Tema 2. Jurisdicción Como Presupuesto Del Proceso. Límites de La Jurisidcción Penal

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TEMA 2.

LA JURISDICCÓN COMO PRESUPUESTO DEL PROCESO


1. LA JURISDICIÓN COMO PRESPUESTO DEL PROCESO

Puede definirse la jurisdicción como: la potestad conferida con carácter exclusivo a los Juzgados y Tribunales para
resolver los conflictos intersubjetivos, a través del cauce del proceso, mediante la aplicación del ordenamiento jurídico,
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado. Esta definición parte del art 117 CE y de la LOPJ en el primer párrafo de su
artículo 2. La CE ya determina que en todo caso el órgano enjuiciador tiene que venir predeterminado por leyes. Art
117.5. CE (echarle un vistazo).

Hay tres tipos de jurisdicciones: 1) Jurisdicción ordinaria 2) Jurisdicción militar 3) Jurisdicción eclesiástica. A su vez, la
jurisdicción ordinaria tiene órdenes jurisdiccionales: 1) orden jurisdiccional civil 2) orden jurisdiccional penal 3) orden
jurisdiccional laboral o social 4) orden jurisdiccional contencioso-administrativo.

El principio de unidad jurisdiccional (art 117.5. CE) implica que la potestad jurisdiccional solo puede ser ejercitada por
los Jueces y Tribunales, que a su vez integran un único Cuerpo o Institución que es el Poder Judicial. La CE consagra
una distinción entre la jurisdicción militar y ordinaria y remite a la ley para la definición de los distintos órganos
jurisdiccionales que integran una y otra.

La jurisdicción se configura como un presupuesto del proceso penal, examinable de oficio (quiere decir que es un
requisito para que haya un proceso penal (tiene que tratarse de un asunto penal), indispensable que se trate de asunto
enjuiciable por lo jurisdiccional penal.

Según el número 6 del art 9. LOPJ: “La jurisdicción es improrrogable (solo puedo enjuiciar asuntos que están dentro
de mi jurisdiccional, un juez de lo penal no puede juzgar un asunto de lo contencioso-administrativo). Los órganos
judiciales apreciarán de oficio la falta de jurisdicción y resolverán sobre la misma con audiencia de las partes y del
Ministerio Fiscal. En todo caso, esta resolución será fundada y se efectuará indicando siempre el orden jurisdiccional
que se estime competente”.

Como la falta de jurisdicción provoca la nulidad de pleno derecho de las actuaciones, no solo se permite:

- A los jueces y tribunales examinar su propia jurisdicción, y declarar la nulidad del proceso en cualquier estado
de la causa (antes de que hubiera recaído resolución que ponga fin al proceso dice el art 240 LOPJ)
- Sino también se faculta a las partes para poner de manifiesto la nulidad utilizando los recursos legalmente
establecidos contra la resolución de que se trate o por los demás medios que establezcan las leyes procesales.

2. LÍMITES DE LA JURISDICCIÓN PENAL ORDINARIA: TERRITORIALES, OBJETIVOS Y PERSONALES

En términos generales, puede decirse de acuerdo con el nº3 del art 9 LOPJ: “que la jurisdicción penal tiene atribuido
el conocimiento de las causas y juicios criminales, con excepción de los que correspondan a la jurisdicción militar”.
Extendiéndose tales facultades a todas las personas y a todo el territorio nacional; sin embargo, la jurisdicción penal
aparece limitada en su actuación por circunstancias diversas. Es decir, los jueces pueden enjuiciar los delitos cometidos
en España (límite de la territorialidad).

A. Pueden distinguirse, en primer lugar, unos límites objetivos:


La jurisdicción penal abarca el enjuiciamiento de las conductas tipificadas como delito por la Ley Penal
sustantiva. El carácter tasado de las infracciones penales facilita, en teoría, la determinación del ámbito
objetivo de aplicación de la jurisdicción penal.
No obstante, en ocasiones pueden presentarse dificultades diferencias los ilícitos civiles y las infracciones
administrativas o laborables de los ilícitos penales, lo que obliga a seguir un criterio analítico, interpretando
en cada supuesto la naturaleza de la norma sancionadora.
Además, debe tenerse presente que la jurisdicción penal puede extenderse su conocimiento:
- A la acción civil derivada del hecho que es delito, es decir, se puede tramitar por lo penal una acción
civil que haya derivado en delito; por ejemplo, ir bebido y chocarse contra un edificio, el delito es ir
bebido, pero en ese juicio se resuelve el asunto civil de indemnización por los daños al edificio.
- A la resolución de cuestiones prejuiciales de naturaleza diversa (artículo 10 LOPJ) son cuestiones que
no son penales pero que es necesario resolver para dictar una sentencia en el proceso penal. Por
ejemplo, el delito de incumplimiento de pagar la pensión de alimento a los hijos; si yo inicié un proceso
civil impugnando ese pago porque creo que no soy la madre de ese hijo, esta última es una cuestión
prejudicial que debe resolverse para determinar si el impago es delito o no;
- Al conocimiento de procesos civiles relacionados con violencia de género o a la adopción de medidas
civiles en violencia doméstica o de género. En estos casos, suele haber problemas de custodias, de
divorcios etc. estas cuestiones pueden ser resueltas por un juez de lo penal en el caso de la violencia
de género.
B. En cuanto a los límites territoriales:
El ejercicio de la Jurisdicción Penal es una manifestación de la soberanía del Estado. A cada Estado
corresponde, en principio conocer de todos los hechos punibles cometidos en su territorio, cualquiera que sea
la nacionalidad del sujeto activo del delito del bien jurídico protegido. Este criterio de actuación, denominado
principio de territorialidad es el que informa fundamentalmente el ordenamiento español, según se deduce
establecido en el nº 1 del art. 23 LOPJ y 14 y 15 de la LECRIM.
Dispone el nº 1 del art 23 LOPJ que: “En el orden penal corresponderá la jurisdicción española el conocimiento
de las causas por delitos y faltas cometidos en territorio español o cometidos a bordo de buques o aeronaves
españoles, sin perjuicio de lo previsto en los tratados internacionales en que España sea parte”.
El principio de territorialidad coexiste con otros principios que permiten perfilar la extensión y límites de la
jurisdicción española.
→ El primero de ellos es el principio de personalidad o nacionalidad conforme al cual cada ciudadano
se halla siempre sometido a la jurisdicción de su país. Nº 2 del art 23: “También conocerá la jurisdicción
española de los delitos que hayan sido cometidos fuera del territorio nacional, siempre que los
criminalmente responsables fueren españoles o extranjeros que hubieran adquirido la nacionalidad
española con posterioridad a la comisión del hecho y concurrieren los siguientes requisitos: …”

Por regla general, la jurisdicción penal española se encarga de aquellos delitos cometidos en territorio español, LÍMITE
DE TERRITORIALIDAD. A pesar de que el delito no se haya cometido en España también podrá encargarse del hecho si
concurren varios requisitos: 1) si la persona que ha cometido el delito tiene nacionalidad española 2) si el hecho
constituye delito por la ley española 3) si el hecho es punible en el lugar en el que se ha cometido 4) si alguien ha
presentado una acusación (víctima o Ministerio Fiscal) 5) si el acusado no ha sido ya enjuiciado.

→ El segundo es el principio real o de protección que se basa en la nacionalidad del bien jurídico
lesionado por el delito, ya se cometa éste en el propio territorio o fuera de sus fronteras. Nº3 del art
23: “Conocerá la jurisdicción española de los hechos cometidos por españoles o extranjeros fuera del
territorio nacional cuando sean susceptibles de tipificarse, según la Ley penal española, como alguno
de los siguientes delitos: …”.
→ El principio de justicia mundial o universalidad trata de salvaguardar bienes jurídicos de los que es
titular la Comunidad Internacional. Se entiende que, como el delito atenta contra intereses de los
cuales son solidarios todos los Estados, son competentes los Tribunales de Justicia de cualquier Estado,
cualquiera que sea la nacionalidad del delincuente y el lugar donde el delito se hubiera cometido.
C. Límites subjetivos o personales:
Una vez acotado el carácter penal de la conducta y considerando competente a la jurisdicción española, se
hace preciso examinar si el presunto responsable de los hechos está o no sometido a la Jurisdicción.
La regla general es: que están sometidos a la Jurisdicción penal española tanto los nacionales como los
extranjeros. La nacionalidad es indiferente lo que importa es que se comete en territorio español.
No obstante, no conocerán de las pretensiones formuladas respecto de sujetos o bienes que gocen de
inmunidad de jurisdicción o de ejecución de conformidad con las normas del Derecho Internacional Público (por
ejemplo, al Rey no se le puede juzgar por robar). Tienen impunidad personal: 1) el Rey 2) los Diputados y
Senadores (son inviolables por opiniones en el ejercicio de sus funciones, durante su mandato solo podrán ser
detenidos en clase de flagrante delito y no podrán ser ni juzgados ni detenidos sin la autorización de la Cámara
respectiva, art 71 CE) 3) Magistrados del TC 4) Diputados del Parlamento Europeo y los Parlamentarios de las
Asambleas legislativas de las CCAA Defensor del pueblo y sus adjuntos.
Por lo que respecta a los extranjeros se reconoce impunidad a los jefes de Estado extranjeros y a los
Embajadores y diplomáticos de otros Estados, la excención comprende también a los miembros de los
ejércitos extranjeros en tránsito por el país y miembros de las tripulaciones de naves de guerra extranjeras en
desembarcos; así como los miembros de misiones acreditadas de la ONU, Consejo de Europa, OTAN y otros
representantes.

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