Amauta Pubajcm 11
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D iR E O T O R :
j ó s e : C a r l o s m a r i a t e o u i
S U M A R I O *
El Redescubrimienta de América 1. Los últimos días de Europa, por Waldo Frank-— Mensaje
ala Convención Internacional de Maestros, por Miguel Angel Urquieta.—El problema de la
tierra. Requisitoria contra el gamonalismo o feudalidad, (conclusión), por José Carlos Mariáte-
gui.—La niña de la garza, por José M. Eguren.—Paseo de noche, por Martín Adán.—La es
quina por Estuardo Núñez.—Dios encadenado, por Antenor Orrego.— Tarde, por Armando Ba-
zán.—El último amor, por Herwarth Walden.—La unión de los pueblos de América Latina,
por Ricardo Martínez de Latorre.—Arte Peruano-,— Julia Codecido, nota de la dirección con 7
fotograbados.—Génesis y proyecciones de “Tempestad en los Andes", por Luis E. Valcárcel.—
Mi pleito personal, por Miguel de Unamuno.—Lenin, por Oscar Cerruto.—El hebraísmo y las
bases psíquicas de la Historia, por Rómulo Meneses.—Naturaleza Muerta.— V’ va uno para la
costurera, por Nicanor A. Delafuente.—La Enseñanza de la psicología en la Universidad de
San Marcos, por Carlos A. Velásquez.—El puerto, por Juan M. Merino Vigil.—Contraía Natu
raleza Muerta, por Xavier Abril.-—Amor de indio, por Antero Peralta V.—Los de abajo, por
Mariano Azuela.—Moscú, la ciudad mística, por Carmen Saco.—Refugio, por Julio del Prado.—
El perro negro, cuento serrano, por Serafín Del mar.—Kantatas, por Luis de Rodrigo.—La Unión
Latino Americana,—La vida económica. Crónica de Finanzas, Industrias, Comercio, Agricultura
y Transportes, con gráficos.—L ib ro s y R evistas:— L os libros de la Revolución Mexicana, por
Magda Portal.—Crónica de Libros y Crónica de Revistas Notas críticas, por Armando Bazán
Martín Adán, Estuardo Núñez, Luciano Castillo, R. Martínez de lá Torre y F Chávez León.
EL RE D E S C U B R I MI ENTO DE A ME R I C A
X L O S U L T I M O S D I A S D E E U R O E A
P O R W A LO O FRA SM K
Encontramos dos nuevas características en nuestra Europa. Es práctico hacer alguna definición de nuestros
América. Hemos llegado a ser nuestros propios críticos; valores como americanos y como hombres modernos. Ta
estamos haciendo el balance de nuestro pasado. Y hay les objetos “remotos" de la mente son solamente prag
una tercera característica vieja: el mantenernos negligentes máticos; pueden ser discusiones de hechos inmediatos
y medrosos de los primeros fundamentos. La boga de acerca de nosotros, pero charla dorada que no encuentra
Mr. Mencken y el investigador Babbit, revelan una caracte su lugar dentro de una actitud básica con respecto a la
rística; el volumen de "nuevas" biografías, historias, es vida. Si América alcanzase salud espiritual, es obvio de
quemas, colmo de reclamos, la segunda; la tercera es obvia cirlo, crecería el conjunto; pues integridad y salud es to
en la materia superficial que nos dan las dos primeras do uno. Y el conjunto es un principio de integración
características. Pero nuestros empeños recientes, desde que todo el detallado discurso en el mundo no quiere dar
que ellos implican juicio, no pueden ser eficientes si no nos.....
se levantan desde una premisa eficiente. Cualquier con
clusión, aunque lógica y brillante, es falsa, si no es el Tomad a Europa como un cuerpo vivo y organizado.
fruto de fundamentos sanos. Hoy, tales fundamentos fal Si miráis su "corazón", su "inteligencia", su "alma"—en
tan; no han sido buscados aún. Nuestros más considera otras palabras—si miráis el manantial de su energía y de
dos críticos se enorgullecen del hecho de que sus juicios no su espíritu, descubriréis el mar cuyas costas fueron Egip
hallan filosofía inferior a la de ellos. La independencia to, Judea, Atenas, Roma. El Mediterráneo fué la entraña
de América fue desde su pasado, un gesto necesario de de Europa. En sus fértiles aguas se formó el universo,
la voluntad adolescente; ello ha llegado a ser nuestra ex Dios, la inteligencia, la Ley, el Estado, la ciencia y el
cusa para resbalar sobre la superficie de los acontecimien hombre occidental. Hacer una antítesis entre las diversas
tos y de las modalidades. partes del Mediterráneo es tan dificultoso como dividir
Una actitud crítica puede ser tan fatua como la jac los órganos de un cuerpo. ¿Cómo pudo hacerse el ma
tancia propia, y recíprocamente. El estómago disgustado ridaje de Helena y el Judío, en Alejandría, para engen
del azúcar puede solicitar ácidos sin hacerse más sano drar el mundo cristiano, sí sus individualidades no han
o mejor estómago. El hombre que injuria la vida cuan sido funciones de un conjunto genérico? ¿Dónde termi
do está cansado de algunos, no resulta súbitamente inte na la Palestina de San Pablo y comienza Roma? La sín
ligente. Podemos observar las extravagancias de un icono tesis de los Patriarcas contiene semitas, griegos y berebe
clasta como observamos las extravagancias de Al Jolson, res. La antigua leyenda de que Aristóteles visitó a Jere
porque sienta a nuestra fantasía—y tenemos otros ídolos mías no es, sin duda, cierta, pero es tan exacta como el
que lisonjear. Podemos disfrutar de una derogatoria vi hecho de que Pitágoras y Esquilo fueron adeptos a los
da de Washington, enteramente como nuestros antepasa misterios egipcios, y que Platón había estudiado la sabi
dos del mito azucarado de Pastor Weems, porque en am duría de Hermes Trimegisto. El Mediterráneo llegó a ser
bas se encuentra una complaciente modalidad contemporá espíritu, y su cuerpo la Europa Occidental.
nea. Este es el caso. Un día los americanos necesitaron Examínense estas convicciones generales:
adorar héroes; la nota "crítica" no fué respetable. Ahora 1. El hombre vive en un universo del que la Tierra es
en nuestra vida de fulguración circunscrita y oscuridad el corazón. El universo gira alrededor de él.
abismal, estamos sobrecogidos de héroes; (1) negamos no 2. El hombre es el señor de todo lo creado. Es una
bleza a nuestros padres para que no sea una luz sobre nues creación independiente. Sobre él están solamente los dioses
tra propia falta. y Dios mismo.
Si el estudio de nosotros mismos, si nuestra auto 3. La razón del hombre es absolutamente verdadera;
crítica y nuestro balance tienen verdaderamente un fin la fe puede ser emplazada en ella. O....
creativo, estamos, en nuestra complaciente ignorancia de 4. La fe del hombre es razonable; en verdad, está ins
causas, buscando febrilmente una concepción sin mácula. pirada por el contacto con la divinidad.
América es niña y heredera de todo el pasado; especial 5. El hombre puede discernir entre lo bueno y lo
mente de lo que es proveniente de Europa. En todo ac malo.
to somos el efecto del mundo que orgánicamente nos ha ó. La práctica del bien hace la felicidad y la vida; ella
formado. Claramente, crear nuestro futuro es controlarlo. es sabiduría. La práctica contraria conduce a la condenación
Solamente de este modo puede la vida americana perfec y a la muerte.
cionar la transfiguración de una verdadera cultura. El 7. La razón y la fe revelan la divinidad.
primer escalón de este proceso—el único realmente hu 8 . La divinidad es buena y es una, y concierne a la fe
mano—es dominar los fundamentos de nuestro pasado, licidad del hombre.
comprender los elementos gobernables de progreso entre 9. La concepción que el hombre se forma del mun
nosotros. do natural, aunque incompleta, es fundamentalmente co
Por consiguiente, es práctico en interés del destino rrecta. Es asi porque (tomad a vuestra elección):
de los americanos cortar tras de América y examinar a1 a. Los sentidos nos dan la realidad.
b. La razón corrige a los sentidos dándonos la rea
(1) El instinto por el culto de los héroes de curso detenido, es lidad.
talla histéricamente en la “respetuosa" adulación a un hombre como c. Dios, la sabiduría, la fé, suplen y corrigen los sen
Lindbergh, cuyo gesto no tuvo enteramente ningún lineamiento viril. tidos y la razón, dándonos la realidad.
2 A m a n ta
10. Conocemos la materia, aun cuando no podemos do, además, en el que Dante vivió junto con su cocinero.
crearla. Ese Conjunto está muerto. Pero organismo muerto no sig
11. Conocemos lo que es pensamiento separado de la nifica inanición. Mirad a cualquier cadáver haciendo ^ pro
materia. greso en su descomposición, y ved cómo eso también es
11. La ley de causa y efecto, sobre la cual descan vivir. Europa hormigea en su muerte.
sa la lógica y la ciencia de todas especies, es absoluta.
13. El Tiempo y el Espado son reales; son indepen
dientes de nuestra mente; estamos entre ellos, mas bien que
ellos entre nosotros. El hombre de ciencia puede comprobar la muerte del
14. La individualidad humana—llámese alma, espíritu, cuerpo por muchos medios. Puede analizar el metabolis
yo—existe, no relativamente, sino en evidencia en el Tiempo mo, la sangre o la linfa, y venir al mismo resultado que di
y en el Espacio. ce: “El corazón se ha paralizado". “No hay respiración
.... He aquí los bloques que hicieron la Casa—órga intensa". Es verdad, de cada célula individual, todavía vi
nos que han hecho el Cuerpo conceptual—de la Europa viente, siendo bastante sabio, podía configurarse la muerte
Occidental. Ellos fueron la fianza, y la substancias de ex total. El médico ha sido aquí intencionalmente abstracto,
periencias del hombre de occidente. En su curso surgían desde que la abstracción es el corte breve. La esencia del
diferencias de opinión entre uno y otro. Judío, jonio, cuerpo viviente es el "YO", articulado en acción autointere-
alejandrino, escolástico medioeval, tenían diversos modos sada, y posiblemente en palabras. El "YO", en Europa falle
de definir todas estas leyes: algunos eran ponderados ce. No aspira a la acción, no habla más, no posee mas
donde otros eran ignorados o negados osadamente. Pe conceptos unitarios.
ro las diferencias no eran fundamentales, no eran racio Estudiad la desintegración de la^ religión. C b sem d
nales; no era en el absurdo sentido spengleriano, “cultu en el "Renacimiento", la desintegración de las artes y de
ral" en todo. Platón y Aristóteles se contradecían acerca las ciencias, y del artista y el mundo. Notad cómo el es
de la materia y de Dios, y ambos eran griegos. Fariseo píritu de Europa, que un tiempo tuvo una lengua—eMatin
y Saduceo combatieron acerca de la virtud y de la con ahora murmulla en acentos diferentes; cómo la nación se
denación y eran sin embargo judíos. Un hombre de Ox enfrenta contra la nación, la clase contra la clase, la facción
ford podía estar de acuerdo con un romano más comple contra la facción, y persona contra persona. Radio, telé
tamente que éste con su hermano. Por largo tiempo grafo, "movilidad", cómo las palabrerías de la diplomacia y
estas leyes estabilizaron la anatomía espiritual de Europa. el comercio, son estruendos emitidos por apetitos sociales
Entre ellas el hombre vivía y moría, y creaba la belleza especiales o celulares: no son palabras; cualquier pala
y descubría la verdad: los hombres anteriores a Isaías, bra que queda la vuelven menos inteligible que nunca.
los hombres posteriores a Shakespeare.... La época moderna ha sido, en verdad, de frenéticos
Al examinar estas leyes a la luz del pensamiento mo esfuerzos para corregir este conjunto que se eclipsa y se
derno, encontraréis que cada una de ellas están muertas. disuelve. El nacionalismo reemplaza el apasionado ideal
Fueron los bloques fundamentales de nuestra Casa; han desa de la fraternidad en Cristo. El internacionalismo de Kan
parecido. No podemos continuar sobre el proceso de su Marx se empeña en unir las clases a través de las fronteras
desaparición; porque ese proceso es una larga extensión de y, desde que el orden hierático no tenía más valor, en ha
la historia de los tiempos modernos. Copérnico, Galileo, cer un cielo homogéneo sin división de clases. Tal vez la
Kepler destruyeron nuestro confortable cosmos. Lamarck, más clara señal de esta ruptura es la separación de la Igle
Goethe, Darwin trabajaron en nuestro destronamiento bio sia y el Estado. Esta separación ha venido a ser un arrogan
lógico. Lá incuestionable estructura de nuestra fé y de nues te ideal, por cuanto sería la mescolanza en la caída del
tra razón, en donde residían nuestras certidumbres de la hombre. Si la Iglesia y el Estado significan algo en todo,
verdad, la belleza y el bien, había sido censurada antes de su divorcio es aquel de espíritu y cuerpo, de pensamiento y
ahora por la herejía sofocada de Duns Scoto, quien decla acción. Hacer de esto una meta social es coronar el caos.
ró la voluntad independiente del intelecto. Ahora vienen Religión y política deben formar un todo, si uno de los dos
Kant, Berkeley, Hegel, Schopenhauer, Freud para hacer es es substancia de la parte saludable. La paz conseguida por
trago en la construcción prudente de nuestra ética y de desalojamiento de esa unión es la paz de la muerte.
nuestra lógica—habilidad del hombre para conocer y poder Europa se vanagloria de esta euthanasia. Va más lejos:
juzgar. El universo físico comienza a temblar. Euelides resul la separación del gobierno formal actualmente; de modo su
ta menos capaz para explicar la conducta del mundo que géo- til en países tales como Francia; graciosamente en la Gran
metras fantásticos, tales como Lobachevski, Gauss, Monkows- Bretaña, rudamente en Italia y España. El espíritu va por
ki. Materia disuelta. El átomo viene a ser una agregación un tercer camino. El espíritu está inmaterializado; el cuer
de mero movimiento. "Los fundamentos fijos—dice el Dr. po está desiluminado...Elegid vuestra propia prueba de la
Whitehead—de la física, han estallado; los viejos funda muerte de Europa.
mentos del pensamiento científico se han hecho inentiligi-
bles. Tiempo, Espacio, Materia, Eter, Electricidad, Meca
nismo, Organismo, Configuración, Estructura, Modelo, Fun
ción...todo, requiere nueva interpretación." La vida del hombre occidental como cuerpo orgánico
La ley de causa y efecto, cuerpo de la lógica de nues alcanza su plenitud en lo que llamamos la Edad Media. Con
tra vida, resulta en el abismo. El europeo, privado de reve selección rigurosa, el pensamiento y la forma del mundo del
lación, retrocede hacia la ciencia de los sentidos; privado de Mediterráneo se hace aquí parte integrante de un Todo que
esta, cae para seguridad, ’'en aquella. Ahora la propia se los hombres bordean. Aristóteles, Platón, Plotino, los Pro
guridad ha sido tomada de si mismo. Si Tiempo y Espa feta-, los Patriarcas, los caballeros, los monjes, son los hom
cio debían ser configuraciones de su pensar, la causa y el a- bres que lo edificaron—y todos los hombres viven en él.
íecto vinieron a ser mera secuencia relativa, y el pensa El Papa Gregorio VII, que declaró el señorío unitario de
miento que encontró todas las cosas dentro de este Tiem Roma, formó para eso un centro. Santo Tomás de Aqui
po y este Espacio, se volvió destructivamente sobre si mis no le dió una lógica y un intelecto. Dante y Wolfram
mo. El gran cuerpo de experiencia occidental enfermó; (1) y Petrarca cantaron su última canción. Sus oleajes
y nosotros fuimos arrojados al caos moderno. son fatales, y lo comprenderemos cuando examinemos lo
Podéis medir el estado de la descomposición cultural que significa por Ciencia por Acción. Pero su esplendor
de Europa, por contraste con el Conjunto en que habitó es inmortal; pues de ella es la primera tentativa consciente
Dante. Allí todo tenía su sito, su movimientio con ritmo para crear con todos el hombre occidental y con todos los
designado en el Todo. De Dios al sacerdote, del Empe hombres un todo espiritual incorporado.
rador al siervo, del cielo al infierno, de la estrella al áto
mo, de lo bueno a lo malo, todo era integral. Era un mun (1 )— E l a u to r d e P arsifal.
A m au ia 3
A, Carlos Sánchez Viamonte, Julio R. Bar ma entraña una revolución trascendental en pueblos donde el edu
cos, Gabriel del Mazo, Juan Mantovani, Os cador es, sino un paria, por lo menos un mendigo. Porque adop
car Herrera, Julio V. González, Horacio C. tar para la lucha por la vida la carrera del magisterio, equivale a la
Trejo, José Más, César Godoy Urrutia, orga consciente y deliberada entrega a la mortificación, al hambre y,
nizadores de la Primera Convención Interna acaso, al envilecimiento. De aquí que la profesión de maestro la
cional de Maestros, reunida en Buenos Ai escojan sólo dos clases de proletarios: los que tienen vocación irre
res el 8 de enero de 1928. ductible para el martirio y el ayudo, y los que, sin fuerzas ni cora
je para afrontar la lucha en otro campo, dentro de una sociedad de
El atraso con que recibo la cordial invitación de ustedes — solo fectuosamente organizada, se cogen del magisterio como la tabla
seis días antes de instalarse la Convención — y la dificultad de im única de salvación para lograr un pasavida con título, si bien la
provisar viaje de la Paz o Buenos Aires abandonando múltiples ocu mentable honesto siquiera. Quienes miramos al porvenir más que
paciones, me impiden reunirme con ustedes como hubiese querido. al presente, tenemos que buscar, por imperativo intelectual y obli
Mas, si personalmente no puedo estar allí intelectualmente lo estoy gación de conciencia, los medios de remediar tal situación de opro
y con toda mi adhesión doctrinaria. bio. No es tolerable que el maestro siga preterido, rueda la más
desdeñada y sufrida del engranaje social, y la que debiera estar
“Los dos primeros funcionarios del estado son la nodriza y el mejor lubricada, sin embargo.
maestro de escuela”, clamaba Víctor Hugo en 1862. El lírico anhelo En nuestros pasados pueblos se cuida con gran entusiasmo de
del poeta se convierte, al cabo de sesenta y seis años, en dinamita la conservación del ejército. Es el defensor, se afirma, de la inte
revolucionaria y constructora. gridad territorial, de la soberanía y del nombre de la nación. Está
El maestro en América no puede situarse pasivamente al mar bien. Pero el ejército sólo actúa y rinde utilidad positiva cuando
gen de la inquietud ideológica que hoy, como un tuétano de sal el extranjero ofende y ataca. Mientras, veget respetado y soste
vación, late en la espina dorsal de las nuevas generaciones. Nos ha nido por todos. El maestro, en cambio, a quien nadie respeta y
tocado a los americanos ser testigos primero, y víctimas después, víc se sostiene mal, es en potencia ahora y lo será en acto muy pronto,
timas por reflejo, de la matanza que desangró a Europa y descu el más alto y mejor defensor de la nacionalidad. No la defiende
brió que los cimientos de la cultura occidental estaban carcomidos. solo cuando las patrias se ensangrientan recíprocamente, sino todos
Dentro del movimiento de reforma, al maestro le toca y debe los días, hora sobre hora, durante la paz y durante la guerra mis
ser el primer funcionario del estado. Alcanzar tal propósito exige ma, nutriendo el espíritu de las generaciones, una en pos de otra,
un esfuerzo titánico. Pero esta vez, a la inversa de lo que ocurrió fortleeiéndolas para todas las luchas, las de la paz a menudo más
en el mito griego, los titanes serán los que derriben al Zeus caduco, heroicas y cruentas que las de la guerra. El maestro y el militar
tonante en los sistemas ya anacrónicos. Encarar no más el proble- pueden completarse en tanto la Humanidad modifica su concepto
pendenciero del patriotismo y echa triple llave no sólo al sepulcro
del Cid, como quería Costa para España, sino al panteón de todos
Su símbolo es el mar Mediterráneo que es su genera los héroes guerreros. Realidad posible a pesar de Le Dantec. Pe
dor el Sol encendido, limitado, en medio de las aguas. Aho ro si se pospone el maestro al militar, ocurre en cada nación lo que
ra, a su elevación, comienza a morir. Y el símbolo de en esos arneses que se exhiben en los museos y en las armerías
su muerte es el Atlántico. Hay la gruesa coraza de acero, el casco formidable, el penacho en
En ningún verdadero sentido América fué descubier reto, la lanza y el espadón tremendos. Pero dentro hay nada más
ta por Cristóbal Colón. El, Vasco de Gama y los explo que el relleno de paja o estopa. Falta el espíritu. Y ese es
radores que le siguieron, costearon lo que eran márgenes píritu bajo la armadura solo puede darlo la escuela. Si en nuestras
de lejanos países. Ellos descubrieron el Océano. El Cami sociedades mal organizadas, asustadizas de su propia sombra, quis
no descubierto por Colón es la antítesis del Mar Latino: quillosas, díscolas, damos tanta importancia al ejército, fuerza es
está abierto y conduce a países ilimitados. Su infinitud es darle también, igual siquiera, al magisterio.
el simbólo de lo eminente del viejo símbolo. A esto, a rodear de respetabilidad1el ejercicio de la enseñanza,
Los pensamientos y los sueños de los hombres habían a conseguir que se le tenga como institución fundamental, asegu
hecho un puente sobre el Mediterráneo. Por siglos, Orien rando al maestro independencia económica, fuente de que irradian
te y Occidente, Sur y Norte, habían confundido los litora todas las demás independencias, incluso la de criterio, tiende la
les. Europa proviene de esto. Ahora, sabia parábola, los Convención Internacional de Maestros. Yo que no soy maestro,
sueños de los hombres mueven el Océano y Europa co pero que desde la prensa, durante siete años de periodismo agrio y
mienza a morir. La conquista del poder mundial, por las batallador, he sostenido tales principios redentores de nuestras de
armas y la ciencia; el desmenuzamiento político del Estado mocracias, me adhiero de todo corazón a la campaña que la Con
católico; el vagabundaje religioso que sigue a Lutero, todo vención inicia en Buenos Aires y a la que ustedes me invitan.
el moderno cambio en valor y en poder, son señales del
descoyuntamiento de Europa. Y son señales, por lo tanto, Redimiendo al maestro, rescatándole sus fueros de hombre y
del nuevo Camino—el Atlántico. de trabajador, permitiéndole vivir erguido sin que se doble, se
Un cuerpo se arruina. Potente más no intacto, su e- arrastre ni se servilice para subsistir, se iniciará por el principio
nergía fluye al exterior. En conjunto, su causal había sido la educación del carácter, la cultura de la voluntad, diez veces más
Dios solamente: las agujas góticas lo habían expresado, un necesaria y útil en nuestros pueblos que la educación de la inteli
universo tornaba hacia arriba. Viene a ser un multiverso gencia. Somos los latinoamericanos muy vivaces de mente, de in
que se torna horizontal. Eso, pues, es rompimiento. Eu teligencia rápida y aguda. Pero en cambio el carácter lo tenemos
ropa sangra, de su litoral al terreno desconocido. si no atrofiado por desuso, pervertido por usarlo mal. Y en ambos
Y el viejo Mediterráneo muere. Su muerte fluye al casos anulado.
Atlántico: la nueva busca del hombre, la nueva ciencia terres La etiología úo buena parte de los males que destruyen nues
tre sin límites. tras democracias mestizas, hay que buscarla en el servilismo co
Más alia del simbólico Océano se descubrirá un país, lectivo, convertido en pasión del espinazo. Y el servilismo se apren
con falso nombre al principio, mal juzgado, no revelado to de y se propaga desde la escuela. Hagamos, pues, porque en la es
davía: America. cuela se cultive preferentemente el carácter en una disciplina supe
TRADUCIDO DEL INGLES ESPECIALMENTE PARA “AMAUTA" . rior en que concurran y armonicen la rebeldía individual y el res
POR |. EUGENIO GARRO. peto jerárquico. Porque la jerarquía no excluye la libertad y es.
4 A m a n te
EL PROBLEMA DE LA TIERRA
Requisitoria contra el gamonalismo o feudalidad
T»OTT JOSE GAKLOS MARIATEGXJI
contrato individual. No son los individuos aislados los que la sierra, la del trigo, sufraga esta conclusión. Castro
alquilan su trabajo a un propietario o contratista; son man- Pozo, resumiendo los datos de esta estadística en 1917-
comunadamente todos los hombres útiles de la "parcia 18, escribe lo siguiente: "La cosecha resultó, término me
lidad." dio, en 450 y 580 kilos por cada hectárea para la propie
dad comunal e individual, respectivamente. Si se tiene en
X cuenta que las mejores tierras de producción han pasa
do a poder de los terratenientes, pues la lucha por aque
La " c o m u n id a d ” y el l a t if u n d io
llas en los departamentos del Sur ha llegado hasta el ex
tremo de eliminar al poseedor indígena por la violencia
La defensa de la "comunidad" indígena no reposa en o masacrándolo, y que la ignorancia del comunero lo lle
principios abstractos de justicia ni en sentimentales consi va de preferencia a ocultar los datos exactos relativos al
deraciones tradicionalistas, sino en razones concretas y monto de la cosecha, disminuyéndola por temor de nue
prácticas de orden económico y social. La propiedad co vos impuestos o exacciones de parte de las autoridades
políticas subalternas o recaudadores de éstos, se colegirá
munal no representa en el Perú una economía primitiva fácilmente que la diferencia en la producción por hectá
a la que haya reemplazado gradualmente una economía rea a favor del bien de la propiedad individual no es
progresiva fundada en la propiedad individual. Nó; las exacta y que razonablemente, se la debe dar por no exis
"comunidades" han sido despojadas de sus tierras en pro tente, por cuanto los medios de producción y de cultivo,
vecho del latifundio feudal o semi-feudal, constitucional en una y otras propiedades, son idénticos". (20).
mente incapaz de progreso técnico. (17) En la Rusia feudal del siglo pasado, el latifundio te
En la costa, el latifundio ha evolucionado,—desde el nía rendimientos mayores que los de la pequeña propie
punto de vista de los cultivos,—de la rutina feudal a la dad. Las cifras en hectolitros y por hectárea eran las si
técnica capitalista, mientras la comunidad indígena ha des guientes: para el centeno: 11.5 contra 9.4; para el trigo:
aparecido como explotación comunista de la tierra. Pero 11 contra 9.1; para la avena: 15.4 contra 12.7; para la ce
en la sierra, el latifundio ha conservado íntegramente su bada: 11.5 contra 10.5; para las patatas: 92.3 contra
carácter feudal, oponiendo una resistencia mucho mayor 72. (21).
que la “comunidad" al desenvolvimiento de la economía El latifundio de la sierra peruana resulta, pues, por
capitalista. La "comunidad", en efecto, cuando se ha ar debajo del excecrado latifundio de la Rusia zarista co
ticulado, por el paso de un ferrocarril, con el sistema co mo factor de producción.
mercial y las vías de transporte centrales, ha llegado a La "comunidad", en cambio, de una parte acusa ca
transformarse espontáneamente, en una cooperativa. Cas pacidad efectiva de desarrollo y transformación y de otra
tro Pozo, que como jefe de la sección de asuntos indí parte se presenta como un sistema de producción que mantie
genas del Ministerio de Fomento acopió abundantes datos ne vivos en el indio los estímulos morales necesarios para su
sobre la vida de las comunidades, señala y destaca el su máximo rendimiento como trabajador. Castro Pozo hace
gestivo caso de la parcialidad de Muquiyauyo, de la cual una observación muy justa cuando escribe que “la comu
dice que presenta los caracteres de las cooperativas de nidad indígena conserva dos grandes principios económi
producción, consumo y crédito. "Dueño de una magní cos sociales que hasta el presente ni la ciencia socio
fica instalación o planta eléctrica en las orillas del Manta- lógica ni el empirismo de los grandes industrialistas han
ro, por medio de la cual proporciona luz y fuerza mo podido resolver satisfactoriamente: el contrato multiple
triz, para pequeñas industrias en los distritos de Jauja, del trabajo y la realización de éste con menor desgaste
Concepción, Mito, Muqui, Sincos, Huaripampa y Muqui fisiológico y en un ambiente de agradabilidad, emulación
yauyo, se ha transformado en la institución comunal por y compañerismo11. (22).
excelencia; en la que no se han relajado las costumbres Disolviendo o relajando la "comunidad", el régimen
indígenas, y antes bien han aprovechado de ellas para lle del latifundio feudal, no sólo ha atacado una institución
var a cabo la obra de la empresa; han sabido disponer económica sino también, y sobre todo, una institución so
del dinero que disponían empleándolo en la adquisición cial que defiende la tradición indígena, que conserva la
de las grandes maquinarias y ahorrando el valor de la función de la familia campesina y que traduce ese senti
mano de obra que la parcialidad ha ejecutado, lo mismo miento jurídico popular al que tan alto valor asignan Prou
que si se tratara de la construcción de un edificio comu dhon y Sorel. (23).
nal: por mingas en las que hasta las mujeres han sido ele
mentos útiles en el acarreo de los materiales de construc
ción". (19). XI
La comparación de la "comunidad" y el latifundio
como empresa de producción agrícola, es desfavorable para EL REGIMEN DE TRABAJO.— SERVIDUMBRE Y SALARIADO
el latifundio. Dentro del régimen capitalista, la gran pro
piedad sustituye y desaloja a la pequeña propiedad agrí El régimen de trabajo está determinado principalmen
cola por su aptitud para intensificar la producción median te, en la agricultura, por el régimen de propiedad. No
te el empleo de una técnica avanzada de cultivo. La in es posible, por tanto, sorprenderse de que en la misma
dustrialización de la agricultura, trae aparejada la concen medida en que sobrevive en el Perú el latifundio feudal,
tración de la propiedad agraria. La gran propiedad apa sobreviva también, bajo diversas formas y con distintos
rece entonces justificada por el interés de la producción, nombres, la servidumbre. La diferencia entre la agricul
identificado, teóricamente por lo menos, con el interés tura de la costa y la agricultura de la sierra, aparece me
de la sociedad. Pero el latifundio no tiene el mismo nor en lo que concierne al trabajo que en lo que respecta
efecto, ni responde, por consiguiente, a una necesidad a la técnica. La agricultura de la costa ha evolucionado
económica. Salvo ios casos de las haciendas de caña— con más o menos prontitud hacia una técnica capitalista en
que se dedican a la producción de aguardiente con des el cultivo del suelo y la transformación y comercio de los
tino ala intoxicación y embrutecimiento del campesino indíge productos. Pero, en cambio, se ha mantenido demasiado
na,—los cultivos de los latifundios serranos, son generalmen estacionaria en su criterio y conducta respecto al trabajo.
te los mismos de las comunidades. Y las cifras de la Acerca del trabajador, el latifundio colonial no fia renun
producción no difieren. La falta de estadística agrícola ciado a sus hábitos feudales sino cuando las circunstan
no permite establecer con exactitud las diferencias par cias se lo han exigido de modo perentorio.
dales; pero todos los datos disponibles autorizan a soste Este fenómeno se explica, no sólo por hecho de ha
ner que los rendimientos de los cultivos de las comuni ber conservado la propiedad de la tierra ios antiguos se
dades, no son, en su promedio, inferiores a los cultivos ñores feudales, que han adoptado, como intermediarios
de los latifundios. La única estadística de producción de del capital extranjero, la práctica, más nó el espíritu del
Amanta t
capitalismo moderno. Se explica además por la mentali tir, aunque sea restringido y atenuado, el régimen del salario
dad colonial de esta casta de propietarios, acostumbrados y del trabajo libres. El carácter capitalista de sus empre
a considerar el trabajo con el criterio de esclavistas y sas los constriñe a la concurrencia. El bracero conserva,
"negreros”. En Europa, el señor feudal encarnaba, hasta aunque solo sea relativamente su libertad de emigrar así co
cierto punto, la primitiva tradición patriarcal, de suerte mo de rehusar su fuerza de trabajo al patrón que lo opri
que respecto de sus siervos se sentía naturalmente supe me demasiado. La vecindad de puertos y ciudades; la
rior, pero nó étnica ni nacionalmente diverso. Al oropio conexión con las vías modernas de tráfico y comercio,
terrateniente aristócrata de Enrópa le ha sido dable acep ofrecen, de otro lado, al bracero, la posibilidad de esca
tar un nuevo concepto y una nueva práctica en sus rela par a su destino rural y de ensayar otro medio de ganar
ciones con el trabajador de la tierra. En la América co su subsistencia.
lonial, mientras tanto, se ha opuesto a esta evolución, la Si la agricultura de la costa hubiera tenido otro ca
orgullosa y arraigada convicción del blanco, de la inferio rácter, mas progresista, mas capitalista, habría tendido a
ridad de los hombres de color. resolver de manera lógica, el problema de los brazos so
En la costa peruana el trabajador de la tierra, cuando bre el cual tanto se ha declamado. Propietarios más avi
no ha sido el indio, ha sido el negro esclavo, el culi chi sados, se habrían dado cuenta de que, tal como funciona
no, mirados, si cabe, con mayor desprecio. En el latifun hasta ahora, el latifundio es un agente de despoblación y
dista costeño, han actuado a la vez los sentimientos del de que, por consiguiente, el problema de los brazos cons
aristócrata medioeval y del colonizador blanco, saturados tituye una de sus mas claras y lógicas consecuencias (26).
de prejuicios de raza.
El yanaconazgo y el “enganche" no son la única expre XII
sión de la subsistencia de métodos más o menos feudales
en la agricultura costeña. El ambiente de la hacienda se En la misma medida en que progresa en la agricul
mantiene íntegramente señoriah Las leyes del Estado no tura de la costa la técnica capitalista, el salariado reempla
son válidas en el latifundio, mientras no obtienen el con za al "yanaconazgo". El cultivo científico— empleo de
senso tácito o formal de los grandes propietarios. La máquinas, abonos, etc.—no se aviene con un régimen des
autoridad de los funcionarios políticos o administrativos, trabajo peculiar de una agricultura rutinaria y primitiva.
se encuentra de hecho sometida a la autoridad del terra Pero el factor demográfico—el "problema de los brazo",
teniente en el territorio de su dominio. Este considera —opone una resistencia seria a este proceso de desarro
prácticamente a su latifundio fuera de la potestad del Es llo capitalista. El "yanaconazgo" y sus variedades sirven,
tado, sin preocuparse mínimamente de los derechos civiles para mantener en los valles uná base demográfica que ga
de la población que vive dentro de los confines de su rantice a las negociaciones el mínimo de brazos necesarios
propiedad. Cobra arbitrios, otorga monopolios, establece para las labores permanentes. El jornalero inmigrante no
sanciones contrarias siempre a lá libertad de los brace ofrece las mismas seguridades de continuidad en el trabajo
ros y de sus familias. Los transportes, los negocios y que el colono nativo o el "yanacón" regnícola. Este últi
hasta las costumbres están sujetas al control del propie- mo, representa, además, el arraigo de una familia campe
tario_ dentro de la hacienda. Y con frecuencia las ran sina, cuyos hijos mayores se encontrarán más o menos for
cherías que alojan a la población obrera, no difieren gran zados a alquilar sus brazos al hacendado.
demente de los galpones que albergaban a la población La constatación de este hecho, conduce ahora a los
esclava. propios grandes propietarios a considerar la conveniencia
Los grandes propietarios costeños no tienen legalmente de establecer muy gradual y prudentemente, sin sombra
este orden de derechos feudales o semi-feudales; pero su de ataque a sus intereses, colonias o núcleos de pequeños
condición de clase dominante y el acaparamiento ilimitado propietarios. Una parte de las tierras irrigadás en el Im
de la propiedad de la tierra en un territorio sin industrias y perial han sido reservadas así a la pequeña _ propiedad.
sin transportes les permite prácticamente un poder casi Hay el propósito de aplicar el mismo principio en las o-
incontrolable. Mediante el “enganche" y el yanaconazgo, tras zonas donde se realizan trabajos de itrigación. Un
los grandes propietarios resisten al establecimiento del rico propietario inteligente y experimentado que conver
régimen del salario libre, funcionalmente necesario en saba conmigo Ultimamente, me decía que la existencia de
una economía liberal y capitalista. El "enganche", que la pequeña propiedad, al lado de la gran propiedad, era indis
priva al bracero del derecho de disponer de su persona pensable^ la formación de una población rural sin la cual la ex
y su trabajo, mientras no satisfaga las obligaciones con plotación de la tierra, estaría siempre a merced de las posibili
traídas con el propietario, desciende inequívocamente del dades de la inmigración o del "enganche". El programa de la
tráfico semi esclavista de culíes; el "yanaconazgo” es una Compañía de Subdivisión Agraria, esotra de las expresiones
variedad del sistema de servidumbre a través del cual se de una política agraria tendiente al establecimiento paulatino
ha prolongado la feudalidad hasta nuestra edad capitalista de la pequeña propiedad. (27).
en los pueblos política y económicamente retardados. El Pero, como esta política evita sistemáticamente la ex
sistema peruano del yanaconazgo se identifica por ejemplo propiación, o, más precisamente, la expropiación en vasta
con el sistema ruso del "polovnischestvo", dentro del cual escala por el Estado, por razón de utilidad pública o justi
los frutos de la tierra en unos casos, se dividían en partes cia distributiva, y sus restringidas posibilidades de desen
iguales entre el propietario y el campesino y en otros volvimiento, están por el momento circunscritas a pocos va
casos este último no recibía sino una tercera parte (24). lles, no resulta probable que la pequeña’propiedad reempla
La escasa población de la costa representa para las ce oportuna v ampliamente al “yanaconazgo" en su fun
empresas agrícolas una constante amenaza de carencia o ción demográfica. En los valles a los cuales el enganche de
insuficiencia de brazos. El "yanacónazco” vincula a la braceros de la sierra no sea capaz de abastecer de brazos,
tierra a la poca población regnícola, que sin esta míni en condiciones ventajosas para los hacendados, el "vanaco-
ma garantía de usufructo de tierra, tendería a disminuir nazgo" subsistirá, pues, por algún tiempo, en sus diversas
y emigrar. El "enganche" asegura a la agricultura de variedades, junto con el salariado.
la costa el concurso de los braceros de la sierra que, si Las formas de "yanaconazgo", aparcecía o arrendamien
bien encuentran en las haciendas costeñas un suelo y un to, varían en la costa y en la sierra según las regiones, los
medio extraños, obtienen al menos un trabajo mejor re usos o los cultivos. Tienen también diversos nombres. Pe
munerado. ro en su misma variedad se identifican en general con los
Esto indica que, a pesar de todo y aunque no sea métodos precapitalistas de explotación de la tierra observa
sino aparente o parcialmente (25) la situación del bracero dos en otros páíses de agricultura semi—feudal. Verbigra
en los fundos de la costa es mejor que en los feudos déla cia, en la Rusia zarista. El sistema del "otrabotki" ruso
sierra, donde el feudalismo mantiene intacta su omnipoten- presentaba todas las variedades del arrendamiento por tra
ciá. Los terratenientes costeños, se ven obligados a admi bajo, dinero o frutos existentes en el Perú. Para compro-
AmautM
A R T E P E R U A O
TJ 3E O
revista, a figurar en
nuestra galería de arte peruano. Y,
por esto mismo, he aquí unos cua
dros que enseguida da ganas de sa
carlos a airearse. —Pero tienen
buen aire donde están, —objetará
suave y risueñamente Jqjja; sólo
que no tienen prisa de notoriedad.
Desde hace ános, desde su ado
lescencia, desde mucho antes, Julia
Codecido pinta, pinta, pinta. Es una
mística de su arte. Vive en un se
ñero encantamiento, entre sus co
lores y sus telas. Pinta por el placer
de pintar, nada más que por e! pla
cer de pintar. El gozo de la crea
ción le basta.
En este trabajo apasionado,
fervoroso, se ha ido templando su
temperamento artístico y enrique
ciendo su don creador. Julia Code-
A R C I L L A Q U E C H U A ó leo
10 A m au ta
LA QUENA, óleo
Su dibujo es seguro y su
colorido pastoso y rico.
■ ■ Y como cultora de moti
vos indígenas no se queda
nunca en la nota de
folklore. Cada cuadro
suyo, aún cuando Julia no
se lo proponga, está más
allá de la interpretación ve-
rista. En sus cuadros hay
siempre creación. '
No nos gusta hablar de
influencias ante una obra
de méritos propios e im
pronta personal. Pero no
podemos abstenernos de
cumplir justicia a Sabogal
por lo que, visiblemente, le
debe Julia Codecido, como
Camilo Blas, en el descu
brimiento de su camino y
en la seguridad y rectitud
con que lo está recorriendo.
INDIO A IM A R A , óleo
Am a u ta 11
A R T E E S P A Ñ O L
( Viene de la pág. 8)
LA HILA DE LA GARZA
XIII
"COLONIALISMO" de nuestra agricultura costeña JUNTO AL ZOCALO GRIEGO
El grado de desarrollo alcanzado por la industrializa LA NIÑA DE LA GARZA
ción de la agricultura, bajo un régimen y una técnica ca
pitalistas, en los valles de la costa, tiene su principal fac
tor en el interesamiento del capital británico y norteame MIRA LA DISTANCIA.
ricano en la producción peruana de azúcar y algodón. De
la extensión de estos cultivos no es un agente primario CON SUS OJOS CLAROS
la aptitud industrial ni la capacidad capitalista de los te
rratenientes. Estos dedican sus tierras a la producción de
algodón y caña financiados o habilitados por fuertes fir DE MIRARES BELLOS,
mas exportadoras.
Las mejores tierras de los valles de la costa están CON ANSIA DE VUELO.
sembradas de algodón y caña, no precisamente porque
sean apropiadas sólo a estos cultivos, sino porque única JUNTO AL ZOCALO GRIEGO,
mente ellos importan, en la actualidad, a los comerciantes
ingleses y yanquis. El crédito agrícola—subordinado ab
solutamente a los intereses de estas firmas, mientras no se LA NIÑA DE LA GARZA
establezca el Banco Agrícola Nacional,—no impulsa nin
gún otro cultivo. Los de frutos alimenticios, destinados CONTEMPLA EL ALBA.
al mercado interno, están generalmente en manos de pe
queños propietarios y arrendatarios. Sólo en los valles de VAGOS SUEÑOS ENVIA
Lima, por la vecindad de mercados urbanos de importan
cia, existen fundos extensos dedicados por sus propieta A LAS AEREAS TORRES
r i o s a la producción de frutos alimenticios. En las ha
ciendas algodoneras o azucareras, no se cultiva estos fru
tos, en muchos casos, ni en la medida necesaria para el VIVAS DE AMORES.
abastecimiento de la propia población rural.
El mismo pequeño propietario, o pequeño arredatario, ADONDE LINFEA
se encuentra empujado al cultivo del algodón por esta
corriente que tan poco tiene en cuenta las necesidades
particulares de la economía nacional. El desplazamiento LA LUZ SAGRADA
de los tradicionales cultivos alimenticios por el del algo
dón en jas campiñas de la costa donde subsiste la peque SUEÑA TENDER EL VUELO
ña propiedad, ha constituido una de las causas más visi
bles del encarecimiento de las subsistencias en las pobla LA NIÑA DE LA GARZA.
ciones de la costa.
Casi únicamente para el cultivo de algodón, el agricultor José M. EOUREN.
encuentra facilidades comerciales. Las habilitaciones están
reservadas, de arriba a abajo, casi exclusivamente al algo
donero. Lá producción de algodón no está regida por
ningún criterio de economía nacional. Se produce para Un interés urgente y claro de la economía peruana
el mercado mundial, sin un control que prevea en el in exige, desde hace mucho tiempo, que el país produzca el
terés de esta economía, las posibles bajas de los precios trigo necesario para el pan de su población. Si este ob
derivados de períodos de crisis industrial o de superpro jetivo hubiese sido alcanzado, el Perú no tendría ya que
ducción algodonera. seguir pagando al extranjero doce o más millones de soles
Un ganadero me observabá últimamente que, mien al año por el trigo que consumen las ciudades de la costa.
tras sobre una cosecha de algodón el crédito que se pue ¿Por qué no se ha resuelto este problema de nuestra
de conseguir no está limitado sino por las fluctuaciones economía? No es sólo porque el Estado no se ha preo
de los precios, sobre un rebaño o un criadero, el crédito cupado aún de hacer una política de subsistencias. Tam
es completamente convencional o inseguro. Los ganade poco es, repito, porque el cultivo de la caña y el de al
ros de la costa no pueden contar con préstamos banca- godón son los los más adecuados al suelo y al clima de
rios considerables para el desarrollo de sus negocios. En la costa. Uno sólo de los valles, uno sólo de los llanos
la misma condición, están todos los agricultores que no interandinos—que algunos kilómetros de ferrocarriles y
pueden ofrecer como garantía de sus empréstitos, cose caminos abrirían al tráfico—puede abastecer superabun-
chas de algodón o caña de azúcar. dantemente de trigo, cebada, etc., a toda la población
Si las necesidades del consumo nacional estuviesen del Perú. En la misma costa, los españoles cultivaron
satisfechas por la producción agrícola del país, este fenó- trigo en los primeros tiempos de la colonia, hasta el ca
meuo no tendría ciertamente tanto de artificial. Pero no taclismo que mudó las condiciones climatéricas del lito
es así. El suelo del país no produce aún todo lo que la ral. No se estudió posteriormente en forma científica y
población necesita para su subsistencia. El capítulo más orgánica, la posibilidad de establecer ese cultivo. Y
alto de nuestras importaciones es el de "víveres y espe el experimento practicado en el Norte, en tierras del
cias": Lp. 3.620.235, en el año 1924. Esta cifra, dentro "Salamanca", demuestra que existen variedades de trigo
de una importación total de dieciocho millones de libras, resistentes a las plagas que atacan en la costa este cereal
denuncia uno de los problemas de nuestra economía. No y que la pereza criolla, hasta este experimento, parecía
es posible la supresión de todas nuestras exportaciones haber renunciado a vencer (30).
de víveres y especies, pero sí de sus más fuertes renglo El obstáculo, la resistencia a una solución, se encuen
nes. El más grueso de todos es la importación de trigo tra en la estructura misma de la economía peruana. La
y harina, que en 1924 ascendió a más de doce millones economía del Perú, es una economía colonial. Su movi
de soles. miento, su desarrollo, están subordinados a los intereses
14 JUnauta
y a las necesidades de los mercados de Londres y de New en la América Latina. Y bien. El campesino europeo no
York. Estos mercados miran en el Perú un depósito de viene a América para trabajar como bracero, sino en los
materias primas y una plaza para sus manufacturas. La casos en que el alto salario le consiente ahorrar largamente.
agricultura peruana obtiene, por eso, créditos y trasportes Y este no es el caso del Perú. Ni el más miserable labra
sólo para los productos pue puede ofrecer con ventaja en dor de Polonia o de Rumania aceptaría el tenor de vida
los grandes mercados. La finanza extranjera se interesa de nuestros jornaleros de las haciendas de caña o algodón.
un día por el caucho, otro día por el algodón, otro día Su aspiración es devenir pequeño propietario. Para que
el azúcar. El día en que Londres puede recibir un pro nuestros campos estén en grado de atraer esta inmigración
ducto a mejor precio y en cantidad suficiente de la India es indispensable que puedan brindarle tierras dotadas de vi
o del Egipto, abandona instantáneamente a su propia suer viendas, animales y herramientas y comunicados con fe
te a sus proveedores del Perú. Nuestros latifundistas, rrocarriles y mercados. Un funcionario o propagandista
nuestros terratenientes, cualesquiera que sean las ilusiones del fascismo, que visitó el Perú hace aproximadamente dos
que se hagan de su independencia, no actúan en realidad años, declaró en los diarios locales que nuestro régimen
sino como intermediarios o agentes del capitalismo ex de gran propiedad era incompatible con un programa de
tranjero. colonización e inmigración capaz de atraer al campesino ita
liano.
XIV 3o.—El enfeudamiento de la agricultura de la costa a
los intereses de los capitales y los mercados británicos y
PROPOSICiONES FINALES americanos, se opone no sólo a que se organice y desa
rrolle de acuerdo con las necesidades específicas de la eco
A las proposiciones fundamentales, expuestas ya en nomía nacional —esto es asegurando primeramente el abas
este estudio, sobre los aspectos presentes de la cuestión tecimiento de la población— sino también a que se ensa
agraria en el Perú, debo agregar los siguientes: ye y adopte nuevos cultivos. La mayor empresa acometi
lo.—El carácter de la propiedad agraria en el Perú da en este orden en los últimos años—la de las plantacio
se presenta como una de las mayores trabas del propio de nes de tabaco de Tumbes—ha sido posible sólo por la
sarrollo del capitalismo nacional. Es muy elevado el por intervención del Estado. Este hecho abona mejor qne
centaje de las tierras, explotadas por arrendatarios grandes ningún otro la tésis de que la política liberal del "laisser
o medios, que pertenecen a terratenientes que jamás han faire", que tan pobres frutos ha dado en el Perú, debe ser
manejado sus fundos. Estos terratenientes, por completo, definitivamente reemplazada por una política social de na
extraños y ausentes de la agricultura y de sus problemas, cionalización de las grandes fuentes de riqueza.
viven de su renta territorial sin dar ningún aporte de tra 4o. La propiedad agraria de la costa, no obstante
bajo ni de inteligencia a la actividad económica del país. los tiempos prósperos de que ha gozado, se muestra has
Corresponden a la categoría del aristócrata o del rentista, ta ahora incapaz de atender problemas de la salubridad ru
consumidor improductivo. Por sus hereditarios derechos ral, en la medida que el Estado exige y que es, desde
de propiedad perciben un arrendamiento que se puede luego, asaz modesta. Los requerimientos de la Dirección
considerar como un canon feudal. El agricultor arrenda de Salubridad Pública a los hacendados no consiguen aun
tario corresponde, en cambio, con más o menos propiedad, el cumplimiento de las disposiciones vigentes contra el pa
al tipo de jefe de empresa capitalista. Dentro de un ver ludismo. No se ha obtenido siquiera un mejoramiento ge
dadero sistema capitalista, la plus valía obtenida por su neral de las rancherías. Está probado que' la población
empresa, debería beneficiar a este industrial y al capital que rural de la costa arroja los más altos índices de mortalidad
financiase sus trabajos. El dominio de la tierra por una y morbilidad del páís (Exceptúase naturalmente los de las
clase de rentistas, impone a la producción la pesada carga regiones excesivamente mórbidas de la selva). La estadís
de sostener una renta que no está sujeta a los eventuales tica demográfica del distrito rural de Pativilca acusaba ha
descensos de los productos agrícolas. El arrendamiento ce tres años una mortalidad superior a la natalidad. Las
no encuentra, generalmente, en este sistema, todos los es obras de irrigación, como lo observa el ingeniero Sutton
tímulos indispensables para efectuar los trabajos de perfec a prepósito de la de Olmos, comportan posiblemente la
ta valorización de las tierras y de sus cultivos e instala más radical solución del problema de las paludes o panta
ciones. El temor a un aumento de la locación, al venci nos. Pero, sin las obras de aprovechamiento de las aguas
miento de su escritura, lo induce a una gran parsimonia sobrantes del río Chancay realizadas en Huacho por el
en las inversiones. La ambición del agricultor arrendata señor Antonio Oraña, a quien se debe también un intere-
rio es, por supuesto, convertirse en propietario; pero su tante plan de colonización, y sin las obras de aprovecha
propio empeño contribuye al encarecimiento de la propie miento de las aguas del subsuelo practicadas en “Chiclín"
dad agraria en provecho de los latifundistas. Las condiciones y alguna otra negociación del norte, la acción del capital
incipientes del crédito agrícola en el Perú impiden una más privado en la irrigación de la costa peruana resultaría ver
intensa expropiación capitalista de la tierra para está clase daderamente insignificante en los últimos años.
de industriales. La explotación capitalista e industrialista de 4o.—En la sierra, el feudalismo agrario sobreviviente
la tierra, que requiere para su libre y pleno desenvolvi se muestra del todo inepto como creador de riqueza y de
miento la eliminación de todo canon feudal, avanza por progreso. Excepción hecha de las negociaciones ganade
esto en nuestro país con suma lentitud. Hay aquí un pro ras que exportan lana y alguna otra, en los valles y pla
blema, evidente no solo para un criterio socialista si no, nicies serranas el latifundio tiene una producción misera
también, para un criterio capitalista. Formulando un prin ble. Los rendimientos del suelo son ínfimos; los métodos
cipio que integra el prográma agrario de la burguesía li de trabajo, primitivos. Un órgano de la prensa local de
beral francesa. Edouard Herriot afirma que "la tierra exi cía una vez que en la sierra peruana el gamonal aparece
ge la presencia real" (3). No esta demás remarcar que relativamente tan pobre como el indio. Este argumento
a este respecto el Occidente no aventaja por cierto al Orien —que resulta completamente nulo dentro de un criterio
te, puesto que la ley mahometana establece, como lo o b de relatividad—lejos de justificar al gamonal, lo condena
serva Charles Oide, que “la tierra pertenece al que la fe inapelablemente. Porque para la economía moderna—en
cunda y vivifica". tendida como ciencia objetiva y concreta—la única justifi
2o.—El latifundismo subsistente en el Perú se acusa, cación del capitalismo y de sus capitanes de industria y
de otro lado, como la más grave barrera para la inmigra de finanza está en su función de creadores de riqueza.
ción blanca. La inmigración que podemos esperar es, por En el plano económico, el señor feudal o gamonal es el
obvias razones, de campesinos provenientes de Italia, de primer responsable del poco valor de sus dominios. Ya
Europa Central y de los Balkanes. La población urbana hemos visto cómo este latifundista no se preocupa de la
occidental emigra en mucha menor escala y los obreros productividad sino de la rentabilidad de la tierra. Ya he
industriales saben, además, que tienen muy poco que hacer mos visto también cómo, a pesar de ser sus tierras las
Jim a uta
Y A R D
Aún juegan
tus dedos
entre las flores de la brisa
y se tifien con sangre
de mi angustia.
Y ronda tu voz
como un espectro
la cárcel mortal “H IN C O N D E S A N F R A N C ISC O E N E L CUZCO ", p o r J . O. M odín»
de mi
S 1 L E N C 10
A rm an d o BAZAN.
mejores, sus cifras de producción no son mayores que las (23) Sorel, que tanta atención ha dedicado a los conceptos de
Proudhon y Le Play sobre el rol de la familia en la estructura y el
obtenidas por el indio, con su primitivo equipo de la espíritu de la sociedad, ha considerado con buida y sagaz penetración
branza, en sus magras tierras comunales. El gamonal, co "la parte espiritual del medio económico”. Si algo ha echado de menos
mo factor económico, está, pues, completamente descalifi en Marx, ha sido un insuficiente espíritu jurídico, aunque haya conve
cado. nido en que este aspecto de la producción no escapaba al dialéctico
6o.—Como explicación de este fenómeno se dice que de Treves. “Se sabe—escribe en su “Introduction a V economic moder-
ne“—que la observación de las costumbres de las familias de la plana
la situación económica de la agricultura de la sierra de sajona impresionó mucho a Le Play en el comienzo de sus viajes y ejer
pende absolutamente de las vías de comunicación y trans ció una influencia decisiva sobre su pensamiento. Me he preguntado si
porte. Quienes así razonan no entienden sin duda la di Marx no había pensado en estas antiguas costumbres cuando ha acu
ferencia orgánica, fundamental, que existe entre una eco sado al capitalismo de hacer del proletario un hombre sin familia".
Con relación a las observaciones de Castro Pozo, quiero recordar
nomía feudal o semi-feudal y una economía capitalista. otro concepta de Sorel. "El trabajo depende, en muy vasta medida,
No comprenden que el tipo patriarcal primitivo del terra de los sentimientos que experimentan los obreros ante su tarea".
teniente feudal es sustancialmente distinto del tipo del (24) Schkaff, Ob. citada, p. 135.
moderno jefe de empresa. De otro lado, el gamonalis-1 (25) No hay que olvidar, por lo que toca a los braceros serranos,
el efecto extenuante de la costa cálida e insalubre en el organismo del
mo y el latifundismo aparecen también como un obstáculo indio de la sierra, presa segura del paludismo, que lo amenaza y pre
hasta para la ejecución del propio programa vial que el dispone a la tuberculosis. Tampoco hay que olvidar el profundo-ape
Estado sigue actualmente. Los abusos e intereses de los go del indio a sus lares y a su naturaleza. En la costa se siente un
gamonales se oponen totalmente a una recta aplicación exilado, un “mitimae."
(26) Una de las constataciones más importantes a que este tópico
de la ley de conscripción vial. El indio la mira instinti conduce es la de la íntima solidaridad de nuestro problema agrario con
vamente como un arma del gamonalismo. Dentro del ré nuestio problema demográfico. La concentración de las tierras "en
gimen inkaico, el servicio vial debidamente establecido manos de los gamonales constituye un freno, un cáncer de la demogra
sería un servicio público obligatorio, del todo compati fía nacional. Solo cuando se haya roto esa traba del progreso peruano,
se habrá adoptado realmente el principio sud-americano: “Gobernar es
ble con los principios del socialismo moderno; dentro del poblar".
régimen colonial de latifundio y servidumbre, el mismo (27) —El proyecto concebido por el Gobierno con el obieto de crear
servicio adquiere el carácter de una "mita". la pequeña propiedad agraria se inspira en el criterio económico liberal
y capitalista. En la costa su aplicación, subordinada a la expropiación de
ondos y a la irrigación de tierras eriazas, puede corresponder aún a posi
(16.)—Castro Pozo. Nuestra Comunidad Indígena. bilidades más o menos amplias de colonización. En la sierra sus efec
(17) .—Ibid p. 16 y 17. tos serían mucho más restringidos y dudosos. Como todas las tentativas
(18) .—Escrito este trabajo, encuentro en el libro de Haya Dela
de dotación de tierras, que registra nuuestra historia republicana, se ca
torre "Por la emancipación de la América Latina", conceptos que coin racteriza por su prescindencia del valor social de la "comunidad" y por
ciden absolutamente con los míos sobre la cuestión agraria en general su timidez ante el latifundista cuyos interesés salvaguarda con expresivo
y sobre la comunidad indígena en particular. Partimos de los mismos celo. Estableciendo el pago de la parcela al contado o en 20 anualida
puntos de vista, de manera que es forzoso que nuestras conclusiones des, resulta inaplicable en las regiones de sierra donde no existe todavía
sean también las mismas. una economía comercial monetaria. El pago, en estos casos, debería ser
(19) Castro Pozo, ob. citada p. 66 y 67. estipulado nó en dinero sino en productos. El sistema del Estado de
(20) Ibid. p. 434. adquirir fondos para repartirlos entre los indios manifiesta un extrema
(21) Schkaff, ob. citada p. 188. do miramiento por los latifundistas, a los cuales ofrece la ocasión de ven
(22) Castro Pozo, ob. citada p. 47.—El autor tiene observaciones der fundos poco productivos o mal explotados, en condiciones venta
muy interesantes sobre los elementos espirituales de la economía comu josas.
nitaria. “La energía, perseverancia e interés—apunta—con que un co (28) —Schkaff, ob citada, p. 133, 134 y 135
munero Siega, gavilla el trigo o la cebada, "quipicha'' (Quipichar: car (29) —Francisco Ponce de León, Sistema de arrendamiento de terre
gar a la espalda. Costumbre indígena extendida en toda la sierra. Los nos de cultivo en el departamento del Cuzco y el problema de la
cargadores, fleteros y estibadores de la costa, cargan sobre el hombro) distribución.
y desfila, a paso ligero, hacia la era alegre, corriéndole una broma al (30) Los experimentos recientemente practicados, en distintos,
compañero o sufriendo la del que va detrás halándole el extremo de la puntos de la costa, por la Comisión Impulsora del Cultivo del Trigo,
manta, constituyen una tan honda y decisiva diferencia, comparados han tenido, según se anuncia, éxito satisfactorio. Se ha obtenido apre
con la decidía, frialdad, laxitud del ánimo y, al parecer, cansancio, con ciables rendimientos de la variedad "Kappli Emmer", —inmune a la “ro
que prestan sus servicios los yanacones, en idénticos trabajos u otros de ya,,,— aún en las “lomas".
la misma naturaleza; que a primera vista salta el abismo que diversifica (31) Herriot “Creer"
el valor de ambos estados psico-físicos, y la primera interrogación que se
insinúa al espíritu, es la de qué influencia ejerce en el proceso del
trabajo su objetivación y finalidad concreta e inmediata?"
lb A m a n ta
D I O S E N C A D E A D O
El hombre es un Dios caído porque sab e el mal, por plantando en su vida simple, sin anhelo, sin bondad y
que es capaz de pensarlo y de reconocerlo. Conoce la ju s sin malicia; pero —¡nó!— gritan mis entrañas ardidas;
ticia y la conoce solo a través del mal, por el camino de la pero —¡nó!— grita mi corazón, estremecido con las re
injusticia. Lo negativo y lo finito le hacen concebir lo po sonancias del mundo de las esteras!...........................
sitivo y lo infinito. Conoce la sustantividad únicamente Pero —¡nó!— vuelvo a gritar con el trágico grito de
por medio de lo objetivo y contingente. En esta alterna Kierkegaard y acabo la canción e s p e ra n d o d e se sp e ra d o .
tiva trágica reside, quizás, toda la grandeza y profundidad ¡Porque me desblazo hacia la Absoluto soy Dios,
de la tragedia humaua. El hombre entrevé lo absoluto y la porque estoy enclavado y encadenado a la tierra soy ani
Categoría Pura sólo a través de lo relativo y del accidente. mal-, pero porque grito y anhelo, porque sufro y porque me
Este ser de eternidad que sólo la percibe a través de desespero, porque canto y porque lloro, soy hóm bre, sín
la transitorio y huidizo está colocado, como una membra tesis carnal del Universo, centro gravitatorio de las Esen
na vibrante y dolorosa, como una cuerdu cálida y sensi- cias y de los Accidentes, tragedia viva y asiento estreme-
bh que registrara todas las conmociones ciegas del Uni mecido del Universo!.......................
verso, entre lo infinito inmutable y lo finito perecedero. ¡Soy Dios y Animal en función divina del Cosmos,
Ser de eternidad, a cada instante se afirma y, tam- reóstato de las infinitas, dispersas y sutiles corrientes de la
, n, a cada instante se niega. Vida!......
Lo efímero le sirve para conocer y aspirar á lo in
mutable, que no alcanza-, y lo inmutable para despreciar Trujillo, 1928.
lo efímero del cual no se libra.
Todas las categorías éticas y estéticas de la vida só
lo se alcanzan por sus negaciones sin las cuales el hom
bre no las comprendería.
A sí tiene conciencia de sus limitaciones insalvables, B L ftM C ñ A R N A U D T
pero, también, de sus potencialidades infinitas. Y así
este orgulloso rey de la Creación, este Dios caído, vive Seda china de voz, opa
sangrientamente estremecido, con un calcaño en lo Abso lina y traslúcida, donde
luto y con el otro en lo perecedero. Es el precio y la se bordan en detalle y
condición de su inteligencia, precio y condición tremenda miniatura flores y faunas
prodigiosas. Uno podría
mente trágicos. tenerla entera en la ma
En cambio, el animal, sin el alto pensamiento huma no cerrada y extenderla
no que comprende y alumbra las categorías eternas, vive después sin una arruga.
Los monstruos de raras
tranquilo y de acuerdo con su norma y con su ley. Sér poesías en esta labor de
de la sucesión y de lo transitorio; ser sin justicia, ni in princesa de Asia apenas
justicia; sér dado íntegramente a su mundo y a su ins decoran al alucinante pai
tinto: que desconoce el bien, que ignora el mal, que no saje fonal. Pero ella es,
otras veces, los puros pa
sufre ni goza, que no se ilusiona ni espera. ñoles pueriles en que Ga
Sér que no se desplaza jamás de su paisaje, sér que briela Mistral oculta de
no va ni viene, sér que se entrega a su vida como Dios la vida la rosa y nimia
manda, bien trabado y concordado, bien encajado en su desnudez del hijo. O la
mortal sencillez de un ve
necesidad, que nuuca se traiciona-, en el que todo está lo con que el Neruda ado
cumplido sin más acá ni más allá. lescente viste a la amada
Es la campanada justa, la vibración exacta, la me para siempre. O venda de
dida colmada de su ambiente-, sér simplicísimo y natural herida para el robusto
corazón del débil Ñervo.
en que la norma del Cosmos jamas se deroga-, sés sin O las cortinas sombrías
corrupción y sin santidad, sin el orgullo de su destino y donde se posan los pasos
de espaldas a todas la» trascendencias. El presente sin de las muertas de Eguren
mañana y pasddo; el hoy sin derrota y sin esperanza, como claras mariposas
nocturnas. A la derecha
la membrana pasiva que se llena del don de la vida, del tiempo esta voz recrea
la esponja del instante, la existencia de su canon natu júbilos, esperanzas, dolo
ral, de su ley y de su medida, para quien todo está pe res, ensueños. Nada hay
sado y justipreciado y para quien todo está como está. que decir de sus temas;
Sér enclavado en su serenidad, sér que gravita en —tiene ella el desinterés
la ignorancia, el instinto,
el sencillo alcance de sus pupilas y cuyos pasos care el entusiasmo, la memo
cen de intenciones encendidas-, ser que no traspasa el ria, la perseverancia, del
velo de Maya, agarrado a la rotación de las cosas, pren canto enjaulado de un pá
dido a la rueda mecánica del fenómeno. ¡Sér de episo jaro. Oscura, penosa a ve
ces—; apesar de todo, nun
dio sin historia-, sér de absoluta conformidad! ca pierde la voz de Blan
¡Dan ganas a veces de sér un buen animal de Dios ca su dulce timbre de f e
minidad que, disminuyen
do, perceptibiliza lo des
mesurado o, a luz y nó
-luz, revela y acusa los
(1) LA COLABORACIÓN QUE PARA ESTE NÚMERO DE "A- mínimos gestos secretos
MAUTA” NOS ENVIA ANTENOR ORREOO, UNO DE NUESTROS de las cosas. Declamación
MAS QUERIDOS COMPAÑEROS, NOS OFRECE OCASIÓN DE TESTI de cámara llaman á-ysto;
yo le llamo voz de mujer.
MONIARLE PUBLICAMENTE LA SOLIDARIDAD DEL GRUPO DE ES
CRITORES Y ARTISTAS REUNIDO EN ESTA REVISTA, ANTE LA VIO M artin ADAN.
LENCIA ZOOLÓGÍCA CON QUE LO HA ULTRAJADO EN TRUJILLO
EL FILÍSTEISMQ ALDEANO. A p u n te de C arm en Saco
A m aula 17
E L
POR HERW ARTH W ALDEN
Para "Amauta"
El hombre: Señor, soy en este instante un huésped su El hombre: ¿Cómo vamos a encontrar a su mujer enton
yo ¿No quiere Ud. librarme del espectácu ces?
lo de ésta desagradable persona? El otro: ¿Tiene Ud. talvez la llave?
El otro: Váyase señora Schultze, este señor es muy El hombre: ¡Señor!...
nervioso, tiene alucinaciones. El otro:
Yo quiero mi llave. Podemos arreglar el asunto con toda tran
La propiet. quilidad.
El otro: El me la va a dar. Vaya Ud. a su trabajo.
La propiet. Si Ud. no me dá mi llave, presento una de El hombre: ¡Granuja!
manda. El otro: No hay necesidad de palabras gruesas. ¿Des
El otro: Vaya querida señora Schulze. ¡Ah!, este tabu de hace cuanto tiempo tiene mi mujer rela
rete es verdaderamente famoso (la propieta ciones con Ud?
ria parte haciendo sonar la puerta) ¿No quie El hombre: Ella no tiene relaciones conmigo.
re Ud. hacer sus maletas? El etro: ¿Desde hace cuanto tiempo tiene Ud. rela
El hombre: ¿No quiere Ud. marcharse? ciones con ella?
El otro: Carece Ud. de humor. Lo encuentro espan El hombre: Su mujer tiene una alma de niño.
tosamente cómico. El otro: ¿Desde hace cuanto tiempo esa alma tiene
El hombre-. Si le meto’ una bala al vientre. relaciones con Ud?
El otro: ¿Guarda Ud. también su revólver en el rope El hombre: (Escupe por tierra)
ro?. El otro: Cuidado, joven.
El hombre-. Mi paciencia termina.
Puedo aguardar...No se apresure demasiado. El hombre: Ud. acaba de ser mi providencia.
El otro: El otro: Abra mejor el ropero para que el alma pue
El hombre: Le rogaría muy cortesmente dejarme una
hora aún en esta pieza para ponerla en orden. da tomar aire.
Se lo ruego. Durante ese tiempo yo tocaré El hombre: Si Ud. toca a su mujer, ha terminado Ud. de
El otro: vivir.
el piano. ¿Le agradaría a Ud. un valse?
El hombre-. Mi paciencia se agota. El otro: Yo no toco a la mujer de otro.
El otro ¿Juega Ud. ajedrez? El hombre: ¿Su dolor no le conmueve?
El hombre Oh! puedo darle jaque todavía largo tiempo. El otro: ¿Y con sus besos, Ud. ha salvado esa alma?
El otro: ¿Guarda Ud. también el ajedréz en el ropero? El hombre: Las mujeres son niños. Tienen necesidad de
El hombre: ¡Al diablo el ropero!.. ser acariciadas.
El otro: Es muy sólido. Es de encina. El otro: Además ellas mueren probablemente, señor
El hombre: Tiene Ud. el aire de creer,señor, que yo es poeta.
condo un secreto en mi ropero. El hombre: Ellas mueren todas sin amor.
El otro: No soy curioso, puedo esperar. Le mostraré, El otto: ¡Imbécil! Dese Ud. cuenta. No se muere sin
por lo demás, una mujer muy bella. amor.
El hombre: ¿Dónde habita esa dama? Vamos donde ella. El hombre: (abre el ropero y retrocede vivamente) ¡So
El otro: No es sino mi mujer. corro!, ¡socorro!
El hombre: ¿Es Ud. casado? ¿Por que alquila Ud. esta La propiet: ¿Qué sucede? !Ah! ahora tiene Ud. la llave.
pieza? ¡Jesús!...Ella se ha ahorcado con sus trenzas’
EL otro: Quiero tener la impresión de ser soltero.
El hombre [¡No tiene Ud. vergüenza de engañar a su mu El otro: ¡Es imposible! Qué se las corten.
jer! El hombre: ¡Qué nadie la toque! ¡Es demasiado tarde! Ella
El otro: No tengo necesidad de engañarla. Mi mujer es mía. ¡Ha muerto sin que yo la toque! Las
se esconde de mí. mujeres son niños que mueren de amor.
DE LA AMERICA - LATINA
Mis veinte años buscándote
como una ronda de marineros ebrios
Ni un comentario. Nada. Solamente la redacción las nubes tiran hacia el mar
escueta del cable. Escondido en los periódicos. Con las últimas estrellas vacias
letras menudas. Imperceptibles. Para que no sea leído.
Así me entero da la última resolución del congreso y en este lecho de anhelos mutilados
mexicano. amaneció una rosa muerta
Nuestra prensa, que no se sonroja de llamar "bandi
dos" a los patriotas nicaragüenses; que reproduce con los espejos murmuran cuando paso
verdadera fruición las despechadas palabras del mayor los árboles murmuran cuando paso
general Lejeune, describiendo a Sandino como la carica tu imagen en cada pétalo
tura de un César—"rana gorda que chapotea en un charco en las hojas de los libros
estrecho en el noroeste de Nicaragua"—ha mantenido un y en todas las sonrisas de mi hijo.
criminal silencio ante la resolución de México.
Barret decía: "No me habléis de patriotismo. Un mis ojos descalzos
amor que se detiene en la frontera no es más que odio". suben las cumbres del silencio
De aquí mi consagración a servir la unión de los pue
blos de América. El gobierno de México, consolidada el día pasa cantando
sólidamente la revolución agrarista, acaba de adoptar la
trascendental resolución que comento. Se trata de un yo aquí encogida como una mariposa
paso históricamente necesario. Tiende a lá realización del prisionera de tus ojos muertos.
empeño de crear una sola patria americana.
Todo ciudadano de habla española, nacido en este
continente (incluyendo igualmente al Brasil por su alma Blanca Luz BRUM.
latina) al llegar a México gozará automáticamente las pre
rrogativas de los nativos. No queda ahí la disposición
del gobierno más eminente. Nombra una comisión de
senadores, que recorrerán las tierras de Centro y Sud
América, para gestionar ante los respectivos gobiernos, la
dación de una ley semejante a fin de unificar el esfuerzo
de solidaridad que realiza la evolutiva política azteca. S O C I E D A D E D I T O R A
México prueba así, una vez más, su espíritu revolu
cionario. La sinceridad de sus ideas. No propone el tra
zo de un ferrocarril panamericano, que únicamente bene
ficiara a sus banqueros. No reúne diplomáticos huérfanos
de la simpatía popular, en torno a una conferencia en la
“ A NI A U T A “
Habana. Carece de una doctrina Monroe, justificadora del
avance capitalista. No asume la desconcertante actitud de
un Kellog, pidiendo la abolición de la guerra, mientras sus Durante el mes de enero hemos continua
pretorianos masacran pueblos y ciudades centroamericanas.
Ya lo vemos. Nuestros periódicos traen grandes tí do recibiendo adhesiones a la “Sociedad Edito
tulos: H acia l a p ro sc rip c ió n d e l a g u e r r a .— L a s itu a c ió n ra Amauta'1. Esperamos que en el curso de fe
p o lítica en N ic a ra g u a y l a in te rv e n c ió n Y an k ee.— L a c o n
feren cia p an a m e rica n a. —Todo en letras gordas. En pri brero, cubierto el 75 por ciento de las acciones,
mera plana. Es decir: el culto a la farsa. El acuerdo de
México no se vé. Conozco personalmente a nuestros pe quede definitivamente constituida la Sociedad,
riodistas. Aseguro al lector que no pueden dar más de sí. cuyás bases aparecieron en nuestro número an
El paso de México es el principio de la unificación
de los pueblos frente al imperialismo. Estoy seguro que terior. Reiteramos nuestro llamamiento a los
yá empezaron las intrigas diplomáticas ante los gobiernos amigos de esta revista para que concurran a la
influenciados por los Estados Unidos, para esterilizar el
esfuerzo mexicano. formación de la Sociedad, que asume la admi
Desgraciadamente, carezco de mayores datos. Para el nistración y propiedad de "Amauta" y sus edi
próximo número de A m au ta, mejor documíeutado, será
para mí un verdadero placer ocuparme con toda atención ciones. A los que han suscrito acciones, roga
en el acuerdo adoptado por el país vanguardia de Amé
rica, al que debe amar todo hombre libre. mos abonar a la brevedad posible el 50 por
ciento correspondiente a la primera cuota.
R ic a rd o MARTINEZ DE LA TORRE
Para todo lo relativo a la
Sociedad, dirigirse a José
Carlos Mariátegui, Wáshing-
ton izq. 544-970.
20 Am a uta
En alta mar el ruido del trasatlántico espanta Desde las ventanas abiertas ladran las
los corderos del o c éa n o - estrellas al paisaje calafateado
fuerte el viento se prende de las amarras como
el hambre en las calles del Callao— Los globbe-trotters de Boston, Chicago y Filadelfia
cielo y mar abrazados—alborotado mar del Pacífico ríen desde el ojal de los rasca-cielos
mirando la tragedia de las calles angostas
como alambres de tranvía por donde pasa
Verde Canal de Panamá— la muerte rozándonos la sombra
lagarto con dentadura de cañones triturando la
esperanza proletaria—
allí—la justicia de Wall Street mira insolente En cada vientre de mujer la protesta
al mundo se hace angustia de colonos del Norte
y las esclusas levantan himnos a la torre eiffel y en la cartera de los hombres hay una tarjeta:
PAULA ROMERO, un servidor
Los loros rojo internacional
dejan caer de sus picos perfume
de frutas México, D. F. 1927.
Canta el viento—
su voz exprime jugo de cañas—
en el paisaje teñido con pájaros ♦ «........... ..............................i..........i.r.rnr■
■
'■
■mill.......... iijir......... ■
■■ni
de colores—cuelgan su canto en
las chirimoyas que apuntan como
pezones de india campesina
“A M A U T A”
Larga sirena de ingeniería
con potentes grúas que vigilan el sur— REVISTA MENSUAL DE CULTURA
el cielo fotografiado en el lago Gatún
es el vientre del Canal de Panamá donde se incuba DIRIGIDA POR
otra g u e rra -
no sienten las arengas sociales?
Los hombres se pintan el corazón con palabras agitadoras JO£& CARLOS nARíATEGUI
arrancadas de los campos de América
Doctrina - Arte - Literatura - Polémica
Pasa el último pájaro de la tarde llevando el mensaje
de una estrella que pone su canto olvidado a los pies Con “Amauta“ recibirá LJd. “Libros y
de la noche R e v i s t a s V a l o r de la suscrición en Li
ma y provincias: por un año, S 4.00;
por un semestre S. 2.20. Si quiere Ud.
apoyar este esfuerzo cultural e ideológi
Calles de Colón co, pida Ud. desde ahora su suscrición a
con barrios de color donde los negros lloran Sagástegui 669 o Casilla 2107 Lima.
en el saxofón—
en los cabarets los ku klux klans
Recomendamos la suscrición especial "Amigos
de Amauta" a la edición de lujo, numerada, de
remiendan con hilos de sangre la noche cuarteada
por los gritos de angustia que lanzan obsidianas mujeres—
esta revista. El valor de esta suscrición al año
y por los faros y las marimbas que lloran en el muelle es de S. 10 El precio de cada ejemplar de la
tirada es de S. 1.
Camaradas de Suramérica.
aquí se siente que México es nuestro— I n v i t a m o s a leu» p e r s o n a s q t t e
los indios estiran el sol desde los Andes s im p a tiz a n con e s ta re v is ta
desparramando en el campo semillas de libertad
a in s o rib irs é e n e l g r u p o ele
y el grito—tal vez ePGRITO más fuerte de la Revolución
G E N E S I S Y P R O Y E C C I O N E S BE “T E M P E S T A D EN LOS m i l
PO R L U IS
En juiio cíe 1926 la editorial “Minerva” recibió los originales observatorio capitolino, José Frisancho más grande como magis
del libro; en marzo de 1927, Mariátegui y jó convenimos en in trado ejemplar que como literato, cuya conducta como juez verda
cluir la conferencia que sobre el Problema Indígena ofrecí en la dera áncora de la justicia, tipifica a la raza en su aspecto moral.
Universidad de Arquipa dos meses antes. (Adoptóse el texto ori José Frisancho que sirve de magnífico eslabón entre Puno y Cuz
ginal que no salió íntegro en los diarios). co, entre keswas y kollas, perdurable alianza que garantiza la obra
Desde la fecha de entrega del manuscrito hasta la aparición futura. ¡Y Puneño es Federico More, el verbo del andinismo!
del libro, muchos sucesos han desfilado. El Grupo Resurgimiento No en vano coinciden las dos corrientes: la intelectualidad
nació con una clarinada bélica, pero —ante de desarrollarse— imprime rumbo original a las letras peruanas, la masa aborigen
hubo de sucumbir ante la conflagración de los intereses. evoluciona a grandes pasos.
El autor sufrió también los efectos de la conjura. Mientra*; ¡Espíritus incrédulos: peregrinad al Kollau!
tanto, ni una línea del texto de “Tempestad en los Andes” había
ido alterada. L a q u i e b r a d e los R e f o r m a d o r e s
E IT O PERSONAL
P o r M IO U E L.
Como el doctor Primo de Rivera y Orbaneja, general y su alguna. Sí, ya sé que en las mancebías — me lo han asegurado —
puesto dictador, ha hablado varias veces de despechados, refirién suele haber imágenes de la Santísima Virgen María — perdón Se
dose entre éllos seguramente a mí, voy a empezar ahora y aquí ha ñora! — pero yo que fui educado por mi madre viuda, en las más
blando de mi situación individual y personal, más personal que íntima y profunda piedad cristiana y católica; yo que he refresca
individual. Debo ante todo rechazar la especie de que mi campa do mis labios toda mi vida y a diario, para mantener en mi vida
ña obedezca a un pleito individual, mío con el rey o con la tiranía mi santa niñez, con el Ave María, no puedo menos que horrori
pretoriana que él trajo a España. Ni puede decirse que sea yo zarme cada vez que leo que el Primo de Rivera, ese, vá a repre
un perseguido. Mi confinamiento en la isla de Fuerteventura — sentar la impía y blasfema farsa de ir a orar ante una imagen de
Dios la bendiga! — se debió a mi voluntad. Supe el acuerdo con la Virgen. Es tomarla de Celestina.
tiempo suficiente de huir a Portugal antes de que se me detuviera Ya a nadie que sepa vivir en la Historia se le ocurre pregun
en mi casa y tampoco quise acudir al Gobierno militar de Sala tar qué es lo que busco con mi obra en élla. Los tiranuelos por su
manca a preguntar los motivos del extrañamiento — hasta hoy no parte, saben bien que no persigo componenda ni arreglo algunos,
me los han declarado - iniciando así el diálogo que es lo que, sin sino justicia y que no he de cejar hasta que logre que se les enjui
duda, buscaban los tiranuelos. cie y ajusticie al castigo que les corresponda; saben bien que hay
Y en llegando a Cádiz manifesté que tenía trazado mi plan, por lo menos uno que no se conformará con lo de borrón y cuenta
consistente en no huir, no preguntar las razones o sinrazones de nueva. Aún quedan, parece, algunos menguados que se imaginan,
la medida tomada contra mí y no pagar gasto alguno. Y así lo juzgando por su propia mengua, que busco el poder. ¿El poder?
cumplí. En los ocho días que estuve en Cádiz confinado en un Más poder? Otro poder? Hace algunos años ya un político amigo
pequeño hotel, no recibí más que una sola visita de sujeto que lle mío, de los del llamado antiguo régimen, es decir, de los que aún
gase de fuera a verme y fué la de Miguel — desgracia la de mi conservan alguna honradez, decía de mí que podía permitirme
nombre! — de Maeztu, muy desventajosamente conocido en mi ciertas manifestaciones que les estaban vedadas a éllos, los que as
villa natal y compañero de negocios — sucios, por supuesto — del piraban a gobernar; a lo que yo contesté: “yo no aápiro a gober
gran negociante — a las veces en sangre humana - Severino Mar nar; yo gobierno!” y precisamente aquellos que aspiraban a gober
tínez Anido. Fué, de seguro a ver si hallaba resquicio para enta nar, que pretendían gobernar, se quedaron eternos en aspirantes,
blar el arreglo. Porque ya para entonces los tiranuelos se habían en eternos pretendientes al gobierno.
dado cuenta de su torpeza y buscaban, como en lo del Marqués de Recordad a don Antonio Maura. El hombre civil de la auto
Cortina, la componenda. Y es que son tan brutos, han vivido tan nomía de las colonias ultramarinas, el de la ciudadañía, el que lla
al margen de la vida cultural de España, que era y sigue siendo mó f u r r i e l e s e idóneos a los conservadores que se rindieron al pre
posible que un español se haga, como me he hecho yo, una repu torianismo del rey, el que dijo aquello de “que gobiernen los que
tación mundial, adquiera autoridad en todo el mundo civilizado y no dejan gobernar”, se murió repitiendo que él nunca había en
aún más allá de los países de lengua española, sin que éllos se en realidad gobernado, que no le habían dejado gobernar. Y se mu
teren. rió después, de haber resistido a ejercer la dictadura y a sustituir,
Reputación que sigo acreciendo y agrandando y con el fin con borrón y cuenta nueva, a los actuales tiranuelos. Y recien
de emplear la autoridad moral e intelectual así adquirida en liber temente el rey llamó al otro Maura, al hijo mayor de aquél, al
tar a mi patria de la más abyecta, rapaz y embrutecedora tiranía Conde de la Montera, para que viese el modo de sacarles del atran
y de marcar a los th-anuelos — para siempre — con la señal de co. Y este otro Maura, el africanista, invitó a una comida a nues
los réprobos de la historia. Y a la vez de salvar ante la conciencia tro amigo Marañón para saber si entraría en un ministerio de tran
de la Humanidad la honra de nuestra España. Porque si el buen sición — y de transacción — para preparar la vuelta a la que lla
nombre de España ha de salir lo menos mal posible de esta catás man la normalidad constitucional, sin Primo de Rivera pero...........
trofe se ha de deber a nosotros, a los motejados de intelectuales; con Martínez Anido! Marañón se echó las manos a la cabeza, él
motejados con cierto retintín de fingido desdén, pero de real en que había visto presa de uno de sus ataques de epilepsia al gran
vidia cainita. Y de cainitas degenerados, que al cabo el mítico negociante en sangre humana y en otros artículos, al que hizo ma
Caín, el que tuvo el valor de matar a Abel, no parece que fué un tar al moro amigo Dris ben Said para que no hubiese paz en Ma
majadero. Nosotros, los motejados de intelectuales por los machos rruecos. Y es que este otro Maura, el africanista, se disponía ac
jubilados, nosotros estamos salvando la honra histórica de Espa tuar de furriel y de ¡doñeo y a que no le dejasen gobernar.
ña. Y nó los brutos de la cruzada de Marruecos. Yo ejercer el poder? Indudablemente! Para ello no es menes
Despecho? Es que se me ha negado nada de lo que he pe ter ser ministro. Pero dejemos a los menguados que juzgando por
dido? Cierto es que no he pedido nada y que me he rehusado a los su propia mengua inventan semejante cosa. El ejercicio de ese
requerimientos para que pidiera. Y viniendo concretamente a lo poder a que aluden no haría sino menguarme otro poder que ejer
de la tiranía, después de aquel lamentabilísimo manifiesto del 13 de zo y al que me atengo más. De codicioso nunca he tenido nada ni
Septiembre de 1923, perenne baldón para España, de aquel docu aquel poder tienta la codicia de persona honrada, y en cuanto a
mento en que se cuajó toda la mala sangre, la mala baba, la mala ambición la mía está bien calmada.
bilis y el pus de la animalidad que está en el fondo de la huma Hay otros pobres cuitadillos que no logran darse" cuenta del
nidad española — toda humanidad tiene una base de animalidad y alud de pasión que pongo en esta obra de justificación y de ajus
la obra de la civilización es que la humanidad domine a la anima ticiamiento — son pobres iiteratillos — y que se me vienen con el
lidad, el ángel a la bestia — después de aquel documento troglodí miserable estribillo de que debía desdeñar a los que suponen que
tico' ningún español, no ya culto, sino sencillamente honrado, podía les ataco para vengar agravios personales. Y hablan del desdén
prestarse a apoyar a la dictadura. Ponerse a apoyar a ésta, cola del silencio. Pero si hubo desdeñosa, fué mi maestro el Dante —
borar en élla, prestarle su asistencia era y es deshonrarse. Porque no sé dónde leí que los tres más grandes desdeñosos de nuestra
no han sido errores los de la dictadura, no es que se han equivo religión han sido Moisés, San Pablo y el Dante — y el Dante no
cado; es que han procedido desde un principio con evidente mala calló su desdén, el Dante supo insultar. Y es que no eran insultos
fé. — divinos insultos — los del Cristo cuando hablaba de raza de
Ante todo en el estilo mismo del documento — y el estilo es víboras y de sepulcros blanqueados? Es que a San Juan Bautista,
el fondo verdadero y la verdadera esencia de un documento — se al Precursor, le hizo decapitar el tirano por haberse callado? Pero
revelaba la raíz emponzoñada de la paite de animalidad que í-esiste la cabeza degollada de San Juan seguía clamando, con su sangre,
a la humanización, es decir a la civilización, de España. Es con los desde el plato. Como sigue clamando la sangre de aquel pobre
de la c a s t a los de la m a s c u l í n i d a d , esa soez e inhumana concepción condenado de Veía del Bidasoa que para evitar el garrote se arro
de mancebía que ha originado el catolicismo testieular de los re- jó desde lo alto de la prisión y que hubiese efusión de sangre, ya
quetés, catolicismo sin catolicidad y desde luego sin cristiandad que el rey mismo me había dicho — a mí, a mí mismo — que en
e) Am a ut a 23
el garrote no hay al fin como en la guillotina efusión de sangre. casuista sanguinario, que empezó a proteger la siesta secular de su
Y sigue clamando la sangre de Rizal. pueblo. Y más adelante la tiranía de los López padre e hijo. Como
Desdeñar? Alguien creyendo adularme, me ha recordado el ejq Méjico el imperio de Maximiliano — habíale precedido el ri
proberbio latino: a q u i l a n o n c a p i t m u s c a s , el águila no caza moscas, dículo de Iturbide — anunció la tiranía de Porfirio Díaz. Y en
y aunque yo no sepa si las moscas no son un buen aperitivo, o si el Ecuador bajo la Sagrada Bolsa de la Compañía de Jesús se ins
quiera laxante para el águila, sé que esos a quienes persigo con tauró la tiranía de García Moreno. Pero ni Rodríguez Francia
mi pluma y con mi lengua no son moscas o son moscas de los cadá ni los López, ni Porfirio Díaz, ni García Moreno eran ni un Primo
veres, portadoras de la peste. O si mosquitos, de esos mosquitos de Rivera ni un Martínez Anido ni un Don Alfonso. Hay que
que trasmiten el paludismo. Y qué mejor empleo podría tener un distinguir. En Rodríguez Francia, en los López — como supo mo
águila que el de destruir mosquitos de las tercianas si es que no rir el hijo, Solano López! — en Porfirio Díaz, en García Moreno —
había gorriones u otros pajarillos que se dedicasen a esa caza? también este profesor y excelente poeta creyente supo morir —•
Desdeñar? Sí, pero nó con el silencio ni con la reticencia. hubo una cierta grandeza trágica, pero en ese botarate, en ese epi
Porque esa canalla ha empequeñecido y deshonrado hasta a la ti léptico y en ese tramposo? Y ¡envidio al gran escritor y patrio
ranía ! Si siquiera tuviese una grandeza trágica! Mas ni la gracia ta ecuatoriano Juan Montalvo el haber tenido en García Moreno un
burda de “La venganza de Don Mendo” que tanto admira Primo blanco digno de sus ataques, un objeto a la grandeza de su plu
de Rivera dando con ello la medida de su desabrida ramplonería ma! El gran cervantista, el que escribió los “ Capítulos del Qui
de señorito chulo del Lebrero de Jerez de la Frontera. No Anda jote que se le olvidaron a Cervantes”, podía, sin sentirse tortu
luz, por supuesto, ni de Jerez de la Frontera, nó! Porque última rado por ello, dedicarse a combatir la tiranía civil de García Mo
mente he oído, apropósito del Primo, hablar de andalucismo en un reno, pero esto de tener — tener que, sí, tener que — emplear
sentido que debe sublevar a todo buen español justiciero. Anda toda el alma en persebuir al Primo, al Anido y compinches, no es,
luces fueron muy andaluces, para no citar a otros, Alvarez Men- Dios mío! una expiación por alguna profunda culpa? Pero me
dizábal, Narvaez, Ríos Rosas, Cánovas del Castillo, y eran gente. pongo en manos de Dios y a la casa de mosquitos de la terciana,
Y seria y honrada. Y en cuanto a Jerez de la Frontera, de allí de moscas de la peste de los cadáveres! Imperialismo intelectual!
salió la Mano Negra, que fué también algo serio. Es como si.tra Sí, hay un imperialismo cultural hispano americano! Y al decir
tando de Anido quisiéramos compararle con Manuel Casanova, a hispano incluyo a los pueblos de lengua portuguesa, Portugal y el
quien admiró mi amiga doña Emilia Pardo Bazán que de vivir Brasil, porque Hispania quiere decir toda la Península Ibérica; hay
ahora despreciaría, estoy seguro de ello, al Anido. un imperialismo cultural hispano americano. Pero no de España
Desdeñar? Sí, pero no con el silencio ni con la retictncia. y menos de la España del trio Habsburgo Anido - Primo, sino de
Odiar? Odiar nó! Se odia a las personas, no a las cosas. Y esos los pueblos todos de lenguas hispánicas, ibéricas, un imperialismo
sujetos, esos individuos, si personifican algo son fuerzas elementa de todos los que pensamos y sentimos en las lenguas de Cervantes,
les de la animalidad española, de su infra humanidad, de su bes Camoens y de Raimundo Lulio —- Remon Llull. Y !a madre pa
tialidad. tria es la patria espiritual común, un alma y no un territorio; una
Y lo más triste, lo más descorazonador, es que se sirva de historia y no un código común. Y por ¡o que hace a nosotros,
ellos todo ese poder demoniaco de la antigua inquisición, de las he los españoles, una lengua común, la lengua en que alguna vez pen
ces del paganismo — hay un paganismo honrado — que se aloja saron —y al pensar sintieron en ella — los portugueses Gil Vi
ron en el cuerpo — no en el alma — de la cristiandad católica. cente, Camoens, Francisco, Manuel de Meló — el que hizo pro
El sacrilegio de Primo, que ha querido hacer de María Santísima nunciar para siempre el más hermoso discurso político que se con
una Celestina de la tiranía pretoriana, ha también hablado alguna serva en castellano al gran patriota catalán — Pau Claris — en
vez del Sagrado Corazón de Jesús. Qué sabe de sagrado, ni de que mandó, co-.n-a el intruso Habsburgo imperial, el indio mís
corazones ni menos de Jesús? Y eso no es corazón! eso es bolsa. tico Benito Juárez y en que di ó a la eternidad su último canto
Se trata de la Sagrada Bolsa de la Compañía de Jesús, cuyo guar el indio tagalo José Rizal, la lengua en que nos dejó su alta doc
dador es Judas Iscariote, el traidor. Se trata de la Compañía dé la trina de civilidad el nobilísimo patriota Pi y Margall. Este,
Bolsa de Jesús, la del Imperio jesuítico del Paraguay, la de la gran este es nuestro imperialismo, el de aquellos hispano-americanos
Compañía Social. que cemo el gran Domingo Faustino Sarmiento, arclii-español, fue
Y no traigo en vano acá esto del Imperio jesuítico del Para ron tachados de anti-españoles por menguados coloniales de ten
guay. Porque ahora que ven el justísimo fracaso de la cruzada ma derete de baratijas quisquillosos, recelosos y ansiosos de cintajos;
rroquí, ahora que empiezan a ver que fué el dedo del Padre del el imperialismo de Simón Bolívar, de abolengo vasco, el más gran
Cristo el que trazó el desastre de Annual, el castigo de una agre de discípulo de Don Quijote. Y este imperialismo, lo estamos
sión injusta; ahora que empiezan a darse cuenta de que el apóstol sosteniendo nosotros, los que aplastamos con nuestro santo desdén
Santiago, el hermano del Señor, ni montó jamás a caballo — su a los tiranuelos pretorianos, cainitas y rapaces, nosotros, los in
maestro una vez en una pollina — ni menos mató moros — “mete telectuales, Nosotros y ........ — es la hora sagrada de sacar a la
tu espada en la vaina!” — reconocen que la campaña del Rif es luz del sol todo el corazón y ruin sea el que ruinmente juzgue —
contrapopular y que al cristiano pueblo español le repugnan des y tanto como el que más yo. Yo, sí, el despechado, el loco, el ambi
quites de mercenarios del honor y nos empiezan a hablar de re cioso,'el energúmeno, yo! Yo que estoy llevando lo más íntimo
conquista espiritual de América, de imperialismo cultural sobre del alma de nuestro pueblo, su esencia eterna, su divina sobre
los pueblos de lengua española. razón de ser-, e! jugo de su cristiandad quijotesca, al conocimien
¡Imperialisto cultural sobre América? Que quiere decir eso? to y al entendimiento de los pueblos de lenguas latinas, anglo-
Donde el imperio? Ya que el desgraciado Maximiliano de Austria, sajónicas, germánicas, esc la v as.... a la humanidad civilizada.
el trágico Habsburgo — esa familia de los Habsburgos es tan trá Imperialismo. . . sí, pero el del espíritu y la conciencia y
gica como la de los atridas — no logró implantar el imperialismo la justicia. Y que no nos hablen de reconciliación, y que no vuel
intelectual jesuítico, también habsburgiano. Porque no debe ol va ese vesánico de 'Martínez Anido, traficante en sangre humana,
vidarse que si Iñigo de Loyola fué un español de la más pura ce a volver a decir que en la unión patriótica eaben todos los hom
pa y del más rancio abolengo, un vasco, fué soldado de un Habs bres de buena voluntad, porque la suya no es voluntad, sino gana,
burgo, de un Austria, y quedó cojo, inválido para la guerra cás ni es buena sino perversa. No, no cabemos juntos ellos y noso
trense, en Pamplona, luchando contra el francés, y que la funda tros. La plenitud excluye el vacío.
ción de la Compañía llamada de Jesús se hizo en un ambiente más Imperialismo! Sí, pero de la cabeza y del corazón y no de la
habsburgiano que castizamente español, y que la Compañía ha si bilis ni de los testículos. Se tiene que acabar esa soez grosería
do tanto como española austríaca e italiana, o mejor ifcalo-austriaca, de señoritos f ají nados de casino — no de cuartel ni de cuarto de
de !a italianidad austrieante. Y es ese el imperialismo que se quie banderas — que hacen gala de masculinidád y de casta. Los hom
re llevar a América? bres no son jacos. Hace aún muy poco, con ocasión de un nue-
Al Imperio jesuítico del Paraguay, destruido por el Borbón yo atraco — este al Duque de San Pedro de Galatino — el chulo
Carlos III, o mejor por sus consejeros enciclopedistas y en el fon que cree dictar algo para explicar el robo, decía que el Duque
do rousseaunianos, apenas la América española se emancipó del pretende mantener su personalidad! Ese es el delito. Y ser persona.
abyecto Fernando VII, sucedió la tiranía del Doctor Gaspar Ro Eso es lo que esos sujetos, individuos, no pueden perdonar, el que
dríguez Francia, el mestizo ajesuitado, discípulo de los jesuítas. sea persona.
24 Am anta
7
I
Se estremecen las arterias de las urbes epilépticas
1 en el hilo telegráfico de su voz.
Mientras los hombres avanzan,
Yo quiero que amanezcan las últimas palabras: como humaredas hidráulicas
angustiadas, hollinadas de los más tristes usos— por los alambres turbios de la emoción.
entonces,
el carbón de mis ojos rayará de oraciones los muros de Urbes fantásticas y engranajes de música
(las cárceles. donde hieren los pitos el dolor del cielo:
el humo danza en las aguas del espacio y las estrellas
2 se desangran en las pecheras de los rascacielos.
El H eb ra ísm o y la s b a s e s p s íq u ic a s d e la H is to r ia
POR R O M U i-O M EIM CSSS
Después que han sido sentadas las premisas para una mejor com ideal. En éste como en otros tantos casos de la Historia el hom
prensión de la Historia, la principal de ellas a base de una psicolo bre ha confundido los arquetipos con los ideales como observa Orte
gía multitudinaria, — el inconciente colectivo de Young — el cris ga y Gasset en los preludios de su ensayo sobre Mirabeau.
tianismo, rejuvenecimiento del acento religioso del Israel semiti- Aquí conviene anotar el profetismo de la segunda venida, el
co, es también susceptible, como cualquier otro fenómeno análogo, regreso apocalíptico. La herencia hebraica del cristianismo se ma
de instrumentarse conforme a la clave y tono de las nuevas con nifiesta palpablemente en esta última predicción y en su trasposición
clusiones filosóficas. Conclusiones éstas que van purificando las a dogma dentro de la praxis romana. Pero a la altura en que la
viejas fuentes históricas y las relaciones conceptuales que se es humanidad se halla, superciviiizada en un maqumismo múltiple, la
tablecieron antes, cuando se hacía girar un determinado or-den de postuma profecia ya nada significa sino es un curioso documen
acontecimientos, ideologías, sistemas politicos y religiosos al rede to psicanalítico de Juan arrobado en Patmos. La segunda venida
dor de cierto pueblo, cultura o determinada personalidad históri carece pues de la idealidad, si debemos llamar así, con que el hom
ca: Budha, Confucio, Cristo, Alejandro, César, Napoleón o Bolívar. bre esperaba la primera. Hoy el hombre no está conformado a asi
Spengler, con su morfología de las culturas, antes qué él, milar tales creencias y la especie, deshebraizada casi, no podrá mo
Frobenius y, — Alfonso Paquet lo afirma — antes aún que Fro- delar otro Cristo.
benius el ruso Kireyewshi, vienen desde tiempo auscultando la Los hebreos traían su sino bien delineado en sus Escrituras. “No
mortecina y espectacular catharsis de una cultura que se vá. Que fueron tanto los judíos—nos dice Wells—quienes hicieron la Biblia
se va sumergiendo con su sino en las profundidades de los se como la Biblia quen hizo a los judíos.” Cristo era la nota domi
nos cósmicos en donde esa cultura de Occidente, como otrora la nante y el principal capítulo, casi el todo de ese anhelo. De aquí que
India, China, Egipto o Roma quedará archivada en el anaquel co la misión y la fisonomía moral de “el que ha de venir” (Habacuc)
rrespondiente a cada estadio del espíritu humano. esté perfilada, hasta prebiegrafiada en las exortaciones de sus pro
En el organismo del método histórico, Wells, también por su fetas como Isaías, Zacarías, Amos, Joel y en las reflexiones de sus
parte, desarticula para articular mejor, coyunturas que se habían reyes como David, Samuel y otros. Juan mismo, el Precursor de este
soldado tan mal que sus falsos ajustes entorpecían esa cabal in espíritu de renovación es llamado desde Malaquías “el mensajero
terpretación de la historia. que aparejará el camino delante de su faz.” Los Psalmos están hen
Y últimamente el lituano Hermann Keyserling, difiriendo de chidos de cristiana predicción. La Biblia entera es un documento de
Splengler en que su actitud no trata de resolver este fenómeno hiperestésico patriotismo, jactante y exagerado. La palabra de Isaías,
determinando su solución en un irremediable destino cósmico sino anatematizante e inquieta como un volcán en actividad, es de una
en el de la libertad, aunque condicionada a resolver en los pue prodigiosa anticipación crítica del estado fronterizo a los tiempos
blos disposiciones fijas como un hado, ha dejado también definido de la nueva era.
el concepto de que no son las ideologías o doctrinas desarrolladas No es aventurada inducción el suponer, pues, que todo ese
por un hombre — a quien otorgamos generalmente demasiada ori acopio de esperanza, el producirse intelectual que se remontaba
ginalidad — las que representan el sentido de una época, sino que hasta los orígenes mesopotámicos del hebreismo,—más de 2,00J
es el estado psíquico colectivo precursor, contemporáneo y pos años anteriores a Jesús—la psicología de cálculo y previsión, esa
terior lo que dá fuerza expansiva y proselitista a esas tesis. Lo tensión profética siempre dispuesta a emocionar a Judá, formándo
transferible, lo general humano, lo que puede ser común a todos le, por decirlo así, una conciencia de vaticinio de fatal cumplimien
ejerce preeminencia y dominio sobre lo instransferible, quiere de to; el alma de la colectividad que no cesaba de anunciar el nuevo
cir, lo exclusivo, individual, particular de una cultura. La multi pacto de su Dios, siempre irascible,, con la casa de Israel, paula
tud que se proyecta sobre el individuo. tinamente iba formando un subconciente propicio a crear una fi
Con estas reglas en la mano, el Cristianismo es sobre todo gura de determinantes fines históricos como la de Jesús, adveni
un fenómeno histórico y Jesús, el rebelde educador galileo, una miento que tenia que suceder, desde que esas circunstancias psíqui
personalidad excepcionalmente predispuesta para ser símbolo de ese cas lo contorneaban con tales caracteres. Esto, aparte d d sistema
fenómeno y sugestivamente dotada para un atento y estudioso cíclico en que intermitentemente cada edad parece formar una per
análisis. sonalidad magistral.
El Cristianismo, como la democracia, como el parlamentarismo, Por eso él mismo, en autos de todo lo que. de EL se había
el comunismo y demás ismos sociales, representa principalmente, escrito, se sintió responsabilizado ante el Padre,—su imperativo
superiores expresiones del espíritu encaminadas a producir un mo categórico— y, lo que es más notable, Elegido para salvar, guiar
vimiento mas o menos universal y a base siempre de sentimien y apacentar Israel, cuando alguna vez abriendo el libro de Raías
tos abstractos del subconciente, amor, igualdad, libertad, justicia. en la Sinagoga, compulsó su propio destino y estimó llegada su mi
Así, pues, un gran reformador existe por causales de influjos cós sión de amor y caridad. Entonces, con la arrogancia de un garbo he
micos y razones psíquicas de las muchedumbres y tiempo a que roico pero conciente, comenzó a predicar: “Hoy se ha cumplido esta
pertenece. No son los hombres en sí los que fijan el ritmo de la escritura en vuestros oídos” “Arrepentios que e! reino de los cielos
respiración histórica, aun cuando la conducen; ni las ideologías, se ha acercado.”
sistemas ni doctrinas, sino los estados colectivos—círculos cultura Obró en conformidad con la imposición profética. Obsesio
les de Frobenius—con sus necesidades vitales los que predetermi nado por la predicción de Miqueas, habiendo nacido él en Bethlehem,
nan, crean un espíritu capaz de ser síntesis, representación y ex sumado este intransferible a sus excepcionales disposiciones orgá
presión de ese palpitar, y capaz al mismo tiempo de adoptar acti nicas de apóstol, a su contextura espiritual y, principalmente, a la
tudes prometeicas de revolucionarismo social, politico o religioso. proyección sobre él del subconciente colectivo de su nación sedien
La raza de Abraham y Moisés fué raza rebelde, nacionalista y ta de un hombre asi, todo hizo que surgiera como un producto nato
fanática. Los hebreos, pueblo de rígidos contornos religiosos y dila de la psicología hebrea, convirtiéndose en símbolo- de los tiempos
tados destinos, no eran ajenos a la sentencia de que las rebeldías, nuevos.
como una necesidad, abonan las fuerzas espirituales de un pueblo La pasta con que se amasaba la venida del de Galilea estaba
y son fecundante energía de esa voluntad de potencia, que llama en el punto manométrico de su formación cuando EL nació. Des
Nietzsche, para el desarrollo de las posibilidades de acción de un pués, EL hizo lo demás.
pueblo o raza. Dentro de ese acento rebelde, si hay que conceder La multitud fija también su campaña social. La corrupción
a los judíos de esos tiempos una supr-ema aspiración, el ideal del de un sacerdocio metalizado y decente que había convertido en
caso precristiano no sería otro que el fatigoso y desesperado ychelo cueva de ladrones la casa de oración, la transformación de las cos
de esperar y confiar en que nacería el Cristo de las veteranas pro tumbres de Israel, la agonía de lo tradicional como gestión histó
fecías. I si un ideal es en último y máximo término una esperanza, rica, la romanización del Asia Menor, la difícil infiltración del im
Cristo, así, fué para ellos el arquetipo simbólico actualizado de su perialismo romano que causaba en la prole hebrea, patriota y ce-
26 A m a u la
La E n s tH a n ia de la P s ic o lo g ía en la U n iv e rs id a d d e S a n ¡H orcos
POR OARLOS A- VEG-ASQ VJISSE
do por crisis de corrupciones, incertidumbres y peligros de con No estarnos lejos de una sorpresa unitaria con un movimiento
sunción, como la baya de cualquier árbol. Hoy, en el dintel de cristiano general — cuyas manifestaciones en el N. de Europa se
una cancelación definitiva, el hombre sabe que es imposible su han dejado presentir — hacia la unificación del Cristianismo di
perpetuidad. Y su desconsolado dictamen dice del relativismo de vidido; pero ni aún así el hebraísmo logrará cincelar los mu
todas las cosas, hasta de las “cosas de Dios”. chos ángulos salientes que lleva en sí la nueva extructura psico
lógica dei mundo. El hombre de hoy, sea éste occidental, fascis
En nuestra época no podrían decidir las instancias de esos fe ta, bolchevique, ecuménico, americano o asiático, en el círculo
nómenos espirituales, ni aún la del sentimiento irracional del amor, contingente de nuevas y premiosas necesidades, quizás si un tan
pues aún cuando nuestra época posee una templanza religiosa, esa to desconsolado por saber que no son divinas muchas raíces re
religiosidad no es la misma y hasta en cien puntos opuesta a la ligiosas, busca ahora en la heterogeneidad de apasionados pro
religiosidad israelita, pagana o nórdica de los tiempos pretéritos. blemas, emociones más tónicas y caminos menos transitados.
Por lo mismo, hasta sus manifestaciones más sentimentales, — Tal vez su corriente le conduzca al Oriente, por donde están
aún neo-positivistas — como el cuaquerismo, el Ejército de Sal reverberando las cúpulas bizantinas de Moscú inflamadas por el
vación, la Beneficencia católica, — una distracción de las aburri materialismo histórico d’e Marx y Lenin, o las ensangrentadas ca
das burguesías — el cofratilismo, el evangeiismo sobre los Andes, lles de Peking, Cantón y Shangal. Y mientras indeciso atisba esos
la Y. M. C. A., hasta sus exposiciones de propaganda manifiesta, derroteros y olvida todos los cultos, baila el desarticulado chár--
como la última conciliar eucarística de Chicago en el “Soldier's leston con psíquico primitivismo, se apasiona en el Foot-Ball, es
Field” (donde pocos meses después comulgaban a puñetazos Demp cucha a Stravinsky — pero más el jazz-band — y colecciona cua
sey y Tunney) ya están desposeídas grandemente de ese poder dros suprarealistas.
proselitista que invadió el mundo sentimental de hace dos mil años,
cuando la renunciación a los bienes terrenales era una virtud ROMULO MENESES M.
práctica y cuando no pocos sabían de las misteriosas dilataciones
intemporales del éxtasis. La Paz, Bolivia, 1928
28 Am a u ta
D E M O L IE N D O Y C R E A N D O
E L PUERTO
1».— ¿Cuál es el espíritu que hoy orienta, en San Marcos, la
enseñanza de la psicología? Es, por desgracia, el mismo que orien
tó a la vieja psicología: el f i lo s ó f ic o , el i n t e l e c t u a l i s t a , el s u b j e t i v o ,
el d o g m á t i c o , el a t o m i s t a , el a r i s t o c r á t i c o . En suma: el d e l c o m e n t a - Qué extraño llorar tienen los puertos,
r i t m o d e u n d é c i m a m a n o . . . . Sí, porque no es más que repetición así en las noches de despedida
inconsulta con unos cuantos adornos líricos. . . . El corazón se vuelve ázima boca
Es de acuerdo con esta vieja tendencia, que siempre se comien en gesto agónico de frustrado grito
za por una i n t r o d u c c i ó n a l a f i lo s o f ía , estudio con el que se debe y se queda pensativo.
terminar el curso, ya que para diferenciar los distintos tipos de
pensamiento (científico, filosófico, etc. que es lo que se hace en la
i n t r o d u c c i ó n ) conviene, previamente, e s t u d i a r la p s i c o lo g í a d e l p e n Qué extraño llorar tiene este puerto,
s a m i e n t o . Con estos antecedentes, toda diferenciación resulta ha empapado de amor de despedida;
cedera y provechosa. me va galando no se a donde la vida
duéleme este desatar de húmedos nudos.
A la i n t r o d u c c i ó n a l a f i l o s o f í a le sigue, en la forma más con
vencional y episódica, un capítulo sobre la h i s t o r i a d e la p s ic o lo g ía ,
y luego—haciendo el más completo abandono de los antecedentes Mañana........... ¡Cómo pudiera
biológicos—el estudio dogmático, porque siempre es unilateral, darle mi mañana a su mirada!
de los llamados problemas de la psicología, los famosos d a t o s i n m e
El puerto tiene ojos de amante
d i a t o s de la c o n c i e n c i a , según los intuicionistas bergsonianos. Tales
llorando humilde adiós postrero
problemas o datos son el consabido estudio de las sensaciones, las
percepciones, la memoria, la imaginación, la asociación de ideas,
etc., problemas en cuya estudio se repite mansamente lo que sostie La noche acoge negras incógnitas
ne la vieja psicología, a la que en estos últimos tiempos se le ha dado de algún agazapado destino ambiguo.
un fuerte colorido bergsoniano. Con sus luces el puerto, temblorosamente,
Frente a este trascendentalismo filosófico y frente a este dog en un cuágulo de dolor me mira
matismo psicológico, campeante en San Marcos, cabe preguntar: como una pupila ciega de lágrimas.
¿Hay otra orientación diferente de la filosófica? ¿Hay una nueva
manera de encarar los problemas de la psicología? Hay en el J uan M. M erino V igil .
seno de esta disciplina nuevos estímulos, nuevos acicates, nuevos
motivos renovadores? Para satisfacer a estas interrogaciones, basta
recordar que por encima del aristotelismo, de la psicología atomís
tica, del dualismo cartesiano, del panteísmo de Spinoza, de la mo-
nadología de Leibnitz, del paralelismo psico-físico, del asociacionis-
fflo inglés, etc. etc. han surgido ,aparte del intuicionismo, nuevas y
pujantes tendencias psicológicas, a saber: el pragmatismo, el psico
Contra la Naturaleza Muerta
análisis (al que líricamente se le ha llamado freudismo), el be-
haviorismo o conductivismo, la psico-antropometría (tests de dife
rente índole), la psicología de los complejos (Müller), la nueva Estos últimos años
psicología comparada (Kohler), la psicología eidética, la psicolo quiero contártelos hoy
gía de las estructuras o de la forma, la psiquiatría, la orientación
profesional o psico-técnica, la tipología de Kretschsmer, la carac- Asirme de la garganta
telogía de Kláger, etc., tendencias que acusan la robustez de la hasta perder la lengua en el dolor
nueva psicología, y m u c h a s d e la s c u a l e s n i s i q u i e r a d e n o m b r e se
conocen en la R eal y P o n tific ia U n iv e rsid ad M a y o r de S a n M arcos, Porque desde que vivo
tan orgullosa de sus blasones y tan retrasada en esta época de nada me ha sido devuelto!
evolución y rebeldía.
Y me siento de menos
Por esto, e n p r i m e r t é r m i n o , sostenemos que, a la enseñanza cuando el pecho quiere darse a la angustia
de la psicología en la Universidad de San Marcos, le f a l t a u n n u e v o que se estira del hombre a la mujer.
e sp íritu .
2o.—¿Y el aspecto didáctico y el método empleado? Este es Estos últimos años. ¡La muerte de mi madre
de la mejor factura medioeval, pues, dentro de su admirable sim me está supurando!
plismo, se reduce:
a) — A la r e c i t a c i ó n q u e h a c e el c a t e d r á t i c o , eximio reParís X avier A bril.
petidor;
b) —A las c o p ia s q u e h a c e n los a l u m n o s , a menudo muy
partidarios de los deleites oníricos, y a veces, también, eximios co
piadores.
Dentro de este ambiente conventual, tan saturado de atino-
nía, se desarrolla todo el programa del curso de psicología. Con gazanería mental, y así se explica, igualmente, la ausencia de los
esto queda dicho que no hay un ambiente de sana discusión, de verdaderos trab ajo s m onográficos y del esp íritu in v estig ad o r del
polémica, de nuevos puntos de vista aportados por los alumnos. Todo imprescindible en las nuevas universidades, como lo ha
sem inario,
es—-como en los clásicos días de A l c u i n o y d e P i c o d e l a M i r á n d o l a demostrado con tanta elocuencia uno de los v e r d a d e r o s m a e s t r o s d e
—memorismo, repetición, pasividad, unilateralidad y esclavitud A m é ric a : A lfre d o Palacios.
mental, porque el catedrático, lejos de ser un sugeridor y un a c t i v o Por esto, e n s e g u r - d o
término, sostenemos que, a la enseñan
c o l a b o r a d o r de los alumnos en la interpretación, siempre renovada, za de la psicología en la Universidad de San Marcos, le f a l t a u n
de las verdades psicológicas, sigue como un m e r o r e p e t i d o r de vie nuevo m étodo.
jos capítulos de una psicología que fué y que las n u e v a s i d e a s g e Y por hoy basta. Dejemos para un próximo estudio las obser
n é t i c a s y e v o l u c i o n i s t a s , así como el p r i n c i p i o d e l a s d i f e r e n c i a s vaciones que, conforme a nuestro programa, nos resta hacer.
i n d i v i d u a l e s , han sepultado precipitadamente. Así se explica la exis
tencia—de acuerdo con el aspecto didáctico que impera en San
Marcos—de ese deplorable s i s t e m a d e c o p ia s , tan propicio a la hol- C a r l o s A. V E L A S Q U E Z
H«nauta 29
A M O R D E I N D I O
POR ANTERO PERA LTA V
Leyendo a los indianizantes — especialmente a los cuentis nas AMOR y CORAZON, verbigracia, no tienen equivalentes, con
tas — pensarán los que no conocen la vida tahuantinsuyana que el mismo significado, en el quechua. El vocablo soncco (cora
en los Andes abundan los don Juan y doña Inés, los Romeos y las zón) no tiene otra significación que la anatómica. Respecto de
Julietas, las Cleopatra y los Césares. Recordarán las leyendas de la palabra mun^cui (querer) y de algunas otras sinónimas que
los machos cabríos y las hazañas de Amor flechador — con todos consignan los diccionarios quechuas y que han caído en desuso,
los requiebros y cuitas consiguientes. Imaginarán quizá los bal podemos afirmar que no corresponden a las castellanas en su in
cones románticos de las noches de luna o los cabarets color car tención. Los autores de dichos diccionarios no han sabido in
ne en desborde de sensualidad. A no otra cosa conducen la fal terpretar el sentido de las palabras quechuas a que nos referi
ta de observación directa del medio y la fácil imaginación de los mos: sólo han tratado de encontrar, a toda costa, las equivalente*
que escriben sobre indianismo en París, en Buenos Aires, en Ma de los vocablos españoles. Después de todo, el significado de las
drid, en Lima. A base de datos históricos, más o menos aco palabras varía con relación al tiempo, y, no se pierda de vista que
modados al modo de ser europeo, fantasean hasta la majadería. Y, me estoy ocupando del indio contemporáneo. La existencia, pues,
sin embargo, es muy otra la realidad. de voces apropiadas que testimonien haberse conjurado el sentimien
El indio actual, de las sierras del Perú, es un enigma para to-amor hace pensar ya en la existencia del amor indio. Podría
el sicólogo occidentalista que trate de sorprender su tempera deducirse tal vez que el indio no ama o ha perdido la costumbre
mento erótico. Es frío, indiferente, inexpresivo en sus relacio de amar. Pero, ya hemos dicho que ama y ama en estilo propio.
nes sexuales. (Esto en lo que respecta a la manifestación exte En cuanto a la literatura podemos decir que no existe como crea
rior, que muy bien puede ser apariencial; pero observando con ción sino como herencia. El indio actual no crea una sola canción
más cuidado esas relaciones se advierte, aunque imprecisamente, amatoria. O rumia los cantares y leyendas de hace varios siglos
cierta tonalidad amorosa, rara, algo primitiva, esencialmente ins o repite las pocas creaciones del neo-indio (Llamo neo-indio al
tintiva, casi animal). La famosa teoría del instinto de la especie cholo y al blanco nacidos en la sierra y también al indio puro que
parece cumplirse en el sentido de prolongación automática, di ha entrado en la danza cultural).
remos mejor biológica, de la raza. El indio concibe seguramente De aquí que no pueda precisarse la naturaleza o clase de amór
un tipo de amor — de difícil comprensión para las mentalidades en el regnícola. Tan frío como es, no se toma siquiera, en la ge
europeísantes — que concuerda con la proporcionalidad métri neralidad de los casos, la molestia de elegir su cara mitad.
ca, ingeniada por su raza, en lo somático, y, con su ideal sim
En la misma provincia de Parinacochas
bólico de belleza en lo síquico. (Esto último se advierte en su
he presenciado casos en que el indio enco
concepto de s u m a c c p ’a s ñ a (joven hermosa) de sus cuentos y le
mienda al cura o al que va a ser su padri
yendas). Pero esa doble concepción debe ser ingenua, sin refi
no la tarea de buscarle una novia y casarse
namiento alguno que haga presumir la lubricidad y sin emotivi
sin más trámite con aquella que aquéllos
dad profunda que lleve hasta la pasión. Las canciones y narra
le consiguen.
ciones amatorias que tenemos de la época incaica no autorizan
Es corriente en muchos pueblos de la sie
para seguir aplicando los mismos motivos eróticos a los complejos
rra que el cura improvise matrimonios des
sexuales del indio de hoy. La civilización incaica, en su apogeo
pués de una misa, y en una fiesta, como la
determinaba, libre y poderosamente, las maneras propias de sus
Navidad, por ejemplo, resultando de tal gui
expansiones vitales; pero, desde que se descentró, se disgregó y
sa los enlaces que los mozos y mozas que van
fué arrollada por otras civilizaciones y desde que los hombres que
cayendo en manos de los ayudantes del cura
la crearon fueron condenados a la servidumbre y la degeneración,
no pudo ya actuar normalmente. Y, por ende, la sicología indivi llegan a ser esposos sin haberlo pensado si
dual y colectiva se hubo de retraer, deprimir, decaer y hasta de quiera antes. Y lo más curioso de estos ma
generar; presentando a la larga una caparazón de defensa con trimonios, que podemos llamar colectivos, es
tra las miradas escudriñadoras de los dominadores. Desdo en que los flamantes esposos quedan tan con
tonces las variantes de la actividad sicológica del indio se desen tentos—quizá resignados— como si hubiesen
vuelven a puerta cerrada. El espíritu de la raza autóctona cuenta sido novios.
los siglos dentro de esa caparazón, que será vulnerada no preci En último análisis diré que el tipo de amor de los indios no ca
samente por los indianizantes sino por los impulsos o explosio be dentro de ninguna clasificación, a lo menos de las que conozco.
nes de su propia sangre. Podría asegurarse, empero, que se acerca a la forma de amor de
Da grima leer algunos cuentos andinistas en que se pinta al los "autistas graves” (hombres fríos, reconcentrados o metidos en
protagonista indio flirteando y besando a la manera de Rodol sí) de que habla Ernst Kretschmer. Pero autistas graves de men
fo Valentino o en que se parodia los conflictos emocionales de talidad un tanto primitiva y de temperamento erótico reducido a
na María de Jorge Isaacs. Cuando es cosa sabida que la boca la necesidad biológica de la perpetuación de la raza.
del indio no desempeña más funciones que las de hablar, comer y Creo haber generalizado demasiado en mis conclusiones. Por
picchar — y no besar — y es también cosa sabida que él no hace uso eso, para mejor entendimiento, quisiera conocer las opiniones de
de préambulos para la posesión de la hembra. publicistas (como Enrique López Albújar, Luis E. Valcárcel, Uriel
Así, a lo menos, he observado en los po García, etc.) al respecto, con el fin primordial de enmendar la fan
cos indios de la provincia de Parinacochas tasía de los que explotan los motivos tahuantinsuyanos. Las cues
(en Ayacucho). No obstante, reemplazan tiones sicológicas, como la que nos ocupamos, son complejísimas;
algunas veces el beso con la s o n j a . Consiste tan complejísimas como el decantado problema indígena. Varían
la s o n j a en frotar el indio con su mentón enormemente de una localidad a otra de nuestra sierra. Goner'
la frente de la india, empleando el procedi lizar estudios al respecto equivale a hablar de paporreta.
miento de la fuerza. costumbres, necesidades y maneras de vivir de las provincias de
Algunos pueblos asiáticos también proscriben el beso; pero, un mismo departamento no obedecen al mismo ritmo cxistencíal.
como sucede con los nipones, por ejemplo, las prescripciones hi “No todo es lomesmo”.
giénicas y religiosas determinan este modo negativo de proceder.
Más, el indígena, por desconocer los refinamientos eróticos, no
sabe del placer de fusionar cuatro labios. Anteve Peralta V.
El léxico y la literatura mismos de nuestros indios son pobres
tratándose de las modalidades amorosas. Las palabras castella
30 A m a u ta
"LOS DE A A J O 11
POR MARIANO AZUELA (!)
vi —En esta misma sierra — dice Demetrio — yo, sólo con vein
te hombres, les hice más de quinientas bajas a los federales........
La mujer de Demetrio Macías, loca de alegría, salió a encon ¿Se acuerda, compadre Anastasio?
trarlo por la vereda de la sierra, llevando de la mano al niño. Y cuando Demetrio comienza a referir aquel famoso hecho
¡Casi dos años de ausencia! de armas, la gente se da cuenta del grave peligro que va corriendo.
Se abrazaron y permanecieron mudos; ella embargada por ¿Con que si el enemigo, en vez de estar a dos días de camino to
los sollozos y las lágrimas. davía, les fuera resultando escondido entre las malezas de aquel
Demetrio, pasmado, veía a su mujer envejecida, como si diez formidable barranco, por cuyo fondo se han aventurado? Pero,
o veinte años hubieran transcurrido ya. Luego miró al niño que ¿quién sería capaz de revelar su miedo? ¿Cuándo los hombres de
clavaba en él sus ojos con azoro. Y su corazón dió un vuelvo Demetrio Macías dijeron: “por aquí no caminamos” ?
cuando reparó en la reproducción de las mismas líneas de acero Y cuando comienza un tiroteo lejano, donde va la vanguandia,
de su rostro y en el brillo flameante de sus ojos. Y quiso atraer ni siquiera se sorprenden ya. Los reclutas vuelven grupas en desen
lo y abrazarlo; pero el chiquillo, muy asustado, se refugió en el frenada fuga buscando la salida del cañón.
regazo de su madre. Una maldición se scapa de la garganta seca de Demetrio:
— ¡Es tu padre, hijo!.........¡es tu p a d r e ! .... — ¡F u eg o !.... ¡Fuego sobre los que c o r ra n !....
El muchacho metía la cabeza entre los pliegrues de la falda y — ¡A quitarles las alturas! — ruge después como una fiera.
se mantenía huraño. Pero el enemigo, escondido a millaradas, desgrana sus ame
Demetrio, que había dado su caballo al asistente, caminaba tralladoras, y los hombres de Demetrio caen como espigas corta
a pie y, poco a poco, con su mujer y su hijo, por la abrupta vere das por la hoz.
da de la sierra. Demetrio derrama lágrimas de rabia y de dolor cuando Anas-
■
—¡¡Hora sí, bendito sea Dios que ya veniste!. . .. ¡Ya nunca queda tendido, inmóvil. Venancio cae a su lado, con el pecho ho
nos dejarás! ¿ v e rd a d ? ..... ¿Verdad que ya te vas a quedar con rriblemente abierto por la ametralladora, y el Meco se desbarran
nosotros?. . . . ca y rueda al fondo del abismo. De repente Demetrio se encuen
La faz de Demetrio se ensombreció. tra solo. Las balas zumban en sus oídos como una granizada. Des
Y los dos estuvieron silenciosos, angustiados. monta, arrástrase por las rocas hasta encontrar un parapeto, co
Una nube negra se levantaba tras la sierra, y se oyó un loca una piedra que le defienda la cabeza, y pecho a tierra, co
trueno sordo. mienza a disparar.
Demetrio ahogó un suspiro. Los recuerdos afluían a su me El enemigo se disemina, persiguiendo a los raros fugitivos que
moria como una colmena. quedan ocultos entre los chaparros.
La lluvia comenzó a caer en gruesas gotas y tuvieron que re Demetrio apunta, y no yerra un solo tiro ........ ¡P a f!... ¡Paf!
fugiarse en una rocallosa covacha. ___ ¡Paf!. .. .
El aguacero se desató con estruendo y sacudió las blancas Su puntería famosa lo llena de regocijo; donde pone el ojo
flores de San Juan, manojos de estrellas prendidos en los árboles, pone la bala. Se acaba un cargador, y mete otro nuevo. Y apunta. . .
en las peñas, entre la maleza, en los pitahayos y en toda la se
rranía. El humo de la fusilería no acaba de extinguirse. Las cigarras
Abajo, en el fondo del cañón y a través de la gasa de la llu entonan su canto imperturbable y misterioso; las palomas cantan
via, se miraban las palmas rectas y cimbradoras; lentamente se me con dulzura en las rinconadas de las rocas; z-amonean apaciblemen
cían sus cabezas angulosas y al soplo del viento se desplegaban en te las vacas.
abanicos. Y todo era serranía: ondulaciones de cerros que suceden La sierra está de gala; sobre sus cúspides inaccesibles cae la
a cerros, más cerros circundados de montañas y éstas encerradas niebla albísima como un crespón de nieve sobre la cabeza de una
en una muralla de sierra de cumbres tan altas que su azul se perdía novia.
en el zafir. Y al pie de una resquebrajadura enorme y suntuosa como
— ¡Demetrio, por Dios!........ ¡ya no te v a y a s !.... El cora pórtico de vieja catedral, Demetrio Macías, con los ojos fijos para
zón me avisa que ahora te va a suceder algo!......... siempre, sigue apuntando con el cañón de su fusil. . . .
Y se deja sacudir de nuevo por el llanto.
El niño, asustado, llora a gritos y ella tiene que refrenar su
tremenda pena para contentarlo.
La lluvia va cesando; una golondrina de plateado vientre y
alas angulosas cruza oblicuamente los hilos de cristal, de repente
iluminados por el sol vespertino.
—¿Por qué pelean ya, Demetrio?
Demetrio, las cejas muy juntas, toma distraído una piedreci-
11a y la arroja al fondo del cañón. Se mantiene pensativo viendo el
desfiladero y dice:
—Mira esa piedra cómo ya no se p ara. . . .
VII
Fué una verdadera mañana de nupcias. Había llovido la vís
pera toda la noche y el cielo amanecía entoldado en blancas nu
bes. Por la cima de la sierra trotaban potrillos brutos de crines
alzadas y colas tensas, gallardos con la gallardía de los picachos
que levantan su cabeza hasta besar las nubes.
Los soldados caminan por el abrupto peñascal contagiados de
la alegría de la mañana. Nadie piensa en la artera bala que puede
estarlo esperando más adelante. La gran alegría de la partida es
triba cabalmente en lo imprevisto. Y por eso los soldados cantan,
ríen y charlan locamente. En su alma rebulle el alma de las vie
jas tribus nómadas. Nada importa saber a dónde van y de dónde
vienen; lo necesario es caminar, caminar siempre, no estacionarse
jamás; ser dueños del valle, de las planicies, de la sierra y de to
do lo que la vista abarca.
Arboles, cactus y heléchos, todo aparece acabado de lavar.
Las rocas, que muestran su ocre como el orín las viejas armadu
ras, vierten gruesas gotas de agua transparente.
Los hombres de Macías hacen silencio un momento. Parece que
han escuchado un ruido conocido; el estallar lejano de un cohete;
pero pasan algunos minutos, y nada se vuelve a oír.
32 A m an ta
EL PERRO NEGRO
(C u en to Serran o)
POR SERAFIN DEL MAN
El viento cepillaba de los cerros el canto de los gallos que se dencias. Las bestias se revolcaban en la plaza con los aparejos
recostaban en el frío de la noche. Silbidos estremecidos desperta humeantes, mientras los hombres buscaban la casa del Estanco de
ban estrellas que marcaban el tiempo. En el corral los mulos re la Sal. Uno o dos bebidos, dejaban escapar canciones indias, borra
linchaban triturando el pasto con satisfacción burguesa. chos de tristeza y alcohol.
—Ya deben ser las 2 de la madrugada muchachos — Buenos La noche caía a pedazos de los techos. Los ojillos del pesa
días compadre, buenos días taita, buenos días don Mateo — y pu dor de sal oscilaban como carbones encendidos. Al menor esfuer
siéronse a masticar coca conversando en voz baja. zo que hacía González le brotaba la sangre por entre el trapo su
—¿Qué nos pasará? — dice Mateo González, tengo la coca cio. Después de colocar las reatas cargadas a los mulos, González
amarga.— Bótelo, compadre, a ver le daré mi coquita de quintes— se dirige a recoger la contestación de la oficina principal del Es
y González fumaba su cigarrillo per5 nerviosamente. tanco. El jefe era don Simón Alva, aquel canalla subprefecto,
En la plaza sonaban las pisadas del amo y gobernador. Abrién aquel hijo d e .............que hizo colgar a todo un pueblo, hijos y mu
dose la puerta con fuerza, apareció con su poncho de vicuña y bu jeres de las torres. A los hombres arrancándoles primero la lengua,
fanda de marino teñido de colores. los amarraba a la cola de los caballos para desbarrancarlos. Por
— Buenos días, patrón! que días antes habían saqueado el templo para tener que vender y
—Quienes van contigo, compadre Mateo? — Juan, Nicanor y con qué comer. El hambre es la única fortura que poseen los pue
su sobrino.— Cómo, ¿no vino el gago? — No compadre, dice que blos. ¡Tanta saña! Para qué? Para que denunciaran al cabecilla
tiene a la mujer enferma. — Canalla, arrastrado, me está debien y entregaran las joyas repartidas entre el pueblo! El gobierno mo
do 9 soles, que se espere nomás, éstos anusan hasta que no se les vilizó tropas de infantería. Llegaron al pueblo, incendiaron las po
meta a la Cárcel, grandísimo perro. cas chozas, llevándose todo el ganado vacuno y caballar que que
Al poco rato llegó el cuñado, alcalde del pueblo, con el bigote daba, después de que el párroco se había hecho arrear más de la
escarchado, después de haber hecho el “rodeo” de sus haciendas, mitad. Los soldados custodiaban bien a sus amos, tumbando las
que en extensión ocupan las dos terceras partes del caserío. En carabinas a los pocos hombres que miraban desde los picachos arder
la plaza lamían la sal de las pircas de la Iglesia, donde los hombres su pueblo, reventando los pajonales verdes como gritos de balas,
orinan en las fiestas, 63 vacas con sus terneras que habían sido con las aves que saltaban desesperadamente por entre el fuego. La
arreadas de los pastos de la Hacienda. Los dueños, campesinos mi ciudad desolada ardió tres días. Los indios huidos se internaron
serables, llegaban sudorosos a rescatar su ganado, algunos con mu a lo inaccesible de las montañas. Después se supo que merodeaban
chas lágrimas en las manos. El gobernador le dió un abrazo de sa por los pueblos vecinos. Bandas de bandoleros que saqueaban las
tisfacción "al cuñado y llamó a los varayocs por medio de campana haciendas con encarnizamiento.
das ordenando que marcaran el ganado con el sello de la Hacien Este hombre chacal, don Felipe, como le decían en el pueblo,
da. Atrás venían 103 borregos y 76 llamas del “rodeo” mensual. había envejecido, con la vejez de las momias inkarias. Su voz ex
Emparejadas las bestias, recibió González el dinero y la carta piadora de su crimen salía como de un sarcófago.
para la compra de sal en Izcuchaca. Con un palmazo en el hom —Pobrecito, tienes la herida verde. Creo que te está entran
bro, le decía el alcalde a González: do la luna. ¿Cuándo te mordió el perro? A los 20 días si fué de
—No se han de tardar pues compadre, tenemos muy poca sal hidrofobia te volverás loco furioso, morderás y tendrán que ama
en la tienda, felicidades don Mateo. rrarte.— Estas palabras se le zincograbaron en el cerebro con unas
La mañana envuelta en la neblina retozaba en la yerba de la lágrimas que hicieron centinela. Trágica obsesión que día a día
plaza. le corroía como un cáncer.
Saltó la tristeza en la cara como una pedrada de honda. Lo*
compañeros le miraban con desconfianza hablándose entre los
Después de pasar los picachos nevados de Azapara, acamparon oídos.
en el valle. En las montañas llovía fuertemente, se sentía los lati —Don Mateo no se ponga triste, mire, ya se viene el Santia
gazos de los truenos en la cueva donde se hacía la merienda. A lo go, agarraremos las mejores muchachas para usted, verdad don Ma
lejos, unas cuantas chozas con luces que se alargaban. Los perros teo? — le decía Juanico, jalándole del saco al compañero.
ladraban insistentemente y el eco rebotaba en todos los peñascos. González seguía inmutable como el tiempo, gravitando su pen
Esa noche durmieron tranquilos después de haberse deshilachado samiento en los 20 días. En medio camino un raro presentimiento
en insultos contra el gobernador y el alcalde que les pagaban 30 lo detuvo. Entregó la carta para el gobernador y se marchó sólo a
centavos diarios de jornal. Atravesaron la puna. Mateo quedóse su pueblo donde lo esperarían su mujer y sus hijos.
tras unas piedras a descansar mientras los mulos caminaban resba En su casa fué una fiesta inusitada. Los niños se le prendie
lándose a los bajíos donde el verde de los maizales y de la vege ron de las piernas, otros registraban el atado, la mujer púsose a dan
tación hacía saltar el corazón como un brinca-monte. Mateo sonrió zar sobre los colores vivos de sus fustanes. Esa misma tarde llo
viendo a sus compañeros a gran distancia y rodó cortando el ca raron sin consuelo, abrazados como niños. En la noche se amaron
mino sobre la yerba que empezaba a levantarse en los barbechos. salvajemente hasta qeu la luna se derritió en el canto de los gallos.
De repente, de entre los magueyes saltó un perro negro con la boca Al amanecer se fué al bosque por leña, allí contó los hilos de los
espumosa, atacado de furia salvaje. Sin darle tiempo a defenderse dedos, 19, mañana serán 20. Este número se le enredó en la gar
le rasgó la cara con un grito apocalíptico y corrió luego a la muerte. ganta como un lazo que le ahorcaba el corazón, escapándosele por
Mateo no atinó sino a agarrarse la cara con las manos oscure las sienes. Cuando González regresó era otro. El mismo no era, s«
cidas de sudor y apretándose las heridas para que la sangre se con repetía la mujer. Le bailaban los ojos profundamente abiertos, el
tuviera, apresúrose a llegar al lado de los compañeros que ganaban rechinar insistente de los dientes le rasgaba hendiduras en las me
el camino curvado. Al llegar saltó uno de ellos sorpresivamente, jillas secas. Miró con asco a sus hijos pequeños que jugaban. El
—¿Que te pasó compadre?. . . .— Paqué te voy decir, ese perro árbol de su cuerpo se derrumbó a los pellejos sin lana. Allí sollo
parecía con mal de hielo, yo lo adiviné cuando pasó por nuestro zaba doblándose los dedos de falange en falange hasta dormirse
lado. ¿No es cierto Juanico? — Sacaron una botella de aguardien con la lengua mordida. Serían las 3 de la madrugada cuando se
te y sopláronle duro con la boca, después de un trago fuerte que los incorporó dando un grito que hizo templar la tierra. Aullaba co
alegró. mo las fieras enfermas, con los ojos más desmesuradamente desor
El día trascurrió envolviéndose en el paisaje. El sol dibujado bitados. Recorrió semidesnudo todo el pueblo. La fiebre le que
en las caras se sonrojaba al proyectarse entre las piedras. En la maba el cuerpo moreno, que se metía en los charcos y acequias has
noche llegaron a Izcuchaca fatigados por un día salpicado de inci ta gruñir igual que los puercos.
A m nia 35
LA VIDA ECONOMICA
Finanzas - Comercio - Agricultura y Ganadería
MInería - Industria =Transportes * Seguros
Kstadístieíi
COMERCIO Estas cifras (datos provisionales) no comprenden el movimien
IM P O R T A C IO N E S Y EX PO R TA C IO N E S
to de la aduana de Iquitos ni el de las encomiendas postales des
pachadas por las oficinas de correos.
La cifra total del comercio exterior del Perú en 192G fue de El petróleo y sus derivados ocuparon en 1926 el primer puesto
Lp. 43.525,582, de la cual Lp. 23.906.149 corresponden a las ex 128. Hasta 1925, había tenido este puesto el algodón y hasta
portaciones y Lp. 19.559.433 a las importaciones. Estas cifras acu 1921 el azúcar, que lo perdió en 1922, para recuperarlo transi
saban un aumento respecto del mal año de 1925 en que las exporta toriamente en 1923.
ciones ascendieron a Lp. 21.750.619 y las importaciones a Lp. La exportación de algodón en 1926 ascendió a Lp. 4.593.939;
18.272.979. la de cobre a Lp. 4.247.986 y la de azúcar y derivados a Lp.
Se acentuó en 1926 el aumento de nuestro comercio con Esta 3,604.995. Les siguieron la de lanas: Lp. 518.192 y la de cue
dos Unidos y el descenso del mismo con la Gran Bretaña. Las im ros; Lp. 290.417.
portaciones de Estados Unidos montaron a Lp. 9.037.094 (46.2 % ADUANAS
del total de la importación durante el año) y las exportaciones a M o v i m i e n t o d e l C a ll a o y o t r o s p u e r t o s
Lp. 8,258.009 (34.5 % del total). Las importaciones de la Gran
Bretaña se elevaron a Lp. 3.052.752 (15.6 % del total) y las ex Las cifras de nuestras importaciones y exportaciones indican
portaciones a Lp. 6.841.246 (28.5 % del total). Si se tiene en cierto proceso de descentralización económica y comercial. Las im
cuenta que en 1909 para no remontarnos más atrás tocaban a la portaciones efectuadas por el puerto del Callao constituyeron en
Gran Bretaña el 41.2 % de nuestx'as exportaciones y el 35.6 de 1920 el 72.6 % del total general del año. En 1926 subieron solo
nuestras importaciones, se puede apreciar el terreno perdido en al 55.8 %. En el mismo período 1920-26, las aduanas de Paita
el Perú por el comercio británico en relación con el comercio y Moliendo han mantenido más o menos firme su porcentaje,
yanqui, en incesante crecimiento. En el mismo año de 1909, las mientras la de Salaverry, no obstante la crisis comercial que su
importaciones de los Estados Unidos sumaban el 19.7 % del to fre Trujillo y sin duda por el desarrollo de la explotación de los
tal y las exportaciones a ese pais 23.0 %. minerales de! interior del departamento, lo ha aumentado del 4,5
Esta sustitución de la Gran Bretaña por los Estados Unidos al 5.9 %, y la de Pimentel acusa también aumento. El creci
en la primacía comercial — lo mismo que en la financiera — se miento más notable es el de la aduana de Talara, cuyas importa
realiza dentro de un proceso general de desalojamiento del primer ciones montaron en 1926 a Lp. 2.453.719 (12.5) y cuyas expor
país por el segundo en toda la América del Sur. En la Argentina, taciones ascendieron a Lp. 6. 171.983 (25.8 %). La aduana de
se ha dejado sentir últimamente un esfuerzo señalado de la Gran Talara se ha convertido rápidamente en la segunda de la repú
Bretaña por mantener ahí sus posiciones y poner término al re blica, debido a la prosperidad de la industria petrolera. Las ex
troceso que desde hace algún tiempo experimentan sus negocios portaciones que se efectúan por ese puerto alcanzaron casi en
con esa república, al empuje de la expansión comercial y finan 1926 a las del Callao: Lp. 6.257.277 (26.1 %) y Lp. 6.171.983
ciera norte-americana. (25.8 %). Dado que en gran parte la cifra de las exportaciones
La estadística de nuestro comercio exterior indica, además, del Callao depende de la producción minera de Junín, es fácil pre
el reactivamiento de nuestras relaciones comerciales con Alema ver el efecto que en esa cifra tendría la desviación del transporte
nia, vigorosamente iniciado en 1921. En 1925 correspondió a de minerales por una nueva vía, más económica que la de la Oroya.
Alemania el 10.1 % de nuestras importaciones y en 1926 el 9.9
%. (Las exportaciones fueron mucho menores: 1.7 y 1.6 ojo res TRANSPORTES
pectivamente). No ha recuperado todavía Alemania el lugar que F e rro ca rrile s
ocupaba antes de la guerra en nuestro comercio de importación: La longitud total de los ferrocarriles del Perú en 1926 era de
17.3 % en 1913. Pero, como el total de la importación peruana 3.408 kilómetros, de los cuales km. 2450 pertenecientes al Estado
ha crecido notablemente de entonces acá, el monto de la impor y 958 de propiedad particular. Durante el año en mención SO-
tación de Alemania resulta, sin embargo, considerablemente más construyeron 46 kilómetros de vía férrea,
alto. Así, mientras en 1913 era de Lp. 1.055.975, en 1926 ascen
EL C U LTIVO D E L TABAC O E " TU M BE S
día a Lp. 1.927.319.
El comercio con Italia aumenta gradualmente en valor, su
perando ya en las importaciones al de Francia, Las importaciones
del primer país fueron en 1926 de Lp. 766.785, mientras las del
segundo montaron a Lp. 730.28 o sea el 3.7 % del total general,
En cambio nuestras exportaciones a Italia apenas si sumaron Lp.
28.521, en tanto que las destinadas a Francia llegaron a Lp. 276.
547. Siendo Italia un país de importante industria textil, pueden
indudablemente encontrar colocación en sus mercados el algodón
y la lana peruanos; pero, en cuanto al primer producto, solo pue
de arribar a Italia por el trámite británico, tanto por la organi
zación financiera del mercado de Londres cuanto porque los fa
bricantes italianos adquieren invariablemente algodón clasificado
y el Perú, como es sabido, no lo exporta en esta condición.
En los meses corridos de 1927, se ha registrado un aumento
de nuestro comercio exterior. Las importaciones, en el período de
enero a julio, (no alcanza a más el boletín de “Estadística General
de Aduanas” que tenemos a la vista), ascendieron a Lp. 10.741.
887, contra Lp. 10.608.229 en el mismo período de 1926. El au
mento en las exportaciones es más apreciable, con ventaja para
nuestra balanza comercial, pues se elevaron a Lp. 13,399,809 con
tra Lp. 12.654,610 de 1926, S e le c c i ó n de las h o ja s
38 A m a u ta
H A C I E N D A P U B L I C A
( D e l **E x t r a c t o E s t a d í s t i c o d e I P e r ú ' * )
cho para las compañías nacionales y extranjeras de seguros, en Las acciones de la clase A, serán suscritas y poseídas solamen
sus diversos ramos. Hasta ahora, solo conocemos las memorias de te por el Estado; las acciones de la clase B, serán suscritas y po
la Compañía de Seguros “Rímac” y “La Popular’”. La primera ha seídas solamente por Bancos e Instituciones bancarias constitui
obtenido una utilidad de Lp. 36.247.1.14 sin tomar en cuenta la das en la República o que realicen operaciones dentro de ella, o
utilidad habida en la venta de la finca situada en la calle de Lam por el Estado; y las acciones de la Clase C, serán suscritas y poseí
pa, que arroja Lp. 23.655.8.71. El capital suscrito de la Com das solamente por las Municipalidades de la República y por el
pañía es de Lp. 225.000. público en general, o por el Estado. Si las acciones de la Clase
La Compañía de Seguros “La Popular”, en el mismo ejerci B, y C, son ofrecidas a los Bancos e Instituciones bancarias y a
cio, ha obtenido una utilidad de Lp. 10.159.8.20, siendo su capi las Municipalidades y al público en general respectivamente y si
tal suscrito de Lp. 200,000.0.00 del cual solo han erogado los el número total de las acciones de cada una de las Clases B y C,
accionistas Lp. 50,000.0.00. La Compañía de Seguros “La Popular” suscritas fuese inferior a las otras acciones de cada clase, autori
tiene un fondo de reserva de Lp. 31,500.0.00 y un fondo para zadas, el Estado suscribirá el resto de dichas acciones y podrá re
dividendos de Lp. 6,000.0.00. vender las acciones de la Clase B a los Bancos e Instituciones
bancarias, y las acciones de la Clase C, a las Municipalidades y
FINANZAS al público en cualquier fecha posterior, si lo considera conveniente.
El Banco podrá realizar las operaciones siguientes:
Banco H ipotecario y C rédito A g ríco la a) —Hacer préstamos garantizados por primeras hipotecas so
bre fundos rústicos, situados dentro de la República, con sujeción
El Gobierno ha sometido al Congreso dos proyectos de ley a las disposiciones del artículo 25 de esta ley;
creando el Banco Hipotecario del Perú y el Crédito Agrícola In b) —Hacer préstamos garantizados por primeras hipotecas so
termediario a los cuales ha prestado ya su aprobación la Cámara bre fundos urbanos, situados en ciudades o pueblos de la República,
de Diputados. Es esta la realización que se dá al antiguo pro con sujeción a las disposiciones del artículo 25o. de esta ley;
yecto de un Banco Agrícola. Extractamos del proyecto de ley c) —Hacer préstamos a la Municipalidades de la República,
aprobado la parte concerniente al capital del Banco y a sus ope garantizados por primeras hipotecas sobre inmuebles situados den
raciones: tro de la República o por primeras hipotecas a gravámenes so
El capital del Banco será de un millón quinientas mil libras bre el producto bruto de rentas específicas de dichas Municipa
peruanas, y constará de ciento cincuenta mil acciones de un valor lidades, con sujeción a las disposiciones de los artículos 26 y 27
nominal de diez libras peruanas cada una, que se emitirán a la de esta ley, respectivamente;
par, de las cuales cincuenta mil acciones recibirán el nombre de d) —Comprar o adquirir en otra forma, y vender o enajenar
acciones de la clase “A”, cincuenta mil acciones de la clase “B”, en otra forma, hipotecas dadas en garantía de préstamos sobre pro
y cincuenta mil serán denominadas de la clase “C”. piedades de la naturaleza prevista en los incisos a), b) y c) de este
La m á q u in a en la a g r i c u l t u r a de ¡a cosía
COMPAÑIA DE SEGUROS
«LA POPULAR”
FU N D A D A 1C .X 1004
A s e g u r a contra Incendio
E dificios, M u eb les, M ercadería s,
P rodu ctos, A utom óviles, etc.
Riesgos Marítimos
Cascos de Buques, Lanchas y toda clase de Em
barcaciones, Equipajes, Mercaderías y Productos
en Tránsito a cualquier parte del Mundo
Accidentes de Automóviles
Automóviles, Camiones y Omnibuses en tráfico,
incluyendo el riesgo de tercera persona, o sea el
daño personal o material que pueda causar
el automóvil asegurado
A ñ o li L IS IA , E ?¿E R O D E 1 9 2 8 h ú m e r o 13
mas podemos notar una diferencia honda. Hay en ellos drés llega un momento a este plano perfecto. Unicamen
muy buenos poemas; acertados en su construcción, per te un instante. Disfruta a pleno pulmón el vértigo de la
fectos en su línea; maestros en su colorido; y hay otros batalla. Unicamente un instante. Cae otra vez en sus in>
poemas que no se parecen en nada a los anteriores. indecisiones. La obra de Fedin es robusta. Ha cogido vi
Pero, con todo, libro bellísimo este de la "Epopeya gorosas impresiones del despertar ruso y las agonías de
de la Ciudad" que nos dá la visión presentida de aquella la última guerra.
ciudad tan amada de Montevideo.
JORGE R. FORTEZA
Yo no se por qué, al terminar este libro de Fedin, Es la historia de una viuda joven, rica, hermosa, en un
he recordado intensamente a Saccha Yegulef. Saccha re rincón provinciano de Venezuela. Temperamento ardien
presenta el espíritu del sacrificio. La pureza del corazón te, frágil, mujer a la que un beso de varón hace caer de
que comprende llegada la hora de la prueba, y se sacrifi espaldas. Su tía Mónica, en el empeño de casarla nueva
ca. “Cuando sufre el alma de un gran pueblo, toda la mente, es la causante indirecta de sus caídas amorosas.
vida está perturbada, los espíritus vivos se agitan y los Marta se siente rodeada de un cerco envenenado. Las
que tienen un noble corazón inmaculado van al sacrificio". mujeres, sus enemigas, porque los hombres la codician.
De estos fué Saccha Pogodin, joven, hermoso, puro. En Estos, restallantes de incontenible despecho al no saber in
cambio, Andrés Startof, héroe de Fedin, en los días álgi teresarla Pero no solo la lengua viperina de las coma
dos de la Revolución comunista, "no realizó ningún acto, dres chismosas, y los tenorios defraudados se ceban en e
no hizo más que esperar que el viento le hiciera arribar lia: su riqueza despertó, no pudo ser de otro modo, la co
a la orilla que quería alcanzar". Esta es la diferencia fun dicia de las Iglesias, en la forma bellaca del presbítero
damental que yo encuentro entre Saccha y Andrés. El Blandin. Si Marta está aprisionada en las garras clerica
primero es la acción. La voluntad de inmolarse. El se les, Griselda, su hija, de un innato temperamento artístico,
gundo representa el exceso de sentimentalismo. La tara desespera de la rutina y menopausia intelectual de su
romántica que perjudica la acción. Es el revolucionario maestra de pintura y religión, una ex-monja estúpida repre
que no logra sustraerse de la concepción abstracta. Dis sentativa, que no sale de sus mofletudos querubines entre
cute los problemas en el terreno de lo ideal. Lenin pide nubes másacotudas. Esta harpía monacal no solo agota la
unir la teoría a la práctica. Pensamiento y volición. An naciente espiritualidad de Griselda, sino en contubernio tá-
LIBROS Y REVISTAS 43
cito con Blandin, sitia despiadadamente a la madre para Sanchez Viamonte fué uno de los líderes de la Revo
que renuncie a las pompas y vanidades del mundo, done lución Universitaria Argentina, y está probando con su o-
sus bienes a la Iglesia para mayor gloria de Dios y se en bra realizada en la cátedra y fuera de ella, los propósitos
claustre: Dios está por encima de toda preocupación terres de trabajo y de permanente renovación espiritual expresa
tre, y solo sobre él los intereses temporales de Roma. La dos en las horas cálidas de la agitación juvenil.
ex-monja, vencida, acude al cura Blandin, que ya la había Como publicista suscribe las mas audaces ideas de
zaherido públicamente, en el templo, por no haberle saca orden político y jurídico, mostrándose a la altura de las
do quinientos pesos para un manto de la virgen. El pá vanguardias idealistas contemporáneas.
rroco Blandin, un santo, según la arpía monjil, hace medi El presente estudio sobre el Habeas Corpus nace de
tar a Marta, pues "duda si la misión de una lumbrera un caso concreto de la vida del Derecho. Y esta es pre
de la Iglesia, de un sabio, de un santo, deba consistir en cisamente una de las características del hombre nuevo: a-
insultar desde el púlpito a las mujeres; a una mujer sin pa bordar los problemas que nos presenta la vida misma en
dre, sin hermano, sin marido, sin hijos, sin hombre algu sus múltiples y complejas manifestaciones.
no que saque la cara por ella". Blandin, verboso sermo Es una bella y gallarda actitud la de un hombre que
neador, carece de luces para conducir al fin deseado cual frente a un ataque a la libertad individual—la cancelación
quiera alma. El temperamento sensual de su víctima le con del título profesional a un maestro de la Plata—se yergue
quista la victoria. No la vence por la palabra, sino con la y da un libro, y con el libro da una lección a los funcio
carne. La vuelve, antes de darla al convento, su manceba. narios, que abusan de las situaciones de privilegio que íes
Pero se aficiona a ella, es él quien se esclaviza. Mas tar depara una injusta organización política, y a los jueces que
de, al sátiro no le basta ya el amor de la viuda: acecha amparan la injusticia.
la carnosidad impoluta de la hija, y la desflora. Blanco Su palabra tiene cierta acritud cuando combate ios
Fombona ha plasmado en esta obra una brillante realidad, abusos del Poder, tan frecuentes en nuestras repúblicas la
que como me decía José Carlos Mariátegui, puede tener tinoamericanas. "Entre nosotros—dice presentando su li
por teatro Cajamarca o Arequipa, y aún Lima, agrego yo. bro— todo funcionario público es un presunto picaro—sal
La Iglesia papal descansa en columnas estilo Blandin y a vo prueba de lo contrario— Lo sabe la masa popular, lo
diario nos codeamos con frailes de su envergadura. Nos sabemos los hombres nuevos, sin filiación militante, lo sa
pringaremos los pies en sangre de blandines. La Mitra ben los políticos que lucran al amparo de la generosidad
en la Mano, es un libro bravo, fuerte, varonil, de esos que constitucional y de los favores del gobierno".
se leen de un tirón, con el corazón y los puños crispa Y luego agrega: “Entonces y ahora—se refiere a la
dos. situación institucional de la República Argentina antes y
después del triunfo del Partido Radical—los ciudadanos
R ic a rd o M a r tín e z d e l a TORRE. que desempeñan los tres poderes del gobierno han hecho de
ANGEL M. PAREDES.
la cosa pública una cosa privada; del servicio público, un
servicio doméstico y personal; cuya más alta virtud idealista
LA CONCIENCIA SOCIAL*
consiste en sacrificar alguno que otro beneficio particular
en obsequio al comité o al caudillo". Estas frases delinean
Imprenta de la Universidad con justeza la trágica y tradicional situación de las repúbli
cas latino-americanas; donde el estado se ha desenvuelto
Central, Quito 1927. siempre como una cosa distinta de la nación y a espaldas de
los anhelos o intereses de ésta.
En las páginas de este libro, llenas de interés cientf Le preocupa hondamente al autor el problema de las li
fico, ha vaciado Paredes, su fino y ágil espíritu de inves berta dos individuales, que aborda a través de todas las pá
tigador sociológico. ginas de su libro. La Revolución Francesa creyó resolver el
_ Ida querido llegar, aplicando para esto el método a- problema, pero lo dejó intacto. Fue una burla sarcástica pa
nalítico, desde lo más simple que constituye el espíritu ra el pueblo. Gon los derechos reconocidos en las Consti
del individuo, hasta el complejo problema de enfocar con tuciones se ha beneficiado una clase, una casta, la que ascen
precisión indestructible las bases que establecen el nexo dió al Poder; los débiles, los pobres permanecieron huérfa
entre las colectividades. Su obra, que estudia desde las nos de ellos. Se declaró el derechojcomo una simple afir
primeras manifestaciones de la conciencia individual, rela mación teórica; pero no se creó a'su lado la garantía corres-
cionada con la sociedad, abarca fenómenos varios de las pondieute. Y Sánchez Viamonte creó que esa garantía de
actividades internas, que se desenvuelven en relación con be constituirla el Habeas Corpus en la forma amplia con
las solicitaciones externas, capaces de unir nuestra acción, que él la presenta, oponiéndose, sin embargo, a que sirva
arrastrándonos irresistiblemente hacia el producirse social. para amparar los derechos patrimoniales, porque estos, a su
Este primer tomo de su obra, limitado solamente a juicio,—y este es un pensamiento de sabor francamente re
estudiar el fenómeno síquico en relación con el mundo volucionario-corresponden en definitiva y en último térmi
del hombre social , es lo bastante interesante para estar no a la sociedad.
atentos a la continuación de su estudio, que abre el ca Quizá no sea este el remedio para conjurar el mal de
mino hacia la investigación de la Conciencia Social, den que adolece la sociedad contemporáasa; no hace falta tanto
tro del campo de una nueva Filosofía del Derecho, harto la garantía de la libertad, como la conciencia libre de la so
reclamada por el nuevo espíritu de la juventud estudiosa. ciedad. Pero aún aceptando esta posible objeción, tiene un
gran valor como obra de fe y de combate. Los estudio
F. L. C h áv ez LEON. sos del derecho encontrarán, además, en el nuevo libro de
Sánchez Viamonte una información detallada, histórica y
CARLOS SANCHEZ VIAMONTE comparativa, del Habeas Corpus.
L uciano C astillo
" i l rabeas corpus "
Buenos Aires 1927
R E V I S T A . D E EIJLOSOFIA.
Carlos Sanchez Viamonte, que con su obra "Derecho
Político" tiene ya un valioso aporte doctrinario a la trans CULTURA, CIENCIAS, EDUCACION
formación de las ideas jurídicas de nuestra époea, ha pú- F u n d a d a por JOSE INGENIEROS
blicado un nuevo libro que dedica al estudio de una ins Director: Aníbal Ponce.
titución fundamental del Derecho Público, el "Habeas
Corpus". Calle Salta 286, Buenos Aires
44 LIBROS Y REVISTAS
M a n u fa c tu r a N a c io n a l ta n b u e n a c o m o la
e x tr a n je r a
La Segunda Feria de la Industria Manufacturera Peruana
organ izada por la