San Lucas - El Evangelio Según San Lucas

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EDITADO POR "EDICIONES LA CUEVA"

Comentario: INTRODUCCIO
+
EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
N
Lucas médico sirio, se convirtió a
la fe cristiana cuando los primeros
misioneros salieron de las
comunidades de Jerusalén y de
Cesarea para llevar el Evangelio
+
1,1 Varias personas han tratado de narrar las cosas que pasaron entre nosotros, más allá de las fronteras del país
1,2 a partir de los datos que nos entregaron aquellos que vieron y fueron testigos desde el judío. Luego dejó su patria para
acompañar al apóstol Pablo.
principio y que, luego, se han hecho servidores de la Palabra. Llegó a Roma, capital del mundo
1,3 Siendo así, también yo he decidido investigar hasta el origen de esta historia, y entonces conocido. Ahí
componer para ti, excelente Teófilo, un relato ordenado de todo. permaneció durante dos años por
lo menos y se encontró con Pedro
1,4 Con esto, todas aquellas cosas que te han enseñado cobraran plena claridad. y Marcos, que predicaban entre los
cristianos de Roma.
Un
Un ángel
ángel anuncia
anuncia el
el nacimiento
nacimiento de
de Juan
Juan Bautista
Bautista Cuando escribió su Evangelio,
como en el año 70, tenía a la vista
varios escritos, que contenían
+
1,5 En tiempos de Herodes, rey de Judea; hubo un hombre que se llamaba Zacarías. Era hechos y milagros de Jesús, los
un sacerdote del grupo de Abías. La esposa de Zacarías se llamaba Isabel y era mismos que usaron Marcos y
Mateo; pero también había
descendiente de una familia de sacerdotes. recogido en sus viajes otros relatos
1,6 Zacarías e Isabel eran personas realmente buenas a los ojos de Dios: vivían de que provenían de los primeros
acuerdo a todos los mandamientos y leyes del Señor. discípulos de Jesús y que ... [1]
No tenían hijos, porque Isabel no podía tener familia, y ambos eran ya de avanzada guardaban las iglesias más
1,7 Comentario: Lucas dedica su
edad. libro a Teófilo. A lo mejor éste era
1,8 Mientras Zacarías estaba sirviendo en el Templo, delante de Dios, según el orden de su un cristiano de situación
acomodada y, según la costumbre
grupo, de esa época (en que no existía la
1,9 echaron suerte según la costumbre, y fue designado para entrar en el santuario del imprenta), Lucas le da su
Señor y ofrecerle el incienso de la tarde. manuscrito para que Teófilo lo
haga copiar en varios ejemplares a
1,10 Y, mientras el pueblo permanecía afuera en oración, sus expensas, para el uso de las
1,11 se le apareció él ángel del Señor. El ángel estaba de pie a la derecha del altar del comunidades cristianas. A Teófilo
incienso. también dedicará el libro de los
1,12 Zacarías; al verlo, se turbó y tuvo miedo. Hechos de los Apóstoles.
Lucas dice que verificó
1,13 El ángel le dijo entonces: «No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada, y personalmente la exactitud y la
tu esposa Isabel te dará un hijo al que llamarás Juan. seriedad de los relatos que usó para
1,14 Grande será tu felicidad, y muchos se alegrarán con su nacimiento, su evangelio. Pues la historia no se
escribe a partir de rumores y
1,15 porque tu hijo ha de ser grande ante el Señor. No beberá vino ni licor, y estará lleno leyendas. Pero hay algo más
del Espíritu Santo, ya desde el seno de su madre. importante: Lucas se da cuenta que
1,16 Hará que muchos hijos de Israel vuelvan al Señor, su Dios, el paso de Jesús entre los hombres
va a cambiar la historia del mundo.
1,17 y lo verán caminar delante de Dios con el espíritu y el poder del profeta Elías para Muchas veces hablamos de la fe
reconciliar a los padres con los hijos. Hará que los rebeldes vuelvan a la sabiduría de cristiana como si fuera solamente
los buenos, con el fin de preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.» el medio de salvar nuestra alma... o[2]
Zacarías dijo al ángel: «¿Cómo puedo creer esto? Yo ya soy viejo y mi esposa de ir al cielo, o de tener ánimo en
1,18 Comentario: En tiempos de
también.» Herodes.Este fue el último rey de
1,19 El ángel contestó: «Y yo soy Gabriel, el que está delante de Dios. He sido enviado para los judíos. Cuando murió, el país
perdió su autonomía. Puesto que
hablar contigo y comunicarte esta buena noticia, pero tú no has creído en mis Dios había prometido no
palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. abandonar a la nación judía, o bien
1,20 Por esto, quedarás mudo hasta el día en que se realice todo esto que te he dicho.» había fracasado el plan de Dios, o
bien algo nuevo iba a surgir. Pero
1,21 El pueblo esperaba a Zacarías y se extrañaban porqué tardaba tanto en salir del los comienzos siempre son cosas
Santuario. humildes y no figuran en la
1,22 Cuando Zacarías salió, por fin, no podía hablarles. Comprendieron, pues, que había primera página de los periódicos.
Zacarías era sacerdote. En el
tenido alguna visión en el Santuario. El hacía gestos y no conseguía hablar. pueblo judío, uno no erasacerdote
1,23 Al terminar los días de su servicio en el Templo, regresó a su casa. a consecuencia de una decisión
1,24 Días después; Isabel, su esposa, quedó esperando familia. Durante cinco meses personal, sino por derecho de
permaneció retirada; pensando: familia. Había cierto número de
familias sacerdotales, llamadas
1,25 «Esta es una bondad del Señor para conmigo: quiso liberarme de esta humillación que descendientes de Aarón, y todos
llevaba ante todos.» los varones de dichas familias eran
sacerdotes de padres a hijos.
Tenían el privilegio y el deber de
La
La Anunciación
Anunciación a
a María
María cumplir de cuando en cuando las
(Mt 1,18) funciones del culto en el Templo
de Jerusalén, pero el resto de ...
su [3]
tiempo trabajaban como cualquier
Comentario: LA VIRGEN
+
1,26 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una joven virgen MARIA
¡Cómo respeta Dios a los hombres!
1,27 que vivía en una ciudad de Galilea llamada Nazaret, y que era prometida de José, de No los salva sin que ellos mismos
la familia de David: Y el nombre de la virgen era María. lo quieran. El Salvador ha sido
1,28 Entró el ángel a su presencia y le dijo: «Alégrate, llena de gracia; el Señor está deseado y acogido por una madre.
contigo.» Una jovencita acepta libre y
conscientemente ser la servidora
1,29 María quedó muy conmovida por lo que veía, y se preguntaba qué querría decir ese del Señor y llega a ser Madre de
saludo. Dios.
1,30 Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios.
El nombre de la virgen era María.
1,31 Vas a quedar embarazada y darás a luz a un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Dos veces Lucas usa la palabra
1,32 Será grande, y con razón lo llamarán: Hijo del Altísimo. Dios le dará el trono de David, virgen. ¿Por qué no dijo una joven,
su antepas ado. o una muchacha, o una mujer?
Sencillamente porque se refiere a
1,33 Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.» las palabras de los profetas que
1,34 María entonces dijo al ángel: «¿Cómo podré. ser madre si no tengo relación con afirmaban que Dios sería recibido
ningún hombre?» por la virgen de Israel.Durante
siglos, Dios había soportado que su
1,35 Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo te pueblo fuera infiel de mil maneras
cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán Hijo de Dios. y había tenido que perdonarles por
1,36 Ahí tienes a tu parienta Is abel; en su vejez ha quedado esperando un hijo, y la que no sus pecados. Pero el Dios Salvador
podía tener familia se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. al llegar; debería ser recibido por
un pueblo virgen, es decir, que
1,37 Para Dios, nada será imposible.» hubiera depuesto sus propias
1,38 Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor; hágase en mí lo que has dicho.» Después de ambiciones para poner su porvenir
estas palabras el ángel se retiró. en manos de su Dios. Dios debía
ser acogido con un corazón virgen,
o sea; nuevo y no desgastado por
María
María visita
visita a
a ssuu prima
prima Isabel
Isabel la experiencia de otros amores.
Incluso en tiempos de Jesús,
+ muchos, al leer la profecía de
1,39 Por esos días, María partió apresuradamente a una ciudad ubicada en los cerros de Isaías 7,14, sacaban la conclusión
Judá. que el Mesías nacería de una
1,40 Entró a la casa de Zacarías y saludó a Isabel. madre virgen.
1,41 Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo. Ahora bien; el Evangelio nos dice:
María es la virgen que da luz...al [4]
1,42 y exclam ó en alta voz: «¡Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu Mesías.
vientre! Comentario: LOS HUMILDES
María, respondiendo a la
1,43 ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? invitación discreta del ángel, ha
1,44 Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ido a compartir su alegría con la
1,45 ¡Dichosa por haber creído que de cualquier manera se cumplirán las promesas del anciana Isabel; su prima. Y se
cumple lo dicho a Zacarías: «Tu
Señor!» hijo será lleno del Espíritu Santo
desde el seno de su madre».Lo
María dijo entonces: más importante en la historia no es
lo más espectacular. El Evangelio
1,46 Celebra todo mi ser prefiere señalar los
la grandeza del Señor acontecimientos que fueron
portadores de vida. Algunos años
y mi espíritu se alegra después, las muchedumbres judías
en el Dios que me salva, caminarán hacia Juan Bautista en
1,47 porque quiso mirar la condición busca de Salvación, pues,
reconocerán que Dios le comunicó
humilde de su esclava, el fuego de su Espíritu y de su
1,48 en adelante, todos los hombres Palabra. Pero nadie se preguntará
dirán que soy feliz. sobre cómo recibió el Espíritu de
Dios. Y nadie sabrá que María, la
1,49 En verdad el Todopoderoso niña humilde, puso en movimiento
hizo grandes cosas para mí, los resortes del plan de Dios en
reconozcan que Santo es su Nombre aquel día de la Visitación.
¡Dichosa por haber creído! María
1,50 que sus favores alcanzan descubre con gozo que su
a todos los que le temen virginidad es fecunda: ella, que
y prosiguen en sus hijos. renunció a tener hijos y dar vida,
1,51 Su brazo llevó a cabo hechos heroicos, como lo desean todas las mujeres,
está comunicando la vida del
arruinó a los soberbios Espíritu Santo, que es el Espíritu
con sus maquinaciones. de Jesús. María ha pasado a ser el
1,52 Sacó a los poderosos de sus tronos Templo de Dios.
Referente al Canto de María. Ella,
y puso en su lugar a los humildes; tan discreta en el Evangelio, y que
... [5]
no tomará parte en el ministerio de
Jesús, es la que proclama la
1,53 repletó a los hambrientos
de todo lo que es bueno
y despidió vacíos a los ricos.
1,54 De la mano tomó a Israel, su siervo,
demostrándole así su misericordia.
1,55 Esta fue la prome sa
que ofreció a nuestros padres
y que reservaba a Abraham
y a sus descendientes para siempre.
1,56 María se quedó cerca de tres meses con Isabel, y después volvió a su casa.

Primeros
Primeros pasos
pasos de
de Juan
Juan Bautista
Bautista

+
1,57 Cuando a Isabel le llegó su día, dio a luz a un hi jo. Comentario: ¿Qué era la
1,58 Sus vecinos y parientes supieron que el Señor había manifestado su compasión por ella circuncisión? (ver Gén 17).
El niño vivió en el desierto. Se
y la felicitaban. trata del desierto de Judá, al lado
1,59 Y al octavo día vinieron para cumplir con el niño el rito de la circuncisión. del Mar Muerto, donde se habían
1,60 Querían ponerle por nombre Zacarías, por llamarse así su padre, pero la madre dijo: instalado algunas comunidades
muy numerosas de creyentes, que
«No, se llamará Juan.» esperaban la pronta venida del
1,61 Los otros dijeron: «Pero si no hay nadie en tu familia que se llame así.» Salvador. Esos grupos, llamados
1,62 Preguntaron con señas al padre cómo quería que le pusieran. Esenios, se dedicaban a la oración
1,63 Zacarías entonces pidió una tablilla y escribió: «Su nombre es Juan», por lo que todos y la meditación de la Biblia.
También educaban niños.
quedaron extrañados.
1,64 En ese mismo instante se le soltó la lengua y sus primeras palabras fueron para alabar
a Dios.
1,65 Lo que dejó impresionado a todo el vecindario, y en toda la región montañosa de
Judea se comentaban estos acontecimientos.
1,66 Y al oírlo la gente se ponía a pensar y decía: «¿Qué llegará a ser este niño? ¿No se ve
la mano del Señor en él?»
1,67 Y éste es el cántico que su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, empezó a rezar:
1,68 Bendito el Señor, Dios de Israel,
porque intervino liberando a su pueblo
1,69 y nos ha suscitado un Salvador
de entre los hijos de David su servidor.
1,70 Así se han realizado sus promesas
hechas en el pasado
por la boca de sus santos profetas
1,71 de salvarnos de nuestros enemigos
y del poder de aquellos que nos odian.
1,72 Así demuestra ahora
la bondad que tuvo con nuestros padres,
y así se acuerda de su santa alianza,
1,73 pues a Abraham, nuestro padre,
le prometió librarnos
de las manos de nuestros enemigos,
1,74 para que le sirvamos sin temor,
haciéndonos perfectos
1,75 y siendo dignos de él
a lo largo de toda nuestra vida.
1,76 Y tú, pequeño niño,
serás el profeta del Altísimo
pues llegarás primero que el Señor
para prepararle el camino,
1,77 para enseñar a su pueblo
lo que será la salvación
cuando se les perdonen sus pecados.
1,78 Todo será por obra
Comentario: El emperador
de la tierna bondad de nuestro Dios dictó una ley. Los judíos son una
que nos trae del cielo la visita nación pequeña sometida al
del Sol que se levanta imperio romano, el que reúne
1,79 para alumbrar muchos pueblos diversos. El censo
se hace cuando Quirino es
a aquellos que se encuentran gobernador de Siria. Este dato nos
entre tinieblas y sombras de muerte proporciona una fecha bastante
y para guiar nuestros pasos precisa: los años 5 ó 7 «antes de
Cristo», es decir, que hayun error
por el camino de la paz. pequeño en nuestra manera de
1,80 Y el niño crecía y su espíritu se fortalecía. Permaneció en el desierto hasta el día en que contar los años «después de
se presentó a los israelitas. Cristo», pues Jesús había nacido
antes.
Debido al censo, José y María
Jesús
Jesús nace
nace en
en Belén
Belén tuvieron que dejar la casa de
Nazaret en los días en que debía
2,1 +
En esos días, el emperador dictó una ley que ordenaba hacer un censo en todo el ... [6]
nacer el niño. Seguramente José,
descendiente de David, tenía
imperio. Comentario: Los rodeó de
2,2 Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de la Siria. claridad la Gloria del Señor.
Primero les entra el miedo al verse
2,3 Todos iban a inscribirse a sus respectivas ciudades. envueltos en el misterio divino.
2,4 También José, como era descendiente de David, salió de la ciudad de Nazaret de Pero luego se habla de alegría,
Galilea y subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque alegría y paz son los
primeros frutos del Evangelio,
2,5 para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. cuando lo recibimos.
2,6 Cuando estaban en Belén, le llegó el día en que debía tener su hijo. En esto lo reconocerán.
2,7 Y dio a luz su primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en una pesebrera, porque Reconocerán a Dios que se hizo
pobre con nosotros para luego
no había lugar para ellos en la sala común. comunicamos sus riquezas.
+
2,8 En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban Gracia y paz a los hombres. Esto
para cuidar sus rebaños. se traduce a veces
equivocadamente: paz a los
2,9 El ángel del Señor se les apareció y los rodeó de claridad la Gloria del Señor, y fueron hombres de buena voluntad. En
presa del temor. realidad, Dios es el que nos
2,10 Pero el ángel- les dijo: «No teman, porque yo vengo a comunicarles una buena nueva muestra su buena voluntad (nos ... da
[7]
que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. su gracia) sin esperar que hayamos
Comentario: María observaba
2,11 Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de David un Salvador que es Cristo Señor. estos acontecimientos.Porque
2,12 En esto lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y cualquier hecho de su vida era para
ella una manera de comunicarle
acostado en una pesebrera.» Dios sus intenciones. ¡Cuánto más
2,13 De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron en torno al ángel, y cantaban ahora, los acontecimientos que
a Dios: vivía junto con Jesús! Se
2,14 «Gloria a Dios en lo más alto del cielo, y en la tierra, gracia y paz a los hombres.» extrañaba, se admiraba, pero no se
desconcertaba. Su fe estaba más
2,15 Después que los ángeles los dejaron para volver al cielo, los pastores se dijeron unos a allá de cualquier vacilación, pero
otros: «Vamos, pu es, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos dio a también a ella le correspondía
conocer.» descubrir lenta y penosamente los
caminos de la salvación. Los
2,16 Fueron apresuradamente y hallaron a María y José, y vieron al recién nacido acostado guardaba en su corazón hasta que
en la pesebrera. llegaron los días de la
2,17 Entonces contaron lo que los ángeles les habían dicho de este niño Resurrección y de Pentecostés en
que se aclararon todos los gestos y
2,18 y todos se maravillaron de lo que decían los pastores.
+
dichos de Jesús. ... [8]
2,19 María, por su parte, observaba cuidadosamente todos estos acontecimientos y los
Comentario: María y José
guardaba en su corazón. vienen al Templo para cumplir con
2,20 Después los pastores se fueron glorificando y alabando a Dios, porque todo lo que un rito de la religión judía (Ley
habían visto y oído era tal como se lo habían anunciado. 12,8). Además, porque se trata de
2,21 Al octavo día, circuncidaron el niño según la Ley, y le pusieron el nombre de Jesús, un varón primer nacido, debe ser
consagrado a Dios. En esta
nombre que había indicado el ángel antes que su madre quedara embarazada. oportunidad la Sagrada Familia
encuentra a dos ancianos que,
como todos, esperaban la salvación
Jesús
Jesús es
es presentado
presentado en
en el
el Templo
Templo de Dios, pero solamente ellos
merecieron reconocer al Salvador
+ antes de que pudiera expresarse.
2,22 Asimismo, cuando llegó e l día en que, de acuerdo a la Ley de Moisés, debían cumplir Simeón recibe en sus manos al
el rito de la purificación de la madre, llevaron al-niño a Jerusalén. Allí lo consagraron al niño Dios y lo eleva en un gesto de
Señor, ofrenda. En realidad, el anciano
presenta la ofrenda de su vida
2,23 tal como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. próxima a terminarse.
... [9]
Mis ojos han visto a tu Salvador.
Que no es solamente mi salvador,
2,24 Además ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley: una pareja de tórtolas o dos
pichones.
2,25 Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era muy bueno y piadoso y el
Espíritu Santo estaba en él.
2,26 Esperaba los tiempos en que Dios atendiera a Israel y sabía por una revel ación del
Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Cristo del Señor.
2,27 Vino, pues, al Templo, inspirado por el Espíritu, cuando sus padres traían al niñito para
cumplir con él los mandatos de la Ley.
2,28 Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios con estas palabras:
2,29 Señor, ahora, ya puedes dejar
que tu servidor muera en paz,
como le has dicho.
2,30 Porque mis ojos
han visto a tu Salvador
2,31 que tú preparaste
para presentarlo
a todas las naciones.
2,32 Luz para iluminar a todos los pueblos
y gloria de tu pueblo, Is rael. Comentario: NAZARET. -
2,33 Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que decía Simeón del niño. CONQUISTAR SU LIBERTAD.
2,34 Simeón los felicitó y, después, dijo a María, su madre: «Mira, este niño debe ser causa Durante los años de Nazaret, Jesús
va descubriendo la vida como
tanto de caída como de resurrección para la gente de Israel. Será puesto como una cualquier niño o joven de su edad.
señal que muchos rechazarán No recibe educación especial. No
2,35 y a ti misma una espada te atravesará el alma. Pero en eso los hombres mostrarán manifiesta dotes extraordinarias,
sino el juicio sin fallas que mide y
claramente lo que sienten en sus corazones.» aprecia todo según el criterio de
2,36 Había también una mujer de edad muy avanzada, llamada Ana, hija de Fanuel, de la Dios.
tribu de Aser. Tenía ochenta y cuatro años. Los doce años era la edad a partir
de la cual el adolescente debía
2,37 Después de siete años de casada, había perdido muy joven a su marido y, siendo observar las prescripciones
viuda, no se apartaba del Templo, sirviendo día y noche al Señor con ayunos y religiosas, entre otras, la de la
oraciones. peregrinación a Jerusalén para las
2,38 Ella también tenía don de profecía. Llegando en ese mismo momento, comenzó a Fiestas. Sentados a la sombra de
los corredores del Templo, los
alabar a Dios y a hablar del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. Maestros de la Ley enseñaban a los
2,39 Una vez que cumplieron todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a grupos de peregrinos y entablaban
su ciudad de Nazaret. diálogo con ellos.
En esa ocasión se produjo la
2,40 Y el niño crecía, se desarrollaba y estaba lleno de sabiduría. Y la gracia de Dios estaba primera manifestación de
en él. independencia de Jesús. ¿Por qué
te has portado así?En verdad, este
niño podía haber pedido permiso o
Primera
Primera iniciativa
iniciativa del
del joven
joven Jesús
Jesús por lo menos haberles avisado a
sus padres. ¿Cómo pudo quedarse
+ dos días sin pensar por qué
2,41 Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua angustias estaban pasando? Pero
2,42 y cuando cumplió doce años, fue también con ellos para cumplir con este precepto. no. Conquistó su libertad en la
2,43 Al terminar los días de la Fiesta, mientras ellos regresaban, el niño Jesús se quedó en forma más radical antes de volver
con ellos, y no se sintió culpable
Jerusalén sin que José lo supiera, ni tampoco su madre. por inferirles esa herida.
2,44 Creyendo que se hallaba en el grupo de los que partían, caminaron todo un día y, En adelante seguiría
después, se pusieron a buscarlo entre todos sus parientes y conocidos. obedeciéndoles, pero les había
2,45 Pero, como no lo hallaron, prosiguiendo su búsqueda, volvieron a Jerusalén. demostrado que sabía muy bien
quién era, y que era capaz de
2,46 46 Después de tres días lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de cualquier sacrificio o ruptura para
la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. servir a su Padre de la manera que
2,47 Todos los que lo oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas. le pareciera buena.
Al leer este texto, conviene
2,48 Al encontrarlo, se emocionaron mucho y su madre le dijo «Hijo, ¿por qué te has meditar sobre el respeto que los
portado así? Tu padre y yo te buscábamos muy preocupados.» padres han de tener por la vocación
2,49 El les contestó: «¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que tengo que estar donde mi de sus hijos y el esfuerzo que
deben hacer para poderlos
Padre?» comprender cuando comienzan a
2,50 Pero ellos no comprendieron lo que les acababa de decir. independizarse. En vez de hablar
2,51 Volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndoles. Su madre guardaba fielmente del niño perdido, sería más exacto
decir que el adolescente Jesús se
en su corazón todos estos recuerdos. ha encontrado a sí mismo.
+
2,52 Mientras tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, tanto para Dios como Comentario: Lucas no dice más
para los hombres. sobre la vida de Jesús en Nazaret
hasta los treinta años, edad que
tendrá cuando empiece a predicar.
Juan
Juan Bautista
Bautista prepara
prepara elel camino
camino del
del Señor
Señor Fue aprendiz de José y, después de
(Mc 1,1; Mt 3,1; Jn 1,19) él, fue carpintero en Nazaret. José
murió seguramente antes de que
+ Jesús se manifestara, porque si no,
3,1 Era el año quince del reinado del emperador Tiberio. Poncio Pilato era gobernador de al salir Jesús, María se habría
la Judea, Herodes estaba a cargo de la provincia de Galilea; su hermano Filipo a quedado con José. El hijo de María
cargo de Iturea y de la Traconítide, y Lisanias a cargo de Abilene. fue hombre entre los hombres, y la
comunidad cristiana de Nazaret
3,2 Los jefes de los sacerdotes eran Anás y Caifás. Ese fue el momento en que Dios dirigió guardó durante bastante tiempo
su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. objetos que habían salido de las
+
3,3 Juan empezó a predicar su bautismo por toda la región del río Jordán, diciéndoles manos del carpintero Hijo de Dios.
que cambiaran su manera de vivir para que se les perdonaran sus pecados.
3,4 Así se cumplía lo que está escrito en el libro del profeta Isaías: Comentario: Lucas proporciona
Escuchen ese grito en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus datos que permiten ubicar a Jesús
en la historia. Estamos en el año 27
senderos. «después de Cristo» y, en realidad,
3,5 Rellénense todas las quebradas y aplánense todos los cerros. Los caminos con curvas Jesús tiene como treinta o treinta y
serán enderezados y los ásperos suavizados. cinco años. Los judíos han perdido
su autonomía y su país está
3,6 Entonces llegará la salvación de Dios y todo mortal la conte mplará. dividido en cuatro pequeñas
3,7 Decía, pues, a las multitudes que venían a él de todas partes para que las bautizara: provincias. Herodes y Filipo,hijos
«Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que evitarán el castigo que se acerca? del Herodes de que se habló
cuando nació Jesús (ver Mt ...2,1),[10]
3,8 Muestren los frutos de una sincera conversión, en vez de pensar: “Nosotros somos hijos gobiernan dos de esas provincias.
de Abraham”. Porque yo les aseguro que, de estas piedras, Dios puede sacar hijos de Comentario: EL PERDON DE
LOS PECADOS
Abraham. Juan indica el paso que debemos
3,9 Ya llega el hacha a la raíz de los árboles; todo árbol que no dé fruto va a ser cortado y dar para recibir la salvación de
echado al fuego.» Dios: debemos reconocer que
3,10 La gente le preguntaba: «¿Qué debemos hacer? somos pecadores y que todos
tenemos nuestra parte de
3,11 El les contestaba: «El que tenga dos capas dé una al que no tiene, y quien tenga qué responsabilidad en la situación
comer haga lo mismo.» dramática en la que estamos
3,12 Vinieron también los cobradores de impuestos para que Juan los bautizara: Le dijeron: metidos.
«Maestro, ¿qué tenemos que hacer?» Los hombres deben reconocerse ... [11]
pecadores y de
3,13 Respondió Juan: «No cobren más de lo debido.» Comentario: Bautizarse
3,14 A su vez unos soldados le preguntaron: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?» Juan e ls significa sumergirse en el agua y
contestó: «No abusen de la gente, no hagan denuncias falsas y conténtense con lo levantarse. Los judíos del desierto
se bautizaban con ocasión de
que les pagan.» ciertas fiestas, para demostrar su
+
3,15 El pueblo estaba en la duda y todos se preguntaban interiormente si Juan no sería el deseo de alcanzar una vida más
Cristo. limpia cuando viniera el Salvador.
Juan, a su vez, bautiza a los que
3,16 Por lo que Juan hizo a to dos esta declaración: «Yo los bautizo con agua, pero ya viene quieran enderezar su vida, sellando
el que es más poderoso que yo, al que no soy digno de soltarle los cordones de su su compromiso con un rito visible.
zapato; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Yo no soy digno de desatarle ...el[12]
En ese tiempo, el que
3,17 Tiene en la mano la pala para limpiar el trigo en su era y recogerlo después en su Comentario: Jesús no
granero. Pero la paja, la quemará en el fuego que no se apaga.» necesitaba convertirse, ni recibir el
3,18 Y con muchas otras palabras anunció la Buena Nueva al pueblo, bautismo de Juan. Pero, siendo el
Salvador, quiere empezar por
3,19 hasta que Herodes lo hizo encarcelar. Pues Ju an reprochaba a Herodes que estuviera mezclarse con sus hermanos
viviendo con la esposa de su hermano, y además todo el mal que había cometido. pecadores que buscan el camino
3,20 Herodes no dudó en hacer tomar preso a Juan; con lo que añadió otro crimen a todos del perdón. Jesús, al recibir el
bautismo de Juan, afirma que su
los anteriores. camino es el bueno: buscar la
justicia y reformar su propia vida.
Jesús
Jesús es
es bautizado
bautizado porpor Juan
Juan Hacía siglos que no se veían... [13]
profetas: Dios parecía callar y los
(Mt 3,13; Mc 1,9; Jn 1,29) Comentario: A continuación,
Lucas pone una lista de los
3,21 +
Un día, con el pueblo que venía a bautizarse, se bautizó también Jesús. Y, mien tras antepasados de Jesús, muy
diferente de la que dio Mateo (Mt
estaba orando, se abrieron los cielos; 1,1). Por una parte, no se conforma
3,22 el Espíritu Santo bajó sobre él y se manifestó exteriormente con una aparición como de con remontar hasta Abraham, sino
paloma. Y del cielo llegó una voz: «Tú eres mi Hijo, el Amado; tú eres mi Elegido.» que pone también la nómina
+ legendaria de los antepasados de
3,23 Cuando comenzó Jesús, tenía unos treinta años. Para todos era el hijo de José, hijo de Abraham hasta el primer hombre,
Helí, como para recordar que Jesús
... [14]
viene a salvar a toda la humanidad,
sumida en el pecado desde la
3,24 hijo de Mata, hijo de Leví, hijo de Melquí, hijo de Janaí, hijo de José, Comentario: LA TENTACION.
3,25 hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahum, hijo de Eslí, hijo de Nagaí, En la historia común, digamos, en
3,26 hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semeí, hijo de José, hijo de Judá, la historia profana, intervienen
solamente los hombres y se
3,27 hijo de Joanan, hijo de Resí, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Nerib, enfrentan con otros hombres. La
3,28 hijo de Melquií, hijo de Adí, hijo de Koram, hijo de Elmada; hijo de Er, historia sagrada contempla las
3,29 hijo de Jesús, hijo de Eliecer, hijo de Jarim, hijo de Matat, cosas con otro enfoque: el plan de
3,30 hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, Dios se va realizando, trabado por
las empresas subversivas del
3,31 hijo de Melea, hijo de Mená, hijo de Matatá, hijo de Natán, espíritu malo, y los hombres son
3,32 hijo de David, hijo de Jesé, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salomón, hijo de llamados a participar en esta lucha
Najasón, que sobrepasa sus propios
proyectos. Por esta razón, Jesús
3,33 hijo de Aminadab, hijo de Admín, hijo de Arní, hijo de Esrón, hijo de Farés, hijo de Judá, debía enfrentarse con el espíritu
3,34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Tera, hijo de Najor, malo.
3,35 hijo de Seruc, hijo de Ragan, hijo de Falec, hijo de Eber, hijo de Sala, Recordemos que tentar y probar
tienen el mismo sentido. Nosotros
3,36 hijo de Cainam, hijo de Arfaxad, hijo de Sern, hijo de Noé, hijo de Lamec, hablamos de ‘Tentación’ cuando
3,37 hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Malaleel, hijo de Cainam, sentimos la presión de nuestros
3,38 hijo de Enos, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios. malos instintos o cuando nos
vemos arrastrados al mal por las
circunstancias. Jesús no tenía
Tentación
Tentación dede Jesús
Jesús en
en el
el desierto
desierto nuestros malos instintos, pero el
(Mt.4,1; Mc 1,12) Espíritu Santo lo indujo a probarse
a sí mismo en el desierto, y es ahí
+ donde sintió más fuerte la
4,1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió de las orillas del Jordán y se dejó guiar por el sugerencia del espíritu malo para
Espíritu a través del desierto, que se desviara de su misión (ver
4,2 donde estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. En todos esos día s no comió también Mt 4,1).
nada, y al fin tuvo hambre. Jesús, lleno del Espíritu Santo,
inició su ministerio sometiéndose a
4,3 El diablo le dijo entonces: «Si eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta una prueba durísima: cuarenta ... días
[15]
en pan.» de soledad total y de ayuno. En ese
Comentario: Jesús vuelve a su
4,4 Pero Jesús le contestó: «Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan.» patria, junto con algunos
4,5 Después, el diablo lo llevó a un lugar más alto; en un instante le mostró todas las seguidores de Juan que pasan a ser
naciones del mundo, sus discípulos (Jn 1,35), y hace su
primer milagro en Caná (Jn 2,1).
4,6 y le dijo: «Te daré poder sobre estos pueblos y te entregaré sus riquezas, porque me Este prodigio da la partida a su
han sido entregadas y las doy a quien quiero. ministerio. Desde Cafarnaúm,
4,7 Todo será tuyo si te arrodillas delante de mí.» donde vive en casa de Simón y
Andrés, junto a los pescadores del
4,8 Pero Jesús le replicó: «La Escritura dice: Adorarás al Señor, tu Dios, y a El solo servirás.» lago, empieza a predicar en las
4,9 Entonces, lo llevó el diablo a Jerusalén, lo puso sobre la parte más alta del Templo y le sinagogas de Galilea (Mc 1,35), y
dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí para abajo; su palabra impacta a la gente
4,10 porque dice la Escritura: Dios ordenará a sus ángeles que te protejan. porque actúa con ‘el poder del
Espíritu’, es decir, que habla con
4,11 Ellos te llevarán en sus manos para que no tropiecen tus pies en alguna piedra.» mucha autoridad, y sus milagros
4,12 Pero Jesús le replicó: «Dice la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios.» confirman sus palabras.
4,13 Habiendo agotado todas las formas de tentación, el dia blo se alejó de él, para volver
en el momento oportuno. Comentario: Enseñaba en las
sinagogas de los judíos.Jesús no
empieza predicando a las
En
En Nazaret
Nazaret Jesús
Jesús proclama
proclama su
su misión
misión muchedumbres que todavía no
(Mt 13,53) saben de él, sino que, durante
meses, se da a conocer en las
4,14 +
Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu, y su fama corrió por toda la región. sinagogas.
En Israel, no había más que un
4,15 Enseñaba en las sinagogas de los judíos y todos lo alababan. Templo, el de Jerusalén, en que los
+
4,16 Llegó a Nazaret, donde se había criado, y, según acostumbraba, fue el sábado a la sacerdotes ofrecían los sacrificios.
sinagoga. Cuando se levantó para hacer la lectura, Pero, en todo lugar donde podían
reunirse por lo menos diez
4,17 le pasaron el libro del profeta Isaías; desenrolló el libro y halló el pasaje en que se lee: hombres, había una sinagoga. Allí,
4,18 El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para traer Buenas Nuevas a los cada sábado, se celebraba un
pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver. A servicio litúrgico, a cargo de los
despedir libres a los oprimidos miembros de la comunidad. Era
fácil participar en las lecturas y sus
4,19 y a proclamar el año de la gracia del Señor. comentarios y, por esto, Jesús se
4,20 Jesús, entonces, enrolla el libro, ol devuelve al ayudante y se sienta. Y todos los da a conocer participando en los
presentes tenían los ojos fijos en él. oficios del sábado en las sinagogas
de su provincia, Galilea.
4,21 Empezó a decirles: «Hoy se cumplen estas profecías que acaban de escuchar.» Después de algún tiempo, siendo
ya famoso, Jesús pasa por Nazaret
... [16]
y lo reciben mal. En el presente
relato, Lucas muestra a la vez por
4,22 Todos lo aprobaban, muy admirados de esta proclamación de la gracia de Dios. Sin Comentario: Ver el comentario
embargo, se preguntaban extrañados: «¿No es éste el hijo de José?» de Mc 1,21.
4,23 Y él les contestó: «Seguramente ustedes me van a recordar el dicho: «Médico, sánate ¿Por qué Jesús ordena al demonio
que calle? Lo mismo vemos en
a ti mismo. Haz aquí, en tu patria, lo que nos cuentan que hiciste en Cafarnaúm.» 4,41. Jesús no quiere que la gente
4,24 Jesús añadió: «Ningún profeta es bien recibido en su patria. hable de él como del Cristo, o el
4,25 Créanme que había más de una viuda en Israel en los tiempos de Elías, cuando Mesías, o el Santo de Dios (todas
durante tres años y medio el cielo no dio lluvia, y un hambre grande asoló a todo el estas palabras tienen el mismo
sentido de salvador ungido por
país. Dios). Pues él no se identifica con
4,26 Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en el salvador que espera el pueblo. Y
Sarepta en tierras de Sidón. si los demonios lo proclaman, ¿no
será para sembrar la confusión y
4,27 Había también más de un leproso en Israel en tiempos del profeta Eliseo; con todo, hundirlo en su propia fama? ¿Y
ninguno de ellos fue sanado, sino Naarnán, el sirio.» cómo Jesús no sentiría asco de esas
4,28 Al oír estas palabras, todos en la sinagoga se indignaron. alabanzas cuando vienen del
espíritu impuro?
4,29 Se levantaron y lo arrastraron fuera de la ciudad, llevándolo hasta un barranco del
cerro en el que está construida la ciudad, para arrojarlo desde ahí. Comentario: Jesús es el modelo
del misionero. Apenas consiguió
4,30 Pero él, pasando en medio de ellos, siguió su camino. reunir algunos creyentes, éstos
quieren guardarlo, ya sea porque
Con
Con el
el poder
poder del
del Espíritu
Espíritu han encontrado a un profeta
(Mc 1,23; Mt 4,24; 8,14) verdadero, o para que él les dé más
formación, o para tener, bajo su
guía, una verdadera comunidad.
4,31 Jesús bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea. Ahí estuvo enseñando los días sábados, Pero Jesús deja a otros la tarea de
4,32 y todos se admiraban de su modo de enseñar, porque hablaba con autoridad. pastor (en el sentido de guía de una
4,33 +
En la sinagoga había un hombre endemoniado que se puso a gritar: comunidad determinada), porque
tiene presentes a muchos más, que
4,34 «¿Qué quieres, Jesús nazareno? ¿Has venido a derrocarnos? Yo sé quién eres: el Santo todavía esperan el Evangelio.
de Dios.»
Comentario: APOSTOLES.
4,35 Pero Jesús amenazó al demonio y le ordenó: «Cállate y sal de este hombre.» El Lucas expone aquí con más
demonio salió del hombre, lanzándolo al suelo, pero sin hacerle ningún daño. detalles lo que ya encontramos en
4,36 Y todos comentaban, muy impresionados: «¡Qué mo do de hablar! ¿Con qué poder Marcos (Mc 1,16). Jesús se hace el
invitado en la barca de Pedro, que
manda a los demonios y los hace salir?» no se niega a prestarle este
4,37 Y su fama se propagaba por todas partes en la región. servicio. Pero Jesús necesita más:
4,38 Jesús salió de la sinagoga y entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía por muchos que sean los que le
mucha fiebre, y le rogaron por ella. echan una mano, busca hombres
que se entreguen totalmente a su
4,39 Jesús se inclinó hacia ella y con tono dominante mandó a la fiebre, y ésta trabajo. Oyentes tiene muchos, le
desapareció. Al instante se levantó, y se puso a atenderlos. hacen falta apóstoles.
4,40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversos males se los traían; él les Los milagros de Jesús son otra
manera suya de enseñar. El
imponía las manos a cada uno y los sanaba. presente milagro aclara lo que será
4,41 Tam bién hizo salir demonios de varias personas. Esos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.» para los apóstoles de todos los
Pero él, en tono amenazador, les impedía hablar, porque sabían que él era el Cristo. tiempos «pescar hombres». Echen
+ las redes: Pedro obedece a pesar
4,42 Cuando amaneció, salió Jesús y se fue a un lugar solitario. La gente se puso a de que no hay ninguna esperanza
buscarlo y llegaron hasta el lugar donde estaba. Le insistían para que no se fuera de su de sacar algo. Y de igual modo, los
pueblo. apóstoles actuarán y hablarán,
confiados no en sus capacidades,
4,43 Pero él les dijo: «Debo anunciar también a las otras ciudades la Buena Nueva del sino en la orden de Jesús. Las
Reino de Dios, porque para eso fui enviado.» redes estaban a punto de
4,44 E iba predicando en las sinagogas de Judea. romperse: optimismo y certeza del
éxito. Serán pescadores de
hombres: para unir a los hombres
La
La pesca
pesca milagrosa
milagrosa divididos por el pecado, para
(Mt 4,18; Mc 1,16) reunir a los dispersos hijos de Dios
en la única Iglesia de Cristo.
+ Aléjate de mí porque soy un
5,1 Cierto día era mucha la gente que se apretaba junto a él para escuchar la palabra pecador.Es el temor del hombre
de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. que descubre que Dios penetró en
5,2 Vio dos barcas amarradas al borde del lago. Los pescadores habían bajado y lavaban su vida íntima: es un primer acto
las redes. de fe en la persona divina de Jesús.
El, sin embargo, emplea pecadores
5,3 Subió a una de las barcas, que era la de Simón, y le pidió a éste que se apartara un para salvar a pecadores.
poco de la orilla; luego se sentó en la barca y empezó a enseñar a la multitud. Abandonándolo todo lo siguieron.
5,4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Lleva la barca a la parte más honda y echa No era mucho lo que tenían, pero
sí toda su vida: trabajo, familia,
las redes para pescar.» etc.
Apóstol significa enviado. Cristo
... [17]
es el que escoge a sus apóstoles y
los envía en su nombre. Pero,
5,5 Simón respondió: «Maestro, hemos trabajado toda la noche sin pescar nada, pero, si tú
lo mandas, echaré las redes.»
5,6 Así lo hicieron, y pescaron tantos peces que las redes estaban por romperse.
5,7 Pidieron por señas a sus compañeros que estaban en la otra barca que vinieran a
ayudarlos; llegaron, pues, y llenaron tanto las dos barcas, que por poco se hundían.
5,8 Al ver esto, Simón Pedro se arrodilló ante Jesús, diciendo: «Señor, apártate de mí,
porque: soy un pecador.»
5,9 Pues tanto él como sus ayudan tes estaban muy asustados por la pesca que acababan
de hacer.
5,10 Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de hoy en adelante serás pescador de hombres. »
5,11 Entonces llevaron sus barcas a tierra, lo dejaron todo, y siguieron a Jesús.

El
El leproso
leproso sanado
sanado
(Mc 1,40; Mt 8,2)
Comentario: Ver comentario de
+
5,12 Estando Jesús en una de esas ciudades, se presentó un hombre cubierto de lepra. Mc 1,40.
Lleva la ofrenda tal como lo
Apenas vio a Jesús, se postró con la cara en tierra y le hizo esta súplica: «Señor, si mandó Moisés. La misma ley que
quieres puedes limpiarme.» exigía la relegación del hombre
5,13 Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda limpio.» enfermo de lepra (Ley 13,45),
+ preveía que, en caso de sanar el
5,14 Al instante sanó de la lepra. Pero Jesús le mandó que no lo dijera a nadie: «Anda más leproso; sería reintegrado después
bien a presentarte al sacerdote, y lleva la ofrenda tal como lo mandó Moisés cuando de examinado por los sacerdotes.
un leproso sana. Así comprobarán lo sucedido.» Siendo considerada la lepra castigo
5,15 +
Su fama crecía más y más y muchas personas acudían a oírlo, y para que los sanara de Dios, la sanación significaba
como que Dios había perdonado al
de sus enfermedades. leproso, y él debía agradecérselo
+
5,16 Pero él buscaba siempre lugares tranquilos y allí se ponía a orar. con un sacrificio.
Comentario: Allí se ponía a
El
El paralítico
paralítico orar. Lucas nos habla una vez más
(Mc 2,1; Mt 9,1) de la oración de Jesús, como en
3,21; 6,12; 9,28... No se retiraba
+ solamente para estar tranquilo,
5,17 Un día en que Jesús estaba enseñando, se sentaron entre los oyentes unos fariseos y sino porque, en cada momento, la
maestros de la Ley que habían venido de toda la provincia de Galilea; y también de oración se le imponía como una
Judea y Jerusalén. El poder del Señor se manifestaba ante ellos realizando curaciones. necesidad.
5,18 En este momento llegaron unos hombres que traían en su camilla a un enfermo Comentario: Ver comentario de
paralítico. Buscaban cómo entrar en la casa y colocarlo delante de Jesús, Mc 2,1.
Había unos fariseos y maestros de
5,19 pero era tanta la gente que no sabían por dónde entrar. Subieron al tejado, quitaron la Ley. Los fariseos y los maestros
tejas y bajaron al enfermo en su camilla en medio de la gente, frente a Jesús. de la Ley todavía no estaban en
5,20 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: «Amigo, tus pecados te son perdonados.» contra de Jesús, pero, siendo
hombres de mayor formación
5,21 De inmediato los maestros de la Ley y los fariseos se ofendieron y pensaron: «¿Cóm o religiosa, eran los que debían
este hombre puede hablar en forma tan escandalosa? ¿Quién puede perdonar los preguntarse primeros sobre las
pecados sino sólo Dios?» pretensiones religiosas de Jesús:
5,22 Pero Jesús se dio cuenta de sus pensamientos y les hizo esta pregunta: ¿era solamente un buen creyente,
respetuoso de la Ley de Dios, o
5,23 «¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil decir: Tus pecados son perdonados, o: bien actuaba como promotor de
Levántate y anda? una nueva religión? Jesús
5,24 Sepan, pues, que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los aprovechó su presencia para
mostrar que él no era un discípulo
pecados.» más de Moisés y de los profetas,
Entonces Jesús dijo al paralítico: sino el maestro de todos ellos.
«Te lo ordeno, levántate, toma tu camilla y vuélvete a tu casa.» Es fácil comprender el escándalo
de los maestros de la Ley. ¿Cómo
5,25 Y en el mismo instante, se levantó el hombre a la vista de todos, tomó la camilla en que ese hombre sin estudios ni título
estaba tendido y se fue dando gloria a Dios. podía hacerles frente y dárselas de
5,26 Todos quedaron atónitos y alabaron a Dios. El temor de Dios estaba en todos, pues maestro? Ellos deseaban la venida
decían: «Hoy hemos visto cosas increíbles.» de un Dios que confirmara su
enseñanza y reconociera sus
propios méritos. Pero Jesús se
Leví
Leví sigue
sigue a
a Jesús.
Jesús. «He
«He venido
venido para
para llamar
llamar a
a los
los pecadores»
pecadores» había ubicado entre esa gente
(Mc 2,13; Mt 9,9) común a la que ellos miraban en
menos, y no hacía mayor caso de
su autoridad. No pudiendo creer,
solamente les quedaba oponerse.
+
5,27 Al salir, Jesús vio a un cobrador de impuestos llamado Leví, sentado en su puesto Comentario: Ver el comentario
donde cobraba. Jesús le dijo: «Sígueme», de Mc 2,13.
Los sucesos que se narran en este
5,28 y Leví, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. capítulo muestran cómo Jesús se
5,29 Después Leví le ofreció un gran banquete en su cas a y con ellos se sentaron en la ubica en la sociedad y con quién se
mesa un gran número de cobradores de impuestos y de toda clase de personas. relaciona: un grupito de pescadores
serán los responsables de su nueva
5,30 Los fariseos y los maestros de la Ley criticaban y decían a los discípulos de Jesús: «¿Por
religión; lo buscan leprosos y
qué ustedes comen y beben con los cobradores de impuestos y con personas malas?» enfermos; llama a gente que, como
5,31 Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: «No son las personas sanas las que necesitan Leví, pertenecen a un ambiente
médico, sino las enfermas. desprestigiado.
5,32 He venido, no para llamar a los buenos, sino para invitar a los pecadores a que se Comentario: Aquí vienen dos
arrepientan.» conflictos de Jesús con la gente
5,33 Ellos le dijeron también : «Los discípulos de Juan ayunan a menudo y hacen oraciones, religiosa de su tiempo, a propósito
del sábado.
lo mismo que los discípulos de los fariseos, y los tuyos ¿por qué comen y beben?» Ver el comentario de Mc 3,1.
5,34 Jesús les respondió: «¿Pueden ustedes obligar a los compañeros del novio a que No olvidemos que la palabra
ayunen, mientras el novio está con ellos? sábado significa descanso. Dios
había pedido santificar un día cada
5,35 Llegará el momento en que el novio les será quitado, entonces ayunarán.» semana, no primeramente con
5,36 Y les dijo además esta comparación: «Nadie saca un pedazo de un vestido nuevo tener asambleas religiosas, sino
para remendar uno viejo. Porque de ese modo el nuevo queda roto y el pedazo nuevo con dar a todos el descanso (Ex
no le vendrá al vestido viejo. 20,10). Pues la gloria de Dios está
antes que nada en que el hombre
5,37 Nadie echa tampoco vino nuevo en vasijas viejas; porque, de lo contrario, el vino no pase a ser esclavo de su
nuevo romperá las vasijas, y así se derramará el vino y se perderán las vasijas. subsistencia diaria o de su trabajo.
5,38 El vino nuevo, hay que ponerlo en vasijas nuevas. En el primer caso, Jesús no discute
con los fariseos que llaman trabajo
5,39 Y nadie, después de haber bebido vino añejo, quiere del nuevo, porque dice: Es mejor el solo hecho de arrancar algunas
el añejo.» espigas y restregarlas. Primero
recuerda que los grandes
creyentes, como David, pasaron a
El
El hijo
hijo del
del Hombre
Hombre es
es dueño
dueño del
del sábado
sábado veces encima de las leyes. Luego,
(Mc 2,23; Mt 12,1; Mc 3,1) añade: el Hijo del Hombre tiene
autoridad sobre el sábado. Pero,
+
6,1 Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban entre los judíos, nadie, ni siquiera
el Sumo Sacerdote, podía
espigas, las restregaban con sus manos y se las comían. dispensar de la observancia del
6,2 Al verlo, algunos fariseos les dijeron: «¿Por qué hacen ustedes lo que no está permitido sábado. Con esto los deja
hacer en día sábado?» desconcertados: ¿Quién pretende
ser Jesús?
6,3 Jesús les respondió: «¿Ustedes no han leído lo que hizo David, cuando tuvo hambre, él En el segundo caso, Jesús podía
y sus compañeros? decir al hombre: «¿Por qué me
6,4 Pues que entró en la Casa de Dios, tomó los panes benditos, comió de ellos y les dio a pides un trabajo prohibido en día
sus compañeros. A pesar de que sólo los sacerdotes podían comer de ese pan.» sábado? Vuelve mañana que te
sanaré.» Pero Jesús prefiere un
6,5 Y les decía: «El Hijo del Hombre tiene autoridad sobre el sábado.» enfrentamiento. Es que el
6,6 Pues bien, otro sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había ahí un hombre Evangelio significa una liberación
que tenía paralizada la mano derecha. y el hombre llega a ser libre... [18]
cuando reconoce que no hay
6,7 Los maestros de la Ley y los fariseos espiaban a Jesús para comprobar si hacía Comentario: Jesús lleva en su
sanaciones en día sábado y; en ese caso, acusarlo. oración a los que más quiere.
Mientras no haya resucitado, su
6,8 Pero Jesús conocía sus pensamientos. Dijo, pues, al hombre que tenía la mano pensamiento no puede abarcar a
paralizada: «Levántate y ponte en medio de esa gente:» Este se levantó y permaneció todos, sino que concentra su
de pie. atención en aquellos que conviven
con él y que serán sus apóstoles.
6,9 Entonces Jesús les dijo: «A ustedes les pregunto: ¿está permitido en día sábado hacerle Todo el éxito de su obra depende
bien a uno o dejarlo con su mal, salvar una vida o dejarla morir?» de ellos. En ellos se apoyará la fe
6,10 Paseando entonces su mirada sobre todos ellos, dijo al hombre: «Extiende la mano.» Lo de los demás. Jesús no quiere que
hizo y su mano quedó sana. su designación sea cosa de él:
antes de llamarlos, desea haber
6,11 Pero ellos, furiosos, se consultaban qué podrían hacer en contra de Jesús. adquirido mediante la oración la
certeza de que ésta es la voluntad
Jesús
Jesús elige
elige aa los
los Doce
Doce del Padre (He 1,24). Por el solo
hecho de que los eligió Cristo y les
(Mc 3,13; Mt 10,1) encargó su Iglesia, van a ser
tentados de mil maneras (Lc
+
6,12 En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. 22,31). Por eso Jesús los quiere
6,13 Al llegar el día, llamó a sus discípulos y de ellos escogió a doce, a los que llamó asegurar con la fuerza de su
oración (Jn 17,9). En víspera de su
apóstoles: muerte su consuelo será que no se
haya perdido ninguno de los que el
Padre le dio(Jn, 17,12). ... [19]
6,14 Simón, al que le puso por nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe,
Comentario: Ver el comentario
Bartolomé, de las Bienaventuranzas en Mt 5,1.
6,15 Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, En ese lugar Mateo las adapta para
6,16 Judas, hermano de San tiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. los integrantes de la Iglesia de su
tiempo. Lucas, en cambio, las pone
aquí tales como Jesús las proclamó
El
El discurso
discurso en
en el
el monte
monte al pueblo de Galilea. Las
(Mt 5-6-7) Bienaventuranzas fueron, en boca
de Jesús, un llamado y una
+ esperanza dirigidos a los olvidados
6,17 Bajando con ellos, Jesús se detuvo en un llano. Con él estaba un grupo impresionante de este mundo y, para empezar, a
de discípulos suyos y un pueblo numeroso procedente de toda Judea y de Jerusalén, los pobres de su pueblo, herederos
como también de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y para que los de las promesas de Dios a los
sanara de sus enfermedades. profetas.
El Evangelio trae un vuelco de las
6,18 Sanaba también a los atormentados por espíritus malos, situaciones presentes, como en el
6,19 y toda esta gente trataba de tocarlo porque de él salía una fuerza que los sanaba a canto de María (1,51-53). Dios
todos. quiere en adelante mostrar su ... [20]
misericordia, especialmente con
6,20 El, entonces, levantó los ojos hacia sus discípulos, y dijo: Comentario:
«Felices los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Aquí Lucas presenta solamente
algunas de las palabras de Jesús
6,21 Felices ustedes que ahora tienen hambre, por que serán satisfechos. que Mateo reúne en los capítulos
Felices ustedes que lloran, porque reirán. 5-7 de su Evangelio, y que hemos
6,22 Felices ustedes si los hombres los odian, los expulsan, los insultan y los consideran unos comentado.
Algunos se sienten defraudados al
delincuentes a causa del Hijo del Hombre. ver que Jesús habla de cambiar
6,23 En ese momento alégrense y llénense de gozo, porque les espera una recompensa nuestra vida y no de reformar la
grande en el cielo. Por lo demás, ésa es la manera como trataron también a los sociedad. Y piensan que esto se
profetas en tiempos de sus padres. debe a la cultura de aquel tiempo
en que los hombres no pensaban
6,24 Pero, ¡pobres de ustedes, los ricos, porque ustedes tienen ya su consuelo! todavía en un cambio de las
6,25 ¡Pobres de ustedes que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre! estructuras sociales injustas. En
¡Pobres de ustedes que ahora ríen, porque van a llorar de pena!. realidad, Jesús va a lo esencial. La
raíz del mal está en las personas.
6,26 ¡Pobres de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma Bien es cierto que las estructuras
manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados! malas impiden que los hombres ... [21]
vivan y crezcan. Pero también se
Comentario: Aquí, como en Mt
El
El amor
amor a a lo
loss enemigos
enemigos 5,43, Jesús no se refiere
(Mt 5,40) principalmente a los rencores y
amistades personales. Más bien
+ nos habla de las oposiciones de
6,27 Pero yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a tipo social, político o religioso:
los que los odian, uno hace la distinción entre los que
6,28 bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. son de su grupo o de su partido, y
los que son del partido opuesto.
6,29 Al que te golpea en una mejilla, preséntale la otra. Al que te arrebata el manto, Los hombres acostumbran
entrégale también el vestido. ayudarse, respetarse y ser buenos
6,30 Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames. dentro del grupo; y se niegan a
6,31 Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes. apoyar a los del otro grupo, sin
+ examinar sus derechos: éstos son,
6,32 Porque si ustedes aman a los que los aman ¿qué mérito tienen? Hasta los malos aman para ellos, los malos y los
a los que los aman. pecadores.
6,33 Y si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué mérito tienen? También los pecadores Jesús nos invita a superar estas
diferencias: la persona es la ...
que[22]
obran así. cuenta y, en cuanto mi prójimo me
Comentario: Ver el comentario
6,34 Y si prestan algo a los que les pueden retribuir, ¿qué mérito tienen? También los
de Mt 7,1. Nuestra perfección está
pecadores prestan a pecadores para recibir de ellos igual trato. en imitar al Padre. Su manera de
+
6,35 Por el contrario, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar algo en ser Dios es la misericordia, o sea,
cambio. Entonces la recompensa será grande y serán hijos del Altísimo, que es bueno la capacidad de conmoverse ante la
pobreza y la angustia de sus
con los ingratos y los pecadores. criaturas, para colmarlas de lo que
6,36 Sean compasivos, como es compasivo el Padre de ustedes. él puede comunicarles. A esta
6,37 No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y misericordia se opone la actitud
serán perdonados. del que se hace juez de sus
hermanos.
6,38 Den, y se les dará; recibirán una medida bien llena, apretada y rebosante; porque, ¿Puede un ciego guiar a otro?
con la medida que ustedes midan; serán medidos.» Nuestro orgullo se satisface
6,39 Les dijo además esta comparación: cuando podemos compararnos con
los demás; y, para que la
¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán juntos en el hoyo? comparación nos favorezca,
empezamos por criticarlos y
condenarlos. Jesús nos invita...a [23]
mirar más bien a nuestras fallas; la
6,40 Pues el discípulo no es superior a su maestro; si se deja guiar, se parecerá a su
maestro.
6,41 ¿Y por qué te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo si no eres consciente de
la viga que tienes en el tuyo?
6,42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja que te saque la pelusa que tienes
en el ojo, siendo que tú no ves la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu Comentario:
propio ojo, y entonces verás con claridad y podrás sacar la pelusa del ojo de tu No hay árbol bueno.Estas
sentencias ya se comentaron en Mt
hermano. 7,15. Pero aquí Lucas les da un
+
6,43 No hay árbol bueno que dé una fruta mala, y el árbol que no es sano tampoco dará sentido diferente, pues las refiere a
fruta buena. la conciencia limpia. Es necesario
purificar nuestra mente y nuestro
6,44 Además, todo árbol se reconoce por su fruto. No se sacan higos de los espinos, ni de espíritu para que luego, este árbol
las zarzas se sacan uvas. bueno pueda producir frutos
6,45 El hombre bueno saca cosas buenas del tesoro que tiene adentro, y el que es malo, buenos, o sea, palabras y actos de
justicia y de bondad.
de su fondo malo saca cosas malas; porque su boca habla de lo que abunda en el
corazón.
Comentario: EL PODER DE
6,46 ¿Porqué me llaman Señor, Señor, y no hacen lo que yo digo? DIOS
6,47 Les voy a decir a quién se parece el que viene a escuchar mis palabras y las practica. Este capitán del ejército extranjero
6,48 Se parece a un hombre que, al construir su casa, cavó bien profundamente y puso los había sabido ganarse el aprecio de
cimientos sobre la roca. Vino una inundación y la corriente se precipitó sobre su casa, los judíos. Lo grande no era que
hubiera dado un aporte para la
pero no pudo removerla porque estaba bien construida. construcción de la Sinagoga, sino
6,49 Por el contrario, el que escucha mi palabra, pero no la practica, se parece a un que ellos lo hubieran aceptado de
hombre que construye sobre tierra, sin cimientos. La corriente se precipitó sobre ella y él. Este hombre, seguramente, era
bueno. Pero conocía demasiado
en seguida se desmoronó, siendo grande el desastre de esa casa.» bien los prejuicios de los judíos
para atreverse a ir personalmente a
La
La fe
fe de
de un
un pagano
pagano ese Jesús del que todos hablaban.
(Mc 8,5; Jn 4,46) Pues, ¿hasta qué punto Jesús
compartiría el orgullo de sus
compatriotas? ¿Respondería al
+
7,1 Cuando terminó de dirigir estas palabras al pueblo, Jesús entró en Cafarnaúm. llamado de un militar romano? Por
7,2 Había un capitán que tenía un sirviente enfermo y a punto de morir, a quien quería eso le envía a sus amigos judíos.
Luego el hombre se pone inquieto:
mucho. Jesús, ¿aceptará ir a casa de un
7,3 Habiendo oído hablar de Jesús, le envió algunos judíos importantes, para rogarle que pagano y «mancharse con
fuera a sanar a su servidor. impuros»? (Mt 7,14). Por eso el
capitán da otro paso: que Jesús no
7,4 Al llegar donde estaba Jesús, le supli caban insistentemente, diciéndole: «Este hombre baje a su casa. Los demás
merece que le hagas este favor, enfermos exigen ser tocados por el
7,5 pues ama nuestro pueblo y nos edificó una sinagoga.» Maestro, pensando que tiene algún
7,6 Jesús se pu so en camino con ellos, y no estaban muy lejos de la casa, cuando el poder de curandero; él, en cambio,
ha comprendido que Jesús tiene el
capitán envió a unos amigos para que le dijeran: «Señor, no te molestes más, porque mismo poder de Dios y no es
soy bien poca cosa para que entres a mi casa; necesario que venga hasta el
7,7 por eso, ni siquiera me atreví a ir donde ti. Pero di una palabra solamente y mi sirviente enfermo: no le será, pues, más
difícil dar una orden, desde lejos, a
sanará. la vida que se escurre.
7,8 Yo mis mo, aunque soy un subalterno, tengo autoridad sobre mis soldados y, cuando le
ordeno a uno que vaya, va, y si le digo a otro que venga, viene, y si digo a mi sirviente Comentario: Nadie, nunca, ha
que haga algo; lo hace.» atribuido a hombre alguno poder
7,9 Al oír estas palabras, Jesús quedó admirado, y, volviéndose hacia el pueblo que lo sobre la muerte. Sólo Jesús vence a
la muerte, y ¡qué sencillez en la
seguía, dijo: «Les declaro que ni siquiera en Israel he hallado una fe tan grande.» manera de hacerlo! La madre
7,10 Y, cuando los enviados volvieron, encontraron al . servidor en perfecta salud. representa a la humanidad que
lleva su condición dolorosa.
Jesús
Jesús resucita
resucita al
al hijo
hijo de
de una
una viuda
viuda «Sufrirás por tus hijos», así se dijo
después del primer pecado. La
humanidad no puede sino
+
7,11 Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Naím y con él iban sus discípulos y acompañar a sus muertos. Entierra
un pueblo numeroso. llorando a sus jóvenes, pero es ella
quien los sigue matando. Los mata
7,12 Pues bien, cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar a un hijo con las guerras. Los mata cuando
único cuya madre era viuda. Una buena parte de la población seguía el funeral. agota los recursos de la tierra, que
7,13 Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: «No llores.» deberían servir para prepararles un
7,14 Después se acercó hasta tocar la camilla. Los que la llevaban se detuvieron. Dijo Jesús porvenir mejor. Los mata
espiritualmente al no enseñarles el
entonces: «Joven, te lo mando: levántate.» amor y la entrega de sí, y al
7,15 Y el muerto se sentó y se puso a hablar. Y Jesús se lo devolvió a su madre. destruir sus ideales más generosos.
7,16 El temor de Dios se apoderó de todos, y lo alabaron con estas palabras: «Es un gran Comentario: LOS QUE
profeta el que nos ha llegado; Dios ha visitado a su pueblo.» DUDAN
7,17 Y por toda la Judea y por las regiones vecinas, contaban lo que Jesús había hecho. Juan Bautista había proclamado la
inminente llegada del Juicio de
Dios. Pero Herodes había puesto a
Jesús
Jesús responde
responde a
a los
los enviados
enviados de
de Juan
Juan Bautista
Bautista Juan en la cárcel y nada había
(Mt 11,2) pasado. Juan presentaba a Jesús
como el Mesías esperado, pero
7,18 +
Los discípulos de Juan lo ponían al tanto de todo esto. El, llamando a dos de ellos, Jesús no revolucionaba el mundo,
y Juan, en la cárcel empezó a
7,19 los envió para que preguntaran al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que dudar. Tal vez sería más exacto
esperar a otro? entender su pregunta como una
7,20 Llegados donde Jesús, esos hombres le dijeron: «Juan Bautista nos manda decirte: invitación insistente: «Si tú eres el
que debe venir, ¿por qué tantas
«¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?» demoras?»
7,21 En ese momento Jesús sanaba a varias personas afligidas de enfermedades, de Los discípulos de Juan presencian
achaques, de espíritus malignos, y devolvía la vista a algunos ciegos. las curaciones; pero las curaciones
no son todo y Jesús añade: una
7,22 Jesús, pues, contestó a los mensajeros: «Vayan a contarle a Juan lo que han visto y buena nueva llega a los pobres.
oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son purificados, los sordos oyen, los Porque la evangelización
muertos resucitan, se anuncia la Buena Nueva a los pobres. verdadera es la que levanta la
esperanza y deja como frutos
7,23 Y además ¡feliz el que me encuentra y no se confunde conmigo!» personas renovadas.
+
7,24 Una vez que se fueron los enviados de Juan, Jesús se puso a decir a la gente, Los ciegos ven, los cojos andan...
refiriéndose a Juan: «¿Qué fueron a contemplar al desierto? ¿Una caña movida por el Los profetas anunciaban estas ... [24]
señales (Is 35,5) que eran
viento? Comentario: Una vez que se
7,25 ¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Pero los que se ponen trajes fueron los enviados de Juan. La
elegantes: y llevan una vida de placeres, están en los palacios de los reyes. mayoría de los discípulos de Juan
se quedaron con su maestro y no
7,26 Entonces, ¿qué fueron a ver? ¿un profeta? Eso sí, y les declaro que Juan es más que un reconocieron a Jesús. El no los
profeta, culpa, sino que elogia a Juan y se
7,27 pues se refiere a Juan esta profecía: mira que mando a mi mensajero delante de ti sitúa respecto a él.
Un profeta, y más que un profeta.
para que te prepare el camino. Jesús no se refiere a la santidad
7,28 Yo les aseguro que, entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan; sin personal de Juan. Entre los nacidos
embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más que él. de mujer no hay (Mateo dice: no se
ha presentado profeta) mayor que
7,29 Toda la gente que lo oyó, hasta los publicanos, reconocieron el llamado de Dios y Juan. Juan clausura el número de
recibieron el bautismo de Juan. los profetas del Antiguo
7,30 En cambio, los fariseos y los maestros de la Ley despreciaron el designio de Dios al no Testamento, siendo el que
introduce a los tiempos del Reino
hacerse bautizar por él. de Dios.
7,31 ¿Con quién puedo comparar a esta clase de hombres? ¿A quién se parecen? El más pequeño en el Reino es
7,32 Se parecen a esos niños que, sentados en la plaza, se quejan unos de otros: les mayor que él. En este sentido que
tocamos la flauta y ustedes no bailaron, les entonamos canciones tristes y no lloraron. los discípulos de Jesús han entrado
al Reino que Juan solamente
7,33 Lo mismo pasó con Juan Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y ustedes dijeron: anunció. Por santo que fuera Juan,
Está endemoniado. no se le dio el conocimiento de
7,34 Luego viene el Hijo del Hombre, que come y bebe, y ustedes dicen: Es un glotón y un Dios que resplandece en la persona
... [25]
de Jesús. Juan, el profeta austero,
borracho, amigo de publicanos y de personas malas. Comentario: LOS
7,35 Pero la Sabiduría de Dios fue la que dispuso estas cosas, y los suyos la reconocieron.» PECADORES
El fariseo Simón tenía algunos
principios religiosos claros y
El
El fariseo
fariseo yy la
la mujer
mujer pecadora
pecadora sencillos:
El mundo se divide entre buenos y
+ pecadores. Los buenos son los que
7,36 Un fariseo había invitado a Jesús a comer. Entró en casa del fariseo y se acostó en el cumplen; los pecadores son los que
sofá según la costumbre. cometen faltas notorias. Dios ama
7,37 En ese pueblo había una mujer conocida como pecadora. Esta, al enterarse de que a los buenos; Dios no quiere a los
Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, compró un vaso de perfume y, entrando, pecadores: Dios se aparta de los
pecadores. Simón es bueno; Simón
se puso de pie detrás de Jesús. se aparta de los pecadores. Jesús
7,38 Allí se puso a llorar junto a sus pies, los secó con sus cabellos, se los cubrió de besos y no se aparta de la pecadora; Jesús
se los ungió con el perfume. no se guía por el Espíritu de Dios.
Lo raro es que Dios no piensa
7,39 Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo interiormente: «Si este hombre fuera como Simón. Sólo él es bueno y,
profeta, sabría quién es y qué clase de mujer es la que lo toca: una pecadora.» por eso, no distingue entre buenos
7,40 Pero Jesús, tomando la palabra, le dijo: «Simón, tengo algo que decirte.» Simón y pecadores, sino que quiere
contestó: «Di, Maestro.» perdonar a todos. Dios no pesa en
una balanza nuestras acciones
7,41 «Un prestami sta tenía dos deudores, uno le debía quinientas monedas y el otro buenas y malas para ver cuál tiene
cincuenta. mayor peso: esto sería un juego de
niños. Dios sabe que el hombre... [26]
necesita tiempo para probar el bien
7,42 Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de los dos lo Comentario: Acerca de la
querrá más?» tremenda postergación de la mujer
en el tiempo de Jesús, ver
7,43 Contestó Simón: «Pienso que aquel a quien le perdonó más.» Jesús le dijo: «Juzgaste comentario de Mt 1,18. Ningún
bien.» maestro religioso habría
7,44 Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré a tu consentido hablar con una mujer:
casa no me ofreciste agua para los pies; mientras que ella los mojó con sus lágrimas, y ellas no entraban a las sinagogas.
Sin embargo, Jesús no hizo ni el
los secó con sus cabellos. menor caso de estos prejuicios
7,45 Tú no me besaste al llegar; pero ella, desde que entró, no ha dejado de cubrirme los universalmente aceptados. Varias
pies con sus besos. mujeres comprendieron las
palabras y la actitud de Jesús como
7,46 No me echaste aceite en la cabeza; ella, en cambio, derramó perfume en mis pies. un llamado a liberarse ellas
7,47 Por esto te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le quedan perdonados, por mismas. Incluso se integraron al
el mucho amor que demostró. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra grupo de sus íntimos, despreciando
los comentarios: Este es un
poco amor.» testimonio eminente acerca de la
7,48 Después dijo a la mujer: «Tus pecados te quedan perdonados.» libertad evangélica.
7,49 Los que estaban con él a la mesa comenzaron a preguntarse: ¡Hoy todavía, tantas mujeres
siguen sometidas a su esposo, le
«¿Quién es este hombre que ahora pretende perdonar los pecados?» piden permiso para participar en
7,50 Pero, de nuevo, Jesús habló a la mujer: «Tu fe te ha salvado; vete en paz.» una institución, lamentan no
responder a los llamados de la
Las
Las mujeres
mujeres que
que acompañaban
acompañaban a
a Jesús
Jesús Iglesia porque el esposo no se lo
permite! Es inútil hablar con ellas
de vida cristiana mientras no han
+
8,1 Jesús iba recorriendo ciudades y aldeas, predicando y anunciando la Buena Nueva dado el primer paso en el camino
del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce de su propia liberación, sin temor
al enojo del señor marido.
8,2 y también algunas mujeres a las que había sanado de espíritus malos o de María de Magdala (pueblo a
enfermedades: María, por sobrenombre Magdalena, de la que habían salido siete orillas del lago de Tiberíades)]:
demonios; estará al pie de la cruz junto con
María, esposa de Cleofás, madre
8,3 Juana, mujer de Cuza, administrador de Herodes; Susana, y varias otras que los de Santiago y de José. Estas dos,
atendían con sus propios recursos. junto con Juana, recibirán el
primer anuncio de la Resurrección
La
La comparació
comparaciónn del
del sembrador
sembrador (Lc 24,10).
(Mc 4,1; Mt 13,1)
Comentario: Ver el comentario
8,4 Estaban reunidas muchísimas personas que habían venido a verlo desde muchas de Mt 13,1-23.
Esto es lo que significa la
ciudades. Entonces empezó a hablarles por medio de comparaciones: comparación.Y la comparación
8,5 «El sembrador salió a sembrar. Y, mientras sembraba, una parte del grano cayó al ayuda a entender lo que sucede en
borde del camino, la pisotearon, y las aves del cielo se la comieron. torno a Jesús. Pues muchos se
entusiasmaron al comienzo y
8,6 Otra parte cayó sobre la roca y después que brotó, se secó por falta de humedad. después de un tiempo, se alejan.
8,7 Otra cayó entre espinos, los espinos al crecer la ahogar on. Solamente unos pocos perseveran
8,8 Otra cayó en tierra buena, creció y produjo el ciento por uno.» y se preguntan: ¿Cómo va a llegar
el Reino de Dios, si nadie se
Y, al terminar, Jesús clamaba: «El que tenga oídos para oír, oiga.» interesa?
+
8,9 Sus discípulos le preguntaron lo que quería decir esa comparación. El Evangelio ha recordado la
8,10 Jesús les contestó: «A ustedes se les concede conocer los misterios del Reino de Dios; explicación de Jesús referente a los
terrenos en que cae la semilla. Pero
los otros no tendrán más que comparaciones para que vean sin ver y oigan sin había mucho más que explicar. Y
comprender. primeramente los oyentes debían
8,11 Esto es lo que significa la comparación: La semilla es la Palabra de Dios. extrañarse de esta comparación del
Reino de Dios con algo que se
8,12 Los que están al borde del camino son los que han oído, pero después viene el diablo siembra. Pues a lo largo de la
y arranca la Palabra de su corazón, pues no quiere que crean y se salven. Historia Sagrada, se había
8,13 Los que están sobre la roca son los que, cuando oyen la Palabra, la acogen con sembrado abundantemente y lo que
alegría, pero no tienen raíz. No creen más que por un momento y fallan en la hora de esperaban los contemporáneos de
Jesús era una cosecha (ver Ap
la prueba. 14,15).
8,14 Lo que cayó entre espinos son los que han oído, pero, al pasar el tiempo, las Nosotros también, igual que los
preocupaciones, la riqueza y los placeres de la vida los ahogan, de suerte que no contemporáneos de Jesús,
queremos cosechar, o sea, gozar
llegan a madurar. los frutos del Reino de Dios, que
8,15 Y los que están en buena tierra son los que reciben la Palabra con un corazón noble y son la paz social, la justicia y la
generoso, la conservan y producen fruto por ser constantes. felicidad. Y muchos se extrañan de
8,16 Nadie enciende una lámpara para cubrirla con un envase o ponerla debajo de la que, veinte siglos después de
Cristo, los hombres sigan tan
cama. Por el contrario, la pone en un candelero, para que los que entren vean la luz. malos.
Pero, si bien ha llegado el Reino de
Dios y ya está en medio de ... [27]
nosotros, no por eso vamos a gozar
8,17 No hay nada escondido que no salga a la luz, ni nada tan secreto que no llegue a
conocerse claramente.
8,18 Por tanto, fíjense bien en la manera como escuchan. Porque, al que produce se le
dará, y al que no produce, se le quitará hasta lo que cree tener.»

Están
Están tu
tu madre
madre yy tus
tus hermanos
hermanos
(Mc 3,31; Mt 12,46)

+
8,19 Su madre y sus parientes querían verlo, pero no podían acercársele por el gentío que Comentario: Ver el comentario
había. de Mc 3,31.
8,20 Alguien dio a Jesús este recado: «Tu madre y tus hermanos, están afuera y quieren
verte.»
8,21 Pero Jesús respondió: «Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Pal abra de
Dios y la ponen por obra.»

La
La tempestad
tempestad calmada
calmada
(Mc 4,35; Mt 8,18)

8,22 Un día subió Jesús a una barca con sus discípulos. Les dijo: «Pasemos a la otra orilla del
lago.» Y ellos remaron mar adentro.
8,23 Mientras navegaban, Jesús se durmió. De repente, una tempestad se desencadenó
sobre el lago, y la barca se fue llenando de agua, a tal punto que peligraban.
8,24 Se acercaron a él y lo despertaron: «Maestro, Maestro, estamos perdidos.» Jesús se
levantó, y amenazó al viento y a las olas encrespadas; éstas se tran quilizaron y todo
quedó en calma.
8,25 Después les dijo:
«¿Dónde está la fe de ustedes?»
Los discípulos quedaron llenos de temor y de admiración y se decían entre ellos:
«¿Quién es éste que puede mandar a los vientos y las olas, y le obedecen?»

El
El endemoniado
endemoniado yy los
los cerdos
cerdos
(Mc 5,1; Mt 8,28)

8,26 Llegaron a la región de los gerasenos, que se halla al otro lado del lago, frente a la
Galilea.
8,27 Acababa de desembarcar, cuando de este pueblo vino a su encuentro un hombre
poseído de demonios. Desde hacía mucho tiempo no se vestía, no vivía en una casa,
sino en las tumbas.
8,28 Viendo a Jesús se puso a gritar, cayó a sus pies y dijo en voz alta: «¿Qué quieres
conmigo, Jesús, hijo del Dios Altísimo? Te lo ruego, no me atormentes.»
8,29 Es que Jesús había mandado al espíritu malo que saliera de ese hombre. Porque, en
diversas ocasiones, el espíritu se había apoderado de él y en esos momentos, por más
que lo ataran con cadenas y grillos, él rompía las ataduras y el demonio lo arrastraba
a lugares solitarios.
8,30 Jesús le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Y él contestó: «Multitud.» Porque muchos
demonios habían entrado en él,
8,31 y rogaban a Jesús que no les ordenara irse al abismo.
8,32 Había en ese lugar un buen número de cerdos comiendo en el cerro. Los demonios
suplicaron a Jesús que les permitiera entrar en los cerdos, y él se los permitió.
8,33 Salieron, pues, del hombre, entraron en los cerdos y, desde el acantilado, se
precipitaron al lago y se ahogaron.
8,34 Viendo lo que había pasado, los cuidadores huyeron llevando la noticia a la ciudad y
a los campos.
8,35 Luego la gente salió a ver qué había pasado. Al llegar cerca de Jesús, encontraron al
hombre del que habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en
su sano juicio.
8,36 Todos se asustaron, y los que habían sido testigos les contaron cómo el endemoniado
había sido sanado.
8,37 Entonces todo el pueblo del territorio de los gerasenos pidió a Jesús que se alejara de
ellos, porque un miedo muy fuerte se había apoderado de ellos.
Jesús subió a la barca para volver.
8,38 Entonces el hombre del que habían salido los demonios le rogaba que lo admitiera en
su compañía, pero Jesús lo despidió diciéndole:
8,39 «Vuélvete a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti.» Se fue, pues,
publicando en la ciudad entera todo lo que Jesús hizo por él.

Jesús
Jesús resucita
resucita aa la
la hija
hija de
de Jairo
Jairo
(Mc 5,21; Mt 9,18)

8,40 Cuando regresó Jesús, lo recibió una gran multitud, porque todos estaban
esperándolo.
8,41 En esto se presentó un hombre llamado Jairo, que era dirigente de la sinagoga.
Cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa,
8,42 porque tenía una hija única, de unos doce años, que se estaba muriendo.
Mientras Jesús caminaba a casa de Jairo, la gente lo apretaba casi hasta ahogarlo.
8,43 En ese momento, una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años se
acercó por detrás. H abía gastado en manos de los médicos todo lo que tenía y nadie
la había podido mejorar.
8,44 Tocó el fleco de la capa de Jesús y en el mismo instante se detuvo el derrame de
sangre.
8,45 Jesús preguntó: «¿Quién me ha tocado?» Como todos decían: «Yo no», Pedro expres ó:
«Maestro, es la multitud la que te aprieta y te oprime.»
8,46 Jesús replicó: «Alguien me tocó; yo sentí que una fuerza salía de mí.»
8,47 Al verse descubierta, la mujer se presentó muy temerosa y, echándose a sus pies,
contó delante de todos por qué razón ella lo había tocado y cómo había quedado
instantáneamente sana.
8,48 El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.»
8,49 Estaba todavía hablando, cuando alguien vino a decir al dirigente de la sinagoga:
«Murió tu hija; no molestes más al Maestro.»
8,50 Pero Jesús, que o l había oído, contestó: «No temas; basta que creas, y tu hija se
salvará.»
8,51 Cuando llegó a la casa, no dejó entrar a nadie con él, sino a Pedro, Juan y Santiago,
junto con el padre y la madre de la niña.
8,52 Los demás gritaban y se lamentaban junto con las lloronas. Jesús les dijo: «No lloren; la
niña no está muerta, sino que duerme.»
8,53 Pero ellos se burlaron de él porque sabían que estaba muerta.
8,54 Sin embargo, Jesús, tomándola de la mano, la llamó con estas palabras: «Niña,
levántate.»
8,55 Volvió a ella su espíritu, y en el mismo instante se levantó. Jesús ordenó que le dieran
de comer,
8,56 pues sus padres quedaban sobrecogidos de admiración, pero él les mandó que no le
dijeran a nadie lo que había pasado.

Jesús
Jesús envía
envía aa los
los Doce
Doce
(Mt 10,5; Mc 6,7)

9,1 Habiendo reunido a los Doce, Jesús les dio autoridad sobre todos los demonios y poder
para sanar las enfermedades.
9,2 Y los envió a anunciar el Reino de Dios y a hacer curaciones.
9,3 Les dijo: «No lleven nada para el camino, ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni plata, y tengan
un solo vestido.
9,4 Cuando los reciban en una casa, quédense ahí hasta que dejen ese lugar,
9,5 y si en alguna parte no los reciben, salgan de esa ciudad y sacudan el polvo de los Comentario: Ver el comentario
pies, como para acusarlos.» de Mc 6,34.
9,6 Partieron los Doce a recorrer los pueblos, predicando la Buena Nueva y haciendo Esta multiplicación del pan se
cuenta en los cuatro evangelios, lo
curaciones por todas partes donde pasaban. que se da solamente para pocos
9,7 Supo el rey Herodes todo lo que estaba pasando, y no sabía qué pensar, porque episodios del Evangelio. Además
algunos decían: «Es Juan que ha resucitado de entre los muertos», se narra otra en Mt 15,32 y Mc 8,1.
9,8 y otros: «Es Elías, que ha reaparecido», y otros: «Es alguno de los antiguos profetas que Posiblemente esta abundancia se
debe a que la multiplicación del
ha resucitado.» pan es uno de los milagros de
9,9 Pero Herodes pensó: «A Juan yo le hice cortar la cabeza. ¿Quién es entonces éste del Jesús que mejor demuestran su
cual me cuentan cosas tan raras?» Y tenía ganas de verlo. poder absoluto sobre las leyes de la
naturaleza (ver comentario de Mc
9,10 A su vuelta, los apóstoles contaron a Jesús todo lo que habían hecho. El los llevó 8,1).
consigo, en dirección a una ciudad llamada Betsaida, para estar a solas con ellos. Pero también recordemos que los
9,11 Pero la gente se dio cuenta y lo siguieron. Jesús los acogió y se puso a hablarles del judíos del tiempo de Jesús eran un
pueblo pobre, demasiado
Reino de Dios, y devolvió la salud a los que necesitaban curación. numeroso para una tierra fértil,
pero medida. Los dominadores
Jesús
Jesús multiplica
multiplica el
el pan
pan romanos se llevaban buena parte
(Mc 6,30; Mt 14,13; Jn 6,1) de los recursos, y los políticos
como Herodes sacaban impuestos
+
pesados, justificados en parte por
9,12 El día comenzaba a declinar. Los Doce se acercaron para decirle: «Despide a la la necesidad de ocupar la mano de
gente. Que vayan a las aldeas y pueblecitos de los alrededores en busca de ... [28]
obra sobrante en obras grandiosas.
Muchísima gente no tenía
alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar solitario.» Comentario: Esto ocurre cerca
9,13 Jesús les contestó. «Denles ustedes mismos de comer.» Ellos dijeron: «No tenemos más de Cesárea de Filipos, balneario
que cinco panes y dos pescados, a menos que fuéramos nosotros mismos a comprar famoso situado al extremo norte de
Palestina, al pie del monte
alimentos para todo este gentío.» Hermón. Jesús se ha alejado
9,14 Porque había unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: «Háganlos porque ya no hay seguridad para él
sentarse en grupos de cincuenta.» en Galilea. Según su costumbre,
Jesús ha enviado a sus Doce
9,15 Así hicieron los discípulos, y todos se sentaron. delante de él a los pueblos por
9,16 Jesús entonces tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, dijo donde pasará, para preparar su
la bendición, los partió y se los entregó a sus discípulos para que los di stribuyeran a la venida.
¿Qué dice de mí la gente? Y
gente. ustedes, ¿qué les contaban de mí
9,17 Todos comieron cuanto quisieron y se recogieron doce canastos de -sobras. cuando estaban entre ellos? ¿Quién
les decían que soy yo? Pedro se
adelanta, seguro de que no se
Pedro
Pedro proclama
proclama susu fe
fe en
en Cristo
Cristo equivocaron al presentar a su
(Mc 8,27; Mt 16,13) Maestro como el Mesías, el
Enviado de Dios.
+
9,18 Un día Jesús se había ido a un lugar apartado para orar, y estaban sus discípulos con Jesús no niega que lo sea, pero les
prohibe decirlo en adelante. Pues,
él. Les hizo esta pregunta: «La gente, ¿quién dice que soy yo?» según la gente, el Libertador debe
9,19 Ellos contestaron: «Unos dicen que eres Juan Bautista; otros, Elías, y otros, que eres aplastar a sus enemigos. ¿Pueden
alguno de los profetas antiguos que ha resucitado.» los apóstoles, en consecuencia,
... [29]
Entonces les preguntó: «¿Y ustedes, quién dicen que soy yo?» llamar Libertador, sin más, al que
9,20 Comentario: ¿Por qué preguntó
Y Pedro respondió: «Que tú eres el Cristo de Dios.» Jesús a sus apóstoles lo que
9,21 Jesús les prohibió estrictamente que se lo dijeran a nadie. acabamos de leer? El Evangelio lo
+ dice claramente: porque había
9,22 «Porque les decía el Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las llegado para él el momento de
autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Le anunciarles su pasión. Jesús no
quitarán la vida y al tercer día resucitará.» había venido solamente a enseñar a
los hombres, sino que les abría la
9,23 Después, Jesús dijo a toda la gente: «Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí puerta que conduce a la
mismo, que cargue con su cruz de cada día y me siga. resurrección. Puesto que sus
9,24 El que quiera asegurar su vida la perderá, el que pierda su vida por causa mía, la apóstoles ahora lo reconocen como
el salvador prometido a Israel,
asegurará. deben saber que no hay salvación
9,25 ¿De qué le aprovecha al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se perjudica a si no se vence a la muerte (1 Cor
sí mismo? 15,25). Y Jesús conseguirá esta
9,26 Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, también el Hijo del Hombre se victoria cuando elija libremente el
camino de la cruz: El Hijo del
avergonzará de él cuando venga rodeado de su Gloria, de la del Padre y de los hombre tiene que sufrir mucho y
ángeles santos. ser rechazado por las autoridades.
9,27 Les digo, y es pura verdad, que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes Inmediatamente después, Jesús
añade que todos hemos de
haber visto el Reino de Dios.» compartir su victoria sobre la
muerte:
Que se niegue a sí mismo. Esta... [30]
es
la orientación fundamental de
La
La transfiguración
transfiguración dede Jesús
Jesús Comentario: Recordemos la
(Mc 9,2; Mt 17,1; Jn 12,28) comunicación divina que Jesús
recibió al empezar su ministerio
+ (Lc 3,21). Esta nueva señal divina
9,28 Ocho días después de estos discursos, Jesús llevó consigo a Pedro, a Santiago y a que recibe en la Transfiguración se
Juan, y subió a un cerro a orar. debe a que empieza una nueva
9,29 Y mientras estaba orando, su cara cambió de aspecto y su ropa se puso blanca y etapa: la de la Pasión.
Jesús ya lleva dos años predicando,
fulgurante. pero no se ve esperanza de que
9,30 Dos hombres, que eran Moisés y Elías, conversaban con él. Israel supere la violencia que lo
9,31 S e veían resplandecientes y le hablaban de su partida, que debía cumplirse en lleva a su ruina. Si ni siquiera los
milagros pueden convencer a sus
Jerusalén. compatriotas, a Jesús le queda
9,32 Pedro y sus compañeros se sintieron in vadidos por el sueño. Pero se despertaron de enfrentar las fuerzas del mal; su
repente y vieron la Gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él. sacrificio será más eficaz que sus
9,33 Cuando éstos se alejaron, Pedro dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí!; palabras para encender el amor y el
espíritu de sacrificio en todos
levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Pues no sabía aquellos que, en adelante,
lo que decía. continuarán su obra salvadora.
9,34 Estaba todavía hablando cuando se formó una nube que los cubrió con su sombra. Al En la Transfiguración, Jesús recibe
la certeza de que su muerte se
quedar envueltos en la nube se atemorizaron, cumplirá dentro de poco en
9,35 pero de la nube salió una voz que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo.» Jerusalén (hablaban de su partida
9,36 Después que llegaron estas palabras, Jesús volvió a estar solo. en Jerusalén). Y también se le da
Los discípulos guardaron silencio por esos días, y no contaron nada a nadie de lo que el sabor anticipado de la
Resurrección. Ver el comentario
habían visto. de Mc 9,2.
Llevó consigo a Pedro, a Santiago
y a Juan: éstos ocupaban un lugar
Jesús
Jesús sana
sana al
al joven
joven epiléptico
epiléptico privilegiado entre los Doce (Mc
(Mc 9,14; Mt 17,14) 1,29; 3,16; 5,37; 10,35; 13,3). A
pesar de que los Doce actuaran y
9,37 Al día siguiente, cuando bajab an del cerro, se encontraron con un pueblo numeroso vivieran juntos, no todos habían
alcanzado el mismo nivel ni
9,38 y, de en medio de la multitud, un hombre se puso a gritar: «Maestro, te pido que mires podían acompañar a Jesús en la
a este muchacho, que es mi único hijo. Nube.
9,39 Cuando el demonio se apodera de él, comienza a gritar. Luego el demonio lo sacude Subió a un cerro a orar. Muy
con violencia y lo hace echar espumarajos; cuesta mucho para que lo suelte y lo deja posiblemente una noche de oración
durante la cual se produjo el
muy agotado. acontecimiento que Jesús esperaba.
9,40 Pedí a tus discípulos que echaran al demonio, pero no pudieron.» Mientras tanto, los apóstoles
9,41 Jesús respondió: «Gente incrédula y extraviada, ¿hasta cuándo estaré entre ustedes y dormían hasta que los despertó la
Gloria de Jesús, transfigurado.
tendré que soportados? Vieron su gloria. Esta notación
9,42 Trae tu hijo para acá.» En el momento en que se acercaba el muchacho, el demonio recuerda la transfiguración de la
lo echó al suelo con violentas sacudidas. Jesús expulsó al espíritu malo, el muchacho cara de Moisés después de
conversar con Dios (Ex 34,29-35).
sanó y Jesús lo devolvió a su padre, Pero aquí la Gloria de Jesús ...sale[31]
de
9,43 mientras todos quedaban maravilla dos ante el poder magnífico de Dios. él mismo y afecta hasta su ropa.
Comentario:
(Me 9,30) Ver el comentario de Mc 9,33.
Mientras todos quedaban admirados por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus Marcos recordó el gesto de Jesús
discípulos: que “abraza a un niño”. Gesto muy
9,44 «Ustedes deben entender muy bien esto: El Hijo del Hombre tiene que ser entregado en extraño para la gente de su tiempo,
pues los niños no se tomaban en
manos de los hombres.» cuenta y los maestros en religión
9,45 Pero ellos no comprendieron estas palabras. Algo les impedía comprender lo que solamente invitaban a castigarlos
significaban y temían pedirle una aclaración. bien. El modelo de la religión
+ parecía ser el hombre grave que no
9,46 Un día comenzaron a discutir sobre cuál de ellos era el más importante. ríe, ni corre, ni se fija en los seres
9,47 Pero Jesús se dio cuenta de lo que les preocupaba y, tomando a un niño , lo puso a su menos responsables que él,
lado, especialmente las mujeres y los
niños. Algo de esta mentalidad se
9,48 y les dijo: «El que recibe a este niño en Mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe nota muchas veces en aquellos que
a mí, recibe al que me envió; porque el más pequeño entre todos ustedes, ése es el critican el bautismo y la primera
más grande.» comunión de los niños.
9,49 Juan, tomando la palabra, dijo: «Maestro, vimos a uno que hacía uso de tu Nombre Jesús no contesta la pregunta de
los apóstoles: ¿quién es el más
para echar a los demonios, y nosotros se lo prohibimos, porque no se junta con grande? Porque lo importante no
nosotros.» es que uno llegue a ser el más
9,50 Pero Jesús le dijo: «No se lo im pidan; el que no está contra ustedes, está con ustedes.» grande, sino que sea el que más se
acerca a Cristo. Y para recibir a
Cristo, hay que recibirlo en la
persona de los más pequeños.
No
No quieren
quieren acoger
acoger a
a Jesús
Jesús en
en un
un pueblo
pueblo
Comentario: Después de
+
recordar los gestos de Jesús en su
9,51 Como ya se acercaba el tiempo en que sería llevado al cielo, emprendió provincia de Galilea, Lucas
resueltamente el camino a Jerusalén. empieza la segunda parte de su
9,52 Había mandado mensajeros delante de él, los cuales, caminando, entraron en un evangelio en que reúne dichos y
palabras que Jesús pronunció en
pueblo samaritano para prepararle alojamiento. varias circunstancias.
9,53 Pero los samaritanos no lo quisieron recibir, porque iba a Jerusalén. El primer párrafo nos recuerda
9,54 Al ver esto, los discípulos Santiago y Juan le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos que, entre las dos provincias de
Galilea y Judea, estaba Samaria,
bajar fuego del cielo que los consuma?» poblada no por judíos, sino por
9,55 Pero Jesús, dándose vuelta, los reprendió, samaritanos, y que ambos pueblos
9,56 y pasaron a otra aldea. se odiaban sinceramente. Cuando
los judíos de Galilea iban en
peregrinación a Jerusalén,
Las
Las exigencias del Maestro
Maestro atravesando Samaria, encontraban
(Mt 8,19) todas las puertas cerradas.
En este capítulo, Lucas alude... [32]
+ varias veces a la historia del
9,57 Cuando iban de camino, alguien le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» Comentario: RUPTURAS.-
9,58 Jesús le respondió: «Los zorros tienen madrigueras y las aves del cielo tienen sus nidos, LIBERARSE
Contrastando con la acostumbrada
pero el Hijo del Hombre no tiene dónde descansar la cabeza.» comprensión de Jesús hacia todo lo
9,59 A otro le dijo: «Sígueme.» Este le contestó: «Deja que me vaya y pueda primero humano, lo vemos aquí en una
enterrar a mi padre.» actitud muy exigente para el
discípulo que lo quiere acompañar:
9,60 Pero Jesús le dijo: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú tienes que salir él no puede perder su tiempo en la
a anunciar el Reino de Dios.» formación de hombres que no
9,61 Otro le dijo: «Te seguiré, Señor, pero permíteme que me despida de los míos.» están dispuestos a sacrificarlo todo
9,62 Jesús entonces le contestó: «Todo el que pone la mano al arado y mira para atrás, no por el Evangelio.
El primero de esos admiradores de
sirve para el Reino de Dios.» Jesús no se había fijado en que su
comodidad lo tenía amarrado. El
Jesús
Jesús envía
envía aa los
los setenta
setenta yy dos
dos discípulos
discípulos tercero posiblemente esperaba, en
su interior, que en el momento de
(Mt 10,5; Mc 6,7) despedirse, la gente de su casa le
+
... Así
suplicaría no hacer tal locura. [33]
10,1 Después de esto, el Señor eligió a otr os setenta y dos discípulos y los envió de dos e n se quedaría con la buena intención:
Comentario: Ver comentario de
dos, delante de él, a las ciudades y lugares a donde él debía ir. Mt 10,5 y Mc 6,7.
10,2 Les dijo: «Hay mucho que cosechar, pero los obreros son pocos; por eso, rueguen al Lucas relata una misión de los
dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. Setenta y dos, después de la de los
Doce (9,1).
10,3 Vayan, pero sepan que los envío como corderos en medio de lobos. Vimos que los apóstoles eran Doce
10,4 No lleven bolsa, ni saco, ni sandalias. Y no traten de hospedarse donde algún conforme al número de las tribus
conocido. de Israel: en un primer tiempo, el
Evangelio se predicaba al pueblo
10,5 En la casa que entren, digan como saludo: Paz para esta casa. de Israel. Pero luego viene la
10,6 Si ahí vive un hombre de paz, recibirá esta paz que ustedes le traen; pero si no la misión de los Setenta y dos (o de
merece, la bendición volverá a ustedes. los Setenta): estas cifras
10,7 Quédense en esa casa, comiendo y bebiendo lo que les den; porque el obrero simbolizan la multitud de las
naciones paganas. Esta misión,
merece su salario. pues, prefigura la tarea que
10,8 No vayan de casa en casa. En toda ciudad que entren y los acojan, coman lo que les incumbe a la Iglesia hasta el fin del
sirvan, mundo: evangelizar a las naciones
(Mt 28,19). ... [34]
10,9 sanen sus enfermos y digan a ese pueblo: El Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando la Iglesia está presente
+ Comentario: SANAR A LOS
10,10 Pero, en cualquier ciudad donde entren y no los acojan, salgan a las plazas y digan:
ENFERMOS
10,11 Hasta el polvo de la ciudad, que se nos ha pegado en los pies, lo sacudiremos y se lo Sanen a los enfermos, dice Jesús.
dejaremos. Con todo, sépanlo bien: el Reino de Dios está muy próximo. Ya lo notamos: Jesús no vino a dar
10,12 Yo les declaro que, en el día del Juicio, la ciudad de Sodoma será tratada con menos la salud a todos los enfermos, sino
a traernos la salvación. Siendo
rigor que esa ciudad. pecadores, nuestra salvación se
10,13 ¡Pobre de ti, ciudad de Corozain! ¡Pobre de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hace mediante el sufrimiento y la
han hecho en ustedes se hubieran realizado en Tiro y Sidón, hace mucho tiempo que cruz.
sus habitantes habrían hecho penitencia, vestidos de saco y sentados en la ceniza. Los enviados de Jesús no se
pretenden sustituir a los médicos.
10,14 Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que No proclaman la fe como el medio
ustedes. para sanar: sería rebajarla. Pero
10,15 Y tú, ciudad de Cafarnaúm, ¿crees que te alzarás hasta el cielo? Serás precipitada ofrecen la “sanación” a los que
todavía no han descubierto que el
hasta el lugar de los muertos. Reino de Dios y su misericordia
han venido a nosotros.
Donde hay una comunidad ... [35]
cristiana, ésta debe atender y
10,16 El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza, a mí me rechaza, y Comentario: El que actúa y
el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.» predica por Cristo, empieza por
intimidarse. Después viene la
alegría de haberse superado, más
Jesús
Jesús da
da gracias
gracias al
al Padre
Padre aún, la alegría de haber creído y de
(Mt 11,25) haber obrado con la misma fuerza
de Jesús. Jesús da gracias en
+
10,17 Los Setenta y dos volvieron muy felices, diciendo: «Señor, en tu Nombre sometimos nombre de los setenta y dos, y de
hasta a los demonios.» todos los misioneros que los
seguirán.
10,18 Jesús les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. ¿Qué son estas cosas que Dios ha
10,19 Sepan que les di el poder de pisotear a las serpientes, a los escorpiones y a todas las revelado a los pequeños, sino la
fuerzas del enemigo, y nada podrá dañarles a ustedes. fuerza misteriosa del Evangelio
para transformar a los hombres y
10,20 Sin embargo, no se alegren porque someten a los demonios; alégrense más bien ponerlos en la verdad? Los
porque sus nombres están escritos en los cielos.» apóstoles se maravillan del poder
10,21 En ese mismo momento, Jesús, movido por el Espíritu Santo, se estremeció de alegría y que irradia del Nombre de Jesús
(Mc 16,9). Y Jesús enfatiza la
dijo: «Yo te bendigo, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes derrota de Satanás, el Adversario,
y se las has mostrado a los pequeñitos. Sí, Padre, así te pareció bien. padre de la mentira, de las
10,22 Mi Padre puso todas las cosas en mis manos, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el libertades falsas y de las cadenas
de oro.
Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quiera dárselo a Los sabios e inteligentes creen
conocer.» saber, pero no saben lo más
10,23 Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos aparte: «¡Felices los ojos importante. Pues el Dios del...que[36]
hablan no es sino una copia falsa
que ven lo que ustedes ven! Comentario: EL PROJIMO
10,24 Porque, se lo digo, muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, y no lo ¿Quién es mi prójimo? El maestro
vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.» de la Ley esperaba que le
asignaran los límites exactos de su
deber. ¿A quién tenía que atender?,
El
El buen
buen samaritano
samaritano ¿a los de su familia?, ¿a los
(Mc 22,34; Mc 12,28) hermanos de raza?, ¿a otros tal
vez?
+
Es significativo que Jesús concluye
10,25 Se levantó un maestro de la Ley y, para ponerlo en apuros le dijo: «Maestro, ¿qué su relato con otra pregunta
debo hacer para conseguir la vida eterna?» diferente a la primera: ¿Cuál de los
10,26 Jesús le dijo: «¿Qué dice la Biblia, qué lees en ella?» tres te parece que actuó como
prójimo? Es como si dijera: No
10,27 Contestó: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda calcules para saber quién es tu
tu fuerza y con todo tu espíritu; y a tu prójimo como a ti mismo.» prójimo, sino que déjate llevar por
10,28 Jesús le dijo: «Tu respuesta es exacta; haz eso y vivirás.» el llamado que sientes en ti, y
hazte prójimo, próximo a tu
10,29 Pero él quiso dar el motivo de su pregunta y dijo a Jesús: «¿Quién es mi prójimo?» hermano que te necesita. Mientras
10,30 Jesús empezó a decir: «Bajó un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de consideremos la Ley del amor
bandidos que lo despojaron de todo. Y se fueron después de haberlo molido a golpes; como una obligación, no será éste
el amor que Dios quiere.
dejándolo medio muerto. El amor no consiste solamente en
10,31 Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote, quien al verlo pasó por el otro conmoverse ante la miseria del
lado de la carretera y siguió de largo. otro. Nótese cómo el samaritano se
... [37]
Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, tomó el otro lado del camino y detuvo a pesar de lo peligroso del
10,32 Comentario: En la vida del
pasó de largo. hogar hay muchas cosas que
10,33 Pero llegó cerca de él un samaritano que iba de viaje, lo vio y se, compadeció. parecen necesarias: limpiar,
preparar la comida, cuidar a los
10,34 Se le acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó. Después lo puso en el hijos. Haciendo esto, de alguna
mismo animal que él montaba, lo condujo a un hotel y se encargó de cuidarlo. manera es a Cristo a quien se
10,35 Al día siguiente, sacó dos monedas y se las dio al hotelero, diciéndole: «Cuídalo. Lo atiende. Sin embargo, “una sola
cosa es necesaria” para todos:
que gastes de más, yo te lo pagaré a mi vuelta.» escuchar a Cristo cuando se hace
10,36 Jesús entonces preguntó: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres se portó como prójimo presente, Todo lo demás ha de ser
del hombre que cayó en manos de los salteadores?» dejado por esto.
Marta ofrece a Jesús sus servicios
10,37 El contestó: «El que se mostró compasivo con él.» Y Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo materiales cuando él quiere
mismo.» entregarle las riquezas eternas. Ella
trabaja y se afana, y no tiene
Marta
Marta yy María
María tiempo para estar con Jesús. El
amor es otra cosa. Jesús es la paz,
y no lo recibe quien no lo atiende
10,38 +
Yendo de camino, entró Jesús en un pueblo y una mujer llamada Marta lo recibió en en la paz. Hay una manera de
servir y de trabajar febrilmente, en
su casa. el hogar o en la comunidad, que
10,39 Tenía ésta una hermana de nombre María, que se sentó a los pies del Señor para deja al hombre vacío; pero Jesús
quiere que lo encontremos en
escuchar su palabra. nuestro quehacer diario. ... [38]
También nuestra oración podría ser
10,40 Marta, en cambio, estaba muy ocupada con los muchos quehaceres. En cierto Comentario: Los apóstoles ya
momento se acercó a Jesús y le preguntó: «Señor, ¿no se te da nada que mi herman a sabían orar y lo hacían en común,
me deje sola para atender?. Dile que me ayude.» como todos los judíos en las
sinagogas y en los principales
10,41 Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, tú te inquietas y te preocupas por muchas momentos del día. Sin embargo, al
cosas. lado de Jesús han descubierto una
nueva manera de vivir yde
10,42 En realidad, una sola es necesaria. María escogió la parte mejor, la que no le será convivir, y sienten la necesidad de
quitada.» hablar al Padre en otra forma.
Jesús esperó, para enseñarles a
orar, que ellos mismos se lo
Jesús
Jesús nos
nos enseña
enseña cómo
cómo orar
orar pidieran. Ver Mt 6,9.
(Mt 6,9; 7,7)
Comentario: LA ORACION
11,1 +
Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminaba su oración, uno de sus Jesús nos invita a pedir con
perseverancia, sin cansarnos
discípulos le pidió: «Señor, enséñanos a orar así como Juan enseñó a sus discípulos.» nunca, sino más bien como
11,2 El les dijo: «Cuando recen, digan: cansando a Dios. No siempre nos
dará Dios lo que pedimos y en la
Padre, forma que lo pedimos, ya que no
santificado sea tu Nombre, sabemos lo que nos conviene. Pero
venga tu Reino. nos dará espíritu santo, es decir;
una visión más clara de su
11,3 Danos cada día el pan del día. voluntad y al mismo tiempo,
11,4 Perdónanos nuestros pecados, ánimo para cumplirla.
Al que llama se le abrirá la puerta.
pues nosotros perdonamos Como comentario de esta frase,
a todo el que nos debe. ponemos a continuación una
Y no nos dejes caer en la prueba.» página del Padre Molinie:
11,5 +
Les dijo también: «Supongan que uno de ustedes va a medianoche donde un amigo «Si Dios no abre de inmediato, no
es porque le guste hacernos
para decirle: Amigo, préstame, por favor, tres panes, esperar. Si debemos perseverar en
11,6 porque me llegó un amigo de viaje y no tengo nada que ofrecerle. la oración, no es porque sea
11,7 Pero el otro responde desde adentro: No me molestes; la puerta está cerrada y mis necesario un número determinado
de invocaciones, sino porque se
hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos. requiere cierta calidad, cierto tono
11,8 Yo les digo que, si el de afuera sigue golpeando, por fin se levantará a dárselos. Si no de oración. Si fuéramos capaces de
lo hace por ser amigo suyo, lo hará para que no lo siga molestando, y le dará todo lo presentarla de entrada, sería
inmediatamente escuchada.
que necesita. La oración es el gemido del
11,9 Pues bien, yo les digo: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, lla men a la puerta y les Espíritu Santo en nosotros, como
abrirán. lo dice Pablo. Pero la repetición es
11,10 Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y, al que llame a una puerta, se necesaria para que este gemido se
haga un camino en nuestro corazón
le abrirá. de piedra, lo mismo como la gotera
11,11 ¿Qué padre de entre ustedes, si su hijo le pide pescado, en vez de pescado le da una desgasta las rocas más duras. Con
serpiente; repetir perseverantemente el Padre
Nuestro o el Ave María, podemos
11,12 o si le pide un huevo, le pasa un escorpión? esperar que alcanzaremos algún
11,13 Por lo tanto, si ustedes que son malos saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más día a rezarlo en un tono tal que se
el Padre del Cielo dará espíritu santo a los que se lo pidan.» armonice perfectamente con el
deseo de Dios. El mismo está
esperando este gemido que es el
Con
Con Jesús
Jesús oo contra
contra él
él único que puede conmoverlo,
(Mc 3,22; Mt 12,23; Mc 4,21; 9,40) porque, en realidad, salió de su
propio corazón.
+ Mientras no hayamos alcanzado a
11,14 Otro día, Jesús liberaba a un mu do de su demonio. Salió el demonio, habló él mudo y tocar esta nota, o, más bien, a
la gente quedó admirada. extraerla de nosotros, Dios no
11,15 Pero algunos dijeron: «Este echa a los demonios con el poder de Beelzebú, jefe de los puede ser vencido. No porque Dios
se defienda, sino porque él es pura
demonios.» ternura y fluidez, y mientras no
11,16 Otros, para ponerlo en apuros, exigían una señal que viniera realmente de Dios. exista algo semejante en nosotros;
11,17 Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido por luchas la corriente no pasa entre él y
nosotros. El hombre se cansa
internas, corre a la ruina y sus casas se desmoronan unas sobre otras.
orando; pero, si persevera en...vez[39]
11,18 Lo mismo Satanás, si está dividido en dos bandos, ¿cómo se mantendrá su reino? de desanimarse, depondrá poco a
Comentario: Ver el comentario
11,19 Pues bien, si yo echo los demonios por poder de Beelzebú, los amigos de ustedes, ¿con de Mc 3,22 y Mt 12,23.
ayuda de quién los echan? Ellos apreciarán estos comentarios. Con el dedo de Dios (v.20) Es la
11,20 ¿Cómo echaría yo los demonios sino con el dedo de Dios? Sepan, pues, que el Reino misma expresión usada en Exodo
de Dios ha llegado a ustedes. 8,15 para designar el poder de
Dios que obra milagros.
11,21 Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su casa, todas sus cosas están Comentario: Quien no está
seguras, conmigo. Esta sentencia parece
contradecir lo de Lc 9,50: quien no
11,22 pero si llega uno más fuerte y lo vence, le quita la armadura en que confiaba y está contra ustedes, está con
distribuye todo lo que tenía. ustedes. En realidad, en Lc 9,50,
11,23 +Quién no está conmigo, está contra mí, y quien no junta conmigo, desparrama. Jesús reconoce que su familia
11,24 +Cuan do el espíritu malo ha salido de un hombre, anda vagando por lugares secos, espiritual desborda mucho el grupo
visible de sus discípulos. El que,
en busca de reposo. Y, como no encuentra este reposo, dice: Volveré a mi casa de sin pertenecer a la Iglesia, trabaja
donde salí. en la misma dirección, debe ser
11,25 A su llegada, la encuentra barrida y ordenada. considerado amigo. En cambio, en
11,23, Jesús habla de los que no
11,26 Entonces va y se junta con otros siete espíritus peores que él; luego vuelve, entra y se quieren definirse respecto de su
queda. Y el estado de este hombre llega a ser peor que el anterior.» mensaje y pretenden quedarse
11,27 +Mientras Jesús estaba hablando, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le neutros: no se juntan a él, y, luego,
lo criticarán.
dijo: «¡Feliz la que te dio a luz y te amamantó!»
11,28 Pero él declaró: «¡Felices pues, los que escuchan la palabra de Dios y la observan!»
Comentario: Los judíos creían
11,29 +Como la gente se juntaba en mayor número, Jesús empezó a decir: «Los hombres de que los espíritus malos vivían
hoy son una gente mala; piden una señal, pero señal no tendrán. Solamente se les preferentemente en el desierto o,
dará la señal de Jonás. más bien, que Dios los relegaba a
11,30 Porque, así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, así lo será el Hijo esos lugares. Aquí Jesús se refiere
a los que creen solamente para un
del Hombre para esta generación. tiempo, porque no se arrepintieron
11,31 En el día del Juicio la reina del Sur se pondrá en pie para acusar a toda esa gente, suficientemente de sus faltas
porque vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí pasadas; se alegraron al escuchar
la palabra, pero no tomaron los
hay alguien mucho mejor que Salomón. medios costosos que les hubieran
11,32 En el día del Juicio los habitantes de Nínive se pondrán en pie para acusar a toda esa permitido sanar la raíz del mal.
gente, porque cambiaron su conducta con la predicación de Jonás, y aquí hay
alguien mucho mejor que Jonás. Comentario: A quien alababa
11,33 Nadie enciende una lámpara para esconderla o taparla con. un envase, sino que la esta mujer era a Jesús. Pues al
decir: ¡Feliz tu madre!, quería
pone en el candelero, para que los que entren vean la claridad. expresar: ¿Quién habla como tú?
11,34 Tu ojo es tu lámpara. Si tu ojo es limpio, toda tu persona aprovecha la luz. Pero si es Pero Jesús contesta: Si mis
borroso, toda tu persona está también en la-confusión. palabras son tan buenas, no
11,35 Cuida, pues, que la luz que hay en ti no se vuelva confusión. felicites a mis parientes, que
pueden ser orgullosos de mí, sino a
11,36 Si toda tu persona se abre a la luz y no queda en ella nada oscuro, llegarás a ser pura los que aprovechan mis palabras.
luz, como cuando la lámpara te ilumina.» Sepan, además, que éstas son
Palabra de Dios.
En cuanto a María, madre de Jesús,
¡Pob
¡Pobres
res de
de ustedes,
ustedes, fariseos!
fariseos! se dijo ampliamente que ella había
(Mt 23,1) sido la primera en creer (Lc...1,38),
[40]
que era feliz por haber creído (Lc
+ Comentario: Los habitantes
11,37 Cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer -a su casa. Entró y sé de Nínive, siendo pecadores, no
Sentó a la mesa. recibieron más señal divina que la
11,38 Viendo esto, el fariseo le manifestó su asombro, porque no lo había visto lavarse las venida de Jonás, que los invitaba a
la penitencia. Los contemporáneos
manos antes de la comida. de Jesús se creen «los buenos» por
11,39 Pero el Señor le dijo: «Eso son ustedes, fariseos. Purifican el exterior de copas y platos, ser el pueblo de Dios, y no se dan
pero el interior de ustedes está lleno de rapiñas y perversidades. ¡Estúpidos! cuenta que la hora ha llegado en
11,40 El que hizo lo exterior, ¿no hizo también lo interior? que solamente pueden arrepentirse.
¡Cuánto nos cuesta entender que
11,41 Pero, según ustedes, basta dar limosna sin reformar lo interior y todo está limpio. Dios no juzga a nadie! Ver Jn 5,22
11,42 ¡Pobres de ustedes, fariseos, porque dan para el Templo la décima parte de todas las y 5,27. Son los hombres, nuestros
hierbas, sin olvidar la menta y la ruda, y mientras tanto descuidan la justicia y el amor a hermanos, los que nos pedirán
... [41]
cuentas por tantas riquezas que
Dios! Esto es lo que tienen que hacer, sin dejar de hacer lo otro. Dios nos encargó para bien de
Comentario: Ver el comentario
11,43 ¡Pobres de ustedes, fariseos, que gustan ocupar el primer puesto en las sinagogas y de Mt 23.
recibir saludos en las plazas! La Biblia no exigía estas
11,44 ¡Pobres de ustedes, porque son como esas tumbas que no se notan y sobre las que se purificaciones de que habla
camina sin saberlo!» también Marcos 7,3. Pero los
maestros del tiempo de Jesús
11,45 Un maestro de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: «Maestro, al hablar así nos insistían cada vez más en la
ofendes también a nosotros.» necesidad de éstas. Jesús se rebela
11,46 El contestó: «¡Pobres de ustedes también, maestros de la Ley!, que imponen a los contra estas nuevas obligaciones
hombres cargas insoportables, y luego, ni siquiera mueven un dedo para ayudarlos a religiosas: ¿Por qué no se fijan
primeramente en la purificación
que las lleven. interior?
A continuación, se leen reproches
que Jesús hizo a los fariseos...
en[42]
varias oportunidades. Todas estas
11,47 Pobres de ustedes, que levantan sepulcros a los profetas, después que los mataron los Comentario: Los que pusieron
padres de ustedes! por escrito antes que Lucas esta
11,48 ¿No será una manera de aprobar y de solidarizar con lo que hicieron sus padres? Ellos palabra de Jesús: Yo les enviaré
profetas... (que leemos también en
les dieron muerte, y ustedes ahora pueden construir. Mt 23,34), la introdujeron con esta
11,49 +Ahora bien, la Sabiduría de Dios dice: Yo les voy a enviar profetas y apóstoles, pero fórmula: La Sabiduría dice, lo que
ellos los matarán o los perseguirán. era una manera de designar a
11,50 Ustedes son a los que se pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas que haya Jesús. Lucas, al ubicar estas líneas
dentro del discurso de Jesús, se
sido derramada desde la creación del mundo, olvidó de suprimirla, lo que habría
11,51 desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que encontró la muerte entre el altar y dado más claridad.
el santuario. Sí, yo les aseguro, la presente generación pagará todo. Ver el comentario de Mt 23,34.
Jesús afirma que los fariseos y los
11,52 ¡Pobres de ustedes, maestros de la Ley, que se adueñaron de la llave del maestros de la ley van a ser los
conocimiento! Ustedes no entraron y no dejaron que otros entraran.» principales responsables de la
11,53 Cuando salió de ahí, los maestros de la Ley y los fariseos comenzaron a hostigarlo muy persecución contra los primeros
cristianos (contra esos apóstoles y
duramente: le pedían su parecer sobre un mundo de cosas, poniéndole trampas para profetas que él va a enviar).
ver si podían sorprenderlo en algún error. También afirma que el castigo de
dicha persecución caerá sobre la
No
No teman
teman a a los
los que
que matan
matan elel cuerpo
cuerpo presente generación y; en eso,
anuncia la destrucción de la nación
(Mc 3,28; Mt 10,19; 12,31; Mc 8,38). judía en el año 70.
La advertencia de Jesús vale
+
12,1 Entretanto, se habían reunido miles y miles de personas hasta el punto de que se también para los sacerdotes y los
religiosos, las instituciones
aplastaban unos a otros. Jesús se puso a decir, primero a sus discípulos: «Desconfíe n cristianas y los «buenos
de la levadura, es decir, de la hipocresía de los fariseos. cristianos», por cuanto jugamos en
12,2 Nada se halla tan oculto que no vaya a ser -descubierto, nada escondido que no la Iglesia un papel parecido al de
deba ser conocido. los fariseos y los maestros de...la[43]
ley
en la religión y la sociedad judía
12,3 Por eso, todo lo que digan a oscuras será oído de día claro; y lo que digan al oído, en Comentario: Nada se halla tan
los lugares más retirados, será proclamado sobre los tejados. oculto que no vaya ser
descubierto. Esta sentencia puede
12,4 Yo les digo a ustedes amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo y en seguida interpretarse de varias maneras. En
no pueden hacer nada más. estos párrafos, Jesús se refiere al
12,5 Yo les voy a mostrar a quién deben temer: teman al que, después de quitarle a uno la testimonio valiente de la fe.
Debemos hablar la verdad, sin
vida tiene poder de echarlo al infierno; créanme que a ése deben temer. preocuparnos por lo que pensarán
12,6 ¿No se venden acaso cinco pajaritos por dos monedas? Y, sin embargo, Dios no olvida de nosotros. Aquí la hipocresía se
a ninguno de ellos. refiere a los que siempre adoptan
una actitud diplomática y se
12,7 En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. No teman, pues, preocupan antes que nada por no
ustedes valen más que muchos pajarillos. perder ninguna amistad.
12,8 Yo les aseguro que cualquiera que me reconozca delante de los hombres, el Hijo del No teman. Ver el comentario de
Hombre, a su vez, lo reconocerá delante de los ángeles de Dios; Mt 10,28.
Toda persona que critique al Hijo
12,9 pero el que me desconozca en presencia de los hombres, será desconocido e n del Hombre. Ver el comentario de
presencia de los ángeles de Dios. Mc 3,29.
12,10 Toda persona que critique al Hijo del Hombre podrá ser perdonada, pero el que
calumnie al Espíritu Santo no tendrá perdón. Comentario: LA CODICIA.-LA
12,11 Cuando los lleven ante las sinagogas, los jueces y las autoridades, no se preocupen PRODUCCION
¿Quién me ha hecho juez entre
pensando cómo se van a defender o qué van a decir, ustedes? Jesús reserva su autoridad
12,12 porque el Espíritu Santo les enseñará en ese mismo momento lo que hay que decir.» para lo esencial: reprimir la codicia
establecida en nuestro corazón es
más importante que examinar a la
No
No está
está la
la vida
vida en
en el
el poseer
poseer lupa los derechos de cada uno.
Eviten toda clase de codicia. No se
+
12,13 Uno, de en medio de la gente, llamó a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que trata de que vivamos resignados a
reparta. conmigo nuestra herencia.» la mediocridad o a la miseria,
conformes con dormir diez
12,14 El le contestó: «Amigo, ¿quién me ha hecho juez o partidor de herencias entre personas en la misma pieza, o
ustedes?» marginados de la educación. Pues
12,15 Después les dijo: «Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque, aunque sabemos que todo esto impide el
desarrollo de personas conscientes
uno lo tenga todo, no son sus pertenencias las que le dan vida.» de su dignidad y de su vocación
12,16 En seguida les propuso este ejemplo: «Había un hombre rico al que sus tierras le divina. Toda la Biblia aspira a una
habían producido mucho. comunidad humana auténtica, la
12,17 Se decía a sí mismo: ¿Qué haré? Porque ya no tengo dónde guardar mis cosechas. cual no puede existir mientras unos
pocos se quedan dueños de la
12,18 Pero pensó: Ya sé lo que voy a hacer: echaré abajo mis graneros y construiré otros más riqueza, de la cultura y las
grandes, para guardar mi trigo y mis reservas. responsabilidades.
... [44]
Pero una cosa es buscar la justicia
porque sin ella no hay paz ni
12,19 Entonces yo conmigo hablaré: Alma mía, tienes muchas cosas almacenadas para Comentario: LA IGLESIA
muchos años; descansa, come; bebe, pásalo bien.» POBRE.
No temas pequeño rebaño. En
12,20 Pero Dios le dijo: «Tonto, esta mis ma noche te reclaman tu alma, ¿quién se quedará ningún lugar del Evangelio Jesús
con lo que amontonaste?» nos deja creer que con el tiempo, la
12,21 Así le pasa al que amontona para sí mismo en vez de trabajar por Dios. mayoría de la humanidad se
convertirá.
Sabemos que el mundo no
No
No se
se inquieten
inquieten de
de cómo
cómo vivirán
vivirán cristiano es mucho más numeroso
(Mt 6,25) que el mundo «cristiano», y que
crece más rápidamente. Mientras
en el mundo «cristiano»
12,22 Jesús dijo también a sus discípulos: «No se preocupen por la vida, pensando: ¿qué muchedumbres dejan la práctica
vamos a comer? No se inquieten por el cuerpo: ¿con qué nos vamos a vestir? religiosa, comprendemos que la
12,23 Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido. Iglesia es a la vez una señal y un
12,24 Miren las aves; no siembran ni cosechan, no tienen despensa ni granero, y, sin pequeño rebaño:
Jesús pide a cada uno de nosotros
embargo, Dios las alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! que esté desprendido de las cosas
12,25 Además, ¿quién de entre ustedes, por mucho empeño que haga, puede añadir un de la tierra. También se pide al
medio metro más a su estatura? rebaño como tal. Lo importante
para la Iglesia no es construir
12,26 Entonces, si ni siquiera las cosas mas pequeñas están al alcance de ustedes, ¿por qué instituciones poderosas ni
inquietarse por las mayores? conquistar puestos de mando en la
12,27 Miren los lirios, que no hilan ni tejen. Pues bien, yo les declaro que ni el mismo Salomón, sociedad«para mayor gloria de
con todo su lujo, se vistió como uno de ellos. Dios». Pues el mundo va pasando,
y nosotros esperamos la venida del
12,28 Y si Dios en el campo da tan lindo vestido a la hierba que hoy florece y mañana se Señor.
echará al fuego, cuánto más hará por ustedes, gente de poca fe. Al Padre le agradó darles el
Reino. Comparar con Lc 10,23 y
12,29 No estén siempre pendientes de lo que comerán o beberán; no se atormenten. Mt 16,16. Si queremos amar de
12,30 Los que viven para el presente mundo se preocupan por todas estas cosas. Ustedes, en verdad al Padre, debemos tener
cambio, piensen que su Padre sabe lo que necesitan. presente en todo momento que él
12,31 Por tanto, trabajen por su Reino, y él les dará todas estas cosas por añadidura. nos ha elegido antes que a otros
para ser en el mundo este
12,32 +No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino. “pequeño rebaño” que va a lo
12,33 Vendan lo que tienen y repártanlo en limosnas. Háganse bolsas que no se gasten, y esencial.
júntense riquezas celestiales que no se acaban, donde el ladrón no puede llegar ni la
polilla destruir. Comentario: Jesús desarrolla la
12,34 Porque, donde está tu tesoro, ahí también estará tu corazón. comparación del servidor que
espera la vuelta de su patrón. Ese
servidor se contrapone al rico
Estén
Estén prevenidos
prevenidos preocupado por una vida larga y
(Mc 13,33; Mt 24,43; 6,19) cómoda. El trabaja para Dios.
Felices los sirvientes que su patrón
encuentre velando. Velando, o sea,
12,35 +Tengan puesta la ropa de trabajo, y que sus lámparas estén encendidas. preocupados por lo que será el
12,36 Estén como hombres que esperan a su patrón: él tiene que regresar de las bodas, y le mundo del mañana. Velando: esto
abrirán apenas llegue y golpee a la puerta. significa también tener la
conciencia en la verdad; no
12,37 Felices los sirvientes a los cuales el patrón encuentre velando cuando llegue. Yo les aceptamos llamar al bien mal y al
digo que él mismo se pondrá el delantal, los hará sentarse a su mesa y los servirá uno mal bien; no nos damos la
por uno. absolución por consentir el mal y
12,38 Felices si los encuentra así, aunque se presente a la medianoche o de madrugada. acobardarnos frente a la injusticia.
El Hijo del Hombre vendrá como
12,39 Sépanlo bien: Si el dueño de casa supiera a qué hora vendrá el ladrón, estaría un ladrón. No pensemos solamente
preparado para no permitirle entrar en su casa. en el día de la muerte, ni tengamos
12,40 Ustedes también estén preparados, porque en el momento menos pensado, ve ndrá el miedo al juicio de Dios si vivimos
en su gracia. Jesús nos habla del
Hijo del Hombre.» patrón que vuelve de las bodas, tan
12,41 Pedro dijo entonces: «Este ejemplo, ¿lo dijiste para nosotros no más o. para todos?» alegre que da vuelta al orden
12,42 El Señor contestó:, «¿Cuál es entonces el mayordomo fiel e inteligente que el patrón acostumbrado para servir a sus
servidores. Tal vez llevamos años
pondrá al frente de sus sirvientes para repartirles a su debido, tiempo la ración de sirviendo a Dios ¿cómo no
trigo? llegaríamos a esta otra etapa de la
12,43 Feliz ese servidor al que su patrón, cuando llegue, encuentre tan bien ocupado. vida espiritual en que pareciera
12,44 Yo les declaro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. que Dios solamente se preocupa
por regalarnos y festejarnos?
12,45 Pero si ese servidor se pone a pensar: « ¡Mi patrón demora en llegar!», y empieza a Pedro le dijo: (45) Este nuevo
golpear a sirvientes y sirvientas, a comer, a beber y a emborracharse, párrafo se dirige a los responsables
12,46 vendrá su patrón el día que no lo espera y a la hora menos pensada; le quitará el de la Iglesia.
Mi patrón demora en llegar (45)
puesto y lo tratará como a los traidores. Los responsables pueden traicionar
su misión. Más a menudo cometen
el error de no ver más que el...buen
[45]
funcionamiento de las instituciones
12,47 El servidor que, sabiendo lo que quiere su patrón, no tenga nada preparado, ni haya
Comentario: Vine a traer fuego.
cumplido lo mandado, recibirá un severo castigo. ¿Será necesario pensar que el
12,48 En cambio, el que, sin saberlo, hace cosas que merecen castigo, no será castigado ‘fuego’ se refiere a algo preciso
con tanta seriedad. Al que se le ha dado mucho se le exigirá mucho, y al que se le ha como sería el amor, o el Evangelio,
confiado mucho se le pedirá más aún. o el don del Espíritu Santo? Mejor
nos quedamos con la figura del
fuego que purifica, que quema
(Mt 10,34; 5,25; 16,2) todo lo viejo, que da calor y
fomenta la vida. Fuego del Juicio
de Dios, destructor de todo aquello
12,49 +Vine a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! que no puede someterse a su
12,50 Pero también he de recibir un bautismo y ¡qué angustia siento hasta que se haya acción reformadora.
cumplido! Jesús no viene para solucionar los
12,51 ¿Creen ustedes que yo vine para establecer la paz en la tierra? Les digo que no, sino la problemas de cada uno en forma
egoísta, sino para rehacer el mundo
división. y sacar de sus escombros las joyas
12,52 En efecto, de ahora en adelante en una casa de cinco personas, habrá división, tres que quedarán para la eternidad.
contra dos y dos contra tres; Pero los que aspiran a participar de
la Gloria del Padre, como Jesús,
12,53 división de padre contra hijo y de hijo en contra de su padre, de madre contra hija y deben tomar su parte en esta obra
de hija en contra de su madre, de suegra contra nuera y de nuera en contra de su ... [46]
de salvación que abarca el mundo
suegra.» entero con sus tensiones, su
Comentario: Cuando ustedes
12,54 +Decía además Jesús a la gente: «Cuando ustedes ven la nube que se levanta al ven una nube. Los signos que se
poniente, inmediatamente dicen que va a llover; y así sucede. manifiestan en torno a Jesús son
suficientes para que todos puedan
12,55 Cuando sopla el viento sur, dicen que hará calor, y así sucede. entender que ésta es la hora
12,56 ¡Hipócritas! Ustedes saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo ¿Y no anunciada por los profetas, en que
comprenden el tiempo presente? los hombres deben convertirse e
12,57 ¿Y por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? Israel reconocer a su Salvador,
mañana será tarde (v. 57-59).
12,58 Y mientras vas donde las autoridades con tu enemigo, aprovecha la caminata para Mientras vas donde el juez. En el
reconciliarte con él, no sea que te arrastren delante del juez y que el juez te aplique la Evangelio de Mateo (5,23) esto se
justicia y te echen a la cárcel. refiere a la reconciliación fraternal.
Aquí; en cambio, Lucas interpreta
12,59 Yo te aseguro que no saldrás de ahí sino cuan do hayas pagado hasta el último esta sentencia refiriéndola a
centavo.» nuestra conversión. Estamos en
marcha hacia el juicio de Dios y
Comparación
Comparación de
de la
la higuera
higuera que
que no
no tiene
tiene higos
higos eso es como ir ante las autoridades;
... [47]
por tanto aprovechemos el tiempo
que se nos concede para arreglar
+ Comentario: Le contaron a
13,1 En ese momento se presentaron algunos y le contaron a Jesús lo que había pasado Jesús. Un motín de los galileos en
con los galileos a quienes Pilato había dado muerte en el Templo, mezclando su el patio del Templo y la
sangre con la de sus sacrificios. intervención inmediata de la
13,2 Jesús les contestó: «¿Creen ustedes que esos galileos eran más pecadores que todos guardia romana apostada en la
fortaleza vecina. Violaron el
los otros galileos por haber sufrido esa desgracia? campo sagrado estrictamente
13,3 Yo les digo que no, pero si ustedes no toman otro camino, perecerán igualmente. reservado a los judíos y
13,4 Y esas dieciocho personas que fueron aplastadas, cuando la torre de Siloé se derramaron sangre en el lugar
santo.
derrumbó, ¿creen ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Los que cuentan el asunto esperan
Jerusalén? de Jesús una respuesta de
13,5 Les digo que no, pero, si no toman otro camino, todos perecerán igualmente.» solidaridad nacional y religiosa
13,6 Jesús les puso además esta comparación: «Un hombre tenía una higuera que crecía frente a esta matanza de sus
compatriotas y la ofensa hecha a
en medio de su viña. Fue a buscar higos pero no halló. Dios. Pero Jesús no quiere fijarse
13,7 Dijo entonces al viñador: «Mira, hace tres años que vengo a buscar higos a esta en estas consideraciones: según su
higuera, pero nunca encuentro nada. Córtala, pues no sirve más que para agotar la ... [48]
costumbre, deja que los hombres
se dejen absorber por causas más
tierra.» Comentario: La palabra desatar
13,8 Pero él contestó:«Patrón, déjala un año más, así tendré tiempo para cavarle alrededor se usaba entre los judíos para
expresar que a alguno se le
y echarle abono. perdonaba su pecado o su pena.
13,9 Puede ser que así dé frutos en: adelante, si no, la cortarás.» También significaba soltar a un
animal del yugo. Jesús es el que
desata a la persona humana y nos
Una
Una curación
curación en
en día
día sábado
sábado invita a seguir su ejemplo.
No debe extrañarnos el enojo del
13,10 +Jesús enseñaba un sábado en una sinagoga. jefe de la sinagoga: Si nunca pudo
13,11 Había justamente ahí una mujer que, hacía dieciocho años, estaba poseída de un aliviar a su hermana enferma,
debió de sentirse desprestigiado
espíritu, que la tenía enferma; y estaba tan encorvada que de ninguna manera podía por el gesto de Jesús. ¿No pasaría
enderezarse. igual con nosotros?
13,12 Al verla Jesús, la llamó. Luego le dijo: «Mujer, quedas libre de tu mal»;
13,13 y le impuso las manos. Y en ese mismo momento ella se enderezó, alabando a Dios.
13,14 Pero el presidente de la sinagoga se enojó porque Jesús había hecho esta curación en
día sábado, y dijo a la gente: «Hay seis días en los que se puede trabajar; vengan,
pues, en esos días para que los sanen, pero no en día sábado.»
13,15 El Señor le respondió: «Hipócritas, ustedes mismos, ¿no desatan del pesebre en día
sábado a su buey o a su burro para llevarlos a beber?
13,16 Y esta hija de Abraham que Satanás tenía atada desde hace dieciocho años, ¿no se
debía desatarla precisamente en día sábado?»
13,17 Y mientras hablaba Jesús, sus adversarios se sentían avergonzados; pero toda la gente
estaba feliz por tantas maravillas que él hacía.

Dos
Dos parábolas
parábolas
(Mt 13,31; Mc 4,30)

+
13,18 Dijo Jesús además: «¿A qué cosa se asemeja el Reino de Dios, y con qué lo puedo Comentario: Ver el comentario
comparar? de Mt 13,31.
Al concluir Jesús su ministerio en
13,19 Es semejante a un grano de mostaza que toma un hombre y lo siembra en su jardín. Galilea, invita al optimismo:
Crece, llega a ser arbusto y los pájaros del cielo se posan en sus ramas.» aunque los resultados no sean
13,20 Y dijo otra vez: «¿A qué cosa puedo comparar el Reino de Dios? muchos, algo se ha sembrado y el
13,21 Es semejante a la levadura que toma una mujer y la mezcla con tres medidas de Reino de Dios está creciendo.
harina, hasta que todo fermenta.»

La
La puerta
puerta angosta
angosta
(Mt 7,13; 8,11; 19,30; 23,37)

13,22 +Iba Jesús enseñando por ciudades y pueblos mientras se dirig ía a Jerusalén. Comentario: Ver el comentario
13,23 Alguien le dijo: «Señor, ¿es verdad que pocos hombres se salvarán?» de Mt 7,13.
¿Es verdad que pocos hombres se
13,24 Jesús respondió: «Esfuércense por entrar por la puerta angosta, porque yo les digo que salvarán? Para Jesús, ésta es una
muchos tratarán de entrar y no lo lograrán. pregunta inútil. Más bien hay que
13,25 Cuando el dueño de casa se decida a cerrar la puerta, ustedes quedarán afuera y se preguntarse si Israel ha escuchado
pondrán a golpear, diciendo: ¡Señor, ábrenos! Pero él les contestará: No sé de dónde el llamado de Dios y esta tomando
el camino estrecho que lo salvaría.
son ustedes. Vendrán hombres del oriente y del
13,26 Entonces ustedes comenzarán a decir: Nosotros comimos y bebimos contigo, tú poniente (v.29) De todos los
enseñaste en nuestras plazas. países se convertirán y entrarán a
la Iglesia, mientras el pueblo judío,
13,27 Pero él contestará: No sé de dónde son ustedes. ¡Aléjense de mí todos los en su mayoría, se quede fuera.
malhechores!
13,28 Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y
a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras ustedes habrán sido echados fuera.
13,29 Y vendrán hombres del oriente y del poniente, del norte y del sur, a tomar parte del
festín, en el Reino de Dios.
13,30 Pues algunos que ahora son últimos, serán los primeros, y en cambio los que ahora son
primeros serán los últimos.»
13,31 En ese momento, unos fariseos vinieron a decirle: «Márchate de aquí porque Herodes
quiere matarte.»
13,32 Jesús contestó: «Vayan a decirle a ese zorro: Mira que hoy y mañana arrojo demonios
y hago curaciones, y al tercer día llego a mi término. Comentario: Ver el comentario
13,33 Pero hoy, mañana, pasado mañana, tengo que seguir mi camino, porque no conviene de Mt 23,37.
Jesús no venía para «salvar almas»
que un profeta sea muerto fuera de Jerusalén. en la forma en que muchos hoy lo
13,34 +¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! imaginan. Más bien abría caminos
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos nuevos, tanto para la comunidad
debajo de sus alas, y tú no lo has querido! nacional como para las personas.
Si los judíos lo hubieran
13,35 Pues bien, ustedes se quedarán con su casa vacía. Y les digo que ya no me verán escuchado, no se habrían
hasta que llegue ese tiempo en que ustedes dirán: «¡Bendito sea el que viene en el agudizado las tensiones sociales y
Nombre del Señor! » políticas que culminaron con el
sublevamiento del año 66 y la
destrucción de Jerusalén en el año
70.
14,1 Una vez, Jesús fue a comer a la casa de uno de los fariseos más importantes. Era sábado, y ellos lo
Comentario: Aquí Jesús
estaban espiando. desarrolla un proverbio de la
14,2 Y precisamente había allí, delante de él, un hombre que sufría de hinchazones. Biblia que nos invita a ser
14,3 Jesús, pues, preguntó a los maestros de la Ley y a los fariseos: «¿Está permitido modestos en las reuniones sociales
devolverle a alguien la salud en día sábado, o no?» (Pro 25,6-7). Al hacerlo, nos
enseña la nueva manera de
14,4 Ellos se quedaron callados. Entonces Jesús toma de la mano al enfermo, lo sana y; lo convivir propia de los hijos de
despide. Dios. En cualquier sector de la
14,5 Después les dice a ellos: «¿Quién de ustedes, si su burro o su buey llega a caer a un actividad humana, dejemos que
otros busquen el primer lugar,
pozo, no lo saca en seguida aún en día sábado?» atropellando a los demás. Sabemos
14,6 Y ellos no supieron qué contestar. que lo importante no es lo que se
ve: Dios nos ha invitado a trabajar
para la comunidad y para El. El
Los
Los primeros
primeros asientos
asientos sabe ascender a los humildes y
colocarlos ahí donde mejor le
+
14,7 Al notar cómo los invitados buscaban los primeros lugares, les dio esta lección: conviene.
14,8 «Si alguien te invita a una comida de bodas, no ocupes el primer lugar. Porque puede Además, cuando se pase de la ... [49]
Iglesia terrenal al Reino de los
ser que haya sido invi tado otro más importante que tú. Comentario: Aquí Jesús
14,9 Entonces el que los invitó a los dos vendrá a decirte: deja tu lugar a esta persona. Y tú, desarrolla un proverbio de la
Biblia que nos invita a ser
rojo de vergüenza, tendrás que ir a ocupar el último asiento. modestos en las reuniones sociales
14,10 Al contrario, cuando te inviten, ponte en el último lugar, y, cuando l egue el que te (Pro 25,6-7). Al hacerlo, nos
invitó, te dirá: Amigo, acércate más. Y será un honor para ti en presencia de todos los enseña la nueva manera de
convivir propia de los hijos de
que estén contigo a la mesa. Dios. En cualquier sector de la
14,11 Porque el que se eleva será humillado y el que se humilla será elevado.» actividad humana, dejemos que
+
14,12 Jesús decía también al que lo había invitado: «C uando des un almuerzo o una otros busquen el primer lugar,
atropellando a los demás. Sabemos
comida, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos, que lo importante no es lo que se
porque ellos también te invitarán a su vez y recibirás de ellos lo mismo que diste. ve: Dios nos ha invitado a trabajar
14,13 Al contrario, cuando ofrezcas un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los para la comunidad y para El. El
sabe ascender a los humildes y
cojos, a los ciegos, colocarlos ahí donde mejor le
14,14 y serás feliz porque ellos no tienen con qué pagarte. Pero tu recompensa la recibirás conviene.
en la resurrección de los justos.» Además, cuando se pase de la ... [50]
Iglesia terrenal al Reino de los
Comentario: LAS DISCULPAS
Los
Los invitados
invitados que
que se
se excusan
excusan En varios lugares del Antiguo
(Mt 22,1) Testamento, se hablaba del
banquete que Dios ofrecería a la
+
gente buena, a sus servidores,
14,15 A estas palabras, uno de los invitados le dijo: «Feliz el que tome parte en el banquete cuando viniera a establecer su
del Reino de Dios.» Reino. Jesús, a su vez, desarrolló
14,16 Jesús respondió: «Un hombre daba un gran banquete, e invitó a mucha gente. muchas veces este tema porque el
banquete representa la comunión
14,17 A la hora de la comida, envió a su sirviente a decir a los invitados: «Vengan, ya está de los espíritus. La presente
todo listo.» parábola se parece mucho a la que
14,18 Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. El primero le dijo: «Compré un nos cuenta Mateo (Mt 22,1).
Feliz el que tome parte en el
campo y es necesario que vaya a verlo; te ruego que me disculpes.» banquete del Reino, dice el
14,19 El otro dijo: «Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Te ruego interlocutor de Jesús. Tal vez no
que me disculpes.» sospecha que para participar en la
14,20 Otro, dijo: «Acabo de casarme y por esta razón no puedo ir.» fiesta eterna es necesario responder
hoy al llamado de Dios que ...nos[51]
14,21 El sirviente, al regresar, contó todo esto a su patrón. Este se enojó; pero dijo al sirviente: invita a reunirnos en su
Comentario: Jesús piensa en los
«Anda rápido por las plazas y calles de la ciudad y trae para acá a los pobres, a los que, después de entusiasmarse por
inválidos, a los ciegos y a los cojos.» él y dejar sus ambiciones para
14,22 Volvió el sirviente y dijo: «Señor, se hizo lo que mandaste y todavía queda lugar.» dedicarse a la obra del Evangelio,
14,23 El patrón le contestó: «Anda por los caminos y por los límites de las propiedades y volverían atrás, buscando una vida
más «normal» y más segura, según
obliga a la gente a entrar, de modo que mi casa se llene. las normas del hombre común.
14,24 Porque, se lo digo, ninguno de esos señores que yo había invitado probará mi Jesús necesita discípulos que se
banquete.» comprometan de una vez, y cree
que el hombre puede jugarse la
vida de una vez por él.
Lo
Lo que
que cuesta
cuesta seguir
seguir a
a Jesús
Jesús Las dos parábolas que vienen a
(Mt 10,37) continuación nos enseñan que
hacerse discípulo de Cristo es una
+ cosa seria: mejor no empecemos si
14,25 Caminaban con Jesús grandes multitudes y, dirigiéndose a ellos, les dijo: no estamos dispuestos a ir hasta el
final.
¿Por qué esta comparación con ... [52]
el
Porque el
14,26 «Si alguno quiere venir a mí, y no deja a un lado a su padre, a su madre, a su mujer, a Comentario: LA OVEJA
sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas, y aún a su propia persona, no puede ser mi NEGRA
¿Por qué se quejan los fariseos?
discípulo. No por amor a la religión, sino
14,27 El que no carga con su cruz para seguirme, no puede ser mi discípulo. porque se sienten despreciados: si
14,28 En efecto, cuando uno de ustedes quiere construir una casa en el ca mpo, ¿no Jesús va donde los pecadores y los
comienza por sentarse a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminar? trata igual que a ellos, ¿qué han
ganado con sus observancias? Pero
14,29 Porque si pone los cimientos y después no puede acabar la casa, todos los que lo Jesús no ha venido a dar premios,
vean se burlarán de él sino a salvar; el que ama, trata de
14,30 y dirán: Ahí tienen a un hombre que comenzó a construir y fue incapaz de concluir. salvar a su prójimo en vez de
condenarlo.
14,31 Cuando un rey parte a pelear. contra otro rey, ¿no comienza por sentarse a examinar ¡Feliz la oveja que Cristo fue a
si puede con diez mil hombres hacerle frente al otro que viene contra él con veinte mil? buscar, dejando a las otras noventa
14,32 Y si no puede, envía mensajeros, cuando el otro está lejos todavía, para llegar a un y nueve! Y ¡pobres de los justos
que no necesitan el perdón de
arreglo. Dios!
14,33 Del mismo modo, cualquiera de ustedes que no renuncia a todo lo que tiene, no Hoy, en las grandes ciudades, la
puede ser discípulo mío. Iglesia parece que se quedó con
una oveja solamente. ¿Cómo, pues,
14,34 La sal es una cosa buena, pero, si la misma sal pierde su sabor, ¿con qué se la salará? no se marcha al campo, es decir,
14,35 No sirve para el campo, ni se puede mezclar con el abono: entonces la echarán fuera. deja sus rentas, privilegios o
El que tenga oídos para oír, ¡qué oiga!» devociones de tipo mercantil para
salir en busca de las noventa y
nueve que se perdieron? Salir del
La
La oveja
oveja perdida
perdida círculo tan simpático de los
(Mt 18,12) creyentes sin problemas, mirar más
allá de nuestras ceremonias
15,1 Todos, publicanos y pecadores, se acercaban a Jesús para escucharlo. renovadas, y estar dispuestos a que
nos critiquen como a Jesús.
15,2 Los fariseos, pues, con los maestros de la Ley murmuraban y criticaban: «Este hombre Alégrense conmigo,en vez de
recibe a los pecadores y come con ellos.» criticar al que volvió.
15,3 +Entonces Jesús les dijo esta parábola: ¿Quién enciende la lámpara,barre
la casa y busca, sino Dios mismo?
15,4 «Si uno de ustedes pierde una oveja de las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y Pero, por respeto a Dios, los judíos
nueve en el campo para ir en busca de la que se perdió, hasta encontrarla? del tiempo de Jesús preferían no
15,5 Y cuando la encuentra, muy feliz, la pone sobre los hombros nombrarlo, y usaban expresiones
como los ángeles, o el cielo.... [53]
15,6 y, al llegar a su casa, reúne amigos y vecinos y les dice: Alégrense conmigo, porque
encontré la oveja que se me había perdido. Comentario: EL PECADO
15,7 Yo les declaro que de igual modo habrá más alegría en el cielo por un solo pecador ORIGINAL. -EL PADRE
PRODIGO
que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de Hay tres personajes en esta
convertirse. parábola. El Padre representa a
15,8 Cuando una mujer pierde una moneda de las diez que tiene, ¿no enciende una luz, no Dios, y el hijo mayor al fariseo.
Pero ¿quién es el hijo menor, el
barre la casa y la busca cuidadosamente, hasta hallarla? Pecador o, más bien, el Hombre?
15,9 Y apenas la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: Alégrense conmigo, El hombre busca su libertad y,
porque hallé la moneda que se me había perdido. muchas veces, piensa que Dios se
la quita. Empieza por alejarse del
15,10 Les declaro que de la misma manera hay gozo entre los ángeles de Dios por un solo padre, cuyo amor no entendió y
pecador que cambie su corazón y su vida.» cuya presencia se le hace pesada.
Después de sacrificar esta herencia
cuyo precio no conoce, se
EEll hijo
hijo pródigo
pródigo deshonra a sí mismo y se hace
esclavo de otros hombres y de
15,11 +Jesús puso otro ejemplo: «Un hombre tenía dos hijos. obras vergonzosas (para un judío,
el cerdo era el animal impuro).
15,12 El menor dijo a su padre: Padre, dame la parte de la propiedad que me corresponde. Pero vuelve el hijo. Habiendo
Y el padre la repartió entre ellos. tomado conciencia de su
15,13 Pocos días después, el hijo menor reunió todo lo que tenía, partió a un lugar lejano y, esclavitud, se convence de que
allí, malgastó su dinero en una vida desordenada. Dios le reserva una suerte mejor, y
emprende el camino de regreso. Al
15,14 Cuando lo gastó todo, sobrevino en esa región una escasez grande y comenzó a volver, descubre que el Padre es
pasar necesidad. muy diferente de la idea que de él
15,15 Entonces fue a buscar trabajo y se puso al servicio de un habitante de ese lugar que lo se había forjado: éste lo estaba
esperando, y corre a su encuentro;
envió a sus campos a cuidar cerdos. lo restablece en su dignidad,
15,16 Hubiera deseado llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero borrando el recuerdo de la herencia
nadie le daba nada. perdida. Y se celebra el ‘banquete’
15,17 Fue entonces cuando entró en sí: «¡Cuántos trabajadores de mi padre tienen pan de del que Jesús habló tantas veces.
Al final comprendemos que Dios
sobra, y yo aquí me muero de hambre! es Padre. El no nos puso en la
tierra para cosechar méritos y
premios, sino para descubrir...
que[54]
somos sus hijos. Pero, de hecho,
15,18 ¿Por qué no me levanto? Volveré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra Dios y
contra ti;
15,19 ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como a uno de tus siervos.
15,20 Partió, pues, de vuelta donde su padre.
Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión, corrió a echarse a su
cuello y lo abrazó.
15,21 Entonces el hijo le habló: Padre, pequé contra Dios y contra ti; ya no merezco
llamarme hijo tuyo.
15,22 Pero el padre dijo a sus servidores: Rápido, tráiganle la mejor ropa y póngansela,
colóquenle un anillo en el dedo y zapatos en los pies.
15,23 Traigan el ternero más gordo y mátenlo, comamos y alegrémonos,
15,24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo he
encontrado. Y se pusieron a celebrar la fiesta.
15,25 El hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver llegó cerca de la casa, oyó la
música y el baile.
15,26 Llamando a uno de los sirvientes, le preguntó qué significaba todo eso.
15,27 Este le dijo: Tu hermano está de vuelta y tu padre mandó matar el ternero gordo, por
haberlo recobrado con buena salud.
15,28 El hijo mayor se enojó y no quiso entrar.
Entonces el padre salió a rogarle.
15,29 Pero él le contestó: Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una
sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con
mis amigos;
15,30 pero llega ese hijo tuyo, después de haber gastado tu dinero con prostitutas, y para él
haces matar el ternero gordo.
15,31 El padre le respondió: Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. Comentario: EL DINERO Y
15,32 Pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha LOS AMIGOS
Jesús no se preocupa por calificar
vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.» las incorrecciones del mayordomo,
sino que destaca su inteligencia
El
El administrador
administrador astuto
astuto para asegurar su porvenir; este
hombre supo descubrir a tiempo
+ que los amigos duran más que el
16,1 Jesús dijo también a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un mayordomo, dinero. Asimismo, los hijos de la
y vinieron a acusarlo de que estaba malgastando sus bienes. luz, al promover una nueva manera
16,2 Lo mandó llamar y le dijo: «¿Qué es lo que me dicen de ti? Dame cuenta de tu de vivir, deben quitarle al dinero
su aureola de Bien Supremo. Pues
administración, porque ya no podrás seguir en tu puesto.» parece que el dinero puesto en un
16,3 El mayordomo pensó entonces: «¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita el lugar seguro es el medio para
puesto? No tengo fuerzas para trabajar la tierra, y pedir limosnas me daría vergüenza. asegurar nuestra existencia y
16,4 Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, tenga gente que me reciba en nuestro porvenir. Al contrario,
Jesús nos pide que pongamos el
su casa. dinero en circulación y que lo
16,5 Llamó uno por uno a los que debían a su patrón y dijo al primero: cambiemos sin vacilar por algo
16,6 «¿Cuánto le debes a mi patrón?» Le contestó: «Cien barriles de aceite.» Dijo el más precioso: como son los lazos
de mutuo agradecimiento.
mayordomo: «Toma tu recibo, siéntate y escribe rápido: cincuenta.» No somos propietarios sino
16,7 Después dijo a otro: «Y tú ¿cuánto debes?» Contestó: «Cuatrocientos quintales de mayordomos de nuestros bienes, y
trigo.» El mayordomo le dijo: «Toma tu recibo y escribe: trescientos.» los debemos administrar para bien
de todos. El dinero no es cosa
16,8 El patrón admiró la manera de obrar tan inteligente de su mayordomo ladrón: en mala, mientras lo usamos como un
verdad los de este mundo son más astutos que los hijos de la luz para tratar a sus medio que facilita los
semejantes. intercambios. Sin embargo, Jesús
16,9 Yo también les digo: Aprovechen el maldito dinero para hacerse amigos, para que, lo llama injusto (aquí pusimos la
palabra maldito), porque el dinero
cuando se les acabe, los reciban a ustedes en las viviendas eternas. no es el bien verdadero, el que nos
16,10 El que se mostró digno de confianza en cosas sin importancia, será digno de confianza hace justos ante Dios; y por que no
también en las importantes, se puede acumular el dinero y
confiar en él sin faltar a la
16,11 y el que no se mostró digno de confianza en cosas mínimas, tampoco será digno de confianza en el Padre y sin hacer
confianza en lo importante. Por lo tanto, si ustedes han administrado mal el maldito daño al prójimo.
dinero, ¿quién va a confiarles los bienes verdaderos? El dinero es lo que el hombre
adquiere y pierde. No lo hace ser
16,12 Y si no se han mostrado dignos de confianza en cosas ajenas, ¿quién les entregará los más ni mejor. Por lo tanto, no
bienes que son realmente nuestros? forma parte de los bienes que son
realmente nuestros.
+
16,13 Ningún sirviente puede quedarse con dos patrones: verá con malos ojos al primero y Comentario: LOS RICOS.
querrá al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. Ustedes no pueden Los fariseos se burlaban de él.
Lucas, más que los otros
servir al mismo tiempo a Dios y al dios Dinero.» evangelistas, nota la
16,14 Los fariseos oían todo esto. Por ser hombres apegados al dinero, se burlaban de Jesús. incompatibilidad entre la religión
Pero él les dijo: verdadera y el apego al dinero. Los
fariseos podían justificar su amor
16,15 «Ustedes se dan cara de hombres perfectos, pero Dios conoce los corazones, y lo que
al dinero refiriéndose a algunas
los hombres tienen por grande, Dios lo aborrece. palabras de la Biblia. Pues en los
+
16,16 La Ley y los profetas llegan hasta Juan; después se pr oclama el Reino de Dios y a primeros tiempos los judíos veían
todos les cuesta conquistarlo. en la riqueza una bendición de
Dios. Al no saber del más allá,
16,17 Más fácilmente pasarán el Cielo y la tierra antes que caiga al suelo una sola letra de la consideraban justo que Dios
Ley. premiara a sus fieles con salud y
16,18 Todo hombre que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio. Y el dinero: ésta es la razón por la cual
guardaron un recuerdo excepcional
que se casa con una mujer divorciada de su marido, comete adulterio. del rey Salomón, a pesar de que
terminó su vida dando ejemplos de
Lázaro
Lázaro yy el
el rico
rico total indiferencia religiosa. Pero,
con el correr del tiempo,
+
reconocieron que el dinero era más
16,19 Había un hombre rico que se vestía con ropa finísima y que cada día comía bien un peligro y que, a menudo,
regiamente. era el privilegio de los incrédulos y
16,20 Había también un pobre, llamado Lázaro, todo cubierto de llagas, que se tendía a la de los sinvergüenzas (Sal 49, Job).
Sin embargo, le basta a uno... [55]
tener
puerta del rico , dinero para convencerse de que
16,21 y que sentía ganas de llenarse con lo que caía de la mesa del rico, y hasta los perros Comentario: LA LEY
A continuación vienen tres
venían a lamerle las llagas. sentencias de Jesús que no tienen
16,22 Pues bien, murió el pobre y fue llevado por los ángeles hasta el cielo cerca de otro enlace que el de referirse las
Abraham. Murió también el rico y lo sepultaron. tres ala Ley. La Ley designaba las
leyes dadas por Dios a los judíos
16,23 Estando en el infierno, en medio de tormentos, el rico levanta los ojos y ve de lejos a durante el Antiguo Testamento.
Abraham y a Lázaro cerca de él. Asimismo la Ley y los Profetas era
16,24 Entonces grita: «Padre Abraham, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que se moje la una manera de designar la Biblia.
Aquí Jesús usa esta expresión para
punta de un dedo para que me refresque la lengua, porque estas llamas me señalar los tiempos del Antiguo
atormentan.» Testamento, o sea, todo lo que
16,25 Abraham respondió: «Hijo, acuérdate de que recibiste ya tus bienes durante la vida, lo preparó su propia venida.
mismo que Lázaro recibió males. Ahora él aquí encuentra consuelo y tú, en cambio, No caerá una sola letra de la Ley.
Es decir, que todo en ella tenía su
tormentos. razón de ser. Eso no obstante,
16,26 Sepas que por estos lados se ha establecido un abismo entre ustedes y nosotros, para Jesús afirma que con él se da el
que los que quieran pasar de aquí para allá no puedan hacerlo, y que no atraviesen paso decisivo. Lo que era
preparación ya no habrá de ser
tampoco de allá hacia nosotros.» cumplido de la misma manera que
16,27 Contestó el rico: «Entonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a mis familiares, antes: ver en Mt 5,17-20.
16,28 donde están mis cinco hermanos, para que les advierta, y no vengan ellos también a Para los Judíos que practicaban la
Ley y, en especial, para los que
este lugar de tormento.»
... [56]
habían seguido a Juan Bautista, se
16,29 Y Abraham contestó: «Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen.» necesitaba dar un paso para creer
Comentario: EL INFIERNO
16,30 «No, padre Abraham, dijo el rico. Si uno de entre los muertos los va a visitar, se Esta parábola habla de la división
arrepentirán.» del mundo entre ricos y pobres.
16,31 Pero Abraham le dijo: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, aunque resucite uno Hay una ley fatal del dinero que
de entre los muertos, no le creerán.» lleva al rico a vivir aparte:
alojamiento, movilización,
diversiones, atención médica. La
pared que construyó el rico en la
17,1 Dijo Jesús a sus discípulos: «Es imposible que no haya escándalos y caídas. Pero pobre presente vida será, después de su
del que hace caer a los demás. muerte, un abismo que nadie podrá
17,2 Sería mejor para él que lo echaran al mar con una piedra de molino colgada al salvar. El que haya aceptado esta
separación se verá puesto al otro
cuello, antes que haga caer a uno solo de estos pequeños. lado para siempre.
17,3 Fíjense bien: Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Un pobre llamado Lázaro.Jesús
17,4 Si te ofende siete veces al día, y siete veces vuelve arrepentido, diciendo: No lo vuelvo da un nombre al pobre, pero no al
a hacer más, perdónalo.» rico, volcando así el orden de la
sociedad presente, que trata como
persona al «señor X», pero no al
(Mt 17,20, 21,21) trabajador común y corriente.
También vemos que Lázaro, al
17,5 Los apóstoles dijeron al Señor: «Auméntanos la fe.» morir, encuentra a muchos amigos:
los ángeles,y Abraham, padre de
17,6 El Señor respondió: «Si tienen fe como un granito de mostaza, le dirán a ese árbol que los creyentes. El rico, en cambio,
está ahí: Arráncate y plántate en el mar, y el árbol obedecerá. ya no tiene amigos o abogados ... [57]
para arreglar su situación: el
17,7 Supongan que uno de ustedes tiene un servidor arando o cuidando el ganado.
Cuando éste vuelve del campo, ¿le dicen ustedes: ven en seguida a sentarte a la
mesa?
17,8 ¿No le dicen más bien: prepárame comida, y ponte el delantal para servirme, y
después que yo haya comido y bebido, tú lo harás a tu vez?
17,9 Y después, ¿se sienten agradecidos de ese siervo porque hizo lo que le mandaron?
17,10 Esto vale para ustedes. Cuando hayan hecho todo lo que les ha sido mandado, digan:
Somos servidores que no hacíamos falta; sólo hicimos lo que debíamos hacer.»

Los
Los diez
diez leprosos
leprosos
Comentario:
17,11 +De camino a Jerusalén, Jesús pasó por los límites de Samaria y Galilea. Los diez leprosos fueron sanados,
pero a uno sólo se le dijo: Tu fe te
17,12 Al entrar a un pueblo, diez hombres leprosos le salieron al encuentro. Se quedaron a ha salvado. Porque solamente éste
cierta distancia fue capaz de dar una respuesta que
17,13 y gritaron: «Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros.» saliera realmente del corazón.
Mientras los otros se preocupaban
17,14 Jesús les dijo: «Vayan a presentarse a los sacerdotes.» por cumplir los trámites legales, él
17,15 Mientras iban, quedaron sanos. Uno de ellos, al verse sano, volvió de inmediato. Llegó no pensó más que en agradecer a
alabando a Dios en alta voz Dios ahí mismo donde la gracia de
17,16 y echándose a los pies de Jesús, con el rostro en tierra, le daba gracias. Este era Dios lo había encontrado: ésta es la
fe que nos salva y nos transforma.
samaritano. Entre tantos que piden sanaciones
17,17 Jesús entonces preguntó: «¿No sanaron los diez? ¿Dónde están los otros nueve? y favores, ¿cuántos llegarán a amar
17,18 ¿El único que ha vuelto a alabar a Dios ha sido este extranjero?» a Dios de verdad?
17,19 En seguida dijo al hombre: «Levántate y vete: tu fe te ha salvado.»
Comentario: ¿Cuándo llegará
el Reino de Dios? No llega como
De
De qué
qué manera
manera viene
viene el Reino de Dios una revolución o un cambio de las
(Mt 24,17) estaciones del año: va actuando en
los hombres que han recibido la
+
17,20 Los fariseos le preguntaron: «¿Cuándo llegará el Reino de Dios?» El les contestó: «La Buena Nueva. El Reino es algo
que ya poseen los creyentes.
llegada del Reino de Dios no es cosa que se pueda verificar. A continuación vienen palabras de
17,21 No se va a decir: Está aquí o está acá. Y sepan que el Reino de Dios está en medio de Jesús sobre el fin de Jerusalén y
ustedes.» sobre su segunda venida (Mc
17,22 Dijo además a los discípulos: «Llegará un tiempo en que ustedes desearán ver uno solo 13,14). No hay que hablar del fin
del mundo en cada momento de
de los días del Hijo del Hombre, pero no lo verán. ansiedad. Jesús nos pone dos
17,23 Entonces les dirán: Está aquí, está allá. No vayan, no corran . comparaciones: el relámpago que
17,24 En efecto, como el relámpago brilla en un punto del cielo y resplandece hasta el otro, se ve de todas partes y las águilas
que van sin engañarse donde hay
así sucederá con el Hijo del Hombre cuando llegue su día. un cadáver. De la misma manera,
17,25 Pero antes, tiene que sufrir mucho y ser rechazado por este pueblo. todos se darán cuenta, y sin error,
17,26 En los días del Hijo del Hombre sucederá lo mismo que sucedió en tiempos de Noé. cuando vuelva Cristo.
Sin embargo, esta venida hallará
17,27 Comían, bebían y se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el desprevenidos a los que no la
arca y vino el diluvio que los hizo perecer a todos. esperan (como en los días de Noé).
17,28 Pasó lo mismo en los tiempos de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, El Juicio separará de repente a los
elegidos de los condenados, a
plantaban y edificaban. quienes nada separaba en la vida
17,29 Pero salió Lot de Sodoma, y Dios hizo caer del cielo una lluvia de fuego y azufre que los diaria: de dos que trabajan juntos,
mató a todos. uno es llevado, el otro dejado.
Lo del hombre que está fuera de la
17,30 Lo mismo pasará el día en que aparezca el Hijo del Hombre. casa está relacionado en Mateo
17,31 En ese día, el que esté en la terraza y tenga sus cosas en la casa, que no baje a 24,17 con el fin de Jerusalén y
buscarlas, y el que esté en el campo, no vuelva atrás. significa en ese lugar que habrá
17,32 Acuérdense de la mujer de Lot. que huir rápidamente. Pero aquí
tiene otro sentido: cuando se
17,33 El que trata de salvar su vida la perderá; en cambio, el que la sacrifica la hace presente el fin del mundo ya no
renacer para la vida eterna. será el momento de preocuparse
17,34 Yo les declaro que, en esa noche, de dos personas que estén durmiendo en una por salvar su vida o sus
pertenencias.
misma cama, una será llevada, y la otra dejada; ¿Dónde sucederá esto? Pregunta
17,35 dos mujeres estarán moliendo juntas: una será llevada y la otra dejada.» desatinada, como en 17,20. Porque
17,36 Entonces preguntaron a Jesús: «¿Dónde sucederá eso, Señor?» el Señor no vendrá a buscar a los
17,37 Y él respondió: «Donde esté el cuerpo, ahí se juntarán los buitres.» suyos para conducirlos a un lugar
material. En ese día, los buenos
serán llevados infaliblemente a la
presencia de Dios.
Orar
Orar sin
sin desanimarse
desanimarse Comentario: Si hay un Dios
justo, ¿por qué no hace justicia?
(Sal 44,23; Hab 1; Za 1,12; Ap
18,1 + Jesús les propuso este ejemplo sobre la necesidad de orar siempre, sin desanimarse 6,9). Jesús responde: ¿Desean y
jamás: piden ustedes con bastante fe que
18,2 «En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaba nadie. Dios haga justicia? Habrá que
18,3 En esa misma ciudad había una viuda que vino donde él a decirle: Hágame justicia esperar, pero sin duda se hará.
Un juez que se burla de los
contra mi adversario. hombres. Así ven a Dios muchas
18,4 El juez no le hizo caso durante un buen tiempo. Pero al final pensó: Aunque no temo a personas que se fijan en lo injusto
Dios y no me importa nadie, y lo absurdo de la vida. Pero, si
sabemos orar perseverantemente,
18,5 esta viuda me molesta tanto que le voy a hacer justicia; así ya no volverá a romperme descubriremos poco a poco que
la cabeza.» todo esto no es tan absurdo como
18,6 Y el Señor dijo: «¿Se han fijado en las palabras del juez malo? parece; y llegaremos a reconocer, a
través de los acontecimientos, el
18,7 Ahora bien, ¿Dios no les hará justicia a sus elegidos si claman a él día y noche, rostro de Dios que nos ama.
mientras él demora en escucharles? Si claman a él día y noche. Jesús,
18,8 Todo lo contrario; pues les aseguro que Dios hará justicia en favor de ellos, y lo hará que tanto recalca nuestra
responsabilidad frente al mundo,
pronto. es el que también nos invita a pedir
Pero, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? a Dios día y noche ¿Por qué tan
fácilmente la gente se divide (o
El
El fariseo
fariseo yy el
el publicano
publicano nosotros la dividimos) entre
quienes rezan y quienes actúan?
¿Hallará fe en la tierra? Jesús
+
18,9 Puso además esta comparación por algunos que estaban convencidos de ser justos y confirma una opinión que ya se
que despreciaban a los demás: encontraba entre los judíos de su
tiempo. En los últimos tiempos que
18,10 «Dos hombres subieron al Templo a orar, uno era fariseo y el otro publicano. precedan el Juicio, la fuerza del
18,11 El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: «Oh Dios, te doy gracias porque mal será tal que en muchos el amor
no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese se enfriará (Mt 24,12; Lc 21,36).
De hecho, en la primera venida de
publicano que está allí. Jesús, el Antiguo Testamento
18,12 Ayuno dos veces por semana, doy la décima parte de todo lo que tengo.» terminó con un fracaso aparente,
18,13 El publicano, en cambio, se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, pues pocos creyeron en él y la
sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «Dios mío, ten piedad de mí que soy un mayoría se dejaron arrastrar por la
... [58]
confusión, los falsos salvadores y
pecador.» las violencias que precipitaron la
18,14 Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el Comentario: Los fariseos
ponían mucho empeño en cumplir
fariseo no. Porque todo hombre que se hace grande será humillado, y el que se la Ley de Dios y multiplicaban los
humille será hecho grande.» ayunos y las obras de misericordia.
18,15 Le traían hasta los pequeñitos para que los tocara; viendo esto los discípulos, Desgraciadamente, se atribuían a sí
mismos el mérito de su vida tan
empezaron a reprender a esta gente. ejemplar: ya no necesitaban la
18,16 Entonces Jesús los llamó para decirles: «Dejen que los niños vengan a mí, no se lo misericordia de Dios, sino que sus
impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. obras buenas lo obligaban a que él
18,17 En verdad les digo que quien no recibe el Reino de Dios como u n niño, no entrará en los premiara.
En cambio, el publicano se
él.» reconoce pecador delante de Dios
y de los hombres, y solamente
El
El que
que no
no quiso
quiso seguir
seguir a
a Jesús
Jesús espera el perdón. El está en la
verdad. Al volver a casa, estaba en
(Mc 10,17; Mt 19,16) gracia de Dios (el texto dice: había
sido hecho justo, o sea, que Dios lo
18,18 Cierto hombre importante le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para había reconciliado). Pero el fariseo
se iba como había venido,
heredar la vida eterna?» encerrado en su propia excelencia
18,19 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Solamente uno es bueno y ése es Dios. y cerrado a la gracia de Dios.
18,20 Conoces los mandamientos: No cometas adulterio, no mates, no robes, no levantes Jesús habló por algunos que
estaban convencidos de ser justos
testimonios falsos, honra a tu padre y a tu madre.» (9) La Biblia llamaba justos a los
18,21 Pero él contestó: «Todo esto yo lo cumplo desde joven.» que agradaban a Dios cumpliendo
18,22 Al oír esta declaración, Jesús le dijo: «Todavía te falta algo. Vende todo lo que tienes, su voluntad. Así, en Mt 1,19 y Lc
reparte el dinero entre los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después ven y 1,6, José y Zacarías son justos, o
sea, personas excelentes. En
sígueme.» algunos lugares se da mucha
18,23 Cuando él oyó la respuesta, se puso muy triste, porque era harto rico. importancia al aspecto externo: el
18,24 Viéndolo, Jesús dijo: «¡Qué difícil es entrar al Reino de Dios, cuando uno tiene las justo es el que cumple la Ley. En
riquezas! otros, la Biblia destaca la fidelidad
interior del justo, amigo de Dios
18,25 Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar al como fue Abraham (15,6).
Reino de Dios.» Jesús, por su parte, afirma que
... [59]
nadie puede atribuirse a sí mismo y
a sus méritos la justicia o santidad
18,26 Los oyentes dijeron: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?» Comentario: LA FUERZA DE
18,27 Jesús respondió: «Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.» JESUS
Todos en Jericó señalaban a
18,28 Pedro dijo entonces: «¿Ves cómo nosotros dejamos lo que teníamos y te seguimos?» Zaqueo: ¿cómo se convertiría un
18,29 Jesús respondió: «Yo les aseguro que ninguno dejará casa, esposa, hermanos, padre, hombre de esta clase,
o hijos, a causa del Reino de Dios, acostumbrado a los negocios
18,30 sin que reciba mucho más en el mundo presente y, en el venidero, la vida eterna.» sucios? ¿Qué castigo le enviaría
Dios? En vez de castigarlo, vino
18,31 Jesús tomó consigo a los Doce para decirles: «Ahora subimos a Jerusalén y va a Dios a su casa.
cumplirse todo lo que escribieron los profetas sobre el Hijo del Hombre. Jesús demuestra ser guiado por el
18,32 Pues será entregado a los extranjeros, que se burlarán de él, ol maltratarán, lo Espíritu cuando divisa a Zaqueo
entre tanta gente: y comprende en
escupirán ese momento que ha venido ese día
18,33 y después de azotado lo matarán; pero al tercer día resucitará.» a Jericó más que todo para salvar a
18,34 Los Doce no entendieron nada de esto; era lenguaje misterioso para ellos y no un rico.
Zaqueo sabe que es envidiado y
comprendían lo que les decía. odiado. Sin embargo, no todo en él
es malo: aunque sus manos están
El
El ciego
ciego de
de Jericó
Jericó sucias, no ha perdido el sentido del
(Mc 10,46; Mt 20,23) bien y, secretamente, admira al
profeta Jesús. Dios lo salva por sus
buenos deseos. El favor que le
18,35 Cuando estuvieron cerca de Jericó, había un ciego sentado al borde del camino y hace Jesús lo obliga a manifestar lo
que pedía limosna. humano y bueno que tenía
18,36 Oyendo el. paso de la gente, preguntó qué era aquello. ahogado en su conciencia.
Se dice que lo recibió muy alegre:
18,37 Le dijeron: «Es Jesús el Nazareno que pasa por ahí.» alegría que muestra el cambio
18,38 Y se puso a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten piedad de mí!» ocurrido en él. Después, no le
18,39 Los que iban delante lo reprendieron para que se callara, pero él gritaba con más costará reparar sus maldades.
El pueblo se indigna, imitando a
fuerza:«¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!» los fariseos: el profeta Jesús
18,40 Entonces Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajeran. Cuando el ciego estuvo cerca, debería compartir su causa y hasta
Jesús le preguntó: sus rencores. Pero Jesús no es un
demagogo; la incomprensión de la
18,41 «¿Qué quieres que haga por ti?» El respondió: «Señor, haz que vea.» muchedumbre no le importa más
18,42 Jesús le dijo: «Recobra la vista, tu fe te ha salvado.» que la de los fariseos. Una vez más
18,43 Y en el mismo instante, el ciego pudo ver y empezó a seguir a Jesús, alabando a Dios. Jesús ha demostrado su fuerza: ha
destruido el mal salvando al... [60]
Y todos los que estaban ahí alabaron también a Dios. pecador.
Comentario: Los galileos van a
Jesús
Jesús yy Zaqueo
Zaqueo Jerusalén a celebrar la Pascua, y
Jesús va caminando con ellos.
Sabe que lo espera la muerte; ellos,
19,1 +Llegando a Jericó, pasaba Jesús por la ciudad. sin embargo, están convencidos de
19,2 Allí había un hombre llamado Zaqueo. Era jefe de los cobradores de impuestos y muy que se proclamará rey y libertador
de Israel.
rico. Con la presente parábola, Jesús los
19,3 Quería ver cómo era Jesús, pero no lo alcanzaba en medio de tanta gente, por ser de invita a tener otra esperanza. El
baja estatura. reinará al volver de un país lejano,
o sea, de la muerte, al final de la
19,4 Entonces corrió adelante y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. historia. Los suyos, mientras tanto,
19,5 Cuando llegó a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, tienen a su cargo riquezas que él
porque hoy tengo que quedarme en tu casa.» les facilitó y que han de hacerlas
fructificar; no deben esperar su
19,6 Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. vuelta cruzados de brazos, pues los
19,7 Todos entonces se pusieron a criticar y a decir: «Se fue a alojar en casa de un enemigos van a aprovechar el
pecador.» tiempo que él esté ausente para
luchar contra su influencia. Los
19,8 Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los servidores de Jesús participarán de
pobres, y a quien he exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más.» su triunfo en la medida en que
19,9 Jesús, pues, dijo a su respecto: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa; en verdad, hayan trabajado.
éste también es hijo de Abraham. Esta página tiene mucho que ver
con la parábola de los talentos (Mc
19,10 El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.» 25,15). Notemos dos diferencias.
Por una parte, la introducción y el
Las
Las diez
diez monedas
monedas final: Jesús alude a la vida política
de su país. Este dependía del
(Mt 25,14) Imperio Romano y sus reyes
debían ser del agrado del gobierno
+
19,11 Los que caminaban con Jesús y lo escuchaban esta ban ya cerca de Jerusalén, y se romano que actuaba como
imaginaban que el Reino de Dios se iba a manifestar de un momento a otro. Jesús, protector.
Por otra parte, se recalca la justicia
pues, les puso este ejemplo: de Dios: a cada cual según sus
méritos. La felicidad del Cielo no
... en
es cosa que se pueda distribuir [61]
forma igualitaria. Cada uno
19,12 «Un hombre de gran familia se dirigió a un país lejano para ser nombrado rey y volver
en seguida.
19,13 Llamó a diez empleados suyos, les entregó a cada uno una moneda de oro y les dijo:
Trabajen este dinero hasta que yo vuelva.
19,14 Pero sus compatriotas lo odiaban y mandaron detrás de él una comisión encargada
de decir: Nosotros no lo queremos por rey.
19,15 Cuando volvió, había sido nombrado rey. Entonces hizo llamar a los empleados a los
que había entregado dinero, para averiguar cuánto había ganado cada uno.
19,16 Se presentó el primero y dijo: «Señor, tu moneda produjo otras diez.»
19,17 El contestó: «Está bien, servidor bueno, ya que fuiste fiel en lo poco, recibe el gobierno
de diez ciudades.»
19,18 Vino el segundo y dijo: «Señor, tu moneda produjo otras cinco.»
19,19 El rey contestó igualmente a éste: «También tú gobierna cinco ciudades.»
19,20 Vino el tercero y dijo: «Señor, aquí tienes tu moneda. La guardé envuelta en un
pañuelo,
19,21 porque tuve miedo de ti. Eres un hombre exigente, reclamas lo que no has depositado
y cosechas lo que no has sembrado.»
19,22 Contestó el rey: «Servidor malo, te juzgo por tus propias palabras. Sabías que soy
hombre exigente, que reclamo lo que no he depositado y que cosecho lo que no he
sembrado;
19,23 entonces, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? A mi regreso, yo lo habría
cobrado con intereses.»
19,24 Y dijo el rey a los que estaban presentes: «Quítenle la moneda y dénsela al que tiene
diez.»
19,25 «Pero, señor, le contestaron, ya tiene diez monedas.»
19,26 Yo les declaro que, a todo el que produce, se le dará, pero al que no produce, se le
quitará aun lo que tiene.
19,27 En cuanto a mis enemigos, que no me quisieron por rey, tráiganlos para acá y
mátenlos en mi presencia.»

Jesús
Jesús entra
entra en
en Jerusalén
Jerusalén
(Mc 11,1; Mt 21,1; Jn 12,12; Mt 24,2)

19,28 Dicho esto, Jesús siguió su camino. Todos subían a Jerusalén y Jesús iba delante.
19,29 Cuando llegaron a Betfagé y Betania, cerca del cerro llamado de los Olivos, Jesús dijo
a dos de sus discípulos:
19,30 «Vayan al pueblo que está enfrente. Al entrar encontrarán amarrado un burrito que
nadie ha montado hasta ahora. Desátenlo y tráiganlo.
19,31 Si alguien les pregunta: ¿Por qué lo desatan?, contesten: El Señor lo necesita.»
19,32 Fueron los enviados y hallaron todo como Jesús les había dicho.
19,33 Mientras soltaban el burrito, llegaron los dueños y les dijeron: «¿Por qué desatan ese
burrito?»
19,34 Contestaron: «El Señor lo necesita.»
19,35 Llevaron, pues, el burrito a Jesús y le echaron sus capas encima para que Jesús se
montara.
19,36 A medida que avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino.
19,37 Al acercarse a la bajada del cerro de los Olivos, la multitud de sus seguidores, llenos
de alegría, se pusieron a alabar a Dios a voz en cuello, por todos los milagros que
habían visto.
19,38 Y decían: «¡Bendito el que viene, el Rey en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo! ¡Gloria
en lo más alto de los cielos!»
19,39 Algunos fariseos que se encontraban entre la gente dijeron a Jesús: «Maestro, reprende
a tus seguidores.»
19,40 Pero él contestó: «Yo les digo que si ellos se callan, las piedras gritarán.»
19,41 Cuando estuvo cerca, al ver la ciudad, lloró por ella,
19,42 y dijo: «Ojalá en este día tú también entendieras los caminos de la paz. Pero no estás
ahora en condiciones para verlo.
19,43 Vendrán días para ti, en que tus enemigos te cercarán de trincheras, te atacarán, te
estrecharán por todos lados.
19,44 Te aplastarán contra el suelo, a ti y a tus hijos, que viven dentro de tus muros, y no
dejaran en ti piedra sobre piedra, porque no has reconocido el tiempo ni la visita de tu
Dios.»
19,45 Entró después Jesús al Templo y comenzó a expulsar a los que ahí hacían negocios.
19,46 Les declaró: «Dios dice en la Escritura: Mi casa será casa de oración. Pero ustedes la
han convertido en refugio de ladrones.»
19,47 Todos los días estaba en el Templo enseñando. Los jefes de los sacerdotes y los
maestros de la Ley buscaban cómo acabar con él, lo mismo que las autoridades de
los judíos.
19,48 Pero no sabían cómo hacerlo, porque el pueblo entero lo escuchaba, pendiente de
sus palabras.

20,1 Uno de esos días , Jesús estaba en el Templo enseñando al pueblo y les anunciaba la
Buena Nueva. En eso llegaron los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley con
algunos jefes de los judíos, y le hablaron en estos términos:
20,2 «Dinos con qué derecho haces estas cosas. ¿Quién te ha dado la autorización?»
20,3 El les contestó: «Yo también les voy a hacer una pregunta. Díganme:
20,4 Cuando Juan bautizaba, ¿lo hacía mandado por Dios, o era cosa de hombres?»
20,5 Ellos, pues, reflexionaron: «Si contestamos que el bautismo de Juan era cosa de Dios, él
nos dirá: ¿Y por qué no creyeron en él?
20,6 Y si respondemos que era cosa de hombres, todo el pueblo nos apedreará, pues está
convencido de que Juan era un profeta»
20,7 Por eso le contestaron que no sabían.
20,8 Y Jesús les dijo: «Yo tampoco les diré con qué derecho hago estas cosas.»

Los
Los trabajadores
trabajadores asesinos
asesinos
(Mc 12,1; Mt 21,33)

20,9 Luego comenzó a contar al pueblo este ejemplo:


«Un hombre plantó una viña, después la arrendó a unos trabajadores y partió al
extranjero por largo rato.
20,10 A su debido tiempo envió un servidor donde los trabajadores, para que le entregaran
la parte de la cosecha que le correspondía; pero los trabajadores, después de
golpearlo, lo echaron con las manos vacías.
20,11 Mandó después a otro servidor; pero también a éste le pegaron, lo insultaron y lo
echaron con las manos vacías;
20,12 envió aún a un tercero, al que también lo hirieron y lo echaron fuera.
20,13 El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué hacer? Voy a enviar a mi hijo muy querido;
a lo mejor lo respetarán.
20,14 Pero, al verlo los trabajadores, se dijeron unos a otros: Este es el heredero, matémoslo y
nos quedaremos con la herencia.
20,15 Lo arrojaron, pues, fuera de la viña y lo mataron.
Ahora bien, ¿qué les hará el dueño de la viña?
20,16 Vendrá, hará morir a esos trabajadores y entregará la viña a otros.»
En este momento los oyentes dijeron:
«Ni Dios lo quiera.»
20,17 Jesús, fijando su mirada en ellos, les dijo: «¿Qué significan estas palabras de la
Escritura?:
La piedra que rechazaron los constructores, ésta es ahora la piedra principal.
20,18 Quien caiga en esta piedra se quebrará, y será aplastado aquel al que le caiga
encima.»
20,19 Los maestros de la Ley y los jefes de los sacerdotes hubieran querido detenerlo en ese
momento, pero temieron al pueblo. Pues comprendieron que Jesús había contado ese
ejemplo para ellos.
El
El impuesto
impuesto para
para el
el César
César
(Mc 12,13; Mt 22,15)

20,20 Entonces se pusieron a acechar a Jesús y le mandaron espías, que fingieron buena fe
para aprovecharse de sus palabras, y así entregarlo a la policía y a la justicia del
gobernador.
20,21 Estos hombres hicieron esta pregunta: «Maestro, nosotros sabemos que hablas y
enseñas con entera rectitud. No te fijas en la condición de las personas, sino que
enseñas con absoluta, franqueza el camino de Dios.
20,22 ¿Está permitido pagar impuestos al César, o no?»
20,23 Jesús vio su astucia y les dijo: «Muéstrenme una moneda.
20,24 ¿De quién es la cara y el nombre que tiene escrito?» Le contestaron: «Del César.»
20,25 Entonces él les dijo: «Pues bien, den al César lo que es del César, y a Dios lo que
corresponde a Dios.»
20,26 Así, pues, no pudieron aprovechar nada de lo que decía delante del pueblo para
acusarlo, sino que, al contrario, se sorprendieron mucho por su respuesta y se callaron.

Los
Los muertos
muertos resucitan
resucitan
(Mc 12,18)

+
20,27 Se acercaron a Jesús algunos saduceos. Estos son hombres que no creen en la Comentario: Ver el comentario
resurrección de los muertos; y le preguntaron: de Mc 12,18.
Lucas tiene modismos propios para
20,28 «Maestro, Moisés nos enseñó lo siguiente: Si uno tiene un hermano casado que muere hablar de la resurrección en los
sin dejar familia, debe casarse con la viuda para darle un hijo que será el heredero del versículos 34-36. Es que, en los
difunto. países de cultura griega (y Lucas
20,29 Había, pues, siete hermanos. Se casó el pr imero, y murió sin dejar familia. escribe para ellos), muchos creían
en la inmortalidad del alma como
20,30 El segundo y después el tercero se casaron con la viuda. algo natural para el hombre. Lucas
20,31 Y los siete murieron igualmente, sin dejar familia. precisa para ellos que la otra vida
20,32 Finalmente, murió también la mujer. no es algo natural; es un don de
Dios para quienes sean juzgados
20,33 Esta mujer, si hay resurrección de los muertos, ¿de cuál de ellos va a ser es posa, puesto dignos de entrar en ella.
que los siete la tuvieron por esposa?» Son hijos de Dios, pues él los ha
20,34 Jesús les respondió: «En este mundo los hombres y las mujeres se casan. resucitado. El texto dice, conforme
a un modismo hebreo: son hijos de
20,35 Pero los que sean juzgados dignos de entrar al otro mundo y de resucitar de entre los Dios por ser hijos de la
muertos, ya no se casarán. resurrección. Esta resurrección no
20,36 Sepan, además, que no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles. Y son es algo como revivir y volver a lo
nuestro; es la obra del Espíritu de
hijos de Dios, pues él los ha resucitado.
Dios que transforma y santifica a
20,37 En cuanto a saber si resucitan los muertos, ya Moisés lo dio a entender en el pasaje de los que resucita. Por eso los
la Zarza, en el que llama al Señor Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. resucitados son hijos de Dios en
20,38 Ahora bien, Dios no es Dios de muertos, sino de vivos; para él todos viven.» una forma mucho más auténtica
que los de este mundo: liberados
20,39 Algunos maestros de la Ley le dijeron: «Maestro, has hablado bien.» del pecado, han renacido de Dios.
20,40 Y no se atrevieron a hacerle más preguntas. Para él todos viven. Empezaron a
20,41 Entonces él les dijo: «¿Cómo se puede decir que el Cristo será hijo de David? vivir cuando él los conoció y los
llamó. Y no pueden desaparecer,
20,42 En efecto, el mismo David dice en el Libro de los Salmos: El Señor dijo a mi Señor: pues él los sacó de este mundo
Siéntate a mi derecha para hacerlos entrar en el suyo.
20,43 hasta que ponga a tus enemigos como tarima de tus pies.
20,44 David lo llama Señor, ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?»
+
20,45 Todo el pueblo lo escuchaba cuando dijo a sus discípulos: Comentario: Son gente que
20,46 «Desconfíen de los maestros de la Ley que gustan de pasearse con largas vestiduras y devoran los bienes de las viudas.
A lo mejor se refiere a maestros de
ser saludados en las plazas, ocupar los primeros puestos en las sinagogas y los primeros la Ley que se hacían hospedar por
lugares en los banquetes. alguna viuda piadosa y, luego,
20,47 Son gente que devoran los bienes de las viudas, mientras se amparan tras largas vivían a sus expensas.
oraciones. Habrá para ellos un juicio sin compasión.»

La
La ofrenda
ofrenda de
de la
la viuda
viuda
(Mc 12,41)
21,1 Jesús estaba observando y vio cómo los ricos depositaban sus ofrendas para el
Templo.
21,2 Vio también a una viuda pobrísima que echaba dos moneditas.
21,3 Y dijo Jesús: «Créanme que esta pobre viuda depositó más que todos ellos.
21,4 Porque todos dan a Dios de lo que les sobra. Ella, en cambio, tan indigente, echó todo
lo que tenía para vivir.»

Jesús
Jesús predi
predice
ce la
la destrucción
destrucción de
de Jerusalén
Jerusalén
(Mc 13,1; Mt 24,1)

+
21,5 Algunos hacían notar a Jesús las hermosas piedras y los ricos adornos que habían sido Comentario: Ver el comentario
regalados al Templo. de Mc 13,1 y Mt 24,1.
Porque una gran calamidad
21,6 Jesús dijo: «Llegará el tiempo en que de todo lo que ustedes admiran aquí no quedará sobrevendrá al país. Lucas
piedra sobr e piedra: todo será destruido.» anuncia con más claridad que
21,7 Le preguntaron entonces: «Maestro, dinos cuándo sucederá eso. ¿Cuál será la señal Mateo y Marcos la destrucción de
de que va a suceder?» la nación judía.
Hasta que se cumplan los tiempos
21,8 Jesús contestó: «Tengan cuidado y no se dejen engañar, porque muchos vendrán en de las naciones. Lucas distingue
mi lugar, diciendo: Yo soy el Salvador, ésta es la hora de Dios. No los sigan. dos etapas de la historia. Una
21,9 Cuando oigan hablar de guerras y disturbios, no se asusten, porque primero tiene que corresponde al Antiguo
Testamento y es el tiempo de
pasar eso, pero el fin no vendrá en seguida.» Israel. Pero, después de Jesús
21,10 10 Después les dijo: «Se levantará una nación contra otra, y una raza contra otra. empiezan los tiempos de las
21,11 Habrá grandes terremotos, pestes y hambre en una y otra parte. Se verán también naciones. La destrucción de la
nación judía y la dispersión de sus
cosas espantosas, y señales terribles en el cielo. habitantes inaugura esta otra etapa
21,12 Pero, antes de eso, a ustedes los to marán presos, y los perseguirán; los entregarán a los en que la Historia Sagrada será
tribunales judíos y los llevarán a las cárceles; los harán comparecer ante los reyes y principalmente la de la
gobernadores porque llevan mi Nombre. evangelización y la educación de
las naciones por la Iglesia. Estos
21,13 Esta será para ustedes la oportunidad de dar testimonio de mí. tiempos que podríamos llamar
21,14 No se olviden entonces de lo que ahora les advierto, de no preparar su defensa. tiempos del Nuevo Testamento, se
21,15 Porque yo mismo les daré palabras tan sabias que ninguno de sus opositores las podrá terminan con la gran crisis que
pondrá fin a toda la historia
resistir o contradecir. humana.
21,16 Ustedes serán denunciados por sus padres, hermanos, parientes y amigos,
21,17 y algunos de ustedes serán ajusticiados.
21,18 Serán odiados de todos a causa de mi Nombre, pero no se perderá ni uno de sus
cabellos.
21,19 Manténganse firmes y se salvarán.
21,20 Cuando vean a Jerusalén rodeada por ejércitos, sepan que le ha llegado la hora fatal.
21,21 Si ustedes están en Judea, huyan a los cerros. Si están dentro de la ciudad, salgan y
aléjense. Si están en los ca m pos, no vuelvan a la ciudad.
21,22 Porque ésos serán los días de su castigo, en que se cumplirán todas las cosas que le
fueron anunciadas en la Escritura.
21,23 ¡Pobres de las que estén embarazadas o estén criando en esos días! Porque una gran
calamidad sobrevendrá al país y estallará sobre este pueblo la cólera de Dios.
21,24 Morirán al filo de la espada, serán llevados prisioneros a todas las naciones, y
Jerusalén será pisoteada por las naciones hasta que se cumplan los tiempos de las
naciones.

Venida
Venida del
del Hijo
Hijo del
del Hombre
Hombre
(Mt 24,29; Mc 13,24)

21,25 Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra se
angustiarán los pueblos, asustados por el ruido del mar y de las olas.
21,26 Los hombres morirán de espanto, con sólo pensar en lo que le espera al mu ndo,
porque las fuerzas del universo serán conmovidas.
21,27 Y en ese preciso momento verán al Hijo del Hombre viniendo en medio de la Nube: y
su venida será con poder e infinita gloria.
Las
Las señales
señales de
de los
los tiempos
tiempos Comentario:
Estén alerta. Después de hablar del
21,28 Cuando se presenten los primeros signos, ender écense y levanten sus cabezas, pues pronto fin de Jerusalén (v. 28-32),
Lucas habla del día que concluirá
habrá llegado el día de su liberación.» la historia humana con la venida de
21,29 Jesús les propuso esta comparación: «Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cristo Juez (v.34- 36).
21,30 Cuando ustedes ven los primeros brotes, saben que está cerca el verano. Estén alerta.Esta invitación no se
21,31 Así también, cuando vean las señales que les dije, piensen que está cerca el Reino de dirige solamente a los que
conocerán este día, sino a todos, a
Dios. lo largo de la historia de la Iglesia.
21,32 En verdad les digo que no pasará esta generación sin que sucedan estas cosas. Estén vigilando y orando. De la
21,33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. actitud interior del cristiano,
siempre alerta, se pasa a una
21,34 +Estén alerta, no sea que se endurezcan sus corazo nes en los vicios, borracheras y práctica de la Iglesia: las vigilias y
preocupaciones de la vida, y, de repente, los sorprenda este día. oraciones que se prolongan
21,35 Pues caerá sobre todos los habitantes de toda la tierra como la trampa que se cierra. mientras el mundo duerme (ver Ef
6,18).
21,36 Por eso estén vigilando y orando en todo tiempo para que se les conceda escapar de Así tendrán fuerzas...La oración y
todo lo que debe suceder, y puedan estar de pie delante del Hijo del Hombre.» las vigilias son para pedir la
21,37 Durante el día, Jesús enseñaba en el Templo, pero se iba a pasar la noche en el cerro asistencia de Dios en las pruebas
de los Olivos. grandes que preceden la venida de
Cristo. Para escapar del error y los
21,38 Y desde muy temprano, todo el pueblo iba al Templo para escucharlo. engaños (2 Tes 2,9). Para quedar
santo y sin reproche delante de
La
La traición
traición de
de Judas
Judas Dios (1 Tes 3,13). El Padre ... [62]
nuestro
expresa la misma inquietud de los
(Mc 14,1; Mt 26,1) Comentario: ¿Dónde quieres
que la preparemos? Esta era la
22,1 Se acercaba la fiesta de los Panes sin Levadura, llamada también fiesta de Pascua. primera preocupación de los
peregrinos a Jerusalén: encontrar
22,2 Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley no sabían de qué manera hacer una casa donde comer el cordero
desaparecer a Jesús, porque temían al pueblo. sacrificado.
22,3 Pero Satanás entró en Judas, por sobrenombre Iscariote, que era uno de los Doce, Encontrarán a un hombre. El
cántaro de agua era habitualmente
22,4 y fue a tratar con los jefes de los sacerdotes y con los jefes de la policía del Templo cosa de mujeres. Por eso era fácil
sobre cómo se lo entregaría. identificar al hombre del cántaro.
22,5 Se alegraron y acordaron darle dinero. Jesús sabía que Judas lo estaba
traicionando y no quería indicar de
22,6 Judas aceptó el trato y desde entonces buscaba una ocasión favorable para antemano el lugar de la cena: ahí
entregarlo a escondidas del pueblo. podían sorprenderlo. Por eso se fía
+
22,7 Llegó el día de los Panes sin Levadura, en que se debía sacrificar la Pascua. de una intuición profética: el lugar
de la última cena lo tiene
22,8 Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: «Vayan a preparar lo necesario designado el Padre. De hecho, la
para que celebremos la Cena de Pascua.» casa era la de un discípulo de Jesús
22,9 Ellos le preguntaron: «¿Dónde quieres que la preparemos?» en Jerusalén, hombre de situación
22,10 Jesús contestó: «Cuando entren en la ciudad, encontrarán a un hombre que lleva un acomodada. Posiblemente esta
casa fue en la que se reunieron los
jarro de agua. apóstoles después de la muerte de
22,11 Síganlo hasta la casa donde entre y digan al dueño de la casa: El Maestro manda Jesús y en la que comenzó la
decirte: ¿Cuál es la pieza en la que comeré la pascua con mis discípulos? Iglesia. ... [63]
22,12 El les va a mostrar una pieza grande y amueblada en el segundo piso. Preparen ahí lo Comentario: Ver el comentario
necesario.» de Mc 14,12.
Jesús se sentó a la mesa. El
22,13 Se fueron, pues, y hallaron todo tal como les había dicho; y prepar aron la Pascua. Evangelio dice más bien: «se
tendió», según la costumbre de los
La
La ultima
ultima Cena
Cena de
de Jesús
Jesús banquetes en los ambientes
(Mc 14,12; Mt 26,17) acomodados: los convidados se
tendían sobre divanes en torno a la
mesa.
22,14 +Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con sus apóstoles. Es muy difícil saber si esta última
22,15 Les dijo: «En verdad, he deseado muchísimo comer esta Pascua con ustedes antes de cena de Jesús empezó con la
comida del cordero pascual,
padecer; terminando con la eucaristía, o si
22,16 porque, les aseguro, ya no la volveré a celebrar hasta que sea la nueva y perfecta Jesús solamente celebró la
Pascua en el Reino de Dios.» eucaristía, sin haber comido la
22,17 Jesús recibió una copa, dio gracias y les dijo: «Tómenla y repártanla entre ustedes, Pascua. Pero, en todo caso, el
Evangelio nos quiere enseñar que
22,18 porque les aseguro que ya no volveré a beber del jugo de la uva, hasta que llegue el la eucaristía será para la Iglesia lo
Reino de Dios.» que, para el pueblo de Israel, era la
22,19 Después, tomó el pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: «Esto es mi comida del cordero pascual.
Recibió una copa. En la cena
cuerpo, el que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía.» pascual, el que presidía recibía
sucesivamente cuatro copas que
bendecía y que los asistentes...se [64]
pasaban.
22,20 Después de la Cena, hizo lo mismo con la copa. Dijo: «Esta copa es la Alianza Nueva Comentario: Después de narrar
sellada con mi sangre, que va a ser derramada por ustedes. la Ultima Cena (Mc 14,12), Lucas
trae algunos recuerdos de la
22,21 Sin embargo, sepan que la mano del que me traiciona está sobre la mesa al lado mío. sobremesa en que Jesús se despide
22,22 El Hijo del Hombre se va por el camino trazado desde antes, pero ¡pobre de aquel de sus apóstoles. En realidad, Jesús
hombre que lo entrega!» está solo: entre él y sus discípulos
22,23 Entonces empezaron a preguntarse unos a otros quién de ellos iba a hacer tal cosa. la corriente no pasa. Parece que no
han aprendido nada en tantos
meses y, al finalizar esta Ultima
(Mc 10,42; Jn 13,1) Cena, que fue la primera
Eucaristía, solamente expresan
preocupaciones humanas,
22,24 +Pero luego comenzaron a discutir cuál de ellos debía ocupar el primer lugar. demasiado humanas. Los apóstoles
22,25 Jesús les dijo: «Los reyes de las naciones se portan como dueños de ellas y, en el rivalizan por el primer lugar en el
momento en qu e las oprimen, se hacen llamar bienhechores. Reino: ¿qué concepto, pues, tienen
22,26 Ustedes no deben ser así. Al contrario, el más importante entre ustedes se portará como todavía del Reino de Dios?
Durante la cena, Jesús se había
si fuera el último, y el que manda como el que sirve. portado como el sirviente de la
22,27 Pues ¿quién es más importante, el que está sentado a la mesa o el que sirve? El que casa (Jn 13,1). Jesús no se
está sentado, ¿no es cierto? Sin embargo, estoy entre ustedes como el que sirve. desanima al ver que los apóstoles
están fu era de onda cuando a él se
22,28 Ustedes han permanecido conmigo compartiendo mis pruebas. le hace corto el tiempo. Pues ha
22,29 Por eso les doy autoridad como el Padre me la dio a mí, haciéndome rey. entregado al Padre su vida y su
22,30 Ustedes comerán y beberán en mi mesa, en mi Reino, y se sentarán en tronos, para obra; si bien él ha fracasado
juzgar a las Doce tribus de Israel. aparentemente, sabe que después
de su muerte su obra resucitará
22,31 Simón, mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos a ustedes como se hace junto con él. Y por eso confirma
con el trigo; sus promesas a sus apóstoles.
Ustedes se sentarán... Cómo nos
22,32 pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Tú, entonces, cuando cuesta entender la fidelidad de
hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos.» Jesús con los suyos. Todo lo suyo
22,33 Pedro dijo: «Señor, estoy listo para acompañarte a la prisión y a la muerte.» es para compartirlo con los que se
22,34 Pero Jesús le respondió: «Pedro, te digo que hoy mismo, antes del canto del gallo, tres entregaron a su obra. Las doce
tribus de Israel, o sea la totalidad
veces negarás haberme conocido. » del pueblo de Dios.
22,35 Después les dijo: «Cuando los mandé sin bolsa, ni cartera, ni calzado, ¿les faltó algo?» Pedro cree que por ser el jefe será
Ellos contestaron: «Nada.» más firme que los otros. Jesús, en
22,36 Y Jesús agregó: «Pero ahora, si alguien tiene una cartera, que la lleve, y lo mismo el
cambio, ve la misión futura de... [65]
Pedro y, a pesar de su caída, quiere
que tiene una bolsa. Y si alguien no tiene espa da, mejor que venda su capa para Comentario: Parece que Jesús
comprarse una. celebró la Pascua en una casa del
suroeste de la ciudad vieja de
22,37 Pues, se lo digo, tiene que cumplirse en mi persona lo que dice la Escritura: Lo tratarán Jerusalén. Bajó por la calle de
como a un delincuente. Todo lo que se refiere a mí llega a su fin.» escaleras hacia lo que había sido el
22,38 Ellos le dijeron: «Mira, Señor, aquí hay dos espadas. » El les respondió: «¡Basta ya!» arroyo de Tyropeón, subió al
barrio de Ofel, la vieja ciudad de
David, para luego bajar al torrente
Jesús
Jesús en
en el
el huerto
huerto de
de Getsemaní
Getsemaní Cedrón. Este está casi siempre sin
(Mc 14,32) agua. De ahí debió tomar un
sendero para subir al Cerro de los
+
Olivos. Se llamaba así porque su
22,39 Entonces Jesús salió y se fue, como era su costumbre, al cerro de los Olivos; y lo pendiente occidental estaba
siguieron también sus discípulos. cubierta de olivos. Jesús fue a un
22,40 Cuando llegaron al lugar, les dijo: «Oren, para que no caigan en la tentación.» huerto llamado de Getsemaní, es
decir; «prensa de aceite». A lo
22,41 Después se alejó de ellos como a la distancia a la que uno tira una piedra y, doblando mejor esta propiedad pertenecía a
las rodillas, oraba un discípulo de Jesús; ya que
22,42 diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta prueba, que no se haga mi voluntad muchas veces había ido allá (Jn
18,2).
sino la tuya.» Una parte de los ejemplares
22,43 Entonces se le apareció un ángel del cielo que venía a animarlo. antiguos del Evangelio no traen
22,44 Entró en agonía y oraba con más insistencia, y su sudor se convirtió en grandes gotas estos versículos 43 y 44: fueron
suprimidos porque a muchos los
de sangre que caían hasta el suelo. escandalizaba este testimonio
22,45 Después de orar, se levantó y fue hacia donde estaban los discípulos y los halló sobre la «debilidad” de Cristo».
dormidos, vencidos por la tristeza. Entró en agonía. Jesús se enfrenta
22,46 Les dijo: «¿Cómo pueden dormir? Levántense y oren para que no caigan en la con una visión desesperante del
pecado del mundo, que se le
tentación.» impone en la misma medida en que
22,47 Estaba todavía hablando, cuando llegó un grupo encabezado por Judas, uno de los lo invade la presencia del Padre
Doce. Se acercó a Jesús para darle un beso, Santo. Si quisiéramos entender
algo de lo que pasó en estos
22,48 y Jesús le dijo: «Judas, con un beso traicionas al Hijo del Hombre.» momentos, deberíamos conocer los
testimonios de los grandes santos
que también experimentaron...a su [66]
manera esta prueba durísima. Nos
22,49 Los discípulos comprendieron lo que iba a pasar y preguntaron a Jesús: «Señor,
¿sacamos la espada?»
22,50 Y uno de ellos hirió al servidor del Sumo Sacerdote y le cortó la oreja derecha.
22,51 Pero Jesús le dijo: «Basta.» Y tocándole la oreja al hombre lo sanó.
22,52 Después: Jesús habló a los que habían venido a tomarlo preso, jefes de los sacerdotes,
de la policía del Templo y de los judíos; les dijo: «¿Soy un bandido para que hayan
salido armados de espadas y palos?
22,53 Yo estaba día a día con ustedes en el Templo, y no me detuvieron. Pero ahora que
dominan las tinieblas, les toca su turno.» Comentario: ¿POR QUE LO
MATARON?
Jesús
Jesús procesado ante
ante las
las autoridades
autoridades judías
judías El proceso y la condenación a
(Mc 14,53; Mt 26,57) muerte de Jesús no difieren mucho
de la de muchos militantes y
+ mártires cristianos. El solo hecho
22,54 Entonces lo tomaron preso y lo llevaron a la casa del Sumo Sacerdote, donde de relacionarse de preferencia con
entraron. Pedro lo seguía de lejos. los pobres y de educar a la gente
22,55 Como los servidores habían encendido fuego en medio del patio y estaban sentados del pueblo para hacer de ellos
personas libres y responsables, no
alrededor, Pedro vino a sentarse con ellos. constituye un delito en ningún
22,56 Una muchacha de la casa lo vio sentado junto al fuego y, mirándolo fijamente, dijo: país. Sin embargo, en todos los
«Este también estaba con él.» tiempos ha sido un motivo
22,57 Pero Pedro lo negó, diciendo: «Mujer, no lo conozco.» suficiente para atraerse
persecuciones.
22,58 Poco después, otro exclamó al verlo: «Tú también eres uno de ellos.» Pero Pedro Ya dijimos que Jesús predicó en
respondió: «No, hombre, no lo soy.» circunstancias sumamente
22,59 Como una hora más tarde, otro afirmaba con insistencia; «Seguramente éste también difíciles, pues su nación vivía bajo
la ley del ocupante romano, y
estaba con él, y además es galileo.» cualquier mensaje liberador olía a
22,60 Pedro dijo entonces: «Amigo, no entiendo lo que dices.» subversión.
Y en el mismo momento en que Pedro hablaba, un gallo cantó. Seguramente sobraban motivos
para odiarlo. Pero el Evangelio
22,61 El Señor se volvió y fijó la mirada en Pedro, Entonces Pedro se acordó de que el Señor deja constancia de que las
le había dicho: «Hoy, antes que cante el gallo; tú me negarás tres veces.» acusaciones se concentraron sobre
22,62 Y, saliendo afuera, lloró amargamente. el punto esencial de su enseñanza.
Condenaron a Jesús porque
22,63 Los hombres que tenían preso a Jesús comenzaron a burlarse de él y a darle golpes. pretendía un rango divino: el
22,64 Le vendaron los ojos y después le preguntaban: «Adivina quién te pegó.» Cristo, el Hijo de Dios, el que se
22,65 Y lanzaban en su contra muchos otros insultos. sentará a la derecha de Dios
porque, en realidad, ha nacido de
22,66 Cuando amaneció, se reunieron los jefes de los judíos, los jefes de los sacerdotes y los Dios.
maestros de la Ley. Y mandaron traer a Jesús ante su tribunal. Los jefes de los sacerdotes eran
22,67 Le dijeron: «Dinos si tú eres el Cristo.» entonces los miembros de familias
Jesús respondió: «Si se lo digo, ustedes no me creerán, pudientes que peleaban por el
puesto, debido a que aprovechaban
22,68 y si les pregunto algo, no me van a contestar. el dinero del Templo. Anás y sus
22,69 Pero en adelante el Hijo del Hombre estará sentado a la derecha del Dios Poderoso.» hijos (y su yerno Caifás) son
22,70 Le preguntaron todos: «Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?» Les declaró: «Dicen bien, lo conocidos por haber actuado con la
mayor desvergüenza, acallando las
soy.» protestas con los bastones de sus
22,71 Ellos dijeron: «¿Para qué buscar otro testimonió? Nosotros mismos lo hemos oído de su guardias, quienes formaban una
boca.» milicia ilegal. Aparecen aquí junto
con los Jefes de los judíos o
Ancianos, los cuales eran los
Jesús
Jesús es
es procesado
procesado ante
ante el
el gobernador
gobernador romano
romano miembros de las familias más
(Mt 27,1; Mc 15,1; Jn 18,28) ricas.

+
23,1 Después se levantó toda la asamblea y lo llevaron ante Pilato. Comentario: Pilato no quiere
23,2 Ahí empezaron a acusarlo diciendo: «Hemos comprobado que este hombre es un condenar a Jesús, en parte porque
odia a los sacerdotes judíos. Por
agitador. No quiere que se paguen los impuestos al César y se hace pasar por el rey eso lo envía a Herodes. Al poner a
enviado por Dios.» Jesús un manto blanco, Herodes lo
23,3 Pilato, pues, lo interrogó en estos términos: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús le trata como a un loco que pretende
contestó: «Tú eres el que lo dice.» ser rey.
Fueron amigos a partir de ese día.
23,4 Pilato dijo a los jefes de los sacerdotes y a la multitud: «Yo no veo delito alguno en este Porque, a pesar de ser tan
hombre.» diferentes, se dieron cuenta de que
23,5 Pero ellos insistieron: «Está alborotando al pueblo y difunde su doctrina por todo el país pertenecían a la misma clase de
gente que tiene poder para jugar
de los judíos. con la vida de un hombre del
23,6 Comenzó por Galilea y ha llegado hasta aquí.» pueblo.
23,7 Pilato preguntó entonces si el hombre era galileo. Cuando supo que Jesús era de la
provincia encargada al rey Herodes, se lo mandó, ya que Herodes se encontraba
también en Jerusalén en esos días.
23,8 Al ver a Jesús, Herodes se alegró mucho, pues hacía bastante tiempo que deseaba
verlo por lo que oía hablar de él; y también esperaba que Jesús hiciera algún milagro
en su presencia.
23,9 Por eso le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le contestó nada.
23,10 Mientras tanto, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley estaban presentes y
no se cansaban de acusarlo.
23,11 Herodes con sus guardias lo trató con desprecio. Le puso por burla un manto blanco y
lo envió de vuelta a Pilato.
23,12 Y ese mismo día, Herodes y Pilato, de enemigos que eran, se quedaron amigos.
23,13 Pilato reunió a los jefes de los sacerdotes, a los jefes de los judíos y al pueblo.
23,14 Les dijo: «Ustedes me presentaron a este hombre acusándolo de agitador. Lo
interrogué personalmente delante de ustedes, pero no lo hallé culpable de ninguno de
los crímenes de que lo acusan.
23,15 Ahora tampoco Herodes lo juzgó culpable, puesto que me lo mandó de vuelta. Como
ustedes ven, en todo lo que hizo no hay ningún crimen que merezca la muerte.
23,16 Así es que, después de castigarlo, lo dejaré libre.»
+
23,17 Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta. Comentario: El texto de este
23,18 Pero ellos se pusieron a gritar todos juntos: «Mátalo a él y deja libre a Barrabás.» versículo ha sido copiado de otras
+ ediciones del Nuevo Testamento,
23,19 Este Barrabás había sido encarcelado por asesinato en un disturbio sucedido en pues, dicho texto fue omitido en la
Jerusalén. edición que sirvió de base para la
23,20 Pilato, que quería dejar libre a Jesús, les dirigió de nuevo la palabra. digitalización.
23,21 Pero ellos le gritaban: «Crucifícalo, crucifícalo.»
23,22 Por tercera vez les dijo: «Pero, ¿qué mal ha hecho este hombre? No encontré nada en Comentario: A lo mejor
su asunto que mereciera la muerte. Por eso no haré más que castigarlo y lo soltaré.» Barrabás era un terrorista de los
que hostigaban al opresor romano.
23,23 Pero ellos insistían con grandes gritos, pidiendo que fuera crucificado, y el clamor iba Los jefes de los sacerdotes, que
en aumento. buscaban la paz con los romanos,
23,24 Entonces Pilato pronunció la sentencia que ellos reclamaban. odiaban a esa gente. Sin embargo,
son ellos los que persuaden al
23,25 Luego soltó al que estaba preso por agitador y asesino, según ellos mismos exigían, y pueblo de pedir la libertad de
dejó que trataran a Jesús como quisieran. Barrabás; y el pueblo los escucha,
a pesar de que odia a esos
sacerdotes. Con eso falla el cálculo
Camino
Camino de de la
la cruz
cruz de Pilato, que quería liberar a
(Mt 27,32; Mc 15,16) Jesús.

23,26 Cuando lo llevaban, tomaron a un tal Simón de Cirene que volvía del campo, y le
cargaron la cruz de Jesús para que la llevara detrás de él.
23,27 Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se
lamentaban por él.
23,28 +Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren Comentario: ¿Qué harán con el
más bien por ustedes mismas y por sus hijos. árbol seco? Jesús había enseñado
que el sacrificio aceptado por él es
23,29 Porque está por llegar el día en que se dirá: Felices las madres sin hijos, felices las fecundo; pero en ese momento
mujeres que no dieron a luz ni amamantaron. lamenta los sufrimientos inútiles
23,30 Entonces se dirá: ¡Ojalá los cerros caigan sobre nosotros! ¡Ojalá que las lomas nos de un pueblo que dejó pasar la
hora y que va a ser destruido por
ocultaran! su propia culpa.
23,31 Porque si así tratan al árbol verde, ¿qué harán con el seco?» Esta palabra se dirige también a
23,32 Junto con Jesús llevaban también a dos malhechores para ejecutarlos. todos aquellos que hicieron inútil
23,33 Cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron a él y a los para sí mismos la sangre de Cristo.
Sólo Lucas nota esta actitud
malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. compasiva de muchísima gente,
23,34 (Mientras tanto Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.») especialmente de mujeres. Al
Después se repartieron sus ropas, sorteándoselas. contrario de Mateo, que insiste en
la culpabilidad del pueblo judío, él
23,35 La gente estaba ahí mirando: los jefes, por su parte, se burlaban diciendo: «Ya que quiere destacar que la condenación
salvó a otros, que se salve a sí mismo, para ver si es el Cristo de Dios, el Elegido.» de Jesús conmovió a muchos.
23,36 Los soldados también se burlaban de él. Cuando le ofrecieron de su vino agridulce Jesús les contesta refiriéndose a la
para que lo tomara destrucción de Jerusalén (Mc 13).
23,37 le dijeron: «Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.»
23,38 Porque había en lo alto de la cruz un letrero que decía: «Este es el rey de los judíos.» Comentario: Los jefes de los
23,39 +Uno de los malhechores crucificado, insultándolo, le dijo: «¿Así que tú eres el Cristo? judíos han colocado a Cristo en el
lugar que le correspondía, desde
Sálvate, pues, y también a nosotros.» que se decidió a llevar sobre sí
23,40 Pero el otro lo reprendió, diciéndole: «¿No temes a Dios; tú que estás en el mismo nuestros pecados. Los dos hombres
suplicio? miran al que ha venido a compartir
23,41 Nosotros lo tenemos merecido, y pagamos nuestros crímenes. su suerte y a morir con ellos.
Estarás en el Paraíso.¿Qué es el
23,42 Pero él no ha hecho nada malo.» Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a paraíso? Nos faltan palabras
tu Reino.» adecuadas para expresar lo que es
23,43 Respondió Jesús: «En verdad, te digo que hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso.» el más allá. En tiempo de Jesús, los
judíos comparaban el Lugar de los
23,44 Como al mediodía, se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la Muertos a un país inmenso
tarde. dividido en regiones separadas por
23,45 En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad, barreras insalvables. Una de esas
regiones era el infierno, reservado
23,46 y Jesús gritó muy fuerte: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu», y, al decir a los malos y del que nadie saldría.
estas palabras, expiró. Otra era el Paraíso , en que los
23,47 El capitán, al ver lo que había pasado, reconoció la obra de Dios, diciendo: buenos estarían junto a los
primeros padres del pueblo santo,
«Realmente este hombre era un justo.» esperando la hora de la
23,48 Y toda la gente que se había reunido para este espectáculo, al ver lo sucedido, resurrección.
comenzó a irse golpeándose el pecho. Estarás conmigo,dice Jesús. O
23,49 Estaban a lo lejos todos los conocidos de Jesús y también las mujeres que lo habían sea, con el Salvador que, durante
día y medio, estuvo en la paz y el
acompañado desde Galilea; todo esto lo presenciaron ellos. gozo de Dios antes de resucitar.
23,50 Intervino entonces un hombre del Consejo Supremo de los judíos que se llamaba José. Esta afirmación nos tranquiliza en
Era un hombre bueno y justo cuanto a nuestra suerte al morir, a
pesar de que no podemos saber lo
23,51 que no había estado de acuerdo con los planes ni actos de los otros. Este hombre, de que será de nosotros antes de la
Arimatea, pueblo de Judea, esperaba el Reino de Dios. Resurrección. No seremos
23,52 Fue a presentarse a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. anestesiados ni dejaremos de
existir, como lo pretenden algunos,
23,53 Habiéndolo bajado de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo depositó en un sepulcro sino que ya lo tendremos todo
cavado en la roca, donde nadie había sido enterrado aún. estando con Jesús que vino a
23,54 Era el día de la Preparación de la Pascua y ya estaba por comenzar el día sábado. compartir la muerte y el descanso
23,55 Entonces las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José para de sus hermanos (ver Fil 1,23,y
Apoc 14,13). ... [67]
conocer el sepulcro y ver cómo ponían su cuerpo.
23,56 Después volvieron a sus casas a preparar pomadas y perfumes, y el sábado Comentario: El Señor Jesús.
Jesús ahora es Señor. Al usar este
cumplieron con el reposo ordenado por la Ley. título, Lucas, lo mismo que la
Iglesia, nos afirma que Jesús
El
El Señor
Señor ha
ha resucitado
resucitado resucitado ha entrado a una
(Mc 16,8; Mt 28,1) existencia diferente de la que
llevaba en su vida mortal.
Recordemos lo siguiente:
+
24,1 El primer día de la semana, muy temprano, fueron al sepulcro con los perfumes que 1) Ninguno de los Evangelios
habían prepar ado. describe la resurrección de Jesús:
es una cosa que no se pudo ver.
24,2 Pero se encontraron con que la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida y, 2) La predicación de los apóstoles
24,3 al entrar, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. acerca de Jesús resucitado se
24,4 No sabían qué pensar, pero, en ese momento, vieron a su lado dos hombres con ropas apoya sobre dos hechos: el
sepulcro vacío y las apariciones
fulgurantes. (ver comentario de Mt 28,1).
24,5 Se asustaron mucho, y no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Ellos les dijeron: 3) Antes de que fueran escritos los
«¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? Evangelios, la primera carta de
Pablo a los Corintios, que es del
24,6 No está aquí. Resucitó. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en año 57, da una lista de apariciones
Galilea: (1 Cor 15,3).
24,7 El Hijo del Hombre debe ser entregado en manos de los pecadores y ser crucificado y 4) Aunque los cuatro Evangelios
resucitado al tercer día.» están de acuerdo sobre lo esencial,
hay, sin embargo, diferencias en el
24,8 Ellas entonces recordaron les palabras de Jesús. orden de las apariciones y el lugar
24,9 A la vuelta del sepulcro, les contaron a los Once y a todos los demás lo que les había donde sucedieron. Lucas no habla
pasado. de apariciones en Galilea. Mateo
deja la impresión de que en Galilea
24,10 Eran María de Magdala, Juana y María, madre de Santiago. También las demás sucedió todo lo importante y que
mujeres que estaban con ellas decían lo mismo a los apóstoles. ahí tuvo lugar la Ascensión. Pablo
24,11 Pero los relatos de la mujeres les parecieron puros cuentos y no les hicieron caso. habla primero de una aparición a
24,12 Sin embargo, Pedro partió corriendo al sepulcro. Al agacharse no vio sino los lienzos. Y Pedro y no menciona la aparición a
María Magdalena. Un estudio
volvió a casa muy sorprendido por lo ocurrido. profundizado de los textos aclara
en parte estas discrepancias: no
... [68]
quisieron decir todo y, a veces,
prefirieron modificar detalles de
Los
Los discípulos
discípulos de
de Emaús
Emaús Comentario: Estos dos
(Mc 16,12) discípulos solamente volvían a su
casa y a su trabajo, después de
+ muertas sus esperanzas. Pero se
24,13 Ese mismo día, dos discípulos iban de camino a un pueblecito llamado Emaús, a unos acostumbró llamarlos los
treinta kilómetros de Jerusalén, peregrinos de Emaús.
24,14 conversando de lo que había pasado. Peregrino fue el pueblo judío,
pueblo de Israel, porque nunca
24,15 Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar tuvo posibilidad para detenerse en
a su lado, su marcha. La salida de Egipto, la
24,16 pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. conquista de la Tierra, las luchas
contra los invasores, el desarrollo
24,17 Jesús les dijo: «¿Qué es lo que van conversando juntos por el camino?» Ellos se de la cultura religiosa, fueron otras
detuvieron, con la cara triste. tantas etapas en su camino. Cada
24,18 Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: «¿Cómo, así que tú eres el único peregrino vez pensó que, al conseguir su
en Jerusalén que no sabe lo que pasó en estos días?» meta, tendría solucionados sus
problemas. Y cada vez debió darse
24,19 «¿Qué pasó?», preguntó Jesús. Le contestaron: «Todo ese asunto de Jesús Nazareno. cuenta de que el camino llevaba
Este hombre se manifestó como un profeta poderoso en obras y en palabras, más allá.
aceptado tanto por Dios como por el pueblo entero. Peregrinos eran Cleofás y su
compañero, por haber seguido a
24,20 Hace unos días, los jefes de los sacerdotes y los jefes de nuestra nación lo hicieron Jesús, pensando que él era el que
condenar a muerte y clavar en la cruz. libertaría a Israel . Pero, al final,
24,21 Nosotros esperábamos, creyendo que él era el que ha de libertar a Israel; pero a todo no hubo más que la muerte de
esto van - dos días que sucedieron estas cosas. Jesús. Este es el momento en que
Jesús se hace presente y les enseña
24,22 En realidad, algu nas mujeres de nuestro grupo nos dejaron sorprendidos. que no se entra al Reino sin pasar
24,23 Fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron a contarnos que por la muerte.
Algo les impedía reconocerlo.A lo
se les habían aparecido unos ángeles que decían que estaba vivo. mejor Jesús se presentó con otra
24,24 Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las apariencia, igual que en Jn 20,14 y
mujeres; pero a él no lo vieron.» 21,4. Así lo afirma Marcos 16,12.
24,25 Entonces Jesús les dijo: «¡Qué poco entienden ustedes y cuánto les cuesta creer todo Pero también Lucas quiere dar a
entender que los mismos ojos que
lo que anunciaron los profetas! no reconocían a Jesús lo verán en
24,26 ¿No tenía que ser así y que el Cristo padeciera para entrar en su Gloria?» cuanto lleguen a la fe.
24,27 Y comenzando por Moisés y recorriendo todos los profetas, les interpretó todo lo que las Cleofás (v. 18). Esposo de María,
la madre de Santiago y José (ver Jn
Escrituras decían sobre él. 19,25 y Mc 15,40).
24,28 Cuando ya estaban cerca del pueblo al que ellos iban, él aparentó seguir adelante. Comenzando por Moisés... y los
24,29 Pero le insistieron, diciéndole: «Quédate con nosotros, porque cae la tarde y se termina profetas (v.27) Recordemos que
«Moisés y los Profetas» es una
el día.» Entró entonces para quedarse con ellos. manera de designar la Biblia.
24,30 Una vez que estuvo a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Lo que las Escrituras decían de él
24,31 En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero ya había (v.27) No solamente encontró los
desaparecido. textos que anunciaban su Pasión y
su Resurrección, como Is 50; Is
24,32 Se dijeron uno al otro: «¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en 52,13; Za 12,11; Sal 22; Sal 69;
el camino y nos explicaba las Escrituras?» sino todos aquellos que mostraban
24,33 Y en ese mismo momento se levantaron para volver a Jerusalén. Allí encontraron que el designio de Dios se realiza
mediante las pruebas y las
reunidos a los Once y a los de su grupo. humillaciones.
24,34 Estos les dijeron: «¡Es verdad! El Señor resucitó y se dejó ver por Simón.» Lo mismo pasa ahora con nosotros,
24,35 Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al creyentes que tantas veces nos
partir el pan. quejamos y dejamos ver nuestra
impaciencia. Pero Jesús no nos
dejó solos. El no ha resucitado
Jesús
Jesús se
se presenta
presenta a
a sus
sus apóstoles
apóstoles para sentarse en el cielo, sino que
(Jn 20,19) está delante de la humanidad
peregrinante.
Pero, al mismo tiempo, camina
24,36 +Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos. junto a nosotros y, cuando se
24,37 Les dijo: «Paz a ustedes.» Estaban atónitos y asustados, pensando que veían a algún vienen abajo nuestras esperanzas,
espíritu. ... [69]
es el momento en que descubrimos
lo que significa la Resurrección.
24,38 Pero él les dijo: «¿Por qué se asustan tanto, y por qué les vienen estas dudas? Comentario: Desde el día de su
24,39 Miren mis manos y mis pies, soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene resurrección, Jesús había renacido
a la vida gloriosa. Ya estaba «en la
carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo.» Gloria del Padre», pero quiso estar
24,40 Y al mismo tiempo les mostró sus manos y sus pies. con sus discípulos en varias
24,41 Y como, eh medio de tanta alegría, no podían creer y seguían maravillados, les dijo: oportunidades para convencerles
de que su nueva condición no era
«¿Tienen aquí algo que comer?» una vida disminuida, alguna cosa
24,42 Ellos le ofrecieron un pedazo de pescado asado fantasmal, sino una súper-vida.
24,43 y él lo tomó y comió ante ellos.
Comentario: Jesús aprovecha
estos encuentros para aclarar a sus
Jesús
Jesús da
da sus
sus últimas
últimas instrucciones
instrucciones apóstoles el sentido de su misión
corta y fulgurante.
+ Tenía que cumplirse lo escrito
24,44 Jesús les dijo: «Todo esto se lo había dicho cuando estaba todavía con ustedes. Tenía
respecto a mí. Debía verificarse lo
que cumplirse lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos anunciado por los profetas respecto
respecto a mí.» de un salvador rechazado por los
24,45 Entonces les abrió la mente para que lograran entender las Escrituras y les dijo: suyos, que lleva sobre sí el pecado
de su pueblo. ¿Que pecado? Los
24,46 «Esto estaba escrito: los sufrimientos de Cristo, su resurrección de entre los muertos al pecados de todos, por supuesto,
tercer día pero también la violencia de toda
24,47 y la predicación que ha de hacerse en su Nombre a todas las naciones, comenzando la sociedad judía en el momento en
que vivió Jesús. Pues este pecado
por Jerusalén, fue el que lo llevó a la cruz.
24,48 invitándoles a que se conviertan y sean perdonadas de sus pecados. Y ustedes son En realidad, este camino de muerte
testigos de todo esto. y de resurrección no estaba
reservado a Jesús, sino que
24,49 Ahora yo voy a enviar sobre ustedes al que mi Padre prometió. Por eso, quédense en la también a su pueblo. En esta hora
ciudad hasta que hayan sido revestidos de la fuerza que viene de arriba.» precisa, Israel, sometido por el
24,50 Jesús los condujo hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo. imperio romano, debía aceptar la
24,51 Y, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo. muerte de sus ambiciones
terrenales: autonomía, orgullo
24,52 Ellos se postraron ante él y volvieron muy alegres a Jerusalén, nacional, superioridad religiosa de
24,53 donde permanecían constantemente en el Templo alabando a Dios. los judíos sobre los demás
hombres... para resucitar como
pueblo de Dios disperso entre las
naciones y agente de su salvación.
Pero Israel no entró en este camino
y Jesús esperaba de su Iglesia que
cumpliera este papel: predicar en
su nombre a todas las naciones.
Invitándoles a que se conviertan.
La conversión cristiana no es
cualquier cambio de vida. Se
refiere a un cambio de la persona
en lo más profundo de sí misma, al
descubrir el amor excesivo de
Dios. Ahí empieza nuestra
renovación. Pero no se trata
solamente de que cada uno
renuncie a sus mentiras,
borracheras y robos. La conversión
del hombre poco progresa mientras
no se da cuenta de todas las
fuerzas, barreras, costumbres y
leyes que lo hacen ser
irresponsable y violento, siendo él
mismo cómplice de esta situación
por egoísmo y, más que todo,
cobardía. Por eso la predicación a
las naciones significa también la
educación de las naciones y hasta
de la sociedad internacional. No es
cosa de diez años ni de cien.
Ustedes son testigos de todo esto.
Jesús hace de sus apóstoles los
testigos oficiales de su Evangelio y
los que decidirán de la fe auténtica.
Quédense en la ciudad. Los
apóstoles no son los que Planifican
la obra misionera. Les conviene
más bien dedicarse a robustecer la
vivencia fraternal y el fervor de la
comunidad de los discípulos,
esperando la hora que el Padre ha
decidido para comunicarles la
fuerza que viene de arriba.
Yo voy a enviarles al que mi Padre
prometió. Jesús no podría afirmar
con más fuerza su autoridad divina
y la unidad de las tres personas
divinas. Con esto se termina el
primero de los libros de Lucas.... [70]
El
segundo es el libro de los Hechos,
Página 1: [1] Comentario
INTRODUCCION
Lucas médico sirio, se convirtió a la fe cristiana cuando los primeros misioneros salieron de
las comunidades de Jerusalén y de Cesarea para llevar el Evangelio más allá de las fronteras
del país judío. Luego dejó su patria para acompañar al apóstol Pablo.
Llegó a Roma, capital del mundo entonces conocido. Ahí permaneció durante dos años por lo
menos y se encontró con Pedro y Marcos, que predicaban entre los cristianos de Roma.
Cuando escribió su Evangelio, como en el año 70, tenía a la vista varios escritos, que
contenían hechos y milagros de Jesús, los mismos que usaron Marcos y Mateo; pero también
había recogido en sus viajes otros relatos que provenían de los primeros discípulos de Jesús y
que guardaban las iglesias más antiguas de Jerusalén y de Cesarea. De ahí provienen esos dos
primeros capítulos de su Evangelio que nos hablan de la infancia de Jesús, a partir de datos
que debió de proporcionar su madre, María.
Lucas era de cultura griega y escribía para griegos. No reprodujo varios datos de Marcos, que
se referían a leyes y costumbres judías, poco entendibles para sus lectores.
Lucas veía en el Evangelio la fuerza que reconcilia - a los hombres con Dios y a los hombres
entre sí. Por eso se preocupó por transmitirnos las parábolas de la misericordia y las palabras
que condenan el dinero, factor de división entre los hombres. Asimismo, notó el trato tan
sencillo de Jesús con las mujeres, que el mundo mantenía totalmente marginadas.

Página 1: [2] Comentario


Lucas dedica su libro a Teófilo. A lo mejor éste era un cristiano de situación acomodada y,
según la costumbre de esa época (en que no existía la imprenta), Lucas le da su manuscrito
para que Teófilo lo haga copiar en varios ejemplares a sus expensas, para el uso de las
comunidades cristianas. A Teófilo también dedicará el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Lucas dice que verificó personalmente la exactitud y la seriedad de los relatos que usó para
su evangelio. Pues la historia no se escribe a partir de rumores y leyendas. Pero hay algo más
importante: Lucas se da cuenta que el paso de Jesús entre los hombres va a cambiar la
historia del mundo.
Muchas veces hablamos de la fe cristiana como si fuera solamente el medio
de salvar nuestra alma o de ir al cielo, o de tener ánimo en las dificultades de
la vida, olvidamos que Cristo vino para salvar al mundo y no solamente a las
almas.

Página 1: [3] Comentario


En tiempos de Herodes. Este fue el último rey de los judíos. Cuando murió, el
país perdió su autonomía. Puesto que Dios había prometido no abandonar a la
nación judía, o bien había fracasado el plan de Dios, o bien algo nuevo iba a
surgir. Pero los comienzos siempre son cosas humildes y no figuran en la
primera página de los periódicos.
Zacarías era sacerdote. En el pueblo judío, uno no era sacerdote a
consecuencia de una decisión personal, sino por derecho de familia. Había
cierto número de familias sacerdotales, llamadas descendientes de Aarón, y
todos los varones de dichas familias eran sacerdotes de padres a hijos. Tenían
el privilegio y el deber de cumplir de cuando en cuando las funciones del
culto en el Templo de Jerusalén, pero el resto de su tiempo trabajaban como
cualquier otro ciudadano.
Isabel no podía tener familia. Igual que Sara, Rebeca y Raquel, ilustres
antepasadas del pueblo de Israel, y que Ana, madre del profeta Samuel, para
que así se hicieran más evidentes la bondad y el poder de Dios con los
humildes y despreciados (1 Sam 1).
Tu oración ha sido escuchada. Zacarías había deseado un hijo, pero ya no lo
esperaba. Eso sí, acababa de pedir en el Templo la salvación que Dios daría a
su pueblo. Se le promete lo uno y lo otro.
No beberá vino. En Israel eran numerosos los hombres que se consagraban a
Dios de esta manera: no se cortaban el pelo ni bebían bebidas alcohólicas y se
apartaban del mundo por un tiempo (Nían 6). Los llamaban nazireos.
Pero el hijo de Zacarías debe ser nazireo desde el seno de su madre, y hasta el
fin de su vida, como había sido el caso de Sansón (Jue 13,3). El que será Juan
Bautista recibe como misión de predicar la penitencia, y su misma existencia
será un modelo de austeridad (Mc 1,6). En esto se opondrá a Jesús que, fuera
de períodos excepcionales, como su ayuno en el desierto, vive la existencia de
todos y no pide a sus discípulos ayunos especiales (Lc 7,33-34).
A continuación, el ángel indica cuál será la misión de Juan, hijo de Zacarías: caminará con el
espíritu y el poder de Elías. Vemos en la Biblia que, después de la desaparición de Elías,
llevado al Cielo en un carro de fuego (2 R 2,11), la comunidad creyente se preguntó bastante
sobre el significado de este hecho tan fuera de lo común, y llegaron a pensar que, lo mismo
como Elías había actuado en un tiempo de crisis religiosa para traer de vuelta a la fe a su
pueblo, así también volvería del cielo antes de la venida de Dios salvador, para restablecer la
fidelidad del pueblo.
El presente texto se refiere a esta esperanza del pueblo de Israel: no se debía pensar que Elías
volvería personalmente del cielo; como parecía decir Mal 4,23. Más bien sería Juan Bautista
el que actuaría con el espíritu de Elías para conseguir una reconciliación de todos mediante la
justicia y la fidelidad a la ley de Dios.
Así comienza la Buena Nueva en un rincón del mundo, con una pareja de
ancianos que no tuvieron hijos, porque no hay nada imposible para Dios, y lo
primero que debemos hacer es creer en sus promesas.

Página 2: [4] Comentario


LA VIRGEN MARIA
¡Cómo respeta Dios a los hombres! No los salva sin que ellos mismos lo
quieran. El Salvador ha sido deseado y acogido por una madre. Una jovencita
acepta libre y conscientemente ser la servidora del Señor y llega a ser Madre
de Dios.

El nombre de la virgen era María. Dos veces Lucas usa la palabra virgen.
¿Por qué no dijo una joven, o una muchacha, o una mujer? Sencillamente
porque se refiere a las palabras de los profetas que afirmaban que Dios sería
recibido por la virgen de Israel. Durante siglos, Dios había soportado que su
pueblo fuera infiel de mil maneras y había tenido que perdonarles por sus
pecados. Pero el Dios Salvador al llegar; debería ser recibido por un pueblo
virgen, es decir, que hubiera depuesto sus propias ambiciones para poner su
porvenir en manos de su Dios. Dios debía ser acogido con un corazón virgen,
o sea; nuevo y no desgastado por la experiencia de otros amores. Incluso en
tiempos de Jesús, muchos, al leer la profecía de Isaías 7,14, sacaban la
conclusión que el Mesías nacería de una madre virgen.
Ahora bien; el Evangelio nos dice: María es la virgen que da luz al Mesías.
¿Cómo podré ser madre? El ángel precisa que el niño nacerá de María sin
intervención de José. El que va a nacer de María en el tiempo es el mismo
que ya existe en Dios, nacido de Dios, Hijo del Padre (ver Jn 1,1). Y su
concepción en el seno de María no es otra cosa que una venida de Dios a
nuestra mundo.
El poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Los libros sagrados hablaban de la nube o
sombra que llenaba el Templo (1 R 8,10), signo de la presencia divina que cubría y amparaba
a la Ciudad santa (Sin 24,4). Al usar esta figura, el Evangelio quiere decir que María pasa a
ser la morada de Dios desde la cual obra sus misterios. El Espíritu Santo viene, no sobre su
Hijo, sino primeramente sobre ella, para que conciba por obra del Espíritu, como
acostumbramos decir, puesto que se excluyó toda intervención de varón. Jesús es concebido
en ella por efecto de la total adhesión de María a la Palabra única y eterna del Padre.
Jesús ha sido concebido de una madre virgen. Pero María, antes que viniera el ángel, ¿había
pensado en consagrar a Dios su virginidad? El Evangelio no da otra precisión al respecto que
la palabra de María: no tengo relación con ningún hombre. Recordemos que María está a
punto de casarse y ya está comprometida con José; lo que, según la Ley judía; les da los
mismos derechos del matrimonio (Mt 1,20). En estas condiciones, sus palabras no tienen
sentido, o difícilmente se pueden explicar si María no estaba decidida ya a mantenerse
virgen.
Mucha gente se extraña ante una tal decisión de María: ¿Cómo pensaría en mantenerse
virgen en el matrimonio, especialmente en un pueblo que no valoraba la virginidad? Incluso,
en las iglesias no-católicas, muchas personas, al leer en el Evangelio la exp resión «hermanos
de Jesús», concluyen sin más que María tuvo otros hijos después de Jesús. Ya aclaramos este
punto en Mc 3,31. Pero lo grave es que esa gente esté tan deseosa de negar la virginidad de
María.
Virgen debía ser aquella que, desde el comienzo, fue elegida por Dios para recibir a su propio
Hijo en un acto de fe perfecta. Ella, que daría a Jesús su sangre, sus rasgos hereditarios, su
carácter y su educación primera, debía haber crecido a la sombra del Todopoderoso, cual flor
secreta que nadie hiciera suya, y que hubiera renunciado a todo menos al Dios vivo. Y en
adelante sería el modelo de todos, pues cualquier creyente, en un grado distinto según la
misión de cada uno, renuncia a muchas cosas para arriesgarse en un camino en que la única
recompensa es Dios.
Para un hombre o una mujer creyente, no es cosa excepcional renunciar definitivamente al
sexo. Hay un sin número de ejemplos de jóvenes que, desde muy temprano, han intuido que
este camino evangélico es un camino más directo para acercarse mejor a Jesús. ¿Acaso María
era menos inteligente que ellos, menos capaz de sentir las cosas de Dios? ¿No podía captar
por sí misma lo que dirá Jesús respecto a la virginidad elegida por amor al Reino? Y después
de ser visitada en forma única por el Espíritu Santo, que es el soplo del amor de Dios,
¿necesitaría todavía las caricias amorosas de José? Si la historia de la iglesia nos proporciona
tantos ejemplos del amor celoso de Dios para quienes fueron sus amigos y sus santos, ¿cómo
haría menos para aquella que fue la llena de gracia?
¡Qué torpeza inconsciente en las razones chatas de aquellos que no han guardado la tradición
de los apóstoles, la cual proclama que María fue y quedó siempre virgen! ¡Qué manera de
rebajar las maravillas de Dios a lo que ellos mismos son capaces de comprender y de
practicar!

EL ANUNCIO
María fue la que participó a la Iglesia primitiva los secretos de la concepción de Jesús.
¿Cómo expresaría una experiencia tan interior, y cómo la relatarían? Pues Dios no suele
comunicarse con sus grandes santos y profetas mediante visiones, o, si las hay, no es lo más
importante. Todo se decide en un encuentro íntimo de persona a persona. El ángel fue
enviado. Espíritu enviado por Dios-Espíritu; reflejo de Dios que en la aparición solamente
muestra y dice lo que Dios está realizando en el alma de María. Lucas, al escribir, respeta
este misterio. Nos señala un nombre, Gabriel, no porque imaginaría los ángeles en forma de
hombres y llevando un nombre como nosotros. Este nombre de Gabriel tiene valor de
enseñanza en la tradición bíblica.
El ángel Gabriel. Según los judíos de aquel tiempo, solamente siete ángeles, más elevados en
dignidad, podían entrar a la presencia de Dios, y llamaban Gabriel a uno de ellos, el cual
interviene en el libro de Daniel para anunciar la hora de la salvación (Dn 8,16 y 9,24). Así,
pues, al hablar de Gabriel, el Evangelio nos da a entender que para María todo empezó con la
certeza de estar en el lugar y a la hora en que se decidía la suerte del mundo.
Alégrate. Es el llamado gozoso que los profetas dirigían a la «hija de Sión», o sea, a la
comunidad de los humildes en espera de la venida del Salvador (So 3,14; Za 9,9).
Llena de gracia. La palabra que usa el Evangelio significa en forma precisa: amada y
favorecida. Otros habían sido amados, elegidos, favorecidos; pero aquí viene a ser como el
nombre propio de María.
Estas palabras la impresionaron muchísimo. Pero no se habla de miedo,
como en el caso de Zacarías (1,12). Pues desde el primer momento en que se
había despertado el espíritu de María, estaba consciente de la presencia de
Dios que inspiraba todas sus decisiones; así que la comunicación divina no le
produce ahora temor. Pero sí le impresiona la sentencia divina que le revela
su vocación sin par.
Vas a quedar embarazada. Ya dijimos que esta frase se refiere a la profecía
de Is 7,14. Isaías anunciaba al que sería Emanuel, o sea: Dios -con-nosotros;
María lo nombrará Jesús, que significa: salvador.
Gobernará por siempre el pueblo de Jacob (o sea el pueblo de Israel)]: Es
una manera de decir que Jesús es el salvador, descendiente de David,
anunciado por los profetas 2 Sam 7,I6; Is 9.6.
Será grande, Sin más, y no grande ante Dios cómo se dice de Juan Bautista,
que no era más que hombre (1,15). Hijo del Altísimo e hijo de David: estos
dos calificativos designaban al Mesías o Salvador esperado (2 Sam 7,14; Sal
2,9). Debido a eso se precisó que José era de familia de David, ver
comentario de Mt 1,20.

LA SERVIDORA DEL SEÑOR


Yo soy la servidora del Señor. Con estas palabras, María no se rebaja en un
gesto de falsa humildad: expresa más bien su fe y su entrega. De ella va a
nacer el que es a la vez el servidor anunciado por los profetas (Is 42,1; 50,1;
52,13) y el Hijo único (Hebr 1).
Muchos se equivocan con esta palabra servidora hasta tal punto que ven a
Dios como un todopoderoso que usa de sus servidores para sus propios fines
sin detenerse en mirarlos y amarlos. Para ellos, Dios decaería de su grandeza
si diera a María una responsabilidad verdadera en la Encarnación de su Hijo y
la hiciera digna de su hijo. Según ellos lo propio de Dios es de decidir, de
actuar y de crear sin nosotros, que sólo somos sus instrumentos; luego Dios
solo necesitaba de María para dar un cuerpo humano a su Hijo.
Pero esto es muy contrario al espíritu de la Biblia que realza los esfuerzos de
Dios por convivir con los hombres (Dt 4,7; Pro 8,31). Dios no necesitaba una
servidora para fabricar un cuerpo humano, sino que buscaba una madre para
su Hijo y, para que María lo fuera de verdad, era necesario que Dios la
hubieramirado con amor antes que a cualquier criatura. Por eso se le dijo:
Llena de gracia.
Llamamos gracia a ese poder que tiene Dios para sanar nuestro espíritu, para
infundir en él la disposición para creer, hacer que sintonicemos con la verdad
y que el gesto de amor verdadero nazca de nosotros en forma a la vez
espontánea e inesperada. Llamamos gracia a eso que se desprendió del Dios
vivo para germinar en nuestra tierra: Is 45,8; Sal 85,11.
María es realmente llena de gracia, porque Jesús nació de ella tal como nace
del Padre. No es hijo de ella solamente por la carne, hijo extraño a su madre,
como creen los protestantes, sino hijo de su alma y de su fe, por ser ella la
servidora del Señor, la que creyó (Lc 1,45) y en la que Dios hizo cosas
grandes (Lc 1,49). Por eso la Iglesia entiende que María ocupa un lugar único
en la obra de nuestra salvación. Ella es la maravilla única que Dios quiso
realizar en los comienzos de una humanidad reformada a su semejanza. Al
lado del Hijo de Dios hecho hombre, ella es la criatura que Dios elevó y
acercó a sí mismo para poder, en ella, comunicarse al mundo. Al lado de
Cristo, nuevo Adán (Rom 6,14 y 1 Cor 15,45), ella es la verdadera Madre de
los vivientes, la Mujer de la nueva creación que se contrapone a Eva
pecadora.

Página 2: [5] Comentario


LOS HUMILDES
María, respondiendo a la invitación discreta del ángel, ha ido a compartir su
alegría con la anciana Isabel; su prima. Y se cumple lo dicho a Zacarías: «Tu
hijo será lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre». Lo más
importante en la historia no es lo más espectacular. El Evangelio prefiere
señalar los acontecimientos que fueron portadores de vida. Algunos años
después, las muchedumbres judías caminarán hacia Juan Bautista en busca de
Salvación, pues, reconocerán que Dios le comunicó el fuego de su Espíritu y
de su Palabra. Pero nadie se preguntará sobre cómo recibió el Espíritu de
Dios. Y nadie sabrá que María, la niña humilde, puso en movimiento los
resortes del plan de Dios en aquel día de la Visitación.
¡Dichosa por haber creído! María descubre con gozo que su virginidad es
fecunda: ella, que renunció a tener hijos y dar vida, como lo desean todas las
mujeres, está comunicando la vida del Espíritu Santo, que es el Espíritu de
Jesús. María ha pasado a ser el Templo de Dios.
Referente al Canto de María. Ella, tan discreta en el Evangelio, y que no
tomará parte en el ministerio de Jesús, es la que proclama la revolución
histórica ya empezada con la venida del Salvador:
-misericordia de Dios que cumple sus promesas,
-vuelco de las condiciones humanas.
Lo recordaba Martin Luther King, emancipador de los negros: «Aunque muy
a menudo no se ve en la Iglesia más que un poder hostil a cualquier cambio,
en realidad, ella mantiene un ideal poderoso que empuja a los hombres hacia
las más altas cumbres y les abre los ojos sobre su propio destino. De los
lugares candentes de Africa hasta los barrios negros del Alabama, he visto a
hombres que se levantaban y sacudían sus cadenas. Acababan de descubrir
que eran hijos de Dios y que, a los hijos de Dios, se les hace imposible
someterse a ningún yugo.»

Página 4: [6] Comentario


El emperador dictó una ley. Los judíos son una nación pequeña sometida al
imperio romano, el que reúne muchos pueblos diversos. El censo se hace
cuando Quirino es gobernador de Siria. Este dato nos proporciona una fecha
bastante precisa: los años 5 ó 7 «antes de Cristo», es decir, que hay un error
pequeño en nuestra manera de contar los años «después de Cristo», pues
Jesús había nacido antes.
Debido al censo, José y María tuvieron que dejar la casa de Nazaret en los
días en que debía nacer el niño. Seguramente José, descendiente de David,
tenía parientes en Belén, pueblo de David y de su familia. Jesús nace a lo
mejor en casa de uno de esos parientes.
En los cerros de Palestina abundan las grutas. Muchos hombres tomaban como primer lugar
de residencia una de estas grutas. Luego, con el correr del tiempo, construían alrededor una o
varias habitaciones con piedras y madera. Las familias campesinas acostumbraban guardar
sus animales en la misma casa, en la pieza más rústica. Por faltar espacio en la sala común,
José y María se acomodan en la parte donde están los animales.
Así lo había previsto el Padre: Jesús se educaría en un verdadero hogar, en una casa en que
no faltaría el trabajo ni el pan; pero, en su nacimiento como en su muerte, se parecería a los
más abandonados. En esta pobreza voluntaria advertimos el amor de Dios que no teme
ninguna humillación, y comprendemos que todas las comodidades son nada, comparadas con
esta riqueza única que es Cristo en medio de nosotros.
Dio a luz a su primogénito. Este término también se usaba entonces para
designar a un hijo único; solamente recalcaba que este primer hijo era
consagrado a Dios (Ex 13,1).
Habían terminado los plazos necesarios para la educación religiosa de la humanidad, por eso
Dios enviaba a su Hijo a la tierra para liberarnos del temor e introducirnos a la religión
verdadera. Pues ahora el ángel proclama: Gracia y paz a los hombres. ¡Miren cómo nos
quiere Dios; déjense, pues, contagiar por su amor! ¿Por qué seguir con temor? ¿No han
comprendido que Dios se hizo niño y que, en adelante, siempre pasará entre nosotros como
un niño que no habla ni puede defenderse? ¿Temor a Dios, o más bien alegría y sencillez?
¡Feliz la Madre de Dios! Hoy dio a luz al Salvador de todos los tiempos y, al
dar a luz permaneció virgen. En verdad, Dios no era demasiado grande para
María, pues él mira de lo alto a los orgullosos, pero se hace débil con los
humildes.
Desde hace veinte siglos ha habido un sinnúmero de desviaciones de la fe:
todas desconocen, de una manera u otra, que Dios se hizo verdadero hombre.
Decimos que María es madre de Dios, y no solamente madre del hombre
Jesús, porque no se puede dividir al Hijo de Dios hecho hombre.

Página 4: [7] Comentario


Los rodeó de claridad la Gloria del Señor. Primero les entra el miedo al verse
envueltos en el misterio divino. Pero luego se habla de alegría, porque alegría
y paz son los primeros frutos del Evangelio, cuando lo recibimos.
En esto lo reconocerán. Reconocerán a Dios que se hizo pobre con nosotros
para luego comunicamos sus riquezas.
Gracia y paz a los hombres. Esto se traduce a veces equivocadamente: paz a
los hombres de buena voluntad. En realidad, Dios es el que nos muestra su
buena voluntad (nos da su gracia) sin esperar que hayamos empezado a ser
buenos. Por medio de su Hijo, Dios nos ofrece una reconciliación. Toda la
predicación de Jesús en sus comienzos será para decir que Dios se ha
acercado a nosotros.
Después se fueron glorificando a Dios. Mientras el mundo está en la noche,
algunos pastores han visto a Dios. ¿Por qué fueron llamados al pesebre? Tal
vez para que María y José tuvieran consuelo al ver a los pobres llegar hasta su
refugio. También, y más seguramente, porque Dios no tiene alegría más
grande que la de darse a conocer.
Con el nacimiento de Jesús han empezado tiempos nuevos (los últimos
tiempos, como dirán los apóstoles); en que, por una parte, se sigue esperando
la salvación del mundo, y, por otra, ya se está gozando de esta salvación. Los
pastores fueron los modelos de aquellos que se dedican más a la
contemplación. Después de ellos, la Iglesia nunca estará toda en las obras de
misericordia o de promoción humana, sino que, con lo mejor de su espíritu,
seguirá mirando a Cristo presente en ella, para dar gracias y alegrarse en
Dios.

Página 4: [8] Comentario


María observaba estos acontecimientos. Porque cualquier hecho de su vida
era para ella una manera de comunicarle Dios sus intenciones. ¡Cuánto más
ahora, los acontecimientos que vivía junto con Jesús! Se extrañaba, se
admiraba, pero no se desconcertaba. Su fe estaba más allá de cualquier
vacilación, pero también a ella le correspondía descubrir lenta y penosamente
los caminos de la salvación. Los guardaba en su corazón hasta que llegaron
los días de la Resurrección y de Pentecostés en que se aclararon todos los
gestos y dichos de Jesús.

Página 4: [9] Comentario


María y José vienen al Templo para cumplir con un rito de la religión judía
(Ley 12,8). Además, porque se trata de un varón primer nacido, debe ser
consagrado a Dios. En esta oportunidad la Sagrada Familia encuentra a dos
ancianos que, como todos, esperaban la salvación de Dios, pero solamente
ellos merecieron reconocer al Salvador antes de que pudiera expresarse.
Simeón recibe en sus manos al niño Dios y lo eleva en un gesto de ofrenda.
En realidad, el anciano presenta la ofrenda de su vida próxima a terminarse.
Mis ojos han visto a tu Salvador. Que no es solamente mi salvador, sino que
de todas las naciones.
¿Qué significa la espada que atravesará el alma de María? Seguramente esta
palabra indica los dolores de la madre que verá a su hijo morir en cruz. Pero
también significa todo lo que María sufrirá al no comprender siempre lo que
hace este hijo. Aunque conozca mejor que cualquiera las intenciones de
Jesús, a veces no entenderá el porqué de su actuación y, porque lo quiere
mucho, sufrirá más.
Cristo es la luz de Dios. Luz que ilumina a los hombres, por supuesto, pero
que, en otros momentos, los ciega y los deja desconcertados. Es señal que
divide a los hombres, pero -aquí hay un misterio- los que se ponen en contra
no son siempre los malos. Pues ha y malos que se ponen del lado de Cristo
porque son incapaces de captar su luz y, por esto, no ven que ella los
condena. Y hay buenos que no creen porque la voluntad de Dios respecto a
ellos es que busquen la luz durante toda su vida.

Página 6: [10] Comentario


Lucas proporciona datos que permiten ubicar a Jesús en la historia. Estamos
en el año 27 «después de Cristo» y, en realidad, Jesús tiene como treinta o
treinta y cinco años. Los judíos han perdido su autonomía y su país está
dividido en cuatro pequeñas provincias. Herodes y Filipo, hijos del Herodes
de que se habló cuando nació Jesús (ver Mt 2,1), gobiernan dos de esas
provincias. Los que se interesan por estas notaciones de carácter cronológico
podrán leer también Jn 2,20. En esos años, los judíos sufren el imperialismo
romano, la corrupción de sus jefes, la falta de fe de sus sacerdotes
materializados, la radicalización política del pueblo que se divide en
facciones y partidos irreconciliables. El mismo deterioro de la situación los
convence de que están por cumplirse las promesas de Dios anunciando su
venida: el Reino de Dios se hará ahora o nunca. Por eso la predicación de
Juan despierta un interés enorme.

Página 6: [11] Comentario


EL PERDON DE LOS PECADOS
Juan indica el paso que debemos dar para recibir la salvación de Dios:
debemos reconocer que somos pecadores y que todos tenemos nuestra parte
de responsabilidad en la situación dramática en la que estamos metidos.
Los hombres deben reconocerse pecadores y pedir el perdón de Dios. Este
primer paso no cambiará el mundo, pero dará lugar a la salvación verdadera.
Pues los que hayan pedido el perdón de Dios usarán otros medios para
renovar la sociedad que aquellos que creen ser los buenos y los justos frente a
los explotadores y los malos. El pueblo judío, educado por la Biblia, tenía una
conciencia muy fuerte del Pecado y, por eso, estaban dispuestos a escuchar a
Juan cuando hablaba de buscar el perdón de Dios. En realidad, no todos
estaban dispuestos a convertirse: todos tenemos buenas razones para pensar
que, en nuestro caso, el pecado tiene alguna justificación: estoy actuando mal,
pero... Y además nos persuadimos de que Dios se mostrará comprensivo con
nosotros que pertenecemos a su Iglesia, que estamos del lado de los buenos,
que defendemos los intereses de la religión: Nosotros somos hijos de
Abraham. Somos muy creyentes, y grandes católicos..., y raza de víboras.
De todos los ambientes venían a Juan, inquietos por conseguir el perdón de
Dios: incluso prostitutas, cobradores de impuestos (Mc 2,13) y soldados del
opresor. Juan no rechazaba a nadie, sino que exigía de cada uno un
compromiso personal de justicia. El Reino de Dios no empezaría con un
llamado a la buena voluntad, uno de esos llamados que no van más allá de las
palabras y de las buenas intenciones: se bautizaban hombres que habían roto
con sus vicios y, de entre ellos, saldrían los discípulos de Jesús.
Juan nos invita a compartir, es decir, a preparar una sociedad solidaria
preocupada por dar a todos lo necesario, y no aceptar ciegamente las
diferencias nacidas del dinero o de la fuerza: no abusen de la gente. El
cambio de vida será profundo y duradero si somos capaces de criticar nuestra
falsa manera de ver el mundo y a los hombres. Convertir a un rico significa
ayudarlo a que se pregunte sobre el porqué de su riqueza al lado de tantos
pobres. Y el esposo que fácilmente traiciona a su mujer, deberá tomar
conciencia tanto de su machismo, como de su incapacidad para relacionarse
con su esposa en forma adulta. El llamado de Juan a una conversión personal
lleva a una renovación de la sociedad. Pues no basta que algunas prostitutas o
borrachos se conviertan en forma ejemplar. Habrá que preguntarse sobre la
red de complicidades que permite la prostitución a gran escala, sobre el
circuito económico que nace del alcoholismo, sobre los mecanismos sociales
que hacen del obrero, del campesino y del hombre de color, personas
marginadas.

Página 6: [12] Comentario


Bautizarse significa sumergirse en el agua y levantarse. Los judíos del
desierto se bautizaban con ocasión de ciertas fiestas, para demostrar su deseo
de alcanzar una vida más limpia cuando viniera el Salvador. Juan, a su vez,
bautiza a los que quieran enderezar su vida, sellando su compromiso con un
rito visible.
Yo no soy digno de desatarle el zapato. En ese tiempo, el que bautizaba
desataba los calzados del bautizado y luego lo ayudaba a desvestirse. O sea,
que Juan no es digno de bautizar a Jesús.
Aquí, el Evangelio compara a Juan y Jesús, el bautismo de Juan y el bautismo
cristiano.
Todos escuchamos alguna vez palabras como estas: puesto que Jesús se
bautizó a los treinta años, uno debería bautizarse adulto. Pero el argumento no
vale, porque no se trata del mismo bautismo y sus exigencias no son las
mismas.
Bautismo en agua... bautismo en el fuego. Esta comparación se refiere a una
experiencia muy común. Con agua se lavan las manchas de la ropa, pero lo
lavado difícilmente se parece a lo nuevo, y hay manchas que no se van. En
cambio, con el fuego se purifica el metal oxidado y del crisol sale el metal
brillante, tan nuevo como anteriormente; también el fuego es capaz de
consumir las manchas con la cosa manchada.
Juan bautiza con agua a los que quieren enderezar su vida. El bautismo es
para ellos como una manera de expresar públicamente su decisión y sus
promesas, las cuales son falibles como cualquier compromiso humano, y no
bastan para extirpar de nue stro corazón la misma raíz del mal.
Jesús, en cambio, manda a sus apóstoles a bautizar a los que se integran a la
Iglesia. En ese momento, si el bautismo es recibido con fe, Dios comunica su
Espíritu, que transforma interiormente a las personas.
Juan no bautizaba a los niños (y tampoco bautizaba a las mujeres). En
cambio, el bautismo cristiano saca su fuerza, no tanto del compromiso del
bautizado como del don de Dios que nos hace hijos suyos. Por eso, también a
los niños se puede bautizar para comunicarles este don de Dios.

Página 6: [13] Comentario


Jesús no necesitaba convertirse, ni recibir el bautismo de Juan. Pero, siendo el
Salvador, quiere empezar por mezclarse con sus hermanos pecadores que
buscan el camino del perdón. Jesús, al recibir el bautismo de Juan, afirma que
su camino es el bueno: buscar la justicia y reformar su propia vida.
Hacía siglos que no se veían profetas: Dios parecía callar y los judíos decían
que «los cielos estaban cerrados». Pero ahora, Dios vuelve a hablar y Jesús
toma el relevo de los profetas. Se abrieron los cielos, o sea que Jesús recibió
una comunicación divina (ver Ez 1,1 y Ap 4,1).
Tú eres mi elegido. ¿Quién vio y quién oyó esa voz? La cosa no resalta
claramente del Evangelio (Mt 3,16; Mc 1,10; Jn 1,32). El estudio de los
textos lleva a la conclusión siguiente: Jesús fue favorecido con una
comunicación divina que Juan Bautista tal vez compartió. Pero, ¿por qué una
tal manifestación? Jesús, ¿necesitaba saber que era Hijo de Dios?
No olvidemos que la palabra Hijo de Dios se puede entender de varias
maneras. En el tiempo anterior a Jesús, el rey de Israel era llamado hijo de
Dios. Y también se hablaba de hijo de Dios para designar al rey esperado,
elegido de Dios para salvar a Israel.
Jesús era Hijo de Dios (en el sentido que damos a esta palabra: Hijo Unico
del Padre, Dios nacido de Dios), desde su concepción. Y desde ese momento
era consciente de ser Hijo de Dios.
En cambio, solamente en el momento de ser bautizado por Juan, Jesús recibió
el llamado de Dios que lo invitaba a empezar su ministerio de salvación, y lo
hacía hijo suyo (en el sentido antiguo de la Biblia), o sea, profeta y rey de su
pueblo. Por eso el v.20 recuerda una frase de Isaías 42,1 referente al
Salvador.
Al mismo momento Jesús recibe la plenitud del Espíritu que consagra a los
profetas y que obra los milagros. Desde su concepción, Jesús gozaba esa
plenitud del Espíritu que lo mantenía en una relación única con su Padre;
ahora recibe otra comunicación del Espíritu para ser el profeta y el servidor
del Padre. Jesús, pues, es ungido para proclamar el Reino de Dios y para
llamar primeramente a los pobres (4,18). A diferencia de tantos libertadores
que, según la Biblia, recibieron el Espíritu con miras a una misión
determinada, Jesús es hecho salvador en toda su persona. A diferencia de
nosotros, tan preocupados por reservarnos una puerta de salida en nuestros
compromisos, Jesús ya no tendrá descanso hasta que su Palabra y su
testimonio a la Verdad lo lleven a la muerte.
En textos antiguos de Lucas 3,22 se lee: Tú eres mi Hijo, hoy te he dado la
vida (como en Sal 2,7). Es otra manera de proclamar al Mesías Salvador.
El Evangelio de Juan muestra que, a pesar de esta revelación tan manifiesta,
Jesús no se dio prisa para actuar en público. El día siguiente, Juan Bautista le
forzó la mano al dirigirle algunos de sus propios discípulos (Jn 1,35), y a los
ocho días fue la intervención de María en las bodas de Caná la que terminó de
decidirlo (Jn 2,1).

Página 6: [14] Comentario


A continuación, Lucas pone una lista de los antepasados de Jesús, muy
diferente de la que dio Mateo (Mt 1,1). Por una parte, no se conforma con
remontar hasta Abraham, sino que pone también la nómina legendaria de los
antepasados de Abraham hasta el primer hombre, como para recordar que
Jesús viene a salvar a toda la humanidad, sumida en el pecado desde la
desobediencia de Adán. Por otra parte, de José a Abraham, la lista de los
antepasados era diferente según uno se fijaba en los padres según la sangre o
en los padres adoptivos, pues la adopción se practicaba frecuentemente entre
los judíos.

Página 7: [15] Comentario


LA TENTACION. En la historia común, digamos, en la historia profana,
intervienen solamente los hombres y se enfrentan con otros hombres. La
historia sagrada contempla las cosas con otro enfoque: el plan de Dios se va
realizando, trabado por las empresas subversivas del espíritu malo, y los
hombres son llamados a participar en esta lucha que sobrepasa sus propios
proyectos. Por esta razón, Jesús debía enfrentarse con el espíritu malo.
Recordemos que tentar y probar tienen el mismo sentido. Nosotros hablamos
de ‘Tentación’ cuando sentimos la presión de nuestros malos instintos o
cuando nos vemos arrastrados al mal por las circunstancias. Jesús no tenía
nuestros malos instintos, pero el Espíritu Santo lo indujo a probarse a sí
mismo en el desierto, y es ahí donde sintió más fuerte la sugerencia del
espíritu malo para que se desviara de su misión (ver también Mt 4,1).
Jesús, lleno del Espíritu Santo, inició su ministerio sometiéndose a una
prueba durísima: cuarenta días de soledad total y de ayuno. En ese retiro,
Jesús experimentó su fragilidad como criatura, y sus dudas antes de saltar en
lo desconocido: pues dejaba la vida de Nazaret para entregarse a la voluntad
del Padre, en una misión que, en pocos meses, lo llevaría a la muerte.
Y en él habló el Diablo, o sea, el Acusador. Así se llama el Demonio, porque
siempre critica. Nos lleva a acusar a Dios y, cuando nos ha hecho caer, nos
acusa y trata de convencernos de que nuestra caída no tendrá perdón de Dios.
Si eres Hijo de Dios. Jesús sabía quién era; pero no había probado su poder.
¿No podría soltar un momento las energías divinas cuando su cuerpo
desfallecía por el hambre? ¿Y no podría, algún día, bajar de la cruz pare
salvarse?
Jesús se niega a servirse a sí mismo. Tiene ambiciones más grandes: entonces
el Diablo lo lleva a un lugar más alto. Jesús comprende que, siendo los
hombres lo que son, la manera de imponerse es transigir con las armas del
demonio, el cual no respeta ni la verdad, ni la libertad de las conciencias.
Entonces no le costaría reinar «en nombre de Dios» sobre las naciones, pues
el diablo las da a quien quiere.
Pero Jesús ha decidido servir sólo a Dios. -Entonces, ¿por qué no empiezas tu
predicación con un gesto espectacular, dejándote caer en medio de la
muchedumbre que viene a rezar al Templo? ¿No crees que Dios hará un
milagro para ti?– Esta vez, el diablo ha usado las mismas palabras de la
Biblia: al leerlas, uno podría pensar que, con mucha fe, siempre, tendrá salud
y éxito. Jesús advierte los errores de una «fe» que pretende pasar haciéndole
el quite a la cruz. El no exigirá de su Padre milagros para no tener que sufrir
las humillaciones y los rechazos, que son la parte de los mensajeros de Dios:
esto sería poner a prueba a Dios, con el pretexto de confiar en él.
El demonio se alejó para volver en el momento oportuno. En la Pasión de
Jesús, hará que toda la maldad del pueblo se vuelva contra el liberador; al que
no pudo seducir. Pero Cristo, al morir; obedeciendo la voluntad de su Padre,
quitará ese poder tomado injustamente sobre el destino de los hombres.
Página 7: [16] Comentario
Enseñaba en las sinagogas de los judíos. Jesús no empieza predicando a las
muchedumbres que todavía no saben de él, sino que, durante meses, se da a
conocer en las sinagogas.
En Israel, no había más que un Templo, el de Jerusalén, en que los sacerdotes
ofrecían los sacrificios. Pero, en todo lugar donde podían reunirse por lo
menos diez hombres, había una sinagoga. Allí, cada sábado, se celebraba un
servicio litúrgico, a cargo de los miembros de la comunidad. Era fácil
participar en las lecturas y sus comentarios y, por esto, Jesús se da a conocer
participando en los oficios del sábado en las sinagogas de su provincia,
Galilea.
Después de algún tiempo, siendo ya famoso, Jesús pasa por Nazaret y lo
reciben mal. En el presente relato, Lucas muestra a la vez por qué Jesús atraía
a la gente y por qué, en Nazaret especialmente, lo rechazaron.
Halló el pasaje en que se lee. Este párrafo es de Is 61,1-2. El antiguo profeta
se refería a su propia misión: Dios lo había enviado para anunciar a los
desterrados judíos que Dios pronto los vendría a visitar. Pero sus palabras se
averiguaban mejor todavía en el caso de Jesús, enviado para dar la libertad
verdadera al pueblo que lo esperaba.
En el texto de Isaías no está la frase: despedir libres a los oprimidos. Lucas la
sacó de otro texto del mismo profeta (Is 58,6) y la puso aquí porque este
término de liberación resumía mejor que cualquier otro la obra de Jesús en
sus misiones.
Hoy se cumplen estas profecías. Jesús viene a abrir tiempos nuevos en que
Dios se hace presente y reconcilia a la humanidad. En Israel, cada cincuenta
años se celebraba el año del jubileo en que se perdonaban las deudas y los
esclavos recobraban su libertad (Lev25,10). Asimismo, ahora se abre un año
de la gracia del Señor.
Terminó el tiempo de las promesas y de las profecías. Dios empieza a
mostrarse a los hombres tal como es: Jesús da a conocer al Padre, y el Padre
da a conocer a su Hijo mediante las señales y milagros que salen de sus
manos.
Me envió a despedir libres a los oprimidos. El paso de Jesús trae una
verdadera liberación para todos, pues su acción tiende a que cada uno de
nosotros viva en la verdad: «EI Hijo los hace libres..., la verdad los hará
libres...» (Jn 8,30). Por supuesto que los judíos aspiraban más que nada a una
liberación política, la cual es parte de la liberación total del hombre. ¿Por qué
Jesús no la emprendía? ¿Porque solamente le interesaban las almas?
En realidad, el Antiguo Testamento no había anunciado una salvación de las
almas, como se escucha hoy en varios grupos e iglesias; ahí los creyentes
creen salvar sus almas mientras siguen cómplices callados, o atemorizados, o
pagados, o ciegos del pecado diario cimentado en toda la vida económica y
social.
El Antiguo Testamento anunciaba a Jesús como el salvador de su pueblo y de
toda la raza. Sus palabras y sus gestos despertaban un pueblo paralizado y
abrían el camino de todas las liberaciones humanas; pero eran como semillas
y no podían producir inmediatamente sus frutos. Jesús no sentía ningún deseo
de juntarse con los fanáticos y los violentos de su pueblo para conseguir una
soberanía nacional tan opresora como la dominación romana. El daba
testimonio a la verdad y echaba las bases de toda acción liberadora que se
emprendiera en el futuro.
Hoy también, se puede hablar de evangelización si se ven hechos liberadores.
Y la evangelización cobra su pleno sentido cuando los oyentes, o la
colectividad local, o el mundo entero están atravesando tiempos
excepcionales en que deben acoger la gracia de Dios o perecer.
Me envió a traer la Buena Nueva a los pobres. Ver comentario de Lc 6,20. A
continuación, Lucas dice por qué la gente de Nazaret rechazó a Jesús:
-primero, por su orgullo: la gente común y mediocre se deja deslumbrar por
los extraños, pero se niega ferozmente a que uno de su grupo se destaque y
los enseñe: no es éste el hijo de José (ver el comentario de Mc 6,1). |
-por su egoísmo: no aceptan que los beneficios de Dios sean para los demás.
Y Jesús les recuerda que los profetas de la Biblia no limitaron sus beneficios
a sólo sus paisanos (ver 1 R 17;7 y 2 R 5).
Página 8: [17] Comentario
APOSTOLES. Lucas expone aquí con más detalles lo que ya encontramos en
Marcos (Mc 1,16). Jesús se hace el invitado en la barca de Pedro, que no se
niega a prestarle este servicio. Pero Jesús necesita más: por muchos que sean
los que le echan una mano, busca hombres que se entreguen totalmente a su
trabajo. Oyentes tiene muchos, le hacen falta apóstoles.
Los milagros de Jesús son otra manera suya de enseñar. El presente milagro
aclara lo que será para los apóstoles de todos los tiempos «pescar hombres».
Echen las redes: Pedro obedece a pesar de que no hay ninguna esperanza de
sacar algo. Y de igual modo, los apóstoles actuarán y hablarán, confiados no
en sus capacidades, sino en la orden de Jesús. Las redes estaban a punto de
romperse: optimismo y certeza del éxito. Serán pescadores de hombres: para
unir a los hombres divididos por el pecado, para reunir a los dispersos hijos
de Dios en la única Iglesia de Cristo.
Aléjate de mí porque soy un pecador. Es el temor del hombre que descubre
que Dios penetró en su vida íntima: es un primer acto de fe en la persona
divina de Jesús. El, sin embargo, emplea pecadores para salvar a pecadores.
Abandonándolo todo lo siguieron. No era mucho lo que tenían, pero sí toda
su vida: trabajo, familia, etc.
Apóstol significa enviado. Cristo es el que escoge a sus apóstoles y los envía
en su nombre. Pero, ¿dónde encontrará a quién enviar, sino entre aquellos que
aceptan ser cooperadores suyos?
Uno puede preguntarse por qué tantos católicos escuchan el evangelio y tan
pocos se hacen cooperadores de Cristo. Uno empieza a ser apóstol o, por lo
menos, cooperador de Cristo, cuando acepta hacer algo más que aquellos
servicios materiales que se prestan a la Iglesia; cuando se siente responsable
de las personas: pescador de hombres.
Posiblemente, Lucas juntó aquí dos hechos distintos: la vocación de los
apóstoles, contada en forma escueta en Mc 1,16, y la pesca milagrosa. Juan
también cuenta una pesca milagrosa (Jn 21), pero la ubica después de la
resurrección. Existen serios motivos para pensar que se trata del mismo
milagro, pero a Juan le convenía juntarla con la aparición de Jesús
resucitado a los apóstoles, que sucedió posteriormente en el mismo lugar.

Página 10: [18] Comentario


Aquí vienen dos conflictos de Jesús con la gente religiosa de su tiempo, a
propósito del sábado.
Ver el comentario de Mc 3,1.
No olvidemos que la palabra sábado significa descanso. Dios había pedido
santificar un día cada semana, no primeramente con tener asambleas
religiosas, sino con dar a todos el descanso (Ex 20,10). Pues la gloria de Dios
está antes que nada en que el hombre no pase a ser esclavo de su subsistencia
diaria o de su trabajo. En el primer caso, Jesús no discute con los fariseos que
llaman trabajo el solo hecho de arrancar algunas espigas y restregarlas.
Primero recuerda que los grandes creyentes, como David, pasaron a veces
encima de las leyes. Luego, añade: el Hijo del Hombre tiene autoridad sobre
el sábado. Pero, entre los judíos, nadie, ni siquiera el Sumo Sacerdote, podía
dispensar de la observancia del sábado. Con esto los deja desconcertados:
¿Quién pretende ser Jesús?
En el segundo caso, Jesús podía decir al hombre: «¿Por qué me pides un trabajo prohibido en
día sábado? Vuelve mañana que te sanaré.» Pero Jesús prefiere un enfrentamiento. Es que el
Evangelio significa una liberación y el hombre llega a ser libre cuando reconoce que no hay
ninguna cosa sagrada en la sociedad que pretende imponerle sus criterios: nada hay sagrado
para Dios fuera de la conciencia, la dignidad y la santidad de sus hijos. Mientras los hombres
quedan sometidos a un orden, a unas leyes, a unas autoridades que son consideradas sagradas
y que nadie piensa en criticar, esos hombres no son libres ni son verdaderos hijos de Dios
(ver 1 Cor 3,21-23; 1 Cor 8,4-5; Col 2,20-23). Un respeto a Dios que apagaría nuestro
espíritu critico no sería conforme al Evangelio; una religión que impediría buscar la verdad y
preguntar en todos los campos de la inquietud humana, no sería la verdadera. Estudiar la
Biblia sin atreverse a conocer los aportes de la ciencia moderna, por miedo a que s e derrumbe
nuestra visión demasiado ingenua de la historia sagrada, es pecar contra el Espíritu.
Era necesario que, en unas oportunidades, por lo menos, Jesús hubiera violado la ley más
sagrada de su pueblo. Pero la razón de hacerlo era la que más nos urge en todo tiempo: dar
vida a hermanos.

Página 10: [19] Comentario


Jesús lleva en su oración a los que más quiere. Mientras no haya resucitado,
su pensamiento no puede abarcar a todos, sino que concentra su atención en
aquellos que conviven con él y que serán sus apóstoles. Todo el éxito de su
obra depende de ellos. En ellos se apoyará la fe de los demás. Jesús no quiere
que su designación sea cosa de él: antes de llamarlos, desea haber adquirido
mediante la oración la certeza de que ésta es la voluntad del Padre (He 1,24).
Por el solo hecho de que los eligió Cristo y les encargó su Iglesia, van a ser
tentados de mil maneras (Lc 22,31). Por eso Jesús los quiere asegurar con la
fuerza de su oración (Jn 17,9). En víspera de su muerte su consuelo será que
no se haya perdido ninguno de los que el Padre le dio (Jn, 17,12).

Página 11: [20] Comentario


Ver el comentario de las Bienaventuranzas en Mt 5,1. En ese lugar Mateo las
adapta para los integrantes de la Iglesia de su tiempo. Lucas, en cambio, las
pone aquí tales como Jesús las proclamó al pueblo de Galilea. Las
Bienaventuranzas fueron, en boca de Jesús, un llamado y una esperanza
dirigidos a los olvidados de este mundo y, para empezar, a los pobres de su
pueblo, herederos de las promesas de Dios a los profetas.
El Evangelio trae un vuelco de las situaciones presentes, como en el canto de
María (1,51-53). Dios quiere en adelante mostrar su misericordia,
especialmente con colmar a los pobres y despreciados. Pero también quiere
encargarles su Evangelio y hacer de ellos los primeros cooperadores de su
obra en el mundo. Si bien los grandes, los científicos, los organizadores
tienen su parte propia en la máquina mundial, los pobres son los que dan el
aporte más indispensable para la construcción del Reino.
Hay mil maneras de presentar a Jesús y su obra. Pero, para que esta
enseñanza merezca ser llamada evangelización (o sea: comunicación de la
Buena Nueva), es necesario que sea recibida como Buena Nueva en primer
lugar por los pobres. Si son otras categorías sociales las que se sienten más
identificadas con esta enseñanza, o a las que se invita primero, esto significa
que algo falta, o en el contenido, o en la manera de proclamar un mensaje que
hace justicia a los desheredados.
A continuación, Lucas trae lamentaciones: ¡Pobres de ustedes los ricos! Recuerdan otras
semejantes de Is 65,13-14. Los ricos y satisfechos son ciegos que no reconocen a Dios
cuando se manifiesta. Andan con tranquilidad de conciencia porque su situación les trae los
aplausos de todos. En realidad, su existencia, sus méritos y su contento son falsedad que se
desvanece en presencia del Evangelio.
Cuando todos hablen bien de ustedes (1 Cor 4,8). El contraste entre
perseguidos y gente considerada puede existir dentro de la misma Iglesia. A
veces en ella se ven grupos influyentes de personas a las que nada les falta y
que saben captar las bendiciones oficiales, mientras otros son difamados y
perseguidos por poner en práctica las exigencias del Evangelio. Este es el
escándalo del que Jesús habla en Mt 13,41. Los Santos han conocido estas
pruebas, pero a pesar de ellas, nunca renegaron de la Iglesia.

Página 11: [21] Comentario

Aquí Lucas presenta solamente algunas de las palabras de Jesús que Mateo
reúne en los capítulos 5-7 de su Evangelio, y que hemos comentado.
Algunos se sienten defraudados al ver que Jesús habla de cambiar nuestra
vida y no de reformar la sociedad. Y piensan que esto se debe a la cultura de
aquel tiempo en que los hombres no pensaban todavía en un cambio de las
estructuras sociales injustas. En realidad, Jesús va a lo esencial. La raíz del
mal está en las personas. Bien es cierto que las estructuras malas impiden que
los hombres vivan y crezcan. Pero también se ve que ninguna revolución, por
muchos beneficios que traiga, establece una sociedad menos opresora,
mientras las personas no se reforman según el Evangelio. Jesús no nos da
pautas para solamente conseguir un orden mejor. Su misión es de enseñarnos
el camino de la madurez y de la libertad.
El oprimido no es un inocente. Si no lo paralizaran el miedo, el espíritu de
división, la codicia de las ventajas que le ofrece su opresor, ya habría
conseguido la unanimidad que desafía cualquier fuerza de opresión. Por eso
no se liberará sin progresar mucho en la confianza en Dios, que permite
arriesgar, en la abertura del espíritu que permite comprender al otro y facilita
la reconciliación.
Las sentencias de Jesús que vienen a continuación señalan los cambios más
indispensables de nuestros criterios y de nuestro corazón.
Da al que te pide. Jesús no da una norma que se aplicaría automáticamente en
todos los casos: sabemos que hay momentos en que no debemos dar, porque
sería favorecer el vicio. Jesús quiere inquietar nuestra conciencia: ¿Por qué te
niegas a dar? ¿Temes que no te lo devolverán? Pero, ¿si éste fuera el
momento de confiar en tu Padre y de desprenderte de algo que es «tu tesoro»
(12,34)? Tú que quieres ser perfecto, ¿por qué descartas tantas oportunidades
de renunciar a tu propia sabiduría para dejar que Dios se encargue de tus
intereses?

Página 11: [22] Comentario


Aquí, como en Mt 5,43, Jesús no se refiere principalmente a los rencores y amistades
personales. Más bien nos habla de las oposiciones de tipo social, político o religioso: uno
hace la distinción entre los que son de su grupo o de su partido, y los que son del partido
opuesto. Los hombres acostumbran ayudarse, respetarse y ser buenos dentro del grupo; y se
niegan a apoyar a los del otro grupo, sin examinar sus derechos: éstos son, para ellos, los
malos y los pecadores.
Jesús nos invita a superar estas diferencias: la persona es la que cuenta y, en cuanto mi
prójimo me necesita, debo olvidar su color y cualquier etiqueta que se le pone.
Si prestan a los que les pueden retribuir. Se trata otra vez de una actitud
social: el hombre que busca sus amistades en el ambiente que sirve su
ascensión social y se aparta de todos aquellos que serán un peso para él,
porque son personas sin influencia: Lc 14,2.
Entonces serán hijos del Altísimo. Jesús nos indica los medios para
transformarnos a imagen y semejanza del Padre Altísimo. Se nos exige
superar los prejuicios y hacer caer las barreras sociales.

Página 11: [23] Comentario


Ver el comentario de Mt 7,1. Nuestra perfección está en imitar al Padre. Su
manera de ser Dios es la misericordia, o sea, la capacidad de conmoverse
ante la pobreza y la angustia de sus criaturas, para colmarlas de lo que él
puede comunicarles. A esta misericordia se opone la actitud del que se hace
juez de sus hermanos.
¿Puede un ciego guiar a otro? Nuestro orgullo se satisface cuando podemos
compararnos con los demás; y, para que la comparación nos favorezca,
empezamos por criticarlos y condenarlos. Jesús nos invita a mirar más bien a
nuestras fallas; la lucidez respecto de uno mismo permite ver con más
equidad la situación del prójimo.

Página 13: [24] Comentario


LOS QUE DUDAN
Juan Bautista había proclamado la inminente llegada del Juicio de Dios. Pero
Herodes había puesto a Juan en la cárcel y nada había pasado. Juan
presentaba a Jesús como el Mesías esperado, pero Jesús no revolucionaba el
mundo, y Juan, en la cárcel empezó a dudar. Tal vez sería más exacto
entender su pregunta como una invitación insistente: «Si tú eres el que debe
venir, ¿por qué tantas demoras?»
Los discípulos de Juan presencian las curaciones; pero las curaciones no son
todo y Jesús añade: una buena nueva llega a los pobres. Porque la
evangelización verdadera es la que levanta la esperanza y deja como frutos
personas renovadas.
Los ciegos ven, los cojos andan... Los profetas anunciaban estas señales (Is
35,5) que eran realmente nuevas, pues en el pasado Dios se manifestaba
habitualmente como poderoso salvador. Estas sanaciones daban a entender la
liberación que Jesús les traía: no un castigo de los malos (que ocupaba un
buen lugar en la predicación de Juan Bautista), sino, antes que nada, una
reconciliación apta para sanar un mundo de pecadores, de violentos y de
rencorosos.
¡Feliz aquel que me encuentra y no se confunde conmigo! Y felices aquellos
que no dudan de la salvación de Cristo después de ver los frutos de la
evangelización. Felices aquellos que no dicen: este camino es demasiado
lento. El Evangelio demuestra primero su fecundidad en su fuerza para
levantar a las personas. El que ha creído es un hombre reconciliado. El que ha
encontrado a Cristo se ha descubierto a sí mismo y no será de los que pasan
tan fácilmente de oprimido a aprovechador, de la denuncia de los malos a la
complicidad con el mal. Donde hay personas renovadas, toda una
colectividad toma conciencia de su realidad y se une en torno a tareas
liberadoras.
No importa que el mundo siga entregado, aparentemente, a las fuerzas del
mal. La presencia de personas liberadas obliga a los hombres a definirse por
el bien o por el mal, y es eso lo que hace madurar el mundo. Con esto, Jesús
responde a los discípulos de Juan, hombres sacrificados y preocupados por el
triunfo de la causa de Dios. Podría ser que su búsqueda de la justicia los
absorba tanto que no puedan reconocer en la actuación de Jesús,
aparentemente muy discreta, el paso de la misericordia de Dios.

Página 13: [25] Comentario


Una vez que se fueron los enviados de Juan. La mayoría de los discípulos de
Juan se quedaron con su maestro y no reconocieron a Jesús. El no los culpa,
sino que elogia a Juan y se sitúa respecto a él.
Un profeta, y más que un profeta. Jesús no se refiere a la santidad personal de
Juan. Entre los nacidos de mujer no hay (Mateo dice: no se ha presentado
profeta) mayor que Juan. Juan clausura el número de los profetas del Antiguo
Testamento, siendo el que introduce a los tiempos del Reino de Dios.
El más pequeño en el Reino es mayor que él. En este sentido que los
discípulos de Jesús han entrado al Reino que Juan solamente anunció. Por
santo que fuera Juan, no se le dio el conocimiento de Dios que resplandece en
la persona de Jesús. Juan, el profeta austero, no conoció la reconciliación total
con el Dios misericordioso, que es el privilegio de los discípulos de Jesús.
Juan decía que cada cual debía enderezar su vida. Jesús, en cambio, insiste en
que todos nuestros esfuerzos no sirven mientras no hayamos creído en el
amor del Padre. Los discípulos de Juan ayunaban: los discípulos de Jesús
sabrán perdonar. Juan atraía al desierto a los que sabían desprenderse de sus
comodidades; Jesús vive entre los hombres y sana sus llagas. Pedían el
bautismo de Juan, dispuestos a deponer sus vicios; el bautismo de Jesús, en
cambio, comunica el Espíritu de Dios.
Se parecen a niños sentados... Todo lo hacen a destiempo, reprochan, a Juan
por su austeridad, y a Jesús por su falta de austeridad. Con esta respuesta,
Jesús nos enseña a no criticar siempre a la Iglesia de tiempos pasados, sino a
tomar en cuenta su experiencia. Cada generación se encuentra con problemas
diferentes y ninguna de ellas puede liberarse de los prejuicios y las
limitaciones de la cultura de su tiempo.
Jesús viene después de Juan, y superior a él. Pero necesitaba de Juan. Todo
esfuerzo por evangelizar se queda en superficie y las conversiones no son
profundas si el terreno no ha sido preparado por movimientos que despiertan
las inquietudes por un mundo más justo y una vida más sacrificada.

Página 13: [26] Comentario


LOS PECADORES
El fariseo Simón tenía algunos principios religiosos claros y sencillos:
El mundo se divide entre buenos y pecadores. Los buenos son los que
cumplen; los pecadores son los que cometen faltas notorias. Dios ama a los
buenos; Dios no quiere a los pecadores: Dios se aparta de los pecadores.
Simón es bueno; Simón se aparta de los pecadores. Jesús no se aparta de la
pecadora; Jesús no se guía por el Espíritu de Dios.
Lo raro es que Dios no piensa como Simón. Sólo él es bueno y, por eso, no
distingue entre buenos y pecadores, sino que quiere perdonar a todos. Dios no
pesa en una balanza nuestras acciones buenas y malas para ver cuál tiene
mayor peso: esto sería un juego de niños. Dios sabe que el hombre necesita
tiempo para probar el bien y el mal, y también para madurar su orientación
definitiva. Nos deja que pequemos porque, al final, conoceremos mejor que
somos malos y que sólo él nos hace falta. Por eso no le cuesta olvidar
nuestros pecados y desórdenes, si, a pesar de ellos, o por medio de ellos,
hemos llegado al amor verdadero. Simón no había acogido a Jesús con las
muestras de cordialidad usadas en ese tiempo. Luego se acostaron en los
sofás, en torno a la mesa, según la costumbre de la gente acomodada, pero
Jesús se aburría: ¿de qué conversar con este hombre respetable que creía
saber las cosas de Dios y que era incapaz de sentirlas?
Y Jesús esperaba la venida de la pecadora.
Aquel a quien se le perdona poco. Esto no se averigua siempre. Muchos
amaron apasionadamente a Jesús, que no eran grandes pecadores. Pero él
habla en forma irónica, dirigiéndose a un hombre muy «decente»: -Simón, tú
piensas que debes poco (y en esto te equivocas), y por eso amas poco.
Sus pecados le quedan perdonados. Varias personas ven aquí una
contradicción con el v. 42. Pues, en el 42, el gran amor es el fruto de un
perdón más amplio; en e1 47, el mucho amor consigue este perdón. Pero
Jesús no pretende decir cuál de los dos, el amor o el perdón, es primero: en
realidad los dos van a la par. Jesús está oponiendo dos formas de religión. La
religión del fariseo es algo como una contabilidad: ahí Dios nota faltas y
obras buenas para luego premiar más al que más haberes tiene. La religión
verdadera, en cambio, solamente se fija en la calidad del amor y de la
confianza, y, habitualmente, amamos en la medida en que tomamos
conciencia de lo mucho que Dios nos ha perdonado.
Te quedan perdonados tus pecados. Tratemos de comprender el escándalo
que causaron tales palabras. En realidad, ¿a quién había amado la mujer sino
a Jesús? ¿Y quién puede perdonar los pecados, sino Dios?
Posiblemente esta mujer es la misma que María, hermana de Marta, la cual
ungió los pies de Jesús en vísperas de su muerte (Jn 12,3). Lo más probable
es que este gesto algo extraño de ungirle los pies tuvo lugar una sola vez, y
que fue antes de su pasión. En este caso, Lucas habría modificado algunos
detalles para componer el presente relato, aludiendo al pasado de María.
Mateo, Marcos y Juan, al relatar el hecho, notan que Judas se indignó (Jn
12,4); pero posiblemente Simón, que recibía a Jesús, se escandalizó por otro
motivo: ¿Cómo Jesús podía aceptar que esta mujer lo siguiera, junto con sus
apóstoles, por más que se hubiera arrepentido de sus pecados y demonios
pasados?

Página 14: [27] Comentario


Ver el comentario de Mt 13,1-23.
Esto es lo que significa la comparación. Y la comparación ayuda a entender
lo que sucede en torno a Jesús. Pues muchos se entusiasmaron al comienzo y
después de un tiempo, se alejan. Solamente unos pocos perseveran y se
preguntan: ¿Cómo va a llegar el Reino de Dios, si nadie se interesa?
El Evangelio ha recordado la explicación de Jesús referente a los terrenos en
que cae la semilla. Pero había mucho más que explicar. Y primeramente los
oyentes debían extrañarse de esta comparación del Reino de Dios con algo
que se siembra. Pues a lo largo de la Historia Sagrada, se había sembrado
abundantemente y lo que esperaban los contemporáneos de Jesús era una
cosecha (ver Ap 14,15).
Nosotros también, igual que los contemporáneos de Jesús, queremos
cosechar, o sea, gozar los frutos del Reino de Dios, que son la paz social, la
justicia y la felicidad. Y muc hos se extrañan de que, veinte siglos después de
Cristo, los hombres sigan tan malos.
Pero, si bien ha llegado el Reino de Dios y ya está en medio de nosotros, no
por eso vamos a gozar sus frutos. El Reino de Dios está ahí donde Dios reina.
Y Dios reina ahí donde los hombres lo reconocen por lo que es; ahí donde
puede actuar como Padre y donde sus hijos pueden reconocer los proyectos
que él formó a su respecto. El discípulo de Cristo ya no conoce a Dios sin
más, sino al Padre y a su Hijo, y eso basta para hacer de él un hombre nuevo.
A partir de ese momento, las personas van madurando de mil maneras, y
también va madurando la conciencia social. Los hombres toman conciencia
de su dignidad y de su común destino, a pesar de que les parezca cada día
más imposible conseguir sus metas.
REINO DE DIOS Y REINADO DE DIOS
Jesús hablaba el arameo, idioma que no tiene sino un solo término para
designar tres cosas distintas: el reino, o sea, el lugar donde Dios actúa en
forma soberana, el reinado, o sea, el hecho de que Dios actúe en forma
soberana; la realeza, o sea, la dignidad de Dios soberano.
A menudo Jesús habla del reino propiamente dicho: «ustedes no entrarán en
el Reino de Dios». Pero en otros lugares; el sentido es discutible, por
ejemplo, en el Padre Nuestro. ¿Debemos decir: “Venga tu Reino”, o: «Venga
tu Reinado»?
En las presentes parábolas llamadas tradicionalmente parábolas del Reino,
los dos sentidos van juntos. La gran novedad que proclamaba Jesús era la
llegada de tiempos totalmente diferentes a los de la historia sagrada, tal
como la habían vivido los judíos. Bien es cierto que Dios estuvo presente en
toda la historia humana, especialmente en la de Israel, pero ahora, venía de
otra manera. Primero porque Jesús estaba revelando a los hombres el
verdadero rostro de Dios; luego, porque Jesús resucitado empezaría a
orientar soberanamente la historia humana, siendo Señor de vivos y muertos.
Empezaba, pues, el reinar o el reinado de Dios. Dios actuaría en ellos y los
iría transformando. Ahí donde Dios actúa como rey, empieza una humanidad
nueva que es su reino.
Al leer las cartas de Pablo y todo lo grande que ahí dice de la Iglesia
(especialmente en Efesios), nos damos cuenta que, para él, la Iglesia es de
alguna manera el mismo Reino de Dios, o, mejor dicho, el lugar desde el cual
éste irradia sobre el mundo.

Página 17: [28] Comentario


Ver el comentario de Mc 6,34.
Esta multiplicación del pan se cuenta en los cuatro evangelios, lo que se da
solamente para pocos episodios del Evangelio. Además se narra otra en Mt
15,32 y Mc 8,1.
Posiblemente esta abundancia se debe a que la multiplicación del pan es uno
de los milagros de Jesús que mejor demuestran su poder absoluto sobre las
leyes de la naturaleza (ver comentario de Mc 8,1).
Pero también recordemos que los judíos del tiempo de Jesús eran un pueblo
pobre, demasiado numeroso para una tierra fértil, pero medida. Los
dominadores romanos se llevaban buena parte de los recursos, y los políticos
como Herodes sacaban impuestos pesados, justificados en parte por la
necesidad de ocupar la mano de obra sobrante en obras grandiosas.
Muchísima gente no tenía asegurado su pan del día, como sucede hoy en
nuestros países, y Jesús, con los que lo seguían, compartía esta condición. En
ese lugar despoblado, Jesús se siente responsable de todos esos hermanos que
se hicieron invitados suyos (como sucede en Lc 11,5); y hace el gesto de la
fe. En la vida diaria, debían ser numerosos en aquel tiempo como hoy, los que
compartían sus últimos recursos con uno más pobre, confiados en que Dios se
lo devolvería. Jesús, a su vez, no podía hacer menos que ellos. El milagro que
obra en ese momento viene a confirmar en su fe a un sinnúmero de creyentes
humildes, tal vez no muy adictos a la Iglesia, que, a menudo, saben arriesgar
todo lo que les queda.
A Jesús no le importa que su milagro despierte en ellos un entusiasmo mal
orientado, que terminará con una ruptura (ver en Mc 6,45). El no les había
dado el alimento para traerlos a su Iglesia, sino para cumplir las promesas de
Dios a los pobres.

Página 17: [29] Comentario


Esto ocurre cerca de Cesárea de Filipos, balneario famoso situado al extremo
norte de Palestina, al pie del monte Hermón. Jesús se ha alejado porque ya no
hay seguridad para él en Galilea. Según su costumbre, Jesús ha enviado a sus
Doce delante de él a los pueblos por donde pasará, para preparar su venida.
¿Qué dice de mí la gente? Y ustedes, ¿qué les contaban de mí cuando estaban
entre ellos? ¿Quién les decían que soy yo? Pedro se adelanta, seguro de que
no se equivocaron al presentar a su Maestro como el Mesías, el Enviado de
Dios.
Jesús no niega que lo sea, pero les prohibe decirlo en adelante. Pues, según la
gente, el Libertador debe aplastar a sus enemigos. ¿Pueden los apóstoles, en
consecuencia, llamar Libertador, sin más, al que morirá en una cruz?
Comparando este relato con los de Mc 8,27 y Mt 16,13, se llega a la
conclusión siguiente: Mateo juntó en un solo relato dos sucesos diferentes en
que Pedro se adelantó en proclamar su fe. El primero es el que narra Lucas
en este lugar.
El segundo, en que Pedro reconoció a Jesús por el Hijo de Dios y recibió las
promesas que Mateo recuerda. Tal vez esto sucedió después de la
Multiplicación del Pan: comparar con Juan 6,66-69. Tal vez después de la
Resurrección: comparar con Juan 21,15-17, que insiste, no en la fe, sino en
el amor que Jesús reconoce en Pedro. Ver Gal 2,7-8.

Página 17: [30] Comentario


¿Por qué preguntó Jesús a sus apóstoles lo que acabamos de leer? El
Evangelio lo dice claramente: porque había llegado para él el momento de
anunciarles su pasión. Jesús no había venido solamente a enseñar a los
hombres, sino que les abría la puerta que conduce a la resurrección. Puesto
que sus apóstoles ahora lo reconocen como el salvador prometido a Israel,
deben saber que no hay salvación si no se vence a la muerte (1 Cor 15,25). Y
Jesús conseguirá esta victoria cuando elija libremente el camino de la cruz: El
Hijo del hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades.
Inmediatamente después, Jesús añade que todos hemos de compartir su
victoria sobre la muerte:
Que se niegue a sí mismo. Esta es la orientación fundamental de nuestra vida.
Debemos elegir entre servir y ser servido; sacrificarse por los demás o
aprovecharnos de ellos. O, como dice cierta oración bien conocida: Que no
me empeñe tanto en ser consolado sino en consolar, en ser comprendido
como en comprender, en ser amado como en amar.
Que cargue con su cruz de cada día. Aquí viene la aceptación de la cruz que
el Señor impuso a cada uno de nosotros y que no tuvimos que escoger,
porque la encontramos en nuestro destino. No se trata de arrastrarla a la
fuerza, sino de quererla, porque el Señor la quiso para nosotros.
El que quiere asegurar su vida. Jesús vuelve sobre la orientación general de
nuestra vida. El está muy lejos de los que solamente se preocupan por evitar
los «pecados», mientras siguen con sus propias ambiciones y su deseo de
gozar al máximo la presente existencia. El solo hecho de buscar una vida sin
riesgos nos pone fuera del camino de Dios.
Si alguien se avergüenza de mí. Además de la cruz impuesta a cada uno en su
vida diaria, Dios nos pedirá que demos testimonio de nuestra fe y, en eso,
habrá que correr riesgos, aunque el daño fuera solamente de ser burlado por
los compañeros y los jefes. Pero también habrá momentos en que ser fiel al
Evangelio significará correr a la muerte. Cuando un país vive bajo la
violencia y son asesinados los que promueven honradez y solidaridad, los
cristianos podrán ser tentados de conformarse con reuniones «espirituales» y
callarse frente al pecado social arrollador. Se avergüenza de mí y de mis
palabras: las cuales anuncian una liberación de los oprimidos y exigen
solidarizar con ellos.
Página 18: [31] Comentario
Recordemos la comunicación divina que Jesús recibió al empezar su
ministerio (Lc 3,21). Esta nueva señal divina que recibe en la Transfiguración
se debe a que empieza una nueva etapa: la de la Pasión.
Jesús ya lleva dos años predicando, pero no se ve esperanza de que Israel
supere la violencia que lo lleva a su ruina. Si ni siquiera los milagros pueden
convencer a sus compatriotas, a Jesús le queda enfrentar las fuerzas del mal;
su sacrificio será más eficaz que sus palabras para encender el amor y el
espíritu de sacrificio en todos aquellos que, en adelante, continuarán su obra
salvadora.
En la Transfiguración, Jesús recibe la certeza de que su muerte se cumplirá
dentro de poco en Jerusalén (hablaban de su partida en Jerusalén). Y
también se le da el sabor anticipado de la Resurrección. Ver el comentario de
Mc 9,2.
Llevó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan: éstos ocupaban un lugar
privilegiado entre los Doce (Mc 1,29; 3,16; 5,37; 10,35; 13,3). A pesar de que
los Doce actuaran y vivieran juntos, no todos habían alcanzado el mismo
nivel ni podían acompañar a Jesús en la Nube.
Subió a un cerro a orar. Muy posiblemente una noche de oración durante la
cual se produjo el acontecimiento que Jesús esperaba. Mientras tanto, los
apóstoles dormían hasta que los despertó la Gloria de Jesús, transfigurado.
Vieron su gloria. Esta notación recuerda la transfiguración de la cara de
Moisés después de conversar con Dios (Ex 34,29-35). Pero aquí la Gloria de
Jesús sale de él mismo y afecta hasta su ropa.
A él han de escuchar. Pues Jesús es el profeta anunciado por Moisés, al que
todos debían escuchar. Pero no se trata para nosotros de recibir de él nuevas
leyes. Más bien escuchamos al que nos revela al Padre y nos mueve a
reconciliarnos con él. Para esto es necesario que nos fijemos en él como lo
están haciendo los apóstoles.

Página 19: [32] Comentario


Después de recordar los gestos de Jesús en su provincia de Galilea, Lucas
empieza la segunda parte de su evangelio en que reúne dichos y palabras que
Jesús pronunció en varias circunstancias.
El primer párrafo nos recuerda que, entre las dos provincias de Galilea y
Judea, estaba Samaria, poblada no por judíos, sino por samaritanos, y que
ambos pueblos se odiaban sinceramente. Cuando los judíos de Galilea iban en
peregrinación a Jerusalén, atravesando Samaria, encontraban todas las puertas
cerradas.
En este capítulo, Lucas alude varias veces a la historia del profeta Elías. Aquí
se refiere al hecho contado en 2 R 1,9: según esta historia (o leyenda), los que
despreciaban al profeta fueron aniquilados por el fuego de Dios.
Aquí, Jesús invita a sus apóstoles a ser menos impulsivos: los samaritanos
que no reciben a Cristo en esta oportunidad no son más culpables que todos
aquellos que cierran su puerta a un desconocido. ¿Para qué destruir este
pueblito, si después debían buscar alojamiento en otro? Mejor salían a otra
parte sin más demora.
Que baje fuego del cielo... Felizmente, el Señor no nos dio a todos el poder de
hacer milagros. A menudo lo usaríamos para nuestras venganzas personales,
confundiendo la causa de Dios con la nuestra.

Página 19: [33] Comentario


RUPTURAS.-LIBERARSE
Contrastando con la acostumbrada comprensión de Jesús hacia todo lo
humano, lo vemos aquí en una actitud muy exigente para el discípulo que lo
quiere acompañar: él no puede perder su tiempo en la formación de hombres
que no están dispuestos a sacrificarlo todo por el Evangelio.
El primero de esos admiradores de Jesús no se había fijado en que su
comodidad lo tenía amarrado. El tercero posiblemente esperaba, en su
interior, que en el momento de despedirse, la gente de su casa le suplicaría no
hacer tal locura. Así se quedaría con la buena intención: Yo quisiera, pero...
El segundo caso es diferente. Los apóstoles deben sentirse libres frente a los
compromisos con su familia y con su ambiente. Difícilmente podrá uno
pensar que es libre si no ha tenido la ocasión de demostrarlo, actuando en
forma diferente a lo que su ambiente entiende y acepta. Pensemos en
Francisco de Asís, mendigando su pan en su propia ciudad, después de haber
vivido como joven de familia rica.
Durante siglos, las órdenes religiosas fueron el camino casi único que
liberaba del todopoderoso ambiente familiar y permitía seguir mejor el
camino del Evangelio. Ahora también, hay que liberarse a veces de
obligaciones sociales de toda clase, cosas buenas, pero que se multiplican
tanto que olvidamos lo único necesario.
Que pueda primero enterrar a mi padre. Tal vez significa que debía enterrar
a su padre muerto. Tal vez el discípulo quería atender a su padre ya anciano
hasta que lo hubiera sepultado.
Que los muertos entierren a sus muertos. No podemos atender las
necesidades de todos los hombres. Los que «viven» se dedican
preferentemente alas obras de evangelización que solamente ellos entienden.
Mientras tanto no faltarán entre los «muertos» quienes cumplan los pequeños
deberes de solidaridad y de compasión.

Página 19: [34] Comentario


Ver comentario de Mt 10,5 y Mc 6,7.
Lucas relata una misión de los Setenta y dos, después de la de los Doce (9,1).
Vimos que los apóstoles eran Doce conforme al número de las tribus de
Israel: en un primer tiempo, el Evangelio se predicaba al pueblo de Israel.
Pero luego viene la misión de los Setenta y dos (o de los Setenta): estas cifras
simbolizan la multitud de las naciones paganas. Esta misión, pues, prefigura
la tarea que incumbe a la Iglesia hasta el fin del mundo: evangelizar a las
naciones (Mt 28,19).
Cuando la Iglesia está presente desde bastante tiempo en algún lugar,
fácilmente creemos que todos han tenido la oportunidad de recibir el
Evangelio. Es una ilusión. Aun en los mejores casos, muchas familias,
especialmente las más pobres, han esperado durante años la visita de algún
misionero.
Cuando se visitan las casas, primeramente se debe dar la paz, o sea, llegar
como amigo, de parte de Cristo y su Iglesia, tomando el tiempo para escuchar
a los que se visita y conocer sus inquietudes. Solamente entonces se podrá
darles una respuesta buena y decirles: “el Reino ha llegado a ustedes”, o sea:
aunque usted tenga mil problemas, crea que Dios se ha acercado hoy para una
reconciliación. Este es el momento para reconciliarse con los hermanos y
vecinos, deponer las amarguras y confiar que Dios va a solucionar a su
manera lo que supera nuestras fuerzas.
Muchos de los que reciben alegremente a los misioneros no van a perseverar:
no van a integrar una comunidad cristiana. Pero no por eso se ha perdido el
esfuerzo de los misioneros. Pues la gente recordará ese paso de la gracia del
Señor y los ayudará a mantener algo de fe en su vida diaria. En todo caso,
habrá algunos a los que el Señor tocó el corazón en esta ocasión para que
llegaran a ser miembros activos de su Iglesia.
La misión sirve tanto para formar a los misioneros como para despertar a los
que son visitados. Jesús formó a sus discípulos no solamente dándoles
enseñanzas, sino enviándolos a hacer la misión. Fue así como envió a los
“setenta”, pocos meses después de que lo conocieran; asimismo, hoy, los que
mejor sirven para el trabajo misionero son, muchas veces, los que se han
convertido en los últimos años.

Página 19: [35] Comentario


SANAR A LOS ENFERMOS
Sanen a los enfermos, dice Jesús. Ya lo notamos: Jesús no vino a dar la salud
a todos los enfermos, sino a traernos la salvación. Siendo pecadores, nuestra
salvación se hace mediante el sufrimiento y la cruz.
Los enviados de Jesús no se pretenden sustituir a los médicos. No proclaman
la fe como el medio para sanar: sería rebajarla. Pero ofrecen la “sanación” a
los que todavía no han descubierto que el Reino de Dios y su misericordia
han venido a nosotros.
Donde hay una comunidad cristiana, ésta debe atender y visitar a los
enfermos como un signo de que es la familia de todos y que se preocupa por
todos. El amor demostrado por el que lo visita, alienta al enfermo, le produce
alegría y agradecimiento y, por eso mismo, lo dispone a una renovación
profunda y al perdón de los pecados, Ver también Santiago 5,13.
En la primera carta a los Corintios 12,9, Pablo habla de los diversos dones
que el Espíritu da a la comunidad cristiana y distingue el don de hacer
milagros y el de sanar a los enfermos. Posiblemente, este último don
corresponde a una disposición natural que uno tenía ya antes.
La Iglesia debe valorar todas las formas de atención a los enfermos.
Seguramente, tienen que destacarse personas capaces de orar e imponer las
manos sobre los enfermos. Pero también los médicos y el personal
hospitalario deben considerar su capac idad y su trabajo como un servicio que
prestan a los enfermos de parte de Dios.
Y no traten de hospedarse donde algún conocido. Esto sería igual que llevar
provisiones consigo. El misionero debe contar con la sola providencia del
Padre: él sabrá tocar el corazón de alguno de los que escucharon la Buena
Nueva para que reciba a los misioneros. Y seguramente el misionero perdería
su entusiasmo misionero conviviendo con esos amigos que no entienden del
Reino.

Página 20: [36] Comentario


El que actúa y predica por Cristo, empieza por intimidarse. Después viene la
alegría de haberse superado, más aún, la alegría de haber creído y de haber
obrado con la misma fuerza de Jesús. Jesús da gracias en nombre de los
setenta y dos, y de todos los misioneros que los seguirán.
¿Qué son estas cosas que Dios ha revelado a los pequeños, sino la fuerza
misteriosa del Evangelio para transformar a los hombres y ponerlos en la
verdad? Los apóstoles se maravillan del poder que irradia del Nombre de
Jesús (Mc 16,9). Y Jesús enfatiza la derrota de Satanás, el Adversario, padre
de la mentira, de las libertades falsas y de las cadenas de oro.
Los sabios e inteligentes creen saber, pero no saben lo más importante. Pues
el Dios del que hablan no es sino una copia falsa del Dios verdadero hasta
que no lo reconocen en la persona de Jesús. Y tampoco saben adónde va el
mundo, porque no ven cómo está actuando el poder de Dios en cualquier
lugar donde se proclama a Jesús.
Los pequeños, en cambio, han entrado en estas cosas. Ayer no más,
cons ideraban que eran una generación sacrificada. Pues, de generación en
generación, los pequeños se sacrifican por sus hijos o son sacrificados por el
poder con el fin de hacer felices a los que vengan después. Ellos no vivían
para sí mismos, sino que debían preparar el lugar para otros. Pero ahora, los
pequeñitos, o sea, los creyentes humildes, ya lo tienen todo si tienen a Jesús,
porque todo le ha sido entregado por el Padre.
El Padre y Jesús tienen todo en común. Dios le ha confiado a Jesús
absolutamente todo; y esto, porque comparten misteriosamente la misma
vida.
El pequeño vive su fe en cosas modestas, pero sabe que nada se pierde de sus
sacrificios. Es que Jesús nos da a conocer al Padre y, conociéndolo según la
verdad, también compartimos con él su dominio sobre los acontecimientos.
Nuestros deseos y nuestras oraciones son poderosos porque hemos llegado a
ese centro desde el cual Dios dirige las fuerzas que salvan a la humanidad:
nuestros nombres ya están escritos en el cielo como de quienes trabajan para
la eternidad.
Evangelizar no es hacer propaganda para el Evangelio, sino demostrar la
fuerza que tiene para sanar a los hombres de sus demonios. Y, para eso, no
necesitamos caer en el activismo. Debemos reconocer que, en estas cosas, no
podemos nada; debemos dar gracias al Padre que nos capacitó para ver, para
oír y para trnsmitir la salvación
¡Felices los ojos...! Dejen de envidiar a los grandes personajes, a los reyes y
profetas de tiempos pasados. A ustedes les tocó la parte mejor, a ustedes que
viven hoy y que no son reyes ni profetas.
ír y para transmitir su salvación.

Página 20: [37] Comentario


EL PROJIMO
¿Quién es mi prójimo? El maestro de la Ley esperaba que le asignaran los
límites exactos de su deber. ¿A quién tenía que atender?, ¿a los de su
familia?, ¿a los hermanos de raza?, ¿a otros tal vez?
Es significativo que Jesús concluye su relato con otra pregunta diferente a la
primera: ¿Cuál de los tres te parece que actuó como prójimo? Es como si
dijera: No calcules para saber quién es tu prójimo, sino que déjate llevar por
el llamado que sientes en ti, y hazte prójimo, próximo a tu hermano que te
necesita. Mientras consideremos la Ley del amor como una obligación, no
será éste el amor que Dios quiere.
El amor no consiste solamente en conmoverse ante la miseria del otro. Nótese
cómo el samaritano se detuvo a pesar de lo peligroso del lugar, pagó y se
comprometió a costear todo lo que fuera necesario. Más que «hacer una
caridad», se arriesgó sin reserva ni cálculo, y esto con un desconocido.
En alguna oportunidad, Martín Luther King señalaba que el amor no se
conforma con aliviar al que sufre: «Para empezar, nos toca ser el buen
samaritano para aquellos que han caído en el camino. Esto, sin embargo, no
es más que un comienzo. Pues, algún día, tendremos que reconocer a la
fuerza que el camino a Jericó debe ser hecho de otra manera para que
hombres y mujeres ya no sigan siendo golpeados y despojados
continuamente, mientras van avanzando por los caminos de la vida.»
También con este ejemplo, Jesús nos hace ver que, muchas veces, los que
aparecen como funcionarios de la religión o los que se creen cumplidores de
la Ley no saben amar. Fue nada menos que un samaritano, es decir, un
extranjero tenido por los judíos como un hereje, quien se hizo cargo del
hombre herido.

Página 20: [38] Comentario


En la vida del hogar hay muchas cosas que parecen necesarias: limpiar,
preparar la comida, cuidar a los hijos. Haciendo esto, de alguna manera es a
Cristo a quien se atiende. Sin embargo, “una sola cosa es necesaria” para
todos: escuchar a Cristo cuando se hace presente, Todo lo demás ha de ser
dejado por esto.
Marta ofrece a Jesús sus servicios materiales cuando él quiere entregarle las
riquezas eternas. Ella trabaja y se afana, y no tiene tiempo para estar con
Jesús. El amor es otra cosa. Jesús es la paz, y no lo recibe quien no lo atiende
en la paz. Hay una manera de servir y de trabajar febrilmente, en el hogar o
en la comunidad, que deja al hombre vacío; pero Jesús quiere que lo
encontremos en nuestro quehacer diario.
También nuestra oración podría ser una manera de agitarse como Marta:
cuando uno se inquieta buscando sus rezos, cuando va multiplicando las
palabras, exponiendo cien veces al Señor sus inquietudes, cuando el
responsable de la celebración se pone nervioso, preocupado porque el canto o
la homilía salgan perfectos. Todos debemos procurar una forma de oración en
que se toma tiempo para ponerse en presencia de Dios antes de empezar
cualquier rezo; debemos escuchar, dando tiempo para la meditación
silenciosa de la palabra de Dios; debemos acallar nuestros deseos para
solamente orientar nuestra mirada hacia el Padre que está presente en el
secreto. ¡Qué cosa más rara!: en ciertas religiones no cristianas, la gente
aprende a poner su espíritu en paz y silencio, alcanzando una verdadera
serenidad; y, mientras tanto, nosotros entramos a la oración con nuestras
preocupaciones vanas y nos vamos con ellas.
En el caso de que esta María fuera la misma que María llamada de Magdala,
que acompañaba a Jesús (Lc 8,2), podemos imaginar lo siguiente:
María está en el grupo de discípulos que, junto con Jesús, son recibidos por
Marta, su hermana. Por no estar en casa propia, María no se preocupa
mayormente por la preparación de la comida y Marta se queja. Jesús,
entonces, alaba a María, no solamente porque lo está escuchando, sino
porque, desde ya tiempo, se ha decidido para seguirlo junto con los
apóstoles: igual como éstos, María ha escogido la parte mejor.

Página 21: [39] Comentario


LA ORACION
Jesús nos invita a pedir con perseverancia, sin cansarnos nunca, sino más bien
como cansando a Dios. No siempre nos dará Dios lo que pedimos y en la
forma que lo pedimos, ya que no sabemos lo que nos conviene. Pero nos dará
espíritu santo, es decir; una visión más clara de su voluntad y al mismo
tiempo, ánimo para cumplirla.
Al que llama se le abrirá la puerta. Como comentario de esta frase, ponemos
a continuación una página del Padre Molinie:
«Si Dios no abre de inmediato, no es porque le guste hacernos esperar. Si
debemos perseverar en la oración, no es porque sea necesario un número
determinado de invocaciones, sino porque se requiere cierta calidad, cierto
tono de oración. Si fuéramos capaces de presentarla de entrada, sería
inmediatamente escuchada.
La oración es el gemido del Espíritu Santo en nosotros, como lo dice Pablo.
Pero la repetición es necesaria para que este gemido se haga un camino en
nuestro corazón de piedra, lo mismo como la gotera desgasta las rocas más
duras. Con repetir perseverantemente el Padre Nuestro o el Ave María,
podemos esperar que alcanzaremos algún día a rezarlo en un tono tal que se
armonice perfectamente con el deseo de Dios. El mismo está esperando este
gemido que es el único que puede conmoverlo, porque, en realidad, salió de
su propio corazón.
Mientras no hayamos alcanzado a tocar esta nota, o, más bien, a extraerla de
nosotros, Dios no puede ser vencido. No porque Dios se defienda, sino
porque él es pura ternura y fluidez, y mientras no exista algo semejante en
nosotros; la corriente no pasa entre él y nosotros. El hombre se cansa orando;
pero, si persevera en vez de desanimarse, depondrá poco a poco su soberbia
hasta que, agotado y vencido, consiga mucho más de lo que hubiera podido
desear».

LAS SUPLICAS - LOS SANTOS


Jesús nos invita a pedir con perseverancia. No para que Dios consienta a
nuestros deseos, sino para que entremos mejor en sus pensamientos y deseos.
La petición perseverante deja de ser egoísta y se vuelve oración, o sea, que
nos eleva y acerca a Dios.
Jesús no habla de pedir a los santos. Porque, muy a menudo, el que pide a los
santos toma el camino inverso de la oración verdadera. Lo que le interesa no
es descubrir la misericordia de Dios, sino conseguir tal o cual favor. Poco le
importa a quién se dirige, con tal de que encuentre un distribuidor eficaz y
automático de beneficios. Entonces empieza la cacería de los santos, de los
santuarios y de las devociones.
La Iglesia es una familia. Lo mismo como pedimos a nuestros amigos que
recen por nosotros, así también conviene dirigirnos a nuestros hermanos los
santos. Nadie podrá criticar si, a veces, demostramos confianza en su
intercesión. Esta «súplica» a los santos, sin embargo, no puede confundirse
con la petición perseverante que nos hace entrar en el misterio de Dios.
María, Madre de Dios, es la única criatura que pueda acompañamos en la
oración: porque Dios la hizo nuestra Madre, porque depositó en ella toda la
misericordia que nos reservaba, porque la unió a sí mismo en forma tal que,
mirándola a ella, siempre encontramos la presencia viva de Dios.

Página 22: [40] Comentario


A quien alababa esta mujer era a Jesús. Pues al decir: ¡Feliz tu madre!, quería
expresar: ¿Quién habla como tú? Pero Jesús contesta: Si mis palabras son tan
buenas, no felicites a mis parientes, que pueden ser orgullosos de mí, sino a
los que aprovechan mis palabras. Sepan, además, que éstas son Palabra de
Dios.
En cuanto a María, madre de Jesús, se dijo ampliamente que ella había sido la
primera en creer (Lc 1,38), que era feliz por haber creído (Lc 1,45) y que
guardaba en su corazón todas las palabras y hechos del Señor (Lc 2,51).

Página 22: [41] Comentario


Los habitantes de Nínive, siendo pecadores, no recibieron más señal
divina que la venida de Jonás, que los invitaba a la penitencia. Los
contemporáneos de Jesús se creen «los buenos» por ser el pueblo de Dios, y
no se dan cuenta que la hora ha llegado en que solamente pueden arrepentirse.
¡Cuánto nos cuesta entender que Dios no juzga a nadie! Ver Jn 5,22 y 5,27.
Son los hombres, nuestros hermanos, los que nos pedirán cuentas por tantas
riquezas que Dios nos encargó para bien de todos y que, por culpa nuestra,
quedaron estériles.
Página 22: [42] Comentario
Ver el comentario de Mt 23.
La Biblia no exigía estas purificaciones de que habla también Marcos 7,3.
Pero los maestros del tiempo de Jesús insistían cada vez más en la necesidad
de éstas. Jesús se rebela contra estas nuevas obligaciones religiosas: ¿Por qué
no se fijan primeramente en la purificación interior?
A continuación, se leen reproches que Jesús hizo a los fariseos en varias
oportunidades. Todas estas palabras y reproches están suspendidos sobre la
cabeza de los que aparecemos como los pensadores, o los pastores, o los más
selectos de la Iglesia. Teóricamente, es una gracia tener un buen
conocimiento de la doctrina, o cumplir un ministerio, o haber integrado un
grupo de más seriedad en la práctica cristiana. Pero, en la práctica, todo esto
nos hace más difícil guardar la humildad verdadera y, muchas veces, nos
impide ocupar el último lugar que debería ser el nuestro. Entonces solamente
la visita de Dios puede salvarnos. Al hacerse presente, él y sólo él nos despoja
de todos los méritos que creíamos tener, y no nos deja más que la visión de
nuestros pecados. Esto fue lo que le pasó al fariseo Pablo (o Saulo) cuando
encontró a Jesús (He 9; Fil 3,4-11).

Página 23: [43] Comentario


Los que pusieron por escrito antes que Lucas esta palabra de Jesús: Yo les
enviaré profetas... (que leemos también en Mt 23,34), la introdujeron con esta
fórmula: La Sabiduría dice, lo que era una manera de designar a Jesús. Lucas,
al ubicar estas líneas dentro del discurso de Jesús, se olvidó de suprimirla, lo
que habría dado más claridad.
Ver el comentario de Mt 23,34. Jesús afirma que los fariseos y los maestros
de la ley van a ser los principales responsables de la persecución contra los
primeros cristianos (contra esos apóstoles y profetas que él va a enviar).
También afirma que el castigo de dicha persecución caerá sobre la presente
generación y; en eso, anuncia la destrucción de la nación judía en el año 70.
La advertencia de Jesús vale también para los sacerdotes y los religiosos, las
instituciones cristianas y los «buenos cristianos», por cuanto jugamos en la
Iglesia un papel parecido al de los fariseos y los maestros de la ley en la
religión y la sociedad judía de aquel tiempo.
También nosotros, por ser muchas veces los representantes de una religión
ligada al poder, dirigida por los ambientes más cultos, deseosos de
respetabilidad, que desprecian inconscientemente a los pobres y los
trabajadores, hemos preparado la persecución contra los profetas de nuestro
tiempo. En muchos lugares donde los militantes cristianos y los mismos
religiosos son reprimidos o asesinados ha habido gente «de Iglesia» junto a
los que mandaron o aprobaron esos crímenes.
No entran ni dejan entrar a los que querían hacerlo. ¿No será uno de los
motivos por el cual tanta gente sencilla fue a otras iglesias?

Página 23: [44] Comentario


LA CODICIA.-LA PRODUCCION
¿Quién me ha hecho juez entre ustedes? Jesús reserva su autoridad para lo
esencial: reprimir la codicia establecida en nuestro corazón es más importante
que examinar a la lupa los derechos de cada uno.
Eviten toda clase de codicia. No se trata de que vivamos resignados a la
mediocridad o a la miseria, conformes con dormir diez personas en la misma
pieza, o marginados de la educación. Pues sabemos que todo esto impide el
desarrollo de personas conscientes de su dignidad y de su vocación divina.
Toda la Biblia aspira a una comunidad humana auténtica, la cual no puede
existir mientras unos pocos se quedan dueños de la riqueza, de la cultura y las
responsabilidades.
Pero una cosa es buscar la justicia porque sin ella no hay paz ni comunión;
otra es fijarse en lo que tienen otros para compartir su codicia. Hoy
pretendemos exigir la justicia, pero mañana solamente nos preocuparemos
por tener más. Esta codicia nunca nos permitirá descansar y, desde ya, nos
cierra la puerta del Reino.
No son pertenencias las que le dan vida. Que tu preocupación por tener lo
que te falta, no te haga descuidar lo que hoy te daría vida. Aquí deberíamos
dejar la palabra a todos estos hermanos nuestros que, sumidos en la pobreza o
la marginación, siguen siendo personas que viven, en el sentido má s fuerte de
la palabra: ¿debemos tener compasión de ellos, o bien hemos de contarlos
entre los pocos que ya gozan del Reino de Dios?
Uno de los mayores obstáculos en el esfuerzo por liberar a los pueblos es su
propia codicia. El día que acepten participar en los grandes boicots y no se
dejen dividir por las promesas en beneficio de tal o cual categoría,
encontrarán la vida, como pueblos.
¿Qué haré? decía el rico. Lo más sencillo era compartir estas riquezas de la
tierra creadas para bien de todos. Pero no: se enfermaba para guardarlas sin
uso. Lo mismo pasa hoy: nuestras sociedades no se preocupan primero
porque todos los hombres tengan los medios para vivir, sino que la codicia es
el motor de su economía. Por eso la producción es un derroche mientras que
muchísimos viven en condiciones infrahumanas. El rico de la parábola
proyectaba graneros más amplios; los productores de hoy van en busca de
mercados hasta las extremidades del mundo, y su mejor recurso es persuadir a
la gente de que necesitan un montón de cosas en las que nunca pensaron.
El que trabaja para Dios sabe encontrar su felicidad en el momento. Procura
crear, ahí donde vive, un tejido de relaciones sociales mediante las cuales
cada uno da a los demás y recibe de ellos, en vez de ambicionar y conquistar
las cosas en forma egoísta.

Página 24: [45] Comentario


Jesús desarrolla la comparación del servidor que espera la vuelta de su patrón.
Ese servidor se contrapone al rico preocupado por una vida larga y cómoda.
El trabaja para Dios.
Felices los sirvientes que su patrón encuentre velando. Velando, o sea,
preocupados por lo que será el mundo del mañana. Velando: esto significa
también tener la conciencia en la verdad; no aceptamos llamar al bien mal y
al mal bien; no nos damos la absolución por consentir el mal y acobardarnos
frente a la injusticia.
El Hijo del Hombre vendrá como un ladrón. No pensemos solamente en el
día de la muerte, ni tengamos miedo al juicio de Dios si vivimos en su gracia.
Jesús nos habla del patrón que vuelve de las bodas, tan alegre que da vuelta al
orden acostumbrado para servir a sus servidores. Tal vez llevamos años
sirviendo a Dios ¿cómo no llegaríamos a esta otra etapa de la vida espiritual
en que pareciera que Dios solamente se preocupa por regalarnos y
festejarnos?
Pedro le dijo: (45) Este nuevo párrafo se dirige a los responsables de la
Iglesia.
Mi patrón demora en llegar (45) Los responsables pueden traicionar su
misión. Más a menudo cometen el error de no ver más que el buen
funcionamiento de las instituciones de la Iglesia y olvidan que Cristo viene.
Dios viene a cada momento a través de los acontecimientos que,
inesperadamente, echan a perder nuestros planes. Por tanto la Iglesia no debe
contar demasiado con la planificación de su actividad: ¿quién sabe lo que
Dios nos reserva para mañana? Más bien debe cuidar la oración y la
disponibilidad para que el Señor le conceda estar en la mejor posición cuando
él sacuda nuestro pequeño universo.
Estén despiertos para admirar, alegrarse, descubrir la presencia de Dios y sus
favores que iluminan nuestra vida.

Página 25: [46] Comentario


Vine a traer fuego. ¿Será necesario pensar que el ‘fuego’ se refiere a algo
preciso como sería el amor, o el Evangelio, o el don del Espíritu Santo?
Mejor nos quedamos con la figura del fuego que purifica, que quema todo lo
viejo, que da calor y fomenta la vida. Fuego del Juicio de Dios, destructor de
todo aquello que no puede someterse a su acción reformadora.
Jesús no viene para solucionar los problemas de cada uno en forma egoísta,
sino para rehacer el mundo y sacar de sus escombros las joyas que quedarán
para la eternidad. Pero los que aspiran a participar de la Gloria del Padre,
como Jesús, deben tomar su parte en esta obra de salvación que abarca el
mundo entero con sus tensiones, su violencia, sus realizaciones sabias o locas.
He de recibir un bautismo. Jesús es a la vez el jefe y el primero de los que
van a enfrentar la muerte como el medio de alcanzar la resurrección. Este
paso tan angustioso para Jesús como para nosotros, es el bautismo de fuego
(ver Lc 3,16), que nos introduce a la vida gloriosa y definitiva. Este se
anticipa de alguna manera, cuando recibimos el bautismo cristiano (Rom 6,3-
5).
Vine a traer la división. Siguen las palabras de Jesús tan desconcertantes para
los que buscan junto a él la tranquilidad. Jesús divide las naciones (ver
comentario de Jn 10,1-4), las familias y los grupos sociales. Muchas veces se
quiso hacer de la religión el cemento de la unidad nacional o de la paz
familiar. Es verdad que la fe es factor de paz y comprensión; pero también
aparta al que vive en la verdad de todos aquellos, hermanos o amigos suyos,
que no pueden compartir todo lo que ahora es más importante para él. La
herida y el escándalo de esta separación es tan doloroso para ellos que,
muchas veces, se vuelven perseguidores nuestros.
Es que el Evangelio no encamina este mundo hacia un paraíso terrenal, sino
que lo hace madurar. La muerte de Jesús pone en plena luz lo que estaba
escondido en los corazones (Lc 2,35); asimismo, pone de manifiesto la
mentira y la violencia que mueven nuestras sociedades, igual como pasó en
torno a él en la sociedad judía de su tiempo.

Página 25: [47] Comentario


Cuando ustedes ven una nube. Los signos que se manifiestan en torno a Jesús
son suficientes para que todos puedan entender que ésta es la hora anunciada
por los profetas, en que los hombres deben convertirse e Israel reconocer a su
Salvador, mañana será tarde (v. 57-59).
Mientras vas donde el juez. En el Evangelio de Mateo (5,23) esto se refiere a
la reconciliación fraternal. Aquí; en cambio, Lucas interpreta esta sentencia
refiriéndola a nuestra conversión. Estamos en marcha hacia el juicio de Dios
y eso es como ir ante las autoridades; por tanto aprovechemos el tiempo que
se nos concede para arreglar nuestra situación; no perdamos este momento en
que podemos salvarnos del Juicio, creyendo en el mensaje de Cristo.

Página 25: [48] Comentario


Le contaron a Jesús. Un motín de los galileos en el patio del Templo y la
intervención inmediata de la guardia romana apostada en la fortaleza vecina.
Violaron el campo sagrado estrictamente reservado a los judíos y derramaron
sangre en el lugar santo.
Los que cuentan el asunto esperan de Jesús una respuesta de solidaridad
nacional y religiosa frente a esta matanza de sus compatriotas y la ofensa
hecha a Dios. Pero Jesús no quiere fijarse en estas consideraciones: según su
costumbre, deja que los hombres se dejen absorber por causas más humanas
que divinas, y les llama la atención sobre lo esencial: esos patriotas ga lileos
eran hombres violentos, igual que los soldados romanos que los mataron. Y,
en ese momento, Dios llama a todos a una conversión de la que depende su
misma supervivencia. Pues la situación de violencia es tal que no existe
ninguna salida para el pequeño pueblo judío dominado, fuera de la fe, la cual
obra mediante el espíritu de perdón.
LOS CASTIGOS DE DIOS
Si tenemos un vecino al que consideramos un hombre muy malo, y una
helada quema sus sembrados, inmediatamente proclamamos que Dios lo ha
castigado. Y si nos cae encima alguna desgracia, preguntamos: «¿Qué pecado
he cometido yo para que el Señor me castigue?»
Si hablamos tan fácilmente de los castigos de Dios, esto se debe a dos errores
nuestros:
-por una parte, pensamos que la justicia de Dios se parece a la de los
hombres, y creemos saber quiénes merecen sus castigos.
-por otra parte, no contamos en absoluto con la otra vida, más allá de la
muerte, y pensamos que Dios debe castigar (o premiar) a los hombres en la
presente vida.
En realidad hemos encontrado al Padre en su Hijo Jesús. La manera de actuar
de Jesús nos enseña que la justicia de Dios, que es Padre, no se parece a la
nuestra. El Padre es perfecto, hace brillar el sol sobre malos y buenos, y caer
la lluvia sobre justos y pecadores (Mt 5,45).
Sin embargo, es verdad que Dios nos advierte por medio de signos. Pero no
siempre convierte Dios a los pecadores enviándoles desgracias. A veces un
favor inesperado nos confunde y decimos, avergonzados: ¡Cómo me atiende
Dios, a pesar de que fui tan torpe! Así pasó con Zaqueo (Lc 19,1). Es así
como Dios multiplica las advertencias para que nos fijemos en nuestra
manera de vivir y nos demos cuenta de que, con tanta irresponsabilidad y
egoísmo, vamos a la perdición.
En realidad, sólo hay un castigo de Dios, y es perderlo a él para siempre.
Entonces, ¿por qué se habla tanto de los castigos de Dios en el Antiguo
Testamento? Precisamente, porque la Biblia se dirigía a gente que todavía
tenía una religión poco educada. Porque no sabían del más allá, era necesario
hablarles de castigos de Dios en la presente vida, para que creyeran en su
justicia. Y seguramente que Dios multiplicaba sobre los pecadores los signos
de su reprobación, para fortalecer la esperanza de los buenos.

Página 27: [49] Comentario


Aquí Jesús desarrolla un proverbio de la Biblia que nos invita a ser modestos
en las reuniones sociales (Pro 25,6-7). Al hacerlo, nos enseña la nueva
manera de convivir propia de los hijos de Dios. En cualquier sector de la
actividad humana, dejemos que otros busquen el primer lugar, atropellando a
los demás. Sabemos que lo importante no es lo que se ve: Dios nos ha
invitado a trabajar para la comunidad y para El. El sabe ascender a los
humildes y colocarlos ahí donde mejor le conviene.
Además, cuando se pase de la Iglesia terrenal al Reino de los Cielos, habrá
cambios en los primeros puestos, y no es efectivo que pasaremos antes que tal
o cual de nuestros compañeros que no van a Misa o a los que solemos criticar.
El que fue Papa, u obispo o «católico» eminente, podrá ser menos que la
viejita que vendía el periódico.

Página 27: [50] Comentario


Aquí Jesús desarrolla un proverbio de la Biblia que nos invita a ser modestos
en las reuniones socia les (Pro 25,6 -7). Al hacerlo, nos enseña la nueva
manera de convivir propia de los hijos de Dios. En cualquier sector de la
actividad humana, dejemos que otros busquen el primer lugar, atropellando a
los demás. Sabemos que lo importante no es lo que se ve: Dios nos ha
invitado a trabajar para la comunidad y para El. El sabe ascender a los
humildes y colocarlos ahí donde mejor le conviene.
Además, cuando se pase de la Iglesia terrenal al Reino de los Cielos, habrá
cambios en los primeros puestos, y no es efectivo que pasaremos antes que tal
o cual de nuestros compañeros que no van a Misa o a los que solemos criticar.
El que fue Papa, u obispo o «católico» eminente, podrá ser menos que la
viejita que vendía el periódico.

Página 27: [51] Comentario


LAS DISCULPAS
En varios lugares del Antiguo Testamento, se hablaba del banquete que Dios
ofrecería a la gente buena, a sus servidores, cuando viniera a establecer su
Reino. Jesús, a su vez, desarrolló muchas veces este tema porque el banquete
representa la comunión de los espíritus. La presente parábola se parece
mucho a la que nos cuenta Mateo (Mt 22,1).
Feliz el que tome parte en el banquete del Reino, dice el interlocutor de Jesús.
Tal vez no sospecha que para participar en la fiesta eterna es necesario
responder hoy al llamado de Dios que nos invita a reunirnos en su
comunidad, la Iglesia, y a construir un mundo más fraternal. No comerá con
los demás, en el Reino de Dios, el que se aparte hoy de sus hermanos.
Se nos dicen los motivos por los cuales los invitados no responden al llamado
del Señor cuando los llama a construir un mundo solidario junto con él.
Compré campos..., acabo de casarme... Todas esas razones son buenas. Los
intereses económicos de la familia, sin embargo, no deben oponerse a la
acción comunitaria ni impedir que participemos en la asamblea cristiana.
Muchas veces, los que gozan de la cultura se dejan paralizar por las
exigencias del «hogar feliz», con niños bien educados, y no quieren moverse.
Los mejores cristianos, por el solo hecho de participar en la vida de la Iglesia
y de tomar compromisos, alcanzan una cultura más amplia y relaciones con
gente de toda clase. Todo esto es bueno. Pero, si uno no se mantiene muy
exigente respecto a sí mismo, perderá el interés por el Reino de Dios.
Trae a los pobres... oblígalos a entrar a mi Iglesia, oblígalos también a
ocupar en la sociedad el lugar que les corresponde. Pues, para mantener en el
mundo las aspiraciones hacia la paz y la justicia, para despertar la conciencia
de esos «buenos» que son demasiado cómodos, Dios cuenta con los pobres y
los marginados.

Página 27: [52] Comentario


Jesús piensa en los que, después de entusiasmarse por él y dejar sus ambiciones para
dedicarse a la obra del Evangelio, volverían atrás, buscando una vida más «normal» y más
segura, según las normas del hombre común. Jesús necesita discípulos que se comprometan
de una vez, y cree que el hombre puede jugarse la vida de una vez por él.
Las dos parábolas que vienen a continuación nos enseñan que hacerse discípulo de Cristo es
una cosa seria: mejor no empecemos si no estamos dispuestos a ir hasta el final.
¿Por qué esta comparación con el rey que va a la guerra? Porque el que se libera para servir
en la labor del Evangelio es, en realidad, un rey, al que Dios concederá unas satisfacciones
profundas que nadie podría proporcionarle (ver Mc 10,30). Pero también debe saber que la
lucha es contra el “dueño de este mundo”, el demonio, el cual lo vendrá a parar con mil
pruebas y trampas inesperadas. De no haberse entregado totalmente, el discípulo llegaría con
toda certeza a una quiebra, y sería mucho peor que el no haber empezado.
No deja a un lado. A algunos Jesús les pide alejarse de los suyos y de los problemas
familiares. A todos les muestra que nunca serán libres para responder a los llamados de Dios
si se niegan a pensar en forma totalmente nueva los lazos familiares, el uso de su tiempo y lo
que sacrifican a la convivencia con los de su ambiente.
No deja a su padre y a sus hijos. Esto está en Mt 10,37. Lucas añade: a su mujer.

Página 28: [53] Comentario


LA OVEJA NEGRA
¿Por qué se quejan los fariseos? No por amor a la religión, sino porque se
sienten despreciados: si Jesús va donde los pecadores y los trata igual que a
ellos, ¿qué han ganado con sus observancias? Pero Jesús no ha venido a dar
premios, sino a salvar; el que ama, trata de salvar a su prójimo en vez de
condenarlo.
¡Feliz la oveja que Cristo fue a buscar, dejando a las otras noventa y nueve! Y
¡pobres de los justos que no necesitan el perdón de Dios!
Hoy, en las grandes ciudades, la Iglesia parece que se quedó con una oveja
solamente. ¿Cómo, pues, no se marcha al campo, es decir, deja sus rentas,
privilegios o devociones de tipo mercantil para salir en busca de las noventa y
nueve que se perdieron? Salir del círculo tan simpático de los creyentes sin
problemas, mirar más allá de nuestras ceremonias renovadas, y estar
dispuestos a que nos critiquen como a Jesús.
Alégrense conmigo, en vez de criticar al que volvió.
¿Quién enciende la lámpara, barre la casa y busca, sino Dios mismo? Pero,
por respeto a Dios, los judíos del tiempo de Jesús preferían no nombrarlo, y
usaban expresiones como los ángeles, o el cielo.

Página 28: [54] Comentario


EL PECADO ORIGINAL. -EL PADRE PRODIGO
Hay tres personajes en esta parábola. El Padre representa a Dios, y el hijo
mayor al fariseo. Pero ¿quién es el hijo menor, el Pecador o, más bien, el
Hombre?
El hombre busca su libertad y, muchas veces, piensa que Dios se la quita.
Empieza por alejarse del padre, cuyo amor no entendió y cuya presencia se le
hace pesada. Después de sacrificar esta herencia cuyo precio no conoce, se
deshonra a sí mismo y se hace esclavo de otros hombres y de obras
vergonzosas (para un judío, el cerdo era el animal impuro).
Pero vuelve el hijo. Habiendo tomado conciencia de su esclavitud, se
convence de que Dios le reserva una suerte mejor, y emprende el camino de
regreso. Al volver, descubre que el Padre es muy diferente de la idea que de
él se había forjado: éste lo estaba esperando, y corre a su encuentro; lo
restablece en su dignidad, borrando el recuerdo de la herencia perdida. Y se
celebra el ‘banquete’ del que Jesús habló tantas veces.
Al final comprendemos que Dios es Padre. El no nos puso en la tierra para
cosechar méritos y premios, sino para descubrir que somos sus hijos. Pero, de
hecho, nacimos pecadores desde los orígenes de nuestra vida, nos dejamos
llevar por nuestros sentidos y por los malos ejemplos del ambiente que nos ha
criado. Más aún, mientras Dios no ha tomado la iniciativa de descubrirse a
nosotros, nos es imposible pensar en una libertad que no sea independizarnos
respecto a él.
Dios no se sorprende de nuestras maldades, pues, al crearnos libres, aceptó el
riesgo de que cayéramos. El no hace suya nuestra distinción entre justos y
pecadores, la cual supone que unos merecen premios y otros castigos. Al
contrario, nos acompaña a todos en nuestra experiencia del bien y del mal,
hasta que pueda llamarnos hijos suyos, gracias a su único Hijo, Jesús.
Este es nuestro Dios y Padre, el que hace salir el bien del mal; el que nos crea
día a día, sin que nos demos cuenta, mientras seguimos nuestros caminos; el
que busca pecadores a los que pueda llenar de sus riquezas.
Pero, de todo esto, no entendió nada el hijo mayor, el hombre cumplidor de
corazón cerrado. El sirve con la esperanza de ser premiado o, por lo menos,
de ser reconocido superior a los demás. Y no puede acoger a los pecadores, ni
participar en la fiesta de Cristo, porque en realidad no sabe amar.

Página 30: [55] Comentario


LOS RICOS.
Los fariseos se burlaban de él. Lucas, más que los otros evangelistas, nota la
incompatibilidad entre la religión verdadera y el apego al dinero. Los fariseos
podían justificar su amor al dinero refiriéndose a algunas palabras de la
Biblia. Pues en los primeros tiempos los judíos veían en la riqueza una
bendición de Dios. Al no saber del más allá, consideraban justo que Dios
premiara a sus fieles con salud y dinero: ésta es la razón por la cual guardaron
un recuerdo excepcional del rey Salomón, a pesar de que terminó su vida
dando ejemplos de total indiferencia religiosa. Pero, con el correr del tiempo,
reconocieron que el dinero era más bien un peligro y que, a menudo, era el
privilegio de los incrédulos y de los sinvergüenzas (Sal 49, Job).
Sin embargo, le basta a uno tener dinero para convencerse de que posee la
verdad. De ahí que los fariseos se sintieran autorizados para juzgar y decidir
en las cosas de Dios. Después de ellos, no han faltado los cristianos que,
perteneciendo a los círculos influyentes, proyectaron extender el Reino de
Dios acumulando el dinero y monopolizando el poder. Estos propician un
orden moral que encubre sus privilegios, pero ahogan los valores evangélicos
de justicia, de humildad y de pobreza. Logran ejercer una presión muy fuerte
sobre la Iglesia, pero, a la larga, atraen sobre sí y sobre la misma Iglesia el
repudio de los pobres y de las personas sinceras.
¿Por qué, en la Iglesia, tantos cristianos de ambientes populares se han
sentido acomplejados frente a los de situación pudiente? Se acostumbraron a
verlos encabezar las organizaciones de la Iglesia y a recibir de ellos la palabra
de Dios, a pesar de las advertencias de Jesús.

Página 30: [56] Comentario


LA LEY
A continuación vienen tres sentencias de Jesús que no tienen otro enlace que
el de referirse las tres a la Ley. La Ley designaba las leyes dadas por Dios a
los judíos durante el Antiguo Testamento. Asimismo la Ley y los Profetas era
una manera de designar la Biblia. Aquí Jesús usa esta expresión para señalar
los tiempos del Antiguo Testamento, o sea, todo lo que preparó su propia
venida.
No caerá una sola letra de la Ley. Es decir, que todo en ella tenía su razón de
ser. Eso no obstante, Jesús afirma que con él se da el paso decisivo. Lo que
era preparación ya no habrá de ser cumplido de la misma manera que antes:
ver en Mt 5,17-20.
Para los Judíos que practicaban la Ley y, en especial, para los que habían
seguido a Juan Bautista, se necesitaba dar un paso para creer en Jesús y, con
esto, conquistar el Reino de Dios (Lc 7,24). Pues, a pesar de las apariencias,
es mucho más fácil cumplir prácticas religiosas y observar leyes y ayunos,
que creer y arriesgarse hacia lo desconocido, siguiendo a Jesús crucificado.

Página 30: [57] Comentario


EL INFIERNO
Esta parábola habla de la división del mundo entre ricos y pobres. Hay una ley fatal del
dinero que lleva al rico a vivir aparte: alojamiento, movilización, diversiones, atención
médica. La pared que construyó el rico en la presente vida será, después de su muerte, un
abismo que nadie podrá salvar. El que haya aceptado esta separación se verá puesto al otro
lado para siempre.
Un pobre llamado Lázaro. Jesús da un nombre al pobre, pero no al rico, volcando así el
orden de la sociedad presente, que trata como persona al «señor X», pero no al trabajador
común y corriente. También vemos que Lázaro, al morir, encuentra a muchos amigos: los
ángeles, y Abraham, padre de los creyentes. El rico, en cambio, ya no tiene amigos o
abogados para arreglar su situación: el infierno es soledad.
Algunos desearían saber cuál fue el pecado del rico para que fuera condenado al infierno.
¿Acaso negaba a Lázaro las migajas de su mesa? Pero eso no lo dice el Evangelio:
sencillamente, el rico no veía a Lázaro echado a su puerta. Acuérdate de que recibiste tus
bienes durante tu vida.
En varios países, no solamente las minorías privilegiadas se han hecho dueñas de la mesa a la
que todos tenían derecho de sentarse: el poder, las leyes y la cultura, sino que han organizado
la economía del país en la forma en que a ellas les conviene, incluso destruyendo las
industrias nacionales y las fuentes de trabajo. La dependencia económica de su país les
permite vivir regiamente, pero condena a millones de Lázaros a la desocupación y, por ende,
a la marginación progresiva hasta que perezcan de hambre y de miseria.
Lázaro es mantenido a distancia de los barrios residenciales con policías,
perros y alambres. Desearía saciarse de las migas que sobran del banquete,
pero son pocas las que caen en el suelo de la patria, después que todo se gastó
en productos importados o se depositó en bancos extranjeros. Lázaro vive
entre escombros e inmundicias: se hace prostituta, carterista, lanza, hasta que
una muerte prematura le permita encontrar a alguien que lo quiera: en la
compañía de Abraham y de los ángeles Y tendrá por fin una patria, allí donde
otros ya no puedan despojarlo, vigilarlo y apalearlo a nombre de su propia
Seguridad.
Mientras tanto, el rico no se afana tanto por gozar de la vida como para
convencerse a sí mismo de que él tiene razón: hasta la Iglesia debería
justificarlo. Y es esta perversión de su mente la que lo lleva al infierno
después de haberle inspirado odio o desprecio por todos aquellos que
proclaman las exigencias de la justicia enseñadas por Moisés y los Profetas, o
sea, por la Biblia. Con miras a salvar tanto a los ricos como a los pobres el
Evangelio nos pide trabajar para suprimir los abismos que los separan.

Página 32: [58] Comentario


Si hay un Dios justo, ¿por qué no hace justicia? (Sal 44,23; Hab 1; Za 1,12;
Ap 6,9). Jesús responde: ¿Desean y piden ustedes con bastante fe que Dios
haga justicia? Habrá que esperar, pero sin duda se hará.
Un juez que se burla de los hombres. Así ven a Dios muchas personas que se
fijan en lo injusto y lo absurdo de la vida. Pero, si sabemos orar
perseverantemente, descubriremos poco a poco que todo esto no es tan
absurdo como parece; y llegaremos a reconocer, a través de los
acontecimientos, el rostro de Dios que nos ama.
Si claman a él día y noche. Jesús, que tanto recalca nuestra responsabilidad
frente al mundo, es el que también nos invita a pedir a Dios día y noche ¿Por
qué tan fácilmente la gente se divide (o nosotros la dividimos) entre quienes
rezan y quienes actúan?
¿Hallará fe en la tierra? Jesús confirma una opinión que ya se encontraba
entre los judíos de su tiempo. En los últimos tiempos que precedan el Juicio,
la fuerza del mal será tal que en muchos el amor se enfriará (Mt 24,12; Lc
21,36).
De hecho, en la primera venida de Jesús, el Antiguo Testamento terminó con
un fracaso aparente, pues pocos creyeron en él y la mayoría se dejaron
arrastrar por la confusión, los falsos salvadores y las violencias que
precipitaron la caída de la nación, cuarenta años después de la muerte de
Jesús.

Página 32: [59] Comentario


Los fariseos ponían mucho empeño en cumplir la Ley de Dios y
multiplicaban los ayunos y las obras de misericordia. Desgraciadamente, se
atribuían a sí mismos el mérito de su vida tan ejemplar: ya no necesitaban la
misericordia de Dios, sino que sus obras buenas lo obligaban a que él los
premiara.
En cambio, el publicano se reconoce pecador delante de Dios y de los
hombres, y solamente espera el perdón. El está en la verdad. Al volver a casa,
estaba en gracia de Dios (el texto dice: había sido hecho justo, o sea, que Dios
lo había reconciliado). Pero el fariseo se iba como había venido, encerrado en
su propia excelencia y cerrado a la gracia de Dios.
Jesús habló por algunos que estaban convencidos de ser justos (9) La Biblia
llamaba justos a los que agradaban a Dios cumpliendo su voluntad. Así, en
Mt 1,19 y Lc 1,6, José y Zacarías son justos, o sea, personas excelentes. En
algunos lugares se da mucha importancia al aspecto externo: el justo es el que
cumple la Ley. En otros, la Biblia destaca la fidelidad interior del justo,
amigo de Dios como fue Abraham (15,6).
Jesús, por su parte, afirma que nadie puede atribuirse a sí mismo y a sus
méritos la justicia o santidad verdadera: porque los hijos de Dios no tienen
nada suyo, sino solamente lo que recibieron del Padre (Jn 5,19).
Debemos confesar que, en las últimas generaciones, la moral cristiana se
predicó a menudo volviendo a los criterios de los fariseos. Lo importante
parecía ser que el hombre tuviera una conducta decente en lo exterior, y se le
dejaba pensar que, con hacer obras buenas, merecería la salvación. Poco se
recalcaba que la salvación se debe a una gracia de Dios, que perdona al
pecador y lo hace justo.
A menudo los «buenos» rezaban por la conversión de los “pecadores”,
olvidando que también ellos necesitaban el perdón de Dios, y que los
pecadores, tal vez, recibían la gracia de Dios entre sus mismos pecados. La
manera de condenar a la madre soltera y la mujer adúltera; la costumbre de
hablar en forma paternalista de las ovejas arrepentidas, olvidando que, en la
Iglesia, todos son iguales, eran otras tantas formas de fariseísmo. Y cuando
hoy los militantes «activos, conscientes y comprometidos» miran en menos a
los cristianos que, según ellos, se conforman con «comer hostias» sin hacer
todo lo que hacen ellos, todavía no se sale del fariseísmo.

Página 33: [60] Comentario


LA FUERZA DE JESUS
Todos en Jericó señalaban a Zaqueo: ¿cómo se convertiría un hombre de esta
clase, acostumbrado a los negocios sucios? ¿Qué castigo le enviaría Dios? En
vez de castigarlo, vino Dios a su casa.
Jesús demuestra ser guiado por el Espíritu cuando divisa a Zaqueo entre tanta
gente: y comprende en ese momento que ha venido ese día a Jericó más que
todo para salvar a un rico.
Zaqueo sabe que es envidiado y odiado. Sin embargo, no todo en él es malo:
aunque sus manos están sucias, no ha perdido el sentido del bien y,
secretamente, admira al profeta Jesús. Dios lo salva por sus buenos deseos. El
favor que le hace Jesús lo obliga a manifestar lo humano y bueno que tenía
ahogado en su conciencia.
Se dice que lo recibió muy alegre: alegría que muestra el cambio ocurrido en
él. Después, no le costará reparar sus maldades.
El pueblo se indigna, imitando a los fariseos: el profeta Jesús debería
compartir su causa y hasta sus rencores. Pero Jesús no es un demagogo; la
incomprensión de la muchedumbre no le importa más que la de los fariseos.
Una vez más Jesús ha demostrado su fuerza: ha destruido el mal salvando al
pecador.

Página 33: [61] Comentario


Los galileos van a Jerusalén a celebrar la Pascua, y Jesús va caminando con
ellos. Sabe que lo espera la muerte; ellos, sin embargo, están convencidos de
que se proclamará rey y libertador de Israel.
Con la presente parábola, Jesús los invita a tener otra esperanza. El reinará al
volver de un país lejano, o sea, de la muerte, al final de la historia. Los suyos,
mientras tanto, tienen a su cargo riquezas que él les facilitó y que han de
hacerlas fructificar; no deben esperar su vuelta cruzados de brazos, pues los
enemigos van a aprovechar el tiempo que él esté ausente para luchar contra su
influencia. Los servidores de Jesús participarán de su triunfo en la medida en
que hayan trabajado.
Esta página tiene mucho que ver con la parábola de los talentos (Mc 25,15).
Notemos dos diferencias.
Por una parte, la introducción y el final: Jesús alude a la vida política de su
país. Este dependía del Imperio Romano y sus reyes debían ser del agrado del
gobierno romano que actuaba como protector.
Por otra parte, se recalca la justicia de Dios: a cada cual según sus méritos. La
felicidad del Cielo no es cosa que se pueda distribuir en forma igualitaria.
Cada uno conocerá a Dios y compartirá sus riquezas en la medida en que se
haya hecho capaz de amar a lo largo de su vida. Cada paso que demos en el
camino de la obediencia, del sacrificio y de la humildad, desarrolla nuestra
capacidad de recibir a Dios y de ser transformados por él.

Página 38: [62] Comentario

Estén alerta. Después de hablar del pronto fin de Jerusalén (v. 28-32), Lucas
habla del día que concluirá la historia humana con la venida de Cristo Juez
(v.34-36).
Estén alerta. Esta invitación no se dirige solamente a los que conocerán este
día, sino a todos, a lo largo de la historia de la Iglesia. Estén vigilando y
orando. De la actitud interior del cristiano, siempre alerta, se pasa a una
práctica de la Iglesia: las vigilias y oraciones que se prolongan mientras el
mundo duerme (ver Ef 6,18).
Así tendrán fuerzas... La oración y las vigilias son para pedir la asistencia de
Dios en las pruebas grandes que preceden la venida de Cristo. Para escapar
del error y los engaños (2 Tes 2,9). Para quedar sant o y sin reproche delante
de Dios (1 Tes 3,13). El Padre nuestro expresa la misma inquietud de los que
esperan la venida del Reino: no nos dejes caer en la prueba y líbranos del mal.
Mientras más despierto es el creyente la Iglesia, más coopera a la maduración
del plan divino y adelanta la venida del Señor.

Página 38: [63] Comentario


¿Dónde quieres que la preparemos? Esta era la primera preocupación de los
peregrinos a Jerusalén: encontrar una casa donde comer el cordero
sacrificado.
Encontrarán a un hombre. El cántaro de agua era habitualmente cosa de
mujeres. Por eso era fácil identificar al hombre del cántaro. Jesús sabía que
Judas lo estaba traicionando y no quería indicar de antemano el lugar de la
cena: ahí podían sorprenderlo. Por eso se fía de una intuición profética: el
lugar de la última cena lo tiene designado el Padre. De hecho, la casa era la de
un discípulo de Jesús en Jerusalén, hombre de situación acomodada.
Posiblemente esta casa fue en la que se reunieron los apóstoles después de la
muerte de Jesús y en la que comenzó la Iglesia.

Página 38: [64] Comentario


Ver el comentario de Mc 14,12.
Jesús se sentó a la mesa. El Evangelio dice más bien: «se tendió», según la
costumbre de los banquetes en los ambientes acomodados: los convidados se
tendían sobre divanes en torno a la mesa.
Es muy difícil saber si esta última cena de Jesús empezó con la comida del
cordero pascual, terminando con la eucaristía, o si Jesús solamente celebró la
eucaristía, sin haber comido la Pascua. Pero, en todo caso, el Evangelio nos
quiere enseñar que la eucaristía será para la Iglesia lo que, para el pueblo de
Israel, era la comida del cordero pascual.
Recibió una copa. En la cena pascual, el que presidía recibía sucesivamente
cuatro copas que bendecía y que los asistentes se pasaban.
No volveré a beber del jugo de la uva. Jesús recuerda que, ya para los judíos,
la cena pascual figuraba de antemano el banquete del Reino de Dios. Para
Jesús, esa noche, esto se verifica de modo muy especial.
Esto es mi cuerpo. El pan consagrado, ¿es la figura del cuerpo de Cristo, o
bien es el cuerpo de Cristo? Al respecto, hubo grandes controversias entre los
católicos y los protestantes. Los primeros entendían que el pan es realmente
el cuerpo de Cristo; los últimos, que el pan no contiene la presencia física del
cuerpo de Cristo, y lo consideraban un puro símbolo.
La Iglesia afirma que el pan consagrado es a la vez figura y realidad. La
presencia del cuerpo no es una presencia física, o sea, material, como si
pudiéramos decir: «Jesús está aquí sentado a la mesa.» El cuerpo de Cristo
está realmente presente, pero a través de un signo o sacramento. En la
comunión recibimos el cuerpo de Cristo resucitado (es una razón más para
pensar que no es una presencia material, sino de otro tipo, no menos real, sino
diferente). Su presencia es, para el creyente que comulga, una realidad
misteriosa e íntima. El fin de la eucaristía no es para hacer a Jesús más
presente, sino para renovar y fortalecer la comunión entre él y los
participantes en la mesa del Señor.
Sangre derramada por ustedes. Jesús nos entrega el sentido de su muerte: él
será el Servidor de Yavé anunciado por Isaías 53,12, que lleva sobre sí los
pecados de una muchedumbre. Por eso, en Mateo y Marcos, Jesús dice: «Mi
sangre derramada por una muchedumbre.» Esta muchedumbre la componen
primeramente los cristianos, por eso aquí leemos derramada por ustedes,
como en 1 Cor 11,24.
La alianza nueva. Ver comentario de Mc 14,12.
Hagan esto en memoria mía. Con estas palabras Jesús instituye la eucaristía
tal como la celebrará la Iglesia. En memoria mía: no para recordar a un
muerto. En la Pascua los judíos recordaban la intervención de Dios que los
había salvado de Egipto; en la eucaristía recordamos la intervención de Dios
que nos salvó por el sacrificio de su Hijo.

Página 39: [65] Comentario


Después de narrar la Ultima Cena (Mc 14,12), Lucas trae algunos recuerdos
de la sobremesa en que Jesús se despide de sus apóstoles. En realidad, Jesús
está solo: entre él y sus discípulos la corriente no pasa. Parece que no han
aprendido nada en tantos meses y, al finalizar esta Ultima Cena, que fue la
primera Eucaristía, solamente expresan preocupaciones humanas, demasiado
humanas. Los apóstoles rivalizan por el primer lugar en el Reino: ¿qué
concepto, pues, tienen todavía del Reino de Dios? Durante la cena, Jesús se
había portado como el sirviente de la casa (Jn 13,1). Jesús no se desanima al
ver que los apóstoles están fuera de onda cuando a él se le hace corto el
tiempo. Pues ha entregado al Padre su vida y su obra; si bien él ha fracasado
aparentemente, sabe que después de su muerte su obra resucitará junto con él.
Y por eso confirma sus promesas a sus apóstoles.
Ustedes se sentarán... Cómo nos cuesta entender la fidelidad de Jesús con los
suyos. Todo lo suyo es para compartirlo con los que se entregaron a su obra.
Las doce tribus de Israel, o sea la totalidad del pueblo de Dios.
Pedro cree que por ser el jefe será más firme que los otros. Jesús, en cambio,
ve la misión futura de Pedro y, a pesar de su caída, quiere darle una gracia
especial para que sea capaz de fortalecer a los demás. Pues ésta es la manera
de proceder de Jesús: El salva lo que estaba perdido y, habiendo comprobado
en Pedro la incurable flaqueza del hombre, se sirve de él para dar a la Iglesia
una firmeza que ninguna sociedad humana puede pretender. Pues la
continuidad de la Iglesia, a lo largo de los siglos, se debe en parte a los Papas,
sucesores de Pedro.
Al final, Jesús usa figuras para decir que viene la crisis tantas veces
anunciada: los apóstoles lo entienden mal y buscan espadas.

Página 39: [66] Comentario


Parece que Jesús celebró la Pascua en una casa del suroeste de la ciudad vieja
de Jerusalén. Bajó por la calle de escaleras hacia lo que había sido el arroyo
de Tyropeón, subió al barrio de Ofel, la vieja ciudad de David, para luego
bajar al torrente Cedrón. Este está casi siempre sin agua. De ahí debió tomar
un sendero para subir al Cerro de los Olivos. Se llamaba así porque su
pendiente occidental estaba cubierta de olivos. Jesús fue a un huerto llamado
de Getsemaní, es decir; «prensa de aceite». A lo mejor esta propiedad
pertenecía a un discípulo de Jesús; ya que muchas veces había ido allá (Jn
18,2).
Una parte de los ejemplares antiguos del Evangelio no traen estos versículos
43 y 44: fueron suprimidos porque a muchos los escandalizaba este
testimonio sobre la «debilidad” de Cristo».
Entró en agonía. Jesús se enfrenta con una visión desesperante del pecado del
mundo, que se le impone en la misma medida en que lo invade la presencia
del Padre Santo. Si quisiéramos entender algo de lo que pasó en estos
momentos, deberíamos conocer los testimonios de los grandes santos que
también experimentaron a su manera esta prueba durísima. Nos equivocamos
mucho cuando pensamos entender lo que sintió Jesús antes de su muerte, a
partir de la psicología del hombre común, que teme, antes que nada, por su
vida. Pero, en la historia de la Iglesia, encontramos a cierto número de
personas que llegaron, por gracia de Dios, a una forma de sentir, de sufrir, de
entender y de amar, que desconcierta totalmente nuestra experiencia. Con
ellos, nos acercamos a lo que fue la agonía de Jesús.
Un ángel del cielo. La Biblia, a veces, habla de un ángel para expresar que
Dios interviene, en forma misteriosa, dando ánimo, enseñanza, castigo... Este
ángel nos hace pensar en el que vino a animar a Elías (1 R 19,4). Debemos
entender que Dios comunicó a Jesús en ese momento una ayuda sobrenatural
sin la cual sus fuerzas humanas lo habrían abandonado.
Su sudor se convirtió en sangre. Este síntoma es conocido de los médicos y
delata a la vez ansiedad y sufrimiento intenso. El estudio científico de la
sábana de Turín corrobora este dato de Lucas.
La hora y la forma del arresto de Jesús son las que corresponden a los
obradores del mal, impulsados por el Poder de las tinieblas. Hay momentos
en que aparentemente toda esperanza y justicia han desaparecido de la tierra.

Página 42: [67] Comentario


Los jefes de los judíos han colocado a Cristo en el lugar que le correspondía,
desde que se decidió a llevar sobre sí nuestros pecados. Los dos hombres
miran al que ha venido a compartir su suerte y a morir con ellos.
Estarás en el Paraíso. ¿Qué es el paraíso? Nos faltan palabras adecuadas para
expresar lo que es el más allá. En tiempo de Jesús, los judíos comparaban el
Lugar de los Muertos a un país inmenso dividido en regiones separadas por
barreras insalvables. Una de esas regiones era el infierno, reservado a los
malos y del que nadie saldría. Otra era el Paraíso, en que los buenos estarían
junto a los primeros padres del pueblo santo, esperando la hora de la
resurrección.
Estarás conmigo, dice Jesús. O sea, con el Salvador que, durante día y medio,
estuvo en la paz y el gozo de Dios antes de resucitar. Esta afirmación nos
tranquiliza en cuanto a nuestra suerte al morir, a pesar de que no podemos
saber lo que será de nosotros antes de la Resurrección. No seremos
anestesiados ni dejaremos de existir, como lo pretenden algunos, sino que ya
lo tendremos todo estando con Jesús que vino a compartir la muerte y el
descanso de sus hermanos (ver Fil 1,23,y Apoc 14,13).

Página 42: [68] Comentario


El Señor Jesús. Jesús ahora es Señor. Al usar este título, Lucas, lo mismo que
la Iglesia, nos afirma que Jesús resucitado ha entrado a una existencia
diferente de la que llevaba en su vida mortal. Recordemos lo siguiente:
1) Ninguno de los Evangelios describe la resurrección de Jesús: es una
cosa que no se pudo ver.
2) La predicación de los apóstoles acerca de Jesús resucitado se apoya
sobre dos hechos: el sepulcro vacío y las apariciones (ver comentario de Mt
28,1).
3) Antes de que fueran escritos los Evangelios, la primera carta de
Pablo a los Corintios, que es del año 57, da una lista de aparic iones (1 Cor
15,3).
4) Aunque los cuatro Evangelios están de acuerdo sobre lo esencial,
hay, sin embargo, diferencias en el orden de las apariciones y el lugar donde
sucedieron. Lucas no habla de apariciones en Galilea. Mateo deja la
impresión de que en Galilea sucedió todo lo importante y que ahí tuvo lugar
la Ascensión. Pablo habla primero de una aparición a Pedro y no menciona la
aparición a María Magdalena. Un estudio profundizado de los textos aclara en
parte estas discrepancias: no quisieron decir todo y, a veces, prefirieron
modificar detalles de lugar o de cronología, según lo exigía el orden de su
libro y las razones pedagógicas.
5) En cuanto a la Ascensión de Jesús, no fue un «viaje» de Jesús al
cielo; ya estaba «en el cielo», o sea, compartía la Gloria de Dios desde el
momento de su Resurrección. La Ascensión no fue más que la última de sus
apariciones (ver comentario de He 1,9).

Página 43: [69] Comentario


Estos dos discípulos solamente volvían a su casa y a su trabajo, después de
muertas sus esperanzas. Pero se acostumbró llamarlos los peregrinos de
Emaús.
Peregrino fue el pueblo judío, pueblo de Israel, porque nunca tuvo posibilidad
para detenerse en su marcha. La salida de Egipto, la conquista de la Tierra,
las luchas contra los invasores, el desarrollo de la cultura religiosa, fueron
otras tantas etapas en su camino. Cada vez pensó que, al conseguir su meta,
tendría solucionados sus problemas. Y cada vez debió darse cuenta de que el
camino llevaba más allá.
Peregrinos eran Cleofás y su compañero, por haber seguido a Jesús, pensando
que él era el que libertaría a Israel. Pero, al final, no hubo más que la muerte
de Jesús. Este es el momento en que Jesús se hace presente y les enseña que
no se entra al Reino sin pasar por la muerte.
Algo les impedía reconocerlo. A lo mejor Jesús se presentó con otra
apariencia, igual que en Jn 20,14 y 21,4. Así lo afirma Marcos 16,12. Pero
también Lucas quiere dar a entender que los mismos ojos que no reconocían a
Jesús lo verán en cuanto lleguen a la fe.
Cleofás (v. 18). Esposo de María, la madre de Santiago y José (ver Jn 19,25 y
Mc 15,40).
Comenzando por Moisés... y los profetas (v.27) Recordemos que «Moisés y
los Profetas» es una manera de designar la Biblia.
Lo que las Escrituras decían de él (v.27) No solamente encontró los textos
que anunciaban su Pasión y su Resurrección, como Is 50; Is 52,13; Za 12,11;
Sal 22; Sal 69; sino todos aquellos que mostraban que el designio de Dios se
realiza mediante las pruebas y las humillaciones.
Lo mismo pasa ahora con nosotros, creyentes que tantas veces nos quejamos
y dejamos ver nuestra impaciencia. Pero Jesús no nos dejó solos. El no ha
resucitado para sentarse en el cielo, sino que está delante de la humanidad
peregrinante.
Pero, al mismo tiempo, camina junto a nosotros y, cuando se vienen abajo
nuestras esperanzas, es el momento en que descubrimos lo que significa la
Resurrección.
La Iglesia, entonces, hace para nosotros lo que Jesús hizo para los dos
discípulos. Primero nos da la interpretación de las Escrituras: lo importante
para comprender la Biblia no es saber de memoria muchos textos, sino
descubrir los hilos que relacionan unos a otros acontecimientos, y penetrar el
plan de Dios sobre la historia de los hombres.
Y, por otra parte, la Iglesia celebra la Eucaristía. Nótese cómo Lucas dice:
tomó el pan, bendijo, partió, dio; pues estas cuatro palabras se usaban entre
los creyentes para hablar de la Eucaristía. Nos podemos acercar a Jesús
conversando y meditando su palabra; comprobamos su presencia en nuestras
reuniones fraternales, pero se da a conocer de otra manera cuando
compartimos juntos el pan que es su cuerpo.

Página 44: [70] Comentario


Jesús aprovecha estos encuentros para aclarar a sus apóstoles el sentido de su
misión corta y fulgurante.
Tenía que cumplirse lo escrito respecto a mí. Debía verificarse lo anunciado
por los profetas respecto de un salvador recha zado por los suyos, que lleva
sobre sí el pecado de su pueblo. ¿Que pecado? Los pecados de todos, por
supuesto, pero también la violencia de toda la sociedad judía en el momento
en que vivió Jesús. Pues este pecado fue el que lo llevó a la cruz.
En realidad, este camino de muerte y de resurrección no estaba reservado a
Jesús, sino que también a su pueblo. En esta hora precisa, Israel, sometido por
el imperio romano, debía aceptar la muerte de sus ambiciones terrenales:
autonomía, orgullo nacional, superioridad religiosa de los judíos sobre los
demás hombres... para resucitar como pueblo de Dios disperso entre las
naciones y agente de su salvación. Pero Israel no entró en este camino y Jesús
esperaba de su Iglesia que cumpliera este papel: predicar en su nombre a
todas las naciones.
Invitándoles a que se conviertan. La conversión cristiana no es cualquier
cambio de vida. Se refiere a un cambio de la persona en lo más profundo de sí
misma, al descubrir el amor excesivo de Dios. Ahí empieza nuestra
renovación. Pero no se trata solamente de que cada uno renuncie a sus
mentiras, borracheras y robos. La conversión del hombre poco progresa
mientras no se da cuenta de todas las fuerzas, barreras, costumbres y leyes
que lo hacen ser irresponsable y violento, siendo él mismo cómplice de esta
situación por egoísmo y, más que todo, cobardía. Por eso la predicación a las
naciones significa también la educación de las naciones y hasta de la sociedad
internacional. No es cosa de diez años ni de cien.
Ustedes son testigos de todo esto. Jesús hace de sus apóstoles los testigos
oficiales de su Evangelio y los que decidirán de la fe auténtica.
Quédense en la ciudad. Los apóstoles no son los que Planifican la obra
misionera. Les conviene más bien dedicarse a robustecer la vivencia fraternal
y el fervor de la comunidad de los discípulos, esperando la hora que el Padre
ha decidido para comunicarles la fuerza que viene de arriba.
Yo voy a enviarles al que mi Padre prometió. Jesús no podría afirmar con
más fuerza su autoridad divina y la unidad de las tres personas divinas. Con
esto se termina el primero de los libros de Lucas. El segundo es el libro de los
Hechos, que leemos a continuación de los evangelios y que empieza ahí
donde termina este Evangelio.

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