Resumen de Salud

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Texto La Salud Pública como área del conocimiento y de la acción.

Lellis

Negativo – Positivo
Restringido – Integral
Individual – Individual + Social + Histórico
Sujeto Pasivo – Sujeto Activo
Dicotómico - Dinámico

Concepto clásico de salud


En la Edad Antigua, hallamos dos perspectivas antagónicas en relación a
la salud y la enfermedad. En la era pre-hipocrática, se destaca una concepción
mágico-religiosa, siendo la salud una bendición de los dioses y la enfermedad
un castigo por desviarse de las pautas que regulaban los comportamientos
relacionados con la salud. Con Hipócrates (considerado el padre de la medicina)
la salud pasa a ser un estado natural y el más preciado de los bienes, mientras
que la enfermedad es concebida como un desequilibrio y/o una desviación de
las normas vinculadas con la dieta, el consumo de agua, las relaciones con el medio
ambiente. Las patologías eran pensadas como las manifestaciones de
cambios internos del organismo que obedecían a factores externos, mientras
que la curación se relacionaba con el retorno a un estado natural que suponía
la readaptación al entorno.

Concepciones sobre la salud en la modernidad


La conceptualización de la salud como ausencia de enfermedad e invalidez
comienza a cobrar relevancia en este momento histórico. Estas concepciones
fueron difundidas a partir de la hegemonía del discurso biomédico desde principios
del siglo XIX, favorecidas por la idea de que la dimensión biológica, fundamentalmente
las lesiones comprobables en órganos o tejidos, era la causa central de todos los
padecimientos. Lo sano se fue invisibilizando y la salud era considerada como tal solo
cuando se perdía.

Concepción actual sobre la salud-enfermedad


En 1946 se crea la Organización Mundial de la Salud (OMS) que define a la salud por
primera vez como: “El estado de completo bienestar físico, mental y social y no solo
ausencia de enfermedades”. La salud comienza a ser concebida en términos positivos,
incluyendo aspectos subjetivos ligados al bienestar e integrando lo mental, lo físico y lo
social. A esta definición se la crítica por absoluta, utópica y estática. Es imposible que
haya completo bienestar físico, mental y social. El bienestar es una dimensión subjetiva
de la salud. El funcionamiento es la dimensión objetiva, lo que puede medirse. No se
puede pensar la salud como un estado, la salud es dinámica.
Por ello, Milton Terris plantea que: “La salud es un estado de bienestar físico, mental y
social, con capacidad de funcionamiento, y no únicamente ausencia de malestar
o dolencia.

Las concepciones varían en cada contexto histórico-social, por lo cual la salud es


caracterizada como una construcción social relativa. La salud es un proceso, que
depende de los factores sociales y ambientales asociados al bienestar logrado en un
determinado momento histórico- social, y que asume como premisa la mutua
transformación que se produce a través de la interacción permanente entre las
personas y sus entornos.
Definición de la catedra: Salud es la situación de relativo bienestar físico, psíquico,
social y ambiental -el máximo posible en cada momento histórico y circunstancia
sociocultural determinada-, considerando que dicha situación es producto de la
interacción permanente y recíprocamente transformadora entre las personas y sus
ambientes humanos, teniendo en cuenta que estos componentes integran a su vez el
complejo sistema de la trama de la vida.

Con el incipiente desarrollo tecnológico acaecido a partir de mediados


del siglo XVIII hay profunda vulnerabilidad y explotación social, consecuencia del
industrialismo. Las manifestaciones incipientes de la salud pública, tal como la
conocemos actualmente, se remontan al comienzo del siglo XIX en Francia.
Con la revolución francesa aparecen los estados modernos. Estos principios generales
se trasladaron rápidamente al área sanitaria mediante la ampliación de los derechos
específicos. Con la invención del microscopio, el área de la microbiología recibió
un gran impulso, posibilitando la investigación e identificación de los agentes
causantes de las patologías. Tratamientos con antibióticos y prevención de
enfermedades infecciosas mediante acciones de inmunización masiva. (viruela,
tetanos, polio). Si bien estas medidas curativas y preventivas ligadas al modelo médico
fueron relevantes, las grandes conquistas en la mejora de la salud se han obtenido
gracias a cambios acontecidos en las condiciones de vida de las poblaciones humanas.
Entre estos logros se pueden mencionar: el incremento del nivel educacional, la mayor
disponibilidad y seguridad de los alimentos, la reducción en el tamaño de las
familias, la accesibilidad al agua potable, la eliminación segura de excretas, la
aprobación de leyes en materia de legislación laboral.
La profunda crisis social y económica, que sobrevino a las dos guerras mundiales,
planteó la necesidad de fortalecer estrategias orientadas a garantizar los derechos
básicos de los ciudadanos. Las medidas de protección social pasan a ser centrales para
el desarrollo de los Estados creándose en Inglaterra, en 1948, el National Health
Service (Servicio Nacional de Salud), primer sistema de salud basado en los preceptos
de universalidad, solidaridad y equidad. Se crean la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) y, en dicho marco, la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En las décadas de los ´60 y los ´70 se afianza la creación de los sistemas de
salud de carácter público, con el Estado en el rol de garante del bienestar de
la población y principal prestador de servicios. A principios de los ´70, la mayoría de los
países comenzó a experimentar una escalada en los costos de la asistencia sanitaria,
como consecuencia de las contantes innovaciones en las tecnológicas médicas y de
una sobredemanda de asistencia individual, vinculada, en parte, al aumento de la
población envejecida.
Se propone, para valorar el grado de salud de las poblaciones, el modelo de campo de
salud (OPS/OMS, 1996), compuesto por cuatro componentes:
Biología humana: Incluye todos los hechos relacionados con la salud, tanto física como
mental, que se manifiestan en el organismo como consecuencia de los componentes
biológicos.
Medio ambiente: En un primer momento se define como todos aquellos factores que
son externos al cuerpo humano. Con posterioridad, otros autores incluyeron en este
componente factores sociales.
Estilo de vida: Históricamente, este componente implicaba al conjunto de decisiones
que adoptaba el individuo con respecto a su salud. Diversos autores destacan que es
inapropiado trasladar la responsabilidad de la salud a la persona en forma exclusiva.
Organización de la atención de salud: cantidad, calidad, orden, índole y relaciones
entre las personas y los recursos en la prestación de la atención de salud.

Se gastaban grandes sumas de dinero en tratar enfermedades que, desde un


principio, podrían haberse evitado. Se hace hincapié en que debía dedicarse mayor
atención a los primeros tres elementos del concepto de campo de la salud.
La Nueva Salud Pública, en contraste con la salud pública tradicional, que actuaba
sobre los aspectos biológicos del individuo y del medio ambiente, por ejemplo
tratamiento de excretas y limpieza del sistema de alcantarillado-, se ocupa de la
promoción de la salud y de la prevención de enfermedades.
En el año 1986, se firma la Carta de Ottawa, marco de referencia para el movimiento
de Promoción de la Salud. Las acciones han sido orientadas a la modificación de los
estilos de vida y de los entornos sociales a través de políticas públicas, del
fortalecimiento de las redes sociales y de la participación comunitaria.
En la década de los 90 se manifiesta, en forma aguda, una crisis en los
sistemas de salud y en el campo de la seguridad social que no ha dejado de
profundizarse aún más en los últimos años. Se profundiza la diferencia entre una
atención de calidad para ricos, y una atención para pobres que no cumple con
estándares mínimos de calidad para responder a las necesidades de la población.

La salud pública:
La salud pública, en tanto responsabilidad colectiva, busca garantizar el derecho a la
salud como una necesidad humana básica, tal como se expresa en el artículo 25 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Este derecho se ha
incorporado progresivamente a las cartas constitucionales del mundo entero,
rescatando el principio de la dignidad de las personas.

Promoción de la salud:
Se dirige a modificar los determinantes de la salud. Se sustenta en un paradigma
holístico de la salud, que integra todas las características del bienestar humano,
conciliando dos aspectos fundamentales: la satisfacción de las llamadas necesidades
básicas y el derecho a otras aspiraciones del ser humano.

Hay cinco ejes estratégicos principales para la PS:

1. Construir Políticas Públicas Saludables.


2. Crear los entornos favorables (ambientes físicos, sociales, económicos,
políticos, culturales).
3. Fortalecer la acción comunitaria
4. Desarrollar aptitudes personales y/o estilos de vida saludables.
5. Reorientar los servicios de salud.
Prevención de la enfermedad:

Prevención primaria: Acciones adoptadas sobre ciertos grupos poblacionales, con la


finalidad de suprimir los factores de riesgo y/o brindar medidas de protección
específica ante enfermedades reconocidas. La meta de los programas de prevención
primaria radica en llegar a la mayor cantidad posible de grupos de
población que están en riesgo de sufrir un daño determinado.

Prevención secundaria: Acciones orientadas a lograr el diagnóstico temprano, la


captación oportuna y el tratamiento adecuado para el control de la/s enfermedad/es.
El objetivo es evitar su aparición o retardar su progreso y la ocurrencia de secuelas
discapacitantes.

Prevención terciaria: Tiene como objetivo mitigar o disminuir las secuelas


discapacitantes asociadas con las enfermedades y/o lesiones una vez producidas, o
bien reducir y/o evitar las recaídas o complicaciones mediante medidas de
rehabilitación e inclusión, que permitan al sujeto recuperar sus capacidades físicas,
psíquicas y/o sociales. Se refiere a acciones relativas a un correcto diagnóstico y
tratamiento, y la rehabilitación física, psicológica y social en caso de invalidez o de
secuelas, buscando mejorar la calidad de vida de las personas.

Determinantes sociales de la salud: modelos de causalidad


Modelos de determinación que más se han destacado en la evolución del pensamiento
en salud pública.

Modelo de causa simple/efecto simple:


Fines del siglo XIX y principios del XX. Existe una sola causa para cada efecto. Ambos
eventos se relacionan en forma lineal. Se asumía que las infecciones podrían
erradicarse, eliminando los gérmenes que las causaban. Causa- efecto. Agente –
Huésped.

Modelo de causa múltiple/efecto múltiple: Modelo de tríada Ecológica


Más de una causa actúa, por sumatoria, para producir una enfermedad. El ambiente
también actúa en la causación de las enfermedades. El ambiente cumple sólo la
función de catalizador, de facilitador para la producción de las patologías
Este modelo llevó a que se conceptualice la noción de factores de riesgo para
enfermedades específicas, pero no deja de ser un modelo lineal. Diversas causas –
Efecto. Agente + ambiente – huésped.

Modelo de causa múltiple/efecto múltiple:


1980. Hay varias causas y varios efectos.
La enfermedad es concebida como un evento poblacional que tiene lugar en múltiples
niveles sistémicos, interconectados y jerarquizados. Se toman en cuenta 4 niveles:
Biología humana, Medio ambiente, Estilo de vida y Organización de la atención de
salud.
Determinantes Sociales de la Salud (DSS)
Cobran auge en la década de los 90. En una primera instancia, los DSS eran definidos
como “un conjunto de factores personales, sociales, económicos y ambientales
que determinan el estado de salud de los individuos o poblaciones. En el momento
inicial, los DSS se constituían como una sumatoria de causas, sin especificar las posibles
relaciones o asociaciones entre ellas. Con posterioridad, la OMS complejiza esta
conceptualización, considerando que los DSS son las condiciones en que las personas
nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen; siendo que estas circunstancias están
configuradas por un conjunto más amplio de fuerzas económicas, sociales y políticas
que operan en diversos niveles: global, nacional, regional, local.
Buscan establecer aquellos elementos de la estructura social que condicionan la
posición que las personas alcanzan en la sociedad, teniendo un efecto directo en la
distribución de los problemas de salud. Centra su eje en la necesidad de esclarecer
cómo las desigualdades en la distribución de los bienes sociales, del ingreso
económico, de la riqueza, del empleo, de la alimentación, del acceso a los servicios
básicos (agua potable y saneamiento), de la educación, de la recreación y de los
hábitos de vida saludables se manifiestan, generando diferencias indignas entre los
grupos.

Los modelos sobre la determinación social de la salud:

Modelo de Dahlgren y Whitehead (1992): las capas de la influencia en


la determinación de la salud:
Las interacciones entre condiciones causales, ubicadas en los individuos, los grupos
comunitarios y las circunstancias sociopolíticas son las que permiten explicar cómo se
determinan los procesos de salud-enfermedad de las poblaciones.
El modelo considera e incluye las condiciones socioeconómicas, culturales y
ambientales que abarcan todos los determinantes y se convierten en los
elementos estructurantes de las condiciones de vida y de salud de los sujetos.

Determinantes Sociales de la Salud desde la conceptualización de Pedro


Castellanos(1998):
Cuando se analiza el perfil de salud de un grupo de población se pueden identificar
procesos generales del modo de vida de la sociedad como un todo, procesos
particulares inherentes a las condiciones de vida del grupo en cuestión y sus
interacciones con otros grupos, y procesos singulares inherentes al estilo de vida
personal o de los pares y/o grupos trazados sobre los vínculos más próximos de
pertenencia. En cada sociedad se manifiestan modos de vida que son producto
de los procesos generales que dependen de las características del medio donde se
asienta, de su organización económica y política, de su forma de relacionarse con el
medio ambiente, de su cultura, de su historia y de otros procesos generales que
conforman su identidad como sociedad.
La relación entre el modo, las condiciones y los estilos de vida, como determinantes
de la situación de salud puede ser entendida como un sistema complejo, jerárquico y
abierto. Es decir, cada nivel superior contiene a los otros, pero cada uno constituye un
nivel de organización en sí mismo, en el que emergen procesos y cualidades específicas
que no son la suma de los componentes del nivel inferior ni la consecuencia mecánica
de los procesos del nivel superior.
En los niveles generales las relaciones de determinación se expresan en períodos más
prolongados, aunque más estables y permanentes. En los niveles singulares, en
cambio, las relaciones de determinación tienden a expresarse en períodos más cortos
e intensos. Esto significa que las variaciones y diferencias a corto plazo están más
vinculadas a cambios individuales y de estilos de vida; las variaciones de plazo
intermedio a las diferentes condiciones de vida de los grupos de población, y las de
largo plazo con las variaciones en el modo de vida del conjunto de la sociedad. Los
cambios que puedan introducirse en los procesos del nivel más general (ej: modo de
vida global de la sociedad), tendrán unos efectos sobre la situación de salud más lentos
pero más estables y prolongados; mientras que aquellos correspondientes a niveles
inferiores del sistema (ej: estilos de vida) tendrán un efecto más rápido pero menos
duradero. Las acciones sobre niveles intermedios, llevados a cabo sobre las
condiciones de vida, mediante estrategias poblacionales, podrían necesitar un tiempo
relativamente mayor que las atenciones sobre los individuos, pero tendrán un efecto
más prolongado y estable.
Procesos mediadores implicados en la determinación de la salud:
Castellanos (1998) describe una serie de procesos sociales mediadores que
determinan y condicionan la salud-enfermedad de las poblaciones, y los clasifica
en: a) biológicos; b) ecológicos; c) psicológicos y culturales; d) económicos.

Para trabajar sobre cada perfil de problemas de salud, se deben


identificar primero los procesos vinculados a su determinación y, posteriormente,
decidir cuáles han de ser las estrategias de intervención con mayor
impacto para mejorar dicha situación.

Texto Saforcada. Lellis. Capítulo I


Comprender desde una perspectiva holística las responsabilidades inherentes a la
gestión del Estado y las consecuencias de las medidas que se toman
por acción y por omisión. El alud que arrasó a la población
de Tartagal, con sus enormes costos humanos y económicos,
tiene su explicación en la irresponsable tala de los bosques naturales
de la zona y, sumada a la avidez de los sembradores de soja asociados
directa o indirectamente a Monsanto, la multinacional fundada
por John Francis Queeny que ha desarrollado las semillas
transgénicas y el herbicida Roundap, cuyo principio activo es el glifosato,
que genera gravísimos daños a la salud humana.
Toda comunidad puede ser dividida en cuatro partes: primera, sus
miembros, junto con su inmediato medioambiente; segunda, las tierras
distantes y desconocidas que difunden sus influencias por medio de las
corrientes de agua y de los vientos, por medio de alas y de patas, para
afectar el ambiente local; tercera, los actos de los hombres, cuyo influjo
se despliega afectando en toda forma a cada comunidad existente
sobre la Tierra; y por último, lo más importante, aquellas influencias
que moldean la mente humana proporcionándole incentivos para efectuar
actos sensatos o insensatos.
visualización holística: hay que incluir todas las problemáticas
del desarrollo nacional, al que le es inherente el desarrollo
humano integral de sus ciudadanos, que, a su vez, implica la salud,
la educación, el trabajo, la cultura, el uso del tiempo de ocio y todas
las manifestaciones de la vida de una sociedad que lógicamente
caen dentro de las responsabilidades de los poderes del Estado en
todas sus instancias, de las dirigencias institucionales y de las universidades
públicas y sus egresados.

la psicología ha empleado y emplea un concepto de salud que resulta entre anacrónico


y acientífico.
a) seguir manteniendo la vigencia semántica y práctica del concepto de salud mental;
b) continuar dándole validez a la idea de que estar sano es no estar enfermo, cuando la
psicología es fundamentalmente una ciencia de la salud, no de la enfermedad.
Continuamos sosteniendo, por un lado, las enfermedades mentales y, por otro, las
enfermedades orgánicas.

nuevas concepciones en biología, neurociencia y ecología:


La mente no es ya una cosa, sino un proceso: el proceso de cognición, que se identifica
con el proceso de la vida. […] El cerebro no es, por supuesto, la única estructura a
través de la cual opera el proceso de cognición. La entera estructura disipativa del
organismo participa en dicho proceso, con independencia de que el organismo tenga o
no un cerebro y un sistema nervioso superior. Más aún, investigaciones recientes
indican firmemente que, en el organismo humano, el sistema nervioso, el sistema
inmunológico y el sistema endocrino –que tradicionalmente eran vistos como sistemas
separados– forman en realidad una única red cognitiva (Capra, 1998).
la expresión salud mental es redundante y abre la puerta a una serie de errores o
falacias como la de pensar que puede haber algún emergente del proceso de salud
que no sea mental.
Quienes ejercen la psicología deben erradicar la expresión “salud” mental para pasar a
usar solamente “psicología de la salud” y “lo mental en la salud”, ayudando a los
médicos a incorporar y usar estas conceptualizaciones.
1º Trabajar desde la perspectiva de lo mental en la salud choca de frente
con el dualismo de raíz cartesiana, así como también con buena parte
del mecanicismo y se sabe, desde los trabajos de Thomas Kuhn (1971,
1982), de la gran resistencia al cambio de paradigma por parte de los
científicos y de quienes trabajan vinculados a la ciencia.
2º Trabajar desde esta perspectiva desemboca indefectiblemente en
acciones de protección y promoción de la salud, lo cual debilita
fuertemente el modelo asistencialista que toma como objeto de
estudio al individuo descontextualizado, yacente y entendido como
reservorio de la enfermedad, o sea, resquebraja los cimientos del
mercado de la enfermedad (Saforcada y De Lellis, 2006).
ya se había
llevado a cabo un proceso fundamental en el campo de las ciencias,
que consistió en pasar de las concepciones mecanicistas cartesianas
y organicistas a una comprensión sistémica de la realidad. Este
cambio comenzó a desarrollarse en la segunda década del siglo XX
gracias a los aportes de la ecología, la biología y la psicología.
introdujeron los atributos de calidad en el
campo de la ciencia, ubicándolos en el mismo nivel jerárquico que
los de cantidad; de este modo, lo cuantificable dejó de ser lo único
científicamente importante para los investigadores.
Así comenzó a desarrollarse un proceso de cambio revolucionario
que implicó un nuevo paradigma y que llevó a abandonar la idea
de que una totalidad puede ser comprendida a partir del análisis de
sus partes componentes, para pasar a entender que las propiedades
de una totalidad no están en ninguno de sus componentes sino que
son propiedades del sistema que configura esa globalidad, el cual
implica cuestiones tales como contexto, conectividad y relaciones
de las partes que constituyen el todo; se trata entonces de una comprensión
holística de la realidad.
se pasó de la asertividad a la integración. Es una transformación que no implica el
abandono
total de lo anterior, sino que involucra una ampliación, un
acoplamiento necesario para comprender y actuar de manera más
acentuada a favor de la vida. Hace falta un equilibrio dinámico
entre estas dos perspectivas o tendencias, de modo que al pensamiento
racional, analítico, reduccionista y lineal se le sume el pensamiento
intuitivo, sintético, holístico y no lineal, integrando también
la apreciación de la expansión, la competición, la cantidad y la
dominación, con la valoración de la conservación, la cooperación,
la calidad y la asociación.

se descubren dos paradigmas claramente diferenciados: el individual-


restrictivo y el social-expansivo (Saforcada, 1999b
dos grandes líneas de concepciones y
prácticas en salud que se dieron a lo largo de la historia, desde el
mundo grecorromano de la antigüedad hasta nuestros días: una, el
higienismo, continuado por la medicina social y mucho más tarde
por la psicología comunitaria; la otra, la medicina clínico-experimental
y posteriormente la psicología clínica.
mientras los paradigmas caracterizados por Capra son complementarios y sus mejores
resultados surgen de un adecuado equilibrio entre ellos, en el caso de los
paradigmas propios de las concepciones y prácticas en salud se observa que son
excluyentes.

el violento y veloz advenimiento de la


racionalidad del mercado al campo de la salud condujo a que este
ámbito fuera hegemonizado por el paradigma individual-restrictivo,
a través del cual fue posible abrir y expandir mercados dando lugar al mercado de la
enfermedad.
Como en todo mercado, en el de la enfermedad también se utilizan,
para incrementar la demanda, tanto sutiles como groseras
estrategias de marketing. Tal maniobra implica generar más enfermedad
que la que naturalmente se generaría e incorporar gente
sana al mercado de prestaciones sin que a estas personas les sean
necesarias.
Todo el desarrollo de nuestra disciplina en Europa y América
lleva a que tempranamente se instale el modelo médico-clínico,
propio del paradigma individual-restrictivo, fortalecido por el paradigma
más general de pensamiento y valoración desequilibrado
hacia lo asertivo.
el modelo médico-clínico la ha llevado a cuatro situaciones esterilizantes
de su potencialidad para aportar al mejoramiento de las condiciones integrales de
salud de nuestros pueblos:

1. Los profesionales de la psicología han sido y son formados


solo para trabajar con la enfermedad.

2. La práctica se expandió al máximo solo en el campo de las


enfermedades de manifestación preponderantemente mental
y la aplicación de la psicología se mantuvo de modo significativo
reducida en lo que hace a las enfermedades de manifestación
con preponderancia orgánica, que son las que involucran
la mayor parte de la demanda cotidiana de atención en
nuestras comunidades

3. Han prevalecido las prácticas de una clínica restrictiva –no


pocas veces reduccionista– aplicadas por lo tanto a las personas
consideradas individualmente o a la familia, pero como
unidad aislada, o sea, en ambos casos, como sistemas cerrados.
La imposibilidad de comprender ecosistémicamente el
proceso de salud y los impedimentos para valorar en su total
dimensión la importancia que tiene en este proceso el tejido
social y las características psicosocioculturales de las comunidades
han reducido al mínimo la eficacia y la eficiencia del
quehacer de nuestra profesión en el campo de la salud.

4. Los psicólogos, con demasiada frecuencia, nos hemos aislado


de las otras profesiones

En nuestras sociedades, estimamos que entre el 40% y el 50%


de la demanda de atención que llega a los centros de salud es enfermedad
totalmente evitable con los recursos económicos, materiales
y humanos con los que hoy cuentan nuestros países.

Texto Saforcada. Lellis. CAPÍTULO 2. Practico

El concepto de salud comunitaria.


Desde esta perspectiva, plantearon la necesidad de que la psicología asistencial
desenvolviera sus prácticas con la orientación más preventiva posible. y promoviendo
la participación de los miembros de las poblaciones.
Esta propuesta era superadora de las instancias anteriores en el
camino histórico recorrido en Occidente por parte de la atención
de las dolencias de manifestación preponderantemente mental que,
según la caracterización estructuralista de Juan Marconi (1976),
pasaron por tres etapas: el modelo inicial de asilo/hospital psiquiátrico
del siglo XVIII, luego el de unidad de salud mental surgido en el
primer tercio del siglo XX, que implicó llevar el sufrimiento mental
al hospital general aportando a su desestigmatización y a la posibilidad,
finalmente no concretada, de alcanzar una comprensión
integral de las enfermedades de manifestación preponderantemente
mental y, por último, en la década de 1960, solo en el continente
americano, la etapa del modelo intracomunitario. ambos planteamientos, el de
Swampscott, surgido de la psicología, y el de Chile, surgido de la
medicina, que emergieron entre 1965 y 1968, no tuvieron el menor
contacto entre sí, ni directo ni indirecto, y se generaron en dos
puntos muy distantes del continente americano en los que dos
pequeños grupos de profesionales de la salud, muy comprometidos
con los mandatos de sus profesiones y con la sociedad, estaban pensando
de igual modo frente a los problemas de salud.
a) Las ideas europeas en cuanto a que la salud de las sociedades
es responsabilidad de sus gobiernos, elaboradas por
Wolfgang Thomas Rau y Johan Peter Frank a partir de
mediados del siglo XVIII, se concretan en las dos últimas
décadas del siglo XIX en el continente americano con la creación
de unidades de gobierno específicas dedicadas a la salud
de la población: las asistencias públicas y sus puestos de socorro,
dentro de las administraciones locales (municipalidades,
prefecturías o intendencias).
b) Las epidemias del siglo XIX llevaron a que los países europeos
buscaran generar un sistema de cooperación para controlar
las enfermedades transmisibles, pero todos los intentos
realizados por medio de las convocatorias a las Conferencias
Sanitarias Internacionales fracasaron.
La salud pública surge en el mundo, formalmente como disciplina,
en Estados Unidos hacia el final de la segunda década
del siglo pasado. Se puede tomar como indicador la creación
en 1916 de la Escuela de Higiene y Salud Pública en la
Universidad Johns Hopkins, comenzando así la formación
sistemática de especialistas o diplomados en Salud Pública.
en el último cuarto del
siglo XIX, la preeminencia de Indoafroiberoamérica, en Occidente,
en cuanto a una comprensión significativamente más integral y
ecosistémica de la naturaleza y dinámica del proceso de salud. Del
mismo modo que, desde el siglo XVIII hasta un poco más de
mediados del siglo XIX, la preeminencia le correspondió a Europa
(sobre todo a Alemania, Italia, Inglaterra y Francia).
Indoafroiberoamérica es un conjunto de sociedades en las cuales,
cada día más, se va profundizando la brecha que separa, por un
lado, la incomprensión de los procesos de la vida en términos neoliberales
deshumanizados y, por el otro, una comprensión integradora,
holística y sistémica que día a día va incrementando sus logros
conceptuales y prácticos a la vez que avanza en su esclarecimiento
ideológico y político.

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