Aspectos Económicos de La Producción de Algodón en México: Tesis
Aspectos Económicos de La Producción de Algodón en México: Tesis
Aspectos Económicos de La Producción de Algodón en México: Tesis
TESIS
Presenta:
i
ii
ÍNDICE
ÍNDICE DE CUADROS .......................................................................... vi
AGRADECIMIENTOS ............................................................................. x
GENERAL ABSTRACT......................................................................... xv
iii
2.8 Problemática del cultivo algodonero ....................................... 40
2.9 Organismos Genéticamente Modificados: algodón ................ 45
2.10 Literatura citada...................................................................... 51
CAPÍTULO III. DESEMPEÑO COMPETITIVO DEL ALGODÓN EN
MÉXICO EN EL PERIODO 2004-2019 ................................................ 56
iv
5.3 Introducción .......................................................................... 114
5.4 Materiales y métodos ............................................................ 114
5.5 Resultados y discusión ......................................................... 116
5.6 Conclusiones ........................................................................ 123
5.7 Literatura citada .................................................................... 124
CAPÍTULO VI. CONCLUSIÓN GENERAL......................................... 126
v
ÍNDICE DE CUADROS
vi
ÍNDICE DE FIGURAS
vii
LISTA DE SIGLAS Y ABREVIATURAS
viii
IT Indicador de Transabilidad
IVCR Índice de Ventajas Comparativas Reveladas
kg kilogramos
OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
OCT Observatorio de Corporaciones Trasnacionales
OGM organismos genéticamente modificados
OGM Organismos genéticamente modificados
PE Punto de Equilibrio
RCB Relación Costo-Beneficio
SADER Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural
SAGARPA Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación
SEMARNAT Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
SIACON Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta del
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera
SIAP Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera
SIAVI Sistema de Información Arancelaria Vía Internet
SNICS Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas
t toneladas
TECI Tasa de Exposición a la Competencia Internacional
TLCAN Tratado de Libre Comercio de América del Norte
TMAA Tasa Media Anual Acumulada
TPI Tasa de Penetración de las Importaciones
TV Tasa de Variación
USDA United States Department of Agriculture
ix
AGRADECIMIENTOS
x
xi
DEDICATORIAS
Dedico cada una de estas páginas a mis padres, gracias por el apoyo y el cariño
incondicional que han depositado en mí, han sido sus palabras, sacrificios,
desvelos y oraciones lo que hoy me ha permitido llegar hasta aquí.
A mis hermanos, porque a pesar de nuestras diferencias y de la distancia, he
contado siempre con su apoyo y comprensión. Gracias, hermanos por confiar en
mí, y a mis queridos sobrinos por ser la razón que motiva mi vida.
A mis compañeros de clase que con su apoyo no sólo académico sino también
personal han sido parte importante de este logro, especialmente agradezco a
Jorge por su amistad desinteresada y su ayuda en momentos cruciales.
A mis profesores que durante mi estancia en esta institución me compartieron
sus conocimientos y experiencia a fin de hacer de mí no sólo una profesionista
integra sino también una mejor persona.
xii
DATOS BIOGRÁFICOS DEL AUTOR
xiii
RESUMEN GENERAL
xiv
GENERAL ABSTRACT
xv
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN GENERAL
El algodón es la planta textil de fibra suave más importante del mundo y su cultivo
es de los más antiguos (CIBIOGEM, 2014). Es un cultivo domesticado desde
hace milenios y que ha desempeñado un papel fundamental a lo largo de la
historia (FAO y ABC, 2018). Los primeros registros que se tienen sobre su cultivo
datan de los años 1,500 A.C., sin embargo, existe evidencia arqueológica más
antigua sobre su aprovechamiento (3,000- 2,500 A.C.) en el Alto Egipto, la zona
Andina y en Mesoamérica (AGROBIO, 2018).
1.1 Antecedentes
En México el algodón representó durante una buena parte del siglo XX una de
las mayores oportunidades de progreso regional. Se desarrolló una economía
centrada en dicho cultivo en las zonas algodoneras del norte como la Comarca
Lagunera, Chihuahua y el Valle de Mexicali (Cerutti, 2013). En la Comarca
Lagunera durante las décadas de 1940 y 1950, el algodón fue el cultivo
2
tradicional por excelencia, llegándose a sembrar hasta 100,000 hectáreas por
ciclo, lo cual impactó positivamente en la generación de empleos directos e
indirectos (Fernández, 2001). En el valle de Mexicali, los inicios de la actividad
algodonera contaron con la presencia de inversiones estadounidenses. En la
zona se registraron los mayores niveles de producción desde 1920 hasta finales
del decenio de 1960, que fueron posibles por la introducción de moderna
infraestructura de irrigación, los encadenamientos productivos externos y la
oferta de servicios financieros (Almaraz, 2015).
3
Sin embargo, México siguió la misma ruta de otras naciones de América Latina
y, a partir del decenio de 1970, el cultivo comenzó a perder presencia y apoyo
hasta casi desaparecer (SAGARPA-FAO, 2014). El aumento en el consumo de
las fibras sintéticas y la existencia de cultivos alternativos causaron la
disminución de la superficie algodonera que, a principios de la década de los
ochenta, representó aproximadamente 40% de lo que se sembraba a finales de
la década de los cincuenta (CEPAL, 1985).
4
Entre 1992 y 1993 ocurrió el llamado “colapso algodonero” como consecuencia,
principalmente, del alto costo de producción derivado del control de plagas de
lepidópteros (SNICS, 2020). La incorrecta utilización de plaguicidas, la caída de
los precios de la fibra en el mercado internacional, así como la falta de políticas
y mecanismos adecuados de apoyo al cultivo, son otros de los factores que
causaron el declive de la superficie algodonera en México (Fernández, 2001;
Solleiro y Mejía, 2016).
Palomo et al., (2003) señalaron que los altos costos de producción del cultivo de
algodón se debían a la siembra de variedades de ciclo tardío con altos
requerimientos de insumos que, aunado al bajo precio de la fibra en el mercado
internacional, causan que el algodón no fuera rentable, por ende, señalan que
es necesario reducir los costos e incrementar la productividad mediante sistemas
de producción que acorten el ciclo del cultivo.
5
1.2 Planteamiento del problema
Sin embargo, en las zonas áridas del norte de México donde se cultiva el
algodón, las condiciones climáticas adversas son frecuentes y la falta de agua
afecta gravemente al cultivo en dichas regiones. Los gastos realizados en
equipos especiales de siembra y fertilizantes, así como en sistemas de riego,
causan altos costos de producción, que afectan la rentabilidad del cultivo (Rocha-
Munive et al., 2018). De manera que, aún con el uso de semillas mejoradas
genéticamente, existe poca claridad respecto a la rentabilidad del cultivo, lo cual
explica las fluctuaciones de la superficie destinada al mismo y de la producción.
Por ende, se hace necesaria la indagación sobre cuáles son los factores que
inciden sobre la rentabilidad del cultivo en las principales regiones algodoneras
del país.
6
comerciales, por lo que es necesario analizar la competitividad del algodón
mexicano en el mercado mundial.
7
autorizar nuevos eventos biotecnológicos, el sector académico debe enfatizar a
través de sus investigaciones sobre la necesidad de proponer alternativas
factibles que coadyuven a mejorar el abasto de insumos agrícolas, ya que los
productores poseen los conocimientos necesarios para incrementar la
productividad y la competitividad del cultivo, pero se requiere de políticas
públicas y de instituciones que promuevan el desarrollo tecnológico en el sector
primario así como una correcta vinculación de éste con el sector industrial del
país.
1.4 Objetivos
General
Particulares
1.5 Hipótesis
General
Particulares
1.6 Presentación
9
El capítulo III de la investigación se titula “Desempeño competitivo del algodón
en México en el periodo 2004-2019”, en el cual se analiza la situación actual de
la producción de algodón a nivel mundial, en el caso de México y en los
principales estados productores, para identificar los factores determinantes de la
recuperación de la producción nacional algodonera y evaluar la competitividad
del cultivo en el comercio exterior.
10
CAPÍTULO II. REVISIÓN DE LITERATURA
De acuerdo con Klimovsky (2011), existen dos diferentes teorías de los precios,
las cuales no poseen el mismo grado de desarrollo. La primera es la teoría
neoclásica del equilibrio general, es por mucho la teoría más avanzada y
representa el enfoque dominante aceptado por la mayoría de los economistas;
la segunda es la teoría clásica de los precios de producción. En ambas teorías
se deja de lado la moneda, lo que plantea el problema de su integración en la
teoría del valor, es decir, los precios son determinados a través de las teorías del
valor.
11
La teoría clásica de los precios tiene sus elementos fundamentales en los
trabajos de Ricardo. El capitalismo es una sociedad asimétrica, formada por
capitalistas, trabajadores y terratenientes, que tienen diferente poder de
decisión, por lo que la actividad económica deriva de la acción preferente de la
clase dominante, la capitalista. Éstos, representan al agente básico de la
sociedad y, por consiguiente, las relaciones fundamentales entre los agentes son
las de compra y venta de medios de producción y trabajo. La producción es
concebida como un proceso circular que produce mercancías por medio de
mercancías de modo que, éstas son a la vez resultado y punto de partida del
proceso productivo, en el que se va generando un excedente. El problema
económico consiste en entender como el resultado del proceso productivo se
convierte en la condición para la continuación de este y como se distribuye tal
excedente. El sistema de precios debe garantizar la reproducción del sistema,
es decir, permitir que se reestablezcan las condiciones de producción. La regla
para la repartición del excedente es la uniformidad de la tasa de ganancia, en
este caso, el precio del excedente se distribuye en proporción al precio de los
medios de producción adelantados. El equilibrio competitivo se alcanza donde la
ganancia es la misma en todos los sectores, mientras que los precios de
producción son precios de equilibrio.
12
y la demanda que constituyen dos fuerzas simétricas que aseguran el equilibrio
de los mercados y de los individuos admitiendo la existencia de un sistema
centralizado de transacciones.
14
imparte el mercado, con lo que se presentan frecuentemente fenómenos de
sobreproducción y escases (Guillem, 1968).
De acuerdo con Lam (2010) algunos de los principales factores que afectan la
oferta son: variación en los costos de producción, las innovaciones tecnológicas
aplicadas al sector, la variación en la productividad, el acceso a los factores de
producción e información y las variaciones aleatorias.
Donde:
• Q: cantidad ofrecida;
• T: tecnología empleada
16
dar a través de una mayor cantidad de producto por unidad de insumo o la misma
cantidad de producto a menor costo de producción. Por lo tanto, la oferta se
relaciona de manera directa con la tecnología (Lam, 2010).
El cultivo de algodón se realiza en las zonas áridas del norte de México, donde
las condiciones climáticas adversas son frecuentes, así como la falta de agua.
Su producción requiere de maquinaria especializada, sistemas de riego y de
recolección, así como una cantidad significativa agroquímicos, por ende, el
comportamiento de los precios de tales insumos afecta la rentabilidad. El alza de
los precios de los insumos agrícolas y del costo de los energéticos, han afectado
el precio internacional de la fibra.
17
agrícolas, por lo que se considera que, un buen manejo de inventarios es una
acción de gestión de riesgo, de tal manera que las economías que tienen
políticas sólidas de gestión de inventarios presentan menores niveles de
volatilidad en sus precios y son menos vulnerables a los vaivenes del mercado
internacional (Montero y Rodríguez, 2017).
𝑃 = 𝑓(𝑄, 𝐼, 𝐺𝑃, 𝐺, 𝑃𝑒 , 𝐸𝑠 , 𝑃𝑟 )
Donde:
• Q: cantidad demandada;
A donde quiera que vaya la producción, los costos la siguen como una sombra,
debido a que el papel de los costos va más allá de influir en la producción y en
las utilidades de la empresa, sino que afectan las elecciones de insumos, las
decisiones de inversión e incluso, determinan la opción de continuar o no en el
negocio (Samuelson y William, 2006). Para todo agente económico realizar una
acción o dejar de realizarla le implica un costo, ya sea monetario, de tiempo, etc.
Los costos representan un importante concepto en cada etapa del proceso
productivo. La empresa busaca la maximización de sus beneficios y una de las
formas más eficientes de hacerlo es a través del control y gestión de costos
(Cuadros et al., 2012).
Los principales elementos de los costos de una empresa son sus costos fijos y
sus costos variables; los costos totales son iguales a los costos fijos más los
variables. Los costos fijos son los que la empresa paga incluso si la producción
21
es igual a cero y no varían incluso si la producción lo hace. En ocasiones se
denominan costos indirectos o hundidos, incluye el alquiler de la fábrica, pago
de intereses, salarios fijos, etc. Los costos variables son aquellos que se
modifican cuando la producción cambia, por ejemplo, la cantidad de materiales
necesarios para el proceso productivo, la energía, entre otros (Samuelson y
William, 2006). Los costos fijos se suponen constantes, pero podrían cambiar
como resultado de factores asociados con el tiempo y el nivel de producción de
la empresa. Los costos variables dependen del nivel de producción y son
crecientes; a mayor producción, mayor costo variable (Cadena, 2011).
El costo fijo medio es el costo fijo total por unidad de producción; el costo variable
medio es el costo variable por unidad de producción, mientras que el costo total
medio es el costo total por unidad de producción. De acuerdo con la teoría
22
económica, las curvas de costos son no lineales por la ley de rendimientos
marginales (Cadena, 2011). La distancia vertical entre las curvas del costo total
medio (CTM) y la curva de costo variable medio (CVM) es igual al costo fijo
medio; esta distancia se acorta conforme la producción aumenta. La curva de
costo marginal (CMg) se cruza con la curva de costo variable medio y la de costo
total medio en sus puntos mínimos (Parkin y Loría, 2010).
Las posiciones de las curvas de costos a corto plazo dependen de dos factores:
la tecnología y los precios de los factores de la producción. Un cambio
tecnológico aumenta la producción, es decir, una mejor tecnología permite que
los mismos factores de producción puedan producir más, así los costos de
producción se reducen y las curvas de costos se desplazan hacia abajo. Un
aumento en el precio de uno de los factores de la producción incrementa los
costos de la empresa y provoca un desplazamiento en las curvas de costo que
va a depender de cuál sea el factor que cambie de precio: un aumento en un
costo fijo desplaza las curvas de coto fijo hacia arriba y también la de costo total,
mientras que las de costo variable y marginal permanecen constantes (Parkin y
Loría, 2010).
23
En el largo plazo la empresa puede variar tanto la cantidad de trabajo como la
cantidad de capital, por lo tanto, en el largo plazo, todos los costos de la empresa
son variables y su comportamiento depende de la función de producción, es
decir, de la relación entre la máxima producción alcanzable y las cantidades de
los factores: la curva de costo medio a largo plazo indica el costo total medio más
bajo posible para cada nivel de producción cuando se pueden variar las
cantidades de los insumos tanto de capital como de trabajo (Parkin y Loría,
2010).
Para las empresas los costos son de vital importancia, por lo que es común que
muchos de sus planes estratégicos estén en función de la reducción de estos,
esto con la finalidad de obtener una ventaja en costos. Los costos se atribuyen
al desempeño de una actividad en particular, sin embargo, éstos pueden verse
afectados por las interacciones entre las actividades del proceso productivo
(Porter, 2012). El comportamiento de los costos se debe a diversos factores,
éstos representan la causa estructural del costo de una actividad y pueden o no
estar bajo control de la empresa, en tanto que, realizar el diagnostico de los
factores de costo permite a la empresa conocer y modificar su posición respecto
a la competencia. De acuerdo con Porter (2012) los principales factores de los
costos son los siguientes:
24
• Patrón de utilización de la capacidad: se refiere a los costos fijos de una
actividad que se ven afectados por la utilización de la capacidad de la
empresa. Los costos fijos afectan la subutilización de la infraestructura; la
utilización de la capacidad está íntimamente vinculada con la
estacionalidad de la demanda, las fluctuaciones de la oferta no
relacionadas con la posición competitiva de la empresa.
• Nexos: los costos de una actividad se ven afectados por la manera en que
se realizan otras actividades, por ende, los nexos entre actividades dentro
de la cadena y con otras cadenas son un elemento clave en la ventaja de
costos.
25
es igual al precio y éste es igual al ingreso marginal. La curva de ingreso total es
creciente, positiva y nunca decrece.
26
exigencias del entorno económico actual enmarcado en el proceso de
globalización (Saavedra, 2012).
De acuerdo con Porter (1990) las empresas logran ventaja competitiva a través
de la innovación, es decir, se enfocan tanto en nuevas tecnologías como en
nuevas formas de hacer las cosas. Una vez que la empresa logra la ventaja
competitiva podrá mantenerla mediante una mejora continua. El entorno
competitivo se logra mediante cuatro factores que forman un sistema en el que
27
las empresas aprenden y desarrollan su competitividad. Es el campo de juego
que cada nación establece para sus sectores y se conforma por:
29
los procesos en todas sus áreas, como producción, gerencia, administración,
mercadeo y ventas, investigación y desarrollo e innovación. Este es un requisito
para lograr el éxito en un mundo con cambios cada vez más veloces. La actividad
agrícola no queda fuera de este escenario (Paredes, 2007).
Durante mediados de la década de 1980, México era una de las economías más
cerradas del mundo con aranceles de 100% o superiores para muchos de sus
productos como parte de la estrategia de sustitución de importaciones que tenía
como premisa el desarrollo económico interno. El incremento de la deuda
externa, la devaluación de la moneda, y la crisis económica que detonó a inicios
de 1980, forzaron al país a abandonar este modelo de sustitución de
importaciones (Málaga y Williams, 2010). El sector agrícola jugó un papel
fundamental en el acelerado proceso de industrialización registrado en México
de 1940 a los años setenta; el déficit comercial generado por la industria
protegida y no competitiva fue financiado por la agricultura (Zermeño, 1996).
El sector externo de México sufrió importantes cambios que han tenido efecto en
la estructura productiva nacional, particularmente en el peso de las
importaciones en el conjunto de la actividad económica y productiva. Destaca la
entrada de México en 1986 al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio (GATT, por sus siglas en inglés), y la entrada en vigor en 1994 del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con lo que se aceleró
30
la apertura comercial (Cardera y Galindo, 1999). Los cambios registrados en la
agricultura mundial han afectado profundamente las posibilidades de la
agricultura mexicana. Las grandes potencias industriales como EE. UU. y
algunos países europeos se convirtieron en potencias agrícolas y han sido por
decisión política y capacidad económica, las protagonistas de los avances
tecnológicos agrícolas (Zermeño, 1996).
Escalante y Catalán (2008) señalan que las tendencias del mercado mundial han
influido en la estructura del sector agropecuario nacional al dotar a la producción
agrícola de un carácter mucho más comercial, la competencia le impone
estándares de calidad, lo que obliga a las unidades productoras a una continua
modernización de sus procesos y a la diversificación de productos y nichos de
mercados. Esto ha traído como consecuencia una mayor heterogeneidad entre
las unidades productoras; las pequeñas empresas no cuentan con las
31
condiciones para competir; mientras que la especialización de las empresas del
sector agropecuario en ciertos productos rentables ha generado un
estancamiento en la producción de alimentos, y un aumento de las importaciones
del sector.
De acuerdo con Ayala et al. (2011) México es cada vez menos competitivo
debido a que existe una creciente importación productos agroalimentarios, lo que
implica una menor capacidad de producirlos y distribuirlos; es el país más abierto
del mundo con tratados de libre comercio con más de 42 países, sin embargo,
es uno de los menos competitivos. Con base en el índice de competitividad
revelada aditiva del sector agropecuario, señalan que a partir de 1979 la
competitividad era negativa y continuó con una tendencia decreciente. La
apertura comercial no ha repercutido en el aumento de la competitividad del
sector agrícola por lo que es necesario fortalecer la productividad, promover la
articulación de la economía y capitalizar la incorporación de tecnologías e
innovación.
32
Del Moral y Murillo (2015) indican que la producción agropecuaria ha sido
insuficiente para hacer frente a los requerimientos internos de alimentos e
insumos agrícolas por lo que se ha tenido la necesidad de importar parte de los
productos agropecuarios para satisfacer las necesidades de la población
mexicana, dando como resultado déficits en la balanza comercial de productos
agropecuarios. A pesar del dinamismo de las exportaciones agropecuarias, el
saldo de la balanza comercial ha mostrado cifras negativas, algunos productos
estratégicos para la economía mexicana han aumentado hasta superar su
producción nacional.
33
especial los fertilizantes, a pesar de ello, el algodón es un cultivo rentable. Las
políticas se han enfocado en su mayoría en la adquisición de maquinaria y
créditos.
34
rango de uno y dos metros de altura con la finalidad de facilitar su recolección
(SAGARPA-FAO, 2014).
Existen también variedades con fibras coloreadas que han surgido al cruzarse
variedades silvestres con las de cultivo y han sido de interés en el ámbito de los
textiles naturales. Se han cultivado variedades de color café claro a caoba, verde
claro y verde, azul muy claro y beige. Sin embargo, el algodón coloreado
desmotado suele ser de muy baja calidad, la fibra es débil y de una longitud más
corta (SAGARPA-FAO, 2014).
35
suelos para la planta deben presentar buena aireación, adecuada retención de
agua y riqueza en materia orgánica. Los suelos arcillo-arenosos son muy
recomendables, la raíz de la planta puede penetrar profundamente y así
desarrollarse en condiciones favorables. El desarrollo de la planta dura de cinco
a siete meses y en ese tiempo requiere que el campo tenga la humead
adecuada; excesiva sequedad o humedad puede ser perjudicial para la calidad
y cantidad de algodón e incluso puede llegar a matar la planta (CIBIOGEM,
2014).
Esta planta posee un tallo erecto con ramificación regular, sus hojas tienen un
color verde intenso, son pecioladas, grandes y con los márgenes lobulados,
están provistas de brácteas. Sus flores son dialipétalas, grandes, solitarias y
penduladas, mientras que su corola está formada por un manojo de estambres
que rodean el pistilo. Esta es una planta autógama, aunque algunas flores abren
antes de la fecundación produciéndose así semillas híbridas. Su fruto es una
cápsula en forma ovoide que tiene de tres a cinco carpelos y cada uno posee de
seis a diez semillas, es color verde durante su desarrollo y oscuro en el proceso
de maduración, las células epidérmicas de las semillas constituyen la fibra
llamada algodón (CNSPA, 2012).
Una vez que el algodón ha sido cosechado se lleva a una despepitadora para
obtener la fibra que debe distribuirse a las empresas textiles encargadas de
transformarlo en productos de consumo, mientras que la semilla es enviada a
fábricas de aceite. Las despepitadoras se encargan de separar la fibra de la
semilla de algodón, lo que se conoce como algodón hueso; de 650 kg de algodón
hueso se obtiene una paca de algodón pluma (fibra) de 226 kg y 320 kg de hueso,
aproximadamente (SNCIS, 2020). Este proceso se debe realizar de forma óptima
buscando el máximo beneficio económico con arreglo a las condiciones del
mercado, es decir, ajustándose a las normas de calidad para la comercialización
que premian al algodón más limpio y con determinado aspecto. La desmotadora
debe producir fibra de calidad satisfactoria con una merma mínima de la calidad
de hilatura de la fibra, de modo que el algodón satisfaga las exigencias de los
usuarios finales (CCI, 2007).
La fibra de algodón debe hacer frente a la creciente competencia con las fibras
sintéticas, en especial el poliéster. El algodón al ser un producto de origen natural
experimenta grandes cambios en lo que se refiere a sus características físicas y
químicas, cambios asociados a factores genéticos, métodos de recolección y
desmotado. Sus características como el tipo y la cantidad de material no fibroso
que contiene determinan su rendimiento y comportamiento en la manufactura
textil, así como la calidad del hilo y de la tela que genera. Estas características
determinan los costos de hechura y el uso final del producto, por ende, su precio
y calidad (CCI, 2007).
38
Los parámetros de calidad tienen que ver con la longitud, resistencia y color de
la fibra, principalmente. Existen estándares internacionales para calificarla y
aquellas pacas que estén por encima o por debajo de dichos parámetros reciben
descuentos en el precio del mercado internacional. Para la medición de la calidad
de la fibra se toma el algodón American Pima que tiene fibras más largas,
resistencia a las arrugas y alta durabilidad. De acuerdo con SNICS (2020),
algunas de las características evaluadas en la fibra son:
• Longitud de la fibra: una fibra larga produce hilos más fuertes y con mejor
apariencia en las prendas finales. Los limites deseables de longitud son
de 13/16” a 13/8”.
39
• Basura: un alto porcentaje de basura resulta en una gran cantidad de
desperdicio en la industria textil y baja calidad del hilo. Es medida por la
cantidad de hojas y otros materiales como hierba y corteza.
En el caso de México las principales especies de insectos plaga del algodón son
el gusano rosado Pectinophora gossypiella, el gusano bellotero Helicoverpa zea,
41
el gusano tabacalero Chloridea virescens, el picudo Anthonomus grandis, la
conchuela Chlorochroa ligata, la mosquita blanca Bemisia tabaci biotipo B y el
gusano soldado Spodoptera exigua. El complejo de lepidópteros que incluye
gusano rosado, bellotero, tabacalero, soldado y perforador de hoja, son
considerados un riesgo bajo con niveles de infestación y daños bajos o nulos en
las distintas regiones. Algunos como el gusano rosado y el picudo se encuentran
en proceso de erradicación o han sido erradicados. Mientras que las especies
de insectos chupadores como la conchuela, mosquita blanca, chinche ligus,
pulgones y trips, son actualmente las plagas de mayor importancia económica
en el país (Nava, et al., 2019).
42
El algodón se cultiva en ambientes húmedos y templados usando surcos de 80
a 100 cm de ancho, por lo que el desarrollo lento de la planta que requiere al
menos de 70 a 90 días para que el dosel cubra el suelo, lo que permite que se
establezcan malezas dificultando su manejo más que en otros cultivos
extensivos. Las principales especies de malezas asociadas al algodón México
son:
Por lo tanto, los daños ambientales y a la salud humana del cultivo de algodón
abarcan distintos rubros y dependen en cierto grado de las condiciones
climáticas del cultivo. Los problemas que genera están asociados a los
siguientes puntos:
44
En contrapartida, otros países han privilegiado la adopción de semillas
modificadas genéticamente que tienen resistencia a varios de los insectos que
merman la producción (AGROBIO, 2018). Cada una de estas alternativas posee
sus inconvenientes, así como sus ventajas, por ello es fundamental la
investigación en este rubro, así como la adecuación de las técnicas a las
características propias de cada región para obtener mejores resultados en la
esfera económica, social y ambiental.
En las últimas décadas del siglo pasado, algunas técnicas de ingeniería genética
comenzaron a aplicarse a la agricultura, lo que dio origen a la biotecnología
agrícola moderna (Monteagudo, 2014). Por medio de la ingeniería genética se
han modificado algunos atributos naturales de las plantas, para conferirles
nuevos rasgos al introducir el gen especifico que les permite alguna cualidad
como resistir a sequías, a herbicidas, al ataque de insectos, virus o bacterias y,
de esa forma, incrementar los rendimientos. Esto se logra en menos tiempo y
con mayor precisión que en el mejoramiento convencional y no siempre requiere
insertar genes ajenos; en ocasiones se introducen cambios en la misma
estructura genética de la planta (Massieu et al., 2000).
45
La ingeniería genética en cultivos es un método eficaz para inducir
características deseadas que no se pueden hallar en la naturaleza o que se han
perdido durante el proceso evolutivo (Nakayama, et al., 2018). La aplicación de
la biotecnología agrícola ha tenido como principales orientaciones dotar de
tolerancia a herbicidas y el combate a las plagas que azotan a cultivos de
importancia económica como algodón, alfalfa, arroz, soya, maíz, entre otros
(Monteagudo, 2014).
Sandoval (2017) indica que México fue uno de los primeros países donde dieron
inicio las solicitudes para la realización de ensayos experimentales con OGM,
por lo que en México la historia de la liberación legal de transgénicos al ambiente
46
comenzó en 1988 cuando la empresa Sinalopasta solicitó la autorización para
siembra de tomate transgénico, la cual fue autorizada en el mismo año.
Para 2015 los países de América Latina cultivaron cerca del 41% del área
mundial sembrada con transgénicos, con un total de 71 millones de hectáreas,
concentradas en cultivos de soya, maíz, algodón y canola. Argentina, Brasil,
Paraguay, Bolivia, Uruguay, México y Colombia, siembran más de 100,000
hectáreas de cultivos biotecnológicos (Gutiérrez et al., 2015).
47
de estos cultivos en 1996 hasta 2014 se logró una disminución de 50 millones
de kg de ingrediente activo de insecticida en cultivos de maíz y 189 millones de
kg de insecticidas en algodón en el mundo.
El Algodón Bt fue plantado con fines comerciales por primera vez en 1996 en
EE. UU. y Australia. La producción de este tipo de algodón ha sido aceptada
oficialmente en nueve países: Argentina, Australia, China, Colombia, EE. UU.,
India, Indonesia, México y Sudáfrica, y se encuentra en varios otros en fase de
experimentación (CCI, 2016). El incremento del área plantada con algodón GM
ha mantenido una tendencia creciente en los últimos 20 años, lo cual se debe a
su aceptación en más países (Rocha et al., 2019).
48
las cosechas y la reducción del costo derivado de la utilización de sustancias
químicas, compensen el pago de un precio más alto por las semillas (CCI, 2016).
En el caso de México, se calcula que las siembras de algodón GM y soya GM
han representado una ganancia aproximada de 238 millones de dólares, entre
1996 y 2012 (Monteagudo, 2014).
De acuerdo con Qaim (2009) citado por (Gutiérrez et al., 2015) en India el 90%
del algodón cultivado es Bt y la mayoría de los productores siembran a pequeña
escala y han repostado un incremento de sus utilidades de 89% por hectárea
respecto al algodón convencional. En China se han reportado mayores utilidades
con la adopción del algodón Bt de 470 dólares por hectárea, asociado a la
reducción de costos por el uso de plaguicidas y al aumento de la productividad.
Una situación similar se ha observado en México, Sudáfrica, Australia, EE. UU.
y Argentina con incrementos en rentabilidad de 295, 91, 66, 58 y 23 dólares por
hectárea, respectivamente.
49
Este cultivo ha tenido un avance muy importante en el país; desde su
introducción y hasta 2005 se autorizaron alrededor de 135 ensayos
experimentales en una superficie acumulada de 589,301 hectáreas (Sandoval,
2017). El algodón GM es el cultivo de mayor expansión en el país y con el que
México cuenta con una mayor experiencia, ya que es uno de los países pioneros
en el uso del cultivo desde el inicio de las primeras pruebas experimentales en
1996 (Gutiérrez et al., 2015).
50
2.10 Literatura citada
AGROBIO (2018). Adopción de algodón GM en México, un caso de éxito.
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55
CAPÍTULO III. DESEMPEÑO COMPETITIVO DEL ALGODÓN EN
MÉXICO EN EL PERIODO 2004-2019
3.1 Resumen
De 2004 a 2019 la producción algodonera en México tuvo un crecimiento medio
anual de 5.9% mostrando una franca recuperación de un cultivo que, en la
década de los noventa, sufrió el denominado colapso algodonero. Los objetivos
de investigación fueron identificar los factores determinantes de la recuperación
de la producción y la productividad de algodón en México en el periodo 2004-
2019 y evaluar la competitividad del cultivo de algodón en el comercio exterior.
Los resultados muestran que este progreso se debe al uso de variedades
genéticamente modificadas y al comportamiento favorable de los precios
internacionales del algodón. Esto permitió una tendencia favorable hacia la
competitividad; en 2004 las importaciones representaron el 79% del algodón
consumido y en 2018 el 39%. El Índice de Ventajas Comparativas Reveladas fue
negativo durante el período analizado, sin embargo, fue aumentando. La
tendencia se interrumpió en 2019 con la disminución de la producción.
3.2 Abstract
From 2004 to 2019, cotton production in Mexico grew at an average annual rate
of 5.9%, showing a frank recovery of a crop that, in the 1990s, suffered the so-
called cotton collapse. The research objectives were to identify the determinants
of the recovery in cotton production and productivity in Mexico in the period 2004-
2019 and to assess the competitiveness of cotton cultivation in foreign trade. The
results show that this progress is due to the use of genetically modified varieties
and the favorable behavior of international cotton prices. This allowed a favorable
trend toward competitiveness; in 2004 imports accounted for 79 per cent of cotton
consumed and in 2018 39 per cent. The Revealed Comparative Advantage Index
was negative during the period analyzed, however, it was increasing. The trend
was interrupted in 2019 with the decrease in production.
56
3.3 Introducción
El algodón pertenece a la familia de las malváceas y al género Gossypium (G.).
La mayor parte del algodón cultivado pertenece a la especie G. hirsutum (90%
de la producción mundial) nativo de Mesoamérica y conocido como algodón
Upland (Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas [SNICS],
2020). Más de 100 países destinan al algodón el 2.5% de la tierra cultivable en
todo el mundo convirtiéndolo en uno de los cultivos más importantes en términos
de utilización del suelo. En su exportación o importación intervienen más de 150
países (Centro de Comercio Internacional [CCI], 2007).
El algodón es cultivado principalmente por la fibra y las semillas; es la planta de
fibra suave más empleada para la confección de prendas de vestir, material de
curación, tapicería y papel moneda (AGROBIO, 2018). Representa alrededor del
30% de las fibras consumidas por la industria textil mundial y forma parte del
sustento de vida de 350 millones de personas (Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO] y Agencia Brasileña de
Cooperación [ABC], 2018).
En México, el algodón se convirtió durante una buena parte del siglo XX en
materia prima estratégica para la política económica, las finanzas, el comercio
exterior y la economía (Cerutti, 2013). México llegó a ser uno de los principales
países exportadores de algodón a principios de la década de los sesenta.
Sin embargo, a partir del decenio de 1970, el cultivo comenzó a perder presencia
y apoyo (SAGARPA-FAO, 2014). La importancia del algodón en el total de bienes
exportados disminuyó en virtud del auge de otros rubros de exportación como
las manufacturas y los combustibles; en 1978 la participación del algodón fue de
4.78% en las exportaciones totales (Comisión Económica para América Latina y
el Caribe [CEPAL], 1985), mientras que en algunos años de la década de los
cincuenta representó más de la cuarta parte del valor de las exportaciones del
país (Cerutti, 2013).
Entre 1992 y 1993 ocurrió el “colapso algodonero” a causa del alto costo del
control de plagas, principalmente de lepidópteros, de la incorrecta utilización de
plaguicidas, de la caída de los precios de la fibra en el mercado internacional y
57
de la falta de políticas y mecanismos adecuados de apoyo al cultivo (Solleiro y
Mejía, 2016; SNICS, 2020). En 1960 se produjeron 457.2 mil toneladas de
algodón pluma, mientras que en 1993 solo obtuvo el 5.8% de la producción de
ese año (USDA, 2021).
No obstante, la producción de algodón ha ido recobrando importancia después
de varios años de enfrentar el desinterés de los agricultores, derivado de la
pérdida de rentabilidad de dicho cultivo. Entre 2009 y 2018 la producción y la
productividad aumentaron de manera significativa; de 2009 a 2018 la superficie
algodonera creció 233%, mientras que la producción pasó de 103.4 mil toneladas
de algodón pluma a 377.75 mil toneladas, es decir, la producción creció 265%.
Los rendimientos aumentaron 25% en el mismo periodo (USDA, 2021).
El importante incremento de la producción y la productividad del cultivo del
algodón obliga a profundizar en el conocimiento de las causas que originaron
dicha recuperación, así como la medida en qué esta evolución lleva al país a
posicionarse nuevamente en el mercado internacional. De tal manera que los
objetivos de la investigación fueron, primeramente, identificar los factores
determinantes de la recuperación de la producción y la productividad de algodón
en México en el periodo 2004-2019 para, posteriormente, evaluar la
competitividad del cultivo de algodón en el comercio exterior para el mismo
periodo. En concordancia con dichos objetivos las hipótesis fueron que el
comportamiento favorable de los precios de la fibra y la adopción de variedades
genéticamente modificadas (GM), han impactado en la recuperación del cultivo
y que existe una tendencia positiva hacia la competitividad del cultivo de algodón.
58
(costos). La introducción de nuevos sistemas de producción y organización
influyen en sentido directo sobre la oferta (León, 2010).
La competitividad es un fenómeno multifactorial y subjetivo que cambia a través
del tiempo y del contexto donde se lleve a cabo su análisis (García et al., 2015).
La competitividad de un producto hace referencia a su capacidad de
posicionamiento en el mercado internacional y depende en un principio, de las
ventajas comparativas asociadas a los factores naturales y a menores costos
relativos de producción. Sin embargo, también influyen en la competitividad la
calidad del producto y grado de diferenciación de este (Contreras, 1999).
59
Producción de algodón y su relación con la economía agrícola
Con datos del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) se
calculó la participación del algodón en la producción y superficie sembrada
agrícola, así como su participación en la producción y superficie cosechada de
cultivos industriales para el periodo 2004-2019
60
• Saldo de la Balanza Comercial: indica el balance de comercio en un
periodo determinado, siendo la expresión del flujo comercial neto de un
país. Es la diferencia entre las exportaciones y las importaciones del país;
puede ser superavitario, cuando las exportaciones exceden a las
importaciones, o deficitario, cuando las exportaciones no cubren a las
importaciones, lo que indicaría que las importaciones retrajeron renta
nacional que fue captada por ciudadanos residentes en otros países
(Durán y Álvarez, 2008).
• Consumo Aparente Nacional (CAN): es la medida de la demanda de un
país de un determinado producto, es decir, la producción más las
importaciones menos las exportaciones (Velín y Medina, 2011).
• Tasa de Penetración de las Importaciones: indicador cuantitativo de la
competitividad de un sector o producto, se representa como sigue:
𝑀𝑡𝑖
𝑇𝑃𝑀𝑡𝑖 = ∗ 100
𝑃𝑡𝑖 + 𝑀𝑡𝑖 − 𝑋𝑡𝑖
Donde 𝑃𝑡𝑖 es la producción del bien, 𝑀𝑡𝑖 son las importaciones y 𝑋𝑡𝑖 las
exportaciones. Indica la medida de la competencia internacional por la
demanda interna; mientras mayor sea su valor, mayor es la dependencia
del mercado interno por las importaciones (Juárez de Perona y García,
2000).
• Índice de Ventajas Comparativas Reveladas (IVCR): analiza las ventajas
o desventajas comparativas de los intercambios comerciales de un país
con sus socios comerciales o diversos grupos de países. Se calcula como
sigue:
𝑘 𝑘
𝑋𝑖𝑗𝑡 − 𝑀𝑖𝑗𝑡
𝐼𝑉𝐶𝑅 = 𝑘 𝑘
|𝑋𝑖𝑤𝑡 + 𝑀𝑖𝑤𝑡 |
𝑘
Donde 𝑋𝑖𝑗𝑡 es el valor de las exportaciones del producto k por el país i al
𝑘
mercado j en el año t; 𝑋𝑖𝑤𝑡 es el valor de las exportaciones del producto k
𝑘
por el país i al mundo w en el año t; 𝑀𝑖𝑗𝑡 es el valor de las importaciones
𝑘
del producto k por el país i desde el mercado j en el año t; 𝑀𝑖𝑤𝑡 es el valor
61
de las importaciones del producto k por el país i desde el mundo w en el
año t (CEPAL, 2008). En este caso k es el algodón, i es México y j es EE.
UU., principal origen de las importaciones de algodón. Puede tomar
valores positivos y negativos; si es mayor que cero será indicativo de la
existencia de un sector competitivo con potencial y si es negativo, de un
sector importador neto carente de competitividad frente a terceros
mercados.
3.5 Resultados
Principales aspectos de la producción mundial y nacional de algodón
En 2019 la producción mundial fue de 26.43 millones de toneladas en una
superficie de 34.85 millones de hectáreas. Los principales países productores
fueron India (23.7%), China (22.4%), EE. UU. (16.4%) y Brasil (11.3%), en
conjunto estos países contribuyeron con el 74% de la producción mundial
(USDA, 2021).
De 2004 a 2019 la producción mundial mostró una ligera tendencia negativa, con
una TMAA de -0.02%, mientras que la superficie cosechada decreció a una
TMAA de -0.16%. De 2014 a 2015 la producción disminuyó 19.6%, siendo ésta
una de las caídas más significativas en los últimos años (Figura 1).
40
35
30
25
20
15
10
5
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
63
400
300
200
100
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Producción (miles de ton) Superficie cosechada (miles de ha)
65
2,000
1,500
1,000
500
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
15
10
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
67
Indicadores de la producción por entidad federativa
Los estados productores en 2019 fueron Chihuahua que contribuyó con el 66%
de la producción, seguido de Baja California (15.5%), Coahuila (10.4%), Sonora
(4%), Tamaulipas (2.8%) y Durango (1.2%). Los productores cuentan con una
dotación de 4 a 200 hectáreas. En estas regiones de climas extremosos los
agricultores prefieren cultivar el algodón en condiciones de riego en lugar de
otros cultivos como el maíz, ya que el algodón soporta más el estrés hídrico
(SNICS, 2020).
En Chihuahua el algodón representó en 2019 el 16.5% del valor total de la
producción agrícola, sin embargo, en 2018 esta participación fue de 22%, en un
año el algodón perdió peso en la estructura productiva del estado. En Durango,
Sonora y Tamaulipas la producción algodonera ha tenido una participación muy
baja (Cuadro 2).
Cuadro 2. Algodón en el valor de la producción agrícola estatal, 2019
Valor de la
Valor de la
producción
producción
algodonera Participación del
agrícola (mdp)
(mdp) algodón (%)
Baja California 21,603,983 1,257,974.17 5.82
Coahuila 8,475,777 956,171.64 11.28
68
Cuadro 3. Variación de la producción de algodón, toneladas
Intercambio comercial
México ha sido deficitario en este cultivo desde 1991 debido al colapso de la
producción algodonera. Las importaciones provienen casi en su totalidad de EE.
UU. como consecuencia de la integración de la industria textil de Norteamérica.
Las empresas mexicanas prefieren el algodón de EE. UU. por diversas razones;
cumplir con las reglas de origen cuando se trata de productos para reexportación;
la fibra estadounidense posee un grado único estándar que se adecua a las
máquinas de alta velocidad, mientras que la fibra mexicana no siempre tiene un
grosor uniforme; los productores estadounidenses ofrecen contratos para
70
proporcionar entregas mensuales de fibra, lo que conduce a un ahorro de
almacén, seguros y gastos financieros (Otero, 2018).
Sin embargo, el déficit se ha ido aminorando en los últimos años; en 2004 fue de
363.67 mil toneladas de algodón pluma, mientras que en 2019 fue de 40.65 mil
toneladas, lo que implica una reducción de 88% durante el periodo analizado
(Figura 5).
600
400
200
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
-200
-400
-600
71
Cuadro 5. Consumo Aparente Nacional, miles de toneladas
72
de México respecto a las importaciones de fibra ha ido disminuyendo durante el
periodo analizado a una TMAA de -3.51% (Figura 6).
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
73
0.00
-0.10 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
-0.20
-0.30
-0.40
-0.50
-0.60
-0.70
-0.80
-0.90
-1.00
3.6 Conclusiones
Durante el periodo analizado la superficie cosechada, la producción y los
rendimientos mostraron tasas de variación positivas. El algodón mejoró su
posicionamiento en la agricultura y en el sector de cultivos industriales. La
actividad algodonera nacional mostró un mejor que el observado en el entorno
mundial. En cuatro de las seis entidades productoras la producción aumentó:
Baja California, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas. Este incremento ha sido
extensivo, es decir, se explica por el aumento de la superficie algodonera.
El progreso del cultivo se ha basado en el uso de variedades genéticamente
modificadas que permiten mejor control fitosanitario, reducción de costos,
prácticas agrícolas más eficientes y mayores rendimientos. La preferencia de los
agricultores por el algodón sobre otros cultivos como sorgo y maíz se debe a los
atractivos precios del algodón. Aunado a ello, las medidas gubernamentales que
vinculaban a los productores con las empresas textiles mediante programas de
compra incentivaron el uso del algodón nacional y su producción.
74
El crecimiento de la producción contribuyó a aminorar la dependencia de México
por el algodón importado al pasar de 79.66% de algodón importado en 2004 a
38.88% en 2018. Se apreció una tendencia favorable hacia la competitividad del
algodón, sin embargo, esta tendencia se ha visto interrumpida por la disminución
de la producción en 2019 de 9.5% con respecto a 2018. Las semillas GM que se
usan en México son importadas con lo que el sector algodonero es vulnerable al
desabasto. La poca disponibilidad de semillas, la obsolescencia de las
variedades comercializadas, así como la negativa por parte de las autoridades
para la autorización de nuevos eventos de mejoramiento genético, han dado
como resultado esta disminución en la producción.
El cultivo de algodón en México no es competitivo, el IVCR es negativo durante
todo el periodo, aún se requiere de las importaciones y se depende de la
importación de insumos, sin embargo, el IVCR aumentó durante el periodo
analizado mostrando hasta 2018 una tendencia hacia la competitividad. Las
exportaciones han aumentado con lo que el déficit de la balanza comercial se
redujo 88% durante el periodo analizado, pero se está exportando algodón de
baja calidad.
El uso de variedades obsoletas conduce a la pérdida de competitividad, mientras
que en EE. UU. se usan semillas con mejores características y basa sus ventajas
competitivas en la calidad de su fibra, entregas oportunas y un sistema de crédito
eficiente. En la industria textil la calidad de la fibra es fundamental para tener un
buen desempeño en el teñido, corte y costura de las prendas.
El algodón sigue siendo un cultivo estratégico por la cantidad de empleo que
genera y por la demanda de este insumo para la industria textil. Los estados
productores de algodón reportan rendimientos que compiten con los de los
mayores productores a nivel mundial, pero se requiere de un programa de
investigación robusto para generar nuevas variedades de semillas y con ello
eliminar el uso de las transgénicas de importación, un programa de
comercialización y certificación de la fibra que dé certidumbre y estabilidad a los
productores del algodón y a la industria textil mexicana.
75
3.7 Literatura citada
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79
CAPÍTULO IV. COSTOS DE PRODUCCIÓN Y RENTABILIDAD
DEL ALGODÓN EN LOS PRINCIPALES ESTADOS
PRODUCTORES DE MÉXICO
4.1 Resumen
La recuperación de la actividad algodonera en México es resultado del uso de
semillas transgénicas que permiten mejor control de plagas, rendimientos
superiores, menores erogaciones en insecticidas y de una tendencia favorable
en los precios. No obstante, las variaciones en costos y precios obligan a
profundizar en el conocimiento de los factores que determinan su rentabilidad.
Por tanto, el objetivo de investigación fue determinar los principales factores que
inciden en los diferentes niveles de rentabilidad del cultivo en Chihuahua y Baja
California, para el ciclo primavera-verano 2018. Para ello se recurrió los
siguientes indicadores: Relación Costo-Beneficio (RCB), rentabilidad, Punto de
Equilibrio (PE) y análisis de sensibilidad. En Chihuahua la utilidad fue de $4,588
por hectárea, con una RCB de 1.12. La fertilización, el control de plagas y
malezas y el riego, son los rubros con mayor peso en la estructura de costos. En
Baja California la utilidad fue de $8,556.5, con una RCB de 1.19. La siembra y el
rubro de cosecha, selección y empaque, representaron las mayores erogaciones.
En lo que se refiere al análisis de sensibilidad se encontró que en el caso de
Chihuahua la rentabilidad es más sensible a las variaciones del precio.
4.2 Abstract
The recovery of cotton activity in Mexico is the result of the use of transgenic
seeds that allow better pest control, higher yields, lower erogations in insecticides
and a favorable price trend. However, changes in costs and prices require a
deeper understanding of the factors that determine their profitability. Therefore,
the research objective was to determine the main factors affecting the different
levels of crop profitability in Chihuahua and Baja California for the spring-summer
2018 cycle. The following indicators were used for this purpose: Benefit Cost Ratio
(BCR), profitability, Equilibrium Point (PE) and sensitivity analysis. In Chihuahua,
the utility was $4,588 per hectare, with a BCR of 1.12. Fertilization, pest and weed
control and irrigation are the items with the greatest weight in the cost structure.
In Baja California, the utility was $8,556.5, with a BCR of 1.19. Planting and
harvesting, selection and packaging represented the largest erogations. In terms
80
of sensitivity analysis, it was found that in the case of Chihuahua profitability is
more sensitive to price variations.
4.3 Introducción
El cultivo de algodón, de gran importancia en México, se enfrenta a una serie de
dificultades para el desarrollo adecuado de la planta. Por una parte, está sujeto
a una serie de exigencias edafoclimáticas ya que se realiza a cielo abierto y
requiere de cuatro a cinco meses de altas temperaturas y suficiente luminosidad
para su crecimiento, y, por otra parte, la planta de algodón, durante su desarrollo,
está expuesta a diversos problemas, principalmente al ataque de plagas de
insectos como el gusano rosado (Pectinophora gossypiella Saunders), el picudo
(Anthonomus grandis Boheman) y los belloteros (Heliothis zea Bodie y H.
virescens Fabricius), así mismo, a la competencia por malezas agresivas
(AGROBIO, 2018).
Las pérdidas por insectos y malezas suelen ser altamente significativas,
motivo por el cual el cultivo de algodón ha estado asociado al uso de productos
agroquímicos (Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la
Soberanía Alimentaria [CEDRSSA], 2019a). La pérdida de rendimiento derivada
de esta problemática es de aproximadamente el 15% de la producción mundial
(Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
[SAGARPA]- Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura [FAO, 2014]). Alrededor del 9% de los pesticidas, cerca del 20% de
los insecticidas y 8% de los fertilizantes químicos, que son consumidos en el
mundo se destinan al cultivo de algodón (Centro de Comercio Internacional [CCI],
2007). El uso de estos productos afecta la salud humana, al medio ambiente y a
la rentabilidad del cultivo por los altos costos de producción, lo cual causó el
abandono del mismo en algunas regiones de los estados del sur de México y la
disminución de la producción en el norte.
81
Una alternativa para enfrentar esa triple problemática ha sido la producción
de algodón empleando semillas modificadas genéticamente (SAGARPA-FAO,
2014; CEDRSSA, 2019a) en México esta opción ha sido ampliamente adoptada
desde su introducción en 1996, permitiendo así la reactivación del cultivo.
Durante más de 20 años, el algodón se ha convertido en el cultivo Genéticamente
Modificado (GM) más sembrado en el país (Rocha-Munive et al., 2018). Los tipos
de transgénicos actualmente disponibles para la producción comercial, ofrecen
tolerancia a los herbicidas y resistencia a los gusanos del algodón (algodón Bt).
El uso de semillas GM da como resultado el desarrollo de cultivos de alto
potencial para aumentar la productividad, reducir el impacto ambiental derivado
de los agroquímicos y mejorar la calidad del producto (CEDRSSA, 2019a).
Sin embargo, los beneficios económicos del uso de semillas GM son
variables, en tanto dependen de diversos factores, tales como los precios
internacionales del algodón y de otros insumos requeridos para su cultivo, como
fertilizantes y herbicidas (Rocha-Munive et al., 2018), además de los riesgos
derivados de las enfermedades y malezas prevalentes. De 2001 a 2009 los
precios internacionales de la fibra fueron bajos, contribuyendo al estancamiento
de la producción en México (Fideicomisos Instituidos en Relación con la
Agricultura [FIRA], 2016). Hasta 2016, la producción nacional mostró la
incertidumbre derivada de la baja rentabilidad causada por los altos costos de
producción; la falta de políticas de fomento al cultivo como créditos atractivos
necesarios para el desarrollo de un sistema logístico eficiente y de certificación
de la fibra; así como la influencia negativa de los mercados internacionales
(Solleiro y Mejía, 2016).
El mercado internacional del algodón ha mostrado un comportamiento
fluctuante, afectado por los costos de producción, los niveles de inventarios y
consumo, y la demanda de fibras sintéticas, que deprime considerablemente los
precios de referencia de la fibra (Solleiro y Mejía, 2016). Otros factores que
afectan al mercado son la desaceleración de la economía mundial, el comercio
mundial de textiles y prendas de vestir, los precios competitivos y la calidad de
las fibras sintéticas, así como cambios en las políticas gubernamentales en los
82
principales países productores, que en 2018 fueron China (23.2%), India (22.8%),
EE. UU. (15.5%) y Brasil (9.6%); en conjunto estos países contribuyeron con el
71% de la producción mundial (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos [OCDE]-FAO, 2017; United States Department of Agriculture
[USDA], 2019).
Durante 2000-2009 los precios de la fibra fueron en promedio de 1,300
dólares por tonelada. La elevada demanda de fibra, principalmente por China que
la acaparó para abastecer sus reservas, disminuyó los inventarios
internacionales, lo que favoreció el comportamiento de los precios (OCDE-FAO,
2017). De acuerdo con FIRA (2016) a principios de 2009 comenzó una tendencia
alcista en el precio internacional de algodón como consecuencia de una menor
producción y un mayor consumo mundial de la fibra. Los precios alcanzaron su
máximo de 4,442 dólares por tonelada en marzo de 2011, trayendo como
consecuencia un mayor estímulo a la producción que de 2011 a 2015 superó el
consumo; los inventarios se acumularon y el precio de referencia reportó
tendencia a la baja. En 2015 el precio promedio fue de 1,397 dólares por
tonelada, mientras que a inicios de 2016 fue de 1,316 dólares por tonelada.
A partir de 2016 se pronosticó que el comercio internacional del algodón
aumentaría, pero con menor dinamismo que en 2011-2013, cuando el
crecimiento fue impulsado por el aumento de las importaciones chinas (OCDE-
FAO, 2017). El consumo mundial de algodón creció 0.9% anual de 2016 a 2017;
el crecimiento del consumo se ha estancado en los últimos años debido a la
competencia que enfrenta en el mercado con otras fibras. Sin embargo, la
producción fue inferior al consumo, con una relación inventarios/consumo de
81%, derivado de ello, y después de cinco años de mostrar una tendencia a la
baja, los precios internacionales mostraron un ligero repunte desde mediados de
2016 ubicándose en 1,544 dólares por tonelada (FIRA. 2016). A mediados de
2017 el precio de referencia fue de 1,750 dólares por tonelada, mientras que en
2018 fue en promedio de 1,960 dólares por tonelada. Cabe destacar que los
precios del algodón continúan siendo históricamente más altos que los del
83
poliéster, su principal sustituto, que en 2018 fluctuaron entre 1,200 y 1,700
dólares por tonelada (OCDE-FAO, 2019).
El algodón representa una oportunidad de crecimiento para la economía
nacional; es un cultivo generador de empleos directos e indirectos en el campo
mexicano, y es un producto de alto consumo en el sector industrial (Solleiro y
Mejía, 2016). En 2018 se produjeron 1.16 millones de toneladas de algodón
hueso en una superficie de 241 mil hectáreas. La producción se concentró en
tres estados de la Republica: Chihuahua, Baja California y Coahuila. El primero
se ha consolidado como el líder en la producción algodonera al contribuir con
69% de la misma, seguido de Baja California que aportó el 16% (SIAP-SIACON,
2020). En México el 96% del algodón cultivado proviene de variedades GM con
eventos resistentes a lepidópteros y herbicidas, mientras que el 4% restante se
siembra con variedades GM solo resistentes a herbicidas; las semillas son
importadas desde EE. UU. cada año (Servicio Nacional de Inspección y
Certificación de Semillas [SNICS], 2020).
La actividad algodonera se encuentra en recuperación, esto se debe a la
introducción de innovaciones como la aplicación de la biotecnología a través del
mejoramiento genético, condiciones climáticas favorables, uso de maquinaria de
precisión para la siembra y la fertilización, tecnología aplicada a la sanidad
vegetal, modernización de los sistemas de riego, así como a las condiciones
favorables del mercado internacional (SAGARPA-FAO, 2014). Las acciones
gubernamentales que promueven las compras del algodón nacional a través del
del Programa de Apoyos a la Comercialización del Esquema Agricultura por
Contrato también han impulsado el fortalecimiento de la producción (Otero,
2018).
De acuerdo con los datos del periodo 2009-2018, se observa un crecimiento
en la producción en los últimos dos años. La caída de la producción de 2014 a
2016 estuvo asociada a la preferencia de los agricultores por otros cultivos como
sorgo y maíz, debido a que sus precios eran más competitivos en comparación
con el precio del algodón (Otero, 2018). La producción de algodón hueso sigue
un comportamiento paralelo al de la superficie destinada para su cultivo; de 2016
84
a 2018 la producción creció 138.2%, mientras que la superficie destinada al
cultivo se incrementó en 130.4% (Figura 8).
1,400,000
1,200,000
1,000,000
800,000
600,000
400,000
200,000
0
2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
85
La diversidad de técnicas empleadas en el cultivo como las de baja
densidad y el manejo de surcos estrechos, el distinto grado de tecnología
disponible aplicado a la sanidad vegetal y al riego, la organización de los
productores, así como la capacitación tecnológica de los prestadores de servicios
profesionales, generan distintas estructuras de costos en la producción de la fibra
de algodón.
El algodón es un cultivo dinamizador de la economía en las regiones
productoras y de gran importancia para el sector industrial, por ende, es
necesario estudiar los factores que inciden sobre la rentabilidad de este cultivo
en los principales estados productores, así como analizar la incidencia de los
precios de la fibra sobre dicha variable. Esto contribuye a la toma de decisiones
tanto de los productores, como de los responsables de las políticas de estímulo
al sector agrícola. El objetivo general de la presente investigación es determinar
los principales factores que inciden en los diferentes niveles de rentabilidad del
cultivo de algodón en Chihuahua y Baja California, para el ciclo primavera-verano
2018. Mientras que los específicos fueron: realizar un análisis comparativo de la
estructura de costos del algodón y su rentabilidad entre Chihuahua y Baja
California, para el ciclo primavera-verano 2018; calcular la rentabilidad, la
relación costo-beneficio y el costo unitario por tonelada del cultivo de algodón
para cada estado analizado; cuantificar la sensibilidad de la rentabilidad del
cultivo ante posibles variaciones del rendimiento y del precio del algodón en cada
estado analizado.
La hipótesis general de la que parte este estudio fue que la introducción de
variedades de algodón GM y el comportamiento de los precios de la fibra son los
aspectos de mayor incidencia en la rentabilidad del cultivo en los principales
estados productores de algodón en México en el ciclo primavera-verano 2018.
Las hipótesis especificas fueron: la introducción de semillas GM ha disminuido la
aplicación de insecticidas y herbicidas en el cultivo de algodón en las principales
regiones productoras; la rentabilidad del cultivo de algodón es altamente sensible
a las variaciones del precio de la fibra influenciado por el comportamiento de los
mercados internacionales.
86
4.4 Capítulo descriptivo y metodológico
La rentabilidad es el beneficio derivado de la diferencia entre el ingreso total y el
costo total. El ingreso total depende, fundamentalmente del precio. Sin embargo,
el precio es resultado de varios factores causales. Se realizó la revisión de los
principales aspectos de la teoría de los precios. La teoría de los precios
representa el núcleo de la teoría económica; no existe proposición ni variable
económicamente relevante, que no tenga que ser expresada en términos de
precios (Leriche y Moreno, 2000). Las corrientes del pensamiento económico se
pueden clasificar a partir de las teorías del valor económico que sustentan, cuyo
objetivo es determinar los factores que afectan el proceso de formación de
precios en los mercados (Di Filippo, 2006). De acuerdo con Klimovsky (2011),
existen dos diferentes teorías de los precios; la primera es la teoría neoclásica
del equilibrio general que representa el enfoque dominante aceptado por la
mayoría de los economistas; la segunda es la teoría clásica de los precios de
producción. Posteriormente se analizó el proceso de formación de precios de en
los mercados de productos agrícolas, donde se revisaron diversos autores. Los
aportes de Montero y Rodríguez (2017), Lam (2010) y Shepherd (2001),
principalmente, se adecuan de manera más apropiada al caso de los precios del
algodón.
Existe una relación causal directa entre la cantidad ofrecida y el precio del
producto (Montero y Rodríguez, 2017). Sin embargo, la irregularidad es la
principal característica de la oferta agrícola; la producción depende de los
factores climáticos y biológicos, como la incidencia de plagas y enfermedades,
que causan importantes oscilaciones en los rendimientos, por lo que las
cosechas varían considerablemente a pesar de que el uso de factores sea
prácticamente constante (Guillem, 1968).
En el caso del algodón los factores climáticos y biológicos son de gran
relevancia. La planta de algodón se enfrenta a diversas dificultades para su
adecuado desarrollo. Es un cultivo que requiere de altas temperaturas y
suficiente luminosidad para su crecimiento, así como de una gran cantidad de
agua. Aunado a ello, este cultivo está expuesto al ataque de plagas de insectos
87
y a la competencia por malezas agresivas. Estas situaciones disminuyen
considerablemente los rendimientos obtenidos y elevan los costos, lo cual
repercute negativamente en los niveles de producción.
El proceso de formación de precios en los mercados agrícolas depende de
manera intrínseca de las características de las diferentes regiones productoras,
así como del cultivo. Existen diferencias significativas entre las zonas productoras
con respecto al uso de la tecnología, el acceso al agua, los mercados de destino
y las facilidades de transporte; estos elementos inciden en la selección de cultivos
y en la rentabilidad. El precio de los insumos agrícolas, que suele representar
entre el 20 y el 60% de los costos totales, está relacionado de manera inversa
con la oferta, es decir, ante aumentos en precio de los insumos, la oferta
disminuye y con ello aumenta el precio en el mercado (Montero y Rodríguez,
2017; Lam, 2010).
Otro determinante del precio corresponde a la tecnología aplicada; entre
mayor sea el grado tecnológico, se espera que el sistema productivo resulte más
eficiente (Montero y Rodríguez, 2017). La mayor eficiencia productiva se puede
dar a través de una mayor cantidad de producto por unidad de insumo o la misma
cantidad de producto a menor costo de producción (Lam, 2010).
El cultivo de algodón se realiza en las zonas áridas del norte de México,
donde las condiciones climáticas adversas son frecuentes, así como la falta de
agua. Por ende, su producción requiere de inversiones en maquinaria
especializada como equipos de siembra, riego y recolección, así como una
cantidad significativa de fertilizantes, defoliantes, insecticidas y herbicidas, por lo
que el comportamiento de los precios de tales insumos incide en la rentabilidad
obtenida. El alza de los precios de los insumos agrícolas y del costo de los
energéticos en general, ha afectado el precio internacional de la fibra.
La discontinuidad es otra característica de la oferta que afecta al precio; el
rígido ciclo biológico con que trabaja el sector determina que las cosechas se
recolecten por lo general una vez al año y durante un intervalo de tiempo muy
corto (Guillem, 1968). El ciclo de producción de cualquier cultivo debe
contemplarse como un factor determinante (Montero y Rodríguez, 2017). Esta
88
estacionalidad provoca dificultades tanto técnicas como financieras que van a
variar de acuerdo con la intensidad, medio físico, tipo de producto, condiciones
técnicas, tamaño del mercado, etc. La industrialización y el empleo de medios
técnicos, así como la mayor extensión geográfica de los mercados, han limitado
la irregularidad y la estacionalidad de la oferta, al compensarse las buenas y
malas cosechas y de cierta forma, escalonarse relativamente en el tiempo
(Guillem, 1968).
La oferta es inducida por la producción, pero no siempre es igual a ella; los
productores almacenen sus productos cuando los precios son muy bajos y, los
saquen al mercado cuando éstos aumenten (Shepherd, 2001). Los niveles
inventarios jueguen un papel muy importante en la formación del precio. La forma
en que se maneja esta información puede ser causante de cambios bruscos en
los precios agrícolas, por lo que se considera que, un buen manejo de inventarios
es una acción de gestión de riesgo. Las economías que tienen políticas sólidas
de gestión de inventarios presentan menores niveles de volatilidad en sus precios
y son menos vulnerables a los vaivenes del mercado internacional (Montero y
Rodríguez, 2017).
En el caso del algodón, el precio internacional ha estado fuertemente
influenciado por los niveles de producción, consumo e inventarios. A comienzos
de 2009 el precio mostró una tendencia alcista como consecuencia de una
producción baja acompañada de mayores niveles de consumo. Los precios más
altos resultaron ser un estímulo para una mayor producción por lo que ésta
superó al consumo, los inventarios se acumularon y a principios de 2016, el
precio de referencia de la fibra reportó tendencia a la baja.
El agricultor puede enfrentarse a diversas opciones de cultivo, por lo que la
existencia de otros productos que son competitivos por los mismos recursos es
otro determinante del precio. Los principales factores de la producción son la
tierra, el trabajo y el capital; el hecho de que se introduzca un nuevo cultivo en
una zona determinada tendrá importantes consecuencias sobre la oferta de los
cultivos existentes porque requerirá de factores productivos considerados
escasos (Montero y Rodríguez, 2017).
89
En México, la preferencia de los agricultores por otros cultivos, en especial
sorgo y maíz, que en determinados años han tenido precios de referencia más
competitivos que los de la fibra en el mercado internacional y doméstico, está
vinculada con las caídas de la producción y de la superficie destinada al cultivo
de algodón.
El precio tiene una connotación política, es decir, se ve influenciado por las
decisiones de política económica (Fernández y Loiácono, 2001). De acuerdo con
Norton (2004) las políticas gubernamentales tienen diferentes propósitos.
Algunas buscan reducir la diferencia entre los precios al productor y al
consumidor, a través de mejoras en la eficiencia de la cadena de mercadeo; otras
están enfocadas a reducir las fluctuaciones estacionales mediante un mayor
acceso al almacenamiento y a mecanismos mejorados para la llegada oportuna
de importaciones; otras tratan de inducir a los agricultores y comerciantes rurales
a elevar la calidad de sus productos para poder obtener un precio más alto.
En el caso de México se han promovido las compras del algodón nacional
a través de Agricultura por contrato, el cual funciona como un seguro del precio
de venta para los productores (Otero, 2018). Esta es una estrategia conjunta e
interrelacionada con el incentivo para la cobertura de precios y con el incentivo
complementario al Ingreso Objetivo, el cual busca generar certidumbre comercial
y contribuir al desarrollo de mercados. El ingreso objetivo se estima con base en
los precios internacionales (CEDRSSA, 2019).
El comercio mundial de algodón mostró un mayor dinamismo de 2011 a
2013 como consecuencia del incremento de las importaciones de China que
acaparó la fibra para abastecer sus reservas, sin embargo, la política china de
apoyo al algodón redujo la brecha entre el precio de su algodón nacional y del
importado, lo que causó una disminución en el consumo.
El precio desempeña un papel muy importante en la determinación de la
cantidad de bienes y/o servicios que el consumidor está dispuesto y es capaz de
comprar. En este sentido, a medida que el precio de un determinado bien
aumenta, la cantidad demandada disminuye, y viceversa. Es importante que los
productores agrícolas comprendan el grado en el que la demanda responde a las
90
variaciones de los precios; esto permite una mejor estrategia de precios, así como
el cálculo del impacto de los precios en sus ventas e ingresos totales (Gumirakiza
y Curtis, 2014).
La cantidad demandada de un bien no solo está en función de su precio,
sino también del precio de otros productos; el efecto que éste tenga depende de
qué tipo de producto sea, sustituto o complementario. Si el producto es sustituto,
la relación entre su precio y la demanda del bien en cuestión es positiva, mientras
que, si el producto es complementario dicha relación es negativa (Lam, 2010).
El precio internacional del algodón se encuentra constantemente bajo
presión de la demanda, precio y calidad de las fibras sintéticas, principalmente
del poliéster. Por lo tanto, el consumo de algodón se ha estancado en los últimos
años debido a la competencia que enfrenta en el mercado con otras fibras. Los
precios del algodón han sido históricamente más altos que los precios del
poliéster.
Metodología
La presente investigación emplea un enfoque metodológico mixto, es decir, un
análisis cuantitativo y una interpretación cualitativa del objeto de estudio. El
enfoque cualitativo se basa en la recolección de datos para afinar preguntas de
investigación en el proceso de interpretación, mientras que el enfoque
cuantitativo se basa en la recolección de datos para probar hipótesis empleando
la medición numérica y estadística (López et al., 2019).
El insumo principal de esta investigación es la información secundaria sobre
las principales variables del cultivo de algodón en Chihuahua y Baja California
(superficie sembrada, volumen de producción, precio medio pagado al productor,
valor de la producción y rendimiento), así como datos referentes a la estructura
de costos del cultivo algodonero para el ciclo primavera-verano 2018. Dicha
información se obtendrá del portal de USDA, del Sistema de Información
Agroalimentaria de Consulta del Servicio de Información Agroalimentaria y
Pesquera (SIAP-SIACON) y del portal de Agrocostos de FIRA.
91
Para el caso que nos ocupa en lo referente al enfoque cuantitativo, a partir
de la estructura de costos consultada en FIRA, se realiza una ponderación para
cada componente del costo y con ello se determina en que rubros se gasta más
y como esto afecta a la rentabilidad del cultivo. Los rubros considerados son:
preparación del terreno; siembra; fertilización; labores culturales, riegos; control
de plagas, malezas y enfermedades; cosecha, selección y empaque; y gastos
diversos. Los costos proporcionados se clasifican en directos (financiables) e
indirectos (no financiables) y el costo financiero. En el caso del algodón, una vez
que se han iniciado las labores de preparación, los productores recurren al
financiamiento para continuar con las labores del cultivo (Retes et al., 2015). Este
financiamiento se obtiene con la banca de primer piso (FIRA); en 2018 y 2019 los
créditos cubrieron al 80% los costos de producción, el productor debe cubrir el
20% restante, pero debe dejar un 10% como garantía liquida (SNICS, 2020).
Las variables organizadas en bases de datos, para posteriormente hacer el
cálculo de indicadores, son las siguientes.
• Rentabilidad: el beneficio vendrá dado por la diferencia entre el
ingreso total y el costo total (Mochón, 2006). Los ingresos hacen referencia
al retorno económico que se puede obtener de la venta del producto. En
este caso se multiplica el rendimiento promedio de los tres últimos años
de algodón pluma (fibra), que representa alrededor del 35% del algodón
hueso y se tomará el precio del algodón pluma de $25,750 por tonelada,
de acuerdo con el Programa de Apoyos a la Comercialización del
Componente Agricultura por Contrato (CEDRSSA, 2019).
• Relación Costo-Beneficio (RCB): es la relación que se establece
entre la inversión y el retorno económico, es decir, expresa cuántas
unidades monetarias se reciben por cada unidad monetaria invertida
(Escobar, 2003). El flujo de las ventas o beneficios, así como los costos
de operación se actualizan a una tasa de interés que se considera próxima
al costo de oportunidad del capital. Para este caso no se usa ningún factor
de actualización al ser el algodón un cultivo que se siembra, desarrolla y
desaparece en un periodo de ocho meses (Retes et al., 2008).
92
∑ 𝑉𝑒𝑛𝑡𝑎𝑠
𝑅𝐵𝐶 =
∑ 𝐶𝑜𝑠𝑡𝑜𝑠
• Punto de equilibrio: es aquel punto donde el ingreso total de la
empresa es igual a sus gastos totales, por lo que la utilidad es cero. El
análisis del punto de equilibrio es una herramienta útil para conocer las
interacciones entre los costos de producción, los volúmenes de venta y las
utilidades de una entidad económica; guía la toma de decisiones y reduce
el riesgo al establecer un nivel de actividad mínimo para evitar pérdidas
(Mazón et al., 2017).
• Análisis de sensibilidad: representa una forma de incorporar el
factor riesgo a los resultados pronosticados de un proyecto; se puede
realizar para estimar cuan sensible es la evaluación realizada a las
variaciones de uno o más parámetros (Retes et al., 2013). En este caso
se elaborarán dos matrices para cada estado analizado; en la primera se
combinarán distintos rendimientos del cultivo contra distintos precios,
dejando constante el costo de producción; en la segunda se combinarán
distintos niveles de costo de producción contra distintos precios, dejando
constante rendimiento. Las variaciones serán de 5,10 y 15% (a la baja y
al alza) con respecto al valor de la variable correspondiente.
En cuanto al enfoque cualitativo se hará una revisión bibliográfica enfocada
en contribuciones científicas realizadas con anterioridad, así como la consulta de
informes y entrevistas emitidas por las instituciones gubernamentales y de
productores, con la finalidad de fundamentar, interpretar y comparar
apropiadamente los resultados obtenidos a través del enfoque cuantitativo antes
mencionado.
94
el cultivo representó el 7.5% del costo directo de producción en Chihuahua y el
10.1% en Baja California.
Siembra
Las semillas GM han permitido mejoras en las prácticas agrícolas como el
sistema de surcos estrechos menores a los 100 cm, lo que permite una reducción
del 20% del uso de agua disminuyendo la evaporación (SAGARPA-FAO, 2014).
El uso de algodón GM ha implicado para la mayoría de los productores un manejo
más eficaz de plagas, así como la obtención de rendimientos más altos; requiere
de una menor aplicación de insecticidas, sin embargo, las semillas GM son más
costosas que las convencionales y el uso de herbicidas es alto (Rocha-Munive et
al., 2018). Se debe pagar la tasa tecnológica a la empresa semillera que es la
propietaria de las patentes sobre los eventos de transformación genética
(CEDRSSA, 2019a). Por lo que, derivado de la alta carga económica que
representan los trámites de autorización, el precio de la semilla en México es
superior al que se tiene en EE. UU. (SNICS, 2020). Esta situación se ve reflejada
en la estructura de costos del cultivo; en Chihuahua la siembra implicó una parte
importante del costo, 15.7% del mismo, donde lo más costoso es la adquisición
de la semilla, mientras que en Baja California representó el 20.5%, siendo el
componente de mayor peso en la estructura de costos.
En México el 96% de la semilla utilizada es de importación de variedades
GM provenientes de EE. UU., por lo tanto, existe sólo un productor y distribuidor
de semilla en todas las regiones algodoneras (Bayer), lo que reduce la posibilidad
de elección por parte de los productores, ya que dependen de lo que esta
empresa les ofrezca (SNICS, 2020).
Fertilización
La fertilización es indispensable para obtener altos rendimientos,
generalmente los insumos que requieren ser adicionados son nitrógeno (N) y
fósforo (F) (Lara, 2015). De acuerdo con Solleiro y Mejía (2016) a partir de 2007,
el incremento de los precios de los commodities aumentó los precios de los
95
insumos agrícolas como los fertilizantes, afectando los costos de producción del
algodón a nivel mundial. De 2005 a 2008 el costo de los energéticos creció
84.5%, mientras que en México en 2007 los precios al productor de abonos y
fertilizantes se incrementaron en 45.4% (Velasco, 2009).
En Chihuahua la fertilización es la labor que consume mayor cantidad de
recursos, representó el 21.7% del costo directo. La mayor parte de los suelos
agrícolas donde se siembra algodón presenta problemas como la baja
disponibilidad de N y F, así como la continua degradación de los mismos por
efectos climáticos y edáficos, lo que se traduce en el uso excesivo de
agroquímicos (Hernández et al., 2013). En 2010 la aplicación de fertilizantes e
insecticidas y la compra de semilla mejorada representó el 44% del valor de los
costos de producción en la entidad (Gobierno de Chihuahua, 2011).
En Baja California el algodón se cultiva en el valle de Mexicali; al inicio del
cultivo de algodón se empleaban únicamente fertilizantes naturales como el
estiércol, ya que las tierras del valle se caracterizaban por su riqueza en limos y
no requerían otros nutrientes. Fue en la década de los cincuenta cuando el uso
de agroquímicos tomó importancia debido al desarrollo de la agricultura intensiva
(Moreno y López, 2005). El valle de Mexicali posee suelos con texturas arcillosas
con suficiente materia orgánica por lo que son ricos en F y P y conservan la
estabilidad y cohesión en sus agregados (Santillano et al., 2018). Es en esta
región donde se obtienen los mayores rendimientos de algodón en México, 6.32
ton/ha de algodón hueso (SIAP, 2020). En la actualidad los fertilizantes más
usados son Urea y amoníaco anhidro; la fertilización consumió el 13.9% del costo
directo en esta entidad.
Labores culturales
El algodón debe mantenerse libre de maleza durante todo su desarrollo, es
por eso que las labores culturales, que incluyen el deshierbe manual son de gran
importancia. En Chihuahua este rubro es el de menor peso en la estructura del
costo, representó el 3.7% del costo directo, mientras que en Baja California su
participación fue del 6%.
96
Riego
El algodón es un cultivo muy exigente en agua, la planta tiene gran cantidad
de hojas provistas de estomas por las que transpira cuando hay exceso de calor
(SAGARPA, 2017). Las principales áreas de producción algodonera en México
se caracterizan por el clima árido, por lo que los productores utilizan sistemas de
riego (Rocha-Munive et al., 2018). El algodón irrigado tiende a ser más costoso
que el de temporal, sin embargo, ofrece mayor calidad y uniformidad (SAGARPA-
FAO, 2014).
En Chihuahua en 2018 el algodón ocupó el primer lugar en superficie
sembrada en las unidades de riego con 32.8%, seguido de maíz grano con 25.5%
y nuez con 12.3% (Comisión Nacional del Agua [CONAGUA], 2019). El riego por
bombeo es el tercer componente más costoso en el cultivo del algodón y
representó 18.5% del costo por ha sembrada; este sistema se lleva a cabo a
través de la utilización de equipo para la extracción de agua desde pozos
profundos (SIAP, 2018).
En Baja California el riego representó el 7.9% del costo directo, se emplea
el riego por gravedad, el cual ofrece ventajas económicas con respecto a otros
sistemas de irrigación: bajo costo de instalación y de mantenimiento, la
infraestructura para el control y distribución del agua suele ser de bajo costo y
generalmente no requiere del consumo de energía para su funcionamiento
(Fernández et al., 2010).
97
En Chihuahua este rubro representa el 18.7% del costo directo siendo el
segundo rubro más importante del costo. En Chihuahua el control de malezas
con glifosato se ha calificado como bajo, lo cual ha implicado mayores
aplicaciones del herbicida con respecto a otras entidades. Sin embargo, en lo que
se refiere a la aplicación de insecticidas, se han reducido de 12 a 3.5 aplicaciones
por temporada (Rocha-Munive et al., 2018). Chihuahua y Baja California han sido
reconocidas por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad
Agroalimentaria (SENASICA) como entidades libres del gusano rosado, una de
las plagas más comunes en el algodonero (Otero, 2018).
En Baja California al igual que en otras regiones productoras del país, antes
del algodón GM se destinaban grandes cantidades de agroquímicos para el
control de malezas e insectos; de 1980 a 1990 el algodón consumió alrededor
del 70% de los plaguicidas empleados en el valle de Mexicali, únicamente en
insecticidas se aplicaron poco más de cinco millones de litros, con promedios
anuales superiores a los 500 mil litros (Moreno y López, 2005). En esta entidad
el control de malezas e insectos representó el 11.4% del costo directo. De
acuerdo con Rocha-Munive et al. (2018) el control con glifosato se ha calificado
como bueno y se ha complementado con el cultivo en hileras, el deshierbe
manual y la rotación de cultivos. Sin embargo, en lo que respecta a plagas, se ha
observado una alta presión de insectos que no son atacados con algodón Bt
como moscas blancas, chinches y gorgojos, por lo que la aplicación de
insecticidas sigue siendo alta.
98
comercialización de la fibra de algodón GM, incluyen el etiquetado obligatorio y
segregación en el mercado, lo que eleva los costos de producción (CEDRSSA,
2019a).
En Chihuahua, al igual que en otras regiones productoras, no se contaba
con capacidad de almacenamiento suficiente y las pacas se almacenaban al aire
libre, lo que aumentaba la vulnerabilidad y pérdida de calidad de la fibra, sin
embargo, los productores están invirtiendo en el almacenamiento (Otero, 2018).
En Chihuahua esta labor consumió el 9.3% del costo directo, mientras que en
Baja California este es el segundo rubro con mayor peso en el costo con el 15.6%
del mismo.
Diversos
Una cantidad considerable de recursos se emplea en gastos diversos, que
incluyen el pago del permiso de siembra, coberturas de precios, seguro agrícola,
prácticas de prevención fitosanitaria, administración y asistencia técnica
(SAGARPA-FAO, 2014). En Chihuahua estas erogaciones representaron el 4.7%
del costo, mientras que en Baja California representó el 14.6%.
Análisis de la rentabilidad
El costo de producción total en Chihuahua empleando la tecnología mencionada
para el ciclo de producción primavera-verano 2018 fue de $38,157 por ha
sembrada, lo cual representa un costo unitario por tonelada de algodón pluma de
$22,986.14 considerando un rendimiento de 1.66 ton/ha, mientras que en Baja
California el costo es superior, $44,231 por ha sembrada, lo cual considerando
un rendimiento de 2.05 ton/ha, indica que el costo unitario por tonelada de
algodón fue de $21,576.10 (Cuadro 7).
99
Cuadro 7. Indicadores para Chihuahua y Baja California, 2018
Baja
Concepto Chihuahua California
Rendimiento (t de algodón
1.66 2.05
pluma)
Precio ($/t algodón pluma) 25,750.00 25,750.00
Ingreso probable 42,745.00 52,787.50
Costo directo 31,720.00 38,344.00
Costos indirectos 3,458.00 1,682.00
Intereses 2,979.00 4,205.00
Costo total 38,157.00 44,231.00
Costo unitario ($/ton) 22,986.14 21,576.10
Utilidad 4,588.00 8,556.50
Indicadores
Relación Beneficio/Costo 1.12 1.19
Producción para cubrir costo
directo (t/ha) 1.38 1.78
Punto de equilibrio (ton/ha) 1.48 1.72
Fuente: Elaborado con datos de FIRA, 2021.
100
productor también lo es debido al rendimiento más elevado, con lo que obtiene
un ingreso de $52,787.50 por ha, con una utilidad de $8,556.50 por ha.
La RCB para el productor promedio en Chihuahua fue de 1.12, es mayor
que uno por lo tanto implica que por cada unidad que invierte recibe 0.12
unidades de utilidad. Este indicador le permitirá al productor tomar la decisión de
continuar con la siembra o cambiar a otro cultivo que le ofrezca mayores
beneficios. En el caso de Baja California la RCB fue de 1.19, es decir, por cada
peso invertido obtiene 0.19 unidades de utilidad, por lo tanto, el algodón es más
rentable en esta entidad.
Para la mayoría de los agricultores, el algodón sigue siendo un cultivo
económicamente rentable, a pesar de sus costos y constituye una de las
principales fuentes de ingresos en los municipios donde se siembra (Rocha-
Munive et al., 2018), como es el caso de 22 de los municipios de los 67 que
conforman el estado de Chihuahua y el valle de Mexicali en Baja California.
En México las semillas convencionales no están disponibles a la venta, sin
embargo, aun cuando lo estuvieran, en las variedades convencionales el
rendimiento menor y el control de plagas con insecticidas representa el 30% de
los costos de producción, mientras que el control de malezas implicaría una gran
cantidad de mano de obra con alto costo, por lo que el cultivo no sería rentable y
tendría un impacto ambiental elevado (SNICS, 2020).
El punto de equilibrio para Chihuahua fue de 1.48, es decir, obteniendo un
rendimiento de 1.48 ton/ha, el productor puede hacer frente a todos los
compromisos contraídos con proveedores, trabajadores y fuentes de
financiamiento. A partir de este rendimiento, el productor comienza a obtener
ganancias, y por debajo de él, incurre en pérdidas. Para el caso de Baja California
el punto de equilibrio fue de 1.72 ton/ha; los productores obtuvieron rendimientos
promedios de 2.05 ton/ha, el cual se ubica muy encima del punto de equilibrio,
por lo que el productor tiene cierta holgura en cuanto a la productividad de su
cultivo.
El uso de variedades mejoradas ha permitido a los productores un manejo
integral de plagas más efectivo, asimismo, el uso racional de herbicidas
101
asociados hace posible un aprovechamiento de ésta y otras alternativas por más
tiempo y a menor costo, lo cual le otorga a toda la cadena productiva ventajas en
aspectos de rentabilidad, calidad y participación de beneficios (AGROBIO, 2018).
De acuerdo con Rocha-Munive et al., (2018) a pesar de que el precio es elevado,
el 80% de los agricultores están muy satisfechos con el uso de variedades de
semillas GM, ya que las plagas de lepidópteros han sido controladas; el 11% de
los productores está moderadamente satisfecho y el 9% de los mismos, no está
satisfecho.
Análisis de sensibilidad
Es importante dimensionar como pueden afectar los posibles cambios en las
variables estratégicas al comportamiento de la rentabilidad del cultivo.
Primeramente, para Chihuahua se midió la sensibilidad comparando el costo total
de $38,157 por ha, ante diferentes combinaciones del precio y del rendimiento.
Todas aquellas combinaciones donde el resultado sea menor a esta cantidad
implican que el productor tendrá pérdida. La utilidad obtenida con el precio de
venta de $25,750 por tonelada, soportaría una disminución en el rendimiento de
poco más de 10%, pero si disminuye más allá de este umbral, el productor incurre
en pérdidas, como en el caso de obtener un rendimiento de 1.41 toneladas. De
igual forma, a partir del rendimiento de 1.66 toneladas, el cultivo deja de ser
rentable cuando el precio disminuye 10.7% (Cuadro 8).
102
Cuadro 8. Utilidad para Chihuahua con el costo total constante
Precio de venta ($/ton)
Rendimiento
(ton/ha) 21,887.5 23,175.0 24,462.5 25,750.0 27,037.5 28,325.0 29,612.5
1.41 -7,273.7 -5,457.1 -3,640.4 -1,823.8 -7.1 1,809.6 3,626.2
1.49 -5,457.1 -3,533.6 -1,610.0 313.5 2,237.0 4,160.6 6,084.1
1.58 -3,640.4 -1,610.0 420.4 2,450.8 4,481.1 6,511.5 8,541.9
1.66 -1,823.8 313.5 2,450.8 4,588.0 6,725.3 8,862.5 10,999.8
1.74 -7.1 2,237.0 4,481.1 6,725.3 8,969.4 11,213.5 13,457.6
1.83 1,809.6 4,160.6 6,511.5 8,862.5 11,213.5 13,564.5 15,915.4
1.91 3,626.2 6,084.1 8,541.9 10,999.8 13,457.6 15,915.4 18,373.3
Fuente: Elaborado con datos de FIRA, 2021.
103
En el caso de Baja California se midió la sensibilidad comparando el costo
total de $44,231 por ha, ante diferentes combinaciones del precio y del
rendimiento. Todas aquellas combinaciones donde el resultado sea menor a esta
cantidad implican que el productor tendrá pérdida. Podemos apreciar que para el
precio de venta de $25,750 no se obtienen pérdidas ante la disminución del
rendimiento de 15%, sino hasta que el rendimiento disminuye 19.3%. Con el
rendimiento de 2.05 toneladas, el cultivo soportaría disminuciones en el precio de
venta superiores al 15%, por lo que se podría decir que productor en Chihuahua
es más sensible tanto a las disminuciones del rendimiento como a los
movimientos adversos de los precios internacionales de la fibra, que el productor
de Baja California (Cuadro 10).
Cuadro 10. Utilidad para Baja California con el costo total constante
Precio de venta ($/ton)
Rendimiento
(ton/ha) 21,887.5 23,175.0 24,462.5 25,750.0 27,037.5 28,325.0 29,612.5
1.74 -6,092.0 -3,848.6 -1,605.1 638.4 2,881.8 5,125.3 7,368.8
1.85 -3,848.6 -1,473.1 902.3 3,277.7 5,653.2 8,028.6 10,404.1
1.95 -1,605.1 902.3 3,409.7 5,917.1 8,424.5 10,931.9 13,439.3
2.05 638.4 3,277.7 5,917.1 8,556.5 11,195.9 13,835.3 16,474.6
2.15 2,881.8 5,653.2 8,424.5 11,195.9 13,967.2 16,738.6 19,509.9
2.26 5,125.3 8,028.6 10,931.9 13,835.3 16,738.6 19,641.9 22,545.2
2.36 7,368.8 10,404.1 13,439.3 16,474.6 19,509.9 22,545.2 25,580.5
Fuente: Elaborado con datos de FIRA, 2021.
104
tanto, el productor de Chihuahua es más sensible a los incrementos del costo de
producción que el productor de Baja California.
4.6 Conclusiones
En Chihuahua en el ciclo de producción primavera-verano 2018, el costo total fue
de $38,157 por ha, con un costo unitario de $22,986.14 por ton; el rubro al que
se destina la mayor parte de los recursos fue la fertilización, a causa de las
condiciones del terreno y de las necesidades del cultivo. En segundo lugar, el
control de plagas y malezas, ya que el control de malezas con glifosato se ha
calificado como bajo en esta entidad. El algodón es el principal cultivo de riego
en este estado; el riego por bombeo consumió una parte significativa del costo
debido a las condiciones climáticas de la región.
Mientras que en Baja California el costo total fue superior, $44,231, pero al
reportar mayores rendimientos, el costo por tonelada es menor que en
Chihuahua, $21,576.10. La siembra representa la quinta parte de los costos; las
semillas GM son más costosas que las convencionales y los trámites para la
autorización de su uso generan una alta carga económica para el productor. La
cosecha, selección y empaque, es el segundo costo más alto en esta entidad; el
uso de maquinaria especializada, así como los requisitos para la comercialización
de la fibra de algodón GM, elevan los costos de producción.
105
En Chihuahua se obtuvo una utilidad de $4,588 por ha, con una RCB de
1.12, es decir, se obtienen 0.12 unidades de utilidad por peso invertido. En Baja
California se obtuvo una utilidad de $8,556.5 por ha, con una RCB de 1.19, lo que
indica que el cultivo en esta entidad es más rentable que en Chihuahua. Para la
mayoría de los agricultores, el algodón sigue siendo un cultivo económicamente
rentable y una de las principales fuentes de ingresos en los municipios donde se
cultiva.
El punto de equilibrio en Chihuahua se situó en un rendimiento de 1.48
ton/ha, mientras que en Baja California fue de 1.72 ton/ha. La obtención de
rendimientos más altos en años recientes se asocia con la mejora en las prácticas
agrícolas como la técnica de surcos estrechos y en el desarrollo de variedades
genéticamente modificadas, que permiten un mejor control fitosanitario.
La hipótesis del estudio se confirma, es decir, la introducción de variedades
de algodón GM y el comportamiento de los precios de la fibra son los aspectos
de mayor incidencia en la rentabilidad del cultivo de algodón en México. Las
semillas convencionales no están disponibles en el mercado, sin embargo, su
utilización conllevaría a menores rendimientos y a una elevación de costos por el
control de plagas con insecticidas y mano de obra. El uso de variedades GM ha
reducido considerablemente la aplicación de insecticidas y permite el sistema de
siembra de surcos estrechos que hace más eficiente el uso del agua impactando
positivamente en la rentabilidad. La mayoría de los productores se encuentran
satisfechos con la utilización de este tipo de tecnología que ha logrado abatir
importantes costos.
La rentabilidad en Chihuahua no resistiría más allá de una disminución del
10% del rendimiento o un incremento en los costos de 12.2%. En Baja California,
el cultivo dejaría de ser rentable si el rendimiento disminuye 19.3% y si el costo
aumenta 16.3%, es decir, el cultivo en Chihuahua es más sensible a las
variaciones adversas de rendimientos y costo total.
El mercado internacional de la fibra ha incidido en la producción de algodón
en México a través de la fijación de precios. El precio internacional ha mostrado
un comportamiento fluctuante afectado por varios factores tales como los costos
106
de producción; los niveles de producción, inventarios y consumo; la demanda,
calidad y precio de las fibras sintéticas, las políticas de los principales
productores, entre otros. En Chihuahua el cultivo deja de ser rentable si el precio
disminuye más de 10.7%, mientras que en Baja California la rentabilidad
soportaría disminuciones en el precio superiores al 15%. El productor
chihuahuense es más sensible a las disminuciones del precio de la fibra.
107
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%20mayo%20-
%20agosto%20de%202009/05%20El%20crecimiento%20de%20precios%20de
110
%20los%20commodities%20a%20nivel%20Inter.%20y%20sus%20efectos%20I
nfla.%20en%20los%20alimentos%20basicos%20de%20la%20Eco.%20Mex.-
Mariano%20Velasco%20Torres.pdf
111
CAPÍTULO V. PRODUCCIÓN Y COMPETITIVIDAD DEL
ALGODÓN MEXICANO EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
56230.
*Autor para correspondencia: [email protected]
5.1 Abstract
Objective: To analyze the production and competitiveness of Mexican cotton in
the world market.
Design/methodology/approach: Five indicators were calculated: Import
Penetration Rate (IPR), Export Coefficient (EC), Tradability Indicator (TI), Lafay
Index (LI) and International Competition Exposure Rate (ICER), for the period
1960-2017.
Results: The IPR was 0.5% from 1960 to 1985, the imports had little weight in
consumption, while the EC was 58.9% for that period; Mexican cotton was
competitive. However, from 1986 to 2017, the IPR was 59.8% on average and the
EC was 25.9%, the competitiveness of cotton decreased. The TI in the 1960s was
184.8% and since 1991, the capacity to generate exportable surpluses was lost.
The LI shows that Mexico had comparative advantages in cotton production from
1960 to 1989, however, as of 1991 such advantages were lost. The ICER
indicates that national cotton faces high levels of competition in the international
market.
Limitations on study/implications: The indicators were calculated with the
volume of the variables required. The statistics corresponding to the value are not
available for recent years.
Findings/conclusions: The indicators show the loss of competitiveness of
Mexican cotton; in recent years, production has recovered, but there is no self-
sufficiency in its consumption.
112
Keywords: Import Penetration Rate, Export Coefficient, Tradability Indicator,
Lafay Index, International Competition Exposure Rate.
5.2 Resumen
113
5.3 Introducción
114
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
entre otros.
Indicadores para el análisis de la competitividad en el comercio exterior
La competitividad asociada al comercio exterior se refiere al desempeño
macroeconómico de un país; cuando registra un déficit en su balanza comercial
se dice que no es competitivo, el país dispone de una renta por exportaciones
menor que su pago externo por importaciones, generando un desequilibrio que
impacta en el bienestar social del mismo (Bougrine, 2001).
La competitividad hace referencia a la situación real que presenta un producto en
el mercado internacional y que comúnmente está distorsionada por las fallas de
mercado y por la intervención del gobierno; es la capacidad de un bien de
posicionarse en el exterior de acuerdo con los precios de mercado existentes
(Contreras, 1999).
Un indicador económico es una expresión de medición que permite aclaraciones
sobre el desarrollo de coyuntura o situación de una economía en general.
Algunos indicadores pueden ser calculados a partir del valor o del volumen de las
variables requeridas, siempre y cuando no se mezclen ambas magnitudes, y su
elaboración puede ser para un conjunto de bienes, ramos o productos
particulares (Lafuente, 2010). En la presente investigación se calcularon los
siguientes índices empleando el volumen de las variables para el periodo 1960-
2017:
La tasa de penetración de las importaciones es un indicador cuantitativo de la
competitividad de un sector o producto, se representa como sigue:
𝑀𝑡𝑖
𝐶𝑃𝑀𝑡𝑖 = ∗ 100
𝑃𝑡𝑖 + 𝑀𝑡𝑖 − 𝑋𝑡𝑖
Donde 𝑃𝑡𝑖 es la producción del bien, 𝑀𝑡𝑖 son las importaciones y 𝑋𝑡𝑖 las
exportaciones. Señala la medida de la competencia internacional por la demanda
interna; mientras mayor es el valor del indicador, mayor es la dependencia del
mercado interno de las importaciones y, mientras más bajo sea, el país tiene la
capacidad de satisfacer su mercado con la producción nacional (Juárez de
Perona y García, 2000).
115
El coeficiente de exportación expresa la relación entre las exportaciones y la
producción del bien, es decir, mide la proporción de la producción que es vendida
en el exterior (Velín y Medina, 2011).
𝑋𝑡𝑖
𝐶𝑋𝑡𝑖 = ∗ 100
𝑃𝑡𝑖
El indicador de transabilidad expresa la relación entre la balanza comercial y el
consumo aparente de un bien. Mide la capacidad de generar excedentes netos
exportables en relación al consumo interno. Se expresa como sigue:
𝑋𝑡𝑖 − 𝑀𝑡𝑖
𝐼𝑇𝑡𝑖 = ∗ 100
𝑃𝑡𝑖 + 𝑀𝑡𝑖 − 𝑋𝑡𝑖
Cuando el indicador es positivo, el producto es competitivo en el mercado interno
y existe un exceso de oferta que puede exportarse (Fernández, 2013).
El índice de Lafay mide el grado en que el país tiene una ventaja comparativa
que lo haga un exportador natural del producto en cuestión. Si este valor es
superior a la unidad, el país es exportador del bien y, a mayor nivel, más
importantes son las exportaciones como destino de la producción nacional del
mismo (Durán y Álvarez, 2008).
𝑃𝑡𝑖
𝐼𝐿𝑖𝑡 =
𝑃𝑡𝑖 + 𝑀𝑡𝑖 − 𝑋𝑡𝑖
La tasa de exposición a la competencia internacional expresa la relación entre el
coeficiente de exportación y la producción nacional destinada al consumo interno
que está sujeta a la competencia externa:
𝑇𝐸𝐶𝐼𝑡𝑖 = [𝐶𝐸𝑡𝑖 + (1 − 𝐶𝐸𝑡𝑖 ) ∗ 𝑇𝑃𝐼𝑡𝑖 ] ∗ 100
Donde 𝐶𝐸𝑡𝑖 es el coeficiente de exportación, 𝑇𝑃𝐼𝑡𝑖 es la tasa de penetración de las
importaciones. Entre más alto sea el porcentaje, mayor será la competencia que
libra el producto del país en el mercado internacional (Fernández, 2013).
117
el desinterés por el cultivo ocasionado por la pérdida de rentabilidad (SAGARPA-
FAO, 2014).
De 1994 a 2004 la producción creció a una tasa media anual de 38.7%, gracias
a la introducción de innovaciones y a las condiciones del mercado internacional,
que han permitido que el algodón reactive su importancia en el desarrollo
socioeconómico nacional. En 1996 México y Estados Unidos se convirtieron en
los primeros países en plantar con fines comerciales el algodón genéticamente
modificado. En México, el algodón se sembró principalmente en la Comarca
Lagunera debido a la necesidad de reactivar la producción (Traxler y Godoy-
Ávila, 2004).
La producción de algodón en México se ha visto influenciada por el
comportamiento de los mercados internacionales vulnerados por la demanda de
fibras sintéticas y por la inestabilidad de los precios. De 2000 a 2009 los precios
internacionales de la fibra fueron bajos, lo cual contribuyó a que la producción se
estancara (FIRA, 2016). En 2010 y 2011 los precios mundiales mostraron una
recuperación debido a la elevada demanda de fibra, principalmente por China
que la acaparó para abastecer sus reservas disminuyendo los inventarios
internacionales (OCDE- FAO, 2017).
Comercio exterior y competitividad del algodón
A principios de la década de 1960 México figuró entre los principales países
exportadores de algodón. Sin embargo, la producción disminuyó a partir de la
década de 1970 hasta casi desaparecer, lo que se agravó con la apertura
comercial del país. Desde 1991 comenzó a presentar déficit comercial en la
balanza de este cultivo, lo cual concuerda con la hipótesis planteada. México no
ha logrado revertir tal déficit (Figura 10), y las importaciones provienen casi en
su totalidad de Estados Unidos, como consecuencia de la integración de la
industria textil de Norteamérica (Otero, 2018).
118
600,000
400,000
200,000
-200,000
-400,000
-600,000
119
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
120
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
400
300
200
100
-100
-200
121
En la Figura 14 se ilustra el comportamiento del Índice de Lafay (IL). De 1960 a
1989 el indicador fue superior a la unidad, México fue exportador de algodón; de
1991 a 2017 el indicador fue menor a la unidad expresando la pérdida de
competitividad del algodón mexicano tanto en el mercado interno, como en el
externo. México se convirtió en importador de fibra y, a pesar de que la
producción ha crecido y las importaciones han disminuido, no se ha alcanzado la
autosuficiencia en el consumo de algodón.
122
120
100
80
60
40
20
5.6 Conclusiones
123
el mercado externo han sido los años en los que el consumo de algodón se cubrió
prácticamente con importaciones.
El algodón sigue siendo un cultivo estratégico al cual debería darse más atención
y apoyo por la cantidad de empleo que genera y por el continuo crecimiento de
la demanda de este insumo para la industria textil. Las zonas productoras de
algodón en México presentan rendimientos que compiten con los mejores
productores mundiales, pero se requiere de mayor investigación y apoyo
tecnológico para poder elevar la competitividad a nivel mundial y que los precios
recibidos por el productor sean rentables.
125
CAPÍTULO VI. CONCLUSIÓN GENERAL
Este cultivo fue de gran importancia en el país hasta mediados del siglo XX, ya
que pasó de ser un cultivo regional a un detonador de desarrollo en la economía
por las divisas generadas a partir de su exportación. En la actualidad la
producción algodonera ha ido aumentando, sin embargo, la producción aún está
lejos de alcanzar los niveles de producción de la década de los cincuenta.
126
Por tanto, el uso de variedades GM y el comportamiento del precio de la fibra han
sido los factores que mayor incidencia en la rentabilidad del cultivo en las
principales entidades productoras. Las semillas convencionales no están
disponibles para la venta en México, sin embargo, su uso traería consigo mayores
gastos en control fitosanitario, mayor descarga de ingredientes activos de
agroquímicos al medio ambiente y mayor incertidumbre para el productor en
cuanto a su rentabilidad. Las semillas GM son más costosas, en tanto que, su
beneficio económico se deriva especialmente de la reducción de costos en otros
rubros tradicionalmente altos y de la obtención de mayores rendimientos.
Los estados productores de algodón reportan rendimientos que compiten con los
de los mayores productores a nivel mundial, pero se requiere de un programa de
investigación robusto que permita desarrollar nuevas variedades de semillas con
características apropiadas a las zonas de producción del país, un programa de
comercialización y certificación de la fibra que dé certidumbre y estabilidad a los
productores del algodón y a la industria textil mexicana, es decir, se debe apostar
por acciones que logren la articulación de la cadena de valor del algodón para
con ello derivar los mayores beneficios para la economía del país y el bienestar
de sus habitantes.
128