaña”, en Asia y Europa son llamadas “Argalí” y “Muflón”, y en el medio
oriente “Carnero”. Las diversas especies y variedades son relativamente fáciles
de distinguir por su tamaño, pelaje, cornamenta y color.

BORREGO CIMARRÓN (Ovis canadensis)

figura 1. Ejemplar macho de borrego cimarrón.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

De la biología de la especie.
-Historia y distribución-
El borrego del desierto, o cimarrón, pertenece al orden de los artiodáctilos,
familia de los bóvidos, (antílopes, bisontes, gacelas, ovejas, vacunos, etc.) la
cual comprende 45 géneros y 124 especies, de éstas, muchas viven aún en
estado silvestre en África, Europa, Asia y Norteamérica. Esta especie proviene
de Asia y migró hacia América a través del estrecho de Bering durante las
glaciaciones del Pleistoceno, hace aproximadamente 85,000 años, a partir de
dónde se dispersaron hacia el sur hasta llegar a Baja California hace
aproximadamente 12,000 años (Lee, 1989), su distribución en el noroeste del
continente americano está asociada con las zonas áridas y montañosas (figura
2). Se estima que el número máximo de ejemplares alcanzado por la especie
fue de aproximadamente 2 millones; actualmente las poblaciones actuales
ocupan un 4% del área de distribución histórica y se estima una población de
25,000 ejemplares, de los cuales 6,000 se encuentran en México y el resto en
los Estados Unidos. (Lee, 1998).
Los naturalistas y cazadores deportivos reconocen dos variedades de Ovis
canadensis, el “borrego de montaña” y el “borrego del desierto”, sin embargo,
los biólogos reconocen siete subespecies basándose en la distribución
geográfica y en medidas corporales, de éstas, tres subespecies se
corresponden con el borrego de montaña y cuatro con el de desierto.
La primera descripción del borrego del desierto la realizó Shaw en 1804,
posteriormente otros autores han descrito a las restantes subespecies. En
México se encuentran tres de las siete subespecies reconocidas, todas ellas se
corresponden con la variedad del desierto: O.c.cremnobates (Elliot, 1903) o
cimarrón café en Baja California; O.c.weemsi (Goldman, 1937) o cimarrón rojo
en Baja California Sur; y O.c.mexicana (Merriam, 1901) o cimarrón gris en
Sonora. Sin embargo, esta clasificación es discutible ya se basa en
características morfológicas que algunos autores consideran relativas. De
hecho, estudios genéticos recientes parecen cuestionar el estatus taxónomico
actual de las subespecies (Boyce, et al. 1997). Las restantes subespecies se
hallan en Estados Unidos y Canadá, y se distinguen unas de otras por el color
y largo de pelo, tamaño y tipo de cuernos y por los lugares en que habita.

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figura 2. Distribución histórica de las subespecies de borrego cimarrón en


Norteamérica. Los círculos indican localidades tipo.

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-Características biológicas-
El rasgo más notable y característico del borrego del desierto lo constituyen sus
cuernos, recurvados, largos y masivos que en el macho alcanzan a representar
hasta el 10% del peso del animal; en las hembras, éstos son pequeños,
delgados y ligeramente curvos. Los cuernos crecen con la edad, lo que permite
distinguir fácilmente a viejos y jóvenes, así como a machos y hembras, además
de que estas últimas son más pequeñas y gráciles. La cornamenta ha sido
resultado de un largo proceso de selección sexual ya que juega un papel muy
importante en la competencia entre machos y en la elección de éstos por parte
de las hembras. El perímetro de los cuernos alcanza de 70 a 100 cm y llega a
pesar, junto con el cráneo, hasta 20 kg, la cornamenta es gruesa en la base y
se curva hacia afuera y atrás a medida que crece hasta el 4º y 5º año,
posteriormente se dirige hacia arriba y adelante, dando la forma en espiral
típica de la especie. Los machos adultos pesan entre 70 y 91 kg, miden de 76 a
100 cm de altura hasta los hombros y 150 cm de longitud, en tanto que la
hembra es más ligera y pequeña, ya que pesa en promedio 50 kg, y aunque
tiene cuernos, estos no llegan a ser tan grandes como los de los machos
(Smith y Krausman, 1988).
La subespecie Ovis canadensis mexicana, habita en Sonora y se caracteriza
por el color de pelo gris ratón en el dorso y la cornamenta de color café
amarillenta, el ejemplar tipo proviene del desierto de El Pinacate, de
complexión chica, es el más pequeño ya que promedia 128 cm de longitud. La
subespecie Ovis canadensis cremnobates habita en Baja California, es de pelo
color café salvado, cornamenta café claro, lustrosa y con corrugado bien
definido. Su localidad tipo corresponde a la sierra de San Pedro Mártir, a esta
subespecie pertenecen algunos de los primeros lugares en cornamentas en el
mundo en materia de borregos del desierto, según lo registran los libros de
trofeo. Finalmente, la subespecie de mayor longitud, Ovis canadensis weemsi,
es de pelo café rojizo muy obscuro, cornamenta irregular y profundamente
corrugada, lustrosa y de color café rojizo intenso. El ejemplar tipo de esta
subespecie proviene de la sierra la Giganta en Baja California Sur.
Son animales diurnos y herbívoros que se alimentan principalmente de pastos,
aunque también suelen alimentarse de hierbas y arbustos. A este respecto
cabe citar el trabajo de Sánchez (1978) quien realizó un análisis del contenido
estomacal de 29 ejemplares provenientes de la península de Baja California en
diferentes localidades y estaciones del año. En el norte los resultados muestran
un consumo promedio de 43% de pastos, 33% de ramoneo (incluidas
cactáceas) y 24% de hierbas. En Baja California Sur obtuvo resultados
similares, estos fueron, 53% de pastos, 23% de ramoneo, 17% de hierbas y 7%
no identificados. Los minerales los obtienen al lamer rocas.
El contenido estomacal más frecuente es compuesto por pastos, de entre estos
se identificaron las siguientes especies: Muhlembergia sp., Panicum sp. y
Aristida sp., las leguminosas también forman parte importante de la dieta ya
que se reportan en el 72% de los contenidos examinados, hojas, vainas y
semillas de Lysiloma candida, Astragalus sp., Lotus sp., Olneya tesota,
Cercidium peninsularis y Calliandra sp., siendo las tres últimas las más
abundantes. De la familia Euphorbiaceae constituyen hasta el 48% las
especies Acalypha californica y Euphorbia sp., Del grupo de las compuestas
(Asteraceae) el 44% de esta familia lo conforman las especies: Ambrosia sp.,

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Encelia sp., y Latuca sp. Otras herbáceas presentes fueron: Solanum mongyra,
Solanum sp., Physalis sp., Criptantha sp., y Amsinkia sp. Por otro lado las
cactáceas se presentaron en 8 de los 29 contenidos estomacales analizados,
hallándose representados los géneros Ferocactus sp., Mammillaria sp. y
Opuntia sp. (Sánchez, 1978).
De acuerdo con la clasificación de vegetación de Flores et al. (1972), las
plantas encontradas en el contenido estomacal del borrego cimarrón
corresponden con las siguientes asociaciones vegetales: selva baja caducifolia,
matorral desértico, matorral crasicaule y mezquital. La dieta del borrego
cimarrón expresa los cambios estacionales de la vegetación, mostrando un
aumento en el consumo de pastos y hierbas durante la primavera, en tanto que
el uso de arbustos se incrementa en el otoño e invierno, además, durante el
otoño es mayor el consumo de cactáceas. En general, es posible establecer
que la dieta del borrego es muy variada y está condicionada a la abundancia
del recurso y la facilidad para obtenerlo.
El agua es el recurso más escaso en el desierto y en relación con esto se ha
observado que el borrego puede pasar largas temporadas sin beber, algunos
reportes indican que incluso puede pasar meses sin probar líquido (Smith y
Krausman, 1988). Todo esto hace suponer que presenta varias adaptaciones
para administrar este recurso, entre éstas, recuperar agua de las heces,
capacidad que es casi tan grande como en los camellos, además de obtener
agua de las plantas del desierto, nopales, biznagas y cactos, que la almacenan
en gran cantidad.
Esta especie representa un caso peculiar de adaptación al medio ya que su
distribución en las regiones áridas y montañosas está asociada con actividades
conductuales, más que con modificaciones morfológicas o fisiológicas que se
puedan considerar adaptativas a condiciones de aridez (Smith y Krausman,
1988). Sorprendentemente, carece de algunas otras adaptaciones típicas de
otros animales del desierto, como por ejemplo: modificación de los riñones para
la reabsorción de líquidos corporales, color y longitud del pelaje y ausencia de
grasa corporal, lo que ha llamado mucho la atención de los biólogos. Todo
parece indicar que las modificaciones etológicas, o de comportamiento, han
sido las principales adaptaciones a la vida en el desierto, ya que estos
animales son activos en las horas de menor insolación, esto es, por la mañana
y por la tarde, de igual modo, permanecen cerca de los cuerpos de agua en un
rango que varía de uno a cinco kilómetros aproximadamente, o buscan los
sitios elevados y cubiertos donde el microclima es más fresco.
Las preferencias de hábitat varían de acuerdo con la hora, estación y edad, los
sitios clave más importantes son las áreas de forraje, de agua, de
apareamiento, de crianza, de cobertura o reposo (cuevas o cavidades), y de
escape, estas últimas se caracterizan por ser sitios rocosos y abruptos con
vegetación baja que le brindan una amplia visibilidad al animal, lo que le
permite detectar depredadores a gran distancia y hallar fácilmente rutas de
salida (Wishart, 1978; May, 1979; Smith y Krausman, 1988).
-Ciclo de vida-
Los machos adultos viven en las zonas más altas de las montañas, son
solitarios excepto en la época de apareamiento, en los meses de julio a
diciembre, cuando bajan hacia las laderas buscando aparearse, moviéndose de

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un grupo de hembras a otro, intentando copular tantas veces como sea posible.
Las hembras viven en grupos en las partes bajas de las sierras, acompañadas
por otras hembras, crías y algunos juveniles. Los machos en ocasiones
compiten entre sí por lograr la cópula, cuando lo hacen, es por medio de
choques frontales que llegan a ser espectaculares por la fuerza e intensidad
con que se golpean las cornamentas, una y otra vez, en un combate que puede
durar horas. Sin embargo, esta lucha raras veces produce la muerte de alguno
de los contrincantes, además de que en la mayoría de las ocasiones el mero
reconocimiento visual de la cornamenta evita estos enfrentamientos.
La gestación dura de 175 a 180 días, por lo que el nacimiento, en el que
normalmente paren una sola cría, sucede entre los meses de enero a junio. Los
recién nacidos pesan de 3.5 a 4.5 kg y son destetados 4 o 6 meses después,
aunque son activos a los pocos minutos de nacer y un par de días después son
capaces de seguir a la madre, con la que permanecen hasta el año de vida.
Las hembras se integran como residentes en el grupo materno, y los machos
permanecen con el grupo hasta los tres o cuatro años de edad, cuando
alcanzan la madurez física y son capaces de valerse por sí mismos. Aunque
las hembras son capaces de reproducirse desde el año y medio, lo común es
que su primer apareamiento sea hasta los dos años y medio de edad.
Los machos, una vez que dejan el grupo materno, se alejan hacia la cima,
donde permanecen solitarios y algunas veces en pequeños grupos de
juveniles, hasta la época de apareamiento, cuando nuevamente bajan en busca
de hembras. La mayoría de ellos alcanzan su primer apareamiento a los cuatro
o cinco años, aunque son capaces de reproducirse desde el año y medio de
edad y a veces antes (tabla I). El promedio de vida es de 10 a 12 años aunque
en condiciones de cautiverio pueden alcanzar algunos años más. El período de
mayor mortandad es durante los primeros seis meses de vida, cuando son
corderos. Entre el primer y noveno año la tasa de mortalidad es baja, lo que
parece sugerir que esta especie no se halla fuertemente afectada por
enfermedades o depredadores. Posteriormente la mortandad se incrementa
hasta 10 veces, una causa de esto es el marcado desgaste dental que les
impide alimentarse propiamente (Lee, 1998). Aunque normalmente los machos
que se aparean son aquellos que poseen la mayor cornamenta, sucede que, al
igual que en otras especies de mamíferos, los machos viejos tienen menor
viabilidad espermática, por lo que el éxito reproductivo se reduce con la edad.

Madurez Madurez Reproducción Gestación Copulación Nacimiento Destete


física sexual 1ª vez
Machos: Machos: Machos: 6 meses. Julio a Enero a 4a6
6-7 años. 18 meses. 18 meses. Diciembre. Junio. meses.
Hembras: Hembras: Hembras:
2-3 años. 18 meses. 30 meses.

tabla I. Historia de vida del borrego cimarrón.

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-Ámbito hogareño y migraciones-


Aunque el borrego cimarrón no es territorial, pasa la mayor parte de su vida en
una misma zona y sigue las rutas de movimiento que aprendió de los animales
mayores. Los movimientos suelen ser estacionales y normalmente ocurren en
un rango altitudinal, los machos adultos se desplazan de la cima al valle en la
época de apareamiento, para, meses después, regresar nuevamente hacia las
partes altas de la sierra. Además se han observado movimientos que podrían
calificarse como verdaderas migraciones, ya que involucran el desplazamiento
de grupos o manadas fuera de su ámbito hogareño típico, de una sierra a la
otra. El ámbito hogareño se halla en relación con la disponibilidad de fuentes
de agua y alimento, observándose que los ejemplares se hallan en un rango de
unos pocos kilómetros alrededor de estos sitios.
El borrego cimarrón establece ámbitos hogareños amplios, siendo el de los
machos considerablemente mayor que el de las hembras. Estudios de
radiotelemetría realizados en Sonora (López y Lee, 1997) con la subespecie
O.c.mexicana, muestran que el ámbito casero promedio para los machos de la
zona de El Pinacate, Sonora, es de 88.52 km2, en tanto que las hembras
registraron un área promedio de 18.67 km2. En contraste con esto, en la zona
de la sierra Pico Johnson, Sonora, los machos tuvieron un rango promedio de
apenas 7.34 km2 y las hembras de 3.28 km2 (tabla II). A este propósito cabe
citar a los autores “...es notable que el rango casero promedio de los animales
del Pinacate es 967% más grande que el rango promedio de los animales de
Pico Johnson, asimismo, para ambos sitios, se mantiene que el rango casero
de los machos es más grande que el de las hembras. Esta diferencia se
acentúa más con los borregos del Pinacate, en donde el rango promedio de los
machos es 474% más grande que el de las hembras, asimismo, es notable que
el rango promedio de las hembras del Pinacate es 254% más grande que el de
los machos de Pico Johnson.” Esta diferencia “...puede tener su explicación en
la ausencia de agua libre disponible, el tamaño del área y de la población, así
como la menor variabilidad de tipo de hábitats.”
En otro estudio realizado con la misma subespecie en Arizona (Bristow et al.
1996), se encontró un patrón similar al anterior, donde el ámbito hogareño
promedio de los machos fue mayor que el de las hembras, siendo de 57.6 km2
para los primeros y de 10.34 km2 para las hembras (Tabla II). Se ha observado
también (Geist, 1971) que los machos normalmente permanecen en, o cerca,
de su ámbito hogareño, y si llegan a ocurrir movimientos estacionales, el 87%
de los ejemplares regresa al mismo sitio.
En este último estudio se halló además que los machos fueron los únicos en
realizar movimientos intermontañosos, en tanto que las hembras
permanecieron dentro de sus rangos caseros como residentes. Estos
movimientos migratorios son importantes para la especie, ya que es el
mecanismo natural que garantiza el flujo génico y con esto, la variabilidad y
viabilidad de las poblaciones. Es por esto que en el presente proyecto se
considera como unidad de manejo y aprovechamiento a las sierras y
poblaciones, por lo que se incluye en el plan de manejo de cada UMA, la
realización de investigaciones de campo con el fin de definir la época y las
rutas que emplean los machos.

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Lugar Sexo N Rango Valor Valor


promedio máximo mínimo
en km2 en km2 en km2
El Pinacate, Sonora. macho 3 88.52 199.06 4.67
El Pinacate, Sonora. hembra 5 18.67 27 9.43
Pico Johnson, Sonora. macho 6 7.34 17.31 1.08
Pico Johnson, Sonora. hembra 12 3.28 13.14 0.67
Silver Mine, Arizona. macho 9 57.26 91.29 24.77
Silver Mine, Arizona. hembra 9 10.34 13.31 7.67
Tabla II. Rangos caseros de Ovis canadensis mexicana en tres áreas distintas.
-Enfermedades-
El borrego cimarrón es susceptible de contraer diversas enfermedades y
parásitos, entre los que cabe mencionar a la neumonía bacteriana (Pasteurella
sp., Staphylococcus sp., Corynebacterium sp.), la sinusitis crónica, para-
influenza-3, lengua azul, hemorragia epizoótica y ecthyma contagiosa. Los
parásitos más comunes son las lombrices (Protostrongylus stilesi, Mullerius
capillaris), los moscardones (Oestrus ovis) vectores de bacterias causantes de
la sinusitis crónica y los ácaros, causantes de sarna (Prosoroptes cervinus, P.
ovis), la cual parece ser la única amenaza seria para las poblaciones de
borrego cimarrón (De Vos, 1993). Muchas de las enfermedades están
asociadas con la presencia de ganado doméstico que actúa como reservorio y
transmisor de enfermedades. Un listado de los parásitos que afectan a esta
especie fue elaborado por Allen (1985), en éste se incluyen, además de los
parásitos ya mencionados, 31 especies más, entre gusanos, ácaros y pulgas
(anexo 5).
Durante el estudio de radiotelemetría realizado por López, y Lee (1997) se
tomaron muestras de sangre a los ejemplares capturados; los resultados de las
pruebas de laboratorio indican que para 10 borregos de El Pinacate, ocho eran
portadores de Echtyma contagiosa y dos de Pasteurella hemolitica, esta última
es común en forma no patógena en borregos domésticos, en tanto que la E.
contagiosa, si bien no es un factor de mortalidad directa, sí contribuye a la
presencia de otras enfermedades. En veinte ejemplares de la sierra Pico
Johnson se halló que diez eran portadores de E. contagiosa, cuatro padecían la
enfermedad de lengua azul y 3 habían contraído la hemorragia epizoótica.
Curiosamente, aquellos ejemplares que padecían de Echtyma contagiosa eran
también portadores de otras enfermedades. Aparentemente, no hay ninguna
relación entre la incidencia de enfermedades y el sexo de los animales, aunque
es probable que sí la haya con la edad o el tamaño de la población,
observándose mayor susceptibilidad o incidencia entre los animales viejos y en
los grupos pequeños.
Por otro lado, generalmente las enfermedades suelen presentarse de manera
aislada, y en raras ocasiones como epizotías que afecten al conjunto de las
poblaciones; sin embargo, pueden llegar a ser un factor importante que

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conduzca a la desaparición de un grupo pequeño al presentarse en


combinación con otros factores, como sequías prolongadas, fuerte
competencia o ausencia de alimento.
-Depredadores y competidores-
En general, la depredación no es un factor que afecte fuertemente el número
poblacional, ya que ocurre de manera ocasional; sin embargo, pude ser un
factor de presión importante cuando se presenta en poblaciones reducidas. El
depredador más peligroso para esta especie es, sin duda, el puma (Puma
concolor), ya que hace presa tanto de crías y jóvenes como de adultos, lo que
está en relación con la preferencia del borrego cimarrón por los sitios
escarpados, inaccesibles y de amplia visibilidad que le permitan escapar
fácilmente. También se han reportado ataques de coyote (Canis latrans), zorra
(Urocyon cinereoargenteus), lince (Lynx rufus), lobo (Canis lupus), ocelote
(Leopardus pardalis) y jaguar (Panthera onca), menos comunes aún son los
ataques del águila real (Aquila chrysaetos) y águila calva (Haliaetus
leucocephalus), que hacen presa casi exclusivamente de las crías.
Por otra parte, existen reportes de encuentros con la víbora de cascabel
(Crotalus sp.), los cuales son poco frecuentes. Más recientemente, y como
resultado del crecimiento de la frontera agropecuaria, esta especie se
encuentra en competencia con el ganado, con la fauna exótica introducida
como el borrego berberisco, y con los burros y animales ferales, los que
además de desplazar al borrego cimarrón y limitar los recursos disponibles, son
también vectores de enfermedades que pueden afectar seriamente a las
poblaciones silvestres.

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De los estudios poblacionales.


Se calcula que hace unos 10,000 años, la población del borrego cimarrón
alcanzó, tan sólo en los Estados Unidos, un número de entre uno a dos
millones de individuos (Buechner, 1960; Cooperrider, 1985; Lee, 1998).
Estimaciones realizadas en 1980 mostraron que la población se ha reducido
hasta poco menos de 12,000 individuos en ese país (Monson, 1980) aunque
otros autores estiman en 25,000 ejemplares la población actual (Lee, 1998),
esto es, alrededor del 1% del total original, hallándose distribuidos de manera
dispersa en su rango de distribución histórico en forma de pequeñas
poblaciones semiaisladas que ocupan apenas el 4% de su área de distribución
original, lo que representa sin duda un riesgo para la sobrevivencia de la
especie. De hecho, una de las siete subespecies reconocidas (O.c.auduboni)
se ha extinguido en los Estados Unidos, y en México, la subespecie
O.c.mexicana ha desaparecido de los Estados de Coahuila, Nuevo León y
Chihuahua. Actualmente sólo se encuentra en el estado de Sonora.
Las primeras estimaciones poblacionales se realizaron a partir de recorridos
terrestres, registrando huellas, excretas o restos de animales, posteriormente
se halló que un método más eficiente consiste en situarse en puntos cercanos
a los aguajes o pozas de agua y registrar a los ejemplares que se aproximan al
sitio. Hacia la década de los sesenta comenzó a usarse la técnica de vuelos,
originalmente en avioneta y posteriormente en helicóptero; actualmente se
considera que esta es la técnica más efectiva, no sólo en relación a la cantidad
y calidad de información que proporciona, sino también en el esfuerzo y tiempo
que emplea en comparación con las anteriores.
La primera estimación poblacional de borrego cimarrón en México la realizó
Bernardo Villa en 1959, quien calculó para toda la península de Baja California
2,000 ejemplares, posteriormente, en 1974, en el marco del “Programa
Nacional del Borrego Cimarrón”, la Dirección General de Fauna Silvestre
dependiente de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), realizó un
censo terrestre en la península de Baja California durante febrero y marzo de
ese año, cubriendo un área de aproximadamente 2,000 km2 durante la
temporada de cacería. El total de ejemplares observados fue de 327 individuos
como máximo, a partir de lo cual se realizó una extrapolación a 12,000 km2 de
hábitat potencial en la península y se estimó una población de 4,500 a 7,800
individuos (Alvarez, 1976). Sin embargo, los mismos autores señalan que “ésta
es sólo una aproximación que puede tener un considerable margen de error
debido a la ausencia de conocimiento concerniente a la distribución exacta del
borrego cimarrón en Baja California”.
En México, a partir de la década de los ochenta, se realizaron algunos conteos
y estimaciones a partir de recorridos terrestres y de observaciones hechas
durante las temporadas de caza en los estados de Baja California y Baja
California Sur. A partir de 1990 se iniciaron los censos aéreos utilizando el
método desarrollado por el Departamento de Caza y Pesca de Arizona (para
mayores detalles véase el anexo 1), el cual permite estimar de manera
confiable tanto el número como la estructura de la población.

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De los estudios poblacionales en Baja California.


Además de los estudios mencionados, en la península de Baja California se
han realizado recientemente otros trabajos, sobre todo a partir de 1990, cuando
por iniciativa del presidente de la República, se emitió un Acuerdo Secretarial
en el que se establece una veda temporal para el aprovechamiento de la
subespecie O.c.cremnobates, vigente para la temporada 1990-1991.
En 1992, la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) realizó un
estudio poblacional (López et al. 1995) y de hábitat en un área de 900 km2 en
la zona de Jaquejel y Arroyo Grande, entre las sierras de Juárez, Tinajas y las
Pintas, al norte del estado (31º30´ N y 115º 30´ O). Este estudio se realizó
durante cinco meses por medio de transectos terrestres, esto es, recorridos a
pie y observación directa de ejemplares, se contaron 120 individuos de borrego
cimarrón con una densidad, o número de ejemplares por kilómetro cuadrado,
de 0.20 y 0.14 en verano y otoño respectivamente (figura 3 y tabla III), aunque
no se estimó el número de ejemplares para el resto del Estado. Además, se
registraron las características del hábitat en que se localizaron los ejemplares.
Este estudio contrasta con el realizado en abril del mismo año, 1992 (De Forge
et al. 1993), también en el norte del estado, desde la línea fronteriza hasta la
Bahía de San Luis Gonzaga (30º de latitud N), el cual cubrió en 68 horas de
vuelo, un área de poco más de 3,100 km2 en las sierras de Juárez, Cucapá,
Tinajas, las Pintas, Arroyo Grande, San Felipe, San Pedro Mártir, Santa Rosa y
Santa Isabel. En total se registraron 116 grupos y se observaron 603
individuos, a partir de los cuales se estimó un número poblacional de entre 780
a 1,170 ejemplares (Tabla III). Este estudio siguió la metodología de vuelos en
helicóptero (anexo 1), lo que posiblemente explica la diferencia tan grande
entre ambos reportes poblacionales.
En 1995 se realizó otro estudio poblacional siguiendo la misma metodología
que el trabajo anterior (Lee et al., 1996) aunque sólo se emplearon 32 horas de
monitoreo sobre las sierras de: Juárez, Cucapá, Tinajas, las Pintas, San Felipe,
San Pedro Mártir, Santa Rosa, Santa Isabel, y otras al sur del estado que
previamente no se habían revisado. En este estudio se reportaron 97 grupos y
279 ejemplares observados, en un área de 3,095 km2. De acuerdo con esta
técnica, el número estimado de ejemplares en el área es de 697, aunque si se
considera que el hábitat potencial para esta especie es de 10,800 km2, se
elevaría considerablemente esta cifra.
En conjunto, no existen diferencias importantes entre el estudio de 1995 y el de
1992, en cuanto al número de individuos observados por hora de vuelo en las
mismas zonas sobrevoladas, lo que indica que no ha habido una baja en el
número poblacional. Mientras que el censo de 1992 fue realizado en abril, el de
1995 se realizó en septiembre, sin embargo, la proporción crías-hembras
difiere muy poco, a pesar de que en el verano tiene lugar la mayor mortandad
de crías, lo que indica que la tasa reproductiva fue considerablemente mayor
en 1995, más aún, el ligero aumento en el número de ejemplares observados
por hora de vuelo, 8.9 en 1992 y 10.7 en 1995, podría representar un
incremento poblacional.
En mayo de 1997, la UABC realizó otro monitoreo (Martínez et al., 1997), en
esta ocasión se siguió la metodología de sobrevuelos en helicóptero. Se

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observaron tan sólo 64 ejemplares en 45 horas de monitoreo y se cubrió un


área de más de 14,000 km2. Las diferencias tan grandes entre éste estudio y
los anteriores, se debieron probablemente a la temporada en la que se realizó
el censo, y a que se revisaron áreas distintas; en los censos realizados por De
Forge et al. (1992) y Lee et al. (1995) se evaluaron poblaciones cuya
distribución era conocida, a diferencia del trabajo de Martínez, et al. (1997), que
tuvo como propósito realizar una prospección en la parte sur del estado, ya que
es una zona de la que se carece de información y c) a que la velocidad de
vuelo fue distinta, el reporte de la UABC (1997) señala que se revisaron 14,000
km2 en 45 horas, lo cual refleja una velocidad de vuelo muy alta, comparado
con los 3,095 km2 que cubrieron los estudios anteriores en 68 y 32 horas de
vuelo, lo que seguramente influyó fuertemente en la capacidad y posibilidad de
observación de ejemplares.

La discusión del reporte final presentado por la UABC dice al respecto:


"Considerando los resultados obtenidos por otros autores en Baja California, el
número de animales avistados en este censo fue muy bajo. Hay que tomar en
cuenta que el tipo de censo realizado fue diferente a los dos anteriores, ya que
estos fueron realizados en áreas de altas probabilidades de localización de
borrego cimarrón. El censo realizado en este estudio, por el contrario, empleó
el esfuerzo de muestreo de manera uniforme en toda el área de distribución,
disminuyendo con ello la probabilidad de encuentro de animales. ... hay que
considerar que este censo presenta sesgos, como la segregación sexual
debida a la época, lo cual provoca que los grupos de animales se fraccionen y
de este modo, la tasa de observación se vea disminuida".
En el estudio de 1997, tan sólo en la sierra de Santa Isabel se observaron 46
(71%) de los 64 ejemplares reportados, en esta misma sierra, Lee et al (1996)
reportaron 111 ejemplares observados, lo que parece indicar que en aquellos
sitios donde se conoce la presencia de poblaciones, es mucho más fácil
registrarlos que si se realiza un estudio de prospección o búsqueda de
poblaciones, lo que se refleja en los resultados y estimaciones finales.
De los estudios anteriores se desprende que la abundancia de borrego
cimarrón es aparentemente menor en el sur del estado y que la distribución de
sus poblaciones no es homogénea sino agregada en núcleos poblacionales,
como es de esperarse de acuerdo con la manera en que se distribuyen
naturalmente las poblaciones de borrego cimarrón, así como debido a la
fragmentación de éstas y del hábitat debido a causas antropogénicas.
Finalmente, en octubre de 1999, se realizó otro censo aéreo (Lee, en prensa)
por iniciativa del Instituto Nacional de Ecología y del Gobierno del Estado, que
reunió a los actores estatales interesados en la especie, la Universidad
Autónoma de Baja California, el Centro de Investigaciones Científicas y
Estudios Superiores de Ensenada y a los ejidatarios que tienen UMA
registrada. En este censo se revisaron las mismas áreas que habían sido
censadas en años anteriores, se emplearon 21.2 horas de vuelo y se

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observaron 282 ejemplares, con una densidad de 13.3 individuos por hora. La
estimación a partir de estos datos brinda una población de 705 ejemplares,
únicamente para las sierras y sitios censados.
El conjunto de datos para el Estado permite considerar que si se considera el
total de las sierras borregueras, se cuenta con una población total de
aproximadamente 2,000 ejemplares. Más aún, si se comparan los datos de
densidad (individuos observados por hora de vuelo) se aprecia claramente un
incremento, lo que es un indicador de que las poblaciones de esta subespecie
en Baja California se hallan actualmente en crecimiento.

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BAJA UABC- UABC De Forge Lee UABC Lee


CALIFORNIA SEDUE López et al et al Martínez (En
prensa)
et al. (1993) (1996) et al.
(1995)
(1997)
Año 1986 1992 1992 1995 1997 1999
2
Área km : 380 900 3,100 3,095 14,600 3,095
Horas muestreo: -- -- 68 32 45 21.2
Tipo de conteo: Terrestre Terrestre Aéreo Aéreo Aéreo Aéreo
Núm. observado: 180 120 603 279 64 282
Núm. estimado: 131-183 -- 780-1170 697 -- 705
Individuos / hr 0.20-0.14 8.9/ hr 8.9/ hr 10.7/ hr -- 13.3/ hr
O /km²
individuos / km²:

tabla III. Reportes y estimaciones poblacionales en Baja California.

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figura 3. Áreas de distribución y de estudio de O.c. cremnobates en Baja


California.

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De los estudios poblacionales en Baja California Sur.


Se cuenta con pocos reportes y monitoreos poblacionales en Baja California
Sur para la subespecie O.c.weemsi. El primero de éstos se realizó a partir de
recorridos terrestres durante las temporadas de caza de 1983 y 1985 en las
áreas de Las Vírgenes y Loreto (Jaramillo y Castellanos,1992), además de un
análisis de las temporadas de caza de 1978 a 1987 (Jaramillo et al., 1991) lo
que permitió definir tres áreas de distribución actual para esta subespecie que
se corresponden con las sierras de Las Vírgenes al norte, Loreto-La Giganta al
centro y el Mechudo al sur del Estado (figura 4), dando como resultado una
estimación poblacional en todo el Estado de 500 a 700 individuos (Jaramillo y
Castellanos, 1992) (tabla IV-a).
En 1995, gracias al interés del Bighorn Institute y de la empresa “Salinas del
Pacífico”, se realizó el primer censo aéreo en la sierra de La Giganta, en los
alrededores de la ciudad de Loreto, así como en la zona oeste de El Mechudo,
en esta ocasión el número observado en 8 horas de vuelo fue de 21 ejemplares
y el estimado de 52 para el área revisada que comprendió poco más de 1,673
km2.
En 1996 se registró el ejido Alfredo V. Bonfil como la primer “Unidad para la
Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable” (UMA) en un área
natural protegida del país, la Reserva de la Biosfera “El Vizcaíno”, y la primera
en el Estado para el borrego cimarrón. En octubre de 1996 se realizó un censo
aéreo en el área borreguera de la Reserva de la Biosfera y de la UMA, en el
complejo serrano Las Vírgenes-La Reforma, constituido por el volcán de las
Vírgenes, el volcán El Azufre, la sierra El Aguajito y la sierra de la Reforma. El
reporte de este censo, en el que se emplearon 4.2 horas de vuelo, muestra 99
ejemplares observados, y una abundancia relativa de 293 individuos (Lee et al.
1996). En octubre de 1997 se realizó otro censo en helicóptero (Lee, 1997), en
éste se emplearon 5.6 horas de vuelo y se observaron 103 ejemplares, lo que
brindó una estimación de 257 ejemplares, tan sólo para esta zona.
La diferencia en las estimaciones de la abundancia relativa respecto a censos
anteriores se debe a que al momento de revisar otras áreas con reportes de
borrego cimarrón (Tinajas de Murillo, sierra El Caracol y sierra de San Alberto)
no se encontraron animales, por lo que al descontar de los cálculos estas áreas
se reduce la estimación. Este último cálculo es más objetivo ya que se
considera que ha sido revisado el 90% del hábitat potencial dentro de la
reserva de la biosfera. (tabla IV-b). Posteriormente, en febrero de 1997, durante
un recorrido terrestre realizado por personal de la Reserva de la Biosfera “El
Vizcaíno” se registraron 52 ejemplares en la zona de la sierra de la Giganta.
En un estudio de prospección realizado en octubre de 1997 en las sierras de la
Giganta y El Mechudo se realizaron las siguientes observaciones: para la
primera sierra se emplearon 3.7 horas de vuelo y se observaron 36 ejemplares,
mientras que en El Mechudo en 1.7 horas de vuelo, se observaron 25
ejemplares, no se realizaron estimaciones ni proyecciones debido a la
naturaleza prospectiva del vuelo.
El último censo realizado se llevó a cabo en octubre de 1999 (Lee et al en
prensa), comprendió las sierras de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno y la
sierra de la Giganta, en este, se observaron en 9.8 horas de vuelo, 163
ejemplares, lo que de acuerdo al método de censo, brinda un estimado de 407

31
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individuos para las sierras y sitios revisados, con una densidad de 16.6
ejemplares avistados por hora. De este total observado, 131 ejemplares se
corresponden a la zona del Ejido A.V. Bonfil y la Reserva de la Biosfera El
Vizcaíno, en la cual se emplearon tan solo 4.4 horas de vuelo, lo que
proporciona una densidad de 29.7 ejemplares observados por hora y un
estimado de 327 ejemplares, únicamente para la zona.
En conjunto, al considerar los datos recientes disponibles para el total de las
sierras borregueras en el Estado, de las cuales han sido revisadas apenas el
40%, se puede estimar una población en Baja California Sur de 2,000
ejemplares.

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figura 4. Áreas de distribución de Ovis canadensis weemsi en Baja California


Sur.

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BAJA CALIFORNIA SUR SARH SEDUE SEDUE SEDUE SEDUE SARH-


SEDUE

Año 1978 1983 1985 1986 1987 1978-87


Las Vírgenes 161 101 149 139 122 110-160
(490 km2)
Loreto-La Giganta 223 253 -- 240 222 300-350
2
(720 km )
El Mechudo -- 30 -- -- 50 30-50
2
(60 km )

Número observado: 384 384 149 379 394 500


Número estimado: -- -- -- -- -- 500-700
2
Área cubierta en km : -- -- 860 -- -- 1270-2000
Número de días: -- 27-30 33 60-95 60-95 --

tabla IV-a. Reportes y estimaciones de borrego cimarrón O.c.weemsi en Baja California Sur,
realizados mediante recorridos terrestres por sendero y observación directa de ejemplares,
algunos de éstos durante las temporadas de caza. La columna de la derecha es una
estimación y recopilación de la información del período 1978-1987 realizada por Jaramillo y
Castellanos (1992).

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Baja California BI & SP FMCBC- INE-RBV- INE-RBV INE-RBV-


FNAWS-RBV- UMA A.Bonfil CONABIO- UMA
Sur INE CFE-U.C. U.C. A.Bonfil
UMA: A.Bonfil CONABIO
Año nov-1995 oct-1996 oct-1997 oct-1997 oct 1999

Las Vírgenes - La -- 99 103 -- 131


Reforma (490 km2)

Loreto-La Giganta 7 -- 36 36 32
(720 km2)

El Mechudo (60 km2) 14 15 25 25 --

Número 21 99 103 61 163


observado:
Número 52* 285* 257* ** 407
estimado*:
Área cubierta en 1673 -- -- -- --
km2:
Número horas 8 4.2 14.4 5.4 9.8
vuelo:
Tipo de conteo: aéreo aéreo aéreo aéreo aéreo
(prospección)

Individuos / hora: 2.6 23.6 11.4 -- 16.6

tabla IV-b. Reportes y estimaciones de borrego cimarrón O.c.weemsi en Baja California Sur.
Realizados con la técnica de vuelo en helicóptero. Las siglas indican lo siguiente: FMCBC =
Fundación Mexicana para la Conservación del Borrego Cimarrón; BI = Bighorn Institute; SP =
Salinas del Pacífico; FNAWS = Foundation for North American Wild Sheep; RBV = Reserva
de la Biosfera “El Vizcaíno”; INE = Instituto Nacional de Ecología. CFE = Comisión Federal de
Electricidad. UC = Unidos para la Conservación.

*Las estimaciones se realizaron considerando una tasa de observación del 40%. (véase
anexo 1)

** Estimación válida sólo para la zona de Las Vírgenes, en las restantes zonas, debido a que
es una prospección, no se realizaron estimaciones.

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De los estudios poblacionales en Sonora.


En el Estado de Sonora, al igual que en la península de Baja California, los
censos comenzaron a ser periódicos a partir de 1992, no obstante, existen
algunos reportes previos para la subespecie O.c.mexicana. El primero es de
1976 y fue realizado por Mendoza (1976), quien calculó 935 ejemplares a partir
de expediciones terrestres durante las temporada de caza; posteriormente,
Monson (1980) calculó 900 ejemplares basándose en el trabajo anterior. Entre
1985 y 1992 la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) y luego la
Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), estimaron entre 200 y 500
ejemplares para la zona centro-oeste del estado (Castillo, 1992).
En 1992, gracias al interés y apoyo del Gobierno del Estado y del Centro
Ecológico de Sonora, se realizó el primer estudio utilizando la técnica de
sobrevuelo en helicóptero (Lee y López, 1993) en el que se revisaron 25 sierras
al noroeste del Estado. En este estudio de 20 horas de esfuerzo se cubrieron
1,335 km2, se observaron 155 grupos y 527 individuos, lo que permite estimar,
de acuerdo con esta técnica, una población de 1,317 ejemplares de la
subespecie Ovis canadensis mexicana. La tasa de observación por hora de
vuelo varió considerablemente al norte y sur del Estado, siendo para la primera
de 9.9 individuos por hora y de 37.3 individuos por hora al sur de Caborca
(tabla V).
El siguiente censo fue realizado por los mismos autores un año después, en
1993, como complemento del estudio anterior (Lee y López, 1994). En este
censo se sobrevolaron 17 sierras, también al noroeste de Sonora, de las cuales
sólo tres fueron sobrevoladas el año anterior. Se emplearon 16.3 horas de
esfuerzo y se observaron 132 grupos en 11 de las sierras sobrevoladas, para
contabilizar un total de 442 ejemplares observados; cabe agregar que de este
total, 77 grupos y 293 individuos fueron registrados en la isla Tiburón. Como en
el censo anterior, se estimó una tasa de observación por hora de vuelo distinta
entre la zona norte y la zona sur del estado; en la primera, la tasa fue de 12.7
individuos por hora, y en el sur de 42.7 individuos por hora. El resumen de
ambos estudios (1992 y 1993) proporciona 893 observaciones directas de
ejemplares de esta subespecie en 32 de las 42 sierras revisadas, lo que
proporciona un estimado de 2,232 ejemplares, únicamente en estas sierras,
esto es, sin considerar otros sitios en el estado con hábitat potencial para la
especie. A partir de estos censos, los autores definen dos áreas, una al norte y
otra al sur, divididas por la región de Caborca, encontrando en la zona sur dos
áreas borregueras importantes, la sierra de Pico Johnson y la sierra de El Viejo,
esta última con la mayor abundancia en el estado.
Los siguientes censos fueron patrocinados por particulares y asociaciones
ganaderas integradas al SUMA, como la Asociación Nacional de Ganaderos
Diversificados y Criadores de Fauna A.C. (ANGADI) y la Asociación de
Organizaciones Cinegéticas del Estado de Sonora A.C. (ASOCIES), las que
han tenido un papel destacado en el desarrollo del proyecto y están
interesadas en conocer la situación de las poblaciones locales de borrego
cimarrón, por lo que actualmente se cuenta con mayor número de reportes y
observaciones poblacionales, algunos de ellos terrestres, aunque la mayoría
son aéreos. Los informes más importantes, ya que cubren varias sierras, son
los de 1996,1997 y 1999.

36
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

El censo de febrero de 1996 (Lee y López, 1996a) reporta como resultado de


8.4 horas de vuelo, 329 individuos observados en 10 de las sierras del noroeste
del estado visitadas en los censos anteriores, más 194 ejemplares en isla
Tiburón observados en 2.2 horas de vuelo. En octubre de este año se realizó
otro censo en la misma región que los anteriores (Lee y López, 1996b), en
éste, se emplearon 21 horas de vuelo y se observaron 313 ejemplares en 11
sierras. En conjunto, las estimaciones poblacionales a partir de estos reportes y
los de años anteriores van de los 1,500 a 3,000 ejemplares de Ovis canadensis
mexicana, tan sólo para las zonas sobrevoladas.
En 1997 se llevaron a cabo censos en sierras que ya habían sido sobrevoladas
previamente, con objeto de dar seguimiento a las poblaciones detectadas. El
primer censo tuvo lugar en abril de 1997 y se reportaron para un esfuerzo de
2.5 horas, 118 ejemplares en 2 sierras, con una tasa de observación de 47.2
ejemplares por hora de vuelo, el cual es el valor más alto reportado en el
estado. Esto se debe a que la sierra en cuestión, la de El Viejo, como ya se
mencionó, es la que presenta mayor abundancia de borrego cimarrón, de
hecho, tan sólo para esta sierra se registra una tasa de observación de 90
animales por hora, lo que explica el valor tan alto en este reporte. El siguiente
censo, en junio del mismo año, abarcó 20 sierras en 25.8 horas y registró 225
ejemplares observados. El tercer censo, en octubre de este mismo año, abarcó
5 sierras en 3 horas y registró 78 ejemplares observados. En conjunto, y a
partir de estos datos, se estima una población de 1,052 ejemplares para las
sierras sobrevoladas, esto es, sin considerar las áreas con hábitat potencial
para la subespecie dentro de las mismas sierras revisadas o en otras zonas no
visitadas.
El último censo se realizó en octubre de 1999 (Lee et al en prensa), en este se
revisaron la mayoría de las sierras censadas anteriormente, se emplearon 17.7
horas de vuelo, de las cuales, tres fueron empleadas en la Isla Tiburón y una
en la Reserva de la Biosfera El Pinacate. El total de ejemplares observados en
el continente fue de 223 ejemplares, lo que brinda una estimación de 557
individuos y una densidad de 16.2 animales observados por hora de vuelo.
Como se puede apreciar, el estado de Sonora es el que cuenta con un mayor
número de censos (tabla V), lo que permite un mejor conocimiento de sus
poblaciones y zonas borregueras. Del conjunto de estos trabajos se desprende
que la subespecie O.c.mexicana se halla por encima de las estimaciones
hechas anteriormente, además, las tasas de observación de los censos
realizados en las mismas épocas y lugares nos permite apreciar que la
población de borrego cimarrón en Sonora es, por lo menos, estable, si no es
que está en incremento. A la fecha se calcula una población de 2,100
ejemplares en el estado, sin considerar a los ejemplares de Isla Tiburón, cuya
población se estima en 500 ejemplares.

37
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Febrero Octubre Abril


Sonora
1992 1993 1996 1996 1997
N observado: 527 149 329 313 118
N estimado: 1317 372 822 782 295
Área km2: 1,195 -- -- -- --
Horas de vuelo: 20 11.6 8.4 21 2.5
Individuos/ hora 9.9 norte 12.7 norte 20 norte 51.2 14.9 47.2
37.3 sur 42.7 sur sur

Sonora Junio 1997 Octubre 1997 Octubre 1999

N observado: 225 78 223


N estimado: 562 195 557
2
Área km : -- -- --
Horas de vuelo: 25.8 2.9 13.7
Individuos/ hora 8.7 26.8 16.2

tabla V. Resultado de los censos y estimaciones en Sonora. (No incluye los


datos de isla Tiburón).

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figura. 5. Distribución de Ovis canadensis mexicana en Sonora, sierras y


cerros.

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INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Un caso especial es la reserva de isla Tiburón en el Mar de Cortés, donde en


1975 fueron introducidos 17 ejemplares provenientes de la sierra de Posada (o
Pico-Johnson), desde entonces se han realizado varios censos que permiten
evaluar la dinámica de crecimiento poblacional (Montoya y Gates, 1975; Reyes,
1979; 1980; 1982; De Forge et al., 1984; Hernández y Campoy, 1989; Lee y
López, 1994; Lee y Mellink, 1995; Centro de Ecología-UNAM y Unidos para la
Conservación A.C., 1996; Lee et al. 1999, en prensa) (tabla VI).
La ausencia de depredadores explica en parte el crecimiento acelerado de la
población, lo que ha tenido como consecuencia un probable efecto negativo
sobre otros componentes del ecosistema, cuestión que está siendo investigada
por el Instituto de Ecología de la UNAM. Isla Tiburón ha servido para iniciar el
programa de repoblación al proporcionar en repetidas ocasiones ejemplares
para los criaderos semi-extensivos en el continente, lo que por otro lado, ha
permitido controlar el probable efecto adverso de los borregos sobre el
ecosistema insular. En vista de que esta población debe su origen a unos
pocos ejemplares “fundadores”, es de esperar que esto se vea reflejado en la
variabilidad genética de la población, por lo que en los próximos años habrá
que iniciar programas que evalúen y propongan medidas de manejo al
respecto.

Isla Tiburón 1975 1979 1980 1982 1984 1987 1993


Técnica de T T T T A T A
conteo:
N observado: 20 41 39 29 45 52 293
N estimado*: 20 -- -- -- 110 100 732
2
Área km : 257 257 257 257 257 257 771
Horas vuelo: -- -- -- -- 3 -- 4.7
Individuos / -- -- -- -- 15 -- 62.3
hora:

Isla Tiburón 1993 1996 1996 1999


Técnica de A A A A
conteo:
N observado: 293 194 287 130
N estimado*: 732 485 717 325
2
Área km : 771 514 771 ---
Horas vuelo: 4.7 2.2 4.5 3
Individuos / 62.3 88.1 63.7 43.3
hora:

tabla VI. Reportes y estimados de ejemplares de borrego cimarrón,


O.c.mexicana en Isla Tiburón, Sonora. (T= terrestre; A= aéreo).

40
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

figura 6. Mapa de Isla Tiburón, Sonora.

41
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

De la administración de la especie.
Tradicionalmente, la administración de los recursos cinegéticos se centró en
establecer tasas de aprovechamiento, regiones de caza y vedas. En el caso del
borrego cimarrón la primer veda fue decretada en 1917 por el gobernador de
Baja California, Eliseo Cantú, fue seguida por otra veda, esta vez de carácter
nacional, decretada en 1922 por el entonces presidente General Álvaro
Obregón, quien recibió noticias sobre el desmedido aprovechamiento de esta
especie; esta veda, inicialmente comprendía 10 años, pero en 1933 el
presidente Emilio Portes Gil la extendió 10 años más y, en 1944, el presidente
Manuel Ávila Camacho la declaró permanente. No obstante el largo período de
veda, la cacería furtiva no disminuyó, sino que por el contrario, siguió
practicándose en forma cada vez más creciente.
En 1963, en un intento por regular esta actividad, la Secretaría de Agricultura y
Ganadería suspendió la veda y autorizó el aprovechamiento con fines de caza
deportiva exclusivamente. En 1964, 1966 y 1968 se organizaron cacerías
“experimentales”, lo que permitió que en 1969 se autorizaran temporadas
anuales, aunque sólo para ejemplares de trofeo. En 1974, el gobierno federal
puso en marcha “El Programa Nacional del Borrego Cimarrón”, dentro del cual
se realizó una primera estimación numérica de la población de Baja California
(Álvarez, 1976).
El cambio de administración de 1982 trajo consigo un nuevo esquema de
gestión y las funciones que venía realizando la Secretaría de Agricultura y
Recursos Hidráulicos (SARH) fueron encomendadas a la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE), en estos años se realizaron estudios
en la península de Baja California contando con la participación de la
universidad estatal. Se concluyó que la cacería debía suspenderse, que debían
de realizarse más investigaciones y que debía incrementarse la vigilancia, ya
que había evidencias de cacería furtiva. Esto tuvo repercusiones negativas en
el Programa Nacional del Borrego Cimarrón, que operaba a partir de los
recursos generados por la cacería.
En 1987 se incorporó el Consejo Nacional de la Fauna A.C. a la coordinación
de las temporadas de caza, desde 1987 hasta 1989 en Baja California y desde
1987 hasta 1993 en Baja California Sur y Sonora. Sin embrago, hacia 1989 el
descontento con relación al manejo y cuidado de la especie dio lugar a que al
año siguiente se decretara, por acuerdo secretarial, una veda para temporada
de caza, 1990-1991, y únicamente para la subespecie O.c.cremnobates, en el
estado de Baja California.
En 1991, México suscribió los acuerdos con la Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), lo
que presumiblemente beneficiaría el manejo de esta especie. En 1993, la
Dirección General de Aprovechamiento Ecológico de los Recursos Naturales
(DGAERN), entonces integrada a la Secretaría de Desarrollo Social
(SEDESOL), suspendió la actividad cinegética para las temporadas 93-94 y 94-
95 “por no existir elementos técnicos que permitan fijar una tasa de
aprovechamiento”.

42
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Por todo la anterior, ésta especie es considerada en la NOM-059-ECOL-1994,


bajo la categoría de “Protección Especial”, lo que implica que no está vedada,
pero su aprovechamiento está sujeto a condiciones que garanticen su
continuidad.
En 1995 con la creación de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos
Naturales y Pesca (SEMARNAP), se establecieron nuevos sistemas de gestión
basados en el “Programa Nacional de Medio Ambiente 1995-2000”, así como la
creación de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), que quedó a cargo,
entre otras labores, de desarrollar un programa nacional de vida silvestre que
estableciera los lineamientos, estrategias e instrumentos para el manejo
sustentable de las especies de vida silvestre, entre éstas las especies
consideradas prioritarias. Esto se vio finalmente plasmado en el “Programa de
Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector
Rural: 1997-2000”. Del desarrollo de este programa y de su relación con la
conservación del borrego cimarrón, se hará una exposición más detallada en el
apartado de este proyecto referente a los instrumentos de operación.
Actualmente, y desde 1995, las temporadas de cacería están vigentes en los
estados de Sonora y Baja California Sur; en ambos casos, la operación de
éstas se basa en el conocimiento de las poblaciones y en el aprovechamiento
sustentable, es decir, aquél que se realiza sin afectar la tasa de recuperación
natural de las poblaciones de esta especie. Esto último se logró al integrar a los
propietarios de la tierra donde habita el borrego cimarrón al Sistema de
Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la
Vida Silvestre (SUMA), en el cual abundaremos más adelante.
Este tipo de temporadas no se limitan al mero ejercicio de la cacería deportiva,
en todos los casos se realizan acciones de monitoreo poblacional, vigilancia,
conservación del hábitat, y en muchos casos, investigación científica básica
encaminada al mejor manejo de la especie.

Marco jurídico.
La administración de la vida silvestre está considerada por la Ley General del
Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA, 1996) y la Ley Federal
de Caza (1951), por otra parte, la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en su artículo 27, reserva a la Nación, en todo tiempo, el derecho
de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los recursos naturales
susceptibles de apropiación, con el objeto de lograr que su conservación sea
compatible con el desarrollo equilibrado de la economía nacional y el
mejoramiento de las condiciones de vida de la población, labor que se
comparte con los productores, haciéndolos corresponsables de la
conservación, manejo y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre en su
localidad, lo que incluye a los ejemplares de borrego cimarrón que se
encuentran en sus propiedades, siendo responsabilidad del gobierno federal
coordinar y vigilar estas actividades, con el propósito de conservar y perpetuar
el hábitat y las especies que en él se distribuyen.
Congruente con lo anterior y atendiendo a las necesidades productivas y de
conservación de las especies de flora y fauna silvestres que se distribuyen en
el territorio nacional, es que a partir de diciembre de 1996, el artículo 87 de la
LGEEPA, permite su aprovechamiento, previa autorización de la SEMARNAP,
cuando los particulares garanticen cualquiera de las siguientes condiciones: su

43
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

reproducción controlada, su desarrollo en cautiverio, en semicautiverio, o


cuando la tasa de explotación sea menor a la tasa de renovación natural de las
poblaciones.
En 1994 se expide la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-1994, la que
determina las especies y subespecies de flora y fauna silvestres y acuáticas
que se encuentran en cualquiera de las siguientes categorías: en peligro de
extinción, amenazadas, raras y sujetas a protección especial. Tanto la LGEEPA
como la NOM-059 establecen también las especificaciones para su protección
de acuerdo con su categoría.
Las especies que, como el borrego cimarrón, se encuentran en la categoría de
“sujetas a protección especial”, son aquéllas que están “sujetas a limitaciones o
vedas en su aprovechamiento por tener poblaciones reducidas o una
distribución geográfica restringida, o para propiciar su recuperación y
conservación o la recuperación y conservación de especies asociadas”. En el
caso que nos ocupa, no existe ninguna veda vigente para la especie, y la
conservación y aprovechamiento sustentable de ésta implican, bajo este
proyecto, su recuperación y conservación, así como la protección indirecta de
muchas otras especies asociadas al hábitat del borrego cimarrón.
De conformidad con las especificaciones de esta Norma, se puede autorizar el
aprovechamiento de especies y subespecies raras y sujetas a protección
especial, con veda temporal o sin veda, primordialmente sobre ejemplares
provenientes de unidades de manejo (UMA). En los casos en que sean
reproducidas en condiciones controladas, y en su medio natural, se autorizará
el aprovechamiento sujetándose a las tasas que se determinen con base en
estudios de poblaciones.
Al suscribir el Convenio sobre Diversidad Biológica en 1992, México reconoce
que la adopción de medidas de conservación ex-situ desempeñan un papel
importante, sobre todo si ésta se da en el país de origen; no obstante, la
exigencia y estrategia fundamental para la conservación de la diversidad
biológica es la conservación in-situ de las poblaciones y especies, esto es, el
mantenimiento y recuperación de poblaciones viables en sus entornos
naturales o ecosistemas.
En este contexto, las unidades de producción controlada no deben
necesariamente llevar a cabo un manejo confinado e intensivo de ejemplares,
sino de preferencia, un manejo integral del hábitat que permita lograr la
conservación de las poblaciones silvestres en su medio natural, sobre todo,
considerando que la preservación de la biodiversidad y su hábitat, así como
permitir la continuidad de los procesos evolutivos de las especies y demás
recursos biológicos, son criterios fundamentales para la preservación y el
aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y son reconocidos así
por la Ley, la que, además, incorpora otros criterios de igual importancia que la
autoridad tiene la obligación de tomar en cuenta para autorizar, prohibir o
limitar el aprovechamiento de la flora y fauna silvestres, como son el combate
al tráfico y apropiación ilegal de ejemplares de especies silvestres, y el
desarrollo de actividades productivas alternativas en las comunidades rurales.
Dada la distinción que hace la LGEEPA entre los diversos supuestos para
acceder al aprovechamiento de flora y fauna silvestres, el manejo en vida libre
o in situ se considera reproducción controlada, siempre y cuando exista un plan

44
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

de manejo que garantice la protección y continuidad de las poblaciones, a


diferencia del desarrollo en cautiverio o ex situ que implica un manejo intensivo
de ejemplares. Resulta mucho más eficiente la estrategia de manejo extensiva
ya que bajo estas condiciones los ejemplares se encuentran en su hábitat
natural, donde las condiciones de temperatura, humedad, vegetación,
cobertura, etcétera son idénticas a las que encuentran naturalmente los
ejemplares, en tanto que el manejo intensivo implica adecuar todos estos
parámetros a las condiciones naturales, lo que supone no sólo una mayor
inversión y trabajo, sino también un margen de error mayor.
En cualquier caso, para acceder a una tasa de aprovechamiento se deberá
contar, además, con el consentimiento expreso del propietario del predio en
dónde se pretende realizar éste. La posibilidad de realizar un aprovechamiento
no intensivo, sustentable, ordenado y fundado sobre bases técnicas y un plan
de manejo adecuado, combate directamente algunos de los factores que la
propia Norma considera que contribuyen a amenazar y poner en situación de
riesgo a una población o especie, como son la destrucción o modificación
drástica de su hábitat y la sobreexplotación de los recursos naturales.
En el plano internacional, México suscribió en 1991 los acuerdos de la
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres (CITES), el cual reconoce distintas categorías de
riesgo para las especies con las que se realizan prácticas comerciales. Dentro
de esta convención, el borrego cimarrón se encuentra en el apéndice II, es
decir, que “no es una especie que está necesariamente en peligro de extinción,
pero puede estarlo si su comercio y aprovechamiento no se regulan de manera
estricta”. Por otra parte en los Estados Unidos la subespecie O.c.cremnobates
se incluyó recientemente en el Acta de Especies en Peligro (ESA), aunque sólo
se incluye en esta lista a la población del Estado de California, ya que las
poblaciones de México se hallan sujetas a un programa de manejo,
conservación y recuperación.
La finalidad principal de la subasta o venta directa de la tasa de
aprovechamiento cinegético asignada a una UMA, es obtener recursos para
financiar acciones tendientes a la conservación de la población y hábitat de la
especie, lo que incluye realizar actividades de vigilancia con el objeto de evitar
la cacería furtiva y evitar o corregir cualquier otro factor que pudiera perjudicar
a las poblaciones de borrego cimarrón dentro de la unidad, así como para
realizar estudios, manejar y dar seguimiento permanente a las poblaciones y
hábitat dentro de la UMA.
Bajo esta óptica, el uso sustentable del borrego cimarrón constituye una valiosa
herramienta para la conservación de la especie y su hábitat, pues los
beneficios socioeconómicos obtenidos de su aprovechamiento representan un
importante incentivo para los dueños de la tierra y para su conservación.

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PROBLEMÁTICA.
El aprovechamiento inicial de esta especie por el hombre fue probablemente de
carácter ritual y alimenticio; se han hallado huesos de borrego cimarrón en
sitios arqueológicos de hace 8,000 años (Lee, 1998), sin embargo, no fue sino
hasta finales del siglo XIX que comenzó a aprovecharse intensamente, ya sea
como alimento o como trofeo de caza, esta última, actividad que continúa hasta
la fecha. En cualquiera de los casos, el aprovechamiento del borrego cimarrón
careció de un manejo ordenado y racional basado en el conocimiento profundo
de la biología, hábitos y estado de sus poblaciones.
No obstante lo anterior, fueron principalmente otras actividades humanas las
que pusieron en situación de riesgo a la especie. El crecimiento de la población
humana y la consecuente expansión de las fronteras agropecuarias y urbanas,
fragmentaron, degradaron y desaparecieron el hábitat de esta y muchas otras
especies; situación que representa en todo el mundo, junto con la
sobreexplotación de recursos y la introducción de especies exóticas, la
principal amenaza para la conservación y perpetuación de la mayoría de las
especies y ecosistemas.
Por otro lado, la cacería no regulada que se ha practicado no obstante las
vedas, o persiguiendo fines meramente comerciales, fomenta la cacería furtiva,
la que además de verse favorecida por este tipo de aprovechamiento irracional,
no reporta ningún beneficio social o de conservación ecológica.
Pero más allá de esta problemática, persiste aún una buena dosis de
desconocimiento por parte de los propietarios y legítimos poseedores de las
tierras con poblaciones de borrego cimarrón, sobre los valores (ecológicos,
económicos, culturales e históricos) de su existencia, y los beneficios directos
que de su conservación se pueden derivar vía el uso sustentable del recurso.
Esta situación es más visible en el sector social donde la presión económica
que viven los productores los obliga a decisiones con una visión de tipo
económico a corto plazo y sin ningún beneficio de conservación ambiental.

Problemática ecológica.
Las poblaciones de borrego cimarrón se vieron seriamente afectadas a partir
de la segunda mitad del siglo XIX, ya que la colonización del oeste
norteamericano, el crecimiento de los caminos y los asentamientos urbanos,
así como la expansión de la frontera agropecuaria, trajeron consigo
alteraciones significativas al ecosistema, tales como, la alteración del suelo por
destrucción, sustitución y compactación del mismo, la introducción de especies
exóticas o ferales, y con ello, el cambio en la composición de especies; el
aumento de la competencia por los recursos disponibles y la propagación de
enfermedades y parásitos asociados con el ganado; de igual modo, la
modificación de los espacios naturales con caminos, cercos y bardas afectó el
libre tránsito de la fauna silvestre, confinándola a sitios con recursos
insuficientes o inadecuados para su sobrevivencia, e interfirió con los
movimientos estacionales de los ejemplares, y con ello, en la dinámica
reproductiva de la población. Aunado a lo anterior, la cacería ilegal e
indiscriminada, ya sea con fines alimenticios o deportivos, ha mermado el
número de ejemplares de manera directa.

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Reflejo actual de lo anterior es la fragmentación, aislamiento y acelerada


reducción de las poblaciones, la extinción de la subespecie O.c.auduboni en los
Estados Unidos; y en México, la desaparición de la subespecie O.c.mexicana
de los Estados de Coahuila, Nuevo León y Chihuahua, quedando reducida
actualmente su distribución a las sierras del noroeste de Sonora.
En gran medida, la problemática que enfrenta la especie está limitada por la
calidad y cantidad de conocimiento acerca de sus poblaciones y aunque no
existen estudios que nos permitan evaluar de manera precisa los efectos sobre
la diversidad genética que han tenido los cambios mencionados, es claro que la
disminución en el número de ejemplares y el aislamiento de las poblaciones
genera problemas de consanguinidad y endogamia, lo que termina por
deteriorar la diversidad genética y poner en riesgo la viabilidad de las
poblaciones. Este problema necesita ser investigado en el corto plazo y, de ser
necesario, incorporar proyectos específicos de manejo para evitar o resolver
esta situación.
Con relación a lo anterior cabe subrayar que las poblaciones pequeñas tienen
una mayor probabilidad de desaparecer, tal como lo muestra una investigación
realizada por Berger (1990) con la especie Ovis canadensis, y cuyo propósito
fue determinar cuánto tiempo sobreviven las poblaciones de esta especie en
función del número poblacional, se demostró del análisis de datos acumulados
en 70 años para 122 poblaciones del suroeste de Estados Unidos, que el 100
por ciento de las poblaciones con menos de 50 individuos se extinguieron en
50 años o menos, en tanto que las poblaciones mayores de 100 individuos
persistieron por arriba de 70 años, esto sin considerar el efecto acumulativo de
otros factores como son las epidemias, cambios ambientales y otros, que
también requieren ser investigados con el fin de determinar si existe alguna
relación entre algunos parámetros demográficos, por ejemplo la sobrevivencia
de crías, y los cambios en la cantidad de lluvia por temporada u otros.
Debido a que la manera en que se distribuyen las poblaciones de borrego
cimarrón, en hatos o manadas, resulta también de primordial importancia
conocer los sitios del hábitat clave para cada una de estas poblaciones, sitios
donde se reproducen, alimentan o simplemente transitan y cuya conservación
puede resultar crucial para asegurar la permanencia y continuidad de las
poblaciones.
Se requiere además conocer, a través de estudios moleculares, cuál ha sido el
comportamiento de esta especie en cuanto a la genealogía de sus genes, este
conocimiento no es trivial ya que de él se desprenden políticas en materia de
conservación y manejo que pueden resultar de gran interés para asegurar la
viabilidad de las poblaciones y la especie.
Un ejemplo claro de esto es el caso de la población de Isla Tiburón, en donde
tan sólo en 20 años el crecimiento poblacional ha sido explosivo a partir de
unos pocos individuos, por lo que es de esperar un alto grado de
consanguinidad, lo que puede afectar seriamente la viabilidad de esta
población. En este caso el conocimiento de la variabilidad genética permitirá
diseñar políticas de manejo adecuadas para la continuidad de la especie en la
isla. Asimismo, este tipo de estudios permitirá definir la validez de la categoría
taxonómica de subespecie que se ha reconocido hasta el día de hoy.

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Problemática técnica y científica.


La conservación de esta especie requiere del desarrollo de múltiples
conocimientos y técnicas que permitan definir políticas adecuadas para su
manejo y conservación. Gran parte de este conocimiento se está generando en
los diferentes centros de investigación y universidades del país, así como por
fundaciones y asociaciones civiles interesadas en la conservación de la
especie, por lo que es necesario vincular estas labores con la situación local de
las poblaciones de borrego cimarrón. La principal tarea a vencer en este
renglón radica en resolver con rapidez el enorme déficit existente en cantidad,
calidad y equipamiento, de técnicos y científicos especialistas en el tema. En
tanto lo anterior no sea visto como una prioridad nacional que ayude a sentar
las bases para el desarrollo de una política y sus estrategias de conservación
de esta y otras especies de interés para la conservación, entonces la velocidad
y calidad de respuesta a los retos que se presenten, se darán siempre en
rezago, perpetuando la dependencia de asistencia externa.
En términos de investigación científica, la labor por hacer es amplia y laboriosa,
por sólo enumerar algunos aspectos, es necesario determinar cuáles son las
áreas clave para cada una de las poblaciones, los movimientos territoriales y
migratorios, los hábitos reproductivos, la calidad del hábitat y capacidad de
carga del ecosistema, las medidas de manejo y la conservación del hábitat en
condiciones naturales, semi-extensivas, las técnicas adecuadas para el manejo
intensivo de los ejemplares, y finalmente, como ya se mencionó, se requiere
precisar el grado de variación genética, lo que eventualmente permitirá
determinar programas de repoblación y cruza de ejemplares.

Problemática socioeconómica y legal.


No obstante lo anterior, es claro que la problemática de conservación de esta
especie no radica en un aspecto de conocimiento meramente técnico o
científico, sino que además se debe considerar la situación socioeconómica
particular de cada región, en este sentido tal vez el hecho adverso más
importante sea el asociado con el cambio del uso del suelo y con la producción
ganadera. Las grandes extensiones del desierto parecieran propicias para la
expansión de esta actividad, pero al hacerlo se ha dejado de lado el potencial
que representa el aprovechamiento sustentable de otros recursos bióticos.
El origen de fondo de esta problemática se encuentra en el hecho de que los
tomadores de decisiones no identificaron en el pasado de manera correcta los
valores globales de la existencia de la biodiversidad, y como ésta pudiera ser
usada de manera sustentable como un recurso nacional estratégico para
generar nuevas opciones de desarrollo rural. Expresión de lo anterior ha sido
por un lado, la carencia -resuelta recientemente- de un programa nacional con
visión a largo plazo dirigido a canalizar las necesidades de la conservación de
la vida silvestre compatible con las exigencias cada vez más crecientes de
desarrollo, y por otro, la puesta en práctica de políticas y programas carentes
de consideración ambiental y escasa rentabilidad económica, como los
dirigidos a la realización de desmontes, desecación de cuerpos de agua e
incorporación a la agricultura y ganadería de las llamadas “tierras ociosas”.
Durante las pasadas décadas México se vio inmerso en un proceso de
expansión de la frontera ganadera, tanto en el norte como en el sur. No
obstante, fue en los estados del norte donde esto se vio particularmente

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favorecido por las condiciones naturales del desierto. Esto tuvo grandes
repercusiones sobre el hábitat del borrego cimarrón, ya que tierras que
normalmente no eran utilizadas fueron objeto de un intenso desgaste debido a
la ganadería y el consecuente cambio en el suelo, vegetación y composición de
especies.
Cabe mencionar sin embargo que la derrama económica generada por la
ganadería supera con mucho a la que se pueda derivar de otro tipo de
aprovechamiento, a pesar de los efectos ambientales adversos que genera el
ganado. Este problema trasciende las fronteras, ya que es un hecho conocido
que la frontera ganadera se ha expandido aún en sitios en los que la vocación
del suelo y vegetación es otra, como es el caso de los bosques tropicales.
De igual modo, el crecimiento de las ciudades, carreteras y poblaciones
humanas son factores que afectan gravemente los recursos naturales y son
también problemas que trascienden fronteras y que se hallan en relación con
modelos económicos y con políticas de desarrollo cuya discusión rebasa los
propósitos de este apartado.
Por otro lado, la cacería no regulada está relacionada con el alto valor que
tiene el borrego cimarrón como trofeo de caza y con lo poco eficientes que han
resultado las restricciones y periodos de veda que se han establecido desde
principios de este siglo, aunado esto a la dificultad de instrumentar sistemas de
vigilancia eficientes en áreas tan grandes.
Aún cuando los pobladores locales han estado al tanto de los periodos de
veda, así como de la importancia de la especie; la ausencia de fuentes de
trabajo y de aprovechamiento de otros elementos del ecosistema, los orilla con
frecuencia a aceptar la práctica de la cacería furtiva como fuente adicional de
ingresos, incluso en condiciones de ilegalidad. De este modo las vedas han
resultado contraproducentes ya que han elevado el valor del trofeo de caza, y
con ello la cacería furtiva.
En este sentido, el aprovechamiento legal, adecuado y sustentable de la
especie puede representar una alternativa viable no sólo para los pobladores
locales y para los cazadores, sino también para la conservación de la especie y
su hábitat, sobre todo si se realiza acompañado de otras prácticas que
impulsen la diversificación en el manejo de los recursos naturales.
La existencia del borrego cimarrón se verá amenazada junto con otras
especies asociadas al ecosistema, de no administrar de manera adecuada a
las poblaciones de borrego cimarrón mediante un proyecto integral basado en
la conservación y manejo del hábitat, así como en el aprovechamiento
sustentable y la participación activa de los propietarios de la tierra; además, se
incrementará la cacería furtiva, lo que limita la captación económica legal del
manejo del recurso por parte de las comunidades locales y se favorecería a
personas que operan al margen de la ley.

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IMPORTANCIA.

Importancia socioeconómica.
Es conocida la importancia socioeconómica que tienen las actividades
productivas tradicionales del sector rural, como son la agricultura, la ganadería
y la silvicultura, entre otras; de ellas existen datos y cifras de fácil acceso para
el interesado, teniendo ellas de manera obligada un espacio importante en las
cuentas nacionales y en el producto interno bruto. Sin embargo, para el caso
particular del borrego cimarrón y especies asociadas deberá hacerse evidente
desde el punto de vista socioeconómico la importancia de impulsar proyectos y
programas de conservación y uso sustentable a nivel regional. Algunos datos
preliminares sobre este rubro permiten apreciar los anterior.
El valor económico principal de esta especie es cinegético, los cazadores
compiten por alcanzar lo que se denomina el “Grand Slam”, que consiste en
poseer los trofeos de los cuatro ejemplares de cimarrón que ellos reconocen,
entre estos el borrego del desierto, y dado que existen pocos ejemplares
disponibles, llegan a pagar grandes sumas de dinero por la posibilidad de
ejercer la tasa de aprovechamiento asignada a una UMA en México.
Generalmente, los ejemplares disponibles para realizar un aprovechamiento
cinegético de tipo sustentable son pocos, sobre todo en el caso de esta
especie, además, la expedición de caza suele ser larga, difícil y costosa, y no
siempre se alcanza el éxito deseado, ya sea porque no se hallaron ejemplares,
porque éstos no eran de la calidad de trofeo esperada, o sencillamente porque
falló el cazador.
Actualmente se tienen registradas 55 UMA que operan con borrego cimarrón y
ocupan una superficie aproximada de un millón de hectáreas, destinadas de
este modo a la conservación del hábitat y especies asociadas, estas últimas
con un potencial científico y económico aún inexplorado. El 44 % de esta
superficie es de interés social y está registrada a nombre de ejidos o
comunidades, el 56 % restante opera a través de particulares, no obstante, la
gran mayoría de estos opera a través de acuerdos y convenios con los ejidos y
comunidades locales.
En el mercado cinegético actual el derecho de caza de borrego cimarrón se
cotiza de entre 35,000 a 150,000 dólares, con los cuales, en el marco del
presente proyecto, se pagan los derechos establecidos por la Ley (23,846
pesos m.n.). La operación de la UMA ocupa otro porcentaje considerable ya
que el plan de manejo implica desarrollar actividades de manejo y conservación
del hábitat, investigación básica y la realización de monitoreos poblacionales,
así como el pago de auxiliares en la expedición de caza, la promoción de la
UMA, la realización de construcciones, equipamiento y mantenimiento de las
instalaciones, y el salario de vaqueros, vigilantes y técnicos.
Estos porcentajes varían de acuerdo a las dimensiones y posibilidades de cada
UMA, quedando como ganancia promedio del 15 al 20 % del precio de la venta,
lo que representa una buena inversión para los integrantes del Sistema UMA,
sin considerar que además, en muchos casos, se aprovechan otros recursos
naturales del ecosistema como el venado cola blanca, venado bura, palomas y
otros, que también poseen valor cinegético o comercial.

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Se estiman numerosos beneficiarios directos, entre propietarios y empleados,


del aprovechamiento cinegético y regulado de la especie; este número puede
crecer significativamente si se toma en cuenta además el incremento de las
fuentes de trabajo asociadas al proyecto: guías, gemeleros, mochileros,
asistentes cinegéticos, cocineros, campamenteros, choferes, mecánicos y
taxidermistas.
Además, numerosos organizadores cinegéticos se preocupan por ofrecer
servicios adicionales a los cazadores, lo que se traduce en más empleos para
la población local y una derrama económica no estimada en hoteles,
restaurantes, comercios y transportes; combustibles, insumos alimenticios y
centros de diversión. También se abren fuentes de ingresos para la gente de la
comunidad que es empleada en las UMA fuera de la temporada de caza:
vaqueros, vigilantes, técnicos, albañiles y personal asignado para la realización
de los censos y de las actividades de conservación y manejo de hábitat que
requieran de conformidad con el plan de manejo.
Hasta hace poco, el aprovechamiento cinegético se realizaba sin contar con
información confiable y periódica sobre la abundancia del recurso y sin
considerar el manejo integral del hábitat, esto, aunado al crecimiento de la
frontera agropecuaria, ha dado lugar a pérdidas económicas potenciales, ya
que excluye la posibilidad del aprovechamiento sustentable de otros recursos
naturales, entre estos, el borrego cimarrón; pérdidas que hasta el momento no
han sido estimadas.
El proyecto de conservación para la especie, incorpora tanto el desarrollo de
poblaciones en cautiverio, y la consecuente producción de pié de cría con
propósitos de repoblación, como el aprovechamiento sustentable, en este caso
cinegético, a través del manejo y conservación del hábitat. Estas actividades
buscan generar incentivos para la población local que se reflejen en fuentes de
trabajo e ingreso extra a sus actividades laborales tradicionales. El
aprovechamiento sustentable del borrego cimarrón implica el uso racional de
un recurso natural con alto valor económico, y cuya condición para ser rentable
en el largo plazo consiste en generar el conocimiento y manejo de las
poblaciones y hábitat, y mantener la calidad de los trofeos disponibles.
Actualmente se cuenta en todo el país con aproximadamente 1 millón de
hectáreas incorporadas a esta estrategia de conservación, cifra que podría
incrementarse con la participación activa y comprometida de la sociedad y
propietarios de los predios donde se encuentran ejemplares de esta especie, lo
que se traducirá en favor de la conservación del hábitat, del borrego cimarrón y
de las especies asociadas a este.
Esto, a su vez, favorece la manutención, desarrollo y el aprovechamiento
racional y diversificado de otros recursos del desierto que tienen y pueden
tener importancia económica considerable y viable, como es el caso de la
jojoba, de gran variedad de cactáceas y otras especies de uso tradicional que
se aprovechan en pequeña escala y cuyo potencial comercial o medicinal aún
no ha sido explorado. Bajo este esquema, los principales beneficiarios son los
legítimos propietarios de la tierra y pobladores del sitio y, es de esperar, que
sean éstos los mejores promotores del proyecto y los más eficientes vigilantes
y administradores de sus recursos naturales.

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Actualmente, numerosos cazadores deportivos son actores principales de la


conservación y procuran combinar su actividad deportiva con ésta y con el
aprovechamiento sustentable, estrategia que ha resultado altamente eficiente y
que ha permitido la recuperación de especies que estaban en una situación de
riesgo, como es el caso de algunas poblaciones de elefantes y cebras en
África; y el pavo silvestre, ganso canadiense y berrendo en los Estados Unidos.
Todo lo anterior hace del borrego cimarrón una pieza de muy alto interés
económico y cinegético, generando una fuerte competencia por la obtención
del derecho de caza, mismo que en ocasiones se subasta en los foros propios
de las organizaciones conservacionistas interesadas en promover esta
actividad deportiva.
El valor como trofeo ha llegado a ser tan importante en los Estados Unidos, que
en pocos años se han generado diversas asociaciones civiles financiadas
principalmente por los cazadores, los que en labor coordinada con las
autoridades federales y estatales, se ocupan de estudiar, conservar y manejar
a la especie, promoviendo para esto recursos financieros destinados a
fomentar el conocimiento y uso correcto del recurso.
Esto ha permitido diseñar estrategias eficientes de censo, modelos de
aprovechamiento y una gran cantidad de mejoras al manejo y protección, lo
que es una buena muestra de como la participación conjunta de la sociedad
civil y el gobierno pueden generar y administrar los recursos necesarios,
siempre y cuando el manejo sea transparente y responsable, actuando con el
propósito fundamental de la protección del borrego cimarrón.

Importancia ecológica.
El borrego cimarrón es un herbívoro que se alimenta mayormente de pastos, y
en ocasiones, de arbustos y cactáceas, por lo que regula el crecimiento
poblacional de algunas de ellas; al ser consumidor primario es presa de
coyotes, pumas y águilas, especialmente cuando no rebasa el año de vida, que
es el período de mayor mortalidad. Su papel en la cadena trófica en relación
con los carnívoros lo convierte en elemento importante en la dinámica y
continuidad del ecosistema.
La presencia de esta especie en cualquier sitio es indicio de que dicho hábitat
se encuentra en buen estado de conservación, ya que al ser muy sensible a la
presencia humana y a las transformaciones que éste introduce, tiende a
apartarse de estos lugares.

Importancia cultural.
El borrego del desierto forma parte de la cultura de los pueblos antiguos,
quienes lo han representado en pinturas rupestres, petroglifos, cerámicas y
artesanías. Para algunos pueblos, como los Seris y Pápagos, es un animal
sagrado y totémico con el cual se identifican, y según su creencia, les brinda
protección y fuerza. Hoy en día, es también emblema de instituciones, clubes
deportivos y asociaciones civiles como símbolo de independencia, fuerza y
señorío. Lo anterior sólo es muestra de que México tiene y ha tenido la
tradición cultural del uso de esta especie, misma que se ha venido perdiendo
debido a la introducción de una “nueva cultura occidental” que contempla
desde otra perspectiva el uso de los recursos naturales, en este sentido hay

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que rescatar la “vieja cultura”, para que junto con los avances y aportaciones
actuales se consolide un proyecto viable para el manejo y conservación de la
especie.
Esta gran tradición e interés ha impulsado numerosos estudios e
investigaciones, así como la organización de personas relacionadas con su
aprovechamiento y conservación, con éste propósito se han constituido
numerosas fundaciones, asociaciones e institutos, las cuales han jugado y
juegan un papel relevante en los proyectos de investigación y conservación de
esta especie, ya sea financiando o llevando a cabo dichos proyectos. Además,
se han editado diversos libros y publicaciones, filmado películas y videos, y se
han desarrollado especialistas y empleos en materia de manejo de la vida
silvestre, así como una amplia difusión de la biología y problemática de la
especie, lo que sin duda ha favorecido el conocimiento y la conservación del
borrego cimarrón.
Este proyecto puede resultar muy benéfico para el país ya que es una nueva
aproximación a lo que significa la conservación de nuestros recursos con base
en el manejo de hábitat y especies, y en el aprovechamiento sustentable de los
mismos, procurando con ello que las comunidades locales se involucren
activamente en esta labor. Esta experiencia nos permitirá evaluar los
problemas particulares de cada caso y aplicar esta experiencia al manejo y
conservación de otras especies y ecosistemas que se hallan en riesgo y que se
verán beneficiadas por este antecedente.

Importancia científica.
No obstante que se han escrito un gran número de trabajos sobre la biología,
comportamiento, hábitos y territorialidad de esta especie, quedan aún
numerosas interrogantes que requieren investigarse, y que son de importancia
para garantizar su conservación, como son: los sitios clave en la dinámica de
cada una de las poblaciones, la historia natural e interacciones con otras
especies, el papel que desempeña en la dinámica del ecosistema, los
problemas genéticos que enfrenta, el número poblacional mínimo que debe
alcanzarse y el efecto de las actividades humanas, entre otras.
Resolver estas preguntas ayudará a mejorar el manejo de la especie, lo que a
su vez permitirá aprovechar esta experiencia en la solución de problemas
similares con otras especies, y sobre todo, orientará en la forma de conservar y
administrar de manera sustentable los recursos naturales, de aquí que la
investigación científica resulte de gran relevancia, ya que las decisiones futuras
de manejo y conservación dependerán, en gran medida, de los resultados que
en esta área se generen. Al respecto existen ya varias investigaciones en
marcha dentro del proyecto de conservación del borrego cimarrón, lo que ha
permitido apoyar e impulsar proyectos de manejo, radiotelemetría, traslado y
reintroducción, manejo en cautiverio, análisis sanguíneos y seguimiento de las
poblaciones.

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OBJETIVOS:

GENERAL:
* La conservación y la recuperación de las poblaciones de Borrego Cimarrón
en México de manera compatible con el desarrollo social y económico del
país a través de su aprovechamiento sustentable.

PARTICULARES:
Desde el punto de vista ecológico.
• Conocer la abundancia y distribución de las poblaciones de esta especie en
México.
• Conservar y proteger el hábitat del borrego cimarrón en México.
• Reintroducir poblaciones de borrego cimarrón en los Estados de Coahuila,
Chihuahua y Nuevo León.
• Desarrollar el conocimiento sobre las características y parámetros biológicos
de las poblaciones de borrego cimarrón en México.
Desde el punto de vista socioeconómico.
• Ofrecer alternativas de aprovechamiento sustentable de los recursos
naturales, a través de la generación de incentivos de ingreso y empleo para
las comunidades locales donde habita el borrego cimarrón.
Desde el punto de vista técnico-científico.
• Desarrollar las técnicas y metodología de manejo de poblaciones y hábitat
del borrego cimarrón.

INSTRUMENTOS:
Desde el punto de vista ecológico.
• Impulsar investigaciones y actividades relacionadas con la conservación,
manejo y recuperación de la especie y su hábitat, así como con la
reproducción asistida y la reintroducción de la especie en su área de
distribución histórica.
• Definir las regiones naturales de manejo de las poblaciones de borrego
cimarrón en México.
• Coordinar proyectos de investigación, conservación y manejo de la especie
con el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SINAP).
Desde el punto de vista socioeconómico.
• Impulsar y promover proyectos de conservación de la especie en el marco
del “Sistema de Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento
Sustentable” (SUMA).
• Integrar el “Subcomité Técnico Consultivo Nacional para la Recuperación del
Borrego Cimarrón”
• Favorecer la integración de mecanismos de financiamiento.

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Desde el punto de vista técnico-científico.


• Realizar proyectos y actividades de difusión, capacitación técnica y
educación ambiental.
• Promover la cooperación nacional e internacional para fomentar el desarrollo
del proyecto.

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DESARROLLO Y ALCANCES DEL PROYECTO.


El desarrollo del Proyecto para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento
Sustentable del Borrego Cimarrón, está a cargo principalmente del Subcomité
Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego Cimarrón, el cual opera
bajo los lineamientos normativos y administrativos establecidos por la
SEMARNAP, a través del INE y bajo la coordinación de la Dirección General de
Vida Silvestre. Las consideraciones y estrategias del proyecto se dan en el
marco del Plan Nacional de Desarrollo, del Programa de Medio Ambiente 1995-
2000 y del Programa de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación
Productiva en el Sector Rural 1997-2000.
La incorporación plena y abierta de representantes de todos los sectores de la
población interesados en el manejo y operación del proyecto, y su integración
al Subcomité Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego Cimarrón,
permitirá discutir y consensar políticas, así como desarrollar estrategias y
proyectos adecuados a cada condición o región. Para una visión general de la
operación del proyecto en sus diferentes niveles véase la figura 7.
Integración del Subcomité Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego
Cimarrón en México.
Como ya se mencionó anteriormente, el Subcomité está integrado por los
diferentes sectores de la sociedad interesados en el estudio, conservación,
manejo y aprovechamiento de las poblaciones y hábitat del borrego cimarrón:
especialistas e investigadores, productores locales, gobierno federal y estatal,
sociedad civil, ya sea independiente o a través de organizaciones no
gubernamentales (ONG´s). El sector académico estatal y nacional; participan
también a través de los “Comités Consultivos para la Preservación y Fomento
de la Vida Silvestre”de cada estado, los cuales operan actualmente en los
Estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Nuevo León.
El Subcomité opera a través de grupos de trabajo definidos por los propios
integrantes, los cuales se definen a partir del análisis que ellos mismos hagan
sobre las prioridades de conservación, manejo y aprovechamiento sustentable
que requiere el proyecto nacional de conservación de la especie. Este
Subcomité se constituye formalmente al momento de suscribir los estatutos
(anexo 7) que rigen la operación y estructura del Subcomité y permite definir
políticas y actividades prioritarias para la conservación, manejo y
aprovechamiento sustentable del borrego cimarrón en México.

Integración de mecanismos de financiamiento.


El esquema del SUMA permite integrar al proyecto de conservación del borrego
cimarrón, a cualquier figura legal (ONG, fundaciones, institutos, etc.) que reúna
los requisitos establecidos para tal efecto, y que tenga interés en apoyar
proyectos de investigación específicos o el desarrollo del plan de manejo. Cada
UMA puede establecer mecanismos propios de financiamiento en función de la
capacidad que posea para promover proyectos específicos con organizaciones

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o fundaciones interesadas en integrar fondos o fideicomisos que apoyen estos


proyectos.
Como ejemplo de esto cabe citar a la Reserva de la Biosfera “El Vizcaíno” la
que en cooperación con la “Foundation for North American Wild Sheep”
(FNAWS) y la UMA Alfredo V. Bonfil, desarrolla proyectos de investigación en
la zona borreguera de la reserva. También cabe mencionar al pueblo Seri, que
estableció un acuerdo con el Instituto de Ecología de la UNAM y con “Unidos
para la Conservación A.C.“, con el propósito de desarrollar el plan de manejo
en Isla Tiburón. Otra figura más aparece cuando dos o más UMA se asocian
con el objeto de participar de manera coordinada en el desarrollo de
monitoreos, criaderos intensivos y otros aspectos del proyecto de conservación
de cada UMA, es el caso de la “Asociación Nacional de Ganaderos
Diversificados y Criadores de Fauna” (ANGADI), la “Asociación de
Organizaciones Cinegéticas de Sonora” (ASOCIES) y Ejidos Asociados de Baja
California A.C.
La integración de mecanismos de financiamiento propios permite que se
administren, de manera transparente, conjunta y coordinada, los fondos del
proyecto de conservación, manejo y recuperación de la especie en cada UMA,
o en un conjunto de éstas, lo que incluye apoyos a proyectos de investigación
científica, capacitación técnica y actividades de conservación, vigilancia,
monitoreo de poblaciones y manejo del hábitat, de acuerdo con los intereses de
aquellos que integran un convenio o acuerdo en este sentido.
Actualmente, existen varias fundaciones y organizaciones nacionales o
internacionales que destinan fondos a la realización de proyectos de
conservación, de desarrollo sustentable y comunitario o de investigación
científica, independientemente de que sea condición necesaria del proyecto de
cada UMA de que esta sea autofinanciable.
Será tarea de cada UMA tener la capacidad de elaborar los proyectos que les
permitan capturar estos fondos, proyectos que al hallarse inscritos en un
programa nacional avalado plenamente por los Gobiernos Federal y Estatal, así
como por la sociedad civil a través del Subcomité Técnico Consultivo, tendrán
una gran posibilidad de ser aceptados y apoyados, como en el caso de los
proyectos arriba mencionados.
En muchos casos se requiere de la participación del sector académico o
profesional para la planeación y desarrollo de estos proyectos, esto permitirá
acercar a las universidades, como sucede ya en algunos casos, a las
necesidades locales y nacionales en términos del desarrollo sustentable
comunitario, realizado sobre bases científicas sólidas, y también abrirá el
espectro de trabajo para los profesionales en el ramo, en esta disciplina tan
necesaria para el futuro de México.
El financiamiento de proyectos específicos permite dar continuidad al proyecto
nacional de manera independiente a las asignaciones presupuestales
provenientes del Gobierno Federal, y además hace eficiente y transparente la
asignación de recursos económicos destinados a proyectos y actividades de
conservación y manejo de ejemplares, poblaciones y hábitat de la especie, ya
que recae sobre la comunidad o UMA el correcto y responsable ejercicio de los
mismos.

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Regionalización de las provincias naturales de manejo.


Debido al patrón de distribución geográfica de la especie, en el que las
poblaciones están localizadas y aisladas en ciertas serranías o zonas, y éstas
separadas unas de otras, es necesario definir las unidades naturales de
manejo de poblaciones. De acuerdo con esta consideración, las zonas
definidas serán regionales y estarán constituidas por sierras, serranías o
cualquier otra categoría geomorfológica o areográfica que afecte la dinámica,
conservación y viabilidad de las poblaciones locales.
En este sentido, una tarea prioritaria será identificar dichas unidades regionales
o provincias naturales de manejo en cada estado. En algunos casos estas
regiones ya han sido definidas en trabajos previos, como sucede en Baja
California Sur, donde se tienen localizadas tres zonas borregueras en el
Estado, o en Sonora, donde se conocen las sierras de mayor y menor
abundancia; sin embargo, nuevos trabajos irán permitiendo afinar con mayor
precisión las provincias de distribución de las poblaciones, lo que permitirá
definir áreas clave o corredores entre éstas, y con ello impulsar la conservación
o manejo de estas zonas.
Es sobre estas provincias naturales que ocupan las poblaciones de borrego
cimarrón sobre las que se realizan los estudios, cálculos y proyecciones del
estatus poblacional, y sobre las cuales se determinan las tasas de
aprovechamiento. Eventualmente, la integración del Sistema de UMA permitirá
conocer con mayor detalle las particularidades de cada población, su
estructura, dinámica, sitios clave y flujo entre éstas, por lo que a mediano y
largo plazo se podrá manejar cada población y manada, dentro de cada una de
las provincias geográficas definidas inicialmente o, en su caso, redefinirlas.

Articulación con el Sistema de Unidades para la Conservación, Manejo y


Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre.
La operación del proyecto se da principalmente a través del Sistema de
Unidades para la Conservación Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la
Vida Silvestre (SUMA), en este contexto, la conservación de la especie se
articula con el conocimiento y manejo del hábitat y poblaciones silvestres, así
como con el aprovechamiento sustentable, lo que se logra desarrollando planes
de manejo específicos para cada una de las unidades (UMA), regiones y
especies con las que se trabaja. En esta medida, se estimula también al
propietario de los recursos hacia la diversificación productiva y el conocimiento
y conservación de los recursos naturales.
Como ya se mencionó, las UMA pueden operar en dos modalidades extremas,
aquellas de carácter extensivo en el que los ejemplares de la especie de
interés se encuentran en vida libre, y aquellas de carácter intensivo en donde
los ejemplares se encuentran en condiciones de confinamiento y se controla su
alimentación, estado de salud y apareamiento. Bajo esta figura se agrupan los
zoológicos, criaderos y centros de investigación.
En ambos casos, los objetivos pueden variar de acuerdo a los intereses de
cada UMA, en general son para la producción de pies de cría, para la

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reproducción de ejemplares, para la exhibición, la educación ambiental la


capacitación técnica, la investigación, el ecoturismo, y la generación de
servicios, productos y subproductos que pueden ser incorporados a un
mercado legal y certificado de vida silvestre, y cuyo aprovechamiento, bajo este
esquema, debe ser sustentable.
Se tiene la propuesta de certificar los productos y subproductos obtenidos bajo
este esquema, esto genera la certidumbre necesaria en los mercados nacional
e internacional, ya que es muestra que el aprovechamiento es legal y no resulta
perjudicial para la especie o hábitat donde se desarrolló, en virtud de que se dio
en un marco de conservación y manejo que no afecta la viabilidad de las
poblaciones de la especie, sino que, por el contrario, contribuye al tránsito
hacia el desarrollo sustentable.
Estas unidades, o UMA, operan con base en un plan de manejo específico
para la especie, autorizado y registrado debidamente, y que está orientado al
manejo y conservación del hábitat y las poblaciones de especies silvestres con
que trabaja, en éste se detallan las actividades de manejo de hábitat y las
técnicas de censo y monitoreo de los recursos, lo que finalmente permiten
evaluar el uso sustentable de éstos y calcular la tasa de aprovechamiento
correspondiente.
Bajo este esquema, parte de los beneficios económicos derivados del
aprovechamiento son destinados a solventar los numerosos gastos de
operación de la UMA, con lo que se asegura la permanencia del capital natural
a escalas local, estatal y nacional; además de que en aquellas UMA de
carácter ejidal o comunal parte del ingreso se canaliza directamente a obras de
beneficio social y económico que las comunidades locales consideran
convenientes,
Las UMA ofrecen varias ventajas como instrumento de organización de las
actividades productivas, particularmente en lo que toca al aprovechamiento
cinegético, que actualmente representa uno de los esquemas alternativos de
uso de la vida silvestre mejor organizados en el país. Sin duda alguna, el gran
reto es lograr un enfoque integral, es decir, el manejo y aprovechamiento
diversificado y sustentable de poblaciones, tanto de plantas como de animales,
ya que ésta promueve la protección del hábitat, por lo que contribuye de
manera directa a la conservación de muchas otras especies de flora y fauna
asociadas con las especies de interés, así como de los propios ecosistemas
donde habita.
Dado que los beneficios del aprovechamiento son para los propietarios de la
UMA, son ellos los principales interesados en vigilar, manejar y conservar la
especie, ellos realizan estas actividades como parte del plan de manejo. La
figura de UMA es muy versátil ya que su registro y operación son
independientes del tipo de tenencia de la tierra, sean ejidos, comunidades,
cooperativas, asociaciones o particulares, lo que favorece la acción libre,
conjunta y autogestiva de los pobladores locales.
En cada provincia natural de distribución y manejo de poblaciones de esta
especie se encuentran una o varias UMA, en la práctica, la conservación y
manejo de la especie y hábitat se realiza a través de éstas, mismas que
realizan estas actividades a través del plan de manejo adecuado a las
particularidades de cada una de ellas, lo que se traduce en el empleo de

59
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esfuerzos y técnicas de muestreo únicas, que brindan información homogénea


y comparable. Con este propósito se ha diseñado un formato único (anexos 1,2
y 5) con técnicas de campo consensadas y aprobadas en el terreno académico.
Todos los planes de manejo incluyen actividades de monitoreo de la población
y del hábitat, además de acciones concretas de conservación, manejo y
vigilancia participativa, lo anterior permite, en algunos casos, el
aprovechamiento de ejemplares.
La relación entre el SUMA y el presente proyecto se logra a través del conjunto
de datos y observaciones de cada UMA, lo que permite un enfoque regional
que considera las provincias naturales de distribución de las poblaciones y por
lo mismo una perspectiva poblacional que rebasa las dimensiones de cada
UMA, lo que permite el aprovechamiento y manejo a escala regional. Dado que
la operación del proyecto de conservación del borrego cimarrón se da
fundamentalmente a través de las UMA, se han elaborado unas bases de
operación para las UMA que manejan esta especie. (anexo 6).
El aprovechamiento sustentable.
En los censos que se realizan (anexos 1 y 2) se exige no sólo un conteo de
ejemplares, sino además la identificación de sexo y edad de estos de acuerdo
a la clasificación de Geist (1968), en la que se reconocen crías, juveniles,
hembras y cuatro clases de macho, en función del desarrollo de la cornamenta.
Se solicita, además que se registre la posición geográfica, altitud, orientación,
actividad de los animales y cualquier tipo de observaciones que pudieran
resultar de interés, como la presencia de depredadores u otro tipo de fauna
nativa, exótica o feral, cercanía y distancia a algún cuerpo de agua, cobertura
vegetal, etcétera. El conjunto de registros de cada censo es reportado e
incorporado a una base de datos, a partir de la cual se analizan los resultados
obtenidos, información que permite determinar el tamaño de la población, las
relaciones entre sexos y edades, y realizar proyecciones a una escala regional
más amplia que el de cada UMA, la que se corresponde con la provincia de
manejo. A partir de estos datos se realiza el cálculo de la tasa de
aprovechamiento, la que se basa en estudios de campo sólidos y bien
documentados.
El cálculo del aprovechamiento de ejemplares de borrego cimarrón sigue el
principio de sustentabilidad, que consiste en cosechar sin afectar el
mantenimiento natural del recurso y su potencial productivo en el largo plazo,
para lo cual el aprovechamiento se otorga para una fecha y lugar precisos, y
únicamente para los machos más viejos y de mayor cornamenta (denominados
como ejemplares clase III o clase IV), lo que por otro lado, son los de interés
cinegético, ya que el puntaje del trofeo se otorga de acuerdo a las medidas de
la cornamenta.
Cierto es que el papel que desempeñan los viejos en la manada es importante
en la dinámica de la población, ya que es el ejemplar que conoce el territorio, y
se supone, guía y protege al resto de los animales que la integran, aunque esto
sólo lo hace en la época de apareamiento y normalmente dentro del ámbito o
rango casero de las hembras. Sin embargo, dentro de las consideraciones para
asignar una tasa de aprovechamiento se contempla que existan otros machos
de la misma edad, lo que garantiza que no se está matando al único ejemplar
de esta clase, sino que con seguridad habrá otro macho que desempeñe este
importante papel dentro de la manada. Por otro lado, en la asignación de tasas
60
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

de aprovechamiento se considera también el tamaño poblacional y la estructura


de sexos y edades, esto es, que las proporciones macho-hembra y hembra-cría
se mantengan estables.
El cálculo de la tasa de aprovechamiento se realiza de acuerdo a la
metodología desarrollada por el “Departamento de Pesca y Caza de Arizona”,
la cual lleva aplicándose por casi 40 años sin que hasta la fecha se haya
observado algún decremento en las poblaciones que ponga en riesgo la
viabilidad de éstas. El cálculo, basado en los censos y estimaciones
poblacionales, considera que un aprovechamiento del 10 % de ejemplares de
las clases III y IV resulta sustentable, aunque como ya se aclaró, no es el único
criterio que se considera al asignar la tasa de aprovechamiento. Para un mayor
detalle de este aspecto véase el anexo 3.
Articulación con el Sistema de Áreas Naturales Protegidas (SINAP).
Existen proyectos de conservación y manejo con esta especie en algunas
áreas integradas al Sistema de Áreas Naturales Protegidas (SINAP) que así lo
consideren pertinente; en este caso se sigue un esquema similar al de las
UMA, ya que el manejo y conservación de la especie se realiza a través de un
plan de manejo específico para el borrego cimarrón, aunque en cada caso,
adecuado al carácter y condiciones del sitio y en concordancia con el plan de
manejo propio del área natural protegida.
Existen varias Áreas Naturales Protegidas en México que poseen poblaciones
de borrego cimarrón, entre éstas destacan la “Zona de Reserva y Refugio de
Aves Migratorias y Fauna Silvestre Islas del Golfo de California” y la “Reserva
de la Biosfera El Vizcaíno”, esta última, como ya se mencionó, recibe y opera, a
través de un fideicomiso fondos destinados a la conservación e investigación
del hábitat y poblaciones, lo que ha permitido realizar censos y conocer de
manera precisa el estado actual de las poblaciones en el área.
Dentro del SINAP se encuentra en marcha un proyecto en la “Zona de Reserva
y Refugio de Aves Migratorias y Fauna Silvestre Islas del Golfo de California”,
lugares que por su condición de isla no cuentan de manera natural con
poblaciones de borrego cimarrón, no obstante que el hábitat es propicio para
esta especie, por lo que se han impulsado proyectos de introducción y manejo
de ejemplares. La relación entre esta estrategia de conservación y el borrego
cimarrón se remonta a 1975, cuando tuvo lugar la introducción de unos pocos
ejemplares a la Isla Tiburón, y que actualmente cuenta con la mayor población
de esta subespecie (O.c. mexicana). En este de proyecto participan
actualmente varias instituciones nacionales e internacionales que laboran en
coordinación con el Instituto Nacional de Ecología, la Universidad Nacional
Autónoma de México y el Instituto Nacional Indigenista.
Siguiendo este ejemplo, se ha llevado a cabo la introducción de ejemplares de
O.c.weemsi, provenientes de la sierra el Mechudo, en la isla del Carmen, en
Baja California Sur, la cual forma parte del área natural protegida. Este
proyecto apenas inicia por lo que no es posible aún señalar tendencias o
realizar evaluaciones.
Además de éstas, existen otras áreas naturales protegidas que también
cuentan con poblaciones importantes de borrego cimarrón como es el caso del
parque natural de San Pedro Mártir en la sierra del mismo nombre en Baja
California, lugar donde la universidad estatal realiza proyectos de investigación,

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de monitoreo de poblaciones, calidad del hábitat y ámbito territorial, lo que


permitirá que en un futuro cercano se desarrollen más proyectos. Por otro lado,
en Sonora, en el desierto de Altar, se encuentra la “Reserva de la Biosfera El
Pinacate”, donde se han realizado algunas investigaciones en relación con el
ámbito hogareño y se cuenta con una población importante y cuyo
aprovechamiento está prohibido, lo que garantiza el desarrollo de la subespecie
O.c. mexicana en condiciones naturales.
De considerarse necesario, se propondrá la creación de santuarios1, esto con
el fin de proteger un sitio que resulte clave para la conservación y viabilidad de
una población o de la especie, lo que requiere de una mayor y profunda
investigación de campo en poblaciones conocidas a fin de determinar qué sitios
resultan esenciales para la dinámica de la población, o para la continuidad del
ciclo biológico de la especie, ya sea por ser sitios de crianza, de refugio,
tránsito o de reproducción.
Estas investigaciones pueden impulsarse y realizarse a través de universidades
locales o de las numerosas instituciones y organizaciones interesadas en la
conservación del borrego cimarrón, o bien a través de las UMA. Actualmente,
no existen santuarios decretados para esta especie, sin embargo en el futuro
será posible determinar la pertinencia de éstos en aquellos sitios que se
encuentren fuera del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas o dentro
de las UMA, lo que podría beneficiar a una o varias poblaciones de esta
especie que se encuentren amenazadas.
Reintroducción.
El proyecto también contempla la reintroducción de ejemplares en sitios donde
originalmente se distribuía la especie pero que actualmente ya no se
encuentra, esto permitirá ampliar el rango de distribución actual y asegurar la
permanencia de la especie. Las experiencias previas de manejo semi-extensivo
permiten prever que los proyectos de reintroducción de ejemplares en sitios
específicos pueden resultar exitosos en el mediano plazo.
Al respecto ya existen antecedentes de introducción de ejemplares como los de
Isla Tiburón o Isla del Carmen mencionados anteriormente. Este tipo de
proyectos requieren de una cuidadosa evaluación previa del sitio, tanto por lo
que respecta a las condiciones y calidad del hábitat, cuanto a las
características de manejo y seguimiento de los ejemplares.
Esto se puede lograr a través de la operación de UMA en los estados de
Coahuila, Chihuahua y Nuevo León, o en las áreas naturales protegidas en
estos estados que se hallen en condiciones de llevar adelante proyectos de
esta naturaleza. Actualmente “Unidos para la Conservación A.C.” ha iniciado
recientemente un proyecto de reintroducción en los Estados de Coahuila y
Chihuahua, los que se encuentran en una primera etapa de producción de pié
de cría en condiciones semi-extensivas, así como en la evaluación del hábitat
en los sitios con potencial para iniciar el programa de reintroducción.

1
Santuario: “Aquellas áreas que se establecen en zonas caracterizadas por una considerable
riqueza de flora o fauna, o por la presencia de especies, subespecies o hábitat de distribución
restringida. Dichas áreas abarcarán cañadas, vegas, relictos, grutas, cavernas, cenotes,
caletas u otras unidades topográficas o geográficas que requieran ser preservadas o
protegidas”. (Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, 1996).

62
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Manejo en criaderos semi-extensivos.


Como elemento complementario a la reintroducción de la especie, el proyecto
de conservación del borrego cimarrón considera la cría de ejemplares en
condiciones de semi-cautiverio, es decir, en circunstancias en las que los
animales se encuentran en vida libre aunque confinados a un área grande que
conserva las condiciones naturales del hábitat. Este tipo de crianza tiene la
ventaja de que la población en el sitio está continuamente bajo observación,
manejo y cuidado; en ocasiones se les proporciona alimento, agua y minerales,
además de llevar un control del estado de salud, lo que incluye toma de
muestras sanguíneas para su posterior análisis en laboratorio, autopsia de ser
el caso, periodos de cuarentena al momento de la llegada de los animales, y en
ocasiones, algunos ejemplares son empleados para realizar estudios de
comportamiento territorial empleando técnicas de radiotelemetría. En estas
condiciones, la influencia de los depredadores en la población es casi nula, ya
que al estar en condiciones de semi-confinamiento, las probabilidades de
ataque se reducen considerablemente.
Los antecedentes de este tipo de manejo con el borrego cimarrón se iniciaron
en México con el proyecto de Isla Tiburón mencionado anteriormente, el cual, a
juzgar por el incremento en el número de ejemplares, ha resultado un éxito. En
1986, el entonces “Centro Ecológico de Sonora” (CES), hoy “Instituto del Medio
Ambiente y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora” (IMADES), inició un
proyecto de cría semi-extensiva que resultó muy positivo, ya que se
desarrollaron proyectos específicos de traslado, cría semi-extensiva, y
educación ambiental. Además de la reproducción de ejemplares se realizaron
estudios y observaciones sobre hábitos, costumbres, y condiciones para la
crianza.
Esta última experiencia alentó a los ganaderos del estado, agrupados en la
“Asociación Nacional de Ganaderos Diversificados A.C.” (ANGADI), a iniciar en
1995 un proyecto similar en cinco UMA, contando para esto con animales
capturados en sierras borregueras del estado, proporcionados por el mismo
CES o provenientes de Isla Tiburón. También se incorporó la empresa CEMEX
(Cementos Mexicanos), con el único propósito de contribuir a la conservación y
reintroducción de la especie. A estas UMA se agregaron dos más al año
siguiente y cinco más en 1997, contando a la fecha con doce UMA semi-
extensivas involucradas en este tipo de manejo. Los resultados son
prometedores ya que ha habido un exitoso reclutamiento de nuevos animales
cada temporada reproductora, así como una baja tasa de mortalidad, lo que
permite prever que esta especie puede recuperarse bajo esta estrategia y
condiciones de manejo con relativa facilidad.
Manejo en criaderos intensivos y zoológicos.
Este manejo es aquél que se da bajo condiciones de confinamiento controlado
en áreas relativamente pequeñas y cuya finalidad, además de la reproducción y
estudio, es la de exhibición. Caben dentro de esta categoría los zoológicos, los
que juegan un papel muy importante para la conservación de la especie, ya
que permiten la realización de actividades de educación ambiental,
capacitación técnica e investigación de manejo y zootecnia, que son de gran
relevancia para la conservación de ésta y otras especies, y que permite al
público en general, conocer al borrego cimarrón así como sus hábitos,
costumbres e importancia. Bajo estas condiciones, los ejemplares se

63
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encuentran sujetos a condiciones específicas de confinamiento y manejo


zootécnico, lo que implica la operación de proyectos de reproducción
controlada y el control estricto del número de ejemplares y de sus relaciones de
parentesco.
Actualmente, se investigan las alternativas de manejo zootécnico que permitan
ayudar al rescate o recuperación de especies. Entre las técnicas desarrolladas
recientemente se emplea la transferencia de embriones o la multiovulación
inducida. En México, la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la
UNAM, junto con la Unidad Coordinadora de Zoológicos de la Ciudad de
México y la Dirección General de Vida Silvestre del Instituto Nacional de
Ecología, participan en el proyecto nacional de recuperación de la especie
desarrollando proyectos de investigación en este sentido. Las posibilidades que
esta herramienta ofrece son muy grandes, ya que de emplearse
adecuadamente permitirán producir ejemplares como pie de cría, que
eventualmente podrán ser aprovechados para establecer UMA de carácter
semi-extensivo para posteriormente ser reintroducidos al medio natural en
aquellas zonas que así lo requieran, asegurando la calidad genética de los
ejemplares y el mantenimiento de la variabilidad genética de las poblaciones.
Educación ambiental, capacitación técnica y desarrollo tecnológico.
Una de las actividades clave para la conservación efectiva de la especie reside
en la cultura ecológica que se debe reafirmar y desarrollar en los diferentes
sectores de la población. En los hechos, esta cultura se rescata y transmite a
través del conocimiento y manejo del recurso, por ello, los primeros y mejores
promotores de esto son todos aquellos relacionados con un Área Natural
Protegida que posea estos animales o con una UMA: técnicos, investigadores,
propietarios, promotores cinegéticos, vaqueros, e incluso, los cazadores. Todos
ellos, cada uno desde diferentes perspectivas y experiencias, aportan algo a
esta nueva cultura que aproxima el desarrollo social compatible con el manejo
sustentable y adecuado de los recursos naturales.
En este sentido, las actividades de educación ambiental constituyen una
prioridad en el desarrollo de cualquier política ambiental, al respecto existen en
México instituciones como el CECADESU (Centro de Educación y Capacitación
para el Desarrollo Sustentable) especializadas en esta labor, no obstante, ésta
debe ser compartida por autoridades, universidades, instituciones, ONG, e
individuos particulares. Al respecto existen ya numerosas publicaciones, videos
y películas que ilustran al espectador no familiarizado con la especie, con los
hábitos, forma de vida y problemas que ésta enfrenta.

México requiere no sólo de una nueva política y cultura ambiental, sino también
de más profesionales que sean capaces de desarrollar las herramientas que
esta cultura exige, por lo que la formación y capacitación de técnicos, así como
el desarrollo de tecnologías adecuadas, resultan de primordial importancia para
este proyecto y para el país.

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OBJETIVOS:

GENERAL:
* La conservación y la recuperación de las poblaciones de Borrego Cimarrón
en México de manera compatible con el desarrollo social y económico del
país a través de su aprovechamiento sustentable.

PARTICULARES:
Desde el punto de vista ecológico.
• Conocer la abundancia y distribución de las poblaciones de esta especie en
México.
• Conservar y proteger el hábitat del borrego cimarrón en México.
• Reintroducir poblaciones de borrego cimarrón en los Estados de Coahuila,
Chihuahua y Nuevo León.
• Desarrollar el conocimiento sobre las características y parámetros biológicos
de las poblaciones de borrego cimarrón en México.
Desde el punto de vista socioeconómico.
• Ofrecer alternativas de aprovechamiento sustentable de los recursos
naturales, a través de la generación de incentivos de ingreso y empleo para
las comunidades locales donde habita el borrego cimarrón.
Desde el punto de vista técnico-científico.
• Desarrollar las técnicas y metodología de manejo de poblaciones y hábitat
del borrego cimarrón.

INSTRUMENTOS:
Desde el punto de vista ecológico.
• Impulsar investigaciones y actividades relacionadas con la conservación,
manejo y recuperación de la especie y su hábitat, así como con la
reproducción asistida y la reintroducción de la especie en su área de
distribución histórica.
• Definir las regiones naturales de manejo de las poblaciones de borrego
cimarrón en México.
• Coordinar proyectos de investigación, conservación y manejo de la especie
con el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SINAP).
Desde el punto de vista socioeconómico.
• Impulsar y promover proyectos de conservación de la especie en el marco
del “Sistema de Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento
Sustentable” (SUMA).
• Integrar el “Subcomité Técnico Consultivo Nacional para la Recuperación del
Borrego Cimarrón”
• Favorecer la integración de mecanismos de financiamiento.
Desde el punto de vista técnico-científico.

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• Realizar proyectos y actividades de difusión, capacitación técnica y


educación ambiental.
• Promover la cooperación nacional e internacional para fomentar el desarrollo
del proyecto.

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DESARROLLO Y ALCANCES DEL PROYECTO.


El desarrollo del Proyecto para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento
Sustentable del Borrego Cimarrón, está a cargo principalmente del Subcomité
Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego Cimarrón, el cual opera
bajo los lineamientos normativos y administrativos establecidos por la
SEMARNAP, a través del INE y bajo la coordinación de la Dirección General de
Vida Silvestre. Las consideraciones y estrategias del proyecto se dan en el
marco del Plan Nacional de Desarrollo, del Programa de Medio Ambiente 1995-
2000 y del Programa de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación
Productiva en el Sector Rural 1997-2000.
La incorporación plena y abierta de representantes de todos los sectores de la
población interesados en el manejo y operación del proyecto, y su integración
al Subcomité Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego Cimarrón,
permitirá discutir y consensar políticas, así como desarrollar estrategias y
proyectos adecuados a cada condición o región. Para una visión general de la
operación del proyecto en sus diferentes niveles véase la figura 7.
Integración del Subcomité Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego
Cimarrón en México.
Como ya se mencionó anteriormente, el Subcomité está integrado por los
diferentes sectores de la sociedad interesados en el estudio, conservación,
manejo y aprovechamiento de las poblaciones y hábitat del borrego cimarrón:
especialistas e investigadores, productores locales, gobierno federal y estatal,
sociedad civil, ya sea independiente o a través de organizaciones no
gubernamentales (ONG´s). El sector académico estatal y nacional; participan
también a través de los “Comités Consultivos para la Preservación y Fomento
de la Vida Silvestre”de cada estado, los cuales operan actualmente en los
Estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Nuevo León.
El Subcomité opera a través de grupos de trabajo definidos por los propios
integrantes, los cuales se definen a partir del análisis que ellos mismos hagan
sobre las prioridades de conservación, manejo y aprovechamiento sustentable
que requiere el proyecto nacional de conservación de la especie. Este
Subcomité se constituye formalmente al momento de suscribir los estatutos
(anexo 7) que rigen la operación y estructura del Subcomité y permite definir
políticas y actividades prioritarias para la conservación, manejo y
aprovechamiento sustentable del borrego cimarrón en México.

Integración de mecanismos de financiamiento.


El esquema del SUMA permite integrar al proyecto de conservación del borrego
cimarrón, a cualquier figura legal (ONG, fundaciones, institutos, etc.) que reúna
los requisitos establecidos para tal efecto, y que tenga interés en apoyar
proyectos de investigación específicos o el desarrollo del plan de manejo. Cada
UMA puede establecer mecanismos propios de financiamiento en función de la
capacidad que posea para promover proyectos específicos con organizaciones

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o fundaciones interesadas en integrar fondos o fideicomisos que apoyen estos


proyectos.
Como ejemplo de esto cabe citar a la Reserva de la Biosfera “El Vizcaíno” la
que en cooperación con la “Foundation for North American Wild Sheep”
(FNAWS) y la UMA Alfredo V. Bonfil, desarrolla proyectos de investigación en
la zona borreguera de la reserva. También cabe mencionar al pueblo Seri, que
estableció un acuerdo con el Instituto de Ecología de la UNAM y con “Unidos
para la Conservación A.C.“, con el propósito de desarrollar el plan de manejo
en Isla Tiburón. Otra figura más aparece cuando dos o más UMA se asocian
con el objeto de participar de manera coordinada en el desarrollo de
monitoreos, criaderos intensivos y otros aspectos del proyecto de conservación
de cada UMA, es el caso de la “Asociación Nacional de Ganaderos
Diversificados y Criadores de Fauna” (ANGADI), la “Asociación de
Organizaciones Cinegéticas de Sonora” (ASOCIES) y Ejidos Asociados de Baja
California A.C.
La integración de mecanismos de financiamiento propios permite que se
administren, de manera transparente, conjunta y coordinada, los fondos del
proyecto de conservación, manejo y recuperación de la especie en cada UMA,
o en un conjunto de éstas, lo que incluye apoyos a proyectos de investigación
científica, capacitación técnica y actividades de conservación, vigilancia,
monitoreo de poblaciones y manejo del hábitat, de acuerdo con los intereses de
aquellos que integran un convenio o acuerdo en este sentido.
Actualmente, existen varias fundaciones y organizaciones nacionales o
internacionales que destinan fondos a la realización de proyectos de
conservación, de desarrollo sustentable y comunitario o de investigación
científica, independientemente de que sea condición necesaria del proyecto de
cada UMA de que esta sea autofinanciable.
Será tarea de cada UMA tener la capacidad de elaborar los proyectos que les
permitan capturar estos fondos, proyectos que al hallarse inscritos en un
programa nacional avalado plenamente por los Gobiernos Federal y Estatal, así
como por la sociedad civil a través del Subcomité Técnico Consultivo, tendrán
una gran posibilidad de ser aceptados y apoyados, como en el caso de los
proyectos arriba mencionados.
En muchos casos se requiere de la participación del sector académico o
profesional para la planeación y desarrollo de estos proyectos, esto permitirá
acercar a las universidades, como sucede ya en algunos casos, a las
necesidades locales y nacionales en términos del desarrollo sustentable
comunitario, realizado sobre bases científicas sólidas, y también abrirá el
espectro de trabajo para los profesionales en el ramo, en esta disciplina tan
necesaria para el futuro de México.
El financiamiento de proyectos específicos permite dar continuidad al proyecto
nacional de manera independiente a las asignaciones presupuestales
provenientes del Gobierno Federal, y además hace eficiente y transparente la
asignación de recursos económicos destinados a proyectos y actividades de
conservación y manejo de ejemplares, poblaciones y hábitat de la especie, ya
que recae sobre la comunidad o UMA el correcto y responsable ejercicio de los
mismos.

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Regionalización de las provincias naturales de manejo.


Debido a la fragmentación actual de las poblaciones de borrego cimarrón, es
necesario definir unidades naturales de manejo de poblaciones. De acuerdo
con esta consideración, las áreas definidas como regionales estarán
constituidas por sierras, serranías o cualquier otra categoría geomorfológica o
areográfica que afecte la dinámica, conservación y viabilidad de las
poblaciones locales.
En este sentido, una tarea prioritaria será identificar dichas unidades regionales
o provincias naturales de manejo en cada estado. En algunos casos estas
regiones ya han sido definidas en trabajos previos, como sucede en Baja
California Sur, donde se tienen localizadas tres zonas borregueras en el
Estado, o en Sonora, donde se conocen las sierras de mayor y menor
abundancia; sin embargo, nuevos trabajos irán permitiendo afinar con mayor
precisión las provincias de distribución de las poblaciones, lo que permitirá
definir áreas clave o corredores entre éstas, y con ello impulsar la conservación
o manejo de estas zonas.
Es sobre estas provincias naturales que ocupan las poblaciones de borrego
cimarrón sobre las que se realizan los estudios, cálculos y proyecciones del
estatus poblacional, y sobre las cuales se determinan las tasas de
aprovechamiento. Eventualmente, la integración del Sistema de UMA permitirá
conocer con mayor detalle las particularidades de cada población, su
estructura, dinámica, sitios clave y flujo entre éstas, por lo que a mediano y
largo plazo se podrá manejar cada población y manada, dentro de cada una de
las provincias geográficas definidas inicialmente o, en su caso, redefinirlas.

Articulación con el Sistema de Unidades para la Conservación, Manejo y


Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre.
La operación del proyecto se da principalmente a través del Sistema de
Unidades para la Conservación Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la
Vida Silvestre (SUMA), en este contexto, la conservación de la especie se
articula con el conocimiento y manejo del hábitat y poblaciones silvestres, así
como con el aprovechamiento sustentable, lo que se logra desarrollando planes
de manejo específicos para cada una de las unidades (UMA), regiones y
especies con las que se trabaja. En esta medida, se estimula también al
propietario de los recursos hacia la diversificación productiva y el conocimiento
y conservación de los recursos naturales.
Como ya se mencionó, las UMA pueden operar en dos modalidades extremas,
aquellas de carácter extensivo en el que los ejemplares de la especie de
interés se encuentran en vida libre, y aquellas de carácter intensivo en donde
los ejemplares se encuentran en condiciones de confinamiento y se controla su
alimentación, estado de salud y apareamiento. Bajo esta figura se agrupan los
zoológicos, criaderos y centros de investigación.
En ambos casos, los objetivos pueden variar de acuerdo a los intereses de
cada UMA, en general son para la producción de pies de cría, para la
reproducción de ejemplares, para la exhibición, la educación ambiental la

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capacitación técnica, la investigación, el ecoturismo, y la generación de


servicios, productos y subproductos que pueden ser incorporados a un
mercado legal y certificado de vida silvestre, y cuyo aprovechamiento, bajo este
esquema, debe ser sustentable.
Se tiene la propuesta de certificar los productos y subproductos obtenidos bajo
este esquema, esto genera la certidumbre necesaria en los mercados nacional
e internacional, ya que es muestra que el aprovechamiento es legal y no resulta
perjudicial para la especie o hábitat donde se desarrolló, en virtud de que se dio
en un marco de conservación y manejo que no afecta la viabilidad de las
poblaciones de la especie, sino que, por el contrario, contribuye al tránsito
hacia el desarrollo sustentable.
Estas unidades, o UMA, operan con base en un plan de manejo específico
para la especie, autorizado y registrado debidamente, y que está orientado al
manejo y conservación del hábitat y las poblaciones de especies silvestres con
que trabaja, en éste se detallan las actividades de manejo de hábitat y las
técnicas de censo y monitoreo de los recursos, lo que finalmente permiten
evaluar el uso sustentable de éstos y calcular la tasa de aprovechamiento
correspondiente (anexo 4). El plan de manejo deberá adecuarse
periódicamente a fin de incorporar otro tipo de actividades u observaciones
que pudieran resultar útiles para el manejo de ejemplares, poblaciones y
hábitat. Eventualmente deberá considerarse la evaluación estandarizada del
hábitat, lo que permitirá un efectivo seguimiento de las modificaciones de este
y su relación con otros cambios observados en la población.
Bajo este esquema, parte de los beneficios económicos derivados del
aprovechamiento son destinados a solventar los numerosos gastos de
operación de la UMA, con lo que se asegura la permanencia del capital natural
a escalas local, estatal y nacional; además de que en aquellas UMA de
carácter ejidal o comunal parte del ingreso se canaliza directamente a obras de
beneficio social y económico que las comunidades locales consideran
convenientes,
Las UMA ofrecen varias ventajas como instrumento de organización de las
actividades productivas, particularmente en lo que toca al aprovechamiento
cinegético, que actualmente representa uno de los esquemas alternativos de
uso de la vida silvestre mejor organizados en el país. Sin duda alguna, el gran
reto es lograr un enfoque integral, es decir, el manejo y aprovechamiento
diversificado y sustentable de poblaciones, tanto de plantas como de animales,
ya que ésta promueve la protección del hábitat, por lo que contribuye de
manera directa a la conservación de muchas otras especies de flora y fauna
asociadas con las especies de interés, así como de los propios ecosistemas
donde habita.
Dado que los beneficios del aprovechamiento son para los propietarios de la
UMA, son ellos los principales interesados en vigilar, manejar y conservar la
especie, ellos realizan estas actividades como parte del plan de manejo. La
figura de UMA es muy versátil ya que su registro y operación son
independientes del tipo de tenencia de la tierra, sean ejidos, comunidades,
cooperativas, asociaciones o particulares, lo que favorece la acción libre,
conjunta y autogestiva de los pobladores locales.

70
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En cada provincia natural de distribución y manejo de poblaciones de esta


especie se encuentran una o varias UMA, en la práctica, la conservación y
manejo de la especie y hábitat se realiza a través de éstas, mismas que
realizan estas actividades a través del plan de manejo adecuado a las
particularidades de cada una de ellas, lo que se traduce en el empleo de
esfuerzos y técnicas de muestreo únicas, que brindan información homogénea
y comparable. Con este propósito se ha diseñado un formato único (anexos 1,2
y 5) con técnicas de campo consensadas y aprobadas en el terreno académico.
Todos los planes de manejo incluyen actividades de monitoreo de la población
y del hábitat, además de acciones concretas de conservación, manejo y
vigilancia participativa, lo anterior permite, en algunos casos, el
aprovechamiento de ejemplares.
La relación entre el SUMA y el presente proyecto se logra a través del conjunto
de datos y observaciones de cada UMA, cabe mencionar que desde que se
inició la operación de las UMA, se ha realizado un número mayor de censos
aéreos y terrestres que lo que se había efectuado en las décadas pasadas
(anexo 7).
lo que permite un enfoque regional que considera las provincias naturales de
distribución de las poblaciones y por lo mismo una perspectiva poblacional que
rebasa las dimensiones de cada UMA, lo que permite el aprovechamiento y
manejo a escala regional. Dado que la operación del proyecto de conservación
del borrego cimarrón se da fundamentalmente a través de las UMA, se han
elaborado unas bases de operación para las UMA que manejan esta especie.
(anexo 6).
El aprovechamiento sustentable.
En los censos que se realizan (anexos 1 y 2) se exige no sólo un conteo de
ejemplares, sino además la identificación de sexo y edad de estos de acuerdo
a la clasificación de Geist (1968), en la que se reconocen crías, juveniles,
hembras y cuatro clases de macho, en función del desarrollo de la cornamenta.
Se solicita, además que se registre la posición geográfica, altitud, orientación,
actividad de los animales y cualquier tipo de observaciones que pudieran
resultar de interés, como la presencia de depredadores u otro tipo de fauna
nativa, exótica o feral, cercanía y distancia a algún cuerpo de agua, cobertura
vegetal, etcétera. El conjunto de registros de cada censo es reportado e
incorporado a una base de datos, a partir de la cual se analizan los resultados
obtenidos, información que permite determinar el tamaño de la población, las
relaciones entre sexos y edades, y realizar proyecciones a una escala regional
más amplia que el de cada UMA, la que se corresponde con la provincia de
manejo. A partir de estos datos se realiza el cálculo de la tasa de
aprovechamiento, la que se basa en estudios de campo sólidos y bien
documentados.
El cálculo del aprovechamiento de ejemplares de borrego cimarrón sigue el
principio de sustentabilidad, que consiste en cosechar sin afectar el
mantenimiento natural del recurso y su potencial productivo en el largo plazo,
para lo cual el aprovechamiento se otorga para una fecha y lugar precisos, y
únicamente para los machos más viejos y de mayor cornamenta (denominados
como ejemplares clase III o clase IV), lo que por otro lado, son los de interés
cinegético, ya que el puntaje del trofeo se otorga de acuerdo a las medidas de
la cornamenta.
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Cierto es que el papel que desempeñan los viejos en la manada es importante


en la dinámica de la población, ya que es el ejemplar que conoce el territorio, y
se supone, guía y protege al resto de los animales que la integran, aunque esto
sólo lo hace en la época de apareamiento y normalmente dentro del ámbito o
rango casero de las hembras. Sin embargo, dentro de las consideraciones para
asignar una tasa de aprovechamiento se contempla que existan otros machos
de la misma edad, lo que garantiza que no se está matando al único ejemplar
de esta clase, sino que con seguridad habrá otro macho que desempeñe este
importante papel dentro de la manada. Por otro lado, en la asignación de tasas
de aprovechamiento se considera también el tamaño poblacional y la estructura
de sexos y edades, esto es, que las proporciones macho-hembra y hembra-cría
se mantengan estables.
El cálculo de la tasa de aprovechamiento se realiza de acuerdo a la
metodología desarrollada por el “Departamento de Pesca y Caza de Arizona”,
la cual lleva aplicándose por casi 40 años sin que hasta la fecha se haya
observado algún decremento en las poblaciones que ponga en riesgo la
viabilidad de éstas. El cálculo, basado en los censos y estimaciones
poblacionales, considera que un aprovechamiento del 10 % de ejemplares de
las clases III y IV resulta sustentable, aunque como ya se aclaró, no es el único
criterio que se considera al asignar la tasa de aprovechamiento. Para un mayor
detalle de este aspecto véase el anexo 3.
Articulación con el Sistema de Áreas Naturales Protegidas (SINAP).
Existen proyectos de conservación y manejo con esta especie en algunas
áreas integradas al Sistema de Áreas Naturales Protegidas (SINAP) que así lo
consideren pertinente; en este caso se sigue un esquema similar al de las
UMA, ya que el manejo y conservación de la especie se realiza a través de un
plan de manejo específico para el borrego cimarrón, aunque en cada caso,
adecuado al carácter y condiciones del sitio y en concordancia con el plan de
manejo propio del área natural protegida.
Existen varias Áreas Naturales Protegidas en México que poseen poblaciones
de borrego cimarrón, entre éstas destacan la “Zona de Reserva y Refugio de
Aves Migratorias y Fauna Silvestre Islas del Golfo de California” y la “Reserva
de la Biosfera El Vizcaíno”, esta última, como ya se mencionó, recibe y opera, a
través de un fideicomiso fondos destinados a la conservación e investigación
del hábitat y poblaciones, lo que ha permitido realizar censos y conocer de
manera precisa el estado actual de las poblaciones en el área.
Dentro del SINAP se encuentra en marcha un proyecto en la “Zona de Reserva
y Refugio de Aves Migratorias y Fauna Silvestre Islas del Golfo de California”,
lugares que por su condición de isla no cuentan de manera natural con
poblaciones de borrego cimarrón, no obstante que el hábitat es propicio para
esta especie, por lo que se han impulsado proyectos de introducción y manejo
de ejemplares. La relación entre esta estrategia de conservación y el borrego
cimarrón se remonta a 1975, cuando tuvo lugar la introducción de unos pocos
ejemplares a la Isla Tiburón, y que actualmente cuenta con la mayor población
de esta subespecie (O.c. mexicana). En este de proyecto participan
actualmente varias instituciones nacionales e internacionales que laboran en
coordinación con el Instituto Nacional de Ecología, la Universidad Nacional
Autónoma de México y el Instituto Nacional Indigenista.

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Siguiendo este ejemplo, se ha llevado a cabo la introducción de ejemplares de


O.c.weemsi, provenientes de la sierra el Mechudo, en la isla del Carmen, en
Baja California Sur, la cual forma parte del área natural protegida. Este
proyecto apenas inicia por lo que no es posible aún señalar tendencias o
realizar evaluaciones.
Además de éstas, existen otras áreas naturales protegidas que también
cuentan con poblaciones importantes de borrego cimarrón como es el caso del
parque natural de San Pedro Mártir en la sierra del mismo nombre en Baja
California, lugar donde la universidad estatal realiza proyectos de investigación,
de monitoreo de poblaciones, calidad del hábitat y ámbito territorial, lo que
permitirá que en un futuro cercano se desarrollen más proyectos. Por otro lado,
en Sonora, en el desierto de Altar, se encuentra la “Reserva de la Biosfera El
Pinacate”, donde se han realizado algunas investigaciones en relación con el
ámbito hogareño y se cuenta con una población importante y cuyo
aprovechamiento está prohibido, lo que garantiza el desarrollo de la subespecie
O.c. mexicana en condiciones naturales.
De considerarse necesario, se propondrá la creación de santuarios2, esto con
el fin de proteger un sitio que resulte clave para la conservación y viabilidad de
una población o de la especie, lo que requiere de una mayor y profunda
investigación de campo en poblaciones conocidas a fin de determinar qué sitios
resultan esenciales para la dinámica de la población, o para la continuidad del
ciclo biológico de la especie, ya sea por ser sitios de crianza, de refugio,
tránsito o de reproducción.
Estas investigaciones pueden impulsarse y realizarse a través de universidades
locales o de las numerosas instituciones y organizaciones interesadas en la
conservación del borrego cimarrón, o bien a través de las UMA. Actualmente,
no existen santuarios decretados para esta especie, sin embargo en el futuro
será posible determinar la pertinencia de éstos en aquellos sitios que se
encuentren fuera del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas o dentro
de las UMA, lo que podría beneficiar a una o varias poblaciones de esta
especie que se encuentren amenazadas.
Reintroducción.
El proyecto también contempla la reintroducción de ejemplares en sitios donde
originalmente se distribuía la especie pero que actualmente ya no se
encuentra, esto permitirá ampliar el rango de distribución actual y asegurar la
permanencia de la especie. Las experiencias previas de manejo semi-extensivo
permiten prever que los proyectos de reintroducción de ejemplares en sitios
específicos pueden resultar exitosos en el mediano plazo.
Al respecto ya existen antecedentes de introducción de ejemplares como los de
Isla Tiburón o Isla del Carmen mencionados anteriormente. Este tipo de
proyectos requieren de una cuidadosa evaluación previa del sitio, tanto por lo
que respecta a las condiciones y calidad del hábitat, cuanto a las
características de manejo y seguimiento de los ejemplares.

2
Santuario: “Aquellas áreas que se establecen en zonas caracterizadas por una considerable
riqueza de flora o fauna, o por la presencia de especies, subespecies o hábitat de distribución
restringida. Dichas áreas abarcarán cañadas, vegas, relictos, grutas, cavernas, cenotes,
caletas u otras unidades topográficas o geográficas que requieran ser preservadas o
protegidas”. (Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, 1996).

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Esto se puede lograr a través de la operación de UMA en los estados de


Coahuila, Chihuahua y Nuevo León, o en las áreas naturales protegidas en
estos estados que se hallen en condiciones de llevar adelante proyectos de
esta naturaleza. Actualmente “Unidos para la Conservación A.C.” ha iniciado
recientemente un proyecto de reintroducción en los Estados de Coahuila y
Chihuahua, los que se encuentran en una primera etapa de producción de pié
de cría en condiciones semi-extensivas, así como en la evaluación del hábitat
en los sitios con potencial para iniciar el programa de reintroducción.
Manejo en criaderos semi-extensivos.
Como elemento complementario a la reintroducción de la especie, el proyecto
de conservación del borrego cimarrón considera la cría de ejemplares en
condiciones de semi-cautiverio, es decir, en circunstancias en las que los
animales se encuentran en vida libre aunque confinados a un área grande que
conserva las condiciones naturales del hábitat. Este tipo de crianza tiene la
ventaja de que la población en el sitio está continuamente bajo observación,
manejo y cuidado; en ocasiones se les proporciona alimento, agua y minerales,
además de llevar un control del estado de salud, lo que incluye toma de
muestras sanguíneas para su posterior análisis en laboratorio, autopsia de ser
el caso, periodos de cuarentena al momento de la llegada de los animales, y en
ocasiones, algunos ejemplares son empleados para realizar estudios de
comportamiento territorial empleando técnicas de radiotelemetría. En estas
condiciones, la influencia de los depredadores en la población es casi nula, ya
que al estar en condiciones de semi-confinamiento, las probabilidades de
ataque se reducen considerablemente.
Los antecedentes de este tipo de manejo con el borrego cimarrón se iniciaron
en México con el proyecto de Isla Tiburón mencionado anteriormente, el cual, a
juzgar por el incremento en el número de ejemplares, ha resultado un éxito. En
1986, el entonces “Centro Ecológico de Sonora” (CES), hoy “Instituto del Medio
Ambiente y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora” (IMADES), inició un
proyecto de cría semi-extensiva que resultó muy positivo, ya que se
desarrollaron proyectos específicos de traslado, cría semi-extensiva, y
educación ambiental. Además de la reproducción de ejemplares se realizaron
estudios y observaciones sobre hábitos, costumbres, y condiciones para la
crianza.
Esta última experiencia alentó a los ganaderos del estado, agrupados en la
“Asociación Nacional de Ganaderos Diversificados A.C.” (ANGADI), a iniciar en
1995 un proyecto similar en cinco UMA, contando para esto con animales
capturados en sierras borregueras del estado, proporcionados por el mismo
CES o provenientes de Isla Tiburón. También se incorporó la empresa CEMEX
(Cementos Mexicanos), con el único propósito de contribuir a la conservación y
reintroducción de la especie. A estas UMA se agregaron dos más al año
siguiente y cinco más en 1997, contando a la fecha con doce UMA semi-
extensivas involucradas en este tipo de manejo. Los resultados son
prometedores ya que ha habido un exitoso reclutamiento de nuevos animales
cada temporada reproductora, así como una baja tasa de mortalidad, lo que
permite prever que esta especie puede recuperarse bajo esta estrategia y
condiciones de manejo con relativa facilidad.

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Manejo en criaderos intensivos y zoológicos.


Este manejo es aquél que se da bajo condiciones de confinamiento controlado
en áreas relativamente pequeñas y cuya finalidad, además de la reproducción y
estudio, es la de exhibición. Caben dentro de esta categoría los zoológicos, los
que juegan un papel muy importante para la conservación de la especie, ya
que permiten la realización de actividades de educación ambiental,
capacitación técnica e investigación de manejo y zootecnia, que son de gran
relevancia para la conservación de ésta y otras especies, y que permite al
público en general, conocer al borrego cimarrón así como sus hábitos,
costumbres e importancia. Bajo estas condiciones, los ejemplares se
encuentran sujetos a condiciones específicas de confinamiento y manejo
zootécnico, lo que implica la operación de proyectos de reproducción
controlada y el control estricto del número de ejemplares y de sus relaciones de
parentesco.
Actualmente, se investigan las alternativas de manejo zootécnico que permitan
ayudar al rescate o recuperación de especies. Entre las técnicas desarrolladas
recientemente se emplea la transferencia de embriones o la multiovulación
inducida. En México, la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la
UNAM, junto con la Unidad Coordinadora de Zoológicos de la Ciudad de
México y la Dirección General de Vida Silvestre del Instituto Nacional de
Ecología, participan en el proyecto nacional de recuperación de la especie
desarrollando proyectos de investigación en este sentido. Las posibilidades que
esta herramienta ofrece son muy grandes, ya que de emplearse
adecuadamente permitirán producir ejemplares como pie de cría, que
eventualmente podrán ser aprovechados para establecer UMA de carácter
semi-extensivo para posteriormente ser reintroducidos al medio natural en
aquellas zonas que así lo requieran, asegurando la calidad genética de los
ejemplares y el mantenimiento de la variabilidad genética de las poblaciones.
Educación ambiental, capacitación técnica y desarrollo tecnológico.
Una de las actividades clave para la conservación efectiva de la especie reside
en la cultura ecológica que se debe reafirmar y desarrollar en los diferentes
sectores de la población. En los hechos, esta cultura se rescata y transmite a
través del conocimiento y manejo del recurso, por ello, los primeros y mejores
promotores de esto son todos aquellos relacionados con un Área Natural
Protegida que posea estos animales o con una UMA: técnicos, investigadores,
propietarios, promotores cinegéticos, vaqueros, e incluso, los cazadores. Todos
ellos, cada uno desde diferentes perspectivas y experiencias, aportan algo a
esta nueva cultura que aproxima el desarrollo social compatible con el manejo
sustentable y adecuado de los recursos naturales.
En este sentido, las actividades de educación ambiental constituyen una
prioridad en el desarrollo de cualquier política ambiental, al respecto existen en
México instituciones como el CECADESU (Centro de Educación y Capacitación
para el Desarrollo Sustentable) especializadas en esta labor, no obstante, ésta
debe ser compartida por autoridades, universidades, instituciones, ONG, e
individuos particulares. Al respecto existen ya numerosas publicaciones, videos
y películas que ilustran al espectador no familiarizado con la especie, con los
hábitos, forma de vida y problemas que ésta enfrenta.

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México requiere no sólo de una nueva política y cultura ambiental, sino también
de más profesionales que sean capaces de desarrollar las herramientas que
esta cultura exige, por lo que la formación y capacitación de técnicos, así como
el desarrollo de tecnologías adecuadas, resultan de primordial importancia para
este proyecto y para el país.

EVALUACIÓN DEL PROYECTO NACIONAL DE CONSERVACIÓN.


Los indicadores principales del proyecto deberán definirse por los grupos de
trabajo del Subcomité Técnico Consultivo para la Recuperación del Borrego
Cimarrón en función del plan de acción que se proponga cada grupo, sin
embargo, se proponen los siguientes como punto de partida para iniciar una
discusión en este sentido:

1. - Alcanzar un número poblacional viable.


2. - Estructura poblacional estable (población viable).
3. - Reintroducción exitosa de la especie.
4. - Aprovechamiento y manejo sustentable.
5. - Estrategia de conservación autofinanciable.
6. - Edición de publicaciones especiales y periódicas.
Los tres primeros indicadores son de carácter biológico y se refieren al estatus
poblacional de la especie, dado que el objetivo principal es lograr la
recuperación del borrego del desierto, en este sentido, aún falta precisar cuáles
serán los criterios que permitan definir estos indicadores, lo que está en función
de las investigaciones, resultados y discusión del proyecto, por lo que esta
tarea será necesariamente una de las líneas de trabajo a desarrollar en el corto
plazo. Los restantes indicadores son de carácter económico y social, y se
centran sobre la estrategia de financiamiento empleada en este proyecto para
manejar a la especie y sobre el impacto que está teniendo en las comunidades
locales.

ESCENARIO META.
La situación que se pretende alcanzar en el corto plazo es la consolidación del
Sistema UMA y la articulación con las la unidad coordinadora de las áreas
naturales protegidas en relación al manejo y aprovechamiento sustentable del
borrego cimarrón, esto es, que la operación de las UMA se lleve a cabo a
través de los planes de manejo, mismos que deben ser actualizados y
autorizados periódicamente. La información generada a través de los
monitoreos o censos poblacionales permitirá tener un perfil de la población en
términos de su abundancia, distribución y estructura de edades y sexos, lo que
a su vez permitirá garantizar el aprovechamiento sustentable de la especie y la

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conservación del hábitat, así como definir áreas clave para las distintas
poblaciones, y de ser el caso, promover santuarios con el fin de conservar y
favorecer la viabilidad de la especie.
En el mediano y largo plazo se pretende llevar un control de todas las
poblaciones de borrego cimarrón que existen actualmente, lo que permitirá
reintroducir, eventualmente, poblaciones en las áreas de distribución histórica
de donde ha desaparecido. La mejor prueba del éxito de este proyecto será,
por un lado, lograr que las subespecies mexicanas sean sacadas de los
listados de la CITES y de la NOM-059-ECOL-1994, y por otro lado, lograr el
autofinanciamiento del programa, lo que necesariamente deberá traducirse en
un beneficio económico para las comunidades involucradas y en la
conservación del hábitat de esta especie.

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♦ Lee, R. y E. López. 1994. A second helicopter survey of Sonora, México.
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♦ Lee, R. y E. López. 1996.a. Resultados del censo de borrego cimarrón en
Sonora. Reporte no publicado del Instituto del Medio Ambiente y el
Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora (IMADES).
♦ Lee, R. y E. López. 1996.b. Bighorn sheeps surveys in Sonora. Reporte no
publicado.
♦ Lee, R. y E. Mellink. 1995. Status of Bighorn Sheep in México. Desert
Bighorn transactions. 39:35-39.
♦ Lee, R., E. Mellink, J. Ramírez, J. Luévano y A. Acosta 1996. Muestreo
poblacional del borrego cimarrón en Baja California; resultados y
recomendaciones. Foundation for North American Wild Sheep, Fundación
Mexicana para la Conservación del Borrego Cimarrón.
♦ Leopold, A. 1959. Fauna Silvestre de México Aves y Mamíferos de Caza.
Pax-INIREB. México.
♦ López, E. y R. Lee. 1997. Movimientos, rangos caseros y modelo de calidad
del hábitat del borrego cimarrón en Sonora, México. (Complemento al
estudio denominado “Densidad poblacional y evaluación de la calidad del
hábitat del borrego cimarrón, Ovis canadensis mexicana, en el Estado de

80
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

Sonora, México). Instituto del Medio Ambiente y el Desarrollo Sustentable


del Estado de Sonora, y Departamento de Pesca y Caza del Estado de
Arizona.
♦ López, G., G. Ruiz y M. Rodríguez. 1995. Population density of desert
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♦ Manville, R. 1980. The origin and relationships of american wildsheep. The
desert bighorn; its life history, ecology and management. G. Monson & L.
Summer (Eds.). University Arizona Press.
♦ Martínez, R., J. Alanís, S. Jiménez, A. Rojo y M. Montoya. 1997. Informe del
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mayo de 1997. Universidad Autónoma de Baja California.
♦ May, L. A. 1979. Fauna de vertebrados de la región del gran desierto de
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♦ Miller, R., R. Remington, R. Lee, R. Van Den Berge & M. Haderlie. 1989.
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♦ Montoya, B. & Gates, B. 1975. Bighorn capture and transplant in México.
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♦ Ough, W & J. de Vos. 1984. Intermountain travel corridors and their
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♦ Remington, R. & G. Welsh. 1986. Surveying Bighorn Sheep. Arizona Game
& Fish Department Report.
♦ Reyes O. S. 1979. Estación experimental y de estudios de la fauna silvestre
en zonas áridas, Isla Tiburón, Sonora. Informe técnico. Dirección de Fauna
Silvestre. Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH).
♦ Reyes O. S. 1980. Estación experimental y de estudios de la fauna silvestre
en zonas áridas, Isla Tiburón, Sonora. Informe técnico. Dirección de Fauna
Silvestre. Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH).
♦ Reyes O. S. 1982. Avances del programa de fauna silvestre. Informe técnico.
Dirección de Fauna Silvestre. Secretaría de Agricultura y Recursos
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♦ Sánchez, R. 1978. Hábitos alimenticios del borrego cimarrón. Bosques y
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♦ Shackleton, D. M. 1985. Ovis canadensis. The American Society of
Mammalogists. (Eds.) Mammalian Species. 230:1-9.

81
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGÍA. DIRECCIÓN GENERAL DE VIDA SILVESTRE.

♦ Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL). 1992. Evaluación poblacional


del borrego cimarrón (Ovis canadensis mexicana) en el estado de Sonora,
México. Reporte técnico. Subdelegación de Ecología. Sonora, México.
♦ Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE). 1985. Estrategia de
aprovechamiento del venado bura y borrego cimarrón de Sonora. Estudio
parcial de las poblaciones. Reporte técnico. Delegación Sonora.
♦ Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP).
1997. Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
México. 205 pp.
♦ Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP)-
Dirección General de Vida Silvestre del Instituto Nacional de Ecología
(DGVS-INE). 1997. Programa de Conservación de la Vida Silvestre y
Diversificación Productiva en el Sector Rural; 1997-2000, México. México.
207 pp.
♦ Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP)-
Unidad Coordinadora de Áreas Naturales Protegidas del Instituto Nacional
de Ecología (UCANP-INE). en preparación. Plan de Manejo de la Reserva
de la Biosfera “El Vizcaíno”.
♦ Smith, N. y P. Krausman. 1988. Desert Bighorn Sheep: A guide to select
management practices. Fish & Wildlife Service. Biological Report. 88(35). U.S.
Deparment of the Interior.
♦ Villa, B. 1959. Brief notes of the present status and distributions of bighorn
sheep in México. Desert Bighorn Transactions. 3:77-79.
♦ Wishart, W. 1978. Bighorn Sheep. Big Game of North America, Ecology and
Management. Stackpole Books. USA. pp. 161-171.

82
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ANEXO 1:
Censos o monitoreos aéreos y formato de campo.

Se realizan en un helicóptero tipo Huges 500D o similares, con capacidad para


el piloto y dos o tres observadores, a la nave se le desprenderán las puertas
con el objeto de no afectar la visibilidad de los observadores. La nave
sobrevolará a velocidad (80-100 km/hr) constante las sierras donde se
encuentran poblaciones de borrego cimarrón, buscando grupos y ejemplares.
Al ser observados se realiza una aproximación con el objeto de contarlos e
identificar sexo y edad de acuerdo con la clasificación de Geist (1968) (anexo
2), en la que se reconocen crías, machos juveniles, hembras juveniles,
hembras y cuatro clases de macho (1,2,3,4), en función del desarrollo de la
cornamenta.
Se registra además hora, fecha, tiempo efectivo de vuelo, condiciones
climáticas generales, y con un geoposicionador (GPS) la latitud y longitud (en
grados, minutos y segundos), así como la altitud (en metros sobre el nivel del
mar), orientación, actividad y cualquier tipo de observaciones que pudieran
resultar de interés, como la presencia de depredadores u otro tipo de fauna,
(nativa, exótica o feral), cercanía y distancia a algún cuerpo de agua, cobertura
vegetal y otros. (Ver formato en la siguiente hoja).
Esta metodología fue desarrollada por Jett, J. (1969), Remington, R. & G.
Welsh (1986), Miller, R. et al. (1989) y por Lee, R. et al. (1992). Se basa en la
efectividad del conteo de individuos mediante recorridos aéreos en helicóptero.
Bajo estas condiciones se estima que los individuos observados representan
del 35 al 45% de la población en el área (de ahí que se haya elegido el factor
de estimación u observación como 0.40), dependiendo de las características
topográficas del terreno.
Dado que las diferencias topográficas dificultan el cálculo de la densidad
(número de individuos por unidad de área), resulta más eficiente, en términos
de comparación entre sitios, el cálculo del número de animales observados por
unidad de esfuerzo de muestreo, en este caso, horas de vuelo.
Esta técnica ha sido ensayada en diferentes épocas del año y sus resultados
han sido contrastados con los de otros métodos, brindando estimaciones
bastante precisas de la estructura y número poblacional, lo que a su vez
permite realizar cálculos sobre la “cosecha” anual de ejemplares machos
adultos. A pesar de que esta técnica presenta algunos inconvenientes, ya que
afecta el comportamiento territorial de los animales, sobre todo cuando se
realizan actividades de captura, sigue siendo el método más eficiente
disponible hasta ahora, y es por lo mismo que el monitoreo se alternará con
técnicas de muestreo terrestre.

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Censo aéreo de: BORREGO CIMARRÓN


Hoja:_________________________

Fecha:________________________
Sierra:________________________ Mpio:____________________ Porcentaje de la sierra
sobrevolado: _____________________________%
Observadores:___________________________________________________________Pilot
o:__________________________________________
Condiciones Climáticas:
______________________________________________________________________
___________________________

REGISTROS: llenar un formato de registro por sierra.

Hora Latitud Longitud Altitud M1 M2 M3 M4 HA Cr Mj Hj No I Tota

Totales:

M1, M2, M3, M4= Machos clase 1,2, 3,4 (Geist, 1968), HA= Hembras; Cr= Crías, Mj=
Machos Juveniles; Hj= Hembras Juveniles; No I = No Identificados.

_____________________________________________

FIRMA DEL RESPONSABLE TÉCNICO.

84
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ANEXO 2:
Censo o Monitoreo terrestre y formato de campo.

Se emplea el método de “Sendero y Observación directa por Tierra” (Davis,


1980), se requiere integrar tres equipos de dos personas cada uno, equipados
con un mapa de la sierra, geoposicionador (GPS), binoculares (10x 50) y
telescopios (9.30 x 50), además del equipo de campo pertinente.
Los equipos salen al campo por un período de dos a cinco días, se ubican en
estaciones o sitios de observación que permitan cubrir visualmente la mayor
parte de las laderas en la sierra, desde donde buscan, empleando los
binoculares o telescopio, a los grupos o ejemplares de borrego cimarrón y
proceden a registrar la localización de éstos, el número de ejemplares y las
clases de edad y sexos (de acuerdo con Geist, 1968). Se registran además otro
tipo de datos como la actividad de los ejemplares observados, la presencia de
fauna, cuerpos de agua, cobertura vegetal, pendiente, altitud, fecha, hora,
etcétera.
Los períodos de observación más eficientes para esta especie son de las 05:00
a las 10:30 A.M. y por la tarde de las 17:00 a las 19:30 P.M. completando un
período de 6 horas diarias de observación en promedio.

Figura 8.- Sexo y clases de edad en el borrego cimarrón (Ovis canadensis)


según Geist, 1968.

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INFORME DE CENSO TERRESTRE


-Borrego Cimarrón-

-LLENAR UNA HOJA POR CADA CENSO-


NOMBRE DE LA UMA: CLAVE DE REGISTRO

Sierra:______________________________________________________________________

Fecha(s):____________________________________________________________________

Horas en que se realizó el censo: _______________________________________________


Horas en que se realizó el censo: _______________________________________________
Horas en que se realizó el censo: _______________________________________________
Horas en que se realizó el censo: _______________________________________________
Horas en que se realizó el censo: _______________________________________________

Condiciones climáticas:______________________________________________________
Observadores:_______________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________

Total de horas de muestreo empleadas: _________________________________________


Total de la superficie muestreada: _____________________________________hectáreas.

--Ubicar en un plano los puntos de observación.--

Población observada este año: _____________________________número de individuos.


Población observada el año anterior:________________________número de individuos.

Densidad observada este año: ___________________________ número de individuos / ha


Densidad observada el censo anterior:_____________________número de individuos / ha

Estructura poblacional final:

M1 M2 M3 M4 HA Cr Mj Hj No I Total

M1, M2, M3, M4 = Machos clase 1, 2, 3, y 4 (Geist 1968), HA= Hembras Adultas, Cr= Crías.
Mj = Machos juveniles, Hj = Hembras juveniles, No I.= No identificados.

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-Observaciones de Campo-

Detección de parásitos y enfermedades:_________________________________________


____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________

Detección de Depredadores:
Especie:___________________________________
Número:____________________________________
Especie:___________________________________
Número:____________________________________
Especie:___________________________________
Número:____________________________________
Especie:___________________________________
Número:____________________________________

Sitios de refugio:
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________

Sitios de apareamiento:
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________

Actividades de cortejo:
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________

Otros:
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________

___________________________________________ ___________________
NOMBRE Y FIRMA DEL RESPONSABLE TÉCNICO FECHA.

87
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ANEXO 3:
Tasas de aprovechamiento.
-El cálculo de la tasa de aprovechamiento se hará de acuerdo con el siguiente
algoritmo:
Tasa Aprovechamiento = [N.Ob (M3+M4) ] x (2) / 0.40 ] (0.107)
donde:
N.Ob (M3+M4) = Número observado de machos clase 3 y machos clase 4.
(2) = Factor de área. Se considera que el área sobrevolada es la mitad
del área total de la sierra.
0.40 = Factor de estimación. De acuerdo con la metodología
desarrollada, se considera que los ejemplares observados equivalen al 40% de
la población. Este es el número estimado de M3 y M4 en la población para la
sierra sobrevolada.
0.107= Factor de cosecha sobre el número estimado de M3 y M4.
-El algoritmo se lee de la siguiente manera:
La tasa de aprovechamiento es igual al número de machos clase 3 y 4
observados, multiplicado por dos, dividido entre 0.40 y multiplicado por
0.107.
-Un ejemplo de lo anterior aclara las dudas, supongamos que en una sierra se
observaron 5 machos clase 3 y 6 machos clase 4, luego entonces:
T.A.= ((5+6) (2) / 0.40 ) (0.107)
T.A. = ((11) (2) / 0.40 ) (0.107)
T.A. = ((22) / 0.40) (0.107)
T.A. = (55) (0.107)
T.A.= 5.885
-De acuerdo con lo anterior a esta sierra hipotética le corresponderá una tasa
de 5 o 6 ejemplares.
-Este algoritmo es en realidad un primer criterio para asignar tasas de
aprovechamiento, existen otros factores que pueden afectar la cosecha
estimada, e incluso asignar una tasa cero, entre estos factores podemos
mencionar: el tamaño de la población, la proporción de sexos y edades, una
tasa de crecimiento poblacional negativa, el éxito obtenido en la cacería (bajos
puntajes en los ejemplares cazados, días empleados para cobrar la pieza) o un
desarrollo del plan de manejo erróneo o incompleto.

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ANEXO 4:

PLAN DE MANEJO PARA EL BORREGO CIMARRÓN.

Registro de Plan de Manejo de UMA: Clave:___________________________


Unidad para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de
la Vida Silvestre.

-FORMATO PARA BORREGO CIMARRÓN-


-Ovis canadensis-

I.- DATOS GENERALES.

II.- LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA DE LA UMA.

III.- CARACTERIZACIÓN FÍSICA DE LA UMA.

IV.- CARACTERIZACIÓN BIOLÓGICA DE LA UMA.

V.- DATOS DE LAS ESPECIE.

VI.- EVALUACIÓN DE LOS RECURSOS.


PROGRAMA DE MONITOREO PERMANENTE DE LA POBLACIÓN.

PROGRAMA DE MONITOREO PERMANENTE DEL HÁBITAT.

PROGRAMA DE CONTINGENCIAS.

PROGRAMA DE CONSERVACIÓN Y MANEJO.

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Registro del Plan de Manejo:


I.- Datos generales:

Nombre o razón social:___________________________________________________


______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
Dirección:
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
Teléfono:_________________________Fax:__________________________________
Correo electrónico:______________________________________________________
Nombre de la UMA:_____________________________________________________
______________________________________________________________________
Tipo de predio: Ejidal____ Comunal____ Particular____
Otro:__________________________________________________________________
Estado:_________________________Municipio:______________________________
Nombre del responsable técnico:____________________________________________
______________________________________________________________________

***

II.- Localización geográfica de la UMA:


Latitud:_________________________Longitud:______________________________
Rango de altitudes:_______________________________________________m.s.n.m.
Superficie:_____________________________________________________hectáreas.
Presentar Anexo 1:
Polígono del predio trazado sobre original -o fotocopia legible- del plano topográfico INEGI escala
1: 50,000.
***

Zonificación de la UMA:
Deberá realizar y anexar un plano o esquema de la UMA señalando las diferentes zonas
de la misma de acuerdo con los tipos de vegetación y usos, señalando además ríos,
pozos, construcciones, caminos, encierros, bardas, espiaderos, comederos, bebederos,
etcétera.

90
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III.- Caracterización física de la UMA:


a) Clima:
(según Koeppen, modificado por García,1988. Presentar Anexo 2: diagrama ombrotérmico).
______________________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

b) Geomorfología y topografía:
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

c) Geología
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

d) Suelos:
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

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Uso del suelo:


Historia de uso del suelo:

-indicar actividades o aprovechamientos anteriores en el predio-


Agricultura: ____ especies: ______________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
Ganadería:_____ especies: ______________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
Forestal:_______ especies:_______________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
Otros:___________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
Observaciones: ___________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
***
Uso actual:
-Indicar número de hectáreas y en su caso las especies presentes-
Total de hectáreas: _____________________________ha
d.1.- Vegetación natural: _____________________________ha
d.1.1. Tipo de vegetación:_________________________ha__________
d.1.2. Tipo de vegetación:_________________________ha__________
d.1.3. Tipo de vegetación:_________________________ha__________
d.2.- Desmontado: ____________________________ha
d.3.- Pastizal inducido: ____________________________ha
Especies:_________________________________________________________
________________________________________________________________
d.4.- Uso agrícola: ____________________________ha

Especies:_________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
d.5.- Uso pecuario: _____________________________ha
Especies: __________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
d.6.- Áreas inundables: ______________________________ha
Observaciones:_________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________

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Agua:
-Indicar presencia y número de cuerpos de agua presentes-
-Los cuerpos de agua deberán señalarse en el mapa o esquema-

Cuerpos de agua superficiales:

Permanente Temporal
Ríos: __________________ _______________________________
Arroyos: __________________ _______________________________
Lagos: __________________ _______________________________
Embalses: __________________ _______________________________

Observaciones:_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

Cuerpos de agua subterráneos:

Pozos en operación:______________Gasto hidráulico: ________1t/segundo.


Profundidad: __________________ mts.
Pilas: ______________ Capacidad: _________________mts³
Bebederos: ______________ Capacidad: _________________mts³

Observaciones: ____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________

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IV.- Caracterización biológica de la UMA:

a).- Tipos de vegetación presentes en la UMA: -Según Rzedowski (1978)-


______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________

b).-Especies endémicas presentes: -nombre común - nombre científico-


______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________

c) Especies en riesgo presentes: -nombre común - nombre científico


y categoría de riesgo o protección-
-según la Norma Oficial Mexicana: NOM-059-ECOL-1994-
_____________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________

d).- Listados de especies de flora y fauna: (presentar en forma de Anexo 3).

e).-
Observaciones:_________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

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V.- Datos de las especie sujeta a aprovechamiento:


Datos de la especie:

Tipo de aprovechamiento:

cinegético:______ ornato:_________ investigación:__________


turístico:_______ exhibición:________ comercial:____________
otros:_________________________________________________________________

Tipo de marcaje de los productos:

tatuaje:_______ etiqueta:_______ sello:_______ microchip:______ arete:________


anillo:______
otros:_________________________________________________________________

Anexo 4: presentar diseño de marcaje, mismo que debe ser particular y único para cada UMA.

*****
CICLO BIOLÓGICO DE LA ESPECIE:

Evento / Meses. E F M A M J J A S O N D
Nacimiento:
Destete:
Reproducción:
Gestación:
Migración salida:
Migración llegada:
Hibernación:
Realización censos:
Aprovechamiento:

Observaciones:
______________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________

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VI.- Evaluación de los recursos:


1.- Programa de monitoreo permanente de la especie:
** Realización de censos o monitoreos poblacionales de la especie.
que justifiquen su aprovechamiento sustentable:
señalar: *Metodología empleada, fecha, hora, área de estudio y estimadores.
*Número y densidad relativa de individuos o ejemplares.
*Estructura de edades y sexos de la población: (de ser posible).
Proporción de machos-hembras-juveniles-crías
*Detección de enfermedades y parásitos.
*Detección de depredadores.
*Observaciones de campo: registro de eventos importantes
observados en el campo, períodos de apareamiento, cortejo,
nacimiento, interacciones y otros de interés.
*Cronograma de actividades.

2.- Programa de monitoreo permanente del hábitat:


** Realización de un monitoreo de hábitat para evaluar la calidad del entorno
para las especies que se pretende aprovechar.
señalar:*Métodología de evaluación de hábitat.
Evaluación de: agua, alimento, refugio, corredores.
*Fechas y estimadores.
*Cronograma de actividades.

3.- Programa de contingencias:


*Tipo de contingencias previsibles que afecten a la especie:
enfermedades ,epidemias, plagas, accidentes, fugas, incendios,
sequías, vecindad con especies exóticas, etc.
*Señalar cómo se enfrentarán estas y con qué recursos se cuenta
para ello (equipo, médicos veterinarios, personal, clínica, etc...)

4.- Programa de Conservación y Manejo:


** Señalar las actividades que se realizarán para manejar el hábitat y especie
* Provisión de alimento y agua: tipo de suplemento, comederos,
bebederos, etc.
* Programa de traslado y movimiento de ejemplares.
* Programa de reproducción controlada.
* Programa de vigilancia.
* Modificaciones bióticas: reforestación, aclareo, poda, caza, etc...
* Bardas y corrales: altura, profundidad, material, longitud, verificación.
* Señalización: letreros y símbolos que indiquen límites, zonas y
servicios.
* Construcciones: zanjas, torres, tinajas, caminos, casetas, saladeros,
represas, terrazas, etc...
* En caso de especies exóticas presentar Informe Preeliminar de Riesgo
. (IPR).

96
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BITÁCORA:
* El técnico deberá llevar una bitácora en la que se anotan con precisión los datos y
eventos de los diferentes programas, así como actividades extraordinarias en relación
con el Plan de Manejo y la operación de la UMA.

OTROS:
* Si necesita detallar algún punto del Plan de Manejo, hacerlo de forma anexa,
señalando en el apartado correspondiente que así lo hace.

* Si se requiere mayor información o se hacen indicaciones de mejoramiento al plan de


manejo, deberá anexarlas al documento de registro en el plazo y términos señalados.

* Si existen dudas acerca de la elaboración del Plan de Manejo puede usted acudir a la
delegación federal de la SEMARNAP más cercana o consultarnos directamente a la

Dirección General de Vida Silvestre:


Av. Revolución 1425. Nivel 19. Col. Tlacopac
c.p.01040. San Angel, México D.F.
Teléfonos: 624 3301, 624 3302, 624 3304.
Fax: 624 3588
o consultar la página electrónica: WWW//ine.gob.mx

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INFORME PRELIMINAR DE RIESGO


-Sólo en caso de solicitar el manejo de vida silvestre exótica o Nacional que se
encuentre fuera de su área de distribución natural, se debe presentar un Informe
Preliminar de Riesgo (IPR), con la finalidad de identificar, implementar, evaluar y
supervisar las medidas preventivas y de abatimiento del deterioro del ambiente.
-El IPR es el instrumento básico que permite anticipar las eventualidades que pueden en
un momento determinado, afectar el entorno y así evitarlos o reducirlos, minimizando
los costos ambientales.
-En este apartado se enumeraran los posibles riesgos derivados de la operación de la
UMA y las medidas necesarias para evitarlos, así como los planes y compromisos en
caso de contingencia.
-La elaboración y presentación de este apartado es responsabilidad del interesado; el
alcance y profundidad del estudio será en relación directa a la envergadura del proyecto
y a las características naturales y socioeconómicas del área seleccionada.
-Para la presentación conveniente del IPR se proporcionará la siguiente información de
manera concreta.

1. Naturaleza del proyecto.


Se mencionará si el proyecto es comercial, turístico, cinegético, de investigación
u otro, indicando
las especies que estarán sujetas a manipulación, explotación, caza u otras
actividades.
Información general sobre las actividades de preparación del sitio donde se
establecerá la Unidad,
ponderando posibles efectos negativos sobre el área circundante
Descripción general de las condiciones ambientales alrededor del predio, es
decir, en las colindancias (Tipo de vegetación, uso de suelo, etc.) además,
describir las zonas que serán consideradas de protección alrededor de las
instalaciones.

2. Plan Integral de contingencias


Se deberán describir las medidas para atender eventualidades como:
*Fuga masiva de individuos.
*Medidas para evitar la diseminación de enfermedades infecto-
contagiosas.
*Equipo con el que se cuenta para el control de incendios.
*Capacitación del personal.
*Acciones rutinarias para abatir contingencias.

3.- Modificaciones de la dinámica natural de flora y fauna exótica.


Evaluar el posible impacto sobre la vida silvestre nativa provocado por la
introducción de flora y fauna exótica.

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Anexo 5.-

Parásitos registrados en borrego cimarrón.

NOMBRE CIENTÍFICO. NOMBRE COMÚN. LOCALIZACIÓN.


Cooperia oncophora. cooperia. intestino delgado.
Cysticercus tenuicollis. gusano de la vejiga. cavidad corporal.
Dermacentor albipictus. pulga de invierno. superficie corporal.
Dermacentor hunteri. sin nombre común. superficie corporal.
Dermacentor venustrus. pulga de la madera. superficie corporal.
Eimeria ah-sa-ta. coccidium. intestino delgado.
Eimeria arloingi. coccidium. intestino delgado.
Eimeria crandallis. coccidium. intestino delgado.
Eimeria faurei. coccidium. intestino delgado.
Eimeria granulosa. coccidium. intestino delgado.
Eimeria nina-yakimovi. coccidium. intestino delgado.
Eimeriaparva. coccidium. intestino delgado.
Haemonchus contortus. gusano del estómago. masa abdominal.
Moniezia benedeni. gusano cinta. intestino delgado.
Moniezia expansa. gusano cinta. intestino delgado.
Nematudurius abnormalis. gusano cuello rosca. intestino delgado.
Nematudurius spathiger. gusano cuello rosca. intestino delgado.
Oesophagostomum sp. gusano nodular. intestino grueso.
Oestrus ovis. gorgojo de la cabeza, moscardón. cavidad nasal.
Ostertagia circumcincta gusano del estómago. masa abdominal.
Ostertagia marshalli. gusano del estómago. masa abdominal.
Ostertagia occidentalis. gusano del estómago. masa abdominal.
Otobius megnini. pulga espinosa de la oreja. oreja y oído.
Pseudostertagia bullosa. sin nombre común. masa abdominal.
Psoroptes equi. ácaro psoróptico. superficie corporal.
Protostrongylus stilesi. gusano del pulmón. parénquima pulmonar.
Protostrongylus rushi. gusano del pulmón. tubos bronquiales.
Sarcocystis tenella. sarcosporidium. músculos.
Sarcoptes ovis. ácaro sarcóptico. superficie corporal.
Skrjabinema ovis. gusano alfiler. intestino grueso.
Thysanosoma actinoides. gusano cinta franja. cilio biliar, duodeno.
Trichuris discolor. gusano látigo. intestino grueso.
Wyominia tetoni. sin nombre común. cilio biliar, duodeno.

(Allen, 1985).

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Anexo 6:

Términos de Referencia para la operación del Proyecto de Conservación,


Manejo y Aprovechamiento Sustentable del Borrego Cimarrón (Ovis
canadensis) en México.

El propósito del presente documento es difundir y hacer públicas las bases y


lineamientos técnicos de la operación del “Proyecto de Conservación, Manejo y
Aprovechamiento Sustentable del Borrego Cimarrón en México”, con el fin de
generar certidumbre y confianza entre los actuales participantes. Esto permitirá
dar continuidad al proyecto y sentar las bases para que todos aquellos
interesados en integrarse tengan claras las condiciones y reglas de trabajo y
organización que operan en el mismo.

Antecedentes.
El borrego cimarrón (Ovis canadensis) es una especie que se encuentra
sujeta a protección especial de acuerdo con la NOM-059-ECOL-1994, además,
es considerada como prioritaria para su recuperación en el “Programa de
Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector
Rural 1997-2000”.
Para lograr los objetivos de conservación a largo plazo de la especie, la
estrategia operativa del gobierno federal se centra en la operación del SUMA
(Sistema de Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento
Sustentable de la Vida Silvestre), por lo que es necesario que cualquier
interesado en el manejo y conservación de la especie forme parte del Sistema
a través del registro de cuando menos una UMA.
Para registrar una UMA y contribuir con el proyecto de borrego cimarrón se
requiere cumplir unos sencillos requisitos administrativos, demostrar la legal
posesión o tenencia de la tierra y presentar un Plan de Manejo avalado por un
responsable técnico, de acuerdo con los lineamientos establecidos por la
Dirección General de Vida Silvestre (anexo 4).
El plan de manejo es una guía de operación básica que determina una serie de
actividades encaminadas a la conservación y manejo del hábitat, así como al
monitoreo permanente de los hatos o poblaciones de borrego cimarrón
presentes en los predios registrados como UMA.
La unidad de manejo de los hatos o poblaciones de borrego cimarrón son las
sierras o conjuntos de éstas, por lo que la planificación y el análisis del estado
poblacional de la especie y el cálculo de las tasas de aprovechamiento se
hacen sobre esta base.
El monitoreo permanente permite obtener un perfil de la población en términos
del número de individuos y grupos, la distribución de éstos en la sierra y las
proporciones de sexos y edades a lo largo del tiempo, lo que a su vez permite
tomar decisiones respecto a su manejo y conservación, en el corto, mediano y
largo plazos. Asimismo, los resultados de los monitoreos permitirán, establecer
las tasas de aprovechamiento sustentable, es decir, que en ningún caso se
excedan las tasas de recuperación natural de las poblaciones.

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Las tasas de aprovechamiento se asignarán con un año de anticipación, es


decir, para la temporada siguiente a la presentación de los resultados de los
monitoreos, con el objeto de que los propietarios o representantes cuenten con
tiempo suficiente para promover debidamente la tasa asignada.
El cálculo de las tasas (anexo 3) se hará con base en los resultados de los
monitoreos aéreos (anexo 1) y de manera complementaria los resultados de los
monitoreos terrestres (anexo 2) servirán para orientar las decisiones finales. En
virtud de lo anterior, será necesario que cualquier UMA que aspire a una tasa
de aprovechamiento, haya realizado, por lo menos un monitoreo aéreo y uno
terrestre, es decir, que haya operado al menos durante un año su plan de
manejo.
Repoblación.
La autorización para las UMA de crianza intensivas o semi-extensivas,
permitirá favorecer el crecimiento de hatos con fines de educación,
investigación científica y repoblación en áreas de distribución histórica de la
especie, en los estados de Chihuahua, Coahuila, Sonora y la península de Baja
California.
Para el registro de las UMA de carácter intensivo o semi-extensivo se requiere
que ésta se encuentre en un área de distribución natural de la especie, que se
integre al proyecto de repoblación y manejo del proyecto nacional de
conservación de la especie o bien que sea un área destinada a fines de
educación. En cualquier caso, los ejemplares del hato estarán disponibles para
fines de investigación científica, educación y repoblación.
Operación.
Monitoreo.
Los monitoreos se realizarán anualmente de la siguiente forma:
De manera alternada, se realizarán mediante dos métodos complementarios,
es decir, un año se harán monitoreos aéreos y al año siguiente terrestres. En
todos los casos los reportes deben presentarse a más tardar el 31 de mayo de
cada año.
Monitoreo aéreo.
El monitoreo aéreo se hará siguiendo la única metodología aceptada por esta
Dirección General (anexo 1) durante los meses de octubre a febrero.
Para considerar válidos los reportes, durante la realización de los monitoreos
aéreos deberá estar presente y a bordo del helicóptero en todo momento, un
representante de la Dirección General de Vida Silvestre.
Dado que existen casos en los que varias UMA ocupan una misma sierra, y
con el objeto de evitar sobre o subestimaciones, se hará un sólo monitoreo
aéreo por sierra, el cual deberá ser financiado por el conjunto de UMA que se
encuentren en dicha sierra.
Monitoreo terrestre.
El monitoreo terrestre se hará siguiendo la única metodología de observación
directa de ejemplares aceptada por la Dirección General de Vida Silvestre,

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(anexo 2) y sus resultados servirán de apoyo y complemento al muestreo


aéreo, tanto para el cálculo de las tasas de aprovechamiento, como para la
toma de decisiones de manejo de los hatos o poblaciones.
La realización de los monitoreos en tierra será responsabilidad de cada UMA,
así como el envío del reporte correspondiente, utilizando para ello el formato
que aparece al final del anexo 2.
Tasa de aprovechamiento.
La tasa de aprovechamiento cinegético (o cosecha) se calculará y asignará
para cada sierra o conjunto de sierras (anexo 3), que incluyan una o más UMA,
que por su proximidad pudieran estar compartiendo una misma población y, en
todos los casos, se autorizará única y exclusivamente para ejemplares machos
de las clases 3 y 4 (Geist. 1968).
De acuerdo con este mismo procedimiento, será posible establecer tasas de
aprovechamiento no cinegético, de ejemplares de cualquier clase de edad y
sexo con propósitos de manejo, reproducción, repoblación, investigación y
educación ambiental, siempre de conformidad con los planes de manejo y en el
marco de este proyecto.
Dado el caso, la asignación y aprovechamiento de los ejemplares se hará
conforme a la firma de un acuerdo operativo firmado voluntariamente por los
titulares de las UMA involucradas, considerando además de los resultados de
los monitoreos, la proporción de sierra y hábitat que ocupa cada una de ellas.
Asimismo, en caso de existir conflictos entre los propietarios respecto a los
límites de las UMA colindantes, no se asignará tasa de aprovechamiento hasta
que se llegue a un acuerdo por escrito firmado por los involucrados, o hasta
que se resuelva por la vía legal correspondiente. Esto no implica la pérdida del
registro ni la posibilidad de manejar y aprovechar otras especies, siempre y
cuando esto último no sea causa de nuevos conflictos.
Integración y Manejo de la Información
Los datos de las UMA integradas al proyecto, así como todos los reportes de
los monitoreos y cacerías serán puestos a disposición del público a través de la
página del internet del INE (http://www.ine.gob.mx) y de distintos medios
impresos.
Esta información será utilizada además para integrar una base de datos y un
sistema de información geográfica (GIS) que servirán para realizar los análisis
y estimaciones poblacionales pertinentes, a escalas regional, estatal y nacional,
con el propósito de mantener un seguimiento continuo de los avances de este
proyecto y, en su caso, hacer los ajustes que se estimen convenientes.
BIBLIOGRAFÍA del documento Términos de Operación:
• Davis, D. 1980. Estimating the numbers of wildlife populations. en: Wildlife
Management Techniques Manual. S. Schemnitz (ed.). The Wildlife Society.
p.p. 221-245.
• Geist, V. 1968. On the interrelation of external appearance, social behaviour,
and social structure of mountain sheep. en: Zeit. Tierpsychol.25:119-215.

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• Geist, V. 1968. On delayed social and physical maduration in mountain


sheep. en: Canada Soc. Zool.. 46: 899-904.
• Jett, James. 1969. Helicopter surveys of the desert bighorn in north-western
Arizona. en: Desert Bighorn Transactions. 13: 48-51
• Lee, Raymond, J. Hervert, M .Hawke & R. Kearns. 1992. An Analysis of
Bighorns Sheeps Surveys Conducted in Arizona. en: 36th Annual Desert
Bighorn Council Meeting Reports. Arizona. USA.
• Miller, R., R. Remington, R. Lee R. Van Den Berge & M. Haderlie. 1989.
Wildlife Surveys & Investigations: Efficency of Bighorn Sheep Helicopter
Surveys. en: Federal Aid Report W-53-M-39. Arizona Game & Fish
Department.
• Remington, R. & G. Welsh. 1986. Surveying Bighorn Sheep. en: Arizona
Game & Fish Department Report.

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ANEXO 7:
Años en que se han realizado censos aéreos y censos u observaciones
terrestres en las diferentes sierra de Sonora.
SIERRA. Censos Censos u observaciones
aéreos. terrestres.
Gobernadora. 92. Sin registro (S/r).
Sierra Pico Johnson. 92, 95, 96, 97.99 76, 96, 97, 98, 99.
Cerro Serrucho. 96, 97, 98. 98.
Nochebuena. 96,99 96, 98, 99.
Cerro de los Tres. 96, 97. 98, 99.
Cerro de la Orilla. 96, 97, 99 98.
Cerro Plomos. 96, 97. S/r.
La Tinaja. 92, 96, 97. 96, 97, 98.
Cerro Pinto y Pelón. 97, 99. 96, 97.
Sierra La Tordilla. 92, 95, 96, 97, 99. 76, 98, 99.
Sierra C. 92. S/r.
Punta Tepopa. 92, 96, 99. 98, 99.
Sierra Cirio. 92, 95, 96, 97, 99. 76, 97, 98, 99.
Los Mochos. 92, 93, 95, 96, 97, 99. 76, 96, 97, 98, 99.
Sierra Mármol. 92, 95, 96, 97, 99. 98, 99.
Picú, El Carbón, Larga. 92, 96, 97, 99. 98, 99.
El Mármol, C. Blanco. 93, 95, 96, 97. 96, 97, 98, 99.
La Papaga, El Julio 92, 95, 96, 99. 98, 99.
C. Santa María. 92, 97, 99. 97, 98.
Sierra El Viejo. 92, 93, 95, 96, 97, 99. 76, 85, 91, 95, 96, 97,98, 99
Sierra El Álamo. 92, 93, 95, 97. 98, 99.
Cerro La Verruga. 92, 97, 99. 98, 99.
El Chino. 93, 95, 96, 97. 76, 85, 94, 95, 96, 98.
C. Álamo, Gloria, Basura. 93, 94. S/r.
Sierra A. 92, 96. S/r.
Sierra B. (sierrita blanca) 92, 93, 97, 99. 99.
Sierra Cubabi. 92, 96. S/r.
Sierra San Francisco. 92, 93, 96, 97, 99. 97, 98, 99.
Sierra Cipriano. 92, 96. S/r.
Sierra San Antonio. 92, 95, 96, 97, 99. 99.
Cerro La Silla. 92, 96, 97, 99. 99.
Sierra Pinta y Prieta. 92. S/r.
Sierra El Pinacate. 93, 99. S/r.
Sierra Blanca. 93, 94. S/r.
Los Alacranes. 97,99. S/r.
Isla Tiburón. 93, 96, 97,99 75, 79, 80, 82, 84, 87.
La Víbora. 95, 96, 97. 76, 96, 98.
El Rajón. 95, 96, 97. 76, 96, 98.
Santa Rosa. 93. S/r.
El Gavilán. 93, 96. S/r.

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ANEXO 8:
AGRADECIMIENTOS:
Manuel Valdés, Oscar Sánchez, José María Reyes, Alberto Aldama, Raúl García,
Eduardo Zezatti, Rodrigo Medellín, Gerardo Ceballos, Carlos Manterola, Jorge
Soberón, Pablo Chee, Víctor Sánchez-Sotomayor, José Antonio Magaña, Karina
Santos del Prado, Bertha Gutiérrez, José Bernal Stoopen, Trinidad Benavides, Antonio
González-Armenta, Eduardo López Saavedra, Hugo Abel Castro Bojórquez, Everardo
Camero, Francisco Villa, Raymond Lee,

INSTITUCIONES PARTICIPANTES:
• SEMARNAP: Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.
• INE: Instituto Nacional de Ecología. DGVS: Dirección General de Vida Silvestre.
• PROFEPA: Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
• CONABIO: Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
• INI: Instituto Nacional Indigenísta.
• SEDENA: Secretaría de la Defensa Nacional.
• SECTUR: Secretaría de Turismo.
• CECADESU: Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable.
• CFE: Comisión Federal de Electricidad.
• Gobierno del Estado de Baja California.
• Gobierno del Estado de Baja California Sur.
• Gobierno del Estado de Sonora.
• Gobierno del Estado de Chihuahua.
• Consejo Técnico Consultivo para la Conservación y Fomento de la Vida Silvestre en
Baja California.
• Consejo Técnico Consultivo para la Conservación y Fomento de la Vida Silvestre en
Sonora.
• Reserva de la Biosfera “El Vizcaíno”.
• Zona de Reserva y Refugio de Aves Migratorias y Fauna Silvestre “Islas del Gofo
de California”.
• Reserva de la Biosfera “El Pinacate y Gran Desierto de Altar”
• UABCS: Universidad Autónoma de Baja California Sur.
• UABC: Universidad Autónoma de Baja California.
• UNAM-IE: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Ecología.
• CICESE: Centro de Investigaciones Científicas y de Estudios Superiores de
Ensenada.
• CES: Centro Ecológico de Sonora.
• IMADES: Instituto del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Estado de
Sonora.

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• BRI: Bighorn Research Institute.


• CCDS: Consejo Consultivo Regional para el Desarrollo Sustentable, Región
Noreste.
• FMCBC: Fundación Mexicana para la Conservación del Borrego Cimarrón.
• FNAWS: Foundation for North America Wild Sheep.
• UC: Unidos para la Conservación.
• PRO-NATURA A.C.: Asociación Civil Pro Conservación de la Naturaleza.
• ANGADI: Asociación Nacional de Ganaderos Diversificados Criadores de Fauna
A.C.
• ASOCIES: Asociación de Organizaciones Cinegéticas del Estado de Sonora A.C.
• FMCFS: Federación Mexicana de Criadores de Fauna Silvestre A.C.
• FEMECA: Federación Mexicana de Caza.
• CIBNOR: Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C.
• CEMEX: Cementos Mexicanos
• FAOCIMEX: Federación de Asociaciones de Organizadores Cinegéticos de México
A.C.
• FEMETI: Federación Mexicana de Tiro.
• SCI: Safari Club Internacional.
• Unidad de Zoológicos del D.F.
• FMVZ-UNAM
• Comunidad Seri. Com-Cáac.
• Federación de Criadores de Fauna y Flora Silvestre.
• Reserva de la Biosfera “El Vizcaíno”.
• Zona de Reserva y Refugio de Aves Migratorias y Fauna Silvestre “Islas del Golfo
de California”.
• Reserva de la Biosfera “El Pinacate”.
• Parque Nacional de San Pedro Mártir.
• Ejidos Asociados de Baja California A.C.,
• Ejido A.V. Bonfil en Baja California Sur.,
• Centro Cinegético Integrado A.C.
• Ejido San Ignacio-1 en Sonora.
• Ejido San Ignacio-2 en Sonora.

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CONTRAPORTADA.

El borrego cimarrón ha sido un animal apreciado por su porte y costumbres


entre las culturas del norte de México, quienes lo han convertido en un símbolo
de fuerza, independencia y señorío. Hoy en día continúa esta tradición no sólo
entre las culturas autóctonas, sino también entre los modernos habitantes del
desierto mexicano que lo utilizan como emblema y escudo de sus instituciones
y empresas.

El borrego cimarrón, o del desierto, antes abundante, hoy se encuentra en


situación de riesgo debido principalmente al desmedido crecimiento de la
población humana y el consecuente deterioro del hábitat, lo que ha tenido
como consecuencia la extinción de una de las siete subespecies reconocidas,
la reducción y fragmentación de sus áreas de distribución y un número
poblacional reducido.

En México la protección de esta especie se remonta a principios de este siglo con el


establecimiento de vedas y programas de vigilancia, no obstante lo anterior estas políticas han
resultado insuficientes por lo que hoy en día se exigen nuevas perspectivas de conservación
acordes con la situación ecológica y social imperante.

Actualmente este recurso se ha convertido en una pieza de muy alto valor cinegético, actividad
que en el pasado fue una amenaza y que hoy en día contribuye a la conservación de la especie
y su hábitat, a través de proyectos y actividades encaminadas a conservar, manejar y
aprovechar de manera sustentable las poblaciones y el hábitat de esta especie.

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