Poema Bécquer
Poema Bécquer
Poema Bécquer
El amor es uno de los grandes temas del Romanticismo, es el sentimiento máximo y para el
escritor hay dos maneras de vivirlo: con una pasión impetuosa y devoradora, o bien con
tristeza y melancolía. Pero como se muestra en este poema ambas se viven, sin duda, de una
manera muy intensa.
Llegó a escribir un total de 86 Rimas, publicadas primero en diversas revistas y luego
recopiladas en un manuscrito que se perdió durante la Revolución de 1868. Bécquer volvió a
reunirlas en un cuaderno bajo el título El libro de los gorriones. Poesías que recuerdo del
libro perdido (este cuaderno se conserva en la Biblioteca Nacional en Madrid). Después de la
muerte del poeta la colección de todas las rimas fue publicada por algunos amigos, en 1871.
Aunque Bécquer perteneciera al Romanticismo y así lo demuestran los temas de sus obras, se
diferenciaba del Romanticismo en la sencillez formal de su lenguaje poético. La musicalidad
y dicha sencillez formal de sus versos radican en el interés que tenía Bécquer en la nueva
lírica alemana, sobre todo en la de Heine, cuya obra había sido traducida al español por dos
amigos de Bécquer, Augusto Ferrán y Eulogio Florentino Sanz, el lirismo intimista y la
síntesis de métrica que se observan en la poesía de Bécquer son una herencia directa de su
lectura de Heine. Bécquer rechazó todo artificio retórico, porque quería que la forma de sus
versos naciera de su contenido, y que la inspiración y la razón se encadenaran en ellos. Para
Bécquer el poema representaba "la memoria viva" del sentido: "escribo como el que copia de
una página ya escrita; dibujo, como el pintor que reproduce el paisaje que se dilata ante sus
ojos y se pierde entre la bruma de los horizontes." 1
Por lo tanto, Bécquer nace cuando el movimiento romántico ya se está apagando y es
precedido por el movimiento que liderará las últimas décadas del siglo XIX: el realismo. Su
desarrollo como artista se encuentra en una encrucijada entre estos dos movimientos. Con
respecto a los temas que trata, son puramente románticos. Pero lo que diferencia a Bécquer
dentro de la poesía romántica es su capacidad para superar el estilo retórico, rebuscado y
ampuloso de los primeros románticos, hasta alcanzar una expresión muy sencilla, emotiva,
sugerente y cercana al lector. Esto le ha llevado a ser maestro de los mejores poetas del siglo
XX, como Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez o Luis Cernuda.
La totalidad de su producción poética que se encuentra agrupada dentro de las Rimas es un
conjunto de más de ochenta breves composiciones que se pueden leer como la descripción y
evolución de una experiencia amorosa, que va desde la felicidad de los primeros momentos,
hasta el dolor y la angustia que se revelan en los últimos textos. Se ha establecido una
clasificación de las Rimas según la temática en cuatro bloques sucesivos que son: la creación
poética, el amor, el desengaño amoroso, la angustia, y la muerte.
Estableciendo como objetivo los datos formales de un léxico y sintaxis muy concreta para
alcanzar un objetivo literario se encuentra en este poema una estructura con gran variedad de
elementos para analizar.
Este poema está compuesto por dieciséis versos agrupados en cuatro estrofas formada a su
vez, por 4 versos. La rima de estos versos es asonante en los pares. La métrica que utiliza
Bécquer es la típica y característica del periodo romántico, que es la silva arromanzada,
estrofa que, en la métrica española, está compuesta de versos imparisílabos de arte menor y
mayor, incluidos alejandrinos de 7 + 7 sílabas, pero con rima asonante y solo en los versos
pares, como en el romance.
En un estudio ya clásico, Carlos Bousoño estudiaba los paralelismos de Bécquer como “uno
de los medios utilizados para incrementar la emoción”2. Cuando finaliza con “y qué
desdicha” se beneficia del efecto de sorpresa que produce la ruptura de la reiteración
semántica. Por otra parte, la aparición de la partícula “y” es un índice de terminación, de
cierre. Se presenta la ruptura de ese segundo sistema mediante la inclusión de una forma
nueva que no tiene ninguna relación con las anteriores: “que esto solo no baste”. Reducida a
esquema la estructura se nos aparece como la contraposición de dos términos: “Qué
hermoso”/“Qué desdicha” al estar muy desarrollado el primero con la reiteración y muy
escasamente el segundo se produce el efecto de explicación o clave que se revela al final del
poema.
Todas las estrofas comienzan con un signo de exclamación, restando la última estrofa que
está compuesta por dos exclamaciones. También, en la última estrofa observamos puntos
suspensivos que consiguen que quede suspendido el discurso.
Vemos la presentación de dos espacios y estructuras, la del día que va desde el amanecer
hasta el atardecer y la de la noche y con los sentimientos que esto conlleva. Refleja un
espíritu y sentimiento optimista y vivo que contrasta finalmente.
2 ALONSO, Dámaso y Bousoño, Carlos, Seis calas en la expresión literaria española,
Gredos, Madrid, 1956.
BIBLIOGRAFÍA:
ALONSO, Dámaso y Bousoño, Carlos, Seis calas en la expresión literaria española, Gredos,
Madrid, 1956.
BÉCQUER, Rimas y leyendas, Madrid: Imprenta de José Luis Cosano, 1969
MARROQUÍN Y AGUIRRE, P. Bécquer, el poeta del amor y del dolor, 1922.
MAYORAL, Esquemas estructurales en la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer, consultado el
17-06-2022, en: <<
https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/esquemas-estructurales-en-la-poesa-de-gustavo-
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