Paul K FEYERABEND - Contra El Método
Paul K FEYERABEND - Contra El Método
Paul K FEYERABEND - Contra El Método
FEYERABEND
CONTRA
EL MÉTODO
E S Q U E M A D E U N A T E O R ÍA A N A R Q U IS T A
D E L C O N O C IM IE N T O
FLACSO ARGENTINA
BIBLIOTECA DE CIENCIAS 80CJALE8
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D O N AC IO N
Juan C arlos Poi-tantiero
PLANETA-AGOSTINI
Título original: A g a in st M eth o d : O u tlin e o f an A n a rch istic Theory o f K now ledge
(M in n e so ta S tu d ies in the P h ilo so p h y o f S cien ce, vol. I V ) (1970)
Traducción: Francisco Hernán
Traducción cedida por Editorial Ariel, S.A.
Directores de la colección:
Dr. A ntonio Alegre (Profesor de H? Filosofía, U.B. Decano de la Facultad de Filosofía)
Dr. José Manuel Bermudo (Profesor de Filosofía Política, U.B.)
Dirección editorial: Virgilio Ortega
Diseño de la colección: Hans Romberg
Cobertura gráfica: Carlos Slovinsky
Realización Editorial: Proyectos Editoriales y Audiovisuales CBS, S.A.
G h á k ic o 1. — Regla de Kepler.
FLACSO ARGENTINA 51
nmi in rc m np niPNP.IAR 80GIALF8
creencias y rituales, como queda claro a partir de un
estudio más detallado de los aspectos lunares de la
brujería y de otras religiones.) Es ahora cuando “ inter
viene la razón” : se examina el enunciado sugerido por
la impresión y se consideran otros enunciados en su
lugar. Esta actividad no cambia un ápice la naturaleza
de la impresión. (Esto es sólo aproximadamente cierto,
pero podemos omitir en nuestro presente propósito las
complicaciones resultantes de la integración de impre
sión y. enunciado.) Sin embargo, introduce nuevos enun
ciados de observación y juega bazas nuevas, mejores o
peores, en nuestro conocimiento. ¿Cuáles son las razo
nes y los métodos que regulan tal cambio?
Para empezar debemos aclarar la naturaleza del
fenómeno total: apariencia más enunciado. No se trata
de dos actos; uno, advertir el fenómeno; el otro, ex
presarlo con ayuda del enunciado apropiado, sino sola
mente de uno, esto es, decir, en una cierta situación
observacional, “ la luna me está siguiendo” o “ la piedra
está cayendo en línea recta” . Podemos desde luego
subdividir de una manera abstracta este proceso en dos
partes y podemos también intentar crear una situación
en la que enunciado y fenómeno parezcan estar psico
lógicamente separados y a la espera de ser relacionados.
(Esto es más bien difícil de lograr y es quizás completa
mente imposible.) 132 Pero, en circunstancias normales,
no tiene lugar tal división; describir una situación fami
liar es, para el que habla, un suceso en el que enuncia
do y fenómeno están firmemente pegados uno a otro.
Esta unidad es el resultado de un proceso de apren
dizaje que empieza en la infancia de cada urío de
nosotros. Desde muy pequeños aprendemos a reaccionar
ante las situaciones con las respuestas apropiadas, sean
lingüísticas o de otro tipo. Los procedimientos de en
señanza dan forma a la “ apariencia” o al “ fenóm eno”
y establecen una firme conexión con las palabras, de tal
manera que los fenómenos parecen hablar por sí mis
mos sin ayuda exterior y sin conocimiento ajeno al tema.
Los fenómenos son justamente lo que los enunciados
asociados afirman que son. El lenguaje que ellos “ha
blan” está desde luego influido por creencias de gene
raciones anteriores sustentadas tan largo tiempo que
no aparecen ya como principios separados, sino que
se introducen en los términos del discurso cotidiano, y,
después del entrenamiento requerido, parece que emer
gen de las cosas mismas.
Llegados a este punto, podemos querer comparar,
en nuestra imaginación y de manera abstracta, los re
sultados de la enseñanza de lenguajes diferentes que
incorporan diferentes ideologías. Podemos querer cam
biar conscientemente algunas de estas ideologías y
adaptarlas a puntos de vista más “ modernos” . Es muy
difícil decir cómo cambiaría esto nuestra situación,
salvo que hagamos el supuesto adicional de que la
cualidad y estructura de las sensaciones (percepcio
nes), o al menos la cualidad y estructura de aquellas
sensaciones que entran en el cuerpo de la ciencia, son
independientes de su expresión lingüística. D udo mu
cho acerca de la validez incluso aproximada de este
supuesto, que puede refutarse mediante ejemplos sim
ples. Y estoy seguro de que nos estamos privando a
nosotros mismos de nuevos y sorprendentes descubri
mientos en tanto que permanezcamos dentro de los
límites definidos por él. Sin embargo, el, presente en
sayo permanecerá conscientemente dentro de estos lí
mites. (Mi primera tarea, si alguna vez continuase es
cribiendo, sería la de explorar estos límites y aventu
rarme más allá de ellos.)
Al hacer el simplificador supuesto adicional, pode
mos ahora distinguir entre a) sensaciones y b ) aquellas
“operaciones mentales que siguen tan de cerca a los
sentidos” 133 y están tan firmemente conectadas con sus
reacciones, que es difícil conseguir una separación.
Considerando el origen y el efecto de tales operaciones,
las llamaré interpretaciones naturales.
esta ocasión, habría sido ad hoc de todos modos, sólo
que esta vez con respecto a una teoría más vieja. De
aquí que, como uno no puede evitar ser ad hoc, es
mejor ser ad hoc con respecto a una teoría nueva, por
que una teoría nueva, como todas las cosas nuevas,
dará un sentimiento de libertad, estímulo y progreso.
Hay que aplaudir a Galileo porque prefirió luchar a
favor de una hipótesis interesante que hacerlo a favor
de una hipótesis fastidiosa.
X. R E S U M E N DEL A N Á L IS IS
D EL A R G U M E N T O DE LA T O R R E