El Enojo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 46

EL ENOJO, DEFINICIÓN Y PRINCIPIOS

BÍBLICOS | Serie: Venciendo el Enojo.

Este es el primer tema de nuestra serie bíblica “Venciendo el Enojo”. Siempre es


bueno empezar con la definición del tema o la palabra clave. En este caso, la
nuestra es “el enojo” y como nuestro campo es la interpretación bíblica, vamos a
darle una definición bíblica.

EL ENOJO DESDE UNA PERSPECTIVA


BÍBLICA.

Primero veamos algunos principios o verdades básicas sobre el enojo:

1. El enojo está fuera de la voluntad de Dios para nuestras


vidas.
Esto es lo primero que tenemos que tener presente si queremos vencer nuestro
enojo: “Dios no nos hizo nuevas criaturas para vivir en enojo”.  (Efesios 2:10; 2
Corintios 5:17)

Si usted cree que convivir con enojo en el hogar y que hasta resolver sus asuntos
con ira o gritería es un tema natural o normal para un cristiano como lo es en toda
familia del mundo, déjeme decirle que está muy equivocado. ¿En verdad cree que
Dios nos ha separado del mundo para al final vivir de la misma manera en cómo
vive el resto de las personas? ¿Pues no verdad? (Filipenses 2:15).

Dios nos promete una vida abundante en Cristo (Juan 10:10), y para disfrutar de
esa vida no es necesario esperar a estar en la eternidad, usted puede gozar de esa
vida desde ahora. Una vida llena del Espíritu; cuyos frutos son el amor, el gozo, y la
paz, esta es la vida que Dios ha diseñado para su amada iglesia. Él anhela cosas más
altas, y más sublimes para nosotros.

Somos una generación de hombres nuevos, llamados a vivir de un modo diferente,


y el enojo está totalmente fuera de ese llamado. El cristianismo de hoy en día, y
especialmente para los latinos, se ha tornado en un cristianismo de fachadas y de
máscaras, la vida religiosa ahora rige en las iglesias. Es tiempo de tomar conciencia
sobre lo que Dios está buscando, y comenzar a rendirle verdadera adoración, el
culto somos nosotros mis amados hermanos. (Romanos 12:1)

2. El enojo demuestra si estás enfocado en el “YO”.

El enojo en la Biblia es una de las tantas maneras en las que se puede demostrar si
estamos enfocados en el “yo” o en Cristo. En Juan 14:15, Jesús demanda: “si me
amáis, guardad mis mandamientos”. Si amamos a Jesús en primer lugar, nos
complacerá y nos deleitaremos en guardar el mandamiento de vivir despojándonos
del enojo.
El mismo Señor nos enseñó y demostró que sus mandamientos no son gravosos (1
Juan 5:3). Cuando nuestro amor por Cristo es ferviente, no solo es más fácil
obedecerle, sino también más deleitoso. Se disfruta y se goza en el Espíritu cuando
obedecemos por amor. Muchas veces se ha tomado al tema del enojo como una
regla a cumplir nada más porque sí, pero nosotros queremos referirnos a ello como
una abundancia de vida plena, que se logra por medio del amor a Cristo. Así que, si
estas lidiando con el enojo en tu vida, no importa el porcentaje en que lo hagas, ello
está demostrando que aún estas enfocado más en tu “yo” que en Cristo.

"y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel
que murió y resucitó por ellos" (2 Corintios 5:15)

3. El enojo es una característica del viejo hombre.

Este hombre está viciado conforme a los deseos engañosos de la carne. Efesios


4:22-23; dice  lo siguiente: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del
viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el
espíritu de vuestra mente”. Y en este mismo contexto sigue diciendo: “Airaos, pero
no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (v.26). Con esto, Pablo nos da a
entender que el enojo es una característica de nuestro viejo hombre y no del nuevo
creado en Cristo Jesús.

Se entiende entonces, que el enojo pertenece a una forma de vida pasada. Todos
sabemos de memoria el texto que dice: “De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
(2Cor. 5:17) Pero la gran mayoría falla en su interpretación, ya que se tiende a
tomar este texto como un aliento para que tu pasado no te moleste más. Pero,
según el contexto inmediato, es más razonable aplicarlo al hecho de que seamos
nosotros los que no molestemos a Dios con una manera de vivir que pertenece al
pasado.
4. El enojo debe ser visto como pecado.

La Biblia también nos dice que el enojo es una de las tantas obras de la carne, esto
es producto de haber cedido al deseo de nuestro “yo”. Gálatas 5:16 dice:

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”.

Después de este explícito mandamiento, la Escritura menciona en este capítulo una


lista de obras malas, que son resultado de satisfacer los deseos de la carne (Gá.
5:19-21). En esta lista, el enojo y la ira son puestos al mismo nivel que el adulterio y
el homicidio. Todas las cosas que son mencionadas aquí, son evidencias del control
de la carne y el enojo no es la excepción. Por lo tanto el enojo es un claro indicio de
que alguien está siendo controlado por su carne y no por el Espíritu de Dios.

Por otro lado, la Biblia es clara al dar mandamientos exactos contra el enojo: “Deja
la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.” Salmos
37:8 – “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia,
blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.” Colosenses 3:8. Por lo tanto,
ceder al enojo es desobediencia contra Dios.

Visto de esta manera, el enojo tiene que entenderse como pecado. Es así como Dios
lo ve. 

5. El enojo es la puerta hacia otros pecados.

Desarrollaremos un capítulo, más adelante, en el que veremos como el enojo nos


lleva a cometer otros pecados si es que no se aprende a reaccionar adecuadamente
ante este.

El enojo es la puerta abierta a muchos otros pecados, tales como: Idolatría,


hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas (Gálatas
5:20-21).

Recordemos lo que Dios le dijo a Caín cuando estaba enojado: “El pecado está a la
puerta” Un corazón enojado es un terreno amplio para las maquinaciones de
Satanás. Tengamos la mejor disposición en mantener diligencia sobre este asunto

DEFINICIÓN BÍBLICA DEL ENOJO Y LA IRA.

En base a los principios mencionados, nuestra definición bíblica para el enojo, será:

Un fuerte disgusto producido desde nuestro interior, incentivado por factores


externos pero concebidos en nuestra naturaleza pecaminosa. Una vida en enojo
es una vida enfocada en el “yo” y no en Cristo. Por lo tanto, toda vez que nos
dejamos controlar por el enojo estamos pecando contra Dios y demostrando que
nuestro viejo hombre es el que predomina en nosotros en lugar del Espíritu Santo
de Dios. 

CONSECUENCIAS AL FALLAR EN
“DESPOJARNOS DEL ENOJO” | Serie: Venciendo
el Enojo.
Recordemos nuestro principio clave:

“ES LA VOLUNTAD DE DIOS QUE SUS HIJOS CONVIVAN SIN ENOJO”

Este Principio está basado en los versos que dicen:

"Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda


malicia, Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos
a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo." Efesios 4:31-32

Por lo tanto, andar y convivir en el enojo es pecado contra Dios, y como todo
pecado trae sus consecuencias, fallar en despojarnos del enojo también las tiene. Te
enumeraré algunas de las principales.

CONSECUENCIAS DEL ENOJO Y LA IRA:


 CONTRISTAMOS AL ESPÍRITU SANTO.
 LE DAMOS LUGAR A SATANÁS. 
 OPACAMOS EL TESTIMONIO.
 ROMPEMOS LA UNIDAD DEL CUERPO.
 TE ACERCA MÁS AL PECADO.
 IMPIDE LA ORACIÓN Y LA COMUNIÓN.

Ahora, hablemos un poco de cada punto:

1. CONTRISTAMOS AL ESPÍRITU SANTO.

El Espíritu Santo está morando en el cuerpo del creyente (1Corintios 6:19). Por lo
tanto, está presente en cada situación cotidiana de la vida de todo hijo de Dios. El
Espíritu es tan sensible que tan solo una palabra mal dicha de nuestras bocas puede
empezar a contristarle, [Contristar: Afligir, Entristecer]

El detalle con esto es que si hacemos que el Espíritu se contriste dentro nuestro,
entonces dejaremos de ser llenos del Espíritu para pasar a ser controlados por la
carne. Y en este estado, el Espíritu no podrá hacer su obra de una manera plena en
nosotros. Su fruto no se mostrará en nosotros (Gá.5:22,23), por el contrario, sólo se
manifestarán las obras de nuestra carne (Gá. 5:17-21).

En Efesios 4:30, el mandato a no contristar al Espíritu, está en medio de un


contexto sobre palabras mal dichas, riñas y enojos.

Leamos con atención:

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para
la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.  Y no contristéis al
Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia.” Efesios 4:29-31.

2. LE DAMOS LUGAR A SATANÁS.

Sigamos en el mismo contexto, el de Efesios. Estos capítulos son claves porque


hablan mucho de la vieja y la nueva naturaleza, y ya hemos visto que el enojo es
una característica de nuestra antigua naturaleza.

Al Diablo le encanta apelar a nuestro viejo hombre para seducirnos con el pecado.
Cada vez que el cristiano sede al enojo y a la ira, es un blanco fácil para el enemigo.
Toda vez que somos controlados por la carne suceden dos cosas:

 El Espíritu se contrista.
 Satanás nos seduce más fácilmente.

"Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo” Ef. 4:26-27

3. OPACAMOS EL TESTIMONIO DE CRISTO.

En el caso de la iglesia de los Corintios, una iglesia cuyos miembros era controlados
más por la carne que por el Espíritu, vemos como habían quienes llevaban sus
disputas con tal enojo, que iban hasta los tribunales delante de incrédulos a
pleitear. Pablo censura esto como una falta grave al testimonio de Cristo y al de Su
iglesia, (1 Corintios 6:1-8).

También, en 1Timoteo 3:1-9, se da una lista de atributos de carácter, que no sólo el


pastor debe cumplir, también debe cumplirlo todo cristiano. En medio de esta lista
encontramos  lo siguiente:
"no pendenciero (no dado a pelear con enojo), …sino amable, apacible, También
es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en
descrédito” 1Tim.3:2-7

Cuando el enojo domina, el testimonio se daña. Si  el testimonio se daña, el poder y 


la autoridad del creyente se pierden.

.4. ROMPEMOS LA UNIDAD DEL CUERPO.

La Biblia dice que, en cuanto dependa de nosotros, debemos estar en paz con todos
los hombres (Rom.12:18,19). También nos dice que todo creyente tiene que
mostrarse solícito en guardar la unidad del Espíritu, en el vínculo de la paz (Ef.4:2-
3).

Por lo tanto, toda vez que convivimos en enojo, estos principios de paz y unidad se
rompen, y quedamos fuera de la voluntad de Dios; por lo que asumiremos las
consecuencias propias de ello.

.5. TE ACERCA MÁS AL PECADO.

Todos recordamos la historita de Caín, sabemos que todo no comenzó con el deseo
de matar, todo empezó con el enojo de Caín. Dios le había advertido que el pecado
estaba a la puerta debido a su enojo; pero el no hizo caso y todos sabemos los
resultados y sus consecuencias (Génesis 4:4-7).

También la Biblia nos relata un conjunto de pecados que resultan del enojo, tales
como:  “Enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras…amargura, gritería y maledicencia, y toda
malicia” Gálatas 5:19-21; Efesios 4:31

¡MUCHO CUIDADO! 
6. IMPIDE LA ORACIÓN Y LA COMUNIÓN.

Una de las áreas más típicas en donde encontramos mucho enojo quizás sea en las
relaciones matrimoniales. Al parecer la historia de Adán y Eva se sigue repitiendo,
los cónyuges siempre están buscando quien es el culpable. Y por eso, esta vez los
pondré como un claro ejemplo de convivir en enojo y su resultado negativo en la
vida de oración y comunión con Dios y los demás.

Pedro les dice a las esposas que aprendan a ser sumisas a sus maridos; y a estos,
que aprendan a vivir con sus esposas sabiamente (no me digan que no se puede
notar todo un ambiente de enojo y amargura aquí).

Bueno la Respuesta era simple, ambos tenían que vivir sabiamente y les da una
buena motivación: “Para que vuestras oraciones no tengan estorbo”. (1Pedro 1:1-
7)

Claro, ¿Quién quiere orar cuando está enojado? ¿Quién puede servir con devoción
cuando esta amargado? ¿Esto no afecta acaso nuestra relación con Dios? ¿Esto no
afecta también nuestra relación con los demás, incluso con los que no están
involucrados en el problema? 

CONSECUENCIAS FÍSICAS DEL ENOJO Y LA IRA:

“NotiMex creo una infografía en español con datos propios y del Centro
Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara que nos
muestra que es lo que sucede al enojarnos y nos ofrece algunas recomendaciones a
seguir para tratar de evitarlo o al menos reducir las consecuencias que provoca. “
(Fuente: http://geeksroom.com )

Lo que le sucede a tu cuerpo al enojarte:


1. El corazón bombea sangre con mayor rapidez y la envía a los músculos del
cuerpo por si hay que correr o defenderse.
2. Se crean más plaquetas y se pone en marcha el sistema inmunológico por

si hay alguna herida en el cuerpo.


3. Se siente fatiga y hambre.

4. Las células cargadas de los lípidos liberan grasa en el flujo sanguineo.

5. Las paredes de las arterias se deterioran y la gra cumulada se transforma

en colesterol malo.
6. Principal consecuencia: ENVEJECIMIENTO, 3 mil veces más rápido de lo

normal.
7. En estos estados emocionales se eleva tres mil veces los riesgos a la salud,

ya que el cuerpo eleva la producción de micro-enfermadores subcelulares.

Este es un articulo en el que se evalúan los daños causados en el cuerpo por el


enojo. Los cientificos recomiendan algunos tips como: Vivir tranquilo, dieta sana,
ejercicios, reír más y hasta enamorarse. A la verdad, son buenos consejos, pero no
son eficaces contra la raíz del enojo. Dios nos muestra que el agente del enojo
somos nosotros mismos, desde nuestro interior. Es por ello que nosotros queremos
llevarte a la fuente principal de paz, el Dios de paz (Filipenses 4:9).

Recuerda:

TU NO ERES UNA VÍCTIMA DEL ENOJO, ERES LA RAÍZ DE TU ENOJO

CONCLUSIÓN.

Para meditar ¿verdad? No es el deseo de Dios que sus hijos vivan y convivan así. Él
nos quiere en un ambiente de libertad, de devoción, de hogar cristiano; donde reine
la comunión, la paz, la ayuda mutua, la pureza, el buen testimonio y la humillación;
también la oración, el poder de la llenura del Espíritu y ¡mucho más!
No perdamos lo más valioso, solo por no despojarnos de nuestro enojo a tiempo.
Recuerda siempre estos versos:

"Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para
hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de
Dios." Santiago 1:19-20

ENOJO, LA PERSPECTIVA DE DIOS Y SU


ESPERANZA | Serie: Venciendo el Enojo.

Las personas suelen justificar su enojo y no lo toma con la gravedad o la seriedad


con que debe de tomarse. Los diccionarios definen al enojo, como un “gran
disgusto” o simplemente como un cambio de “animosidad”. Dios también tiene su
manera de ver al enojo, él ve al enojo como “pecado”. Pues, mancha la santidad de
Dios y su obra en el creyente. Además, como ya habíamos observado, el enojo esta
fuera de la voluntad de Dios para nuestras vidas y su mandato es despojarnos de
aquello. Por lo tanto, el enojo es pecado para Dios y contra Dios, así debería de ser
también para nosotros y para cada uno de sus hijos.
He podido notar en diferentes casos de consejería, y cuando me ha tocado enseñar
sobre este tema, que para muchas personas el despojarse del enojo es como una
utopía, un sueño casi imposible de alcanzar. Bueno, precisamente para estas
personas, el ponerse de acuerdo con Dios y ver al enojo como pecado, en contra de
su santidad, es el primer paso en su camino para vencerlo.

Para que puedas quitar definitivamente el enojo de tu forma de vivir y de


relacionarte con los demás, tienes que entender algunos principios claves, y
hacerlos personales, tales como:

1. El enojo es pecado contra Dios.


2. El enojo está fuera de la voluntad de Dios para tu vida.

3. El enojo se mantiene vivo mientras tu egocentrismo esté vivo.

4. El enojo es parte de tu vieja naturaleza y de tu antiguo modo de vida.

5. El enojo puede salir de tu vida si te rindes ante Dios y te mantienes sensible

y sumiso a Su voluntad.

“Una vida de obediencia mantendrá al enojo alejado de nosotros”

LA ESPERANZA DE DIOS FRENTE AL ENOJO.

Hay un motivo especial de esperanza frente al enojo en la Biblia. Se trata del


mandamiento de Dios. Al examinar el mandamiento de Dios contra el enojo
aprendemos muchos principios que traerán aliento a nuestro corazón. Estos
principios te ayudarán a comprender Su punto de vista y te animarán a emprender
este camino de victoria sobre el enojo y la ira.

Dios te ordena despojarte de tu enojo:


“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia,
blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.” [Col 3:8]
Muchos ven al mandamiento de Dios como algo gravoso y hasta a veces sin sentido.
Pero mirémoslo de otra manera, veamoslo como él lo ve. De esta manera
cambiaremos nuestra mentalidad y rescataremos muchos principios como:

1. Cada mandamiento de Dios está expresado para su propia


gloria.

Pensemos que Dios nos está puliendo como a joyas preciosas. La calidad y belleza
de las joyas dan crédito a la mano de su diseñador. Así, Dios quiere que vivamos
despojándonos del enojo porque quiere glorificarse en nuestras vidas. Él quiere
hacer una obra por medio de nosotros para mostrarse al mundo que nos rodea.
Pero antes, tenemos que sacar esas cosas que opacan su luz.

“Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.”


Salmos 37:8

Entender que un Dios tan grande y maravilloso quiere glorificarse en nuestras


vidas nos ayudará a despojarnos del enojo.

2. Cada mandamiento de Dios está expresado dentro de


nuestras posibilidades.

Si analizamos bien, Dios nos conoce lo suficiente como para saber si podemos o no
podemos cumplir con un mandamiento suyo. Entonces, si Dios te pide despojarte
del enojo es porque sabe perfectamente que puedes hacerlo.

Entender este principio, te ayudará a despojarte de toda excusa que pueda venir a


tu mente y te hará ver el proceso como algo más fácil de lo que parecía.
3. Cada mandamiento de Dios está expresado con los detalles
necesarios para poder cumplirlos.

Dios no solo te ordena algo, sino que te provee la ayuda necesaria para que puedas
lograrlo. En otras palabras no sólo te dice “qué” debes hacer sino “cómo” debes
hacerlo.

Por medio de esta dirección podemos hacer una lista de las cosas que Dios ha
provisto para ayudarte a cumplir sus mandamientos:

 Su Espíritu Santo.
 Su sabiduría.
 Su poder y fortaleza.
 Sus promesas.
 Sus siervos.
 Su Iglesia.

Nunca estarás sólo en tu lucha contra el enojo, solamente tienes que invertir un
tiempo para alimentarte de la Palabra de Dios, la cual te guiará paso a paso en la
manera que debes obrar para cumplir el mandamiento divino de vivir libre de los
poderes del enojo y de la ira.

CONCLUSIÓN:
Entonces, como hemos visto, LA BIBLIA nos ofrece esperanzas. Es la palabra de
Dios garantizándonos que podemos librarnos de todo el peso del enojo y sus
consecuencias. Y así, Dios pueda glorificarse en cada una de nuestras vidas y
relaciones personales. Recuerda que este mundo ya tiene bastantes palabras, lo que
precisa es ver vidas transformadas por el poder y la palabra de Dios; lo que precisa
es ver a Cristo en nosotros. Recuerda siempre que somos esos luminares que les
alumbrará en la verdad hacia Cristo.

Algunos consejos prácticos para vencer el enojo.

1. Quita de tu vocabulario la palabra imposible.


Es Dios quien te garantiza que puedes vivir una vida sin enojo, y sin ira.
“Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos
santas, sin ira ni contienda.” 1 Timoteo 2:8 
2. No pierdas las esperanzas.

En esta lucha por vencer el enojo, seguramente caerás varias veces. Tu meta
es obedecer y glorificar a Dios, así que debes levantarte y seguir adelante, él
sabe hasta donde puedes dar. Dalo todo y él hará su obra maravillosa. “No
os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios,
que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” 1
Corintios 10:13
3. Acoge tu responsabilidad.

Por más duro que sea, ten siempre presente que es tu responsabilidad
despojarte del enojo y actuar sin este en cada área de tu vida. El enojo no
debería ser considerado un invitado de honor, en cambio el Espíritu Santo
sí. No Evadas jamás esa responsabilidad ni busques culpables. Si te enojas el
único responsable eres tú. “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no
satisfagáis los deseos de la carne.” Gálatas 5:16 
4. Comparte esta esperanza.

Ahora, quizá tu puedas tomar este estudio con mucha ligereza. Quizá porque
para ti el enojo no es mucho problema. Quizá tu temperamento te ayude y
eres alguien calmado y sobrio. Pero, déjame decirte que no en vano invierto
tiempo para poder compartir estos estudios, hay muchas personas que
sufren, y muchas otras han arruinado sus vidas solo por este tema. En mi
experiencia como consejero y predicador lo he podido ver claramente,
muchas veces, y de muchas maneras.

Estamos recibiendo agradecimiento de diferentes personas del mundo, el estudio


les está ayudando muchísimo. Hay quienes dicen: “Si así me lo hubieran enseñado
antes”  o “Si alguien me lo hubiera dicho”.

¿Qué harás tú? El propósito de este blog es que los que lo lean reciban ayuda, pero
también que se vuelvan fuentes de ayuda para otras personas. Por esto, toma nota,
imprime, enseña, habla, comparte en las redes, etc. Recuerda que, no solo “hacer la
falta” es pecar, pecar también es: No hacer nada para que los otros dejen de
hacerlo! - ¡No hay Argumentos!

REACCIONES NO BÍBLICAS FRENTE AL


ENOJO Y LA IRA | Serie: Venciendo el Enojo.
La falta de dominio propio es una de las causas por las que el enojo suele controlar
a un creyente. La palabra nos dice que un siervo de Dios tiene la singularidad de
poder ser dueño de sí mismo. Tito 1:8, Pr 16:32.

Pero, ¿Qué pasa cuando esto no sucede así? ¿Qué pasa cuando, en lugar de ser
controlados por el Espíritu, lo somos por la carne? Ya habíamos mencionado, en
notas anteriores, que una de las consecuencias del enojo es que nos acerca mucho
más a otros pecados; y estos pueden ser más graves todavía.

EJEMPLOS BÍBLICOS DE REACCIONAR MAL ANTE EL


ENOJO:

Veamos siete ejemplos de la Escritura, sobre Personajes que reaccionaron


equivocadamente debido a su enojo:

 Caín en su enojo, mató a su hermano. Gn. 4:5-8


 Los hermanos de José le golpearon y vendieron. Gn 37:18-32
 Simeón y Leví asesinaron con crueldad. Gn. 49:5-7
 Moisés desobedeció a Dios. Num 20:7-13
 Saúl en su enojo trató de matar a su hijo. 1Sam. 20:30-33
 Jonás entró en depresión y amargura por su enojo. Jon.4:1-11
 Jacobo y Juan pidieron la muerte para alguien. Lc.9:53-55

Este último ejemplo me asombra. Jacob y Juan, en el momento de su enojo,


estaban pidiendo al cielo consumir a una persona con fuego. ¿Podríamos llegar a
tal grado de enojo que hagamos oraciones para que las personas sean castigadas,
incluso muertas? – para meditar.

Como podemos ver, estos solo son unos ejemplos de la manera en que NO
DEBEMOS reaccionar cuando estamos en enojo. Entonces, debemos mantenernos
atentos  y prever cosas tales como: Ofender e insultar con palabras, golpear a la
persona, hacer la ley del hielo, asesinar en ira, etc.

MANERAS Y CONSEJOS ERRÓNEOS DE


REACCIONAR AL ENOJO.

Ahora, veamos una lista de maneras (no bíblicas) de reaccionar en el momento del
enojo, o lo que comúnmente la consejería o psicología humanas te dirían que
hagas:

1. La reacción de la descarga indirecta.

Estallar tu enojo y descargarlo contra una cosa, como golpear la almohada u otro
objeto; pensando y hablando de la persona con quien estás enojado.

Mejor recuerda el precioso Salmo 19:14


“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón DELANTE DE
TI, oh Jehová, roca mía y redentor mío”

2. La reacción del maltrato.

Se trata de hacer explotar tu enojo de forma verbal y física contra las personas. Esto
es cuando el enojo llega al extremo de ofensas, insultos y hasta golpes. Mateo
7:12; Rom 14:19; 1Cor 13:4-5.

Recordemos lo que dice en Proverbios 16:32

"Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su


espíritu, que el que toma una ciudad”

3. La reacción de la hipocresía.

Es controlar ese mal genio en el trabajo o en la iglesia, delante del jefe o de los
hermanos, respectivamente, pero luego descargar toda esa ira en casa, con los seres
queridos.

“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.” Romanos 12:9

4. La reacción del agotamiento.

Es hacer ejercicios hasta extenuarte, para liberar los sentimientos de enojo, pero no
tratar con la esencia pecaminosa del enojo. Esto no te dará una solución
permanente, los asuntos interiores se deben resolver internamente.

“Lo que del hombre sale, eso contamina al hombre” Mr. 7:19-23

5. La reacción disimulada.

Se trata de hervir internamente, como para evitar que otros lo noten, y amargarse.
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”
[Heb. 12:15].

OTRAS REACCIONES COMUNES:

Discutir todo tu enojo con alguien para liberarlo; calumniar o chismear contra la
persona con quien estás enojado; negar que estás enojado; escribir cartas
vengativas o emails; poner cosas indirectas en el estado del Facebook; escribir
cartas con todo lo que quieres desahogar en la persona y no enviarlas; o también,
tratar de justificar el enojo de una manera “bíblica”.

CONCLUSIÓN: Todas estas, son MANERAS NO BÍBLICAS DE TRATAR CON


EL ENOJO. La última de ellas se refería a tratar de justificar tu enojo, incluso de
una manera bíblica. En nuestro siguiente post hablaremos de estas justificaciones...

Recuerda: No busques escapes o salidas, a parte de la Biblia, para la solución a tu


enojo.

Les ruego compartir el estudio. Para muchos está siendo de gran bendición, pero
pensemos que hay muchos más que aún lo necesitan. La gloria sea dada a Dios, y
Su gracia sea para aquellos que invierten sabiamente su tiempo en los negocios
del Reino. ¡BENDICIONES A TODOS!

JUSTIFICACIONES O EXCUSAS PARA EL


ENOJO | Serie: Venciendo el Enojo.
Todos quieren vivir sin enojo, pero no todos asumen su responsabilidad y
obediencia a Dios en vivir despojándose del enojo. Hace falta la humildad necesaria
para saber recibir el consejo puro de la palabra de Dios. Y asumir esta verdad sobre
sus vidas cotidianas, allí donde esta el verdadero culto a Dios, nuestro Señor.

Al empezar esta nueva serie, no imaginé que el tiempo de la publicación de este


tema se iba a extender tanto. Las reacciones de las personas han sido muy emotivas
para mí. Muchos se identificaron de inmediato con el tema y decidieron ser
consecuentes con la palabra de Dios. Ellos asumieron con humildad su
responsabilidad y me animaron a continuar escribiendo, al mismo tiempo que
animaban a otros. Este tipo de corazones son los más inmediatos a tener victoria
sobre el enojo.

Sin embargo, hubieron otras personas que tuvieron una reacción ajena,
simplemente dijeron: “no me gusta este tema” y eso, a pesar de que se
identificaban con el mismo. Este tipo de corazones pertenece a aquellas personas
con un egocentrismo más elevado, que no les permite admitir su responsabilidad, y
se vuelven expertas en crear cada vez más y nuevas justificaciones; que más bien,
son excusas o pretextos vanos. Estas personas no son peores que nosotros,
necesitan de comprensión y enseñanza paciente, hay que alentarlos y ganarlos.

Las personas que viven tratando de justificar su


responsabilidad:

1. Pueden llegar a vivir una vida de mentiras hacia ellos


mismos.  Leamos con atención: “Pero sed hacedores de la palabra, y no
tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” tal ves no lo
hayan notado antes, pero en el contexto inmediato de este capítulo se está
hablando sobre desechar la ira, y todo lo semejante a ella, cosas que Dios
considera: “inmundicia y Abundancia de malicia” [Stg 1:19-22].
2. Fácilmente se vuelven hipócritas. Hipócritas ante Dios, ante si

mismos, y ante los demás; ya que las excusas solo cauterizarán su


conciencia, y no le dejarán vivir la plenitud de su fe y gozo en Cristo con los
demás.

“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor,


unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por
vanagloria” Filipenses 2:2,3

“Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón


limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida” 1 Timoteo 1:5
3. Responsabilizarán de todo a Dios.  Ya que estas personas no quieren

reconocer su propia responsabilidad, la consecuencia inmediata es que “Dios


se equivocó”
4. Hará sentir culpable a otras personas más de la cuenta. En un

caso de discordia o manifestación de enojo, la persona que encuentra


excusas perfectas para su enojo, hiere los sentimientos de la otra persona.
Ambos tienen que asumir su parte de responsabilidad
5. Puede que Jamás lleguen a vencer el enojo, en todo caso les será

mucho más difícil que a los demás. La Escritura dice: “porque la ira
del hombre no obra la justicia de Dios” (Santiago 1:20). Jamás Dios obraría
contradiciendo sus propios principios. Para despojarnos del enojo, debemos
hacerlo a la manera de Dios, no hay otra.

ALGUNAS EXCUSAS COMUNES PARA EL ENOJO:

1. AFIRMAR QUE OTROS SON LOS RESPONSABLES POR TU


ENOJO O AMARGURA.

“Tú me haces enojar” “Yo no reniego por simple gusto, sino que a mí me hacen
renegar”

Insistir en esto no le ayudará mucho; ya que el pecado del enojo, al igual que todo
pecado, es personal. No puede responsabilizar a nadie de aquello que solo le
compete vencer a usted.

     La Biblia muestra un claro ejemplo de ello cuando el Apóstol Pedro está
demandando a servir de buena gana a los demás, como al Señor mismo. Y en medio
de esto, le dice a los criados: “Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros
amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de
soportar. Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia
delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente” [1 Pedro 2:18]
(Recuerden que Pedro está enfatizando desde el corazón, 1Ped.5:4). Lo que Pedro
está diciendo aquí, es que vivamos dependiendo del gozo del Señor, y que no hay
motivos para lo contrario, pese a como sean las personas.

     Tomemos esto para la actualidad, por ejemplo los padres que acostumbran a
venir del trabajo muchas veces a desfogar en casa todo lo que sus jefes han hecho
con ellos, o la clientela, o las personas, etc. Nadie, por más que haga lo que te haga,
es el culpable de que seas vencido por el enojo, pues Dios te ha llamado a victoria
sobre la carne y sus concupiscencias.

“¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras
pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” Santiago 4:1

Ante esta excusa la Biblia te dice: NO HAY MAS RESPONSABLES POR TU ENOJO
QUE TÚ MISMO.

2. AFIRMAR QUE EL PASADO TE LLEVO A ESTO.

“tú no conoces mi vida” “mis padres me formaron así, ellos tienen la culpa” “yo no
era así, hasta que me hicieron…”

Cuando usted afirma esto, esta declarando que el pasado es superior a la obra
actual de Cristo; y que todo lo que él hizo, en realidad, es algo vano. Estoy seguro
que usted no diría esto de manera literal, pero con esa actitud lo grita. Su pasado
no debe ser un cárcel, sino una escuela. Esas cosas que usted pasó deben enseñarle
a tratar mejor a las personas, a tomar buenas decisiones y a vivir por encima de sus
emociones, pues ello no es más fuerte que Cristo y su obra en en usted.

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:


olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante...” Filipenses 3:1
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.
He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez
abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” Isaías 43:18,19

“Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios.”  1 Corintios 1:11

3. AFIRMAR QUE ESO ES ALGO NATURAL EN TI.

“Así es como soy” “Es mi temperamento”

Nuevamente nuestro “Yo” va por delante de Cristo. Esto es orgullo dígase en el tono
o la actitud en que se diga. Lo que somos de manera natural, es muerto gracias a la
vida de Cristo viviendo en nosotros. Si estamos en Cristo toda la antigua manera de
ser; es decir, mi forma natural de ser, es reemplazado por la sobrenatural: “El
control del Espíritu Santo y su fruto en nosotros” Gálatas 5:22.

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí;
y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y
se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 1 Corintios 5:17

4. AFIRMAR QUE ES MUY DÉBIL.

“No puedo con mi genio”; “intento de todo pero no se puede” “Es mi debilidad pero
todo va bien”

Cuando usted afirma que es demasiado débil como para despojarse del enojo,
contradice la Escritura la cual le asegura que Cristo le ha hecho más que vencedor
en ¡todas las cosas! (Rom 8:37), y que aquél que esta en usted es mayor que
Satanás y el mundo entero. (1Jn 4:4)

“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son
lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna” 1 Corintios 1:12.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de


dominio propio” 2 Timoteo 1:7.

5. AFIRMAR QUE ES UNA FORTALEZA EN TI.

“Soy así para ser fuerte”; “Es bueno ser así para que no te hagan daño”; “si no lo
hago se me suben a la cabeza” ;“sino, no me obedecen”

La fortaleza del creyente radica solo en su Señor. No es “menos” ser débil para
dejar que Cristo se haga fuerte en nosotros, él nos ha dado de su gracia y podemos
acogernos a ella. Según el contexto de los versos que vamos a leer ahora, la gracia
que se le dice a Pablo en que se baste, no se la dice de una manera conformista,
sino como el contexto lo dice, era “TODO el PODER de DIOS”, que peleaba a su
favor. Si eres creyente tu verdadera fortaleza tiene que venir de Cristo, jamás de ti
mismo!

“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en


necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces
soy fuerte.” 2Corintios 12:10

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la


debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12:9

OTRAS EXCUSAS:
 Confundir el enojo con el “carácter”: “es que soy de carácter fuerte”.

El carácter no es temperamento, más bien, el carácter debe dominar al


temperamento. Somos llamados a tener el carácter de Cristo, y en dichas
características no cabe el enojo pecaminoso o carnal.

 Verlo como algo natural y normal: “todos se enojan”.


 Justificarlo de una manera bíblica: “Jesús se enojo” “Dios es un Dios de ira”
(ahondaremos más en la siguiente publicación)
 Ignorancia: “nadie me enseño” “Nadie trabajó en mi vida” (Bueno después
de leer esto ya no tendrás más excusas de ignorancia) [Una sonrisa]

EL ENOJO SANTO Y EL PECAMINOSO | Serie:


Venciendo el Enojo.

Existen evidencias bíblicas acerca de “enojo” presente en la vida de algunos siervos


de Dios. Esto podría ser tomado como una excusa para que hoy se diga que el enojo
es permitido o que es algo natural y sin importancia. Por otro lado, creemos que
Dios se enoja, lo que no llegamos a comprender es tal naturaleza divina que le
permite enojarse sin dejar de dar misericordia y amor al mismo tiempo.

En el cuadro de la destrucción de Israel como castigo de Dios vemos al profeta


Jeremías exclamando: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,
porque nunca decayeron sus misericordias” (Lam.3:22). El profeta estaba
declarando que aunque el enojo de Dios cayó sobre su pueblo, en medio de tal
enojo él no había dejado de mostrar misericordia en igual medida. Esto es algo
difícil de comprender para la mente humana. Pero definitivamente tenemos que
aceptar que existe un enojo santo. Pero tal enojo sólo puede provenir de Dios, y en
ninguna manera del corazón humano, esa es la gran diferencia. 

¿Cuál es la fuente del enojo?

1. EL ENOJO PECAMINOSO.

El enojo pecaminoso tiene su nacimiento en el “corazón caído” del hombre. El


enojo pecaminoso se activa por motivos personales y egoístas. En razón a: Deseos
no cumplidos, expectativas sobre los demás que no han sido alcanzadas, ofensa
contra su propia persona, exigencia de derechos, desacuerdo de ideas,
contradicciones, reclamos, etc. Todos estos aspectos pertenecen a la vida terrenal.

Ejemplos bíblicos:

 Caín: La envidia y los celos.


 Sansón: La lujuria y el orgullo.
 David: La insensibilidad a la palabra y el pecado oculto.
 Moisés: La arrogancia.
 Saulo: El odio y la blasfemia.
 Martha: El derecho propio.
2. EL ENOJO SANTO.

Por otra parte, el “Enojo Santo” nace del fruto del Espíritu por el celo de las cosas
santas de Dios, y más que de las cosas, del mismo Señor. Este enojo viene de Dios y
se ve manifestado:

 Cuando el pueblo de Dios se ha ido tras la idolatría y el


placer carnal, Ex. 32:19-32
En esta historia podemos notar que todo el tiempo Moisés habla en nombre
de Dios. El enojo santo siempre resaltará la santidad y la palabra pura de
Dios. Y Moisés habla del pecado contra Jehová e inmediatamente busca el
perdón y la reconciliación. Todo el pueblo tenía la oportunidad de
arrepentirse y ponerse de parte de Dios (no de Moisés, v.26), el pueblo
estaba tan desenfrenado y rebelde que gran parte no quiso arrepentirse, es
por esto que cayeron muertos. Aun en su enojo, Dios estaba mostrando
clemencia y perdón. [El enojo pecaminoso no haría esto]. Después, vemos a
Moisés pidiendo perdón para el pueblo que había pecado. Una característica
del enojo santo es que este lleva a todos a la comunión con Dios, mientras
que el pecaminoso te acerca más a otros pecados.

 Cuando se han mezclado las cosas santas con las cosas


profanas, Mr. 11:15-19
Casi todos dan por enojado a Jesús en el relato de la purificación del templo
aunque el texto no registre tal enojo. Pero, si aun así fuera, podemos notar
ciertas características que nos hacen dar cuenta de que este no es un enojo
carnal:

(1) Jesús habla de su Padre y el celo por su santidad.


(2) Jesús también realiza obras en medio de este enojo que nosotros no
realizaríamos en caso de enojarnos:

o El evangelio de Marcos nos dice que Jesús les enseñaba mientras no


permitía el paso a ninguno con mercancía. Evidentemente esta era
señal de compasión y celo por las cosas de Dios, ya que no vemos
que los echa fuera, en un arrebato de ira, sino que se toma el tiempo
para enseñarles la palabra de Dios. Jesús cita las Escrituras (Mr.
11:16-17)
o El evangelio de Mateo registra que, en medio de esta acción,
inmediatamente Jesús, se puso hacer bien a las personas
sanándolas y recibiéndo a todos [Mt. 21:13-14]. Incluso les defendía
(Mt. 21:15-16). Es evidente que Jesús no está actuando egoístamente,
él no está pecando. Al contrario, les esta enseñando el buen camino.
Este no es un enojo pecaminoso más bien un celo por enseñar a
practicar correctamente la Biblia. ¿Quién hace bien a las personas
cuando se enoja contra ellas?

 Cuando la palabra de Dios deja de ser cumplida en el


liderazgo, Hch. 7:51-57
Esteban, otro ejemplo de un hombre santo de Dios que en estos versos
parece responder con autoridad y firmeza. Pero este se trata del celo
provocado por la llenura del Espíritu Santo [Hch 7:8-15], y la completa
dependencia de la palabra de Dios. Este celo es muy necesario en el día de
hoy, donde se enseña que a los líderes o pastores no hay que ni mirarlos a los
ojos. Pues al contrario, a los líderes se les debe demandar con mayor rigor el
cumplimiento fiel de la palabra de Dios. Esteban, al hacerlo, no pecó en
ninguna manera; sólo les dijo la verdad. Lo impresionante de esto, es notar
que él era consiente del peso que esto implicaba: ¡Su propia vida!
Indudablemente, esto solo puede tratarse de un celo santo por la palabra de
Dios sin pretensiones egoístas. Además, no olvidemos que él se tomó el
tiempo y la paciencia de explicarles todo el antiguo testamento.

 Cuando la doctrina deja de ser enseñada y practicada


como debe ser, Gá. 2:11-21
El Apóstol Pablo, sin dudas, había sido alguien bien temperamental. Pero en
este pasaje de Gálatas, él mismo relata que ya su “yo” estaba crucificado, y lo
que ahora estaba haciendo era producido por Cristo, (Gá. 2:20). Él estaba
reprendiendo públicamente, y cara a cara, a nadie más y nadie menos que
Pedro, el Apóstol; uno de los grandes líderes de la iglesia con autoridad
expresa del Señor Jesucristo. También es evidente que la causa aquí es la
doctrina de Cristo y su salvación por medio de la fe. Él énfasis que Pablo
hacía era, no solo de enseñar correctamente la doctrina sino también de
vivirla y practicarla como se debe.

Es claro entonces que existe una diferencia abismal entre el enojo pecaminoso y el
santo. La Biblia nos dice que es posible llegar al enojo sin pecar (Efesios 4:26a).
Pero inmediatamente dice: No se ponga el sol sobre vuestro enojo (v. 26b). Esto
quiere decir que inmediatamente debemos resolver lo de nuestro enojo y no
quedarnos con él, menos dejarnos llevar por él. Por lo que enseguida vuelve a decir:
“quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira…” (v. 31)

EN CONCLUSIÓN: 

Nosotros no somos Dios, lo mejor es no darle lugar a ningún tipo de enojo, y menos
cuando no estamos siendo llenos del Espíritu y la palabra de Cristo como Esteban,
Pablo o el mismo Señor Jesucristo.

Tu enojo es pecaminoso:
1. Cuando nace abruptamente y sin pensar.
2. Cuando se forma de guardar algo en el corazón contra alguien.

3. Cuando es producido por pretensiones egoístas como los celos, las envidias,

los puntos de vista diferentes, algún beneficio, etc.


4. Cuando es alguna reacción a cierta ofensa, ataque o burla.

5. Cuando hay reclamos de derechos.

6. Cuando te acerca a otros pecados.

7. Cuando no estas controlado por el Espíritu Santo, sino por tu carne.

8. Cuando tu boca es más rápida que tus oídos o tu razón.

9. Cuando no hay palabra de Dios de por medio, ni beneficio para los demás.

Tu enojo es santo:

1. Si tienes el carácter de Cristo maduro en tu vida.


2. Cuando no es por motivos personales ni de cercanos a ti.

3. Cuando es motivado por la palabra de Dios.

4. Cuando la paz, la misericordia, y la justicia reinan en el corazón y en el

actuar.
5. Cuando puedes obrar con bien hacia los demás y enseñarles con paciencia,

usando la palabra de Dios.


6. Si tu único mover, es el celo por las cosas santas de Dios.

7. Cuando ese enojo es fácil de apagar, sin arrebatos, ni griterías, etc.

8. Cuando no hay sentimientos de venganza o resentimiento.

TRATANDO CON EL ENOJO | Serie: Venciendo el


Enojo.
Con gran satisfacción hemos llegado al final de nuestra serie bíblica: “VENCIENDO
EL ENOJO”. El camino fue largo pero necesario. Hemos atendido a muchas
personas por medio de la consejería web. Hemos recibido muchos mensajes de
aliento y agradecimiento por el material de estudio. Y Ahora queremos dejarte el
último tema de nuestra serie. En este último tema aprenderemos pasos y principios
claves para poder lidiar con nuestro enojo. Nuestra meta es vencerlo cada día de
nuestras vidas. Comencemos:

1. Entienda la naturaleza del enojo.

  Para vencer a un enemigo es menester conocer las fortalezas y debilidades de


dicho enemigo. Usted debe considerar al enojo como uno de sus más profundos
enemigos. Sobre todo porque este enemigo vive dentro de usted. Así es, el enojo,
como lo vimos en notas anteriores, tiene su nacimiento en nuestra naturaleza
humana y caída.

Si usted quiere aprender a vencer el enojo tiene que dejar de mirar al enojo como
una debilidad y otros nombres. Y tiene que comenzar a mirarlo como lo que
realmente es: ¡Pecado!. Así es, el enojo es pecado, ya que ofende la santidad de Dios
y va en contra de su mandato específico a despojarnos de este.

     El enojo es evidencia de una vida que aun depende de su carne y no del Espíritu
del Señor. Así que, bien puede ser un buen indicador que le advierta cuando se esta
alejando de la voluntad de Dios y pueda regresar al camino derecho siempre.
Entonces el enojo es algo natural en usted para con su viejo hombre, pero es algo
totalmente opuesto a usted si lo mira desde su nueva naturaleza en Cristo. Si usted
vive en enojo, esta es la oportunidad precisa para reconocerlo como pecado y
arrepentirse.

Este paso de humillación es el primero y tal ves el más importante, ya que es la


puerta hacia la victoria. Recuerde que el cristiano gana sus batallas de rodillas. Esté
preparado para toda vez que el enojo toque a su puerta, así podrá rechazarlo como
rechazaría cualquier pecado. Acuérdese de que en una de nuestras notas habíamos
observado que Dios coloca al enojo al nivel del adulterio y el homicidio.

2. Asuma la realidad del enojo.

     Si le costó reconocer el primer paso, y asumirlo para su vida, este no debería
afectarle mucho. Ya que lo más difícil está hecho. Ahora usted vive humillado
delante de Dios y humilde delante de los demás. Ahora, prepárese para esta noticia
que vamos a darle, respire y tenga calma, allí vamos:

Cuando le decimos a usted que asuma la realidad del enojo, queremos decirle que
este preparado, pues convivirá con el enojo toda su vida. Pero entienda bien, no
estamos diciendo que vivirá enojado toda su vida o que “este enojo” controlará su
vida. Lo que queremos decirle es que, ya que el enojo es parte de su naturaleza
humana, convive con usted junto a todos los otros pecados que moran en su carne
(Ro. 7:22-24), por lo tanto nunca se irá. Pero tranquilo, hay una gran esperanza.
Usted puede aprender a vivir por encima de su enojo y convivir por años con las
personas sin enojarse (Ro. 6:10). Esto es verdad, ya que a medida que vamos
venciendo el enojo, el Espíritu se hace más fuerte en nosotros. Los primeros meses,
incluso años, serán los más difíciles pero usted notará un aumento progresivo en
sus victorias hasta que haya aprendido a vencerlo cada día de su vida.

Pero manténgase consiente de que si baja la guardia en Cristo, puede volver a


enojarse. Aunque le aseguro que si ha aprendido lo suficiente, no le será difícil
volver al camino de victoria. Lo que empezó como una responsabilidad suya, era
una necesidad en usted. Desde que yo aprendí este principio, llevo años sin
enojarme aunque vivo consiente que ese enojo vive en mi; por tanto, lo no le doy
ninguna ocasión y me siento libre. Esto es lo hermoso, que después de un tiempo,
esto dejó de ser una lucha en mí; para volverse un estilo de vida diferente que ya no
me cuesta vivir, y usted también puede lograrlo.

3. Identifique su temperamento.

No queremos pasar por alto algunas realidades naturales presentes en todo ser
humano y aceptar que todos nacemos con una personalidad distinta. El
temperamento es la manera que tienen las personas de reaccionar frente a los
conflictos, naturalmente.

 Para algunas personas les es más fácil, que a otras, lidiar con su enojo;
debido a esta diferencia de temperamentos. Pero Dios ha querido dotarnos
de estas diferencias naturales no para alejarnos, sino para
complementarnos.
 Es necesario entender que todo temperamento tiene su lado de “fortalezas” o
“virtudes”, así como su lado de “debilidades” o “defectos”.
 También es importante notar que todos los temperamentos se enojan sin
excepciones, ni medidas. La única diferencia es que unos lo hacen más
pronto y otros tardan más. Es así, por ejemplo, que el flemático (que es el
temperamento más apacible y tierno) pueda soportar mucho la presión y
lidiar contra su enojo por más tiempo que un colérico, El cual explota
rápidamente. Pero cuando el flemático llega a su límite de resistencia, puede
explotar en ira mucho peor de lo que lo hace un colérico.
 Así que no hay temperamento invulnerable al enojo, es más, a veces pienso
que los temperamentos introvertidos (melancólicos y flemáticos) saben
disimular bien su enojo, pero por dentro su enojo es llenado en mayores
proporciones, ellos usan más la razón y la inteligencia para derramar su
enojo.

Sin embargo, conocer su temperamento le ayudará a conocerse así mismo y de


como su naturaleza enfrenta los diferentes conflictos de la vida y de las relaciones
interpersonales. Hágase una tesis e infórmese de las fortalezas de su temperamento
para que las pueda desarrollar más a medida que va dejando de lado sus defectos.
Para esto le puede ayudar un pastor preparado, un hermano que sepa de la materia,
o un psicólogo [de preferencia cristiano]. Por otro lado, el temperamento no es lo
mismo que el carácter. Si usted desarrolla su carácter Cristiano, este puede
dominar a su temperamento.

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo; más vive Cristo en
mí…” Gá.2:20

4. Inicie el proceso de morir.

  Lo último que mencionamos en el punto anterior tiene que ver con lo que ahora
queremos expresarte. No es suficiente con conocer tu temperamento. Es necesario
actuar frente a este, para dominarlo con la ayuda del Espíritu Santo. Usted tiene
que formar el carácter de Cristo en su vida.
Cristo dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis
descanso para vuestras almas.” Mt. 11:29

Pero lo cierto es que usted no podrá dejar crecer a Cristo en su vida si es que antes
no muere a usted mismo.

Hemos visto en notas anteriores que el enojo está muy ligado a nuestro “YO”, ese
yo ¡tiene que ser crucificado! Cristo mismo se puso como ejemplo; cuando él quiso
los frutos deseados habló de su propia muerte y la expreso en esta ilustración: “…si
el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva
mucho fruto.” Jn.12:24.

Si Cristo el Señor tuvo que entregar la vida por la iglesia que soñó, ¿Cuanto más
nosotros?. Morir es dejar nuestras pretensiones, sueños, metas, derechos, justicias,
amor propio, vanidades, comodidades, bienestar, etc. Entregue todo y viva a Cristo
primero que todo. Cuando usted haya muerto lo notará enseguida, pues a un
muerto es difícil de ofender o herir. Usted ya no reaccionará quien lo hará será
Cristo. Y Cristo si que hará las cosas perfectas.

5. Viva en la llenura del Espíritu.

La llenura del espíritu no es algo que usted recibirá por la imposición de manos de
alguno. La Llenura del Espíritu es nada más que el Señor controlando todo su ser y
mostrando en usted el fruto de su Espíritu, el cual es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, fe, mansedumbre y templanza (Gá. 5:22,23).

Esto nada más se puede lograr con la obediencia continua y al detalle de la palabra
de Dios, Efesios 5:17; Gálatas 5:16, Efesios 4:29-31. Obedecer ahora le será más
fácil y con la ayuda del Espíritu Santo usted gozará de una vida en victoria.

6. Busque y mantenga consejería espiritual.


Si bien es cierto que usted tiene la palabra de Dios y al Espíritu Santo morando en
su vida. Es necesario también tener agentes humanos quienes sean de apoyo a
nuestra batalla contra el enojo, y contra cualquier pecado en sí. Dios ha colocado en
el cuerpo a otros miembros con diferentes capacidades para que juntos nos
complementemos y ayudemos.

Algunos hermanos, por el don que Dios les ha dado, tienen mejor luz sobre la
Escritura y sabiduría de parte del Señor. Este paso es imprescindible en su vida,
jamás puede volverse autodependiente. Dios ha diseñado su cuerpo de miembros
de manera que vivamos dependiendo los unos de los otros (Efesios 4:11-16).

Dios también ha dotado de experiencia y pruebas a otros miembros para que sean
más sabios y precisos en su consejería. Así que elija a una pareja de consejeros que
le puedan ayudar siempre que las cosas ya le sean más pesadas de llevar (Gá.6:1-2,
tito 2:3-4). Si usted es soltero(a) puede tener un consejero(a) personal. Pero no
deje de tener uno siempre.

Para eso siga los siguientes pasos:

 Busque un consejero maduro en la fe y con experiencia suficiente.


 El consejero tiene que saber usar la palabra de Dios.
 El consejero es de preferencia alguien que esté siendo de ejemplo en lo que
va a aconsejar, en este caso alguien no dado al enojo.
 En el caso de conflictos interpersonales, el consejero tiene que ser de
preferencia neutral. No un familiar alguien muy apegado a una de las
partes. Claro que si es muy maduro y sabe ser neutral, lo puede ser. Y en
ninguna manera alguien que favorezca a una de las partes, sino a la
Escritura.
 Oiga siempre a su consejero, y por más que le cueste aceptar, escuche y
obedezca los consejos.
PRINCIPIOS PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS 

1. ANTES DEL CONFLICTO.

 Prepárese en la Palabra y en la oración.


 Arme un plan de contingencia. (todos los pasos que dará si se presenta un
conflicto)
 Tenga previsto los consejeros necesarios.

2. DURANTE EL CONFLICTO.

 Invite a orar a las personas involucradas. Col. 4:3-6


 Escuche más, hable menos. Stg. 1:19-20
 Responda suavemente. Prov. 15:1
 Ataquen juntos el problema, y no ataque a la persona. Ef. 6:12
Renuncie. A sus derechos, imposiciones, razones, etc. 1Cor. 6:7
 Otorgue. Misericordia, gracia, perdón, paz y amor. Ef. 4:31-32
 De ser necesario busque a los consejeros previstos. 1Cor. 6:5-6

3. DESPUÉS DEL CONFLICTO.

 Restaure los posibles daños.


 Analicen la situación y lo que les llevó a ello.
 Afiance los afectos interpersonales.
 Oren juntos a Dios.
 No duerma en los laureles, un conflicto le prepara para otro mayor.

8 BENDICIONES AL VENCER TU ENOJO | Serie:


Venciendo el Enojo.
Como una añadidura, queremos dejarte este aliento para tu vida. Un capítulo
extra en donde hablaremos de las ricas bendiciones que encontramos al vencer al
enojo en cada día de nuestras vidas. Esperamos que esta última nota pueda ser
de gozo y ánimo para tu vida, y que estas bendiciones puedan ser una motivación
más para que puedas esforzarte en la gracia de Dios para vencer tu enojo, o
ayudar a otros que necesitan vencerlo.

No lo olvides, Dios está contigo al hacer Su Voluntad.

Al aprender a vencer tu enojo cada día, obtendrás:

1. UNA VIDA GENUINA DE ADORACIÓN.

Para adorar a Dios sólo hay una manera de hacerlo, a la manera de Dios. La
adoración no es un momento de alabanza o de júbilo. La adoración es una
expresión de vida. Es vivir consagrados a Cristo en nuestro caminar diario y que le
tengamos en cuenta en: Cada palabra que decimos, en cada decisión que tomamos;
en medio del esfuerzo del trabajo, en cada relación interpersonal que construimos.
Todo eso y mucho más es la adoración a Dios. Que cada detalle de nuestro caminar
diario esté consagrado a Él.
Ahora, teniendo en cuenta la verdadera adoración a Dios, estamos seguros de que
no podemos ofrecerle una correcta adoración mientras convivamos con el enojo y
la ira. Las enemistades, el rencor, los pleitos, las griterías, las amarguras, etc. son
resultados del enojo, que es una obra de la carne. No se puede adorar a Dios
mientras vivamos en la carne.
Una de las más grandes bendiciones que tendremos al despojarnos del enojo, y
vencerlo a diario, es que nuestra adoración será acepta ante Dios; Él la recibirá
como una ofrenda en olor fragante de parte de una vida que se ha negado a
sí misma y ha optado por darle lo mejor a él. No se prive de tal privilegio. Adore a
Dios, pues Su Voluntad es que convivamos sin enojo.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional.” Ro.12:1

2. GOZAR DE LA PLENITUD DEL ESPÍRITU SANTO.

La plenitud del Espíritu es lo que nos permitirá disfrutar y demostrar del Fruto del
Espíritu Santo.
El amor, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y
la templanza (Gálatas 5:22), serán manifestaciones seguras del carácter de Cristo
en su vida.
Puesto que la Plenitud del Espíritu es una cuestión de control, no se dará de
manera forzada por el Espíritu sobre nosotros. Sino que nosotros decidiremos
obedecer el mandato de no satisfacer los deseos de nuestra carne (entre esos deseos
está el enojo) y dejar el control de nuestras vidas al Espíritu mediante nuestra
obediencia fiel (Gálatas 5:16).
Que hermoso será vivir recibiendo todas las bendiciones y direcciones del Espíritu
Santo. Sólo tienes que depender de Él, y vencer al enojo cada día.

3. UNA ORACIÓN EFICAZ Y SIN ESTORBOS.

En notas anteriores, observamos que nuestras relaciones interpersonales


podrían afectar nuestra vida de oración si es que no las llevamos acorde con los
principios de Dios.
Una vida en enojo difícilmente orará de una manera bíblica, por lo tanto su oración
no pasará del techo de su casa. Para orar hay que perdonar, y hay que despojarnos
de todo peso. No podemos entrar a la presencia de Dios con pecado y el enojo es
pecado. Entonces una vida en enojo enfriará tu vida de oración o al menos la hará
ineficaz.
Por lo contrario, una vida que vive venciendo los deseos de su carne, tendrá una
oración fructífera, una oración que será capaz de vencer cualquier barrera. Todos
queremos ser escuchados y atendidos por Dios, todos le oramos a diario. Pero no
todos están dispuestos a escuchar y atender a Dios.

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis
sanados. La oración eficaz  del justo puede mucho.” Santiago 5:16

4. SANAS Y BUENAS RELACIONES INTERPERSONALES.

A Dios le agrada la comunión y la buena convivencia. Imagine una vida en donde


todos los miembros del hogar resuelvan cualquier conflicto en unidad, hablando
con cordura y sabiduría. Una vida donde reine la calma, sin gritos, sin peleas o
discusiones incómodas. Todo eso es posible porque es Dios quien lo ofrece.
Si usted aprende a vencer su enojo a diario, esto le permitirá ejercer cada vez
mejores relaciones en el hogar; trabajo, centro de estudios, iglesia, etc. Y por ende,
todo le saldrá mucho mejor.
!Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en
armonía! Salmo 133:1

5. UN MEJOR DESEMPEÑO EN SUS LABORES.

Siempre se ha escuchado aquello que si los obreros trabajan con buen ánimo o
motivación, su desempeño en el trabajo se multiplica. Esto es verdad, por ejemplo,
el pueblo de Israel con Nehemías acabaron la obra en menos tiempo que el plazo
previsto porque todos tuvieron ánimo para trabajar. Lo contrario hubiese sucedido
si el pueblo fuera el mismo que se enojó contra Moisés ante la información de los
diez espías.
El buen estado de ánimo le librará de estrés y tensiones innecesarias. Relajará sus
músculos, aclarará su mente y le permitirá concentrarse y esforzarse mejor en su
labor diaria.

“¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará.” Proverbios


22:29

6. MENOS ENFERMEDADES Y PROBLEMAS.

Ya hemos visto que el enojo es perjudicial para nuestra salud. La amargura que éste
genera puede desarrollar hasta el cáncer en nuestros cuerpos. Entonces
despojarnos del enojo no sólo nos ayuda a vivir de una buena manera con los
demás, sino que también será beneficioso para nuestra salud. Habrá menos
enfermedades. El buen estado de ánimo le ayudará a regenerar células, su apetito
estará bueno, y su sangre circulará mejor por su cuerpo por la falta de estrés.
Menos dolores de cabeza y una vida plena, son unas cuantas cosas de las que
podemos mencionar en el beneficio que le trae a su cuerpo vivir sin enojo.

“No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a
los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.” Proverbios 4:21-22

7. LA PLENITUD DE VIDA Y  DE LIDERAZGO.

Al ir venciendo el enojo usted adquirirá mayor madurez cada vez, y desarrollará


paciencia sobre su vida. Su visión sobre todas las cosas será más aguda y esto le
permitirá ejercer sabiduría para toda ocasión y decisión.
Todo esto hará de usted una persona influyente. A esto se le llama liderazgo. La
capacidad de hacer que las otras personas se sientan atraídas hacia usted y quieran
seguirle y aprender de usted.
Si usted es padre o madre de familia, el desempeño de su liderazgo es sumamente
importante para el desarrollo de su hogar, de su misma comunidad y de su iglesia.
De manera que unos padres sin enojo serán excelentes instructores. Un pastor sin
enojo será un excelente guía; un líder sin enojo en su trabajo producirá más desempeño en los

que lidera.

“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1

8. UNA BUENA AUTORIDAD ESPIRITUAL.

La autoridad según la biblia no es algo que se imponga o venga de alguna posición


o cargo de renombre. La autoridad viene de ejercer un buen ejemplo y testimonio
para los demás, en todas las áreas de nuestras vidas. A eso se le llama una persona
íntegra.
Usted podrá ser persuasivo con sus palabras, usted puede saber manejarse muy
bien en público y hasta muy disciplinado en sus tareas, pero si falla en su carácter
no tendrá autoridad sobre nadie. El carácter es lo que usted es, y si usted es tan
débil de carácter que es manejado fácilmente por su temperamento, entonces no
tendrá ningún peso de autoridad para enseñar, dirigir y corregir a otros. Gane su
autoridad, nunca la imponga.

“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su


espíritu, que el que toma una ciudad.” Proverbios 16:32
“no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo
ejemplos de la grey” 1 Pedro 5:3
Esperamos que estas ocho bendiciones les otorgue a todos las fuerzas y el ánimo
necesario para vivir venciendo y ayude a otros a vencer al enojo. No olvide compartir
estos importantes principios.

También podría gustarte