Nbe Cpi 96
Nbe Cpi 96
Nbe Cpi 96
NBE-CPI/96
Condiciones de protección contra incendios en
los edificios
(REAL DECRETO 2177/1996, de 4 de octubre, por el que se aprueba la Norma)
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Índice
Capítulo 1. Objeto y aplicación
Art. 1 Objeto
Art. 2 Ámbito de aplicación
Art. 3 Régimen de aplicación
Capítulo 2. Compartimentación, evacuación y señalización
Art. 4 Compartimentación en sectores de incendio
Art. 5 Restricciones a la ocupación
Art. 6 Cálculo de la ocupación
6.1 Recintos o zonas de densidad elevada
6.2 Recintos, zonas o edificios de baja densidad
Art. 7 Evacuación
7.1 Elementos de la evacuación
7.1.1 Origen de evacuación
7.1.2 Recorridos de evacuación
7.1.3 Altura de evacuación
7.1.4 Rampas
7.1.5 Ascensores, escaleras mecánicas, rampas y pasillos móviles
7.1.6 Salidas
7.1.7 Compatibilidad de los elementos de la evacuación
7.2 Número y disposición de salidas
7.3 Disposición de escaleras y aparatos elevadores
7.3.1 Escaleras para evacuación descendente
7.3.2 Escaleras para evacuación ascendente
7.3.3 Aparatos elevadores
7.4 Dimensionamiento de salidas, pasillos y escaleras
7.4.1 Asignación de ocupantes
7.4.2 Cálculo
7.4.3 Anchuras mínimas y máximas
Art. 8 Características de las puertas y de los pasillos
8.1 Puertas
8.2 Pasillos
Art. 9 Características de las escaleras
Art. 10 Características de los pasillos y de las escaleras protegidos y de los vestíbulos
previos
10.1 Pasillos y escaleras protegidos
10.2 Escaleras especialmente protegidas
10.3 Vestíbulos previos
Art. 11 Escaleras de incendios
Art. 12 Señalización e iluminación
12.1 Señalización de evacuación
12.2 Señalización de los medios de protección
12.3 Iluminación
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Capítulo 3. Comportamiento ante el fuego de los elementos constructivos y
materiales
Art. 13 Características que definen el comportamiento ante el fuego
13.1 Elementos constructivos
13.2 Materiales
Art. 14 Estabilidad ante el fuego exigible a la estructura
Art. 15 Resistencia al fuego exigible a los elementos constructivos
15.1 Elementos de Compartimentación en sectores de incendio
15.2 Medianerías y fachadas
15.3 Cubiertas
15.4 Elementos de partición interior
15.5 Puertas de paso y tapas de registro
15.5.1 Puertas de paso entre sectores de incendio
15.5.2 Puertas de paso a pasillos protegidos, a escaleras protegidas y a
escaleras especialmente protegidas
15.5.3 Puertas de paso a locales o a zonas de riesgo especial
15.5.4 Tapas de registro de los patinillos de instalaciones
15.5.5 Sistemas de cierre
15.6 Encuentro entre elementos constructivos
Art. 16 Condiciones exigibles a los materiales
16.1 Materiales de revestimiento en recorridos de evacuación
16.2 Materiales incluidos en paredes y cerramientos
16.3 Otros materiales
Art. 17 Justificación del comportamiento ante el fuego de los elementos constructivos
y de los materiales
17.1 Elementos constructivos
17.2 Materiales
17.3 Validez de los documentos justificativos
Capítulo 4. Instalaciones generales y locales de riesgo especial
Art. 18 Instalaciones y servicios generales del edificio
18.1 Tuberías y conductos
18.2 Instalaciones centralizadas de climatización o de ventilación
18.3 Instalaciones para extracción de humos en cocinas industriales
18.3.1 Campanas
18.3.2 Conductos
18.3.3 Filtros
18.3.4 Ventiladores
Art. 19 Locales y zonas de riesgo especial
19.1 Clasificación
19.1.1 Locales y zonas de riesgo alto
19.1.2 Locales y zonas de riesgo medio
19.1.3 Locales y zonas de riesgo bajo
19.2 Condiciones exigibles
19.2.1 Evacuación
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19.2.2 Compartimentación
19.2.3 Elementos constructivos y materiales
Capítulo 5. Instalaciones de protección contra incendios
Art. 20 Instalaciones de detección, alarma y extinción de incendios
20.1 Extintores portátiles
20.2 Instalación de columna seca
20.3 Instalación de bocas de incendio equipadas
20.4 Instalación de detección y alarma
20.5 Instalación de alarma
20.6 Instalación de rociadores automáticos de agua
20.7 Instalación de extinción automática mediante agentes extintores gaseosos
Art. 21 Instalación de alumbrado de emergencia
21.1 Dotación
21.2 Características
21.2.1 Generales
21.2.2 De los componentes de la instalación
Art. 22 Ascensor de emergencia
22.1 Dotación
22.2 Características
Apéndice 1. Resistencia al fuego de elementos constructivos
Apéndice 2. Accesibilidad y entorno de los edificios
Apéndice 3. Normas UNE citadas en el texto
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Real Decreto 2177/1996, de 4 de octubre, por el que se aprueba la Norma Básica
de la Edificación "NBE-CPI/96: Condiciones de protección contra incendios en
los edificios".
BOE del 29 de octubre de 1996)
Mediante el Real Decreto 279/1991, de 1 de marzo, se aprobó la Norma Básica de la
Edificación NBE-CPI/91 "Condiciones de protección contra incendios en los edificios",
con el objeto de establecer las condiciones que deben reunir los edificios para la
protección y seguridad de las personas frente a riesgos originados por los incendios.
Dicha Norma Básica establece en su parte general las prescripciones aplicables a
todo tipo de edificios y en sus anejos las condiciones particulares que además deben
cumplir los edificios y establecimientos destinados a uso de vivienda, hospitalario,
administrativo, docente, residencial y de garaje o aparcamiento, dejando para etapas
posteriores la aprobación de las condiciones específicas aplicables a los edificios
destinados a otros usos.
Posteriormente, por el Real Decreto 1230/1993, de 23 de julio, fue aprobado el Anejo
C "Condiciones particulares para uso comercial", de la Norma Básica NBE-CPI/91,
que vino a complementar el contenido de la citada Norma, en relación con los edificios
dedicados a este uso.
La Comisión Permanente de las Condiciones de Protección contra Incendios en los
Edificios, reorganizada por el mencionado Real Decreto 279/1991, de 1 de marzo, ha
procedido a analizar la experiencia de aplicación de la norma vigente, recogiendo las
observaciones, estudios y avances tecnológicos producidos en esta materia, y muy
especialmente las tendencias existentes en la Unión Europea, y ha considerado
oportuno introducir una serie de modificaciones en su texto con el fin de actualizar su
contenido.
No obstante, y al objeto de evitar problemas de aplicación e interpretación, se ha
estimado conveniente aprobar mediante este Real Decreto un texto refundido de la
Norma Básica, que incorpora tanto el conjunto de las modificaciones realizadas a la
"NBE-CPI/91", como el contenido del Anejo C, "Condiciones particulares para uso
comercial", aprobado por el Real Decreto 1230/1993, de 23 de julio. Dicho texto
refundido se ha reordenado, con el fin de hacer más fácil y cómoda su lectura,
integrando las condiciones particulares para cada uso, que hasta ahora figuraban en
una serie de anejos, junto con la parte general de la Norma, de tal forma que cada
condición particular figura junto a la condición general a la que modifica o
complementa.
Finalmente, es de hacer constar que las modificaciones a la Norma Básica de la
Edificación "NBE-CPI/91: Condiciones de protección contra incendios en los edificios",
han sido objeto de notificación a la Comisión Europea en aplicación del procedimiento
de información en materia de normas y reglamentaciones técnicas establecido en la
Directiva 83/189/CEE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de marzo, y en el
Real Decreto 1168/1995, de 7 de julio.
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En su virtud, a iniciativa de la Comisión Permanente de las Condiciones de Protección
contra Incendios en los Edificios, a propuesta del Ministerio de Fomento y previa
deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 4 de octubre de 1996,
DISPONGO:
Artículo único. Aprobación de la Norma Básica.
Se aprueba la Norma Básica de la Edificación "NBE-CPI/96: Condiciones de
protección contra incendios en los edificios", cuyo texto figura como anejo a este Real
Decreto.
Disposición transitoria primera. Supuestos de no aplicación.
No será preceptiva la aplicación de la Norma Básica "NBE-CPI/96" aprobada por este
Real Decreto:
a) A los edificios en construcción y a los proyectos que tengan concedida
licencia de obras en la fecha de entrada en vigor de este Real Decreto.
b) A los proyectos aprobados por las Administraciones Públicas o visados por
Colegios Profesionales en la fecha de entrada en vigor de este Real Decreto,
así como a los que se presenten para su aprobación o visado en el plazo de
tres meses a partir de dicha
c) A las obras que se realicen conforme a los proyectos citados en el apartado
b), siempre que la licencia se solicite en el plazo de un año a partir de la
entrada en vigor de este Real Decreto.
Los proyectos y obras a que se refieren los apartados anteriores continuarán sujetos a
la Norma Básica "NBE-CPI/91", aprobada por el Real Decreto 279/1991, de 1 de
marzo, y, en su caso, al Anejo C, "Condiciones particulares para el uso comercial",
aprobado por el Real Decreto 1230/1993, de 23 de julio. No obstante, podrán ser
adaptados a la Norma "NBE-CPI/96", siempre que lo sean en su totalidad.
Disposición transitoria segunda. Utilización de extintores portátiles.
Hasta tanto se actualice la relación de norma UNE contenidas en el Reglamento de
Instalaciones de Protección contra Incendios, aprobado por el Real Decreto
1942/1993, de 5 de noviembre, se permitirá la utilización de extintores portátiles con
eficacias 13A-89B.
Disposición derogatoria única. Derogación normativa.
Sin perjuicio de lo establecido en la disposición transitoria primera, queda derogado el
Real Decreto 279/1991, de 1 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de la
Edificación "NBE-CPI/91: Condiciones de protección contra incendios en los edificios",
a excepción de su artículo 2º que reorganiza la Comisión Permanente de las
Condiciones de Protección contra Incendios en los Edificios, así como el Real Decreto
1230/1993, de 23 de julio, por el que se aprueba el Anejo C, "Condiciones particulares
para el uso comercial", de la citada Norma Básica.
Disposición final primera. Desarrollo normativo.
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Se faculta al Ministerio de Fomento para dictar las disposiciones que sean necesarias
para el desarrollo y aplicación de este Real Decreto.
Disposición final segunda. Facultades de modificación de referencias.
Asimismo se faculta al Ministro de Fomento para modificar las referencias a las
normas UNE que figuran en el apéndice 3 del anejo a este Real Decreto.
Disposición final tercera. Entrada en vigor.
Este Real Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial del Estado.
Dado en Madrid a 4 de octubre de 1996.
JUAN CARLOS R.
El Ministro de Fomento.
RAFAEL ARIAS-SALGADO MONTALVO
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Capítulo 1
Objeto y aplicación
Esta norma básica dirige sus objetivos a la protección contra el incendio una vez declarado éste. Las
medidas dirigidas a evitar las causas que pueden originarlo son materia propia de la reglamentación
específica de las instalaciones y equipos susceptibles de iniciar un incendio o de las normas de
seguridad aplicables a las actividades desarrolladas en los edificios.
La definición de las condiciones dirigidas a proteger servicios o actividades cuya continuidad se
considere necesaria en caso de incendio, corresponde al titular de la actividad.
Art. 1 Objeto
Esta norma básica establece las condiciones que deben reunir los edificios para
proteger a sus ocupantes frente a los riesgos originados por un incendio, para prevenir
daños en los edificios o establecimientos próximos a aquel en el que se declare un
incendio y para facilitar la intervención de los bomberos y de los equipos de rescate,
teniendo en cuenta su seguridad. Esta norma básica no incluye entre sus hipótesis de
riesgo la de un incendio de origen intencional.
H.1 Uso Hospitalario
La evacuación de un hospital en caso de incendio queda seriamente comprometida por la
reducida movilidad de los pacientes hospitalizados. Por ello, se parte del principio de evacuación
progresiva horizontal, aplicando mecanismos de sectorización, especialmente en las áreas de
hospitalización.
Además de la hospitalización, un hospital cuenta con otras áreas, tales como los servicios
ambulatorios, los de tratamiento y diagnóstico, los generales de apoyo a la asistencia, las áreas
de docencia e investigación y las de instalaciones, que tienen características diversas en cuanto
a sus actividades, ocupación y riesgos potenciales. Es, por tanto, necesario hacer referencia
específica a cada una de ellas, en cuanto a dimensionamiento de sectores y salidas, así como a
instalaciones y sistemas de protección contra incendios.
La hospitalización constituye una parte cada vez menor de la actividad que se realiza en un
hospital y existe una tendencia cada vez mayor a la actividad ambulatoria intra y
extrahospitalaria. Esta situación tiene un reflejo claro y directo sobre los nuevos hospitales y
sobre las actuaciones que se realizan sobre los hospitales en funcionamiento, de tal manera que
las áreas destinadas a hospitalización representan entre el 25 y el 30 % de la superficie total de
un hospital, existiendo otras áreas (servicios centrales de tratamiento y diagnóstico, servicios de
atención ambulatoria y servicios generales), con características técnicas y funcionales muy
distintas a las destinadas a hospitalización y en las que las condiciones de seguridad son
significativamente distintas por este factor.
La tendencia general es la de reducir progresivamente la estancia media de los pacientes en el
hospital y desarrollar la atención ambulatoria. En este sentido, los pacientes internados tendrán
una movilidad cada vez más limitada durante su estancia en el hospital.
El objeto de las condiciones particulares para el uso Hospitalario es
proporcionar un nivel de seguridad razonable frente al riesgo de incendio, con
la debida consideración a los requerimientos funcionales de los hospitales.
Para ello es necesario limitar la aparición y el desarrollo de un incendio en cualquier área,
reduciendo la necesidad de evacuación de los ocupantes, excepto de aquellos que se
encuentren en el local en el que se origine el incendio.
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Lo anterior se logra con medidas integradas relacionadas con la prevención, la detección, el
control, la extinción, la evacuación y la formación y respuesta del personal.
Los edificios de uso Hospitalario deben ser diseñados, construidos, mantenidos
y gestionados de tal manera que se minimicen las posibilidades de una
emergencia por fuego que requiera la evacuación de los pacientes
hospitalizados.
Lo anterior obliga a:
- Disponer una Compartimentación diseñada y construida de manera apropiada.
- Disponer un sistema de detección, alarma y extinción adecuado.
- Adoptar medidas de prevención mediante la formación del personal y el
establecimiento de planes de emergencia para el aislamiento del incendio, el traslado de
los ocupantes a sectores seguros o la evacuación del edificio.
El traslado en vertical de pacientes dentro de un hospital resulta ineficaz por el tiempo que ello
requiere. Además, algunos pacientes alojados en determinadas áreas críticas (unidades de
cuidados intensivos, neonatología, bloque quirúrgico, etc.), pueden estar conectados a equipos
vitales, los cuales dificultan el movimiento y en algunos casos lo imposibilitan. Por tanto, el uso
para evacuación de las escaleras y de los ascensores debe constituir el último recurso ante
situaciones de emergencia en caso de incendio en las áreas de hospitalización.
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obstante, las citadas zonas deben cumplir, con carácter subsidiario, las condiciones
que en esta norma básica se establecen para los locales y zonas de riesgo especial
alto.
Véanse los valores medios de densidad de carga de fuego que, a título orientativo, se incluyen
en el comentario al apartado C.19.1. Los recintos o zonas citados constituyen zonas de riesgo
especial, conforme a lo establecido en al artículo C.19, cuando la carga de fuego acumulada en
ellos no exceda de 3.000.000 MJ (720.000 Mcal) pero sea mayor que 50.000 MJ (12.000 Mcal),
por lo que deben cumplir las condiciones que se establecen para dichas zonas.
2.2
En la aplicación de esta norma básica se cumplirán, tanto sus prescripciones
generales, como las particulares correspondientes a los usos del edificio o del
establecimiento.
V.2.2 Uso Vivienda
El término vivienda se considera extensivo a toda zona destinada a este uso,
cualquiera que sea el tipo de edificio en el que se encuentre: vivienda
unifamiliar, edificio de pisos o de apartamentos, etc.
De acuerdo con el apartado 2.2, las zonas de un edificio de uso Vivienda que estén destinadas a
otros usos, cumplirán las prescripciones relativas a su uso.
H.2.2 Uso Hospitalario
El término hospitalario es de aplicación a los edificios asistenciales sanitarios
que cuentan con hospitalización de 24 horas (hospitales, clínicas,
sanatorios,...), y que están ocupados por personas que, en su mayoría, son
incapaces de cuidarse por sí mismas. A los centros sanitarios de carácter
ambulatorio les serán aplicables las condiciones particulares para el uso
Administrativo.
Los centros sanitarios de carácter ambulatorio que no disponen de hospitalización (ambulatorios,
centros de especialidades, centros de salud, centros de diagnóstico, consultorios, etc.), tienen
significativas diferencias asistenciales, organizativas, dimensionales, funcionales y técnicas
respecto a los anteriores. Por ello, no les son aplicables las condiciones particulares para el uso
Hospitalario.
Cuando dos o más actividades se produzcan en un mismo edificio o espacio,
las medidas de protección contra incendios que hay que adoptar (de diseño,
constructivas, de protección, de evacuación, etc.) serán las que correspondan a
la situación más desfavorable.
A los despachos médicos, consultas, áreas destinadas al diagnóstico y
tratamiento ambulatorio (separadas de las destinadas a pacientes internados)
se les aplicarán los requerimientos correspondientes al uso Administrativo.
A los salones de actos, capillas, áreas de residencia del personal, habitaciones
para médicos de guardia, y otros usos conectados con la actividad sanitaria, se
les aplicarán las disposiciones correspondientes a dichos usos.
Las funciones básicas de un hospital son las de hospitalización, diagnóstico y tratamiento,
atención ambulatoria, docencia e investigación. Para ello, cuentan con unos servicios generales
que aseguran el funcionamiento del hospital.
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A.2.2 Uso Administrativo
Se considera que un establecimiento es de uso Administrativo cuando en él se
desarrollan actividades de gestión o de servicios en cualquiera de sus
modalidades, como por ejemplo, centros de la administración pública, bancos,
despachos profesionales, oficinas técnicas, etc.
También se consideran de este uso los establecimientos destinados a otras
actividades, cuando sus características constructivas y funcionales, el riesgo
derivado de la actividad y las características de los ocupantes se puedan
asimilar a este uso mejor que a cualquier otro.
De acuerdo con el apartado 2.2, las zonas de un establecimiento de uso Administrativo
destinadas a otras actividades subsidiarias de la principal, tales como cafeterías, comedores,
salones de actos, etc. cumplirán las prescripciones relativas a su uso.
Como ejemplo de la asimilación que contempla el articulado, pueden citarse los consultorios, los
centros de análisis clínicos, los ambulatorios, los centros docentes en régimen de seminario, etc.
D.2.2 Uso Docente
Se considera que un establecimiento es de uso Docente, cuando en él se
desarrolla esta actividad en cualquiera de sus niveles: escuelas infantiles,
centros de enseñanza primaria, secundaria, universitaria o formación
profesional.
De acuerdo con el apartado 2.2, las zonas de un establecimiento docente destinadas a
actividades subsidiarias de la principal, como cafeterías, comedores, salones de actos,
administración, residencia, etc., cumplirán las condiciones relativas a su uso.
A los establecimientos docentes que no tengan las características propias de
este uso (básicamente, el predominio de actividades en aulas de elevada
densidad de ocupación) se les aplicarán las condiciones del uso más fácilmente
asimilable.
Como ejemplos de los casos a los que se refiere el articulado pueden citarse los centros
universitarios de proceso de datos y algunos centros de investigación, que deben regularse
según las condiciones particulares para el uso Administrativo, o las colonias de vacaciones,
escuelas de verano o zonas de internado en centros docentes, que deben regularse según las
condiciones particulares para el uso Residencial.
R.2.2 Uso Residencial
El término residencial se refiere a los alojamientos temporales en
establecimientos con denominación de hotel, hostal, residencia, apartamentos
turísticos o equivalente, regentados por un titular de la actividad diferente del
conjunto de los ocupantes, y que estén dotados de servicios comunes, tales como
limpieza, comedor, lavandería, locales para reuniones y espectáculos, deportes, etc.
De acuerdo con el apartado 2.2, las zonas de un establecimiento de uso Residencial destinadas
a otras actividades subsidiarias de la principal, como cafetería, restaurante, salones de actos,
locales para juegos o espectáculos, etc., cumplirán las prescripciones relativas a su uso.
En este tipo de establecimientos las medidas de protección contra incendios deben
complementarse con las contenidas en otras disposiciones reglamentarias: colocación de plano
de situación de salidas en la puerta de cada habitación, prohibición de fumar, etc.
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G.2.2 Uso Garaje o Aparcamiento
Debe considerarse como garaje o aparcamiento toda zona de un edificio
destinada al estacionamiento de vehículos, incluyendo los servicios de revisión
de los mismos. Se excluyen de este uso los talleres de reparación y los
estacionamientos de vehículos destinados al transporte regular de personas o
mercancías.
Entre los servicios de revisión a los que se refiere el articulado se encuentran los de lavado,
puesta a punto, montaje de accesorios, comprobación de neumáticos y faros, etc., que no
requieren la manipulación de productos o útiles de trabajo que pueden presentar riesgo adicional,
lo que se produce habitualmente en la reparación propiamente dicha.
C.2.2 Uso Comercial
Se considera que un edificio o un establecimiento es de uso Comercial cuando
su actividad principal es la venta de productos directamente al público o la
prestación de servicios relacionados con los mismos.
Las condiciones particulares para el uso Comercial son de aplicación, tanto a las tiendas y a los
grandes almacenes que suelen constituir un único establecimiento con un único titular, como a
los centros comerciales, ya sean mercados, galerías, "multicentros", "hipermercados", etc.
Dichos centros comerciales se caracterizan por una configuración que agrupa diversos
establecimientos comerciales y frecuentemente también otros de pública concurrencia: cines,
cafeterías, restaurantes, etc.; cada uno de ellos tiene su correspondiente titular y es accesible al
público desde las zonas comunes de circulación del centro. El conjunto constituye, a su vez, un
establecimiento, con un titular que habitualmente gestiona, entre otras, las cuestiones
relacionadas con la seguridad global del centro.
También se consideran de uso Comercial los establecimientos en los que se
prestan directamente al público determinados servicios no necesariamente
relacionados con la venta de productos, pero cuyas características
constructivas y funcionales, las del riesgo derivado de la actividad y las de los
ocupantes se puedan asimilar más a las propias de este uso que a las de
cualquier otro.
Como ejemplo de la asimilación que contempla el articulado pueden citarse las lavanderías, los
salones de peluquería, etc.
2.3
Cuando un cambio de uso afecte únicamente a parte de un edificio o de un
establecimiento, esta norma básica se aplicará a su proyecto y a su obra, así como a
los medios de evacuación que, conforme a esta norma, deban servir a dicha parte,
con independencia de que dichos medios estén o no situados en la misma.
2.4
En las obras de reforma en las que se mantenga el uso, esta norma básica se aplicará
a los elementos constructivos y a las instalaciones de protección contra incendios
modificados por la reforma, en la medida en que ello suponga una mayor adecuación
a las condiciones de seguridad establecidas en esta norma básica.
Si la reforma altera la ocupación o su distribución con respecto a los elementos de
evacuación, la norma básica debe aplicarse a éstos. Si la reforma afecta a elementos
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constructivos que deban servir de soporte a las instalaciones de protección contra
incendios, o a zonas por las que discurren sus componentes, dichas instalaciones
deben adecuarse a lo establecido en esta norma básica.
En todo caso, las obras de reforma no podrán menoscabar las condiciones de
seguridad preexistentes, si éstas resultasen menos estrictas que las exigibles
conforme a esta norma básica a una obra de nueva construcción.
Los casos en los que la reforma mantenga sólo la fachada de un edificio o altere la distribución total de
las plantas, son ejemplos de reforma completa en los que debe aplicarse la norma básica en su totalidad.
Los preceptos del articulado pretenden que las obras de reforma tiendan a aumentar la seguridad de las
construcciones existentes.
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registradoras y, en general, aquellos elementos que configuran la implantación comercial de un
establecimiento, siempre que no se modifiquen los pasillos fijos antes citados y que, tras la
reordenación, sigan cumpliéndose las condiciones establecidas en esta norma básica para todos
los recorridos de evacuación.
En los establecimientos en los que esté previsto el uso de carros para el
transporte de productos por el público, cualquiera que sea la superficie
construida de su área de ventas, también debe constar, en la documentación
antes citada, la disposición de todos los mostradores, estanterías, expositores,
contenedores, cajas registradoras y, en general, de todos aquellos elementos
que configuren todos los recorridos de evacuación del público.
La prescripción del articulado supone que la modificación de la disposición de los elementos
citados tiene la consideración de obra de reforma, a efectos del cumplimiento de esta norma
básica y que, por tanto, debe ejecutarse conforme a lo establecido en el apartado 3.2.
En el caso de centros comerciales, en la citada documentación debe constar la
disposición de elementos tales como puestos de venta, quioscos, bares, etc.,
que puedan existir en las zonas generales de circulación.
3.2
El cumplimiento de esta norma básica en las obras de reforma, en los cambios de uso
y en toda modificación, aunque sea circunstancial, de las condiciones de protección
contra incendios a la que se le hubiese concedido las autorizaciones y licencias
preceptivas, debe realizarse conforme a lo establecido en el apartado 3.1.
3.3
Las entidades que intervengan preceptivamente en el visado técnico, la supervisión y
el informe del proyecto, así como en la concesión de las autorizaciones y licencias
preceptivas, podrán admitir soluciones diferentes a las establecidas en esta norma
básica cuando juzguen suficientemente justificadas, técnica y documentalmente, su
necesidad, derivada de la singularidad del proyecto, y su validez técnica en relación
con la adecuada protección frente al riesgo de incendio, y siempre que se alcancen
las condiciones de seguridad establecidas en esta norma básica.
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Capítulo 2
Compartimentación, evacuación y señalización
El contenido de este capítulo establece las condiciones que debe satisfacer el diseño general de los edificios para
garantizar el confinamiento y control de un incendio y facilitar la evacuación de los ocupantes. Sus prescripciones
se complementan con las del capítulo siguiente, que establece los requisitos de comportamiento ante el fuego de
los elementos constructivos.
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La planificación y disposición de las salidas deberá realizarse de tal manera que sea posible trasladar
un paciente de un área a otra de la misma planta que constituya otro sector de incendio y que los
pacientes internados puedan ser trasladados en sus camas.
Cuando el diseño lo permita, el núcleo central de comunicaciones verticales de una planta con dos o
más unidades de enfermería deberá constituir un sector de incendio, de tal manera que se
establezca una doble barrera y se posibilite la evacuación por dicho núcleo.
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Aunque los garajes o aparcamientos se regulan por este uso específico y por las condiciones
generales que les son de aplicación, cuando estén destinados a albergar 5 vehículos como máximo,
se considerarán locales de riesgo bajo conforme al artículo 19.
Conviene tener en cuenta que, conforme al apartado 4.1, el límite de 10.000 m² que se establece
para los sectores de incendio, en aparcamientos pertenecientes a edificios o establecimientos de uso
Comercial o de Pública Concurrencia, puede ampliarse hasta 20.000 m² cuando el sector de garaje o
aparcamiento esté protegido con una instalación de rociadores automáticos de agua.
4.2
Un recinto diáfano puede constituir un único sector, cualquiera que sea su superficie
construida, siempre que al menos el 90% de ésta se desarrolle en una planta, que sus salidas
comuniquen directamente con el espacio libre exterior, que al menos el 75% de su perímetro
sea fachada y que no exista sobre dicho recinto ninguna zona habitable.
Los recintos a los que se refiere el texto articulado tienen habitualmente una configuración que, de acuerdo con los
criterios indicados en el comentario 4.1, favorece la disipación térmica. Su carácter diáfano y las demás limitaciones
impuestas, así como la dotación de instalaciones de protección contra incendios con que deberán contar, en
aplicación de las condiciones particulares para su uso, permiten prever una fácil evacuación y una disminución del
riesgo para sus ocupantes que hacen innecesaria su compartimentación en sectores de incendio.
Como ejemplos de recintos a los que se refiere el texto articulado, pueden citarse los polideportivos,
hipermercados, pabellones para ferias y exposiciones, iglesias, terminales de transportes, etc.
4.3
Todo establecimiento contenido en un edificio constituirá uno o varios sectores de incendio
diferenciados del resto del edificio.
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La actividad y el régimen de funcionamiento de un establecimiento exigen que se configure como un ámbito de
riesgo diferenciado de cualquier otro establecimiento y del resto del edificio, a fin de evitar posibles daños a terceros
y de limitar, en lo posible, la incidencia de un incendio sobre zonas contiguas, cuyo nivel de riesgo puede ser
sensiblemente inferior al de aquella en la que se declare el posible siniestro.
La prescripción del articulado implica que los elementos estructurales pertenecientes al establecimiento deben
cumplir, según el uso a que esté destinado, las exigencias correspondientes de estabilidad ante el fuego (EF) que
se establecen en el artículo 14, y los elementos constructivos que lo delimitan, las de resistencia al fuego
establecidas en los apartados 15.1, 15.2 y 15.5.
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2. No obstante, podrán destinarse a tratamiento intensivo con radioterapia zonas
cuya evacuación precise salvar alturas mayores que la indicada en el párrafo
anterior, siempre que dichas zonas cumplan las condiciones que se establecen
para ellas en el apartado H.7.2.2.
Las condiciones constructivas que precisan los locales destinados a radioterapia exigen su
disposición en sótanos.
5.2
Se excluye de la prescripción anterior la primera planta bajo rasante.
5.3
Podrán admitirse los recorridos de evacuación que salven una altura de evacuación mayor
que la indicada en el apartado 5.1 cuando discurran por recintos de gran volumen en los que
no sea previsible la confluencia de la evacuación con el sentido ascendente de los humos,
debido a la configuración de dichos recintos y a las posibilidades de una rápida eliminación.
Mientras no exista normativa relativa al diseño y ejecución de sistemas de control de humos, pueden aplicarse los
documentos técnicos que recomiende la Comisión Permanente de las Condiciones de Protección contra Incendios
en los Edificios.
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La asimilación con los usos consignados en esta norma básica debe tener en cuenta el grado de
compartimentación, las restricciones al acceso, el mobiliario y los enseres necesarios para la actividad, etc.
Como ejemplo de ocupaciones alternativas, se puede indicar la de las aulas y los talleres, laboratorios, etc., de un
edificio de uso Docente.
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En establecimientos comerciales en los que no sea previsible gran afluencia de
público, como los dedicados a la venta y exposición de muebles, coches, artículos
de jardinería, etc, se aplicará una densidad de una persona por cada 5 m².
Las densidades de ocupación de zonas de uso Comercial se aplicarán sobre la
superficie útil resultante de deducir, de la superficie total destinada al público, bien
la ocupada por los mostradores, estanterías, expositores, contenedores, cajas
registradoras, etc., que se hagan constar en la documentación a la que se hace
referencia en el artículo 3, o bien el 25%, como máximo, de dicha superficie total,
cuando en aplicación de dicho artículo no se hagan constar estos elementos.
Como consecuencia de la aplicación del apartado C.3.1, no es preceptivo definir la disposición de los
elementos citados en establecimientos en los que no esté prevista la utilización de carros. En este
caso debe tomarse como superficie útil al menos el 75% de la construida destinada al público. Si se
opta por definir la disposición de dichos elementos, puede obtenerse un grado de ocupación
sensiblemente menor cuando la superficie que ocupan es elevada, aunque se tendría una mayor
rigidez a la hora de modificar dicha disposición, ya que esta modificación se consideraría como una
obra de reforma, debiendo ser tramitada como tal.
d) Una persona por cada 20 m² en zonas destinadas a uso Vivienda o a uso Residencial y en
las zonas de servicio de otros usos, tales como bares, restaurantes y cafeterías.
e) Una persona por cada 40 m² en archivos, almacenes y garajes o aparcamientos diferentes
de los citados en el apartado c).
Art. 7 Evacuación
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7.1 Elementos de la evacuación
7.1.4 Rampas
Las rampas previstas como recorrido de evacuación se asimilarán a los pasillos, a efectos de
dimensionamiento de su anchura y de determinación de las condiciones constructivas que le
son aplicables. Su pendiente no será mayor que el 12% cuando su longitud sea menor que 3
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m, que el 10% cuando su longitud sea menor que 10 m o que el 8% en el resto de los casos.
Las pendientes de rampas de garaje pueden ser mayores, en los casos a los que se refiere el
apartado G.7.1.6.b).
Es aconsejable que el pavimento de las rampas sea antideslizante.
7.1.6 Salidas
Las salidas que se consideran en esta norma básica son:
a) Salida de recinto, que es una puerta o un paso que conducen, bien directamente, o bien a
través de otros recintos, hacia una salida de planta y, en último término, hacia una del edificio.
Se entiende como recinto todo espacio cuyos elementos delimitadores, tanto horizontales como verticales, impiden
la propagación del humo hacia o desde otros espacios inmediatos. Un recinto puede llegar a abarcar una planta
entera, en el caso de plantas diáfanas, e incluso varias si están comunicadas por escaleras no compartimentadas o
por espacios de doble o múltiple altura.
El máximo tamaño posible de los recintos es el que se establece para los sectores de incendio en el artículo 4.
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soluciones de salida de planta expuestas en los dos primeros guiones del apartado 7.1.6.b) no
pueden utilizarse en este caso.
En las zonas de tratamiento intensivo de pacientes se supone que, en caso de incendio, la totalidad
deben ser traslados en cama o en camilla.
Para que pueda considerarse como salida de planta la puerta de paso desde una
zona de hospitalización o de tratamiento intensivo a una escalera protegida, a un
pasillo protegido, o a un vestíbulo previo, dichos elementos deben tener una
superficie igual o mayor que la calculada conforme a los criterios expuestos en el
párrafo anterior. En el caso de escaleras, dicha superficie se refiere a la del rellano
de la planta considerada, admitiéndose su utilización para actividades de escaso
riesgo, como salas de espera, etc.
La exigencia del articulado puede cumplirse por dos procedimientos: dotando a los recintos
protegidos que se citan con el espacio requerido, o bien, interponiendo entre el sector de
hospitalización y la salida considerada, otro sector sin hospitalización en el cual se puede computar la
superficie de salas de visita, despachos, oficios, etc.
c) Salida de edificio que es una puerta o un hueco de salida a un espacio exterior seguro con
superficie suficiente para contener a los ocupantes del edificio, a razón de 0,50 m² por
persona, dentro de una zona delimitada con un radio de distancia de la salida 0,1P m, siendo
P el número de ocupantes.
Si el espacio exterior no está comunicado con la red viaria o con otros espacios abiertos, no
será preciso computar la superficie necesaria dentro del radio de distancia antes citado, pero
no podrá considerarse ninguna zona situada a menos de 15 m del edificio.
Si un espacio exterior no tiene superficie suficiente para contener a los ocupantes, la puerta o
punto de paso desde el que se accede a dicho espacio podrá considerarse salida de edificio,
solamente si la longitud del recorrido siguiente desde esta salida hasta un espacio exterior
seguro es menor que 50 m y el recorrido satisface las exigencias del apartado 7.4 y de los
artículos 8 y 9 que le sean aplicables.
El articulado permite considerar como salida los huecos que, sin ser una puerta, posean características
equivalentes de identificación y de seguridad en su tránsito.
Se considera como espacio exterior seguro aquel cuya superficie es suficiente, conforme a lo establecido en el
texto articulado, y cuyas características permiten una amplia disipación térmica y de los humos producidos por el
incendio, así como la ayuda a los ocupantes.
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Para la aplicación de este apartado, resulta de especial relevancia tener en cuenta la indicación
contenida en el comentario al apartado 7.1.6.c): "La seguridad que ofrece un espacio exterior
depende del grado en que permite una amplia disipación térmica y de los humos producidos por el
incendio, así como la ayuda a los ocupantes". Cuando no existan garantías de que la disipación de
los humos se produzca de forma natural, el control y eliminación de éstos debe conseguirse mediante
soluciones técnicas adecuadas.
La consideración como fachada de los elementos que separan un establecimiento de la zona común
del centro, supone que dichos elementos deben cumplir las condiciones establecidas en el apartado
15.2 para las fachadas, que son menos exigentes que las requeridas a las paredes que delimitan
interiormente un sector de incendio. En estas últimas se dificultaría notablemente la existencia de
escaparates o huecos abiertos hacia la zona común.
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H.7.2.1 Uso Hospitalario
Las plantas con hospitalización o tratamiento intensivo deberán disponer, al
menos, de dos salidas situadas de forma tal que la longitud del recorrido desde
todo origen de evacuación hasta alguna de ellas sea menor que 30 m y la del
recorrido hasta algún punto del que partan dos recorridos alternativos hacia
sendas salidas sea menor que 15 m.
Los recintos cuya superficie exceda de 90 m² construidos y se utilicen como
habitación de pacientes hospitalizados, contarán al menos con dos salidas
alternativas.
Con carácter general, las habitaciones de pacientes y las salas de tratamiento, de
curas, etc., deben tener salida directa a un pasillo general de evacuación de la
planta. No obstante, cuando la superficie construida de dichos recintos no exceda
de 90 m², se admite que las salidas comuniquen con salas intermedias que no
sean locales de riesgo especial. Asimismo, en unidades especiales de enfermería
(cuidados intensivos, neonatología, etc.), se admite la existencia de salas de
control para el personal de enfermería.
2. Una planta puede disponer de una única salida si, además de cumplir las condiciones
anteriores, su altura de evacuación no es mayor que 28 m.
Las plantas de salida del edificio deben contar con más de una salida cuando considerando su
propia ocupación les sea exigible, en aplicación del apartado 1 anterior, o bien cuando el
edificio precise más de una escalera para evacuación descendente o más de una para
evacuación ascendente.
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que dé acceso a otro sector en la misma planta, a una escalera protegida, a un
pasillo protegido, o a un vestíbulo previo.
Las condiciones de movilidad de los pacientes dificultan la evacuación e incrementan los riesgos que
pueden derivarse del bloqueo de una escalera o de sus accesos en caso de incendio. Por tanto, la
exigencia del articulado pretende que, en cualquier caso, exista una alternativa a la evacuación.
3. Cuando una planta o un recinto deban tener más de una salida, en aplicación de los
apartados 1 y 2 anteriores, éstas cumplirán las condiciones siguientes:
a) La longitud del recorrido desde todo origen de evacuación hasta alguna salida será menor
que 50 m.
b) La longitud del recorrido desde todo origen de evacuación hasta algún punto desde el que
partan al menos dos recorridos alternativos hacia sendas salidas, no será mayor que 25 m.
Se considera que dos recorridos son alternativos desde un punto dado, cuando en dicho punto
forman entre sí un ángulo mayor que 45?, o bien cuando estén separados por elementos
constructivos que sean al menos RF-30 e impidan que ambos recorridos puedan quedar
simultáneamente bloqueados por el humo.
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En zonas de alojamiento, la longitud del recorrido de evacuación desde todo
origen de evacuación hasta algún punto desde el que partan al menos dos
recorridos alternativos hacia sendas salidas, no será mayor que 15 m.
4. En toda zona cuya evacuación deba realizarse a través de puntos de paso obligado,
aunque no constituya un recinto, dichos puntos verificarán las prescripciones relativas al
número, a la disposición y a las dimensiones definidas para las salidas de recinto.
La prescripción del articulado se aplica, en particular, a entreplantas, zonas limitadas por elementos fijos, etc.
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Las escaleras a las que se acceda desde sectores de incendio destinados a
hospitalización o a tratamiento intensivo, serán protegidas.
b) Serán especialmente protegidas conforme al apartado 10.2 las escaleras que sirvan a
plantas cuya altura de evacuación sea mayor que 50 m en uso Vivienda, mayor que 20 m en
uso Hospitalario o mayor que 28 m en cualquier otro uso.
Las escaleras especialmente protegidas disponen de un vestíbulo previo como protección adicional, ante el mayor
riesgo de propagación del incendio y de los humos en escaleras para alturas de evacuación que superan los límites
que se establecen en el articulado.
c) Las escaleras que sirvan a diversos usos cumplirán en todas las plantas las condiciones
más restrictivas de las correspondientes a cada uno de ellos.
Conviene tener en cuenta que este artículo, junto con lo que establece el apartado 2.2.3, implica que cuando se
pretenda realizar un cambio de uso en un edificio existente, las escaleras previstas para evacuación deben
adecuarse, en todo su trazado, a las condiciones más restrictivas de las correspondientes a los diversos usos a los
que sirva, tanto en cuanto a su capacidad de evacuación, como en lo relativo a sus condiciones de protección:
compartimentación, ventilación, etc.
Si la obra es de reforma sin cambio de uso, el apartado 2.2.4 permite que la adecuación pueda limitarse a la
capacidad de evacuación de dichas escaleras y únicamente cuando se altere la ocupación o su distribución
respecto a los medios de evacuación, y ello suponga menoscabo de las condiciones de evacuación existentes.
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puertas de comunicación con el resto del edificio sean, como mínimo, RF-60 y RF-15,
respectivamente.
La prescripción del articulado pretende evitar que la propagación de un incendio o la de los humos a través de las
cajas de ascensores anule la eficacia de la compartimentación en sectores implantada en aplicación del artículo 4.
La definición de la resistencia al fuego (RF) de un elemento constructivo se establece en el artículo 13.
b) En las plantas se asignará la ocupación de cada recinto a sus puertas de salida conforme a
criterios de proximidad, considerando para este análisis todas las puertas, sin anular ninguna
de ellas. Posteriormente, se asignará dicha ocupación a la salida de planta más próxima, en la
hipótesis de que cualquiera de las salidas de planta pueda estar bloqueada.
Las hipótesis alternativas de bloqueo de las salidas de una planta que tenga más de una, implican que en la
mayoría de los pasillos de dicha planta la evacuación puede realizarse en ambos sentidos.
Cuando un sector tenga salidas de planta a otro sector situado en la misma planta, conforme a
lo establecido en el tercer guión del apartado 7.1.6.b, en el análisis de la evacuación de este
último no es necesario acumular la ocupación del primero.
La posibilidad admitida se basa en la consideración de que en una planta que cuente con varios sectores
diferentes, cada uno de ellos es un ámbito de riesgo también diferente y alternativo.
c) En las plantas de salida del edificio, a cada salida del mismo se le asignarán los ocupantes
de dicha planta que le corresponden conforme a los criterios indicados en a) y b), más los
correspondientes a las escaleras cuyo desembarco se encuentre más próximo a dicha salida
que a cualquier otra. A estos efectos, debe asignarse a cada escalera un número de
ocupantes igual a 160A, siendo A la anchura de cálculo, en m, del desembarco de la escalera
cuando ésta no sea protegida, o la anchura real cuando lo sea.
7.4.2 Cálculo
El cálculo de la anchura o de la capacidad de los elementos de evacuación se llevará a cabo
conforme a los criterios siguientes:
a) La anchura A, en m, de las puertas, pasos y pasillos será al menos igual a P/200, siendo P
el número de personas asignadas a dicho elemento de evacuación, excepto las puertas de
salida de recintos de escalera protegida a planta de salida del edificio, para las que será
suficiente una anchura igual al 80% de la calculada para la escalera.
b) Las escaleras que no sean protegidas tendrán, como mínimo, una anchura A que cumpla:
A = P/160 en escaleras previstas para evacuación descendente.
A = P/(160-10h) en escaleras previstas para evacuación ascendente.
donde,
A es la anchura de la escalera, en m;
P es el número total de ocupantes asignados a la escalera en el conjunto de todas las plantas
situadas por encima del tramo considerado, cuando la evacuación en dicho tramo esté
prevista en sentido descendente, o por debajo, cuando esté prevista en sentido
ascendente;
h es la altura de evacuación ascendente en m.
c) Las escaleras protegidas o especialmente protegidas cumplirán la condición siguiente:
P < 3 S + 160 A
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donde,
P es la suma de los ocupantes asignados a la escalera en la planta considerada más los de
las situadas por debajo o por encima de ella hasta la planta de salida del edificio, según se
trate de una escalera para evacuación descendente o ascendente, respectivamente. Para
dicha asignación solo será necesario aplicar la hipótesis de bloqueo de salidas de planta
indicada en el punto 1.b de este apartado 7.4, en una de las plantas, bajo la hipótesis más
desfavorable;
S es la superficie útil del recinto de la escalera en el conjunto de las plantas citadas
anteriormente, en m², incluida la correspondiente a los tramos, a los rellanos y a las
mesetas intermedias;
A es la anchura del arranque de la escalera en la planta de salida del edificio, en m.
Las fórmulas del articulado se establecen con las hipótesis siguientes:
i) todos los ocupantes pueden traspasar una salida en un tiempo máximo de 2,5 min.
ii) en escaleras protegidas pueden albergarse 3 personas por m² de superficie útil, teniendo en cuenta que al
mismo tiempo circulan y abandonan la escalera en la planta de salida.
La tabla que figura a continuación facilita los valores que se obtienen por aplicación del articulado. Los que se
indican para las escaleras protegidas son válidos cuando éstas sean de doble tramo, su anchura sea constante en
todas las plantas y las dimensiones de los rellanos y mesetas intermedias sean las necesarias en función de dicha
anchura. Para otras configuraciones debe aplicarse la relación establecida en el articulado, determinando para ello
la superficie S de la escalera de que se trate.
1,00 100 130 160 224 288 352 416 480 +32
1,10 110 143 176 248 320 392 464 536 +36
1,20 120 156 192 274 356 438 520 602 +41
1,30 130 169 208 302 396 490 584 678 +47
1,40 140 182 224 328 432 536 640 744 +52
1,50 150 195 240 356 472 588 704 820 +58
1,60 160 208 256 384 512 640 768 896 +64
1,70 170 221 272 414 556 698 840 982 +71
1,80 180 234 288 442 596 750 904 1058 +77
1,90 190 247 304 472 640 808 976 1144 +84
2,00 200 260 320 504 688 872 1056 1240 +92
2,10 210 273 336 534 732 930 1128 1326 +99
2,20 220 286 352 566 780 994 1208 1422 +107
2,30 230 299 368 598 828 1058 1288 1518 +115
2,40 240 312 384 630 876 1122 1368 1614 +123
Las condiciones constructivas y de diseño de las escaleras protegidas y especialmente protegidas están previstas
para que no puedan verse gravemente afectadas por un incendio, por lo que no es preciso suponer bloqueada
ninguna escalera para determinar el número de ocupantes que le son asignables. Por tanto, cuando hay varias de
dichas escaleras basta con suponer bloqueado el acceso a una de ellas en una de las plantas a las que sirve.
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Las anchuras mínimas y las máximas de los elementos de evacuación que sirvan
a zonas de hospitalización, a tratamientos intensivos o a áreas de apoyo de
diagnóstico, serán las siguientes:
- La anchura libre en puertas, pasos y huecos previstos como salidas y en las
puertas de las habitaciones será 1,05 m, como mínimo. La anchura de cada hoja
será 1,20 m, como máximo;
- La anchura libre mínima de los pasillos previstos como recorrido de evacuación
será 2,20 m, como mínimo, excepto el paso a través de puertas, que podrá ser
2,10 m;
- Las escaleras previstas para la evacuación tendrán una anchura libre de 1,20
m, como mínimo. Si los recorridos por ella obligan a giros de 90?, la anchura libre
será 1,40 m, como mínimo.
En las zonas no destinadas a pacientes internos o externos, como por ejemplo las
de uso Administrativo y de dirección, la anchura de los pasillo de evacuación será
1,10 m, como mínimo.
Las anchuras de pasillos que se establecen en el articulado son las resumidas en el siguiente
cuadro:
Superficie construida Uso de carros para Anchura mínima de pasillos
destinada al público transporte de
productos
Entre baterías con Otros pasillos
más de 10 cajas de
cobro y estanterías
> 400 m² Previsto 4,00 m 1,80 m
No previsto 1,40 m 1,40 m
≤ 400 m² Previsto 3,00 m 1,40 m
No previsto 1,20 m 1,20 m
Además de las dimensiones mínimas citadas en el articulado, aplicables a todo pasillo de evacuación
para el público, la anchura de los pasillos fijos debe dimensionarse según se establece en el
apartado 7.4.
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Art. 8 Características de las puertas y de los pasillos
A lo largo de todo recorrido de evacuación, las puertas y los pasillos cumplirán las condiciones
que figuran a continuación.
8.1 Puertas
a) Las puertas de salida serán abatibles con eje de giro vertical y fácilmente operables.
Es recomendable que los mecanismos de apertura de las puertas supongan el menor riesgo posible para la
circulación de los ocupantes.
Conforme al apartado G.7.1.6.b) la puerta debe además comunicar directamente con el espacio
exterior seguro.
d) Toda puerta de un recinto que no sea de ocupación nula situada en la meseta de una
escalera, se dispondrá de forma tal que al abrirse no invada la superficie necesaria de meseta
para la evacuación.
Cuando esté situada en la pared de un pasillo, se dispondrá de forma tal que, en la zona de
pasillo barrida por la puerta, no se disminuya la anchura del mismo más de 15 cm.
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La excepción que contempla el articulado tiene en cuenta que no es previsible que, en caso de emergencia, sean
utilizadas las puertas de los recintos de ocupación nula. Por la misma razón, dicha excepción también es aplicable a
las puertas de los ascensores.
8.2 Pasillos
a) En ningún punto de los pasillos previstos para la evacuación de más de 50 personas que
no sean ocupantes habituales del edificio podrán disponerse menos de tres escalones.
Es recomendable que la disposición de peldaños aislados en un pasillo se acompañe de medidas adecuadas para
que los ocupantes perciban fácilmente su existencia.
b) Los pasillos que sean recorridos de evacuación carecerán de obstáculos, aunque en ellos
podrán existir elementos salientes localizados en las paredes, tales como soportes, cercos,
bajantes o elementos fijos de equipamiento, siempre que, salvo en el caso de extintores, se
respete la anchura libre mínima establecida en esta norma básica y que no se reduzca más de
10 cm la anchura calculada.
No obstante la excepción del articulado, es recomendable disponer los extintores en los ángulos muertos de los
pasillos.
A lo largo de los recorridos de evacuación, excepto de los que sirvan a menos de 10 personas
vinculadas a la actividad que se desarrolla en el edificio, las escaleras cumplirán las
condiciones siguientes:
a) Cada tramo tendrá tres peldaños como mínimo y no podrá salvar una altura mayor que
2,80 m cuando esté previsto para la evacuación de más de 250 personas, o mayor que 3,20 m
en los demás casos.
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En escuelas infantiles y en centros de enseñanza primaria o secundaria, cada
tramo tendrá tres peldaños, como mínimo, y doce, como máximo.
c) La relación c/h será constante a lo largo de toda escalera y cumplirá la relación 60?2c+h,
donde:
- c, es la dimensión de la contrahuella, que estará comprendida entre 13 y 18,5 cm.
- h, es la dimensión de la huella, que será como mínimo 28 cm. En el caso de escaleras
curvas, la huella se medirá a 50 cm del borde interior y no podrá ser mayor que 42 cm en el
borde exterior. En dichas escaleras no podrá computarse como anchura útil la zona en la
que la huella sea menor que 17 cm.
En escaleras para evacuación ascendente, los peldaños tendrán tabica y carecerán de bocel.
Es recomendable que el arranque de los pasamanos intermedios en tramos de escalera evite en lo posible riesgos
para los ocupantes. También es aconsejable prolongar los pasamanos laterales en todo el recorrido posible de los
rellanos y de las mesetas intermedias.
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e) Si el pavimento tiene perforaciones, las dimensiones de éstas no permitirán el paso vertical
de una esfera de 8 mm de diámetro.
En los apartados 15.4 y 15.5 se establecen las exigencias de comportamiento ante el fuego de los elementos
delimitadores de los recintos, pasillos y escaleras.
Las galerías y escaleras abiertas al exterior son espacios protegidos si cumplen la condición c) de este artículo y las
condiciones de fachada establecidas en el artículo 15.
Los sistemas mecánicos de control de humos por sobrepresión requieren garantías acerca de su mantenimiento y
funcionamiento, de acuerdo con las características y el régimen de uso del edificio.
c) Los huecos y las ventanas abiertos al exterior estarán situados, como mínimo, a una
distancia horizontal de 1,50 m de cualquier zona de fachada que no tenga un grado
parallamas PF-30.
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La definición del grado parallamas se establece en el artículo 13.
d) Los pasillos y las escaleras protegidos estarán dispuestos de forma tal que pueda
circularse por ellos hasta una planta de salida del edificio, y que la longitud de recorrido no
protegido por dicha planta hasta una salida de edificio sea menor que 15 m. No obstante,
dicha longitud podrá ser mayor cuando el espacio al que se accede cumpla las condiciones
siguientes:
- estar comunicado directamente con el exterior mediante salidas de edificio;
- presentar un riesgo de incendio muy reducido, tanto por estar destinado únicamente a
circulación, sin ninguna otra actividad, como por la muy baja carga de fuego previsible en
su interior.
- estar compartimentado respecto a otros recintos que presenten riesgo de incendio con
elementos separadores RF-120. No deberá haber más de dos accesos a dichos recintos y
ambos dispondrán de vestíbulos previos.
Cuando exista más de una escalera protegida con arranque en un espacio de una planta de
salida del edificio que cumpla las condiciones anteriores, una de ellas podrá carecer de
compartimentación en dicha planta.
Cuando se cumplan las condiciones anteriores, la longitud del recorrido de evacuación no protegido hasta una
salida de edificio puede ser mayor que 15 m, pero dicha longitud debe cumplir las condiciones generales que para
cualquier recinto o planta establece el apartado 7.2, es decir, debe ser 25 m, como máximo, cuando exista una sola
salida, o 50 m, como máximo, cuando exista más de una, debiendo existir recorrido alternativo hacia otra a menos
de 25 m de la puerta del recinto de la escalera o de su punto de desembarco.
En los apartados 15.4 y 15.5 se establecen las exigencias de comportamiento ante el fuego de las fachadas que
limitan con escaleras abiertas al exterior, así como de las puertas de acceso a las mismas.
Las escaleras especialmente protegidas cumplirán las condiciones establecidas para las
protegidas y el acceso a ellas en cada planta se realizará por dos puertas, como máximo,
cada una de ellas comunicada con un vestíbulo previo diferente, conforme al apartado 10.3.
La existencia de dicho vestíbulo en la planta de salida del edificio no será necesaria cuando el
espacio al que se accede cumpla las condiciones indicadas en el apartado 10.1.d, siendo
suficiente en este caso disponer una sola puerta con cierre automático.
Las escaleras abiertas al exterior podrán considerarse como especialmente protegidas aunque
no dispongan de vestíbulos previos en sus accesos. Una escalera puede considerarse abierta
al exterior cuando cuente en cada planta con una abertura permanente al exterior de 5A m²,
como mínimo, siendo A la anchura del tramo de escalera en m.
En los apartados 15.4 y 15.5 se establecen las exigencias de comportamiento ante fuego de los elementos
delimitadores de los vestíbulos previos.
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Los vestíbulos previos serán de uso exclusivo para circulación y sólo tendrán comunicación
directa con espacios generales de circulación, aparatos elevadores, aseos y con los locales
que deban disponer de dicho vestíbulo. La distancia mínima entre los contornos de las
superficies barridas por las puertas del vestíbulo será al menos igual a 0,50 m.
Los vestíbulos previos a escalera especialmente protegida, estarán ventilados conforme a
alguna de las alternativas establecidas en apartado 10.1.b). Los vestíbulos previos que sirvan
a los locales de riesgo especial definidos en el artículo 19 o a los garajes, no podrán utilizarse
para la evacuación de locales diferentes de los citados.
La separación entre las puertas del vestíbulo previo, exigida en el texto articulado, pretende evitar
que en el traslado de camas o camillas ambas puertas permanezcan abiertas con el consiguiente
paso del humo.
La restricción a la utilización de tramos curvos no es aplicable, en general, a las escaleras exteriores, sino
únicamente a las denominadas "de incendios" según la norma, cuyas condiciones especiales se establecen en este
artículo. Una escalera exterior que cumpla todas las condiciones establecidas con carácter general para las
escaleras puede tener tramos curvos conforme al artículo 9.c.
La prescripción del articulado tiene por objeto evitar la sensación de vértigo que puede producirse en estas
escaleras exteriores.
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En los edificios y en los establecimientos de uso hospitalario no se tendrán en
cuenta las escaleras de incendios, a efectos de justificar el cumplimiento de las
condiciones de evacuación.
Cabe suponer que la mayoría de los ocupantes en viviendas son conocedores del edificio.
Es aconsejable que el número de señales sea el imprescindible para satisfacer las condiciones que se establecen
en el articulado; un número excesivo de señales puede confundir a los ocupantes.
2. Deben disponerse señales indicativas de dirección de los recorridos que deben seguirse
desde todo origen de evacuación hasta un punto desde el que sea directamente visible la
salida o la señal que la indica y, en particular, frente a toda salida de un recinto con ocupación
mayor que 100 personas que acceda lateralmente a un pasillo.
En los puntos de los recorridos de evacuación que deban estar señalizados en los que existan
alternativas que puedan inducir a error, también se dispondrán las señales antes citadas, de
forma tal que quede claramente indicada la alternativa correcta.
En las posibilidades de error a que pueden inducir los recorridos alternativos, también influye decisivamente el
grado de conocimiento que los ocupantes tengan del edificio.
En dichos recorridos, las puertas que no sean salida y que puedan inducir a error en la
evacuación, deberán señalizarse con la señal correspondiente definida en la norma UNE 23
033 dispuesta en lugar fácilmente visible y próxima a la puerta.
No es conveniente disponer dicha señal en la hoja de la puerta, ya que, en caso de que ésta quedase abierta, no
sería visible.
El contenido del articulado pretende que las condiciones de los medios de evacuación que se establecen en esta
norma básica, no resulten ineficaces como consecuencia de una señalización que distribuya a los ocupantes de
forma contradictoria con dichas condiciones.
El Real Decreto 1403/1986 de 9 de mayo, sobre señalización de seguridad en centros y locales de trabajo, exige
que las señales de evacuación sean simbólicas en todo caso, mientras que esta norma básica admite tanto las
señales simbólicas como las literales definidas por la norma UNE 23 034.
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12.2 Señalización de los medios de protección
Deben señalizarse los medios de protección contra incendios de utilización manual, que no
sean fácilmente localizables desde algún punto de la zona protegida por dicho medio, de
forma tal que desde dicho punto la señal resulte fácilmente visible.
Las señales serán las definidas en la norma UNE 23 033 y su tamaño será el indicado en la
norma UNE 81 501.
La norma UNE 81 501 establece que la superficie de cada señal, en m², sea al menos igual al cuadrado de la
distancia de observación, en m, dividida por 2000.
12.3 Iluminación
En los recorridos de evacuación, en los locales de riesgo especial que se indican en el artículo
19 y en los que alberguen equipos generales de protección contra incendios, la instalación de
alumbrado normal debe proporcionar, al menos, los mismos niveles de iluminación que se
establecen en el artículo 21 para la instalación de alumbrado de emergencia.
La condición del articulado pretende evitar que en algunas zonas de las indicadas, el alumbrado normal pueda
diseñarse de forma tal que, en horas de escasa utilización de dichas zonas, el nivel de iluminación que aporte sea
inferior, incluso al mínimo que se exige para el alumbrado de emergencia, como pudiera ocurrir en pasillos de
hoteles, oficinas, etc. en horario nocturno o de asistencia reducida.
Las señales a las que se hace referencia en los apartados 12.1 y 12.2 deben ser visibles,
incluso en caso de fallo en el suministro al alumbrado normal. Para ello, dispondrán de fuentes
luminosas incorporadas externa o internamente a las propias señales, o bien serán auto-
luminiscentes, en cuyo caso, sus características de emisión luminosa deberán cumplir lo
establecido en la norma UNE 23 035 Parte 1.
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Capítulo 3
Comportamiento ante el fuego de los
elementos constructivos y materiales
Las prescripciones del presente capítulo están dirigidas a garantizar la estabilidad del edificio y a limitar el desarrollo
de un posible incendio.
El desarrollo del incendio en un espacio se caracteriza por la evolución de la temperatura en el tiempo, que es
función de las condiciones particulares del espacio donde se produce, como su geometría, carga de fuego,
ventilación y transmisión térmica.
La norma UNE 23 093 define una acción térmica convencional mediante una relación tiempo-temperatura que
constituye una referencia que permite establecer las exigencias reglamentarias de comportamiento ante el fuego de
los elementos constructivos, en términos de tiempo equivalente durante el cual el ensayo reproduce la peor
condición, de las señaladas en el articulado, que pueden tener lugar en un incendio.
Dicho tiempo no coincide, en general, con el de desarrollo de un incendio, ni con el instante en el que se alcanza la
temperatura máxima o la peor condición para el elemento en cuestión. Tampoco se relaciona directamente con el
tiempo necesario para la evacuación del edificio.
Como en un incendio cada elemento alcanza su peor situación en un tiempo diferente, la determinación analítica del
tiempo equivalente puede suponer, en casos especiales, valores significativamente inferiores a los establecidos en
esta norma básica con carácter general.
Conforme con las condiciones que establece el articulado, las características de resistencia al fuego (RF) y
parallamas (PF) de un elemento constructivo, son cualidades que dependen de la cara que se considere expuesta
al fuego, por tanto un elemento puede tener dos grados diferentes de resistencia al fuego (RF) o parallamas (PF).
La escala de tiempos adoptada por esta norma básica se corresponde con los siguientes valores de temperatura
alcanzada por encima de la del ambiente:
13.2 Materiales
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Las exigencias de comportamiento ante el fuego de los materiales se definen fijando la clase
que deben alcanzar conforme a la norma UNE 23 727. Estas clases se denominan: MO, M1,
M2, M3 y M4. El número de la denominación de cada clase indica la magnitud relativa con la
que los materiales correspondientes pueden favorecer el desarrollo de un incendio.
Los requisitos referentes a materiales se establecen en el artículo 16 con carácter general y en el capítulo 4 para
los de equipos e instalaciones. Esta norma básica establece requisitos de comportamiento ante el fuego a los
materiales de acabado o de revestimiento, al mobiliario fijo que represente una implantación masiva en locales de
determinado uso y a todos aquéllos materiales que por su abundancia o su situación, puedan acrecentar la
peligrosidad de un incendio.
La clase MO indica que un material es no combustible ante la acción térmica normalizada del ensayo
correspondiente. Un material de clase M1 es combustible pero no inflamable, lo que implica que su combustión no
se mantiene cuando cesa la aportación de calor desde un foco exterior. Los materiales de clase M2, M3 y M4
pueden considerarse, de un grado de inflamabilidad moderada, media o alta, respectivamente.
Se supone que, en caso de incendio, la acumulación de gases a alta temperatura se produce en la parte superior
de la planta, afectando en menor grado al suelo de la misma. Por ello, a los forjados de suelo de planta baja de los
edificios sin sótanos se les exige ninguna estabilidad al fuego.
Tabla 1
Estabilidad al fuego exigible a los elementos estructurales
Los valores de la tabla 1 suponen valores usuales de carga de fuego y altura de planta, así como tamaños de
sector no mayores que los establecidos en el artículo 4, bajo la hipótesis de que el fuego se produce en el sector
cuyo techo es el forjado analizado.
Las zonas en las que se acumulen materiales combustibles en cantidades superiores a lo habitual no quedan
cubiertas por los valores establecidos en la tabla 1. En algunos casos, para dichas zonas se exigen, en el artículo
19, valores superiores de estabilidad estructural ante el fuego.
Si los sectores son de menor tamaño o de mayor relación entre la superficie delimitadora y la construida que los
valores indicados en el artículo 4, si la carga de fuego es inferior a la ordinaria, y, en particular, para estructuras de
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edificios de una sola planta, que poseen, por lo general, mucha mayor capacidad de disipación térmica, mediante
determinación analítica pueden obtenerse valores menores que los señalados en la tabla 1.
Dicha determinación analítica supone la obtención de la relación temperatura-tiempo que caracteriza el desarrollo
previsible de un incendio en un sector considerado. Posteriormente debe comprobarse, conforme al artículo 17, que
la estructura es capaz de soportar dicha acción térmica sin que se produzca el colapso.
En coherencia con la compartimentación en sectores de incendio establecida en el artículo 4, el procedimiento
analítico debe basarse en la hipótesis de que el incendio puede tener lugar, alternativamente, en cualquiera de los
sectores en que esté dividido el edificio, alcanzando el pleno desarrollo dentro del sector afectado. No obstante,
cuando un sector analizado comprenda varias plantas comunicadas exclusivamente a través de huecos para
escaleras de dimensiones estrictamente ajustadas al desarrollo de las mismas, podrá suponerse que el pleno
desarrollo del incendio en dicho sector no afecta a más de tres plantas consecutivas.
El análisis considera en general las acciones simultáneas y los coeficientes de ponderación correspondientes a
acción accidental, como los que se toman para acción sísmica.
b) En edificios exentos, salvo los de uso Hospitalario, las estructuras de cubiertas ligeras no
previstas para ser utilizadas en la evacuación de los ocupantes y cuya altura respecto de la
rasante exterior no exceda de 28 m, así como los soportes que únicamente sustenten dichas
cubiertas, podrán ser EF-30 cuando su fallo no pueda ocasionar daños graves a los edificios o
establecimientos próximos, ni comprometer la estabilidad de otras plantas inferiores o la
compartimentación de los sectores de incendio. A tales efectos, puede entenderse como ligera
aquella cubierta cuya carga permanente no exceda de 100 kg/m².
Para otros tipos de cubierta, la estabilidad al fuego exigible se indica en la tabla 1.
c) Los elementos estructurales de una escalera protegida que estén contenidos en el recinto
de ésta, serán como mínimo EF-30. Cuando se trate de escaleras especialmente protegidas o
de escaleras de incendio instaladas en aplicación del artículo 11, a los elementos estructurales
no se les exige ninguna estabilidad al fuego.
Se supone que las condiciones de diseño de escaleras protegidas, establecidas en el artículo 10, hacen muy
improbable que lleguen a verse severamente afectadas por un incendio.
A los garajes o aparcamientos para más de 5 vehículos les son aplicables las condiciones particulares
correspondientes a dicho uso. En cambio, los previstos para albergar 5 vehículos, como máximo, se consideran
locales de riesgo bajo y se regulan por el artículo 19.
No es perjudicial dotar a la estructura de más estabilidad al fuego que la necesaria, sin embargo sí puede serlo dar
más resistencia al fuego que la exigida a ciertos elementos constructivos. La resistencia al fuego en fachadas y
cubiertas puede dificultar la disipación térmica, lo que generará la necesidad de aumentar la estabilidad y la
resistencia de los elementos interiores al sector incendiado.
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Por el contrario, los cerramientos de las fachadas y las cubiertas de poca masa y gran aislamiento térmico, pueden
aumentar los efectos del incendio.
Debe advertirse que, aunque los elementos compartimentadores citados han de cumplir las
condiciones de seguridad que se establecen en este apartado, dichos elementos no pueden ser
considerados como salidas de recinto o de planta, en virtud de lo establecido en el apartado 8.1.a).
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2. Los dos valores de la resistencia al fuego (RF) de una pared que separa dos sectores
contiguos se determinan, suponiendo alternativamente que cada una de sus dos caras está
expuesta al fuego, y tomando en cada caso la estabilidad al fuego (EF) exigida, conforme al
artículo 14, a los soportes o los muros de carga contenidos en el sector al que pertenece la
cara que se supone expuesta al fuego.
3. Se considera que las paredes de las escaleras son elementos de compartimentación en
sectores de incendio cuando sean RF-120, como mínimo.
La franja resistente al fuego definida en el articulado se exige para impedir la propagación del incendio por fachada
y para garantizar la independencia de los sectores.
15.3 Cubiertas
1. Las zonas de cubierta plana destinadas a cualquier actividad, y las previstas para ser
utilizadas en la evacuación del edificio, tendrán una resistencia al fuego (RF) al menos igual a
la de estabilidad al fuego (EF) exigida al forjado, conforme al artículo 14.
2. Cuando una medianería o un elemento de compartimentación en sectores acometa a la
cubierta, la resistencia al fuego de ésta, será al menos igual a la mitad de la exigida al
elemento de que se trate, en una franja cuya anchura sea igual a 1 m. No obstante, si la
medianería o el elemento compartimentador se prolongan por encima del acabado de la
cubierta 0,60 m o más, no es necesario que la cubierta cumpla la condición anterior.
La excepción que presenta el articulado pretende que la existencia en un edificio de uso Vivienda de
un establecimiento de pequeña superficie con uso distinto no obligue a modificar la fachada, o la
medianería o la cubierta.
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Los elementos de partición interior, excluidas las puertas de paso y los registros, cumplirán las
condiciones siguientes:
a) Las paredes que separan una vivienda de otra, las que separan una habitación de otra en
hoteles, residencias y centros hospitalarios, así como las que separan los citados recintos de
pasillos, de zonas comunes o de otros locales, serán como mínimo RF-60.
b) Las paredes que delimitan pasillos y escaleras protegidos, tanto interiores como abiertos al
exterior, serán como mínimo RF-120.
En pasillos o escaleras abiertas al exterior, la exigencia del articulado se refiere a los paramentos que separan la
escalera o el pasillo del interior del edificio.
c) Las paredes de los vestíbulos serán como mínimo RF-120, excepto las de los vestíbulos
previos que se dispongan como paso entre dos sectores contiguos, las cuales tendrán al
menos la resistencia al fuego exigible a sus elementos de compartimentación.
d) Las paredes de las cajas de aparatos elevadores que comuniquen sectores y que no estén
contenidos en recintos de escaleras protegidas serán, como mínimo, RF-120.
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Las tapas de registro de las cámaras, patinillos o galerías de instalaciones tendrán una
resistencia al fuego al menos igual a la mitad de la exigida al elemento delimitador del mismo,
o bien a la cuarta parte cuando al registro se acceda desde un vestíbulo previo. En el segundo
caso, las puertas de acceso al vestíbulo tendrán una resistencia al fuego al menos igual a la
exigida a la tapa del registro.
En la tabla siguiente se indica la resistencia al fuego exigible a las tapas de los registros de las cámaras, patinillos y
galerías de instalaciones, conforme al texto articulado (apartados 15.5.4 y 18.1)
De acuerdo con el apartado 15.5, toda puerta resistente al fuego debe contar con un sistema de
cierre automático.
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Art. 16 Condiciones exigibles a los materiales
Tabla 2
Clase de reacción admisible en los materiales de revestimiento
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17.1 Elementos constructivos
1. La justificación de que el comportamiento ante el fuego de un elemento constructivo
satisface las condiciones de resistencia al fuego establecidas en esta norma básica, podrá
realizarse mediante alguno de los procedimientos siguientes:
a) Contraste con los valores fijados en el Apéndice 1.
b) Marca de Conformidad a normas UNE, Sello o Certificado de Conformidad con las
especificaciones técnicas de esta norma básica. En tanto no existan estos distintivos, se
admitirán los ensayos realizados según las normas UNE indicadas en el Apéndice 3 para cada
elemento constructivo.
c) Aplicación de un método de cálculo teórico-experimental, conforme a lo establecido en el
apartado 3.3.
Pueden aplicarse los métodos que recomiende la Comisión Permanente de las Condiciones de Protección contra
Incendios en los Edificios. Para determinar la estabilidad al fuego de los elementos estructurales de acero
protegidos, se considera adecuado el método desarrollado en la norma UNE 23-820.
Si la determinación del comportamiento ante el fuego exigible a los elementos constructivos se ha realizado por un
procedimiento analítico a partir del desarrollo previsible de un incendio y, en cambio, la comprobación de que
dichos elementos cumplen las condiciones requeridas se quiere realizar mediante las opciones a) ó b) indicadas en
el articulado, es preciso obtener el tiempo equivalente de acción térmica normalizada conforme a UNE 23 093 que
reproduciría la peor situación por la que atraviesa el elemento.
Debe tenerse en cuenta que, conforme a lo establecido en el artículo 14, para vigas, forjados y tramos de escalera,
debe considerarse la acción del fuego por su parte inferior.
Como la norma básica sólo establece exigencias para unos valores discretos, resulta útil que los documentos que
recojan los resultados de ensayo ofrezcan el resultado redondeado al valor inferior. No obstante es recomendable
que el informe recoja los valores exactos de tiempo en los que se incumplen las condiciones a),b), c), y d) definidas
en el apartado 13.1, de forma que el usuario pueda componerlos con otra información, o conocer el comportamiento
del elemento ensayado para otra función diferente.
Es conveniente para elementos estructurales, que los informes del laboratorio describan pares de valores
tiempo-carga, o tiempo-dilatación, y los valores de la temperatura alcanzada en el interior del elemento, con objeto
de determinar posteriormente su comportamiento con algún método teórico, por ejemplo por referencia a la
temperatura que resulte crítica para el elemento en cuestión.
En general, para poder ser significativos, los datos o resultados de ensayo de elementos estructurales deben hacer
referencia a la carga y sustentación; todo elemento estructural sobredimensionado soporta mejor el incendio que
con dimensionado estricto.
17.2 Materiales
1. La justificación de que un material alcanza la clase de reacción exigida se llevará a cabo
mediante Marca de Conformidad a normas UNE, Sello o Certificado de Conformidad con las
especificaciones técnicas de esta norma básica. En tanto no existan estos distintivos, se
admitirán los ensayos realizados según las norma UNE indicadas en el Apéndice 3.
Los materiales de construcción pétreos, cerámicos y metálicos, así como los vidrios, morteros,
hormigones y yesos se consideran de clase MO.
2. Los materia/les textiles se someterán a envejecimiento previo coherente con su uso, antes
de obtener su clase de reacción al fuego, conforme al procedimiento definido en la norma
UNE 23-735. Parte 2. Esta circunstancia se mencionará explícitamente en los documentos
que recojan los resultados de los ensayos.
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17.3 Validez de los documentos justificativos
1. Las Marcas de conformidad a normas UNE, Sellos y Certificados de Conformidad con las
especificaciones técnicas de esta norma básica que avalen la clase de reacción al fuego de
los materiales de construcción y el comportamiento ante el fuego de los elementos
constructivos serán concedidos por organismos de control, según lo establecido en el Real
Decreto 1630/1992, de 29 de diciembre.
2. Los ensayos de tipo necesarios para justificar el comportamiento ante el fuego de los
elementos constructivos y de los materiales exigidos en esta norma básica, deben realizarse
por laboratorios que cumplan al menos los requisitos que establece el Real Decreto
1630/1992, de 29 de diciembre y que estén acreditados para realizar estos ensayos por una
entidad de acreditación oficialmente reconocida. Dichos laboratorios estarán reconocidos en el
ámbito del control de calidad de la edificación por el Ministerio de Fomento. En los
documentos que emitan dichos laboratorios figurarán los resultados de los ensayos y las
clasificaciones correspondientes.
Las características de los productos comercializados se ajustarán a las de las muestras de los
mismos sometidas a ensayo de tipo.
3. Los documentos que recogen los resultados de los ensayos necesarios para justificar el
cumplimiento de las exigencias establecidas en esta norma básica, podrán ser los aportados
por los fabricantes o importadores, con carácter genérico, para los materiales o los elementos
constructivos, o bien obtenerse mediante ensayos realizados específicamente para una
aplicación concreta en una obra.
4. En el momento de su presentación, los documentos de ensayo deberán tener una
antigüedad menor que 5 años cuando se refieran a la reacción al fuego de los materiales y
menor que 10 años cuando se refieran a la resistencia al fuego de elementos constructivos y
los ensayos se hayan realizado tras la entrada en vigor de esta norma básica o bien durante
los 5 años anteriores.
5. En el caso de productos (materiales y elementos constructivos) provenientes de países que
sean parte del acuerdo del Espacio Económico Europeo, estos estarán sujetos a lo previsto en
el Real Decreto 1.630/1992 de 29 de diciembre, por el que se dictan disposiciones para la libre
circulación de productos de construcción, en aplicación de la Directiva 89/106/CEE, y en
particular, en lo referente a los procedimientos especiales de reconocimiento, los productos
estarán sujetos a lo dispuesto en el artículo 9 del citado Real Decreto.
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Capítulo 4
Instalaciones generales y locales de riesgo
especial
Este capítulo establece las condiciones dirigidas a evitar que las instalaciones generales propaguen un incendio,
así como a confinar su desarrollo cuando se haya iniciado en alguno de sus equipos.
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c) Si el conducto dispone de un sistema que, en caso de incendio, obtura automáticamente la
sección de paso a través del elemento y que garantiza, en dicho punto, una resistencia al
fuego igual a la de dicho elemento.
Debe tenerse en cuenta que los revestimientos de tuberías y conductos que no discurran por el interior de cámaras,
patinillos o galerías que cumplan las condiciones que establece el articulado, se consideran como materiales de
revestimiento afectados por lo establecido en el artículo 16.
Debe recordarse que, en aplicación del artículo 15.6, las cámaras de los falsos techos, se utilicen o no como
"plenums" de retorno de sistemas de climatización, deben compartimentarse en los mismos puntos en que lo estén
los espacios habitables sobre los que se encuentran.
2. Las compuertas cortafuego que se instalen para cumplir lo establecido en el punto c) del
apartado 18.1 deben funcionar automáticamente cuando la temperatura alcance 70?C, o
cuando se produzca un incremento de más de 30?C sobre la temperatura de servicio, o bien
ante la presencia de humos en el conducto; admitirán maniobra manual, poseerán indicador
exterior de posición y su funcionamiento quedará indicado de forma visual y acústica en la
central de detección, si ésta existe, y si no, en un lugar fácilmente perceptible. Su fijación
mecánica al elemento constructivo debe ser tal que quede garantizado el cumplimiento de su
función, incluso ante el desprendimiento de los conductos.
3. En las unidades de tratamiento de aire y en las baterías de resistencias situadas en
edificios de uso Hospitalario, y en los pasillos de evacuación en edificios de cualquier otro uso,
el material que constituye las cajas en la que se alojan y el que constituye el aislamiento
deben ser de clase M0 y M1, respectivamente.
4. En los edificios destinados a alojamiento tales como viviendas, hoteles, residencias y
hospitales, el material de los filtros de las unidades de tratamiento de aire será de clase M3 y
el que constituye las cajas en que están alojados serán de clase MO.
El aceite o el adhesivo de los filtros de tipo viscoso no debe pasar a los conductos.
18.3.1 Campanas
Las campanas estarán construidas con material de clase MO no poroso y situadas a más de
50 cm de cualquier material combustible no protegido.
18.3.2 Conductos
El sistema será independiente de toda otra extracción o ventilación y exclusivo para cada local
de cocina. Los conductos estarán fabricados con material de clase M0 y dispondrán de
registros para inspección y limpieza en los cambios de dirección con ángulos mayores que
30? y cada 3 m como máximo de tramo horizontal; no se dispondrán compuertas cortafuego
en su interior. Cuando discurran por fachadas, su distancia a toda zona de la misma que no
sea al menos PF-30 será 1,50 m, como mínimo.
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Como no pueden disponerse compuertas cortafuego en el interior de este tipo de conductos, su paso a través de
elementos de compartimentación en sectores se resolverá de la forma que se indica en el punto c) del apartado
18.1.
18.3.3 Filtros
Los filtros estarán fabricados con material de clase MO y estarán separados de los focos de
calor más de 1,20 m sin son tipo parrilla o de gas, y más de 0,50 m si son de otros tipos.
Serán fácilmente accesibles y desmontables para su limpieza, tendrán una inclinación mayor
que 45? y poseerán una bandeja de recogida de grasas que conduzca éstas hasta un
recipiente cerrado cuya capacidad sea menor que 3 l.
18.3.4 Ventiladores
Los ventiladores y su acometida eléctrica serán capaces de funcionar a 400?C durante 90
minutos, como mínimo, y su unión con los conductos será estanca y estará realizada con
materiales de clase M0.
19.1 Clasificación
Los locales que alberguen equipos regulados por reglamentos específicos, tales como transformadores, maquinaria
de aparatos elevadores, calderas, depósitos de combustible liquido, contadores de gas, etc., se rigen por las
condiciones que se establecen en dichos reglamentos.
Los locales y las zonas de riesgo especial se clasifican en tres tipos: de riesgo alto, de riesgo
medio y de riesgo bajo. En cada uno de dichos tipos se incluyen los locales y las zonas que se
indican a continuación. Para los locales y las zonas no clasificadas se procederá por
asimilación.
Un conjunto de locales de riesgo especial puede constituir una zona siempre que ésta se
clasifique dentro del tipo correspondiente al local de mayor riesgo.
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19.1.3 Locales y zonas de riesgo bajo
- Depósitos de basuras y residuos cuando su superficie construida sea menor que 15 m² y
mayor que 5 m².
- Archivos de documentos, depósitos de libros o cualquier otro uso para el que se prevea la
acumulación de papel, cuando su superficie construida sea mayor que 25 m².
- Talleres de mantenimiento, almacenes de lencería, de mobiliario, de limpieza, o de otros
3
elementos combustibles, cuando el volumen total de la zona sea mayor que 100 m .
- Garajes o aparcamientos para 5 vehículos como máximo.
Los garajes o aparcamientos para más de 5 vehículos no aparecen incluidos en la relación de locales de riesgo
especial, ya que en aplicación del artículo G.4, siempre tienen que constituir un sector independiente de zonas con
cualquier otro uso de los contemplados en esta norma básica. Las exigencias derivadas de dicha condición
(resistencia al fuego de los elementos que lo delimitan, estabilidad al fuego de los elementos estructurales, etc.) son
más severas que las aplicables a un local de riesgo especial bajo.
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3
- Lavandería, cuando el volumen de la zona sea mayor que 100 m .
- Esterilización y almacenes anejos, cuando el volumen de la zona sea menor
3
que 100 m .
- Laboratorios clínicos, cuando su superficie construida sea menor que 350 m².
Los diseños de nuevos recursos hospitalarios parten de la separación física de las áreas de servicios
generales de los asistenciales destinados tanto a pacientes internos como ambulatorios. Este criterio,
de carácter básicamente funcional y de gestión, tiene implicaciones directas en relación con la
seguridad contra incendios, ya que las áreas con riesgos potenciales más elevados se alejan de las
áreas ocupadas por los pacientes.
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- Vestuarios del personal de servicio, cuando su superficie construida sea mayor
que 20 m².
A continuación, a titulo orientativo, se indican una serie de valores medios de la densidad de carga
de fuego en los almacenes más frecuentes de establecimientos y de centros comerciales. Dichos
valores incluyen las partes proporcionales de zonas libres, pasillos para el transporte, etc. y deben
multiplicarse por la altura del almacenamiento, en metros.
- Cristalería, cerámica 200 MJ/m².m (48 Mcal/m².m)
- Ferretería, menaje de hogar, fotografía 300 MJ/m².m (71 Mcal/m².m)
- Juguetes, electrónica, electrodomésticos, vídeo, audio,
zapatería, perfumería, tabaco, muebles 500 MJ/m².m (120 Mcal/m².m)
- Ropa 600 MJ/m².m (144 Mcal/m².m)
- Alimentación, papelería 700 MJ/m².m (167 Mcal/m².m)
- Farmacia, deportes 800 MJ/m².m (191 Mcal/m².m)
- Pinturas y barnices, librería 1000 MJ/m².m (238 Mcal/m².m)
Puede obtenerse información adicional consultando el documento "Design Guide. Structural Fire
Design" (Workshop CIB W14), publicado por "FIRE SAFETY JOURNAL", Vol. 10 Nº 2, marzo 1986,
del que provienen los datos anteriores.
19.2.1 Evacuación
La longitud del recorrido de evacuación desde cada punto de un local o de una zona de riesgo
especial hasta alguna de las salidas del local o zona no será mayor que 25 m.
En los locales y en las zonas de riesgo alto, al menos una salida permitirá la evacuación sin
necesidad de salvar por su interior una altura ascendente mayor que 60 cm, pudiendo las
demás ser de emergencia en aquellos locales o zonas en los que la ocupación previsible sea
exclusivamente el personal de mantenimiento.
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Se pueden considerar como salidas de emergencia las escaleras cuya inclinación sea menor
que 45?, cuya huella sea mayor que 15 cm y cuya contrahuella sea menor que 25 cm y
también las barras de deslizamiento y las escaleras de pates.
Cuando las prescripciones del articulado se apliquen a una zona de riesgo especial, se entiende que las exigencias
de compartimentación se refieren a los elementos constructivos que la separan del resto del edificio y que, por
tanto, los recorridos de evacuación pueden medirse hasta las puertas de salida de la zona considerada.
Se supone que en los locales de riesgo alto existen pocos ocupantes y que conocen los medios de evacuación. El
límite de altura ascendente se establece para que los humos no invadan la salida.
19.2.2 Compartimentación
Ninguna puerta de locales o zonas de riesgo alto o medio podrá acceder directamente a
espacios generales de circulación ni a garajes, debiendo disponerse un vestíbulo previo para
la comunicación de uno o más locales o zonas con dichos espacios. El vestíbulo previo
cumplirá las condiciones de los apartados 10.3 y 15.4. y no podrá ser utilizado para la
evacuación de otros locales que no sean los de riesgo especial o los garajes.
Las condiciones que se establecen en el articulado son las que se resumen en cuadro que figura a
continuación. Conviene tener en cuenta que el grado de riesgo de los locales destinados a
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almacenamiento depende, no solo de los límites de superficie que se establecen en este apartado,
sino también de los límites de carga de fuego total que se establecen en el apartado C.19.1
Tabla 3
Condiciones exigibles a los locales y a las zonas de riesgo especial
La exigencia de resistencia al fuego de paredes no es aplicable a las fachadas. Estas deben cumplir lo establecido
en el apartado 15.2
En los locales y en las zonas en los que sea previsible la presencia habitual de personas, las
puertas de salida deben señalizarse.
Las puertas de los vestíbulos previos que comuniquen con garajes deben abrir hacia el interior
del vestíbulo; las que comuniquen con espacios generales de circulación podrán abrir hacia el
interior del vestíbulo o hacia dichos espacios, debiendo cumplir en este último caso las
exigencias del punto d) del apartado 8.1, aunque los locales con los que comunica el vestíbulo
se consideren de ocupación nula.
La prescripción de apertura hacia el interior de las puertas de los vestíbulos previos pretende facilitar su maniobra
aun con aglomeración de personas en el pasillo o en los casos de aparcamiento indebido de un vehículo tras la
misma.
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Las puertas de los locales o de las zonas de riesgo especial, salvo las de salida al espacio
exterior, deben cumplir las condiciones del apartado 15.5. Las de salida al exterior serán
abatibles totalmente sobre las fachadas.
De acuerdo con el apartado 15.5 a las puertas de salida al exterior del edificio de los locales o zonas de riesgo
especial no se les exige la condición de resistencia al fuego. No obstante si dichas puertas se sitúan en la franja de
fachada a la que se le exige una determinada resistencia al fuego en el apartado 15.2. deben contar, conforme con
el punto 1 del apartado 15.5, con una resistencia al fuego de valor igual a la mitad del exigido a la fachada.
El artículo reduce las exigencias de estabilidad y de resistencia al fuego aplicables a las cubiertas de
los locales y zonas de riesgo especial, en los casos que se indican, equiparándolas a las aplicables a
las de las restantes zonas, incluidas las destinadas al público, conforme al artículo 14.b).
La positiva aportación que supone la existencia de claraboyas, de lucernarios o de otros elementos
de cubierta específicamente destinados a la liberación del humo y del calor producido por un incendio
(p. ej. exutorios) es incompatible con el hecho de que dichas cubiertas puedan aportar resistencia al
fuego (RF), al no poder satisfacer condiciones de estanquidad al paso de la llama o de los gases
inflamables, ni resistencia térmica en el grado exigible (véase el apartado 13.1)
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Capítulo 5
Instalaciones de protección contra
incendios
El presente capítulo establece las dotaciones mínimas de instalaciones de protección contra incendio con las que
deben contar los edificios. Los reglamentos aplicables a las instalaciones generales establecen las dotaciones con
que deben contar los locales técnicos correspondientes.
Los edificios estarán dotados con las instalaciones de detección, alarma y extinción de
incendios que se establecen a continuación. El diseño, la ejecución, la puesta en
funcionamiento y el mantenimiento de dichas instalaciones, así como sus materiales, sus
componentes y sus equipos, cumplirán lo establecido, tanto en el artículo 3.1 de esta norma
básica, como en el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios, aprobado por
Real Decreto 1942/1993 de 5 de noviembre y disposiciones complementarias, y demás
reglamentación específica que le sea de aplicación.
El Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios también regula las exigencias que deben cumplir
los instaladores y mantenedores de dichas instalaciones.
Esta norma básica, en su artículo 3.1, establece que la puesta en funcionamiento de las instalaciones de protección
contra incendios requiere la presentación, ante el órgano competente en la Comunidad Autónoma, de un certificado
de la empresa instaladora firmado por un técnico titulado competente de su plantilla.
Este capítulo establece las dotaciones mínimas de instalaciones de protección contra incendios con las que deben
contar los edificios. Los reglamentos aplicables a las instalaciones generales establecen las instalaciones de los
locales técnicos que contengan los aparatos y los equipos correspondientes.
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Cuando es posible la existencia de fuegos de clases A y B, esta norma básica exige que cada extintor tenga la
eficacia requerida para cada clase de fuego.
3. En los locales o las zonas de riesgo especial que se indican en el artículo 19 se instalarán
extintores de eficacia como mínimo 21A ó 55B, según la clase de fuego previsible, conforme a
los criterios siguientes:
a) Se instalará un extintor en el exterior del local o de la zona y próximo a la puerta de acceso;
este extintor podrá servir simultáneamente a varios locales o zonas.
La situación de un extintor fuera del local o zona facilita su utilización en mejores condiciones de seguridad.
b) En el interior del local o de la zona se instalarán además los extintores suficiente para que
la longitud del recorrido real hasta alguno de ellos, incluido el situado en el exterior, no sea
mayor que 15 m en locales de riesgo medio o bajo, o que 10 m en locales o zonas de riesgo
alto, cuya superficie construida sea menor que 100 m². Cuando estos últimos locales tengan
una superficie construida mayor que 100 m² los 10 m de longitud de recorrido se cumplirán
con respecto a algún extintor instalado en el interior del local o de la zona.
4. Los extintores se dispondrán de forma tal que puedan ser utilizados de manera rápida y
fácil; siempre que sea posible, se situarán en los paramentos de forma tal que el extremo
superior del extintor se encuentre a una altura sobre el suelo menor que 1,70 m.
Para evitar que el extintor entorpezca la evacuación, en escaleras y pasillos es recomendable su colocación en
ángulos muertos.
La alternativa del articulado pretende que los edificios a los que se refiere la misma, cuenten al menos con una
instalación utilizable por los propios ocupantes del edificio.
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Cada edificio contará con el número de columnas secas suficiente para que la distancia,
siguiendo recorridos de evacuación, desde una boca de salida hasta cualquier origen de
evacuación sea menor que 60 m. Las bocas de salida estarán situadas en recintos de
escaleras o en vestíbulos previos a ellas.
e) Comercial cuya superficie total construida sea mayor que 500 m².
f) Recintos de densidad elevada, conforme al apartado 6.1, con una ocupación mayor que
500 personas.
g) Locales o zonas de riesgo alto, conforme al apartado 19.1, en los que el riesgo dominante
se deba a la presencia de materias combustibles sólidas.
Las bocas de incendio equipadas deben ser del tipo normalizado 25 mm, excepto en los
locales citados en el apartado g) anterior, en los que serán del tipo normalizado 45 mm.
La facilidad de manejo de las bocas de incendio equipadas de 25 mm aconseja su uso en la mayor parte de los
edificios, salvo en aquellos en los que pueda darse un incendio más severo y que habitualmente cuenten con
personal adiestrado, en los que debe utilizarse la boca de incendio equipada de 45 mm.
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Una zona diáfana se considera protegida por esta instalación cuando la longitud de la manguera y el alcance del
agua proyectada, estimado en 5 m, permite alcanzar a todo punto de la misma. Si la zona está compartimentada,
bastará que la longitud de la manguera alcance a todo origen de evacuación.
Contarán con una instalación de detección y alarma, los edificios, los establecimientos y las
zonas destinados a los usos siguientes:
a) Vivienda, si la altura de evacuación del edificio es mayor que 50 m.
Si existe vivienda del conserje es aconsejable que en ella se disponga una alarma para permitir un
control previo a la entrada en funcionamiento de la alarma general.
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Se dispondrán detectores en el interior de los locales y de las zonas de riesgo alto
y pulsadores manuales en todo el edificio. Los detectores serán térmicos o de
humo, según la clase de fuego previsible.
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f) Aparcamiento, si dispone de ventilación forzada para la evacuación de los humos en caso
de incendio y, en todo caso, si la superficie total construida es mayor que 500 m².
g) Recintos de densidad elevada, si la ocupación es mayor que 500 personas.
No es necesario disponer detectores térmicos cuando exista una instalación de rociadores
automáticos de agua.
Estarán dotados con una instalación de alarma los edificios, los establecimientos y las zonas
destinados a los usos siguientes:
a) Administrativo y Comercial, si la superficie total construida está comprendida entre 1.000 y
2.000 m².
b) Docente, si la superficie total construida está comprendida entre 1.000 y 5.000 m².
b) Comercial cuya superficie total construida sea mayor que 1.500 m², en los que la densidad
de carga de fuego ponderada y corregida aportada por los productos comercializados en las
áreas públicas de ventas, sea mayor que 500 MJ/m² (120 Mcal/m²).
En general, los comercios destinados a venta o exposición de productos escasamente combustibles, como por
ejemplo agencias de venta de coches, supermercados de alimentación, no llegan a alcanzar el límite citado en el
articulado. Por el contrario en otros tipos de comercio, como los grandes almacenes, es previsible que se supere
dicha cifra en amplias zonas de los mismos.
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20.7 Instalación de extinción automática mediante agentes extintores gaseosos
Tanto las características de los agentes extintores gaseosos como la utilización de los mismos
deberán garantizar la seguridad de los ocupantes y la protección del medio ambiente.
La posibilidad que presenta el articulado tiene por objeto evitar los daños que podría producir una
instalación de rociadores de agua en los bienes alojados en los citados locales.
21.1 Dotación
1. Contarán con una instalación de alumbrado de emergencia las zonas siguientes:
a) Todos los recintos cuya ocupación sea mayor que 100 personas.
b) Los recorridos generales de evacuación de zonas destinadas a uso Residencial o a uso
Hospitalario, y los de zonas destinadas a cualquier otro uso que estén previstos para la
evacuación de más de 100 personas.
c) Todas las escaleras y pasillos protegidos, todos los vestíbulos previos y todas las escaleras
de incendios.
d) Los aparcamientos para más de 5 vehículos, incluidos los pasillos y las escaleras que
conduzcan desde aquellos hasta el exterior o hasta las zonas generales del edificio.
e) Los locales de riesgo especial señalados en el artículo 19 y los aseos generales de planta
en edificios de acceso público.
f) Los locales que alberguen equipos generales de las instalaciones de protección.
g) Los cuadros de distribución de la instalación de alumbrado de las zonas antes citadas.
Debe tenerse en cuenta que, de acuerdo con el apartado 7.1.1, el origen de evacuación de una
vivienda se encuentra en la puerta de acceso a ella, por lo que una vivienda unifamiliar no tiene
recorridos de evacuación en su interior.
La garantía que requiere el articulado se refiere, fundamentalmente, a la conveniencia de situar los mecanismos de
control de la instalación de alumbrado normal de forma que únicamente puedan ser manejados por personal
adecuado y de acuerdo con el régimen de uso de las zonas en cuestión.
21.2 Características
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21.2.1 Generales
La instalación será fija, estará provista de fuente propia de energía y debe entrar
automáticamente en funcionamiento al producirse un fallo de alimentación a la instalación de
alumbrado normal de las zonas indicadas en el apartado anterior, entendiéndose por fallo el
descenso de la tensión de alimentación por debajo del 70% de su valor nominal.
La instalación cumplirá las condiciones de servicio que se indica a continuación, durante 1
hora, como mínimo, a partir del instante en que tenga lugar el fallo.
- Proporcionará una iluminancia de 1 lx, como mínimo, en el nivel del suelo en los recorridos
de evacuación, medida en el eje en pasillos y escaleras, y en todo punto cuando dichos
recorridos discurran por espacios distintos de los citados.
- La iluminancia será, como mínimo, de 5 lx en los puntos en los que estén situados los
equipos de las instalaciones de protección contra incendios que exijan utilización manual y en
los cuadros de distribución del alumbrado.
- La uniformidad de la iluminación proporcionada en los distintos puntos de cada zona será
tal que el cociente entre la iluminancia máxima y la mínima sea menor que 40.
- Los niveles de iluminación establecidos deben obtenerse considerando nulo el factor de
reflexión sobre paredes y techos y contemplando un factor de mantenimiento que englobe la
reducción del rendimiento luminoso debido a la suciedad de las luminarias y al envejecimiento
de las lámparas.
Para cumplir las condiciones del articulado puede aplicarse la siguiente regla práctica para la distribución de las
luminarias:
- Dotación: 5 lúmenes/m².
- Flujo luminoso de las luminarias: F ?30 lúmenes.
- Separación de las luminarias 4h, siendo h la altura a la que estén instaladas las luminarias, comprendida entre
2,00 m y 2,50 m.
22.1 Dotación
En los edificios de uso Vivienda cuya altura de evacuación sea mayor que 35 m existirá al
menos un ascensor que permita acceder a las plantas cuya altura supere la indicada y que
cumpla las condiciones de ascensor de emergencia.
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22.2 Características
El ascensor de emergencia tendrá como mínimo una capacidad de carga de 630 kg, una
superficie de cabina de 1,40 m², una anchura de paso de 0,80 m y una velocidad tal que
permita realizar todo su recorrido en menos de 60 s.
En la planta de acceso al edificio se dispondrá, junto a los mandos del ascensor, un pulsador,
bajo una tapa de vidrio, con la inscripción "USO EXCLUSIVO BOMBEROS"; la activación del
pulsador debe provocar el envío del ascensor a la planta de acceso y permitir su maniobra
exclusivamente desde la cabina.
En caso de fallo del abastecimiento normal, la alimentación eléctrica al ascensor de
emergencia, pasará a realizarse de forma automática desde una fuente propia de energía que
disponga de una autonomía de 1 h como mínimo.
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Apéndice 1
Resistencia al fuego de elementos
constructivos
En las tablas siguientes figuran los grados de resistencia al fuego de los muros y de los
tabiques de una hoja, sin revestir y enfoscados con mortero de cemento o guarnecidos con
yeso, con espesores de 1,5 cm, como mínimo.
Para soluciones constructivas con dos o más hojas puede adoptarse como resistencia al
fuego del conjunto, la suma de los valores correspondientes a cada hoja.
Tabla 1
Resistencia al fuego de muros de hormigón sin revestir
Tabla 2
Resistencia al fuego de muros y tabiques de fábrica de ladrillo cerámico o sílico-calcáreo
Espesor de la fábrica en cm
Con ladrillo hueco Con ladrillo macizo
Tipo de revestimiento 4-6 8-10 11-12 11-12 20-24
[1] No es usual
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Tabla 3
Resistencia al fuego de muros y tabiques de fábrica de bloques de hormigón
Arcilla
expandida Sin revestir 20 120
Doble Arcilla
expandida Sin revestir 20 240
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Apéndice 2
Accesibilidad y entorno de los edificios
Tanto el planeamiento urbanístico, como las condiciones de diseño y construcción de los
edificios, en particular el entorno inmediato de estos, sus accesos, sus huecos en fachada y
las redes de suministro de agua, deben posibilitar y facilitar la intervención de los servicios de
extinción de incendios.
Corresponde a las autoridades locales regular las condiciones que estimen precisas para
cumplir lo anterior pero, en ausencia de dicha regulación, se pueden adoptar las
recomendaciones que se indican en este apéndice.
Los viales de aproximación a los espacios de maniobra a los que se refiere el apartado 2.2 de
este apéndice, deben cumplir las condiciones siguientes:
En los tramos curvos, el carril de rodadura debe quedar delimitado por la traza de una corona
circular cuyos radios mínimos deben ser 5,30 m y 12,50 m, con una anchura libre para
circulación de 7,20 m (Art. 58 del Código de la Circulación).
a) Los edificios con una altura de evacuación descendente mayor que 9 m deben disponer de
un espacio de maniobra que cumpla las siguientes condiciones a lo largo de las fachadas en
las que estén situados los accesos principales:
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En edificios en manzana cerrada en los que existan viviendas cuyos huecos estén abiertos
exclusivamente hacia patios o plazas interiores, deberá existir acceso a estos para los
vehículos del servicio de extinción de incendios. Tanto las plazas o patios, como los accesos
antes citados cumplirán lo establecido en este apartado y en el 2.1 de este apéndice.
Las fachadas a las que se hace referencia en el apartado 2.2 de este apéndice, deben
disponer de huecos que permitan el acceso desde el exterior al personal del servicio de
extinción de incendios. Dichos huecos deben cumplir las condiciones siguientes:
a) Facilitar el acceso a cada una de las plantas del edificio, de forma que la altura del alféizar
respecto del nivel de la planta a la que accede no sea mayor que 1,20 m.
b) Sus dimensiones horizontal y vertical debe ser, al menos, 0,80 m y 1,20 m,
respectivamente. La distancia máxima entre los ejes verticales de dos huecos consecutivos no
debe exceder de 25 m, medida sobre la fachada.
c) No se deben instalar en fachada elementos que impidan o dificulten la accesibilidad al
interior del edificio a través de dichos huecos, a excepción de los elementos de seguridad
situados en los huecos de las plantas cuya altura de evacuación no exceda de 9 m.
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2.5 Instalación de hidrantes
- Con carácter general, todo edificio cuya altura de evacuación descendente o ascendente
sea mayor que 28 m o que 6 m, respectivamente.
- Los cines, teatros, auditorios y discotecas con superficie construida comprendida entre 500
y 10.000 m².
- Los recintos deportivos con superficie construida comprendida entre 5.000 y 10.000 m².
- Los de uso Comercial o de Garaje o Aparcamiento, con superficie construida comprendida
entre 1.000 y 10.000 m².
- Los de uso Hospitalario o Residencial, con superficie construida comprendida entre 2.000 y
10.000 m².
- Los de uso Administrativo, Docente o Vivienda, con superficie construida comprendida
entre 5.000 y 10.000 m².
- Cualquier edificio o establecimiento de densidad elevada conforme al apartado 6.1 de esta
norma básica no mencionado anteriormente, con superficie construida comprendida entre
2.000 y 10.000 m².
Los anteriores edificios o establecimientos deben contar con un hidrante más por cada 10.000
m² adicionales de superficie construida o fracción.
2. Los hidrantes de la red pública pueden tenerse en cuenta a efectos de cumplimiento de las
dotaciones indicadas en el punto anterior. En cualquier caso, los hidrantes que protejan a un
edificio deberán estar razonablemente repartidos por su perímetro, ser accesibles para los
vehículos del servicio de extinción de incendios y, al menos, uno de ellos debe estar situado a
no más de 100 m de distancia de un acceso al edificio.
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Apéndice 3
Normas UNE citadas en el texto
Las normas UNE que se relacionan en el cuadro adjunto son de obligado cumplimiento, en los
términos que, en cada caso, se establezcan en el artículo o el apéndice de esta norma básica
en el que se citan.
Artículo o
apéndice en
Norma Título el que se cita
Para las características de las señales indicativas de los medios de evacuación y de los medios de
protección:
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Para las tapas de registro de las canalizaciones de servicios públicos:
*
UNE-EN 124:1995 Dispositivos de cubrimiento y de cierre para zonas de Apéndice 2
circulación utilizadas por peatones y vehículos. Principios
de construcción, ensayos de tipo, marcado, control de
calidad.
* El Apéndice 2 no es de obligado cumplimiento, por lo que tampoco lo es esta norma UNE citada en el mismo.
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