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Elementos de Una App

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Una app de Android tiene una estructura parcialmente definida por la plataforma.

Esto nos
permite construir nuestra app a partir de ciertos elementos preexistentes en las librerías de
código. Hoy vas a aprender cuál es la estructura principal de una app de Android y sus
principales componentes.

Una app de Android se compone de varios ficheros. Por una parte, tenemos una serie de
clases Java, parte de las cuales son componentes de la app, están predefinidas en la
plataforma. Tendremos actividades, servicios y receptores de notificaciones. Las clases
auxiliares son creadas desde cero, pueden usar elementos de las librerías, pero no son
modificaciones de ellos. Los recursos son elementos estáticos, es decir, que no describen
funcionalidad. Por ejemplo, el diseño de un formulario o pantalla de la app, una imagen, un
sonido o una secuencia de palabras, lo que se llama un string. Los recursos se usan desde
las clases, un manifiesto que describe diferentes permisos y requisitos de la app. Por
ejemplo, en el manifiesto indicamos la versión mínima de la plataforma Android que
necesita nuestra app para funcionar correctamente o que nuestra app necesita acceder a la
agenda.

Los componentes de una app pueden ser actividades, servicios y receptores de


notificaciones. Las actividades tienen una interfaz de usuario, el entorno de ejecución de
Android necesita que estas interfaces siempre respondan al usuario en poco tiempo. Por
ello, impone límites al tiempo que la interfaz puede estar sin responder a eventos en la
pantalla. Las tareas de una actividad deben ser, por tanto, cortas. Si necesitas hacer tareas
largas, usa servicios (los servicios no tienen interfaz de usuario). Los receptores de
notificaciones se usan para tratar los avisos globales del sistema. Ejemplos de estos avisos
son los relativos a la batería o a la cobertura de la red móvil. Tampoco tienen interfaz, pero
pueden usar la barra de notificaciones.

Los recursos son contenido estático, es decir, no definen funcionalidad, se utilizan desde las
clases. Tener los recursos como ficheros independientes, nos facilita, entre otros aspectos,
reutilizarlos en diferentes apps, utilizando formatos estándares. Por ejemplo, podemos tener
imágenes como mapas de bits. También nos facilita lo que llamamos la
internacionalización, es decir, adaptar automáticamente nuestras apps a diferentes idiomas
y países. Por ejemplo, podemos cambiar el texto de una app dependiendo del país donde
está el dispositivo. También nos facilita la adaptación automática a diferentes
configuraciones de pantalla. Por ejemplo, tamaño, resoluciones u orientaciones. Por
ejemplo, podemos tener diferentes imágenes para la pantalla más pequeña de un
smartphone o la más grande de una tablet.

Android suministra una serie de recursos estándar que aparecen con la propia plataforma de
desarrollo, pero, además, cada una de las apps puede incorporar sus propios recursos. Los
recursos se usan en el entorno de desarrollo a través de los correspondientes asistentes
automatizados. Algunos de los tipos disponibles son: descripciones de partes de la interfaz
de las actividades, menús de las apps, especificaciones de estilo de la interfaz. Por ejemplo,
combinaciones de colores, fuentes de letras, tamaños, especificaciones de colores, gráficos
en distintos formatos, animaciones, texto, datos como ficheros XML. Cada recurso puede
tener asistentes automáticos especializados para su uso en una app. Aquí puedes ver el de
diseño de interfaz. Cuenta con un área de dibujo sobre la que colocamos diferentes
componentes visuales, para ello solo tenemos que arrastrar y soltar desde la paleta de
componentes.

El último elemento que forma parte de cualquier app Android es el manifiesto. El


manifiesto define algunas características generales de nuestra app. Las más importantes son
el nombre completo de la app (no podemos tener dos apps con el mismo nombre en un
mismo dispositivo móvil), los componentes que forman parte de la app (actividades,
servicios, receptores de notificaciones), los permisos que necesita nuestra app para
funcionar o que necesitan otras apps para utilizarla (por ejemplo, si necesitamos acceso a la
agenda), las librerías de código y los niveles mínimo y recomendado de la app y de
Android que necesita nuestra app para funcionar.

Aquí puedes ver el aspecto del fichero XML que contiene los datos del manifiesto.
Normalmente esta información se gestiona a través de la ayuda integrada en el entorno de
desarrollo mediante asistentes automatizados.

Una aplicación de Android se construye a partir de ciertos componentes preexistentes en


nuestra plataforma, los que hemos mencionado actividades, servicios y receptores de
notificaciones. La elección entre unos y otros depende, por ejemplo, de que nuestra
funcionalidad tenga o no interfaz de usuario y de que las tareas sean más o menos cortas.
Desde estos componentes de app, utilizaremos ciertos recursos que son ficheros externos.
El hecho de definirlos como recursos favorece la reutilización y permite participar a
expertos que no son programadores. El último componente de toda app Android es el
manifiesto, donde definimos algunas de las características generales de nuestra aplicación.
Por ejemplo, su nombre completo, los permisos que necesita para funcionar o los niveles de
la app y de Android que requiere. Con esta información sobre Android ya puedes empezar a
pensar en tu primera app. ¡Esperamos verla muy pronto!

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