Sentencia C 228 2016

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FOJA: 91 .- .-

NOMENCLATURA : 1. [40]Sentencia
JUZGADO : Juzgado de Letras y Gar.de Puc ón
CAUSA ROL : C-228-2016
CARATULADO : Huilip án/V ásquez

Puc ón , veintiocho de Febrero de dos mil diecinueve.-


Vistos:

En el folio 12 del cuaderno de medida prejudicial, comparece don H éctor Daniel


Riffo Jélvez, abogado, C.I. Nº 13.157.734-6, domiciliado profesionalmente para estos
efectos en calle Miguel Ansorena 485, oficina 2, comuna de Puc ón, como mandatario
especial de don Rafael Segundo Huilipán Avilés, constructor, domiciliado en Sector
Pichares, Comuna de Pucón, C.I. Nº 10.262.615-K, cesionario de la cuota hereditaria
que le correspondía a don Juan Neculmán Huaiquipán, agricultor, domiciliado en el
Sector de Pichares de la Comuna de Pucón, cédula de identidad número 6.999.724-4,
como único heredero de su padre don Bartolo Neculmán Lep ín, agricultor, c édula de
identidad número 4.424.338- 5, domiciliado en el Sector de Pichares de la Comuna de
Pucón, viene en interponer demanda de nulidad absoluta de contrato de compraventa
por falta de un requisito de la esencia del acto jur ídico por ausencia de consentimiento
del vendedor, y reivindicación; en subsidio, deduce nulidad absoluta por simulaci ón
absoluta, y reivindicación; en subsidio, deduce nulidad absoluta por omisi ón de requisito
esencial, el precio, y reivindicación; en subsidio, deduce nulidad absoluta por omisi ón de
requisito en consideración a la naturaleza del contrato o falta de solemnidad, y
reivindicación; en subsidio, deduce nulidad absoluta por infracción a Ley Nº 19.253, y
reivindicación. Todo, en juicio ordinario, en contra de don Néstor Iv án V ásquez
Vásquez, agricultor, domiciliado en el Sector de Pichares, Comuna de Puc ón, c édula de
identidad número 12.743.328-3; don José Benedicto Gómez Yáñez, casado, agricultor,
cédula de identidad número 5.422.414-1, domiciliado en el Lugar de Coilaco, Comuna
de Pucón; y de doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, labores de casa,
domiciliada en calle Cerro Quelhue número 1.715, de la Ciudad y Comuna de Puc ón,
cédula de identidad número 10.562.605-3, fundado en los antecedentes de hecho y
derecho que pasa a exponer:

“Los hechos:
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1.- Contrato de arriendo con promesa de compraventa, y mandato (año 1989).


Que, por escritura pública de 14 de noviembre del año 1989, repertorio notarial n úmero
1.034-1989, suscrita ante el Notario Público don Jorge Tampe Maldonado, titular de la
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Comuna de Villarrica, don Bartolo Neculmán Lepín, chileno, soltero, agricultor, c édula
de identidad número 4.424.338-5, domiciliado en el Lugar de Pichares de la Comuna de
Pucón, dio en arriendo a don José Benedicto Gómez Y áñez, ya individualizado, retazo
de terreno de su propiedad de una hectárea de superficie, y que es parte de un inmueble
de mayor extensión que le fuere adjudicado al dividirse la Comunidad Ind ígena
encabezada por don José María Avilés, según consta en sentencia de fecha 15 de Julio de
1982, recaída en causa rol número 21, del Juzgado de Letras de Mayor Cuant ía de
Villarrica, y dicho inmueble se denomina Hijuela número 52, de una superficie de 2
hectáreas 53 áreas, ubicado en el Lugar de Picharri, de la Comuna de Puc ón, Provincia
de Cautín, Región de la Araucanía, y deslinda: Norte-Este, camino p úblico de Coilaco
Alto-Villarrica-Huife que lo separa de la Hijuela número 48; Sur-Este, cauce actual de
chorrillo sin nombre que separa de Hijuelas números 53 y 58; y Oeste, camino P úblico
Villarrica-Huife que separa de la Hijuela número 51. La inscripci ón a nombre del
arrendador rola inscrito a fojas 1.096, número 911, del a ño 1982, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Villarrica. El retazo de terreno de una
hectárea de superficie dado en arriendo tiene los siguientes deslindes especiales: Norte,
con propiedad del arrendador; Sur, con propiedad del arrendador; Este, con cauce
chorrillo sin nombre; y Oeste, con camino público. Se estipuló que el precio del arriendo
es la suma de $150.000(ciento cincuenta mil pesos)

Que, en la cláusula cuarta del referido contrato, don Bartolo Neculm án Lep ín,
prometió vender a don José Benedicto Gómez Yáñez, el predio dado en arriendo,
estipulándose en la cláusula quinta del referido contrato que la compraventa definitiva se
realizaría una vez cumplido el plazo de veinte años.

Se estipuló asimismo, en la cláusula sexta que el precio de la venta prometida era


la suma de $150.000, (ciento cincuenta mil pesos) dinero que se declar ó se encontrar ía
cancelado con el monto del arriendo. Lo anterior, da cuenta que en realidad no hubo
pagó del precio, toda vez que con un mismo pago no se puede solucionar o solventar 2
actos jurídicos diferentes, arriendo y compraventa, no hay que olvidar que el precio es
un elemento de la esencia tanto en el contrato de arriendo como en el de compraventa.

En la cláusula octava, declaran las partes “los comparecientes acuerdan en forma


expresa, que en caso de fallecimiento de una de las partes, el presente contrato no se
extinguirá, y la sucesión de esta, se obliga a dar íntegro cumplimiento al presente
contrato de arriendo y promesa de venta, en todas y cada una de sus cl áusulas. ” Lo
anterior, da cuenta que las partes reconocen y aceptan que en caso de fallecimiento
corresponde a los herederos hacerse cargo del contrato.
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Que, en la cláusula décimo segunda, del referido contrato, don Bartolo Neculm án
Lepín, confirió “poder especial amplio a don José Benedicto Gómez Yáñez, y a don
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Patricio Alex Gómez Ñanculef, para que indistintamente uno de ellos pueda firmar
escritura de compraventa...”

2.- Muerte de don Bartolo Neculmán Lepín (año 2003). El 25 octubre de 2003, en
Catriel, General Roca, Argentina, fallece don Bartolo Neculmán Lep ín, seg ún certificado
de defunción, acompañado en autos, hecho que fue conocido por toda la comunidad de
Pichares y que se le informó a don José Benedicto Gómez Yáñez, vecino del mismo
lugar.

3.- Compraventa de contrato y delegación de mandato (año 2010). Que, por


escritura pública de 22 de Noviembre del año 2.010, repertorio notarial N ° 1.725-2010,
otorgada ante don Luis Enrique Espinoza Garrido, Notario Público, titular de la
Comuna de Pucón, don José Benedicto Gómez Yáñez, hace cesión de su posici ón
contractual de arrendatario y promitente comprador, a do ña Claudia Leonor Guti érrez
Painenahuel y en el mismo instrumento en la cl áusula d écimo segunda, don Jos é
Benedicto Gómez Yáñez, delegó el poder que le hab ía conferido don Bartolo Neculm án
Lepín, a don Néstor Iván Vásquez Vásquez, para que este último actúe en nombre y
representación de don Bartolo Neculmán Lepín, y suscriba el contrato de compraventa
prometido.

Don José Benedicto Gómez Yáñez, al realizar la delegación de mandato ya


señalada, lo hace con las mismas facultades que le habían conferido, y adem ás agrega
nuevas facultades, no señaladas por el mandante (Bartolo Neculmán Lep ín) en mandato
de 1989. Gracias al mandato delegado, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, realiza
subdivisión del inmueble denominado Hijuela número 52, en 3 retazos que corresponden
a: Lote 52 a, de una superficie de 0,50 hect áreas; Lote 52 b, de una superficie de 1
hectáreas; y Lote 52 c, de una superficie de 1,03 hectáreas.

4.- Compraventa (año 2011). Que, por escritura pública de 07 de Enero del a ño
2.011, repertorio notarial N°28-2011, otorgada ante don Francisco Javier Mu ñoz Flores,
Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, don Néstor Iván Vásquez V ásquez,
actuando en nombre y representación de don Bartolo Neculmán Lep ín (muerto el a ño
2003), vende cede y transfiere a doña Claudia Leonor Guti érrez Painenahuel, el
inmueble denominado Lote 52 b, de 1 hectárea de superficie, que deslinda: Norte, 178,8
metros con camino público Villarrica¬Huife, que separa de la Hijuela n úmero 51; Este,
30,4 metros con camino público Coilaco Alto-Villarrica, que separa de la Hijuela
número 44 y en 75,7 metros con Lote 52 a, creado en la presente subdivisión; Sur, cauce
actual de chorrillo sin nombre que separa de la Hijuela número 53; y Oeste, 63,6 metros
con Lote 52 c, creado en la presente subdivisión.
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5.- Rechazo del Conservador de Pucón (año 2010). Al requerir la inscripci ón del
plano de subdivisión de la Hijuela 52, ya señalada, y de la compraventa del Lote 52 b, el
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Conservador realizó rechazó, fundado en: 1) inmueble de afectaci ón ind ígena conforme
artículo 2 y 12 Ley Nº 19.253. 2) subdivisión requerida infringe art ículo 17 de la Ley
19.253. 3) acreditación insuficiente de personería para vender en representaci ón de
titular. 4) no se acredita calidad indígena de la compradora.

Como se puede apreciar el Conservador de Pucón, constató varias


irregularidades, como que era tierra indígena, que no se respetaba el m ínimo de
superficie para subdivisión, que la persona que compraba no acreditaba su calidad de
indígena, que la personería del que vendía no estaba acreditada. Todos estos
antecedentes se acompañarán oportunamente al proceso.

Don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y doña Claudia Leonor Gutiérrez


Painenahuel, ambos ya individualizados, recurrieron ante el Juez de Letras en lo Civil de
Pucón, y en procedimiento voluntario de inscripción judicial, lograron inscribir la
subdivisión de Hijuela 52, la que quedó archivada en el Archivo de Planos del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón bajo el n úmero 266 del a ño 2011, y la compra
de Lote 52 b, quedó inscrita a fojas 1.096, número 2.155, del año 2.011, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón a nombre de la demandada do ña
Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel.

El Tribunal no obstante ordenar la inscripción no se pronunció sobre el fondo del


asunto remitiendo a ordenar la inscripción por un tema formal.

6.- compraventa (año 2012). Doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, acto
seguido (menos de 20 días corridos) que logra inscribir a su nombre el Lote 52 b, de una
hectárea, procede a vender el Lote 52 b, por medio de escritura p ública de compraventa
de 06 de enero del año 2012, otorgada en la Notar ía de Villarrica de don Francisco
Javier Muñoz Flores, repertorio notarial Nº 42-2012, a don Néstor Iván Vásquez
Vásquez, en la suma de $1.000.000(un millón de pesos), el mismo, que como mandatario
de don Bartolo Neculmán Lepín le había vendido a ella, inscribi éndose el Lote 52 b, a
nombre de don Néstor Iván Vásquez Vásquez, a fojas 66, número 128, del año 2012, del
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón. Lo anterior, da
cuenta que todos los actos realizados por don Néstor Iván Vásquez Vásquez, desde que
celebra el primer acto jurídico con don José Benedicto G ómez Y áñez, tuvo por objeto a
adquirir el inmueble de mi representado.

Conforme todo lo ya señalado encontramos actos simulados; delegaciones nulas


tanto por el hecho de estar el mandato extinto o terminado, como por haberse agregado
facultades no señaladas, entre otros vicios.
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7.- Cesionario o comprador. Don Rafael Segundo Huilipán Avilés, ya


individualizado, compró el total de los derechos hereditarios o cuota hereditaria que le
correspondían a don Juan Neculmán Huaiquipán, agricultor, domiciliado en el Sector de
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Pichares, Comuna de Pucón, cédula de identidad Nº 6.999.724-4, único hijo y heredero
de don Bartolo Neculmán Lepín, ya individualizado, entendiéndose que lo cedido es la
calidad de heredero. Lo anterior consta en escritura pública de compraventa de cuota
hereditaria, de 24 de marzo de 2015, otorgada en la Notar ía de Puc ón de don Luis
Enrique Espinoza Garrido, repertorio notarial Nº 903-2015, y que se acompañó a este
proceso.

A.- Nulidad absoluta por falta de consentimiento.

1) Que, la delegación de mandato, señalada en escritura pública de 22 de noviembre


del año 2.010, repertorio notarial N° 1.725-2010, otorgada ante don Luis Enrique
Espinoza Garrido, Notario Público, titular de la Comuna de Pucón, donde don Jos é
Benedicto Gómez Yáñez, como mandatario delega su mandato en la persona de don
Néstor Iván Vásquez Vásquez, lo que consta en cláusula d écimo segunda, de escritura
citada, mandato que había conferido don Bartolo Neculmán Lep ín, fallecido a la fecha
de la delegación hacía más de 7 años, desde el 25 de Octubre del a ño 2.003, por lo que
el mandato se encontraba extinto o terminado, conforme artículo 2.163 del Código Civil,
que establece que el mandato expira por la muerte del mandante, por lo que la
delegación de mandato señalada precedentemente adolece del vicio de ausencia de
consentimiento del mandante.

2) Que, el contrato de compraventa de 07 de enero del año 2.011, repertorio


notarial N° 28- 2011, otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario
Público, titular de la Comuna de Villarrica, adolece del vicio de ausencia de
consentimiento del vendedor, toda vez que cuando se celebr ó el contrato de
compraventa, el 07 de enero del año 2.011, don Bartolo Neculm án Lep ín, llevaba
fallecido más de 7 años, desde el 25 de octubre del año 2.003, por lo que no pudo haber
dado su consentimiento personalmente, ni representado por mandatario alguno, por
disponerlo expresamente el artículo número 2.163 del Código Civil, que establece que el
mandato expira por la muerte del mandante. En este sentido la calidad de mandatario
que tubo don José Benedicto Gómez Yáñez, expiró el 25 de octubre del a ño 2.003, con
el fallecimiento de su mandante, por lo que no pudo delegar dicho mandato con fecha
22 de noviembre del año 2.010, a don Néstor Iván Vásquez Vásquez, por lo que este
último concurrió a la compraventa señalada con mandato inexistente o nulo
absolutamente, según sea la doctrina aceptada.

3) Los demandados, han infringido el artículo 1.445 del Código Civil, que establece:
“para que una persona se obligue a otra por un acto o declaraci ón de voluntad es
necesario que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no adolezca de
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vicio”, toda vez que en el contrato de compraventa celebrado por escritura p ública
respecto del inmueble denominado Lote 52 b, de 1 hect área de superficie, celebrada el
07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N°28-2011, otorgada ante don Francisco
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Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, el vendedor no
prestó su consentimiento en el acto de la compraventa y siguiendo el claro tenor literal y
objetivo de la norma citada y el criterio sostenido sobre su aplicaci ón y alcance, debe
concluirse necesariamente que en el caso de la especie, la venta que realiz ó don N éstor
Iván Vásquez Vásquez, a doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, adolece del vicio
de falta de consentimiento y consecuencialmente nulidad absoluta, por cuanto se trata de
un acto al cual le falta un requisito de la esencia del acto jurídico.

4) La nulidad absoluta puede y debe ser declarada de oficio por el Juez, seg ún el
artículo 1.683 del Código Civil, aún sin petición de parte, cuando aparece de manifiesto
en el acto o contrato, como acontece en la especie.

5) Además la nulidad absoluta puede alegarse por todo el que tenga inter és en ella,
según el mismo artículo 1.683 del Código Civil. Se refiere al que tenga inter és, al que le
interese la nulidad del acto o contrato que le afecta y cuyos resultados propios le
conviene eliminar (Corte Suprema, 2 de abril de 1941, Revista de Derecho y
Jurisprudencia: tomo 34, secc. Primera, pág. 37). La Ley dice que puede alegar la
nulidad todo aquel que tenga interés en ella, esto es, todo el que tenga inter és pecuniario
en que desaparezcan los efectos del acto o contrato nulo: La palabra inter és se encuentra
tomada en el sentido restringido, porque no cabe en nuestra materia un inter és moral,
como es la que motiva la intervención del Ministerio Público.

6) La nulidad absoluta no puede sanearse por la ratificación de las partes, esto se


explica porque la nulidad está establecida en el inter és de la sociedad, el que no puede
ser supeditado a la voluntad particular, según lo dispone el art ículo 1.683 del C ódigo
Civil.

7) Por lo demás, la acción para pedir la nulidad absoluta es irrenunciable, porque se


trata de una institución de orden público, y su plazo de prescripci ón es de 10 a ños seg ún
lo dispone el artículo 1.683 del Código Civil.

Por lo anterior, se solicita que VS., declare que la delegaci ón de mandato que
consta en la cláusula décimo segunda, de escritura pública de 22 de noviembre del a ño
2.010, repertorio notarial N° 1.725-2010, otorgada ante don Luis Enrique Espinoza
Garrido, Notario Público, titular de la Comuna de Pucón, ya se ñalada precedentemente,
es nula, de nulidad absoluta por falta de consentimiento del mandante; y que el contrato
de compraventa suscrito por escritura pública de 07 de enero del a ño 2.011, repertorio
notarial N°28-2011, otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público,
titular de la Comuna de Villarrica, es nulo, de nulidad absoluta, por falta de
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consentimiento del vendedor.

En cuanto a la reivindicación.
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De acuerdo a lo señalado en el artículo 1689 del Código Civil, la nulidad
judicialmente declarada da acción reivindicatoria contra terceros poseedores,
independientemente de su buena o mala fe.

Como la nulidad judicialmente declarada opera con efecto retroactivo, es decir,


reputándose que el acto nulo no existió, se concluye que don Bartolo Neculman Lep ín
no ha perdido el dominio del inmueble, pues la tradici ón antedicha por el acto viciado,
no produjo la transferencia de ese derecho, pero si la p érdida de la posesi ón, por lo que
procede acoger esta acción en contra del actual propietario don N éstor Iv án V ásquez
Vásquez.

Por lo anterior, estando en poder de don Néstor Iv án V ásquez V ásquez, ya


individualizado, actualmente el Lote 59 b, objeto de autos, solicito a VS., acoja acci ón
reivindicatoria en su contra, ordenando la cancelación de la inscripci ón a su nombre,
que corresponde a la inscripción de fojas 66, número 128, del a ño 2012, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón y que se acompa ñó en autos;
restableciéndose el dominio a nombre de don Bartolo Neculm án Lep ín, que rola
actualmente reinscrito a fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad
del Conservador de Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra, despu és
de su traslado, desde el Conservador de Villarrica por un tema de competencia Registral.

B.- En subsidio, nulidad absoluta por simulación absoluta.

1) Que la supuesta compraventa suscrita por escritura pública de 07 de enero del


año 2.011, repertorio notarial N°28-2011, otorgado ante don Francisco Javier Mu ñoz
Flores, Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, fue llevada a cabo por un
mandatario que no tenía facultades para ello.

2) Que, en efecto, la delegación del mandato, que permitió a don N éstor Iv án


Vásquez Vásquez, concurrir a la compraventa, fue otorgado por quien no correspond ía,
ya que al estar fallecido el mandante, don Bartolo Neculm án Lep ín, dicho mandato
había terminado, por lo que procedía que el mandato fuera otorgado, o la compraventa
celebrada por los herederos del causante o su sucesión, como adem ás, lo hab ían
acordado don Bartolo Neculmán Lepín, y don José Benedicto Gómez Yáñez, en la
escritura pública de 14 de noviembre del año 1989, repertorio notarial n úmero 1.034-
1989, suscrita ante el Notario Público don Jorge Tampe Maldonado, titular de la
Comuna de Villarrica, en particular en la cláusula octava, donde declara las partes “los
comparecientes acuerdan en forma expresa, que en caso de fallecimiento de una de las
partes, el presente contrato no se extinguirá, y la sucesi ón de esta, se obliga a dar íntegro
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cumplimiento al presente contrato de arriendo y promesa de venta, en todas y cada una


de sus cláusulas.” Lo anterior, da cuenta que las partes reconocen y aceptan que en caso
de fallecimiento corresponde a los herederos hacerse cargo del contrato.
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3) Que, de esta manera, el poder es inexistente o nulo absolutamente, ya que era de
público conocimiento que el mandante se encontraba fallecido hac ía m ás de 7 a ños, que
quienes debían concurrir a la celebración de la compraventa era la sucesión de este.

Cabe preguntarse ¿puede ser válido un contrato celebrado con mandato de una
persona muerta? ¿Cómo puede explicar el mandatario una venta tan peculiar, hecha con
el mandato de una persona muerta hacía más de 7 años? ¿Es normal que una persona
represente a otra y no se pregunte si su representada está viva?

Que, en esas condiciones, al vender, el mandatario no estaba representando la


voluntad de su mandante, porque el mandante estaba muerto, y por lo tanto no pod ía
celebrar acto alguno, conforme a ello, ha operado una simulaci ón absoluta, siendo nulo
por falta de consentimiento, ya que el mandante no pudo haber autorizado una venta
como la que se llevó a cabo, debiendo haber concurrido la sucesi ón de don Bartolo
Neculmán Lepín a dicha celebración.

Que nos encontramos ante un caso de simulación absoluta y evidente, como lo


paso a explicar:

1.- don José Benedicto Gómez Yáñez, el mandatario original sabía que don Bartolo
Neculmán Lepín, había muerto, no obstante ello, convino con don N éstor Iv án V ásquez
Vásquez, en delegarle el mandato para vender, y con la ayuda de do ña Claudia Leonor
Gutiérrez Painenahuel, quien adquiere la promesa de compra de manos de don Jos é
Benedicto Gómez Yáñez, hacen parecer que celebraban una compraventa real, pero lo
único buscado era burlar a la sucesión de don Bartolo Neculmán Lepín.

2.- Lo único que está detrás de la delegación, contrato de cesi ón de contrato de


promesa, y compraventa posterior, es la voluntad de los demandados de burlar el
derecho de los herederos o sucesión de don Bartolo Neculmán Lepín. No existe voluntad
del mandatario de una delegación real porque su mandante estaba muerto, tampoco de
celebrar acto jurídico alguno respecto del inmueble. Recordemos que el mandante estaba
muerto, y que el precio señalado en el contrato de promesa era inexistente, recordemos,
la cláusula sexta, del contrato de promesa del año 1989, donde se ñalan que el precio de
la venta prometida era la suma de $150.000 (ciento cincuenta mil pesos) dinero que se
declaró se encontraría cancelado con el monto del arriendo, o sea, nunca se pag ó el
precio.

4) Todo lo anterior, los demandados lo sabían y entend ían que si ped ían el
cumplimiento del contrato de promesa en forma legal, el heredero o la sucesi ón de don
Bartolo Neculmán Lepín, haría valer todos los vicios existentes.
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5) Estamos ante un contrato realizado evidentemente con la intenci ón de enga ñar al


heredero o sucesión de don Bartolo Neculmán Lep ín, por cuanto a trav és de delegaci ón
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de mandato y posterior, compraventa se desea hacer creer en la existencia de un acto
jurídico que no es verdadero, que no es tal.

6) La acción de simulación, tiene por objeto obtener una declaraci ón judicial en


cuanto a que la convención o contrato que se dice celebrado con voluntad, s ólo ha sido
en apariencia y que ha habido engaño a terceros para que estos crean en la regularidad
de un acto que es irregular. En el caso de una simulación absoluta, la acci ón tendr á por
objeto establecer que bajo el acto o contrato ostensible no ha existido voluntad ser ía para
celebrar acto o contrato alguno. Como la acción de simulación por s í sola es insuficiente
para quitar los efectos del acto aparente, sino solamente deja descubierto la irregularidad,
se hace imperiosa la necesidad de encuadrar dicha acción en una causal de nulidad.

7) La simulación es absoluta y la acción ejercida por esta parte, es la nulidad absoluta


del acto impugnado por falta de consentimiento, tomándose en consideraci ón los
artículos 1437, 1445 Nº2 y 1682 todos del Código Civil. La prohibición del art ículo
1683 no le afecta a mi representado, porque la persona que no ha consentido en el acto
o contrato siempre podrá solicitar la nulidad del mismo.

La falta de consentimiento constituye el fundamento legal para anular los actos


absolutamente simulados, porque, en este caso, nos encontramos frente a una apariencia
sin contenido real. Se trata, simplemente, de una ficción.

Por lo anterior, se solicita que VS., declare que la delegaci ón de mandato que consta en
la cláusula décimo segunda, de escritura pública de 22 de noviembre del a ño 2.010,
repertorio notarial N° 1.725-2010, otorgada ante don Luis Enrique Espinoza Garrido,
Notario Público, titular de la Comuna de Pucón, ya se ñalada precedentemente, es un
acto absolutamente simulado, y por tanto dicha delegación es nula, de nulidad absoluta
por falta de consentimiento del supuesto mandante(muerto); y que el contrato de
compraventa suscrito por escritura pública de 07 de enero del a ño 2.011, repertorio
notarial N°28-2011, otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público,
titular de la Comuna de Villarrica, es un acto absolutamente simulado, y por tanto,
dicha compraventa es nula, de nulidad absoluta por falta de consentimiento del due ño y
supuesto mandante(muerto).

En cuanto a la reivindicación.

De acuerdo a lo señalado en el artículo 1689 del Código Civil, la nulidad


judicialmente declarada da acción reivindicatoria contra terceros poseedores,
independientemente de su buena o mala fe.
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Como la nulidad judicialmente declarada opera con efecto retroactivo, es decir,


reputándose que el acto nulo no existió, se concluye que don Bartolo Neculm án Lep ín
no ha perdido el dominio del inmueble, pues la tradici ón antedicha por el acto viciado,
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no produjo la transferencia de ese derecho, pero si la p érdida de la posesi ón, por lo que
procede acoger esta acción en contra del actual propietario don N éstor Iv án V ásquez
Vásquez.

Por lo anterior, estando en poder de don Néstor Iv án V ásquez V ásquez, ya


individualizado, actualmente el Lote 59 b, objeto de autos, solicito a VS., acoja acci ón
reivindicatoria en su contra, ordenando la cancelación de la inscripci ón a su nombre,
que corresponde a la inscripción de fojas 66, número 128, del a ño 2012, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón y que se acompa ñó en autos;
restableciéndose el dominio a nombre de don Bartolo Neculm án Lep ín, que rola
actualmente reinscrito a fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad
del Conservador de Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra, despu és
de su traslado, desde el Conservador de Villarrica por un tema de competencia Registral.

C.- En subsidio, inexistencia o nulidad absoluta, omisión de requisito esencial, “el


precio”. Que, en subsidio de las acciones ejercidas precedentemente, y para el hipot ético
e improbable acontecimiento que sean rechazadas, se interpone la acci ón de inexistencia
o nulidad absoluta, por omisión de requisito esencial el precio.

1.- La escritura pública de 07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N °28-2011,
de la Notaría de Villarrica, ya individualizada, adolece de la falta de requisito esencial
del contrato, cual es el precio.

2.- Que, en la cláusula octava, de dicho contrato se se ñaló que el precio total de la
venta es la suma de $150.000 (ciento cincuenta mil pesos) dinero que se pag ó al contado
y en dinero efectivo con anterioridad a ese acto, según lo expresado en la cl áusula
segunda del mismo instrumento, establecen que el precio se cancel ó al contado y en
dinero efectivo al momento de suscribirse la escritura p ública de promesa de
compraventa. Lo anterior, no es efectivo, como se señala en el número siguiente.

3.- Que, es del caso que en el contrato de arriendo con promesa de compraventa de
fecha 14 de noviembre del año 1989, de repertorio notarial n úmero 1.034, suscrito ante
el Notario Público don Jorge Tampe Maldonado, titular de la Comuna de Villarrica, en
la cláusula tercera se señala que el precio del arrendamiento es la suma de
$150.000(ciento cincuenta mil pesos), al contado y pagados; y en la cl áusula sexta del
mismo, se señala que el precio de la venta por la suma de ciento cincuenta mil pesos,
que se encuentran cancelados con el monto del arriendo pagado en ese acto. Conforme
el tenor literal de lo ya señalado, no existió pago alguno respecto al precio del contrato
de venta prometido.
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4.- Que los elementos de todo contrato, son aquellos a los cuales se refiere el art ículo
1.444, del Código Civil, distinguiéndose aquellos elementos esenciales, de la naturaleza
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Foja: 1
del contrato y accidentales. Son esenciales del contrato, aquellas cosas sin las cuales no
produce efecto alguno, o degeneran en otro contrato diferente.

La compraventa debe reunir requisitos esenciales que le son propios y que son
precisamente los que le dan su fisonomía a este contrato. Los elementos esenciales son:

- La cosa vendida.

- El precio.

El artículo 1.801, del Código Civil, establece que la compraventa se reputa perfecta
desde que las partes han convenido en la cosa y el precio. A su turno, el art ículo 1.808,
y siguientes del Código Civil, regulan los requisitos del precio.

5.- El precio, es el objeto de la obligación del comprador. Define lo que se entiende


por precio el artículo 1.793 del Código Civil, que en su frase final se ñala: “el dinero que
el comprador da por la cosa vendida se llama precio”.

El precio es un elemento esencial del contrato de compraventa, de tal manera


que si en el contrato de compraventa no hay precio, en definitiva no habr ía contrato por
carecer este de objeto (faltaría el objeto de la obligación del comprador)

Los requisitos del precio en el contrato de compraventa: Tiene que ser real,
determinado y pactado en dinero.

Que sea real, significa que el precio tiene que ser fijado de tal manera que quede
de manifiesto que el acreedor (vendedor) tiene derecho a exigirlo y el deudor
(comprador) tiene la obligación de pagarlo.

Bajo estos términos, no será real el simulado, ni tampoco el irrisorio o rid ículo, de
tal forma que queda de manifiesto que no hay un prop ósito serio entre las partes de que
ese precio sea exigible.

6.- Que, indudablemente en la especie, nos encontramos con un precio simulado,


toda vez que el vendedor en la referida escritura de compraventa declara que el precio
de la venta es la suma de ciento cincuenta mil pesos, que se encuentran cancelados con
el monto del arriendo confundiéndose el precio del arriendo con el precio de la
compraventa, ósea, se ha remitido el precio de la compraventa al precio del arriendo,
simulándose un precio que en realidad no existe, por lo que, no se cumple con el
requisito de la realidad, y su exigibilidad, lo que en definitiva se traduce que en el
contrato impugnado no existe precio, faltando un requisito de la esencia de la
compraventa, y como consecuencia, falta entonces la obligación del comprador, seg ún
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algunos autores, o faltaría el objeto de la obligación del comprador, seg ún otros, por lo
que el acto es jurídicamente inexistente y no produce efecto alguno.
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Foja: 1
7.- Que, por consiguiente, frente a esta situación la doctrina ha se ñalado que nos
encontramos frente a la sanción de ineficacia de los actos jur ídicos llamada
“Inexistencia”, y para otro sector doctrinario seria sancionada con la nulidad absoluta del
acto.

a) Inexistencia: La compraventa impugnada de autos es inexistente, dado que ha


dicho acto jurídico le falta uno de los requisitos de existencia del mismo, cual es el
precio.

Los requisitos de existencia son indispensables para que exista como tal y
produzca efectos. Si falta, el acto es jurídicamente inexistente, por lo que no produce
efecto alguno.

El Profesor Claro Solar, considera que la inexistencia jur ídica tiene cabida en
nuestro Derecho Civil, y lo desprende conjugando los artículos 1.444, 1.707, 1.809,
1.814 y 1.861, todos del Código Civil.

b) Nulidad absoluta por falta de precio: Si US., considera que la inexistencia jur ídica
no tiene cabida en nuestra legislación, forzoso es concluir que la compraventa en
cuestión es nula de nulidad absoluta, por falta de uno de los elementos esenciales del
acto jurídico, el precio.

Al respecto, el profesor Alessandri, es de la opinión que en Chile no tiene cabida


la inexistencia y los actos que doctrinariamente pudieran sancionarse de esta manera,
nuestra legislación civil lo comprende dentro de la nulidad absoluta, seg ún lo desprende
de los artículos 1.682 y siguientes del Código Civil.

Por lo anterior solicito que VS., declare que el contrato de compraventa suscrito
por escritura pública el 07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N °28-2011,
otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna
de Villarrica, es inexistente, o si VS., considera que dicha sanci ón no tiene cabida en
nuestra legislación, que es nula, de nulidad absoluta.

En cuanto a la reivindicación.

De acuerdo a lo señalado en el artículo 1689 del Código Civil, la nulidad


judicialmente declarada da acción reivindicatoria contra terceros poseedores,
independientemente de su buena o mala fe.

Como la nulidad judicialmente declarada opera con efecto retroactivo, es decir,


reputándose que el acto nulo no existió, se concluye que don Bartolo Neculm án Lep ín
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no ha perdido el dominio del inmueble, pues la tradici ón antedicha por el acto viciado,
no produjo la transferencia de ese derecho, pero si la p érdida de la posesi ón, por lo que
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Foja: 1
procede acoger esta acción en contra del actual propietario don N éstor Iv án V ásquez
Vásquez.

Por lo anterior, estando en poder de don Néstor Iv án V ásquez V ásquez, ya


individualizado, actualmente el Lote 59 b, objeto de autos, solicito a VS., acoja acci ón
reivindicatoria en su contra, ordenando la cancelación de la inscripci ón a su nombre,
que corresponde a la inscripción de fojas 66, número 128, del a ño 2012, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón y que se acompa ñó en autos;
restableciéndose el dominio a nombre de don Bartolo Neculm án Lep ín, que rola
actualmente reinscrito a fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad
del Conservador de Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra, despu és
de su traslado, desde el Conservador de Villarrica por un tema de competencia Registral.

D.- En subsidio, deduce nulidad absoluta por omisión de requisito en consideraci ón a la


naturaleza del contrato o falta de solemnidad.

1.- Que, por los mismos argumentos señalados, en el punto anterior, a los que me
remito a fin de evitar repeticiones, se tiene que, como falta el requisito del precio en la
compraventa, nos encontramos frente a un acto jurídico a t ítulo gratuito, una donaci ón,
pero que no se ha cumplido con las solemnidades legales, adoleciendo igualmente de
nulidad absoluta de conformidad a lo que dispone el artículo 1.682 del Código Civil.

2.- Que en efecto, el contrato en comento adolece de dicho vicio por faltarle una
solemnidad, dado que en el hecho que como no ha existido un precio que re úna los
requisitos del artículo 1.808, y siguientes del Código Civil, es que estamos frente a una
donación, que por recaer sobre un bien inmueble que vale más de 2 UTM, de
conformidad al artículo 1.401 del Código Civil, requiere de insinuación, esto es, de la
autorización del Juez competente, solicitada por el donante o donatario, y como en la
especie no se ha cumplido con dicha exigencia en consideraci ón a la naturaleza del acto,
la sanción contemplada por su omisión, en dichas normas, es la nulidad absoluta.

El artículo 1.443 del Código Civil, prescribe que el acto que adolece de
solemnidades no produce ningún efecto civil.

Según el artículo 1.681 del Código Civil, es nulo todo acto o contrato al cual le
falta alguno de los requisitos que la Ley prescribe para el valor del mismo acto o
contrato, según su especie y la calidad o estado de las partes. La nulidad puede ser
absoluta o relativa. Así mismo(sic) el artículo 1.682 del Código Civil, establece que la
omisión de algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos
actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de
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las personas que los ejecutan o acuerdan, son nulidades absolutas.


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Foja: 1
3.- Que, en la cláusula octava, del contrato impugnado se se ñal ó que el precio total
de la venta es la suma de $150.000, (ciento cincuenta mil pesos) dinero que se pag ó al
contado y en dinero efectivo con anterioridad a ese acto, según lo expresado en la
cláusula segunda del mismo instrumento, donde se indica que el precio se cancel ó al
contado y en dinero efectivo al momento de suscribirse la escritura p ública de promesa
de compraventa.

4.- Que, en el contrato de arriendo con promesa de compra, se estipul ó en la


cláusula sexta que el precio de la venta es la suma de ciento cincuenta mil pesos, que se
encuentran cancelados con el monto del arriendo pagado en ese acto.

Como el precio de venta del inmueble, se declara pagado con el mismo pago
efectuado por el arriendo del inmueble, nos encontramos con que se ha simulado un
pago, que en realidad no existe, infringiendo las normas de la compraventa art ículos
1793 y siguientes del Código Civil, en el caso de autos, no existe precio, no puede con
un mismo pago satisfacer 2 obligaciones diferentes (arriendo y compraventa), y en
atención a que la promesa de compraventa se celebr ó en segundo lugar, nos vemos
frente a una promesa de compraventa donde se se ñala cual ser ía el monto del precio, e
incluso se hace parecer que adelantando los efectos de la compraventa él se habr ía
pagado, pero en realidad no se pagó o no se adelantó su pago, y al celebrarse el contrato
prometido, se confirma y concreta la donación viciada, al remitirse a la cl áusula sexta de
la promesa que como consta en dicho contrato señala “que se encuentran cancelados con
el monto del arriendo pagado en ese acto”.

Que en la especie, como tampoco existió la referida solemnidad, tenemos que se


ha omitido un requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor del acto o
contrato en consideración a su naturaleza, lo que se sanciona, de conformidad al art ículo
1682 del Código Civil, con nulidad absoluta.

Por lo anterior, solicito que VS., declare que el contrato de compraventa suscrito
por escritura pública el 07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N °28-2011,
otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna
de Villarrica, es nulo, de nulidad absoluta, por falta de cumplimiento de solemnidad
legal.

En cuanto a la reivindicación.

De acuerdo a lo señalado en el artículo 1689 del Código Civil, la nulidad


judicialmente declarada da acción reivindicatoria contra terceros poseedores,
independientemente de su buena o mala fe.
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Como la nulidad judicialmente declarada opera con efecto retroactivo, es decir,


reputándose que el acto nulo no existió, se concluye que don Bartolo Neculm án Lep ín
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Foja: 1
no ha perdido el dominio del inmueble, (actualmente representado por su sucesi ón) pues
la tradición antedicha por el acto viciado, no produjo la transferencia de ese derecho,
pero si la pérdida de la posesión, por lo que procede acoger esta acci ón en contra del
actual propietario don Néstor Iván Vásquez Vásquez.

E.- En subsidio, deduce nulidad absoluta por infracción a la Ley Nº 19.253

Nuestro legislador protege las tierras indígenas, es así, que en la Ley N º 19.253,
nos señala cuales son y dentro de ellas está la tierra objeto de autos, primero porque
viene de un título de merced en los términos de la letra b) del art ículo 12; y finalmente,
porque se la sometió a la letra d) del mismo artículo, para los efectos de su regulaci ón y
adjudicación.

1º Es del caso, que el predio objeto de autos es tierra ind ígena, en particular resultante
de subdivisión de la Comunidad Indígena, como consta en copia fotost ática de t ítulo de
adjudicación de Hijuela número 52, de División de Reserva de la Comunidad Ind ígena
encabezada por don José María Avilés, que rola actualmente inscrita a fojas 270,
número 216, del año 1.994, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Ra íces
de Pucón, inscripción que se acompañó a la medida prejudicial precautoria de la
presente causa.

2º Se ha vulnerado el artículo 13 y 2 de la Ley 19.253, en atenci ón a que don N éstor


Iván Vásquez Vásquez, no es persona indígena, y ha adquirido una tierra ind ígena, lo
cual está sancionado con la nulidad absoluta conforme artículo 13 parte final de la ley
citada, que expresa “Los actos y contratos celebrados en contravenci ón a este art ículo
adolecerán de nulidad absoluta.”. Para lograr el objetivo anterior, don N éstor Iv án
Vásquez Vásquez, ha sometido la Hijuela número 52, de donde es resultante el Lote 52
b, al estatuto ordinario, es así que se ha subdividido conforme a Decreto Ley N º 3.516,
lo que consta en la inscripción a nombre de do ña Claudia Leonor Guti érrez
Painenahuel, que después transfirió a don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y en el plano
número 266, del año 2.011, del Archivo de Planos del Conservador de Bienes Ra íces de
Pucón, debidamente autorizado por el SAG., que se acompa ñó en autos. Hago presente
que el SAG., no fiscaliza el origen de las tierras, sino s ólo que se respete el m ínimo de
subdivisión conforme Decreto Ley Nº 3.516, por ello, es frecuente que se induzca a
error, cuando se ve un plano de una tierra ind ígena aprobado conforme a ley com ún, la
respuesta es que no hay un control jurídico en nuestro Servicio Agr ícola y Ganadero, de
hecho la autorización está en manos de médicos veterinarios, conforme lo anterior, es
necesario que se pudiese instaurar un control jurídico en el SAG., para evitar perniciosas
consecuencias, como la de autos.
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3º Además, se ha vulnerado el artículo 17 de la Ley Nº 19.253, que proh íbe la


subdivisión, de las tierras resultantes de subdivisión de comunidades ind ígenas, y solo
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Foja: 1
excepcionalmente lo autoriza por motivos calificados; llevados adelante en procedimiento
judicial, donde el Juez previo a fallar debe tener informe favorable de la Corporaci ón
(CONADI), y en todo caso, los retazos no pueden ser de una superficie menor a 3
hectáreas. Ninguno de los trámites exigidos por la Ley ind ígena se cumpli ó en el caso de
autos. Lo anterior, lo constató el señor Conservador de Pucón, rechazando la solicitud de
inscripción de la subdivisión y compraventa de doña Claudia Leonor Guti érrez
Painenahuel, logrando en definitiva la inscripción a trav és del procedimiento voluntario
de inscripción judicial, no obstante el Tribunal, dejó constancia que no se pronunciaba
sobre el fondo por no corresponder en ese proceso donde no hay leg ítimo contradictor.
La causa señalada es la rol V-35-2011.

Por lo anterior solicito que VS., declare que el contrato de compraventa suscrito
por escritura pública el 07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N °28-2011,
otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna
de Villarrica, es inexistente, o si VS., considera que dicha sanci ón no tiene cabida en
nuestra legislación, que es nula, de nulidad absoluta por infracci ón al art ículo 17 de la
Ley Nº 19.253, o sea, por transferir un retazo de terreno de una superficie menor a la
permitida por la Ley Indígena; y que el contrato de compraventa de 06 de enero del año
2012, otorgada en la Notaría de Villarrica de don Francisco Javier Mu ñoz Flores,
repertorio notarial Nº 42-2012, es inexistente, o si VS., considera que dicha sanci ón no
tiene cabida en nuestra legislación, que es nula, de nulidad absoluta por infracci ón al
artículo 13 y 2 de la Ley Nº 19.253, o sea por realizarse venta de tierra ind ígena a
persona no indígena.

En cuanto a la reivindicación.

Para la eventualidad que solo se declare la nulidad del contrato de 07 de enero


del año 2.011, repertorio notarial N°28-2011, otorgado ante don Francisco Javier Mu ñoz
Flores, Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, y teniendo presente lo
señalado en el artículo 1689 del Código Civil, que señala que la nulidad judicialmente
declarada da acción reivindicatoria contra terceros poseedores, independientemente de su
buena o mala fe, y como la nulidad judicialmente declarada opera con efecto retroactivo,
es decir, reputándose que el acto nulo no existió, se concluye que don Bartolo Neculm án
Lepín no ha perdido el dominio del inmueble, pues la tradici ón antedicha por el acto
viciado, no produjo la transferencia de ese derecho, pero si la pérdida de la posesión, por
lo que procede acoger esta acción en contra del actual propietario don N éstor Iv án
Vásquez Vásquez.

Por lo anterior, estando en poder de don Néstor Iv án V ásquez V ásquez, ya


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individualizado, actualmente el Lote 59 b, objeto de autos, solicito a VS., acoja acci ón


reivindicatoria en su contra, ordenando la cancelación de la inscripci ón a su nombre,
que corresponde a la inscripción de fojas 66, número 128, del a ño 2012, del Registro de
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Foja: 1
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón y que se acompa ñó en autos;
restableciéndose el dominio a nombre de don Bartolo Neculm án Lep ín, que rola
actualmente reinscrito a fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad
del Conservador de Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra, despu és
de su traslado, desde el Conservador de Villarrica por un tema de competencia
Registral.”

Que el actor, allanándome a lo pedido en excepción dilatoria, aclara que la


nulidad respecto al contrato de compraventa de 06 de enero del a ño 2012, otorgado en
la Notaría de Villarrica de don Francisco Javier Muñoz Flores, repertorio notarial N º 42-
2012, se pide sólo por infracción a Ley Nº 19.253, y en las demás acciones se aplica lo
establecido en el artículo 1689 del Código Civil.

Conforme lo anterior, el petitorio de cada una de las acciones queda de la


siguiente forma:

“Por tanto, acorde a normas legales citadas, artículos 253 y siguientes del C ódigo
de Procedimiento Civil, pido a US., de conformidad a lo expuesto, a los documentos
acompañados en medida prejudicial precautoria, en mérito de las normas legales citadas,
se sirva tener por interpuesta demanda en los términos se ñalados, en procedimiento
ordinario de mayor cuantía, declarativo y de condena, en contra de don N éstor Iv án
Vásquez Vásquez; don José Benedicto Gómez Yáñez; y de doña Claudia Leonor
Gutiérrez Painenahuel; todos ya individualizados, admitirla a tramitaci ón y en definitiva,
acogerla en todas sus partes, con costas, declarando y consecuencialmente condenando a
lo siguiente:

1.- En cuanto a la acción de nulidad de delegación del mandato, por falta de


consentimiento del mandante, se tenga por interpuesta la demanda en contra de José
Benedicto Gómez Yáñez y don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y se declare: que es nula
de nulidad absoluta la delegación de mandato, por falta de consentimiento del
mandante, que consta en la cláusula d écimo segunda, de escritura p ública de 22 de
noviembre del año 2.010, repertorio notarial N° 1.725- 2010, otorgada ante don Luis
Enrique Espinoza Garrido, Notario Público, titular de la Comuna de Puc ón, realizada
por don José Benedicto Gómez Yáñez en su calidad de mandatario de don Bartolo
Neculmán Lepín, a don Néstor Iván Vásquez Vásquez, por encontrase fallecido el
mandante y por tanto, extinto su mandato.

En cuanto a la acción de nulidad absoluta del contrato de compraventa, por falta


de consentimiento del vendedor, se tenga por interpuesta la demanda en contra de don
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José Benedicto Gómez Yáñez, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y doña Claudia
Leonor Gutiérrez Painenahuel, y se declare: además, que es nulo de nulidad absoluta el
contrato de compraventa, por falta de consentimiento del vendedor, celebrado por
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Foja: 1
escritura pública el 07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N °28-2011, otorgado
ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna de
Villarrica, mediante el cual don Néstor Iván Vásquez Vásquez, como mandatario de don
Bartolo Neculmán Lepín, muerto hacía más de 6 años, vende cede y transfiere a do ña
Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, el inmueble denominado Lote 52 b, de 1
hectárea de superficie, ya individualizado, que qued ó inscrito a fojas 1.096, n úmero
2.155, del año 2011, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Ra íces de
Pucón, a nombre de la demandada doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel.

Tanto la delegación del mandato, como la compraventa se ñalados adolecen del


vicio de falta de consentimiento y consecuencialmente nulidad absoluta. Conforme lo
anterior, deberá dejarse constancia en la inscripción de fojas 1.096, n úmero 2.155, del
año 2011, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón, del
hecho de haberse anulado el título que dio origen a dicha inscripci ón, debiendo
ordenarse al señor Conservador de Bienes Raíces correspondiente, realice la anotaci ón
señalada para efectos de la historia de la propiedad.

Que, en consecuencia de lo anterior, se ordene volver a dominio de don Bartolo


Neculmán Lepín, el dominio del Lote 59 b, traspasado en virtud de la compraventa
declarada nula.

Por consiguiente, deben ser restituidas las partes al mismo estado en que se
hallaban si no hubiese existido el contrato de compraventa ya se ñalado, de conformidad
a los artículos 1687 inciso 1º y 2º del Código Civil, con las consiguientes condenas a
indemnizar perjuicios por los daños ocasionados a mi representado, para lo cual esta
parte se reserva su derecho de solicitar su determinación en la etapa de cumplimiento de
la sentencia definitiva.

Una vez declarada la nulidad, y estando en poder de don N éstor Iv án V ásquez


Vásquez, ya individualizado, el Lote 59 b, acoja acción reivindicatoria en su contra,
ordenando la cancelación de la inscripción a su nombre, que corresponde a la
inscripción de fojas 66, número 128, del año 2012, del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón y que se acompañó en autos; restableciéndose el
dominio a nombre de don Bartolo Neculmán Lepín, que rola actualmente reinscrito a
fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra, despu és de su traslado, desde
el Conservador de Villarrica por un tema de competencia Registral.

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
YGXXJXXMNX

59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él, con
todos sus enseres y muebles, al demandante.
«RIT »

Foja: 1
Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él,
dentro de tres días de ejecutoriada la sentencia definitiva, al demandante, bajo
apercibimiento de lanzamiento con fuerza pública.

Que, para todos los efectos legales el demandado don Néstor Iv án Vásquez
Vásquez deberá ser considerado poseedor de mala fe del inmueble sub-lite.

Que, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir e indemnizar los frutos
de la cosa sub-lite, como las pérdidas o deterioros que ocurran, según acción que la parte
demandante se reserva para deducirla en la etapa de cumplimiento del fallo.

Que, se condena solidariamente a los demandados al pago de las costas de la


causa.

2.- en subsidio, de la acción anterior, y para el hipotético e improbable caso que no


fuere acogida, se tenga por interpuesta la demanda de simulaci ón absoluta en contra de
José Benedicto Gómez Yáñez y don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y se declare que la
delegación de mandato que consta en la cláusula d écimo segunda, de escritura p ública
de 22 de noviembre del año 2.010, repertorio notarial N° 1.725- 2010, otorgada ante
don Luis Enrique Espinoza Garrido, Notario Público, titular de la Comuna de Puc ón, es
un acto absolutamente simulado y por lo tanto nulo de nulidad absoluta, por falta de
consentimiento del mandante.

En cuanto a la simulación absoluta de contrato de compraventa, se tenga por


interpuesta la demanda en contra de don José Benedicto G ómez Yáñez, don N éstor Iv án
Vásquez Vásquez, y doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, y se declare: que la
compraventa celebrada por escritura pública el 07 de enero del a ño 2.011, repertorio
notarial N°28-2011, otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público,
titular de la Comuna de Villarrica, es un contrato absolutamente simulado y por lo tanto
nulo de nulidad absoluta, por falta de consentimiento del vendedor.

Tanto la delegación del mandato, como la compraventa señalados son actos


absolutamente simulados, y adolecen del vicio de falta de consentimiento y
consecuencialmente nulidad absoluta. Lo anterior, porque han sido realizados con la
intención de engañar al heredero o sucesión de don Bartolo Neculmán Lepín, por cuanto
a través de delegación de mandato, y posterior, compraventa se hizo parecer la
existencia de actos jurídicos verdaderos, que en la realidad no son tales. Son actos
absolutamente simulados, y por tanto, la compraventa es nula, de nulidad absoluta por
falta de consentimiento del dueño y supuesto mandante (muerto). Conforme lo anterior,
YGXXJXXMNX

deberá dejarse constancia en la inscripción de fojas 1.096, número 2.155, del año 2011,
del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón, del hecho de
haberse anulado el título que dio origen a dicha inscripción, debiendo ordenarse al se ñor
«RIT »

Foja: 1
Conservador de Bienes Raíces correspondiente, realice la anotación se ñalada para efectos
de la historia de la propiedad.

Que, en consecuencia de lo anterior, se ordene volver a dominio de don Bartolo


Neculmán Lepín, el dominio del Lote 59 b, traspasado en virtud de la compraventa
declarada nula.

Por consiguiente, deben ser restituidas las partes al mismo estado en que se
hallaban si no hubiese existido el contrato de compraventa ya se ñalado, de conformidad
a los artículos 1687 inciso 1º y 2º del Código Civil, con las consiguientes condenas a
indemnizar perjuicios por los daños ocasionados a mi representado, para lo cual esta
parte se reserva su derecho de solicitar su determinación en la etapa de cumplimiento de
la sentencia definitiva.

Una vez declarada la nulidad, y estando en poder de don N éstor Iv án V ásquez


Vásquez, ya individualizado, el Lote 59 b, acoja acción reivindicatoria en su contra,
ordenando la cancelación de la inscripción a su nombre, que corresponde a la
inscripción de fojas 66, número 128, del año 2012, del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón y que se acompañó en autos; restableciéndose el
dominio a nombre de don Bartolo Neculmán Lepín, que rola actualmente reinscrito a
fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra, despu és de su traslado, desde
el Conservador de Villarrica por un tema de competencia Registral.

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él, con
todos sus enseres y muebles, al demandante.

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él,
dentro de tres días de ejecutoriada la sentencia definitiva, al demandante, bajo
apercibimiento de lanzamiento con fuerza pública.

Que, para todos los efectos legales el demandado don Néstor Iv án Vásquez
Vásquez deberá ser considerado poseedor de mala fe del inmueble sub-lite.

Que, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir e indemnizar los frutos
de la cosa sub-lite, como las pérdidas o deterioros que ocurran, según acción que la parte
demandante se reserva para deducirla en la etapa de cumplimiento del fallo.

Que, se condena solidariamente a los demandados al pago de las costas de la


YGXXJXXMNX

causa.
«RIT »

Foja: 1
3.- en subsidio, de la acción anterior, y para el hipotético e improbable caso que no
fuere acogida, se tenga por interpuesta la demanda de inexistencia o nulidad absoluta,
por omisión de requisito esencial, “el precio”, en contra de Jos é Benedicto G ómez
Yáñez, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y doña Claudia Leonor Gutiérrez
Painenahuel, y se declare que el contrato de compraventa suscrito por escritura p ública
el 07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N°28- 2011, otorgado ante don
Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, es
inexistente, o si VS., considera que dicha sanción no tiene cabida en nuestra legislaci ón,
que es nula, de nulidad absoluta, por omisión de requisito esencial, “el precio ”.
Conforme lo anterior, deberá dejarse constancia en la inscripción de fojas 1.096, n úmero
2.155, del año 2011, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Ra íces de
Pucón, del hecho de haberse anulado el título que dio origen a dicha inscripci ón,
debiendo ordenarse al señor Conservador de Bienes Raíces correspondiente, realice la
anotación señalada para efectos de la historia de la propiedad.

Que, en consecuencia de lo anterior, se ordene volver a dominio de don Bartolo


Neculmán Lepín, el dominio del Lote 59 b, traspasado en virtud de la compraventa
declarada nula.

Por consiguiente, deben ser restituidas las partes al mismo estado en que se
hallaban si no hubiese existido el contrato de compraventa ya se ñalado, de conformidad
a los artículos 1687 inciso 1º y 2º del Código Civil, con las consiguientes condenas a
indemnizar perjuicios por los daños ocasionados a mi representado, para lo cual esta
parte se reserva su derecho de solicitar su determinación en la etapa de cumplimiento de
la sentencia definitiva.

Una vez declarada la nulidad, y estando en poder de don N éstor Iv án V ásquez


Vásquez, ya individualizado, el Lote 59 b, acoja acción reivindicatoria en su contra,
ordenando la cancelación de la inscripción a su nombre, que corresponde a la
inscripción de fojas 66, número 128, del año 2012, del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón y que se acompañó en autos; restableciéndose el
dominio a nombre de don Bartolo Neculmán Lepín, que rola actualmente reinscrito a
fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra, despu és de su traslado, desde
el Conservador de Villarrica por un tema de competencia Registral.

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él, con
todos sus enseres y muebles, al demandante.
YGXXJXXMNX

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él,
«RIT »

Foja: 1
dentro de tres días de ejecutoriada la sentencia definitiva, al demandante, bajo
apercibimiento de lanzamiento con fuerza pública.

Que, para todos los efectos legales el demandado don Néstor Iv án Vásquez
Vásquez deberá ser considerado poseedor de mala fe del inmueble sub-lite.

Que, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir e indemnizar los frutos
de la cosa sub-lite, como las pérdidas o deterioros que ocurran, según acción que la parte
demandante se reserva para deducirla en la etapa de cumplimiento del fallo.

Que, se condena solidariamente a los demandados al pago de las costas de la


causa.

4.- en subsidio, de la acción anterior, y para el hipotético e improbable caso que no


fuere acogida, se tenga por interpuesta la demanda de nulidad absoluta por omisi ón de
requisito en consideración a la naturaleza del contrato o falta de solemnidad, en contra
de José Benedicto Gómez Yáñez, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y do ña Claudia
Leonor Gutiérrez Painenahuel, y se declare que el contrato de compraventa suscrito por
escritura pública el 07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N °28-2011, otorgado
ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna de
Villarrica, es nulo, de nulidad absoluta, por omisión de requisito en consideraci ón a la
naturaleza del contrato o falta de solemnidad. dado que en el hecho que como no ha
existido un precio que reúna los requisitos del art ículo 1.808, y siguientes del C ódigo
Civil, es que estamos frente a una donación, que por recaer sobre un bien inmueble que
vale más de 2 UTM, de conformidad al artículo 1.401 del C ódigo Civil, requiere de
insinuación, esto es, de la autorización del Juez competente, solicitada por el donante o
donatario, y como en la especie no se ha cumplido con dicha exigencia en consideraci ón
a la naturaleza del acto, la sanción contemplada por su omisi ón, en dichas normas, es la
nulidad absoluta. Conforme lo anterior, deberá dejarse constancia en la inscripci ón de
fojas 1.096, número 2.155, del año 2011, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón, del hecho de haberse anulado el t ítulo que dio origen a dicha
inscripción, debiendo ordenarse al señor Conservador de Bienes Ra íces correspondiente,
realice la anotación señalada para efectos de la historia de la propiedad.

Que, en consecuencia de lo anterior, se ordene volver a dominio de don Bartolo


Neculmán Lepín, el dominio del Lote 59 b, traspasado en virtud de la compraventa
declarada nula.

Por consiguiente, deben ser restituidas las partes al mismo estado en que se
hallaban si no hubiese existido el contrato de compraventa ya se ñalado, de conformidad
YGXXJXXMNX

a los artículos 1687 inciso 1º y 2º del Código Civil, con las consiguientes condenas a
indemnizar perjuicios por los daños ocasionados a mi representado, para lo cual esta
«RIT »

Foja: 1
parte se reserva su derecho de solicitar su determinación en la etapa de cumplimiento de
la sentencia definitiva.

Una vez declarada la nulidad, y estando en poder de don N éstor Iv án V ásquez


Vásquez, ya individualizado, el Lote 59 b, acoja acción reivindicatoria en su contra,
ordenando la cancelación de la inscripción a su nombre, que corresponde a la
inscripción de fojas 66, número 128, del año 2012, del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón y que se acompañó en autos; restableciéndose el
dominio a nombre de don Bartolo Neculmán Lepín, que rola actualmente reinscrito a
fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra, despu és de su traslado, desde
el Conservador de Villarrica por un tema de competencia Registral.

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él, con
todos sus enseres y muebles, al demandante.

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él,
dentro de tres días de ejecutoriada la sentencia definitiva, al demandante, bajo
apercibimiento de lanzamiento con fuerza pública.

Que, para todos los efectos legales el demandado don Néstor Iv án Vásquez
Vásquez, deberá ser considerado poseedor de mala fe del inmueble sub-lite.

Que, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir e indemnizar los frutos
de la cosa sub-lite, como las pérdidas o deterioros que ocurran, según acción que la parte
demandante se reserva para deducirla en la etapa de cumplimiento del fallo.

Que, se condena solidariamente a los demandados al pago de las costas de la


causa.

5.- en subsidio, de la acción anterior, y para el hipotético e improbable caso que no


fuere acogida, se tenga por interpuesta la demanda de nulidad absoluta por infracci ón a
la Ley Nº 19.253, en contra de José Benedicto Gómez Yáñez, don N éstor Iv án V ásquez
Vásquez, y doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, y se declare, que el contrato de
compraventa suscrito por escritura pública el 07 de enero del a ño 2.011, repertorio
notarial N°28-2011, otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público,
titular de la Comuna de Villarrica, es inexistente, o si VS., considera que dicha sanci ón
no tiene cabida en nuestra legislación, que es nula, de nulidad absoluta por infracci ón al
YGXXJXXMNX

artículo 17 de la Ley Nº 19.253, o sea, por transferir un retazo de terreno de una


superficie menor a la permitida por la Ley Indígena;
«RIT »

Foja: 1
Se tenga por interpuesta la demanda de nulidad absoluta por infracci ón a la Ley
Nº 19.253, en contra de don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y doña Claudia Leonor
Gutiérrez Painenahuel, y se declare, que el contrato de compraventa de 06 de enero del
año 2012, otorgada en la Notaría de Villarrica de don Francisco Javier Mu ñoz Flores,
repertorio notarial Nº 42-2012, es inexistente, o si VS., considera que dicha sanci ón no
tiene cabida en nuestra legislación, que es nula, de nulidad absoluta por infracci ón al
artículo 13 y 2 de la Ley Nº 19.253, o sea por realizarse venta de tierra ind ígena a
persona no indígena.

Conforme lo anterior, deberá dejarse constancia en la inscripci ón de fojas 1.096,


número 2.155, del año 2011, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes
Raíces de Pucón, del hecho de haberse anulado el t ítulo que dio origen a dicha
inscripción, debiendo ordenarse al señor Conservador de Bienes Ra íces correspondiente,
realice la anotación señalada para efectos de la historia de la propiedad.

Que, en consecuencia de lo anterior, se ordene volver a dominio de don Bartolo


Neculmán Lepín, el dominio del Lote 59 b, traspasado en virtud de la compraventa
declarada nula.

Por consiguiente, deben ser restituidas las partes al mismo estado en que se
hallaban si no hubiese existido los contratos de compraventa ya se ñalados, de
conformidad a los artículos 1687 inciso 1º y 2º del Código Civil, con las consiguientes
condenas a indemnizar perjuicios por los daños ocasionados a mi representado, para lo
cual esta parte se reserva su derecho de solicitar su determinaci ón en la etapa de
cumplimiento de la sentencia definitiva.

Una vez declarada la nulidad, y estando en poder de don N éstor Iv án V ásquez


Vásquez, ya individualizado, actualmente el Lote 59 b, objeto de autos, solicito a VS.,
acoja acción reivindicatoria en su contra, ordenando la cancelación de la inscripci ón a su
nombre, que corresponde a la inscripción de fojas 66, n úmero 128, del a ño 2012, del
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón y que se acompa ñó
en autos; restableciéndose el dominio a nombre de don Bartolo Neculm án Lep ín, que
rola actualmente reinscrito a fojas 270, número 216, del año 1994, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón, donde actualmente se encuentra,
después de su traslado, desde el Conservador de Villarrica por un tema de competencia
Registral.

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él, con
YGXXJXXMNX

todos sus enseres y muebles, al demandante.

Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el Lote
59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre o lugar de él,
«RIT »

Foja: 1
dentro de tres días de ejecutoriada la sentencia definitiva, al demandante, bajo
apercibimiento de lanzamiento con fuerza pública.

Que, para todos los efectos legales el demandado deberá ser considerado poseedor
de mala fe del inmueble sub-lite.

Que, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir e indemnizar los frutos
de la cosa sub-lite, como las pérdidas o deterioros que ocurran, según acción que la parte
demandante se reserva para deducirla en la etapa de cumplimiento del fallo.

Que, se condena solidariamente a los demandados al pago de las costas de la


causa.”

En el folio 13, don MARCELO EDUARDO NECULMAN MUÑOZ, abogado,


por los demandados, viene en contestar por sus representados la demanda de nulidad
absoluta de contrato y reivindicación, deducida por don RAFAEL SEGUNDO
HUILIPAN AVILES, en todas sus formas, en procedimiento ordinario, solicitando sea
rechazada en todas sus partes, con costas, en razón de las siguientes consideraciones de
hecho y de derecho que pasa a exponer:

“I.- EN CUANTO A LA DEMANDA DE NULIDAD ABSOLUTA POR


FALTA DE CONSENTIMIENTO Y REIVINDICACION.-

En primer lugar, el actor demanda la nulidad absoluta por falta de


consentimiento del acto jurídico llamado delegación de mandato, por el cual don Jos é
Benedicto Gómez Yáñez en su calidad de mandatario de don Bartolo Neculman Lepin,
delegó en representación de éste último, a don Néstor Iván Vásquez V ásquez, la gesti ón
de negocio consistente en otorgar el contrato de compraventa definitivo a que se hab ía
obligado el mandante, en virtud del contrato de promesa de compraventa celebrado por
éste con el mandatario delegante don José Benedicto Gómez Yáñez, por escritura pública
de fecha 14 de Noviembre de 1989, otorgada en Villarrica, ante el Notario P úblico de la
época don Jorge Tampe Maldonado, Repertorio Nª 1034-1989 y seguidamente, del
contrato de compraventa celebrado por el delegado N éstor Iv án V ásquez V ásquez, en
ejecución del mandato, representando al mandante don Bartolo Neculman Lepin, por el
cual se dio cumplimento al contrato de promesa de compraventa, referido en favor de
doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel a quien don José Benedicto G ómez Y áñez,
cedió sus derechos de parte.

El fundamento de la demanda de nulidad en ambos casos, se encuentra en la


falta de consentimiento del mandante, derivado del hecho que a la fecha de la
YGXXJXXMNX

delegación de mandato y consecuencialmente de la compraventa, se encontraba


extinguido el mandato por la muerte del mandante, de acuerdo a lo dispuesto por el
artículo 2163 del Código Civil; y de ésta forma concluye que tanto delegaci ón de
«RIT »

Foja: 1
mandato como la compraventa, adolecen del vicio de falta el consentimiento, requisito
esencial de todo acto jurídico, que conduce a la nulidad absoluta.

Tal concepción jurídica es equivocada, según se pasa a demostrar a continuación.

1.- La delegación de mandato y el contrato de compraventa si son oponibles al actor. El


mandato no se extinguió por la muerte del mandante.

En el presente caso, se dan distintas situaciones que permiten sostener


fundadamente la subsistencia del mandato no obstante la muerte del mandante,
trasmitiéndose dicho vínculo jurídico al actor, como continuador legal del mandante, al
haber adquirido como cesionario la universalidad de la herencia del único heredero de
éste don Juan Neculmán Huaiquipán, produciéndose una relación de car ácter sustitutiva
con el cedente, al ocupar el mismo lugar o posición jurídica que ten ía este último, esto
es, de heredero del mandante y continuador legal, operando un caso subrogaci ón
personal, siendo por ende oponible a éste la delegación de mandato y el contrato de
compraventa, quien queda obligado por ellos.

El principio general consiste en que el mandato termina por la muerte del


mandante como lo dispone el artículo 2163 Nº 5 del Código Civil. Sin embargo, del
contexto de las disposiciones que rigen la materia, se advierte que ello no siempre es as í,
pues, es posible concebir la subsistencia del mandato no obstante la muerte del que hizo
el encargo.

a).- En primer lugar, es lícito la estipulación por el cual se conviene que el mandato
subsistirá no obstante la muerte del causante, como lo reconoce el propio C ódigo Civil
en su artículo 2169 al disponer que no se extingue por la muerte del mandante el
mandato destinado a ejecutarse después de ella. Esto es as í, porque la muerte como
causal de terminación del mandato se funda en una voluntad presunta, de modo que el
orden público no se opone a una estipulación en contrario.

Pues bien, eso fue precisamente lo que aconteció en el presente caso, toda vez
que don Bartolo Neculman Lepin al celebrar el contrato de mandato con don José
Benedicto Gómez Yáñez, conjuntamente con el contrato de promesa de compraventa a
cuyo cumplimiento estaba destinado, por escritura p ública de fecha 14 de Noviembre de
1989, otorgada en Villarrica, ante el Notario Público de la época don Jorge Tampe
Maldonado, Repertorio Nª 1034-1989, se estipuló en forma expresa que el mandato es
“irrevocable, y no terminará con la muerte del causante, rigiendo a su respecto lo que
señala el artículo dos mil ciento sesenta y nueve del Código Civil ”, seg ún se lee en la
cláusula DÉCIMO SEGUNDA en el que se contiene el contrato de mandato.
YGXXJXXMNX

De esta forma, dado que el actor como heredero del mandante se sustituye a éste,
le es oponible el mandato al suceder en los derechos y obligaciones del mandante, seg ún
«RIT »

Foja: 1
lo expresa el citado artículo 2169 del Código Civil, debiendo asumir como propios las
obligaciones que a su nombre ha contraído el mandatario, dentro de los l ímites del
mandato, entre los que se comprende la delegación de mandato y la compraventa,
conforme lo expresa el artículo 2160 del Código Civil.

En consecuencia, la demanda de nulidad absoluta por éste ac ápite pierde todo


sustento legal, al configurarse un caso de excepción al artículo 2163 N ° 5 del C ódigo
Civil, debiendo por tal motivo desecharse la demanda, desde luego, por ser improcedente
en su origen.

b).- En segundo lugar, sin perjuicio de la existencia de una estipulaci ón expresa de las
partes que hace subsistir el mandato mas allá de la muerte del mandante, seg ún se ha
explicado, cabe agregar un segundo argumento que coadyuva a entender por qu é el
mandato subsiste, siéndole oponible al actor, quien no puede objetar la eficacia de los
actos celebrados por el mandatario o su delegado.

En efecto, la muerte del mandante como causal de terminaci ón del mandato se


explica porque el negocio cuya gestión se confía al mandatario, interesa por lo general
exclusivamente al mandate, pero puede ocurrir que el mandato haya sido otorgado,
además, en interés del mandatario o de un tercero, caso en la cual la muerte del
mandante no pone término al mandato.-

En éste orden de ideas, olvida el actor que el mandato conferido por su causante
don Bartolo Neculman Lepin, accede o forma parte de otro contrato, la promesa de
compraventa celebrada por éste con don José Benedicto Gómez Yáñez, a la que ya se ha
hecho referencia, cuyo cumplimiento se ha querido o previsto cumplir mediante la
gestión del mandatario. Esta circunstancia, permite concluir que el mandato se otorgó no
solo en interés del mandante, quien en virtud de la promesa se encontraba obligado a
otorgar el contrato prometido en la época fijada para su cumplimiento, sino que adem ás
en interés del mandatario, en cuanto promitente comprador, respecto de quien deb ía
otorgarse el contrato prometido, para quien naturalmente serv ía el mandato que hab ía
otorgado su co-contratante, el promitente vendedor.-

De esta forma, dado que la terminación del mandato por causa del fallecimiento
del mandante solo se funda en una voluntad presunta, es posible concebir de acuerdo a
las circunstancias que rodearon el otorgamiento del mandato que la voluntad de las
partes era que este subsistiera más allá de la muerte del mandante o siguiendo las
expresiones contenidas en el artículo 2169 del Código Civil, estaba destinado a ejecutarse
aún después de la muerte del mandante
YGXXJXXMNX

Esta conclusión se ve corroborada por el hecho de que siendo extenso el plazo


suspensivo que fijó la época de suscripción del contrato prometido, no se puede menos
que entender fundadamente que en la mente de las partes contratantes estaba el otorgar
«RIT »

Foja: 1
el mandato en cuestión para ponerse a cubierto de hechos sobrevivientes que pudiesen
afectar el cumplimiento de la promesa, como puede ser la ausencia o incapacidad
sobreviniente del promitente vendedor o, como ocurrió en este caso, su muerte, m ás a ún
cuando consta en el contrato de promesa, que las partes acordaron que el promitente
comprador anticipara el pago del precio, efecto que solo deb ía producirse una vez
otorgado el contrato prometido, quedando solamente pendiente la obligaci ón de
transferir el dominio, por parte del promitente vendedor una vez otorgada la
compraventa.-

Todas estas consideraciones, han sido recogidas por el profesor David Stitchkin
en su libro “El Mandato Civil”, al referirse a la subsistencia del mandato que interesa a
terceros o al mandatario, cuando fallece el mandante.- (STITCHKIN BRANOVER,
David. El mandato civil. Editorial Jurídica de Chile, Tercera edici ón, a ño 1975 p ágina
410, N° 261).

2.- Improcedencia de la acción de nulidad.

Sin entrar al fondo del asunto en cuanto a los efectos que la muerte del
mandante produce en el mandato conferido, hay que se ñalar que la circunstancia que el
mandatario actúe extralimitándose en sus facultades o en virtud de un mandato aparente,
no trae consigo el que los actos ejecutados por el mandatario o mandatario putativo,
adolezcan del vicio de nulidad por falta de consentimiento, si no est án autorizados o
consentidos por el mandante.

En efecto, si el contrato ejecutado por el mandatario cumple con los requisitos


generales que la ley prescribe para su eficacia, debe tenérsele por válido sin que afecte en
nada el hecho de que el mandatario carezca de la personer ía para ejecutarlos. Tal
conclusión es sustentada por el profesor David Stitchkin B. en su conocido libro “El
Mandato Civil”, que refiriéndose al punto expresa: “El mandatario que contrata a
nombre de su mandante, lo representa en cuanto “los efectos” del contrato se producir án
respecto del representado, como si este los hubiera celebrado personalmente, pero el
contrato se genera en virtud de la concurrencia de las voluntades del mandatario y del
tercero. Éste concurso de voluntades forma el consentimiento necesario para la validez
del contrato. Por consiguiente, el mandante podrá alegar que esos actos o contratos no le
afectan porque el mandatario no estaba autorizado para ejecutarlos o celebrarlos
obligando su patrimonio, pero no podrá pretender que la convención o la declaraci ón de
voluntad es nula por falta de consentimiento, pues ese consentimiento ha existido
manifestado por el mandatario en concordancia con el tercero ”. (David Stitchkin
Branover, El Mandato Civil, 3º edición año 1975, Editorial Jurídica de Chile, pagina 312
YGXXJXXMNX

y siguientes)
«RIT »

Foja: 1
El artículo 2173 del Código Civil, sienta el mismo principio a prop ósito de la
eficacia de los actos y contratos celebrados por un mandatario cuyo mandato ha
expirado, que es la hipótesis sustentada por el actor, donde se deja en claro que en
principio el mandante no es obligado por los actos ejecutados en virtud de un mandato
aparente. Estos actos no existen respecto del mandante, el cual no necesita atacar la
validez de ellos por la vía de la nulidad o por otro medio, pues le basta desconocerlos
como res inter alias acta.

De ésta forma hay que concluir en el presente caso, que lejos de estar en
presencia de un acto o contrato nulo, lo que existiría, de darse la situaci ón alegada por
el actor, sería un acto o contrato inoponible al mandante o a quienes lo sucedan
ocupando su lugar jurídico, por falta de consentimiento de estos para obligarse por los
actos ejecutados por el mandatario, en conformidad a lo dispuesto en los art ículos 1445
y 1448 del Código Civil. En otras palabras, la falta de consentimiento del mandante para
obligarse mira a las relaciones entre este y el mandatario y no entre éste último y los
terceros, siendo la voluntad de éstos últimos la que forma el consentimiento en la
delegación de mandato y en la compraventa; la voluntad del mandante solo es necesaria
en cuanto si los efectos de acto afectaran su patrimonio o le serán inoponibles.

Lo anterior se sustenta además en jurisprudencia de la Corte Suprema Causa Rol


Nº 2333-03, de fecha 03 de agosto de año 2.004, la cual en su considerando s éptimo,
señala: “La sanción por falta de consentimiento del mandante motivada por la extinci ón
del mandato es la inoponibilidad y no la nulidad absoluta, como se ha demandado en
autos.”

La raíz misma de la demanda adolece de un defecto esencial que impide que esta
prospere, por haber equivocado la acción deducida la que en todo caso de ser
procedente era la de Inoponibilidad, de suerte que ésta sola circunstancia permite desde
ya rechazar la demanda de nulidad absoluta de la delegación de mandato y del contrato
de compraventa en referencia, por ser jurídicamente inadmisible, por no existir el vicio y
porque no habría interés en la declaración de nulidad, según se pasa a indicar a
continuación.

3.- Falta de legitimación activa. Ausencia de interés en la declaración de nulidad del


contrato.

Es un hecho indiscutible que un tercero no contratante puede alegar la nulidad


absoluta, pero siempre que demuestre que posee un interés en que se declare. La
YGXXJXXMNX

doctrina y jurisprudencia han ido precisando los requisitos que se exigen para la
legitimación del tercero, concluyendo que el interés alegado no puede ser meramente
moral, sino que debe ser de carácter patrimonial, evaluable en dinero, fuera de otros
«RIT »

Foja: 1
requisitos como son que se trate de un interés real y no hipot ético, coet áneo y no
sobreviniente a la celebración del acto que se pretende anular y que debe mantener
actualidad a la fecha en que se pide la declaración de nulidad.

Lo importante es que el tercero que pretende demandar la nulidad absoluta de


un contrato debe probar un interés patrimonial directo con la declaraci ón de nulidad,
que estará determinado por el provecho o utilidad que se obtenga por el hecho que el
negocio concluido por los terceros no produzca sus efectos que le son propios, o sea, que
su mantención genere un perjuicio o pérdida, entendido como una afectaci ón jur ídica
causada con el negocio celebrado.

Pues bien, en el presente caso el interés del actor en la declaraci ón de nulidad


absoluta se funda en la circunstancia de ser el continuador legal de don Bartolo
Neculmán Lepín, razón por la cual en su concepto lo afectan los actos cuya nulidad se
reclama, pues lo privan de parte de los bienes heredados del causante, los que volver ían
a su patrimonio si se declara la nulidad.

Sin embargo, si entendemos que en el caso de haber expirado el mandato, los


actos celebrados por el mandatario putativo, no empecen al mandante, seg ún se dijo en
el punto 1 precedente, la compraventa seguida a la delegaci ón ser ía una venta de cosa
ajena que no afecta a su dueño, en éste caso el mandante, -cuyo lugar jur ídico es
ocupado por el actor-, quien no contrae obligación alguna respecto de los contratantes,
conservando su derecho de recuperarla de manos de cualquiera, sea el vendedor, sea el
comprador, mediante el ejercicio de las acciones civiles restitutorias que correspondan.

En definitiva, los efectos de la delegación de mandato y del contrato de


compraventa si expiró el mandato le son inoponibles al due ño de la cosa, ya que éste no
consintió en la venta. Es lo que fluye del artículo 1815 del C ódigo Civil, que establece:
“La venta de cosa ajena vale, sin perjuicio de los derechos del due ño de la cosa vendida,
mientras no se extinga por el lapso del tiempo.”

De lo dicho se desprende, en lo que atañe al inter és que debe tener el tercero en


la declaración de nulidad, que éste no está presente cuando el contrato resulta
inoponible, porque en dicha hipótesis el contrato impugnado no le priva ni le privar á de
un derecho, de una situación jurídica o de una oportunidad sobre el bien en que incide
el mismo. En consecuencia, no hay en la especie un inter és patrimonial asociado a la
declaración de nulidad de los actos.

En suma, el actor carece de legitimación activa para demandar la nulidad de la


delegación de mandato y el contrato de venta, en la hip ótesis de estimarse extinguido el
YGXXJXXMNX

mandato, porque de ser así, -cosa que no compartimos-, los actos jur ídicamente no le
empecen.
«RIT »

Foja: 1
Finalmente, al no haber nulidad por falta de consentimiento ni ser los actos
inoponibles, no tiene cabida la acción reivindicatoria, que es una consecuencia de la
nulidad o de la Inoponibilidad.

II.- EN CUANTO A LA DEMANDA DE NULIDAD ABSOLUTA POR


SIMULACION ABSOLUTA Y REIVINDICACION.-

1.- Improcedencia de la acción de nulidad por simulación absoluta.

a).- En relación a esta demanda dado que tiene su fundamento, al igual que en el primer
caso, en la extinción del mandato, por causa de la muerte del mandante, lo cual ha sido
desvirtuado según los argumentos vertidos en el apartado anterior, se concluye que la
demanda de nulidad por éste motivo, carece igualmente del sustento legal que la
legitime, debiendo ser desestimada, desde ya.

Esto es así porque si el mandato subsiste más allá de la muerte del mandante, el
conocimiento de su fallecimiento que al tiempo de contratar pudieran haber tenido el
mandatario, el delegado y el tercero que contrato con el segundo, no tiene relevancia
para asignarle eficacia jurídica a los actos celebrados por el delegado, pues el actor
quedaría obligado respecto del tercero como si hubiera sido leg ítimamente representado,
al trasmitirse a éste como continuador legal el vínculo jur ídico del mandato, que ingresa
a su patrimonio como un pacto irrevocable que se rige por el artículo 1545 del C ódigo
Civil, quien quedará obligado por los actos que el mandatario o delegado celebre en
ejecución del mandato

Es equivocada la afirmación del actor en cuanto a que él deb ía otorgar el


mandato una vez muerto del mandante o que deb ía intervenir personalmente en el
negocio, como únicas formas de verse obligado frente al tercero que contrata con el
mandatario, pues al adquirir el derecho hereditario del único hijo a quien le fuera
deferida la herencia del mandante, asumió como suyas las obligaciones que el mandante
se había impuesto por el mandato, como lo reconoce el artículo 2169 del Código Civil.

b).- Las circunstancias explicitadas en el punto anterior excluyen la posibilidad de la


existencia de una simulación absoluta. En efecto, es un principio inconcuso en esta
materia, que si se demanda la simulación absoluta de un acto bilateral, como ocurre en
el caso de la delegación de mandato y de la compraventa, es requisito esencial que el
contrato simulado tenga su origen en el concierto nacido entre las partes del contrato, es
decir, el acto simulado debe surgir de la comunicación recíproca y acuerdo entre quienes
concurrieron a su celebración, que deben estar conscientes que lo que manifiestan es
solamente apariencia de acto sin contenido alguno, pues detr ás de la voluntad declarada
YGXXJXXMNX

esta la intensión de no contratar.


«RIT »

Foja: 1
Sin embargo, para que exista una simulación ilícita es necesario, establecer cu ál
es el interés que lleva a las partes a hacer un contrato simulado, el motivo que induce a
dar apariencia a un acto jurídico que no existe, en definitiva, el por qu é del enga ño, que
se conoce como la “causa simulandi”. En efecto, en el orden del accionar humano y m ás
aún, en el mundo de los negocios jurídicos, no es verosímil un actuar sin causa, sin
motivo determinante, es decir, la comisión de un acto que no responda a una finalidad
predeterminada.

En este orden de cosas no se advierte en el caso de la especie, cuál sería el motivo


que inspira el acuerdo simulatorio, desde que no existe el inter és jur ídico de ocultar la
muerte del mandante, que en nada afecta a la validez de los actos celebrados por el
mandatario, y en el caso que se estimara que el conocimiento de la muerte del mandante
y el desconocimiento en cuanto a que ese motivo no produce en la especie la

extinción del mandato, fue la causa que llevó a la simulaci ón asumiendo que el mandate
se encontraba vivo, ello en ningún caso representa un perjuicio para el actor desde que
éste, se encontraba obligado por el mandato y por el contrato de promesa de
compraventa celebrado por su mandante, quedando obligado a respetar la delegaci ón de
mandato, que no estaba prohibida y la compraventa celebrada en cumplimiento de la
promesa.

De esta forma, de existir un engaño como consecuencia de una simulaci ón, esta
sería de aquellas que la ley califica de licitas, pues de ella no surge perjuicio para los
terceros, porque en definitiva los únicos que podrían estar interesados en develar la
supuesta situación ficticia por ellos creada, serían los propios simuladores. Es en la
simulación ilícita que el engaño encierra o produce un perjuicio para los terceros,
estando estos legitimados para accionar por tener un interés legítimo en hacer prevalecer
la voluntad real, por el perjuicio o lesión actual que la simulación produce.

Lo anterior se refleja claramente en el caso de la especie, si se considera que el


actor pasó a ocupar el lugar jurídico de parte que tenía su mandante en el contrato de
promesa de compraventa, para cuyo cumplimento se otorgó el mandato, no resultando
aceptable que estando obligado a cumplir la promesa, pretenda obstaculizar el
cumplimento de la misma, demandando la nulidad por simulación absoluta. Este es el
principio fijado por la Corte Suprema en el mismo considerando s éptimo de la sentencia
más arriba citada, al señalar, que:“ En efecto, los herederos del causante le suceden en
todos sus derechos y obligaciones transmisibles (artículo 1097 del C ódigo Civil), y si un
acto, en este caso, la tradición, se llevó a efecto sin su consentimiento por extinci ón del
mandato de su causante, les sería inoponible, pero podr ían y deber ían ratificarlo, lo que
YGXXJXXMNX

no procede ante una nulidad absoluta. En este sentido, ellos no podr ían demandar dicha
nulidad aunque esa fuera la sanción para este caso, porque heredaron la obligaci ón del
causante de efectuar la tradición de la cosa vendida, de acuerdo a los art ículos 1824 y
«RIT »

Foja: 1
siguientes del Código Civil. Por último, si los herederos tienen la obligaci ón que pesaba
sobre el causante de efectuar la tradición, por ningún motivo tienen legitimaci ón activa
para dejar sin efecto el cumplimiento ya hecho, sino que a la inversa, tienen la
obligación de garantía, de acuerdo a lo dispuesto en los art ículos 1838 y siguientes del
Código Civil, y si deben defender al comprador en la posesión, tranquila y pac ífica de la
cosa vendida frente a la demanda de terceros, con mayor razón no pueden ser ellos los
que atenten contra dicha posesión”.

Finalmente, nuevamente hay que señalar que al no haber nulidad por simulaci ón
absoluta ni ser los actos inoponibles, no tiene cabida la acción reivindicatoria, que es una
consecuencia de la nulidad o de la Inoponibilidad.

III.- EN CUANTO A LA DEMANDA DE NULIDAD ABSOLUTA POR: FALTA DE


PRECIO, FALTA DE INSINUACION Y POR INFRACCIÓN A LA LEY N° 19.253.-

A).- Improcedencia de la acción de nulidad absoluta en la forma en que ha sido


deducida por el actor.

1.- La acción de nulidad absoluta no puede ser dirigida contra el representante


que suscribió el contrato impugnado. El mandatario que celebr ó el contrato en
representación de su mandante no es legitimado pasivo.

Un aspecto común a estas tres demandas deducidas una en subsidio de la otra, es


que en ellas no se discute la falta del consentimiento del mandante, asumiendo que el
mandatario actuó dentro de sus facultades ejecutando un acto oponible al actor en
cuanto continuador jurídico del mandante y promitente vendedor, pero vulnerando en la
ejecución del mandato disposiciones que afectan la validez del contrato de compraventa
celebrado, el que adolecería de vicios que lo anulan.

Así las cosas, partiendo de la premisa que el mandatario actu ó en representaci ón


de su mandate o de su continuador, nuestro Código Civil sigue la doctrina de la
modalidad para explicar la naturaleza jurídica de éste instituto, que hace que los efectos
del acto y contrato celebrados por el mandatario en representaci ón del mandante, se
radiquen directamente en el patrimonio de éste como si el mismo mandante lo hubiera
ejecutado o celebrado. Así surge de lo dispuesto por el artículo 1448 del Código Civil.

Lo anterior trae como consecuencia que el representante una vez ejecutado el


encargo y dentro de los límites de sus poderes, deja de ser parte en el acto o contrato de
que se trata, y desde ese momento, así como el mandante puede dirigirse contra el
tercero para exigir el cumplimiento de las obligaciones contraídas en su favor y este, a su
YGXXJXXMNX

vez, accionar contra el mandante para que cumpla las suyas propias, sin considerar en
ambos casos a la persona del mandatario, que pasa ser un tercero ajeno al acto,
cualquier acción de ineficacia con el que se pretenda impugnar el contrato de dirigirse
«RIT »

Foja: 1
igualmente por el mandante en contra del tercero o éste en contra del mandante
directamente.

La doctrina en ésta materia a dicho lo siguiente: “desde que el contrato se


perfecciona el mandante puede dirigirse contra el tercero exigi éndole el cumplimiento de
las obligaciones contraídas a su favor y este puede dirigirse contra el mandante para que
cumpla, a su vez, las suyas. Por la misma razón, celebrado el contrato ya no puede
intervenir el mandatario para dejarlo sin efecto o para alterarlo en modo alguno – a
menos que esté autorizado para ello en su titulo- pues ha dejado de ser parte en el acto
o contrato. Ahora el mandatario es un tercero para quien ese acto o contrato es una “res
inter alias acta “. (STITCHKIN BRANOVER, David, El Mandato Civil. Editorial
Jurídica de Chile. Tercera Edición. Año 1975. Página 376).

En el mismo sentido la Jurisprudencia de los Tribunales Superiores de Justicia


han señalado que “la acción de nulidad absoluta de las convenciones no puede prosperar
por falta de legitimación pasiva, al no haber los demandantes dirigido su acci ón en
contra de la partes que concurrieron a la celebración de los contratos de compraventa
que objetan, sino en contra de las personas naturales que comparecieron en nombre de
aquellas” (Corte de Apelaciones de Santiago Rol 11909-2004).

Esto es así, porque, como se dijo, celebrado el contrato por el mandatario a


nombre del mandante, por solo ministerio de la ley se radican en el patrimonio del
mandante todas las consecuencias jurídicas derivadas del contrato como si el mismo
mandante lo hubiera ejecutado personalmente; sin embargo, lo que hace el actor en su
demanda es desconocer esta realidad jurídica situándose en la posición de un tercero
ajeno al contrato que se trata de impugnar, confiriéndole la calidad de parte a su
mandatario, lo que no es correcto, por el alcance propio de la representación.

En efecto, en el presente caso el actor ha dirigido sus demandas en contra del


mandatario don Néstor Ivan Vasquez Vasquez. Así lo dejó en claro el propio actor en el
escrito por el cual contestó el traslado de la excepci ón dilatoria deducida por esta parte,
en que se le conminó a aclarar quienes eran los demandados en cada una de las
demandas deducidas por este, dejando establecido en forma expresa en estos 3 casos que
la acción de nulidad no se dirigía directamente en contra de do ña Claudia Leonor
Gutiérrez Painahuel, sino que además en contra del mandatario e incluso de un tercero
ajeno al contrato como es don Jose Benedicto Gomez Yañez.-

De esta forma, se concluye que la acción de nulidad no resulta admisible en


contra del demandado don Néstor Ivan Vasquez Vasquez, por falta de legitimaci ón
YGXXJXXMNX

pasiva, ya que importaría demandarse asimismo y en consecuencia la acci ón misma de


nulidad absoluta estaría mal concebida, lo que obliga a tener que desestimarla, aun
cuando se haya demandado en el mismo juicio a la parte compradora.
«RIT »

Foja: 1
B).- Análisis de las distintas demandas de nulidad absoluta deducidas por el actor.

1.- En cuanto a la demanda de nulidad absoluta por omisi ón de un requisito especial: el


precio.

i).- El precio en la compraventa.

El precio constituye el objeto de la obligación del comprador y es a la vez la


causa de la obligación del vendedor. En este sentido quien vende lo hace con el
propósito de obtener el precio que el comprador se obligará a pagar por la cosa vendida.
Ahora bien, el precio para que se considere incorporado en un contrato de compraventa
debe cumplir con ciertos requisitos que están determinadamente establecidos por la ley,
los cuales se bastan asimismo(sic) para dar por existente el precio y que son tres a saber:
1) consistir en dinero; 2) ser real; y, 3) ser determinado o determinable.

De acuerdo a esto, no es requisito del precio indispensable para la existencia


misma del contrato de compraventa, la función jurídica que la voluntad de las partes le
asigne al dinero que se pague y en general la modalidad del pago, que incluso puede no
consistir en dinero al momento de solucionarse el precio. De esta forma el requisito del
precio se llena de la siguiente manera:

a).- Que el precio consista en dinero, significa solamente que se pacte en dinero, esto es,
basta para llenar este requisito el solo acuerdo en orden a pagar el precio en dinero. El
cumplimiento de éste requisito resulta claro en el presente caso, seg ún lo se ñalado en la
cláusula octava del contrato de compraventa, donde se expresa “que el precio total de la
venta es la suma de ciento cincuenta mil pesos”.

b).- Que el precio sea real se llena solamente por el hecho de que exista una cantidad
de dinero que se pague como precio, bastando que corresponda en parte siquiera al
valor de la cosa y con la intención de exigirse, cuesti ón que tambi én se encuentra
cumplida desde que en la misma cláusula octava se declara que ese dinero se pag ó al
contado y en dinero efectivo, con anterioridad a ese acto.

Respecto de esto último, cabe hacer presente que la seriedad o realidad del
precio, lo es en relación a la voluntad de las partes, en el sentido que haya realmente
intención de pagarse por el comprador y de exigirse por el vendedor, situaci ón que no
hay que confundir con la seriedad o realidad del precio en relaci ón a la cosa de la cual
es la equivalencia, pues ello apunta a otro concepto el justo precio que tiene que ver con
unas desproporción grave de las prestaciones que origine una lesi ón enorme, lo que no
fue demandado ni puede serlo por estar prescrita y extinguida la acci ón rescisoria por
YGXXJXXMNX

éste motivo.
«RIT »

Foja: 1
c).- En cuanto a la determinación del precio, éste resulta evidente desde que en la
cláusula octava se señala exactamente cuál es la cuantía, es decir, la cantidad precisa que
debe pagarse por la cosa vendida.

En suma, no es posible fundar la inexistencia del precio en el presente caso. Esto


es así porque aunque no lo reconozca el actor el cuestionamiento formulado por el actor
no dicen relación con la compraventa celebrada por el mandatario, sino que con otro
contrato, como es el arrendamiento y promesa que precede a la compraventa, en el cual
discute la modalidad o función jurídica que las partes le asignaron al dinero en cuanto al
rol que éste representaría en dicho acuerdo y que equivocadamente pretende trasladar a
éste último.

ii).- Improcedencia de la acción de nulidad en contra del contrato de compraventa por


falta de precio.

La lectura de la demanda deja en claro que la falta de precio como requisito


esencial de la compraventa, la funda en una situación acaecida no precisamente en el
contrato cuya nulidad se demanda, sino que en el contrato de arriendo con promesa de
compraventa que le sirve de antecedente, celebrado entre don Bartolo Neculman Lepin
con don Jose Benedicto Gomez Yañez, por escritura p ública de fecha 14 de Noviembre
de 1989, otorgada en Villarrica, ante el Notario Público de la época don Jorge Tampe
Maldonado, Repertorio Nª 1034-1989, en cuya clausula tercera se se ñal ó que el precio
del arrendamiento es la suma de $150.000, pagados al contado en ese acto y
posteriormente en la cláusula sexta del mismo contrato se se ñala que el precio de la
venta futura es de $150.000, que se encuentran cancelados con el monto del arriendo
pagado en ese acto.

Siendo esta una realidad que el propio actor reconoce en su demanda, cabe hacer
presente las siguientes observaciones que determinan la improcedencia de la acci ón de
nulidad por este capítulo:

a).- Que el actor no ha demandado la nulidad absoluta del contrato de arriendo y


promesa de compraventa, donde se habría cometido el vicio de nulidad denunciado por
éste, que es fundamental para atacar la compraventa.

b).- Que lo anterior es necesario si se considera que: “lo que la ley sanciona es la
infracción a la ley, que se produce en el momento de celebrarse el acto o contrato y no
al tiempo de ejecutarse las prestaciones que él origina que no son sino el cumplimiento
de las obligaciones emanadas del acto o contrato y no constituyen, en s í mismas,
infracciones a la ley” (ALESSANDRI BESA, Arturo, La nulidad y la Rescisi ón en el
YGXXJXXMNX

Derecho Civil Chileno, tomo II, tercera edición, Editorial Jur ídica de Chile, a ño 2015,
página 214).
«RIT »

Foja: 1
De acuerdo a esto último, la compraventa representa el cumplimiento de la
obligación esencial de hacer que nace de la promesa, de manera entonces que si bien
éste es un contrato autónomo que no debe confundirse con el contrato preparatorio que
le antecede, no debe olvidarse que representa al mismo tiempo el pago que extingue la
obligación nacida del contrato de promesa, existiendo una relación de dependencia que
obliga en caso de estimarse nulo la forma en que se concibió el precio de la compraventa
futura demandar la nulidad en forma conjunta, ello en razón a que en la promesa se
anticiparon parte de los efectos del contrato prometido como fue el pago del precio de la
futura compraventa, obligación que en circunstancias normales habr ía nacido con la
suscripción de este último contrato, momento en que se haría exigible su pago.

Al respecto, cabe recordar lo señalado por el profesor Rene Abeliuk, quien junto
con indicar que la promesa por sí sola no produce los efectos del contrato prometido
agrega que “tampoco hay inconveniente alguno para que así se convenga; en tal caso,
estas obligaciones son dependientes de la principal de otorgar el contrato prometido; es
un mero cumplimiento anticipado de las obligaciones que de éste emanan, y, en
consecuencia, si la promesa quedare sin efecto por cualquier causa, deber án las partes
restituirse lo ya cumplido”. (ABELIUK MANASEVICH, René, Contrato de promesa de
opción y Otros Acuerdos Previos, Editorial Thompons Reuters, año 2012, página 142).

De acuerdo a lo anterior queda claro entonces que cuando se anticipan los


efectos del contrato prometido, las obligaciones que se hayan cumplido anticipadamente
en caso de plantearse la nulidad de las mismas debe comprender necesariamente la
nulidad del contrato por el cual se estipulan y hacen exigibles.

c).- Que sin perjuicio de lo anterior, debemos considerar en todo caso que atendido el
tiempo transcurrido y a fin de zanjar cualquier discusión sobre la validez del contrato de
compraventa, la acción de nulidad para atacar el contrato de arriendo y promesa que
precede a la compraventa, se encuentra prescrita por haber transcurrido m ás de 10 a ños
desde la celebración de dichos contratos, que para los efectos de la nulidad implica de
acuerdo al artículo 1683 del Código Civil que el acto o contrato que naci ó nulo se
purifica desapareciendo el vicio que lo invalidaba, lo cual naturalmente se opone a la
declaración de nulidad de la compraventa por el mismo vicio, pues éste como se dijo
representa el cumplimiento de una obligación válidamente adquirida una vez saneado el
supuesto vicio.

2).- En cuanto a la demanda de nulidad absoluta por omisión de un requisito en


consideración a la naturaleza del contrato o falta de solemnidad.
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Al existir un precio en la compraventa, conforme a lo se ñalado en el punto


anterior, no pudiéndose invalidar el contrato por dicha causa, no cabe una nulidad por
éste otro motivo.
«RIT »

Foja: 1
Sin embargo, en relación a ésta demanda se aprecia nuevamente una confusi ón
en el actor. No hay duda que se ésta en presencia de un acto real y voluntario cuyo
propósito es celebrar un contrato de compraventa, que fue a lo que se obligaron las
partes y si eventualmente faltara el precio en la compraventa, ser ía consecuencia de un
defecto en la forma en que fue concebida, de lo cual no puede extraerse el prop ósito
consciente de los contrayentes de ocultar otro acto de naturaleza jurídica diversa, que sea
el realmente querido como es la donación.

La nulidad en éste caso no puede sino fundarse en una simulaci ón, que no se da
en este caso si se considera que existe un arriendo y promesa que precede a la
compraventa, celebrada en el marco del artículo 26 del Decreto Ley 2.568, pues si se
estima que hubo entre las partes un acuerdo simulatorio para celebrar un acto diverso
fue precisamente para concluir una compraventa, pues se trataba de buscar una f órmula
alternativa que permitiera anticipar los efectos de la prohibici ón legal que establec ía
dicho texto legal, al imponer una prohibición de gravar, enajenar y dividir por el
termino de 20 años, al predio en el cual incid ía el arriendo y la promesa, lo que
tampoco tiene cabida desde que la realidad es que se trata de un negocio fiduciario
indirecto.

3).- En cuanto a la demanda de nulidad por infracción del art ículo 17 de la Ley N °
19.253.

En relación a esta demanda de nulidad el actor distingue: i).- La compraventa


celebrada por don Néstor Ivan Vasquez Vasquez, en calidad de mandatario, con do ña
Claudia Leonor Gutiérrez Painahuel, suscrita por escritura pública de fecha 7 de enero
de 2011; y, ii).- La compraventa celebrada por doña Claudia Leonor Guti érrez
Painahuel y don Néstor Ivan Vasquez Vasquez, suscrita por escritura p ública de fecha 6
de enero de 2012.

a).- En ambas compraventas se discute primeramente si la subdivisi ón debe ser aprobada


por el SAG., como aconteció en los hechos, o bien autorizada por el juez, por resoluci ón
fundada, previo informe favorable de la CONADI.

El planteamiento sustentado por esta parte es que como la subdivisi ón proyectada


busca dar cumplimiento a un contrato de promesa de compraventa, celebrado con
anterioridad al 5 de Octubre de 1993, fecha en que entr ó en vigencia la actual Ley N °
19.253, ella al igual que la compraventa futura, se encuentran regidas por la ley vigente
al momento de la celebración de la promesa, en los t érminos que dispone el art ículo 22
de la Ley Sobre el Efecto Retroactivo de las Leyes, quedando regulados por la Ley N°
YGXXJXXMNX

17.729 de 1972, modificada por los DL N° 2.568 y 2750, ambos del año 1979.

Esta última ley en su artículo 26 disponía, en lo pertinente, que las hijuelas cuyo
dominio se hubieran inscrito de acuerdo a las prescripciones de dicha ley, - entre las que
«RIT »

Foja: 1
se encuentra la Hijuela N° 52-, no se pod ían enajenar, gravar ni dividir, durante el
término de 20 años a partir de la fecha de su inscripción en el Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces, para posteriormente, vencido que sea el plazo de la
prohibición, quedar sujeto a la legislación común.

En razón de la supervivencia de la ley antigua en los contratos, de acuerdo al art.


22 de la Ley sobre Efecto Retroactivo de las Leyes, disposici ón en virtud de la cual se
descarta la aplicación de la ley nueva, tanto en su efecto retroactivo como inmediato,
respecto de los contratos celebrados con anterioridad a ésta, se concluye que la
subdivisión para dar cumplimiento a la promesa, se rige por el D.L. N º 3.516, y no por
el artículo 17 de la actual ley indígena, por no haber estado vigente al momento de la
celebración de la promesa.

El alcance del artículo 22, de acuerdo a su tenor literal y a la historia fidedigna


de su establecimiento, es amplísima y debe aplicarse no solo a las condiciones de
existencia y de validez de los contratos, sino tambi én a sus efectos, o sea, a los derechos
y obligaciones que genera, e, inclusive, a las garantías aplicadas a los derechos
principales y accesorios por la ley bajo cuyo imperio se celebraron. Seg ún dicha norma,
la ley antigua es la única que debe regir el contrato y sus efectos, en todos sus aspectos,
postulando el principio de la supervivencia de las leyes antiguas en los contratos.

De la historia de su establecimiento, aparece el claro prop ósito del ejecutivo y del


legislador de excluir el efecto retroactivo y el efecto inmediato de las leyes nuevas sobre
los contratos celebrados con anterioridad. Así se deduce por ejemplo del Mensaje del
Presidente de la República que no pudo ser más claro al respecto, al expresar: “El que
contrata no lo hace por lo regular tomando en cuenta s ólo el momento en que ajusta su
convención, sus cálculos abrazan además el porvenir y trata de asegurarse al amparo de
la ley una posición que en cuanto se pueda est é a salvo de eventualidades caprichosas.
Sería, pues, contrariar hasta un punto muy peligroso la confianza en las especulaciones,
si hubiera de verse expuesto en el curso de su desarrollo a sufrir los cambios m ás o
menos radicales que se originasen de la promulgación de una nueva ley. Para evitar estos
inconvenientes, el proyecto sienta el principio de considerar incorporadas en un contrato
las leyes que le eran aplicables al tiempo de su celebración”.

Insistiendo en la misma idea, la Cámara de Diputados, a su vez, aprob ó la


siguiente redacción del art. 22: “La validez de un acto o contrato y los derechos y
obligaciones que de ellos resulten se regirán por las leyes vigentes al tiempo en que
hubieren tenido lugar”. Sin embargo, de acuerdo a la historia.
YGXXJXXMNX

Esta tesis está reforzada por numerosa jurisprudencia, algunas de éste propio
tribunal, (Autos voluntarios voluntarios V-77-2015) y por el propio Servicio Agr ícola y
Ganadero, quien en un informe jurídico emitido en un caso similar, estableci ó
«RIT »

Foja: 1
claramente que la subdivisión que tiene por objeto dar cumplimiento a una promesa de
compraventa, celebrada con anterioridad a la entrada en vigencia de la actual ley
indígena, se sujeta a las normas del citado DL N° 3516, y no de la Ley N ° 19.253, y
que el notario tuvo a la vista al momento de autorizar la escritura.

Estos principios y normas legales que rigen la sucesi ón de leyes en el tiempo en


materia contractual, determinan que no tiene vigencia en la especie la actual Ley
N°19.253, según se declaró en sentencia dictada en autos voluntarios Rol Nº V-35- 2011,
seguida ante éste mismo tribunal, que excluyo el predio objeto de la compraventa de su
ámbito de aplicación, ordenando la inscripción de la primera compraventa a nombre de
doña Claudia Leonor Gutiérrez Painahuel.

Luego, en base a una correcta interpretación del derecho, estimo que es forzoso
concluir, que en ambas compraventas no es visible ningún vicio que lo anule
absolutamente; y, por consiguiente que las compraventas son perfectamente v álidas al
amparo de la legislación común.

b).- La segunda compraventa celebrada por doña Claudia Leonor Guti érrez Painahuel,
como vendedora, y don Néstor Ivan Vasquez Vasquez, como comprador, presenta
especial interés si se considera que el actor que deduce la acción de nulidad es un tercero
que no ha participado con su voluntad en la celebraci ón del acto o contrato cuya
nulidad se demanda

La pregunta que debemos hacernos es cuál es el inter és patrimonial leg ítimo del
actor para demandar la nulidad del contrato de compraventa en éste caso, si el objetivo
es obtener la devolución del predio, ya que el efecto restitutorio de la nulidad se da solo
entre los contratantes y no respecto de un tercero que demanda la nulidad. El inciso
primero del artículo 1687 del Código Civil, expresa que la nulidad da “a las partes ”
derecho para ser restituidas; asimismo el inciso segundo reitera, que trata de restituciones
mutuas que hayan de hacerse “los contratantes”, y añade que se tomara en
consideración la buena o mala fe “de las partes”. En consecuencia, la restituci ón del
inmueble no es una acción que pueda ejercer el tercero que ha pedido y obtenido la
declaración judicial de nulidad.

Lo que ocurre es que el actor no ha reparado que para pedir la restituci ón del
bien solo debe demandar la nulidad de la primera compraventa, pues declarada ésta
habrá lugar para reivindicar la cosa de los terceros poseedores, conforme a lo dispuesto
en el artículo 1689 del Código Civil, debiendo ejercer directamente las acciones que el
ordenamiento jurídico reconoce al propietario, como lo deja en claro el artículo 1815 del
YGXXJXXMNX

Código Civil.
«RIT »

Foja: 1
Finalmente, en lo que respecta a la acción reivindicatoria deducida
conjuntamente con cada una de las acciones de nulidad, no existiendo los vicios
denunciados no tienen cabida, debiendo ser rechazada por consecuencia.

POR TANTO, En mérito de lo expuesto, RUEGO A US., se sirva tener por


contestada la demanda, rechazándola en todas y cada una de sus partes, con costas. ”

En el folio 15 se evacuó el trámite de la réplica.-.

En el folio 38, se tuvo por evacuada la dúplica en rebeldía.-

En el folio 46, se llamó a las partes a conciliación, la que no se produjo.

En el folio 49, se recibió la causa a prueba.

En el folio 77, se citó a las partes a oír sentencia.-

CON LO RELACIONADO:

PRIMERO: Que se fijaron como hechos a probar: En cuanto a la acción


principal de nulidad absoluta, y reivindicación: 1.- Efectividad que la delegaci ón de
mandato que consta en clausula décimo segunda de la escritura p ública de fecha 22 de
noviembre del año 2.010, repertorio notarial N° 1.725-2010, otorgada ante don Luis
Enrique Espinoza Garrido, Notario Público, titular de la Comuna de Puc ón, y el
contrato de compraventa suscrito por escritura pública de 07 de enero del a ño 2.011,
repertorio notarial N°28-2011, otorgada ante don Francisco Javier Mu ñoz Flores,
Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica adolece de algún vicio. En la
afirmativa, vicio que lo invalida, forma en que se produjo y autor del mismo. 2.-
Efectividad de carecer el actor de falta de legitimación activa que se alega. 3.- Inter és de
la demandante en la alegación de nulidad. 4.- En el evento de declararse la nulidad
absoluta, efectividad que el demandante es dueño de la propiedad cuya reivindicaci ón
demanda. 5. Efectividad de encontrarse el demandado en posesi ón del inmueble cuya
reivindicación se solicita. Hechos que la constituyen. En cuanto a la acción subsidiaria de
simulación absoluta, y reivindicación: 6.- Efectividad que la voluntad real de los
contratantes al suscribir la delegación de mandato que consta en la cláusula décimo de la
escritura pública de fecha 22 de noviembre del año 2.010, repertorio notarial N ° 1.725-
2010, otorgada ante don Luis Enrique Espinoza Garrido, Notario Público, titular de la
Comuna de Pucón, y el contrato de compraventa suscrito por escritura p ública de 07 de
enero del año 2.011, repertorio notarial N°28-2011, otorgada ante don Francisco Javier
Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, es distinta de la
voluntad que manifestaron en la celebración del contrato. En su caso, forma y
YGXXJXXMNX

circunstancias en que esta situación se produjo. 7.- En el evento de declararse la


simulación absoluta de los contratos aludidos, efectividad que el demandante es dueño de
la propiedad cuya reivindicación demanda. 8.- Efectividad de encontrarse el demandado
«RIT »

Foja: 1
en posesión del inmueble cuya reivindicación se solicita. Hechos que la constituyen. En
cuanto a la acción subsidiaria de inexistencia o nulidad absoluta por omisi ón de un
requisito esencial, por omisión de solemnidades legales y por infracci ón a la ley ind ígena
19.253 y reivindicación: 9.- Efectividad que el contrato de compraventa suscrito por
escritura pública de 07 de enero del año 2.011, repertorio notarial N °28-2011, otorgada
ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna de
Villarrica, y el contrato de compraventa de 06 de enero del a ño 2012, otorgada en la
Notaría de Villarrica de don Francisco Javier Muñoz Flores, repertorio notarial N º 42-
2012, es inexistente u adolece de algún vicio. En la afirmativa, vicio que lo invalida,
forma en que se produjo y autor del mismo. 10.- En el evento de declararse la nulidad
absoluta de los contratos aludidos, efectividad que el demandante es due ño de la
propiedad cuya reivindicación demanda. 11.- Efectividad de encontrarse el demandado
en posesión del inmueble cuya reivindicación se solicita. Hechos que la constituyen. 12.-
Efectividad de existir falta de legitimación pasiva.

SEGUNDO: Que el actor rindió los siguientes medios de prueba:


DOCUMENTAL, no objetada: copia fotostática de certificado de defunción otorgado
por el Servicio de Registro Civil e Identificación de don Bartolo Neculm án Lep ín; copia
fotostática de escritura pública de contrato de arriendo, promesa compraventa y
mandato, de 14 de Noviembre de 1.989, repertorio notarial Nº 1.034- 1989, de la
Notaría de Villarrica de don Jorge Tampe Maldonado, celebrada entre don Bartolo
Neculmán Lepín y don José Benedicto Gómez Yáñez; copia fotostática de escritura
pública de contrato de compraventa, cesión de contrato, delegación de mandato, de 22
de Noviembre de 2.010, repertorio notarial Nº 1.725-2010, de la Notar ía de Puc ón de
don Luis Enrique Espinoza Garrido, celebrada entre don José Benedicto Gómez Y áñez y
doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, y donde en cl áusula d écimo segunda
delega don José Benedicto Gómez Yáñez, mandato especial dado por don Bartolo
Neculmán Lepín, en la persona de don Néstor Ivan Vásquez Vásquez; copia fotost ática
de título de adjudicación de Hijuela 52, a don Bartolo Neculmán Lep ín, en Divisi ón de
Reserva de la “Comunidad Indígena” encabezada por don José María Avilés. Que rola a
fojas 270, número 216, del año 1.994, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón; copia fotostática de escritura pública de mandato especial de 09
de Noviembre 2.010, repertorio notarial Nº 1.647-2010, de la Notaría de Pucón de don
Luis Enrique Espinoza Garrido, donde doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel,
confiere mandato a don Néstor Ivan Vásquez Vásquez; copia fotostática de escritura
pública de compraventa de 07 de Enero 2.011, repertorio notarial N º 28-2011, de la
Notaría de Villarrica de don Francisco Javier Muñoz Flores Garrido, donde don Bartolo
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Neculmán Lepín, aparece vendiendo el Lote 52-b, representado por don N éstor Ivan
Vásquez Vásquez, a doña Claudia Leonor Gutiérrez; copia fotostática de inscripci ón de
Lote 52 b, a nombre de doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, de folio 1.096,
«RIT »

Foja: 1
número 2.155, del año 2.011, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes
Raíces de Pucón, que actualmente ha sido transferido a don N éstor Ivan V ásquez
Vásquez; copia fotostática de título de dominio de don Néstor Ivan Vásquez Vásquez, de
folio 66, número 128, del año 2.012, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón; copia fotostática de certificado de posesi ón efectiva de don
Bartolo Neculán Lepín, donde consta que su único heredero era don Juan Neculm án
Huaiquipán; copia fotostática de plano que subdividió la Hijuela 52 de don Bartolo
Neculmán Lepín, que lleva el número 266, del año 2.011, del Archivo de Planos, del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón; copia fotostática de escritura pública de
compraventa de herencia, de 24 Marzo 2015, repertorio Nº 903-2015, de la Notar ía de
Pucón, donde consta que don Juan Neculmán Huaiquipán, único heredero de don
Bartolo Neculmán Lepín, vendió el total de su cuota hereditaria a don Rafael Segundo
Huilipán Avilés, entendiéndose que lo cedido es su calidad de heredero; certificado de
nacimiento de Juan Neculmán Huaiquipán, donde consta que es hijo de don Bartolo
Neculmán Lepín; Copia fotostática de inscripción de Lote 52 b, resultante de subdivisi ón
de Hijuela 52, sobre división de Comunidad Indígena encabezada por don Jos é Mar ía
Avilés, inscrito a nombre de doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, de folio
1.096, número 2.155, del año 2.011, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón, que actualmente ha sido transferido a folio 66, n úmero 128, del
año 2012, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Ra íces de Puc ón a don
Néstor Ivan Vásquez Vásquez; copia fotostática de título de dominio de Lote 52 b,
resultante de subdivisión de Hijuela 52, sobre división de Comunidad Ind ígena
encabezada por don José María Avilés, inscrito a nombre de don N éstor Ivan V ásquez
Vásquez, de folio 66, número 128, del año 2.012, del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón; copia fotostática de prohibici ón ind ígena, de
folio 57, número 50, del año 1994, del Registro de Prohibiciones del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón; copia fotostática de carta poder notarial de don Juan Neculm án
Huaiquifil, hijo de don Bartolo Neculmán Lepin, a doña Patricia Adriela Huilip án
Avilés; copia fotostática de título de adjudicación de Hijuela 52, a don Bartolo Neculmán
Lepín, en División de Reserva de la “Comunidad Indígena” encabezada por don Jos é
María Avilés. Que rola a fojas 270, número 216, del año 1.994, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón, se puede apreciar marginalmente
en el título que consta: _ La transferencia del Lote 52-b, que es el objeto del presente
juicio, y que fue transferido a fojas 1.096, n úmero 2.155, del a ño 2.011, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón. _ El Archivo de Plano
marginalmente que lleva el número 265, del año 2.011, del Archivo de Planos del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón. _ Prohibición ind ígena de folio 57, n úmero 50,
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del Registro de Prohibiciones del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón. _ En el t ítulo
precedente consta que la adjudicación a don Bartolo Neculmán Lepin fue inscrita con
«RIT »

Foja: 1
fecha 05 de octubre del año 1982, en el Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón.

En el folio 1, del cuaderno de medida prejudicial, rolan los siguientes


documentos, no objetados: copia fotostática certificado de defunción don Bartolo
Neculinán Lepin; copia fotostática de escritura pública de contrato de arriendo; promesa
compraventa y mandato, de 14 de Noviembre de 1.989, repertorio notarial N ° 1.034-
1989 de la Notaría de Villarrica de don Jorge Tampe Maldonado; celebrada entre don
Bartolo Neculrnán Lepin y don José Beriedicto Gómez Yáñez; copia fotost ática de
escritura pública de contrato de compraventa; cesión de contrato; delegaci ón de
mandato, de 22 de Noviembre de 2.010, repertorio notarial N' 1.725-2010 de la Notar ía
de Pucón de don Luis Enrique Espinoza Garrido: celebrada entre don Jos é Benedicto
Gómez Yáñez y doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel; y donde en cl áusula
décimo segunda delega don José Benedieto Gómez Yáñez. mandato especial dado por
don Bartolo Neculmán Lepin en la persona de don Néstor Ivan Vásquez V ásquez; copia
fotostática de título de adjudicación de Hijuela 52, a don Bartolo Neculm án Lep ín, en
División de Reserva de la Comunidad Indígena encabezada por don Jos é Maria Avil és.
Que rola a fojas 270, número 216, del año 1.994, del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón; copia fotostática de escritura pública de
mandato especial de 09 de Noviembre 2.010, repertorio notarial N" 1.647-20111, de la
Notaria de Pucón de don Luis Enrique Espinoza Garrido; donde do ña Claudia Leonor
Gutiérrez Painenahuel confiere mandato a don Néstor Ivan Vásquez Vásquez para
tramitar subdivisión; copia fotostática de escritura pública de compraventa de 07 de
Enero 2.011, repertorio notarial N' 28-2011, de la Notaria de Villarrica de don
Francisco Javier Muñoz Flores Garrido; copia fotostática de inscripción de Lote 52 b, a
nombre de doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenaimel, de folio .096, n úmero 2.155 del
año 2.011 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Ralees de Puc ón, que
actualmente ha sido transferido a don Néstor Ivan Vásquez Vasquez; copia de t ítulo de
dominio de don Néstor Iván Vásquez Vásquez, de folio 66, número 128, del a ño 2.012,
del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón; copia fotost ática
de certificado de posesión efectiva de don Bartolo Neculpan Lep ín, donde consta que su
único heredero era don Juan Neculmán Huaiquipán; copia fotostática de plano que
subdividió la Hijuela 52 de don Bartolo Neculman Lep ín, que lleva el n úmero 266, del
año 2.011 del Archivo de Planos del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón; copia
fotostática de escritura pública de compraventa de herencia, de 24 Marzo 2015,
repertorio N° 903-2015 de la Notaría de Pucón, donde consta que don Juan Neculm án
Huaiquipán, único heredero de don Bartolo Neculmán Lepin, vendió el total de la cuota
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hereditaria a don Rafael Segundo Huilipán Avilés, entendi éndose que lo cedido es su
calidad de heredero; certificado de nacimiento de Juan Neculman Huaiquipan, donde
consta que es hijo de don Bartolo Neculmán Lepín,
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Foja: 1
TESTIMONIAL, Comparece como primer testigo doña MYRIAM MILADY
ZERENE OYARZUN, Rut N°10.745.472-1, ya individualizada en autos, quien
juramentada en forma legal e interrogada al tenor de los puntos de prueba expone:

“1.- Si. Se invalida por el hecho que el due ño legítimo don Bartolom é ya hab ía
fallecido. Los contratos que habían por la compra y venta de la propiedad ya se hab ían
los plazos(sic) en respecto a la fecha que se firmó la escritura y ya hab ían caducado. El
autos es en este caso en este caso(sic) serían los que firmaron la escritura que son
Claudia Gutiérrez, un tal Vásquez y don Ítalo Gómez.-

Esto me consta porque yo conozco a toda la familia Huilipan Avilez y conoc ía el


tema desde hace mucho tiempo por ser amiga del due ño leg ítimo don Rafael Segundo
Huilipan Avilez.-

Repreguntado el testigo para que diga en qué año falleció don Bartolo Neculman
Lepin.- La testigo responde: don Bartola falleció en Argentina el año 2003 .-

Para que diga la testigo si se supo acá en Chile del fallecimiento de don Bartolo
Neculman Lepin.-La testigo responde: Si se supo enseguida, toda la familia se enter ó.

Para que diga la testigo sí los demandados don José Benedicto G ómez Ya ñez,
doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel y don Néstor Ivan Vásquez Vásquez sab ían
de la muerte de don Bartolo Neculman Lepin y como le consta.- La testigo responde:
Ellos sabían el señor Gómez era arrendatario y tenían ah í un cuento y adem ás era
amigo de la familia, se sabía que tenía un arrendamiento con compromiso de venta pero
los plazos ya se habían vencido más con la muerte de don Bartolo no tiene mas efecto y
los demás todos sabían de la muerte de don Bartolo. Me consta porque siempre fui
invitada por la familia a las celebraciones y era amiga y conocida de la familia, adem ás
mi padre era muy conocido de don Bartolo.-

2.- Don Rafael Segundo Huilipan Avilez tiene derecho a reclamar por sus derechos
porque él es el único heredero de don Bartolo ya que es su único nieto.-

Para que diga la testigo si sabe cómo adquirió la propiedad el demandante.- La


testigo responde: Don Bartolo tenía un hijo que se llamaba Juan y ah í fue cuando don
Bartolo fue a visitar a su hijo a Argentina y falleci ó, y la visita fue como para ratificar a
su hijo Juan que en caso de que le pasara algo él estaba con el compromiso de
entregarle la herencia a Rafael, debo agregar que don Bartolo estaba ya de muy
avanzada edad

3.- La verdad es que porque alega el demandante es porque se encontr ó con la


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sorpresa que la propiedad estaba ocupada y una persona le hab ía subdividido y la hab ía
inscrito supuestamente de forma legal haciendo uso de la propiedad hasta la fecha.-
«RIT »

Foja: 1
Repreguntada la testigo para que diga que pretende recuperar el demandante de
autos.- La testigo responde: recuperar la propiedad.

4.- Si es dueño legítimo de la propiedad que se demanda.

5.- Si es efectivo. El está ocupando la propiedad ha cortado árboles y el alega que es


dueño y tiene papeles.-

6.- Si porque ahí están vencidos los contratos ya están caducados. Lo que yo s é es
que había un contrato de promesa de venta de parte de don Bartolo que era el due ño de
la propiedad y don Ítalo Gómez que el arrendaba a una comunidad ind ígena, pero él
sabía que no podía ser vendida la propiedad por ser comunidad ind ígena y no podr ía
ser vendida a un chileno.-

Repreguntada la testigo para que diga por qué la propiedad fue adquirida por
doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel y no directamente por don N éstor Ivan
Vásquez Vásquez. La testigo responde: Porque el arrendatario el señor Gómez le
vendió los derechos de promesa de venta a Vásquez y como no pod ía inscribir por no
tener un apellido mapuche se lo traspasa a Claudia Guti érrez y ella se lo traspasa de
nuevo al señor Vasquez. Todo esto además fue adquirido por unas sumas de dinero
irrisorias y que el valor de arriendo y compraventa ten ían un solo valor que eran de
150.000 y la señora Claudia Gutiérrez le vende a Vásquez en 1.000.000 una hect área de
terreno, siendo el valor real a la fecha la hect área deber ía costar en ese momento unos
$25.000.000 del sector Pichares.-

7.- Si el demandante don Rafael Segundo Huilipan Avilés es due ño absoluto de la


propiedad en cuestión.

8.- Si es efectivo el demandado ocupa la propiedad el se ñor V ásquez quien utiliza la


propiedad y aparte la subdividió y no puede hacerlo ya que es terreno ind ígena y en
proporciones que no corresponden por la ley indígena.-

9.- Si es efectivo. El vicio es porque don Bartolo ya estaba fallecido del año 2003.-

Repreguntada la testigo para que diga si se pagó el precio de la compraventa.-

La testigo responde: No porque pusieron un valor de arriendo y ese mismo valor


de arriendo lo usaron para la venta de la propiedad.

Para que diga la testigo si la propiedad objeto del juicio es tierra ind ígena, si se
podía subdividir, superficie mínima de subdivisión y si se podía vender a chilenos.-
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La testigo responde: Es tierra indígena pertenece a una comunidad ind ígena Jos é
María Avilez, no se podía subdividir, la superficie mínima de la subdivisi ón en tierras
indígenas lo mínimo son 3 hectáreas, y tampoco se podía vender a chilenos
«RIT »

Foja: 1
10.- Si es efectivo don Rafael Segundo Huilipan Avilez es due ño absoluto de la
propiedad.-

11.- Es efectivo el demando se encuentra haciendo uso de la propiedad, los hechos son
que ha cortado árboles hizo cercos y el pasto lo corta y lo vende.-

12.- No es efectivo porque los papeles de que como se hicieron los papeles no
corresponde.-

Repreguntada la testigo para que señale si los demandados son las mismas
personas que aparecen en los contratos gracias a los cuales se vendi ó el predio objeto del
juicio.- La testigo responde: Son las mismas personas.-“

Comparece como segundo testigo don JOSE CARLOS BRAVO HUIL1PAN,


Rut N°8.872.263-3, ya individualizado en autos quien juramentado en forma legal e
interrogado al tenor de los puntos de prueba expone:

“1.- Si . Es invalida porque es una tierra mapuche es una reserva ind ígena, lo
que yo sé que don Lito Gómez le vendió al señor Vásquez este le vendi ó a una se ñora
que no recuerdo nombre y después la señora le volvió a vender al se ñor V ásquez y
actualmente el terreno permanece a nombre del señor Vásquez

Estos hechos los sé porque soy vecino colindante del se ñor Bartolo Neculm án
primer dueño y único dueño y el falleció parece que el año 2002.-

Repreguntado el testigo para que diga si se supo en el sector donde se encuentra


el predio objeto del juicio de la muerte de don Bartolo Neculman Lepin y si los
demandados don José Benedicto Gómez Yáñez, doña Claudia Leonor Gutiérrez
Parnenahuel y don Néstor Ivan Vásquez Vásquez supieron de la muerte de don Bartolo
Neculman Lepin.-

El testigo responde: Si se supo todo en Pichares y yo también supe porque era mi


vecino.-

2.- Si puede demandar don Rafael Huilipan porque el heredero don Juanito
Neculman le vendió los derechos a don Rafael.-

3.- Porque fue una estafa fue un fraude que hicieron don Lito G ómez, la se ñora
Claudia, y el señor Vásquez.-

Repreguntado el testigo para que de anularse los contratos y delegaciones quien


se vería beneficiado con esto.- El testigo responde don Rafael Huilipan.-
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4.- Si es efectivo,
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Foja: 1
5.- Si es efectivo, el demandado señor Vásquez está ocupando la propiedad y ha
cortado pasto, botado árboles frutales.-

6.- Lo que pasa que es el señor Benedicto le quería vender la propiedad a la se ñora
Claudia porque tenía apellido mapuche y que era un palo blanco del se ñor V ásquez y
después la propiedad se la paso al señor Vásquez devuelta en otra escritura.-

7.- Si es efectivo don Rafael Huilipan es el único due ño de la propiedad por la cual
se demanda.-

8.- Si es efectivo. Si sé que la ocupa porque soy vecino de él y me consta que corta
pasto, echa sus animales, y eso no más porque es un predio chico.-

9.- Si son falsas, porque en una reserva indígena no puede comprar un chileno en
menos de 3 hectáreas y ahí el predio son 2 hectáreas y 50 áreas, se pueden comprar
acciones y derechos nada mas .-

Repreguntado el testigo para que diga si se pagó el precio de la compra a don


Bartolo Neculman Lepin. El testigo responde. No, nunca se le pag ó, yo soy vecino de él
y don Lito Gómez le arrendaba a don Bartolo nunca le pag ó la compra solo el
arriendo.-

10.- Si es el único dueño de la propiedad don Rafael.

11.- Si es efectivo el demandado señor Vasquez ocupa la propiedad yo nunca he


tenido buenas relaciones con él por eso no le sé su nombre.-

12.- Se puede demandar a los demandados porque en el fondo fue una estafa que
hicieron.

Para que diga el testigo si consta en documentos las actuaciones de los


demandados.- El testigo responde: Si consta.”

Por último, como tercer testigo comparece doña MARIA ELIZABETH


BURGOS ROA, Rut Nc9.147.229-5, ya individualizada en autos, quien juramentada en
forma legal e interrogada al tenor de los puntos de prueba expone:

“1.- Si. Don Bartolo Neculman estaba fallecido, él murió el año 2003 en
Argentina, los autores serían de apellido Vásquez Vasquez el nombre no lo recuerdo, y
varias personas más que no recuerdo sus nombres pero los ubico a todos en persona.-

Repreguntada la testigo para que diga si se supo de inmediato de la muerte de


don Bartolo Neculman Lepin en el sector Pichares donde se encuentra el predio objeto
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del juicio y si los demandados don José Benedicto Gómez Yáñez, doña Claudia Leonor
Gutiérrez Painenahuel, y don Néstor Ivan Vásquez Vásquez se enteraron de la muerte
de don Bartolo Neculman Lepin.-
«RIT »

Foja: 1
Si se enteró todo el sector porque él era una persona de la m ás antigua de la
comunidad indígena José María Avilez y las personas nombradas al igual se enteraron de
su muerte.

2- No don Rafael Huilipan no carece de toda legitimidad para demandar, porque


el heredero legal que era don Juanito Neculman quien le vendi ó el terreno a don Rafael
Huilipan y es el único dueño.-

Repreguntada la testigo para que señale si don Rafael Segundo Huilipan Avilez
tienen derecho a demandar en autos.- El testigo responde Si puede demandar.

3.- El interés es recuperar su terrena.-

4.-Si es efectivo don Rafael es el dueño de la propiedad.

5.- La propiedad está siendo ocupada por el se ñor Vásquez hace muchos a ños que la
ocupa, ha botado árboles, ha hecho praderas de Alfalfa, en temporadas hecha sus
animales y aparte de eso tengo entendido que él vendi ó una parte a otra persona. Todo
esto me consta porque vivo en el sector soy presidenta de la comunidad ind ígena Jos é
María Avilez.-

6.- Lo que yo sé que ellos los demandados hicieron algo fraudulento para apoderarse
del terreno. Primero tenían ese contrato de arriendo con compromiso de venta en el cual
ellos decían que la venta se iba a pagar con el arriendo en consecuencia nunca pagaron
arriendo, después falleció don Bartolo.

Repreguntada la testigo para que diga por qué don Jos é Benedicto G ómez Y áñez no
vendió directamente su contrato de promesa a don Néstor Ivan Vásquez Vásquez.-

La testigo responde: Porque son terrenos ind ígenas y no se pueden vender a


personas no indígenas.-

Repreguntada la testigo para que diga si doña Claudia Leonor Guti érrez
Painenahuel realmente deseaba adquirir la propiedad o fue utilizada por don N éstor
Ivan Vásquez Vásquez.-

La testigo responde. No ella fue utilizada por tener apellido mapuche.-

7.- Es dueño

8,- Si, porque ha hecho praderas ocupa el terreno para los animales ha hecho cercos y
vendió parte del terreno, y ha botado árboles.-
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9.- Si adolecen de vicio. Don Bartolo ya estaba fallecido y el contrato tambi én ya hab ía
vencido. Los autores serian el señor Vásquez Vásquez, no recuerdo los dem ás nombres
pero son los demandados.-
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Foja: 1
Repreguntado el testigo para que señale si la tierra objeto del juicio es ind ígena,
si se podía subdividir y si la podía adquirir un chileno y para que diga si se pag ó el
precio de la compra venta a don Bartolo Neculman Lepin.-

La testigo responde: Es comunidad indígena. No se puede subdividir por menos


de 3 hectáreas y no la puede adquirir un chileno. El precio de la compraventa no lo
pagaron. Esto lo sé por conversación de don Juanito Neculman hijo de don Bartolo
Neculman.-

10.- Si el demandante es el dueño legal o heredero legal.-

11.- Si el demandado está en posesión. Porque tiene praderas, tiene animales, ha


botado árboles y ha hecho cercos.

12.- No existe falta de legitimación pasiva ya que están bien demandados,-

TERCERO: Que, por su parte, el sujeto pasivo de la acci ón acompa ñó al


proceso los siguientes medios de prueba: DOCUMENTAL, no objetada: Copia de
escritura pública de compraventa de fecha 24 de marzo de 2015, otorgada en Puc ón,
ante el Notario Público Titular don Luis Enrique Espinoza Garrido, Repertorio N ° 903,
que contiene la compraventa de derechos hereditarios por el cual el demandante
RAFAEL SEGUNDO HUILIPAN AVILES, se constituyó en cesionario del derecho real
de herencia que originariamente como sucesor directo correspond ía a don JUAN
NECULMAN HUAIQUIPAN en la herencia intestada dejada por su padre don
BARTOLO NECULMAN LEPIN; Copia autorizada de sentencia de fecha 9 de
diciembre de 2011, dictada en los autos voluntarios V-35-2011 del Juzgado de Letras y
Garantía de Pucón, por la cual se ordenó inscribir la compraventa celebrada por don
NESTOR IVAN VASQUEZ VASQUEZ, en representación de don BARTOLO
NECULMAN LEPIN y doña CLAUDIA LEONOR GUTIERREZ PAINENAHUEL,
en cuyo considerando noveno se deja establecido que en su celebraci ón no ha habido
infracción a lo dispuesto en el artículo 17 de la Ley N °19.253; Copia simple de
Ordinario N° 4459 de fecha 19 de diciembre de 2005, suscrita por el abogado Jefe de la
Sección Jurídica Regional del Servicio Agrícola y Ganadero de Puerto Montt, que avala
la validez de la subdivisión que dio origen al predio objeto de la compraventa cuya
nulidad se reclama, al descartar que en el caso de la especie se haya infringido el art ículo
17 de la Ley N° 19253.

CUARTO: Que los fundamentos fácticos de las acciones deducidas en autos por
el actor son: “Los hechos: 1.- Contrato de arriendo con promesa de compraventa, y
mandato (año 1989). Que, por escritura pública de 14 de noviembre del a ño 1989,
YGXXJXXMNX

repertorio notarial número 1.034-1989, suscrita ante el Notario P úblico don Jorge
Tampe Maldonado, titular de la Comuna de Villarrica, don Bartolo Neculm án Lep ín,
chileno, soltero, agricultor, cédula de identidad número 4.424.338-5, domiciliado en el
«RIT »

Foja: 1
Lugar de Pichares de la Comuna de Pucón, dio en arriendo a don Jos é Benedicto
Gómez Yáñez, ya individualizado, retazo de terreno de su propiedad de una hect área de
superficie, y que es parte de un inmueble de mayor extensi ón que le fuere adjudicado al
dividirse la Comunidad Indígena encabezada por don José María Avilés, según consta en
sentencia de fecha 15 de Julio de 1982, recaída en causa rol n úmero 21, del Juzgado de
Letras de Mayor Cuantía de Villarrica, y dicho inmueble se denomina Hijuela n úmero
52, de una superficie de 2 hectáreas 53 áreas, ubicado en el Lugar de Pichares, de la
Comuna de Pucón, Provincia de Cautín, Región de la Araucanía, y deslinda: Norte-Este,
camino público de Coilaco Alto-Villarrica-Huife que lo separa de la Hijuela n úmero 48;
Sur-Este, cauce actual de chorrillo sin nombre que separa de Hijuelas n úmeros 53 y 58;
y Oeste, camino Público Villarrica-Huife que separa de la Hijuela n úmero 51. La
inscripción a nombre del arrendador rola inscrito a fojas 1.096, n úmero 911, del a ño
1982, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Ra íces de Villarrica. El
retazo de terreno de una hectárea de superficie dado en arriendo tiene los siguientes
deslindes especiales: Norte, con propiedad del arrendador; Sur, con propiedad del
arrendador; Este, con cauce chorrillo sin nombre; y Oeste, con camino p úblico. Se
estipuló que el precio del arriendo es la suma de $150.000(ciento cincuenta mil pesos)

Que, en la cláusula cuarta del referido contrato, don Bartolo Neculm án Lep ín,
prometió vender a don José Benedicto Gómez Yáñez, el predio dado en arriendo,
estipulándose en la cláusula quinta del referido contrato que la compraventa definitiva se
realizaría una vez cumplido el plazo de veinte años.

Se estipuló asimismo, en la cláusula sexta que el precio de la venta prometida era


la suma de $150.000, (ciento cincuenta mil pesos) dinero que se declar ó se encontrar ía
cancelado con el monto del arriendo. Lo anterior, da cuenta que en realidad no hubo
pagó del precio, toda vez que con un mismo pago no se puede solucionar o solventar 2
actos jurídicos diferentes, arriendo y compraventa, no hay que olvidar que el precio es
un elemento de la esencia tanto en el contrato de arriendo como en el de compraventa.

En la cláusula octava, declaran las partes “los comparecientes acuerdan en forma


expresa, que en caso de fallecimiento de una de las partes, el presente contrato no se
extinguirá, y la sucesión de esta, se obliga a dar íntegro cumplimiento al presente
contrato de arriendo y promesa de venta, en todas y cada una de sus cl áusulas. ” Lo
anterior, da cuenta que las partes reconocen y aceptan que en caso de fallecimiento
corresponde a los herederos hacerse cargo del contrato.

Que, en la cláusula décimo segunda, del referido contrato, don Bartolo Neculm án
Lepín, confirió “poder especial amplio a don José Benedicto Gómez Yáñez, y a don
YGXXJXXMNX

Patricio Alex Gómez Ñanculef, para que indistintamente uno de ellos pueda firmar
escritura de compraventa...”
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Foja: 1
2.- Muerte de don Bartolo Neculmán Lepín (año 2003). El 25 octubre de 2003, en
Catriel, General Roca, Argentina, fallece don Bartolo Neculmán Lep ín, seg ún certificado
de defunción, acompañado en autos, hecho que fue conocido por toda la comunidad de
Pichares y que se le informó a don José Benedicto Gómez Yáñez, vecino del mismo
lugar.

3.- Compraventa de contrato y delegación de mandato (año 2010). Que, por


escritura pública de 22 de Noviembre del año 2.010, repertorio notarial N ° 1.725-2010,
otorgada ante don Luis Enrique Espinoza Garrido, Notario Público, titular de la
Comuna de Pucón, don José Benedicto Gómez Yáñez, hace cesión de su posici ón
contractual de arrendatario y promitente comprador, a do ña Claudia Leonor Guti érrez
Painenahuel y en el mismo instrumento en la cl áusula d écimo segunda, don Jos é
Benedicto Gómez Yáñez, delegó el poder que le hab ía conferido don Bartolo Neculm án
Lepín, a don Néstor Iván Vásquez Vásquez, para que este último actúe en nombre y
representación de don Bartolo Neculmán Lepín, y suscriba el contrato de compraventa
prometido.

Don José Benedicto Gómez Yáñez, al realizar la delegación de mandato ya


señalada, lo hace con las mismas facultades que le habían conferido, y adem ás agrega
nuevas facultades, no señaladas por el mandante (Bartolo Neculmán Lep ín) en mandato
de 1989. Gracias al mandato delegado, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, realiza
subdivisión del inmueble denominado Hijuela número 52, en 3 retazos que corresponden
a: Lote 52 a, de una superficie de 0,50 hect áreas; Lote 52 b, de una superficie de 1
hectáreas; y Lote 52 c, de una superficie de 1,03 hectáreas.

4.- Compraventa (año 2011). Que, por escritura pública de 07 de Enero del a ño
2.011, repertorio notarial N°28-2011, otorgada ante don Francisco Javier Mu ñoz Flores,
Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, don Néstor Iván Vásquez V ásquez,
actuando en nombre y representación de don Bartolo Neculmán Lep ín (muerto el a ño
2003), vende cede y transfiere a doña Claudia Leonor Guti érrez Painenahuel, el
inmueble denominado Lote 52 b, de 1 hectárea de superficie, que deslinda: Norte, 178,8
metros con camino público Villarrica-Huife, que separa de la Hijuela n úmero 51; Este,
30,4 metros con camino público Coilaco Alto-Villarrica, que separa de la Hijuela
número 44 y en 75,7 metros con Lote 52 a, creado en la presente subdivisión; Sur, cauce
actual de chorrillo sin nombre que separa de la Hijuela número 53; y Oeste, 63,6 metros
con Lote 52 c, creado en la presente subdivisión.

5.- Rechazo del Conservador de Pucón (año 2010). Al requerir la inscripci ón del
plano de subdivisión de la Hijuela 52, ya señalada, y de la compraventa del Lote 52 b, el
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Conservador realizó rechazó, fundado en: 1) inmueble de afectaci ón ind ígena conforme
artículo 2 y 12 Ley Nº 19.253. 2) subdivisión requerida infringe art ículo 17 de la Ley
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Foja: 1
19.253. 3) acreditación insuficiente de personería para vender en representaci ón de
titular. 4) no se acredita calidad indígena de la compradora.

Como se puede apreciar el Conservador de Pucón, constató varias


irregularidades, como que era tierra indígena, que no se respetaba el m ínimo de
superficie para subdivisión, que la persona que compraba no acreditaba su calidad de
indígena, que la personería del que vendía no estaba acreditada. Todos estos
antecedentes se acompañarán oportunamente al proceso.

Don Néstor Iván Vásquez Vásquez, y doña Claudia Leonor Gutiérrez


Painenahuel, ambos ya individualizados, recurrieron ante el Juez de Letras en lo Civil de
Pucón, y en procedimiento voluntario de inscripción judicial, lograron inscribir la
subdivisión de Hijuela 52, la que quedó archivada en el Archivo de Planos del
Conservador de Bienes Raíces de Pucón bajo el n úmero 266 del a ño 2011, y la compra
de Lote 52 b, quedó inscrita a fojas 1.096, número 2.155, del año 2.011, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón a nombre de la demandada do ña
Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel.

El Tribunal no obstante ordenar la inscripción no se pronunció sobre el fondo del


asunto remitiendo a ordenar la inscripción por un tema formal.

6.- compraventa (año 2012). Doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, acto
seguido (menos de 20 días corridos) que logra inscribir a su nombre el Lote 52 b, de una
hectárea, procede a vender el Lote 52 b, por medio de escritura p ública de compraventa
de 06 de enero del año 2012, otorgada en la Notar ía de Villarrica de don Francisco
Javier Muñoz Flores, repertorio notarial Nº 42-2012, a don Néstor Iván Vásquez
Vásquez, en la suma de $1.000.000(un millón de pesos), el mismo, que como mandatario
de don Bartolo Neculmán Lepín le había vendido a ella, inscribi éndose el Lote 52 b, a
nombre de don Néstor Iván Vásquez Vásquez, a fojas 66, número 128, del año 2012, del
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón. Lo anterior, da
cuenta que todos los actos realizados por don Néstor Iván Vásquez Vásquez, desde que
celebra el primer acto jurídico con don José Benedicto G ómez Y áñez, tuvo por objeto a
adquirir el inmueble de mi representado.

Conforme todo lo ya señalado encontramos actos simulados; delegaciones nulas


tanto por el hecho de estar el mandato extinto o terminado, como por haberse agregado
facultades no señaladas, entre otros vicios.

7.- Cesionario o comprador. Don Rafael Segundo Huilipán Avilés, ya


individualizado, compró el total de los derechos hereditarios o cuota hereditaria que le
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correspondían a don Juan Neculmán Huaiquipán, agricultor, domiciliado en el Sector de


Pichares, Comuna de Pucón, cédula de identidad Nº 6.999.724-4, único hijo y heredero
de don Bartolo Neculmán Lepín, ya individualizado, entendiéndose que lo cedido es la
«RIT »

Foja: 1
calidad de heredero. Lo anterior consta en escritura pública de compraventa de cuota
hereditaria, de 24 de marzo de 2015, otorgada en la Notar ía de Puc ón de don Luis
Enrique Espinoza Garrido, repertorio notarial Nº 903-2015, y que se acompañó a este
proceso.

QUINTO: Que, en cuanto a la demanda principal de Nulidad Absoluta por


falta de consentimiento, de la delegación de mandato, realizada en escritura pública de
22 de noviembre del año 2.010, repertorio notarial N° 1.725-2010, otorgada ante don
Luis Enrique Espinoza Garrido, Notario Público titular de la Comuna de Puc ón, donde
consta que don José Benedicto Gómez Yáñez, como mandatario delega su mandato en la
persona de don Néstor Iván Vásquez Vásquez, mandato que hab ía conferido don
Bartolo Neculmán Lepín, fallecido a la fecha de la delegaci ón hac ía m ás de 7 a ños, por
lo que el mandato se encontraba extinto o terminado, conforme art ículo 2.163 del
Código Civil, que establece que el mandato expira por la muerte del mandante, ser á
desestimada y consecuencialmente, también lo será la acción de nulidad por la misma
causal, respecto del contrato de compraventa de 07 de enero del a ño 2.011, repertorio
notarial N° 28- 2011, otorgado ante don Francisco Javier Muñoz Flores, Notario
Público, titular de la Comuna de Villarrica por falta de consentimiento del vendedor.-

En efecto, estima este sentenciador, que el mandato no se extingui ó por la muerte


del mandante, por lo que, tanto la delegación como el contrato de compraventa
referidos, no adolecen del vicio indicado.

A este respecto, si bien la regla general es que el mandato termina por la muerte
del mandante, como lo dispone el artículo 2163 Nº 5 del Código Civil, existen supuestos
que permiten colegir la subsistencia del mandato pese a la muerte del mandante.

En este orden de cosas, el artículo 2169 del código citado, dispone que no se
extingue por la muerte del mandante, el mandato destinado a ejecutarse despu és de la
muerte del causante; y ello es precisamente lo que aconteció en el presente caso, toda
vez que don Bartolo Neculman Lepin al celebrar el contrato de mandato con don José
Benedicto Gómez Yáñez, conjuntamente con el contrato de promesa de compraventa a
cuyo cumplimiento estaba destinado, por escritura p ública de fecha 14 de Noviembre de
1989, otorgada en Villarrica, ante el Notario Público de la época don Jorge Tampe
Maldonado, Repertorio Nª 1034-1989, estipuló en forma expresa que el mandato es
“irrevocable, y no terminará con la muerte del causante, rigiendo a su respecto lo que
señala el artículo dos mil ciento sesenta y nueve del Código Civil ”. As í se lee en la
cláusula DÉCIMO SEGUNDA, no objetada, y valorada de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 1700 del Código Civil, en la que se estipula el contrato de mandato.
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SEXTO: Que, así las cosas, siendo el actor heredero del mandante se sustituye a
éste, por lo que le es oponible el mandato al suceder en los derechos y obligaciones del
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Foja: 1
mandante, según lo expresa el citado artículo 2169 del Código Civil, debiendo asumir
como propios las obligaciones que a su nombre ha contraído el mandatario, dentro de
los límites del mandato, entre los que se comprende la delegaci ón de mandato y la
compraventa, conforme lo expresa el artículo 2160 del Código Civil.

En consecuencia, no se avizora el vicio denunciado por el actor, al fundar su


demanda nulidad absoluta por éste causa, al estar en presencia de un caso de excepci ón
al artículo 2163 N° 5 del Código Civil.

A mayor abundamiento, coincide este sentenciador con el demandado, cuando


sostiene que la muerte del mandante como causal de terminaci ón del mandato se
explica, porque el negocio cuya gestión se confía al mandatario, interesa por lo general
exclusivamente al mandate, pero puede ocurrir que el mandato haya sido otorgado,
además, en interés del mandatario o de un tercero, caso en la cual la muerte del
mandante no pone término al mandato.

Argumento que cobra fuerza, al considerar que el mandato que nos ocupa,
accede o forma parte de otro contrato, la promesa de compraventa, cuyo cumplimiento
se ha querido o previsto cumplir mediante la gestión del mandatario. Esa circunstancia,
permite concluir que el mandato se otorgó no solo en inter és del mandante, quien en
virtud de la promesa se encontraba obligado a otorgar el contrato prometido en la época
fijada para su cumplimiento, sino que además en interés del mandatario, en cuanto
promitente comprador, respecto de quien debía otorgarse el contrato prometido, para
quien naturalmente servía el mandato que había otorgado su co-contratante, el
promitente vendedor.-

Conclusión que se ve reforzada por el hecho de que siendo extenso el plazo


suspensivo que fijó la época de suscripción del contrato prometido, no se puede menos
que entender fundadamente que fue la intensión de las partes contratantes, el otorgar el
mandato en cuestión para ponerse a cubierto de hechos sobrevivientes que pudiesen
afectar el cumplimiento de la promesa, como puede ser la ausencia o incapacidad
sobreviniente del promitente vendedor o, como ocurrió en este caso, su muerte, m ás a ún
cuando consta en el contrato de promesa.

Por todas estas consideraciones, deberá desecharse la demanda en esta parte, al


igual que la acción reivindicatoria subsecuente, como se dirá en lo resolutivo de esta
sentencia.

SEPTIMO: Que, en cuanto a la demanda subsidiara de Nulidad absoluta


por simulaci ón absoluta , también será desestimada, como se explicará a continuación.-
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Sostiene el actor, que la compraventa suscrita por escritura p ública de 07 de


enero del año 2.011, repertorio notarial N°28-2011, otorgado ante don Francisco Javier
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Foja: 1
Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, fue llevada a cabo
por un mandatario que no tenía facultades para ello, al estar fallecido el mandante, don
Bartolo Neculmán Lepín. Afirma que de esa manera, el poder es inexistente o nulo
absolutamente, ya que era de público conocimiento que el mandante se encontraba
fallecido hacía más de 7 años, que quienes debían concurrir a la celebraci ón de la
compraventa era la sucesión de este. Conforme a ello, indica ha operado una simulaci ón
absoluta, siendo nulo por falta de consentimiento, ya que el mandante no pudo haber
autorizado una venta como la que se llevó a cabo, y dado que don Jos é Benedicto
Gómez Yáñez, mandatario original, sabía que don Bartolo Neculmán Lep ín, hab ía
muerto, no obstante ello, convino con don Néstor Iván Vásquez Vásquez, en delegarle el
mandato para vender, y con la ayuda de doña Claudia Leonor Guti érrez Painenahuel,
quien adquiere la promesa de compra de manos de don José Benedicto G ómez Y áñez,
hacen parecer que celebraban una compraventa real, pero lo único buscado era burlar a
la sucesión de don Bartolo Neculmán Lepín.

OCTAVO: Que de lo expuesto en el considerando anterior, se colige que el


fundamento de esta acción, es la extinción del mandato, por causa de la muerte del
mandante, lo cual ha sido desestimado, según se ha explicado en los considerandos
precedentes.-

En otras palabras, si el mandato subsiste más allá de la muerte del mandante, el


conocimiento de su fallecimiento que al tiempo de contratar pudiera haber tenido el
mandatario, el delegado y el tercero que contrató con el segundo, no tiene relevancia
para asignarle eficacia jurídica a los actos celebrados por el delegado, pues el actor
quedaría obligado respecto del tercero como si hubiera sido leg ítimamente representado,
en virtud de lo dispuesto en el artículo 1545 del Código Civil, ya que al adquirir el
derecho hereditario del único hijo a quien le fuera deferida la herencia del mandante,
asumió como suyas las obligaciones que el mandante se hab ía impuesto por el mandato,
como lo reconoce el artículo 2169 del Código Civil.

Por otra parte, la acción de simulación, tiene por objeto obtener una declaración
judicial en cuanto a que la convención o contrato que se dice celebrado con voluntad,
sólo ha sido en apariencia y que ha habido engaño a terceros para que estos crean en la
regularidad de un acto que es irregular. En el caso de una simulaci ón absoluta, la acci ón
tendrá por objeto establecer que bajo el acto o contrato ostensible no ha existido
voluntad sería para celebrar acto o contrato alguno. E s requisito esencial que el contrato
simulado tenga su origen en el concierto nacido entre las partes del contrato, pero
además, se debe establecer cuál es el interés que lleva a las partes a hacer un contrato
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simulado, el motivo que induce a dar apariencia a un acto jurídico que no existe.

En este orden de cosas, no se avizora en el caso sub lite, cu ál es el motivo que


inspira el acuerdo simulatorio, desde que no existe el inter és jur ídico de ocultar la
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Foja: 1
muerte del mandante, que en nada afecta a la validez de los actos celebrados por el
mandatario. Dicha situación, tampoco ha resultado aclarada con la declaraci ón de los
testigos del actor, valorados de conformidad a lo que disponen los art ículos 383 y 384
del Código de Procedimiento Civil, quienes se centran en este punto en la supuesta
calidad de tierra indígena del terreno, más nada se ñalan respecto a la existencia de un
acto simulado.-

Por otra parte, los herederos del causante le suceden en todos sus derechos y
obligaciones transmisibles de acuerdo a lo que dispone el art ículo 1097 del C ódigo Civil,
y si un acto, en este caso, la compraventa, se hubiera llevado a efecto sin su
consentimiento por extinción del mandato, les sería inoponible, mas no anulable, ya que
se heredó la obligación del causante, de efectuar el acto prometido, de acuerdo a los
artículos 1824 y siguientes del Código Civil.

Por estas consideraciones, deberá desecharse la demanda en esta parte, al igual


que la acción reivindicatoria subsecuente, como se dirá en lo resolutivo de esta sentencia.

NOVENO: Que, en cuanto a la Demanda subsidiaria de Nulidad absoluta,


por omisi ón de un requisito esencial, “el precio ”, esta será acogida, según se
explicará a continuación.

En efecto, consta en la escritura pública de 07 de enero del año 2.011, repertorio


notarial N°28-2011, de la Notaría de Villarrica, acompañada por el actor y no objetada,
que el contrato adolece de falta de un requisito esencial, cual es el precio, por cuanto en
la cláusula octava de dicho contrato, se observa que el precio total de la venta es la suma
de $150.000 (ciento cincuenta mil pesos) dinero que se pagó al contado y en dinero
efectivo con anterioridad, según lo expresado en la cl áusula segunda del mismo
instrumento, donde se lee que el precio se pagó al contado y en dinero efectivo al
momento de suscribirse la escritura pública de promesa de compraventa de fecha 14 de
noviembre del año 1989.

Sin embargo, del estudio del referido contrato de arriendo con promesa de
compraventa de fecha 14 de noviembre del año 1989, de repertorio notarial n úmero
1.034, suscrito ante el Notario Público don Jorge Tampe Maldonado, titular de la
Comuna de Villarrica, tenemos que en la cláusula tercera se expresa que el precio del
arrendamiento es la suma de $150.000(ciento cincuenta mil pesos), los cuales fueron
pagados al contado; y en la cláusula sexta del mismo contrato se lee, “el precio de la
venta es la suma de ciento cincuenta mil pesos, que se encuentran cancelados con el
monto del arriendo pagado en ese acto”.
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De lo anterior, puede concluirse con toda certeza, que no existi ó pago alguno
respecto al precio del contrato de venta prometido.
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Foja: 1
En efecto, el precio en la compraventa, es un elemento esencial espec ífico de
dicho contrato, de manera tal que su ausencia acarrea la nulidad del mismo. Adem ás de
lo anterior, la doctrina nacional es unánime y conteste en exigir que para que concurra
el elemento precio en el contrato, éste debe ser REAL y SERIO.

En la especie el precio de la compraventa NO ES REAL, toda vez que como ya


se señaló, éste nunca existió, pues el vendedor en la referida escritura de compraventa
declara que el precio de la venta es la suma de ciento cincuenta mil pesos, que se
encuentran cancelados con el monto del arriendo confundi éndose el canon del arriendo
con el precio de la compraventa, ósea, se ha remitido el precio de la compraventa al
precio del arriendo, estableciéndose un precio que en realidad no existe, por lo que, no
se cumple con el requisito de la realidad, lo que en definitiva se traduce que en el
contrato impugnado no existe precio, faltando un requisito de la esencia de la
compraventa, y como consecuencia, falta entonces el objeto de la obligaci ón del
comprador, por lo que el acto es jurídicamente es anulable.

DECIMO: Que el artículo 1444 del Código Civil establece que: "Se distinguen
en cada contrato las cosas que son de su esencia, las que son de su naturaleza, y las
puramente accidentales. Son de la esencia de un contrato aquellas cosas sin las cuales o
no produce efecto alguno, o degenera en otro contrato diferente;..."

El inciso 1° del artículo 1801 del Código Civil establece que: " la venta se reputa
perfecta desde que las partes han convenido en la cosa y en el precio".

El artículo 1871 del Código Civil establece que: "la principal obligaci ón del
comprador es la de pagar el precio convenido". El artículo 1.793 del Código Civil,
señala: “el dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio”.

El artículo 1681 del Código Civil establece que: "Es nulo todo acto o contrato a
que falta alguno de los requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo acto o
contrato según su especie y la calidad o estado de las partes".

En otras palabras, el precio es un elemento esencial del contrato de compraventa,


de tal manera que si en el contrato de compraventa no hay precio, en definitiva no
habría contrato por carecer este de objeto la obligación del comprador.

Que, en la especie, nos encontramos con un precio irreal, simulado, toda vez que
resulta jurídicamente improcedente pactar un mismo precio por dos bienes diferentes, es
decir, celebrar dos actos jurídicos distintos donde con el mismo precio se extinguen
obligaciones diferentes, teniendo presente que el precio es elemento esencial de ambos
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contratos (arriendo y compraventa). En definitiva, y conforme al orden contractual de los


instrumentos interpretados de acuerdo a lo dispuesto en los art ículos 1560 y siguientes
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Foja: 1
del Código Civil, puede concluirse que solo se pagó el arriendo, y por consiguiente, se
hace patente la nulidad absoluta de la compraventa.

Que lo anterior, se ve ratificado por la declaración de los testigos del actor,


valorados de conformidad a lo dispuesto en los artículos 383 y 384 del C ódigo de
Procedimiento Civil, cuando sostienen: doña MYRIAM MILADY ZERENE
OYARZUN, “…Todo esto además fue adquirido por unas sumas de dinero irrisorias y
que el valor de arriendo y compraventa tenían un solo valor que eran de $150.000 y la
señora Claudia Gutiérrez le vende a Vásquez en $1.000.000 una hect área de terreno,
siendo el valor real a la fecha la hectárea deber ía costar en ese momento unos
$25.000.000 del sector Pichares…”.- Por su parte don JOSE CARLOS BRAVO
HUIL1PAN, expresó: “Repreguntado el testigo para que diga si se pag ó el precio de la
compra a don Bartolo Neculman Lepin. El testigo responde. No, nunca se le pag ó, yo
soy vecino de él y don Lito Gómez le arrendaba a don Bartolo nunca le pag ó la compra
solo el arriendo.” Por último, doña MARIA ELIZABETH BURGOS ROA, sostuvo: “…
Lo que yo sé que ellos los demandados hicieron algo fraudulento para apoderarse del
terreno. Primero tenían ese contrato de arriendo con compromiso de venta en el cual
ellos decían que la venta se iba a pagar con el arriendo en consecuencia nunca pagaron
arriendo, después falleció don Bartolo.”

Por otra parte, la nulidad absoluta puede alegarse por todo el que tenga inter és
en ella, según el mismo artículo 1.683 del Código Civil, es decir, al que le interese la
nulidad del acto o contrato que le afecta y cuyos resultados propios le conviene eliminar,
interés que ha de ser de naturaleza pecuniaria, y que claramente tiene el actor en su
calidad de cesionario del total de los derechos o cuota hereditaria que le correspond ía a
don Juan Neculmán Huaiquipán, como único heredero de su padre don Bartolo
Neculmán Lepín, según se lee en la escritura de fecha 24 de marzo de 2015, no objetada
(cláusula segunda).- Por todo lo anterior, se acogerá la demanda en este punto,
declarando que el contrato de compraventa suscrito por escritura p ública el 07 de enero
del año 2.011, repertorio notarial N°28-2011, otorgado ante don Francisco Javier Mu ñoz
Flores, Notario Público, titular de la Comuna de Villarrica, es nulo, de nulidad absoluta.

DECIMOPRIMERO: Que no será oída la demandada cuando sostiene: que el


precio para que se considere incorporado en un contrato de compraventa debe cumplir
con ciertos requisitos que están determinadamente establecidos por la ley, los cuales se
bastan asimismo para dar por existente el precio y que son tres a saber: 1) consistir en
dinero; 2) ser real; y, 3) ser determinado o determinable. A ñade que de acuerdo a esto,
no es requisito del precio indispensable para la existencia misma del contrato de
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compraventa, la función jurídica que la voluntad de las partes le asigne al dinero que se
pague y en general la modalidad del pago, que incluso puede no consistir en dinero al
momento de solucionarse el precio. De esta forma el requisito del precio se llena de la
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Foja: 1
siguiente manera: a).- Que el precio consista en dinero, significa solamente que se pacte
en dinero, esto es, basta para llenar este requisito el solo acuerdo en orden a pagar el
precio en dinero. El cumplimiento de éste requisito resulta claro en el presente caso,
según lo señalado en la cláusula octava del contrato de compraventa, donde se expresa
“que el precio total de la venta es la suma de ciento cincuenta mil pesos ”. A ñade que el
precio sea real se llena solamente por el hecho de que exista una cantidad de dinero que
se pague como precio, bastando que corresponda en parte siquiera al valor de la cosa y
con la intención de exigirse, cuestión que también se encuentra cumplida desde que en
la misma cláusula octava se declara que ese dinero se pag ó al contado y en dinero
efectivo, con anterioridad a ese acto. Por último, expone, cabe hacer presente que la
seriedad o realidad del precio, lo es en relación a la voluntad de las partes, en el sentido
que haya realmente intención de pagarse por el comprador y de exigirse por el
vendedor, situación que no hay que confundir con la seriedad o realidad del precio en
relación a la cosa de la cual es la equivalencia, pues ello apunta a otro concepto el justo
precio que tiene que ver con unas desproporción grave de las prestaciones que origine
una lesión enorme, lo que no fue demandado ni puede serlo por estar prescrita y
extinguida la acción rescisoria por éste motivo.

Que este sentenciador discrepa, cuando se sostiene que “el precio sea real se llena
solamente por el hecho de que exista una cantidad de dinero que se pague como precio,
bastando que corresponda en parte siquiera al valor de la cosa y con la intenci ón de
exigirse, cuestión que también se encuentra cumplida desde que en la misma cl áusula
octava se declara que ese dinero se pagó al contado y en dinero efectivo, con
anterioridad a ese acto,” pues justamente eso no ha sucedido, como ya se ha explicado,
en los hechos no hubo pago, desde que el monto de dinero por concepto de precio fue
establecido como pago por concepto de arriendo, y resulta jur ídicamente improcedente
que dicho pago, también pueda resultar eficaz para entender cumplida o satisfecha la
obligación del comprador. En los hechos, la obligación del comprador ha carecido de
objeto, situación que hace anulable el contrato de compraventa aludido, seg ún ya se ha
explicado, por cuanto, solo se pagó el arriendo, tal cual queda establecido con las
declaraciones de los testigos, ya reproducidas, y el claro tenor literal de las cl áusulas
transcritas en los considerandos precedentes.- Claramente, en el caso sub lite, no ha
habido realmente una intención de pago por el comprador, sin que baste para subsanar
el vicio, el solo acuerdo en orden a pagar el precio en dinero, como sostiene el
demandado. .

Por otra parte, no resulta atendible la referencia al justo precio realizada por el
demandado, ya que ello tiene que ver con unas desproporci ón grave de las prestaciones
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que origina una lesión enorme, acción que no fue deducida.


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Foja: 1
Tampoco será acogerá la tesis del demandado, cuando sostiene que “el actor no
ha demandado la nulidad absoluta del contrato de arriendo y promesa de compraventa,
donde se habría cometido el vicio de nulidad denunciado por éste, cuesti ón que es
fundamental para atacar la compraventa”, ya que si bien de acuerdo al art ículo 1683 del
Código Civil, el acto o contrato que nació nulo se purifica desapareciendo el vicio que lo
invalidaba, luego de transcurrido 10 años desde su celebración, ello resulta aplicable solo
al contrato de arriendo con promesa de compraventa que le sirve de antecedente,
celebrado por escritura pública de fecha 14 de Noviembre de 1989, mas no a la
compraventa misma, la cual si bien representa la ejecución de las prestaciones originadas
en la promesa (obligación de hacer), tiene la naturaleza jur ídica de un contrato
autónomo, que si bien está relacionado con su antecesor, ya que en este se anticipan los
efectos del contrato prometido, no se ve favorecido por el saneamiento de la nulidad del
contrato preparatorio. Acoger dicha tesis, sería establecer una especie de aceleraci ón en
el plazo en comento, haciéndolo extensivo a un contrato celebrado muchos a ños despu és
que su antecesor, cuestión que se encuentra lejos del esp íritu del art ículo 1683 ya
referido.

La situación es clara, el el artículo 1871 del Código Civil establece que: "la
principal obligación del comprador es la de pagar el precio convenido", sin embargo, en
el caso sub lite no ha habido pago alguno por el inmueble en cuesti ón, ya que el precio
no fue real, ya que como ya se señaló, éste nunca existió, pues el vendedor en la referida
escritura de compraventa declara que el precio de la venta es la suma de ciento
cincuenta mil pesos, que se encuentran pagados con el monto del arriendo,
confundiéndose el canon del arriendo con el precio de la compraventa, por lo que, de
acuerdo a las normas señaladas y a los principios de equidad, ya que se producido un
enriquecimiento sin causa, procede hacer lugar a la demanda, como se dir á en lo
resolutivo de esta sentencia.

DECIMOSEGUNDO: Que, en cuanto a la reivindicación, de acuerdo a lo


señalado en el artículo 1689 del Código Civil, la nulidad judicialmente declarada da
acción reivindicatoria contra terceros poseedores, independientemente de su buena o
mala fe.

Como la nulidad judicialmente declarada opera con efecto retroactivo, es decir,


reputándose que el acto nulo no existió, se concluye que don Bartolo Neculm án Lep ín
no ha perdido el dominio del inmueble, pues la tradici ón antedicha por el acto viciado,
no produjo la transferencia de ese derecho, pero si la p érdida de la posesi ón, por lo que
procede acoger esta acción en contra del actual propietario don N éstor Iv án V ásquez
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Vásquez.

DECIMOTERCERO: Que debe señalarse que la acción reivindicatoria tiene


como titular al dueño de una cosa singular, o de una cuota determinada pro indiviso de
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Foja: 1
una cosa singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea
condenado a restituírsela (artículos 889 y 892 del Código Civil). Este titular debe tener
con la cosa una relación de propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciara (art ículo 893),
en tanto que la persona contra quien se reinvindica ha de ser el actual poseedor (art ículo
895), un mero tenedor (artículo 896) o a un tercero, contra quien se puede accionar por
la parte que posee en la cosa (artículo 899). En síntesis, esta acci ón es la herramienta
jurídica por excelencia para amparar la posesión de una cosa singular, que va de suyo
entendida en el derecho del titular del dominio sobre ésta.

DECIMOCUARTO: Que, de lo anterior se desprende que uno de los requisitos


de procedencia de la acción reinvindicatoria, consiste en que la persona contra quien se
reinvindica ha de ser el actual poseedor (artículo 895), un mero tenedor (art ículo 896) o
a un tercero, contra quien se puede accionar por la parte que posee en la cosa (art ículo
899).

DECIMOQUINTO: Que, de acuerdo al artículo 700 del Código Civil la


posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de se ñor o due ño, sea que el
dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga
en lugar y a nombre de él.

Que del mérito probatorio de los documentos acompañados a los autos, as í como
de las declaraciones de testigos, es posible concluir que el demandado es poseedor del
bien inmueble que se solicita reivindicar. En efecto, lo anterior se desprende de la
siguiente prueba documental: copia fotostática de certificado de defunción otorgado por
el Servicio de Registro Civil e Identificación de don Bartolo Neculm án Lep ín; copia
fotostática de escritura pública de contrato de arriendo, promesa compraventa y
mandato, de 14 de Noviembre de 1.989, repertorio notarial Nº 1.034- 1989, de la
Notaría de Villarrica de don Jorge Tampe Maldonado, celebrada entre don Bartolo
Neculmán Lepín y don José Benedicto Gómez Yáñez; copia fotostática de escritura
pública de contrato de compraventa, cesión de contrato, delegación de mandato, de 22
de Noviembre de 2.010, repertorio notarial Nº 1.725-2010, de la Notar ía de Puc ón de
don Luis Enrique Espinoza Garrido, celebrada entre don José Benedicto Gómez Y áñez y
doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel; copia fotostática de escritura p ública de
compraventa de 07 de Enero 2.011, repertorio notarial Nº 28-2011, de la Notar ía de
Villarrica de don Francisco Javier Muñoz Flores Garrido, donde don Bartolo Neculm án
Lepín, aparece vendiendo el Lote 52-b, representado por don N éstor Ivan V ásquez
Vásquez, a doña Claudia Leonor Gutiérrez; copia fotostática de inscripci ón de Lote 52
b, a nombre de doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, de folio 1.096, número
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2.155, del año 2.011, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Ra íces de
Pucón y copia fotostática de título de dominio de don N éstor Ivan V ásquez V ásquez, de
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Foja: 1
folio 66, número 128, del año 2.012, del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Pucón.-

Así también se desprende, de las declaraciones de los testigos del actor, las que
constituyen plena prueba, según prescribe el artículo 384 N° 2 del C ódigo de
Procedimiento Civil: quienes señalaron: doña MYRIAM MILADY ZERENE
OYARZUN, “11.- Es efectivo el demando se encuentra haciendo uso de la propiedad,
los hechos son que ha cortado árboles hizo cercos y el pasto lo corta y lo vende.
Repreguntada la testigo para que señale si los demandados son las mismas
personas que aparecen en los contratos gracias a los cuales se vendi ó el predio objeto del
juicio.- La testigo responde: Son las mismas personas.” Don JOSE CARLOS BRAVO
HUIL1PAN, “ 8.- Si es efectivo. Si sé que la ocupa porque soy vecino de él y me
consta que corta pasto, echa sus animales, y eso no m ás porque es un predio chico. 11.-
Si es efectivo el demandado señor Vasquez ocupa la propiedad yo nunca he tenido
buenas relaciones con él por eso no le sé su nombre.” Por último, doña MARIA
ELIZABETH BURGOS ROA, expone: “8,- Si, porque ha hecho praderas ocupa el
terreno para los animales ha hecho cercos y vendió parte del terreno, y ha botado
árboles.- 11.- Si el demandado está en posesión. Porque tiene praderas, tiene animales,
ha botado árboles y ha hecho cercos.”

Por todo lo anterior, estando en poder de don Néstor Iv án Vásquez V ásquez, el


Lote 59 b, objeto de autos, se ordenará la cancelación de la inscripci ón a su nombre,
que corresponde a la inscripción de fojas 66, número 128, del a ño 2012, del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón; restableci éndose el dominio a
nombre de don Bartolo Neculmán Lepín, que rola actualmente reinscrito a fojas 270,
número 216, del año 1994, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Ra íces
de Pucón.-

DECIMOSEXTO: Que no se emitirá pronunciamiento respecto de las demás


acciones, por haberse deducido en carácter de subsidiarias, por lo que se ha tornado
innecesario.

DECIMOSEPTIMO: Que, el resto de la prueba rendida en nada altera lo


razonado en los considerandos precedentes, la que s ólo se menciona para los
efectos procesales pertinentes.

DECIMOOCTAVO: Que se condenará en costas a los demandados, de


manera simplemente conjunta, dada la improcedencia de la solidaridad en este caso,
según lo establece el artículo 1511 inciso 2° del Código Civil.
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Por estas consideraciones y teniendo además presente lo dispuesto en los art ículos
582, 670 y siguientes, 686 y siguientes, 700 y siguientes, 889 y siguientes, 1437, 1439,
1444, 1445, 1545, 1546, 1560 y siguientes, 1681, 1682, 1683, 1698, 1699, 1700, 1712,
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Foja: 1
1793 y siguientes del Código Civil; 144, 160, 162, 170, 254 y siguientes, 341, 342, 346,
383, 384, 426 y 427 del Código de Procedimiento Civil; se resuelve:

I.- Que SE RECHAZA, la demanda principal de Nulidad Absoluta por falta de


consentimiento, deducida en el folio 12 del cuaderno de medida prejudicial, por don
Héctor Daniel Riffo Jélvez, abogado, como mandatario especial de don Rafael Segundo
Huilipán Avilés, cesionario de la cuota hereditaria que le correspond ía a don Juan
Neculmán Huaiquipán, como único heredero de su padre don Bartolo Neculm án Lep ín,
en contra de don Néstor Iván Vásquez Vásquez, don José Benedicto G ómez Y áñez, y
doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, todos ya individualizados.-

II.- Que SE RECHAZA, la demanda subsidiara de Nulidad absoluta por


simulación absoluta, deducida en el folio 12 del cuaderno de medida prejudicial, por don
Héctor Daniel Riffo Jélvez, abogado, como mandatario especial de don Rafael Segundo
Huilipán Avilés, cesionario de la cuota hereditaria que le correspond ía a don Juan
Neculmán Huaiquipán, como único heredero de su padre don Bartolo Neculm án Lep ín,
en contra de don Néstor Iván Vásquez Vásquez, don José Benedicto G ómez Y áñez, y
doña Claudia Leonor Gutiérrez Painenahuel, todos ya individualizados.-

III.- Que no se condena en costas al actor respecto de ambas demandas, por


estimar que ha tenido motivo plausible para litigar.-

IV.- Que, HA LUGAR a la Demanda subsidiaria de Nulidad absoluta, por


omisión de un requisito esencial, “el precio” y reivindicatoria, deducida en el folio 12 del
cuaderno de medida prejudicial, por don Héctor Daniel Riffo Jélvez, abogado, como
mandatario especial de don Rafael Segundo Huilipán Avilés, cesionario de la cuota
hereditaria que le correspondía a don Juan Neculmán Huaiquipán, como único heredero
de su padre don Bartolo Neculmán Lepín, en contra de don N éstor Iv án V ásquez
Vásquez, don José Benedicto Gómez Yáñez, y doña Claudia Leonor Guti érrez
Painenahuel, todos ya individualizados y en consecuencia se declara:

i) Que el contrato de compraventa suscrito por escritura pública el 07 de


enero del año 2.011, repertorio notarial N° 28- 2011, otorgado ante don
Francisco Javier Muñoz Flores, Notario Público, titular de la Comuna de
Villarrica, es nulo, de nulidad absoluta, por omisión de requisito esencial,
el precio.

ii) Que, se dispone dejar constancia en la inscripción de fojas 1.096, n úmero


2.155, del año 2011, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes
Raíces de Pucón, del hecho de haberse anulado el t ítulo que dio origen a
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dicha inscripción, ordenándose al señor Conservador de Bienes Ra íces


correspondiente, realice la anotación señalada para efectos de la historia
de la propiedad.
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Foja: 1
iii) Que, a consecuencia de lo anterior, se ordena volver al dominio de
don Bartolo Neculmán Lepín, el Lote 59 b, transferido en virtud de la
compraventa declarada nula, debiendo ser restituidas las partes al mismo
estado en que se hallaban si no hubiese existido el contrato de
compraventa ya señalado, de conformidad a los artículos 1687 inciso 1 º y
2º del Código Civil, con las consiguientes condena a indemnizar perjuicios
por los daños ocasionados al actor, reservándose este último su derecho
de solicitar su determinación en la etapa de cumplimiento de la sentencia
definitiva.

iv) Que SE ACOGE la acción reivindicatoria, y en consecuencia se ordena la


cancelación de la inscripción de fojas 66, número 128, del año 2012, del
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puc ón;
restableciéndose el dominio a nombre de don Bartolo Neculm án Lep ín,
que rola actualmente reinscrito a fojas 270, número 216, del año 1994, del
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pucón.

v) Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir el


Lote 59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan a nombre
o lugar de él, con todos sus enseres y muebles, al demandante.

vi) Que, el demandado don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deber á


restituir el Lote 59 b, referido, sus dependientes, o terceros que lo detentan
a nombre o lugar de él, dentro de tres días de ejecutoriada la sentencia
definitiva, al demandante, bajo apercibimiento de lanzamiento con fuerza
pública.

vii) Que, para todos los efectos legales el demandado don Néstor Iv án
Vásquez Vásquez deberá ser considerado poseedor de mala fe del
inmueble sub-lite.

viii) Que, don Néstor Iván Vásquez Vásquez, deberá restituir e


indemnizar los frutos de la cosa sub-lite, como las p érdidas o deterioros
que ocurran, según acción que la parte demandante se reserv ó para
deducirla en la etapa de cumplimiento del fallo.

V.- Que no se emite pronunciamiento respecto de las demás demandas


subsidiarias, por innecesario.

VI.- Que, se condena en costas a los demandados.


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Regístrese.

Rol C 228-2016.-
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Foja: 1

Dictada por don ROBINSON ESPINOZA HERNANDEZ, Juez Suplente.-

Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del art. 162
del C.P.C. en Pucon, veintiocho de Febrero de dos mil diecinueve

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Este documento tiene firma electrónica y su original puede ser


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causa.
A contar del 12 de agosto de 2018, la hora visualizada
corresponde al horario de verano establecido en Chile
Robinson Javier Espinoza Hernandez Continental. Para Chile Insular Occidental, Isla de Pascua e
Fecha: 28/02/2019 16:20:02 Isla Salas y Gómez restar 2 horas. Para más información
consulte http://www.horaoficial.cl

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