Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 5
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO
DECANATO EXPERIMENTAL DE HUMANIDADES Y ARTES
PROGRAMA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA ESTADO LARA
LA CIUDADANÍA
Asignatura: Psicología Comunitaria
Barquisimeto, Julio del 2022 LA CIUDADANÍA La concepción de la ciudadanía surge históricamente en Grecia donde aquellos habitantes dejaron de ser animales al volverse consientes de su humanidad así como de la pertenencia a una ciudad dentro de la misma. La visión romana por su parte expresa ésta como un status o compendio de oficios y derechos ejercidos por una persona libre capaz de desarrollarse en un espacio seguro delimitado por perímetros protegidos por el Estado, cuya nación cuenta con tradiciones propias que generan valores y sentimientos compartidos por muchas familias que hacen vida dentro de esa sociedad. Tal como se plantea, la ciudadanía nos aleja del salvajismo y la barbarie, floreciendo en el interior de la teoría de las libertades llevándose a cabo derechos sociales, personales, civiles, políticos, económicos y culturales dentro de los ecosistemas carentes de individualismo conformado por el colectivismo (Pérez, 2002). Cabe destacar que la ciudadanía posee tres enfoques clásicos entre estos: el enfoque liberal dirigido hacia los derechos civiles y políticos que promueven la protección del estado para los derechos de cada individuo; es decir, se garantiza la igualdad si se mantienen los mismos derechos; el enfoque comunitario da mayor relevancia a los derechos del grupo, explicando que la identidad de una persona se forma mediante las interacciones constantes con otros que formen parte de su comunidad, justificando que el individuo tiene obligaciones hacia la sociedad a la cual pertenece para lograr el bien común de la misma; el enfoque republicano establece un modelo equilibrado entre el individuo y la comunidad para ejercer la ciudadanía, indicando que existen obligaciones hacia el grupo pero también motivaciones individuales, así como relaciones sociales importantes en la composición de la ciudadanía (Duhart, 2006). No obstante, existe una dicotomía entre individuos y colectivos que dan como resultado diferentes contextos de ciudadanía (liberal, comunitaria, y de Estado) sobretodo en los países de América latina debido a su diversidad sociocultural. Bryan (2001, como se citó en Duhart, 2006), concluye que a efectos de estas situaciones, se han ampliado la involucración de actores que influyen en la forma de hacer políticas públicas, extendiendo su impacto en los hogares. En el mismo orden de ideas, existen seis formas definidas según el impacto de estas políticas públicas o sociales, las cuales son: 1. Excluyente, que estigmatiza a los beneficiarios como dependientes o incompetentes; 2. Clientelismo partidario que premia pasividad y el voto con entrega de productos y servicios; 3. Competencia, que sigue principios de mercado por austeridad fiscal; 4. Tecnocracia burocrática racional, que impone fórmulas; 5. Encajamiento de servicios públicos en vínculos socio-emocionales entre agente y comunidad; 6. Complementariedad o sinergia. De tal modo se considera importante tomar en cuenta el poder y las capacidades que posee un individuo, al éste considerarse un ciudadano, siendo así un miembro activo del Estado; poseedor de derechos y deberes, es así que se define y relaciona el concepto del poder tomado desde un punto de vista político, que hace referencia a la concepción de que todos los ciudadanos que forman parte de una nación deben haber cumplido sus derechos, es decir, es el pueblo el que puede ejercer el derecho a controlar y cambiar a sus gobernantes si así lo considera necesario. Por otra parte, la psicología comunitaria como la psicología política manifiestan que el poder en una comunidad no debe tener proporciones equilibradas; puesto que genera desigualdad y opresión. Es así como diversos autores, opinan que el poder en una comunidad debe ser asimétrico, en donde pueda existir diversidad de opiniones que eviten el sometimiento y fortalezca la comunidad (Montero, 2010). Cabe destacar que Espinosa (2010), expresa que el conjunto de habilidades sociales y conocimientos que todas las personas poseen y que deben poner en práctica para relacionarse con los demás y con el entorno de modo justo, equitativo y solidario, ayudan a construir una sociedad armónica. Un gran ejemplo de este concepto sería el imaginar la actitud de un ciudadano en dos escenas distintas, en la primera se encuentra una persona arrojando basura desde un autobús y la segunda está cuidando y respetando su comunidad. En efecto las dos escenas están describiendo a un ciudadano con actitudes y conocimientos distintos, pues el primero, tiene un comportamiento negativo y desinteresado; en cambio, el segundo tiene un comportamiento positivo cumpliendo así con las normativas que se rigen en su entorno describiendo así un buen ciudadano. De acuerdo a lo mencionado, hemos observado que dentro de la ciudadanía debería existir un modelo de aprendizaje donde se motive a la transformación no solo personal sino también social, en otras palabras, que exista una transformación de estructuras sociales, culturales, mentales y de conceptos, mediante un proceso de capacitación, reflexión y acción permanente para lograr con el objetivo de la transformación de estas estructuras y obtener que cada individuo tenga una perspectiva o un concepto nuevo o diferente de ciudadanía donde puedan alcanzar a satisfacer las dimensiones psico-estructurales y socio-estructurales de la cultura (Duhart, 2006). En este sentido, la psicología comunitaria conjuntamente con la psicología política se han encargado de brindar estrategias que propicien la transformación ciudadana involucrando a los miembros de las comunidades como actores sociales que son capaces de desarrollar una sociedad civil fuerte, reflexiva, participativa y consciente de sus deberes y derechos, haciendo además hincapié en la concientización de que a través de estas acciones se logra un modo de quehacer político, convirtiendo de esta forma a cada individuo en un político(a) dentro de su propia comunidad (Montero, 2010). No obstante, y ya para finalizar, merece la pena destacar el carácter opresor del que pueden ser víctima estas estrategias de concientización, en sociedades con tenencias al autoritarismo, uno de los mayores miedos resulta ser poseer comunidades reflexivas, pensantes y activas que promuevan de esta forma la transformación equitativa y liberadora. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Duhart, D. (2006). Ciudadanía, aprendizaje y desarrollo de capacidades. Persona y Sociedad, 20(3), 113-131. https://www.academia.edu/4720935/Ciudadan %C3%ADa_aprendizaje_y_desarrollo_de_capacidades Espinosa, A (2010). Capacidades Ciudadanas. [Archivo PDF]. documentop.com_capacidades- ciudadanas_5a18c7d41723dd89ba1e1a45.pdf. Montero, M. (2010). Fortalecimiento de la Ciudadanía y transformación social: Área de encuentro entre la Psicología Política y la Psicología Comunitaria. Psykhe, 19(2), 51 – 63. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=96715366006. Pérez, A. (2002). Ciudadanía y Definiciones. Universidad de Sevilla.