Jorge Andrés Medrano Baldeón: Tesis de Grado Presentada Como Requisito para La Obtención Del Título de Abogado
Jorge Andrés Medrano Baldeón: Tesis de Grado Presentada Como Requisito para La Obtención Del Título de Abogado
Jorge Andrés Medrano Baldeón: Tesis de Grado Presentada Como Requisito para La Obtención Del Título de Abogado
Tesis de grado presentada como requisito para la obtención del título de Abogado
Quito
Enero de 2008
ii
© Derechos de Autor
Jorge Andrés Medrano Baldeón
2008
iii
Quito
Enero 2008
iv
Resumen
Abstract
TABLA DE CONTENIDO
Página
INTRODUCCIÓN 10
CAPÍTULO I LA NACIONALIDAD
2.1 Discrecionalidad 33
2.2 Discrecionalidad en base a conceptos jurídicos indeterminados y 35
discrecionalidad reglada o técnica
2.3 Motivación de las resoluciones de organismos públicos 38
2.4 ¿Existe confusión entre facultad discrecional, y facultad discrecional 39
reglada? Referencia a la nacionalidad
de profesiones?
3.3 ¿Se puede considerar que han prestado un servicio relevante al país? 55
3.4 Definición de servicio relevante al país. 60
3.5 Análisis de Expediente 65
3.5.1 Javier Hernán Klimowicz Lagana 65
CONCLUSIONES. 72
Bibliografía. 77
INTRODUCCIÓN
10
11
no es necesario que exista un vínculo jurídico, político o de cualquier otra índole, sino
que el nacimiento en un punto geográfico es suficiente para gozar de una nacionalidad.
Es así que, aparte de la visión tradicional que se tiene de la nacionalidad en
cuanto a su naturaleza jurídica que la conecta con vínculos jurídicos, políticos,
culturales, sociales, educativos, entre otros; en nuestro ordenamiento jurídico se ha
creado un nuevo vínculo que se lo podría catalogar como coyuntural, surgido y
fundamentado en las presiones tanto sociales como políticas que derivan en la
vinculación de un individuo extranjero con el Estado ecuatoriano.
En fin, hay diversos criterios que la doctrina y la legislación comparada utilizan
para definir a la nacionalidad; pero en lo que hay una convergencia general es que esta
institución hará referencia a un sentido de pertenencia y a una relación con una
colectividad que se encuentra ubicada en un territorio específico con la que se
comparte ciertos rasgos en común, identificándose así con la misma.
El Ecuador no ha sido ajeno a esta situación, ya que en la Constitución Política
vigente, se hace referencia tanto a ecuatorianos como a extranjeros. Dentro del Título
de los ecuatorianos, se ha venido manteniendo desde la Constitución de 1906 en
adelante, dos criterios básicos para determinar quiénes son reconocidos como
ecuatorianos por nacimiento: el Ius Soli y el Ius Sanguini. El primer concepto hace
referencia a la titularidad de la nacionalidad ecuatoriana de todos aquellos individuos
que hayan nacido en cualquier parte del territorio ecuatoriano; es decir, por el mero
hecho de que el nacimiento se haya dado en el Ecuador (puede ser también en nave o
embarcación de bandera ecuatoriana), se goza de la nacionalidad ecuatoriana. El otro
concepto tiene que ver con un vínculo de sangre; es decir, que no necesariamente se
debe haber nacido dentro del territorio ecuatoriano para tener la nacionalidad
ecuatoriana, sino que se puede acceder a la misma por tener vínculos de sangre con
ascendientes (padres ecuatorianos), y por cumplirse determinadas hipótesis que se
establecen en la Constitución. La nacionalidad por el Ius Soli o por el Ius Sanguini,
constituyen los modos originarios de nacionalidad.
Luego de esta aproximación se debe mencionar que también existen métodos
derivativos de adquirir la nacionalidad. Uno de estos mecanismos es el de la
naturalización, mediante el cual se pasa a formar parte de la vida del Estado y de la
12
1 D. GUZMÁN, Tratado de Derecho Internacional Privado, Editorial Jurídica de Chile, 1997, Santiago de
Chile, p. 97.
14
15
una persona a cambio de la protección prestada por ésta, hace depender al individuo de
un Estado determinado”.2 Como se puede determinar en esta distinción, ya no solo se
habla de prestaciones mutuas, sino que una sociedad organizada a través de sus
autoridades, hace y obliga a depender a sus ciudadanos de un Estado, similar a un
contrato unilateral, bajo el cual solo una de las partes impone las reglas y la otra tiene
que cumplirlas a cabalidad. A ésta distinción también se la puede bautizar como
Publicista o Legal, en virtud de la cual el poder legislativo es el encargado de producir
las normas y los dependientes de este poder y de esta sociedad tienen que obedecerlas,
sin perjuicio de que su desacato genere sanciones. Se podría acotar también que se trata
de una versión mejorada de la primera distinción ya que de igual manera se habla de un
contrato, pero con la característica de tener disposiciones más rígidas.
En tercer lugar, hay que mencionar a la última distinción que es la
contractualista: “c) La doctrina contractualista, sustentada por algunos autores
franceses, para la cual la nacionalidad supone un pacto entre el individuo y el Estado.
La nacionalidad –ha dicho COGORDÁN- establece una especie de contrato entre el
Estado y sus súbditos. ANDRÉ WEISS ha contribuido a la difusión de esta tesis al
sostener que la base jurídica de la nacionalidad se encuentra en un contrato
sinalagmático celebrado entre el Estado y el súbdito. El vínculo de la nacionalidad o de
sujeción es contractual, es decir, nace y no puede nacer de otro modo, sino de un
acuerdo de voluntades: la del Estado, por una parte, y la del súbdito, por otra; el
contrato así formado –agrega- es sinalagmático, es decir, origina obligaciones
recíprocas entre las dos partes. El Estado, en efecto, dispensa a sus nacionales y está
obligado a darles la protección de sus leyes y la tutela de sus magistrados, les reconoce
ciertos derechos civiles y políticos y se encarga de hacerlos respetar aún más allá de sus
fronteras. A cambio de esta solicitud tiene el derecho de exigir de sus súbditos, aun
emigrados, el respeto de sus leyes, pudiendo obligarlos a participar en las cargas
públicas y en la defensa del territorio. Estado y ciudadano tienen, pues deberes
recíprocos el uno respecto del otro. Lo que es derecho para el Estado, es deber para el
ciudadano y viceversa”3. De acuerdo a esta tercera distinción, es en donde se
2 Ibíd., p. 97
3 Ibíd., pp. 97-98.
16
4Cfr. G. MONROY CABRA, Tratado de Derecho Internacional Privado, Editorial Temis S.A., 1999, Santa fe
de Bogotá, p. 80.
17
5 Cfr. J. LARREA HOLGUÍN, Manual de Derecho Internacional Privado Ecuatoriano, Corporación de Estudios
y Publicaciones, 1998, Quito, p. 47.
6 Constitución Política de la República del Ecuador de 1998, Registro Oficial No. 1 de 11 de Agosto de
1998.
18
referentes a la nacionalidad. Es así que afirmo que la nacionalidad tiene una naturaleza
jurídica mixta, al tener sus orígenes en una convención o contrato, para luego
convertirse en una disposición constitucional que adquiere un carácter imperativo y
obligatorio. Puede decirse que en la legislación comparada prevalezca la corriente
Publicista, porque cada Estado ha impuesto unas normas jurídicas que regulan la
institución de la nacionalidad de acuerdo a sus mejores criterios (por ejemplo en el caso
de la legislación francesa, en su Código Civil se regula todos los aspectos relativos a la
nacionalidad); pero mi posición es mantenerme en que la nacionalidad tiene una
naturaleza jurídica mixta por su surgimiento en una Asamblea Constituyente para a
posteriori convertirse en normas imperativas.
7 G. MONROY CABRA, Tratado de Derecho Internacional Privado, Editorial Temis S.A., 1999 Santa fe de
Bogotá, p. 87.
8 Ley de Naturalización, Registro Oficial No. 66 de 14 de Abril de 1976.
9 Constitución Política de la República del Ecuador, Registro Oficial No. 1 del 11 de Agosto de 1998.
20
exclusivistas de antaño han quedado de lado, ya que ahora los Estados tienen un mayor
ámbito de apertura y buscan que más elemento humano se vincule dentro de sus
fronteras; es así que el tercer principio se ve refutado por el hecho de que en algunas
legislaciones se admite la doble nacionalidad sin perder la nacionalidad de origen. Tal es
el caso que en nuestra propia Constitución Política se garantiza lo dicho anteriormente,
por lo expresado en el artículo 11, inciso segundo citado en párrafos precedentes.
Por lo tanto, los principios de la nacionalidad han servido para que muchas
legislaciones y la nuestra en particular, adopten medidas en beneficio del elemento
humano, precaviendo regímenes hostigosos como el de los apátridas o manejar
criterios de exclusividad con respecto a otros nacionales.
individuo en el momento de nacer. Puesto que todo individuo debe tener una
nacionalidad, es preciso que la posea desde su nacimiento. Esto no prejuzga la cuestión
de saber si se le permitirá cambiarla más adelante; lo esencial es que todo individuo
desde su nacimiento sea súbdito de un Estado”.12 Como se desprende de este criterio,
lo fundamental en el mecanismo originario de adquisición de la nacionalidad es el
nacimiento en el territorio de un Estado determinado, sin importar otro tipo de
consideraciones. Tan fuerte es este criterio doctrinario, que inclusive nuestra legislación
en la Constitución Política en su Art. 7 numeral primero se establece que:
12 Ibíd. p. 120.
13 Constitución Política de la República del Ecuador, Registro Oficial No. 1 de 11 de agosto de 1998.
14 Cfr. D. GUZMÁN, Tratado de Derecho Internacional Privado... P. 121.
23
nuestra infancia, parece tener más derecho que otra cualquiera sobre nosotros, derecho
sancionado por aquel afecto al suelo natal, que es uno de los sentimientos más
universales y más indelebles del corazón humano”.15
Una vez que ha quedado claro el criterio inicial que la adquisición de la
nacionalidad a través del mecanismo del Ius Soli, hay que tomar en cuenta que la
doctrina ha variado la posición de que la nacionalidad originaria sea exclusivamente
adquirida a través del nacimiento. Es así que, la atribución de la nacionalidad no se da
únicamente por haber nacido en el territorio de un Estado, sino por otras causas ajenas
a este hecho jurídico, pero que a su vez conllevan a que la nacionalidad también sea
adquirida de manera originaria. Este criterio surgido es el denominado Ius Sanguinis, en
virtud del cual, la nacionalidad se adquiere a través de la sangre; es decir la nacionalidad
de un individuo sigue a la de sus ascendientes. Al respecto, GUZMÁN confirma lo dicho
ya que el hijo debe tener la nacionalidad que dicten los vínculos de la sangre, porque de
alguna manera una persona debe estar ligada a sus antepasados, a sus comunidades
primitivas, constituyendo esto uno de los lazos más fuertes entre los hombres.16
Básicamente ésta posición ha buscado que la unidad familiar se mantenga, y que
los miembros de la familia sean poseedores de una misma nacionalidad, precautelando
así que se puedan romper estos vínculos por la existencia de normas jurídicas que solo
tengan al hecho físico del nacimiento de una persona como la razón determinante para
adquirir la nacionalidad. Reforzando este criterio LE MAISTRE, citado por GUZMÁN
expone que un padre significa mucho más para un hijo que el lugar donde se nace, por
ser el primero un factor natural que transmite la nacionalidad y el segundo un elemento
extraño que únicamente aporta con factores exógenos para vivir, como el aire.17
Nuestra Constitución Política, no se ha quedado ajena a esta posición doctrinaria y la
ha recogido en el Art. 7 numeral segundo, al considerar también como ecuatorianos
por nacimiento a aquellos que no naciendo en el territorio ecuatoriano, tienen
ascendientes de origen ecuatoriano por nacimiento:
Art. 7: Son ecuatorianos por nacimiento: 2. Los nacidos en el extranjero: 2.1. De padre
o madre ecuatoriano por nacimiento, que esté al servicio del Ecuador o de un organismo
internacional o transitoriamente ausente del país por cualquier causa, si no manifiestan
15 Ibíd., P. 122.
16 Cfr. D. GUZMÁN, Tratado de Derecho Internacional Privado... p. 121.
17 Cfr. Ibíd., p. 121
24
voluntad contraria; 2.2. De padre o madre ecuatoriano por nacimiento, que se domicilien
en el Ecuador y manifiesten su voluntad de ser ecuatorianos; 2.3. De padre o madre
ecuatoriano por nacimiento, que con sujeción a la ley, manifiesten su voluntad de ser
ecuatorianos, entre los dieciocho y veintiún años de edad, no obstante residir en el
extranjero.18
Como segunda parte hay que tomar en cuenta los mecanismos derivativos, que
bajo ningún concepto tienen su fundamento en el hecho físico del nacimiento en un
territorio, sino que sus razones están en la elección y voluntariedad de la persona así
como también en la decisión soberana del Estado de aceptarlo o no como parte de su
18 Constitución Política de la República del Ecuador, Registro Oficial No. 1 de 11 de Agosto de 1998.
25
elemento humano. En realidad, este tema tiene mucho que ver con la naturalización de
los extranjeros, en donde muchas veces (dependiendo de cada legislación) se sustituye
la nacionalidad originaria y se la cambia por una nueva. Es así que MONROY CABRA
pone de manifiesto que la naturalización es más una potestad absoluta del Estado y no
solo de voluntad del individuo: “La naturalización o nacionalidad adquirida puede
definirse como un acto soberano y discrecional de la potestad pública por el cual se
acepta a un individuo en calidad de nacional o ciudadano del Estado representado por
dicha potestad”.19 Para el mecanismo de la nacionalidad derivativa o adquirida a
posteriori, se entiende que ya no solo deben cumplirse circunstancias fácticas, como era
el caso del nacimiento, sino que ahora interviene de una manera mucho más rigurosa el
poder público, ya que será el encargado de admitir o no que un individuo extranjero,
pase a formar parte de su Estado. Tal es el caso, que para la nacionalidad originaria
cuando se pretende demostrar el Ius Sanguinis, en la práctica ecuatoriana solo hace falta
remitirse a la Constitución Política del Ecuador, y realizar el respectivo procedimiento
administrativo ante el Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero cuando se trata de una
naturalización, a parte de cumplir con los mandatos constitucionales expuestos en el
Art. 8, también se debe tomar en cuenta lo dispuesto en la Ley de Naturalización y en
su respectivo reglamento.
Cabe señalar lo que dice nuestra Constitución Política con respecto a las
personas que se les reconoce como ecuatorianos por naturalización:
Art. 8: Son ecuatorianos por naturalización: 1. Quienes obtengan la ciudadanía
ecuatoriana por haber prestado servicios relevantes al país; 2. Quienes obtengan carta de
naturalización; 3. Quienes, mientras sean menores de edad, son adoptados en calidad de
hijos por ecuatoriano. Conservan la ciudadanía ecuatoriana si no expresan voluntad
contraria al llegar a su mayoría de edad; 4. Quienes nacen en el exterior, de padres
extranjeros que se naturalicen en el Ecuador, mientras aquellos sean menores de edad. Al
llegar a los dieciocho años conservarán la ciudadanía ecuatoriana si no hicieran expresa
renuncia de ella; 5. Los habitantes de territorio extranjero en las zonas de frontera, que
acrediten pertenecer al mismo pueblo ancestral ecuatoriano, con sujeción a los convenios y
tratados internacionales, y que manifiesten su voluntad expresa de ser ecuatorianos.20
2000, p.
28
coyunturas sociales, ya que a mi modo de ver, venir a residir en el país por tiempos
menores a los que establece la ley (tomando en cuenta la naturalización en general),
tener certificados de buena conducta, practicar un deporte por un tiempo mínimo y no
demostrar nunca el haber prestado un servicio relevante al país, no constituyen
justificativos para que una persona sea aceptada como ecuatoriano, ya que lo
jurídicamente correcto sería que estos individuos se sometan al trámite ordinario de
naturalización y no beneficiarles o premiarles al darles preferencia sobre otros
peticionarios que sí han cumplido a cabalidad las disposiciones legales.
Es importante tomar en cuenta estos vínculos que se generan al ser una persona
nacional de un Estado, porque más adelante serán de obligatorio análisis para el
capítulo de los servicios relevantes al país, con el fin de determinar si las personas que
han adquirido la nacionalidad ecuatoriana, beneficiadas por el mandato constitucional
en estudio, tienen alguno de estos vínculos con el Ecuador.
Se entiende que en la nacionalidad están inmersos los tres conceptos, porque se
crea entre los nacionales y el Estado derechos y obligaciones (vinculación jurídica), se
debe participar activamente en la vida y desarrollo del Estado (vinculación política) y
tiene que haber una identificación y pertenencia a un grupo con el que se comparta
rasgos comunes. Pero como es común en los temas de Derecho Internacional Privado,
la doctrina no se ha puesto de acuerdo en que realmente existan todos estos vínculos.
Al respecto ARELLANO expone: “De darle a la nacionalidad la calidad de vínculo
político provocaríamos una necesaria confusión con la ciudadanía en la que siempre
hay una vinculación política. En la nacionalidad no existe forzosamente ese lazo
político ya que ciertas personas físicas, no ciudadanas, carecen de vinculación política y
sin embargo tienen nacionalidad, por ejemplo los menores de edad que no tienen
derechos políticos y que, poseen nacionalidad”.25 La participación activa en la vida del
Estado, es necesaria para que el mismo subsista, concibiéndola de manera tradicional
como aquella en la que se ejercen los derechos políticos. En cierto sentido, resulta un
tanto extremista esta posición ya que en nuestra legislación se han aceptado otro tipo
de participaciones, como es el caso de los menores quienes tienen derecho a opinar en
los asuntos que les pueda afectar o que sean de su interés; participan en las decisiones
del Estado pero no como sugiere cierta parte de la doctrina haciendo referencia al
derecho al sufragio. También es extremista esta posición ya que una persona jurídica
generalmente tiene la nacionalidad del lugar en donde ha sido constituida o la
nacionalidad de sus socios o fundadores, pero por tratarse de un sujeto incapaz es
imposible que participe activamente en la vida del Estado, a pesar de que posee
nacionalidad; o por otra parte una misma persona natural puede tener doble
nacionalidad participando en la vida de uno de los Estados pero no del otro.
Por otro lado, el vínculo jurídico adolece de una generalidad y amplitud que
puede derivar en confusiones. Creo que lo más importante en señalar es que la
vinculación jurídica hace hincapié en la creación de derechos y en el cumplimiento de
obligaciones mutuas. Digo esto ya que por ejemplo, los extranjeros al ingresar en el
Ecuador, tienen la obligación de cumplir con las normas migratorias dispuestas en el
ordenamiento jurídico local; de igual manera los nacionales ecuatorianos, estamos en la
obligación de aportar al fisco, de no cometer delitos en contra de la seguridad del
Estado, y de cumplir todas las disposiciones que este nos imponga; pero como
contrapartida encontramos que el Estado también está en la obligación de
proporcionarnos servicios básicos, seguridad jurídica, y garantizarnos todos los
derechos individuales y colectivos que están establecidos en el ordenamiento jurídico.
Por lo tanto, aquí encontramos un vínculo jurídico tanto de nacionales como de
extranjeros con el Estado.
En cuanto a la vinculación sociológica, ARELLANO expresa que no basta con
tener a la nacionalidad bajo una perspectiva jurídica como una relación de Derecho,
sino que tiene un alcance un tanto espiritual surgido por la pertenencia a una
colectividad al identificarse con la misma de una manera espontánea sin importar que
esta tenga la calidad de Estado. Este autor citando a PÉREZ VERDÍA, dice que la
nacionalidad es un universo de elementos como el lenguaje, la raza, el suelo, el clima
que llegan a caracterizar y a agrupar a las personas en diferentes Estados.26 Creo que el
Al desarrollar una tesina, si bien es cierto hay que apoyarse en la doctrina, en las
legislaciones y en cualquier fuente del derecho que ayuden al desarrollo de la misma,
creo que también se tiene que aportar con conceptos y creaciones propias, que
enriquezcan a los lectores y de igual manera justifiquen el conocimiento que
personalmente se ha adquirido. En este caso, pienso que los conceptos doctrinarios
que se han dado de la nacionalidad, han generado mucha controversia, ya que los
autores lo definen como el vínculo jurídico o político o social o cultural.
A mi manera de ver, estos conceptos no han sido tan acertados, ya que no
necesariamente debe haber la concurrencia de todos estos vínculos para que una
persona pueda ser considerada como nacional de un Estado. Tanto es así que tenemos
el caso de los apátridas, quienes no tienen ninguna clase de vinculación jurídica o
política con un Estado, pero pueden estar residiendo dentro de él; o por otro lado en el
caso de los Estados Unidos de América, los ciudadanos no tendrían una vinculación
31
32
33
2.1. La Discrecionalidad
discrecional en cuanto que es atribuido como tal por la Ley a la Administración, resulta
que esa Ley ha tenido que configurar necesariamente varios elementos de dicha
potestad y que la discrecionalidad, entendida como libertad de apreciación por la
Administración, sólo puede referirse a algunos elementos, nunca a todos, de tal
potestad. También lo recordó oportunamente el Preámbulo de la LJ de 1956: la
discrecionalidad no puede referirse a la totalidad de los elementos de un acto, a un acto
en bloque..., la discrecionalidad, por el contrario, ha de referirse siempre a alguno o
algunos de los elementos del acto”.29 Esta situación resulta bastante acertada para los
fines de la presente tesina, por el simple hecho de que aquí lo dicho por el autor, en el
Ecuador se lo ha interpretado en manera inversa; es decir, se ha creído que la
discrecionalidad tiene que estar presente en toda la unidad del acto y no solo en partes
del mismo, resultando que para el caso de la nacionalidad por servicios relevantes al
país, todo ha quedado al amparo y criterio de las autoridades administrativas, sin
llegarse a percatar si sus actuaciones al menos encajan dentro del principio de legalidad;
o si a su vez las actuaciones realizadas caben dentro de lo que se puede considerar justo
para cada caso (haciendo una comparación en el caso de la naturalización ordinaria que
puede tardar hasta un año y la ad honorem que se la despacha en dos semanas).
Como un tercer elemento de la discrecionalidad se puede tomar en cuenta al
rango de certeza que debe existir. Es decir, si un concepto dentro de una norma legal
resulta indeterminado, se deben tener márgenes de aplicación del mismo, de manera
que en una resolución de la Administración se tenga en cuenta la mayor cantidad de
elementos que contribuyan a una justa aplicación de la normativa en conflicto. Por
ejemplo, si en una norma se tiene un parámetro que va desde A hasta B, la
Administración se encuentra en la obligación de buscar todos los elementos y toda la
información que satisfagan de la mejor manera ese rango de amplitud que va desde A
hasta B; no solo debe limitarse a una certeza vaga o a simplemente no buscar esos
elementos que ayuden a configurar de una mejor manera la hipótesis normativa, lo que
derivará en una resolución injusta y hasta un tanto arbitraria, contribuyendo también a
que la discrecionalidad tome distancias más grandes con respecto a la legalidad.
29 Ibíd., p. 462
35
Con todo lo expuesto, me parece que las definiciones que da este autor con
respecto a la discrecionalidad son bastante acertadas, ya que se puede entender a esta
figura como aquella que nace y se justifica en una ley; ley que otorgará la competencia a
un órgano de la Administración Pública para ejecutar determinados actos jurídicos;
órgano que a su vez se verá limitado por restricciones (ya que en los Estados modernos
la discrecionalidad no es absoluta) para esgrimir criterios y resoluciones, las cuales
siempre deberán estar fundamentadas en parámetros legales señalados expresamente
en el ordenamiento positivo; pero de no ser así, la Administración se verá en la
necesidad de fundamentar sus decisiones en criterios subjetivos, con el fin de seguir
produciendo efectos jurídicos y de no dejar en indefensión al administrado. Cabe
aclarar que con esto no se quiere decir que por no dejar en estado de indefensión, la
Administración va necesariamente a respaldarse en la discrecionalidad; por el contrario,
esta es una figura que debe ser usada de manera esporádica y más aún en países donde
no existe una verdadera cultura jurídica.
También hay que señalar que no se debe confundir entre discrecionalidad con la
arbitrariedad o abuso del poder por parte de la Administración Pública. Como se dijo
en el párrafo anterior, la discrecionalidad siempre tendrá un sustento legal ya que su
nacimiento se da en virtud de una ley que permite el uso de la misma a los funcionarios
públicos. Por otro lado, la arbitrariedad es la cara opuesta de la discrecionalidad, ya que
en éste caso la Administración Pública se aparta totalmente de las disposiciones del
ordenamiento jurídico y empieza a realizar actos sobre los cuales no tiene competencia,
pudiendo perjudicar los derechos de los administrados.
discrecionalidad técnica o reglada. Esto será de vital importancia para la tesina ya que el
término de servicios relevantes puede resultar indeterminado pero a la vez técnico.
En cuanto al primer mecanismo, JUAN CARLOS CASSAGNE expone lo siguiente:
“A su vez la discrecionalidad administrativa puede asumir distintas modalidades, a
saber: b) supuestos donde la discrecionalidad se halla acotada por un concepto jurídico
indeterminado de valor que si bien, en principio, admite una única solución justa puede
en algunas circunstancias suponer un cierto margen de valoración entre varias
posibilidades justas (v.gr. la regla de que las tarifas de una concesión sean justas y
razonables) aun cuando el concepto jurídico indeterminado viene a limitar el margen
de libertad (discrecionalidad atípica)”.30 Como se puede colegir de este enunciado, el
método de los conceptos jurídicos indeterminados persigue principalmente que en
cualquier conflicto, la Administración busque una solución justa para el caso concreto,
en virtud de que en la norma jurídica no se establece el real camino a seguir para
adoptar una decisión. Si bien es cierto, puede existir más de una solución justa y
equitativa, la Administración tiene que buscar entre todas esas posibilidades, la que más
se adapte a ese caso, porque de lo contrario se caería nuevamente en la discrecionalidad
pura y simple, en donde la Administración no hace el esfuerzo de informarse y buscar
más elementos de juicio, sino que al azar escoge la opción que a su criterio le convenga.
Esto resulta de vital importancia para el capítulo tercero de la tesina que es la parte
fundamental de la misma, ya que a mi juicio la Administración ha estado utilizando el
precepto constitucional de los servicios relevantes al país, como un acto absolutamente
discrecional para fundamentar la naturalización de los deportistas extranjeros, en
concreto de los futbolistas.
Por otro lado, en el acápite anterior ya se habló brevemente sobre la
discrecionalidad reglada. La esencia principal de la misma es que deriva de una ley, en
la cual se establecerán también los parámetros bajo los cuales se hará uso de esta figura;
es decir, el elemento subjetivo de la discrecionalidad pura ya no se encuentra
enteramente presente, y se hace un mayor esfuerzo en tomar en cuenta criterios
objetivos que la misma norma jurídica puede señalar. Al respecto CASSAGNE explica
que: “Un intento similar al perseguido por la teoría de los conceptos jurídicos
30 J. CASSAGNE, Derecho Administrativo II, Editorial Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2000, p. 116.
37
31 Ibíd., p. 118.
38
Las resoluciones de los poderes públicos que afecten a las personas, deberán ser
motivadas. No habrá tal motivación si en la resolución no se enunciaren normas o
principios jurídicos en que se haya fundado, y si no se explicare la pertinencia de su
aplicación a los antecedentes de hecho...32
33 Sentencia de 19 de marzo de 1992, Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 89, sec. V., p. 113,
citado por A. VODANOVIC, Legislación y Jurisprudencia sobre Extranjeros, Editorial Jurídica Cono Sur,
Santiago de Chile, 1995.
34 Ley de Naturalización, Registro Oficial No. 66 de 14 de Abril de 1976.
35 Cfr. J. CARRACOSA, Sistema Español de Nacionalidad, p. 391
40
36 Ibíd., p. 391.
37 Ibíd., p. 391.
41
pero a su vez deberá hacer un análisis de fondo en el cual se establezcan los méritos
culturales del individuo, si este tiene preferencia por la cultura española, si ha
procurado expandir la misma, si ha residido en España y se ha identificado con las
costumbres de dicho país, y si finalmente tiene el deseo de pasar a formar parte del
elemento humano nacional español. Aquí tendríamos un claro ejemplo en donde la
Administración española no tendría ninguna confusión entre lo que es la plena
discrecionalidad y lo que constituye la discrecionalidad reglada. Lo mismo sucedería
con deportistas, políticos y científicos, siempre y cuando demuestren circunstancias
excepcionales de pertenencia e identificación con la cultura española.
De igual manera, en el libro español intitulado como “Nacionalidad y
Extranjería”, reafirman lo mencionado en los párrafos anteriores, en cuanto a la
discrecionalidad que tiene el poder público español a través del Consejo de Ministros
para dar la carta de naturaleza, pero ponen bastante énfasis en que se debe tratar de
una circunstancia excepcional de forma que el acceso a la nacionalidad española se
convierta en un verdadero privilegio, o por el contrario, que por tratarse de un
concepto jurídico indeterminado y factible de abuso por parte del poder político pueda
ser posteriormente revisada su denegación en la vía judicial.38 Como se puede ver aquí
también, el tema de la discrecionalidad ha sido de gran preocupación en la doctrina
española, que sin lugar a dudas se ha preocupado por regularla de manera que se evite
la comisión de arbitrariedades, como en los últimos diez años aquí se han producido.
Por otro lado, MOYA Y RUEDA consideran lo siguiente: “La nacionalidad
española puede adquirirse por carta de naturaleza y por residencia en España. El Art.
21 CC dispone que la nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza,
otorgada discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en el interesado concurran
circunstancias excepcionales. Se está en presencia de un concepto jurídico
indeterminado, circunstancias excepcionales, cuya concreción queda al absoluto
arbitrio del Consejo de Ministros, y cuya interpretación oscila desde la difusión del
castellano, al buen hacer futbolístico, o la pertenencia a determinadas brigadas
internacionales durante la guerra civil española. La resolución administrativa no
39 M. MOYA, Y R. RUEDA, Régimen Jurídico de los Trabajadores Extranjeros en España, Editorial La Ley,
practicar el deporte, como por ejemplo los descritos anteriormente) y luego de este
análisis otorgar o denegar la nacionalidad ecuatoriana; ya que de lo contrario este
concepto jurídico indeterminado se convertiría en un concepto arbitrario.
Con estos antecedentes doctrinarios, resulta imperativo decir, que en nuestro
medio sí se ha abusado del poder por parte de la Función Ejecutiva, y por lo tanto se
han confundido los conceptos de discrecionalidad y de discrecionalidad reglada, ya que
en uso del artículo constitucional que permite la naturalización de los extranjeros por
haber prestado servicios relevantes al país, el Ministerio de Relaciones Exteriores, no se
ha preocupado de inspeccionar si la actividad que han desarrollado los deportistas
constituye verdaderamente un servicio que permita acceder a la nacionalidad
ecuatoriana. Es más, si bien es cierto que el artículo primero de la Ley de
Naturalización manifiesta que la naturalización será una facultad discrecional de la
Función Ejecutiva, y al no existir una mayor regulación en cuanto a servicios
relevantes, lo más prudente sería que los funcionarios de esta dependencia al menos
hagan cumplir a cabalidad lo dispuesto en el cuarto artículo de la Ley de Naturalización
que dice lo siguiente:
45
46
escuetas), tengo que empezar este acápite diciendo que la institución jurídica de la
nacionalidad ha sido de conocimiento exclusivo por tradición del Ministerio de
Relaciones Exteriores. Pero se sigue con la misma duda del por qué ha sido y tiene que
ser una facultad exclusiva de la Función Ejecutiva. Para entender este dilema, habría
que remitirse a la lógica y a la historia. El tema de la nacionalidad ha sido
históricamente entendido como un asunto bajo el cual se manejan relaciones entre dos
o más Estados que al verse influenciados por factores externos disímiles a los propios
de su territorio, necesitan de órganos de la Administración Pública para que entiendan
y resuelvan asuntos sobre esta materia. Es así que con el surgimiento del Estado de
Derecho moderno y con la separación de los poderes, es necesario que las diferentes
labores que el pueblo ha encomendado a sus autoridades elegidas, sean delegadas a los
distintos poderes del Estado. Una de estas actividades que ha recaído tradicionalmente
en la Función Ejecutiva es la relativa a la administración del Estado en todos sus
sentidos, siendo aquí en donde, se encuentra al tema de la política poblacional. Con
este breve alcance, se hace un poco más entendible la noción de que sea la Función
Ejecutiva, la que se encargue de conocer los casos de aquellas personas que deseen
pasar a formar parte del elemento humano de un Estado.
Ahora, la noción que he expuesto no es absoluta ni única, ya que en otros
países, el tema de la nacionalidad tiene implicaciones mucho más profundas. Por
ejemplo en España, la justicia ordinaria tiene la facultad para conocer de los casos en
los que se deniegue una petición de naturalización: “Cuando la denegación se haya
producido por motivos de orden público o interés nacional según lo permitido en el
Art. 21.2 CC, los tribunales podrán entrar a analizar si existen razones suficientes para
denegar por tal causa, ya que la discrecionalidad ni significa sin más que se ha otorgado
a la administración capacidad para decidir con libertad renunciando a la solución justa
del caso”.41 De igual manera sucede en legislaciones mucho más cercanas a la nuestra,
como es el caso de la Argentina, en la cual las cuestiones referentes a la nacionalidad,
son de conocimiento de la justicia ordinaria en un proceso judicial: “La ley 21.795
concede esa facultad a los jueces federales (Art. 15), estableciendo diversos recaudos
para otorgar la carta de naturalización. El juicio debe radicarse ante el tribunal con
Pero en cuanto a los aspectos formales no es todo lo que se debe presentar, sino
que a la par, la solicitud debe estar acompañada obligatoriamente de los siguientes
documentos completos, caso contrario la solicitud no es recibida, vulnerando el
derecho de petición que tienen todas las personas:
se prefiere redactar instructivos ilegales que a la final producen efectos jurídicos y que
prevalecen sobre normas jurídicas vigentes como es el caso del Reglamento a la Ley de
Naturalización.
He puesto de manifiesto todos estos requisitos exigidos por la Ley y por el
Reglamento a la Ley de Naturalización, ya que muchos de ellos han sido pedidos por la
autoridades ministeriales, para conceder la carta de naturalización por servicios
relevantes al país, a los ciudadanos Javier Klimowicz, Marcelo Elizaga, el Padre Pedro
Niño, entre otros. ¿No se supone que al ser un mérito totalmente digno y honorífico el
que han desempeñado estos ciudadanos, el Estado ecuatoriano debe otorgarles la
nacionalidad sin requisito alguno?. Sobre esta misma disyuntiva se tratará más adelante
y se demostrará que los servicios relevantes se han convertido en un absurdo jurídico,
ya que actualmente se los ha utilizado para justamente menospreciar y rebajar de
categoría jurídica y social a los mismos servicios relevantes.
desarrollar esta actividad. Además es tal la confusión que existe, que no resulta raro que
en nuestro medio se vincule a lo profesional con el hecho de recibir una remuneración.
Tal es así que en la Ley del Futbolista Profesional se define al mismo como lo
siguiente:
Art. 1: Para los efectos de esta Ley, se entenderá por futbolista profesional al
deportista que, habiendo celebrado un contrato escrito con un club afiliado a la
Federación Ecuatoriana de Fútbol, además de la reposición de los gastos necesarios
para el desarrollo de sus actividades, también percibiere una remuneración
periódica.51
51 Ley del Futbolista Profesional, Registro Oficial Suplemento No. 462 de 15 de Junio de 1994.
52 Gaceta Judicial, Año LXXIX, Serie XIII, No. 4, p. 824.
55
jurídico mayor al resto de profesiones para ser considerado como un servicio relevante
al país; pero la práctica administrativa se ha encargado fielmente de convertir a esta
actividad en un mérito que debe ser reconocido con uno de los premios más grandes
que puede existir, como es el de acceder a la nacionalidad ecuatoriana, transformando
así a la práctica del fútbol como un “gran servicio relevante” y dándole así una
categoría jurídica mayor y de mejor valoración frente al resto de profesiones. Si por
alguna razón, existe dudas sobre lo que he expresado, tan solo bastaría ir a las oficinas
de la Asesoría Técnico Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores y ver la
cantidad de expedientes que contienen solicitudes de naturalización por la vía ordinaria;
solicitudes que en su contenido tienen a aspirantes sumamente preparados (ingenieros,
doctores, médicos, etc.) y constatar todas las trabas burocráticas a las que están sujetas;
mientras que emitir una carta de naturalización por servicios relevantes a futbolistas es
cuestión de una simple orden y de que pasen unos pocos días.
Con esto no queda más que decir, que el desempeño de la actividad profesional
del fútbol, ha sido altamente jerarquizada jurídicamente, tan es así que ahora son los
nuevos “servicios relevantes al país”.
Para las actuales autoridades, y para aquellas que han ejercido esta cartera de
Estado en los último diez años, resulta notorio que gran cantidad de futbolistas han
prestado un servicio relevante al país, teniendo como consecuencia que se les premió
con la extensión de las respectivas cartas de naturalización. Sino basta retroceder diez
años en el tiempo y verificar que Wilson Simoes de Souza53, Ariel Graziani Lentini54,
Carlos Alberto Juárez55, Julio Marcelo Fleitas56, Alexander Escobar Gañán57, Cristian
Bottero Abba58, Carlos Alejandro Alfaro Moreno59, Christian Gómez Ledesma60,
Marcelo Velazco Ghiena61, Javier Klimowicz Lagana, Marcelo Elizaga62, han sido
congraciados con la nacionalidad ecuatoriana. Como un dato adicional cabe señalar que
algunos de ellos ya ni siquiera viven en el país hace algún tiempo, y otros se han visto
involucrados en procesos penales que los han llevados a huir del país, pero sin
embargo se “esforzaron” por la Patria prestando servicios relevantes.
Pero definitivamente que para mí no constituyen bajo ningún concepto jurídico
o social, en un servicio relevante para el país. Para esto es importante tomar en cuenta
algunos conceptos que nos proporciona la doctrina. Por ejemplo, si una persona es
honrada con este gran mérito, es porque la sociedad a la que ha decidido vincularse le
ha motivado a trabajar, inventar o crear en beneficio de la misma, por el hecho de
sentirse identificado y acogido en ella. Tal es así que en España se debe hacer un
examen riguroso a los aspirantes a acceder a la nacionalidad: “El solicitante deberá
justificar, en el expediente regulado por la legislación del Registro Civil, buena
conducta cívica y suficiente grado de integración en la sociedad española. La valoración
de estos requisitos no es tarea fácil ya que al encargado de instruir el expediente le
corresponde oír personalmente al peticionario sin que se le hayan dado pautas para
decidir cuando se considera que este último se encuentra integrado suficientemente. En
principio, al encargado del Registro Civil del domicilio se le asigna la función de
comprobar el grado de adaptación al estilo de vida español y el suficiente conocimiento
del idioma. Pero ¿cuáles son los parámetros de esa adaptación: musicales,
gastronómicos, políticos...? ¿Estatales, puesto que la nacionalidad es competencia
exclusiva del Estado, o autonómicos, por el lugar de residencia? La tarea, sin duda, es
difícil para la autoridad competente. Y la denegación por este motivo podrá ser en
muchas ocasiones recurrida.”63 Sin duda alguna, que en la legislación española se ha
madurado un poco más respecto al acceso a la nacionalidad y es tal esta evolución que
la Administración y sus representantes se encuentran en la obligación de verificar el
grado de adaptación, vinculación e integración del solicitante a la sociedad española.
Pero para el caso de servicios relevantes, no se ha tenido ni la más mínima intención de
hacer un análisis de fondo del por qué de los servicios relevantes en los futbolistas.
Entonces, a mi modo de ver, los futbolistas no es que realizan prestaciones
extraordinarias para el Estado, sino que ellos se encuentran en la obligación de
desarrollar y llevar a cabo su actividad de la mejor manera, ya que tienen un contrato de
trabajo que cumplir a cabalidad (como cualquier otro empleado que tenga un contrato),
ya que de no hacerlo así, simplemente se estarían corriendo el riesgo de enfrentar
procesos judiciales por incumplimiento de contrato. Partiendo de esta visión, resulta
increíble como un jugador extranjero llega al Ecuador por el motivo o causa de un
contrato y sale premiado con la nacionalidad ecuatoriana. Es tal la confusión y el abuso
que se ha dado que se llega a confundir la prestación de un servicio profesional (por
llamarlo profesional) con un servicio relevante hecho para el Estado ecuatoriano.
Ahora, tomando de lado a los derechos humanos, puede ser que como toda
persona tiene derecho a una nacionalidad y en vista de que el deportista extranjero se
encuentra desarrollando su actividad que mejor sabe hacer en nuestro país, hay que
otorgarle la nacionalidad ecuatoriana de la manera más fácil de acuerdo a lo establecido
en nuestro ordenamiento jurídico y que es a través de la prestación de un servicio
relevante. Desde este punto de vista de los derechos humanos, resulta lógico que a
todas las personas por la calidad de seres humanos que tienen, se les debe reconocer
ciertos derechos fundamentales, como por ejemplo derechos personalísimos, y
garantizarles estatal y legalmente ciertas normas de cumplimiento obligatorio. Pero la
restricción o diferencia que se tiene que hacer al respecto es que el otorgamiento de la
nacionalidad se trata evidentemente de un derecho político que es concedido a los
ciudadanos bajo ciertos aspectos de discrecionalidad por parte de los Estados. Es así
que no se puede considerar que el otorgamiento de la nacionalidad a un futbolista
extranjero por la concesión de la carta de naturalización bajo el concepto de haber
prestado servicios relevantes al país sea un derecho fundamental para toda clase de
extranjero. Bajo mi punto de vista esto es inconcebible ya que los derechos
fundamentales de las personas tienen una dimensión mucho más amplia, ya que se los
puede considerar como garantías a todos los individuos por el hecho de ser personas;
mientras que la naturalización es una opción que tienen los extranjeros; no un derecho
fundamental.
58
C. OLANO, H. OLANO, Derecho Constitucional e Instituciones Políticas, Ediciones Librería del Profesional,
64
65J. TOBAR DONOSO, J. LARREA HOLGUÍN, Derecho Constitucional Ecuatoriano, Corporación de Estudios
y Publicaciones, 1996, Quito, p. 149
60
Que una de las formas efectivas de mantener el decoro nacional consiste en procurar que
los ciudadanos que han prestado servicios relevantes a la Patria dispongan de recursos
suficientes para que puedan llevar una existencia condigna con el honorífico y preeminente
puesto que ocupan en la sociedad; y Que algunos ciudadanos ilustres que desempeñaron la
primera magistratura del Ecuador con reconocido patriotismo e intachable pulcritud y
consagraron todo su esfuerzo al servicio de la Patria, dejaron de lado el interés personal,
sacrificándolo en aras del bienestar y progreso nacionales.66
Aquí se puede rescatar la vinculación que debe tener un individuo con el ámbito
laboral de un país para propender al crecimiento económico del mismo a través de
acciones que ayuden a la estabilidad laboral, pero lo más importante que se puede
identificar es que el desarrollo intelectual que se haya hecho tiene que haber sido
reconocido por el resto de la colectividad; siendo este uno de los elementos que se
señaló en la definición de servicios relevantes al país. De esta forma, me hago yo la
pregunta: ¿los futbolistas naturalizados por servicios relevantes han tenido alguna vez
este tipo de reconocimientos públicos?.
En el Premio al Mérito Turístico se hace fuerte hincapié para reconocer este
premio a las personas que se hayan destacado y puesto sus esfuerzos en el desarrollo y
progreso del campo turístico ecuatoriano:
Art. 1: Créase el Premio Turístico, a favor de ciudadanos nacionales y extranjeros
que hayan prestado servicios relevantes a favor del desarrollo y fortalecimiento del
sector turístico del País en las siguientes actividades: hotelería, agencias de viajes y
turismo; transporte terrestre, aéreo y marítimo; restaurantes y periodismo turístico.70
Es importante señalar aquí que la intención del ministerio no fue solo señalar
que las personas que tengan un restaurante o un transporte turístico son acreedores de
este premio; sino que tuvo que haber un esfuerzo importante y de gran trascendencia
69 Reglamento de Condecoración al Mérito Laboral, Acuerdo Ministerial 679, Registro Oficial No. 661
de 13 de Enero de 1984.
70 Premio al Mérito Turístico, Registro Oficial No. 232 de 19 de julio de 1985.
64
71 Estatuto de la Escuela Politécnica del Ejército, ESPE, Decreto Ejecutivo 1585, Suplemento Registro
pensamiento que actualmente se tiene, y lo único que hace notar es que esa poca
cultura jurídica que se tenía en el país se ha ido perdiendo.
Tenemos normas jurídicas que dan guías bastante buenas de lo que pueden ser
servicios relevantes, en donde se incluyen temas sociales, económicos, políticos,
culturales, científicos, entre otros, que son los elementos esenciales para determinar el
trabajo que una persona puede desarrollar para una colectividad que no es la suya, y
fruto de este, generar verdadero progreso en el país en cualquier campo.
Como se sabe, una de las formas de interpretar la ley, es mediante la analogía, en
los temas que sean pertinentes, entonces, en dónde ha quedado esa interpretación, por
qué no ir más allá para determinar lo que es un servicio relevante para el país para dar
la nacionalidad ecuatoriana por naturalización mediante la prestación de servicios
relevantes al país. Lo que más indigna es que, no existe ese criterio bien marcado de los
funcionarios de la Cancillería, y se da cartas de naturalización mediante esta vía, como
si se tratara de promocionar un producto en una feria.
Finalmente, creo que ha quedado definido lo que constituye un servicio
relevante para el país y más aún, con el apoyo de legislación secundaria ecuatoriana.
Dentro del cuerpo de una tesina es importante el sustento teórico que se incluya
en la misma, pero a la vez para el tema que estoy analizando, he creído conveniente
hacer un estudio práctico de la concesión de la nacionalidad ecuatoriana por
naturalización mediante los servicios relevantes. Por eso es pertinente analizar uno de
los tantos expedientes que se han tramitado en el Ministerio de Relaciones Exteriores
de uno de los jugadores recientemente naturalizados como es el caso de Javier
Klimowicz.
En el Decreto Ejecutivo No. 111 se ordena la naturalización del señor
Klimowicz diciendo en su artículo primero: “Art. 1: Otorgar la Nacionalidad
Ecuatoriana por Naturalización al ciudadano JAVIER HERNÁN KLIMOWICZ
66
LAGANA, por sus méritos deportivos, que ha prestado y seguirá prestando al país, en
este campo”.72 Es curioso notar que en ninguna parte del Decreto se señala al menos
que el jugador haya prestado servicios relevantes al país, y solo se hace mención al Art.
8 numeral 1 de la Constitución Política. Con esto no queda más que decir que se ha
creado una nueva forma de acceder a la nacionalidad ecuatoriana que son los méritos
deportivos. Realmente es increíble la astucia que tiene el Poder Ejecutivo, ya que no
tiene ni el coraje de señalar qué clase de servicios relevantes ha prestado el ciudadano
en mención, sino que solo se le otorga la nacionalidad ecuatoriana por naturalización
por haber desarrollado sus “grandes méritos deportivos”73.
Luego, en el resto de oficios del Ministerio de Relaciones Exteriores, solo se
hace mención a que el mencionado jugador ha prestado servicios relevantes al país. Por
ejemplo en la Nota No. 6464-ATJ-07 se dice: “De acuerdo con la documentación de
sustento y las cartas presentadas (Dr. Juan González Cordero, Presidente de la
Honorable Corte Superior de Justicia de Cuenca, Sr. Jaime Astudillo Romero, Rector
de la Universidad de Cuenca, Ing. Marcelo Cabrera Palacios, Alcalde de Cuenca, y Eco.
Oswaldo Larriva Alvarado, Gobernador de la Provincia del Azuay), me permito llevar a
su conocimiento del Señor Presidente Constitucional de la República, a los efectos del
antes referido artículo 8, numeral 1 de la Carta Magna y del artículo 1 de la Ley de
Naturalización, en virtud de los cuales se conferiría la ciudadanía ecuatoriana al señor
Javier Hernán Klimowicz Lagana.
El Ministerio de Relaciones Exteriores con el objeto de cumplir, en el ámbito de
su competencia, las gestiones correspondientes a la referida solicitud, queda a la espera
de la instrucción del señor Presidente Constitucional de la República, de manera
especial respecto de la calificación de los méritos alegados a favor del señor Javier
Hernán Klimowicz Lagana, de los cuales resaltan sus cualidades deportivas, tal como
hacen referencia los proponentes en el caso”.74 En las cartas remitidas por todos los
señores que se mencionan en el penúltimo párrafo solo se hace mención a que se trata
de una persona de solvencia y probidad, de gran aporte y utilidad para el Club
Deportivo Cuenca, que sus cualidades demostradas son suficientes para que sean
reconocidas de gran relevancia para la Provincia del Azuay y para el País (nunca se llega
a demostrar fehacientemente de qué cualidades hablan), que es necesario que el cuadro
del Deportivo Cuenca solo esté integrado pos jugadores que merezcan estar dentro de
sus filas, que se trata de un excelente deportista y que tiene un gran desempeño en la
vida social, que ha sido designado como el mejor deportista del año 2005, que es
admirado por niños, jóvenes y adultos por su ejemplo deportivo, que ha residido en el
país por más de tres años de manera ininterrumpida y que por estos motivos puede
prestar sus servicios a la Selección Ecuatoriana de Fútbol.
En todas las cartas que se han analizado del expediente de este individuo, no se
puede determinar concretamente que el señor Klimowicz haya prestado alguna clase de
servicio relevante para el Ecuador, como aquellos que se determinaron en la legislación
ecuatoriana y que se analizaron anteriormente. Tan solo se limitan a exponer que esta
persona, es un gran individuo, digno de ejemplo, de solvencia económica y correcto
comportamiento dentro de la sociedad ecuatoriana75. Si vamos por este sentido,
muchos padres y madres de familia tienen el mismo comportamiento y por qué no se
les da un reconocimiento por parte del Gobierno; quizás debe ser porque no se trata de
personajes que estén en constante contacto con los medios de comunicación y que por
eso no se los conoce. Por otro lado, personalmente no encuentro el gran aporte que
este, ahora ciudadano ecuatoriano, haya dado al país; no hay ningún justificativo
74 Nota No. 6464-ATJ-07 de Andrés Terán Parral del Ministerio de Relaciones Exteriores, dirigida a
intachable ya que se preocupa por verificar que efectivamente se hayan prestado servicios altruistas a
favor de la Patria. Tal es así que en una nota interna se dice expresamente que el Ministerio de
Relaciones Exteriores debe verificar que los servicios prestados por el solicitante sean de carácter
relevante. Y en efecto describen detalladamente todas las actividades que ha llevado a cabo el Padre
Niño en especial su destacable labor en el ámbito educativo. Es más, incluyen en los informes el
Acuerdo Legislativo con el cual se le otorga la condecoración al mérito educativo “Dr. Vicente
Rocafuerte” por su labor a favor de la educación de la comunidad del país.
Es imperativo que este análisis se los haga para todos los casos y se respete el principio de igualdad
ante la ley, derecho protegido por nuestra Constitución Política.
68
76Oficio No. T.119-SGJ-07-315 de Rafael Correa de la Presidencia de la República del Ecuador a Ma.
Fernanda Espinosa, Ministra de Relaciones Exteriores, Expediente Administrativo s/n, en el caso
Klimowicz.
69
Jurídica, el señor Klimowicz ha permanecido más de tres años en el País, así como ha
prestado relevantes servicios a la comunidad de la ciudad de Cuenca, de conformidad
con los certificados que adjunto y que fueran remitidos en el expediente”.77
Nuevamente se cae en el error de señalar a la actividad física y deportiva del fútbol
como un servicio relevante para el país; pero otra de las consideraciones que se hace (e
inclusive se lo menciona en las cartas de sustento) es que ha residido en el país por más
de tres años de manera ininterrumpida. Creo que esto no es así, ya que como se
desprende del movimiento migratorio de esta persona, no ha cumplido a la fecha de la
presentación de la solicitud los tres años de residencia en el país, ya que su primera
entrada está fechada 29 de mayo de 2004 y la solicitud que se presenta en las Oficinas
del Ministerio de Relaciones Exteriores tiene fecha 2 de febrero de 2007.
Definitivamente, la Función Ejecutiva abusa en extremo del poder que se le ha
conferido, y sus consideraciones y análisis los hace de acuerdo a su leal “saber y
entender”78.
Para finalizar este análisis, la gran aberración jurídica que se comete es que para
declarar la nacionalidad ecuatoriana por naturalización por haber prestado servicios
relevantes al país, el trámite debe ser iniciado a petición de parte. Esto sinceramente ya
rebasa las fronteras de lo razonable. De acuerdo a la doctrina y a la misma lógica, se
supone que alguien que verdaderamente ha prestado servicios relevantes, su
reconocimiento debe darse de oficio par parte de la autoridad competente. Pero resulta
que en nuestra práctica administrativa, el interesado (a parte que se ha desempeñado
trascendentalmente en un área específica si así lo fuera) tiene que rogar a la
Administración Pública que se le reconozca la labor desinteresada que ha llevado a
cabo79. Pero no satisfechos con esta aberración jurídica, en la petición tienen que
77 Oficio No. T.119-sgj-07-264 de Alexis Mera Giler, Secretario General Jurídico de la Presidencia de la
República del Ecuador a Ma. Fernanda Espinosa, Ministra de Relaciones Exteriores, Expediente
Administrativo s/n, en el caso Klimowicz.
78 Basta recalcar el caso del Señor Lucas, en cuanto ha sido una persona que ha residido en el país por
constar casi todos los documentos que se piden para el trámite de naturalización
ordinaria contenido en los artículos cuarto y séptimo de la Ley de Naturalización, así
como también con todos los requisitos formales de los artículos tercero y cuarto del
Reglamento a la Ley de Naturalización. Resulta inconcebible que se mezclen dos temas
de una misma institución jurídica, para otorgar beneficios a determinadas personas; ya
que de igual manera el proceso es realmente sumarísimo ya que se lo presenta el 2 de
febrero de 2007 y se lo termina el 14 de febrero del mismo año, cuando en la práctica
un trámite ordinario de naturalización demora entre ocho y doce meses. Tal es así que
a la petición se adjuntan: partidas de nacimiento legalizadas, copias de pasaporte,
certificado de antecedentes personales, certificados de no adeudar al Municipio ni al
IESS, testimonios de tres personas idóneas, declaraciones de impuestos, copias de
cédulas de identidad y de la tarjeta índice, renuncia de la nacionalidad originaria
(cuando doctrinariamente se entiende que si se otorga la nacionalidad por servicios
relevantes jamás se pierde la originaria ya que se la considera como una nacionalidad
privilegiada u honorífica), certificado de movimiento migratorio de los últimos tres
años, fotografías y régimen aplicable a los ciudadanos argentinos que se naturalicen en
otro país (el mismo que no se lo ha ubicado en el expediente).
artesanal presencial, así como a distancia, beneficiando a niños jóvenes y adultos del sector rural y
urbano a nivel nacional que combinan el trabajo con la educación.
Este caso resulta muy interesante ya que así es como se debería interpretar el artículo constitucional en
conflicto y no abusar del mismo en otras situaciones que no tienen ninguna relevancia política, social o
jurídica.
71
un poco más sus actuaciones y no abusar del poder que se les ha otorgado mediante ley
(la llamada discrecionalidad soberana) para conceder la nacionalidad de acuerdo a los
mandatos constitucionales. Es evidente que se ha abusado del poder y se lo ha
convertido en arbitrariedad, claro ejemplo de ello es lo que lo que analizamos
anteriormente en cuanto a la mezcla de servicios relevantes con naturalización
ordinaria.
Finalmente concluyo, que los servicios relevantes tienen que darse a personas
que cumplan los requisitos expuestos en la definición que he propuesto, o al menos a
quienes se encuentren dentro de los parámetros establecidos en la legislación
secundaria que se citó en los párrafos precedentes, como el caso del Padre Pedro Niño
Calzada.
CONCLUSIONES
72
73
• Otro de los errores en los que incurre la Administración Pública es que para el
caso de naturalizaciones, en la mayoría de ocasiones no se motivan las
resoluciones, y en el caso de que se lo haga, la motivación es demasiado escueta
sin fundamentar las razones del por qué se actuó en determinada manera,
violentando así derechos constitucionales.
• Creo firmemente que una sana recomendación que se puede hacer es suprimir
esta categoría, ya que resulta inadmisible que se utilice a una norma
constitucional para satisfacer el ocio de la gente o, a su vez, para cumplir
presiones políticas, ya que aquí carecemos en muchos campos de la
Administración Pública de una cultura jurídica con la cual se cumpla de una
manera digna y objetiva con las disposiciones legales.
• Podría ser sano que esta facultad deje de ser discrecional y sea competencia
privativa del Congreso Nacional, el reconocer la nacionalidad ad honorem o
privilegiada, para al menos legitimar este accionar por ser este poder del Estado
representante absoluto del pueblo.
BIBLIOGRAFÍA