El Contrato. Artiìculo
El Contrato. Artiìculo
El Contrato. Artiìculo
RESUMEN
La Psicoterapia Focalizada en la Transferencia es una psicoterapia de orientación
psicodinámica que surge de la escuela de Otto Kernberg ante la necesidad de presentar unos
resultados clínicos más eficaces para un tipo de población, las personalidades limítrofes, que
estaban siendo tratadas con psicoanálisis y otras psicoterapias psicoanalíticas con resultados
modestos. Las características de estos pacientes aconsejaban importantes modificaciones en
las estrategias, las técnicas y las tácticas en su abordaje terapéutico. Dentro de la TFP, la
principal táctica es el establecimiento de un contrato terapéutico. Definimos qué es, a quién
afecta, en qué consiste, cómo se construye, cómo se presenta, cuál es su contenido y cuál
su manejo en el presente artículo. Para terminar, ilustraremos con un breve caso clínico la
importancia concedida al contrato terapéutico y su utilidad en el tratamiento de los
Trastornos de la Personalidad Límite y otros.
PALABRAS CLAVES: Psicoterapia psicodinámica, Psicoterapia Focalizada en la Transferencia,
Organización Límite de la Personalidad, Trastorno Límite de la Personalidad, contrato
terapéutico.
ABSTRACT
Transference-Focused Psychotherapy is a psychodynamically oriented psychotherapy that
was created by Otto Kernberg’s school due to the neediness of getting better clinical
outcomes in a type of population, borderline personalities, that were being treated by
psychoanalysis and other psychodynamic psychotherapies with little success. The
characteristics of these patients invited to important modifications in the strategies,
techniques and tactics in their therapeutic approach. Within TFP, the main tactic is the
establishment of a therapeutic contract. We describe what it is, who is involved by it, what is
its spirit, how to build it, how to deliver it, what’s its content and what’s its management in
the present paper. To finish, we will illustrate with a brief clinical case how important it is for
us the therapeutic contract and its usefulness in the treatment of Borderline Personality
Disorder and other Personality Disorders.
KEYWORDS: Psychodynamic psychotherapy, Transference-Focused Psychotherapy,
borderline personality organization, borderline personality disorder, therapeutic contract.
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personas afectadas, tienen también en común que no utilizan
contrato terapéutico.
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autodestructiva en conciencia de conflicto intrapsíquico. Pero el
problema estaba en lo siguiente: Una personalidad histérica de la
época clásica podía seguir con sus síntomas hasta que la psicoterapia
misma, las interpretaciones, las resolvieran aunque el proceso durase
años. Esto no es posible o deseable en personalidades límitrofes
severas porque hay un riesgo de muerte (por suicidio, por conducción
temeraria, por violencia de género o de otro tipo, por parada cardíaca
secundaria a hipopotasemia por el vómito, por drogas) que no lo
había en las personalidades histéricas. Hay prisa por controlar la
conducta sumamente peligrosa o letal.
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Interpretaban toda la conducta, desconociendo que había muchas
que no se podían resolver por la interpretación porque destruían el
tratamiento antes de que hubiera tiempo para interpretar”.
¿Qué es el contrato?
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-Intentos autolíticos instrumentales, conativos. Conducta
parasuicida crónica. Suicidio “como estilo de vida”.
- Conductas autodestructivas no suicidas como cortes.
- Abuso de alcohol y/o de drogas.
- Trastorno de conducta alimentaria.
- Pasividad, dependencia patológica.
-Historia de violencia hacia otras personas, incluyendo
terapeutas previos y familiares.
- Conducta antisocial
- Pacientes con historia de no trabajar o estudiar desde hace
tiempo.
- Pacientes que contraen deudas.
- Pacientes que faltaban a muchas sesiones en terapias
anteriores o que llegaban muy tarde a sus sesiones
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capacidad para la espera. “Me ha pasado tal cosa hoy. Mañana se la
contaré al Dr. Z”. Fomenta también la capacidad para la
“representación”, para lo que Fonagy y Bateman llaman “la
mentalización”. Fomenta la relación con un objeto “interno”. Minimiza
la descarga inmediata.
3.- Para que el terapeuta pueda pensar y decir con claridad y sin
miedo (o con el menor posible). Esto no es poca cosa con estos
pacientes que lo avasallan a uno con un discurso caótico y unas
demandas voraces, con afectos muy intensos en juego. El control
omnipotente es muy frecuente en pacientes narcisistas. Hay un
metamensaje circulando por abajo en el que el paciente nos “dice”:
“Mira, tú te vas a colocar aquí (por ejemplo, en el lugar de alguien
que escucha pero al que no le está permitido disentir, bajo amenaza
de ruptura de la relación o de estallido de cólera)”.
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movilizando con frecuencia una respuesta de desdén, de silencio
indiferente que dice mucho, o de rechazo directo.
6.- Para dar un mensaje muy claro al paciente de que él debe ser
parte activa de su cambio. Esto, muy en oposición a un modelo
médico que, aunque puede que no nos guste, es el modelo que lleva
cada ciudadano en su cabeza. Un modelo en el que alguien muy
pasivo va a ser ayudado casi mágicamente por alguien muy
paternalista y muy sabio. Es un modelo taller de coche. El médico
mira las anginas, da un diagnóstico y prescribe algún antibiótico.
Toda la labor del paciente es tomarlo con disciplina. “Estoy en sus
manos, doctor” muestra una díada transferencial clásica entre un
médico omnipotente, poderoso, mágico, idealizado (una
representación objetal idealizada, escindida e irreal) y un paciente
incapaz, impotente (una representación devaluada, escindida también
e igualmente irreal).
8.- Para que el paciente sepa qué puede esperar y qué no puede
esperar del terapeuta. Otra cosa elidida con frecuencia, dejada al
entendimiento del sentido común. La mayoría de pacientes
neuróticos, relativamente sanos, tiene expectativas que coinciden
suficientemente con lo que sus terapeutas están dispuestos a dar o
pueden dar. En pacientes limítrofes existen díadas habituales: una
díada transferencial entre un personaje omnipotente y otro incapaz;
una díada entre un objeto sádico, que pudiendo dar, retiene, en
relación con un self necesitado y por ende frustrado o abandonado o
victimizado.
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Urgencias son, por ejemplo, un diagnóstico de enfermedad fatal, un
incendio, que les presenten ese día los papeles de divorcio.
10.- Para poder hacer lo que Kernberg define como “What needs to
be done” (“Lo que hay que hacer”), que es el análisis de la
transferencia.
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En la psicoterapia focalizada en la transferencia se entiende que
la resolución de la patología es la resolución del síndrome de difusión
de identidad, es decir, que el paciente a causa del excesivo uso de la
escisión como mecanismo de defensa, tiene una representación de sí
mismo escindida, todo buena o todo mala, todo grandiosa o todo
desvalorizada y tiene una representación del otro también escindida.
Cuando las representaciones del self y del objeto estén integradas se
habrá resuelto el síndrome de difusión de la identidad y con ello
habrá cambio estructural. Este cambio se produce con la
interpretación transferencial con elaboración posterior. Una y otra
vez. Todo el contrato, el encuadre, el sostén, las maniobras técnicas,
tácticas y estratégicas abonan el campo y/o permiten la
interpretación. Interpretación sistemática y transferencial en el aquí y
ahora de la relación entre el paciente y el terapeuta evitando
deliberadamente el allá y entonces, la infancia, hasta estadios muy
avanzados, finales, de la terapia; esto muy en contraste con el
psicoanálisis clásico.
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13.- Para fijar límites. Por ejemplo: “Habrá momentos en que, por
los temas que tratemos, pueda surgir un fuerte odio de usted hacia
mí. Dados sus antecedentes de violencia en la casa o de haber
intimidado al Dr. X en su terapia previa, debo decirle que la violencia
física no le será permitida. Usted puede y debe sentirse libre para
comunicarme sentimientos del tipo que sean. Serán bienvenidos. Los
actos violentos no sólo no serán bienvenidos sino que serán el fin
automático del tratamiento conmigo”. “Usted ha sido violento contra
otras personas. Yo no puedo hacer un buen trabajo si estoy asustado
de usted. ¿Entiende eso? ¿Cómo manejamos esto? ¿Qué me
propone?”.
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Un ejemplo: Una paciente, que había tomado la noticia de mis
vacaciones con indiferencia, sin afecto, en su última sesión, me dice:
“Si no las pospone, me mataré y será su responsabilidad”. Le digo: “
Siempre le he dicho que hay un riesgo de que usted se mate. Yo
espero que no lo haga. Pero si lo hace, hay una cosa de la que estoy
seguro, es una decisión de usted y no hay modo en que eso pueda
considerarse culpa mía. Tal vez, le cueste reconocer que me estoy
volviendo, contra todos sus esfuerzos, en alguien importante para
usted y que mi marcha de vacaciones le pueda hacer sentir
abandonada, aun cuando sea algo que usted sabe desde hace 6
meses. Tal vez, usted pueda conservar una imagen de mí dentro de
su cabeza durante las dos próximas semanas y sentirse acompañada
por ella”
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pacientes alcancen su mejor nivel posible de trabajo y de estudios,
sea éste el que fuere, desde acudir a un Hospital de Día en los casos
más disfuncionales hasta un trabajo pleno pasando por voluntariado,
trabajo en prácticas, trabajo a tiempo parcial. Es claro que nadie
pasará de la inactividad al trabajo a tiempo completo de la noche a la
mañana pero ha de haber una motivación para subir una escalera de
actividad progresiva, adecuada al momento real del paciente y a sus
inclinaciones personales. Pero ha de quedar claro que un terapeuta
TFP no iniciará tratamiento jamás con un paciente que en la fase de
contrato deja claro que no está interesado en estar activo en modo
significativo. Es un punto muy distintivo de la TFP y muy importante.
No aceptaremos iniciar terapia con un paciente en esa actitud. Nos
tomaremos las entrevistas (aún no sesiones porque no es tratamiento
todavía) para discutir las veces que haga falta este tema pero si el
resultado final sigue siendo la negativa a alguna forma activa de
estar en el mundo, no haremos esa terapia. Lo derivaremos a otro
profesional. La terapia por sí sola no mejora a nadie con una
organización límite. Ha de ser terapia acompañada de actividad
significativa desde el principio. Tampoco nos vale “cuando esté
mejor”. Ahora ya es posible hacer algo.
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lado. Por otro lado, hablemos de qué pasó para que decidiera
empezar a cortarse ayer”.
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2.- Indicar las limitaciones objetivas, realistas de la situación.
“¿Qué se te ocurre que podamos hacer, teniendo en cuenta esto?”.
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deshonestidad o de ganancia secundaria no valorada inicialmente,…)
se debe reformular el contrato, incluso reformulando los objetivos
que le trajeron al tratamiento. El contrato es abierto y dinámico.
Caso clínico.
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En la siguiente viñeta queremos ejemplificar la necesidad de
establecer un contrato a través de la primera entrevista con la Srta.
L.
La paciente, adolescente de 17 años, abre la entrevista inicial
con un fogonazo: “O me curo antes de que acabe el año o me mato”.
Es su respuesta a la pregunta inicial de la entrevista estructural, que
es una pregunta triple, que incluye: “¿Qué es lo que la hace venir a
verme? ¿Cuáles son sus síntomas o sus dificultades ahora? Y ¿Qué
espera usted del tratamiento conmigo?”. Es una respuesta que
sacude, que sorprende. Lo primero es tolerar el afecto, tolerar la
confusión. Lo siguiente, unos segundos más tarde, ya en frío, es
preguntarse qué significa esto, cuál es la relación objetal activada en
esta frase, quienes son los personajes y qué efecto pretende crear.
Es un ultimátum. Aquí, ilustrando el artículo, caben dos opciones
básicas. Comenzar la terapia directamente o primero establecer un
diagnóstico, después un contrato y si hay acuerdo mutuo sobre las
condiciones de tratamiento, entonces y solo entonces iniciar la
terapia propiamente dicha (que todavía no sabemos si va a ser
psicoterapia de expresión o de apoyo). Uno entiende que la díada de
relación objetal lo es entre un self amenazante, poderoso, sádico y un
objeto frágil, asustado, amenazado, indefenso, acorralado. El afecto
que une la representación objetal y la de self es de odio y miedo. El
que recibe la frase es el terapeuta. La que la emite, la paciente. El
terapeuta queda colocado con la frase en el lugar del objeto
amenazado. Estudiando el canal paraverbal hay una frialdad afectiva
en la manera de decirla despiadada, distanciada. Al final de la frase
hay una cierta sonrisa de placer sádico en la paciente, consciente del
terror que inocula en el terapeuta. La contratransferencia es en un
primer tiempo de perplejidad, de descoloque, de confusión. En un
segundo tiempo de agobio, de temor. En un tercero se recupera la
neutralidad observadora, la capacidad de pensar. Finalmente
invitamos a la paciente a deponer su ultimátum como prerrequisito si
quería hacer la terapia con nosotros a la vez que la invitamos a
hablar sobre ello tantas veces como sea necesario.
BIBLIOGRAFÍA
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psicoanalíticas, sus técnicas y aplicaciones. México: Manual
Moderno, 2007.
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Psicoterapia Focalizada en la Transferencia. Psicopatol. Salud
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• Yeomans F E, Selzer M A, Clarkin J F. Treating the borderline
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1992.
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Psychotherapy for Borderline Personality Disorder: A clinical
Guide. Washington: American Psychiatric Association, 2015.
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