Cloud Computing
Cloud Computing
Cloud Computing
TRABAJO DE INVESTIGACION
22-9-2022
1. ¿Qué es el cloud computing?
La computación en la nube (o cloud computing, en inglés) es una tecnología que permite acceder
remotamente, de cualquier lugar del mundo y en cualquier momento, a softwares, almacenamiento
de archivos y procesamiento de datos a través de Internet, sin la necesidad de conectarse a un
ordenador personal o servidor local.
En otras palabras, la computación en la nube utiliza la conectividad y gran escala de Internet para
hospedar los más variados recursos, programas e información, y permite que el usuario ingrese a
ellos través de cualquier ordenador, tablet o celular.
Si todavía no quedó claro, déjame ejemplificarlo: si alguna vez editaste un documento en Google
Docs, escuchaste música en Spotify o viste una película en Netflix, tuviste contacto directo con la
computación en la nube. Todos ellos son servicios online que no demandan la descarga, instalación
y acceso de ningún tipo de software o archivo en tu ordenador. Solo necesitas un navegador y una
buena conexión a Internet para utilizarlos.
¿Para qué sirve la computación en la nube?
Si analizamos el modelo tradicional de computación, en el que los usuarios y las empresas necesitan
invertir en downloads, hardwares, sistemas operativos y softwares para lograr ejecutar algún tipo de
aplicación, es fácil entender por qué el cloud computing se volvió tan popular.
La nube surgió como una forma de democratizar la información y mejorar la experiencia de quienes
dependen de recursos tecnológicos a nivel personal o profesional.
El cloud computing trajo consigo innumerables ventajas. Optar por un servicio en nube permite:
La reducción de costos con infraestructura: ya que elimina el gasto capital con compras de
hardwares y softwares, instalación y manutención;
La economía de espacio: dado que los recursos permanecen almacenados online;
La centralización de la información: evitando que todos los datos se mantengan en distintos
programas, con diferentes tipos de autenticación y formas de acceso;
El aumento o disminución acorde con la necesidad del cliente: gracias al poder de
elasticidad que proporciona la cantidad ideal de recursos, almacenamiento y procesamientos;
El trabajo remoto: funcionarios de empresas pueden acceder a todos los datos a través de
cualquier ordenador, notebook, tablet o smartphone, desde que estén conectados a Internet.
Aparte, podemos citar la calidad de la seguridad, la actualización automática del servidor, la
usabilidad de las plataformas, los servicios de asistencia técnica y backups.
En medio a tantos beneficios, la computación en la nube se transformó en la opción favorita de gran
parte de las empresas y usuarios en general. No en vano, prácticamente todo lo que consumimos
actualmente en Internet — redes sociales, almacenamiento de archivos, streaming de video y
música — proviene de aplicaciones y servicios hospedados en la nube.
¿Cómo funciona la computación en la nube?
El cloud computing utiliza un servidor remoto para conectar los dispositivos de los usuarios a
recursos centralizados. Un servidor remoto almacena todos los datos y programas que necesitas, y
puede estar en tu propio país o al otro lado del mundo, por ejemplo, en Japón. El hecho es que
logras accederlos por Internet, desde cualquier lugar, aunque estén almacenados a kilómetros de
distancia.
Hay 3 tipos de computación en la nube: la pública, la privada y la híbrida. Si tienes una empresa y
piensas utilizar un servicio en la nube, ten en mente que la elección dependerá de factores
relacionados con el costo, la disponibilidad, el rendimiento y las expectativas. A continuación, verás
cómo cada nube funciona:
¿De qué servicios la computación en la nube dispone?
Actualmente, la computación en la nube ofrece una amplia variedad de servicios, herramientas y
funcionalidades para atender las necesidades de las empresas. Entre las principales ofertas, se
destacan 3 modelos:
SaaS (Software como servicio)
El SaaS permite acceder a un software sin comprar su licencia, utilizándolo gratuitamente desde la
nube, muchas veces con recursos limitados.
Sin embargo, también existen planes de pago en los que se cobra una tasa fija, un valor que varía
según el uso o incluso sin costo, si el recurso ofrece propagandas u otra forma de monetización.
En este formato, la empresa accede al software por Internet, sin la necesidad de preocuparse con la
instalación, configuración e inversión en licencias.
Muchos CRMs y ERPs funcionan a través del SaaS. Servicios de email y otras aplicaciones públicas,
como Skype, Whatsapp, LinkedIn y Facebook también trabajan con este tipo de modelo, por eso, se
trata del mecanismo más popular.
PaaS (Plataforma como servicio)
En este modelo de nube, se contrata un ambiente completo de desarrollo on demand, en el que es
posible crear, modificar y optimizar softwares y aplicaciones.
La ventaja del modelo PaaS es que incluye sistemas operativos, herramientas de desarrollo,
sistemas de gestión de bases de datos, servicios de Business Intelligence y muchos otros recursos,
además de toda la infraestructura necesaria para ejecutar o perfeccionar aplicaciones web o
móviles.
El equipo de desarrollo sólo tiene que preocuparse por la programación de la aplicación, ya que la
administración, la manutención y la actualización de la infraestructura quedan a cargo del proveedor.
IaaS (Infraestructura como servicio)
En el modelo IaaS, se alquilan recursos de infraestructura, como servidores, routers, racks,
datacenters, hardware y demás herramientas que posibilitan la transmisión y el almacenamiento de
datos.
Dependiendo del proveedor y del modelo que se elige, la empresa puede ser cobrada, por ejemplo,
por el número de servidores utilizados y por la cantidad de datos almacenados o traficados. En el
modelo IaaS, se utiliza lo que es necesario según la demanda de la empresa y se paga solamente lo
que se usa.
La gran ventaja de este modelo es su escalabilidad. Después de todo, en un mes, puedes requerir
algunos servidores virtuales donde almacenarás pocos datos y tendrás poco tráfico, mientras que, al
mes siguiente, puedes pedir el doble de recursos.
Así, el mecanismo funciona como la contratación de un servicio de TV por cable, es posible
cancelarlo, aumentarlo o reducirlo en cualquier momento.
Conclusión
Ahora que tienes claro el concepto de computación en la nube, te recomiendo que, antes de pensar
en el mejor modelo para tu empresa, reflexiones sobre las necesidades y prioridades de tu
negocio, pues es con base en ellas que decidirás qué servicios son fundamentales y necesitan de
este tipo de inversión.
Definir el presupuesto que tienes disponible también te ayudará a elegir el mejor sistema de
implantación: SaaS, PaaS o IaaS. Analiza los recursos y funcionalidades que necesitas y busca los
proveedores que lo ofrezcan, por ejemplo, criptografía y demás metodologías de seguridad,
servicios de backup eficientes, asistencia técnica 24 horas, etc.
De todas formas, siempre es bueno encarar la nube, al principio, como un ambiente de
experimentación y pruebas.
Existe una gran variedad disponible en el mercado, analiza y realiza pruebas, observa cómo tu
empresa se desempeña al usar este tipo de servicio e implementa, poco a poco, la computación en
la nube a tus procesos.
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¿Qué es un hypervisor?
Cuando se crea una máquina virtual (VM, del inglés virtual machine), esta se ejecuta sobre la base
de una máquina real no virtual, por ejemplo, un ordenador. La VM, por lo tanto, depende del
hardware físico, por lo que debe existir una capa adicional entre los dos niveles que se haga
responsable de la administración: se trata del hipervisor, un software que se hace cargo
de gestionar los recursos necesarios para su funcionamiento. Este programa, también conocido
como monitor de máquina virtual o virtual machine monitor (VMM), se encarga de asignar memoria
RAM, espacio en el disco duro, componentes de red o rendimiento del procesador en el marco del
sistema. De esta manera, varias y diferentes máquinas virtuales pueden ejecutarse en el
sistema host, ya que el hipervisor se asegura de que no interfieran entre sí y de que todas tengan a
su disposición los recursos que necesiten.
En principio, el sistema huésped (es decir, la virtualización) no percibe en absoluto las medidas de
gestión del VMM: el hypervisor abstrae el hardware de tal manera que la VM asume que se
encuentra un entorno de hardware establecido. Como los requisitos en relación con los programas
que se ejecutan cambian constantemente, incluyendo los de las máquinas virtuales, una gran
ventaja del hipervisor es que puede ir proporcionando los recursos según sea necesario. El
sistema huésped tampoco se da cuenta de ello: la máquina virtual no tiene forma de reconocer la
existencia de otras máquinas que se ejecuten en el mismo hardware físico.
Como el hypervisor es solo una capa abstracta y la máquina virtual reproduce un entorno de
hardware, el sistema huésped no está vinculado a un hipervisor concreto, del mismo modo que
no está relacionado con un sistema host específico. Por este motivo, la virtualización a través del
hipervisor resulta muy interesante para los servicios en la nube: los proveedores de servidores
simplemente pueden trasladar el entorno de prueba virtualizado a otra máquina física sin causar
problemas a los programas que se ejecutan en la VM.
El virtual machine monitor también ofrece varias opciones de administración al usuario. De esta
manera, cada sistema huésped se puede organizar y configurar. En casi todos los casos, es
posible crear, configurar, ejecutar y eliminar máquinas virtuales a través de una interfaz gráfica de
usuario.
Diferentes tipos de monitores de máquinas virtuales
Se distingue entre dos tipos diferentes de virtual machine monitor, cada uno de los cuales ofrece
ventajas muy concretas. El primero es también el más antiguo. Ya en la década de 1960, se
iniciaron intentos de virtualización con esta tecnología.
Hipervisor de tipo 1
El primer tipo se conoce como hipervisor nativo (en inglés, native hipervisor) o bare metal
hipervisor. Esta forma de VMM se instala directamente en el hardware físico y no está
conectada con el sistema operativo del host. Por lo tanto, este hipervisor también debe contener
todos los controladores de dispositivos. El consumo de recursos del hipervisor de tipo 1 es
comparativamente reducido, porque los procesos informáticos no se ejecutan a través del sistema
operativo del host. Esta forma de hipervisor es especialmente adecuada para los usuarios que
deseen crear un servidor para la virtualización. En los proyectos más pequeños del entorno
doméstico, no tendría sentido utilizar un hipervisor de tipo 1, puesto que sería demasiado complejo.
Hipervisor de tipo 2
El segundo tipo (también conocido como hosted hipervisor) requiere un sistema operativo
existente, que a su vez se base en el hardware físico. Los hipervisores de tipo 2 se instalan como
cualquier otro programa. A continuación, el VMM gestiona la virtualización. En este caso, no es
necesario que los controladores de dispositivos estén instalados en el hipervisor, ya que el propio
sistema operativo se encarga de transferirlos al software. Sin embargo, esta comodidad va a
expensas del rendimiento, porque gran parte de los recursos se invierten en el sistema operativo
del host. En cualquier caso, gracias a la sencillez del proceso de instalación y configuración, los
hipervisores de tipo 2 son perfectos para proyectos más pequeños.
VMware ESXi o VMware ESXi Hypervisor, antes VMware ESX, es un hipervisor bare-metal de nivel
empresarial que forma parte de la suite de virtualización vSphere de VMware. Este cuenta con su
propio kernel y otros componentes esenciales del sistema operativo. En 2010, con la versión 4.1,
cambió de nombre de VMware ESX a VMware ESXi.
OpenStack
OpenStack es una plataforma cloud de código abierto y gratuita, que se despliega tanto en nubes
públicas como privadas. Fue desarrollado inicialmente por Rackspace Hosting y la NASA en 2010.
KVM
KVM, abreviatura de Kernel-based Virtual Machine, es un módulo de virtualización dentro del kernel
de Linux que permite que este funcione como un hipervisor bare-metal. KVM fue desarrollado a
mediados de 2006 por Avi Kivity en Qumranet (una startup tecnológica que en 2008 sería adquirida
por Red Hat) y se integró en la línea principal del kernel de Linux en 2007 (versión 2.6.20).
LCX
LCX, abreviatura de Linux Containers, es una plataforma de virtualización a nivel del sistema
operativo, de código abierto, diseñada para desarrollar tecnologías de contenedores para Linux.
Proxmox VE
Proxmox VE (PVE), abreviatura de Proxmox Virtual Environment, es una plataforma de virtualización
de código abierto basada en Debian. Soporta tanto la virtualización basada en contenedores con
LXC y virtualización completa con KVM.