Aproximaciones A Los Estudios Literarios
Aproximaciones A Los Estudios Literarios
Aproximaciones A Los Estudios Literarios
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N. º 74, julio-diciembre de 2018
Departamento de Lingüística y Literatura
Universidad de Antioquia
Facultad de Comunicaciones Medellín, Colombia
* Las ideas y conceptos expuestos en los artículos son responsabilidad exclusiva de los autores.
* Los originales publicados en las ediciones impresa y electrónica de esta publicación son propiedad de la
revista Lingüística y Literatura, Facultad de Comunicaciones, Universidad de Antioquia. Es obligatorio,
por lo tanto, citar la procedencia en cualquier reproducción parcial o total.
PERFIL
EDITORIAL
Ficciones académicas
Selnich Vivas Hurtado 11-12
PRESENTACIÓN
Aproximaciones a los estudios literarios y sus categorías
de investigación
Daniel Gutiérrez Trápaga
Universidad Nacional Autónoma de México 13-17
ARTÍCULOS
ENTREVISTA
8
RESEÑAS
9
EDITORIAL
Ficciones académicas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
11 N.º 74, 2018, 11-12
SELNICH VIVAS HURTADO
voces y las lenguas del futuro. Y al texto de hoy con los vocablos de ayer. Hay en
la crítica necesidad vitalista por aclarar e interrogar conceptos y problemas como si
estos fueran el mensaje secreto de la botella arrojada al mar. El concepto se vuelve
personaje de las investigaciones; sus características y acciones, las numerosas dei-
niciones que han encontrado en las fuentes y en los estudios secundarios. El narrar
del texto crítico se acelera y desacelera con deiniciones, repeticiones, ejemplos. Allí
donde otros verían detenimiento de la acción, o inacción, hay en verdad muchos
actores, movimientos perpetuos.
Los estudios literarios, al igual que otras ciencias, se reinventan constantemen-
te, porque son sueños del lenguaje. En el recurrir a tradiciones antiguas y formular
nuevas tradiciones, las ciencias literarias se aventuran por caminos zigzagueantes del
mundo onírico. Citar es dar la palabra a quienes nos apoyan, aunque ya fallecieron
o viven solo dentro de la icción, o a aquellos con quienes no estamos de acuerdo,
aunque jamás hemos conocido. Esta es otra forma del diálogo escénico. Habla tú,
luego hablo yo, luego habla ella, luego, más tarde, ella y tú discuten, yo escucho,
espero el momento de disentir, de asentir, de admirar, de celebrar. Al inal, somos
muchas voces que se tejen para dar forma a un argumento, a una cadena de ejemplos
y suscitaciones.
El texto crítico es una provocación, una invitación a seguir platicando. No se
trata de saber quién tiene la razón; más bien, de convivir, aunque no tengamos la
razón, aunque no estemos de acuerdo.
Selnich Vivas Hurtado
Editor – Director
Lingüística y literatura
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 11-12 12
PRESENTACIÓN
Aproximaciones a los estudios literarios
y sus categorías de investigación
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
13 N.º 74, 2018, 13-17
Para este número, resultó de interés tomar en cuenta que muchas de las categorías
utilizadas por los investigadores son compartidas con otros ámbitos de estudio, ya
sea literaturas en otras lenguas o bien otras disciplinas, como la historia, la ilosofía,
la estética, la sociología o la psicología, por señalar algunas de las más obvias. A
menudo los estudios literarios han incorporado categorías de estas disciplinas o de
otras lenguas. Luego, muchas categorías no se concibieron ex profeso para la inves-
tigación de la literatura hispánica. Este hecho implica tener una visión más amplia y
compleja del campo de estudio, pero también a problemas teóricos y taxonómicos
al utilizarlas en un ámbito nuevo.
La idea de este volumen partió, inicialmente, de las relexiones surgidas de la
materia «Seminario de Investigación (Literatura)» del último año de la Licenciatura
en Lengua y Literaturas Hispánicas de la UNAM, asignatura destinada a preparar
a los alumnos para la elaboración de la tesis de in de grado. Dos textos utilizados
en dicho contexto fueron fundamentales. El primero es el artículo del hispanista
Alan Deyermond, «De las categorías de las letras: problemas de género, autor y
título en la literatura medieval española». En dicho trabajo, el hispanomedievalista
británico expuso la necesidad de investigar y utilizar de manera cuidadosa una serie
de categorías básicas del análisis literario para el estudio de textos medievales: oral/
escrito, género literario, título, autor, obra. Deyermond señala los retos y diicultades
que todo investigador del período medieval debe tomar en cuenta al emplear estas
categorías y sus implicaciones metodológicas. El segundo texto se trata del capítulo
de David Perkins «Literary Classiications: How Have They Been Made?», donde
se examinan las categorías empleadas por la disciplina de la historia de la literatura
y señalan algunos los principales factores tras las clasiicaciones: la tradición, los
intereses ideológicos, los requisitos estéticos del género, ainidades y disputas entre
autores contemporáneos, las observaciones de los académicos y su relación con las
políticas de poder institucional (Perkins, 1993, p. 69). El problema de las categorías
no puede ser reducido a un tema puramente intelectual y debe tomar en cuenta otros
factores del campo literario, incluyendo relaciones y estructuras de poder.
Este número reúne diez trabajos, ocho artículos de investigación, una entrevista y
dos reseñas. Ellos examinan las categorías generales de investigación en la literatura
en distintos textos, contextos y períodos, desde la literatura medieval hasta la literatura
mexicana contemporánea y las literaturas del Gran Caribe, a partir de proyectos de
investigación recientes. Los trabajos reunidos discuten categorías de periodización,
como «Renacimiento» y «generación»; genológicas; estructurales como «motivo»;
temáticas «mirada»; ilosóicas y estéticas, como «sublime», «metáfora» y «estilo».
Así, se espera que el monográico resulte de utilidad a los lectores especializados
y también a los que se inician en los estudios literarios, al no estar limitado a un
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 13-17 14
Presentación
tema, autor, género o período. Además, varios trabajos aquí reunidos enfatizan la
perspectiva de la literatura comparada y el diálogo con otras disciplinas, mostrando
la necesidad de concebir la investigación de manera amplia.
El número abre con el trabajo de Hugo Enrique del Castillo de la Universidad
Nacional Autónoma de México, quien examina la categoría de «estilo» en los estudios
literarios. El artículo revisa distintas deiniciones que han entendido esta categoría
según varias perspectivas teóricas enfocadas en el autor, el lector o la información
cuantitativa, en autores tan diversos como Spitzer, Amado y Dámaso Alonso, Ullman,
Valery, Fish y Rifaterre. Las transformaciones de esta categoría no han invalido su
uso en los estudios literarios, sino que le han permitido conservar su relevancia para
la investigación literaria.
El resto del número se encuentra ordenado en orden cronológico. El artículo
de Rachel Peled Cuartas de la Universidad de Alcalá de Henares analiza la mirada
como una categoría analítica para explorar la literatura medieval de la Península
Ibérica en tres de sus ramas: romance, hebreo y árabe. Su trabajo recorre textos
amorosos bajo la perspectiva de los motivos, tópicos y el léxico asociado al deseo
y la mirada. Al estar altamente codiicada, la mirada evoca signiicados convencio-
nales, vinculados al control masculino, pero también permitió en varias situaciones
donde los «personajes femeninos gozan de cierta posibilidad de invertir el control
en impotencia momentánea del hombre, negando el cortejo masculino y creando
situaciones irónicas».
El número contiene, además, dos trabajos sobre el género de icción más im-
portante del siglo XVI: los libros de caballerías castellanos. Ambos textos muestran
importantes aristas que aún quedan por investigar y la necesidad de contar con
categorías más precisas para estudiar la poética del género. El texto de Axayácatl
Campos y Gabriela Martin ofrece una revisión de las categorías y el léxico utilizado
para describir los textos breves de otros géneros presentes en distintos libros de ca-
ballerías. El problema genológico estudiado en ese trabajo parte de las técnicas y de
la metodología de investigación utilizadas en un proyecto de humanidades digitales
de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Catálogo de Textos Breves
(CATEBRE) de los libros de caballerías castellanos. Por su parte, Karla Xiomara
Luna Mariscal, de El Colegio de México, revisa el motivo como categoría para el
estudio del género. La autora señala que esta categoría ha sido fructífera en el ámbito
hispánico en las últimas décadas y permite conectar al género con el arte novelesco
medieval, como sucede en la investigación sobre narrativa francesa desde el siglo
XIX. El trabajo revisa, a partir de distintos estudios, las técnicas y metodologías de
investigación derivadas del uso del motivo como categoría de análisis y cómo éste
favorece estudios desde las perspectivas comparada y estructural.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
15 N.º 74, 2018, 13-17
El artículo de Rocío G. Sumillera, de la Universidad de Granada, se conecta cro-
nológicamente con los estudios anteriores. Su trabajo ofrece una visión comparada
sobre los principios y problemas detrás de las categorías de la periodización literaria.
Primero, la autora explora de manera general los postulados y las metodologías detrás
de estas categorías, enfatizando que éstas relejan luchas de poder de distinta índole:
«lingüísticas, nacionales, étnicas, de género y raza». Con este marco, el artículo se
centra en el estudio de la categoría de «Renacimiento» en el ámbito de los estudios
literarios, señalando la inluencia del ilólogo francés Jules Michelet para consolidar
su empleo. El trabajo revisa distintas críticas hechas a este concepto, así como a
una serie de categorías periodológicas vecinas, para señalar algunas ventajas de la
denominación «Edad Moderna».
El número 74 prosigue con el artículo de Elsa Treviño, enfocado en la noción
de generación como herramienta metodológica fundamental de la historia literaria
en el caso de textos contemporáneos. Este trabajo se enfoca en la categoría de ge-
neración en los estudios literarios mexicanos de las últimas décadas del siglo XX y
la actualidad, con énfasis en la llamada «generación del crack» y otros autores de la
misma nacionalidad nacidos en las décadas de los sesenta y setenta. Con este caso
como paradigma de estudio, la autora revisa los usos y límites de «generación» como
categoría analítica para demostrar su enorme utilidad en los estudios literarios, a la
vez que señalar los usos políticos e ideológicos de las clasiicaciones en generaciones.
Dos artículos allegados desde latitudes muy distintas, Rusia y El Caribe, com-
plementan este número 74 de la revista Lingüística y Literatura. Sus temas coinci-
dieron con las preocupaciones que su editor, Selnich Vivas Hurtado, y yo teníamos
en torno a la amplitud de los estudios literarios. El primero de ellos se concentra
en un asunto tan antiguo como popular en los estudios literarios: la metáfora. Su
autora, la profesora Tatiana Mukhortikova, nos hace un recuento de dos tradiciones
académicas, el formalismo ruso y las escuelas europeas y norteamericanas, que se
han ocupado de conceptualizar y explicar los fenómenos estéticos y cognitivos en
torno a la metáfora en las lenguas europeas. El último artículo de nuestra revista es
un aporte de la profesora Mónica María del Valle Idárraga. Su objeto de estudios es
el conjunto multifacético que integra la crítica de la literatura grancaribeña. Hasta
hace muy pocos años, tal vez medio siglo, no se conceptualizaba este fenómeno
de la cultura como un fenómeno especíico, pero hoy ya se cuenta con numerosos
críticos y pensadores que han logrado visibilizar la importancia de esta literatura.
Cierran este número una entrevista y dos reseñas. La entrevista de Franco Pesce
al académico chileno Sergio Rojas pone en diálogo la ilosofía y la literatura. Esta
conversación partió de la reciente publicación de Las obras y sus relatos III (2017)
del entrevistado. De manera amena, se revisan diversas categorías como lo sublime
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 13-17 16
Presentación
Referencias bibliográicas
1. Deyermond, A. (1994). De las categorías de las letras: problemas de género, autor y título en la
literatura medieval española. En M. I. Toro Pascua (Ed.), Actas del III Congreso de la Asociación
Hispánica de Literatura Medieval (Salamanca, 3 al 6 de octubre de 1989) (pp. 15–39). Salamanca:
Biblioteca Española del Siglo XV, Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana.
2. Perkins, D. (1993). Literary Classiications: How Have They Been Made? En Is Literary History
Possible? (pp. 61–84). Baltimore y Londres: Johns Hopkins University Press.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
17 N.º 74, 2018, 13-17
Artículos
EL ANÁLISIS DEL ESTILO LITERARIO:
UN ACERCAMIENTO DESDE LA RECEPCIÓN
Resumen: Este artículo retoma algunas de las principales líneas de estudio de la estilística
para mostrar, de forma general, las problemáticas más relevantes que han surgido al deinir el
objeto de estudio y el campo de análisis de esta disciplina. Después propone un acercamiento
al análisis estilístico basado en los postulados de Fish y Rifaterre, pero con plena conciencia
de que el objetivo y el territorio que se está dispuesto a abordar son lexibles y adaptables a
nuevos enfoques y circunstancias de análisis.
Palabras clave: estilo, estilística, teoría de la recepción, inmanentismo, poética.
Summary: This article takes up some of the main lines of the stylistics’ studies to show,
in a general way, the most relevant problems that have arisen when deining the object of
study and the ield of analysis of this discipline. Then, this work proposes an approach to
stylistic analysis based on the postulates of Fish and Rifaterre, but with full awareness that
the objective and the territory that it wishes to address are lexible and adaptable to new
approaches and analytical circumstances.
Key words: style, stylistic, reception theory, immanentism, poetics.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
21 N.º 74, 2018, 21-36
HUGO ENRIQUE DEL CASTILLO REYES
1. Introducción
E l estilo es una noción tan extendida como vaga y ambigua. Es de esas palabras
que sorpresivamente son utilizadas en innumerables ámbitos y que, a primera
instancia, tienen un signiicado compartido, por lo menos en un sentido suiciente
como para no cuestionarlo cuando se usa en una conversación o se lee en algún
artículo. Pero cuando se hace el centro del contenido de lo que se habla, se advierte
hasta dónde la noción de estilo abarca una serie de relexiones que se adentran en
discursos que parecen invariables, pero que de ninguna manera lo son.
Para comenzar desde un acercamiento general, puede pensarse en un ejemplo
común: al estar con un amigo, éste puede, sin más, decir de alguien que va por la
calle: «me gusta su estilo», pero ¿de qué se está hablando en realidad? ¿Es la forma
de vestir, actuar, moverse? ¿Es el conjunto de todo aquello? ¿Es un eufemismo para
referirse a todo lo que se contempla en conjunto, en este caso la persona misma? Una
lógica básica nos diría que si fuera sólo un elemento de lo observado sería mejor
nombrarlo y no opacar lo dicho con una noción vaga como la de estilo, pero parece
que en este punto hay que pensar, además de lo que se dice, en quién, cómo y por
qué lo dice. Un examen a nuestro interlocutor lo haría caer en cuenta de que tal vez
se reiera a una combinación especíica de características o a la persona misma toda,
o bien, tal vez la más común de las opciones, que utilizó aquella categoría sin tener
claro lo que designaba.
Es fácil trasladar este mismo ejemplo al terreno de la crítica: ¿qué designa es-
pecíicamente la categoría del estilo cuando la aplicamos a un autor o a una obra?
¿En qué aspecto comunicativo pervive esta noción? ¿En el autor, en la obra, en el
receptor? ¿En la tríada completa? Si, por ejemplo, diéramos exactamente el mismo
instrumental y la misma paleta de colores a dos pintores y les pidiéramos que pinta-
ran un mismo cuadro con la más precisa explicación acerca de lo que debe contener
¿podríamos atribuir por completo al estilo las diferencias entre los resultados inales?
De ser así ¿implica entonces el estilo la técnica y la intención del creador? ¿Radica
por completo en la obra? O bien ¿se concentra en la mente que logró deinir las
diferencias y las similitudes? Como puede verse, hay más preguntas que respuestas
y esto deja ver que el estilo, como concepto, puede caracterizarse por no ser deinible
en términos absolutos, sino que su conceptualización se precisa a partir del propósito
con el que quiera usarse. Y aunque uno no puede andar por la vida explicando qué
signiica cada palabra que se use antes de decirla o escribirla, en este caso, resultará
muy útil relexionar a partir de algunas propuestas del estudio del estilo y cómo se
ha intentado cristalizar en términos de lo literario.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 21-36 22
El análisis del estilo literario: un acercamiento desde la recepción
No es motivo de este breve estudio realizar una revisión histórica sobre las cuitas
de la noción de estilo ni de la estilística, la rama del conocimiento especializada
en estudiarlo. Hay dos justiicaciones para no hacerlo: la primera, ya se ha hecho;
pueden revisarse, por ejemplo, los títulos Idea de la estilística de Roberto Fernández
Retamar (1963) o Estilística, poética y semiótica literaria de Alicia Yllera (1973).
Ambos ofrecen un repaso de enfoques, autores y obras que desarrollaron los estudios
estilísticos, así como sus problemáticas. Además, estos autores son críticos con su
revisión y relexionan en torno a las ideas que exponen. La segunda razón estriba en
que, más allá de ver cómo se ha trabajado a lo largo de los siglos y los años, interesa
relexionar cómo puede trabajarse hoy en día, por tanto nos serviremos sólo de las
consideraciones que nos han parecido más útiles para dicha labor.1
La cuestión del estilo es, tal vez, de la que más fácil pueden hacerse genera-
lizaciones a partir de la intuición. Un lector puede tener una imagen general de la
forma de escribir de sus autores favoritos, decir que son ágiles, dinámicos, de una
enunciación discreta y eicaz; pero también se puede juzgar toda la obra de un autor
1 Dichas consideraciones abarcan un periodo que va de la segunda década del s. XX hasta inales de los años
setenta. Consideramos fundamentales las relexiones desarrolladas en este lapso para plantear las principales
problemáticas de la materia que se analiza. Para una revisión más detallada de las pautas estilísticas a lo largo
de la historia véase Bradford (1997).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
23 N.º 74, 2018, 21-36
HUGO ENRIQUE DEL CASTILLO REYES
a partir de una sola lectura al decir que es demasiado lento, pesado, que no llega a
ninguna parte. La estilística puede echar luz sobre lo que hay detrás de estos juicios
que parecen demasiado generales, pero que innegablemente surgen en la mente
del lector a partir de elementos que están dentro del texto y de la percepción de su
lectura. Por tanto, la estilística no es plenamente una herramienta inmanentista, ni
centrada directamente en la igura del autor, sino que encuentra su mejor aplicación
al tomar en cuenta la tríada de la comunicación completa: autor, texto y lector. Por
ello encontró ecos de buena acogida entre los teóricos de la recepción, de línea psi-
cologista o biográica, pero también entre estructuralistas y formalistas.
Cualquiera que se acerque a la revisión de los estudios estilísticos notará que su
comienzo está emparentado con llevar el análisis de la lengua más allá de la fun-
ción representativa, como lo hizo Bally hacia principios del siglo XX, y centrarse
en el análisis de las funciones apelativas y expresivas. Como él lo determinó, la
inalidad de la estilística: «etudie la valeur affective des faits du langage organisé,
et l’action réciproque des faits expressifs qui concourent à former le système des
moyens d’expression d’une langue»2 (1921, p. 1). Para Fernández Retamar la fun-
ción representativa es la que se ciñe estrictamente a la lógica, con el estudio de ésta
la gramática se da por bien servida, pero desatiende los otros dos niveles, por ello
este autor deine a la estilística como «el estudio de lo que haya de extralógico en el
lenguaje» (1963, p. 11-13), es decir, aquellas zonas a las que no llega la gramática,
aquellos niveles que representan las bondades que tiene la lengua para permitir
que el hombre se exprese de forma individual, pero además en los efectos que esta
coniguración puede provocar de forma afectiva.
Para llevar a cabo este in, apareció la llamada estilística idealista, que incluye
autores de la importancia de Spitzer y los Alonso (Amado y Dámaso). Para este
enfoque resulta relevante centrarse en un acercamiento intuitivo (Erlebnis) hacia la
obra para después crearse una hipótesis de los posibles efectos o estrategias que el
autor ejecutó y dejó plasmados en el texto y, una vez hecho esto, buscar los indicios
que puedan comprobar lo percibido al inicio.3 Aunque el propósito de estos análisis
puede variar, es necesario reconocer que algunos se centran en el autor como la
meta inal. Por ejemplo, Spitzer: «identiica el rasgo de estilo individual con una
manifestación personal del autor» (Yllera, 1979, p. 20). Al partir de la concepción
de que el texto es la coniguración de un modo de pensamiento, busca en éste el
relejo de una intuición creadora, pues cree, de cierta forma, que la psique del autor
2 «estudia el valor afectivo de los hechos del lenguaje organizado, y la acción recíproca de los hechos expresivos
que contribuyen a formar el sistema de medios de expresión de una lengua».
3 Este modelo es una adaptación del método ilológico de Schleiermacher (Yllera, 1979, p. 20).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 21-36 24
El análisis del estilo literario: un acercamiento desde la recepción
está contenida en el material discursivo.4 En esta línea, Amado Alonso asevera que
en la frase existe una referencia intencional al objeto, pero también: «da a entender
o sugiere otras cosas, y, ante todo, la viva y compleja realidad psíquica de donde
sale» (1969, p. 80).5 Aunque esto pueda airmarse por una simple inferencia lógica, es
prácticamente imposible demostrarlo, mas no por ello deja de ser enriquecedor este
acercamiento. Sin embargo, lo asumido o dado por sentado bajo este método cae en
un subjetivismo que ya ha sido criticado por distintos autores. Ullman airma sobre
esta cuestión que «el crítico debe tener en cuenta constantemente que los intentos
para acceder a la personalidad de un autor a través de su lenguaje, interesará a la
estilística solamente si pueden arrojar luz sobre las cualidades estéticas del texto»
(1978, p. 71). Para Spitzer, por ejemplo, a toda excitación psíquica apartada de los
hábitos normales de la mente humana le corresponde un desvío del uso normal en
el lenguaje, la reconstrucción de esas particularidades es la que se vuelve estudio
de la estilística (1931, p. 91). En resumidas cuentas, el análisis estilístico para esta
perspectiva parece tener como inalidad rescatar, reconstruir o describir las formas
del pensamiento de cierto autor, lo cual hace del texto una herramienta que brinda
un conjunto de pistas para acercarnos a los modos cognitivos en que los autores
existen o existieron.
Por otro lado, el estilo también ha sido trabajado desde las perspectivas más
puramente inmanentistas. De esta forma el interés se recorre al segundo elemento
de la tríada comunicativa: la obra. En estos casos suele dejarse de lado tanto al
autor, como al lector y los contextos de ambos. Esto provoca centrarse en el texto
entendiéndolo como el único elemento ijo que es perenne, inmortal y, por tanto,
recipiente de todos los efectos y estructuras que lo coniguran como obra de arte.
Por ejemplo, Yllera indica que para Dámaso Alonso
la estilística es indagación sincrónica —ajena a la historia— porque es análisis de la
obra, que es eterna. Es el tercer tipo de conocimiento poético (superior al conocimiento
del lector —conocimiento insustituible, destinado al goce estético de la obra mediante
su intuición— o al del crítico —conocimiento encaminado a la valoración de la obra—,
4 Yllera expone cómo para Barthes el estilo es «no sólo las peculiaridades de un autor, su yo irreductible, su genio
personal como en el Romanticismo, sino las peculiaridades más íntimas del escritor, muchas de las cuales sólo
pueden captarse a nivel del subconsciente» (1979, p. 149).
5 Este supuesto es muy relevante para los estudios psicoanalíticos posteriores: «Si el estilo es manifestación de lo
individual, el deseo de comprender un estilo puede confundirse —en el doble sentido de la palabra— con el de
comprender un individuo; y la técnica psicoanalítica, que fascinó a creadores y críticos al ofrecer la posibilidad
de descubrir símbolos que iluminaran el alma del escritor, no podía menos que tentar a un investigador de las
letras» (Fernández Retamar, 1963, p. 100).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
25 N.º 74, 2018, 21-36
HUGO ENRIQUE DEL CASTILLO REYES
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 21-36 26
El análisis del estilo literario: un acercamiento desde la recepción
7 Para el conocimiento especíico de otras perspectivas teóricas vinculadas al estudio del estilo véase Stockwell
y Whiteley (2014). No tratamos valoraciones teóricas de la estilística más recientes, como las de tendencia
posmoderna, puesto que estamos de acuerdo con Oancea en que «podemos observar una especie de hegemo-
nía suya, directa, por medio de la repetición de algunos de los temas fundamentales de la teoría estilística, y
también indirecta, por medio de las nuevas conexiones que la estilística realiza hoy» (2003, p. 126). Oancea
también airma que «observamos que el nuevo dispositivo cognitivo tiene de hecho como preocupación esencial
la antigua problemática del estilo y de la subjetividad y por eso, la estilística reairma, quizá más que nunca,
la fuerza interrogativa. En las épocas de triunfo del racionalismo cartesiano ha introducido las sombras y los
dilemas de otro tipo de conocimiento, todavía subversivo. Hoy asume los horizontes de este nuevo conocimien-
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
27 N.º 74, 2018, 21-36
HUGO ENRIQUE DEL CASTILLO REYES
to: relativista, no-acabado, lanzando puentes hacia un pasado en el que reencontramos, en tantas hipóstasis,
la intranquilidad del espíritu creador del hombre» (2003, p. 126). Por tanto, nos centramos en las principales
problemáticas estilísticas, a partir de las cuales se han formulado los acercamientos más recientes.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 21-36 28
El análisis del estilo literario: un acercamiento desde la recepción
Es relevante hacer énfasis en que el primer elemento que menciona Valéry está
plenamente ligado con el receptor, con el lector, pues pide buscar los efectos literarios
del lenguaje, efectos que aunque están conigurados por el autor en la obra, sólo se
perciben en el momento de la recepción. Esto se encuentra directamente relacionado
con la percepción que tiene del estilo Middleton: «Style consists in adding to a given
thought all the circumstances calculated to produce the whole effect that the thought
ought to produce»9 (1922, p.3). Y aunque esta deinición se centra en la construcción
del mensaje, contempla la búsqueda de un efecto y las circunstancias para lograrlo.
Middleton entiende la obra literaria no como un triunfo del lenguaje, sino como una
victoria sobre el lenguaje, apunta que el autor intenta que el lenguaje acarree más de
lo que puede soportar, con lo cual lleva a cabo una especie de «violencia exquisita»
sobre el discurso para encontrar la expresión precisa del contenido o el efecto que
quiere entregar, ese acto es el que determina al estilo.
De esta actividad parten los esfuerzos de los teóricos de la recepción para en-
contrar la forma en que el estilo puede tomar en cuenta la tarea del lector. Para este
punto se abordarán un par de artículos dedicados a ello. El primero publicado por
Rifaterre en 1960, «Criterios para el análisis del estilo». Rifaterre deine estilo lite-
rario como «toda forma escrita individual con intención literaria, es decir, el estilo
de un autor, o mejor, de una obra literaria aislada. Dicho de otro modo, de un texto o
8 «En resumen, el propósito del estudio del que hablamos sería aclarar y desarrollar la búsqueda de los efectos
literarios del lenguaje, el examen de los inventos expresivos y sugestivos que se han hecho para aumentar el
poder y la penetración del habla, y el de las restricciones que a veces se han impuesto para distinguir el lenguaje
de la icción del de uso, etc.».
9 «El estilo consiste en agregar a un pensamiento dado todas las circunstancias calculadas para producir el efecto
completo que aquel pensamiento debe producir».
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
29 N.º 74, 2018, 21-36
HUGO ENRIQUE DEL CASTILLO REYES
de una parte aislable del texto» (Rifaterre, 1989, p. 90). Poco tiempo después Rifa-
terre aclararía esta deinición y propondría ajustarla para referirse no a «toda forma
escrita», sino a «toda forma permanente», así no se reiere solamente a la manera en
que se preserva «físicamente» un texto mediante su escritura sino también, como él
mismo acota, a «la presencia en el texto de los caracteres formales que hacen que su
desciframiento, como en una partitura, sea controlado, constante, reconocible, pese
a las variaciones e incluso errores en la manera como lectores diversos “interpretan”
la partitura» (1989, p. 90). Además, declara necesario ver al texto literario como una
obra de arte y no simplemente como una mera secuencia verbal y para explicarlo
nuevamente utiliza un símil:
Me parece más sencillo entender por literatura toda escritura que tenga los caracteres de
un monumento, es decir, que se imponga a la atención por su forma […]. El estilo es una
puesta de relieve que impone ciertos elementos de la secuencia verbal a la atención del
lector, de manera que éste no los puede omitir sin mutilar el texto, y no puede descifrarles
sin encontrarlos signiicativos y característicos (Rifaterre,1989, p. 91).
Hasta este punto lo propuesto por Rifaterre es muy útil para encontrar la relevan-
cia del receptor en la percepción del estilo. Referirse a la secuencia verbal con un
relieve característico funciona bien para entender que el lector debe reconocer en ello
el sentido o el efecto que la obra le provoca o que incluso no le provoca a él, pero
que podría provocarle a otros lectores. Incluso en un punto Rifaterre menciona que
«el sentido, sea cual fuere el nivel de la lengua, queda alterado necesariamente en el
texto por lo que le precede y por lo que le sigue (efecto retroactivo)» (1989, p. 91).
Con lo cual se hace énfasis en el nivel «presente» de la lectura como una actividad
constante, a lo que se referirá Fish, como se verá más adelante.
Sin embargo, Rifaterre plantea una distinción entre «unidades de estilo» y un
«fondo contextual», es decir, en una misma obra pretende diferenciar entre frag-
mentos que conllevan un efecto preciso, por lo tanto portadores del estilo, y otros
que simplemente no pueden considerarse como parte de éste, que funcionan como
contexto. Esta certeza lo hace declarar que el autor es consciente de lo que hace pues
«está preocupado por la manera como quiere que su mensaje sea descodiicado». Y
más adelante airma: «Lo que se transmite al lector no es sólo su signiicado, sino
su propia actitud respecto al mensaje. El lector está obligado a comprender, natu-
ralmente, pero también a compartir las perspectivas del autor sobre lo importante y
no importante del mensaje» (1989, p. 93). Esta obligación declarada del lector, para
identiicar lo importante y no importante de la obra, complejiza las concepciones de
Rifaterre, y aunque se muestra consciente de la subjetividad que puede haber en ello,
continúa con la idea de que se deben crear estas distinciones para poder analizar el
hecho literario, de tal forma que puedan identiicarse «patrones estilísticos» con los
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 21-36 30
El análisis del estilo literario: un acercamiento desde la recepción
que cuenta la obra, aunque puedan interpretarse de forma diferente por los receptores.
Desde esta problemática encuentra útil relexionar acerca de cómo pueden existir
variaciones entre la estructura de codiicación del autor y la que utilizará el lector
para descodiicarlo, además de que esta brecha puede incrementarse conforme avanza
el tiempo: «se puede llegar incluso al punto en que no haya nada en común entre el
código al que remite el mensaje y el código utilizado por los lectores» (1989, p. 94).
La propuesta de Rifaterre es entonces extender el objetivo de la estilística hacia
la interacción que existe entre la permanencia y el cambio, es decir, combinar el
enfoque diacrónico y sincrónico, tomando en cuenta la dicotomía entre el codiicador
y el decodiicador: «Al estudiar estas combinaciones, tendremos la historia de la
supervivencia de los efectos pese a la desaparición gradual del código de referencia
para el que estaban previstos» (1989, p. 95). Sin embargo, llevar a cabo esta tarea
vuelve a enfrentar a la estilística con un medio subjetivo por el cual se acerca a los
«juicios» del lector, para ello Rifaterre explica que sin importar el juicio del lector
hay un estímulo que lo causa en el texto, así el comportamiento subjetivo y variable
del lector tiene una causa objetiva invariable en la obra. En eso estamos de acuerdo.
Encontrar esas estructuras invariables que abren la variabilidad de percepciones es
objeto de la estilística. Sin embargo, dudamos de la forma en que Rifaterre resuelve
esta problemática, pues su propuesta incluye el uso de informantes, grupos de lec-
tores a los cuales se les encuestará para obtener datos objetivos. A este conjunto
de informantes Rifaterre le llama archilector. La problemática que esto conlleva
vuelve a dejar el análisis del hecho literario en el de la estiloestadística, pues habría
que pensar en las normas para conformar una muestra representativa y combinar,
nuevamente, el estudio de un ámbito cualitativo, a partir de métodos cuantitativos.
Rifaterre aclara que el
empleo del archilector no es más que la primera etapa, heurística, del análisis, no elimina
naturalmente la interpretación y el juicio de valor de la etapa hermenéutica. Asegura
simplemente que tal interpretación se hará sobre el conjunto de los hechos pertinentes,
y no sobre un texto iltrado por la subjetividad del lector, o reducido a lo que en el texto
concuerde con su gusto, su ilosofía, o lo que él crea saber acerca del gusto, de la ilosofía
o de las intenciones del autor (1989, p. 100).
Queda sobre la mesa esta propuesta. Sin embargo, creemos que pueden verse
a los distintos críticos o lectores como parte de ese sistema de receptores. Así, la
historia de los efectos puede reconstruirse a partir de los estudios que pretenden
desentrañar la estructura del texto y los efectos que provoca ésta en los lectores, sin
necesidad de echar mano de las técnicas estadísticas para recabar datos. Estamos
de acuerdo con Rifaterre cuando airma que el objeto del análisis del estilo no es el
texto solamente sino «la ilusión que el texto crea en el espíritu del lector», la cual
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
31 N.º 74, 2018, 21-36
HUGO ENRIQUE DEL CASTILLO REYES
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 21-36 32
El análisis del estilo literario: un acercamiento desde la recepción
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
33 N.º 74, 2018, 21-36
HUGO ENRIQUE DEL CASTILLO REYES
Así, podemos decir que inalmente nuestra propuesta implica considerar todos
los elementos de la tríada de la comunicación como necesarios para poder llevar
a cabo un análisis responsable, es decir, sin menospreciar alguno y tomando en
cuenta al sistema completo. Entendemos que no se puede hacer énfasis en todos los
elementos, pero cada uno puede echar luz acerca de cómo y por qué se han estruc-
turado las estrategias estilísticas de las obras literarias. Las consideraciones hechas
por Rifaterre y Fish funcionan bien para entender cómo la construcción del discurso
estilístico se da gracias a la actividad lectora y cómo es parte fundamental para que
tanto las nociones de la codiicación autoral, así como las estructuras «ijas» de los
textos, puedan verse como nociones lexibles y cambiantes desde el horizonte de
cada lector. Proponer un método en términos de «pasos a seguir» es arriesgado y
poco útil, pues estamos de acuerdo en que cada obra pide una forma diferente de
análisis y las consideraciones vistas en este apartado nos parecen suicientes como
para poder partir de ellas y analizar de acuerdo a las características de las obras que
se quieran hacer el centro del discurso.
4. Conclusión
Como cualquier otro método para analizar obras expresivas, artísticas, en este
caso literarias, la estilística muestra una lectura, la del investigador o el crítico, el cual
busca recurrencias y diferencias en un discurso ijo, pero que permite una movilidad
cognitiva inconmensurable, desde la cual se entiende que hay una mente autoral que
codiicó ese territorio, pero que ha dejado de ser suyo. Y aunque luego esto resulte
esquemático o pareciera desvelar el misterio detrás de los métodos escriturales o
expresivos de un autor, una obra, o una época entera, no es más que una cala a partir
de una muestra, pero una cala muy enriquecedora en términos de que el lector del
investigador-crítico puede entender de forma detallada los medios a partir de los
cuales se llega a ese esquema o a esas conclusiones. Es una lectura que puede ser
compartida entonces de forma global, pero una lectura más, que logra replicar el
esquema de la comunicación en el que a su vez tendremos entonces:
No cambiamos el número (3) porque supone la misma persona que transforma
su experiencia lectora en un discurso autoral en segundo grado, pues es producto del
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 21-36 34
El análisis del estilo literario: un acercamiento desde la recepción
elemento (2), la obra literaria. La parte sustancial de este esquema es que el lector
(4) ha leído la obra literaria (2) y la obra crítica (5), en este punto podrá juzgar si
su horizonte de lectura, esos efectos que experimentó a partir de la descripción de
las estrategias estilísticas, coinciden o no con los que él observó o experimentó. De
ahí puede abrir su horizonte o reorientarse, pero sobre todo, enriquecer su lectura,
su propia experiencia y si así lo desea, contribuir también a continuar la historia de
los efectos que se va construyendo a partir de las estrategias estilísticas, al sentir
la necesidad de convertir esa experiencia lectora en un nuevo discurso secundario
(5), o bien, llevarlo al nivel terciario, en el cual analizaría las estrategias estilísticas
utilizadas por el Autor crítico/investigador (3), pues es innegable que las tiene y que
las usa también para crear efectos en su lector. Esto abre la posibilidad de observar
al esquema como un ejercicio ilimitado, de forma que apunta a un enriquecimiento
continuo, el cual, a inal de cuentas, es uno de los principales objetivos de los es-
tudios literarios.
Referencias bibliográicas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
35 N.º 74, 2018, 21-36
HUGO ENRIQUE DEL CASTILLO REYES
10. Spitzer, L. (1931). La interpretación lingüística de las obras literarias. En K. Vossler, L. Spitzer y
H. Hatzfeld, Introducción a la estilística romance (pp. 91-148). Buenos Aires: Col. De Estudios
Estilísticos.
11. Stockwell, P. y Whiteley, S. (2014). The Cambridge Handbook of Stylistics. Londres: Cambridge
University Press.
12. Ullmann, S. (1978). Signiicado y estilo. Madrid: Aguilar.
13. Valéry, P. (1938). Introduction à la poétique. Paris: Gallimard.
14. Yllera, Alicia (1979). Estilística, poética y semiótica literaria. Madrid: Alianza.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 21-36 36
MIRADAS: UNA CRONOLOGÍA DE REFLEJOS
ENTRE CUERPO Y ALMA EN UN DIÁLOGO
MULTICULTURAL CON LA LITERATURA HEBREA
DE LA PENÍNSULA IBÉRICA MEDIEVAL*
Abstract: The traditional poetic concept, according to which the power of female gaze
is described from masculine perspective, became a central pillar in the relationship between
men and women in the Middle Ages. Nonetheless, in its poetry we can ind a more powerful
female voice or even a complete reversal of the established social hierarchy and geneder roles.
Based on a new vision of the concept of medieval interculturality in the Iberian Peninsula this
article traces a poetic path which embraces four centuries (from the tenth to the fourteenth
centuries), highlighting the inluence of troubadour poetry and Arabic poetry of al-Ándalus
on Hebrew literature.
Keywords: gaze, Hebrew and Arabic love poetry, Courtly Love, female body, late
medieval Iberia.
* Este artículo se realizó en el marco del proyecto DHuMAR. Humanidades Digitales, Edad Media y Renacimiento.
1. Poesía 2. Traducción (MINECO, FFI2013-44286-P, bajo la dirección de Fernando Gómez Redondo y Carlos
Alvar de la Universidad de Alcalá de Henares.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
37 N.º 74, 2018, 37-55
RACHEL PELED CUARTAS
1. Introducción
Tanto la poesía del deseo árabe como la hebrea (shirat hajesheq )שירת החשקatri-
buían a la mirada un sentido erótico que marcaba las relaciones de poder y sumisión
entre hombres y mujeres. Se creaba así un juego con la jerarquía social dominante,3
que invertía el orden real de manera momentánea, presentando al objeto observado
femenino en posición de superioridad sobre su observador masculino. Es más, esta
inversión literaria de la situación de observación adquiría a veces un sentido ideo-
lógico y estético como detallaré brevemente (Rosen, 2006, p. 49).4
En la poesía del deseo, la mirada, junto con otros motivos, revelaba procesos de
masculinización de la mujer y feminización del hombre. En este sentido, se describía a
la mujer con una simbología fálica y al hombre, como hueco y penetrado; se percibía
a la amada como dura y sólida gracias a una serie de imágenes de materiales como el
1 Me baso en este capítulo en gran medida en las premisas teóricas de Ferrante y Goldin. Véase: Ferrante (1975,
pp. 1-13, 37- 127); Goldin (1967, pp. 1-106, 207-267) y (1975, pp. 3- 13).
2 Una perspectiva feminista para la relación entre el cuerpo y la mirada, véase: Dovev (1993, pp. 88- 105); Fisher
y Halley (1989).
3 Sobre la mujer y el mito de belleza como constituyentes de relaciones de poder, véase: Wolf (2004).
4 Las premisas de Cixous contribuyen al entendimiento del tema, aunque sea de modo indirecto (1976, pp.
875-893).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 37-55 38
Miradas: Una cronología de relejos entre cuerpo y alma en un diálogo multicultural con la literatura hebrea...
hierro, la piedra o el cristal, mientras que se hacía lo propio con el hombre por medio
de materiales líquidos, suaves y derretidos. La mujer era representada solamente por
su isionomía exterior, al tiempo que se hacía hincapié en el interior del hombre,
tanto en lo sentimental como en sus órganos: corazón, riñones, hígado, etc. Incluso
las lágrimas femeninas eran lágrimas de cristal, a diferencia de las masculinas, que
se mezclaban con sangre, colmando los sufridos órganos (Rosen, 2006, pp. 80-128).
Se representaba al amante como débil e impotente y a la mujer, como poderosa y
cruel. No obstante, era el hombre el que realmente dominaba la situación. Tanto en
la poesía del deseo como en el amor cortés, la sumisión masculina camulaba una
imposición sobre la mujer. El concepto tradicional que describía a la mujer desde un
punto de vista masculino la convertía en un lugar virtual, en ambos sentidos posibles
de la palabra: por su carácter verosímil y por sus «virtudes» (Rosen, 2006, pp. 77-82).
La mirada constituyó un doble relejo, del observador y de lo observado. De modo
parecido al escudo de Perseo (Rosen, 2006, p. 68), ésta permitía al poeta manipular
al personaje femenino a la vez que conirmaba nuevamente las virtudes poéticas del
hombre y, por medio de ellas, recalcaba su dominio tanto en el mundo intertextual
como en el contexto sociocultural.
La coniguración literaria del hombre amante, voyeur, cuya mirada y descripción
poética transformaba de la mujer en su objeto de deseo, se presentaba a sí mismo
como víctima de las miradas agresivas de ella. Incluso cuando ésta había tomado
una actitud activa, era el hombre quien aportaba sentido. Se establecía, de este modo,
una dicotomía entre agresor y víctima, así como una jerarquía de sumisión, que se
trazaba entre la mirada femenina y su receptor y observador masculino pareció. En su
libro, Rosen presenta un esquema y sus posibles inversiones en los poemas hebreos
de los siglos X-XIII, empezando por los poetas de al-Ándalus y llegando a Todros
Abulaia, poeta toledano de la primera mitad del siglo XIII (2006, pp. 44-88). Este
esquema describe una relación de aparente sumisión del amante herido por la mira-
da de su amada, aunque en realidad reairmase el poder masculino sobre la mujer.
La metáfora de las lechas que disparan los ojos de la amada aparece ya en la
poesía del deseo andalusí, llegando hasta el amor cortés (Spearing, 1993, p. 8). La
agresividad de la mirada iba dirigida al objeto observado, que se convertía en el sujeto
pasivo de la situación.5 Tanto los ojos del sujeto observador como los de la víctima
escudriñada se convertían en señales y canales (Spearing, 1993, p. 8, nota 27) y las
relaciones entre ambos quedaban vinculadas con cuestiones de poder e intimidad. La
inluencia de la poesía del deseo era perceptible en varios niveles textuales, tanto en
textos hebreos como en textos románicos, como veremos en la selección de ejemplos.
5 Spearing indica la base cientíica que menciona Platón en Timaeus y Theaetetus (1993, p. 10). Sobre la mirada
con fuerza fatal de la mujer, véase Burgel (1989).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
39 N.º 74, 2018, 37-55
RACHEL PELED CUARTAS
Melitsat Efer veDinah fue escrita a inales del siglo XIV por don Vidal Benbenist,
poeta y escritor judío de Zaragoza.6 Vidal era miembro del círculo literario llamado
el Grupo de Poetas del Reino de Aragón.7 Benbenist estaba relacionado con otros
judíos cortesanos que en aquel momento estaban muy expuestos a inluencias de
la sociedad y la cultura cristiana local, porque detentaban altos cargos en la corte
real o en los gobiernos locales, mientras que otros se convirtieron al cristianismo
durante su vida por diversas razones. De modo que se formó un mestizaje cultural,
fruto de los ideales culturales «declarados» de la élite judía, que seguían siendo los
del intelectualismo árabe y su literatura, por un lado, y el entorno romance.
La obra Melitsat Efer veDinah se divide en dos partes. La primera es una fábula
que narra la historia de Efer, un viejo rico, feo e inmoral. Durante el luto de su primera
y justa mujer, Meheteval, ve a una joven hermosa y virgen y desea casarse con ella.
Una vez logrado su objetivo, su vejez le impide consumar el matrimonio. Finalmen-
te, Efer toma una sobredosis de un afrodisíaco que le provoca una agónica muerte.
La segunda parte interpreta la historia amorosa como una alegoría del «amargo
destino del alma erudita, cuya mala suerte era morar en el cuerpo de una persona
desobediente a sus instrucciones morales y entregada a los placeres mundanos»
(Hus, 2003, p. 3). Al inal, el autor presenta sus conclusiones didáctico-morales y
anima a los lectores a buscar el amor divino y abandonar los valores mundanos. La
obra ofrece una doble lectura: una lectura supericial para el disfrute y deleite y una
segunda, más compleja e implícita, que revela los signiicados latentes del texto.
Tanto en Melitsat Efer veDinah como en el Libro de buen amor (Lba en adelante),
textos expuestos a la tradición andalusí de la poesía del deseo, la autoridad narradora
se expresa desde una perspectiva masculina. Vidal Benbenist se valió directamente
de sus antecedentes hebreos y, probablemente, también de la tradición árabe de
manera indirecta. Por su lado, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, se sirvió de la poesía
árabe, que aún resonaba en su época.
Tanto el Arcipreste, cuando observa a la primera dama noble, como Benbenist, en
el primer encuentro entre Efer y Dinah, utilizan metáforas cinegéticas para describir
el «cautiverio» masculino bajo el poder de la amada. De este modo escribe Juan
6 Sobre la cuestión de identidad del poeta, véase Hus (1988: 501- 517). Sobre su vida y su obra, véase: Sáenz-
Badillos (2009: 167-184); Vardi (1987); Targarona (2001: 61- 133); Targarona y Vardi (2009: 185- 243).
7 Sobre ese círculo literario, véase: Baer (1959: 269-270, 305-308); Hus (2003: 5-12); Sáenz- Badillos (2009:
167-184); Schirmann (1960: 592); Schirmann (1999: 580-654); Vardi (1996).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 37-55 40
Miradas: Una cronología de relejos entre cuerpo y alma en un diálogo multicultural con la literatura hebrea...
Ruiz: «Assí fue que un tienpo una doña me priso;/ de su amor non fui en ese tienpo
repiso» (Ruiz, 2003, p. 111, vv. 77ab). A primera vista, parece que el Arcipreste
otorga a la primera mujer el control en la situación presentada, caracterizándola con
elementos viriles agresivos, como si atrajese al hombre a sus brazos con su poder.
Es más, el verbo utilizado en el primer verso para describir la relación con la señora,
«me priso», le atribuye a la mujer un papel activo, pues es ella quien ejecuta una
acción del campo semántico de la caza, considerado normalmente como masculino
e, incluso, violento.8 No obstante, ya en el segundo verso, el narrador retoma las
riendas de la situación al declarar que no se arrepiente de su amor, reairmando
así su libertad de elección. No es la mujer, pues, quien controla la situación, como
cautivadora, sino que el hombre, lejos de ser un preso, es quien decide si se trata de
un amor conveniente para él.
De hecho, el Arcipreste elige abrir sus cortejos amorosos yendo más allá de las
convenciones literarias de la época y aportando una posición mucho más compleja
que la asignada por los roles literarios y sociales tradicionales. La presentación del
personaje femenino como dominante y agresivo consigue replicar momentánea-
mente al poder viril absoluto, si bien es cierto que dicha réplica se puede encuadrar
inmediatamente dentro de los límites de la convención estético-literaria, al matizar
el poder varonil en las relaciones amorosas reales. Efer compone un poema acerca
del encuentro:
Gacela que porta la gracia cual abrigo / la desearé [mas] mi alma teme acercársele. // La
lecha de su amor me alcanzó; mi corazón, su objetivo y su ojo, el arco. // Su paladar me
pescó cual caña/ yo, un pájaro y sus palabras, una red (Hus, 2003, p. 153, vv. 27-29).9
8 Sobre la metáfora de la caza en el discurso amoroso en la poesía medieval en la Península Ibérica, desde
al-Ándalus y hasta los reinados cristianos, véase: Rosen (2006, pp. 80- 128).
חכה לצודני// לבי כמטרה ועינה קשת/ חץ אהבתה עוררה ויהי סגור// אחשוק ונפשי יראה מגשת/» עפרה אשר חן כמעיל לובשת 9
« . ואני כבן ציפור וניבה רשת/כחכה הועלה
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
41 N.º 74, 2018, 37-55
RACHEL PELED CUARTAS
הבט// זיקות (מאוריה) עלי פניך/ (ה)אהבה עזה ואיך תוכל לסבול// נסך פרוש גם החזק תרנך/ »שוכב בים (ה)אהבה הנך10
« . חצים ואתה תאזור מתניך/ (ל)עפעפי צביה תחזה
« . » ובחיצי אישונה עיני האנשים תנקר11
12 Sobre el sentido irónico en la literatura de aquella época sigo el enfoque de Gaunt (1989, pp. 1- 39).
13 Véase sobre este tema y la relación entre mirada y poder (en el contexto moderno) en: Lauretis (1987).
14 Véase, por ejemplo: Hus (2003, p. 153, vv. 23-32).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 37-55 42
Miradas: Una cronología de relejos entre cuerpo y alma en un diálogo multicultural con la literatura hebrea...
su oro quedaron en nada al compararlos con ella. Y no llegó siquiera el rubí a igualarla
en valor (Hus, 2003, p. 153, vv. 30-32).15
. וכל אוצרות זהבו כאין נגדה.] ותיקר בעיניו מכל כלי חמדה...[ והנה כעצם השמים תארה. »יוסף עפר להביט נוכח פני הנערה15
« .]ולא יערכנה אודם [פטדה
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
43 N.º 74, 2018, 37-55
RACHEL PELED CUARTAS
vos fuste poner/ en dueña que non vos quier’ nin catar nin ver? /Ojos, por vuestra
vista vos quesistes perder:/ Penaredes, mis ojos, penar a amoretesçer» (2003, p. 349,
c. 788). En la Melitsah, la ironía se desborda al descubrir que Efer está casi ciego.
Así lo describen en su boda: «El novio […] entre sus ojos hallarás la oscuridad»16
(Hus, 2003, p. 175, v. 282). Tras la boda, Dinah le reprocha: «Se debilitaron vuestros
ojos»17 (Hus, 2003, p. 181, v. 35). Esto crea un paralelismo entre su impotencia sexual
y su incapacidad de ver.
Tanto las descripciones de la ceguera como de la belleza captada por la mirada
emplean el mismo lenguaje metafórico de luz y oscuridad. Así, se enfatiza la falta de
luz, la imposibilidad de ver la belleza al quedar uno a oscuras, ciego. Por ejemplo,
uno de los invitados a la boda de Efer y Dinah canta describiendo a la pareja nupcial
en los términos anteriores:
El novio, de espíritu caído y cuya cara se oscureció como el borde de una caldera (Joel
2,6)18 / y entre cuyos ojos hallaréis la oscuridad // En comparación, (está) la bellísima
doña, tan bonita como la luz del sol / y los distinguiría la gente (como) se distingue la
luz de la oscuridad (Hus 2003: 175 vv. 282- 283).19
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 37-55 44
Miradas: Una cronología de relejos entre cuerpo y alma en un diálogo multicultural con la literatura hebrea...
24 Véase sobre este juego de palabras también en el capítulo sobre el discurso femenino.
« . לא כחשו בה כי לריק נוצרה/ » לו יחזו עפרה לעפר ניתנה25
תשכב בחיק איש רע זקן וגם מאוס רוחו ביד שינה נתונה//דינה בחיק שיבה [שכבה] למעצבה ובמעטה זוקן עטויה ונכלמת
רוחו ביד שינה נתונה/ תשכב בחיק איש רע זקן וגם מאוס// ובמעטה זוקן עטויה ונכלמת/ »דינה בחיק שיבה [שכבה] למעצבה26
« .אל נא רפא לה ואל נא תהי כמת/ דמתה בבית עפר אל שוכבי עפר//ונפעמת
« .אל נא רפא לה ואל נא תהי כמת/ דמתה בבית עפר אל שוכבי עפר//ונפעמת
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
45 N.º 74, 2018, 37-55
RACHEL PELED CUARTAS
inluido en estos casos, puesto que en ella apareció también una voz femenina que
describía al hombre objeto de su mirada.
27 Sobre diferentes aspectos del amor cortés, véase: Akhurst (1990); Brook (1990); Boase (1999); Burns (1985);
Burt (1973); Cherchi (1994); Donaldson (1979); Kelly (1978) y Robertson (1968, pp. 1- 18).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 37-55 46
Miradas: Una cronología de relejos entre cuerpo y alma en un diálogo multicultural con la literatura hebrea...
que resulta de la vista y el pensamiento incontrolado sobre la belleza del otro sexo]
(Citado en: Spearing, 1993, pp. 32-33). Bajo esta perspectiva, la mirada no era nece-
sariamente masculina, sino que podía ser originada por cualquiera de los integrantes
de la relación amorosa. El apuro del observador u observadora no es provocado por
la crueldad del objeto observado, sino por la imposibilidad de poseerlo físicamente
mediante la mirada.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
47 N.º 74, 2018, 37-55
RACHEL PELED CUARTAS
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 37-55 48
Miradas: Una cronología de relejos entre cuerpo y alma en un diálogo multicultural con la literatura hebrea...
pasando una noche de amor platónico, seguida por un intercambio de poemas, que
acaba en matrimonio y sucesión al trono.
En ambas obras, el primer contacto con la amada es un contacto visual. En la
descripción del primer encuentro de Yoshfe con las criadas, el autor se vale de una
metáfora de la poesía del deseo. Su aspecto le roba el corazón: «(Las mujeres,) que
se maquillaban ojos / y párpados, robaban los corazones// Él observó el esplendor
de sus caras / y la belleza de sus ojos»29 (Yahalom, 2009, p. 163, vv. 74-75). Como
en la Melitsah y en el Lba, también Yefeiah elige el campo metafórico de la caza
para describir cómo sus propios ojos provocan el amor: «Amigo mío, mi mirada
extiende su red hacia los corazones, // Despertando el deseo de los amantes y reno-
vando su in».30
No obstante, el amor entre ambos no se mantiene en la relación casi jerárquica
de cazadora y víctima, sino que se convierte rápidamente en amor mutuo, como
muestran las palabras que Yoshfe le dice a Yefeiah. Manteniéndose dentro del campo
metonímico de la vista, se alude al contexto bíblico del Cantar (4:15) para fundir la
reciprocidad de la mirada con el efecto sentimental que nace en el corazón de am-
bos, así como el sufrimiento que genera la distancia física: «Ciertamente me habéis
encantado con vuestros ojos, / ahora me alejáis de vos / y con ello me derrotáis»
(Yahalom, 2009, p.166, v. 134-135). 31
Ben Elazar enfatizó el apuro mutuo que provoca el sentimiento romántico, como
era común en el amor cortés, utilizando el campo metafórico de la poesía del deseo
andalusí y describiendo cómo los amantes intentaban apagar la llama del deseo, en-
cendida por la vista con sus propias lágrimas: «Prendió una llama en los corazones
de ambos / y se esforzaron en apagarlo con las lágrimas de sus ojos»32 (Yahalom,
2009, p. 166, v. 147). La mirada es también el sentido que más demora el sufrimiento
de Yemimah por no poder cumplir su deseo: «Yoshfe habla y ríe con Yefeiah / y,
desde en frente, los observa Yemimah// Triste y avergonzada, / con amargura y llanto
en el alma» (Yahalom, 2009, p. 171, vv. 279-280). 33
El mismo proceso en el que la vista provoca primero el amor y luego el sufri-
miento por la falta de su realización física se repite en La historia de Sahar y Kimah.
El primer impacto de Sahar en los ojos de Kimah es matizado por la mirada de todas
las damas del palacio que salen a verlo:
« . ואל יפי עיניהן/ ויבט אל זהר פניהן// ועפעפי ]הן לבבות[יגנבו/ »אשר עיניהן לבבו 29
« . ו תכליתה מחדשת/ תעורר אהבת דודים// לבבות פרשה רשת/ »ידידי והלא עיני 30
« .אכן הכרע הכרעתיני/ ועתה ממך הרחקתיני/ »הנה בעיניך לבבתיני 31
« . ויגעו לכבותה בדמעות עיניים/ ותיקד אש בלבות השניים// ותחל מאהבתו/ » ותשא עיניה ותרא יופי יפעתו 32
« . היא נפעמה נכלמה/ בנפש מרה הומייה ובוכייה// ומנגד ימימה צופיה/ »ישפה מדבר ומשחק עם יפהפיה 33
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
49 N.º 74, 2018, 37-55
RACHEL PELED CUARTAS
ותבוא האם ותראהו ותגד// ותרץ ותגד לאמה/ ותרא יופיו ותתמה// ותשקף אליו נערה מהבירה/ » ויהי הוא מדבר את השירה34
ותתיצבנה לחזות הדר//אשה רעותה לא פקדו/ ותבואן כל נערות הבירה לראותו נועדו// ותרץ גם היא ותגד לגבירתה/ לחברתה
וישא עיניו לראות// ]...[ // לפניו לא קם כמוהו ואחריו לא יהיה/ ויראוהו והנה פניו פני אריה// בנות צעדה עלי שור/ יופיו ולשור
« .בתוך הארמון/ ויאמר מה קול ההמון// וישמע בקרבה קול המון שדי בא/ הבירה
« . אם לזוהר פניו/ אם לטוב מעניו// אם להדרו/ אם לשירו// ולא ידעו על מה תביטנה/ »שמעו שירו ותבהלנה35
« .באיש יגע ורפה ידיים/ » ואיך יריבון עיניים36
«. » שלום לך הרוג עיניים 37
«. חשקתיה חשקתני/ » ראיתיה וראתני 38
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 37-55 50
Miradas: Una cronología de relejos entre cuerpo y alma en un diálogo multicultural con la literatura hebrea...
que combaten // La estrella de la tierra golpeará con sus ojos / para derramar la sangre
de los inocentes que la desean39 (Yahalom, 2009, p. 193, vv. 245-248).
» 39כימת אדמה תור בעינה חץ /כי לא לכימת רום ירות חיצים / /כימת אדמה היא תענה דוד /תגוש בעיניים מאוד אצים / /כימת
תהלך«ארצה אשר זה עמך השמשרוצים. מרוםנקי ותם לשפוך דמי
הסהר יחנה בעיניים /ותאמרמשלהתךותשאאדמה בבקר //כימת
לוחצים נצים חקראנשים
ותתבונן עליו עד /איןכשני לחיה
אהבתםותגדלתראהאדמה
ותגדל אהבתם עד אין חקר ותתבונן עליו בבקר ותשא משלה ותאמר הסהר יחנה מרום השמש תהלך ארצה אשר זה עמך
עמך
40 Apenas seזה
פנות אל אשר
ותוסף ארצה
conocen נמצאתהלך השמשכבר
datos והא de
דמי מרום
descripción
איש תם יהרוגיחנה
הסהר
del amado
בעיניו ותאמר משלה
desde
ימצא ותשאelצבי
punto
תואר בבקר
יגל עליו
ותתבונןוליל
vistaיחדde de
laיום אצהחקר
amada,
מבקש salvoאין
אהבתם עד
בלי ותגדל
en Melitsat
לבוא וזאת Eferעמד
עמך
אל
veDinah, אשר זה
פנות ותוסף
donde ארצהנמצא
la תהלךכבר
descripción השמש
דמי והא מרום
haceתם יחנה
איש
un uso הסהר
יהרוג בעיניו
inverso ותאמרימצא
de משלה
las צבי ותשא
תואר בבקר
יגל
convenciones יחד עליו
וליל ותתבונן
יום מבקש
tradicionales. אצהחקר בליאין
Gracias אהבתם עד
לבוא
al ותגדל
וזאת
Dr. Husעמד
Matti
עמך
אל אשר זה
פנות ותוסף ארצה
נמצא תהלך כבר השמש
והא דמי מרום
ותוסףתם יהרוגיחנה
איש בעיניוהסהר ותאמרימצאמשלה ותשא
לחייוצבי בבקריגל
בברקתואר יחד עליו
ותתבונןלאוליל
יום חקרמבקש אצהבליאיןאהבתם עד
ואללבוא ותגדל
וזאת עמד
עמךpor סהר
su זהואור
אשר שמש
aportación ארצהמאורתהלך
sobre ותאמר
השמש
este משלה
מרום
tema. יהרוגיחנה תתמרמר
הסהר עיניה
ותאמר ואל
משלה ותשא בבקר יתמר
עליו וזוהר
ותתבונן יפעתו
חקר ואלאיןיופיו עד
אהבתם הדרתו
ותגדל
אל
עמך פנות ותוסף
ואורזה
אשר ארצהנמצא תהלךכבר דמי
השמש והא תם
מרום איש
יחנה הסהר בעיניו ימצא צבי תואר יגל יחד וליל יום מבקש אצה בלי לבוא וזאת עמד
אל סהר
פנות ותוסףשמש מאור
נמצא כבר ותאמר
והא דמי משלה ותוסףתםאיש יהרוגתתמרמרותאמרבעיניו
עיניה
ימצאמשלה
ואל בברקותשא
לחייוצבי
תואר בבקריגליחד יוםלאעליו
יתמר
וליל ותתבונן
וזוהר
יפעתומבקשחקר אצהאיןואל
בלייופיועד
אהבתם
לבוא ואל ותגדל
וזאת הדרתו
עמד
עמך
סהר
תוארם
אל זה
ואוראשר
לזיוו
ואורפנות שמש
ותוסף ארצה
אורים
// מאור
נמצא תהלך
כבראזי ותאמר
וכרעו לו השמש
והא דמי משלה
נוהר
/ מרום
ותוסף
יספותם יחנה
לחייואיש
יהרוגהסהר
תתמרמר
יום ותאמר
עיניה
ואך כל
//:
בעיניו משלה
ואל
יריבוהו
ימצא ותשא
לחייו
לחייוצבי בברק
יגלזוהר
תואר בבקר
יתמר עליו
ויוסיףיחדלחיו
// לא ותתבונן
וזוהר
אורו
יוםלאוליל אצהיעשקו
מבקש / חקר
יפעתו אין
ואל
שניהם עד
יופיו בליאהבתם
יופיו ואל
וזאת סהר
לבוא ותגדל
הדרתו
יקנאו בצבי
» 41עמד
אלסהר
תוארםלזיוופנות שמש
ותוסףאורים מאור
נמצא //
לו אזיכבר ותאמרוהא דמי
וכרעו משלה
נוהר ותוסף
יספותם / לחייואיש תתמרמר
יהרוג בעיניו
יום עיניה
ימצא//
עיניה כל
ואך ואלתואר צבי
יריבוהו בברק
זוהריגל יתמר
יחד /
לחיו יום וליל
ויוסיף וזוהר
אורו מבקש
יעשקו יפעתו
אצה//
שניהםואל
לבוא בלי ואל
ואלסהרהדרתווזאת
בצבי עמד
יקנאו/
סהר ואור
פנות אל שמש
ותוסף מאור
נמצא ותאמר
כבר משלה ותוסף תתמרמר ואל לחייו בברק יתמר לא וזוהר יפעתו ואל יופיו הדרתו
תוארם
בלב
בערסהר
תוארם/ לזיוו
ואור כסילאורים
שמש
//
שמש אליאזי
מאור לו
// דמידוד
וכרעו
ותאמר ידמה והא
נוהר
משלה
תםיספו
טוהר/ איש
ותוסף ומי יהרוג
לחייו
אודם
// בעיניויום
תתמרמר
ימצא//
עופר כלומי
ואך יריבוהו
עיניה דמות
ואל
צבי תואר
סהר
לחייוזוהר
אשר
בברק
יגהר /יגל
לחיו/
יחד
יתמר
וליל
ויוסיףלחיו
לא
יום
מבקשאור
אורו
וזוהריעשקו
עלי
//
עדיאצה
שניהם//
נוגהם
יפעתו ואל
סהרבליבצבילבוא
הודו
יופיו
יקנאווזאת
וגם
ואל /
עמד /
צוהר
הדרתו
בערסהר
בלב/ לזיוו
ואור אורים
שמש
כסיל לו אזי
מאור
שמש וכרעו
ותאמר// טוהרנוהר
משלה יספו
ותוסף לחייו ואך כל יום
תתמרמר יריבוהועיניה
לחייו ואל זוהר
בברקלחיו ויוסיף
יתמר / אורולא
וזוהר יעשקו
יפעתו// שניהםואל ואלסהר
יופיו//עדי בצבי יקנאו
הדרתו /
אליאזי ידמה דוד ומי אודם//
תוארםסהר לזיוו
ואור אורים/
שמש מאור וכרעו לו
ותאמר נוהר//
משלה יספו
ותוסףלחייו עופר כלומייום /
תתמרמר ואך
עיניה
דמות
יריבוהו סהר
ונדבותואל
לחייו
אשר
זוהר// יגהרלחיו
בברק ויוסיף
יתמר
לחיו יעשקואור
אורולא/
וזוהר
עלי נוגהם
שניהם
יפעתו ואל
הודו
סהר
יופיו
וגם
בצבי צוהר
יקנאו ואל
הדרתו
בלב
אזי
תוארם בער
לו לתתוכסיל
לזיוו הונו
אורים/שמש
יאו אלי
שואל
אליאזי דוד
וכרעו לו ולוידמה מוהר
נוהר// טוהר
צבי ומי
מהרם
ומייספו אודם
לחייו י וומי
לו עופר
אמהות
עופר /כלומייום / דמות
לב
יריבוהו ואך סהר אשר
זוהר// יצהר
לחיו יגהר
וטוב לחיו
ויוסיף טוב אור
כשמן
אורו / עלי
יעשקו נוגהם
ושמו דרור עדי
סהר//עדישניהם הודו
מור וגם
וזכרו
בצבי צוהר
נמהר
יקנאו
בלב
תוארם בער
בערלו אזי
לתתוכסיל
אורים לזיוו
/
הונושמש
שואלאזייאו דוד
וכרעו לו ידמה
ידמהולו //
מוהר טוהר
צבינוהר מהרםיספו אודם
יום י לחייו כללוומיו דמות
יריבוהו ואך
אמהות סהר
ונדבות לב אשר
יצהרזוהר יגהר
וטוב לחיו
// לחיו
ויוסיף אור
אורוטוב
כשמן עלי
יעשקו /
ושמונוגהם
שניהם
דרור הודו
מורסהר וגם צוהר
יקנאו בצבי
וזכרו // נמהר
בלב
אזיתוארם
לו לתתו כסיל
לזיוו שמש /
אורים
הונו יאו אזידודלואלי
שואל וכרעו
ולו טוהר //
נוהר
מוהר צבי לחייוומי
יספו
מהרם אודם י ו יום
לו עופר
כל/ ואך
אמהות דמות
יריבוהו
לב זוהרסהר
ונדבות אשר יגהר//
לחיו
יצהר לחיו
ויוסיף
וטוב טוב אור
אורו
כשמן עלי
יעשקונוגהם /
ושמו שניהם
דרור מורעדי הודו
סהר וגם
וזכרובצבי צוהר
נמהר//
יקנאו
בערעגור
בלב כסילכסיס
/שמשנודו
אלילו עלי אצפצף
דוד // כל הר בראש ומישוטט
] [ / עופרואם ינידנו אם נדלזאתסהר
// נזהר אך היה נתנה/ נפש אנוש שואל צוהר ולו
// מהר
בערלו אזי
בלב נודו/ /לתתו
עליהונו
שואל יאו ידמהולו
מוהר//// טוהר
צבי ומי
מהרם אודםומי/ו[י]אמהות לו דמות
ונדבות לב אשר
יצהר// יגהר
לחיווטוב
אורטובכשמןעלי נוגהם
ושמו/ / דרור מורעדי וזכרוהודו
וגם נמהר
נמהר////ולו
עגור
אזי כסיללתתו
כסיסלו שמשהונו
לו יאו אלי
שואל אצפצףדוד
ידמהולו כל הר
מוהר טוהר
צביבראשאודם ומי
מהרם שוטטלו ו י ואם עופר דמות
ינידנו /
אמהות לזאתסהר
ונדבותנדלב
אם אשר יגהר
נזהר//
יצהר לחיו
היהוטוב
אךטוב אור
כשמן עלי
נתנה נוגהם
נפש
ושמו אנוש
דרור מורעדיהודו
שואל וגם
וזכרו צוהר
מהר
אזיבלב בער
כסיסלועגור כסיל
נודו /לתתו שמש
עליהונו
לויאושואלאלי
אצפצף«
נהר.דוד
כמיולוידמה הר
כלרב
מוהר// טוהר
צביחןבראש
לדוד ומי
מהרםשלום /אודם
שוטט ומי
ואם
נשוא ו י
לו עופר
עבים/
אמהות דמות
לבינידנו
אצו סהר
ונדבותנד
אם אשר
יצהרלזאת
תדהר // נזהר//
ברוש יגהר
היהעל
וטוב לחיו
אךטוב
כיונים אור
נתנה/
כשמן עלי
כל יוםנפש /
ושמו נוגהם
אהמהאנוש
דרור עדי
ואהגה הודו
שואל
מור וגם
נמהר //ולו
אדהר//
וזכרו צוהר
מהר
כסוס
עגור כסיס נודו עלי
שואל יאו הונו לתתו לו אזי לו «אצפצף
.נהר מוהרכמיולוהר
רב כל
חן בראש
צבי מהרם
לדוד / שוטט
שלום ואם
נשואו י
אמהות לוינידנו
עבים נד אם
ונדבות לב
אצו // לזאת
תדהר נזהר
וטוב יצהר
ברוש על היה אך
כשמן טוב
כיונים / נתנה
יום כל נפש
ושמואהמה אנוש
ואהגהדרור שואל
וזכרו מור
// ולו
אדהר מהר
נמהר
כסוס
עגור כסיס
לו אזי נודולתתו שואללויאועלי
הונו אצפצף הר צבי כלבראש שוטט ואםו י לב ינידנו
אם נד יצהר לזאת נזהר טובהיהכשמןאך
ושמו נתנה אנוש נפש שואל מהר ולו
אצפצף לו עלי נודו כסיס עגור ולונהר רב כמי מוהרלדוד חן מהרם
שלום
נשואשוטט
אמהות לו
עבים ואםאצוינידנו
ונדבות
תדהראם נדברושלזאת
וטוב
על כיונים נפשכל יום אהמה דרורואהגה וזכרו מור
אדהרשואלכסוס ולו
נמהר
אצפצף לו עלי נודו כסיס עגור הרכמי נהר כלרב
הר בראש חן
כל לדוד
שלוםבראש נשואשוטט עבים ואםאצוינידנו
תדהראם נד ברושלזאת
נזהר
נזהרהיהעל נתנה אך
כיונים
היה נפשכל יום
נתנה אך אהמהאנוש
אנוש ואהגה אדהרשואלכסוס ולו
מהר
מהר
נהר כמי רב חן לדוד שלום נשוא
LINGÜÍSTICAהיה נזהר לזאת אם נד ינידנו ואם שוטט בראש כל הר אצפצף לו עלי נודו כסיס עגור עבים אצו תדהר ברוש על כיונים יום כל אהמה
שואל Yאנוש נפש נתנה אך ואהגה אדהר כסוס
מהר ולו
LITERATURA
כסוס אדהר ואהגה אהמה כל יום כיונים על ברוש תדהר אצו עבים נשוא שלום לדוד חן רב כמי נהר
ואהגה אהמה כל יום כיונים על ברוש תדהר אצו עבים נשוא שלום לדוד חן רב כמי נהר ISSN אדהר כסוס
0120-5587
עבים נשוא שלום לדוד חן רב כמי נהר N.ºאהמה כל יום כיונים על ברוש תדהר אצו 51 ואהגה אדהר 74,
2018, כסוס
37-55
RACHEL PELED CUARTAS
Ben Elazar utiliza las metáforas de la vista tradicionales de la poesía del deseo
de caza, captura, escondite, etc., cambiando su sentido original para vertebrar el
desarrollo de la trama dramática amorosa. Cuando Sahar se aproxima a los aposen-
tos de Kimah, sus criadas le aconsejan: «Ven, amigo, a ver la gacela/ mas guárdalo
en secreto»42 (Yahalom, 2009, p. 193, v. 258); «Su ojo roba el corazón de los que
la desean/ como un hurto»43 (Yahalom 2009, p. 194, v.266). Kimah describe su
emoción tras escuchar a Sahar: «A quién me quejaré de mi deseo/ si mi ojo fue su
causa// Mi corazón ha caído como un cautivo/ en la mano del ministro del amor»44
(Yahalom 2009: 199 vv. 398-399).
Cuando Kimah se sigue negando a encontrarse cara a cara con su amado, Sahar
le pide: «A pesar de todo, Kimah no le desveló / y de él su rostro escondió// Así
versó:// Amada, ¿cómo os escondéis? / Por favor, revelad vuestra mejilla»45 (Yaha-
lom, 2009, p. 200, vv. 404-406). Tras una noche de amor, temiendo que el padre de
Kimah los encontrase, ella narra: «Dónde esconderé al ciervo / ante mí se hallan
los que me envidian y mis enemigos me observan […]// No puedo salvo en mis
entrañas esconderlo// Si hubiera venido a mi pupila / con mis párpados lo cubriría//
En lugar de llorar, me reiré de alegría»46 (Yahalom, 2009, p. 203, vv. 470- 473).
Los párpados, que en la poesía del deseo poseen un sentido agresivo, se convierten
aquí en protectores. La amada silenciosa de la tradición andalusí se convierte en
sujeto activo, pues con su propia mirada concibe y esconde al amado su objeto de
sentimiento íntimo. Ben Elazar invierte de modo absoluto la convención tradicional,
describiendo el relejo físico del amado en las pupilas de Kimah, como si la mirada
pudiese guardarlo en su interior.
7. Conclusiones
Referencias bibliográicas
Fuentes primarias
I. Baranda, N. y V. Infantes (Eds.) (1995). Narrativa popular de la Edad Media: ‘La Doncella
Teodor’, ‘Flores y Blancalor’, ‘París y Viana’. Madrid: Akal.
II. Elazar ben, Y. (1993). Las historias de amor: Editadas e interpretadas. Publicadas según el
único manuscrito del mundo. Y. David (Ed.). Tel Aviv: Ramot.
III. Hus, M. (Ed.) (2003). Melitsat Efer veDinah de Don Vidal Benbenist. Capítulos de investigación
y edición crítica. Jerusalén: Magnes, Universidad Hebrea de Jerusalén.
IV. Ruiz, J. (2003). Libro de buen amor. A. Blecua (Ed.). Madrid: Cátedra.
V. Yahalom, J. (Ed.) (2009). Libavtini: Cuadernos de amor de la Edad Media. Jerusalén: Carmel.
Fuentes secundarias
1. Akehurst, F. R. P. (1990). The Bottom Line of Love: A Semiotic Analysis of the Lover’s Po-
sition. En K. Busby and E. Kooper (Eds.), Courtly Literature Culture and Context: Selected
Papers from the 5th Triennial Congress of the International Courtly Literature Society, Dalfsen,
The Netherlands, 9-16 August, 1986 (pp. 1-10). Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins
Publishing Company.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
53 N.º 74, 2018, 37-55
RACHEL PELED CUARTAS
2. Baer, Y. (1959). Historia de los judíos en la España cristiana. Trad. J L. Lacave. Tel Aviv: Am
Oved.
3. Brook, L. C. (1990). Un ‘art d’amour’ inédit de la in du Moyen Age: son cadre et ses méta-
phores. En K. Busby and E. Kooper (Eds.), Courtly Literature Culture and Context: Selected
Papers from the 5th Triennial Congress of the International Courtly Literature Society, Dalfsen,
The Netherlands, 9-16 August, 1986 (pp. 49-60). Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins
Publishing Company.
4. Boase, R. (1997). The Origin and Meaning of Courtly Love: A Critical Study of European
Scholarship. Manchester: Manchester UP.
5. Burgel, J.C. (1989). The Lady Gazelle and her Murderous Glances. Journal of Arabic Literature,
20, 10.
6. Burns, E. J. (1985). The Man behind the Lady in Troubadour Lyric. Romance Notes, 25, 254-270.
7. Burt, J. R. (1973). Courtly Love as Ritual in Early Medieval Spanish Poetry. Ph.D. dissertation.
Minnesota: University of Minnesota.
8. Cherchi, P. (1994). Andreas and the Ambiguity of Courtly Love. Toronto: University of Toronto
Press.
9. Cixous, H. (1976). The Laugh of the Medusa. Signs, 1-4, 875-893.
10. Donaldson, E. T. (1979). The Myth of Coutly Love. In his Speaking of Chaucer (pp. 158- 163).
London: Athlone Press.
11. Dovev, L. (1993). El ojo y el cuerpo: un malestar en la estética feminista. Zmanim, 46-47, 88-
105.
12. Ferrante, J. M. (1975). Woman as Image in Medieval Literature: From the Twelfth Century to
Dante. New York and London: Colombia UP.
14. Fisher, S. & J. E. Halley (1989). The Lady Vanishes: The Problem of Women’s Absence in
Late Medieval and Renaissance Texts. In S. Fisher & J. E. Halley (Eds.), Seeking the Woman in
Late Medieval and Renaissance Writings: Essays in Feminist Contextual Criticism (pp. 1-20).
Knoxsville: Tennessee UP.
15. Gaunt, S. (1989). Troubadours and Irony. Cambridge: Cambridge UP.
16. Goldin, F. (1975). Array of Perspectives in the Early Courtly Love Lyric. In J. Ferrante, G.
Economou and P. Washington (Eds.), In Pursuit of Perfection (pp. 3-13). New York: Kennikat
Press.
17. Goldin, F. (1967). The Mirror of Narcissus in the Courtly Love Lyric. Ithaca & New York: Cornell
UP.
18. Hus, M. (1988). La cuestión de identidad del autor de Melitsat Efer veDinah. En M. Brinker, J.
Yahalom y J. Frenkel (Eds.), Las Investigaciones de Jerusalén en literatura hebrea: homenaje
a Dan Pagis (pp. 10-11, 501-517). Jerusalén: La Universidad Hebrea de Jerusalén.
19. Kelly, D. (1978). Medieval Imagination: Rhetoric and the Poetry of Courtly Love. London:
The University of Wisconsin Press.
20. Lauretis, T. De. (1987). Technologies of Gender: Essays on Theory, Film and Fiction. Bloom-
ington: Indiana Press University.
21. Robertson Jr., D. W. (1968). The Concept of Courtly Love: an Impediment to the Understanding
of Medieval Texts. In F. X. Newman (Ed.), The Meaning of Courtly Love (pp. 1-18). Albany:
State University of New York Press.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 37-55 54
Miradas: Una cronología de relejos entre cuerpo y alma en un diálogo multicultural con la literatura hebrea...
21. Rosen, T. (2006). Hunting Gazelles: Reading Gender in Medieval Hebrew Literature. Trans. O.
Moked. Tel Aviv: University of Tel Aviv.
22. Sáenz-Badillos, A. (2009). The Literary World of Shelomoh Bonafed. In A. Guetta & M. Itzhaki
(Eds.), Studies in Medieval Jewish Poetry: A Message upon the Garden (pp. 167-184). Leiden
& Boston: Brill.
23. Schirmann, H. (1960). Les contes rimés de Jacob ben Elazar de Tolède. Etudes d’orientalisme
dédiées à la mémoire de Lévi-Provençal, I, 285-297.
24. Schirmann, H. (1999). La historia de la poesía hebrea en la España Cristiana y al sur de Francia.
E. Flaisher (Ed., actualización). Jerusalén: Magnes.
25. Spearing, A. C. (1993). The Medieval Poet as Voyeur: Looking and Listening in Medieval Love
Narratives. Cambridge: Cambridge UP.
26. Targarona Borrás, J. & R. P. Scheindlin (2001). Literary Correspondence between Benvenist
ben Lavi and Solomon ben Meshulam de Piera. Revue des Études Juives, CLX 1-2, 61-133.
27. Targarona Borrás, J. & T. Vardi (2009). Critical Editions of the Poetical Correspondence between
Vidal Benvenist and Solomon de Piera. In A. Guetta & M. Itzhaki (Eds.), Studies in Medieval
Jewish Poetry: A Message upon the Garden (185-243). Leiden & Boston: Brill.
28. Vardi, T. (1987). Los poemas de Don Vidal Benbenist: edición crítica, A-D. Tesina de Máster.
Jerusalén: La Universidad Hebrea de Jerusalén.
29. Vardi, T. (1996) “Adat Nognim” en Zaragoza: la poesía laica, A-B. Tesis Doctoral. Jerusalén:
La Universidad Hebrea de Jerusalén.
30. Wolf, N. (2004). Mito y belleza: el uso de representaciones de belleza en contra de mujeres.
Trads. D. Fomental y H. Nave. Tel Aviv: Hakibutz hameuhad, Migdarim.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
55 N.º 74, 2018, 37-55
LAS CATEGORÍAS GENOLÓGICAS EN LOS TEXTOS
BREVES INSERTOS EN LIBROS DE CABALLERÍAS
HISPÁNICOS DEL SIGLO XVI*
Axayácatl Campos García Rojas
[email protected]
María Gabriela Martin López
[email protected]
Universidad Nacional Autónoma de México
Recibido: 17/02/2018 – Aceptado: 05/06/2018
DOI: 10.17533/udea.lyl.n7403
Resumen: Este artículo se circunscribe en el marco de los estudios en torno a las categorías y el
léxico de los géneros literarios, especíicamente respecto de los libros de caballerías hispánicos
del siglo XVI. Las relexiones que proponemos aquí surgen del trabajo sobre la naturaleza y
función de los textos breves en prosa y poesía insertos en los libros de caballerías españoles. El
objetivo de este artículo es analizar y poner de maniiesto que la nomenclatura empleada por los
autores de las obras de este género contrasta, o no coincide, con las denominaciones tradicio-
nalmente empleadas para designar los textos y su género, ni tampoco con el texto al que se está
haciendo referencia. El estudio se focaliza en la descripción de ejemplos procedentes de libros
como Clarián de Landanís, Felixmarte de Hircania, Febo el troyano y del Espejo de príncipes
y cavalleros (Parte III).
Palabras clave: Literatura caballeresca, libros de caballerías, textos breves, género literario,
categorías, atributos, semántica de prototipos.
Abstract: This article is set within the framework of categories and terminology regarding literary
genres; speciically those present in Sixteenth-century romances of chivalry. This work focuses
on the so-called short-texts embedded in the narrative discourse of these romances, both in prose
and poetry. As we shall see, it turns out that many authors employed names and categories that do
not coincide with those traditionally used or with the speciic short-text which they are referring
to. The article focuses on the description of excerpts from Clarián de Landanís, Felximarte de
Hircania, Febo el troyano and the Espejo de príncipes y cavalleros (Parte III).
Keywords: Chivalric Literature, Romances of Chivalry, “Short Texts”, literary genre, categories,
attributes, prototype semantics.
* Este artículo es el resultado de las investigaciones realizadas en el Proyecto «Teoría y análisis de los textos
breves en la Literatura caballeresca hispánica» (PAPIIT núm. IN403614), de 2014 a 2016, con apoyo de la
Dirección General de Asuntos del Personal Académico, del Seminario de Estudios sobre Narrativa Caballeresca
y de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 56
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
1. Introducción
1 La teoría de prototipos es una metodología analítica y crítica derivada de las sugerentes relexiones de Georges
Kleiber en torno a la jerarquización semántica y las posibilidades de categorización lingüística y, en general,
cientíica. La obra central de Kleiber, La sémantique du prototype, publicada en la década de los noventa, dis-
cute la forma en la que el hombre organiza la experiencia; cómo se establecen categorías con los elementos del
enotorno, con las acciones de cada individuo, con la realidad extramaterial, entre otras. De esta manera, explica
Kleiber, la aproximación semántica se puede dar a partir de dos corrientes. Una, que considera las propiedades
comunes de los objetos, donde los rasgos idénticos de una categoría constituyen el principal criterio para la
categorización, la cual se basa entonces en lo que Kleiber denomina el “principio de propiedades compartidas”.
La otra corriente es, propiamente, la de los prototipos. Como dijimos arriba, ésta rompe con la concepción
aristótelica de categorías lógicas, necesarias y suicientes, y en su lugar se consideran más bien categorías na-
turales, basadas en la descripción de características internas y externas en relación con su funcionalidad. Esto
implica, de acuerdo con Kleiber, que el proceso de categorización no se puede basar en reglas de clasiicación
preconcebidas, sino en señalar similitudes, variables comunes, establecimiento de recurrencias entre diversos
sistemas, con lo cual se logra una conformación de prototipos de referencia (Kleiber, 1990, pp. 19-20).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
57 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
Desde una perspectiva amplia, que se reiere al estatuto general de esa literatura
caballeresca, podemos tener un panorama muy claro y mucho más deinido de los
rasgos y estructuras generales y particulares que deinen el género (Cacho Blecua
y Lacarra, 2012b, p. 508). Asimismo, las aportaciones críticas de un importante
grupo de estudiosos, como el propio Juan Manuel Cacho Blecua, Carlos Alvar, Ma.
Carmen Marín Pina, José Manuel Lucía Megías, Emilio Sales Dasí y Anna Bognolo
han destacado aspectos relacionados con el género caballeresco, con los posibles
subgéneros, con tipologías derivadas, con cuestiones intergenéricas, lo cual nos
permite hablar, ya casi en la segunda década del siglo XXI, de una verdadera poética
de los libros de caballerías (Cacho Blecua, 2012, pp. 21-22).2
Los estudios generales y comprehensivos se han visto complementados por otros
de carácter especíico, y ello ha contribuido a determinar los aspectos involucrados
en el conjunto del sistema caballeresco. Particularmente sobre el estado y alcance de
algunas categorías de género, la discusión ha girado en muchas instancias en torno
a la delimitación de las características, tal como comentamos anteriormente. En
este sentido, algunos de los nodos críticos se han concentrado en la denominación
de las obras caballerescas como libros o novelas, en atención no sólo al contenido
que representa su adscripción a un género narrativo, sino también a las cuestiones
que le coniere el género editorial al que pertenecen. En este sentido, vale la pena
mencionar, sin ánimo de agotar las referencias, algunos interesantes trabajos: el de
Lucía Megías y Sales Dasí, en el que se llegó a un acuerdo en cuanto a la distinción
entre libro y novela (2008, p. 25); también aquellos de Bussell Thompson (1976) y
Daniel Eisenberg (1975, 1976) donde discutían sobre la denominación caballería
/ caballerías, asunto exitosamente resuelto y superado. El trabajo señero de Alan
Deyermond en torno a la relación de algunas categorías de género con los títulos de
las obras medievales señaló importantes cauces para futuras relexiones y planteó
productivas preguntas, cuya indagación se equipara a los estudios sobre genología
de Fernando Gómez Redondo (1982, 1992, 1996, 1998, 1999) y, para el ámbito
particular de las caballerías, los trabajos del añorado Víctor Infantes (1996, 1998a,
2 En este proceso del desarrollo de la crítica sobre los libros de caballerías, ha sido piedra fundacional la
publicación de la colección Los libros de Rocinante y las Guías de lectura caballeresca por parte del Centro
de Estudios Cervantinos de Alcalá de Henares y que recibió todo el trabajo y empuje de Carlos Alvar y José
Manuel Lucía Megías [http://www.centroestudioscervantinos.es]. Asimismo, otros proyectos como Clarisel de
la Universidad de Zaragoza bajo la dirección de Cacho Blecua [http://grupoclarisel.unizar.es], la revista Tirant
de la Universidad de Valencia a cargo de Rafael Beltrán [http://parnaseo.uv.es/tirant.htm], la revista Historias
ingidas con el Progetto Mambrino de la Università degli Studi di Verona impulsado por Anna Bognolo y
Stefano Neri [http://historiasingidas.dlls.univr.it/index.php/hf] y el Seminario de Estudios sobre Narrativa
Caballeresca de la Universidad Nacional Autónoma de México
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 58
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
1998b, 2000a y b, 2001, 2004a y b), por mencionar tan sólo algunos de los más
representativos.3
Por lo tanto y desde un punto de vista general, efectivamente se ha avanzado
mucho en la deinición y descripción del genero de los libros de caballerías y de
la materia a la que pertenecen (Cacho Blecua y Lacarra, 2012a, pp. 526-527); sin
embargo, al interior del género, trabajando aún más profundamente los aspectos y
estructuras que lo conforman, podemos advertir todavía inconsistencias, divergen-
cias y duplicaciones conceptuales. Las categorías que tenemos para nombrar esos
rasgos distintivos aún necesitan discusión y análisis. Muchas veces esas categorías
siguen una disposición tradicional y se nota que no se han actualizado conforme a
los cánones literarios que van irrumpiendo en el panorama del siglo XVI, tal como
podemos observar de manera clara en el léxico poético. Otras veces proceden de los
modelos de autoridad, justamente como nomenclaturas útiles para su enunciación y
clasiicación, y no obstante al hacerlo y ponerlas en discusión emergen inconsisten-
cias interesantes. Al analizar lo que hemos denominado textos breves, en el contexto
de los libros de caballerías hispánicos del siglo XVI, estas divergencias complejas
respecto de los modelos categoriales del Siglo de Oro empezaron a ser una de las
características más evidentes.4
En las siguientes secciones presentamos algunos ejemplos en los que se perciben
ciertas denominaciones genéricas particulares, lo cual, creemos, habla de inconsis-
tencias categóricas. En el segundo apartado damos una visión general de la estruc-
turación de los textos breves y comentamos, de manera amplia, ejemplos sobre el
uso de diversas etiquetas de género en estos textos. En la tercera sección mostramos
cómo se comporta un ejemplo particular de uso categorial, la denominación genérica
de ‘mote’, la cual reemplaza de manera aparentemente uniforme y a veces vaga una
variedad de formas en prosa y verso.
3 No es el objetivo de este artículo, pero conviene decir que la narrativa caballeresca breve también ha sido objeto
de interesantes relexiones respecto de los nombres y categorías genealógicas. Para este asunto, ver Baranda
(1991) y Marín Pina y Baranda (1995).
4 Éstas y otras relexiones derivan de los resultados del proyecto de investigación dedicado a la recopilación,
organización y análisis de los textos breves insertos en libros de caballerías españoles del siglo XVI (UNAM-
PAPIIT IN 403411 y UNAM-PAPIIT IN 403614). El eje central de dicho proyecto fue diseñar y conformar
una base de datos, que lleva por título Catálogo de Textos Breves (CATEBRE) y que próximamente estará a
disposición del público en un repositorio digital. Conviene decir que por ‘texto breve’ se entiende aquel que se
encuentra inserto en el discurso prosístico de los libros de caballerías y que presenta cierto grado de indepen-
dencia respecto del marco narrativo general, aunque su sentido depende siempre de la continuidad y coherencia
argumental con los sucesos narrados en la obra. Los textos breves pueden estar compuestos en prosa o en verso,
lo que pone de maniiesto su variedad formal y también sus diversas funciones al interior de la obra.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
59 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
En esta prueba podrá todo caballero saber quánta es su bondad en las armas, porque
quantos más cavalleros rindiere, encerrándolos en el lugar de donde salieren, tanto
será mayor. Y el que le diere cima, será el mejor de su tiempo (Ortega, 1998, p. 89).
El marco narrativo del libro indica de manera directa el tipo de texto que se
presenta continuación. No sólo menciona la naturaleza prosística (“letras grandes en
griego que dizen”) del inserto, sino además brinda detalles sobre las características
materiales del padrón. En este otro ejemplo, la información que brinda el marco
narrativo es indicativa de que sigue un fragmento lírico:
Tenía en sus manos una harpa grande y hermosa, y la tocava con tanto estremo qual
jamás se vio, y cantava con estraña suavidad. Alrededor d’él estaban algunos monjes
y otro donzel asaz hermoso que con la siesta y dolçura de la música se avían dormido.
Ellas fueron tan maravilladas que no sabían qué decir, y estuvieron atentas por ver lo
que cantavan y dezían:
Navegando va el desseo
al puerto del alegría,
en la nave de aición
con las velas de porfía.
Los remos del pensamiento,
que los mueve el agonía;
el viento de los sospiros,
no falta noche ni día (Ortega, 1998, p. 107).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 60
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
en estos ámbitos narrativos (Lacarra, 1988; Río Nogueras, 2007). La naturaleza del
instrumento, por supuesto, jugará un papel todavía más especíico (por ejemplo si
se trata de cuerdas o vientos) en el tipo de divertimento que se narra en el pasaje
pero, además, la aparición de la música precede siempre un complemento lírico
que tiene un papel ampliicatorio en la continuidad narrativa: estos espacios líricos
permiten potenciar el sentido del hilo argumental, contribuir a la caracterización de
los personajes o bien proponer interludios anímicos y sensoriales que potencian el
gusto por estos espacios de recreación cortesana.
Gracias a esta doble articulación narrativa, dada por el hilo de la prosa mayor, por
un lado y, por otro, el del hilo textual menor (texto breve), hemos podido constatar
dos cuestiones: por una parte el rango de aplicación de la nomenclatura genérica que
se incluye en los marcos narrativos y que recae en la voz del narrador o de alguno
de los personajes; por otra parte, la ocasional inconsistencia (sutil o lagrante) entre
las características formales de un denominación determinada respecto al objeto que
describe. Como habíamos mencionado, estos matices, diferencias, imprecisiones y
duplicaciones del nombre hacen que la clasiicación merezca una consideración más
profunda, así como también los límites genéricos o de las categorías nombradas, pues
ellos resultan en ocasiones permeables, difusos y variables. Esto ocurre por igual
en los textos breves en prosa como en verso. No siempre los padrones lo son, ni las
profecías son tales. Las letras en ocasiones son literalmente letras, es decir grafías,
pero en otras se trata de composiciones en verso que forman parte de un conjunto
igurativo mayor. Veamos algunos ejemplos.
En el capítulo 48 del Felixmarte de Hircania volvemos a encontrar un pasaje
introducido por la mención a los instrumentos musicales:
Y a la entrada las doncellas se le humillaron con gran reverencia, y como fue assentado
en la silla, ellas començaron a tocar los instrumentos con tanta suavidad que con gran
ventaja excedían a la vez primera, y començaron a cantar versos con suaves vozes en
loor del Cavallero del Socorro, que dezían:
¡O, príncipe encubierto y afamado!
mostrado has con tu braço poderoso,
aquel linaje antiguo, valeroso,
por fama conocido y por estado.
El nombre del Socorro que te han dado,
se ha hecho con tus obras, hazañoso,
llegado a tal extremo qu’el reposo
te lleva a su morada descuidado.
El triumpho se le debe a la vitoria,
de la virtud la honra es la medida.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
61 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 62
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
5 Para un análisis más detallado sobre la distinción entre ‘letra’ y ‘letras’ véase Gabriela Martin “Sobre la deli-
mitación funcional de las categorías ‘letra’ y ‘letras’ en los libros de caballerías españoles” (enviado).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
63 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
Ninguno de los tres ejemplos presenta el texto como ‘pregón’, pero sin duda el
hecho de que el pregonero lo pregone es signiicativo. Se trata de una versión amorosa
que reproduce las mismas imágenes y léxico poético de los pregones, composiciones
de tipo religioso, militar y luego comercial que solían formar parte del clima poético
del siglo XVI, con los propósitos especíicos de cada uno. Que esta composición se
pregone habla de la forma de transmisión, lo cual puede equipararse a la mención,
en el caso de las letras, a su carácter escritural. Lo interesante en todo caso es que
la forma de referirse a la composición alude más a su contenido (lo cual se refuerza
por el uso de un léxico que se relaciona con el contexto de los pregones en general)
en función de una tradición literaria bien conocida para el público.
El último aspecto que queremos comentar sobre el uso de una nomenclatura más
especíica atañe, sobre todo, a los textos poéticos. En algunos casos, la referencia
genérica de ‘letras’ o ‘canción’ se sustituye con la denominación más exacta:
y con amorosa y enamorada boz començó a cantar las siguientes endechas:
¡Neptuno y cuantos fuistes fundadores
d’esta ciudad de Troya celebrada!,
bolved vuestras orejas a mi tormento;
si piedad os mueve, dad favores
vida bive sin tener sufrimiento;
que siempre siento
en mí peleas grandes;
reino más combatido no fue antes,
ni tomaron vengança,
ni fueron triunfantes
ansí con tanta ultrança
Marte, ni el de Acidalia nascido,
de nadie como yo estoy herido.
Amor, más rezio diste el combate
en mí, cual nunca dio Balisandro;
los vados nunca tuve más más airados,
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 64
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
6 Algunos de estas composiciones, especialmente las letras, han sido atendidas en otros trabajos (Campos García
Rojas, 2015); (Campos García Rojas, en prensa) y (Campos García Rojas, en prensa).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
65 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
7 Hay una estrecha relación entre los motes y letras de justadores con las invenciones. Para mayores detalles sobre
el papel de estas últimas en el panorama literario remitimos a los valiosos trabajos de Ian Macpherson (1998 y
2004) y de Rafael Beltrán (2005). Asimismo, para mayores detalles sobre las letras de justadores pueden verse
los trabajos de Alberto del Río Nogueras en especial (1994).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 66
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
67 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
sentido, las letras y los motes funcionan como nexo narrativo, pues establecen la
unión entre las obras precedentes y la actual. Es por esta razón que acompañan las
imágenes o esculturas que sirven también para educar a los jóvenes caballeros y
hacerlos partícipes de su linaje y de su destino heroico y narrativo (Campos García
Rojas, 2015). En el siguiente ejemplo, en el mural están representados tres personajes
principales de las partes precedentes del ciclo, quienes sostienen una tarjeta donde
aparece escrito el mote de tres versos:
Aunque estava junto d’él una lastimosa dama no pudieron entender lo que en sí mostrava
el rótulo, pero luego se lo contó cómo ello passó en la segunda parte d’esta historia no
sin compassión de los príncipes prometiendo de ayudar a su amorosa ira. Cerca d’él
estavan los tres luzeros de la cavallería el gran Alfebo, Rosicler y Claridiano, tocando
todos en una tarjeta que tenía este mote:
Tres mundos avían de ser
según la fuerça que tocó,
porque uno a los tres es poco (Martínez, 2012).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 68
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
palacio: “Más admirados los dexó este mote que todos”. Sin embargo, la explicación
funcionaría para este caso, pero no para el ejemplo anterior. El número de versos
tampoco es relevante, pues se denomina alternadamente mote / letra a poemas de
tres o cuatro versos. Incluso existe un caso extremo donde el poema llamado mote,
cuenta con catorce versos.
Por lo mismo, aunque en términos generales se presenta una alternancia signii-
cativa entre ambas categorías, la presencia de ambas en algunos ejemplos como el
comentado nos hace pensar que podría haber una suerte de especialización léxica,
aunque en su signiicado inal sean equivalentes. El uso de ‘letra’ en el marco narrativo
introductorio bien hace referencia al carácter textual del poema, al hecho de que se
encuentra escrito sobre la espada y, por tanto, puede leerse, como mencionamos en
los ejemplos sobre el uso de letra / letras en la sección anterior. A su vez, el uso de
‘mote’ hace alusión a la función que desempeña el poemita en el contexto narrativo
general, es decir con el sentido enigmático general que dependerá de la intervención
del público reunido en el palacio para su decodiicación.
De estos cuatro llamados motes, que identiicamos con función narrativa, uno
es en realidad un soneto del que no se indica exactamente el soporte. Tras la misma
experiencia educativa, que está llevando a cabo el mago Selagio en aquel palacio,
los jóvenes y futuros caballeros llegan al Bosque de las Maravillas, donde conocen
un desencantamiento a través de una aventura guardada justamente para ellos. Como
parte de la misma, encuentran una columna de piedra jaspe y de ella colgado un
pergamino donde está escrita una profecía y anuncio. Cuando termina la experiencia
maravillosa, el mago saca a los jóvenes de aquel lugar y deja “por su arte junto al
pergamino este mote”:
Quien en el bosque del amor sabroso
saber quisiere si anda regalado,
o si se admite en todo su cuidado
viviendo de su dama receloso,
halláralo, mostrándose animoso.
Assí lo halló el cubierto, desarmado
de la cordera tierna acompañado,
a los demás se niega el sí amoroso.
Pero si la fortuna generosa
pusiere tu valor tan adelante
que puedas descubrir lo defendido,
verás la fe de amar maravillosa,
el bien, y el mal de amor, en ser de amante
y que es vencer amor, y ser vencido.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
69 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
‒Esto estará aquí, queridos hijos, en señal del alto principio que avéis tenido, que quien
ganó una cosa como esta, creo que todas las demás se acabarán a vuestro gusto, aunque
no al mío, pero assí está ordenado por mi estrella (Martínez, 2012, p. 38).
La composición no está formada por dos o tres octosílabos, como suele ser la
forma tradicional del mote, sino en realidad es un soneto. Esto, sin duda, es intere-
sante: ¿por qué Martínez no empleó la categoría ‘letra’, ‘canción’ o ‘versos’, como
otros autores solían hacer para introducir una denominación neutral? ¿Podríamos
tal vez pensar que se trata de una sobrecorrección del impresor, o de un error? ¿O
bien se decide emplear mote para mantener un posible sentido didáctico en el con-
texto del episodio, pero que la gravedad, importancia y extensión del contenido del
mensaje que deja el mago son tales, que se requiere formalmente otra forma poética
como el soneto?
Los motes de temática amorosa están insertos por Martínez en episodios donde
los personajes enamorados están en un escenario natural que recuerda los espacios
bucólicos: un bosque, por ejemplo, donde se han retirado a lamentar o expresar sus
sentimientos; ahí leen o inscriben las composiciones poéticas en la corteza de los
árboles, lo que constituye, por lo tanto un soporte para los poemas. En este caso,
el mote de cuatro versos no es parte de una pintura o mural, ni sirve de manera ex-
plicativa de ninguna sentencia o indicación, como ocurre en los que tienen función
narrativa, aunque sí se adscriben al aspecto igurativo que comentamos en los otros
casos. Este mote es eminentemente una expresión lírica sobre la corteza de un árbol:
No esperó respuesta la ligera donzella, que como una águila se lançó por el monte. Al
punto el nuevo Marte, se quitó sus preciadas armas verdes, con las cuales le avía topado
Alfebo, y las puso en el álamo do halló este mote:
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 70
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
71 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
más concreta. La letra y el mote resultarían demasiado breves; lo que para las divi-
sas de justadores es excelente por lo breve, simbólico y críptico, para la expresión
del amor exaltado como ocurre en los episodios descritos, sería parco y limitado; el
soneto permite una expresión mucho más poderosa. No deja de resultar extraño que
se mantenga el empleo y denominación para un caso de un mote sobre una corteza
de árbol.
La cuarta categoría la integran cuatro motes, que igualmente acompañan imá-
genes plásticas decorativas. Sin embrago, en estos casos, no se trata de poemas
asociados a las divisas de armas de justadores, sino que forman parte de estructuras
escenográicas probablemente efímeras. Se trata de la llegada y entrada triunfal
del emperador Trebacio, con toda su armada a Constantinopla. El recibimiento es
espectacular e incluye clarines, música, ruido de militares instrumentos, banderas,
tiros de salva y construcciones efímeras: “Hizieron una puente hermosíssima, del
gran navío a la tierra, toda cubierta de brocado verde, con hermosíssimos arcos,
llenos de iguras y las batallas que por los griegos príncipes havían sido acabadas”
(Martínez, 2012, pp. 468-469):
Al remate de la puente, encima de un arco triunfal, estavan tres iguras muy al natural
sacadas por las tres valerosas damas. En un pequeño apartamiento se mostraron tres
sirenas los cabellos hasta la cinta, más rubios que los de Apolo, las cuales con harpas en
las manos esperándose una a otra, ivan diziendo este mote:
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 72
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
en el pico. Baxaron haziendo ruido con el batir de las alas, hasta que las pusieron sobre
los rubios cabellos de las tres hermosas damas. En acabando de passar, y llegando la
hermosa Venus, las tres sirenas con nuevo aire las dixeron este mote:
De número tan perfecto
querer algo publicar,
es no saberlo mirar.
En la ribera estavan esperando todos los cortesanos y los doze governadores del imperio,
los cuales con ropas roçagantes de brocado verde, tendiendo un hermoso palio, que no
llevaba precio su valor, cogieron debaxo a las seis damas, hasta que llegando cerca de
un castillo, que sobre cuatro ruedas tenía su assiento, se pararon a mirarle (Martínez,
2012, pp. 469-470).
4. Conclusión
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
73 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
de otros países en el contexto español y la cercanía de los poetas a los textos norma-
tivos de la época, entre otras cuestiones. A la luz de esos estudios es factible pensar,
en el caso concreto de las formas líricas y poéticas, que las categorías inscritas en
los textos caballerescos comparten los mismos problemas terminológicos y formales
que observamos en la vida poética del XVI.
El trabajo realizado en el ámbito de las Humanidades Digitales nos ha permitido
avanzar en los instrumentos de análisis de algunos ilones de nuestra producción
literaria, pues al conformar un catálogo descriptivo y tratar de sistematizar las
categorías analíticas desde el propio formato de captura de la información puso
de maniiesto, para el equipo de trabajo, la problemática de revisar y describir las
etiquetas de género literario vigentes en los ámbitos literarios del siglo XV-XVII.
Esta labor aún necesita trabajo y relexión en función no sólo de la nomenclatura al
interior de la literatura caballeresca, que permitiría en última instancia determinar
con mayor claridad la forma y función del entramado narrativo mayor y las formas
menores, sino también relación directa con las tendencias e innovaciones que deter-
minan los derroteros literarios de la modernidad a partir del siglo XVI, así como el
grado de compenetración con el marco normativo general que se estructura en las
poéticas del Siglo de Oro. Ahora más que nunca es ahora imprescindible proyectar
estudios y análisis como el que aquí se bosquejó sobre un corpus mucho más amplio
y abarcador del género de los libros de caballerías hispánicos.
Referencias bibliográicas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 74
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
7. Campos García Rojas, A. (en prensa). Letras de Fe y Fortuna en el Espejo de príncipes y caba-
lleros (Parte III). En Axayácatl Campos García Rojas, Lucila Lobato Osorio, Gabriela Martin
López y Carlos Alberto Rubio Pacho (eds.), «Estos que llaman libros de caballerías». Estudios
de literatura caballeresca. México: UNAM.
8. Campos García Rojas, A. (2015). Letras y motes con función narrativa en el Espejo de príncipes
y caballeros (Parte III). Revista de Cancioneros Impresos y Manuscritos. 4, 13-46.
9. Castro, Á. (2000). Libro segundo de don Clarián de Landanís. Ed. de Javier Guijarro Ceballos.
Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos.
10. Corbera, E. (2005). Febo el troyano. Ed. de José Julio Martín Romero. Alcalá de Henares: Centro
de Estudios Cervantinos.
11. Covarrubias Orozco, S. (1995). Tesoro de la lengua castellana o española. Ed. de Felipe C. R.
Maldonado. Madrid: Castalia.
12. Deyermond, A. (1994). De las categorías de las letras: problemas de género, autor y título en la
literatura medieval española. En María Isabel Toro Pascua (ed.), Actas del III Congreso de la
Asociación Hispánica de Literatura Medieval (Salamanca, 3-6 de octubre, 1989) (pp. 15-39).
Salamanca: Universidad de Salamanca.
13. Deyermond, A. (1975). The Lost Genre of Medieval Spanish Literature. Hispanic Review, 43,
231-259.
14. Eisenberg, D. (1975). Un barbarismo: «libros de caballería». Thesaurus. 30, 340-341.
15. Eisenberg, D. (1976). More on «libros de caballería» and «libros de caballerías». La Corónica,
2, 116-118.
16. Gómez Redondo, F. (1992). Géneros literarios en don Juan Manuel. Cahiers de Linguistique
Hispanique Médiévale, 17, 87-125.
17. Gómez Redondo, F. (1998). Historia de la prosa medieval castellana, t. 1: La creación del discurso
prosístico: el entramado cortesano. Madrid: Cátedra.
18. Gómez Redondo, F. (1999). Historia de la prosa medieval castellana, t. 2: El desarrollo de los
géneros. La icción caballeresca y el orden religioso. Madrid: Cátedra.
19. Gómez Redondo, F. (1989). Terminología genérica en la Estoria de España alfonsí. Revista de
Literatura Medieval, 1, 53-75.
20. Higashi, A. (2003). Edad Media y genología: el caso de las etiquetas de género. En Lilian von
der Walde (ed.), Propuestas teórico-metodológicas para el estudio de la literatura hispánica
medieval (pp. 35-73). México: Universidad Autónoma Metropolitana / Universidad Nacional
Autónoma de México.
21. Infantes, V. (2000a). Las historias caballerescas en la imprenta toledana (II). Manuscrito, impreso y
transmisión. Toledo, 1480-1518. En Margarita Freixas, Silvia Iriso y Laura Fernández (eds.), Actas
del VIII Congreso Internacional de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval (Santander,
22 al 26 de septiembre 1999), v. 1 (pp. 303-316). Santander: Consejería de Cultura del Gobierno
de Cantabria / Asociación Hispánica de Literatura Medieval.
22. Infantes, V. (2004a). Nominar las caballerías o de la titulación de un género. En Javier Gómez
Montero y Bernhard König (dirs.) y Folke Gernert (ed.), Letteratura cavalleresca tra Italia e
Spagna (da «Orlando» al «Quijote») / Literatura caballeresca entre España e Italia (del «Or-
lando» al «Quijote») (pp. 35-51). Salamanca: Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
75 N.º 74, 2018, 56-77
AXAYÁCATL CAMPOS GARCÍA ROJAS, MARÍA GABRIELA MARTIN LÓPEZ
23. Infantes, V. (1992). La prosa de icción renacentista: entre los géneros literarios y el género editorial.
En Antonio Vilanova (ed.), Actas del X Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas
(Barcelona, 21-26 de agosto 1989), v. 1 (pp. 467-474). Barcelona: PPU.
24. Infantes, V. (1996). Tipologías de la enunciación literaria en la prosa áurea. Seis títulos (y algunos
más) en busca de un género: obra, libro, tratado, crónica, historia, cuento, etc. (I). En Ignacio
Arellano, María del Carmen Pinillos, Fredéric Serralta y Marc Vitse (eds.), Studia Aurea. Actas
del III Congreso de la AISO (Toulouse, 1993), vol. 3 (pp. 265-272). Pamplona: GRISO / LEMSO.
25. Infantes, V. (1998a). Tipologías de la enunciación literaria en la prosa áurea. Seis títulos (y algu-
nos más) en busca de un género: obra, libro, tratado, crónica, historia, cuento, etc. (II). En Derek
W. Flitter (ed.), Studia Aurea. Actas del XII Congreso de la AIH (Birmingham, 21-26 de agosto
1995), vol. 2 (pp. 310-318). Birmingham: University of Birmingham.
26. Infantes, V. (1998b). Tipologías de la enunciación literaria en la prosa áurea. Seis títulos (y algunos
más) en busca de un género: obra, libro, tratado, crónica, historia, cuento, etc. (III). En María
Cruz García de Enterría (ed.), Actas del IV Congreso de la AISO (Alcalá de Henares, 22-27 de
julio 1996), vol. 2 (pp. 845-855). Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá.
27. Infantes, V. (2000b). Tipologías de la enunciación literaria en la prosa áurea. Seis títulos (y algunos
más) en busca de un género: obra, libro, tratado, crónica, historia, cuento, etc. (IV). En Florencio
Sevilla y Carlos Alvar (eds.), Actas del XIII Congreso de la AIH (Madrid, 6-11 de julio 1998),
vol. 3 (pp. 641-694). Madrid: Castalia.
28. Infantes, V. (2001). Tipologías de la enunciación literaria en la prosa áurea. Seis títulos (y algunos
más) en busca de un género: obra, libro, tratado, crónica, historia, cuento, etc. (V). En Christoph
Stosetzki (ed.), Actas del V Congreso de la AISO (Münster, 20-24 de julio 1999) (pp. 730-736).
Frankfurt-am-Main-Madrid: Vervuert / Iberoamericana.
29. Infantes, V. (2004b). Tipologías de la enunciación literaria en la prosa áurea. Seis títulos (y algunos
más) en busca de un género: obra, libro, tratado, crónica, historia, cuento, etc. (VI). En María Luisa
Lobato y Francisco Domínguez Matito (eds.), Memoria de la palabra. Actas del VI Congreso de
la AISO (Burgos-La Rioja 2002), vol. 2 (pp. 1059-1071). Frankfurt-am-Main-Madrid: Vervuert
/ Iberoamericana.
30. Kleiber, G. (1990). La sémantique du prototype. Paris: PUF.
31. Lacarra, M. J. (1988). Amor, música y melancolía en el Libro de Apolonio. En Vicente Beltrán
(ed.). Actas del I Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval (Santiago de
Compostela, 2-6 diciembre, 1985) (pp. 369-379). Barcelona: PPU.
32. López Bueno, B. y Juan F. A. (1996). La elegía. III Encuentro internación sobre poesía del Siglo
de Oro (Sevilla-Córdoba, 14-17 de noviembre 1994). Sevilla: Universidad de Sevilla.
33. Lucía Megías, J. M. y E. José Sales Dasí (2008). Libros de caballerías castellanos (siglos XVI-
XVII). Madrid: Laberinto.
34. Marín Pina, Ma. C. y N. Baranda (1995). La literatura caballeresca. Estado de la cuestión. Ro-
manistisches Jarbuch, 46, 314-339.
35. Martin, G. (enviado). Sobre la delimitación funcional de las categorías ‘letra’ y ‘letras’ en los
libros de caballerías españoles. eHumanista. Journal of Iberian Studies.
36. Martínez, M. (2012). Espejo de príncipes y caballeros (Parte III). Ed. de Axayácatl Campos
García Rojas. Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 56-77 76
Las categorías genológicas en los textos breves insertos en libros de caballerías hispánicos del siglo xvi
37. Macpherson, I. (1998). The «invenciones y letras» of the Cancionero general. Londres: Depart-
ment of Hispanic Studies-Queen Mary and Westield College.
38. Macpherson, I. (2004). Motes y glosas in the Cancionero general. Londres: Department of Hispanic
Studies-Queen Mary and Westield College.
39. Ortega, M. (1998). Felixmarte de Hircania. Ed. de María del Rosario Aguilar Perdomo, Alcalá de
Henares: Centro de Estudios Cervantinos.
40. Río Nogueras, A. (1994). Libros de caballerías y poesía de cancionero: invenciones y letras de
justadores». En María Isabel Toro Pascua (ed.), Actas del III Congreso de la Asociación His-
pánica de Literatura Medieval (Salamanca, 3-6 de octubre, 1989) (pp. 303-318). Salamanca:
Universidad de Salamanca.
41. Río Nogueras, A. (2007). The villancico in the works of early Castilian playwrights (with a note
on the function and performance of the musical parts). Devotional Music in the Iberian World,
1450-1800. En Tess Knighton y Álvaro Torrente (eds.), The Villancico and Related Genres (pp.
77-98). Londres: Ashgate.
42. Rodríguez de Montalvo, G. (2003). Sergas de Esplandián. Ed. de Carlos Sáinz de la Maza. Madrid:
Castalia.
43. Thompson, B. (1976). Libros de caballería, or –ías?. La Corónica, 1: 38-39.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
77 N.º 74, 2018, 56-77
EL MOTIVO Y LOS LIBROS DE CABALLERÍAS
Resumen: Análisis del papel que el motivo ha tenido en los estudios de la literatura caba-
lleresca. En este panorama de la historia crítica del motivo en torno al análisis de corpus
caballerescos destaco cómo ha constituido una clave de lectura constante y enriquecedora en
tanto que ha iluminado procesos de construcción poética y signiicados estéticos, históricos,
sociales y antropológicos.
Palabras clave: novelas de caballerías, materia artúrica, historia crítica
Abstract: This article offers an analysis of the role that the motif has had in the studies of
chivalric literature. This panorama of the critical history of the motif in the analysis of chivalric
corpora underscores how the motif has constituted a constant and enriching reading key,
insofar that it has illuminated the processes of poetic construction and aesthetic, historical,
social, and anthropological meanings.
Key words: Novels of Chivalry, Arthurian Material, Critical History
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 78-90 78
El motivo y los libros de caballerías
1. Introducción
egún conirma una inmensa literatura crítica, el arte novelesco del Occidente
S medieval, del cual la literatura caballeresca hispánica es heredera,1 se nutre de
motivos,2 de micro-récits3 estereotipados que constituyen las parties cristallines de
las narraciones de ese tiempo,4 el matériel roulant de la narración medieval.5 Las
anteriores son algunas de las deiniciones más visuales de un término que, al tras-
pasar sus planteamientos iniciales, se ha convertido en uno de los ejes de relexión
más importantes en el desarrollo de la crítica literaria moderna6 y que ha resultado
particularmente productivo en el estudio y comprensión de la poética medieval,7
así como en el análisis de modelos genéricos que tienen como fundamento de su
poética estructuras narrativas y discursivas repetitivas y estereotipadas; elementos
estructurantes que predominan en el caso de la literatura caballeresca.
2. El motivo y el roman
La importancia del estudio del motivo en el roman medieval fue señalada con
precisión por Daniel Poirion, para quien «il n’ y a pas de doute que la plupart des
romans tirent leur substance des motifs» (1983, p. 107), y, para el ámbito especí-
icamente hispánico, por Alan Deyermond, quien en su fundacional artículo sobre
1 En uno de sus estudios sobre la prosa de icción renacentista, Víctor Infantes señalaba cómo entre 1498 y 1550-
1554, años en los que aparecen, respectivamente, el primer romance impreso en castellano y el Lazarillo, «la
producción novelesca de más de sesenta años tiene poco o nada de renacentista o de novedosa, casi nada de
áurea y menos de creativa; la Edad Media, los hábitos narrativos anteriores —a veces en mucho a 1500— y
los temas, motivos y actitudes del productivo medioevo campean a sus anchas por el siglo XVI de la diligente,
astuta y desde luego nada desinteresada mano de un puñado de impresores y editores; pareciéndonos que la
pérdida del glorioso Emperador [Carlos I] fue el acontecimiento que esperaban agazapados los auténticos
creadores de la nueva icción, tal vez ahora sí renacentista» (1989, p. 117).
2 Y la literatura medieval en general: «la réecriture d’éléments, d’histoires déjà racontées, de personnages mis
en scène, de motifs déjà classiques est une constante de la littérature médiévale» (Carné y Bazin-Tacchella,
2007, p. 21).
3 Según la perspectiva semiótica de Josep Courtés (1979).
4 Según la perspectiva estructuralista de Lévi-Strauss (1971, p. 560).
5 Como los llamó Gaston Paris: «divers incidents qui, pour la plupart, se retrouvent ailleurs sous d’autres noms
et appartiennent à ce que l’on peut appeler le matériel roulant de cette littérature» (1888, p. 48).
6 Especialmente en la tematología y comparatismo literario, pero también en la narratología. Para una revisión
del concepto remito a los trabajos de Nieves Vázquez Recio (2000).
7 Véase el estudio de Jean-Jacques Vincensini (2000), y, desde una perspectiva antropológica (1996).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
79 N.º 74, 2018, 78-90
KARLA XIOMARA LUNA MARISCAL
8 “El romance crea su propio mundo, que no es el de nuestra experiencia diaria; este mundo se puede proyectar
de manera simbólica, pero no directa, a la vida ordinaria. Sin embargo, al tratar con emociones reales, el
romance alcanza (mediante el uso frecuente de patrones y motivos arquetípicos) niveles muy profundos de la
experiencia emocional” (1975, pp. 233-234).
9 Al que dedicó un estudio desde esta perspectiva (1968-1969). Y, junto a Margaret Chaplin, para el género épico
(1972).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 78-90 80
El motivo y los libros de caballerías
sinon l’art de tisser en une trame ajustée des aventures disparates, des récits hérités de
traditions variées et des motifs divers et mêlés? (2000, p. 17).10
10 “La apología de la forma apadrina el nacimiento del roman artúrico; el roman se distingue del cuento por ser
una obra compuesta con mucho cuidado; el cuento deviene aquí sólo la fuente de la palabra escrita, el material
que debe tejerse antes de verlo despedazado por narradores simples y despreciables. […] La “conjointure”,
desconocida por narradores ignorantes, es el signo de una obra armoniosa, fruto de un trabajo delicado [...]. Pero
¿qué es la “conjointure” sino el arte de tejer en una trama organizada aventuras heterogéneas, relatos heredados
de diversas tradiciones y numerosos motivos, muchas veces combinados y fusionados entre sí? (2000, p. 17).
Las cursivas son mías.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
81 N.º 74, 2018, 78-90
KARLA XIOMARA LUNA MARISCAL
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 78-90 82
El motivo y los libros de caballerías
sos episodios del Cristalián. Bajo su dirección vieron la luz dos índices del corpus
caballeresco: el Índice y estudio de motivos en los libros de caballerías castellanos
(1508-1516) de Ana Carmen Bueno Serrano (2007); y el Índice de motivos de las
historias caballerescas breves (2013).
El interés por el análisis del corpus caballeresco desde esta orientación ha sido
una constante dentro de las perspectivas de la trayectoria investigadora del profesor
Cacho Blecua, desde su temprano Amadís: heroísmo mítico cortesano (1976) hasta
la más reciente presentación y edición del número monográico que, en el año 2012,
dedicó al motivo en la literatura caballeresca la prestigiosa Revista de poética medie-
val, dirigida por Fernando Gómez Redondo y Carlos Alvar, y que fue el encargado
de coordinar. En la introducción a este número, Cacho Blecua hacía un balance de
la productividad que el motivo había tenido en los estudios hispánicos del corpus
caballeresco. Subrayaba la relación estrecha que mantenían con el género varios
«tipos» y múltiples motivos difundidos en tierras hispánicas (2012, pp. 12-13); y
conirmaba, desde distintas ópticas, «la existencia de una poética de los libros de
caballerías basada en la reiteración de los motivos a distintos niveles: en el plano
creativo, en la difusión de sus obras, en su recepción» (2012, p. 21).
El caso del morisco Román Ramírez y el de la poética desplegada en Don Qui-
jote por Cervantes ofrecen algunos de los mejores ejemplos. En el primer caso, el
empleo de los contenidos narrativos codiicados permitió al lector experimentado
que era Román Ramírez facilitar el proceso comunicativo y mnemotécnico del que
hacía gala cuando recitaba de memoria distintos pasajes de libros de caballerías ante
su asombrado auditorio. Esta «lectura de memoria» sería una de las acusaciones
que lo llevarían a su muerte el 8 de diciembre de 1599, procesado por la Inquisi-
ción acusado de tener tratos con el diablo, quien le ayudaría a «tener memoria» de
carácter sobrenatural para recordar las múltiples aventuras de los gruesos tomos que
conformaban los libros de caballerías (Cacho Blecua, 2002).
En el caso de Don Quijote, Cervantes «había descubierto la poética de una serie
cuyas obras se habían elaborado con estructuras, técnicas, fórmulas y motivos […]
muy similares» (Cacho Blecua, 2012, p. 20). Su mayor genialidad y desafío consistió
«en tratar de destruir la serie mediante una obra original cimentada principal pero no
exclusivamente con esos mismos materiales, usados de forma distinta, en principio
de manera irónica, paródica y risible, y en otros casos atendiendo a resortes mucho
más profundos» (2012, p. 21). Y en este procedimiento veía Cacho Blecua uno de los
juegos de poética novelesca más sutiles, pues Cervantes problematiza, ironiza, paro-
dia y profundiza la esencia del motivo, convirtiéndolo incluso en un «metamotivo»,
que se desarrolla a veces sobre sí mismo (2012, p. 22). En un trabajo anterior, el autor
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
83 N.º 74, 2018, 78-90
KARLA XIOMARA LUNA MARISCAL
ya se había ocupado del tratamiento que Cervantes dio en el Quijote a los distintos
motivos del corpus caballeresco, que iba más allá de la burla y la parodia (2010).
Otro hito en los trabajos referentes al motivo en los libros de caballerías hispáni-
cos fueron los estudios de M.ª Carmen Marín Pina, «El tópico de la falsa traducción
en los libros de caballerías españoles» (1994) y, especialmente, «Motivos y tópicos
caballerescos» (1998), que se convertirán en referentes fundamentales. En este último,
Marín Pina seleccionó los quince motivos y tópicos más representativos de los libros
de caballerías que fueron utilizados en el Quijote, entre ellos, el del manuscrito
encontrado, la investidura caballeresca, la doncella encantada, el barco encantado
y la defensa del menesteroso. El repertorio conformará una base acreditada para el
desarrollo de múltiples investigaciones desde esta perspectiva, a la que Marín Pina
ha dedicado estudios ejemplares, el más reciente de ellos, destinado a «Los motivos
del suplicio en el Cristalián de España» (2012).
A partir de entonces el análisis desde esta óptica ha sido enormemente productivo
en el ámbito de los libros de caballerías. Pocos son los investigadores que no han
consagrado un estudio al corpus desde esta orientación, especialmente si considera-
mos la deinición abierta del motivo, en la que no solamente acciones, sino objetos
y personajes tienen cabida.11
El ámbito especíico del corpus caballeresco hispánico de materia artúrica ha
encontrado en el análisis de los motivos un campo fértil de investigación.12 Dos
circunstancias características del corpus propician particularmente este enfoque.
La primera tiene que ver con su incardinación directa en la tradición del roman
artúrico. La segunda, con las características propias de difusión y reelaboración de
estos materiales en el ámbito románico. Al provenir de los romans artúricos forman
parte de los testimonios tardíos de las formas más corrientes de las historias de la
materia de Bretaña en prosa, en especial, del llamado ciclo Post-Vulgata, derivado
de la Vulgata, ciclos que, a su vez, emanaron de otra tradición anterior, entre la que
destaca Chrétien de Troyes y las prosiicaciones de Robert de Boron. José Ramón
Trujillo, quien en diversos artículos ha relexionado sobre la función y el signiicado
de motivos representativos de varios ejes temáticos del corpus artúrico (el ámbito
bélico, el maravilloso y el amoroso),13 ha señalado la utilidad del estudio del motivo
11 Para una revisión completa de los estudios desde esta óptica en la literatura caballeresca hispánica remito a
Luna Mariscal (2017, pp. 23-64).
12 Para una recensión de la investigación en torno al tema remito a Luna Mariscal (2017, pp. 23-64).
13 Citaré aquí, entre otros, «El espacio de la proeza y sus motivos narrativos», en el que destaca la función de los
motivos como elementos motores del relato y su relación con el sistema de valores subyacente (Trujillo, 2012).
Y «Magia y maravillas en la materia artúrica hispánica», en el que el estudio de la función y el signiicado de
los motivos le permite señalar la especiicidad de la Demanda castellana frente a los testimonios portugueses
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 78-90 84
El motivo y los libros de caballerías
como instrumento privilegiado para alcanzar una mayor comprensión de la cultura que
lo emplea a través de su selección y evolución; su utilidad a la hora de revelar la poética
subyacente en el empleo consciente que los sucesivos autores y refundidores le dieron
como pieza constructiva. El estudio sistemático del motivo ―especialmente los bélicos,
amorosos y maravillosos―, integrado en un estudio combinado con otras unidades
narrativas, fórmulas y temas, nos permiten un apoyo excepcional para valorar de forma
objetiva la intención, la originalidad y el color emocional de nuestra literatura medieval
cortesana (2012, pp. 335-336).
Conclusiones
y franceses y explicarla, entre otras causas, a partir de la espiritualidad de los siglos xv y xvi (Trujillo, 2008).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
85 N.º 74, 2018, 78-90
KARLA XIOMARA LUNA MARISCAL
Blecua, quien nos ha brindado varios ejemplos paradigmáticos de análisis desde esta
perspectiva en distintas obras del corpus caballeresco.
El motivo se ha revelado fundamental no sólo en la comprensión de las distintas
estrategias narrativas y discursivas que dieron origen al roman de Occidente medieval
(recordemos que varios críticos lo vinculan estrechamente a la conjointure, técnica
de construcción distintiva del género), sino en el esclarecimiento de las complejas
relaciones de difusión, traducción, reelaboración y reconstrucción de los grandes
ciclos medievales de la novela artúrica en las literaturas de icción de Occidente, la
Vulgate y la Post-Vulgate.
A la aproximación folclórica que estuvo en el origen del estudio de esta unidad en
el corpus artúrico se añadieron muy pronto otras perspectivas investigadoras, desde
la formalista y estructural hasta la mítica y antropológica. Los trabajos de François
Delpech (1981, 1990), Anita Guerreau-Jalabert (1992), Jean-Jacques Vincensini
(1996, 2000), Alan Deyermond (1975), y Juan Manuel Cacho Blecua (1976, 2002)
son ejemplos de lo fecundo que puede resultar este acercamiento, que enriqueció
enormemente el estudio ilológico de los textos.
El examen de la utilización que de esta unidad ha hecho la crítica especializada
demuestra cómo su papel va más allá de su evidente consideración como herramienta
de análisis temático, pues ha resultado muy fructífera en el discernimiento de la
poética subyacente de las obras y de la originalidad que presentan respecto a sus
fuentes. Su estudio resulta también indispensable para iluminar los diversos aspectos
que entran en juego en la recepción de estos materiales, pues se reactualizan siempre
en un contexto histórico determinado.
Los motivos revisten así un interés especial tanto desde una perspectiva sin-
tagmática como de una paradigmática. En el primer caso porque revelan distintos
aspectos de la poética latente en la construcción de la obra (y el papel que tuvo en
su coniguración el sistema literario en el que se inscribe); en el segundo, porque a
través de los motivos se establece no sólo la relación con el acervo tradicional de
cada cultura, sino su adaptación a las nuevas condiciones sociales e históricas de
un momento dado, condición esencial para la aceptación y difusión de estas obras.
Los campos semánticos más profusamente estudiados han sido los relativos al
folclor y su adaptación cristianizada al campo novelesco. Destacan, en segundo lugar,
los análisis de los motivos de los ejes temáticos más representativos del modelo
caballeresco: el bélico y el maravilloso, en primer lugar, y el amoroso en segundo. La
mayoría de los trabajos han privilegiado el análisis de motivos narrativos, personajes
y objetos. Menos atendidos han sido los motivos descriptivos.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 78-90 86
El motivo y los libros de caballerías
Referencias bibliográicas
1. Amezcua, J. (1984). Metamorfosis del caballero: sus transformaciones en los libros de caballerías
españoles. México: Universidad Autónoma Metropolitana.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
87 N.º 74, 2018, 78-90
KARLA XIOMARA LUNA MARISCAL
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 78-90 88
El motivo y los libros de caballerías
22. Gómez Redondo, F. (2012). Historia de la prosa de los Reyes Católicos: el umbral del Renaci-
miento. Madrid: Cátedra, 2 vols.
23. Gómez Redondo, F. Historia de la prosa medieval castellana, I. La creación del discurso prosís-
tico: el entramado cortesano. Madrid: Cátedra. 1998.
24. Gómez Redondo, F. Historia de la prosa medieval castellana, II. El desarrollo de los géneros.
La icción caballeresca y el orden religioso. Madrid: Cátedra.
25. Guerreau-Jalabert, A. (1992). Index des motifs narratifs dans les romans arthuriens français en
vers (XIIͤ -XIIIᵉ siècles). Genève: Droz.
26. Infantes, V. (1989). La prosa de icción renacentista: entre los géneros literarios y el género edi-
torial. Journal of Hispanic Philology, 13, 115-124.
27. Lévi-Strauss, C. (1971). Mythologiques, t. IV, L’homme nu. Paris: Plon.
28. Luna Mariscal, K. X. (2013). Índice de motivos de las historias caballerescas breves. Vigo:
Editorial Academia del Hispanismo.
29. Luna Mariscal, K. X. (2017). El motivo literario en «El Baladro del sabio Merlín» (1498 y 1535).
Con un Índice de motivos de «El Baladro del Sabio Merlín» (Burgos, 1498 y Sevilla 1535).
México: El Colegio de México.
30. Marín Pina, M.ª C. (1994). El tópico de la falsa traducción en los libros de caballerías españoles.
En M. I. Toro Pascua (Ed.), Actas del III Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura
Medieval (Salamanca, 3 al 6 de octubre de 1989), vol. 1. (pp. 541-548). Salamanca: Universidad
de Salamanca.
31. Marín Pina, M.ª C. (1998). Motivos y tópicos caballerescos. En F. Rico (coord.), Miguel de Cer-
vantes, Don Quijote de la Mancha (pp. 857-902). Barcelona: Crítica, 1998.
32. Marín Pina, M.ª C. (2012). Los motivos del suplicio en el Cristalián de España. Revista de poética
medieval, 26, 217-235.
33. Méla, Ch. (1984). La reine et le Graal. La conjointure dans les romans du Graal, de Chrétien de
Troyes au «Livre du Lancelot». Paris: Seuil.
34. Paris, G. (1888). Histoire littéraire de la France, t. 30. Paris: Imprimerie Nationale, 1-270.
35. Poirion, D. (1983). Précis de littérature française du Moyen Age. Paris: Presses Universitaires
de France.
36. Revista de Poética Medieval (2012). Número monográico dedicado a El motivo en la literatura
caballeresca. J. M. Cacho Blecua (Ed. lit.), 26.
37. Russinovich de Solé, Y. (1974). El elemento mítico-simbólico en el Amadís de Gaula: interpre-
tación de su signiicado. Thesaurus, 29, 129-168.
38. Tirant. Butlletí informatiu i bibliogràic de literatura de cavalleries (2016). Número monográico
Las historias caballerescas breves: conines genéricos y motivos literarios. En memoria de Víctor
Infantes. 19. Recuperado de https://ojs.uv.es/index.php/Tirant/index
39. Trujillo, J. R. (2008). Magia y maravillas en la materia artúrica hispánica. Sueños, milagros y
bestias en la Demanda del Santo Grial. En J. M. Lucía Megías, Mª. C. Marín Pina (Eds.), A. C.
Bueno Serrano (Col.), Amadís de Gaula: quinientos años después. Estudios en homenaje a Juan
Manuel Cacho Blecua (pp. 699-818). Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos.
40. Trujillo, J. R. (2012). El espacio de la proeza y sus motivos narrativos. Justas, torneos y batallas
en la materia artúrica hispánica. Revista de poética medieval, 16, 325-356.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
89 N.º 74, 2018, 78-90
KARLA XIOMARA LUNA MARISCAL
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 78-90 90
A VUELTAS CON LA PERIODIZACIÓN LITERARIA
Rocío G. Sumillera
Universidad de Granada, España
[email protected]
Recibido: 05/02/2018 – Aceptado: 05/06/2018
DOI: 10.17533/udea.lyl.n74a05
Abstract: The debates around the periodisation of the history of literature have constituted
a recurrent concern among historians of literature and literary critics alike. The controversy
has revolved around the acknowledgement of certain periods as such, the denomination of
the same, the criteria employed to establish them, the positive or negative connotations that
have been traditionally attributed to them, the inclusion or exclusion of speciic authors as
representatives of certain periods, and the tensions in terms of power relations of different
kinds (linguistic, national, ethnic, of gender and race) upon which the phenomenon of pe-
riodisation itself is sustained.
Keywords: literary periodisation; the concept of Renaissance; the concept of Spanish Golden
Age; the concept of Early Modern; feminist historiography.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
91 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
1. Introducción
En los años noventa del siglo xx, Gilbert y Gubar (1991) llamaban la atención
sobre las categorías ya plenamente establecidas en la periodización de la literatura
en lengua inglesa y la partición en períodos atendiendo a una mezcla de criterios
diversos. Así, si los nombres de algunos períodos atienden a cuestiones puramente
cronológicas, como ‘The Sixteenth Century’, en la práctica en muchas ocasiones
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 92
A vueltas con la periodización literaria
esta categoría termina englobando más de un siglo, por ejemplo comprendiendo los
años entre 1485 hasta 1603, es decir, el período en que la dinastía Tudor asciende
al trono con Enrique VII de Inglaterra (1485), y se extingue con la muerte de Isabel
I (1603). De igual manera, ‘The Seventeenth Century’ con frecuencia se entiende
como el período que va desde 1603 hasta 1660, esto es, hasta la restauración de la
monarquía con Carlos II de la Casa de Estuardo. Igualmente, a menudo se denomina
‘The Restoration and Eighteenth Century’ al período comprendido entre 1660 y 1798,
y más usual aún es encontrar en las historias de la literatura británica el empleo de
la expresión ‘The Long Eighteenth Century’ para englobar los años comprendidos
entre 1688 y 1832, lo cual implica, en sentido estricto, el entendimiento de un siglo
como invasor del inal y del principio de los colindantes (O’Gorman, 1997). Otro
criterio cronológico de periodización se ha regido por eventos políticos de impor-
tancia que han marcado la historia de una región, un país o un continente. Así, por
‘Victorian Age’ se entiende el período que comienza en 1832 y termina en 1901,
con la muerte de la reina Victoria, a pesar de que efectivamente Victoria no sube
al trono hasta 1837. En el caso de la ‘Victorian Age’, claro está, el criterio no es
estrictamente cronológico sino político, pues se entiende que es una era marcada
por el reinado de un mismo monarca; este criterio, si bien reconoce que el hecho
literario es indisoluble de acontecimientos sociales y políticos de relevancia, obvia,
por otra parte, el que estos no son en exclusiva responsables de las características
de las manifestaciones literarias. En esta división de épocas, Gilbert y Gubar (1991,
p. 75) advierten que sólo algunos períodos se denominan temáticamente, con nom-
bres que apuntan a una especie de esencia intrínsecamente literaria, y quizá por ello
terminan resultando comparativamente mucho más breves que todos los anteriores;
este sería el caso del Romanticismo (1798-1832). En estas ocasiones, otro elemento
a tener en cuenta es el alcance cronológico en distintos países de un mismo concepto
deinido por criterios literarios/artísticos: con el término barroquismo, por ejemplo,
Hatzfeld (1964) se reiere a momentos históricos diferentes en Italia (1600-1630),
España (1630-1670) y Francia (1680-1710).
En efecto, si bien en analogía con las particiones de la disciplina de la Historia
se ha hablado de ‘literatura antigua’, ‘literatura medieval’, ‘literatura contemporá-
nea’, en otras ocasiones, para hacer las particiones menos extensas y más limitadas
temporalmente, se han tomado los siglos como unidades de partición cronológica.
Así, se habla por ejemplo de ‘literatura del siglo xx’, si bien, claro está, la desven-
taja de esta terminología reside en que el principio o el in de un período literario
no necesariamente coincide con el in de un siglo y el inicio del siguiente, también
porque en un mismo siglo pueden convivir movimientos o tendencias literarias de
signo dispar. Piénsese, por ejemplo, en lo que sucede en la escena literaria espa-
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
93 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
ñola de la segunda mitad del siglo xviii: tan sólo en España, en ese mismo medio
siglo, se suceden tres estilos, a saber, el rococó, el prerromántico y el neoclásico,
altamente discutidos en su signiicación y su alcance (por ejemplo, Sebold, 1992
discute en este punto a Caso González, Arce y Gaya Nuño, 1970). Las discusiones
conceptuales en estos casos a veces se centran en el nombre otorgado al período
y en las posibilidades de anacronismo que sugiere, como sucedió con el término
‘prerromanticismo’, que comenzó a emplearse en 1930 en Francia para referirse al
período comprendido entre 1780 y 1830:
Éste fue el problema de la palabra, o su pecado original: que naciera para referir elementos
de una etapa histórica a otra posterior. Indudablemente fue un gran error, porque la etapa
a la que se caliicaba de prerromántica tenía entidad por sí misma, y entonces el preijo
desvirtuaba su propio contenido, al relacionarla con una etapa posterior y distinta; o
era sólo un precedente o comienzo de lo que después se llamará romanticismo. Como
esto último fue casi unánimemente negado por los estudiosos del segundo dieciocho, el
término resultó engañoso, por no decir equívoco (1983, p. 16).
Otros críticos han entendido que otros términos como ‘movimiento’, ‘generación’
y ‘escuela’, permiten una lexibilización de la noción de periodización. Nuevamente,
por unas u otras razones, ninguno se reconoce como la panacea. Por ejemplo, con
respecto al concepto de generación, algunos autores han subrayado dos inconve-
nientes considerables: por una parte, «que el concepto de generación, uniicador por
su propia esencia, tiende a ocultar la dialéctica, o sea las contradicciones internas
del proceso literario, que existen en cada uno de sus momentos y etapas»; por otra,
«que la periodización por generaciones […] es, en el fondo, mecánica [...], y como
tal, incapaz de descubrir el movimiento evolutivo real» (Bělič, 1975, p. 14). La
objeción por mecanicismo de «la teoría de la sucesión de las generaciones» a veces
aparece combinada con una segunda objeción por arbitrariedad «cuando se aplica
con exclusividad», pues entonces «tiende a sustituir por los períodos culturales,
este concepto viviente y humano de las generaciones, […] las que se reproducen en
sucesión ininita» (Fernández Méndez, 1959, p. 127). García-Bedoya Maguiña, en
su propuesta de periodización de la literatura peruana, apunta lo siguiente sobre el
concepto de generación, al que también considera con escepticismo:
Y aún si aceptamos la opinión que parece la más coherente, la de Ortega y Gasset, que
postula la eclosión de una generación cada 15 años, no podemos dejar de enunciar algu-
nos reparos insoslayables al denominado método de las generaciones. Es notorio que la
coetaneidad de un grupo de escritores implica que éstos reciben el impacto de similares
circunstancias políticas, sociales o culturales, que suelen moverse en los mismos am-
bientes o recibir la inluencia de maestros comunes. Pero no es menos cierto que frente
a estímulos semejantes, distintos individuos reaccionan de maneras también diversas, e
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 94
A vueltas con la periodización literaria
1 En la periodización de la literatura argentina también, por ejemplo, el empleo del método generacional se ha
cuestionado en repetidas ocasiones y por distintos motivos (Carilla, 1989). En torno a los criterios de la perio-
dización de la literatura argentina, véanse (Castagnino, 1989; Palermo, 1989; Tiberi, 1989), y, de forma más
general, en torno a los de la literatura latinoamericana, (González, 1983; Pollman 1983; Gutiérrez Girardot,
1985).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
95 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
mentos de mayor esplendor de la castellana —tal que durante los Siglos de Oro— o de
más intensa represión por parte del poder político centralista como sucedía en la época
franquista (2004, p. 173).
Esta es una crítica compartida por otros ámbitos artísticos y culturales, entre
ellos el audiovisual. Román Gubern, en una relexión acerca de la problemática de
la periodización de la historia del cine a nivel global, explicaba su propia experiencia
al respecto:
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 96
A vueltas con la periodización literaria
Parece existir consenso entre los historiadores del cine en que si la periodización de
la historia de los diferentes cines nacionales constituye una segmentación cronoló-
gica evolutiva, funcional y clariicadora, la periodización de las historias globales
del cine universal es una convención quimérica de inspiración etnocéntrica, que se
adopta únicamente por comodidad y tradición. Escribo estas relexiones recordando
los acalorados debates que viví entre 1977 y 1985 cuando, bajo la presidencia de
Guido Aristarco, un comité auspiciado por la UNESCO y la FIAF, y con su secreta-
riado instalado en la Cinemateca búlgara, en Sofía, intentó poner en pie una historia
del cine mundial escrita por equipos nacionales, que pretendía publicarse en veinte
volúmenes y en tres idiomas (inglés, francés y ruso). Del conjunto de aquellos debates
internacionales, […] lo más interesante que surgió fue un documento de seis páginas
[…] que llevaba el ambicioso título de Fundamentos metodológicos de la Historia
General del Cine. Nuestro borrador fue sometido más tarde a debate y enmienda por
parte de una asamblea de historiadores de todos los continentes, salvo de Oceanía,
y uno de los puntos que más intervenciones suscitó fue precisamente el relativo a la
periodización (1994, pp. 1-2).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
97 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
Modernists’ arises to relegate the additions to what presumably would be the status of
‘Low Modernists’ (1990, p. 397).2
Lee Patterson abre su capítulo «The Place of the Modern in the Late Middle
Ages» con una crítica demoledora acerca de la utilidad y la conveniencia de la
división en períodos de la historia de la literatura: «Nowadays few people have a
good word to say about periodization» (1996, p. 52). Si utilizado sincrónicamen-
te, como sostiene Patterson, la noción de período suprime la heterogeneidad y
la diferencia, e impone rigidez e inmovilidad al tiempo que sugiere la existencia
de una esencia detrás de cada producto cultural y establece un círculo vicioso
en términos de modelos explicativos: «so that, for example, the Prelude at once
2 «Estos períodos, creados por un establishment literario dominado por hombres, para una tradición literaria
predominantemente masculina y sancionada por la inevitabilidad cronológica, pueden ser una icción, pero
poseen la tenacidad de la conveniencia y la convención. Incluso después de que la crítica feminista haya
recuperado con éxito a escritoras relegadas al olvido y haya colocado a escritoras reconocidas en el canon, la
antigua periodización de los estudios literarios se mantiene irme. Por ejemplo, cuando el concepto de Moder-
nismo se estiró para incluir a las escritoras y a los autores negros, el nuevo término ‘modernismo alto’ aparece
para relegar a las nuevas incorporaciones a lo que se entiende es una suerte de estatus inferior, el ‘modernismo
bajo’» (mi traducción).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 98
A vueltas con la periodización literaria
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
99 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
sous la plume d’un de ses contemporains, ce petit mot à minuscule, qui, avec d’autres
(restauration, rénovation, résurrection), servait à désigner, sans plus, une transformation
des lettres et des arts au seuil des temps modernes, il s’arrêtait, il souriait à ce mot qui
lui souriait, il le retenait pour de plus hauts destins (1993, pp. 81-82).3
3 «En el mes de julio de 1839, Michelet había perdido a su primera esposa, Pauline Rousseau. Se había casado
con ella sin pasión, por deber, y sin revestir tal unión de aquella espontaneidad sentimental propia de los vivos
idilios de su juventud. Durante quince años, Pauline Rousseau había atendido su hogar ielmente, le había
dado dos hijos, Adèle y Charles, y había sido su compañera en los momentos difíciles. Michelet podía echarse
en cara en su lecho de muerte no el haberla traicionado, sino, más bien, el haberla descuidado moralmente, el
haberla dejado fuera de su vida intelectual, esto es, de su auténtica vida: el haberla abandonado de corazón y
de pensamiento. Pauline, un hábito y una conveniencia. […] Tras semanas de consternación, de nerviosismo,
de aventuras mediocres y de contactos infructuosos, al in una pasión irrumpe de súbito en la vida del historia-
dor. Pues he aquí que conoce a Mme Dumesnil, y se prenda de una ainidad de pensamiento y de sentimiento
[…], de una mujer inteligente, sensible y a su altura. Así, después de una muerte sentimental, despierta a una
vida nueva, una vita nuova, que lorece de nuevo en su corazón. […] Llevaba en sí un sentimiento profundo,
exultante, de renacimiento. Cuando se reencuentra con esa palabrita en minúscula, bien escrita por su pluma,
bien por la de alguno de sus contemporáneos, y en compañía de otras (restauración, renovación, resurrección),
la elige para designar una transformación de las letras y las artes en el umbral de la modernidad. Sonriendo,
se detiene frente a esa palabra que le devuelve la sonrisa, y la retiene para depararle un destino superior» (mi
traducción).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 100
A vueltas con la periodización literaria
la obra de Vasari Le vite de’ piu eccellenti pittori, scultori, e architettori (1550) vino
a hacer lo mismo en lo tocante al ámbito de las artes visuales y la arquitectura, al
entender que la arquitectura antigua había muerto con la edad media, y que, gracias
a ciertos artistas insignes, felizmente había renacido; quedaba así ijada la noción
de rinascita (Burioni 2010). En cierto modo, pues, «El concepto de Renacimiento
fue elaborado por los propios renacentistas. De Petrarca a Vasari, del siglo XIV al
XVI, se conigura una periodización histórica que divide el tiempo de la humanidad
en tres edades: la Antigüedad, la ‘edad oscura’ o ‘edad media’, y la ‘edad nueva’ o
Renacimiento, caracterizada por el retorno a los antiguos tras la barbarie de los siglos
medievales» (Campillo Meseguer, 1983, p. 59). Posteriormente, en el siglo xviii,
los ilustrados continuaron extendiendo la visión negativa de la Edad Media, que
habían considerado con sospecha, tachándola de haber sido una edad cruel, oscura,
de tinieblas, en la que desaparece o se difumina el esplendor del conocimiento y la
soisticación de la cultura de la Antigüedad clásica, como bien ha explicado Eugenio
Garin (1973). Sólo sería con la llegada del Romanticismo que esta visión demonizada
del medioevo sería revisitada, cuestionada y reivindicada, reclamando para ella un
nuevo lustre que anteriormente se le había negado.
La compleja noción de Renacimiento, mimada durante largos años por la críti-
ca, más recientemente ha sido cuestionada desde diversos puntos de vista. En este
sentido, la posición de Le Goff es clara y de negación de la existencia misma del
período, pues deiende «que en los ámbitos tanto económico, político y social como
cultural en el siglo xvi, y de hecho hasta mediados del siglo xviii, no hubo cambios
fundamentales que justiicaran la separación entre la Edad Media y un periodo
nuevo, diferente, que, en este caso, sería el Renacimiento» (2016, p. 72), por lo que
concluye que «el Renacimiento, reconocido como época especíica por la historia
contemporánea tradicional, no es sino el último subperiodo de una larga Edad Media»
(2016, p. 96).4 Las críticas de Joan Kelly apuntan en una dirección diferente a las de
Le Goff, si bien no por ello son menos demoledoras con la idea de Renacimiento.
En la colección de ensayos Becoming Visible: Women in European History, publi-
cada en 1977, Kelly irmaba el capítulo «Did Women Have a Renaissance?», en el
que precisamente cuestionaba que pudiera hablarse de un «renacimiento» para las
mujeres durante el Renacimiento, cuestionando así la validez de una periodización
realizada por historiadores hombres que tenían en cuenta en exclusiva la historia de
los hombres. El núcleo de su argumento no deja lugar a dudas acerca de su posicio-
namiento y de su premisa inicial: «There was no ‘renaissance’ for women—at least
not during the Renaissance. There was, on the contrary, a marked restriction of the
4 Por supuesto, esta crítica no es unánime; otros autores, en cambio, centran su cuestionamiento más bien en el
concepto de ‘edad media’ (Ségal, 1991).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
101 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
scope and powers of women. Moreover, this restriction is a consequence of the very
developments for which the age is noted» (1984, p. 3).5 Por las mismas razones, Kelly
cuestiona otros momentos históricos que tradicionalmente se han entendido como
de feliz avance para la humanidad, cuando en realidad, argumenta, dichas épocas
históricas coinciden con momentos de represión y de limitación para las mujeres:
our notions of so-called progressive developments, such as classical Athenian civili-
zation, the Renaissance, and the French Revolution, undergo a startling re-evaluation.
For women, ‘progress’ in Athens meant concubinage and coninement of citizen wives
in the gynecaeum. In Renaissance Europe it meant domestication of the bourgeois wife
and escalation of witchcraft persecution which crossed class lines. And the Revolution
expressly excluded women from its liberty, equality, and ‘fraternity’ (1984, p. 3).6
Kelly por tanto subraya que la evaluación de la signiicación social de estos tres
períodos ha sido realizada desde el punto de vista de los hombres, dando por sentado
que las mujeres compartían los mismos avances sociales con ellos. En cambio, la
historiografía feminista sostiene que es preciso re-evaluar la consideración de tales
períodos, ya que el que la historia de las mujeres coincida con la de los hombres es
un mito, puesto que para unas y para otros los mismos momentos cruciales en la
historia han tenido un impacto diferente y consecuencias de, en no pocas ocasiones,
signo opuesto. Kelly por tanto aboga por mantener la periodización tradicional exis-
tente, siempre que sea abordada y reconsiderada desde, lo que denomina, un punto
de vista relacional (relational):
To my mind, what is more promising about the way periodization has begun to function
in women’s history is that it has become relational. It relates the history of women to
that of men, […] by seeing in common social developments institutional reasons for the
advance of one sex and oppression of the other. Handled this way, traditional periodizing
concepts may well be retained—and ought to be insofar as they refer to major structu-
ral changes in society. But in the evaluation of such changes we need to consider their
effects upon women as distinct from men. We expect by now that those effects may be
so different as to be opposed and that such opposition will be socially explicable. When
5 «No hubo ‘renacimiento’ para las mujeres —al menos no durante el Renacimiento. Hubo, por el contrario,
una notable restricción del alcance y del poder de las mujeres. Es más, esta restricción fue consecuencia de los
acontecimientos mismos por los cuales se celebra este periodo» (mi traducción).
6 «Nuestras nociones de lo que se denominan ‘acontecimientos progresivos’ como, por ejemplo, la civilización
ateniense en la época clásica, el Renacimiento o la Revolución Francesa, sufren una sorprendente reevaluación.
Para las mujeres, el ‘progreso’ en Atenas signiicó concubinato y el coninamiento de las ciudadanas casadas
al gineceo. En la Europa del Renacimiento, la restricción al ámbito de lo doméstico de la esposa burguesa, y
la escalada de la persecución por brujería que traspasaba fronteras de clase. En cuanto a la Revolución, expre-
samente excluía a las mujeres de su libertad, igualdad y ‘fraternidad’» (mi traducción).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 102
A vueltas con la periodización literaria
women are excluded from the beneits of the economic, political, and cultural advances
made in certain periods, a situation which gives women a different historical experience
from men, it is to those ‘advances’ we must look to ind the reasons for that separation
of the sexes7 (1984, p. 4)8.
Para Gilbert y Gubar (1991, p. 74) también es inevitable cuestionarse una perio-
dización que ya se da por sentado: «Do women have periods —the kind we study in
school? Or has “the problematic of naming” deformed and defaced female literary
history? Further, is there a relationship between the apparent coherence of a period
and its sexual politics?».9 Sin embargo, como han subrayado Shepard y Walker, en
la historiografía feminista es inusual que las categorías de períodos históricos, que
abiertamente se han denunciado como inadecuadas para estudiar la historia de las
mujeres, inalmente se sustituyan por otras alternativas que favorecerían un estudio
diferente de la historia:
While familiar periodising categories have been declared inappropriate for the history
of women, they have not usually been replaced by alternative schemas. Historians have
been less diligent in investigating the role of women and gender in constituting change.
In work on women and gender in history, questions of periodisation and change appear
often to have been jettisoned altogether in favour of continuities and stasis (2009, p. 2).10
7 «Me parece que lo más prometedor de cómo la periodización comienza a funcionar en la historia de las mujeres
es que se ha convertido en algo relacional. Esto es, que pone en relación la historia de las mujeres con la de
los hombres, […] e identiica en acontecimientos sociales comunes razones institucionales para el avance de
uno de los sexos y la opresión del otro. Entendido de esta manera, se pueden conservar conceptos propios de la
periodización tradicional; es más, se deben conservar, pues señalan los cambios estructurales más signiicativos
de la sociedad. Pero en la evaluación de tales cambios, necesitamos considerar los efectos de éstos sobre las
mujeres de manera independiente de aquéllos sobre los hombres. Ya sabemos que tales efectos pueden ser tan
diferentes que hasta pueden operar en sentido opuesto, y que tal oposición tiene una explicación social. Cuando
a las mujeres se las excluye de los beneicios de los avances económicos, políticos y culturales propios de
ciertos períodos (y esta es una situación que les otorga una experiencia histórica diferente a la de los hombres),
lo que debemos analizar es, justamente, en qué consisten esos ‘avances’, y buscar en ellos las razones detrás
de la separación de los sexos» (mi traducción).
8 El artículo de Kelly (1984) provocó una oleada de respuestas posteriores que han continuado indagando en
estos argumentos, en ocasiones para ofrecer matizaciones y precisiones (Coletti, 2013).
9 «¿Tienen las mujeres períodos como los que estudiamos en la escuela? ¿O bien el problema de la denominación
ha deformado y anulado la historia literaria de las mujeres? Más aún, ¿existe una relación entre la aparente
coherencia de un período y la política sexual propia de éste?» (mi traducción).
10 «A pesar de que las categorías de periodización tradicionales se han reconocido como inapropiadas para la
historia de las mujeres, no se han solido reemplazar por esquemas alternativos. Los historiadores han sido menos
diligentes en investigar el rol de las mujeres y del género en la constitución del cambio. En los trabajos sobre
mujeres y género en la historia, a menudo se descartan directamente cuestiones acerca de la periodización,
favoreciendo así posturas continuistas e inmovilistas» (mi traducción).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
103 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
Las diicultades con el término ‘Renacimiento’ en efecto han llevado a apostar por
el de ‘Edad Moderna’ como un sustituto más apropiado por ser potencialmente menos
restrictivo.11 En un ensayo sobre la diferencia entre ambos términos, ‘Renaissance’
y ‘early modern’, Leah Marcus (1992) trata en detalle la diferencia entre ambos, y
la explica argumentando que el cambio terminológico implica uno más profundo
de cariz conceptual: «We are moving away from interpreting the period as a time of
re-naissance, cultural rebirth, the reawakening of an earlier era conceived of as (in
some sense) classic; we are coming to view the period more in terms of elements
repeated thereafter, those features of the age that appear to us precursors of our own
twentieth century, the modern, the postmodern» (1992, p. 41).
Wiesner-Hanks (2009) es una de las autoras que opina que si bien el término
‘Renacimiento’ no constituye una categoría útil o apropiada a la hora de abordar
los estudios de género diacrónicamente, la expresión ‘early modern’ en cambio sí
lo hace, pues entiende que la modernidad bien podría entenderse como una era que
empieza en 1405 con la obra de Christine de Pizan La Cité des dames y que culmina
en 1792 con The Vindication of the Rights of Women de Mary Wollstonecraft:
do women need the Renaissance? Perhaps not. Do they need early modern? Absolutely.
Every development of the era brought change to the lives of many women and stunning
transformation to the lives of others, including their lives as women. The history of
gender needs ‘early modern’ as well, for the Reformations, the military revolution, the
‘quantum leap’ in global interactions, and many other changes of the era also brought
signiicant change to the lives of men as men (2009, p. 125).12
11 Los capítulos recogidos en (Besserman, 1996a), entre los que se incluye el de Patterson, en su mayoría tratan
bien de estudios medievales o del Renacimiento, bien de historia literaria británica y norteamericana, a veces
centrándose en un solo autor —Chaucer, Thomas Hardy, Wallace Stevens, entre otros.
12 «¿Necesitan las mujeres el Renacimiento? Quizá no. ¿Necesitan la Edad Moderna? Sin duda alguna. Cada avance
de dicha época trajo consigo un cambio en las vidas de muchas mujeres, y una asombrosa transformación en
las vidas de los otros, incluyendo sus vidas como mujeres. La historia de género necesita a la Edad Moderna
también, puesto que las Reformas, la revolución militar, el gran salto en las interacciones globales, y muchos
otros cambios propios de esta era, también supusieron cambios notables en las vidas de los hombres como
hombres» (mi traducción).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 104
A vueltas con la periodización literaria
13 Véase también (Rozas, 1984), y las precisiones que le hace (Lara Garrido, 1997, pp. 44-47) con respecto
a la utilización por parte de Menéndez Pelayo de la expresión; en resumidas cuentas, Lara Garrido airma
que Menéndez Pelayo la emplea mucho más frecuentemente (si bien de forma irregular) de lo que asegura
Rozas en su capítulo. Además, Lara Garrido (1997, pp. 53-55) estudia el empleo sistemático que Dámaso
Alonso hace del sintagma en su obra crítica. El estudio de Blecua (2006) acerca de este concepto es también
de gran interés.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
105 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
los aires. José Antonio Maravall fue igualmente escéptico con la expresión Siglo
de Oro, a la que consideró «una terminología un tanto trasnochada» (1987, p. 593),
preiriendo siempre hablar de Renacimiento y Barroco, cuyo momento de plenitud
entendió que comprendía los años entre 1605 y 1650. En 1986, Francisco Abad
vaticinaba que «Entre los hispanistas y los estudiosos de la literatura en general,
el troquel “Siglo de Oro” va a seguir […] seguramente con una gran frecuencia de
uso; nuestros propios historiadores acaso lo van a emplear bastante poco» (1986,
p. 22). Las palabras de Abad con respecto a ‘Siglo de Oro’ siguen la misma línea de
argumentación de Leah Marcus (1992, p. 42) en relación con el binomio Renaci-
miento-Edad Moderna, en el sentido de que ella también airma que en los estudios
literarios hay una mayor reticencia a prescindir del primero porque les permite a los
historiadores de la literatura y críticos literarios preservarla, en cierto modo, como
disciplina separada e independiente.
4. Conclusión
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 106
A vueltas con la periodización literaria
Referencias bibliográicas
1. Abad Nebot, F. (1980). Materiales para la historia del concepto de «Siglo de Oro» en la literatura
española. Analecta Malacitana, 111/2, 309-330.
2. Abad Nebot, F. (1983). Otras notas sobre el concepto de «Siglo de Oro». Analecta Malacitana,
VI/1, 177-178.
3. Abad Nebot, F. (1986). Sobre el concepto literario de «Siglo de Oro»: su origen y su crisis. Anuario
de estudios ilológicos, 9, 9-22.
4. Aguiar e Silva, V. M. (1981). Teoría de la literatura. Madrid: Gredos.
5. Avalle-Arce, J. B. (1978). Aproximaciones al Renacimiento literario español. En Dintorno de una
época dorada (pp. 1-56). Madrid: José Porrúa Turanzas.
6. Bělič, O. (1975). La periodización del proceso literario chileno y sus problemas. Romanistica
Pragensia, IX, 7-44.
7. Besserman, L. (1996a), ed. The challenge of periodization: old paradigms and new perspectives.
New York; London: Garland.
8. Besserman, L. (1996b). The Challenges of Periodization: Old Paradigms and New Perspectives.
En L. Besserman (Ed.), The challenge of periodization: old paradigms and new perspectives (pp.
3-28). New York; London: Garland.
9. Blecua, A. (2006). El concepto de ‘Siglo de Oro’. En Signos viejos y nuevos: estudios de historia
literaria (pp. 31-88). Barcelona: Crítica.
10. Burioni, M. (2010). Vasari’s Rinascita: History, Anthropology or Art Criticism?. En A. Lee, P.
Péporté y H. Schnitker (Eds.), Renaissance?: Perceptions of Continuity and Discontinuity in
Europe, C.1300-c.1550 (pp. 115-128). Leiden: Brill.
11. Campillo Meseguer, A. (1983) El Renacimiento. Una revolución cientíica y política. En E. Bello
Reguera (Ed.), Filosofía, sociedad e incomunicación: homenaje a Antonio García Martínez (pp.
59-82). Murcia: Secretariado de Publicaciones, Universidad de Murcia.
12. Carilla, E. (1989). El método generacional: posibilidades y limitaciones. En La periodización
de la literatura argentina: problemas, criterios, autores, textos. Vol. I (pp. 83-126). Mendoza:
Universidad Nacional de Cuyo, Instituto de Literaturas Modernas.
13. Caso González, J. M. (1983). El problema de la periodización. Historia y crítica de la literatura
española, Vol. IV, Ilustración y neoclasicismo (pp. 13-19). Barcelona: Crítica.
14. Caso González, J. M., J. Arce y J. A. Gaya Nuño. (1970). Los conceptos de Rococó, Neoclasicismo
y Prerromanticismo en la literatura española del siglo xviii. Oviedo: Universidad de Oviedo,
Cuadernos de la Cátedra Feijoo, núm. 22.
15. Castagnino, R. (1989). Periodología: disciplina en discusión. En La periodización de la literatu-
ra argentina: problemas, criterios, autores, textos, Vol. I (pp. 227-236). Mendoza: Universidad
Nacional de Cuyo, Instituto de Literaturas Modernas.
16. Castro, A. (1972). El pensamiento de Cervantes. Barcelona: Noguer.
17. Coletti, T. (2013). «Did Women Have a Renaissance?» A Medievalist Reads Joan Kelly and Aemilia
Lanyer. Early Modern Women: An Interdisciplinary Journal, 8, 249-259.
18. Dickie, M. (1990). Reperiodization: The Example of Emily Dickinson. College English, 52,
397-409.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
107 N.º 74, 2018, 91-109
ROCÍO G. SUMILLERA
19. Domínguez, C. (2004). Periodología, cambio literario e historia comparada: apuntes metodológicos.
En A. Abuín González y A. Tarrío Varela (Eds.), Bases metodolóxicas para unha historia compa-
rada das literaturas na península Ibérica (pp. 121-152). Santiago de Compostela: Universidade
de Santiago de Compostela.
20. Dussel, E. (2015). Filosofías del Sur: descolonización y transmodernidad. Madrid: Akal.
21. Febvre, L. (1993). Comment Jules Michelet inventa la Renaissance. Le genre humain, 27, 1, 77-87.
22. Fernández Méndez, E. (1959). Criterios de la periodización cultural de la historia. Cuadernos del
seminario de problemas cientíicos y ilosóicos, 17, Segunda Serie. Ciudad Universitaria, México:
Universidad Nacional Autónoma de México.
23. García-Bedoya Maguiña, C. (1990). Para una periodización de la literatura peruana. Lima:
Latinoamericana Editores.
24. Garin, E. (1973). Medio Evo e tempi bui : concetto e polemiche nella storia del pensiero dal xv al
xviii secolo. En V. Branca (ed.), Concetto, storia, miti e immagini del Medio Evo (pp. 199-224).
Florencia: Sansoni.
25. Gilbert, S. M. and S. Gubar. (1991). «But oh! that deep romantic chasm»: The engendering of
Periodization. Kenyon Review, 13, 3, 74-81.
26. González, B. S. (1983). Problems and Tasks of Latin American Historiography (The Continental
and National Literary Histories). Neohelicon, X, 1, 275-298.
27. Gubern, R. (1994). Periodizaciones históricas, Criterios de periodización de la historia del cine:
monografía. Área 5inco: Revista de Comunicación Audiovisual y Publicidad, 3, 1-8.
28. Gutiérrez García, S. (2004). Periodización y fechas claves. Una aproximación a la historiografía
comparada de las literaturas ibéricas. En A. Abuín González y A. Tarrío Varela (Eds.), Bases
metodolóxicas para unha historia comparada das literaturas na península Ibérica (pp. 153-180).
Santiago de Compostela: Universidade de Santiago de Compostela.
29. Gutiérrez Girardot, R. (1985). El problema de una periodización de la historia literaria latinoame-
ricana. En La literatura latinoamericana como proceso, ed. Ana Pizarro (pp. 119-131). Buenos
Aires: Centro Editor de América Latina.
30. Hatzfeld, H. A. (1964). Estudios sobre el barroco. Biblioteca románica hispánica, Vol. 73. Edi-
torial Gredos.
31. Kelly, J. (1984). Did Women Have a Renaissance? En J. Kelly (Ed.), Women, history & theory:
the essays of Joan Kelly (pp. 19-50). Chicago: University of Chicago Press.
32. Lara Garrido, J. (1997). Historia y concepto (sentido y pertinencia del marbete Siglo de Oro). En Del
Siglo de Oro (métodos y relecciones) (pp. 23-56). Madrid: Universidad Europea, GEES Ediciones.
33. Le Goff, J. (2016). ¿Realmente es necesario cortar la historia en rebanadas? México D.F.: Fondo
de Cultura Económica.
34. Maravall, J. A. (1987). La literatura picaresca desde la historia social: (siglos xvi y xvii). Ma-
drid: Taurus.
35. Marcus, L. (1992). Renaissance / Early Modern Studies. En S. Greenblatt y G. Gunn (Eds.),
Redrawing the Boundaries: The Transformation of English and American Literary Studies (pp.
41-63). New York: Modern Language Association.
36. Mommsen, T. E. (1942). Petrarch’s Conception of the ‘Dark Ages’. Speculum, 17, 2, 226-242.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 91-109 108
A vueltas con la periodización literaria
37. Mora, C. (1996). La crítica literaria sobre el cuento hispanoamericano en los últimos años. Estado
de la cuestión. En P. Tovar (Ed.), Narrativa y poesía hispanoamericana 1964-1994 (pp. 31-44).
Lleida: Universitat de Lleida.
38. O’Gorman, F. (1997). The Long Eighteenth Century: British Political and Social History 1688-
1832. London: Hodder Arnold, 1997.
39. Palermo, Z. (1989). Criterios de periodización para la literatura argentina en el contexto de la
literatura latinoamericana. En La periodización de la literatura argentina: problemas, criterios,
autores, textos, Vol. III (pp. 39-46). Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo, Instituto de Lite-
raturas Modernas.
40. Patterson, L. (1996). The Place of the Modern in the Late Middle Ages. En L. Besserman (Ed.),
The challenge of periodization: old paradigms and new perspectives (pp. 51-66). New York;
London Garland.
41. Pérez, E. del C. y S. P. de Roncaglia. (2008). Del Renacimiento al Posmodernismo: periodización
literaria. Córdoba: Comunic-arte.
42. Pollman, L. (1983). Hacia una periodización de la novela latinoamericana. En J. M. López de
Abiada y T. Heydenreich (Eds.). Iberoamérica. Historia-sociedad-literatura: Homenaje a Gustav
Siebenmann, II (pp. 695-708). Munich: Wilhelm Fink Verlag.
43. Rozas, J. M. (1984). Siglo de Oro: historia de un concepto, la acuñación del término. En Estudios
sobre el Siglo de Oro: homenaje al profesor Francisco Yndurain (pp. 413-428). Madrid: Editora
Nacional.
44. Sebold, R. P. (1992). Periodización y cronología de la poesía setecentista española. Anales de
Literatura Española, 8, 175-192.
45. Ségal, A. (1991). Périodisation et didactique: le ‘moyen âge’ comme obstacle à l’intelligence des
origines de l’Occident. En Périodes: la construction du temps historique (pp. 109-114). Paris:
Editions de l’Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales et Histoire au Présent.
46. Shepard, A. y G. Walker. (2009). Gender, Change and Periodisation. En A. Shepard, y G. Walker
(Eds.), Gender and Change: Agency, Chronology and Periodisation (pp. 1-12). Chichester:
Wiley-Blackwell.
47. Tiberi, O. M. (1989). Consideraciones acerca de los criterios de periodización de la literatura ar-
gentina. En La periodización de la literatura argentina: problemas, criterios, autores, textos, Vol.
III (pp. 167-174). Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo, Instituto de Literaturas Modernas.
48. Tinianov, Y. (1973). De la evolución literaria. En Formalismo y vanguardia. Vol. 1 (pp. 115-140).
Madrid: Alberto Corazón Editor.
49. Warren, J. W. (2000). The Challenge of Women’s Periods. En J. W. Warren y M. Dickie (Eds.), Chal-
lenging Boundaries: Gender and Periodization (pp. ix-xxiv). Athens: University of Georgia Press.
50. Wellek, R. y A. Warren. (1959). Teoría literaria. Madrid: Gredos.
51. Wiesner-Hanks, M. E. (2009). Do Women Need the Renaissance? En A. Shepard, y G. Walker
(Ed.). Gender and Change: Agency, Chronology and Periodisation (pp. 109-132). Chichester:
Wiley-Blackwell.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
109 N.º 74, 2018, 91-109
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First
Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
Elsa M. Treviño
Investigadora independiente
[email protected]
Recibido: 15/02/2018 – Aceptado: 05/06/2018
DOI: 10.17533/udea.lyl.n74a06
Abstract: This article analyzes the concept of generation as a methodological tool for con-
temporary literary research, advancing its use to characterize aesthetic trends in the artistic
production of diverse groups of coetaneous writers. By providing a cultural history of the
uses of the category in Mexican literary studies, it examines the applicability and limitations
of the concept of generation, highliting the importance of contextual and diachronic aware-
ness in its deployment. This study then advocates for an understanding of a generation as a
porous sociobiological category that groups several people under a similar Weltanschauung.
It contends that the heterogeneity of Mexican cultural nationalism generates an equivocal
ground for the literature of the generation of writers born in the 1960s and 1970s, and argues
for the consideration of the cluster of Mexican authors born in these decades as a generation.
Keywords: Generational analysis, Mexican Literature, Mexican Cultural Studies, Literary
Research Methods, Literature of the crack.
Resumen: Este artículo analiza el concepto de generación como una herramienta metodo-
lógica para la investigación literaria contemporánea, proponiendo el uso del concepto para
caracterizar las tendencias estéticas en la producción artística de diversos grupos de escri-
tores coetáneos. A partir de una historia cultural de los usos de la categoría en los estudios
literarios mexicanos, se examinan la aplicabilidad y limitaciones del concepto, recalcando
la importancia de la conciencia textual y diacrónica en la aplicación de dicha categoría ana-
lítica. El presente estudio deiende una comprensión de la generación como una categoría
sociobiológica porosa que agrupa a varias personas bajo un mismo Weltanschauung. Se
sostiene que la heterogeneidad del nacionalismo cultural mexicano ha generado un terreno
equivoco para la literatura de escritores mexicanos nacidos en los 1960s y 1970s, y propone
la consideración de este conjunto de escritores como una generación.
Palabras clave: Análisis generacional, literatura mexicana, estudios culturales mexicanos,
métodos de investigación literaria, literatura del crack.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 110
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
1. Introduction
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
111 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
empirically their effects on writers’ literary choices; while some of these events are
punctual and circumscribed – as in the case of an electoral transition or a massacre
– others are prolonged and their radius of effects extended such as in the case of
ongoing armed conlicts. One also needs to account for the fact that some of the
most relevant formal and thematic afinities are found between writers separated by
geography, age, and nexus of inluences. Adding to these dificulties, the concept of
generation potentially carries an ideological load, requiring critics to exert awareness
when applying it to dynamic and culturally speciic contexts, where individual and
collective actors hold different statures and where power is exercised unequally.
However important the consideration of these limitations, in this study I turn to
the concept of generation as a mode of entry into the heterogeneous and fast-paced
present since, as Giorgio Agamben (2009) reminds us:
Those who have tried to think about contemporariness have been able to do so only by
splitting it up into several times, by introducing into time an essential dishomogeneity
… they inscribe into it a caesura and a discontinuity … [The contemporary] makes of
this fracture a meeting place, or an encounter between times and generations (p. 52).
Whilst limited in its inability to grasp the actual experience of lived time, and
subject to the shortcomings that any category has in accounting for a given totality,
the concept of generation allows us to test a productive «caesura» in the compre-
hension of the trends that dominate, shape and vivify a literary ield.
2. Origins of a Concept
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 112
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
homogeneity never actually present in large social bodies. Moreover, the division
between a select elite and a «muchedumbre» posits a generation as a hierarchical
unit, organized according to a social blueprint that reproduces structures of inequality.
This problematic elaboration of the concept as a renewal of unequal structures
is echoed in Octavio Paz’s attempt to deine literary generations as a response to his
experience with the cultural magazine Taller and his perceived lack of intellectual
freedom in the late 1930s. Paz, arguably Mexico’s most inluential and powerful
intellectual igure from the 1950s until his death in 1998, identiied a literary gen-
eration as:
un hecho biológico que asimismo es un hecho social: la generación es un grupo de
muchachos de la misma edad, nacidos en la misma clase y el mismo país, lectores de
los mismos libros y poseídos por las mismas pasiones e intereses estéticos y morales
(1983, p. 94).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
113 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
3. A Contested Category
1 According to Jorge Volpi (1998, p.437, n.22) the coinage of the motto has also been attributed to Mexican poet
and critic Margarita Michelena.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 114
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
(Raphael, 2011, p. 57) and in an even more irreverent spirit, Heriberto Yépez has
argued that «La idea de una generación es huevona» (Raphael, 2011, p. 57).2
Certainly, given the ideological underpinnings of the term’s deployment, since the
late 1990s, authors in Mexico have tended to be critical and sceptical of the concept
of generation and its ability to describe their diverse regional and social identities.
The use of generation has become associated in some quarters with a reactionary
organizational approach, as explained by writer and critic Tryno Maldonado (2013b):
El concepto de generación suele aplicarse dentro de estructuras sociales relativamente
estáticas y patriarcales, gerontocráticas. Funciona para describir cómo los miembros
menores van asumiendo los roles y el poder de los mayores, cómo van reproduciendo
las estructuras sociales y las relaciones de poder (p. 4).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
115 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
suficient agency in their ability to challenge the status quo. A rigid generational
approach does not sufice to analyze twenty-irst-century Mexican literature, since
this epoch is characterized by the fast-paced changes of late modernity.
Some of the drawbacks of the concept of generation in its previous applications
in Mexico can be bypassed by considering, as Zygmunt Bauman (2007) does, that
the main contribution of Ortega’s thought on the phenomenon of generations is not
so much the idea of temporal succession as that of coexistence, since «las fronteras
que separan a las generaciones no están ni pueden estar claramente deinidas,…
no pueden dejar de ser ambiguas y… no pueden pasarse por alto y, aún menos,
ignorarse» (2007, p. 112). Instead of focusing on Ortega’s assumption of unity and
Paz’s elective fraternity, Bauman’s reading of Ortega makes room for the luidity and
blurring of boundaries that has become a recurrent trope of contemporary cultural
discourse. Generational boundaries are, in his view, ever present but also ever mobile
and subject to shifts and appropriations.
I have so far discussed the conceptual underpinnings of the analytic category of
generation. My argumentation has led to the exposition of some of the drawbacks and
issues that have emerged from previous understandings of the concept of generation
to the study of Mexican literature. Following this line of inquiry, I now turn to the
discussion of the usefulness of the concept of generation to address new develop-
ments in Mexican literature at the turn of the millennium as an exempliication of
the possible applications of this category in Hispanic literary studies.
Most scholars and critics of recent Mexican literature agree that the literary
group of the Crack represents the most important organized movement in Mexican
narrative since the «narrativa de la Onda» of the 1960s and 70s (Pohl, 2004, p. 55).
Loosely comprised of seven writers born in the 1960s —Ricardo Chávez Castañeda,
Alejandro Estivill, Vicente Herrasti, Ignacio Padilla, Pedro Ángel Palou, Eloy Urroz
and Jorge Volpi— the group’s breakthrough came in 1996 when they presented ive
heterogeneous novels with a deliberately controversial Maniiesto Crack (2004).4
Known by an onomatopoeia that sounds like rupture and echoes the Latin Ameri-
can Boom, the Crack openly condemned Mexican and Latin American narrative of
the late 1970s and 1980s for its alleged lack of aesthetic quality and thematic gravi-
4 All writers except Herrasti, who joined the Crack in 2000, were involved with the group from the mid-1990s
or earlier. Alejandro Estivill distanced himself from the literary association, identifying instead with the
«proto-crack», which he deems an earlier, formative stage of the group (A. Estivill, personal communication,
November 30, 2011).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 116
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
tas. While respecting the groundbreaking works of igures such as Gabriel García
Márquez and Alejo Carpentier, they opposed and derided later versions of magical
realism such as those introduced to popular acclaim by Isabel Allende and Laura
Esquivel. They claimed to be equally tired of a literature embedded with «discursos
patrioteros», referring to novels that, in their view, appropriated «lo popular» to
deine a concept of national culture and identity that was false and fetishistic. Like-
wise, they were at odds with «lo engagé» (Chávez Castañeda et al., 2004, p. 215),
pointing to novels characterized by their discernible political leanings such as those
of Luis Spota and Gerardo de la Torre. Opposing these broad-brushed trends, they
inscribed themselves into Mexican literary history, perhaps with a degree of knowing
opportunism, by calling for a return to the «novela profunda» (Chávez Castañeda
et al., 2004, p. 212). This was an allusion to veteran critic of Mexican letters John
S. Brushwood’s idea of a formally complex and challenging novel in the style of
Agustin Yáñez’s Al ilo del agua (1947) and Juan Rulfo’s Pedro Páramo (1955). It
was also a tribute to the Boom and Mario Vargas Llosa’s experimental deinition of
the «novela total» as a critical exercise of dismantling of a sense of reality developed
in opposition to what the Nobel laureate called the “novela totalitaria” (Klahn and
Corral 1991, 118-119), which he saw as inferior and ideologically charged.
Thus, the Crack described itself as a «ruptura en digna continuidad» (Chávez
Castañeda et al., 2004, p. 218), a reference to Luis Mario Schneider’s Ruptura y
continuidad (1975), in which the critic traced the origins of the polemics between
nationalism and cosmopolitanism as well as between literary innovation and academi-
cism in Mexican literary criticism.5 In this way, its members carefully crafted their
own position within Mexican literary genealogy, a form of generational positionality,
as productive of selective continuities as well as of severances, creating a signature
narrative of separation and renewal.
Due to the polemical style of their manifesto and its contentious and sometimes
equivocal generalizations, and owing to the controversies caused by the constant
nuancing of its original postulations by members of the group in public, the Crack
generated a wave of negative reactions in critical circles, tainting the reputation of
its adherents as media opportunists (Regalado López, 2009a, pp. 68–74; Chávez
Castañeda, 2004, pp. 143-144). Despite these adverse responses, by the late 2000s
the Crack had consolidated its visibility within the emerging literary canon of mil-
lennial Mexican literature.
Given its relevance and visibility, the Crack’s household name came to be
extended to signify an entire generation. The magnitude of its presumed inluence
5 The Crack has openly acknowledged Schneider’s inluence in their views. See Chávez Castañeda et al. (2004,
p.195).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
117 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
and its ubiquity in cultural journalism led more than a few scholars and critics to
employ the trade name of the group to encompass all Mexican writers born in the
decade of 1960 (Regalado López, 2009a, p. 158). More than two decades have
elapsed since their confrontational irruption on to the literary scene and the hostility
directed towards the Crack’s project has been diluted. Yet, the label continues to be
exclusionary and to carry controversial connotations in terms of cultural politics,
making its generalization rather problematic.
First, the Crack was an isolated effort to form a group during a period when most
Mexican writers preferred to position themselves as self-suficient literary islands
(Raphael, 2011, p. 49). The group had an oficial manifesto to which its members
subscribed and which expressed a shared commitment to a literature «con exigencias»
and «sin concesiones» (Chávez Castañeda et al., 2004, p. 212). In contrast to this
expression of allegiance, many writers of the same biological generation, such as
Álvaro Enrigue (b.1969), Adrián Curiel Rivera (b.1969) and Cristina Rivera Garza
(b.1964), have been vocal in explicitly denying any lazily assumed ties with the Crack
(Regalado López, 2009b, pp. 101-102; Interantionales Literaturfestival Berlin, 2004).
Second, some critics have pointed to the reduced number of shared traits in
the literature of the Crack, which Tomás Regalado López (2009) summarizes as:
«el nacimiento de los autores en un mismo espectro cronológico, su nacionalidad
mexicana y el concepto de la amistad literaria asociado a una profunda conciencia
de cuestionamiento crítico» (p. 144). These are, according to the critic, the vague
linking points in the creative writing of the group members, leading —and rightly
so— to the conclusion that the Crack cannot be considered a literary generation
(Regalado López, 2009b, p. 115).
Even the members of the Crack have questioned the usefulness of the tag and
have mocked the concept as a one-size-its-all category. In an instance of the Crack’s
«broma literaria» (Plascencia Vela & Reyes Giardiello, 2006, p. 38), in the edited
volume that revisited the Crack’s history in 2005, Jorge Volpi playfully expanded the
original rubric to include, «independientemente de su voluntad» (Chávez Castañeda
et al., 2004, p. 180): Cristina Rivera Garza, Mario Bellatin, Rosa Beltrán, Mario
González Suárez, Edmundo Paz Soldán, Alberto Fuguet, Santiago Gamboa, José
Manuel Prieto, Belén Gopegui, Rodrigo Fresán, and Fernando Iwasaki. In Volpi’s
mischievous disclaimer, the compulsory membership of this heterogeneous assort-
ment of multinational Spanish-speaking writers born in the 1960s serves to underscore
the ineffectiveness of such a vague category.
In light of this, it becomes necessary to opt for a relexive designation of the
Crack as a particular group of seven authors, based on the imponderables of a literary
friendship, operating within a broader assembly of Mexican writers. Furthermore,
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 118
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
there is a necessity to propose an analytical category distinct from the literary group
of the Crack that avoids synecdochical transpositions and that accounts for a wider
range of writers born in the 1960s and 1970s.
5. An Impossible Generation?
Besides the Crack’s ubiquitous denomination, several other labels have been
explored in efforts to categorize what appears to be a group of authors deined by
a meaningful heterogeneity and who all emerged in the 1990s and early 2000s;
what writer Vicente Luis Mora (b.1970) has called «Mi imposible generación» (Ra-
phael, 2011, p. 57). In 1993 Javier Sicilia proposed to name them «Generación sin
contienda» (Sicilia, 1993, p. 11), to highlight what he regarded as an indifference
towards political struggles among writers born in the 1960s. In a similar vein, Chávez
Castañeda (1992) named his own generation «la generación fría», also observing a
lack of social conscience and political empathy among writers of his age group. This
has proved to be a misleading reading of the iction associated with the generation
of Mexican writers born in the 1960s and 1970s (Treviño, 2016, ch.4), but this mis-
interpretation can be explained by the premature application of such denominations.
Another common set of labels deployed by scholars and cultural commentators
includes tags, such as «No generación» and «Generación inexistente», that underline
the almost unanimous refusal by authors born in the 1960s and 1970s to be included
in any sort of generational demarcation —with the notable exception of the Crack.
This generalized position of evasion and contrariness among authors born in these
decades has been captured by Pablo Raphael (2011) as a form of negativity rather
than nihilism: «Los que decimos que no tenemos nada en común tenemos todos la
misma postura. Que tendemos a negarlo todo y a negarnos nosotros mismos como
generación no es ninguna coincidencia» (p. 59). Whilst remarkably insightful in
terms of revealing a ierce generational individualism combined with a self-negating
impulse, Raphael’s conclusion —which he reached after interviewing more than ifty
Mexican and Latin American writers born in the 1960s and 1970s— conveys very
little about the generation’s poetics.
Inscribed within a framework determined by biological temporality, and alluding
to authors born in the late 1960s and 1970s, Raphael’s sociological study proposes the
alternative morphology of «nube» (cloud) to highlight generational fragmentation and
contradiction. The particles (writers) forming this transient and intangible structure,
he states, are only similar in that: «Somos neoliberales con vocaciones distintas»
(2011, p. 68). The identiication of neoliberalism as a deining characteristic of this
apparently amorphous cluster of authors, while signiicant in our understanding of
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
119 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
the political moment of its emergence, misses the mark by neglecting to extend the
interpretation to a consideration of the inner workings of the texts that were produced.
6. Against División
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 120
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
121 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
What appears with clarity in Volpi’s disabused synopsis on the collapse of con-
ventional identitarian categories is that downplaying the nation is not a measure of
difference but the basis of a commonality among writers born in the 1960s and 1970s.
In fact, one of the main themes in Maldonado’s introductory framing of the genera-
tion of the 1970s is the lack of importance of the «topos» of (national) territory in the
establishment of bonds of belonging narrativized in their iction. Hence he writes:
estos narradores exponen, sea cual sea el escenario, real o icticio (es lo de menos, que
no los distraiga el topos)… las nuevas dinámicas que ha encontrado el ser humano para
entablar nexos con la comunidad en este nuevo orden global (Maldonado, 2008, p. 15).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 122
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
6 The PRI, Partido Revolucionario Institucional was Mexico’s only ruling party from the 1920s until the de-
mocratic transition of 2000. The party came back into power in 2012 with the presidency of Enrique Peña
Nieto.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
123 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
interplay between these categories and the representation of landscape and territory
has an intricate and widely studied history (Segre, 2007, 5–58). It is in fact the het-
erogeneity of Mexican cultural nationalism that generates an equivocal ground for
the literature of the generation of writers born in the 1960s and 1970s.
For the generation of the 1960s and 1970s authorial freedom is not interpreted
in relation to the impact of direct censorship or persecution by the state and other
political forces, but with regards to the radius of reception, and, in particular, the
possibility for iction to be written and read beyond nationally or regionally bounded
interpretations. By pursuing the dislodgement of their creative writing from identitar-
ian discourses of nationhood, they aspire to a «liberating» and «liberated» literature
outside an all-embracing, co-optation-prone political system and its attendant cultural
regime of clientelism.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 124
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
7 Some limited examples of works linked by an anxiety about the ambiguousness of social identities, collective
memory, and the uncertainty of contemporary times through ictional spaces are Mario Bellatin’s Salón de
belleza (1994), Alberto Chimal’s Los esclavos (2009), Ana Clavel’s Cuerpo naufrago (2005), Ignacio Padilla’s
Espiral de artillería (2003), Cristina Rivera Garza’s La cresta de Ilión (2002), Xavier Velasco’s Diablo guard-
ian (2003), Jorge Volpi’s El jardín devastado (2008), and Heriberto Yépez’s Cuentos para oír y huir al otro
lado (2002). For an in-depth analysis see Treviño (2014) and Treviño (2016).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
125 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
8. Conclusion
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 126
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
tual evolution. Such approach also involves evincing the connections and differences
between criticism, cultural production and social practice at different moments.
Through a lexible and inclusive reframing of its conceptualization that takes a
shared Weltanschauung as a starting point, the concept of generation can continue
to offer a privileged point of view to address aesthetic trends in literary studies in
the twenty-irst century. Its demonstrated usefulness to approach the literature of
Mexican writers born in the 1960s and 1970s beyond limiting demarcations such
as the Crack, opens up the question for the critical revision of other contemporary
generational groupings such as Spain’s «Generación Nocilla» and the South American
«McOndo». My argumentation highlights the need to move beyond sociological ap-
plications of the concept of generation towards the analysis of generational poetics
in literary studies. The pursuit of these questions can lead to better insights regarding
the present cultural moment.
Bibliographic References
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
127 N.º 74, 2018, 110-129
ELSA M. TREVIÑO
14. Guedea, R. (2007). Poetas del medio siglo: mapa de una generación. México, D.F.: UNAM.
15. Internationales Literaturfestival Berlin. (2004). Álvaro Enrigue [Event website]. Retrieved from
http://www.literaturfestival.com/participants/authors/2004/alvaro-enrigue
16. Joseph, G. M., Rubenstein, A., & Zolov, E. (2001). Fragments of a Golden Age: The Politics of
Culture in Mexico Since 1940. Durham: Duke University Press.
17. Klahn, N. & Corral, C. (1991). Gabriel García Marquez. In Los novelistas como críticos (pp.
116-31). México: Fondo de Cultura Económica.
18. Maldonado, T. (2008). INTRO. In Grandes Hits Vol. 1 (pp. 7-20). Oaxaca: Almadía.
19. Maldonado, T. (2013a, April 7). Una generación inexistente. Emeequis. Retrieved from http://
www.m-x.com.mx/2013-04-07/una-generacion-inexistente-por-tryno-maldonado
20. Maldonado, T. (2013b, April 29). Una generación inexistente (II). Emeequis. Retrieved from http://
www.m-x.com.mx/2013-04-29/una-generacion-inexistente-ii-por-tryno-maldonado
21. Naugle, D. K. (2002). Worldview: The History of a Concept. Cambridge: Wm. B. Eerdmans.
22. Ortega y Gasset, J. (1923). El tema de nuestro tiempo. Madrid: Calpe.
23. Paz, O. (1983). Antivíspera: Taller (1938-1941). In Sombras de obras: arte y literatura (pp.
94-113). Barcelona: Seix Barral.
24. Plascencia Vela, A., & Reyes Giardiello, G. (2006). A diez años del Crack, diez preguntas. Literal.
Latin American Voices 7(Winter), 38-39.
25. Pohl, B. (2004). Ruptura y continuidad: Jorge Volpi, el ‘Crack’ y la herencia del 68. Revista de
crítica literaria latinoamericana 30(59), 53-70.
26. Ramos, S. (2001). El peril del hombre y la cultura en México. México City: Planeta.
27. Raphael, P. (2011). La fábrica del lenguaje, S.A. Barcelona: Anagrama.
28. Regalado López, T. (2009a). Del boom al crack: anotaciones críticas sobre la narrativa hispano-
americana del nuevo milenio. In Tendencias de la narrativa mexicana actual (pp. 143-168).
Madrid: Iberoamericana-Vervuert.
29. Regalado López, T. (2009b). La novedad de lo antiguo: la novela de Jorge Volpi (1992-1999)
y la tradición de la ruptura. Salamanca: Universidad de Salamanca.
30. Schneider, L. M. (1975). Ruptura y continuidad: literatura mexicana en polémica. México: FCE.
31. Segre, E. (2007). Intersected Identities: Strategies of Visualisation in Nineteenth- and Twentieth-
Century Mexican Culture. New York: Berghahn.
32. Sicilia, J. (1993, March). Una generación sin contienda. Siempre! (La cultura en México), 11.
33. Treviño, E. M. (2014). Me acuerdo... ¿Te acuerdas?: Memory, Space and the Individualizing
Transformation of the Subject in Twenty-First-Century Mexican Fiction. Modern Languages
Open, None. DOI: http://doi.org/10.3828/mlo.v0i0.10
34. Treviño, E. M. (2016). Belonging elsewhere: ictional space and new approaches to identity in
Mexican narrative at the turn of the millennium (Unpublished doctoral dissertation). University
of Cambridge, United Kingdom.
35. Velasco, X. (2003). Diablo guardián. México City: Alfaguara.
36. Volpi, J. (1998). La imaginación y el poder: una historia intelectual de 1968. México D.F.: Era.
37. Volpi, J. (2011, January 9). La nueva narrativa hispánica de América (en más de 100 aforismos,
casi tuits). Nexos. Retrieved from https://www.nexos.com.mx/?p=14471
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 110-129 128
The Concept of Generation in the Study of Twenty-First-Century Mexican Literature: Usefulness and Limitations
38. Yépez, H. (2013a, April 13). La generación de la crítica inexistente [Blog post]. Retrieved from
http://archivohache.blogspot.mx/2013/04/la-generacion-de-la-critica-inexistente.html
39. Yépez, H. (2013b, April 20). Leer sin canon [Blog post]. Retrieved from http://archivohache.
blogspot.co.uk/2013/04/leer-sin-canon.html
40. Yépez, H. (2013c, May 11). Literatura mexicana hoy: ¿generación o nube? [Blog post]. Retrieved
from http://archivohache.blogspot.mx/2013/05/literatura-mexicana-hoy-generacion-o.html
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
129 N.º 74, 2018, 110-129
LA METÁFORA EN EL SIGLO XX:
DOS MANERAS DE INTERPRETAR EL CONCEPTO
Tatiana Mukhortikova
Universidad de Valencia, España
[email protected]
Recibido: 12/01/2018 – Aceptado: 31/05/2018
DOI: 10.17533/udea.lyl.n74a07
Resumen: El objetivo de este artículo es resumir, a través del análisis de las fuen-
tes teóricas principales, el desarrollo de dos tradiciones en la interpretación de la
metáfora. Simbólicamente las podemos denominar: 1) Visión formalista, centrada
en la descripción de los rasgos de la metáfora, su estructura formal y las funciones
que desempeña en un texto o un discurso; y 2) Visión pragmática y cognitiva que
propone comprender la metáfora en relación con la situación comunicativa, mos-
trando también su papel como una de las cadenas básicas del pensamiento humano.
Palabras clave: metáfora, pragmática, metáfora conceptual, formalismo.
Abstract: The aim of this article is to summarize, through the analysis of the main
theoretical sources, the development of two ways to interpret metaphor. They might
be called: 1) the formalist vision, centered on description of features of metaphor,
its formal structure and its functions in a text or a discourse; and 2) the pragmatic
and cognitive vision that offers an understanding of metaphor in the communicative
situation showing its role as one of the basic chains of the human thought.
Key words: metaphor, pragmatics, conceptual metaphor, formalism.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 130-143 130
La metáfora en el siglo xx: dos maneras de interpretar el concepto
1. Introducción
E l origen del concepto metáfora proviene de las obras de Aristóteles (2009, p. 51-
53), quien la identiicó principalmente como la traslación de una denominación
ajena. Aristóteles diferenciaba cuatro especies de metáfora: del género a la especie
(“paróseme la nave”: “puerto” como una especie de “pararse”); de la especie al
género (en la frase “más de diez mil hazañas hizo Ulises”, “diez mil” signiica lo
mismo que “muchas”); de una a otra especie (en la expresión “el alma le sacó con
el acero” el verbo “sacar” se usa en lugar de “cortar”, y en la frase “con duro acero
cortó la vida”, el verbo “cortar” se emplea en vez de “quitar”); y por analogía (en
el enunciado de Empédocles la vejez se llama “el poniente de la vida”, es decir, la
última parte de la vida como el atardecer es la última parte del día, y el sol se pone
por el poniente). En la interpretación de Aristóteles no existen fronteras entre la
metáfora, la metonimia y la sinécdoque; dicha igura se interpreta como un medio
que utiliza el escritor u orador para mejorar su texto o discurso (Balashova, 2014b,
p.17). La metáfora, por ejemplo, le serviría para no repetir una misma palabra. Par-
tiendo de los postulados de Aristóteles la metáfora ha centrado la atención de los
ilósofos, aunque la mirada predominante hacia ella ha sido la de una igura retórica.
Esta visión se mantuvo durante muchos siglos. El cambio en la interpretación de la
metáfora se produjo solo mucho tiempo después.
En la primera mitad del siglo XVIII, Vico (2006) relexiona sobre el origen y
la evolución del lenguaje y destaca tres etapas de este proceso: el de los dioses, el
de los héroes y el de los hombres. En la primera etapa los seres humanos intenta-
ban expresar los fenómenos naturales y su experiencia hacia ellos por medio de
gestos, eran lenguas “mudas”. En la segunda etapa surgen tropos como una forma
de imitar la realidad, crear. Para Vico la metáfora es el tropo “más luminoso y,
por luminoso, más necesario y más frecuente” (p. 239). A través de la metáfora
los primeros poetas representaban el mundo, cediéndole sus propias acciones y
sentidos, lo que generó la aparición de mitologías (p. 239-240). En opinión de
Vico, la metáfora es mucho más que una forma de embellecer el lenguaje, es uno
de los modos esenciales de la representación del mundo. Esta relexión anunció un
paso al cambio en la interpretación de la metáfora que se realizó en el siglo XX.
A continuación, vamos a poner el énfasis en dos visiones distintas que surgieron
en el siglo XX. El objetivo es presentar los puntos más relevantes en el desarrollo
de dos maneras de interpretar la metáfora. De acuerdo con la evolución de las
teorías, el estudio se divide en la tradición formalista rusa, que se centró más en
los problemas textuales de la metáfora y abarca las clasiicaciones semánticas y
funcionales, y en la tradición occidental, que incluye relexiones sobre la metáfora
a partir de la pragmática y la interpretación cognitiva.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
131 N.º 74, 2018, 130-143
TATIANA MUKHORTIKOVA
2. Visión formalista
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 130-143 132
La metáfora en el siglo xx: dos maneras de interpretar el concepto
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
133 N.º 74, 2018, 130-143
TATIANA MUKHORTIKOVA
Otro investigador, Avélichev (1973, pp. 26-29), diferencia las metáforas según
la presencia, presencia-ausencia o ausencia del objetivo retórico en la base de su
creación: 1) metáforas no retóricas («нериторические метафоры»), generadas
únicamente para denominar un evento o un objeto como en el caso de “la pata de la
mesa”; 2) metáforas retóricas débiles («ослабленные риторические метафоры»),
que cumplen dos objetivos: nombrar un objeto y hacerlo de una manera más visual
y expresiva, como el automóvil Jaguar; 3) metáforas retóricas («риторические
метафоры») que ejecutan la función de embellecer el discurso (“las islas felices”
(«счастливые острова»). Este autor señala que la oposición entre metáforas poéticas
y no-poéticas posee valor simbólico y no puede ser examinada como la clasiicación
de las otras clases de metáforas, puesto que el nivel de expresividad de la imagen me-
tafórica es un criterio esencialmente subjetivo (1974, p. 33). Según Avélichev (1974,
p.34), la virtud del uso de la metáfora, que aclara, además, su presencia orgánica en
todos los estilos del lenguaje, incluso el estilo cientíico, es su función cognoscitiva.
En las últimas décadas del siglo XX Sklyarevskaya (1993, p. 80) elabora una
clasiicación de las metáforas a partir de su relación con el contexto: metáforas comu-
nes del lenguaje («языковые метафоры») y metáforas creativas («художественные
метафоры»). Las segundas siempre están estrechamente vinculadas a su propio
contexto, su entendimiento resulta inalcanzable sin comprender las características
de este, mientras que las primeras requieren la comprensión mínima del contexto
metafórico general. Sklayrevskaya (1993, pp. 81-95) destaca los tipos más usuales
de transferencia metafórica: 1) objeto - objeto: “la avalancha de cartas” («лавина
писем»): la cantidad de cartas recibidas en un tiempo se asemeja a la avalancha
cayendo rápidamente del pico de la montaña; 2) objeto - ser humano: “el mar de
personas” («море людей»): la cantidad de personas en un lugar determinado se
asocia con el mar que contiene una gran cantidad de agua; 3) objeto - mundo físico:
“la cortina del fuego” («стена огня»): el incendio se compara con la pantalla, un
objeto físico sólido a través del cual no se puede pasar; 4) objeto - mundo psíquico:
“la estrella de la fortuna” («звезда удачи»); 5) objeto - abstracción: “la montaña
de asuntos” («бездна дел»): la acumulación de asuntos sin resolver se asimila a
una montaña; 6) animal - ser humano: “la serpiente périda” («коварный змей»).
En esta expresión se atribuyen a la persona las características de un animal con el
valor mítico; 7) ser humano - ser humano: “el actor” («актёр»), sobre una persona
mentirosa; 8) mundo físico - mundo psíquico: “la primavera de la vida” («весна
жизни»), donde la juventud se asemeja a la primavera.
Otro modo de pensar la metáfora desde la interpretación formalista se vincula al
funcionalismo y está presentado por el planteamiento de Arutyunova (1978; 1999).
Esta autora relaciona los procesos de creación y realización de metáforas con dife-
rentes fundamentos semánticos, cuando se emplea la metáfora con el in de nombrar
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 130-143 134
La metáfora en el siglo xx: dos maneras de interpretar el concepto
a una categoría de objetos (1978, p. 333). Para Arutyunova, la metáfora es una he-
rramienta para generar la denominación de un objeto nuevo a partir del vocabulario
existente, que posibilita encajar y expresar la individualidad y la originalidad de un
objeto o acontecimiento (1999, p. 348). La autora destaca cuatro especies de metáfora:
nominativa, imaginativa, cognitiva y generalizada (1978, pp.333-340). Mencionemos
algunos ejemplos: 1. La metáfora nominativa («номинативная метафора») supo-
ne el cambio de un signiicado descriptivo por otro. Su papel primordial es deinir
el objeto. Se diferencian dos clases de la metáfora nominativa: 1.1 Las metáforas
constitutivas («идентифицирующие метафоры»), en las que la traslación procede
de un rasgo visual: hoja del árbol – “hoja de papel”; 1.2 Las metáforas de predicado
(«предикатные метафоры») que poseen en su base un predicado. En este caso la
metáfora sirve como un recurso que se emplea en busca de una imagen, el medio
de la individualización de objeto: “Pedro es un oso”. 2. La metáfora imaginativa
(«образная метафора») surge de la traslación del signiicado descriptivo al predi-
cativo y sirve para desarrollar sinónimos en el lenguaje. La metáfora imaginativa no
necesariamente se preserva en su expresión clara, pero deja al lenguaje el signiicado
nuevo, como ocurrió con la frase “el amanecer de la vida” reiriéndose a la juven-
tud. 3. La metáfora cognitiva («когнитивная метафора») se forma en el proceso de
cambio de la compatibilidad de los conceptos clave. Esta deinición de la metáfora
cognitiva no coincide con la interpretación occidental, ya que se trata de traspasar
a un objeto las condiciones y las características del otro (por ejemplo, “inteligencia
mordaz”), y no de la organización conceptual del pensamiento y lenguaje (Balashova,
2014a, p. 25). 4. La metáfora generalizada («генерализирующая метафора») es un
punto culminante de la metáfora cognitiva que provoca la desaparición de los límites
lógicos del signiicado léxico de la palabra. Por ejemplo, la connotación negativa
del color “negro” genera las expresiones como “un día negro” (Gaidukova, 2012,
p. 72). En cuanto a la estructura de la expresión metafórica, Arutyunova destaca dos
componentes, el principal y el auxiliar. El signiicado de la metáfora está expresado
por el componente auxiliar: la metáfora se forma a través de la atribución de las
características del componente auxiliar al componente principal (1978, p. 340).
Hasta aquí los planteamientos principales desarrollados bajo la inluencia del
formalismo ruso, uno que se centra en la descripción léxica y las clasiicaciones de
las metáforas y otro relativo al estudio de sus funciones. En la tradición rusa este
enfoque sigue siendo principal hasta inales del siglo XX. A partir de los años 70 en
los estudios lingüísticos soviéticos aparecen las referencias al contexto y a las facetas
cognitivas de la metáfora. Sin embargo, las investigaciones no abordan las cuestiones
contextuales, limitándose a la descripción textual de la igura. Otra aproximación
al fenómeno aparece en la tradición occidental a partir de los años 30 y posibilita el
análisis del proceso de su creación y comprensión.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
135 N.º 74, 2018, 130-143
TATIANA MUKHORTIKOVA
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 130-143 136
La metáfora en el siglo xx: dos maneras de interpretar el concepto
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
137 N.º 74, 2018, 130-143
TATIANA MUKHORTIKOVA
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 130-143 138
La metáfora en el siglo xx: dos maneras de interpretar el concepto
la situación”, “está bajo mi control”; 5) más es arriba, menos es abajo: “su número
es alto”, “sus ingresos disminuyeron el año pasado”; 6) los acontecimientos futuros
previsibles están arriba (y adelante): “tengo miedo de lo que pueda pasar más ade-
lante”; 7) un estatus elevado es arriba; un estatus bajo es abajo: “tiene una elevada
posición”, “está en lo más bajo de la jerarquía social”; 8) lo bueno es arriba, lo malo
es abajo: “las cosas están en el punto más bajo”, “hace trabajo de alta calidad”;
9) la virtud es arriba, el vicio es abajo: “tiene valores altos”, “yo no me rebajaría
a eso”; 10) lo racional es arriba, lo emocional es abajo: “no pudo sobreponerse a
sus emociones” (1995, pp. 51-54). Las metáforas ontológicas están basadas en la
experiencia de personas con los objetos físicos y remiten a variados efectos: por
ejemplo, las expresiones “voy a perder el control” o “mi cerebro no funciona hoy”
aluden al concepto “la mente es una máquina”. Las metáforas ontológicas se reieren
al objeto, lo caliican, cuantiican, identiican aspectos, causas, metas etc. (1995, pp.
64-65). Las metáforas estructurales permiten utilizar un concepto ya existente para
estructurar otros. Así, en la metáfora “el argumento racional es una guerra” inter-
pretamos un argumento en términos de la lucha, que es una de las características del
ser humano, y una de las formas de la lucha es la guerra (1995, p. 102).
Lakoff y Johnson (1995, pp. 181-188) también introducen las metáforas imagi-
nativas y creativas, que no remiten a los conceptos cotidianos sino ofrecen un nuevo
modo de comprensión de nuestra experiencia y forman de esta manera un nuevo
concepto. La mayor parte de nuestras experiencias sociales, según indican estos
investigadores, se entienden en términos metafóricos, así que nuestra concepción
del mundo es básicamente metafórica. Como airma Lakoff (1992) en uno de sus
trabajos posteriores, gracias a la presencia de la metáfora en el pensamiento y el
razonamiento a veces resulta imposible describir la realidad en términos precisos.
El estudio de las metáforas bajo el marco de la teoría conceptual fue continuado
por varios investigadores y puesto en relación con el análisis de distintos modelos cul-
turales en determinadas sociedades, como muestran las investigaciones de Kӧvecses
(1995) sobre las metáforas conceptuales relativas a las emociones. A inales del siglo
XX Fauconnier y Turner (1998; 2002) presentaron su visión de la metáfora cognitiva
basándose en la integración conceptual (“conceptual integration”), una operación
mental básica cuya estructura uniforme y propiedades dinámicas se ijan en muchas
zonas del pensamiento y la acción, y los espacios mentales (“mental spaces”), las
estructuras especíicas que se forman en nuestro pensamiento cuando pensamos y
hablamos con el in de comprender una acción (1998, p. 6; 2002, p. 40).
En el proceso general de creación de la metáfora normalmente tenemos los
espacios de entrada (“input spaces”), el espacio genérico (“generic space”) y el
espacio creado (“the blend”). En la metáfora existen dos espacios de entrada (“in-
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
139 N.º 74, 2018, 130-143
TATIANA MUKHORTIKOVA
put spaces”) relacionados con sus dos elementos, de la intersección de los cuales
surge un espacio creado (“the blend”), que es la expresión metafórica propiamente
dicha (Fauconnier, 2003, p. 3). El espacio genérico, a su vez, indica el camino a
la interpretación de la metáfora. Por ejemplo, en la expresión “If Clinton were Ti-
tanic, the iceberg would sink” (Fauconnier y Turner, 2003, p. 470), que se reiere
al escándalo con la becaria, tenemos dos espacios de entrada: uno con Clinton y
otro con el Titanic, que alude a la película estrenada en ese mismo período. La re-
lación en el espacio creado brota por analogía: Clinton es el Titanic, el escándalo
es el iceberg, entonces, en el espacio genérico se unen una nave haciendo el viaje
frente a una situación crítica y el presidente de Estados Unidos, que salió con éxito
de un escándalo que amenazaba su carrera. Fauconnier y Turner (2002) señalan la
existencia de dos tipos de la integración conceptual: de un campo (“single-scope
integration”) y la de múltiples campos (“multi-scope integration”), cuyo caso más
común es el de la doble integración (“double-scope integration”). La posibilidad de
la doble integración estimuló el desarrollo de la civilización y generó el nacimiento
de diversas esferas de la cultura, el arte, la religión e incluso el mismo lenguaje
(2002, p. 186). El nivel de expresividad y una buena comprensión de la metáfora
obedecen al manejo de principios óptimos (“optimaly principles”), que se forman
en el espacio creado (Fauconnier y Turner, 2002, pp. 325-336).
Estos principios óptimos son de varios tipos: 1) la intensiicación de las relaciones
vitales (“Intensifying Vital Relations”) signiica la comprensión y la proyección de
una relación conceptual vital a otras relaciones conceptuales vitales; 2) la maximi-
zación de las relaciones vitales (“Maximizing Vital Relations”) consta en la apro-
piación al espacio creado de las relaciones vitales; 3) la integración (“Integration”)
supone que el espacio creado es el campo estrechamente compuesto que permite
la manipulación de sí mismo como una unidad; 4) la red (“Web”) que supone la
manipulación del espacio creado como una unidad de mantenimiento de la red de
conexiones adecuadas a los espacios de entrada fáciles sin vigilancia adicional; 5) el
desembalaje (“Unpacking”) señala que el espacio creado permite la reconstrucción
de los espacios de entrada, la correlación del espacio creado, el espacio genérico,
y las conexiones entre todos estos espacios; 6) la topología (“Topology”) indica
que cualquier espacio de entrada y cualquier elemento en ese espacio se lanzan en
el espacio creado, y es óptimo para sus relaciones; 7) la relevancia (“Relevance”)
supone que si aparece un elemento en el espacio creado (“the blend”), habrá pre-
sión para encontrar el signiicado de este elemento. La signiicación depende de
los enlaces relevantes con otros espacios y las funciones relevantes en la gestión
del espacio creado. Siguiendo los principios básicos, en el espacio creado se ma-
niiestan los rasgos de las personas, las emociones, los pensamientos proyectados
desde los espacios de entrada. En la creación de algunas metáforas conceptuales
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 130-143 140
La metáfora en el siglo xx: dos maneras de interpretar el concepto
4. Conclusión
Referencias bibliográicas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
141 N.º 74, 2018, 130-143
TATIANA MUKHORTIKOVA
4. Austin, J. L. (1982). Cómo hacer cosas con palabras: palabras y acciones. Barcelona: Paidós.
5. Avélichev, A. N. (1973). Zametki o metafore. Vestnik Moskovskogo universiteta, 10 (1), 18-29.
6. Avélichev, A. N. (1974). Metafora i kontekst. Vestnik Moskovskogo universiteta, 9 (3), 30-40.
7. Balashova, L. (2014a). Russkaja metaforicheskaja sistema v razvitii: XI–XXI vv. Moskva: Ruko-
pisnye pamjatniki Drevnej Rusi.
8. Balashova, L.V. (2014b). Russkaja metafora: proshloe, nastojashhee, budushhee. Moskva: Jazyki
slavjanskoj kul’tury.
9. Bally, C. (1965). Lingüística general y lingüística francesa. Madrid: Alianza.
10. Black, M. (1955). Metaphor. Procedings of the Aristotelian Society, 55, 273-294. Recupe-
rado de: http://www.jstor.org/discover/10.2307/4544549?uid=3737952&uid=2&uid=4&s
id=21102399897351.
11. Budaev, Je.V. (2016). Kognitivnaja metafora v rakurse teorii konceptual’noj integracii.
Kul’tura i tekst, 27 (4), pp. 6-13. Recuperado de: http://www.ct.uni-altai.ru/wp-content/
uploads/2017/01/4_2016budaev.pdf.
12. Fauconnier, G. (2003). Mental Spaces: Aspects of Meaning Construction in Natural Language.
Cambridge: University Press.
13. Fauconnier, G. y Turner, M. (1998). Conceptual Integration Networks. Cognitive Science, 22(2),
133-187.
14. Fauconnier, G. y Turner, M. (2002). The Way We Think: Conceptual Blending and the Mind’s
Hidden Complexities. New York: Basic Books.
15. Gaidukova, T.M. (2012). Cvetovaja metafora v antropocentricheskoj sfere (na materialah nemec-
kogo jazyka). Vestnik Vjatskogo gosudarstvennogo universiteta, pp. 68-73.
16. Gak, V. G. (1988). Metafora: universal’noe i spetsiicheskoe. En VV. AA. (Eds.) Metafora v yazyke
i tekste (pp. 11-26). Moskva: Nauka.
17. Grady, J. et al. (2001). Blending and metaphor. En R. W. Gibbs, y G. J. Steen, (Eds.), Metaphor in
Cognitive Linguistics: Selected Papers from the Fifth International Cognitive Linguistics Confer-
ence: Ámsterdam, July 1997 (pp. 101-124). Ámsterdam: John Benjamins.
18. Grice, H. P. (1996). Logic and conversation. En A. P. Martinich (Ed.), The Philosophy of Language
(pp. 156-176). New York, Oxford: Oxford University Press.
19. Jakobson, R. (2003). The metaphoric and metonymic poles. En R. Dirven, y R. Pörings (Eds.),
Metaphor and Metonymy in Comparasion and Contrast (pp. 41-47). Berlin: Mounton Gruyter.
20. Kalínin, A. V. (1971). Leksika russkogo yazyka. Moskva: Izdatel’stvo Moskovskogo universiteta.
21. Kӧvecses, Z. (1995). The “Container” metaphor of anger in English, Chinese, Japanese and Hun-
garian. En Z. Radman (Ed.), From a Metaphorical Point of View: a Multidisciplinary Approach
to the Cognitive Content of Metaphor (pp. 117-145). Berlin: Walter de Gruyter.
22. Kӧvecses, Z. (2001). Metaphor. Does it constitute or relect cultural models? En R. W. Gibbs, y
G. J. Steen (Eds.), Metaphor in Cognitive Linguistics: Selected Papers from the Fifth Interna-
tional Cognitive Linguistics Conference: Amsterdam, July 1997 (pp. 167-188). Amsterdam: John
Benjamins.
23. Lakoff, G. (1992). Metaphor and war. The metaphor system used to justify war in the Gulf. En
M. Pütz (Ed.), Thirty Years of Linguistic Evolution: Studies in Honour of René Dirven on the
Occasion of his Sixtieth Birthday (pp. 463-481). Amsterdam: John Benjamins.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 130-143 142
La metáfora en el siglo xx: dos maneras de interpretar el concepto
24. Lakoff, G. (1993). The contemporany theory of metaphor. En A. Ortony (Ed.), Metaphor and
Thought (pp. 202-251). Cambridge: Cambridge University Press.
25. Lakoff, G. y Johnson, M. (1995). Metáforas de la vida cotidiana. Madrid: Cátedra.
26. Llamas Saiz, C. (2005). Metáfora y creación léxica. Pamplona: Eunsa.
27. Rahmanova, L.I. y Suzdal’ceva, V.N. (2003). Sovremennyj russkij jazyk. Moskva: Izdatel’stvo
Moskovskogo universiteta.
28. Richards, I. A. (1965). The Philosophy of Rhetoric. London; New York: Oxford University Press.
29. Rosch, E. (1973). Natural categories. Cognitive Psychology, 4, 328-350.
30. Rosch, E. (1978). Principles of categorization. En E. Rosch y B. Lloyd (Eds.), Cognition and
Categorization (pp. 27-48). Hillsdale NJ: Lawrence Erlbaum Associates.
31. Rozental’, D.Je. (1987). Prakticheskaja stilistika russkogo jazyka. Moskva: Vysshaja shkola.
32. Searle, J. R. (1985). Metaphor. En A. P. Martinich (Ed.), The Philosophy of Language (pp. 416-
437). New York, Oxford: Oxford University Press.
33. Shklovski, V. B. (1983). Izbrannoe. V 2-kh tomakh. T.2. Moskva: Khudozhestvennaya literatura.
34. Sklyarevskaya, G. N. (1993). Metafora v sisteme yazyka. Sankt-Peterburg: Nauka.
35. Steen, G. (2001). From linguistic to conceptual metaphor in ive steps. En R. W. Gibbs y G. J.
Steen (Eds.), Metaphor in Cognitive Linguistics: Selected Papers from the Fifth International
Cognitive Linguistics Conference: Amsterdam, July 1997 (pp. 57-77). Amsterdam: John Benjamins.
36. Tomashevski, V. B. (2001). Teoriya literatury. Poetika. Moskva: Aspekt-Press.
37. Vico, G. (2006). Ciencia nueva. Madrid: Tecnos.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
143 N.º 74, 2018, 130-143
POR UNA CRÍTICA LÁBIL PARA LA LITERATURA
GRANCARIBEÑA: PORQUÉS DE UN DESAFÍO
Abstract: This text exempliies three peculiar features of literary works in the Greater
Caribbean, at a point related to the notions of opacity (Édouard Glissant) and de cierta
manera (Antonio Benítez Rojo) but highlighting the urgency of delivering criticism from the
constrains of “applying” concepts. The text is meant to be an invitation to produce situated
literary criticism, less tied to some traditional assumptions of hegemonic critique. Such traits
are related to the role of the oral and afro-spiritualities in this context (and its literature), and
the renewal of literary genres in part as a result of the intervention of both elements. Critics
are invited to read the Greater Caribbean in its own references and with greater theoretical,
and perhaps methodological, luidity in agreement with the nature of the works.
Key Words: Greater Caribbean Literature, Greater Caribbean Literary Criticism, Afro
Spirituality, the Oral.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 144-156 144
Por una crítica lábil para la literatura grancaribeña: porqués de un desafío
1. Introducción
2. En el umbral
Tal vez la formulación con más fortuna entre los críticos que se han ocupado
recientemente de la literatura y la cultura del Gran Caribe fuera en algún momento
la de Antonio Benítez Rojo en su La isla que se repite (1989). La acogida de la
noción, que en realidad abarca todo ese trabajo, pero por su propia naturaleza elude
la precisión de una deinición estricta, puede deberse a que entre nosotros el Caribe
entero ha sido mirado a través del lente crítico cubano, ya de suyo bastante presti-
gioso, tal vez por la talla de sus escritores, intensamente trabajados por los críticos
latinoamericanos, o tal vez por las diicultades de difusión de las otras literaturas
cercanas en lo geográico pero muy distantes en los otros niveles. El boom del Gran
Caribe, la creciente notoriedad de estas literaturas al menos en Colombia, por el tra-
bajo de cuatro o cinco críticxs en los últimos quince o veinte años, debe muchísimo
al lugar de Cuba y sus literatos en ese imaginario de la crítica literaria, académica,
y a escritores como Cabrera Infante, Severo Sarduy o Nicolás Guillén.
El de cierta manera propuesto por Benítez Rojo se adoptó con entusiasmo,
devino casi un leit motiv, y se lo extrapoló como lente para enfocar el Gran Caribe
en general. La noción de cierta manera quería esbozar algo en grado sumo sutil,
tal vez compartido, aunque por lo regular esquivo. El de cierta manera contenía
una presunta condensación de las prácticas corporales, espirituales, musicales y
lingüísticas afroespirituales, sin distingo pero con distingo, una ambivalencia que
proponía plausiblemente la labilidad crítica aunque podía cobijar un esencialismo
culturalista. Hoy en día, estamos en capacidad de comprender que las islas no se
repiten, ni siquiera en el estrecho sentido en que Benítez Rojo pudiera proponerlo
(en términos de una sociedad troquelada por la plantación, por ejemplo), porque las
variantes de lengua, religión y relaciones internacionales, entre múltiples otros fac-
tores, inciden para diferenciar entre sí de modo profundo incluso islas emparentadas
como Trinidad y Tobago, por citar apenas un caso. La semejanza entre las islas (o
entre el contrafuerte continental y las islas) se derrumba ante una necesaria contex-
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
145 N.º 74, 2018, 144-156
MÓNICA MARÍA DEL VALLE IDÁRRAGA
tualización. Esto es notorio en los ensayos de La isla que se repite, que materializan
el concepto en varios aterrizajes reales de diferencia.
El siguiente pensador adoptado con fervor por los críticos literarios y aún
muy en boga fue (es) el martiniqueño Édouard Glissant. Guardadas las distancias
(por formación, interés y modos de recepción de uno y otro), de este último se ha
popularizado la noción de opacidad (2005) para capturar el carácter sui generis
de lo cultural (incluido lo literario) en el Gran Caribe. La opacidad se enuncia y
se ejempliica en El discurso antillano, entre otros de sus libros, pero, al igual que
la anterior, es elusiva conceptualmente. Esto es coherente con lo que la opacidad
describe y avala: el reconocimiento de la multiplicidad de sentidos (muchos tácitos o
camulados) correlativos a combinaciones inesperadas e imprevisibles en un contexto
como el grancaribeño. La opacidad comparte un aura de esquivez con el de cierta
manera, y el modo jubiloso y rígido con que muchos críticos la usan recuerda el
pretérito entusiasmo con la noción de Benítez Rojo.1
Desde luego, estos planteamientos no son exclusivos de lo que ocurre en el Gran
Caribe. De hecho, son comunes a los ámbitos poscoloniales, en términos técnicos.
De ahí que de cierta manera, opacidad y liminalidad, la noción desarrollada por
Homi Bhabha (1994), puedan volverse intercambiables. Lo que tienen en común
todas ellas es su deseo de subrayar por la teoría del caos, o por metáforas visuales o
arquitectónicas (contagiadas de ontología), lo inopinado de las combinaciones huma-
nas producidas o forzadas al calor de invasiones, trasplantes, diásporas… De ahí que
los rasgos que estas nociones resaltan resuenen muchísimo con quienes estudiamos
el barroco y el neobarroco, pues ambos contextos se caracterizan por reacciones y
resultados textuales y sociales algo similares en tanto entrañan fagocitaciones, mi-
metismos, adopciones, recreaciones y combinaciones creativas de formas impuestas
o adoptadas, y formas locales, a menudo solapadas o disfrazadas una vez absorbidas
o reutilizadas en las obras. Todo esto dice de un carácter inconcluso, siempre en fuga,
e imprevisible, que puede alentar poéticas de lo inacabado como la que sugiere Dash
(2011) a propósito de la pugna entre las visiones de sociedad caribeña contenidas
en la negritud (con Césaire como cabeza visible), la antillanidad (atribuida a Glis-
sant), y la creolidad (suscrita por los creolistas Jean Bernabé, Patrick Chamoiseau,
y Raphaël Coniant). Se trata de reclamar la ambigüedad antiesencialista propia de
la antillanidad glisantiana que reconoce que las realidades caribeñas (o no) aunque
tengan elementos identiicables comunes son cambiantes, impredecibles, irrepetibles
en razón del modo como esos elementos se actualizan vital y narrativamente. Nos
es preciso rescatar los ingredientes, manteniendo reservas de parcialidad con cada
manifestación.
1 Para una crítica a esta actitud insensata, véase Del Valle, 2015.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 144-156 146
Por una crítica lábil para la literatura grancaribeña: porqués de un desafío
4. Las espiritualidades
Entiendo por espiritualidades prácticas subyugadas hasta hace poco y aún en algu-
nos lugares; formas de la vida comunitaria y religiosa hegemónicamente rechazadas
so pretexto de superstición, brujería, cosa demoníaca. Incluyo aquí, por mi particular
interés, el vodou haitiano, la santería, el obeah y el palo monte, pero también las
entreveraciones de estas espiritualidades con las espiritualidades oiciales, digamos,
como el cristianismo o el rastafarianismo en el Gran Caribe.
El escritor barbadense Kamau Brathwaite (1986) describió con serena nitidez
el papel y el modo como las espiritualidades atraviesan, o mejor, sustentan estas
literaturas. Para él, formalmente, obras donde en apariencia no hay presencia afroes-
piritual, sí que están sobre ese núcleo. Uno de sus elementos centrales es el papel
de la juntura entre tres esferas: el cielo (de los orishas o los loas, verbigracia), la
tierra (de los humanos) y el submundo (de los muertos, los ancestros, entre otros).
Esta conexión se establece, visualmente, mediante un elemento formal como un
ombligo, un potomitan (la columna central del templo vodou), o un cuerpo humano
en el momento en que entra en trance, como lo describe Isabel Allende (2011) en
este pasaje de La isla bajo el mar2, en el momento en que la protagonista ha huido
de una plantación en llamas, en plena revolución haitiana:
2 Sirva esta alusión para anotar que, como en toda literatura, la adscripción y clasiicación de literatura al ámbito
geográico es vana, pues autores y autoras diversxs pueden absorber y representar aspectos claves de lo cultural
sin ser del lugar.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
147 N.º 74, 2018, 144-156
MÓNICA MARÍA DEL VALLE IDÁRRAGA
Caminó tres o cuatro horas sin pausa, con la mente en blanco. “Agua, no podré seguir
sin agua.” Un paso, otro paso, y otro más. “Erzuli, loa de las aguas dulces y saladas,
no nos mates de sed.” Las piernas se movían solas, oía tambores: la llamada del boula,
el contrapunto del segon, el suspiro profundo del maman quebrando el ritmo, los otros
volviendo a comenzar, variaciones, sutilezas, brincos, de repente el sonido alegre de las
maracas y de nuevo manos invisibles golpeando la piel tirante de los tambores. El sonido
fue llenándola por dentro y empezó a moverse con la música, más desprendida, ya no
sentía los latigazos en los huesos ni el ruido de piedras en la cabeza. Un paso más, una
hora más. “Erzuli, loa de la compasión, ayúdame.” De pronto, cuando se le doblaban
las rodillas, el corrientazo de un relámpago la sacudió desde el cráneo hasta los pies,
fuego, hielo, viento, silencio. Y entonces vino la diosa Erzuli como una ráfaga poderosa
y montó a Zarité, su servidora (Allende, 2011, p. 216, subrayado de frase añadido).
En lo que sigue de ese pasaje, vemos cómo Zarité se sostiene, convertida ella
misma en un erecto poste viviente, que se mueve pese a sus pocas fuerzas y que
en el resplandor de un segundo soleado, condensa en un solo cuerpo lo divino, lo
humano, lo subterráneo.
Para Brathwaite, obras portentosas y en apariencia hechas como cualquier otra
novela (pero en el fondo convocadas por temas populares caribeños) como Season
of Adventures, del barbadense George Lamming, están cimentadas en esta visión,
aunque pase inadvertido a la lectura usual. Brathwaite habla de un “proceso de
transformación”, que el novelista induce mediante el artefacto literario, y que va de
lo retórico al involucramiento, donde a la palabra se le reconoce un poder embru-
jador. Esta impronta afroespiritual no solo se aprecia en lo temático sino también
en la forma textual donde la convocatoria a los loas, el poder de la palabra y la
participación de los asistentes (en este caso, lectorxs) replican lo que ocurre en las
ceremonias afroespirituales. Brathwaite lo describe así:
The most signiicant factor in this process [of transformation], however, is its connection
with the hounfort [el lugar del ritual vodou]: the heart and signal of the African Experience
in the Caribbean/New World. […] The Caribbean writer who has been able to move most
fearlessly/innocently into this enigmatic alternative World and has therefore been able
to contribute most to the literature of African expression is George Lamming. In Season
of Adventure we watch a young girl dance toward the gods at the vodun ceremony. As
she dances, we become involved, until we ind that Lamming’s language has become
an image of the child’s possession (Brathwaite, 1986, p. 234, énfasis añadido).3
3 “El factor más signiicativo en este proceso [de transformación], sin embargo, es su conexión con el hounfort:
el corazón y seña de la Experiencia Africana en el Caribe/Nuevo Mundo […]. El escritor caribeño que ha sido
capaz de entrar más intrépidamente/inocentemente en ese enigmático Mundo alternativo y ha sido por tanto
capaz de contribuir más a la literatura de expresión Africana es George Lamming. En [Temporada de aventura]
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 144-156 148
Por una crítica lábil para la literatura grancaribeña: porqués de un desafío
Pero Brathwaite va más allá al subrayar como una central característica el dotar
de poder físico a la palabra, la atribución al lenguaje de “poder para cambiar la vida”
(p. 241) (o como lo dice citando a un poeta surinamés: “write no words/ write grena-
des”) (ibid, p. 239). Para él, esto se transparenta en los temas y la forma de las obras:
This concept and use of word is found throughout the entire Black/African World. It is
present in modern as well as traditional African Literature. In the Americas, it reveals
itself in our love of courtooms scenes (both factual and ictional), the rhetoric of yard
quarrels, “word-throwings”, tea-meetings and preacher/political orations. The whole
living tradition of the Calypso is base on it (ibid., p. 240).4
5. Las oralidades
vemos a una niña dirigirse danzando hacia los dioses en una ceremonia vodou. Al ritmo de su danza, nos vemos
involucrados, hasta que descubrimos que el lenguaje de Lamming ha devenido una imagen de la posesión de
la niña”. (Todas las versiones al español son de la autora).
4 “Este concepto y uso de la palabra se encuentra en todo el Mundo Negro/Africano. Está presente en la litera-
tura Africana actual así como en su literatura tradicional. En las Américas, se deja ver en nuestra fascinación
por las escenas de juzgados (tanto reales como icticias), la retórica de las peleas de patio, las “tiraderas”, los
“tea-meetings” [eventos de algunas islas anglófonas donde hay música, comedia y oradores estentóreos en un
patrón previsto culturalmente], los discursos de los pastores y de los políticos. La tradición viviente del calipso
se basa enteramente en él”.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
149 N.º 74, 2018, 144-156
MÓNICA MARÍA DEL VALLE IDÁRRAGA
5 “y concretamente de las du, sociedades teatrales prohibidas conformadas por gente de color que componían e
interpretaban danzas, bailes y comedias musicales satíricas. Antes de la Emancipación, dueños de plantación
enfrentados contrataban a estas sociedades para que interpretaran guiones dirigidos contra las familias rivales,
pero cuando las fortunas de la economía de plantación decayeron, lo hizo también su interés de poner en escena
tan costosos espectáculos. Para el in de siglo, las mujeres creoles se habían apropiado para sus propios ines de
esta forma desechada: en lugar de cantar las querellas de los dueños de plantación, empezaron a cantar agravios
contra sus mati”.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 144-156 150
Por una crítica lábil para la literatura grancaribeña: porqués de un desafío
esta novela, como en otras del Gran Caribe, el creol permea lo escrito dejándose ver
o haciéndose invisible, resuena para los oídos que lo saben oír, y pasa inadvertido a
los de quienes no lo conocen. Algo similar a lo que ocurre con las espiritualidades
afro que se entretejen con el cristianismo en este medio.
Estos ejemplos desbaratan supuestos de la crítica que vengo llamando tradicional
o hegemónica, y nos empujan hacia lugares excéntricos, donde hemos de repensar
tanto los temas que la crítica puede visitar, como sus procederes interpretativos. En
este contexto, el texto escrito, la lengua en la que está escrito, la traducción, claro,
las prácticas y creencias locales son todos de obligada nota, en dimensiones que no
sospechamos o nos negamos a admitir.
6. Los géneros
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
151 N.º 74, 2018, 144-156
MÓNICA MARÍA DEL VALLE IDÁRRAGA
ase “El cojo que pudo correr”)… Son textos de pura idiosincrasia local, reairmada
literariamente desde la introducción (breve, pero repleta de elementos que explican
lo sui generis de estos textos en el marco del género “fantástico” occidental). Así,
aquí se añade un ingrediente de “testimonio”, al menos como estrategia narrativa,
pues, nos dice el autor:
dialogué de tú a tú con los protagonistas y co-protagonistas de las historias [que] me
contaron hechos insólitos, aprendidos de oídas de amigos y parientes cercanos que se los
transmitieron con una airmación única, a través de un juego de imágenes virtuosas y unos
símbolos pujantes, maniiestos como fuerzas vivas, operantes en la sociedad” (p. 14).
Tal aceptación de la inluencia vital que estos relatos traducen —la perviven-
cia—, su origen oral-local, su pertenencia a lo popular, la imbricación que efec-
túan entre visiones locales afro-indígenas-católicas donde el mundo visible y el
invisible ven desbordados sus límites son ingredientes innegables de una armazón
peculiar, única o propia, dentro (o tal vez más allá o más acá) del género fantástico.
Lo que el autor llama, deslumbrantemente, “lo ilimitado”: es decir, aquello que
caracteriza “la dimensión humana de los hechos relatados” (Rivas Lara, 2006, p.
11), describe tanto para el traspaso de fronteras mundanas como de las fronteras
del género fantástico. Este desbordamiento que aquí ejempliico está, pues, hecho
sobre el eje afro. De modo que así como no se trata de delimitar la caribeñidad
a la partida de nacimiento de lxs autorxs, tampoco de circunscribir lo caribeño a
límites geográicos dibujados colonialmente, sino más bien a matrices históricas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 144-156 152
Por una crítica lábil para la literatura grancaribeña: porqués de un desafío
con algunos elementos comunes, que desde luego hay que contextualizar, aterrizar
en su coyuntura especíica en cada caso.
Un tercer ejemplo es El monte (1983), el incatalogable libro de la cubana Lydia
Cabrera. Cabrera Infante, con su característico desenfado, lo llamó la mejor novela
cubana. El libro no cumple, por decirlo así, con los requisitos de la novela como
invento occidental, si aceptáramos esa polémica airmación. Es el resultado de un
conjunto de entrevista de Lydia Cabrera con practicantes de la santería, personas
afro, sabedores de la afroespiritualidad, que relatan historias varias. La estructura
del libro baraja esas historias sin rendirse a la etnografía y sin ceder tampoco a la
literatura como Lydia Cabrera la había practicado en Cuento negros de Cuba, por
ejemplo. Tampoco es fácil distinguir la intervención de quienes le relatan o responden
a sus preguntas, y la de ella misma. Porque el libro es un compendio de sabiduría
popular, narrado de un modo extraordinario, rupturista, sin molde, vale preguntarse
¿qué nos perdemos si no lo incluimos dentro de los listados de lo literario cubano?
Las ideas sobre novela se le quedan cortas, y mantienen el libro en un círculo de
cultos antropólogos, si acaso, y por fuera de nuestro circuito. Es uno de los riesgos
de los rediles críticos aplicados a estos espacios híbridos. En el fondo, estos textos
ponen en crisis la noción de novela, y la de literatura, por derivación. Y si bien es
cierto que no se trata de tomar todo como literatura, sí es importante pensar en
cómo la noción de literatura se desborda a raíz de supuestos locales, cómo cumple
sus funciones de imaginación, plasmación del mundo y transformación del mismo.
Este es un debate grueso en el Gran Caribe (véase Henry, 2000): allí la presencia de
las afroespitirualidades y de lo oral marcan una ruta contundente de elección entre
lo popular y lo culto como nutriente de las obras. Y esto obliga a la crítica a asumir
retos y a tomar lados, también.
El cuarto ejemplo de quiebre (o desafío) de los géneros como nos los ha prescrito
la crítica tradicional es el libro My Garden (Book): (así escrito), de la antiguana Ja-
maica Kincaid (1999), un desafío paralelo a El monte, que nos ofusca, nos confunde,
y para bibliotecarios y críticos produce la misma incertidumbre: ¿ante qué me hallo?
¿Será que puedo leerlo y reseñarlo como una novela? ¿Es esto una biografía? ¿Un
libro de jardinería? ¿Una crítica a lo colonial? ¿Se puede responder que sí a cada
cosa, y aún tratar el texto como un objeto digno de la crítica literaria? Este libro está
narrado en una primera persona alterego de la autora, que relexiona en torno a la
jardinería, como un hobby reciente en su vida, y termina en excursiones a China (que
hizo la autora) o en disquisiciones muy punzantes (en continuidad con la obra toda
de Kincaid) sobre la colonización, el paisaje, la producción de la tierra y las formas
literarias mismas como participantes de la colonización. Como es probable que se
piense que mi afán de señalar las refracciones provocadas por lo afroespiritual y las
oralidades en las obras del Gran Caribe conduce a una falta de rigor en la crítica, o a
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
153 N.º 74, 2018, 144-156
MÓNICA MARÍA DEL VALLE IDÁRRAGA
7. Desbordamientos
Cada obra entraña la forma de su propia crítica. Y las obras literarias en el Gran
Caribe vienen mostrando, desde hace mucho, que no se pueden contener en los es-
trechos límites que la crítica literaria tradicional(ista), pro status quo les ha marcado.
En esos límites, las obras (algunas, muchas), se vuelven ininteligibles. O pueden
ser legibles en sí mismas, pero contienen una densidad de sentido adicional que se
nos escapa. Es el caso de obras donde hay una continuidad entre formas artísticas
(musicales-narrativas, pictórico-poéticas), obras como la de Héctor Rojas Herazo,
Derek Walcott y Frankétienne. En una poética terro-céntrica, acostumbrada a los
límites terrícolas, a demarcaciones muy precisas de lo que es y no es literatura, por
ejemplo, las divisiones entre géneros y formatos tienen algún sentido.
En una poética que aprende del oleaje, de la fuerza de la continuidad de las olas
y las corrientes, de su arropar y cubrir, o encubrir, sin borrar, para explicar los modos
de unión, se pueden apreciar otros modos de conexión y continuidad que se traducen
en las obras. En un espacio donde, como el mismo Kamau Brathwaite lo señaló con
la socorrida frase: la unidad es submarina, lo compartido adquiere otro sentido. Las
formas estéticas se mezclan y la crítica debería por tanto perseguir ese punto donde
la combinación ocurre. Un ejemplo palmario, para mí, es el de las críticas de arte
de José Lezama Lima, que son continuidad de su proyecto de cubanía. Pero tal vez
sea más patente la imposibilidad de tomar un solo camino en Frankétienne: pintor,
novelista, dramaturgo, uno de los primeros en escribir y publicar en creol, y cofunda-
dor del espiralismo, cada página constituye una invitación a desbordamientos de los
parámetros marcados para otras obras, en otros contextos. No se puede diseccionar
en una obra de Frankétienne lo que queremos ver, o lo que la crítica tradicional nos
autoriza a ver, de lo que esa misma crítica nos impide mirar o leer.
8. Sin permiso
Kristeva, en uno de los textos más lúcidos respecto a la adecuación entre crítica
y literatura, a saber, su “Pensar el pensamiento literario” (2009), cuenta cómo surgió
su teoría de lo abyecto a partir del trabajo de lectura sobre Céline, Voyage au bout de
la Nuit. Es difícil no compartir su supuesto: cada obra literaria contiene una teoría
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 144-156 154
Por una crítica lábil para la literatura grancaribeña: porqués de un desafío
en sí. La tarea de la crítica, entonces, adquiere un sentido nuevo. Puede ser inútil
(no estamos ya en el siglo XVIII, donde la crítica literaria se justiicaba como expli-
cación necesaria de los intrincados caminos y vericuetos lingüísticos del momento
de Gracián. Y por fuera de la academia, poco interés hay en las elucubraciones que
lxs críticxs inventamos).
Estamos en un momento decisivo, donde lxs críticxs podemos repensar con
seriedad de qué está hecho nuestro trabajo y para qué (y para quién). E incluso el
cómo lo hacemos. De hecho, críticos lúcidos (y bueno, con mucho más prestigio que
lxs críticxs exclusivamente académicxs) como el cubano Antonio José Ponte y el
puertorriqueño Juan Carlos Quintero-Herencia le van dando muerte a esta modalidad
acartonada de la crítica en ensayos desasidos lingüística y formalmente de lo que se
espera. Así se percibe en una intervención mínima de este último como el resumen
para una conferencia en el III Congreso internacional “El Caribe en sus literaturas
y culturas” (abril 5-7 de este año), celebrado en Córdoba, Argentina:
Mi presentación aspira a presentar brevemente la escritura que compondrá el segundo
volumen de Efecto archipiélago. ¿Por qué insistir en acercarse a los cuerpos de aguas
que rumorean en las páginas de la literatura en el Caribe? ¿Cómo leer “la lejanía” y su
imaginario como irma de la proximidad del archipiélago, como perspectiva y activación
sensorial de lo inmediato? ¿Le entra agua a la letra? ¿Cómo preguntar esto y no reírse?
¿Por qué asediar hoy «este litoral»? Ensayaré un texto que aderece un horizonte donde
replantear y desplazar algunas categorías políticas centrales (sujeto, comunidad, sentido)
que han aspirado a llenar el vacío que la brecha archipelágica insiste en exponer en las
escrituras caribeñas. Mi participación responde a un titubeo, a la falta de certidumbre, a
cierto temor ante las consecuencias del asomarse a la brecha archipelágica discutida en
La hoja de mar (:) Efecto archipiélago. Algo que en mi caso es indisociable de lanzarse
en ella (Quintero-Herencia, 2018, p. 75).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
155 N.º 74, 2018, 144-156
MÓNICA MARÍA DEL VALLE IDÁRRAGA
rramientas dispares que nuestra propia formación nos da, y con la disposición de
ver más allá o más acá de lo que se estipula que veamos. Grandes y gratas sorpresas
aguardan. Se los puedo asegurar.
Referencias bibliográicas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 144-156 156
Entrevista
LA VOLUNTAD DE NO ENTENDER:
ENTREVISTA CON SERGIO ROJAS
Franco Pesce
Investigador independiente
[email protected]
Recibido: 01/02/2018 – Aceptado: 15/06/2018
DOI: 10.17533/udea.lyl.n74a09
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
159 N.º 74, 2018, 159-172
FRANCO PESCE
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 159-172 160
La voluntad de no entender: entrevista con Sergio Rojas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
161 N.º 74, 2018, 159-172
FRANCO PESCE
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 159-172 162
La voluntad de no entender: entrevista con Sergio Rojas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
163 N.º 74, 2018, 159-172
FRANCO PESCE
seguida se le acercan unos “perros hambrientos y bravos, como los niños que divisó
fugazmente al llegar. Sacó la pistola de la sobaquera. Contó cinco perros. Quitó el
seguro y disparó” (p. 452), matando a uno de un balazo en el cráneo. Aquí el detec-
tive ya no es romántico sino salvaje. Y los perros, bueno, los perros nunca fueron
salvajes; son callejeros, urbanos, acaso lo opuesto a salvajes. La escena termina
jugando con otra contradicción: el policía se fuma un “Delicados sin iltro” (p. 452).
—El lenguaje con el que 2666 de Bolaño reiere los asesinatos mantiene en
general bajo control la espectacularidad que recién comentaba. Por ejemplo, en el
pasaje que mencionas, el modo de describir la situación y el comportamiento de sus
protagonistas subsume al lector en una especie de cotidiano infrahumano, en que la
pesquisa de los crímenes parece obedecer más bien al propósito de ejercer el intelecto
antes que al afán de hacer justicia. La atmósfera que como lectores comenzamos a
respirar en ese capítulo, irónicamente titulado “La parte de los crímenes”, parece ser
la de una realidad en la que algo así como “hacer justicia” no tiene sentido. Me parece
que el título relexiona irónicamente el hecho de que el aterrador e inimaginable
sufrimiento de esas mujeres se constituya en un “tema” o incluso en el capítulo
medular de una novela. Entonces la literatura debe lidiar con lo inenarrable. Se
trata de una escritura cuya visualidad no se resuelve en visibilidad. Entonces, ¿qué
sucede en la contemplación de Negrete desde el cerro La Estrella? Pienso que, en
esta novela, en su escritura, como en la de Los detectives salvajes, hay un elemento
neobarroco. El claroscuro, la diferencia entre lo alto y lo bajo, los signiicantes que
anunciando un signiicado nos remiten siempre a otros signiicantes. En el barroco
la obra se ordena en función de una alteridad que, desde su absoluta trascendencia,
altera el orden del lenguaje. Entonces el objeto signiicado sólo puede ser referido
mediante el exceso, porque lo que se pone en obra es justamente su imposibilidad
de ingresar en el lenguaje. En el neobarroco, en cambio, el objeto se ha perdido
en el lenguaje —sigo en esto a Sarduy—, toma cuerpo en el orden signiicante del
lenguaje para referir un signiicado que se oculta en ese mismo cuerpo descomunal. A
diferencia del primer barroco, lo que en el neobarroco tiende a hacerse absoluto no es
el “más allá”, sino el “más acá”. No me parece que en Bolaño exista propiamente una
escritura neobarroca, pero sí podría hablarse de un sentido neobarroco: su escritura
nos hace ingresar en la materialidad inagotable del mundo, entonces asistimos a la
existencia de una humanidad que en su cotidianeidad nunca llega a tocar sus límites.
Los perros que de pronto ladran amenazantes a Negrete hacen abruptamente presente
al lector que el detective no ha salido de esa cotidianeidad gris y degradada, que
incluso ese punto de contemplación desde las alturas está inmerso en el mismo suelo
y, inalmente, que eso que contempla no es una “naturaleza corregida” —que es
como deinía Poe al paisaje—, sino más bien una especie de modernidad degradada.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 159-172 164
La voluntad de no entender: entrevista con Sergio Rojas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
165 N.º 74, 2018, 159-172
FRANCO PESCE
directamente con el lenguaje. García Márquez señaló en una oportunidad que cuando
leyó la primera frase de La metamorfosis de Kafka, lo primero que pensó fue: “yo
no sabía que estaba permitido escribir así”. Es lo que habrán pensado seguramente
muchos lectores enfrentándose a 2666 de Bolaño.
—De Borges me gustaría comentar también “La muralla y los libros”. Ahí Borges
relata que hay un texto que lo “satisizo” e “inquietó” al mismo tiempo. Entonces,
para comprender esa emoción, interroga tanto el contenido como la forma del relato
(Borges, 2007, p. 13). La distinción es efectiva al comienzo, pero a poco andar la pa-
labra forma pasa a nombrar una “idea”, una idea platónica, y ahí es como si la lectura
diera un círculo y regresara a los “contenidos” porque la distinción misma colapsa.
—En lo que señalas se plantea implícitamente la pregunta ¿puede la forma ser
un contenido? Recordemos que en ese breve relato se encuentra la certera deinición
de lo que Borges denomina el hecho estético: la “inminencia de una revelación que
no se produce”. Pienso que esta sola noción señala el protagonismo de la forma,
porque en aquella inminencia se relexionan propiamente los límites del lenguaje.
En esto consistía la ironía romántica, y bien podría decirse que, si los románticos se
dieron lo absoluto como su motivo fundamental, se expresa en ello su interés por el
lenguaje, por los límites del lenguaje. Y, claro, lo que concebimos como lo impresent-
able o lo innombrable es un motivo lo suicientemente exigente para confrontarnos
con los límites del lenguaje, con las posibilidades codiicadas y sedimentadas de la
signiicación. El sentido se libera allí en donde el signiicado entra en crisis.
—El “orden signiicante”, la “materialidad”, la “estructura”, el “cuerpo”… es
ahí, leemos en tu obra, donde se cifra el sentido. Por ejemplo: “En la obra de arte el
principio de la necesidad interna […] hace del orden signiicante y de la materialidad
de la visualidad lo medular” (Rojas, 2017b, p. 18)). Pero ¿cómo delimitar qué es
signiicante y qué es signiicado? En las novelas El asco y La virgen de los sicarios
el cinismo del narrador es, señalas en Escribir el mal, un recurso, no un referente.
Pero ¿no podríamos decir que esas novelas ofrecen representaciones del cinismo,
que ellas imitan un habla cínica? Si el cinismo de un narrador es recurso o referente,
tal vez haya que decidirlo caso a caso.
—Sí, la diferencia entre “forma” y “contenido” no es una diferencia simple, es
decir, no corresponde a elementos que objetivamente existan cada uno en sí mismo,
relacionándose de manera externa entre ellos. Es más bien una distinción que puede
establecerse a posteriori, para intentar dar cuenta de los rendimientos de la lectura
de una obra. En las obras que mencionas, de Castellanos Moya y Vallejo, se podría
decir que el narrador es un cínico, por lo tanto, el tema o asunto consistiría en cada
caso en al desarrollo de la subjetividad a la vez desencantada y displicente de esos
personajes; sin embargo, la radicalidad de cada una de esas novelas da a entender
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 159-172 166
La voluntad de no entender: entrevista con Sergio Rojas
muy pronto al lector atento que el cinismo es también aquí un recurso, no el “con-
tenido”. En El asco y en La virgen de los sicarios el cinismo alcanza tal gravedad
que el lector se percata de que se trata de una estética cínica como recurso para
acceder a una realidad que está más allá de lo representable. Dicho de otra manera,
cierta radicalidad hace presente al lector que está leyendo literatura y no una crónica
periodística. Entonces, dar de una vez por todas con el contenido, llegar a identiicar
con certeza el asunto “sobre el cual” trata una obra, es el olvido de la literatura, del
arte en general. Pienso que, en sentido estricto, el contenido, el tema objetivo de
una obra, no está nunca dentro de esta, sino que, en la obra —en una novela, por
ejemplo— todo es recurso, cuando el trabajo con el lenguaje responde a la exigencia
de dar cuerpo a una inquietud, a una pregunta, a una época. La pertinencia de la
distinción entre forma y contenido es tan simple e inevitable como la pertinencia
de la pregunta “¿de qué trata esta obra?”. Es una cuestión fenomenológicamente
inherente al nivel de lectura concreta de una novela, por ejemplo, pero la relexión
a la que la obra dará lugar trasciende esa pregunta. ¿De qué trata El innombrable de
Beckett o Pedro Páramo de Rulfo? No es posible responder esta pregunta, la que
al mismo tiempo resulta irrenunciable, pues de lo contrario las obras se reducirían
a meros “ejercicios formales”. Por cierto, cuando llegamos a la poesía —probable-
mente la más exigente de las artes—, la diferencia forma / contenido queda desde
un principio puesta en cuestión.
—Lyotard propuso algo similar: atender a las perturbaciones que sufre la forma,
para recuperar ahí el sentido. “¿Cómo hacer ver que hay algo que no puede ser visto?
[En…] lo informe, la ausencia de forma, [hay] un índice posible de lo impresentable”
(Lyotard, 1994, p. 21). Entendiendo tus aclaraciones —la naturaleza ya no cumple el
rol que cumplió para Kant y los románticos; el sujeto ya no logra usar la naturaleza
para elevarse “más allá”— ¿es productivo indagar el vínculo entre sentido y forma
mediante lo sublime?
—La ironía es una operación fundamental en la estética de lo sublime. Esta es
en lo esencial remisión a algo que es absolutamente trascendente a la esfera de la
representación y al lenguaje en general, en ello radica precisamente el sentido de lo
absoluto. La estética de lo sublime es ante todo una estética de la remisión, por eso
es irónica, porque implica una necesaria conciencia del lenguaje, de las operaciones
mediante las cuales se genera sentido, referencialidad. Entonces en la estética de lo
sublime hay la conciencia de que se trata con una realidad que está siempre más allá
del lenguaje, y de aquí se sigue directamente la autoconciencia del lenguaje. Paul
de Man se reiere a la ironía como “el tropo de los tropos”, es decir, es la conciencia
acerca del uso igurado del lenguaje —la representación es siempre vicaria, está
en el lugar de “otra cosa”—, y Vladimir Jankélevitch airma que la conciencia es
esencialmente irónica, que es, pues, autoconciencia. Considerando esto, me parece
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
167 N.º 74, 2018, 159-172
FRANCO PESCE
muy acertado lo que propones: las teorías de lo sublime permiten, incluso exigen,
examinar las relaciones entre forma y sentido. Diría que el asunto de lo sublime no
es lo impresentable en sí mismo, sino precisamente esa impresentabilidad y, por lo
tanto, antes que un relativo intento por encarnar lo absolutamente trascendente, lo
sublime da cuenta más bien de una disposición de la subjetividad a dejarse abismar
por la inmensidad. Ahora bien, pienso que, en el presente de una realidad allanada por
el conocimiento cientíico y la técnica, esa inmensidad es el vacío de un universo sin
límites. Tuvimos imágenes de lo ilimitado en las fotografías de la Tierra que desde
las lunas de Saturno envió la nave espacial Cassini, en ellas vemos un punto blanco
lotando en medio de una vastísima, oscura, fría y silenciosa inmensidad. Al ver esas
imágenes recordé un pasaje de Jacques Monod, en su libro El azar y la necesidad,
cuando airma que los seres humanos habitamos un universo que es indiferente a
nuestras grandezas y miserias. Una pregunta sería la de si acaso la estética de lo
sublime sobrevive al hecho de que de lo absoluto impresentable habría quedado
solo su lugar, un tremendo espacio inhabitable. La historia de ese vacío es de cierta
manera el devenir de la modernidad, como occidentalización del mundo. Entonces
se podría conjeturar que el sentido de lo sublime fue dar a pensar ese vacío en toda
su inmensidad como el cuerpo de lo impresentable… la idea de una trascendencia
en el corazón de la inmanencia.
—Esa disposición a dejarse abismar puede llevar al ridículo, ¿no? Tengo en mente
las ventanas con que termina Los detectives salvajes (Bolaño, 2007). ¿Podemos to-
marlas en serio? En la misma novela hay antecedentes para pensar que son chistes
infantiles o dibujitos surgidos del tedio más que poemas visuales o enigmas. Pero en
esa serie de ventanas se dibuja también un relato sobre la experimentación artística,
un relato sobre el desalojo progresivo de los artiicios que controlan un sistema
artístico. Y además, la pregunta inal —¿qué hay detrás de la ventana?—, si acaso
remite al lector a “algo” más allá de la ventana —¿algo impresentable?—, lo hace
mediante la manipulación del límite y no mediante una representación, directa o
parcial, de ese “algo”. ¿Podríamos leer aquí esa “transgresión que caracteriza a la
estética de una parte importante del arte contemporáneo” y que consiste provocar en
el sujeto “la experiencia de la disolución de sus propias condiciones de posibilidad”
(Rojas, 2009, p. 7; itálicas en el original)? También diría, sobre el acertijo inal, que
no aspira “a la expectativa de una relación con ‘algo’ que se encontraría más allá del
límite, sino a la experiencia del límite mismo” (p. 7; itálicas en el original).
—La transgresión en el arte del siglo xx tenía el sentido de la destrucción del
sujeto, a eso me reiero con lo de la disolución de sus propias condiciones de posi-
bilidad, pues estas condiciones son las que de alguna manera protegen a la subje-
tividad del caos, del no-mundo, de lo in-mundo. Esas condiciones hacen posible que
la experiencia acontezca al interior de un mundo y que, por lo tanto, el ser humano
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 159-172 168
La voluntad de no entender: entrevista con Sergio Rojas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
169 N.º 74, 2018, 159-172
FRANCO PESCE
—Hay una pregunta que tú haces en Las obras y sus relatos III que aplica —
desplazándola un poco— a la recepción académica de Bolaño: “¿cómo es que la
estructura “desaparece” en el protagonismo del contenido?” (Rojas, 2017b, p. 17).
Mi pregunta, ahora: ¿qué piensas de los modos de leer que practican los estudios
literarios y culturales? En la introducción a tu monografía sobre la narrativa de
Diamela Eltit sugieres que se escribe “como viniendo de regreso desde la lectura”
(Rojas, 2012, p. 33) y que esa lectura, entonces, se pierde.
—En el examen de una obra literaria no es pertinente operar como si se tratara de
la disección de un cadáver, una especie de autopsia en la que simplemente se aplican
categorías o modelos de análisis “ya probados”. Me interesa más bien el trabajo en
el que las mismas categorías de análisis resultan “leídas” en el examen de la obra.
Por ejemplo, preguntas desde donde leer Los detectives salvajes serían: ¿Qué es la
literatura?, ¿Qué signiica seguir una historia?, ¿Cómo se hace lugar la violencia en
la memoria? Y no habremos leído realmente si la novela no termina por alterar los
conceptos de literatura, historia, violencia y memoria de los que disponíamos antes
de entrar en ella. En la lectura intento ejercer una suerte de voluntad de no entender,
porque la lectura es algo que efectivamente sucede, me reiero a que leer no es algo
que le hacemos al texto, sino al revés: es un tiempo en el que exponemos nuestro
entendimiento, nuestra memoria, a una forma otra de percibir y comprender el mundo
—lo que no tiene nada que ver con supuestas “intenciones del autor”. En la lectura,
las preguntas que el lector tenía en mente —por ejemplo, las que recién proponía— se
modiican y aparecen otras cuestiones. Así, una lectura no debe simplemente quedar
subsumida en la veriicación de las categorías del análisis.
—En tus textos y presentaciones pones siempre cuidado en explicitar las reglas
—por darles un nombre— del trabajo que vas a comentar. Eso es algo que como
lector se agradece mucho. Por otra parte, en tus textos hay un intenso trabajo de
escritura: uno reconoce una voz, un estilo y un tono (una actitud antes los asuntos
tratados), y un deseo de claridad y precisión; y, al mismo tiempo, tus textos están
siempre llamando la atención sobre los materiales que lo constituyen: mediante cur-
sivas, reiteraciones, el ingreso de términos nuevos o inesperados. Además, me parece
que un elemento clave de tu proyecto —del pensamiento que se pone en juego en
tus textos— es la elaboración de conceptos, que es también clave en el drama que
enfrenta la mente ante lo sublime. ¿Podrías comentar cómo te planteas la escritura?
¿Cómo coordinas tu interés en el cuerpo signiicante de los textos con la función
comunicativa y también pedagógica de tus libros y artículos?
—Me interesa muchísimo lo que señalas respecto a la elaboración de concep-
tos. En efecto, el pensamiento es algo vertiginoso, un abismo, un caos en el que “el
mundo” está siempre en proceso de recomposición, para decirlo de alguna manera.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 159-172 170
La voluntad de no entender: entrevista con Sergio Rojas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
171 N.º 74, 2018, 159-172
FRANCO PESCE
Referencias bibliográicas
1. Bioy Casares, A. (2006). Borges. (D. Martino, Ed.). Buenos Aires: Destino.
2. Bolaño, R. (2004). 2666. Barcelona: Anagrama.
3. Bolaño, R. (2007). Los detectives salvajes. Barcelona: Anagrama.
4. Borges, J. L. (2007). La muralla y los libros. En Obras completas 2: 1952-1972 (pp. 13-15).
Buenos Aires: Emecé.
5. Lyotard, J.-F. (1994). Respuesta a la pregunta: ¿qué es lo posmoderno? En La posmodernidad
(explicada a los niños) (pp. 9-26). Lynch, E. (Trad.). Barcelona: Gedisa.
6. Rojas, S. (1999). Materiales para una historia de la subjetividad. Santiago de Chile: La Blanca
Montaña.
7. Rojas, S. (2003). Imaginar la materia: ensayos de ilosofía y estética. Santiago de Chile:
Universidad ARCIS.
8. Rojas, S. (2009). Ruido y subjetividad: el malestar en el lenguaje. Resonancias, 25, 6-15.
9. Rojas, S. (2012). Catástrofe y trascendencia en la narrativa de Diamela Eltit. Santiago, Chile:
Sangría.
10. Rojas, S. (2017a). Escribir el mal: literatura y violencia en América Latina. Santiago de Chile:
Cuadro de Tiza.
11. Rojas, S. (2017b). Las obras y sus relatos III. Santiago de Chile: Departamento de Artes Visuales,
Facultad de Artes, Universidad de Chile.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 159-172 172
Reseñas
Sánchez Becerril, Ivonne y Alexandra Saavedra (coords.) La
posición sesgada. Miradas a la narrativa reciente en América
Latina. Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma
de México, 2017, 319 p.
E sta publicación colectiva forma parte de las actividades académicas que el Semi-
nario de Estudios sobre Narrativa Latinoamericana Contemporánea (Senalc) ha
realizado desde su fundación en 2012. Con sede en la Universidad Nacional Autóno-
ma de México, este grupo académico mantiene reuniones regulares de debate teórico-
crítico y está conformado por estudiantes de posgrado y profesores-investigadores
del área de letras de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Universidad
Iberoamericana y El Colegio de México.
Los doce autores son de origen latinoamericano y están adscritos a alguna uni-
versidad mexicana. Por lo tanto, esta publicación resulta una muestra representativa
de la producción académica joven en nuestra región y, por ende, de los intereses y
tendencias de la crítica literaria actual. A lo largo de las 320 páginas, el volumen
evidencia el interés de la comunidad académica de la región por ciertos fenómenos
escriturales contemporáneos y otros ya no tan recientes, como la hibridez genérica,
la metaicción, la autoicción, así como la imbricada relación entre literatura, política
y medios de comunicación. Sus criterios de selección del corpus a estudiar están
claros desde la introducción: los autores analizan «expresiones latinoamericanas que
generan distintas relexiones sobre el presente» (11). Concretamente, se estudian
textos literarios publicados entre 2000 y 2013 en Puerto Rico, Argentina, Brasil,
Venezuela, Cuba, Perú, Paraguay, Colombia, Chile y México. En todas estas obras se
puede encontrar un hilo conductor: las búsquedas de los autores, fallidas o no, para
representar a través del lenguaje la cotidianeidad latinoamericana actual, cada vez
más violenta e inverosímil. La hibridez genérica, particularmente aquella inclinada
hacia los géneros de no icción, caracteriza a los autores elegidos.
En los artículos destacan referencias a autores nacidos entre los sesenta y seten-
ta, cuya obra apenas empieza a ser valorada por la academia, como Yuri Herrera,
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
175 N.º 74, 2018, 175-179
LILIANA GUADALUPE CHÁVEZ DÍAZ
Daniel Alarcón, Antonio José Ponte, Fernando Iwasaki y Héctor Abad Faciolince.
También se incluyen autores que podrían considerarse una revelación para el cir-
cuito académico tradicional, como es el caso de la obra de Diego Meret sobre sus
experiencias como empleado industrial en Argentina. Extraña, no obstante, que el
corpus considere sobre todo autores latinoamericanos pertenecientes a la generación
de medio siglo XX y, por lo tanto, no tan contemporáneos a sus jóvenes críticos.
Tal es el caso del análisis de autores como Sergio Pitol, Pedro Lemebel, Luis Britto
García y hasta Julio Cortázar y Rubem Fonseca. De hecho, las constantes referencias
y conexiones generacionales que realizan los críticos en torno a Jorge Luis Borges y
Ricardo Piglia, a modo de guiños cómplices si se quiere, refrendan el lugar privile-
giado que sigue conservando el canon argentino en el campo crítico latinoamerica-
no. Por otra parte, extraña también la escaza presencia de autoras en el libro, tanto
como críticas —sólo hay cuatro participantes— como en el corpus seleccionado.
Si bien dentro de los marcos teórico-metodológicos algunos artículos destacan las
aportaciones de Beatriz Sarlo y varios hacen referencia a los análisis narratológicos
de Luz Aurora Pimentel, ninguno de ellos centra su atención en el análisis de obras
literarias escritas por mujeres.
Al ser ésta una publicación sobre literatura latinoamericana reciente sorprende,
de hecho, que la metodología empleada por gran parte de los autores del libro conti-
núe con tradiciones críticas arraigadas desde hace ya varias décadas. Así, aunque se
exhiben estudios de corte sociológico e historiográico —como el de Iván Peñoñori
sobre la diversidad lingüística en la «Triple frontera» o el de Brenda Morales Muñoz
sobre la narrativa del conlicto armado peruano— la mayoría siguen optando por
la narratología como herramienta de análisis, especialmente a través de la citada
Pimentel, cuya obra ha sido muy recurrida en el ámbito académico mexicano. No
obstante, cabe destacar que en el terreno conceptual las referencias comunes a teóricos
provenientes más del campo de los estudios culturales que de la disciplina literaria
tradicional corroboran el interés de este grupo de jóvenes críticos por inscribir su
trabajo en un marco teórico más amplio, interdisciplinario y diverso. De esta manera,
en los textos de este libro se puede identiicar una inclinación teórica en el terreno
de los estudios latinoamericanos contemporáneos hacia autores como Slavoj Žižek,
Homi K. Bhabha y, por supuesto, Walter Benjamin.
Los artículos están agrupados en cuatro «segmentos que sintetizan las tendencias
«teórico-críticas» que, se advierte en la introducción, interesan a los miembros del
Senalc. Aunque se advierte una intención de clasiicar o dividir de manera formal
estos intereses, resaltan dos grandes ejes transversales, temáticos y de forma, en
torno a los cuales giran los artículos: la memoria y la autorreferencialidad. Lo que
esta publicación evidencia, por lo tanto, es que la preocupación de la literatura lati-
noamericana por representar su realidad social y política en la icción y, más recien-
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 175-179 176
Reseñas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
177 N.º 74, 2018, 175-179
LILIANA GUADALUPE CHÁVEZ DÍAZ
no Luis Britto García y, a partir de este caso, realizar un recuento del panorama
actual de la icción breve latinoamericana. La crítica identiica en la escritura de
Britto estrategias narrativas que le permiten condensar ideas y acciones, como la
intertextualidad y la metaicción. Mediante estas estrategias, Britto es capaz de
relexionar sobre grandes tópicos de interés universal como la guerra, la muerte y
la vida cotidiana, en textos breves que logran mezclar géneros canónicos como el
cuento, la poesía y el ensayo con otros de la cultura popular como los aforismos,
los consejos o los instructivos. Un artículo que sin duda rompe y a la vez comple-
menta la unidad temática y estilística del libro es el de Jesús Pérez Ruiz sobre la
risa en la literatura gay latinoamericana. Pérez analiza los recursos de la ironía y
lo que denomina «autoescarnio» en dos novelas: Al diablo la maldita primavera,
del colombiano Alonso Sánchez Baute y Tengo miedo torero, del chileno Pedro
Lemebel. Aunque por momentos la comparación entre estas dos novelas resulta un
tanto arbitraria —el contexto de publicación y de las tramas diiere bastante— el
artículo permite asomarse a la cultura homosexual latinoamericana contemporánea,
así como a sus prácticas y preocupaciones escriturales.
La sección «Ficciones políticas» abre con un artículo de Iván Peñoñori que
relexiona sobre la hibridez lingüística y cultural generada en la zona de contacto
entre los ríos Iguazú y Paraná y que por delimitar geográicamente los bordes entre
Argentina, Paraguay y Brasil es conocida como la triple frontera. A diferencia del
resto de los artículos, éste no se enfoca al análisis exhaustivo de obras literarias par-
ticulares, aunque sí hace especial mención a la novela Xiru, del paraguayo Damián
Cabrera. Sin embargo, lo que se pierde en análisis literario se gana en aporte a debates
sobre las políticas de multiculturalidad en América Latina. Otro texto que intenta
abarcar un extenso periodo de historia literario-cultural es el de Brenda Morales
Muñoz sobre la representación iccional del conlicto armado peruano entre 1980 y
2000. Conocido como uno de los fenómenos más violentos del siglo XX en Améri-
ca Latina, este conlicto interno ha sido relatado tanto por escritores andinos como
criollos, según describe a detalle Morales Muñoz. Morales se enfoca a analizar tres
cuentos: «Velas», de Sergio Galarza; «Guerra en la penumbra», de Daniel Alarcón y
«Rock in the Andes», de Fernando Iwasaki. Sin embargo, la autora también dedica
gran parte del texto a un útil recuento bibliográico pormenorizado de la producción
literaria sobre el conlicto. Por su parte, Ivonne Sánchez Becerril se adentra en la
representacional iccional de otros dos conlictos armados: la Revolución Cubana,
como trasfondo de La iesta vigilada, de Antonio José Ponte, y la guerra contra el
narcotráico en México, como contexto de La transmigración de los cuerpos, de
Yuri Herrera. A pesar de que la comparación de estas novelas podría parecer un tanto
forzada, la relación resulta original y los argumentos logran ser convincentes, puesto
que Sánchez parte de la premisa de que ambos fenómenos pueden ser considerados
como estados de guerra «velados».
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 175-179 178
Reseñas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
179 N.º 74, 2018, 175-179
Román, Sabrina. Nuestras lágrimas saben a mar. Memorias de
una hija del general Pupo Román (2016): Editora Búho. Santo
Domingo. República Dominicana. 418 páginas.
¿ Qué distancia se debe tener con una tragedia nacional para narrarla con la obje-
tividad que merece la historia, pero con el dolor que provoca el asesinato de un
padre, el de la narradora? Este es el primer interrogante que uno podría plantearse al
dar inicio a la lectura de Nuestras lágrimas saben a mar, un estremecedor testimonio
personal y familiar de la escritora dominicana Sabrina Román (Santo Domingo,
1956). Se trata de una narración intimista donde los recuerdos personales trascien-
den a lo colectivo, para posarse en la historia de las familias Román y Trujillo y de
ahí en la historia de República Dominicana, dando nuevos elementos para leer los
acontecimientos que rondaron la caída del dictador Rafael Leonidas Trujillo en 1961,
cuyo régimen es hoy reconocido como uno de los más sanguinarios y crueles que
existieron en América Latina en el siglo XX. Durante los años que Trujillo estuvo
en el poder, entre 1930 y 1961, se produjeron más de 50.000 asesinatos, de los cuales
se calcula que 20.000 fueron de haitianos, como parte de una política xenófoba del
dictador contra esta población.
Con este relato Sabrina Román no solo pone en escena la gran tragedia de un
país, una familia y la individual, sino que nos interpela desde lo más profundo para
decir que pese al dolor y la adversidad vivida por la familia Román, después del
30 de mayo de 1961, cuando ocurre el magnicidio en la República Dominicana, es
posible hablar sin invocar el odio o la venganza; por lo contrario, nos llama a “po-
nernos en los zapatos del otro” y a perdonar. Es ahí donde la narradora se instaura y
encuentra lo que ella deine como “su propia voz”; las palabras precisas para referir
los acontecimientos que los historiadores habían desvirtuado, sobre la participación
de su padre, Pupo Román, en la caída del dictador Trujillo quien era hermano de su
madre. Sobre lo anterior, subraya la autora lo siguiente: “La historia de Pupo Ro-
mán es desgarradora desde cualquier ámbito que se mire […]. Mi padre se hallaba
en medio de un carnaval de las más miserables pasiones humanas: odio, sadismo,
brutalidad y una implacable venganza con alcances más allá de su verdadera causa
o pretexto” (258).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 180-183 180
Reseñas
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
181 N.º 74, 2018, 180-183
MARÍA E. OSORIO SOTO
de que “mataría a todos (hombres, mujeres, ancianos y adultos) hasta «los maman-
dos», que fueran descendencia directa de los magnicidas, los conjurados del 30 de
mayo de 1961”. El título del libro, dice la autora, lo encuentra justo cuando narra el
capítulo veinte; “¡Hasta cuándo, Dios mío, hasta cuando!”, una expresión recurrente
en Pupo Román y que la narradora, aunque no sabe con certeza lo que imploraba,
sí nos deja entender que eran el producto de la inconformidad con el régimen y con
los criminales, con los aterradores procedimientos de un dictador al cual le debía
lealtad; tanto por ser parte del gobierno como de su familia política.
La historia de Nuestras lágrimas saben a mar empieza reconstruyendo la forma
como las familias Román y Trujillo se “unen” mediante el matrimonio de Mireya
García Trujillo y José René Román Fernández (Pupo Román), para luego detenerse
en los hechos ocurridos ese 30 de mayo de 1961 y en los sucesos posteriores: deten-
ción del padre, asesinato de los militares allegados al mismo, exilio de la familia en
Miami, regreso, lo acontecido con las dos ramas de la familia. La historia es contada
desde esas “dos orillas” que aludimos antes y en las que se ubica la narradora, por
lo que la expresión cobra un sentido autobiográico que compete a las dos familias
separadas por el asesinato de Trujillo, pero también a los otros involucrados en este
derrocamiento. De ahí que se podría hablar de un nosotros y ellos, la familia Román
y los Trujillo. Ahora bien, aunque la narradora pertenece a los dos adentros y a los
dos afueras, dependiendo de cómo se mire o en qué orilla se ubica, agobia más el
peso de la tragedia de la familia Román. Este es el caso de cuando se narran las horas
antes de la detención de Pupo y se lee:
El 4 de junio es una fecha que en la memoria familiar de los Román García aparece
manchada, ya no solo de incertidumbre, sino de profundo dolor, de desamparo. ¿Quiénes
fuimos a partir de allí? Ese día, en la mesa del comedor, empezó nuestro largo caminar
por los trillos de la adversidad […]. La noche del 4 de junio fue la última vez en que
estuvieron mis hermanos y madre junto a esa mesa y en la vida. Al día siguiente […]
fue tomado prisionero (132-4).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 180-183 182
Reseñas
que, según aparece allí, no había sido contada de una manera honesta con lo que él
fue en vida, pues se le atribuyeron crímenes que él no cometió.
Como hemos dicho, es una obra íntimamente autobiográica en la que la autora
desnuda su alma y nos habla del proceso de escritura de la misma, pero también de
su poesía, permitiéndonos descubrir la profundidad de su sufrimiento, así como el
sus hermanos y el de su madre. En otras palabras, resalta lo catártico y lo renovador
que encontró en el acto de escribir. Y en este sentido, quisiera subrayar que Nuestras
lágrimas saben a mar habría que leerla como una especie de culminación de una
relato que Sabrina Román había empezado a narrar en su obra poética y especial-
mente en Palabra rota (1983), aunque es posible que ni la escritora misma lo haya
entendido en su momento, pues era temprano aún para encontrar su voz poética y
la fuerza para ser más directa.
Hay varias ideas que se reiteran en Nuestras lágrimas saben a mar, pero insisto
en que llaman la atención las que aluden al perdón y a la convivencia. Pues, Sabrina
Román no solo acude a la sabiduría que le procura el ser habitante de las dos orillas,
sino que demuestra que sabe ponerse en los zapatos de otros, lo que implica para este
caso, habitar el centro y mirar a cada lado entendiendo las limitaciones de cada uno,
por lo que evita juzgar. Otra idea que no es explícita pero que me persigue durante
la lectura es la del silencio como cómplice, no solo el que calla la tiranía de los
malos gobiernos y encubre los desmanes de los mismos. El silencio aparece como
un medio fallido para acallar el dolor en una familia dividida y ante la irremediable
historia de un país.
Recomiendo la lectura de Nuestras lágrimas saben a mar, este testimonio que
quizá se separa de las obras testimoniales tradicionales, no solo por la poesía que
hay en él, sino porque a diferencia de lo que caracteriza al género testimonial, como
tal, aquí no encontramos un “yo” colectivo que denuncie el abuso del poder contra
una colectividad. No obstante, hay una voz que interpela a sus lectores y también
lo hace desde la alteridad y, como sucede con los testimonios clásicos, los incita a
no olvidar y a que no se repita. Coincido entonces con lo que otra escritora domini-
cana, Ylonka Nacidit-Perdomo, destaca sobre Sabina Román: cuando escribía que
“impregna su mirada de bondad, que anhela que la memoria colectiva no olvidé a
los héroes caídos sin tumbas, sin epitaios ni ofrendas de laureles marchitos”. No es
la única obra literaria que trata sobre la cruel dictadura de Trujillo, la lista es larga,
pero Nuestras lágrimas saben a mar nos llega con una mirada íntima y familiar,
sin que pierda objetividad. Por otra parte, no es deleznable que este testimonio sea
entregado mediante una voz femenina; un rápido recuento de las narraciones exis-
tentes sobre la dictadura de Trujillo nos dará cuenta de que en su mayoría son hijas
de plumas masculinas.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
183 N.º 74, 2018, 180-183
Índice de autores
Hugo Enrique Del Castillo Reyes: candidato a Doctor en Letras, Maestro en Letras
Españolas y Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM. Se
desempeña como profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM desde
2011. Imparte las asignaturas de “Literatura Española Moderna y Contemporá-
nea”, “Novela de la Posguerra Civil Española” y “Novelistas españolas actuales”.
Colaboró como investigador dentro de la FFyL de la UNAM en los proyectos
“Escritura autobiográica en México en el siglo XIX y XX” y también en “Le-
tras y Literatura Comparada en la UNAM”. Contacto: [email protected]
Rachel Peled Cuartas: co-directora de la Sección de Estudios Judíos y Sefardíes
del Instituto de Investigación Miguel de Cervantes, Universidad de Alcalá y
co-directora de Ulpán Hebreo Sefarad, Madrid. Anteriormente asociada de In-
vestigación Post Doctoral en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Doctora, Cum
Laude de la Universidad Complutense de Madrid por su tesis sobre el cuerpo
femenino en la prosa hebrea y romance medieval. Investigadora de literatura
medieval, especializada en estudios de la mujer, conversos y traducción. Profe-
sora de hebreo, literatura y traducción. Ha recibido premios de la Universidad
Hebrea y la Universidad Ben Gurion por su trabajo de investigación. Contacto:
[email protected]
Axayácatl Campos García Rojas: estudió la licenciatura en Lengua y Literaturas
Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde actualmente
es profesor de Literatura Española y coordina el Seminario de Estudios sobre
Narrativa Caballeresca. Los estudios de doctorado los llevó a cabo en el Queen
Mary and Westield College de la University of London. Entre sus publicacio-
nes, cabe mencionar la edición del Espejo de príncipes y caballeros (Parte III),
los volúmenes Amadís y sus libros: 500 años, Palmerín y sus libros: 500 años
y Lisuarte de Grecia y sus libros: 500 años. Ha coordinado también proyectos
de investigación y estudios para la conformación del “Catálogo descriptivo de
textos breves en los libros de caballerías hispánicos (siglos XV-XVII): prosa y
poesía”. Contacto: [email protected]
María Gabriela Martin López: estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la Fa-
cultad de Filosofía y Letras de la UNAM y luego la maestría y el doctorado en
Literatura Hispánica en El Colegio de México. Actualmente es profesora en la
licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas de la FES Acatlán-UNAM y ha
impartido diversos cursos en otras instituciones como la UIA, la École normale
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 184-186 184
Índice de autores
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
185 N.º 74, 2018, 184-186
cia, historias de crecimiento y formación, y la relación entre literatura y cine.
Contacto: [email protected]
Tatiana Mukhortikova: graduada en Periodismo por la Universidad Estatal de
Moscú “M.V. Lomonosov”. Máster en Investigación en Lenguas y Literaturas
por la Universidad de Valencia (España). Actualmente es Doctoranda del Pro-
grama “Lenguas, Literaturas, Culturas y sus aplicaciones” de la Universidad de
Valencia (España). Contacto: [email protected]
Mónica María del Valle Idárraga: profesora asociada a la Facultad de Ciencias
de la Educación, Universidad de La Salle (Bogotá). Ph.D in Hispanic and Cul-
tural Studies. Miembro del grupo de investigación Educación y sociedad, de la
Universidad de La Salle. Contacto: [email protected] / monicalatra-
[email protected]
Franco Pesce: es Ingeniero Civil Industrial (Pontiicia Universidad Católica de
Chile) y doctor el Literatura Hispanoamericana (Universidad de Cambridge).
Su tesis doctoral estudia las obras de Roberto Bolaño y Enrique Vila-Matas y el
sentido de preservar la noción de lo literario. Ha dictado clases en la Universidad
de Chile y en la Universidad del Desarrollo, en Chile, y en el Departamento de
Español y Portugués y el Instituto de Educación Continua, en Cambridge. El
2016 publicó su primera novela, Diario de la renuncia (Santiago: Chancacazo).
Contacto: [email protected]
Liliana Guadalupe Chávez Díaz: doctora en Español por la Universidad de Cam-
bridge y maestra en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Se especializa
en literatura latinoamericana de los siglos XX y XXI. Su principal línea de in-
vestigación es la no icción, en especial la relación entre periodismo y literatura.
Tiene más de diez años de experiencia como periodista en medios mexicanos y ha
sido profesora de literatura en el Tecnológico de Monterrey y en la Universidad
de Cambridge. Contacto: [email protected]
María E. Osorio Soto: es Philosophy Doctor de la Universidad de Estocolmo
(Suecia). Profesora titular de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad
de Antioquia. Investigadora Asociada de Colciencias (2016) e integrante del
Grupo de investigación en Estudios Literarios (GEL), clasiicado como A1 por
Colciencias en 2016. También es integrante de la Asociación de Colombianistas
y del Centro Internacional de Estudios Europeos y de Las Américas (CEYLA).
Es autora de una serie de trabajos sobre literatura testimonial y literatura escrita
por mujeres en Colombia e Hispanoamérica. Contacto: [email protected]
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 184-186 186
Índice periódico
Últimos tres números
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
Año 38, Número 71, enero-junio de 2017
Cultura escrita e impresa en Colombia
Número monográico
EDITORIAL
Cultura escrita e impresa en Colombia.
Diana Paola Guzmán Méndez. Universidad Jorge Tadeo Lozano, Colombia
Paula Andrea Marín Colorado. Instituto Caro y Cuervo, Colombia
ARTÍCULOS
Actores y papeles en busca de una historia. México, impresos siglo xix (primera
mitad)
Actors and Roles, a Search for History. Printed Materials in the (First Half) Nineteenth
Century in Mexico
Laura Suárez de la Torre. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis
Mora, México
Consideraciones iniciales sobre la cultura letrada en la Colombia del siglo xvi
Initial Considerations of Written Culture in Sixteenth-Century Colombia
Álvaro Garzón Marthá. Investigador independiente, Colombia
Los inicios de la tipografía neogranadina, 1738-1782. Letras y cajistas hacia un
lenguaje impreso
The Beginning of Nueva Granada Printing, 1738-1782. Letters and Typesetters
Oriented Towards Printed Language
Alfonso Rubio Hérnández. Universidad del Valle, Colombia
La geografía patria: tres versiones y una misma tradición, 1827-1842
Colombian National Geography: Three Versions and the Same Tradition, 1827-1842
Patricia Cardona Zuluaga. Universidad Eafit, Colombia
Mujeres y obreros: los nuevos lectores de las dos últimas décadas del siglo xix
colombiano
Women and Workers: the New Readers of the Last Two Decades of the Nineteenth
Century in Colombia
Juliana Vasco Acosta. Universidad de los Andes, Colombia
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
187 N.º 74, 2018, 187-193
Jorge Roa y la Librería Nueva: antecedentes y aspectos esenciales sobre el editor
colombiano a inales del siglo xix
Jorge Roa and the Librería Nueva: Background and Essential Aspects Regarding
Colombian Publishers at the end of the Nineteenth Century
Miguel Ángel Pineda Cupa. Pontificia Universidad Javeriana, Colombia
Las empresas editoriales de Arturo Zapata (1926-1954)
Arturo Zapata’s Publishing Companies (1926-1954)
Paula Andrea Marín Colorado. Instituto Caro y Cuervo, Colombia
Estudios sobre el libro en Colombia. Una revisión
Studies on Books in Colombia. A Review
Sergio Pérez Álvarez. Universidad de Antioquia, Colombia
RESEÑAS
Rubio, Alfonso, ed. (2016). Minúscula y plural. Cultura escrita en Colombia.
Medellín: La Carreta Editores, 350 p.
Danilo Penagos Jaramillo. Universidad de Antioquia, Colombia
Agudelo Ocho, Ana María y Bedoya Sánchez, Gustavo Adolfo, eds. (2016). Prensa,
literatura y cultura. Aproximaciones desde Argentina, Colombia, Chile y México.
Lima/Medellín: Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar, Universidad
de Antioquia, 380 p.
Wendy García Pérez. Universidad Santo Tomás, sede Bogotá, Colombia
Meizoz, Jérôme. (2015). Posturas literarias. Puestas en escena modernas del autor.
Traducción de Juan Zapata. Bogotá: Ediciones Uniandes 224 p.
Andrés Murillo Mora. Universidad Santo Tomás, Colombia
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 187-193 188
Índice periódico
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
Año 38, Número 72, julio-diciembre de 2017
LINGÜÍSTICA
Predição e consciência linguística na leitura de crônica em tecnologia virtual e
tecnologia não virtual
Prediction and Linguistic Awareness on Chronicle Reading on Virtual Tecnology
and non-Virtual Tecnology
Vera Wannmacher Pereira. Pontificia Universidade Católica do Rio Grande
do Sul, Brasil. Thaís Vargas dos Santos. Colégio Montairo Lobato, Brasil
Uma aplicação da morfologia construcional para a língua latina: o caso das
construções x-ārĭu
A Constructional Morphology’s Application for Latin: The Case of x-ārĭu
Constructions
Natival Almeida Simões Neto. Universidade Federal da Bahia, Brasil
Estudio contrastivo de nombres generales para humanos en español y en portugués
Contrastive Study of Human General Nouns in Spanish and Portuguese
Eduardo Tadeu Roque Amaral. Universidade Federal de Minas Gerais,
Brasil
Factores que inciden en la determinación del aspecto de situación de supo
Factors Affecting the Determination of the Situation Aspect of supo
Gabriel godoy. Universidad de Chile, Chile
Guillermo Andrés Soto Vergara. Universidad de Chile, Chile
Sociolingüística en sexto grado: hacia una formación del ser-sujeto-hablante
Sociolinguistics in Sixth Grade: Towards a Training of the Being-Subject-Speaker
Jhon Alexánder Monsalve Flórez. Universidad Industrial de Santander,
Colombia
LITERATURA
Jerry’s Suicidal Plan in The Zoo Story: an Option to Face the Human Feeling of
Absurdity
El plan suicida de Jerry en La historia del zoológico: una opción para enfrentar el
sentimiento humano del absurdo
Luis Fernando Gómez Rodríguez. Universidad Pedagógica Nacional de
Colombia, Colombia
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
189 N.º 74, 2018, 187-193
Don Quijote en la Trilogía de la frontera de Cormac McCarthy: neobarroco del
Southwest
Don Quijote in Cormac McCarthy’s border trilogy: Neobaroque of the Southwest
Salvador A. Oropesa. Clemson University, Estados Unidos
De Pedro Armendáriz y Pedro Infante a Pedro Páramo. La lucha por el imaginario
colectivo mexicano
From Pedro Armendáriz and Pedro Infante to Pedro Páramo. The Struggle for the
Mexican Collective Imaginary
Alberto Vital Díaz. Universidad Nacional Autónoma de México, México
El metateatro en La cárcel de Jesús Zárate Moreno: un proceso a la justicia
The metatheatre in La cárcel by Jesús Zárate Moreno: A Process to Justice
Yesica Nieto. Universidad Industrial de Santander, Colombia
Frank Orduz Rodríguez. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colom-
bia-UPTC, Colombia
Relexiones en torno al discurso estético literario. Una lectura de Crónica de una
muerte anunciada de Gabriel García Márquez
Relections on the Literary Aesthetic Discourse. A Reading of Crónica de una muerte
anunciada by Gabriel García Márquez
Alfredo Laverde Ospina. Universidad de Antioquia, Colombia
Horror, muerte y desintelectualización de la experiencia en cuatro novelas de Tomás
González
Horror, Death and de-Intellectualization of Experience in Four Novels by Tomás
González
Hernando Escobar Vera. Universidad Complutense de Madrid, España
TRADUCCIONES
En este artículo queremos mostrar que… Léxico verbal y posicionamiento del autor
en los artículos en ciencias humanas
Agnès Tutin LIDILEM, Université Stendhal-Grenoble 3, Francia
Traductores:
Juan Felipe Zuluaga Molina. Universidad de Antioquia, Colombia
Alejandro Arroyave. Universidad de Antioquia, Colombia
Albertina, más viva que muerta
Jacques Dubois
Traductor:
Juan Zapata. Université Charles de Gaulle-Lille 3, Francia
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 187-193 190
Índice periódico
RESEÑAS
Pineda Botero, A. Tomás Carrasquilla: vida, creación e identidad antioqueña. Me-
dellín: Editorial Universidad de Antioquia, 2016, 244 p.
Margarita Durango Gómez. Universidad de Antioquia, Colombia
Links, Frank Reza. Zwischen Flamenco und Charleston. Der Tanz in Literatur,
Stummilm und Malerei im Spanien der Moderne. Bielefeld: Transcript Verlag,
2016, 403 p.
Hubert Pöppel
Universidad de Regensburg, Alemania
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
191 N.º 74, 2018, 187-193
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
Año 39, Número 73, enero-junio de 2018
Número monográico
Investigación lingüística, un aporte a la cultura y a la sociedad
EDITORIAL
Investigación lingüística, un aporte a la cultura y a la sociedad
Luz Stella Castañeda N. Universidad de Antioquia, Colombia
ARTÍCULOS
Consideraciones sobre el artículo cientíico (AC): una aproximación desde el análisis
de género y el posicionamiento
Considerations Regarding Research Article (RA): an Approach From Gender Analy-
sis and Stance
Alexánder Arbey Sánchez Upegui. Universidad de Antioquia, Colombia
Descubriendo las imágenes predominantes en el grupo sociocultural de Medellín
(Colombia): imagen de ser y parecer trabajador
Discovering the predominant faces in the socio-cultural group of Medellin (Colom-
bia): Face of Being and Looking Hard Worker
Ji Son Jang. Universidad de Antioquia, Colombia
Ana Isabel García Tesoro. Universidad de Antioquia, Colombia
La distribución del voseo diptongado del Calle del Cesar: una mirada a su estructura
The Distribution of the Diphthongized Voseo of Valle del Cesar: a Look at its Structure
Milton César Amaya Antolines. Universidad del Atlántico, Colombia
Español-L2 en el contexto multicultural y plurilingüe de la región Caribe
L2 Spanish in a Plurilingual and Multicultural Context on the Caribbean Region
María Trillos Amaya. Universidad del Atlántico, Colombia
La interacción, el rol y el tema en los textos que los estudiantes de EAFIT usan
cuando solicitan tutorías relacionadas con su proceso de lectura y escritura
Interaction, Roll and Theme in Texts that EAFIT Students use When they Requesting
Tutorials Related to their Process of Reading and Writing
Sonia López Franco. Universidad EAFIT, Colombia
Marcela Galeano Acosta. Universidad EAFIT, Colombia
Léxico adquirido en Colombia
Loanwords in Colombia
Wilmar Andrés Ayala Estrada. Universidad de Antioquia, Colombia
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 187-193 192
Índice periódico
TRADUCCIÓN
La emergencia de la biolingüística y sus consecuencias para la teoría lingüística
The Emergence of Biolinguistics and its Consequences for Linguistic Theory
Lorenzo Vitral. Universidade Federal de Minas Gerais, Brasil
Traductor:
Miguel Ángel Mahecha. Universidad Surcolombiana, Colombia
RESEÑAS
Castañeda Naranjo, Luz Stella (Ed.). Estudios léxico-semánticos y pragmáticos
del español antioqueño y colombiano. Frankfurt: Peter Lang Edition, 2015, 162 p.
José Ignacio Henao Salazar. Universidad de Antioquia, Colombia
Sánchez Upegui, Alexánder Arbey. El género artículo cientíico: escritura y aná-
lisis desde la alfabetización académica y la retórica funcional. Medellín: Editorial
Fundación Universitaria Católica del Norte, 2016, 304 p. Recuperado de: http://bit.
ly/2gcSVOQ
Luz Stella Castañeda Naranjo. Universidad de Antioquia, Colombia
Conde, Oscar (Ed.). Argots hispánicos: analogías y diferencias en las hablas popu-
lares iberoamericanas. Remedios de Escalada: De la UNLa – Universidad Nacional
de Lanús, 2017, 340 p.
Isabel Luna Coutin. Universidad de Antioquia, Colombia
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
193 N.º 74, 2018, 187-193
Normas para autores
Fechas de corte:
Corte del 15 de febrero: el material recibido será tenido en cuenta para el número julio-
diciembre del mismo año.
Corte del 15 de agosto: el material recibido será tenido en cuenta para el número enero-
junio del año siguiente.
Los trabajos que se presenten a Lingüística y Literatura no deben estar siendo evaluados
en ninguna otra publicación.
Una vez el Comité Editorial compruebe que los artículos cumplen con los requisitos
básicos de la revista, estos son enviados a dos pares internos o externos a la Universidad de
Antioquia para que los evalúen bajo el sistema de doble ciego (peer review). Los artículos
son seleccionados según criterios de calidad, pertinencia, originalidad, rigor investigativo
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 194-205 194
Normas para autores
y carácter inédito. Los pares evaluadores pueden aceptar, aceptar con modiicaciones o
rechazar los artículos propuestos por medio de un formato de evaluación diseñado a tal
in. En los casos en que las dos evaluaciones de un artículo sean radicalmente opuestas,
se recurrirá a un tercer evaluador. En los casos en que, por su temática, no se encuentren
evaluadores para un determinado artículo, este no podrá ser tenido en cuenta para su
publicación. En todos los casos, la revista notiicará a sus autores la decisión del Comité
Editorial por medio de correo electrónico en un plazo no mayor a dos meses. La recepción
de los textos no implica su publicación.
Si el artículo es aceptado con cambios, el autor cuenta con un plazo de dos semanas
para entregar la nueva versión con las respectivas correcciones. Una vez hayan sido acep-
tados para su publicación, los artículos pueden ser objeto de un proceso de corrección de
estilo. Durante el proceso de edición, la revista puede comunicarse con los autores para
eventuales consultas.
Cada autor es responsable de las interpretaciones, los enfoques y las opiniones expresados
en su trabajo. El Comité Editorial no asume ninguna responsabilidad sobre las opiniones
expresadas en los trabajos publicados, y estos no representan el pensamiento, la ideología o
la interpretación del Comité Editorial ni del Comité Cientíico.
Los autores deben enviar igualmente un archivo adicional con un currículo breve (de
cien palabras como máximo), que incluya la información que será publicada en la sección
«Índice de autores», y una dirección de correo electrónico que pueda ser publicada.
1. Coniguración de página en tamaño carta, con interlineado doble y fuente Times New
Roman de doce puntos.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
195 N.º 74, 2018, 194-205
2. Los apartados del artículo deben mantener la siguiente estructura y formato:
1. Introducción
4. Conclusión (o su equivalente)
Referencias bibliográicas
3. La extensión de los artículos debe ser de 15 a 30 páginas, incluidos el resumen, las refe-
rencias bibliográicas y las citas; estos dos últimos apartados no deben exceder el 10 %
del texto. Los artículos deben tener un título corto que apunte a su contenido especíico,
con su respectiva traducción al inglés.
4. Los artículos deben incluir resumen (de cien palabras como máximo) y cinco palabras
clave. El resumen debe contener claramente: introducción, método, resultados y discu-
sión. Tanto el resumen como las palabras clave deben traducirse íntegramente al inglés.
5. Las citas textuales de máximo cuarenta palabras se incorporan en el texto entre comillas
angulares (« »). Las citas que superen las cuarenta palabras se incluyen en un párrafo
aparte y sangrado. El tamaño de la fuente en estas citas destacadas debe ser de once
puntos y su interlineado debe ser, igualmente, doble.
6. Las referencias en el cuerpo del texto se acogen al sistema de autor, año y página con-
signados entre paréntesis (Viñas Piquer, 2002, p. 45).
7. Las notas de pie de página deben reservarse para comentarios marginales del autor o
para envíos, y han de ser breves, evitando en todo caso su empleo excesivo.
8. La lista de referencias bibliográicas debe ir al inal del artículo y solo debe incluir las
fuentes que se citan en el mismo, así:
Para libros:
Viñas Piquer, D. (2002). Historia de la crítica literaria. Barcelona: Ariel.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 194-205 196
Normas para autores
Para más detalles se pueden consultar las normas APA, 6.ª edición (2010).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
197 N.º 74, 2018, 194-205
Instructions for authors
February 15th: material received up to this date shall be taken into account for the July-
December issue of the same year.
August 15th: material received up to this date shall be taken into account for the January-
June issue of the next year.
Once the Editorial Committee proves that the articles fulill the journal basic requirements,
texts are sent to two internal or external peer reviewers, who will evaluate the articles
according to academic quality, pertinence, originality, researchable rigor and unpublished
character criteria. Peer reviewers may accept, accept with modiications or reject the submitted
articles through an evaluation format designed for this purpose. In cases where the two
evaluations are radically different from each other, we will have recourse to another third
reviewer. In cases where, because of the article’s topic, reviewers cannot be found, article
shall not be taken into account for its publication. In all cases, Lingüística y Literatura shall
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 194-205 198
Instructions for authors
notify the Editorial Committee decision to the authors within a time limit not superior to two
months. Papers’ reception does not signify their acceptance or publication.
If the article is accepted with modiications, author has a period of two weeks to
deliver the new version with the respective corrections. Once articles are accepted
to publication they may be subjected to a copyediting process. During this process, the
journal may contact the authors for any queries.
Presentation of texts
In order to guarantee the impartiality during the evaluation process, papers cannot contain
in any part their author’s name.
Authors should equally send an additional ile with a brief CV (of a hundred words as
maximum) which includes the information that shall be presented at the «Index of authors»,
plus a publishable e-mail address.
Lingüística y Literatura avails the presentation standards recommended by the APA, 6th
Edition (2010). All texts must adhere to the following standards:
1. Coniguration of page in letter size, with double spacing and twelve points Times New
Roman font.
2. The article’s sections should have the following structure and format:
1. Introduction
2. Section title
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
199 N.º 74, 2018, 194-205
3. Section title (and thus with the following sections)
Bibliographical references
4. Articles must include an abstract (of a hundred words as maximum) and ive keywords.
Abstract must clearly contain: introduction, method, results and discussion. Both the
abstract and keywords must fully be translated into Spanish.
5. Quotations from up to forty words are incorporated into the text in double angle quotation
marks (« »). The quotations exceeding forty words are included in a separate indented
paragraph. The font size in these outstanding quotations must be of eleven points and
with double-spacing equally.
6. References in the body of the text must be as follows: author, year and page entered in
parentheses (Viñas Piquer, 2002, p. 45).
7. Footnotes should be reserved for author’s marginal comments and they should be brief,
avoiding excessive use anyway.
8. The list of bibliographical references must be at the end of the article and must include
only the sources cited therein, thus:
For books:
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 194-205 200
Instructions for authors
For more details, please consult the APA 6th Edition (2010).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
201 N.º 74, 2018, 194-205
Diretrizes para autores
Lingüística y Literatura somente publica artigos inéditos, que tenham surgido de pro-
jetos de pesquisa. Qualquer proposta deve ser sobre literatura ou sobre linguística dalguma
região em algum período. Aceitam-se textos em espanhol, inglês, francês, português, italiano
e alemão.
Datas limite:
Até o dia 15 de fevereiro: qualquer material recebido será avaliado para o exemplar
julho-dezembro do mesmo ano.
Até o dia 15 de agosto: qualquer material recebido será avaliado para o exemplar janeiro-
-junho do próximo ano.
Os artigos enviados a Lingüística y Literatura não devem estar sendo avaliados por
nenhuma outra publicação.
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 194-205 202
Diretrizes para autores
rejeitar os artigos recebidos, utilizando um formato de avaliação especíico para isso. Caso as
duas avaliações dum artigo sejam totalmente contrárias, se consultará outro avaliador. Caso
a temática do artigo impeça encontrar avaliadores apropriados, será impossível publicá-lo.
A revista sempre informará a decisão do Conselho Editorial, enviando um correio eletrônico
num máximo de dois meses. Receber um texto não pressupõe a sua publicação.
Caso o artigo seja aceite, mas precise de mudanças, o autor terá máximo duas semanas
para enviar a versão corrigida. Após serem aceites para sua publicação, é possível que os artigos
passem por um processo de revisão de estilo. Durante a edição, é possível que os autores sejam
contatados pela revista para esclarecer dúvidas.
Cada autor é responsável pelas interpretações, pelos enfoques e pelas opiniões expres-
sadas no seu texto. O Conselho Editorial não é responsável pelas opiniões expressadas nos
artigos publicados. Os artigos publicados não representam o pensamento, a ideologia nem
a interpretação do Conselho Editorial ou do Conselho Cientíico.
Para garantir a imparcialidade da avaliação, o nome do autor não deve ser incluído no
texto.
Os autores devem também enviar outro arquivo contendo um resumo do seu currículo
(100 palavras no máximo), incluindo os dados que serão expostos na seção «Índice de au-
tores», e um endereço eletrônico publicável.
Lingüística y Literatura utiliza as regras de apresentação sugeridas por APA, 6.ª edição
(2010). Todos os textos devem respeitar as seguintes regras:
1. A folha deve ser carta, espaçamento duplo, em fonte Times New Roman tamanho 12.
1. Introdução
2. Título da seção
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
203 N.º 74, 2018, 194-205
2.1. Título da seção
Referências bibliográicas
4. Os artigos devem incluir seu resumo (100 palavras no máximo), e cinco palavras-chave.
O resumo deve claramente conter: introdução, metodologia, resultados e discussão. Tanto
o resumo quanto as palavras-chave devem ser completamente traduzidos ao inglês.
5. As citações textuais de máximo quarenta palavras devem inserir-se no texto entre aspas
angulares (« »). As citações de mais de quarenta palavras estarão em parágrafos separados
e recuados. O tamanho da fonte das citações em parágrafos separados e recuados deve
ser 11, e o espaçamento deve ser duplo.
6. As referências no corpo do texto devem ser feitas seguindo o sistema autor, ano e página,
entre parêntese (Viñas Piquer, 2002, p. 45).
7. As notas de rodapé só devem utilizar-se para comentários curtos do autor ou para refe-
rências bibliográicas, devem ser todas breves e não devem ser utilizadas em excesso.
Para livros:
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
N.º 74, 2018, 194-205 204
Diretrizes para autores
Mais detalhes podem ser consultados nas regras APA, 6.ª edição (2010).
LINGÜÍSTICA Y LITERATURA
ISSN 0120-5587
205 N.º 74, 2018, 194-205
Red de revistas