Antiguo Testamento
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No debe confundirse con el Tanaj o Biblia hebrea.
Antiguo Testamento
Códice de Alepo, datado hacia el año 920
Género Libro sagrado
Idioma Arameo
Contenido
Pentateuco:
Génesis • Éxodo • Levítico • Números • Deuteronomio
Históricos:
Josué • Jueces • Rut • I Samuel • II • I Reyes • II • I
Crónicas • II • Esdras • Nehemías • Tobit • Judit • Ester • I
Macabeos • II
Sapienciales:
Job • Salmos • Proverbios • Eclesiastés • Cantar de los
Cantares • Sabiduría • Eclesiástico
Proféticos:
Isaías • Jeremías • Lamentaciones • Baruc • Ezequiel • Daniel • Oseas
• Joel • Amós • Abdías • Jonás • Miqueas • Nahúm • Habacuc • Sofon
ías • Hageo • Zacarías • Malaquías
Deuterocanónicos:
Tobit, Judit, Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc
Biblia
Antiguo Testamento Nuevo Testamento
[editar datos en Wikidata]
El Antiguo Testamento (AT) es la primera parte de la Biblia cristiana. La segunda
parte de la Biblia cristiana es el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento se
compone del Pentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales y
proféticos. En total se numeran en el Antiguo Testamento 39 libros en la
versión protestante, 46 libros en la versión de la Iglesia católica y 51 libros en la de
la Iglesia ortodoxa.
Los judíos dividen los libros del Tanaj en tres grupos distintos: Torá (la
Ley), Neviim (los Profetas) y Ketuvim (los escritos o sapienciales).
Índice
1Judaísmo
2Géneros literarios
3Libros del Antiguo Testamento
o 3.1Pentateuco o Torá
o 3.2Libros Históricos
o 3.3Libros Sapienciales
o 3.4Libros Proféticos
3.4.1Profetas mayores
3.4.2Profetas menores
o 3.5Tabla
4El Antiguo Testamento en el catolicismo
5Elaboración del canon
6Las Escrituras hebreas según los Testigos de Jehová
7Véase también
8Notas
o 8.1Bibliografía
9Enlaces externos
Judaísmo[editar]
El Antiguo Testamento de los cristianos en el judaísmo es llamado Tanaj, un
acrónimo para Torá, Neviim y Ketuvim (Ley, Profetas y Escritos). El Tanaj consiste
en la Torá de Moisés, el único libro considerado como dictado y escrito por Dios
mismo y entregado a Moisés en el Monte Sinaí; los Profetas, que son los libros
que se consideran como inspirados por Revelación Profética; y los Escritos, que
son una colección de escritos poéticos e históricos que se consideran inspirados
por el Ruaj haKodesh (Espíritu Santo). Puesto que Dios en su Torá manda no
añadir ni quitar nada de la Torá de Moisés, toda escritura que viniese después es
medida a la luz de la Torá. Así, los libros que menos se acoplan a la Torá son
considerados menos inspirados y por tanto, menos importantes. Por este motivo,
el judaísmo no considera los Escritos de los discípulos de Jesús como inspiración
Divina, por tanto la Biblia judía solo se compone del Tanaj. Algunos grupos, entre
ellos los judíos nazarenos y judíos mesiánicos (no reconocidos como judíos por
ninguna denominación tradicional) consideran el llamado «Nuevo Testamento»
como material importante de aprendizaje, al mismo nivel que el santo Zohar o el
Talmud, pero nunca al mismo nivel que la Torá de Moisés, la cual es considerada
«Ley perfecta» (Sal 19:7), «para los hijos de nuestros hijos» (Dt 4:8-9), y como
Jesús mismo enseñaría, la Torá es vigente «hasta que pasen los cielos y la
Tierra» (Mt 5:18).