Monografia de Patologia Especial-Ehgna 100
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Carrera Medicina
Asignatura Patología Especial
Grupo E
Docente Alfredo Martin Baryol
Periodo Académico 2-2022
Subsede Santa Cruz de la Sierra
Copyright © (2022) por (Arana, Oliveira, Ibarra, Martínez, Claros, Melo Da Silva, Dorado, Prado, Chocala, Roque). Todos
los derechos reservados.
Título: Diagnóstico y tratamiento de Hígado graso no alcohólico
Autor/es: Arana, Oliveira, Ibarra, Martínez, Claros, Melo Da Silva, Dorado,
Prado, Chocala, Roque
.
RESUMEN:
ABSTRACT:
Non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD) is the term used to describe a stereotyped disease entity,
characterized by a broad set of interrelated clinical manifestations that begin with hepatic steatosis,
defined as the accumulation of triglycerides (TG) at the cytoplasmic level and that exceeds the 95th
percentile of healthy lean livers, or by the presence of TG cytoplasmic droplets in more than 5% of
hepatocytes. Steatosis can progress to a state of inflammation and cell damage with ballooning of
hepatocytes and development of fibrosis; this type of lesion is known as steatohepatitis, which can
progress to cirrhosis in a period of 10 years in approximately 29% of cases; additionally, from 4 to 27%
of patients who developed cirrhosis secondary to steatohepatitis will eventually evolve to hepatocellular
carcinoma.
Currently, NAFLD represents the most common chronic liver pathology in Western countries, probably
due to the increase in obesity, diabetes, and metabolic syndrome, whose definition includes the hepatic
manifestation of NAFLD. Due to the above, an increase in the prevalence of NAFLD has been perceived
in recent years and it is expected that this trend will continue in the near future both globally and
nationally.
For a good diagnosis we find what is clinical evaluation, serum markers and biochemical indices, imaging
tests and liver biopsy.
The current treatment of non-alcoholic fatty liver disease should be based on hygienic-dietary
measures, which have even been shown to be effective in reversing fibrosis.
Tabla De Contenidos
Lista De Tablas.......................................................................................................................4
Lista De Figuras .....................................................................................................................4
Introducción ...........................................................................................................................6
Capítulo 1. Planteamiento del Problema..................................................................................7
2. Formulación del Problema .........................................................................................7
3. Objetivos ...................................................................................................................7
4. Justificación ..............................................................................................................7
5. Planteamiento de hipótesis .........................................................................................7
Capítulo 2. Marco Teórico ......................................................................................................8
2.1 Área de estudio/campo de investigación ....................................................................8
2.2 Desarrollo del marco teórico ......................................................................................8
1. Concepto ...................................................................................................................8
2. Epidemiología ...........................................................................................................9
3. Historia Natural ....................................................................................................... 10
4. Pronóstico ............................................................................................................... 13
5. Etiopatogenia .......................................................................................................... 15
6. Diagnostico ............................................................................................................. 17
7. Tratamiento ............................................................................................................. 23
Capítulo 3. Método ............................................................................................................... 32
3.1 Tipo de Investigación .............................................................................................. 32
3.2 Operacionalización de variables............................................................................... 32
3.3 Técnicas de Investigación ........................................................................................ 32
3.4 Cronograma de actividades por realizar ................................................................... 32
Capítulo 4. Resultados y Discusión ....................................................................................... 33
Capítulo 5. Conclusiones ...................................................................................................... 34
Referencias ........................................................................................................................... 36
Apéndice .............................................................................................................................. 37
3. Objetivos
Objetivos específicos
4. Justificación
5. Planteamiento de hipótesis
Con el conocimiento necesario dado por este trabajo sobre un buen diagnóstico y tratamiento
de esta patología se logrará una mejor atención a la sociedad y darle una mejor calidad de vida a
todos ellos.
El campo de estudio está inmerso en las áreas de las Ciencias de la Salud cuyo desarrollo
investigativo está basada en revisión bibliográfica.
1. Concepto
2. Epidemiología
La EHNA es una enfermedad hepática crónica cada vez más común, cuya distribución mundial
está íntimamente vinculada a la diabetes y la obesidad, dos patologías que han alcanzado
proporciones epidémicas, estimándose que hay no menos de 1.46 mil millones de adultos obesos
a nivel mundial. La prevalencia global de la enfermedad por hígado graso es del 24 al 45 %,
llegando al 56-76 % en pacientes diabéticos. Su frecuencia es mayor en hombres hispanos
blancos y, menor en la raza negra. Llamativamente, en Sudamérica la prevalencia es alta al
compararla con otros lugares del mundo, posiblemente por los diferentes hábitos alimentarios y
de ejercicio. Los principales factores de riesgo para el hígado graso son la obesidad, la
resistencia a la insulina (diabetes mellitus tipo 2 (DM tipo 2) y el síndrome metabólico), los
niveles elevados de triglicéridos y el aumento en la circunferencia abdominal. La prevalencia de
HGNA puede llegar hasta 74% en obesos, siendo 4.6 veces más frecuente en ellos, definidos
como personas con índice de masa corporal (IMC) mayor a 30 kg/m2 8. Casi una cuarta parte de
la población estadounidense adulta padece de obesidad 9, y se estima que un 19% de los obesos
presentan EHNA 10. Incluso en pacientes con índice de masa corporal normal, pero con patrón
de obesidad central, se describe una mayor incidencia de HGNA11. Basándose en estadísticas de
los Estados Unidos en el año 2000, se estima que en ese país existen más de 30 millones de
obesos con HGNA, y 8.6 millones de ellos tendrían EHNA12. La EHGNA se ha observado en
sujetos de todas las edades, incluyendo niños, donde la prevalencia (10-15 %) es menor que en
los adultos. Como regla general, la prevalencia aumenta con la edad, afectando por igual a ambos
sexos. Entre un 90 al 100 % de los pacientes diagnosticados de obesidad presentan algún grado
de EHGNA. Entre los que padecen DM-2 la prevalencia oscila del 10 al 75 % y en aquellos con
hiperlipidemia entre el 20 y el 92 %. En cuanto al espectro de la enfermedad, la EH varía entre el
3. Historia Natural
La evolución de la EHGNA viene determinada por la intensidad del daño histológico existente
en cada paciente. La esteatosis hepática simple tiene un pronóstico relativamente benigno, con
tendencia a permanecer más o menos estable, mientras que la EHNA puede evolucionar a
cirrosis, más aún si coexisten otras enfermedades hepáticas.
Una vez que los pacientes con EHGNA presentan cirrosis, el pronóstico se ve alterado de una
manera significativa. El hepatocarcinoma (HCC) se encuentra dentro del espectro de
complicaciones de la cirrosis secundaria a EHNA. Estudios recientes sugieren que el HCC se
puede desarrollar en pacientes incluso sin cirrosis asociada.
La mayoría de los estudios que analizan la historia natural de la HGNA son retrospectivos y con
un seguimiento a corto o medio plazo. No existen investigaciones prospectivas y longitudinales
que aborden con rigor esta cuestión, en ocasiones porque no es habitual realizar biopsias a
pacientes con sospecha clínica de un simple hígado graso (y mucho menos biopsias seriadas), en
otros casos por la ausencia de consenso sobre las diferentes formas y estadios histológicos, y en
Los individuos con EHNA presentan un potencial mayor y mejor definido de progresividad
lesional y, por ello, un peor pronóstico que aquéllos con esteatosis simple. Los estudios con
biopsias seriadas resumidos en la tabla III muestran que el 12% de los pacientes desarrollan
cirrosis hepática histológica tras un seguimiento medio de unos 5 años. En la serie de Moreno se
observó una relación significativa del tiempo transcurrido entre las 2 biopsias con la variación
del estadio histológico, lo que sin duda confirma la progresividad lesional, que en ocasiones
Datos recientes apuntan a que el hepatocarcinoma puede ser una complicación final de la cirrosis
grasa e incluso, en modelo animal, la neoplasia puede desarrollarse sobre hígados grasos no
cirróticos. En series de carcinoma hepatocelular se ha observado, de forma retrospectiva, una
prevalencia de cirrosis criptogenética con rasgos fenotípicos de HGNA desde el 9 al 29%. Si
bien en la actualidad asistimos a un fuego cruzado entre autores que defienden un potencial
carcinogénico de la HGNA bien definido y similar a la cirrosis por el virus C y otros que niegan
ese potencial, voces autorizadas afirman que el síndrome metabólico debe considerarse hoy día
un factor de riesgo de primer orden para el desarrollo de carcinoma hepatocelular y podría
explicar la tendencia creciente en la incidencia de esta neoplasia en la población norteamericana.
4. Pronóstico
Se han propuesto otros índices sobre los que no existe el mismo consenso. Entre ellos figuran
otros procesos asociados al síndrome metabólico, como la hipertensión arterial y la
hipertrigliceridemia, además de las cifras de aminotransferasas, en especial una ALT superior a 2
veces el límite superior de referencia, un cociente AST/ALT por encima de la unidad y su
traducción histológica en un mayor grado de actividad necro inflamatoria hepática. Sobre
determinados aspectos los pareceres son encontrados, como con el sexo femenino, considerado
por algunos como predictor de enfermedad avanzada y protector para otros. Pero tal vez los
factores más controvertidos sean los del metabolismo férrico. Un 20-60% de los pacientes tienen
elevado el valor de ferritina sérica y un 5-20% el índice de saturación de la transferrina, aunque
el índice de hierro hepático y la concentración hepática de hierro suelen situarse en límites
5. Etiopatogenia
Las numerosas situaciones clínicas que se han relacionado con la EHGNA se pueden agrupar en
6 grupos etiológicos; sin embargo, hay una elevada asociación, hasta de un 80 %, entre esta
hepatopatía y el síndrome metabólico. Los signos histológicos de esteatosis hepática simple son
especialmente característicos en la población obesa y en los pacientes con Diabetes mellitus 2.
Estas dos entidades se han asociado con resistencia periférica a la insulina e intolerancia a la
glucosa. La dislipemia, en especial la hipertrigliceridemia, también se asocia con esteatosis. Sin
embargo, a pesar de que el sobrepeso y la obesidad están presentes en la mayoría de los
pacientes, la EHGNA también puede ocurrir en sujetos con peso normal y constituir en estos un
factor de riesgo cardiovascular independiente.
El mecanismo patogénico de la EHGNA se asocia con la resistencia a la insulina y se explica
como la teoría del “doble impacto”. En el “primer impacto”, la disminución en la capacidad
celular de responder a la acción de la insulina produce una hiperinsulinemia compensatoria
(Ilustración 3).
En el tejido adiposo actúa sobre la lipasa sensible a hormonas (LSH) favoreciendo la lipólisis
con la consecuente liberación de ácidos grasos libres (AGL) al hígado. En el musculoesquelético
disminuye la absorción de glucosa, mientras que en el hepatocito la hiperinsulinemia aumenta la
gluconeogénesis, disminuye la glucogenosíntesis y aumenta la captación de los AGL, altera el
transporte de triglicéridos como VLDL e inhibe su beta-oxidación. Estas alteraciones en el
metabolismo de las grasas son la base de la aparición de esteatosis hepática. Este “primer
6. Diagnóstico
Cuando las enzimas hepáticas están elevadas, la alteración más frecuente en las pruebas de
laboratorio es la elevación de los niveles de aminotransferasa. A diferencia de lo observado en la
enfermedad hepática alcohólica, el índice aspartato aminotransferasa (AST)/alanina
aminotransferasa (ALT) suele ser < 1 en los pacientes con NASH. La fosfatasa alcalina y la
gamma–glutamil transpeptidasa (GGT) aumentan en forma ocasional. En forma infrecuente, se
identifican hiperbilirrubinemia, prolongación del tiempo de protrombina (TP) e
hipoalbuminemia.
Para el diagnóstico, se requieren evidencias contundentes (como una anamnesis corroborada por
amigos y familiares) de que la ingesta de alcohol no es excesiva (p. ej., < 20 g/día) y las pruebas
serológicas deben mostrar la ausencia de hepatitis B y C (es decir, antígeno de superficie de
hepatitis B y anticuerpo contra el virus de hepatitis C negativos). La biopsia hepática revela una
lesión similar a la identificada en la hepatitis alcohólica, en general con gotas grandes de grasa
Los estudios de diagnóstico por imágenes del hígado, como ecografía, TC, y en particular RM,
pueden identificar una esteatosis hepática (Ilustración 5). Medidas no invasivas de la fibrosis,
como la elastografía transitoria (una prueba que utiliza ecografía y ondas elásticas de baja
frecuencia), elastografía por ecografía, o elastografía por RM puede evaluar la gravedad de
laesteatosis, así como estimar la fibrosis, lo que evita la necesidad de biopsia hepática en muchos
casos. La elastografía transitoria y la elastografía por ecografía pueden estar limitadas por el
hábito corporal (demasiado grande/grasa para que las ondas ecográficas penetren
adecuadamente), mientras que la elastografía por RM no lo está (Ilustración 4). No obstante,
estas pruebas no permiten detectar la inflamación típica de la NASH y no pueden distinguir este
cuadro de otras causas de esteatosis hepática.
El diagnóstico de la EHNA se fundamenta en 3 criterios:
Es un criterio básico para el diagnóstico, por lo que su exclusión se debe hacer de forma rigurosa
a través de un interrogatorio exhaustivo y cuidadoso al paciente y, a menudo, a los familiares y
amigos. No se podrá establecer el diagnóstico de EHNA si el paciente refiere una ingesta
alcohólica segura o probable de al menos 40 g a la semana10. En ocasiones, es importante
apoyarse en parámetros analíticos que pueden indicar alcoholismo activo, como el aumento del
volumen corpuscular medio de los eritrocitos o la presencia de valores séricos elevados de
gammaglutamil transpeptidasa (GGT)52, aunque esta última alteración analítica se puede
encontrar hasta en el 28% de los pacientes con EHNA asociada a la obesidad6. En la actualidad,
el parámetro analítico de mayor sensibilidad y especificidad como marcador de alcoholismo
crónico es el cociente transferrina desialilada/transferrina total, cuando éste es mayor de 0,01352.
En casos de difícil comunicación con el paciente y su entorno, será necesario la determinación de
alcoholemia y/o alcoholuria.
Se deberán realizar todos los estudios necesarios para excluir otras causas de hepatopatía crónica
como las virales (virus de la hepatitis B y C), autoinmunes (hepatitis autoinmune, cirrosis biliar
primaria y colangitis esclerosante primaria), metabólicas (enfermedad de Wilson,
hemocromatosis y porfirias) y tóxicas (hierbas medicinales, etc.).
Uno de los aspectos más controvertidos es determinar el momento indicado para la realización de
la biopsia hepática. A modo de concepto de aplicación general, la biopsia hepática se debe
realizar cuando la información esperada vaya a ser decisiva a la hora de indicar una determinada
estrategia terapéutica. Como veremos después, el tratamiento de la EHNA se basa
fundamentalmente en la modificación de los factores etiológicos, con el fin de evitar la
progresión de la enfermedad hepática. Se sabe que la esteatosis hepática simple es una entidad
habitualmente de curso benigno, por lo que para el diagnóstico de esta entidad bastaría la
evidencia clínica y ecográfica pero, en cambio, se ha comprobado que la EHNA es una entidad
potencialmente progresiva, y recientemente se ha observado que es una causa muy importante de
cirrosis criptogénica y, por tanto, de trasplante hepático55,56. Asimismo, se ha puesto de
manifiesto que existen una serie de factores que aumentan el riesgo de evolución de la EHNA
hacia formas más avanzadas, incluyendo la aparición de cirrosis. Entre estos factores se han
identificado la edad (> 40 años), un índice de masa corporal alto (> 40 kg/m2), un cociente
GGT/GPT superior a 1 y la coexistencia de al menos dos causas de EHNA, como la diabetes
mellitus y la dislipemia57,58. Por tanto, parece razonable recomendar que la biopsia hepática se
realice en aquellos pacientes con sospecha de EHNA que presenten los factores de riesgo
mencionados, ya que probablemente serán éstos los que puedan obtener un mayor beneficio
terapéutico de la información aportada por la biopsia hepática.
Imágenes
El hígado se ve aumentado en su refringencia, pero lo más importante para quien no es experto
en ecotomogratia es comparar el hígado con el riñón. Normalmente la corteza renal es de igual
color que el hígado, si hay diferencias, como ecoginicidad mayor que el riñón, permite
diagnosticar de una manera muy Simiole.
ECO TAC RM
7. Tratamiento
Por ahora no hay un tratamiento estandarizado de la EHGNA y tampoco existe consenso sobre
cuál es el más adecuado para cada paciente y el momento de comenzarlo. Sin embargo, la
variedad de pautas terapéuticas y modos de actuación no son opciones excluyentes. En primer
lugar, debe evitarse el consumo de alcohol, así como los tratamientos con fármacos
potencialmente hepatotóxicos.
Modificaciones en el estilo de vida mediante dieta y ejercicio: suponen las principales bases
terapéuticas. La pérdida de peso, a través de la restricción calórica, puede por sí misma mejorar
las cifras de transaminasas, la resistencia a la insulina y en algunos casos los datos de la biopsia
(esteatosis e inflamación lobulillar, sobre todo en los pacientes con fibrosis mínima). La mejor
manera de perder peso de forma mantenida supone un cambio en la conducta alimentaria,
reduciendo la ingestión calórica a 500-1.000 kcal/día. El objetivo supone una pérdida de peso en
un 5-10 % durante 6 a 12 meses, ya que una pérdida más rápida o una dieta más estricta moviliza
los ácidos grasos del hígado y puede provocar un aumento de la inflamación portal.
La práctica de ejercicio de intensidad mediana, como caminar 30-45 min/día a un ritmo
continuado, mejora la sensibilidad a la insulina y la homeostasis de la glucosa, reduce la
secreción de VLDL apolipoproteína B y previene la esteatosis, probablemente como resultado de
la estimulación de la oxidación de lípidos y la inhibición de la síntesis de lípidos en el hígado a
través de la activación de la vía AMPK. Estos beneficios del ejercicio son independientes de la
pérdida de peso. Combinando la pérdida de peso mantenida por la dieta hipocalórica con el
aumento de la actividad física, se reducen significativamente las enzimas hepáticas en pacientes
obesos con EHNA.
Cirugía bariátrica: es una de las opciones más eficaces para lograr a largo plazo la pérdida de
peso en pacientes con obesidad severa. Está indicada en pacientes con IMC > de 35 kg/m2 con
comorbilidad asociada o con IMC > 40 kg/m2. Inicialmente se describieron casos de esteatosis
severa producida por la rápida pérdida de peso, en especial con el bypass yeyuno-ileal; sin
embargo, actualmente el bypass gástrico-proximal ha paliado este problema. La cirugía bariátrica
en pacientes con EHGNA ha mostrado los efectos beneficiosos de la pérdida de peso sobre la
histología hepática y la elevación enzimática del hígado.
Las estatinas producen una inhibición competitiva de la HMG-CoA reductasa que conduce a la
disminución de las LDL en sangre. Tienen efectos pleiotrópicos por sus propiedades
antiinflamatorias, inmunomoduladoras y antioxidantes, así como en la disfunción endotelial y en
la biodisponibilidad del óxido nítrico. Sus efectos adversos más importantes son la
hepatotoxcidad y la miopatía, que dependen de un mecanismo idiosincrático. En la mayoría de
los pacientes con EHGNA existen varios componentes del síndrome metabólico, siendo la
enfermedad cardiovascular la primera causa de muerte, y razón por la que está indicado el
tratamiento con estatinas. Sus efectos terapéuticos incluyen una disminución de las
transaminasas y del esteatosis, determinada por ecografía, así como mejoría histológica de la
inflamación hepática.
En un estudio reciente no se evidenció ningún efecto beneficioso del tratamiento con
simvastatina sobre los parámetros bioquímicos e histológicos en pacientes obesos con EHGNA.
Por el contrario, se ha demostrado una disminución significativa de las transaminasas con
atorvastatina. También se ha observado la eficacia de la rosuvastatina en pacientes con
dislipemia e hígado graso, así como la reducción del riesgo cardiovascular.
Queda aún por demostrar si la fibrosis hepática se ve favorablemente afectada por el tratamiento
con estatinas.
− Pentoxifilina: inhibe la síntesis de TNF-a, por lo que parece tener un efecto favorable sobre la
actividad enzimática del hígado, inhibiendo más la oxidación lipídica que un placebo. Su efecto
es dosis dependiente y por periodos prolongados, revirtiendo cuando se suspende el tratamiento.
Está indicado en pacientes con cirrosis por EHNA en estadios terminales. Aunque la evolución
del trasplante suele ser buena, la esteatosis puede recidivar en la mayoría de los pacientes, sin
llegar a desarrollar esteatohepatitis ni fibrosis. Las causas de la recurrencia se desconocen,
aunque puede que sean múltiples: hipertrigliceridemia, obesidad, diabetes y tratamiento con
corticoides.
La esteatosis grave e incluso la moderada puede ser causa de disfunción primaria del injerto, por
lo que se rechazan como donantes los órganos con esteatosis macrovesicular > 10-30 % (según el
centro) o los pacientes con los IMC > 28. Los posibles mecanismos para explicar esta disfunción
del injerto pueden ser la disminución de la capacidad para generar trifosfato de adenosina y la
generación de metabolitos tóxicos. Por el contrario, los hígados con esteatosis microvesicular
pueden usarse de manera más segura para el trasplante. En los hígados trasplantados por
indicaciones distintas a la EHGNA, el riesgo de desarrollar esteatosis de novo es de un 20 %,
Tratamiento no farmacológico
Cambios en el estilo de vida: dieta y ejercicio
Evitar sedentarismo
Dieta equilibrada y rica en fibra vegetal
Ejercicio físico continuado
Evitar pérdida brusca de peso (como en la cirugía
bariátrica)
Cirugía bariátrica
Tratamiento farmacológico
Tratamiento de la resistencia a la insulina
Tiazolidindionas
Metformina
Miméticos de incretinas
Fármacos que inducen la pérdida de peso
Orlistat
Sibutramina
Bloqueantes del receptor canabinoide:
rimonabant
Hipolipemiantes: estatinas
Agentes citoprotectores y antioxidantes
Pentoxifilina
Ácido ursodesoxicólico
Tocoferol: vitamina E
N-Acetilcisteína
Betaína
Bloqueantes de los receptores de angiotensina II
(ARA II)
Otras opciones terapéuticas en investigación
Antibióticos y probióticos
gonistas de los receptores farnesoide X
Flebotomías y terapia quelante de hierro
Suplementos de Omega 3
Trasplante hepático
Capitulo 3 , 4 y 5 25/11/2022
En la última década, la tasa de obesidad se ha duplicado entre los adultos y triplicado entre
niños y adolescentes, lo que explicaría por qué la enfermedad por hígado graso no alcohólico y la
esteatohepatitis no alcohólica se han vuelto más comunes. La cantidad de alimentos procesados y
poco saludables que salen al mercado día a día, es uno de los factores que induce a que esta
enfermedad siga creciendo.
Se calcula que esta enfermedad afecta hasta a un 20% de personas adultas y casi un 5% de
niños. Incluso, se llega a creer que la obesidad es la causa más común de infiltración grasa en el
hígado, lo cual se debe tomar en cuenta ya que estamos hablando de excesos de comidas poco
saludables y no de bebidas alcohólicas.