Expediente 00263 2020 LPDerecho
Expediente 00263 2020 LPDerecho
Expediente 00263 2020 LPDerecho
EXPEDIENTE :00263-2020-0-2601-JR-CI-01
JUEZ TITULAR : RODRIGO MARCIAL CUEVA RAMÍREZ
ESPECIALISTA :FÉLIX ADRIÁN LEÓN ZÁRATE
DEMANDANTE :VICENTE ABAD MARIA ELENA
DEMANDADO :GARCIA ORTIZ VICTOR ABEL
MINISTERIO DEL INTERIOR
MATERIA : INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS
DERIVADO DE ACCIDENTE DE TRÁNSITO
SENTENCIA
Y habiéndose agotado el iter procesal, esto es, habiéndose saneado el proceso, fijado
los puntos controvertidos y saneados los medios probatorios, llevado a cabo la
audiencia de pruebas, leídos los alegatos de la parte demandante y la parte
demandada, ha llegado la oportunidad de expedir sentencia.
CASO CONCRETO
2.4. CUARTO.- Los hechos que fundan su pretensión, según el demandante, consiste
en que A)Con fecha 18 de enero del 2018, su ex conviviente ANDRES ALBERCA YANGUA, padre de sus dos menores
hijos EDINSON ALBERCA VICENTE Y DIANA ALBERCA VICENTE, se trasladaba como pasajero en el vehículo station Wagon
de placa de rodaje D7D-541 hacia el Ecuador con el fin de ir a su trabajo, y sufrió un accidente de tránsito en la Carretera
Panamericana Norte de la ciudad de Tumbes a la altura del puente “HEROES DEL CENEPPA”( referencia por el SENATI),
B)Según informe N° 003-2018-REGPOL-T/DIVPOS-DEPTRA-UPIAT,de fecha 19 de enero del 2018 se hace constar que el
factor predominante fue la acción inadecuada del conductor UT-1( vehículo policial) al invadir el carril contrario de
circulación., C)Señala que la unidad de transito N°(UT-01),es el vehículo de propiedad del Ministerio del interior –PNP,
asignado a la comisaria de Andrés Araujo Moran, Tumbes, D)Señala que la muerte de su ex conviviente se ha producido
como consecuencia del proceder temerario, imprudente, no razonable e inapropiado conducir del codemandado el
efectivo policial VICTOR ABEL GARCIA ORTIZ, y que ha generado el desamparo de sus dos menores hijos y de su persona,
E)Señala que ha quedado determinada la responsabilidad civil del propietario del vehículo que es el Ministerio del
Interior, toda vez, que el bien riesgoso(vehículo policial), conducido por el demandado, ha causado directamente la muerte
de su ex conviviente ANDRES ALBERCA YANGUA ,configurándose la relación de causalidad( relación causa-efecto) de la
responsabilidad civil, F)Señala que según la declaración del 8 de junio del 2018 de la médico legista CINDY ETHEL BENITES
ALVAREZ, analizando el certificado médico legal N° 000412-V, de fecha 18 de enero del 2018,explicó que las lesiones
encontradas en el cuerpo de VICTOR ABEL GARCIA ORTIZ, se produjeron cuando sus manos manipulaban el timón de un
vehículo, G)Señala que su ex conviviente gozaba de buena salud, tenía 30 años de edad y trabajaba como ayudante
de maquinaria pesada en Arenillas, Ecuador, obteniendo por su trabajo la suma aproximada de US $800.00( ochocientos
dólares) mensuales, arrojando el monto de S/. 2,600.00, y manifiesta que se le cancelaba de manera directa sin
intermediar documento alguno, H)Señala que con su ex conviviente ANDRES ALBERCA YANGUA ha tenido una
convivencia desde el año 2007 hasta el día 18 de enero del año 2013(fecha en que falleció en el accidente de tránsito),
que convivieron 13 años aproximadamente tal como obra en la constancia expedida por el juzgado de paz de única
nominación, I)Señala que procreó con su ex conviviente a sus dos menores hijos EDINSON ALBERCA VICENTE Y DIANA
ALBERCA VICENTE que actualmente tienen 12 y 7 años de edad, J)Señala que su hijo EDINSON ALBERCA VICENTE,
actualmente padece de CANCER, conforme lo ha acreditado con la hoja de referencia del 24 de abril de 2018, K)Señala
que su hija DIANA ALBERCA VICENTE estudia en la institución educativa “PERU CANADA” quien ha culminado el 1° grado
de primaria, tal como lo acredita la constancia de estudios, L)Señala que su hijo fue evaluado por última vez en el mes
de julio del 2018 , y no ha podido viajar para su tratamiento a Lima porque no cuenta con los recursos económicos
suficientes, M)Señala que su ex conviviente era el único que aportaba para el sustento económico de su hogar, comida,
estudios de sus hijos y para el tratamiento oncológico de EDINSON ALBERCA VICENTE, N)Señala que los responsables no
han tenido ni la mínima voluntad de resarcir los daños ocasionados, Ñ)Señala que el daño emergente está constituido
por los gastos para el sepelio y velorio del padre de sus hijos, como la compra del ataúd( S/. 1,900.00), alquiler de capilla
ardiente( S/. 30.00), alquiler de coche ( S/. 300.00),alquiler de vehículo para traslado de pasajeros( S/. 410.00),alquiler de
carroza ( S/. 300.00) que suman un total de S/ 3,210.00 soles, O)Señala que solicita lucro cesante porque el padre de sus
hijos no volverá a obtener una ganancia y teniendo en cuenta los ingresos que percibía el monto que debería repararse
es de S/ 1’248,000.00, P)Señala que solicita daño extramatrimonial; daño biológico por la cantidad de S/. 50,000.00, daño
a la salud S/. 100,000.00 y daño al proyecto de vida el monto de S/. 50,000.00,Q)Señala que como daños ocasionados a
sus menores hijos son: daño moral por el dolor, afectación y sufrimiento que están padeciendo los menores a causa del
fallecimiento de su papa ANDRES ALBERCA YANGUA, por la suma de S/ 50,000.00 para cada uno, R)Señala que los daños
ocasionados a la recurrente MARIA ELENA VICENTE ABAD en calidad de conviviente del fallecido, es un daño moral por
el dolor, afectación y sufrimiento que está padeciendo a consecuencia del fallecimiento de su ex conviviente, por lo
cual solicita una indemnización por la suma de S/. 50,000.00, S)Señala que en el informe N° 003-2018-REGPOL-
T/DIVPOS-DEPTRA-UPIAT, en el punto IV (A,1) el vehículo policial ( UT-01) es de propiedad del Ministerio del Interior –
PNP asignado a la comisaria de Andrés Araujo Moran, Tumbes; por tanto, al chofer y demandado efectivo policial Víctor
García Ortiz les alcanza responsabilidad directa y al Ministerio del interior representado por el Ministro Carlos Moran Soto
una responsabilidad indirecta; asimismo, señala que el demandado VICTOR GARCIA ORTIZ ha sido procesado penalmente
en el expediente N° 00128-2018-34-2601-JR-PE-03 tramitado ante el segundo juzgado penal unipersonal de Tumbes
HECHOS PROBADOS
2.5. QUINTO.- Sobre el particular, debe indicarse lo siguiente:
2.5.1.El vehículo mayor de placa de rodaje D7D-541 marca Station Wagon,
color Blanco, conducido por EMILIO GUIDO TUPAYACHI CASTILLO
circulaba de sur a norte ocupando Este de la carretera Panamericana
Norte y la unidad policial de placa de rodaje N° PL-20082, circulaba de
norte a sur ocupando el carril Oeste de la carretera Panamericana Norte
conducido por Víctor Abel García Ortiz, produciéndose un
accidente(choque) entre dichos vehículos, el día 18 de enero del 2018,
en la carretera Panamericana Norte Puente “Héroes del Cenepa”, el
vehículo de placa de rodaje D7D-541 circulaba con dos pasajeros a
bordo de sexo masculino FRANCISCO VALENCIA MARCHENA Y ANDRES
ALBERCA YANGUA (ex conviviente de la accionante), los mismos que fallecieron
instantáneamente a consecuencia del accidente de tránsito, habiéndose
señalado los siguientes datos:
a. Clase de accidente: choque frontal excéntrico derecho y volcadura.
b. Lugar y jurisdicción: Carretera panamericana norte KM 253.1 (ref. Pte.
Héroes del Cenepa II) CPNP Andrés Araujo Moran.
c. Fecha y hora del accidente: 18 de enero del 2018, 04:10 horas
d. Personal PNP Interviniente: S1. PNP José Carlos María Quispe Cortez.
e. Fiscal a cargo: 2da FPPC-Tumbes
f. Consecuencia: Fatal (muerte) y daños.
(véase informe policial Nº 003-2018-REGPOL-T/DIVPOS-DEPTRA-UPIAT, de fecha 19 de enero del 2018, obrante
de fojas 6 a 20).
lesiones en mano izquierda sugerente a lesiones producidas cuando las manos manipulan el timón del vehículo y
la bolsa de aire se abre ante un impacto, además presenta una tumefacción en región media clavicular izquierda
sugerente a la posición del cinturón de seguridad del conductor, asimismo, el cinturón va de lado izquierdo a
derecha hacia abajo, entonces, se espera presente lesiones en esa dirección), ENTONCES DIGO SI ES
CORRECTO AFIRMAR QUE LA LESIÓN EN LA CLAVÍCULA IZQUIERDA DEL
PERITADO VÍCTOR ABEL GARCÍA ORTIZ ES COMPATIBLE CON LA PRESIÓN
QUE HACE EL CINTURÓN DE SEGURIDAD DEL CONDUCTOR (si es compatible). De
lo que se concluye, con meridiana claridad que era el codemandado García
Ortiz quien conducía el vehículo de placa de rodaje EPC-834, además,
porque el codemandado no ha cuestionado ninguna de las documentales
ofrecidas por la parte actora, por tanto gozan de eficacia probatoria para
resolver la presente Litis.
Por lo que el análisis de los hechos se hace con la valoración directa de las
pruebas aportadas a la presente litis.
2.10. DÉCIMO.- La responsabilidad civil extracontractual, reclamada por la demandante,
es la institución jurídica por la cual el causante del daño, que actúa con dolo o
culpa, está obligado a indemnizar a la víctima, de conformidad con el artículo 1970
del Código Civil; y se configura cuando hay riesgo introducido en la sociedad
(responsabilidad objetiva), daño y relación de causalidad.
2.11. DÉCIMO PRIMERO.- En el caso de autos, y según los hechos probados en los
considerandos precedentes, se reitera, una vez más, que quien fuera conviviente
de la accionante viajaba como pasajero en el vehículo de placa de rodaje D7D-541
de sur a norte, en la carretera panamericana norte, puente “héroes del cenepa”
km 253.1 (referencia: altura del Senati) y de norte a sur circulaba el vehículo de
placa de rodaje EPC-834 (de propiedad del Ministerio del Interior), el mismo que
era conducido por el codemandado Víctor Abel García Ortiz; producto del impacto
frontal, el ex conviviente de la accionante fallece instantáneamente, en cambio,
los pasajeros del vehículo de placa de rodaje EPC-834 resultaron con lesiones.
También está probado que el accidente de tránsito se produce por la invasión
total del carril contrario de circulación por parte del vehículo con placa de rodaje
EPC-834, interponiendo en su eje de marcha del vehículo con placa de rodaje D7D-
541 en el carril este de circulación, dejando de lado el principio de seguridad y el
manejo a la defensiva que todo conductor debe tener al ser usuario de la vía. Todo
ello queda corroborado con lo expuesto en el informe 003-2018-REGPOL-
T/DIVPOS-DEPTRA-UPIAT, de fecha 19 de enero del 2018, donde se señala como
factor contributivo “la acción inadecuada del conductor de la UT-1 al invadir el carril contrario de circulación
interponiéndose en su eje en marcha de la UT-2, pese a tener su campo visual bueno en amplitud y profundidad por la
configuración recta de la vía” y como factor contributivo “la falta de cuidado y prevención del conductor de
la UT-1 al no valorar los riesgos presentes en la vía (presencia de los vehículos en sentido contrario y el puente), la velocidad
no adecuada de la UT-1 para las circunstancias del lugar y momento, manteniendo su unidad en contante aceleración e
impactar a la misma velocidad a la que circulaba”. En consecuencia, ese hecho fáctico encuadra
dentro de lo señalado en el artículo 135 del Decreto Supremo 016-2009-MTC que
señala lo siguiente “en calzadas de dos carriles con tránsito en doble sentido, los vehículos deben circular por el
carril de la derecha (…), en las vías, los vehículos deben circular dentro de las líneas de carril, utilizadas para separar la
circulación en la misma dirección, salvo cuando realicen maniobras para adelantar o cambiar de dirección”, lo que
implica decir que tratándose de dos unidades vehiculares involucradas, entonces
se aplica al caso concreto la teoría del riesgo prevista por el artículo 1970° del
Código Civil, es decir, no se trata de dilucidar si la parte demandada actuó con
dolo o culpa en el evento dañoso, sino que lo que se toma en cuenta es el riesgo
que se introduce a la sociedad, justamente por conducir un bien peligroso
(vehículo).
2.12. DÉCIMO SEGUNDO.- Así también, está acreditada la existencia del nexo causal,
toda vez que como consecuencia de la acción inadecuada del conductor del
vehículo de placa de rodaje EPC-834 al invadir el carril contrario de circulación
interponiéndose en su eje de marcha del otro vehículo, pese a tener su campo
visual bueno en amplitud y profundidad por la configuración recta de la vía, ha
ocasionado la muerte instantánea del que fuera conviviente de la parte
accionante, además, se toma en cuenta que el codemandado Ministerio del
Interior se encuentra rebelde y el otro codemandado Víctor Abel García Ortiz con
su escrito de contestación de demanda (fojas 110 y siguientes) no ha cuestionado
la inexistencia del nexo causal antes referido.
2.13. DÉCIMO TERCERO.- Ahora bien, para liquidar los daños, debe recordarse que en el
ámbito de la responsabilidad civil rige el principio de “minoración de daños”,
basado en la prohibición del abuso del derecho, previsto en el artículo II del Título
Preliminar del Código Civil; por tanto la víctima del ilícito está obligada a realizar
todos los actos y gastos necesarios para aminorar los daños; y un ejemplo
permitirá aclarar esta cuestión: si una persona sufre un atropello, con la
consiguiente fuga del chofer, causante del atropello, entonces el sentido común
indica que la víctima debe usar su teléfono celular para recibir atención médica
pronta, por lo que el dañado debe invertir en su propia salud para disminuir los
daños, pues no sería admisible que este se quedase sentado en la vereda
esperando que el chofer regrese a auxiliarlo, pues “no tiene porqué pagar o
invertir en disminuir su daño”, pues no es el causante del accidente.
Pues bien, en el caso concreto, aplica el principio antes mencionado solo para el
daño emergente y lucro cesante pretendido, no para el daño moral por tratarse de
un tipo de daño no cuantificable monetariamente, sino que debe de ser fijado, en
caso corresponda, con criterios de razonabilidad y equidad.
2.14. DÉCIMO CUARTO.- Luego, si el daño fue a título de “riesgo introducido en la
sociedad” – responsabilidad objetiva, es menester preguntarnos lo siguiente:
¿QUÉ TIPOS DE DAÑOS HAN SIDO ACREDITADOS POR LA
PARTE ACCIONANTE A EFECTO DE QUE ESTA JUDICATURA
ORDENE SU PAGO?
2.15. DÉCIMO QUINTO.- La parte demandante solicita que le indemnicen la suma de S/.
1’601,210.00 (Un millón seiscientos un mil con doscientos diez soles) correspondiendo el monto de
daño emergente S/ 3,210.00, lucro cesante por la suma de S/. 1’248,000.00 y por
daño extramatrimonial la suma de S/. 200,000.00.
Al respecto, este extremo del escrito de demanda se desestima, en atención a que
si bien es cierto está probado el daño emergente con la boleta de la funeraria D’
Roque obrante a fojas 37, cierto es también que tratándose de una convivencia, la
parte demandante debió adjuntar con su escrito de demanda la sentencia
consentida y debidamente inscrita del reconocimiento judicial de convivencia o en
todo caso el instrumento público notarial de reconocimiento de convivencia, con
la finalidad de acreditar que la actora cuenta con legitimidad para obrar para
poder reclamar judicialmente los conceptos indemnizatorios antes referidos. En
consecuencia, al obrar en autos una simple constancia de convivencia y de hechos
marital de fecha 18 de diciembre del 2018 obrante a fojas 33 expedida por el juez
de paz de única nominación del centro poblado Pampa Grande, Tumbes, dicha
documental es sumamente insuficiente para acreditar que la actora cuenta con
legitimidad para obrar para reclamar los conceptos antes mencionados.
2.16. DECIMO SEXTO.- Respecto al daño moral que han sufrido sus menores hijos, que
vienen a estar representados en juicio por su madre, la accionante, en mérito a la
protocolización de sucesión intestada obrante a fojas 45 – 46, se señala en el
escrito de demanda lo siguiente “se trata del dolor, afectación y sufrimiento que están padeciendo como
consecuencia del fallecimiento de su papá Andrés Alberca Yangua, lo que agudiza el sufrimiento de mi hijo que está
delicado de salud”, “sabido es que mis hijos jamás volverán a su vida normal y jamás mi ex conviviente volverá a estar con
nuestros hijos, éramos felices, mi ex conviviente era útil para nuestros hijos, para nuestra familia, para la sociedad” (fojas
82 – 83 del escrito de demanda). Al respecto, en palabras sencillas para esta Judicatura daño
moral lo constituye el sufrimiento o dolor de la persona, y que en buena cuenta se
indemniza cuando existe consecuencia directa de la afectación de intereses
personales (ejemplo: mutilación del afectado, desfiguración, entre otros), o bienes de la personalidad,
tales como el honor, buena reputación, imagen, estado normal de sosiego, entre
otros; pero no cuando el interés afectado es solo patrimonial.
Al respecto, los hijos de la accionante a la fecha del fatídico accidente, esto es, al
18 de enero del 2018, contaban con 5 años y 11 años de edad (aproximadamente) –
véase actas certificadas de nacimiento obrante a fojas 38 – 39, y el fatídico
accidente produjo la muerte instantánea del que fuera conviviente de la
accionante, por lo que esta Judicatura pregunta ¿cómo explicarle a un niño de 5 y
11 años de edad que su padre ya nunca más volverá a casa?, yendo un poco más
allá, a los 5 años de edad a los menores se le es muy difícil entender que todas las
personas y todos los seres vivos acaban muriendo, a diferencia de un niño de 11
años de edad; ¿fueron los hijos de la accionante al velorio, sepelio y entierro de su
padre?; es decir, es lógico pensar que los hijos menores de la accionante han sido
testigo del dolor, tristeza y sufrimiento de su madre, ellos también han sufrido y
sentido dolor por tan repentina pérdida; y si bien es cierto llorar es una reacción
natural ante el dolor emocional y la pérdida de un familiar directo (padre), cierto
es también que esta Judicatura no puede pasar por alto el hecho concreto de que
el vínculo paterno – filial del que fuera el conviviente de la actora con sus menores
hijos ha sido destruido de un momento a otro por la conducta irregular de los
codemandados, perdiendo toda posibilidad de acumular en la memoria
muchísimos recuerdos de familia, como por ejemplo día del padre, día de la
madre, día del niño, navidad, semana santa, año nuevo, vacaciones en familia,
entre otras festividades; con el añadido que la aflicción se acrecienta aún más para
uno de los hijos de la actora (Edinson Alberca Vicente), en el entendido que a pesar de
internalizar que padece de cáncer, ahora tiene que entender que su padre ha
perdido la vida en un accidente de tránsito y jamás regresará a casa.
2.17. DÉCIMO SÉTIMO.- En consecuencia, si se ha postulado por daño moral la suma de
S/. 50,000.00 (cincuenta mil soles para cada hijo), esta Judicatura la estima en el monto total
postulado, en atención a que se ha roto de un momento a otro el vínculo paterno
– filial de un momento a otro, dejando en la orfandad a dos menores de edad, que
a la fecha del accidente fatal contaban con 5 y 11 años de edad aproximadamente,
y uno de ellos padece de cáncer.
2.18. DÉCIMO OCTAVO.- La tutela indemnizatoria exige acreditar daños reales y ciertos,
pero no cabe conceder resarcimiento por daños no probados, supuestos,
hipotéticos, o simplemente inventados, pues ello significaría enriquecer
ilegítimamente a una parte, lo que no es correcto.
2.19. DÉCIMO NOVENO.- Asimismo, es oportuno agregar que los montos
indemnizatorios antes señalados no tiene por objeto restablecer un valor
económico menoscabado, sino ofrece una satisfacción al demandante, quien se ha
visto afectado por el lucro cesante y daño moral acreditado; considerándose,
además, que hasta el momento el dinero es el único medio capaz y parámetro
comúnmente aceptado para establecer montos indemnizatorios, que solamente
compensa el daño causado, nunca lo repara, y finalmente, esta Judicatura ha
considerado la condición económica de los responsables (Ministerio del Interior).
2.20. VIGÉSIMO.- En consecuencia, en el caso concreto se presentan todos los
elementos constitutivos de la responsabilidad civil por daño moral: el daño mismo,
factor de atribución (“riesgo introducido en la sociedad”) y relación de causalidad;
por tanto, los emplazados están obligados a indemnizar el daño producido, de
conformidad con los artículos 1970º y 1985º del Código Civil, por el monto de cien
mil soles (S/. 100,000.00) por daño moral.
2.21. VIGÉSIMO PRIMERO.- Adicionalmente a todo lo expuesto, la parte codemandada
Víctor Abel García Ortiz en su escrito de contestación de demanda ha expuesto
diversos hechos que deben de ser respondidos por esta Judicatura para mantener
incólumes los principios de congruencia e igualdad procesal, por lo que se los
refuto uno a uno.
En primer lugar se dice “que por los hechos materia de la presente acción ya se le condenó a una pena efectiva
y al pago de una reparación civil a favor del agraviado, consiguientemente no se le puede sancionar dos veces por los
mismos hechos” (fojas 111). Al respecto, el proceso penal por homicidio culposo y
lesiones y la presente acción civil indemnizatoria persiguen dos finalidades
totalmente diferentes, por el contrario, la indemnización por daños y perjuicios y
la reparación civil en la vía penal, en puridad, persiguen el mismo objetivo, resarcir
a quien ha sido sujeto del daño, empero, nuestra legislación en este ámbito ha
optado por el sistema de la reparación integral, la cual busca el resarcimiento o la
indemnización de todos los daños sufridos por la víctima. En el caso concreto, y
revisada la sentencia penal obrante a fojas 47 y siguientes, específicamente a fojas
68, se advierte que la accionante no se ha constituido en actor civil, además, dicho
órgano jurisdiccional dejó sentado que los montos peticionados a su criterio
resultan manifiestamente diminutos, no obstante no puede disponerse una
reparación civil superior a la peticionada por el Ministerio Público; dicho de otra
manera, en abstracto habría impedimento legal para solicitar en la vía civil tutela
indemnizatoria (artículo 12 inciso 1. del nuevo Código Procesal Penal), sin embargo, en concreto,
esta Judicatura considera que dicho impedimento se diluye porque, en dicha
sentencia penal se advierte que el monto por reparación civil ha resultado muy
exiguo y diminuto y no se ha determinado el quantum indemnizatorio siguientes
los parámetros que exige la institución jurídica de la responsabilidad civil; incluso
la Corte Suprema de Justicia con criterio de justicia ha abierto esta posibilidad,
incluso en los casos en que la parte agraviada se haya constituido el actor civil.
2.25. VIGÉSIMO QUINTO.- Dentro de este contexto, esta Judicatura indica que siempre
el Juez es el director y conductor del proceso, desde la presentación de la
demanda ante el centro de distribución general de toda CSJ hasta su culminación,
por tanto, se le brinda a través del Legislativo no solo una gama de derechos y
deberes, sino también amplias facultades para el cumplimiento cabal de su
función de administrar justicia a través de sus sentencias, concretizándose los
fines del proceso y los más altos postulados y valores señalados por la Carta
Magna.
2.26. VIGÉSIMO SEXTO.- Dentro de esa gama de deberes del juez como director del
proceso, se tiene al principio de congruencia, regulado en el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, que en palabras sencillas significa que el juez
no debe de soslayar el thema decidendum propuesto por las partes procesales,
debiéndose pronunciar solo sobre las pretensiones expuestas en los escritos
postulatorios; de lo contrario, se hablaría de sentencias extra petita, ultra petita y
cifra petita.
2.27. VIGÉSIMO SÉTIMO.- No obstante, para esta Judicatura el principio de congruencia
procesal sucumbe ante el principio de interés superior del niño, toda vez que
como consecuencia del fatídico accidente de tránsito ocasionado por un vehículo
de la Policía Nacional del Perú de propiedad del Ministerio de Interior terminó la
vida de un padre de familia, quien deja en orfandad a un menor de edad de 11
años aproximadamente a la fecha de los hechos (ahora con 15 años), quien padece de
cáncer (véase fojas 41 – 42), además porque la propia Constitución señala en su artículo
4 que la comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, a
la madre y al anciano en situación de abandono. También protegen a la familia y
promueven el matrimonio. Reconocen a estos últimos como institutos naturales y
fundamentales de la sociedad.
2.28. VIGÉSIMO OCTAVO.- Dicho de otra manera, ha sido el propio Estado, esto es, ha
sido el Ministerio del Interior, quien producto del accidente de tránsito que
provocó, ha dejado desprotegido a este menor de edad, que padece de cáncer, sin
la presencia física de su padre, quien era el soporte económico del hogar, con el
añadido que según declaración expresa de la accionante, la última atención y/o
evaluación de la salud del menor de edad antes referido ha sucedido en el mes de
julio del 2018; después de esa fecha ya no ha podido viajar a Lima para su
tratamiento oncológico, a razón de que la parte demandante no cuenta con los
recursos económicos suficiente (fojas 79). Por tanto, siendo que el interés superior
del niño es un principio transversal a todas las áreas del Derecho, que facilita
flexibilizar el principio de congruencia procesal y bajo una óptica de
constitucionalización del Derecho Civil, esta Judicatura deberá ordenar que sea el
Ministerio del Interior quien se encargue, a través de los órganos
correspondientes, del tratamiento oncológico completo e integral del menor de
edad Edinson Alberca Vicente, debiéndole otorgar a la madre todas las facilidades
para que dicho niño, hoy jovencito, pueda asistir regularmente a sus controles y/o
tratamientos, debiéndose rendir cuenta ante esta Judicatura del cumplimiento fiel
de este mandato (a pesar de no haber sido pretendido de manera expresa).
2.29. VIGÉSIMO NOVENO.- Sobre lo argumentado en los párrafos precedentes, es
menester señalar que la concepción del derecho como un sistema normativo
cerrado hizo crisis a comienzos del siglo XX. Se desvaneció la imagen del Juez
como el mero aplicador lógico – mecánico (neural y apolítico) del derecho, que se
limitaba a subsumir casos bajo normas o premisas normativas. Con esta crisis
epistemológica – jurídica vino a ocupar un lugar central en la filosofía del derecho
el tema del razonamiento jurídico, y especialmente el de la función judicial.
En ese orden de ideas, esta Judicatura razona de la siguiente manera: No es
verdad que el Derecho sea sólo un instrumento de seguridad. Es también un
medio para intentar que la convivencia humana o la coexistencia en el mundo se
produzca de acuerdo con unos ideales y con unos valores, que se realice el ideal
de lo justo y que el Estado proteja de veras a los niños, adolescentes y en general a
la familia, aspectos estos que han sido quebrantados por el negligente accionar
del Ministerio del Interior, dueño del vehículo que generó el fatídico accidente con
desenlace mortal.