STP1885 2015

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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN PENAL
SALA DE DECISIÓN DE TUTELAS Nº 1

GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ


Magistrado Ponente

STP1885-2015
Radicado N° 78150.

Aprobado acta No. 78.

Bogotá, D.C., veinticinco (25) de febrero de dos mil


quince (2015).

VISTOS

Decide la Corte, en primera instancia, la demanda de


tutela instaurada, a través de apoderada, por el señor
YHORMAN DE JESÚS PUERTA GOEZ, para la protección
del derecho constitucional fundamentales al debido
proceso, presuntamente vulnerado por la Sala Penal del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín y el
Juzgado 1º Penal del Municipal con Funciones de
Conocimiento de la misma ciudad.

ANTECEDENTES
Radicación n° 78150

1. Mediante sentencia del 21 de febrero de 2014, el


Juzgado Primero Penal Municipal con Funciones de
Conocimiento de Medellín condenó al señor YHORMAN DE
JESÚS PUERTA GOEZ, quien, en audiencia de formulación
de imputación aceptó cargos por la comisión de la conducta
punible de extorsión en modalidad de tentativa, lo que le
significó la imposición de una sanción punitiva de 45 meses
de prisión y multa equivalente a 243.75 S.M.L.M.V.

2. Con sustento en la causal 7ª del artículo 192 de la


Ley 906 de 2004, la apoderada judicial del actor formuló
acción de revisión ante la Sala Penal del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Medellín, puesto que, en criterio de
la libelista, eran adoptables los efectos de la sentencia
emitida en el radicado No. 33254 del 27 de febrero de 2013,
emanada la Sala de Casacón Penal de la Corte Suprema de
Justicia, de donde se desprende que a su prohijado no le
era aplicable el incremento punitivo de que trata el artículo
14 de la Ley 890 de 2004.

3. La Corporación accionada, a través de proveído del


6 de noviembre de 2014, declaró infundada la acción de
revisión interpuesta por la profesional del derecho, toda vez
que, apoyándose en decisiones precedentes de esa misma
colegiatura, consideró que era viable apartarse del criterio
dispuesto por esta Corporación en la decisión aludida por la
demandante. Así sintetizó su análisis:

2
Radicación n° 78150

En este asunto, no obstante los yerros en la concreción y


en la motivación de la sanción, pues la jueza afirmó que
la pena a tener en cuenta es la que prevé el artículo
quinto de la Ley 733 de 2002, realmente partió de la
sanción que dispuso el artículo 14 de la Ley 890 de
2004. Repárese que la funcionaria se ubicó en 192 y
288 meses en el mínimo y en el máximo respectivamente
para la pena de prisión. Igual sucedió con la pena de
multa de 800 Salarios Mínimos Legales Mensuales
Vigentes en el mínimo y 1800 en el máximo. Es decir,
partió de la que prevé el artículo 244 con el aumento
genérico de penas del citado artículo 14 ejusdem.

Con todo, el fundamento de la pena que el Juzgado


Primero Penal Municipal con funciones de conocimiento
impuso a Puerta Goez, no fue ningún pronunciamiento de
la Corte Suprema de Justicia sino la ley vigente al
momento de la comisión del injusto, de la expedición de
la sentencia, y vigente al momento de resolver esta
acción de revisión, esto es, el artículo 14 de la Ley 890
de 2004. (Negrilla pertenece al texto original)

Por lo anterior, entonces, y porque la actividad


jurisdiccional de la Sala Penal de la Corte Suprema de
Justicia, en la providencia que citó la accionante,
Radicado 33254 de 2013, fue inaplicar la norma que en
conjunto con otras consideró contraria al ordenamiento
jurídico, la decisión no obliga a los demás operadores
jurídicos y no puede considerarse como jurisprudencia
pues no está interpretando la Ley en un caso concreto,
sino que la está inaplicando.

Inaplicar la Ley en un caso concreto no puede vincular a


los Jueces que, se reitera, deben cumplir la Ley según la
norma superior (Art. 230 C. Pol.)

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Radicación n° 78150

FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA

La apoderada especial del accionante traslada a esta


sede constitucional la controversia suscitada en torno a la
acción de revisión que declaró infundada la Sala Penal del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, puesto
que, en su criterio, la mencionada Corporación lesionó la
garantía fundamental al debido proceso del señor PUERTA
GOEZ al no adoptar el cambio jurisprudencial dispuesto por
la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, radicado
33254 del 27 de febrero de 2012, según el cual, para el
específico delito por el cual fue condenado su prohijado
–extorsión- no le es aplicable el incremento punitivo del
artículo 14 de la Ley 890 de 2004.

Para la togada el juez colegiado demandado erró por


cuanto:

(i) Interpretó de manera inadecuada la causal 7ª del


192 de la Ley 906 de 2004, toda vez que en ella no se
consagra, como requisito prioritario, que en la sentencia
objeto de revisión el funcionario judicial haya tenido a bien
imponer una sanción jurisprudencial y no legal como
sucede en el caso objeto de censura.

(ii) No tuvo en cuenta que se encuentran dados los


presupuestos legales y jurisprudenciales que conducen a la
prosperidad de la causal propuesta.

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Radicación n° 78150

(iii) Por cuanto la Sala demandada consideró que la


providencia emanada del máximo Tribunal de la jurisdicción
ordinaria, con la cual se fundamentó el numeral 7º del
artículo 192 de la Ley 906 de 2004, no es jurisprudencia,
siendo que, por el contrario, aquella decisión de la Corte
Suprema de Justicia sí corresponde a esa categoría de
providencias, pues en ella el Magistrado Ponente efectuó
una labor de interpretación normativa.

(iv) Al apartarse de la fuerza vinculante que regenta el


precedente jurisprudencial, «al considerar que inaplicar la
ley en un caso concreto no puede vincular a los jueces, se
reitera, deben cumplir la Ley según la norma superior.»

(v) Lesionó el derecho fundamental a la igualdad al


haber prosperado otras acciones de revisión de la misma
índole fáctica y jurídica.

Por lo tanto, la parte actora pretende que, previó a


amparar el derecho fundamental consagrado en el artículo
29 de la C.N., se ordene a la Sala Penal del Tribunal
Superior accionado que, en un término perentorio, deje sin
efecto la decisión emitida el día 6 de noviembre de 2014 que
declaró infundada la acción de revisión contra la sentencia
emitida el 21 de febrero de 2014, por la cual el Juzgado 1º
Penal Municipal con Funciones de Conocimiento de
Medellín condenó al señor PUERTA GOEZ y, en
consecuencia, emita una nueva decisión en la que garantice
las premisas dilucidadas en la demanda tutelar.

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Radicación n° 78150

INFORMES DE LOS FUNCIONARIOS ACCIONADOS

1. Juzgado Primero Penal Municipal con Funciones


de Conocimiento de Medellín.

Solicitó la declaratoria de improcedencia de la solicitud


de amparo constitucional, siendo pertinente la
argumentación que expuso en el trámite de la acción de
revisión que ahora es censurada.

2. Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Medellín.

2.1. Magistrado José Ignacio Sánchez Calle.

Se limitó a allegar fotocopia de la decisión objeto de


reproche.

2.2. Magistrado Nelson Saray Botero

De manera densa –soportado en criterios normativos y


jurisprudenciales, los cuales citó en extenso- amplió las
consideraciones que condujeron a esa colegiatura a declarar
infundada la acción de revisión incoada a favor del señor
PUERA GOEZ, rescatando de todo ello la persistencia por
indicar que la inaplicación de la ley, en un caso concreto,
«no puede, jamás, vincular a los jueces que deben cumplir la
Ley según la norma superior (Art. 230 C. POL.)»

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Radicación n° 78150

Adicionalmente, señaló algunas decisiones de esta


Corporación que, en sede de tutela, han confluido en negar
la protección de garantías fundamentales en casos de
similar connotación fáctica y jurídica al presente.

CONSIDERACIONES

1. Es competente la Sala para conocer del presente


asunto conforme a lo dispuesto por el Decreto 1382 de
2000, toda vez que el reproche involucra el actuar, en sede
de segunda instancia, de la Sala Penal del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Medellín, de la cual la
Corte es su superior funcional.

2. Referente a la acción pública que nos ocupa, ha de


precisarse que el artículo 86 de la Constitución Política
establece que se trata de un mecanismo concebido para la
protección inmediata de los derechos fundamentales,
cuando estos resulten amenazados o vulnerados por
cualquier actuación u omisión, siempre que no exista otro
recurso o medio de defensa judicial, a menos que se utilice
como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable.

3. La doctrina constitucional ha sido clara y enfática


en señalar que cuando se trata de providencias judiciales,
la acción de tutela solamente resulta procedente de manera
excepcional, pues como regla general la inconformidad de
las partes con lo resuelto por los funcionarios judiciales ha
de ser planteada y debatida en forma oportuna, acudiendo

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Radicación n° 78150

para ello a los medios de impugnación instituidos en los


códigos de procedimiento.

4. No obstante, por vía jurisprudencial se ha venido


decantando el alcance de tal postulado, dando paso a la
procedencia de la solicitud de amparo cuando se trate de
actuaciones que carezcan de motivación o fundamento
objetivo, contrariando su voluntad para hacer imperar la
arbitrariedad y el capricho del funcionario, o resulten
manifiestamente ilegales, de ahí que, por excepción se
permitirá que el juez de tutela pueda intervenir en orden a
hacer cesar los efectos nocivos que la vía de hecho detectada
puede ocasionar en relación con los derechos fundamentales.

5. Conforme viene de reseñarse, es claro que la


petición de amparo formulada por la apoderada especial de
YHORMAN DE JESÚS PUERTA GOEZ se orienta a dejar sin
efecto la decisión emitida por la Sala Penal del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Medellín, la cual confluyó
en declarar infundada la acción de revisión formulada en
contra de la sentencia dictada el día 21 de febrero de 2014
por el Juzgado 1º Penal Municipal con Funciones de
Conocimiento de esa misma localidad, por medio de la cual
fue condenado PUERTA GOEZ a la pena principal de 45
meses de prisión y multa equivalente a 243.75 S.M.L.M.V.,
al haberse allanado a cargos por la comisión del delito de
extorsión en grado de tentativa, puesto que, en su criterio,
le es aplicable el cambio jurisprudencial decantado por la
Corte Suprema de Justicia en punto a la no contemplación
del aumento punitivo que trajo consigo el artículo 14 de la

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Radicación n° 78150

Ley 890 de 2004 para las conducta punible por la cual fue
hallado penalmente responsable.

6. Así las cosas, de acuerdo con la jurisprudencia de


la Corte Constitucional, se incurre en vía de hecho cuando,
(i) la decisión que se reprocha se funda en una norma
absolutamente inaplicable (defecto sustantivo); (ii) resulta
manifiesto que el juez carece del apoyo probatorio que
permita la aplicación del supuesto legal en el que se
sustenta la decisión (defecto fáctico); (iii) el funcionario
carece de competencia para proferir la decisión (defecto
orgánico); y, (iv) el juez actuó completamente por fuera del
procedimiento establecido (defecto procedimental).

Debe precisar esta Corporación que quien administra


justicia tiene autonomía para interpretar la norma que más
se ajuste al caso, para valorar las pruebas y para decidir el
asunto con fundamento en las prescripciones legales y
constitucionales pertinentes. La labor de interpretación,
como consecuencia de la autonomía judicial que reconoce la
Carta Política, permite que la comprensión que se llegue a
tener de una misma norma por distintos operadores
jurídicos sea diversa, pero ello, per se, no hace procedente
la acción de tutela.

En efecto, así se ha reconocido por el máximo tribunal


constitucional1, cuando una disposición o un problema
jurídico admite varias y diferentes interpretaciones y
soluciones, la selección que haga el funcionario de una de
1
T-780 de 2006.

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Radicación n° 78150

ellas, siempre que sea el resultado de un juicio serio,


prudente y motivado, no puede ser cuestionada a través de
la acción de tutela, so pena de afectar la independencia y la
autonomía judicial.

7. Se impone recordarle al actor, que siendo la tutela


un mecanismo de protección excepcional frente a
providencias judiciales, su prosperidad va ligada al
cumplimiento de «ciertos y rigurosos requisitos de
procedibilidad»2 que implican una carga para él no
solamente en su planteamiento, sino también en su
demostración, como lo ha expuesto la propia Corte
Constitucional3, pues los proveídos que hacen tránsito a
cosa juzgada, gozan de las presunciones de acierto,
legalidad y constitucionalidad, que brindan seguridad
jurídica a las decisiones judiciales, necesaria para la
consolidación del Estado de Derecho. Sólo por
vulneraciones constitucionales, relativas a los derechos
fundamentales, mediante acciones reflejadas en los hechos,
oportuna y claramente planteados y demostrados, se puede
desvirtuar esta triple connotación.

8. En el presente caso, conforme a la exposición del


derrotero procesal que ha sido desglosado en precedencia,
pronto se advierte la prosperidad de la presente solicitud de
amparo constitucional por la configuración de un defecto
sustancial que afecta la garantía fundamental consagrada
en el artículo 29 de la C.N., en virtud de la inapropiada
contemplación de la causal 7ª del artículo 192 de la Ley 906
2
C-590 de 2005 y T-332 de 2006.
3
Ibídem.

10
Radicación n° 78150

de 2004, referida a la procedencia de la acción de revisión


cuando «mediante pronunciamiento judicial, la Corte haya
cambiado favorablemente el criterio jurídico que sirvió para
sustentar la sentencia condenatoria, tanto respecto de la
responsabilidad como de la puniblilidad.

9. Recapitulando, se tiene que por conducto del


allanamiento a cargos el señor PUERTA GOEZ, mediante
sentencia del 21 de febrero de 2014, fue condenado a la
pena principal de 45 meses de prisión y multa equivalente a
243.75 S.M.L.M.V., por la comisión del delito de extorsión
en grado de tentativa, quantum punitivo que consagró el
incremento de pena del artículo 14 de la Ley 890 de 2004,
al paso que, según lo señaló la jueza sentenciadora en su
informe, se procedió con la prohibición expresa de que trata
el artículo 26 de la Ley 1121 de 2007.

Significa lo anterior que en la sentencia se desconoció


el criterio jurídico plasmado por la Sala Penal de la Corte
Suprema Justicia, desde el radicado de casación No. 33254
del 27 de febrero de 2013, según el cual ya no era
procedente la contemplación del aumento de pena
dispuesto por el legislador en la referida Ley 890 de 2004,
cuando se dé aplicación a la justicia premial en los delitos
excluidos de beneficios por suscribirse allanamiento o
preacuerdos. Todo ello con efecto directo en la sanción
penal impuesta al sentenciado, por manera que no cabe
duda alguna acerca de la procedencia de la causal
reclamada por vía de acción de revisión.

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Radicación n° 78150

En la providencia aludida, la Corte concluyó:

Por consiguiente, a la luz de la argumentación aquí


desarrollada, fuerza concluir que habiendo decaído la
justificación del aumento de penas del art. 14 de la Ley
890 de 2004, en relación con los delitos incluidos en el
art. 26 de la Ley 1121 de 2006 --para los que no
proceden rebajas de pena por allanamiento o
preacuerdo--, tal incremento punitivo, además de
resultar injusto y contrario a la dignidad humana,
queda carente de fundamentación, conculcándose de
esta manera la garantía de proporcionalidad de la
pena…

Así mismo, en ejercicio de su función de unificación de


la jurisprudencia, la Sala advierte que, en lo sucesivo,
una hermenéutica constitucional apunta a afirmar que
los aumentos de pena previstos en el art. 14 de la Ley
890 de 2004 son inaplicables frente a los delitos
reseñados en el art. 26 de la Ley 1121 de 2006. No sin
antes advertir que tal determinación de ninguna
manera comporta una discriminación injustificada, en
relación con los acusados por otros delitos que sí
admiten rebajas de pena por allanamiento y
preacuerdo, como quiera que, en eventos de condenas
precedidas del juicio oral, la mayor intensidad punitiva
no sería el producto de una distinción arbitraria en el
momento de la tipificación legal, ajustada por la Corte,
sino el resultado de haber sido vencido el procesado en
el juicio, sin haber optado por el acogimiento a los
incentivos procesales ofrecidos por el legislador;
mientras que, frente a sentencias condenatorias por

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Radicación n° 78150

aceptación de cargos, la menor punibilidad,


precisamente, sería la consecuencia de haberse
acudido a ese margen de negociación, actualmente
inaccesible a los delitos referidos en el art. 26 de la Ley
1121 de 2006”.

Ahora, de aceptarse la argumentación del juez


colegiado, no podría entonces tenerse en cuenta las
decisiones que se hubiesen emitido por la Corte con
anterioridad a la sentencia que es objeto de revisión y que
resulten favorables al procesado, tal como lo ha precisado la
jurisprudencia, toda vez que según esa posición,
indefectiblemente las determinaciones tendrían que ser
siempre posteriores.

Aparece entonces evidente, se reitera, un defecto


sustancial por indebida aplicación de la norma al caso
puesto a consideración que desencadenó en la vulneración
del derecho fundamental al debido proceso del accionante,
yerro que ante la protuberante afectación de las garantías
que le asisten ya en su condición de condenado, desplazan,
incluso, la contemplación estricta del presupuesto de
subsidiaridad que le imponía la carga de haber tenido que
acudir al recurso vertical en contra de la sentencia
condenatoria.

10. Adicionalmente, en cuanto al argumento según el


cual el criterio jurídico que dio al traste con la aplicación
del incremento punitivo de la Ley 890 de 2004, no
constituye un pronunciamiento jurisprudencial, basta con

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Radicación n° 78150

traer a colación la postura desglosada por esta Corporación


–CSJ SP719-2015, Feb. 4 de 2015, Rad. 43934-, según el
cual:

No se opone a ello, como lo planteó el representante de la


víctima, el que el actor apenas haya citado un
pronunciamiento jurisprudencial, asegurando que de esta
forma desconoce lo preceptuado en el artículo 10° de la
Ley 153 de 1887, modificado por el el artículo 4° de la
Ley 169 de 1889, el cual sostiene que tres decisiones
uniformes dadas por la Corte Suprema, como tribunal de
casación, sobre un mismo punto de derecho, constituyen
doctrina probable, y los jueces podrán aplicarla en casos
análogos.

Al efecto, basta decir que ninguna exigencia establece la


ley en torno al número de providencias que reflejen el
cambio jurisprudencial favorable, que deba aportar el
demandante, pues, lo único que demanda la norma es
que se acredite esa la variación de la postura jurídica que
resulta más beneficiosa.

De todos modos, para tranquilidad de ese interviniente,


la providencia invocada sí configura jurisprudencia de la
Corte, en tanto, la ratio decidendi, alusiva a aquellos
argumentos en la parte considerativa que constituyen la
base de la decisión judicial acerca de la materia
sometida a su conocimiento, se ha ratificado en
pronunciamientos sucesivos, combinando así criterios
cuantitativos y cualitativos que permiten considerarla
como tal.

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Radicación n° 78150

Sobre el particular, en el proveído CSJ AP, 1 agosto 2011,


Rad. 29877, la Sala precisó:

«Ahora, no se trata apenas de que la ratio decidendi de


una determinada decisión por sí misma constituya
precedente jurisprudencial, pues para que tal suceda, es
necesario combinar criterios cuantitativos y cualitativos.

Los primeros dicen relación con la existencia de un


conjunto de decisiones que de manera reiterada y
pacífica aborden a profundidad un tema de derecho y lo
desarrollen, entendiéndose que esa reiteración implica ya
una decantada posición que reclama de los operadores
judiciales asumirla o continuarla.

A su turno, el aspecto cualitativo remite a la


trascendencia y consecuencias de esas decisiones, ora
porque efectivamente asume el estudio detallado de una
cuestión problemática, ya en atención a que se busca que
esa solución hallada sirva de guía o norte para que casos
similares se resuelvan de igual manera».

Criterios que se cumplen a cabalidad en este caso, no


solo porque ha sido ratificado en varias decisiones
posteriores, sino también porque son trascendentes, en la
medida en que definen un tópico importante concerniente
a la punibilidad.

10. Consecuente con lo anterior, se amparará dicha


garantía constitucional y corolario de ello se dejará sin
efecto el fallo adiado el 6 de noviembre de 2014, proferido

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Radicación n° 78150

por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial


de Medellín, en virtud del cual resolvió la acción de revisión
propuesta por la apoderada de YHORMAN DE JESÚS
PUERTA GOEZ, contra la sentencia del 21 de febrero de ese
mismo año, emitida por el Juzgado Primero Penal Municipal
con Funciones de Conocimiento de la capital del
departamento de Antioquia, a fin de que se emita nueva
decisión bajo los lineamientos expuestos en precedencia.

En mérito de lo expuesto, la SALA DE CASACIÓN


PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la ley,

RESUELVE

PRIMERO.- TUTELAR el derecho fundamental al


debido proceso del accionante YHORMAN DE JESÚS
PUERTA GOEZ, conforme se precisó en la parte motiva de
esta providencia.

SEGUNDO.- DEJAR sin efecto el fallo adiado el 6 de


noviembre de 2014, proferido por la Sala Penal del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Medellín, en virtud del
cual resolvió la acción de revisión propuesta por la
apoderada de YHORMAN DE JESÚS PUERTA GOEZ, contra
la sentencia del 21 de febrero de ese mismo año, emitida
por el Juzgado Primero Penal Municipal con Funciones de

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Radicación n° 78150

Conocimiento de la capital del departamento de Antioquia,


a fin de que se emita nueva decisión, en el término
improrrogable de cinco (5) días, bajo los lineamientos
expuestos en esta decisión.

TERCERO.- Notifíquese de conformidad con lo


dispuesto en el artículo 30 del decreto 2591 de 1991.

CUARTO.- En firme esta decisión, remítase el


expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

Notifíquese y cúmplase.

GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNANDEZ

EYDER PATIÑO CABRERA

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

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Radicación n° 78150

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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