Clase 4

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

LA MADUREZ

1. concepto

La definición psicológica que se le da a la madurez emocional es el “ser capaz de aceptar la


realidad de las personas y cosas tal cual son”. Esto se puede resumir en la oración que
usan algunos grupos religiosos y se recita en los grupos de los alcohólicos anónimos que
dice así: “Quiero cambiar lo que puedo cambiar, resignación para aceptar lo que no puedo
cambiar y sabiduría para reconocer la diferencia”. Basados en esa actitud con respecto a
nuestra vida las personas maduras poseen cualidades que hacen que su carácter sea
funcional, agradable para los demás y sobre todo saludable para nuestro organismo.

2. tipos

Este estado no se cumple de forma general en una misma persona, ya que los humanos
tienen distintas áreas complejas como la cognición, lo biológico y fisiológico, la psiquis, las
emociones, entre otros. Por ello hallaremos tipos de madurez según aristas, como por
ejemplo:

2.1. Madurez psicológica: hablar en este sentido es bastante difícil, pero básicamente
consiste en alcanzar el máximo equilibrio. Tener capacidad de manifestar emociones,
aceptarlas, aplicar la razón y ser consciente de los propios actos, con la capacidad
suficiente para tomar decisiones.

2.2. Madurez emocional: se trata de la capacidad de tener el control de las emociones, no


consiste en reprimirlas, sino en reconocerlas y manifestar la forma adecuada y asertiva.

2.3. Madurez sexual: consiste en el instante en que los cuerpos tantos de hombres como
mujeres alcanzan el desarrollo de sus órganos sexuales al punto de tener ser capaces de
reproducir.
3. madurez y edad

Es probable que el común de las personas confunda estos dos conceptos, entendiendo
que un sujeto adquiere madurez con los años. Sin embargo, esto está lejos de ser igual,
aunque sí tienen cierta relación.

La edad es un factor que puede funcionar como indicador de la etapa vital en la que se
espera que esté atravesando un individuo y las conductas asociadas a ello. Pero no
siempre se cumple, el atravesar determinadas etapas fisiológicas y psicológicas, no es
sinónimo de madurez. Un universitario puede haber alcanzado el suficiente rendimiento
intelectual para lograr entrar a la formación profesional, pero dentro de la facultad puede
tener conductas irresponsables y no sólo en este ámbito, sino que en otros aspectos de su
vida.

A su vez, un chico menor de edad, puede verse “obligado” a ayudar a sus padres, quienes
deben alimentar a la familia, no como obligación, sino de forma consciente,
comprendiendo la importancia de su actitud responsable y las repercusiones de ésta.

Concepciones erróneas de la madurez

Si se le pregunta a la gente sobre qué esperan de una persona madura, probablemente


algunas de sus afirmaciones se relacionen con lo siguiente:

Que no falle: pareciera que al tener más años, se espera que todo lo que se haga sea
correcto, dejar de lado todo lo relacionado a lo malo y obrar de la forma correcta. Sin
embargo, no dejaremos de equivocarnos, es parte de la vida, de las experiencias.

No sea vulnerable: también se piensa que debemos tener la suficiente fortaleza para dejar
tentaciones, pero cuando se es maduro solo se cuenta con la capacidad de decidir qué
hacer en diversas ocasiones, no depender de lo que dicen los adultos, como es el caso de
los niños.
Determinante: que no cambie de parecer, sea firme y rígido. Pero esto no es beneficioso,
lo ideal siempre es tener la capacidad de moldear las ideas, incorporando nueva
información, procesándola y obteniendo ideas mucho más enriquecidas.

4. la personalidad inmadura

La personalidad inmadura se caracteriza fundamentalmente por el infantilismo, porque la


edad psicológica de estas personas es notablemente inferior a su edad cronológica. En
ellos continúan presentes, a pesar de estar ya en la edad adulta, rasgos y mecanismos
psicológicos propios de la infancia, como si el paso del tiempo no les hubiese servido para
adquirir otros nuevos, propios del desarrollo normal de la personalidad. Cuando esta
discordancia de edad es suficientemente notable y toma un curso prolongado, se
constituye en un trastorno de la personalidad con características y consecuencias
específicas.

Son personas con un conocimiento de sí mismas equívocas, escaso o superficial, a lo que


se añade una falta de coherencia en sus planteamientos, que procede, en buena medida,
de la ausencia de una identidad personal suficientemente configurada y de un objetivo de
vida realista y perfilado. También se caracterizan por tener una gran dificultad para
admitir con naturalidad sus carencias, fallos y limitaciones, las de los demás o las propias
de la vida misma. Esto favorece su tendencia a escapar de la realidad mediante la
imaginación hacia un mundo de fantasías en donde se cumplen sus deseos insatisfechos,
lo que a medio y largo plazo contribuye a distanciarlos más de objetivos vitales realistas,
con lo que en última instancia quedan profundamente desorientados, sin saber qué hacer
o dónde ir, sin rumbo a dónde dirigir sus vidas.

Tal como les ocurre a la mayoría de los niños, son muy impacientes, caprichosos,
pretendiendo lograr sus objetivos de un modo inmediato. Difícilmente son capaces de
soportar dificultades a corto plazo por obtener beneficios más tarde, por lo que suelen
actuar de un modo primario, guiados casi exclusivamente por apetencias, instintos o
tendencias del presente, sin reparar en las consecuencias que pueden implicar tales
comportamientos. Su falta de constancia responde a esta falta de planteamientos
realistas, a la versatilidad propia de su falta de equilibrio emocional, y de criterios éticos
sólidos y de valores estables.

Emocionalmente son poco estables, sufriendo frecuentes altibajos de ánimo que se


desencadenan por motivos muchas veces insignificantes (un pequeño fracaso, el
comentario desfavorable de alguna persona), con una fragilidad emocional que hacen que
pasen fácilmente de la risa al llanto (labilidad emocional).

Tienen un bajo umbral de tolerancia a las frustraciones, que hace que se derrumben
cuando cualquier cosa no sale tal como habían previsto. Si alguien se niega a que se
cumplan sus deseos, reaccionan de forma impulsiva, a veces con agresividad, lo que
deteriora sus relaciones interpersonales, que suelen ser un tanto conflictivas debido a su
dificultad para dar y recibir un tanto amor, para comunicarse con los demás, para dejarse
conocer y establecer lazos afectivos francos, sinceros y profundos.

Como resultado final de todas estas características se produce por igual que le sucede a
los niños una falta de independencia, de auténtica autonomía, que dificulta que estas
personas se puedan desenvolver por sí mismas de forma adecuada. Son por tanto, como
niños con la edad de adultos, personas incapaces de asumir con responsabilidad tareas
propias de estos últimos, como el matrimonio, la paternidad, etc.

4.1. Características

Principales características de la personalidad inmadura:

- Desconocimiento de uno mismo. Personalidad poco configurada.


- Impaciencia.
- Inmediatez.
- Falta de constancia.
- Comportamientos irresponsables.
- Comportamientos caprichosos.
- Ausencia de objetivos y planteamientos realistas.
- Desconocimiento del riesgo.
- Escaso control de instintos, impulsos y tendencias.
- Tendencia a ensimismarse en fantasías.
- Intolerancia a la frustración.
- Inestabilidad y labilidad emocional.
- Dificultades para aceptar los propios fallos y limitaciones.
- Dependencia.
- Relaciones afectivas superficiales, rígidas y exigentes.
- Criterios éticos y valores inestables.

5. Miedos sociales

5.1. Concepto
La fobia social es una timidez exagerada, se Caracteriza por un miedo y ansiedad
marcados y persistentes a enfrentar determinadas situaciones sociales, a la interacción
con los demás, o a simplemente a ser observados en cualquier situación, hasta tal punto
que todo esto interfiere de forma muy importante en la vida diaria de quien la padece.

5.2. Tipos de fobias o miedos sociales


- Generalizada: Hablamos de fobia social generalizada cuando los temores se
experimentan en la mayoría de las relaciones sociales o que comportan una cierta
interacción con las personas.

- Específica: Cuando las situaciones de ansiedad solo se dan en unas determinadas


situaciones, como por ejemplo al hablar en público, o temer a ser observado mientras se
come.
5.3. Algunos tipos de miedos sociales

 Hablar en público  Realizar llamadas telefónicas


 Comer o beber en público  Dar o defender la propias opiniones
 Asistir a fiestas  Encuentros con personas desconocidas o
 Sensación de sentirse observado y del sexo opuesta
criticado  Espacios cerrados donde hay gente
 Escribir o firmar en público  Hablar en un grupo pequeño
Desenvolverse en comercios y relaciones  Hablar con personas de autoridad
administrativas  Hacer o aceptar cumplidos
 Mirar a los ojos a la gente  Miedo a quedarse en blanco
iniciar un conversación  Preocupación por ser el centro de
 Ser presentados a otras personas atención

También podría gustarte