Literatura Barroca

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Í N D I C E

Introducción ................................................................I

Encuentro de 2 mundos............................................1

La crónica como género histórico literario..........2

Cristóbal colon ............................3 - 5

Literatura colonial barroca .....................................6

Hernán Cortés ...............................7 - 8

Bernal Díaz del Castillo .....................9 - 10

Fray Bartolomé de las Casas ..................11 - 13

Inca Garcilaso de la Vega ....................14 - 15

Sor Juana de la Cruz .........................16 - 18

Conclusión ........................................................................II

Bibliografía ....................................................................III
La literatura colonial fue escrita por los cronistas y los dominadores.
Bajo el mundo de la censura, las limitaciones de la imprenta y la
óptica europea, los escritores verán publicar sus obras con enormes
dificultades. Surgió en la época de la colonia donde surgió la
colonización europea de América que comenzó con la llegada de
Cristóbal Colón al continente, que implicó la conquista de los
territorios donde vivían los aborígenes y la explotación de éstos.

Fue gran parte influenciada por España. Esta literatura mezcla la


cultura europea con la de América. En los temas general
encontramos el sueño por la independencia y la religión.

A continuación, en las siguientes páginas se estarán desglosando


términos como barroco o cronista adjunto a 6 de sus mayores
representantes.
La colonización europea del continente americano
fue un proceso histórico de apropiación y
ocupación de los territorios ultramarinos recién
“descubiertos” por Colón en el año 1492, por parte
de las grandes potencias europeas.

La literatura de la conquista de América es aquella


que fue producida por los primeros colonizadores
europeos que llegaron a América. Los diarios de
Cristóbal Colón son considerados como la primera
obra de literatura de la conquista de la Américas.
El movimiento literario barroco o literatura barroca es la corriente surgida durante el siglo XVII en
algunos países europeos y desarrollada, especialmente, en España en lo que se conoce como Siglo de
Oro.
El barroco se entiende como un período histórico y cultural sucedido después del Renacimiento, que
supuso una renovación y un movimiento social marcado por crisis económica, la ruptura de ideales y
el asentamiento del malestar general.
Esto quedó reflejado en la literatura de la época caracterizada por una elevada ornamentación
Uno de los aspectos más singulares de la literatura
barroca fueron las formas. Los escritores del
movimiento barroco trataron de alcanzar la
originalidad mediante la exacerbación de figuras
retóricas, lo cual dio como resultado textos de gran
complejidad lectora que pueden suponer un desafío
para el lector.
Se buscó salir de la “vulgaridad” a través de la
artificiosidad y la dificultad, tras las cuales, en
realidad, se tapaban ideas pesimistas sobre
distintos asuntos.
Como género histórico las crónicas escritas por soldados y misioneros inauguraron el panorama
literario del siglo XVI. frailes enseñaron la religión católica a los aborígenes. El teatro fue uno de
los medios que se empleó para evangelizarlos. La palabra crónica proviene del griego cronos que
significa tiempo.
Según el Diccionario de la lengua española
es narración histórica en que se sigue el
orden consecutivo de los acontecimientos.
Las crónicas como manifestaciones literarias
surgen del periodo de la conquista, porque
algunos cronistas, especialmente los
conquistadores, Con la intención de justificar
el hecho de la conquista relatan a la Corona
española sucesos muchas veces alejados de
la verdad y cuyo propósito era satisfacer sus
intereses personales.
Por el contrario, otros cronistas apegándose a la realidad, contaban a la corona las injusticias, los
excesos, las atrocidades, las crueldades y los abusos cometidos por los conquistadores en
perjuicio del aborigen. Se puede afirmar, sin lugar a duda, que las Crónicas de Indias representan
el punto de partida de la literatura hispanoamericana. Las crónicas ofrecen una visión directa de
testigos de la Conquista. Comienza el trasplante de cultura europea, la destrucción de las
civilizaciones precolombinas y el nacimiento de una sociedad que debería de florecer en el
periodo colonial con el signo de mestizaje.
CAR T O GR AF O Y N AVE GAN T E

Cristóbal Colón nació en el año 1451 en Italia.


Era hijo de un tejedor de lana y tuvo cuatro
hermanos más. Desde muy joven quería ser
marinero y cruzar los mares, así que empezó
estudiando las rutas marinas que existían y
trabajaba haciendo mapas y vendiéndolos.
A los 15 años empieza a navegar y a las 20 ya
se convierte en el capitán de un barco, el
capitán más joven de su época. Por
entonces los portugueses habían descubierto
la India en un viaje muy largo en barco, y
Cristóbal tuvo la idea de llegar a la India
haciendo una ruta mucho más corta que la
anterior
realizada por los primeros portugueses que llegaron hasta la India: atravesando el océano
atlántico. Atravesar el océano atlántico era muy peligroso, y cuando fue a visitar a los reyes de
Portugal en el año 1483 para que le ayudaran a comprar barcos y a conseguir marineros, los
reyes portugueses le dijeron que no y que jamás lo conseguiría. Cristóbal no abandonó su
sueño, viajó a España donde conoció a unos monjes que le ayudaron a hablar con los reyes de
España, aunque tardó siete años en poder reunirse con ellos.
Durante mucho tiempo él y sus marineros pensaban
que estaban solos en el mar y que no aparecería
ninguna orilla donde pudieran dejar sus barcos, pero
el 12 de octubre del 1492 acababan de descubrir un
nuevo continente: América, en el año 1479 se
había casado con Felipa Perestrello, que murió
seis años después de su casamiento. Con ella tuvo
un hijo que sería su heredero: Diego Colón. Durante
su vida hizo varias expediciones acompañado por
muchos marineros que le respetaban y le
admiraban. Murió en Valladolid el 20 de mayo de
1506.
C R I SÓ B A L C O L Ó N

"Mas me pareció que era gente muy pobre de todo.


Ellos andan todos desnudos como su madre los
parió, y tanbién las mujeres, aunque no vide más
de una harto moza. Y todos los que yo vi eran
todos mancebos, que ninguno vide de edad de más
de 30 años. Muy bien hechos, de muy hermosos
cuerpos y muy buenas caras. Los cabellos gruesos
casi como sedas de cola de caballos, y cortos. Los
cabellos traen por encima de las cejas, salvo
unos pocos detrás que traen largos, que jamás
cortan. Ellos no traen armas ni las conocen,
porque les mostré espadas y las tomaban por el
filo, y se cortaban con ignorancia. No tienen algún
hierro. Sus azagayas son unas varas sin hierro, y
algunas de ellas tienen al cabo un diente de pece,
y otras de otras cosas. Ellos todos a una mano
son de buena estatura de grandeza y buenos
gestos, bien hechos. Yo vi algunos que tenían
señales de heridas en sus cuerpos, y les hize
señas que era aquello, y ellos me mostraron como
allí venían gente de otras islas que estaban cerca y
los querían tomar y se defendían. Y yo creí y creo
que aquí vienen de tierra firme a tomarlos por
cautivos. Ellos deben ser buenos servidores y de
buen ingenio, que veo que muy presto dicen
todo lo que les decía. Y creo que ligeramente
se harían cristianos, que me pareció que ninguna
secta tenían. Yo, placiendo a Nuestro Señor, llevaré
de aquí al tiempo de mi partida seis a Vuestra
Alteza para que aprendan a hablar. Ninguna
bestia de ninguna manera vi, salvo papagayos
en esta Isla."
El primer viaje inició al zarpar del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 y pisó suelo
americano al descubrir las Bahamas el 12 de octubre de 1492 denominando el lugar en su diario
como un paraíso terrenal, en ese mismo viaje también descubrió Santo Domingo y Cuba para
regresar a Palos el 15 de marzo de 1493.

En su segundo viaje partió de Cádiz el 25


de octubre llegando a la Isla Guadalupe y
descubriendo Puerto Rico y Jamaica,
regresando a Cádiz el 11 de junio de
1496.

El tercer viaje inició zarpando desde Sanlúcar de Barrameda el 30 de mayo de 1498, llegando a
la Isla de Trinidad el 31 de julio, en este viaje exploró la costa de Venezuela. El 27 de agosto de
1499 Francisco de Bobadilla encarceló a Colón por órdenes de los reyes y lo envió a Cádiz
llegando el 25 de noviembre de 1500.

Su cuarto viaje fue el último, Zarpó de Sevilla


el 3 de abril de 1502 y llegó a Santo Domingo
el 29 de junio, exploró Honduras al llegar el 17
de julio, el 11 de septiembre partió desde
Santo Domingo de regreso a Europa
llegando a Sanlúcar de Barrameda el 7 de
noviembre.

Datos de Colón
CU R I O S I D AD E S

Cristóbal Colón no era su verdadero nombre.


Casi no pudo realizar su viaje histórico.
Era un verdadero tacaño.
La mitad de sus viajes acabaron mal.
Un gran capitán, pero un terrible gobernador.
Era un hombre sumamente religioso.
Traficaba esclavos.
LLIITERATURA

A finales del siglo XVI, la paulatina crisis del


imperio español marcó un nuevo rumbo a la
sensibilidad artística. Esta incertidumbre y
angustia encontró una vía de expresión en el
estilo barroco, con el que la literatura
española alcanzó su cima y llegó a su fin la
hegemonía política y cultural de España y
Europa.

El estilo barroco predominó durante el siglo XVII; se originó en Italia y alcanzó su pleno
desarrollo en España. Las producciones artísticas barrocas que se destacaron fueron la
pintura, la escultura, la arquitectura y desde luego, la literatura de Europa y de las colonias
españolas y portuguesas en América. Todas presentan como características principales: el
movimiento, los contrastes y los adornos . El lenguaje barroco es rico en metáforas, recursos
estilísticos y contrastes.
CO N Q U I S T AD O R E S P AÑ O L.

Hernán Cortés de Monroy y Pizarro


Altamirano, I marqués del Valle de Oaxaca,
fue un militar español que, a principios del siglo
XVI, lideró la expedición que inició la
conquista de México que significó el fin del
imperio azteca. Hernán Cortés nació en
1485 en Medellín de Extremadura, España.
Sus padres fueron los hidalgos Martín Cortés
y Catalina Pizarro. Aprendió a leer y
escribir. Aunque Hernán prefería ser
soldado, por insistencia de sus padres
ingresó a la Universidad de Salamanca para
estudiar leyes. Pero en 1504, abandonó sus
estudios para embarcarse en Sevilla rumbo al
Nuevo Mundo.
Al llegar a Santo Domingo, se puso al servicio de Diego de Velásquez y en 1511 lo acompañó en la
conquista de Cuba. En 1518 Velásquez lo puso al mando de la expedición a la conquista de
Yucatán (en México), pero sospechando una traición le revocó el encargo. Sin embargo, Hernán
Cortés aceleró su partida y abandonó Cuba el 10 de febrero de 1519. Al llegar a Yucatán fundó su
primera ciudad, Santa María de la Victoria. En tierras de los totonacas fundó la ciudad de
Villa Rica de la Vera Cruz. Aquí se proclamó Capitán General, para obedecer solo al Rey,
y no a Velásquez. El 16 de agosto de 1519, Hernán Cortés empezó la expedidición al interior de
México con 400 españoles y 13 000 indígenas. A mitad de camino logró el apoyo de los
tlaxcaltecas, implacables enemigos de los aztecas. Al enterarse de esto el emperador
Moctezuma II ordenó algunos ataques contra los españoles, pero no pudo evitar que
Hernán Cortes llegue a Tenochtitlan el 8 de noviembre de 1519. A los pocos días
Moctezuma fue hecho prisionero. A mediados de 1520 los aztecas se sublevaron y lograron
expulsar a los cristianos en la madrugada del 1 de julio de 1520 (“La Noche Triste”). En
Tlaxcala, Hernán Cortés organizó el retorno y después de varios meses de cruentos combates
logró conquistar Tenochtitlán y capturar al último Huey Tlatoani, Cuauhtémoc, el 13 de
agosto de 1521.
En 1529 viajó a España donde la Corona le otorgó el título de Marqués de Valle de Oaxaca. De
regreso a México organizó nuevas expediciones a Tehuentepec, Baja California y Sinaloa.
En 1540, volvió a España para gestionar nuevos títulos, pero tuvo que afrontar graves denuncias
de sus enemigos. Lo acusaban de apoderarse de una parte del quinto real y de ordenar el
asesinato de varios comisionados de la Corona. Instalado en el barrio de Castilleja de la
Cuesta, cerca de Sevilla, el Conquistador de México falleció el 2 de diciembre de 1547.

Hernán Cortés escribió cinco «relaciones» entre 1519 y 1526 para informar al rey de sus
acciones. Jacobo Cromberger, primer impresor de la Segunda, la llamó Carta de relación,
nombre que se generalizó a partir del siglo xix y por el que se identifican en la actualidad.
Se desconoce el paradero de los originales, si bien en la Biblioteca Nacional de Austria
(Codex Vindobonensis S. N. 1600) se conserva una copia manuscrita del siglo xvi de la
Segunda a la Quinta relación.

"Tienen sus mesquitas y adoratorios y sus


andenes todo a la redonda muy ancho, y allí
tienen sus ídolos que adoran, dellos de piedra
y dellos de barro y dellos de palo, a los
cuales honran y serven en tanta manera y con
tantas ciromonias que en mucho papel no se
podría hacer de todo ello a Vuestras Reales
Altezas entera y particular relación. Y estas
casas y mesquitas donde los tienen son las
mayores y mejores y más bien obradas que en
los pueblos hay, y tiénenlas muy ataviadas con
plumajes y paños muy labrados con toda
manera de gentileza. Y todos los días antes que
obra alguna comiencen queman en las dichas
mesquitas encienso, y algunas veces sacrifican
sus mesmas personas cortándose unos las
lenguas y otros las orejas y otros acuchillándose
el cuerpo con unas navajas. Y toda la sangre
que del los corre la ofrecen a aquellos ídolos,
echándola por todas partes de aquellas
mesquitas y otras veces echándola hacia el
cielo y haciendo otras muchas maneras de
cerimonias, por manera que ninguna obra
comienzan sin que primero hagan allí
sacrisficio.
Conquistador y cronista español. Desde joven se
decidió por la carrera de las armas y, debido a su
afán de aventuras, hacia 1514 se embarcó a
América viajando sucesivamente con las
expediciones de Pedro Arias de Ávila (a Darién, o
sea Centroamérica), Francisco Hernández de
Córdoba (a Yucatán) y Juan de Grijalva (a
Tabasco). Casado con Angelina Díaz, tuvo un hijo
llamado Diego. Desde el 18 de febrero de 1519 fue
soldado de las huestes de Pedro de Alvarado,
por lo que participó en la conquista del imperio mexica. Fue testigo presencial de la prisión y muerte de
los tlahtoanis Moctezuma II y Cuitláhuac, vivió la llamada «Noche Triste» y peleó por la toma de
México-Tenochtitlán. Al concluir ésta, se unió a la expedición de Gonzalo de Sandoval hacia
Coatzacoalcos y llegó a ser regidor de la villa del Espíritu Santo. Después participó en la conquista
de Chiapas y, en 1524, partió con Hernán Cortés a la conquista de las Hibueras (Honduras), que
resultó un fracaso, por lo que regresó por tierra a la ciudad de México.
Tras una prolongada estancia en esa ciudad, viajó en 1539 a España para reclamar sus derechos por
haber participado en la conquista de México, pero sólo obtuvo un corregimiento en el Soconusco.
Inconforme, continuó buscando una recompensa por parte de la corona española, por lo que hizo
Ahí llegó a sus manos el libro Historia fieneral de
las Indias escrito por el capellán de Cortés,
Francisco López de Gómara. Éste, sin haber estado
en México, hizo una descripción de la Conquista en
la que enaltecía la figura de don Hernán, a quien le
atribuyó todo el mérito de la Conquista. Molesto por
esta interpretación, Díaz del Castillo escribió su
propia versión en la crónica titulada Historia
verdadera de la conquista de la Nueva España.
"Creyendo que era isla, como nos lo certificaba el piloto Antón de Alaminos, íbamos con muy gran
tiento, de día navegando y de noche al reparo, y en quince días que fuimos desta manera
vimos desde los navíos un pueblo, y al parecer algo grande; y había cerca del gran ensenada y
bahía; creímos que habría río o arroyo donde pudiésemos tomar agua, porque teníamos gran falta
della, a causa de las pipas y vasijas que traíamos, que no venían estancas, porque como nuestra
armada era de hombres pobres, y no teníamos oro cuanto convenía para comprar buenas vasijas y
cables, faltó el agua, y hobimos de saltar en tierra junto al pueblo, y fue un domingo de Lázaro, y a
esta causa posimos aquel pueblo por nombre Lázaro, y ansí está en las cartas de marear, y el
nombre propio de indios se dice Campeche. Pues para salir todos de una barcada acordamos de
ir en el navío más chico y en los tres bateles con nuestras armas, no nos acacciese como en la
Punta de Cotoche. Y porque en aquellos ancones y bahías mengua mucho la mar, y por esta
causa dejamos los navíos anclados más de una legua de tierra y fuimos a desembarcar cerca del
pueblo. Y estaba allí un buen pozo de agua, donde los naturales de aquella población bebían, porque
en aquellas tierras, según hemos visto, no hay ríos, y sacamos las pipas para las henchir de agua y
volvernos a los navíos. E ya que estaban llenas y nos queríamos embarcar, vinieron del pueblo
obra de cincuenta indios, con buenas mantas de algodón y de paz y a lo que parescía debían
de ser caciques, y nos dicen por señas que qué buscábamos, y les dimos a entender que tomar
agua e irnos luego a los navíos, y nos señalaron con las manos que si veníamos de donde sale el sol,
y decían: «Castilan, castilan», y no miramos en lo de la plática del «castilan». Y después destas
pláticas nos dijeron por señas que fuésemos con ellos a su pueblo, y estovimos tomando consejo si
iríamos o no, y acordamos con buen concierto de ir muy sobre aviso. Y lleváronnos a unas casas muy
grandes, que eran adoratorios de sus ídolos y bien labradas de cal y canto, y tenían figurado en
unas paredes muchos bultos de serpientes y culebras grandes y otras pinturas de ídolos de malas
figuras, y alrededor de uno como altar, lleno de gotas de sangre, y en otra parte de los ídolos tenían
unos como a manera de señales de cruces, y todo pintado, de lo cual nos admiramos como
cosa nunca vista ni oída. Y según paresció, en aquella sazón habían sacrificado a sus ídolos
ciertos indios para que les diesen victoria contra nosotros, y andaban muchas indias riéndose y
holgándose, y al parecer muy de paz; y como se juntaban tantos indios, temimos no hubiese
alguna zalagarda como la pasada de Cotoche. Y estando desta manera vinieron otros muchos
indios, que traían muy ruines mantas, cargados de carrizos secos y los pusieron en un llano, y
luego, tras éstos, vinieron dos escuadrones de indios flecheros, con lanzas y rodelas y hondas y
piedras, y con sus armas de algodón, y puestos en concierto, y en cada escuadrón su capitán, los
cuales se apartaron poco trecho de nosotros; y luego en aquel instante salieron de otra casa, que
era su adoratorio de ídolos diez indios que traían las ropas de mantas de algodón largas, que les
daban hasta los pies, y eran blancas, y los cabellos muy grandes, llenos de sangre revuelta con
ellos, que no se pueden desparcir ni aun peinar si no se cortan; los cuales indios eran
sacerdotes de ídolos que en la Nueva España comúnmente se llamaban papas, y ansí los
nombraré de aquí adelante. "
R E LI GI O S O E S P AÑ O L

(Sevilla, 1474 - Madrid, 1566) Religioso


español, defensor de los derechos de los
indígenas en los inicios de la colonización
de América. Tuvo una formación más bien
autodidacta, orientada hacia la teología, la
filosofía y el derecho. Pasó a las Indias en 1502,
diez años después del descubrimiento de
América; en La Española (Santo Domingo) se
ordenó sacerdote en 1512 (fue el primero que lo
hizo en el Nuevo Mundo) y un año después
marchó como capellán en la expedición que
conquistó Cuba. conmovido por los abusos de
los colonos españoles hacia los indígenas y
por la gradual extinción de éstos,
Bartolomé de Las Casas emprendió desde entonces una campaña para defender los
derechos humanos de los indios; para dar ejemplo, empezó por renunciar él mismo a la
encomienda que le había concedido el gobernador de Cuba, denunciando dicha institución
castellana como una forma de esclavitud encubierta de los indios (1514).
Insistiendo en la evangelización como única justificación de la presencia española en
América, propuso a la Corona reformar las Leyes de Indias, que en la práctica se habían
demostrado ineficaces para poner coto a los abusos. Las Casas proyectaba suprimir la
encomienda como forma de premiar a los colonos y replantear la colonización del continente
sobre la base de formar comunidades mixtas de indígenas y campesinos castellanos (hacia una
economía colonial más agrícola que minera); para la isla de La Española, dado el hundimiento
de la población indígena y su supuesta incapacidad para el trabajo, sugería una colonización
enteramente castellana, reforzada con la importación de esclavos negros africanos (cuya
explotación consideraba legítima, en un exceso de celo por proteger a los indios).
El acceso al trono de Carlos I de España permitió a Las Casas ser escuchado en la corte, de
manera que en 1520 la Corona le encargó un plan de colonización en Tierra Firme según sus
propuestas; pero el proyecto fracasó por la resistencia de los indios, las represalias de los
colonizadores y la mala selección del personal (se enrolaron muchos participantes en el
movimiento de las Comunidades de Castilla, huyendo de la persecución consiguiente a su
derrota); obligado a transigir en los principios para obtener apoyos locales, acabó por
desistir del empeño en 1522.
Por entonces decidió ingresar en la orden dominicana (1523) por motivos religiosos y
estratégicos, pues dicha orden venía defendiendo la dignidad de los indios desde el
comienzo de la conquista, mientras que los franciscanos sostenían el punto de vista de los
colonizadores. En 1537-38 dirigió otra empresa de colonización en Guatemala, esta vez con
más éxito, pues obtuvo el control del territorio por medios pacíficos y desterró de allí
la práctica de la encomienda, aunque el tributo indígena que implantó en su lugar conducía
muchas veces a la servidumbre personal como forma de pago.
Las ideas de Las Casas tuvieron eco en la metrópoli, donde hacia 1540 se desató el debate
sobre los títulos con los que España ejercía el dominio sobre las Indias. De la misma época
data la revisión de la legislación indiana, con la adopción de las llamadas Leyes Nuevas
(1542-43), en las que quedaron reflejados algunos puntos de vista lascasianos: la
consideración de los indios como hombres libres que no podían ser esclavizados ni
sometidos a trabajos penosos y la prohibición de crear nuevas encomiendas, disolviendo de
inmediato las de eclesiásticos y oficiales reales.
En 1543, además, Las Casas fue nombrado obispo de Chiapas (México), aunque la hostilidad
de sus feligreses por sus rigurosas exigencias morales le hizo regresar a Castilla en
1547 para no volver nunca. Una nueva controversia sostenida con Juan Ginés de
Sepúlveda acerca de la licitud de la guerra contra infieles a los que no se hubiera dado
a conocer el Evangelio (1550) se plasmó en las Instrucciones de 1556, que exigieron de los
colonizadores españoles una actitud pacífica y misional hacia los pueblos de América aún no
conquistados. Desde 1551 hasta su muerte, Las Casas fue nombrado procurador de indios,
con la misión de transmitir a las autoridades las quejas de la población indígena de toda
la América española. Insatisfecho con lo logrado y dispuesto a seguir luchando (a pesar de
recibir una pensión vitalicia de la Corona), Las Casas publicó en 1552 una serie de
escritos críticos, entre los que se incluía la Brevísima relación de la destrucción de las
Indias; en ella denunciaba los abusos de la colonización española con una amplitud
de miras incomprensible para su época, pero con tal acritud que sería empleada con
fines propagandísticos por los enemigos de los Habsburgo, contribuyendo a engrosar la
llamada
«leyenda negra».
"Todas estas universas e infinitas gentes a
todo género crió Dios los más simples, sin
maldades ni dobleces, obedientísimas y
fidelísimas a sus señores naturales e a los
cristianos a quien sirven; más humildes, más
pacientes, más pacíficas e quietas, sin rencillas
ni bullicios, no rijosos, no querulosos, sin
rencores, sin odios, sin desear venganzas, que
hay en el mundo. Son asimismo las gentes
más delicadas, flacas y tiernas en complisión e
que menos pueden sufrir trabajos y que más
fácilmente mueren de cualquiera enfermedad,
que ni hijos de príncipes e señores entre
nosotros, criados en regalos e delicada vida,
no son más delicados que ellos, aunque sean
de los que entre ellos son de linaje de labradores
"Son también gentes paupérrimas y que menos poseen ni quieren poseer de bienes temporales;
e por esto no soberbias, no ambiciosas, no codiciosas. Su comida es tal, que la de los
sanctos padres en el desierto no parece haber sido más estrecha ni menos deleitosa ni
pobre. Sus vestidos, comúnmente, son en cueros, cubiertas sus vergüenzas, e cuando mucho
cúbrense con una manta de algodón, que será como vara y media o dos varas de lienzo en
cuadra. Sus camas son encima de una estera, e cuando mucho, duermen en unas como
redes colgadas, que en lengua de la isla española llamaban hamacas".
IINCA
GARCIILLASSO

Inca Garcilaso de la Vega, nació el 12 de


abril de 1539, hijo del capitán Sebastián
Garcilaso de la Vega y de la ñusta Isabel
Chimpu Ocllo, nieta del Inca Tupac Yupanqui.
Fue bautizado con el nombre de Gómez Suárez
de Figueroa y se tienen algunas noticias de
su infancia y juventud a partir de sus obras.
De pequeño le gustaba oír las historias que
contaban sus parientes maternos
destacando entre ellos su tío Cusí Huallpa.
Cuando tenía cinco años estalló la rebelión de Gonzalo Pizarro a la cual su padre no quiso
plegarse, huyendo de la revuelta. Su casa fue asaltada y su familia estuvo a punto de perecer.
Siendo ya joven tuvo la oportunidad de conocer a Sayri Tupac, uno de los incas de Vilcabamba,
quien saliendo de su refugio se sometió a la autoridad del rey de España. Acudió con su familia a
verlo y participó en los juegos ecuestres de caña organizados en su honor. Sufrió con la separación
de sus padres, pues el capitán Garcilaso dejó definitivamente a su concubina por una dama
española.
Zarpó del Callao el 23 de enero de 1560, desembarcó en Sevilla y se dirigió a Córdoba en
busca de sus familiares. Fue recibido en Montilla con afecto y curiosidad por parte de los
marqueses de Priego y otros poderosos parientes paternos, sin dejar de sentir una cierta
incomodidad pues era hijo natural y carecía de títulos legales para acceder a la condición de
hidalgo. Para hacerse un nombre se alistó en la guerra de las Alpujarras, pero no recibió
ningún reconocimiento por sus esfuerzos y se retiró a Montilla, aunque desde entonces
antepuso a su firma la palabra capitán. Cultivó la amistad de su tío Alonso de Vargas, quien al
morir le dejó en herencia un terreno en Córdoba, y nuestro personaje se mudó allí en
1588. En 1589 apareció su traducción de los Diálogos de amor de León el Hebreo,
presentándose en el prólogo como testigo de su propia ascendencia mixta y como hijo del
Cuzco, ciudad a la que definió como cabeza de imperio. Compuso después la desdichada
jornada que emprendiera el conquistador Hernando de Soto en Norteamérica y que lleva por
título La Florida del Inca, basada en el testimonio de Gonzalo Silvestre.
En 1609 apareció publicada en Lisboa la primera parte de su obra cumbre Comentarios
Reales, con la cual quiso cumplir la obligación que a su patria y a sus parientes debía,
escribiendo sobre sus gobernantes, costumbres, leyes y religión. Murió en Córdoba el 22 de abril
de 1616, diez días después de haber cumplido los 67 años. Su cuerpo se encuentra enterrado
en la Mezquita- Catedral de Córdoba.

Género
Año Obra Editorial Ciudad
literario

Traducción de los ''Diálogos Filosofí


1590 Madrid
de amor'' de: León Hebreo a

1605 La Florida del Inca Historia Pedro Crasbeeck Lisboa

1609 Comentarios Reales de los Historia Pedro Crasbeeck Lisboa

1617 Incas Vda. de Andrés


Historia Córdoba
(póstuma) Barrera
Historia General del Revista de Historia
1929 Perú Historia y de Genealogía Lisboa
(póstuma)
Española
Genealogía o Relación de la

El adelantado Hernando de Soto, gobernador y capitán general que fue de las provincias y señoríos
del gran reino de la Florida, cuya es esta historia, con la de otros muchos caballeros españoles
e indios, que para la gloria y honra de la Santísima Trinidad, Dios Nuestro Señor, y con deseo
del aumento de su Santa Fe Católica, y de la corona de España pretendemos escribir, se halló
en la primera conquista del Perú y en la prisión de Atahualpa, rey tirano, que, siendo hijo bastardo,
usurpó aquel reino al legítimo heredero y fue el último de los incas que tuvo aquella monarquía, por
cuyas tiranías y crueldades que en los de su propia carne y sangre usó mayores, se perdió aquel
imperio, o a lo menos por la discordia y división que en los naturales su rebelión y tiranía causó,
se facilitó a que los españoles lo ganasen con la facilidad que lo ganaron (como en otra parte
diremos con el favor divino), de la cual, como es notorio, fue el rescate tan soberbio, grande y
rico que excede a todo crédito que a historias humanas se puede dar, que según la relación de
un contador de la hacienda de Su Majestad en el Perú, que dijo lo que valió el quinto de él. Y por el
quinto, sacando el todo y reduciéndole a la moneda usual de los ducados de Castilla de a 365
maravedís cada uno, se sabe que valió 3.293.000 ducados, y dineros más, sin lo que se
desperdició sin llegar a quintarse, que fue otra mucha suma. De esta cantidad, y de las ventajas
que como a tan principal capitán se le hicieron, y con lo que en el Cuzco los indios le presentaron
cuando él y Pedro del Barco solos fueron a ver aquella ciudad, y con las dádivas que el mismo rey
Atahualpa le dio (ca fue su aficionado por haber sido el primer español que vio y habló), hubo
este caballero más de 100.000 ducados de parte.
Nacida en México (1648), Juana Inés de
Asbaje y Ramírez de Santillana, conocida en
todo el mundo como Sor Juana Inés de la
Cruz, fue una monja y escritora que dio
mucho de qué hablar en su tiempo.
Sor Juana Inés fue considerada desde
pequeña como una niña muy inteligente, un
caso prodigio, pues aprendió a leer y a
escribir a los 3 años, cuando la mayoría de los
niños logran ambas cosas pasadas los 5
años y en aquella época muchos no
llegaban ni a conseguirlo.
Era una niña muy activa y curiosa, le gustaba mucho leer y hacer preguntas. Para la época, no
se esperaba que una niña que cuestionara tantas cosas ingresara en un convento, pero Juana
Inés lo hizo.
Se dice que ella no era realmente una persona religiosa, pero para esos tiempos las mujeres se
casaban a muy temprana edad y, siendo Juana Inés una niña muy inteligente, prefirió quedarse en el
convento para no casarse sin estar enamorada y para poder seguir estudiando.
Esta decisión le permitió continuar con sus estudios en lugar de tener que mantenerse en casa, algo
que ella deseaba con muchas ganas porque a las mujeres en aquella época (aunque cueste creerlo)
no se les permitía estudiar más allá de la educación básica.
Durante sus años de religiosa tuvo la oportunidad de escribir música, poesía, obras teatrales y hasta
realizó experimentos científicos.
No por ello Sor Juana se desligó de la vida religiosa ya que, al contrario, muchos de sus escritos
invitaban a la reflexión sobre la religión por los que se metió, además, en algunos líos, dado que aquel
era un trabajo casi exclusivo para los hombres religiosos.
De hecho, que Sor Juana Inés insistiera en seguir escribiendo y reflexionando, a pesar de todas
las críticas y amenazas, es la causa principal de que aun la recordemos en nuestros días, pues abrió
paso a muchas mujeres en el camino de la literatura y la filosofía.
Lamentablemente, luchar sola contra tantas personas la puso muy triste. Tanto, que un día se rindió
ante las críticas, vendió todos sus libros y le dio ese dinero a los más pobres para dedicarse el resto de
sus días a las tareas más propias de una monja.
Finalmente, Sor Juana Inés de la Cruz murió enferma de peste en Ciudad de México, en el año 1695.
1)Los empeños de una casa. Estrenada en 1683, está inspirada en Los empeños de un acaso de
Calderón. Fue escrita con motivo del nacimiento del primogénito del virrey conde de Paredes.

2) Amor es más laberinto. Comedia teatral estrenada en 1689. Está basada en el mito de
Teseo.

3) Divino Narciso. Publicado en 1689, es considerado el auto sacramental mejor logrado


de Sor Juana Inés de la Cruz y de los mejores en su género.

Primera feminista de América


Lejos de querer cumplir con un mandato social que no coincidía con sus intereses personales, Sor
Juana luchó por conseguir -dentro de un contexto misógino y machista- la vida que deseaba con
un discurso feminista, único en la época colonial.
Música: Para celebrar cuál Fortuna: Yo, que tanta razón es ponerlo en opinión?
es de las dichas la mayor, llevo,
a la ingeniosa palestra a vencer, no a lidiar voy. Diligencia: Bien has dicho.
convoca a todos mi voz. Y pues lo eres
¡Venid al pregón: Acaso: Yo no vengo a disputar tú, y yo parte tuya soy,
atención, silencio, atención, lo que puedo darme yo. que la Diligencia siempre
atención! al Mérito acompañó;
Siendo el asunto, a quién Música: ¡Venid todos, venid, pues, aunque Mérito
puede venid al pregón seas, si no te acompaño
atribuirse mejor, de la más ingeniosa, lucida yo, llegas hasta merecer,
sí al gusto de la cuestión! pero hasta conseguir, no
Fineza, o del Mérito al ¡Atención, silencio, atención, —que Mérito a quien, de
sudor, atención! omiso, la Diligencia faltó,
¡venid todos, venid, venid al se queda con el afán,
pregón Mérito: Sonoro acento y no alcanza el galardón
de la más ingeniosa, lucida que llamas; —; pero supuesto que
cuestión! pause tu canora voz. ágora estamos juntos los
¡Atención, silencio, atención, Pues si el asunto es, cuál sea dos, pues el Mérito eres
atención! de las dichas la mayor, tú
y a quién debe atribuirse y la Diligencia yo,
(Salen el Mérito y la después su consecución, no hay que temer competencias
Diligencia, por un lado; y por punto que determinado de Fortuna.
otro la Fortuna y el Acaso.) por la natural razón
está ya, y aun sentenciado
Mérito: Yo vengo al pregón; —cómo se debe— a favor
más juzgo del Mérito, ¿para qué
que es superflua la cuestión.
Con esto hemos aprendido a conocer y familiarizarnos con la
literatura barroca procediendo a su investigación y sobre todo
comparación, el objetivo clave es saber identificarlo y ver la obra en
persona sacando las conclusiones oportunas de lo aprendido.

Con este estudio realizado centrado en la literatura barroco, hemos


podido descubrir las características principales y sus elementos
diferenciadores. Hemos aprendido que tanto de música, poesía,
obras y escritos. Se puede observar el gran esplendor y la gran
diversidad de sus formas, usando materiales nobles que
conjuntamente se unen creando una maravillosa obra.

Por tanto, aquí hemos descubierto a identificar, comparar,


comprender y sobre todo valorar la belleza de este estilo, que fue
uno de los estilos del siglo XVII que más impacta y continúa
impactando en la actualidad.
B I B L I O G R
A F Í A

El Divino Narciso / Sor Juana Inés de la Cruz | Biblioteca


Virtual Miguel de Cervantes (cervantesvirtual.com).
https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-divino-narciso-
-0/html/35d3e709-89db-4ea2-a2da-5813574edb00_2.html

Sor Juana Inés de la Cruz, el Fénix de México – España en la historia


(espanaenlahistoria.org)

Frases y fragmentos del Inca Garcilaso de la Vega (siocio.com)

1. Display-Texto y notas.indd (rae.es)


https://www.rae.es/sites/default/files/HOJEAR_Historia_verdadera_
de_la_conquista_de_la_Nueva_Espana.pdf

Cristóbal Colón: resumen biográfico - Toda Materia.


https://www.todamateria.com/cristobal-
colon/#:~:text=Crist%C3%B3bal%20Col%C3%B3n%20fue%20un%2
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