Apuntes 2022 Cultura Europea - Alvarado
Apuntes 2022 Cultura Europea - Alvarado
Apuntes 2022 Cultura Europea - Alvarado
I.Mercantilismo y arbitrismo.
II. Las Sociedades Económicas de Amigos del País.
III. Las Ordenanzas de los Consulados.
IV. Las clases sociales.
I. Monarca y Estado:
- A) El Estado Moderno en las monarquías europeas.
- B) El poder real y la sucesión a la Corona.
II. El ejercicio del poder:
- A) Movimientos políticos y sociales.
- B) Poder real y poder señorial.
- C) La delegación del poder regio: Privados y Validos.
III. Las Cortes:
- A) El declive de las asambleas representativas en Europa y también en España.
- B) Las Cortes en el siglo XVIII. La Diputación de Cortes.
I. Caracteres generales:
- A) Oficio público y burocracia.
- B) El control de la gestión: pesquisas, visitas y juicio de residencia.
II. La Administración Central:
- A) Siglos XVI y XVII: el régimen de Consejos.
- B) Los Secretarios del Rey: los Secretarios de Estado, los Secretarios privados y el Secretario del
Despacho Universal.
- C) La influencia de la Francia Borbónica en el régimen ministerial: las Secretarías de Estado y
del Despacho y la Junta Suprema de Estado.
- D) Persistencia y ocaso del régimen de Consejos.
I. La Administración Territorial:
- A) El sistema bajo los Austrias: virreinatos y provincias.
- B) La influencia de la Francia borbónica: capitanías generales e intendencias.
- C) La administración territorial de Indias.
II. La Administración Local:
- A) El municipio en los siglos XVI y XVII: Regimientos, Jurados y Corregidores.
- B) El municipio borbónico y reformas de Carlos III.
- C) El municipio indiano.
I. La Administración de Justicia:
- - A) La jurisdicción ordinaria: los jueces inferiores, Chancillerías y Audiencias.
- - B) Las jurisdicciones especiales: Jurisdicción palatina, eclesiástica, inquisitorial y mercantil.
II. La Iglesia y el Estado: el regalismo.
III. La Hacienda:
- A) Impuestos, Regalías, Contribuciones eclesiásticas, Servicios, Asientos y Juros.
- B) Las reformas del siglo XVIII y la única contribución.
I. Estructura económica:
- A) La propiedad agraria y sus reformas: la disolución del régimen señorial y las
desamortizaciones.
- B) El comercio: Política arancelaria. Banco de España y Bolsa.
II. Estructura social: las clases sociales.
I. El rey.
II. Del unicameralismo francés al bicameralismo:
- A) El Congreso de los Diputados.
- B) El Senado.
- C) Convocatoria, reunión y atribuciones de las Cortes liberales.
- D) La Diputación de Cortes en el siglo XIX.
III. Los Partidos Políticos:
- A) Los primeros partidos políticos.
- B) El bipartidismo de la Restauración.
I. Introducción:
- A) Idea de Código y Codificación en Europa.
- B) La motivación ideológica.
II. La Codificación del Derecho Penal:
- A) Fundamentos ideológicos de la codificación penal en Europa.
- B) Los Códigos Penales de 1822, 1848 y 1870.
III. Los Códigos de Comercio de 1829 y de 1885.
IV. La codificación del Derecho Procesal Civil y Penal.
V. El retraso de la codificación del Derecho Civil en España:
- A) Proyectos previos y leyes especiales. .
- B) El Código Civil de 1889.
I. La Administración territorial:
- A) La división provincial: del plan prefectural de José Bonaparte a la división de Javier de
Burgos
- B) Los órganos: Gobiernos civiles y Diputaciones.
II. La Administración Local:
- A) De las reformas de José Bonaparte al sistema municipal de Cádiz.
- B) La consolidación del municipio constitucional.
I. La Administración de Justicia:
- A) La organización de los tribunales.
- B) La Ley Orgánica del Poder Judicial de 1870.
- C) La Ley del Jurado. II. La Iglesia y el Estado liberal.
III. Las reformas tributarias de 1845 y los reajustes posteriores de Mon a Villaverde.
Los reyes centralizaron el poder político en la Edad Moderna. Los Reyes Católicos
abocaron a la corona los maestrazgos de las Órdenes y con ellos su potencial militar;
crearon y apoyaron la Inquisición en pro de la unidad religiosa y política; desarrollaron
un programa de revocación de privilegios de la nobleza y alto clero que habían
consistido en la patrimonialización de recursos y funciones públicas, reforzaron las
Hermandades, etc... Carlos I siguió esa política de centralización del poder político, en
perjuicio de la alta y baja nobleza.
La base jurídica de la monarquía absoluta arrancaba de la Baja Edad Media: los juristas
del derecho común la usaron para justificar las pretensiones hegemónicas del
Emperador sobre el Papa y los demás monarcas, y posteriormente usada también por los
consejeros de los monarcas para justificar la desvinculación de los reyes respecto al
emperador.
En España, la teoría política, siguió los derroteros marcados por la segunda escolástica y
la contrareforma. Se afianza la idea de que Dios deposita inicialmente el poder en la
comunidad, quien a su vez lo encomienda o delega en el Soberano, no como mandatario
sino en función de un pacto de sujeción. El cumplimiento del pacto de obediencia por
parte de la comunidad se condiciona a que el soberano atienda el bien público, pues en
caso contrario el monarca se convierte en tirano y cesa la obligación de obediencia de
los súbditos.
A) ESPAÑA
Por las Capitulaciones de Santa Fe (1492), Colón recibía el título de Almirante, Virrey y
Gobernador de las tierras que descubriera, recibiendo el diezmo de las riquezas de esos
territorios. Las capitulaciones actuaban como una concesión administrativa de los
RRCC en favor de Colón, otorgándoles determinados derechos y deberes.
Hasta este momento Portugal había sido la gran potencia marítima del Atlántico, ante la
creciente competencia castellana y teniendo en cuenta el poder temporal sobre los
dominios de infieles que en esa época se atribuía al Papa, los portugueses habían
solicitado de Roma unas bulas que les garantizasen el monopolio de navegación y el
control de las costas africanas. En ellas se había establecido un paralelo imaginario en
las islas canarias según el cual hacia el norte solo navegarían los castellanos y hacia el
sur los portugueses.
Cuando Colón regresa de América, visita al rey de Portugal y éste le reclama las nuevas
tierras por haber traspasado hacia el sur el paralelo de las Islas Canarias.
Ante esta situación, los Reyes Católicos reaccionan y consiguen del Papa Alejandro VI
(de ascendencia española,) varias Bulas (Bulas Alejandrinas de 1493) que reconocían a
la corona castellana las nuevas tierras descubiertas:
- Eximie devotionis: es una bula de donación eclesiástica, que decreta que los
RRCC cobrasen los diezmos del nuevo mundo a cambio de predicar el evangelio
y formar iglesias.
- Bula inter cetera II supuso un cambio muy favorable para los RRCC, era un
bula de demarcación, pues establecía una raya de norte a sur y situada a 100
leguas al oeste de las Islas Azores y Cabo Verde (que no están a la misma
latitud,) adjudicando a Portugal las tierras al este y a Castilla “todo lo hallado y
por hallar” al Oeste, con la obligación de evangelizarlas.
- Dudum siquidem: concede a los RRCC el dominio de las tierras orientales que
se descubrieran navegando hacia el oeste y que no estuvieran ocupadas por
príncipe cristiano. Revocaba cualquier posible donación hecha con anterioridad
si no se había mantenido la posesión de la tierra.
Portugal impugnó la línea de demarcación de la Bula inter coetera II, alegando que
estaba muy próxima a las costas de sus islas y en caso de tormenta podrían entrar en
aguas españolas y ser considerados piratas. Las protestas portuguesas llevaron
finalmente al Tratado de Tordesillas (1494), en virtud del cual la línea divisoria fue
desplazada en 300 leguas al oeste de las Islas de Cabo Verde, a media distancia de las
nuevas tierras descubiertas, en perjuicio de España. La nueva línea dejaba en manos
portuguesas el Este de Brasil.
Manteniendo la monarquía de los Reyes Católicos la estructura dual, de dos coronas, las
Indias quedaron incorporadas a la de Castilla (según consta en el testamento de la
reina.) El rey Fernando permitió la incorporación del Nuevo Mundo a Castilla porque
allí la monarquía no estaba tan controlada por la nobleza y podría administrar tierras sin
las limitaciones existentes del reino de Aragón donde el régimen pactista mantenía una
nobleza fuerte y privilegiada.
Los Justos Títulos que amparan el dominio de la Monarquía Española sobre el Nuevo
Mundo son un concepto ideológico expresado jurídica y teológicamente a través de
sucesivas reuniones de teólogos y juristas, las principales son:
1. Las Indias eran res nullius: (cosa de nadie) ese fue el argumento usado por
Colón: él las habría adquirido no “per bellum”, sino “per adquisitionem.” Según
el derecho romanorenacentista sólo cabía con tierra que habiendo sido antes
poblada, estuviera abandonada, con tierra que no tuviera poseedor ni propietario,
o con habitantes no cristianos, en cuyo caso el Papa tenía jurisdicción sobre las
tierras de los infieles. Aunque este caso se refería a las guerras contra los
musulmanes, se hizo extensivo a los indios.
7. La tiranía de los caciques indios: Para evitar tener que salir de América
cuando se completara la evangelización, se pretendió demostrar que los indios
habían estado esclavizados hasta ser liberados por la intervención española: los
incas habían sido tiranos e idólatras que habían sometido a la población andina y
no tenían justo título para gobernar.
La bula censuraba a aquellos que tomaban para su servicio a los indios, con el pretexto
de ser inferiores e incapaces de recibir la fe católica y cuestionaba las bulas anteriores
como justo título para regir a los indios.
Carlos I reacciona convocando (1542) una Junta en Barcelona cuyo resultado fueron las
Leyes Nuevas, que prohibieron la esclavitud y la creación de nuevas encomiendas,
revirtiendo a la corona los que ya estuvieran adscritos cuando murieran sus titulares.
Asimismo eludieron hablar de “conquista”, haciendo referencia a “descubrimiento”, y
prohibieron cualquier guerra contra los indios salvo la defensiva. Pero los
encomenderos se sublevaron, alegando que ello producía contrafuero, con lo que Carlos
I restituyó las encomiendas en 1545.
La Corona optó lentamente por las tesis de Las Casas, lo que se reflejó en las
ordenanzas de 1573: los indios tenían capacidad moral e intelectiva, y su libertad
personal debía respetarse. Las Casas puso de relieve los peligros secesionistas de la
política de concesión de encomiendas, el riesgo de tales concesiones radicaba en la
progresiva feudalización de las tierras de realengo, que acabara desembocando en la
independencia de las colonias. De hecho en 1562 los encomenderos peruanos ofrecieron
a Felipe II, 4 millones de ducados a cambio de la renuncia y cesión perpetua de sus
facultades jurisdiccionales, los consejeros de Felipe II le alertaron en este sentido.
Al final, la encomienda fue el resultado medio entre las aspiraciones señoriales de los
encomenderos y la política centralista del Estado.
En 1561 Las Casas se radicalizó influido por Vitoria, insistiendo en que la bula había
concedido el principado supremo o dignidad imperial, pero no el dominio o posesión,
los reyes indios debían conservar sus Estados mientras los pueblos no consintieran y
entregaran sus posesiones al Rey español.
Las guerras contra los Indios habrían sido injustas y por tanto nulas de pleno derecho.
Los nombramientos de virreyes, gobernadores y audiencias eran nulos, y los reyes
españoles habían usurpado funciones. Sus tesis se extendieron entre los dominicos.
Por su parte, Vitoria entendió que la Bula no era justo título porque en ella el Papa no
podía otorgar más que un derecho exclusivo a predicar y, en compensación, comercio
con sus habitantes. En última instancia, aunque negaba validez a los viejos títulos,
promovía otros nuevos que subsanaban los defectos de los anteriores.
En el último cuarto del siglo XVI, hay una mayor receptividad legislativa a las tesis las
casianas, quizás porque la administración colonial española estaba ya extendida por la
mayoría del continente americano. El presidente del Consejo de Indias solicitó los
manuscritos de Las Casas para redactar las nuevas ordenanzas de 1573.
Los consejeros de Felipe II tratan así de conciliar la libertad y soberanía del indio con
los derechos expresados en la donación papal.
En las Ordenanzas de 1573 la conquista ya no era considerada un justo título, sino que
se interpretaba que las bulas papales otorgaban a los españoles el dominio sobre las
tierras, pero no el de sus gentes. El pleno dominio sólo se contempla convenciendo a los
indios a reconocer libre y pacíficamente la soberanía real española.
- Dotar de unas únicas leyes, usos, costumbres y tribunales a todos los reinos,
rigiéndose por las leyes castellanas.
- Abolir y derogar todos los fueros, privilegios y costumbres de Aragón, Cataluña
y Valencia.
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Sin embargo, en una serie de decretos posteriores Felipe V restableció parte del antiguo
derecho (derecho civil, mercantil, procesal aragonés, catalán...).
En 1492 los Reyes Católicos firmaron el edicto de expulsión de los judíos, ante lo que
muchos se convirtieron al cristianismo (real o fingidamente). Ello agudizó la crisis,
porque los judíos monopolizaban las actividades financieras y mercantiles.
A partir de 1608 se expulsó a los moriscos. Se constataron planes de invasión del sur de
la península por Marruecos, auxiliado por turcos y argelinos previo levantamiento de los
moriscos de Murcia, Valencia y Granada. Francia actuaba como aliada de estos países
con el objetivo de restar recursos bélicos a España en sus zonas fronterizas, todo ello
indispuso los ánimos contra la población musulmana.
B) LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA
Aunque no le competía perseguir otras religiones (judía o musulmana,) sino velar por la
ortodoxia religiosa y perseguir las desviaciones del dogma (herejía.) Sin embargo sirvió
como instrumento para controlar la discrepancia religiosa y mantener la unidad
espiritual y política, además de mantener el orden social tradicional, al extender sus
competencias a otros actos ilícitos que se consideraba contravenían el dogma de la
iglesia (blasfemia, bigamia, sodomía...)
El Santo Oficio suponía una jurisdicción estatal en materia religiosa: el Rey nombraba y
deponía a los inquisidores, recibiendo del Papa la aprobación. Esta doble dependencia
dio lugar a conflictos de competencias con las jurisdicciones civil y eclesiástica
ordinaria, normalmente saldados a favor de la Inquisición debido a la ayuda policial y
de información que suministraban a los monarcas en el mantenimiento del orden
público.
La presentación voluntaria del hereje o sospechoso daba lugar a una penitencia suave,
pero la denuncia o actuación de oficio daba lugar a un procedimiento complejo, con
incomunicación del acusado, escasas posibilidades de defensa y posible aplicación de
prácticas de tortura. Las condenas podían ser destierro, confiscación, uso del sambenito,
cárcel... La Inquisición no fue suprimida hasta 1834.
TEMA 2. LA LLEGADA DE LAS NUEVAS CORRIENTES
ECONÓMICAS Y SOCIALES EUROPEAS.
I. MERCANTILISMO Y ARBITRISMO.
El primer objetivo tiene que ser la consecución de una balanza de pagos favorable, se
establecen limitaciones a la importación de bienes mediante todo tipo de disposiciones
legales, de tasas aduaneras prohibitivas, la exportación de materias primas se limita,
reservadas para la industria nacional y ha de ser incentivada.
El resultado fue que el medio de pago principal en la economía fue una moneda de
vellón, en permanente devaluación, las necesidades político militares obligaron a tomar
una serie de medidas monetarias y fiscales cuyo único objetivo era allegar recursos de la
forma más rápida y cuantiosa posible, el resultado fue una presión fiscal insostenible.
B) LOS ARBITRISTAS Y LAS SOLUCIONES
Fue muy activa la actividad de particulares que querían aportar sus propias ideas para
regenerar una situación insostenible, surgieron así los arbitristas o proyectistas, siendo
su labor especialmente prolífica. La denominación proviene del término arbitrio, en el
sentido de remedio o medida impuesta por el rey para la mejora de la Hacienda o la
economía del Reino. La mayoría son personas con un cierto conocimiento de algún
ramo de la economía o la administración. Se plantea una sencilla y única solución, la
imposición de un nuevo impuesto, una reforma legislativa, una medida de promoción o
protección. Orientados en un principio a temas financieros y fiscales, los arbitristas
derivaron sus miras reformistas hacia la economía y de ahí saltaron a otras cuestiones
que desvelaban a la sociedad.
La punta de lanza de estas nuevas ideas fueron las sociedades económicas de amigos
del país. En un principio eran una simple tertulia nocturna de hidalgos y curas
reformistas, que pronto logró atraer a otros miembros prominentes de la sociedad.
- En estas reuniones sus miembros comentaban las ideas que habían desarrollado
tras la lectura de las obras de la ilustración.
- Ansiaban trasladar a la vida real los resultados de sus debates, también en la
medida de su fuerza y posición en la sociedad actuaron como grupo de presión
ante las autoridades o aplicaron directamente a estas novedades en las
estructuras económicas locales.
- Sus intereses era ante todo económicos, pero también culturales.
Al frente estaba un prior y varios cónsules elegidos por los propios comerciantes, los
cónsules resolvían en primera instancia, siendo sus sentencias apelables ante la
jurisdicción ordinaria, su eficacia radica en la rapidez de respuesta y en el conocimiento
que tenían los cónsules. Tenían capacidad para dictar sus propias ordenanzas.
Todas ellas fueron superadas por la extensa redacción de 1737 elaborada por 6
comerciantes que se consideraban los más preparados y conocedores de la normativa
propia, es un texto eminentemente práctico, en el que se recopila el derecho
consuetudinario pero también hace sitio a las ordenanzas de otros consulados
españoles, incluso legislación extranjera. La jurisdicción y la organización interna junto
al tratamiento de la letra de cambio y el seguro siguen las anteriores ordenanzas
bilbaínas, la regulación de la quiebra y los contratos mercantiles reflejan en su parte la
influencia del derecho real castellano y de las ordenanzas de otros consulados
nacionales, la normativa referente a las compañías mercantiles y el derecho marítimo se
basa en las ordenanzas francesas de colbert. Su exhaustividad hizo de estas ordenanzas
un texto de uso habitual en el comercio español.
IV. LAS CLASES SOCIALES
A) POBLACIÓN Y MENTALIDADES
- La inmigración a América
- La pérdida de población joven en las guerras en Europa
- El aumento de personas dedicadas a la vida religiosa,
- La marginalidad en la que cayó parte de la población más humilde
- La expulsión de los moriscos
- La decadencia económica
- Las epidemias.
C) EL TERCER ESTADO
Los integrantes de las clases medias eran personas carentes de privilegios, obligados al
pago de todos los tributos, es esta una de las razones que motivaron su progresiva
reducción, ya que la elevada presión fiscal obligó a muchos pequeños propietarios
rurales a vender sus tierras cuando no a emigrar a América, no todos se vieron afectados
y hubo labradores acomodados comerciantes enriquecidos burócratas en ascenso
personas que supieron aprovechar las oportunidades de este difícil entorno y que
indefectiblemente buscaron su integración en la nobleza.
El sistema ensayado en las Antillas pronto dio lugar a numerosos abusos, una
administración incipiente apenas controlaba los excesos de quienes se creían señores y
no tutores de los indígenas y les trataban como esclavos cuando su condición jurídica
era la de súbditos libres de la corona.
La llegada de los Borbones trajo consigo nuevas ideas y entre ellas no había lugar para
las encomiendas, aunque tampoco existía un plan definido para actuar. El inicio de la
guerra de sucesión y la necesidad de defender las Indias de las apetencias inglesas y
portuguesas obligó a dar un paso atrás y ampliar su disfrute hasta cuatro vidas, incluso
los encomenderos intentaron aprovechar la ocasión para forzar la perpetuidad de las
mismas, lograda la paz y asentada la dinastía se ordenó la reversión al estado de las
encomiendas vacantes por muerte de su dueño, tuvo lugar su eliminación definitiva. La
presencia de mano de obra esclava fue requerida en América desde un primer momento
para suplir a una población indígena diezmada por las enfermedades, el desarrollo del
sistema de grandes plantaciones productoras de tabaco, caña de azúcar, cacao, café y
plantas tintoreras fundamentalmente no se hubiera podido realizar sin el concurso de
cientos de miles de esclavos que cruzaron el Atlántico.
TEMA 3: LA ÉPOCA DE LAS RECOPILACIONES
Las recopilaciones tuvieron lugar en la Época Modera en los distintos reinos hispanos,
cuyo objetivo era crear un conjunto normativo que se resumiera en un solo cuerpo y de
manera sistematizada todas las leyes.
Estaba formado por pragmáticas, Leyes de Cortes, Reales Cédulas de los Reyes de
Castilla dadas después del ordenamiento de Alcalá de 1348, y algunas disposiciones del
Fuero Real.
Está estructurada por ocho libros, contemplando el derecho privado, el público,
eclesiástico, el municipal, la hacienda, el régimen señorial y el derecho penal. Cada
libro se divide en títulos, y éstos en leyes.
Se trata de un trabajo incompleto y que contenía varios errores, por ello nunca llego a
alcanzar un carácter oficial. Además, la recopilación no tenía ninguna cláusula
derogatoria ni de promulgación.
La Nueva Recopilación
Debido a que el Ordenamiento de Montalvo y la labor de Ramírez no resolvieron el
problema de separación del Derecho castellano, se llevó a cabo una nueva recopilación,
encargada por Carlos V. el primer jurista encargado fue Pedro López Alcocer, falleció
sin acabar la tarea. Le sustituyeron el Doctor Guevara y Escudero, y ya bajo, Felipe II,
por López de Arieta y Bartolomé de Atienza. Debido a las dificultades la obra tardo más
de 50 años en terminarse. Fue promulgada por Felipe II en 562, examinada por el
Consejo de Castilla.
Consta de nueve libros con más de 4.000 leyes. Aunque los trabajos heredaron los
defectos del texto de Montalvo dado que partieron de este. Abarca temas de la iglesia,
familias, sucesiones, D. publico, penal y procesal, régimen municipal, hacienda, etc…
Donde se pueden observar los estilos normativos de los distintos monarcas.
La Novísima recopiló los defectos de la Nueva. Sin embargo, al ser el trabajo más
próximo al proceso codificador, tuvo gran vigencia en España y América aun después
de la independencia, pus fue base de los distintos códigos.
Fue criticada por varios juristas, entre ellos Martínez Marina, que puso de manifiesto los
defectos que se seguían arrastrando de la anterior recopilación.
NAVARRA: En Navarra las recopilaciones o bien son hechas a instancia de las Cortes,
o surgen de otra forma e incluyen disposiciones del rey. En 1528 las Cortes de
Pamplona propusieron reunir o reducir en un solo volumen el derecho local y territorial
del reino. Redactaron así el Fuero Reducido, que sirve hoy para interpretar el Fuero
General, cuyo lenguaje moderniza.
CATALUÑA: La historia del derecho público catalán se vio afectada por el decreto de
nueva planta que suprimió las Cortes e interrumpió el proceso jurídico autóctono. Desde
entonces se aplica en primer lugar ese texto, y en su defecto, el derecho castellano. Sólo
en cuestiones de derecho privado, penal y mercantil entra en juego el ordenamiento
catalán.
MALLORCA: En Mallorca se llevan a cabo desde fines del siglo XIII diversas
compilaciones, si bien hasta mediados del siglo XVIII ninguna lograría ver la luz.
VALENCIA: Entre finales del XV y mediados del XVI contamos en Valencia con dos
recopilaciones. La primera, que reúne los fueros desde 1283 a 1446 y la segunda, donde
el libro es ordenado por materias y donde se añaden los fueros posteriores a la
compilación precedente.
III. LAS RECOPILACIONES EN INDIAS
En las Capitulaciones de Santa Fe (1492) se dispone que las tierras que hubiese por
descubrir, recibirían la organización de Castilla. El proceso colonizador muestra hasta
qué punto ese derecho castellano resultaba insuficiente para regular las nuevas
situaciones, con una población de cultura muy distinta. Surge así la necesidad de
producir un derecho propio para las Indias, un derecho indiano, el cual, diferenciándose
del ordenamiento “general” de Castilla, aparece como derecho “especial” o particular.
Además, por la magnitud del continente descubierto, esos problemas fueron muy
distintos según los territorios y sus circunstancias.
Por último, no todas las disposiciones dadas aquí para las Indias fueron allí
suficientemente conocidas, ni desde luego aplicadas.
Mediado el siglo XVI, un fiscal del consejo de las Indias hizo saber al monarca la
conveniencia de juntar e imprimir las distintas cédulas y provisiones. Se preparó así, en
un plazo de dos años, un libro aparecido en 1563, que reúne las disposiciones referentes
a Nueva España desde 1525 hasta esa fecha.
Más tarde, en 1568, se redacta la recopilación de las leyes de las Indias, de autoría
confusa y compuesta por un índice sistemático de ella, divido en libros y títulos. A
partir de entonces, comienza la etapa propiamente recopiladora. El material contenido
en la Copulata iba a pasar por una fase constructiva y depuradora.
El código constará de otros siete libros. No contaría ni con la aprobación papal ni con la
aprobación regia, lo que dio al traste con la viabilidad de la obra.
El Cedulario de Encinas
La Recopilación de 1680
A lo largo del siglo XVII se desarrollan las tres etapas de recopilación definitiva del
Derecho Indiano que culminaría en 1680 con Carlos II sancionando la recopilación de
las leyes de los reinos de indias de 1680.
- Primera etapa: tras varios intentos fallidos, el Consejo de indias encargo a Diego
de Zorrilla la revisión de los libros obrantes en su secretaria, para hacer una
recopilación. Se limitó a recomponer el Cedulario de Encinas, por lo que su
trabajo no fue aprobado por el Consejo.
- Segunda etapa: tras este fracaso, se inician trabajos recopilatorios por tres frentes
diferentes:
En el consejo, Rodrigo de Aguiar, prepara un nuevo proyecto.
Al mismo tiempo Solórzano Pereira, elabora en Perú un nuevo plan.
Redacta un primer libro sobre materias eclesiásticas, pero es rechazado
en corte alegando que Aguiar ya estaba en ello.
Simultáneamente, en Lima, Antonio de León Pinelo, profesor de la
universidad, trabaja por su cuenta en un tercer proyecto. Cuando lo
presenta en Corte, se ofrece a colaborar con Aguiar, que lo acoge como
ayudante. Sin embargo, Aguiar, fallece antes de que ambos acaben el
trabajo. León Pinelo continua en solitario el trabajo, que será revisado y
perfeccionado por Solórzano Pereira, ahora consejero. Se presenta la
obra que no llega a ser publicada por no llegar la sanción regia ni el
dinero para la impresión. Pinelo muere sin ver publicada su obra.
Tercera etapa: se formó una nueva junta codificadora en la que Jiménez
Paniagua, que asume el protagonismo de los trabajos y a quien se
trasladó todo el material anterior y que imprimió (1661-1680) su obra.
Investigaciones recientes han dado a conocer que Paniagua reproduce
literalmente la obra de Pinelo, con escasísimas aportaciones.
1ª la recopilación.
2ª legislación dada a las Audiencias dictadas con anterioridad a la Recopilación
para Indias y no derogadas.
3ª Leyes del Reino de Castilla como supletorias, en caso de lagunas en los
bloques anteriores y guardando el orden de prelación de fuentes de las leyes de
Toro incorporada a la Nueva Recopilación.
I. MONARCA Y ESTADO
En la Edad Moderna el Estado, con personalidad jurídica propia distinta del monarca
(hasta el S. XVIII en que se confunden,) es un ente que orienta sus actuaciones al bien
común. El poder deriva de Dios y es depositado en los súbditos, pero la sociedad delega
en un soberano: el príncipe está sujeto al derecho positivo y al bien común. El Estado
tiene por fin precisamente lograr el bien común, mantener el orden interno, defender la
nación, administrar justicia y defender la fe.
- El causismo (Saavedra.) El príncipe debe ser educado sobre todo en Historia y las
Sagradas Escrituras.
B) EL PODER REAL Y LA SUCESIÓN A LA CORONA
Jurídicamente los monarcas no son reyes de España, si no de cada uno de sus territorios
y reinos. La tendencia a unificar los territorios, mediante la extensión de las
instituciones de Castilla, 33 de 114 potenció la voluntad independentista de otros
territorios. De modo que los naturales de los distintos reinos se consideraban extranjeros
entre sí, aunque fueran súbditos de un mismo Rey.
La concepción bajo-medieval del poder real entendía que los reyes lo son por la gracia
divina, aunque se considera que reciben el poder del pueblo o del Papa. En la Edad
Moderna, en consecuencia, no existía una limitación jurídica reconocida a dicho poder.
Fue Bodino, en Los seis libros de la República (1576) quien sostuvo que el príncipe no
estaba obligado a cumplir el derecho positivo, sino que estaba por encima de las leyes al
ser el titular de la soberanía.
En el S. XVII se consolidará la tesis del poder absoluto del príncipe frente al poder
limitado. Entonces los juristas, para distinguir al príncipe del tirano, establecerán que el
primero cumple la ley divina, el derecho natural y de gentes, y está limitado por la
Constitución política o leyes fundamentales del reino, que fundamentan el Estado y el
propio poder real. La concentración política en torno al Rey se consumó con los
Borbones siguiendo el modelo absolutista francés, (identificación Rey-Estado, Decretos
de Nueva Planta que acabaron con las instituciones de los reinos de Aragón, Cataluña,
Valencia y Mallorca), aunque la influencia de la Ilustración modificó los fines del
Estado, la monarquía había de procurar el desarrollo cultural y económico del país y con
ello el beneficio del pueblo.
Según las normas de sucesión de Las Partidas, la monarquía era hereditaria. La corona
correspondía al primogénito o a sus hijos. A falta de hijos heredaban las hijas, y a falta
de descendientes, el pariente más próximo. La línea recta desplazaba a la colateral, el
sexo masculino al femenino y la mayor edad a la menor en igualdad de línea y sexo. Las
cortes recibían el juramento del Rey y le juraban fidelidad. Desde 1338 el heredero
ostentó el título de Príncipe de Asturias. En 1713, el rey Felipe V de España promulgó
la Ley Sálica, por la que las mujeres sólo podrían heredar el trono de no haber herederos
varones en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos y sobrinos). De esta forma,
pretendía evitar que los Habsburgo recuperaran el trono a través de líneas dinásticas
femeninas. Carlos IV (1789) quiso abolirla y volver a las normas de sucesión de Las
Partidas mediante una pragmática sanción, pero la ley no llegó a publicarse. En marzo
de 1830, Fernando VII de España tuvo un problema: no tuvo hijos varones, sólo dos
hijas, Isabel (posteriormente conocida como Isabel II de España) y Luisa Fernanda de
Borbón. Fernando decidió publicar la Pragmática Sanción de su padre Carlos IV, para
que su hija mayor pudiera heredar el trono y ser proclamada reina tras su muerte,
siguiendo la tradición española. Esto perjudicó a su hermano, Carlos María Isidro de
Borbón (heredero legítimo de la corona según la ley sálica), de modo que sus partidarios
presionaron a Fernando VII para que, en 1832, cambiara de criterio y derogara la
Pragmática. Sin embargo, Fernando, tras sufrir un grave ataque de gota, mantuvo su
postura y cuando murió el 29 de septiembre de 1833, Isabel fue proclamada reina; pero
debido a su minoría de edad, el reino quedó bajo la regencia de su madre, María Cristina
de Borbón-Dos Sicilias. El conflicto dinástico generaría las conocidas como guerras
civiles carlistas a lo largo des siglo XIX.
• Bodino entendía que, pese al poder absoluto del príncipe, éste estaba obligado a
respetar cierto orden preestablecido (la propiedad privada y ciertas leyes estatales).
• En España, El Padre Mariana, formula una teoría pactista: entendía que el poder
político residía en la república –reunión de estamentos-, quien había cedido parte del
poder al Rey, limitándole al existir leyes fundamentales (sucesión a la Corona,
percepción de impuestos y respeto a la religión) que debía respetar. Justificaba la
rebelión y el tiranicidio en caso contrario.
Estas ideas fueron utilizadas por las instituciones y las clases superiores para
conservar el derecho de cada reino:
• Las Germanías Valencianas: Las Germanías nacieron en Valencia hacia 1519 por
la oposición que existía entre la burguesía urbana y la nobleza rural. Armada la primera
para defenderse de las incursiones berberiscas, y estructurada en gremios, muy pronto
fue adoptando una organización militar. La guerra se extendió por todo el país con gran
ferocidad. Los menestrales (gremios) se batieron con energía y proclamaron una “guerra
santa” contra la nobleza, que era apoyada por las masas moriscas. El odio secular entre
la burguesía cristiana y los campesinos moriscos impidió su unión contra la nobleza
territorial y planteó la guerra como un típico conflicto de clases. Vencidos los rebeldes
en Oropesa y capturado su Caudillo, Vicente Peris, en Valencia, y tomadas Játiva y
Alzira el reino fue pacificado definitivamente. En Mallorca la revuelta popular alcanzó
una gran intensidad, y a diferencia de lo ocurrido en Valencia, el campesinado se unió a
los menestrales. Los “agermanats” mallorquines llegaron a controlar toda la isla y
establecieron un régimen igualitario, tras diezmar la nobleza. A finales de 1522 una
flota imperial procedió restablecer el orden anterior, y dio paso a una severísima
represión.
• Con Felipe IV, la capacidad de Castilla para defender los intereses de la monarquía
en Europa y el resto del mundo había llegado al colapso. El conde-duque de Olivares
trata de incorporar las ideas de reparto y uniformidad fiscal en su idea de gobierno, lo
cual supondría un recorte de los derechos forales del resto de reinos y provincias. Como
contrapunto ofrecía repartir los dudosos beneficios 36 de 11435 del Imperio, junto con
sus cargas, hasta entonces reservados principalmente a la Corona de Castilla. En este
estado de las cosas, Olivares en el marco de la Guerra de los 30 años, elige
deliberadamente a Cataluña como frente para atacar a Francia. Un ejército de unos
9.000 soldados pasó el invierno en el frente catalán, la falta de manutención se tradujo
en excesos hacia la población que el virrey, conde de Santa Coloma, se mostró incapaz
de prevenir. Finalmente, la situación derivó en revuelta. El odio al virrey, a Olivares y a
la administración virreinal crecieron en el Principado azuzados premeditadamente por
las instituciones catalanas y un importante sector del clero. Los campesinos toman
Barcelona y a ellos se unieron los segadores. Fueron asesinados funcionarios y jueces
reales. La sublevación derivó en una revuelta de empobrecidos campesinos contra la
nobleza y ricos catalanes de las ciudades que también fueron atacados. La oligarquía
catalana se encontró en medio de una auténtica revolución social entre la autoridad del
rey y el radicalismo de sus súbditos más pobres. Conscientes de su incapacidad de
reducir la revuelta y sus limitaciones para dirigir un estado independiente, los
gobernantes catalanes se aliaron con Francia. Cataluña se encontró así siendo el campo
de batalla de la guerra entre Francia y España e, irónicamente, los catalanes padecieron
la situación que durante tantas décadas habían intentado evitar: Sufragar el pago de un
ejército y ceder parcialmente su administración a un poder extranjero, en este caso el
francés. Conocedor del descontento de la población catalana por la ocupación francesa,
Felipe IV considera que es el momento de atacar, el ejército franco-catalán acaba
rindiéndose y se reconoce a Felipe IV como soberano y a Juan de Austria como virrey
en Cataluña, si bien Francia conserva el control del Rosellón. Felipe IV por su parte
firmó obediencia a las leyes catalanas.
El poder señorial no desapareció con los Reyes Católicos. Tan solo en el S: XVIII se
hicieron intentos serios de reducir los señoríos existentes. En el XVI y XVII incluso se
incrementó, consolidándose.
- Para Clavero, la existencia del poder señorial implica la inexistencia del Estado.
- Para Valdeón, el régimen feudal persistió, y en él se apoyó la monarquía.
(Feudalismo centralizado)
- Para Maravall coexistieron un estado absoluto con señoríos (estado señorial
absolutista).
- Para González Alonso coexisten la soberanía real y las facultades
jurisdiccionales señoriales, con el Rey como última instancia.
Desde la Edad media las asambleas representativas habían sufrido un fuerte declive en
Europa. En Francia no se convocaban Estados Generales desde 1484, y volvieron a ser
convocados en 1560 ante la grave crisis económica y religiosa y ello a pesar de los
partidarios del absolutismo que veían en la medida una limitación al poder real. Los
estados que acudieron anteponían la colaboración económica necesitada por el monarca
a que éste atendiera sus propias decisiones, por lo que la convocatoria fue un fracaso.
Hasta 1576 no volvieron a ser convocados. En los Paises Bajos, tanto los Estados
Generales, como los provinciales pronto asumieron la condición de defensores de los
agravios realizados, anteponiéndolos a la concesión de subsidios por lo que solo se
acudía a los mismos en casos extremos. En Inglaterra la situación era distinta, pues la
soberanía se encontraba dividida entre el Parlamento y el Rey. Hubo tensiones, en
reinados como los de la reina Isabel debido a las difíciles circunstancias políticas. En
cualquier caso, al no estar tan necesitada la monarquía de recaudar fondos era mas
factible un cierto consenso entre el Parlamento y la Monarquía. Manuel Filiberto,
Duque de Saboya prescindió de las solicitudes de subsidios en el Piamonte y acudió
directamente al establecimiento de impuestos. Los monarcas no estaban obligados a
convocar las asambleas y hubieran prescindido de ellas de no ser por la propaganda y
legitimidad moral que suponían para la monarquía al implicar a los súbditos en los
problemas del Estado. En ocasiones, se convirtieron en tribunas de opinión de los
disidentes religiosos, siendo también fuente de conflictos.
Por los Decretos de Nueva Planta se suprimieron las Cortes de Aragón y se formaron
las Cortes Nacionales en Madrid, que solo se reunieron en cinco ocasiones bajo
presidencia del Presidente del Consejo de Castilla (Navarra conservó sus Cortes). Sólo
intervenían algunos procuradores, y más que cortes mixtas, fueron cortes castellanas a
las que se permitió asistir a ciertos procuradores del resto de territorios. Además, se
redujeron sus competencias, limitándose a intervenir en la designación y juramento del
monarca y heredero, en la modificación del orden de sucesión y en la votación de
servicios y peticiones, dejando de plantearse agravios. Los procedimientos fueron los
castellanos, las Cortes se limitaban a ratificar las decisiones reales, a la vez que lo
acordado en ellas debía recibir sanción real.
B.2. La Diputación de Cortes: Nuevas Diputaciones.
I. CARACTERES GENERALES
- Los de poder: aunque no eran los mejor remunerados, eran los más apetecibles
por implicar poder: regidor, alguacil, alférez... se generalizó la práctica de que
los oficiales renunciaran para así transmitir el oficio a herederos o terceros. A
finales del XVI la propia Monarquía vendía los oficios.
- Los de pluma: normalmente secretarios y escribanos.
- Los de dinero: contadores, depositarios, receptores... dependientes de Hacienda:
apetecibles por llevar consigo la percepción de tasas y porcentajes de rentas.
Clero y nobleza acapararon oficios para luego venderlos (los municipales permitían el
acceso a la baja nobleza y al patriciado urbano). La Corona convirtió el oficio de una
merced en una renta importante para la hacienda real. Asistimos a una privatización de
los oficios públicos no regulada en leyes, en ocasiones los pagos se hacían como
“donaciones” a las arcas reales. La monarquía sin embargo se opuso a la venta de
oficios que implicaran la jurisdicción real, por lo que los más importantes no llegaron a
venderse (corregidor, oidor, consejero).
A finales del XVII, la corona inició una política de recuperación oficios devolviendo al
último propietario el precio inicial pagado a Hacienda, sin embargo, en ocasiones
volvieron a revenderse.
- Los que consideran que la visita era un procedimiento más amplio que la
pesquisa, que estaba limitada a la denuncia de particulares.
- La pesquisa afectaba a cuestiones criminales mientras la visita afectaría a
cuestiones civiles y administrativas.
- La visita se realizaba a organismos, la pesquisa a oficiales.
- González Alonso, estudió la pesquisa en el XVIII: va dirigida a inquirir sobre
actos delictivos, realizados por oficiales y denunciados por particulares. Su
tramitación supone la suspensión del desempeño del oficio.
En el Estado Moderno sólo el Príncipe es soberano, de ahí que los órganos de gobierno
no están dotados de normas de actuación preestablecidas, si no que pueden ser
transformadas por el príncipe a voluntad según sus necesidades y fluctuaciones de
gobierno. Se configuran como un ente auxiliar del monarca en la vida política y jurídica.
Pero partiendo de los Consejos de Castilla, Aragón y Navarra, se irán desgajando otros
consejos según se va complicando la administración.
El punto de partida son las Cortes de Toledo de 1480, que deslindó la política exterior
(vinculada al Consejo de Estado), la justicia (Consejo de Castilla), las cuestiones
aragonesas (Consejo de Aragón) y la Hacienda (Consejo de Hacienda). Asumieron
competencias judiciales, legislativas y administrativas.
Su organización fue similar:
• El Consejo de Guerra se creó a partir del anterior en 1586; cuando en las reuniones
empiezan a participar expertos militares. Fue competente sobre aspectos de guerra,
construcción de armas, fronteras, presidios, etc... También tuvo competencias
jurisdiccionales: juicios a los aforados militares, contrabando y presas marítimas en
tiempos de guerra. Estuvo formado por seis consejeros expertos en defensa, con dos
secretarías: de mar y de tierra.
• El Consejo de Indias surgió del Consejo de Castilla en 1523 cuando los asuntos
americanos empiezan a alcanzar tal volumen que se hace imposible tratarlos junto con
otros. Estuvo formado por juristas mayoritariamente procedentes de otros consejos.
Tuvo cuatro consejeros, dos secretarios, un fiscal, un relator, un oficial de cuentas y un
portero (el número de consejeros se incrementó con el tiempo). Su primera regulación
data de 1571 (Juan de Ovando). Se dividía en tres salas o cámaras, dos de gobierno y
una de justicia, y tenían las competencias del Consejo de Castilla, pero para las Indias y
además, el comercio, la navegación y el tránsito hacia las Indias. A finales del XVI se
forman la Junta de Hacienda y Junta de Guerra de Indias, encargadas de las actividades
correspondientes.
• El Consejo de Italia (1555) recibió una planta en 1559 idéntica a la del de Aragón,
siendo competente en Sicilia, Nápoles, Milán (salvo en cuestiones de Estado, guerra y
alta justicia). Estuvo compuesto por seis regentes (dos de cada territorio) y un (luego
tres) secretario.
• El Consejo de Flandes fue creado en 1558 por Felipe II, pero a su muerte se trasladó
a Flandes, constando de dos consejeros (Países Bajos y Franco Condado). Fue
reorganizado por Felipe IV (1628) y se perdió el territorio en 1720.
• El Consejo de Portugal se creó en las Cortes de Tomar de 1582, y se compuso de un
presidente, cuatro consejeros y dos secretarios que supieron de aspectos políticos,
administrativos y judiciales, siendo competente en la ejecución de los asuntos de guerra.
Felipe III (1611) lo sustituyó por una Junta de Gobierno. Felipe IV (1658) lo restableció
en un intento de recuperar el territorio. Fue suprimido en 1665.
• El Consejo Real de Navarra conoció asuntos de Navarra, de los que fue tribunal
supremo, no estando subordinado al Rey. Asesoró al Virrey y tenía facultad legislativa a
dar autos acordados de acuerdo con este último. Estuvo formado por un presidente y
seis consejeros.
◦ El Consejo de Órdenes fue creado por los Reyes Católicos para administrar los
maestrazgos de las órdenes militares, e intervino en asuntos de gracia y patronato y en
las concesiones de hábitos. Estuvo formado por un presidente y cuatro consejeros,
estando integrado por dos salas: la de gobierno y la de justicia.
◦ El Consejo de Cruzada se creó (1534) para administrar y recaudar las llamadas “tres
gracias”: Bula de cruzada (gracias espirituales concedidas por el Papa a los que
colaboraban personal o monetariamente con las cruzadas,) Subsidio (contribución
permanente de las diócesis,) y el Excusado (impuesto pagado por la Iglesia a la
Hacienda igual al mayor diezmo de cada parroquia). Tuvo jurisdicción especial y
exclusiva en todos los temas relacionados con la bula.
Con Carlos V, el proceso de especialización de los Secretarios, iniciado con los RRCC,
se detiene: la dirección efectiva de la Secretaría queda en manos del Gran Canciller de
los Países Bajos que extiende su competencia a todos los dominios del rey (Juan de
Sauvage, luego Mercurio Gattinara, a cuya muerte en 1530 se suprime la Gran
Chancillería).
Cada consejo tendrá su secretario, pero pronto empieza a destacar el del Consejo de
Estado dado que este consejo no tenía presidente al serlo el Rey. Cuando Carlos V dejó
de asistir al Consejo de Estado actuó de puente entre Rey y Consejo. Fue la persona más
importante del entorno real, transmitía al Consejo los temas que el rey quería debatir e
informaba a éste de las deliberaciones de Consejo. Su influencia fue muy importante
hasta que, con Felipe III y el Duque de Lerma, apareció la figura del valido.
Felipe II en 1567 separó competencias entre las Secretarías de Estado para los asuntos
del Norte (Gabriel Zayas) y los asuntos de Italia (Antonio Pérez), a raíz de la prisión de
Antonio Pérez, se reúnen en Juan de Idiáquez y escindidas de nuevo en 1586. El
Secretario de Estado despachaba con el Rey y estaba al frente de la dirección del
Consejo de Estado. Al aparecer los validos, acaparan el despacho directo con el rey por
lo que acaban dirigiendo en realidad el Consejo de Estado.
Su número aumentó con el tiempo por la mayor complejidad del aparato administrativo.
Los oficios se transmitieron dentro de las mismas familias, existiendo linajes de
Secretarios.
Los secretarios privados eran entidades interpuestas entre el rey y los Consejos,
actuando en muchas ocasiones como su portavoz, llegando incluso a emitir órdenes a
los Secretarios de los Consejos o asistir a las reuniones de algunos de ellos (ejemplo de
secretario privado importante fue Vázquez de Leza, con Felipe II).
En el S. XVII, el despacho directo con el rey queda reservado al Valido y el Secretario
de Estado pasa a ser secretario del Consejo de Estado pasando los validos a controlar el
Consejo de Estado y desapareciendo el secretario privado.
Los Secretarios de Estado y del Despacho fue el nombre que adquirieron con los
Borbones los Secretarios del Despacho Universal. Al caer el sistema de validos vieron
revalorizadas sus funciones. Felipe V pretende dotar de una nueva planta a la
administración y estos personajes se configuran como los que mejor conocen el
funcionamiento de la administración, por lo que se acude a ellos.
Los consejos quedaban bajo la autoridad de los secretarios. Con posterioridad las
Secretarias de Despacho pasan a llamarse Secretarias de Estado y del Despacho,
llamándose a la de Estado, Primera Secretaría. Los Secretarios de Estado y del
Despacho eran hombres muy preparados que fueron absorbiendo funciones de los
consejos, llegando a ser denominados como ministros (que en principio se aplicaba a
cualquiera que perteneciese al Consejo)
Los secretarios sustrajeron competencias a los Consejos aumentando los asuntos que
pasaban por la llamada “vía reservada,” que suponía la existencia de asuntos de los que
solo podía entender el monarca y que en la práctica eran gestionados por los Secretarios
sustrayéndose al cauce ordinario de los Consejos.
La Junta Suprema de Estado (examen)
En el reinado de Carlos III son frecuentes las Juntas o reuniones de los secretarios de
Estado y del Despacho que finalmente se materializan con Floridablanca, en la creación
de la Junta Suprema de Estado, que reunía a los secretarios de Despacho y presidida por
el primer Secretario de Estado.
Supuso la suspensión de las actividades del Consejo de Estado y fue el precedente del
Consejo de Ministros: con carácter de ordinario y perpetuo, se reunía semanalmente
para deliberar y tomar decisiones. Se resolvían cuestiones de competencias surgidas
entre los distintos órganos de la monarquía.
El Consejo de Castilla fue suprimido por la Constitución de 1812 en que sus funciones
judiciales pasaron al Tribunal Supremo, las consultivas al nuevo Consejo de Estado y
las administrativas al Ministerio de la Gobernación. Aunque reapareció en los periodos
absolutistas, fue definitivamente suprimido en 1834.
I. LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL
El Rey elegía virreyes por tres años para representarle (aunque el periodo del cargo
variará con el tiempo.) Solían ser nobles o miembros de la familia real. Al acceder al
cargo, recibían las instrucciones, donde se les indicaba el modo de proceder y facultades
que tenían prohibidas, debían respetar las instituciones, y estaban sometidos a juicio de
residencia. Al ser meros representantes, sus funciones cesaban cuando el Rey entraba en
su territorio.
Desde los Austrias el primogénito del Rey estuvo representado por otro delegado, el
Gerens en Cataluña, Mallorca y Valencia, y el Regente de la General Gobernación en
Aragón. Aunque estaba bajo el virrey, tenía su propio tribunal para temas civiles y
criminales.
Tras los Decretos de Nueva Planta se concentró el poder real: desaparecieron los
virreinatos (excepto el de Navarra,) y el territorio se dividió a efectos fiscales en
provincias (Floridablanca estableció una división con cuarenta, aunque no está claro
actualmente el carácter de la reforma, también había intendencias que podían coincidir
con las provincias.
En Cataluña el Capitán General era el representante directo del Rey, dotado de gran
poder y en Valencia, gobernador militar y político.
Los intendentes del ejército fueron nombrados por el Rey con acuerdo del Consejo de
Hacienda y de Guerra, y los de provincia sólo con el acuerdo del de Hacienda.
Supervisaron administrativa y económicamente el territorio, informando al juez de
residencia de las actuaciones de otros oficiales. Tuvieron funciones fiscales y
financieras, encargándose de las rentas reales en la provincia. Respecto al ejército, se
encargaron de los gastos, abastecimiento, provisiones y alojamiento.
C) ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL EN INDIAS:
En las Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos dieron a Colón Gobierno y
Jurisdicción de lo que descubriese, nombrándolo Almirante de la Mar, Virrey y
Gobernador General.
Colón pasó a ser representante de los reyes en Indias, pero en 1500 le quitan los títulos
de virrey y gobernador nombrando un gobernador para la isla de la Española. Ante las
reclamaciones de Diego Colon se le devolvieron pero sin atribuciones, pues la justicia
se le había atribuido ya a la Audiencia de Santo Domingo.
Debido a la gran extensión del territorio pronto hubieron de organizarse dos virreinatos:
Nueva España (con cuatro Audiencias –la Española, Méjico, Nueva Galicia y
Guatemala- y 18 gobiernos), y el Perú (con cinco audiencias -Panamá, Nueva Granada,
Quito, Lima y Charcas- y 10 gobiernos).
En el XVIII los Borbones hicieron varias reformas, los virreinatos pasaron a cuatro:
Nueva España, Nueva Granada, Perú y Río de la Plata. Existiendo 5 Capitanías
Generales: Puerto Rico, Cuba y Florida, Guatemala, Caracas y Chile, pero en lineas
generales supusieron una continuidad del sistema anterior en esta etapa.
A finales del XVIII el Intendente –implantado en 1782- eclipsó las competencias de las
Audiencias, y los corregidores fueron una especie de subdelegados. Por otra parte, los
virreinatos se dividieron en distritos o provincias, y también se creó un superintendente
general en cada virreinato, encargado de la hacienda pública, pero pronto fue suprimido
por el choque de funciones con el mismo virrey.
II. LAADMINISTRACIÓNLOCAL
Algunos autores señalan que con los Austrias se hace patente la decadencia del
municipio castellano. El Concejo abierto quedó desplazado por cabildos de aristócratas:
el pueblo no intervenía en la elección de cargos, lo hacía el Rey, o bien los cargos eran
vendidos por el concejo: el gobierno municipal se convirtió en aristocrático.
Ya en la Baja Edad Media el Ayuntamiento o Cabildo asumió las funciones del Concejo
Abierto. Estuvo formado por alcaldes mayores, alcaldes ordinarios y varios regidores
(éstos eran designados por el Rey, elegidos o sorteados, pero desde Carlos V quedaron
en manos de oligarquías particulares poco interesados en temas municipales, que
traficaron con los cargos, de modo que se intentó hacer anuales los cargos o bien
recomprarlos, sin mucho éxito).
El regimiento fue controlado por el corregimiento, a instancias del rey, compartían con
los regidores la actuación y el poder municipal, pues presidían las sesiones del
ayuntamiento: al principio tuvieron poderes administrativos, mantenimiento del orden,
judiciales (fueron jueces de primera instancia civiles y criminales aunque no atendían
los casos de corte,) fiscales y militares (jefe de las milicias de la ciudad.) Ejercían doble
función: ser presidente del ayuntamiento de la ciudad cabecera de la jurisdicción
(colaborando con el mismo y ejecutando sus acuerdos) y teniendo autoridad sobre todo
el corregimiento.
En los municipios señoriales el señor era Corregidor de todos los municipios del
señorío. El ayuntamiento proponía al señor los alcaldes ordinarios y oficios del Concejo
para que los nombrara.
Conservaron un gobierno más abierto que en Castilla por la renovación anual de cargos,
pero los mismos se aristocratizaron. En Barcelona Fernando el Católico cambió la
elección por el sorteo entre hombres designados por el Rey. También varió la
composición del Consejo del Ciento, estableciéndose que de los cinco magistrados
supremos, tres debían ser del patriciado urbano, uno mercader y otro artesano.
B) EL MUNICIPIO BORBÓNICO: GENERALIZACIÓN DEL CASTELLANO Y
REFORMAS DE CARLOS III. (Examen)
Felipe V creó el Intendente de Provincia para la administración local, pero pronto atrajo
funciones económicos y comerciales. Fernando VI manda una reorganización que hace
que en ocasiones asumen funciones de los corregidores, lo que llevó a la unión y
confusión de cargos, lo que provoca protestas de las audiencias, hasta que en 1766
Carlos III separó las funciones, dando a los corregidores las de justicia y policía y a los
intendentes las de hacienda y guerra.
Este rey intenta reformar el carácter patrimonial de los oficios con una serie de
reformas. Introdujo los Diputados del Común -para fiscalizar los servicios de abasto- y
los Síndicos Personeros –para defender los intereses de la comunidad en el
ayuntamiento- con el fin de permitir el acceso de los plebeyos a los cargos municipales.
Los pueblos de indios o reducciones: Las primeras fueron formadas por jesuitas,
mediante la agrupación de indios y su reducción a un tipo de vida sedentaria y sujeta a
las normas de la orden religiosa que las había formado y dirigía. Quedaban fuera del
sistema de encomiendas y en ellas no podían vivir españoles ni mestizos.
Se intentó desde la segunda mitad del XVI reorganizar los pueblos de indios,
imponiendo municipios o ayuntamientos de indios, reflejo de los españoles, lo que fue
nefasto al no tenerse en cuenta sus peculiaridades, ni diferencias étnicas entre ellos. De
modo que en el XVIII el municipio indiano apenas si había cambiado: seguían
existiendo pueblos de españoles y de indios, siendo reglamentados para evitar abusos de
los corregidores, nace así la figura de los intendentes.
TEMA 7: CONTROL SOCIAL Y RELACIONES CON LA IGLESIA
I. LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA
1. Jueces Inferiores
No hubo actuaciones judiciales privadas: se consideró que la justicia era una facultad
propia del Estado: de ahí que predominara el procedimiento inquisitivo que sustituyó al
acusatorio. Para ello los Reyes Católicos –1480- crearon los procuradores fiscales cuyo
cometido era realizar las acusaciones en las Chancillerías y Audiencias. En los cargos
de la Administración hubo expertos en derecho, jueces togados que desplazaron a los
nobles y a los no letrados de capa y espada. Se generalizó en los juicios la figura del
abogado, como persona de confianza de las partes que defiende sus intereses y el
procurador, antiguo personero que representan a las partes en juicio.
Estructura: Tenían un presidente, oidores para las causas civiles y alcaldes del crimen
para las penales.
• Las Chancillerías se dividían en cuatro salas de lo civil, una de alcaldes del crimen,
una de hijosdalgos (pleitos de la nobleza) y, en Valladolid había además una sala de
Vizcaya para las apelaciones de las causas del País Vasco. Conocían en primera
instancia asuntos reservados y en apelación las causas procedentes de las audiencias.
• Las Audiencias tenían una o dos salas de lo civil y una de alcaldes del crimen.
Entendían en primera instancia de casos de corte, herejía y asuntos en cinco leguas
alrededor de la Corte, 54 de 114 en apelación de asuntos civiles y criminales fallados en
primera instancia por jueces inferiores. Sus sentencias criminales con sentencia de
muerte eran apelables a la Chancillería, y las civiles revisables por la propia audiencia,
pero pasaban a la Chancillería cuando excedían determinada cuantía. Las sentencias de
unas y otras eran apelables al Consejo de Castilla. Los reyes crearon nuevas
chancillerías y audiencias, todas ellas configuradas como instancias territoriales,
mientras que la justicia suprema quedó reservada para el Rey y su Consejo. Cada vez
más, el rey fue dejando de participar directamente en la administración de justicia,
siendo el Consejo el encargado de realizarla, tanto el Consejo Real de Castilla, como
después el de Indias en su territorio de actuación.
Felipe V reorganizó también los alcaldes de Casa y Corte, creados para los asuntos
criminales en las ciudades donde se encontrase la corte y que formaban parte de la Sala
de Casa y Corte del Consejo de Castilla, siendo competentes en primera instancia de
delitos cometidos a cinco leguas a la redonda y en los asuntos civiles de que entendía el
corregidor, y en apelación de asuntos criminales fallados por jueces inferiores y de los
civiles de menor cuantía. De hecho fue una Audiencia para Madrid. Carlos III dividió
las circunscripciones de las Audiencias en quarteles o distritos, y éstos en barrios
surgiendo los alcaldes de quartel y los alcaldes de barrio. En 1800 todas las Audiencias
y Chancillerías de la Corona de Castilla fueron puestas bajo la presidencia del capitán
general correspondiente, reforzándose así el poder militar sobre la administración, lo
que provocó numerosos conflictos entre autoridades.
Audiencias en Indias
A partir del siglo XVI pasó a ser una Audiencia más. 55 de 11457 El Consejo de Indias,
al igual que el Consejo de Castilla, fue tribunal superior para los asuntos de Indias.
Desde 1524 entendió en primera instancia de pleitos sobre repartimientos de indios, y
en apelación de las causas civiles cuantiosas y criminales falladas por la Casa de
Contratación, siendo en estos casos la última instancia o segunda suplicación.
Estuvieron presididas por el Virrey o Capitán General, al que también asesoraban, pero
también controlaban su actuación: de hecho, en vacancia del Rey el gobierno lo
detentaba el Presidente de la Audiencia. La jurisdicción inferior en Indias correspondía
a los cabildos municipales, a los gobernadores, corregidores y alcaldes mayores
ordinarios.
B) LAS JURISDICCIONES ESPECIALES: JURISIDCCIÓN PALATINA,
ECLESIÁSTICA, INQUISITORIAL Y MERCANTIL
Con los Borbones el regalismo se acentuó, ante el apoyo del papado al pretendiente
austriaco. Felipe V expulsó al Nuncio, cerrara el tribunal y rompió relaciones con
Roma. Su política absolutista y centralizadora extendió el patronato, disminuyó la
presencia de la curia romana en los asuntos eclesiásticos españoles, reducción de
privilegios y riqueza acumulados por el clero.
- Derecho de lanzas: desde 1631, pagado por los nobles, toda vez que ya no
cumplían funciones de auxilio militar.
- Medias Annatas: desde 1631 se pagaba por haber obtenido dignidad, oficio,
privilegios o dispensas.
- Impuesto de Hermandad: para mantenimiento de una Santa Hermandad.
- Renta de población: pagado por repobladores de tierras abandonadas por
moriscos.
Los servicios eran peticiones extraordinarias del Rey a las Cortes, que de hecho
devinieron ordinarias. El más importante fue el servicio de millones (se pagaron
millones de maravedíes primero y ducados después) que gravaba el vino, el aceite, el
jabón, el azúcar y las velas, y que se recaudaba mediante la sisa (pagando en especie un
octavo de su valor). Su recaudación planteó problemas, y en 1632 se ampliaron los
productos gravados (ensanche de millones), lo que hizo aumentar la despoblación rural.
4. Regalías, Contribuciones eclesiásticas, servicios, asientos y juros
- Tercias reales: 2/9 de diezmos eclesiásticos: se cobraron junto con las alcabalas.
- Renta del subsidio (subsidio de galeras): pagado por los clérigos para armar
escuadras contra el infiel, fue concedido por Pío IV a Felipe II (1561) (420.000
ducados anuales). La suma pronto devino insuficiente. Recursos extraordinarios:
expolios, sedes vacantes: la Hacienda recibía la mitad de los bienes 61 de 11462
muebles de los obispos que morían (expolios) y las rentas de los obispados que
vacaban hasta que los ocupaba un nuevo sucesor (sedes vacantes).
Los Servicios Fueron contribuciones extraordinarias solicitadas a las Cortes, que
devinieron ordinarias desde el XVI. Su recaudación se hizo por repartimiento.
Contribuían los pecheros (labriegos, vecinos de ciudades...)
Los Asientos y Juros: El Rey firmaba con los banqueros contratos o asientos mediante
los que los segundos le adelantaban dinero al primero en un momento y lugar y éste se
comprometía a pagarles una cantidad. Se instrumentó con letras de cambio,
coincidiendo con grandes ferias.
Los juros fueron censos que el monarca estableció sobre rentas de su patrimonio, para
compensar a los propietarios del oro y la plata llegados de América de los que se había
apropiado el soberano. Supusieron la creación de una gravosa deuda pública. Su primera
emisión tuvo lugar en 1557, cuando fueron aceptados por los banqueros con un tipo de
interés del 7% para evitar la suspensión de pagos. Sufrieron un gran descrédito porque
los reyes no amortizaron sus deudas. Los hubo perpetuos, vitalicios y hereditarios. El
Rey no disponía libremente de las emisiones.
Intentando establecer una única contribución surgen las Rentas Provinciales (sustitutas
de alcabalas, cientos, millones, tercias reales, servicios, moneda forera...): se intentó
equiparar fiscalmente Aragón y Castilla. Se suprimen las barreras aduaneras interiores,
los puertos secos. En Aragón y Valencia se introdujo un nuevo sistema fiscal: en
Valencia se implantó el Real Equivalente (1715), que gravó la riqueza y luego el
consumo, y en Aragón la Contribución única. En Cataluña (1716) se implantó el
Catastro, de recaudación anual, que gravaba las fincas, el trabajo personal y los
beneficios obtenidos por el comercio. No llegó a ser proporcional a las rentas, y
presentó imperfecciones. Un impuesto similar fue la talla en Mallorca. En Castilla se
intentó (Marqués de la Ensenada) un sistema similar al catalán: el catastro gravó sobre
todo la propiedad.
TEMA 8. LA IMPLANTACIÓN DEL LIBERALISMO EN LA
ESPAÑA DEL SIGLO XIX
Carlos IV ascendió al trono en 1788, sucediendo a su padre Carlos III que le recomendó
mantener a varios de sus ministros: mantuvo a Floridablanca, que luego fue sustituido
por el Conde de Aranda y posteriormente por Godoy. Un año después la Revolución
Francesa acabó con Luís XVI. La gran crisis política de marzo de 1808, con un motín
popular contra el favorito Godoy, originó que Carlos IV abdicara a favor de su hijo
Fernando y que éste fuera proclamado rey. Sin embargo, la intervención de Napoleón
convirtió en problemática la legitimidad de uno y otro, debiendo acudir ambos a Bayona
para dirimir el conflicto ante el emperador francés; mientras, en España queda una Junta
Suprema de gobierno que actúan en nombre de Fernando.
Fernando VII antes de partir para Bayona, había constituido una Junta Suprema de
Gobierno, habilitada solo para la toma de decisiones gubernativas de carácter urgente, el
resto debían ser consultadas con el monarca. Murat, lugarteniente de Napoleón
pretendía controlar la Junta Suprema.
De 1808 a 1814 tuvo lugar la Guerra de la Independencia y marca el final del Antiguo
Régimen y el tránsito al régimen constitucional. En los comienzos de la guerra de
independencia, las Juntas contribuyeron a una ruptura político-administrativa de
carácter revolucionario, aunque socialmente fomentaron en evidente contradicción
posturas contrarrevolucionarias. Paralelamente a ellas, un sector políticamente
influyente mantuvo una opción colaboracionista con el ejército francés: fueron los
afrancesados.
EL CONSEJO DE REGENCIA
El avance de las tropas francesas en 1810 obligó a la Junta Central a trasladarse desde
Sevilla hasta Cádiz. Allí se disuelve debido al desgaste por enfrentamientos internos y
los fracasos militares. Nombra un Consejo de Regencia al que traslada sus poderes. El
Consejo de Regencia, en nombre de Fernando VII exiliado en Francia, promulgó la
constitución de 1.812. Las Cortes de Cádiz realizaron una importante labor legislativa,
siendo su principal legado la Constitución de 1812 que sirvió de bandera al liberalismo
de la época e inició la andadura constitucional en España. Mientras, José I reinó de
forma efectiva desde 1809 hasta la derrota de Arapiles (1812). Intentó organizar un
estado bonapartista. El Tratado de Valencay (1813) puso fin a la guerra y Napoleón
reconoció como Rey a Fernando VII. Las Cortes no quisieron reconocer validez al
tratado hasta que Fernando VII jurara la Constitución de 1812. La Constitución sólo
estuvo vigente hasta la vuelta de Fernando VII en 1814.
El Trienio liberal acabará con la ocupación del país por un ejército enviado por una
coalición de fuerzas conservadoras europeas denominado Los Cien Mil Hijos de S. Luís
con la aprobación de Fernando VII, que declaró nula la constitución y restauró el
absolutismo. Pero la vuelta al absolutismo era muy difícil tanto en España como
internacionalmente. Fernando VII necesitaba ganarse al poder económico y financiero,
no restableció la Inquisición y fue cediendo la represión política y remitió hacía 1826.
Sin embargo, la actitud mediadora de Fernando VII, llevó a los más conservadores a
oponerse al Rey y a proponer como monarca a su hermano el Infante D. Carlos. A la
muerte de éste se abrió el problema sucesorio pues D. Carlos no reconoció los derechos
de Isabel II, hija de Fernando VII. El Infante D. Carlos defendía la vigencia en España
de la ley sálica que impedía reinar a las mujeres. Por otro lado, el protagonismo del
ejército seguía vigente en la vida política constituyéndose arbitro de la situación en los
periodos siguientes.
Fernando VII sólo tuvo descendencia de su cuarto matrimonio con M.ª Cristina de
Borbón, del que nacieron dos hijas, Isabel y Luisa Fernanda. Los derechos de Isabel de
acceder al trono eran indiscutibles según la constitución de 1.812, pero esta había sido
abolida por el propio Fernando VII, así pues, sus derechos se amparaban en una
Pragmática Sanción que anulaba la ley sálica y permitía reinar a las mujeres en defecto
de varón. La Pragmática Sanción, aunque había sido aprobada por Carlos IV, nunca fue
promulgada, llevándose a efecto tal promulgación por Fernando VII, encontrándose su
mujer embarazada. El nacimiento de Isabel II da lugar a las reivindicaciones sucesorias
de D. Carlos negando la pragmática sanción y plantean la cuestión sucesoria que dio
lugar en España a tres guerras civiles, las conocidas como guerras carlistas.
67
LA GUERRA CARLISTA Y EL PROBLEMA SUCESORIO
Fernando VII muere el 29 de septiembre de 1833 cuando su hija Isabel tiene 3 años, por
lo que su madre María Cristina se convierte en Reina Regente. Este hecho desencadenó
la guerra civil y la Regente se apoyó en los liberales, que eran los que defendían la
validez de los derechos sucesorios de su hija, ya que los absolutistas apoyaban al infante
Don Carlos como representante de un régimen más conservador.
68
Si María Cristina había conducido al país en alianza con los moderados. Espartero
intentó hacerlo apoyándose en los progresistas. Tuvo así enfrente a un gran sector del
ejército, a los propios moderados y a la burguesía catalana. Cuando el general perdió el
respaldo de su propio partido, la conjunción de todos le hizo caer. Las Cortes tomaron
entonces la decisión de adelantar en un año la mayoría de edad de Isabel II.
69
Monarquía Isabelina estaba seriamente dañada y moría poco tiempo después. Desde
1866 el régimen estaba condenado, el país vivía en continuo estado de excepción. A la
monarquía isabelina se oponían los carlistas y el partido demócrata, el levantamiento
militar se hacía palpable.
Durante este período los progresistas boicotearon la vida política ante la negativa de
Isabel II a formar un gobierno de ese signo. La negativa de la Reina, postergando a
hombres como Prim o Madoz que, en el período de 1863 y 1864, hubieran formado
gobiernos progresistas pero de corte moderado, condujo a esta formación política hacia
una salida revolucionaria que, al fin, acabó con el reinado Isabel II; el último intento de
O´Donnell, en 1865, de recuperar a los progresistas fue rechazado por la Reina, que
consideraba que estos se habían convertido en un partido cuasirevolucionario desde sus
últimos días de gobierno , durante el bienio progresista(1854-1856), gobierno que no
volverían a ejercer hasta el destronamiento de Isabel II.La reina retiró en 1866 la
confianza a O’Donnell, y éste murió en 1868, con lo que la Unión Liberal se unió a la
conspiración revolucionaria. Esta formación política representará la evolución del
moderantismo de los años cuarenta a un moderantismo más acorde con la sociedad
capitalista del último tercio del S. XIX. El Partido Demócrata también era proclive a
derrocar a la dinastía, acercándose a los grupos republicanos, aunque no todas las
figuras conservaban el mismo grado de radicalismo: Castelar defendía un
republicanismo individualista y Pi y Margall propugnaba un socialismo federal. Ambos
compartían la lucha antidinástica. Los demócratas fueron finalmente apartados por los
generales que lideraron la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868 que provocó la
salida de Isabel II de España. Todo ello coadyuvó a que, en 1868, una amplia oposición
política, que aglutinaba a diversas fuerzas políticas, estuvieran convencidos de la
necesidad de acabar no tanto con la Monarquía sino sobre todo con el reinado de Isabel
II.
70
republicanos (antimonárquicos) y los alfonsinos (que habían empezado a defender los
derechos de Alfonso XII), la desaparición de Prim (asesinado), la falta de
reconocimiento popular de Amadeo de Saboya, impidieron la estabilización de la
situación política y social del país. De modo que Amadeo abdicó dos años después de
su llegada.
Salmeron comunica a los miembros de la Asamblea que acaba ser informado que
Madrid está tomado militarmente por el General Pavía que se dirigía hacia allí.
Efectivamente, Pavía entró en la Cámara y manifestó su intención de apoyar un
gobierno en el que estuvieran representados todos los partidos ( excepto los carlistas y
federales) al frente del cual estaría Serrano. En principio se trataba de acabar con el
carlismo y con el cantonalismo y restaurar el orden público. Castelar quiso colaborar y
la inicial idea de mantener la República hizo que también Cánovas se apartara. No se
trataba de acabar con la Republica, sino con el federalismo. Los federales extremistas se
opusieron a la Constitución de 1873 y contribuyeron a su retirada de las Cortes y al
levantamiento cantonal al que antes se aludió. Castelar inclinó la política hacía la
derecha. Las cortes fueron suspendidas desde septiembre de 1873 a enero de 1874.
Cuando volvieron a reunirse el 2 de enero de 1874 la república agonizaba. El
pronunciamiento del General Pavía dio el poder a Serrano que declaró la Constitución
de 1869 aunque suspendió dicha vigencia alegando que el país precisaba antes
restablecer el orden público perdido.
71
rey soldado que sirviera de referente al ejército, para ello Cánovas eligió el colegio de
Sandhurts donde Alfonso era cadete en el momento de ser proclamado Rey de España.
72
TEMA 9. LAS REFORMAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA
IDEOLOGÍA LIBERAL
I. ESTRUCTURA ECONÓMICA
Ya en las Cortes de Cádiz, siguiendo las ideas de la Revolución francesa que abogaba
una reforma de la propiedad de la tierra, se planteó la abolición de los señoríos: un
Decreto de agosto de 1811 abolió la jurisdicción señorial y los derechos señoriales,
pero la medida no se extendía a los señoríos territoriales o meramente solariegos que se
convertían en propiedades privadas. Esto dio lugar a numerosos pleitos acerca de la
interpretación jurisdiccional o no de diversas rentas que percibían los señores,
normalmente resueltos en contra de los campesinos, por lo que la cuestión señorial se
convirtió en cuestión agraria. Con la vuelta de Fernando VII la reforma quedó aplazada,
y se puso en marcha de nuevo en el trienio liberal, pero tanto mayorazgos como
vinculaciones fueron restablecidos en 1823.
73
Las medidas decisivas llegaron tras la muerte del monarca 1833: un decreto de 26/8/37
acabó con el régimen señorial, pero favorecía abiertamente a los grandes propietarios,
pasando los colonos a ser arrendatarios o simples jornaleros. Formalmente la tierra
permanecía en las mismas manos.
El mayorazgo era una forma especial de propiedad de la tierra típica del régimen
señorial. Por ella, los bienes del mayorazgo no podían ser enajenados, quedaban
“vinculados” y por tanto fuera del libre comercio. El titular de la herencia, normalmente
el primogénito como heredero preferente, podía disponer de las rentas, pero no de los
bienes y además podía ampliar el patrimonio, lo que implicó un crecimiento de la
propiedad agraria de tipo nobiliario tanto secular como eclesiástica. La propiedad de la
tierra quedaba reducida a unas pocas familias.
En los últimos años del siglo XVIII y en los primeros del siguiente, se dictan varias
medidas de carácter corrector, desde entonces el reformismo acabará por abolir los
mayorazgos, si bien la reforma siguió los cambios de corriente de los vaivenes políticos
de la época.
Finalmente, una ley de 1841 (Regencia de Espartero) declara en vigor todas las medidas
desvinculadoras anteriores, convirtiendo la desvinculación en irreversible y quedando
consagrada en el Código Civil. Esa se considera una transición histórica entre la
nobleza, propietaria de tierras, y la burguesía, que hasta entonces por la vinculación no
podía comprarlas.
3. La Desamortización (Examen)
1. Primera etapa: del XVIII a principios del XIX: Godoy y Soler (1798) fueron
los impulsores del primer intento. Los bienes desamortizados pertenecían a la
disuelta Compañía de Jesús, a hospitales y casas de misericordia..su finalidad
era sanear las arcas del Estado. La idea desamortizadora fracasó por el
restablecimiento del absolutismo.
74
3. Tercera etapa: en 1855 Madoz amplió la desamortización a los bienes
pertenecientes al Estado y a los municipios y supuso el proceso de
desamortización más importante.
75
II. ESTRUCTURA SOCIAL
76
TEMA 10. EL PENSAMIENTO LIBERAL Y REFORMAS
POLÍTICAS
Todo ello plasmado en la primera constitución francesa de 1789, origen del resto de
constituciones en un proceso revolucionario que empieza en el S. XIX durante y
después de las invasiones napoleónicas por todo el continente europeo y que da lugar a
la independencia de Grecia y Bélgica y posteriormente la unificación de Alemania e
Italia.
Como dice Rousseau, para que exista equilibrio entre poderes la Constitución tiene que
emanar del pueblo por sufragio universal y elección de los representantes del mismo.
77
II. EL ESTATUTO DE BAYONA (Examen)
En 1808, Napoleón, al mismo tiempo que anunciaba al pueblo español las abdicaciones
de la Monarquía en Bayona, convoca por decreto una Asamblea de Notables para fijar
las bases de la nueva Constitución y poco tiempo después proclama a su hermano José
rey de España.
Cuando José I entró en Madrid, la guerra esta iniciada y habían sido los franceses
derrotados en Bailén, con lo que necesitó del ejército de Napoleón para su
confirmación. Tras la rendición de Madrid dicta una serie de decretos en Chamartín
sobre obligación desarme de los ciudadanos, confiscación de bienes de aquellos que
habían traicionado su causa, supresión del Consejo de Castilla y prisión de sus
miembros, abolición de la Inquisición, reducción del número de conventos, supresión
de las aduanas interiores y abolición de los derechos señoriales.
El Estatuto no llegó a regir, pero por su carácter relativamente liberal, sirvió de guía
para quienes se enfrentaban a la invasión napoleónica y sus principios se recogieron en
la constitución de 1812.
Tras la victoria de Bailén en 1808 las Juntas de Valencia y Murcia propusieron crear
una Junta Central Suprema, la cual se constituyó en Aranjuez, con representación de
todos los reinos y presidida por el Conde de Floridablanca.
78
La Junta Central Suprema se convierte en órgano supremo al que reconocen las
distintas juntas provinciales, incluidas la mayor parte de las americanas. Se dividió en
cinco secciones para tramitar asuntos de gobierno, y cuando las tropas de Napoleón
llegan a Madrid tiene que retirarse a Sevilla.
Jovellanos propuso que se crearan dos Cámaras según el modelo inglés: una compuesta
por nobleza y clero y otra con los representantes de las ciudades, lo que fue aceptado.
La Junta se refugió en Cádiz, y antes de disolverse nombró un Consejo de Regencia que
convocó a Cortes. Hubo muchas dificultades para elegir los diputados provinciales y en
muchos casos hubo de recurrirse a los que en ese momento residían en Cádiz. Convocar
al clero y la nobleza también fue difícil por causa de la guerra.
La idea de redactar una Constitución era mantenida por la mayoría desde los inicios, en
diciembre Mejía Lequerica propuso en sesión no disolverse las cortes sin redactar una
constitución. Las Cortes se trasladaron a la Iglesia de San Felipe Neri y dictaron el
Decreto de abolición de los Señoríos.
79
despacho que serían los futuros ministros. El sufragio, en principio se declaró universal,
pero en una segunda fase se declaró censitario, se decretó el servicio militar
obligatorio y el establecimiento de escuelas primarias en todos los pueblos.
Fue abolida por Fernando VII en 1814 y volvió a en el trienio liberal entre 1820 y 1823
después del golpe del coronel Riego en Cabezas de S. Juan en que se obligó a Fernando
VII a jurarla de nuevo además de la restauración de la libertad de imprenta, la expulsión
de los Jesuitas y el restablecimiento de los decretos de Cádiz. Pierde vigencia de nuevo
con la restauración del absolutismo por la Santa Alianza durante la década ominosa. A
la muerte del rey recupera su vigencia teórica durante la regencia de María Cristina que
necesitaba el apoyo de los liberales frente a los partidarios carlistas.
Fernando VII muere en 1833 cuando su hija Isabel, la heredera, tenía tres años.
Mientras alcanzaba la mayoría de edad, la reina madre María Cristina ejercía de reina
gobernadora.
Los carlistas se sublevan por todo el país, por lo que la Reina tubo que transigir con los
liberales poniendo en el gobierno a los más moderados, al gobierno de Cea Bermúdez y
Martínez sucedió el de Martínez de la Rosa, que promovió junto con Javier de
Burgos el Estatuto Real, se trata de una Carta Otorgada (concesión monárquica a la
Asamblea) de 50 artículos, era un texto incompleto que se limitaba a regular las cortes y
sus relaciones con el Rey. No reguló la monarquía cuyos poderes muy amplios, estaban
dispersos por los distintos artículos. Tampoco eran tratados los Ministros ni incluía una
declaración de derechos.
El rey estaba facultado para convocar las Cortes, suspenderlas e incluso disolverlas. La
novedad más llamativa fue la introducción del sistema bicameral, con un estamento de
próceres, y otro estamento de procuradores elegidos. Las leyes requieren la aprobación
del monarca y ambas Cámaras.
Promulgado por la regente en 1834, las reformas eran tan moderadas que resultaron
insuficientes y decepcionaron a las fuerzas más progresistas, que en el amotinamiento
de La Granja de 1836 obligó a restaurar la Constitución de 1812, con el gobierno de
Calatrava, Mendizábal y Espartero.
V. LA CONSTITUCIÓN DE 1837
80
Las Cortes quedaban divididas en Congreso y Senado (este último formado por
individuos nombrados por el Rey a propuesta de los electores de cada provincia,
renovado por terceras partes cada vez que hubiera elecciones a diputados (en las que el
sufragio era directo y censitario: sólo un 3,9 % de los españoles votaban).
El Rey estaba facultado para abrir y cerrar las sesiones, convocar, suspender y disolver
las cortes, disponiendo de veto absoluto. Por lo demás, las funciones de las Cortes eran
legislativas (iniciativa legislativa), financieras (el gobierno tenía obligación de
presentar a cortes un presupuesto para el año siguiente, lo que fue sistemáticamente
incumplido,) políticas (elección de regente, toma de juramento al sucesor y recibir al
rey) y de control (responsabilidad de ministros que serían acusados por el Congreso y
juzgados en el senado.) Reconocía como reina legítima a Isabel II. Estuvo vigente hasta
la promulgación de la Constitución de 1.845.
En 1854 otro pronunciamiento esta vez de signo progresista pone al frente del gobierno
al general O’Donnell que llega a un acuerdo con Espartero, la reina tuvo que llamar a
los levantados a formar gobierno: fue el bienio progresista que abolió la constitución de
1845, con la nonata constitución de 1856. En este periodo tuvo lugar el segundo gran
proceso desamortizador siendo ministro de Hacienda Madoz: frente a la de
Mendizábal afectó también a los bienes propios de los ayuntamientos, y los destinos de
los fondos no fueron aplicados enteramente a la deuda pública, un 20% se dedicaron a la
beneficencia y la instrucción pública. Una nueva crisis política trajo de nuevo a los
moderados al poder. Narváez y González Bravo instauran una dictadura gobernando a
base de decretos con las Cortes cerradas. El ala progresista, en vista del viraje
autoritario de la reina se agrupa a la sombra de los generales Prim y Serrano, que acaba
con la Revolución de 1868 y el destronamiento de Isabel II.
81
VII. LA CONSTITUCIÓN DE 1869 (Examen)
La Revolución de 1868 se inicia en Cádiz dirigida por Prim y apoyada por Serrano y
Topete, se forman juntas revolucionarias en las principales provincias andaluzas que
se encargaron de movilizar a la población mediante promesas de sufragio universal, de
eliminación de impuestos, del fin del reclutamiento forzoso y de una nueva
constitución. Las tropas de Serrano derrotan a las leales a la reina en la batalla del
puente de Alcolea. Isabel II de vacaciones en San Sebastián marchó al exilio en París.
La Constitución fue elaborada por una comisión donde estaban entre otros Olózaga,
Manuel Becerra, Silvela y Ríos Rosas. Se promulgó el 20/6/70, basada en los principios
liberal democráticos y de soberanía nacional.
Por primera vez se recogieron todos los derechos individuales: libertad de domicilio,
privada, de expresión, reunión, asociación, reconociéndose la libertad de culto, se
contemplan las asociaciones de clase: por primera vez los sindicatos gozan de
protección constitucional. La ordenación de poderes se tomó de la constitución de
1837, y la del Senado de la de 1845. La Soberanía residía en la nación. Se mantuvo el
bicameralismo, pero el senado debía ser elegido por sufragio universal. Los diputados
del Congreso se elegían en proporción de uno cada 40.000 habitantes.
Los generales que habían apoyado el derrocamiento de Isabel II tuvieron que reprimir
los movimientos federales de corte republicano que se habían iniciado en el vacío de
poder de la revolución. Preferían una monarquía constitucional que pudieran controlar.
Prim logró que Amadeo de Saboya aceptara el trono en el difícil equilibrio entre las
monarquías europeas. El mismo día de su llegada a España, Prim, su principal valedor,
fue asesinado. Intentó formar un gobierno de coalición que fracasó y tubo que abdicar
en febrero de 1973. Congreso y Senado reasumieron el poder supremo y proclamaron la
República, dejando la Constitución de 1869 de estar vigente.
82
La Constitución de 1876, la más longeva en la historia de España, responde a la
concepción conservadora de su promotor y encarna el principio de la monarquía
doctrinaria. Para Cánovas la monarquía era parte sustancial de la constitución histórica
de España y estaba por encima de la vida cotidiana. No había más Soberanía que la
ejercida por la Corona y las Cortes.
La Constitución de 1876 supone el texto que más tiempo ha estado vigente hasta ahora
en la historia del Derecho español ya que se mantendrá hasta la proclamación de la
segunda república española de 1931.
83
TEMA 11. TEORÍA Y PRÁCTICA DE GOBIERNO EN EL
SISTEMA LIBERAL
I. EL REY
Nació como reacción contra la absoluta, la base del sistema político descansa en la
existencia de un conjunto de normas fundamentales a las que se somete todo el
ordenamiento legal del Estado: la constitución. Su origen está en las revoluciones
inglesas de 1642 y 1688 y en los principios de la Constitución francesa de 1791.
En las distintas constituciones españolas del S.XIX el poder real fue muy amplio
En todas las constituciones del XIX el monarca tenía que pedir permiso a las Cortes
para casarse. Todas las constituciones regularon la regencia, para los casos en que haya
de subir al trono un príncipe sin contar con la mayoría de edad, si bien de distinta
forma:
84
• El Estatuto Real aplicó lo establecido en las Partidas.
• Las constituciones de 1837 y 1869 establecían una regencia de una o más
personas designadas en Cortes.
• Las constituciones de 1845 y 1876 disponían que el regente sería el padre o la
madre del rey y en su defecto el pariente más próximo a suceder la corona.
Las Cortes de Cádiz implantaron el sufragio directo para la composición del congreso
de 150 diputados. La denominación “Congreso de los Diputados” data de la
constitución de 1837 (entonces elegidos cada tres años por designación, en 1869 por
sufragio universal, y en 1876 uno por cada 50.000 votantes, por cinco años).
Las constituciones de 1812, 1837, 1845, 1869 y 1876 establecieron que las Cortes se
reunieran anualmente. El Estatuto real estableció que sólo al Rey correspondía
convocar, suspender y disolver las Cortes.
85
La Constitución de 1812 estableció una diputación permanente nombrada por el
Congreso para velar por la observancia de la constitución y las leyes en el espacio de
tiempo entre unas cortes y otras y para que convocara cortes extraordinarias en los casos
previstos por la Constitución.
B) EL SENADO
El primer Senado o Cámara Alta fue el estamento de próceres del Estatuto Real, cuyos
miembros hereditarios y vitalicios eran elegidos por el rey.
Desde la Constitución de 1837, todas las Constituciones del XIX instauran una cámara
alta llamada senado, pero el sistema de elección y la permanencia de los senadores varió
según la Constitución:
Las Cortes representan a la nación y son el órgano mediante el cual esta interviene en el
gobierno del Reino.
86
El Estatuto de Bayona: dividió las Cortes o juntas en tres estamentos: nobleza, clero,
pueblo (los dos primeros de designación real, los terceros divididos en diputados de las
ciudades, de las provincias, comerciantes, de las universidades). Las sesiones eran
secretas y las funciones no estaban muy bien definidas, pero su poder era escaso, con un
poder más decorativo que real. Por primera vez se nombran diputados por América
encargados de promover los intereses de las colonias.
• Elección de diputados: los diputados eran elegidos por todos los ciudadanos por
sufragio indirecto uno por cada 70.000 habitantes. Debían tener una renta proporcionada
procedente de bienes propios.
• Diputación Permanente: velaba por los derechos de las cortes y la integridad del
régimen, incluso cuando aquellas no estaban reunidas.
Las atribuciones estaban muy limitadas. Solo podían deliberar sobre aquello que el Rey
les sometiera a examen y hacer peticiones al Rey conforme determinara el Reglamento,
además del tradicional de aprobar impuestos. Las Cortes quedaban reducidas a un
organismo asesor.
87
de 40 años presentada por los electores de cada provincia, y era renovado por terceras
partes cada vez que había elecciones al Congreso.
Los hijos del Rey eran senadores natos desde los 25 años. Sus características
garantizaban la función de equilibrio y freno que tradicionalmente se asigna a la Cámara
Alta en el régimen constitucional.
El Congreso se elegía por elección directa (un diputado por cada 50.000 habitantes),
renovándose cada tres años. Ejercía la potestad legislativa con el Rey, quien tenía veto
suspensivo por una legislatura.
- Senadores por derecho propio: hijos y sucesores del Rey, grandes de España,
altas personalidades eclesiásticas, militares y civiles.
- Senadores Vitalicios nombrados por la corona.
- Senadores por elección de las Corporaciones del Estado y los mayores
contribuyentes.
Los senadores por derecho propio más los vitalicios no podían exceder de 180, igual al
de electivos. El senado se renovaba por mitades cada cinco años. El Congreso debía ser
elegido por votación popular indefinidamente, siendo los diputados españoles seglares
mayores de edad que gozaran de todos los derechos civiles. Las Cortes ejercían el
poder legislativo juntamente con el Rey: el veto de cualquiera de ellos a un proyecto de
ley hacía que no pudiera considerarse hasta la legislatura siguiente. Las Cortes se
reunían todos los años, convocadas, suspendidas y disueltas por el Rey.
88
La Constitución de Cádiz estableció una Diputación permanente que había de durar de
unas Cortes ordinarias a otras. Funciones suyas fueron:
Los partidos políticos se definen como grupos de personas organizadas para ejercer o
influir en el poder del Estado, de acuerdo con los fines señalados previamente en un
programa. Se distinguen además otros grupos con actividad política sin ser partidos
como sindicatos, grupos separatistas, grupos de presión y sociedades secretas.
Los partidos más importantes fueron los absolutistas (que nutrirán el carlismo tras la
muerte de Fernando VII) y los constitucionales o liberales, divididos desde 1820 en
exaltados –de los que saldrán el Partido Progresista y el Partido Democrático- y
moderados –de los que saldrán los puritanos y la Unión Liberal de O’Donnell-.
89
1. Doceañistas y radicales
La crisis del antiguo régimen que desata la invasión napoleónica hace que surjan dos
grupos:
2. El Partido Moderado
Con la Reina María Cristina como regente durante la minoría de edad de Isabel II
comienzan a configurarse los partidos políticos.
Los líderes conservadores –llamados moderados- enlazaban con las ideas de los
doceañistas y los monárquicos constitucionales, en torno a Martínez de la Rosa, mentor
del Estatuto Real y desde 1848 jefe del Partido Moderado. Junto con los progresistas,
eran defensores de continuar la dinastía monárquica de Isabel II, enfrentándose al
partido carlista o anti-dinástico. Se declaran contrarios a cualquier cambio
revolucionario y defensores de la Iglesia. En las filas del partido destacan figuras como
Narváez, Martínez de la Rosa, Arguelles, Alcalá Galiano y Bravo Murillo.
3. El Partido Progresista
90
La tendencia más próxima al liberalismo democrático fue el partido progresista. Se
articuló en torno a Mendizábal, la mayor parte de sus diputados procedían de las
provincias mediterráneas, frente al norte conservador. Sus seguidores defendían la
soberanía nacional, la primacía del legislativo sobre el ejecutivo, autonomía de los
poderes provinciales y locales, y separación total de Iglesia y Estado. Otros
representantes suyos fueron Joaquín María López, Salustiano Olózaga, Madoz y los
generales Espartero y Prim. En 1856 se aglutinaron los sectores más avanzados del
partido progresista y algunos líderes del moderado en la Unión Liberal de Serrano,
Joaquín María López, Río Rosas y O’Donnell. Fueron los artífices de la constitución no
promulgada de 1856. El partido, tras el sexenio revolucionario, después del asesinato de
Prim y la abdicación de Amadeo de Saboya, se escindió en el liberal de Ruiz Zorrilla y
el Liberal de Sagasta.
B) EL BIPARTIDISMO DE LA RESTAURACIÓN
1. El Partido Conservador
El partido “liberal conservador”, conocido como conservador, se construyó sobre el
viejo partido moderado, con algunos miembros de la efímera Unión Liberal, en torno a
Cánovas.
Fue un partido con poca estructura y mínima organización que se presentó y ganó las
elecciones de 1876 con el objetivo de restaurar la legalidad monárquica y poner al día el
juego de las instituciones y partidos políticos.
91
Se nutrió de burgueses, aristócratas, altos funcionarios y profesionales. Durante la
Regencia de María Cristina, al final del siglo, tuvo que afrontar una crisis generalizada
con el nacimiento de los movimientos obreros, la aprobación del sufragio universal
masculino, el anarquismo, la caída de las últimas colonias... Cánovas murió asesinado
por un anarquista y fue sucedido por Silvela.
2. El Partido Liberal
Sus orígenes son el partido constitucional, surgido durante el reinado de Amadeo I en
torno al general Serrano y el logroñés Sagasta. Fue una confluencia de progresistas
moderados y unionistas de izquierda, en el marco de la Constitución democrática 1869.
De ellos se escindió el Partido Centralista de Alonso Martínez que pactó con Cánovas la
restauración y la Constitución de 1876.
El Periódico El Socialista (1886) fue el difusor de las ideas socialistas. Junto con el
PSOE, se desarrolla el movimiento sindical, la UGT (cuyos primeros congresos
tuvieron lugar en 1888) fue eje del movimiento obrero en Madrid, Vizcaya y Asturias
alcanzando más de 26.000 afiliados a finales de siglo.
Una escisión en 1920 da origen al partido comunista que no llegaría a las cortes hasta la
II República. Entre sus líderes destacan Largo Caballero, Dolores Ibárruri y Santiago
Carrillo, fundador de las Juventudes Socialistas Unificadas.
I. INTRODUCCIÓN
A finales del S. XVIII era ya opinión común la necesidad de establecer una teoría
general de creación y fijación de las leyes que acabase con el anárquico e inseguro
sistema anterior, comienza la “ciencia de la legislación”. Gaetano Filangieri (1752-
1788) escribió acerca de la técnica de redacción y contenido adecuado de las leyes.
93
Por otro lado, la burguesía reclamaba un derecho completo y conocido, para que
interpretación y aplicación no estuviera en manos de la discrecionalidad de jueces
y juristas.
En texto definitivo del Código Civil Francés Code Civil a falta de norma escrita, el
juez no podía acudir a los usos, la equidad o al derecho natural, ni tampoco
abstenerse. Debería encontrar la norma escrita aplicable al caso. Esto hizo que se
pasara de la idea inicial ius-naturalista a una idea del ordenamiento ius-
racionalista, completo y sin lagunas. No existirá otro derecho que no sea el emanado
del legislador ni más principios jurídicos que los contenidos en el derecho positivo.
El derecho queda reducido a ley, esto es, la voluntad del Estado.
94
Las leyes naturales solo serán válidas si están sancionadas por las escritas. En la primera
generación de este derecho tampoco se acepta la jurisprudencia como fuente del
derecho. Pronto hubo voces en contra esta corriente que trataban de compatibilizar los
derechos naturales, inalienables, inherentes al hombre y preexistentes al Estado
(orgulloso fruto de la Revolución francesa)
B) LA MOTIVACIÓN IDEOLÓGICA
Los primeros códigos penales europeos incorporan elementos de la ciencia penal actual,
(sustitución de penas, proporcionalidad, prohibición de acusaciones secretas) lo que era
seguridad jurídica frente a la discrecionalidad de leyes y jueces. Esto implicaría la
supresión de los privilegios estamentales.
Respecto al antiguo derecho procesal continental, los liberales buscaban un sistema que
contemplase un mínimo de garantías procesales (habeas corpus, derechos y libertades
esenciales) que encontró dificultades debido a los intereses políticos.
95
La unificación del derecho llevo a la supresión de algunas jurisdicciones especiales.
El revolucionario dogma de la separación de poderes fue utilizado por el Ejecutivo
para fortalecer la jurisdicción administrativa.
Los revolucionarios asignaron al poder ejecutivo todo lo relativo a los actos emanados
de la Administración, así como la resolución de los recursos planteados por los
particulares que se sintieran lesionados por dichos actos. Había cierta desconfianza de
los revolucionarios hacia la clase judicial, por ser reducto de la nobleza. En Francia se
decretó la autonomía de la Administración respecto del control de los jueces. Aún a día
de hoy se debate si la revisión de actos administrativos debería substanciarse ante la
jurisdicción ordinaria o ante una jurisdicción especial.
96
II. LA CODIFICACIÓN DEL DERECHO PENAL
Los perfiles del derecho penal en el antiguo régimen por Tomás y valiente fueron falta
de imparcialidad del juez podía participar económicamente en el reparto de las penas
pecuniarias, no existía la presunción de inocencia, sistema probatorio orientado a
conseguir la condena del acusado, la tortura era medio de prueba y no de castigo. La
desigualdad ante la ley era evidente, el indulto mediante pago al estado favorecía la
impunidad de las clases pudientes. La inexistencia de un sistema de penas fijo dejaba a
los jueces un excesivo margen de aplicación de penas. Las penas se caracterizaban por
su crueldad y desproporción respecto del delito cometido. La aplicación de las penas
contemplaba la vivicombustión, lapidación, decapitación horca, aspamiento en rueda,
despeñamiento (Partidas 7,31,6)
Desde mediados del siglo XVIII Las propuestas de reforma legislativa inundaron
Europa (Beccaria, Filangieri, Brissot de Varbille, Pastoret, Marat, Lacretelle, Servan,
Feuerbach y en España Lardizabal)
Destaca Beccaria con “ Dei delitti e delle pene” 1764, traducido en 1774, difundido por
la autoridad civil, prohibido por la Inquisición. Revulsivo para el aparato y mentalidad
represora de las monarquías del S. XVIII. Tuvo gran acogida por los revolucionarios
franceses y juristas liberales, entre sus postulados:
97
Libertad, limitando arbitrariedad de los jueces, fortalecimiento de la seguridad
jurídica, no hay delito sin ley.
Igualdad con la paulatina supresión de los privilegios penales de la nobleza y
ciertas jurisdicciones especiales.
Fraternidad, conllevó la humanización y dignificación de las penas.
En España las reformas legislativas en materia penal arrancaron esencialmente de la
Constitución de 1812:
- Código Penal 1822: tiene su origen en la designación por las Cortes del trienio
Liberal (1820-1823) Martínez Marona, Flores Estrada y José María Calatrava,
principal artífice. Recoge legislación tradicional castellana cómo el Fuero Juzgo,
Partidas y Novísima Recopilación.
En los debates previos a su aprobación se invocaron tesis de Beccaria, Bentham,
Filangieri, Lardizabal. Criticado por su falta de sistemática, dureza de las penas
y farragosa redacción. Estuvo vigente solo unos meses solamente, tras la vuelta
al absolutismo y a la legislación penal del Antiguo Régimen.
- Código Penal 1848: a mediados de siglo se extiende por Europa las ideas de la
escuela clásica del derecho penal como lógico producto del liberalismo ius-
naturalista. Defensora del principio de legalidad y ultima ratio, se basaba en
principios expiatorios y retributivos., considera al hombre ser libre y responsable
de sus actos. La pena en esta escuela posee un componente moral retributivo. Se
crea la Sección Penal de la Comisión General de Codificación en 1843. La
redacción de los códigos pasa a ser realizada por técnicos en derecho y no por
políticos o diputados. Tiene influencia de Código Penal Frances 1810, Código
penal Nápoles 1819 y Código Penal Brasil 1830. Técnicamente muy superior al
Código de 1822, determinación matemática de las penas (división de la pena en
grados), apreciación de atenuantes, agravantes o eximentes (aritmética penal).
Fiel a la ideología de los conservadores en el poder, se caracterizó por el
excesivo rigor en las penas y la forma de ejecución de estas. La crisis
revolucionaria de 1848 llevo al Gobierno de Narváez a reformarlo. Se
aumentaron sobre todo la pena en los tipos penales de delitos políticos (atentado,
98
desacato, desorden público) y en la consideración delictiva de algunos derechos
(prohibía libertad de imprenta, reunión, huelga, cultos) El mayor mérito fue
acabar con el arbitrio judicial al fijar a cada tipo penal una pena.
Las Cortes de Cádiz acordaron una Comisión de diputados para redactar un Código
mercantil, derogando toda la labor liberal Fernando VII, aunque tanto liberales como
absolutistas estaban conformes con la necesidad de redactar un Código de Comercio.
Durante el trienio liberal (1820-1823) tampoco pudieron concluirse los trabajos por la
vuelta del absolutismo. Sin embargo, se realizó una importante labor de recopilación y
análisis del derecho mercantil, especialmente las Ordenanzas del Consulado de Bilbao,
las Ordenanzas mercantiles francesas y el Código de comercio francés de 1807.
99
En 1828 Fernando VII ordenó una comisión especialista en Derecho mercantil, de la
cual era secretario Pedro Sainz de Andino. En 1829 obtuvo la sanción regia. Los
principios del Código de 1829 eran:
100
La codificación del derecho procesal apenas consiguió resolver este y otros
problemas precisamente por la gran carga política de todo ordenamiento procesal.
El derecho procesal no era solo un conjunto de normas reguladoras de cuestiones
formales, sino fundamentalmente un código dirigido a proteger y a amparar los
derechos civiles y políticos mediante un sistema de garantías.
La Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 fue el texto legal más extenso de España y
Europa, que lejos de ser una ventaja, demostró su incapacidad de sistemática y de
síntesis. El profesor Guasp la describió como una ley medieval.
101
1880, más coherente y clara que la anterior. Con todo, ha sido valorada positivamente al
regular con ciertas dosis de talante liberal la prisión provisional, la libertad provisional,
el régimen de fianzas y otras garantías procesales.
Mientras que el primer código europeo moderno fue el Código Civil francés de 1804, el
último de los códigos españoles en ser aprobado fue el Código Civil de 1889. Ello
supuso que durante la mayor parte del siglo XIX el derecho civil aplicable fue el
contenido en las Partidas, Ordenamiento de Alcalá, Leyes de Toro, disposiciones de la
Novísima Recopilación de 1805, etc.
Las Cortes del trienio constitucional (1820-1823), aunque continuaron con la reforma
de la legislación civil (abolición de los mayorazgos, fideicomisos perpetuos, etc.)
también designaron una comisión de diputados para que elaborase un proyecto de
Código Civil (1821). Pero debido a su amplísimo plan o índice de materias apenas
alcanzó a concluir un reducido número de artículos debido a la vuelta al absolutismo.
El Proyecto de Código Civil García Goyena de 1851. Los trabajos de codificación del
derecho civil tuvieron un apreciable impulsó a raíz de la creación en 1843 de la
Comisión General de Codificación, formaban parte ilustres juristas como Bravo
Murillo, Luzuriaga, Sánchez Puig y García Goyena, utilizando trabajos anteriores,
concluyó un proyecto que fue enviado a diversos organismos e instituciones para que
emitieran su opinión. Las principales críticas partieron de la Iglesia y de las provincias
forales.
Las causas del rechazo de la Iglesia al citado proyecto se deben a que disponía que las
instituciones eclesiásticas no podían adquirir bienes muebles o inmuebles por vía
testamentaria salvo autorización expresa del Gobierno, lo que las privaba de una
considerable fuente de riqueza pero además, aunque no reconocía más matrimonio que
102
el canónico, sometía las causas de divorcio al exclusivo conocimiento de los tribunales
civiles, lo que fue visto cómo una injerencia intolerable del Estado en la jurisdicción
eclesiástica.
Por su parte, el rechazo de los foralistas se basaba en que el artículo 1992 del proyecto
de Código Civil de 1851 establecía que «quedan derogadas todos los fueros, leyes, usos
y costumbres anteriores a la promulgación de este Código, en todas las materias que son
objeto del mismo, y no tendrán fuerza de ley aunque no sean contrarias a las
disposiciones de este». Finalmente, la presión de la Iglesia y de los políticos
foralistas consiguió detener el proyecto.
La Ley de Aguas de 1866 fue considerada como una excelente ley por su
acabada técnica y amplitud de materias. Incluso comprendía la ordenación de las
aguas de mar (aunque dejó al margen los puertos). Actualizada en 1879, vigente
hasta 1985.
La Ley de Registro Civil de 1870, con su Reglamento del mismo año, creó y
reguló los Registros civiles para inscribir todos los actos relativos al estado civil
de las personas. Los nacimientos, matrimonios y defunciones, que hasta ese
momento se registraban en los libros parroquiales, pasaron a ser objeto de
custodia y control por el Estado
La Ley del matrimonio civil de 1870, obra de los progresistas del sexenio
revolucionario obligaba matrimonio civil fue, además, el exclusivo
conocimiento por parte de la jurisdicción ordinaria de los litigios. Fue derogada
en 1875 por el Gobierno de Cánovas.
103
El sistema de leyes especiales fue una maniobra táctica que venía bien a ambas
concepciones en liza. Para los partidarios de la codificación, las leyes especiales
preparaban el lento camino hacia la unificación jurídica Para los foralistas, se conseguía
retrasar la codificación de aquellas materias más conflictivas.
Promulgado el Código Civil en octubre de 1888, fue criticado en ambas cámaras debido
a los numerosos errores ocasionados por la precipitación con que fue redactado, lo que
obligó a promulgar una revisión el 24 de jallo de 1889. Aunque recoge lo esencial del
derecho histórico, acusa fuerte influencia francesa pues no en vano transcribe
literalmente más de 250 artículos del Código Civil francés. Individualista en lo
ideológico, también determinaba la indisolubilidad del matrimonio civil para los que
profesasen la religión católica y un modelo familiar fuertemente patriarcal.
Esta propuesta fue aceptada por el Gobierno que dispuso, mediante Decreto de 23 de
mayo de 1943, la elaboración de Compilaciones como paso previo para redactar un
Código Civil general para toda España. Las compilaciones aprobadas oficialmente son
las siguientes: Vizcaya y Álava (1959), Cataluña (1960), Baleares (1961), Galicia
(1963), Aragón (1967) y Navarra (1973).
104
TEMA 13. IDEOLOGÍA LIBERAL Y CENTRALISMO.
A) EVOLUCIÓN Y REFORMAS
La organización ministerial:
De 1823 a 1834 Fernando VII redujo las secretarías a cinco, creándose en 1832 el
Ministerio de Fomento para fortalecer la administración (luego llamado de interior y de
gobernación en 1834). En 1847 se creó el ministerio de comercio, instrucción y obras
públicas. Al terminar el XIX había siete ministerios: Estado, Gracia y Justicia, Guerra,
Marina, Hacienda, Gobernación y Fomento. En la dictadura de Primo de Rivera se crea
el Ministerio de Trabajo y Previsión Social como respuesta a la preocupación por las
relaciones laborales.
Los ministros se situaban justo bajo la autoridad del jefe de estado, obrando como
delegados directos del mismo. En épocas absolutistas su posición fue análoga a la de los
antiguos secretarios de despacho. En épocas constitucionales, fueron los auténticos
rectores de la vida nacional. Su nombramiento corresponde al Rey, pero en la práctica
dependían del parlamento: si éste les retiraba la confianza, debían dimitir.
105
1.- El Estatuto de Bayona y la Administración de José Bonaparte
Muerto Fernando VII, bajo la regencia de María Cristina y con Cea Bermúdez al frente
del gabinete, se nombra ministro de Fomento a Javier de Burgos, que establece la
división territorial de España en 49 provincias. La división provincial de Burgos no es
solo administrativa, además afectará al orden militar, la hacienda y al judicial. Era una
forma de cumplir el mandato constitucional de 1812 de se propugnaba una división en
provincias. El decreto se completa con diversas “Instrucciones” que desarrrollan
modificaciones que afectan a subdelegados del gobierno central, la labor policial, al
orden público y demarcaciones locales y judiciales etc...
106
En 1863 se crea un Ministerio de Ultramar, que en cuatro secciones atendía la totalidad
de asuntos de las colonias. Hubo modificaciones posteriores por las necesidades de los
territorios pero el desastre del 1898 y la pérdida de las últimas colonias hizo que
desapareciera por decreto en 1989.
En España, su origen data del Consejo de Gabinete instituido por Felipe V con sus
Secretarios de Despacho y la Junta Suprema de Estado creada por Carlos III en 1787.
Empezaron siendo reuniones de personas de confianza del rey para evitar la dispersión
de los asuntos.
Sus competencias fueron menores que las de su homónimo francés: reunidos, los
ministros resolvían las cuestiones de interés general y de coordinación entre
departamentos ministeriales. El Consejo fue originariamente presidido por el Primer
Secretario de Estado y de Despacho. Los consejos de ministros no están regulados por
las constituciones políticas del XIX: su primera regulación como órgano político data de
una ley de 1838. También se denominaban Consejo de Gabinete.
107
B) LA PRESIDENCIA DEL CONSEJO:
Como se vio, entre los diversos Consejos destacaba en Consejo de Estado como
órgano que venía a asumir la asesoría en cuestiones que afectasen a la totalidad del
Reino.
Esto motivó que Carlos I en 1526 lo creara ante la necesidad de tratar asuntos de
política internacional. El propio monarca era su presidente y eran miembros autoridades
influyentes. Su competencia se extendía a problemas de índole internacional y
cuestiones referentes a la Monarquía: paces, alianzas, relaciones, convenios… Su
característica principal era la flexibilidad de su organización y procedimiento, a
expensas del Monarca (algunos autores refieren que carecían de autoridad y estaban
supeditados al Rey)
Con los Borbones perdió influencia, Felipe V lo redujo en miembros. Fue sustituido en
1787 por una Junta Suprema de Estado para volver a ser instaurado por Carlos IV.
Las reformas (Bayona y Cádiz) erigieron al Consejo de estado como Consejo único,
dándole carácter de alto cuerpo consultivo, llegando así hasta nuestros días. En las
Constituciones Políticas se estructuró el Consejo de Estado como Consejo único,
atribuyéndose competencias de los restantes Consejos. Se le asignó un papel similar al
Senado, que modera la influencia de los Ministros. Las Cortes de Cádiz crean en 1812
un Consejo de Estado que constaba de 40 individuos cuyo dictamen había de ser oído
por el Rey en asuntos graves: declaraciones de guerra, firma de tratados, dar y negar
sanción a las leyes...) Con la vuelta del absolutismo, quedó sin efecto. En cuanto a sus
componentes, la Constitución de Cádiz dispone que sean 40 miembros exlucidos
extranjeros dispuestos: 4 eclesiasticos (2 de ellos obispos), 4 grandes de España, 32
elegidos por el Rey a propuesta de las Cortes entre personas de la Administración o el
Gobierno (12 al menos nacidos en provincias de Ultramar) Eran inamovibles y
retribuidos, prestaban juramento previo.
108
En 1834 se promulgaron seis decretos dejando en suspenso el Consejo de Estado
durante la minoría de edad de Isabel II, siendo sus competencias asumidas por el
Consejo de Gobierno. Se extinguen así los Consejos de Castila e Indias y crean el
Tribunal Supremo de España e Indias. Además, se funda un organismo nuevo, el
Consejo Real de España e Indias en 1834. Se suprime en 1836, de modo que en la
Constitución de 1837 no se previó ningún cuerpo consultivo.
Una ley de 1845 organizó un nuevo Consejo Real presidido por el Presidente del
Consejo de Ministros, formado por éstos y por consejeros, y con competencias no sólo
consultivas, sino también judiciales. A partir de 1858 pasó por periodo de apogeo por su
intervención decisiva en lo contencioso-administrativo y se le atribuyó preparación de
proyectos de Ley, intervención en tratados internacionales, definición de potestades…
Por Ley, en 1860 se define como Órgano Consultivo de Gobierno. Esta variante del
Consejo de Estado quedó organizada en 1860 como el cuerpo consultivo supremo del
Gobierno y la Administración, con facultades para asuntos de gobernación, contencioso-
administrativo.
Desde 1868 fue objeto de reformas y en 1888 se le suprimieron las facultades
contencioso-administrativas al crearse el Tribunal de lo Contencioso.
Sería en 1904 cuando se organizó el Consejo de Estado como órgano de carácter técnico
e independiente, con un número permanente de consejeros.
109
TEMA 14. VERTEBRACIÓN Y GESTIÓN DEL TERRITORIO
I. LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL
A) LA DIVISIÓN PROVINCIAL
Durante el resto del siglo XIXI se sucedieron los proyectos de cambio: Fermín
Caballero en 1847 y siete años después durante el Bienio Progresista, Manuel Durán en
1866. Durante la Restauración se multiplicaron los proyectos regionalizadores, pero
solo salió adelante el de 1913, que permitió la creación de mancomunidades
provinciales.
110
B) LOS ÓRGANOS: GOBIERNOS CIVILES Y DIPUTACIONES:
Con la reforma de Javier de Burgos, las provincias quedaron al cargo del Subdelegado
Principal de Fomento, que era un mero enlace.
Con la Restauración, se reforzaron los poderes del gobernador civil, que paso a presidir
con voz y voto la Diputación y la Comisión provincial bajo las órdenes del gobierno.
Con el tiempo, fue perdiendo atribuciones quedando al final como un mero
representante en actos públicos.
Otro de los ámbitos hasta donde se extendió el reformismo bonapartista fue el gobierno
municipal con decretos destinados a dar vida a la administración local a través de las
juntas municipales.
Con la llegada del régimen constitucional el modelo de administración local sufre una
transformación absoluta y se uniformiza en todo el territorio español, quedando
integrados como subordinados dentro de la provincia.
111
B) CONSOLIDACIÓN DEL MUNICIPIO CONSTITUCIONAL
Durante las décadas siguientes se sucedieron proyectos reformadores pero este modelo
de régimen local estuvo en funcionamiento hasta el Estatuto Municipal de 1924 de
Calvo Sotelo.
112
TEMA 15. JUSTICIA, IGLESIA Y HACIENDA
CONTEMPORÁNEAS
I. LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Desde el Estatuto de Bayona se distinguió que el orden judicial era independiente del
legislativo y del ejecutivo. Las constituciones posteriores aunque no hacen declaración
expresa de esa independencia, la dejan por sentado.
La justicia, aunque emanaba del rey, no era un órgano del mismo; se administraba en su
nombre pero el monarca no es su administrador.
Se propone crear Audiencias, que conocían las sentencias dictadas por los jueces de
partido. Como institución encargada de velar por la Administración de Justicia se
encontraba un Tribunal Supremo, era el encargado de exigir responsabilidad a jueves y
altos cargos de la administración.
113
La más importante es el Real Decreto de 1835 que establece que la Justicia se impartirá
a través de:
114
C) LA LEY DEL JURADO
La Iglesia intentó conservar el poder que ostentaba con el Antiguo Régimen. Incluso en
el Estatuto de Bayona, con la llegada de Napoleón se establece que la religión católica
era la del Rey y de la nación, no se permite ninguna otra.
115
Se aprobó un Decreto en 1813 aboliéndola. Aunque en 1814, fue restaurada por
Fernando VII, nuevamente suprimida en el trienio, nuevamente restaurada, y suprimida
definitivamente en la Regencia de Mª Cristina en 1834. Su supresión, en época tan
tardía no provocó graves enfrentamientos pues en aquellas fechas ya parecía a la
mayoría una institución anacrónica y obsoleta.
A la muerte de Fernando VII la reina regente busca el apoyo de los liberales para
conservar el trono de su hija Isabel; los conservadores y partidarios del Antiguo
Régimen defendían la opción dinástica de Don Carlos. Los liberales culminaron su
enfrentamiento con la Iglesia con la Desamortización de Mendizábal, que llevó a la
ruptura de relaciones por parte de Gregorio XVI con el gobierno español. La llegada de
los conservadores de Narváez supuso una política de acercamiento a la Santa Sede que
se pone de manifiesto en la Constitución de 1845 que reconoce la religión católica como
la única de la Nación y llama a los obispos a formar parte del senado. Todo ello se
plasma en el Concordato de 1851 firmado por Bravo Murillo y el nuncio en España de
Pio IX, los puntos más importantes son:
Para muchos fue más un Concordato o acuerdo de tipo económico, que vino a
estabilizar las relaciones Iglesia-Estado, toras desde el Estatuto Real y los momentos de
exaltación liberal a la muerte de Fernando VII.
En el régimen de Franco se firmará un nuevo concordato en 1953 con Pío XII que será
vigente hasta la constitución de 1978
116
III. LAS REFORMAS TRIBUTARIAS DE 1845 Y LOS REAJUSTES
POSTERIORES DE MON A VILLAVERDE
117
La reforma de Raimundo Fernández Villaverde: Villaverde en 1900 puso en
marcha una nueva reforma tributaria para obtener ingresos con un nuevo
impuesto de Timbre y aranceles notariales junto con el de Derechos Reales.
Desgravaba los actos contractuales y las adquisiciones lucrativas de pequeños
capitales para intentar reactivar la economía e igualmente dejo exentas las
transmisiones hereditarias entre ascendientes, descendientes y cónyuges que no
superaran las mil pesetas.
Diez años más tarde el impuesto de transmisiones sufrió una nueva modificación
suprimiendo las exenciones de las sucesiones directas y aumentó las tarifas
progresivas del impuesto. A estos impuestos directos debemos sumarle los
indirectos: Renta de Aduanas, sobre consumos, el impuesto sobre el transporte
de viajeros y mercancías y los primeros impuestos sobre petróleo, gas y
electricidad.
118
TEMA 16. EL SIGLO XX: LA DICTADURA DE PRIMO DE
RIVERA Y LA II REPUBLICA
En esta época la legislación favoreció que España lograse un nivel semejante al de otros
países europeos.
El reinado de Alfonso XIII el gasto del régimen hasta su agotamiento. A partir de 1917
el régimen se encuentra en crisis permanente. La inestabilidad política creció de forma
119
imparable. Maura y Canalejas trataron de introducir reformas para acabar con el
caciquismo y reformar la administración, aunque no lograron sus propósitos.
En 1923 Primo de Rivera se reúne en Barcelona con altos cargos del Ejército, reunión
en la cual se acordó un golpe de estado bajo su liderazgo. En septiembre de 1923 Primo
de Rivera dio un golpe de Estado comunicando al rey su absoluta lealtad; además
publicó en la prensa que iniciaba la formación de un Directorio Inspector Militar que
asumiría el poder.
Primo de rivera amenazó al rey con que de no aceptar el golpe de Estado esa revolución
tendría un carácter sangriento. El rey convocó a su gobierno, el cual no pudo garantizar
la desarticulación del golpe ni el restablecimiento del orden público. Finalmente,
tratando de evitar una guerra civil, el rey aceptó que, tras el cese del Gobierno, tomara
el mando de la nación.
Los logros en materia de orden público y la paz en Marruecos crearon una imagen
favorable para la dictadura en los dos primeros años.
Es a partir de 1925 cuando es más difícil mantener el carácter provisional del régimen.
El Directorio Militar fue sustituido por un Directorio Civil, cuyos propósitos eran la
vuelta a la normalidad y una prueba del régimen formado por políticos civiles. Además,
en 1927 se creaba la Asamblea Nacional consultiva como órgano colaborador del
Gobierno, integrada por representantes del partido, así como personalidades de la
cultura y el comercio.
120
de inconstitucionalidad para casos concretos que correspondía resolver a la Sección de
Justicia del Consejo del Reino.
Para cuando el proyecto constitucional estaba ultimado, la dictadura había perdido gran
parte de sus apoyos iniciales. El General, consciente de su situación, retiró el Proyecto,
presentó su dimisión y se exilió en Francia.
Los requisitos para ser elegido diputado eran ser español, tener la edad legal y gozar de
plenitud de derechos civiles.
En el decreto de 1924 se permitía que las mujeres mayores de 23 años solteras o viudas
fueran incluidos en el censo, y por tanto tuvieran derecho de voto, mientras que las
mujeres casadas solo podían ser incluidas en el censo cuando no estuvieran sometidos a
patria potestad o autoridad marital.
El Proyecto de Constitución de Primo de Rivera con sus cinco leyes orgánicas fueron
severamente criticadas. El objetivo del dictador de convocar un referéndum y asentar el
régimen se hizo imposible. Entonces trató de consolidar su posición introduciendo 49
nuevos asambleístas. Sin embargo, tampoco recibió el apoyo deseado ya que algunos de
ellos eran personalidades manifiestamente contrarias al régimen.
121
de la Constitución de 1876 sin previa consulta electoral, lo que generó una grieta
insuperable entre el monarca y el dictador.
Esta iniciativa fue doblemente negativa para Primo de Rivera ya que, por un lado, sus
compañeros no le mostraron el apoyo que él creía tener, y por otro lado, Alfonso XIII se
mostró contrariado al comprobar que el dictador había ejercido el poder que
correspondía al rey.
122
Se formó un gobierno provisional integrado por republicanos, socialistas y regionalistas,
del que quedaban excluidos los monárquicos y las fuerzas a la izquierda del PSOE. Este
gobierno aprobó dos importantes decretos en mismo día: el Decreto de Instauración del
gobierno provisional (nombrando presidente a Niceto Alcalá-Zamora) y el Decreto por
el que se aprobaba el estatuto jurídico del gobierno.
Una de las medidas del gobierno para legitimar el régimen fue redactar el estatuto
jurídico con los siguientes principios:
En las elecciones de 1931 los socialistas obtuvieron muy buenos resultados electorales.
Por el contrario, la derecha no republicana se vio muy disminuida en las nuevas Cortes
Constituyentes.
Las Cortes dieron comienzo a los trabajos para redactar una nueva Constitución, y de
conformidad con la Constitución eligieron presidente a Manuel Azaña, quien conformó
un gobierno formado por socialistas y republicanos de izquierdas.
B) LA CONSTITUCIÓN DE 1931
123
La regulación de la cuestión religiosa fue uno de los temas más conflictivos del
proceso. La redacción dada a los artículos relativos a la religión fue la que ant4es
provocó la dimisión de Niceto Alcalá-Zamora.
1. El Presidente de la República.
En caso de impedimento o ausencia del Presidente este sería sustituido por el Presidente
de las Cortes y este por el Vicepresidente de la Cámara. En caso de que la presidencia
quedara vacante debía convocar elecciones en el plazo de 8 días y celebrarlas en los
siguientes 30 días. El Presidente podía ser destituido a propuesta de 3/5 partes del
Congreso. En los mismos plazos que la elección de presidente los compromisarios
adoptaban la decisión final. Al presidente le correspondía la función de declarar la
guerra y firmar la paz, ratificar tratados y expedir decretos. También podría conferir
empleos civiles y suspender y disolver las Cortes.
Los actos del Presidente debían ser refrendados por los ministros, que asumían la
responsabilidad política y civil. El presidente es responsable de la infracción de sus
obligaciones constitucionales. Si el Tribunal de Garantías Constitucionales admitía la
acusación el presidente quedaba destituido, mientras que si no era aceptada la acusación
se disolvía el Congreso.
2. El Gobierno
124
3. Las Cortes
A todo esto, hay que añadir la escasa organización de los partidos políticos, salvo el
PSOE y después la CEDA. La CEDA, liderada por Gil Robles, gobernó desde 1933 a
1936, tras lo que siguió un periodo de gobierno del frente popular, coalición de partidos
de izquierdas.
125
TEMA 17. EL SIGLO XX: LA DICTADURA DEL GENERAL
FRANCO Y LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA
El Movimiento Nacional
El Ejército
La Iglesia.
Los 3 resultaron imprescindibles facilitando una extraordinaria concentración de poder
en la figura del general.
126
El fuero del trabajo era la expresión de la ideología socioeconómica del nuevo régimen,
una única organización sindical de obreros y patronos de afiliación obligatoria, basada
en los principios de unidad, totalidad y jerarquía. Todos los órganos de la prensa eran
políticamente controlados, el cual ejercía censura previa. El régimen impuso control
sobre el ejercicio de los escasos derechos y libertades eliminando todo pluralismo
político social cultural y religioso. Algunas de las primeras normas en este sentido
fueron:
Franco fue creando instituciones y aprobando nuevas leyes que tenían como fin servir
de cobertura al régimen, fueron las siguientes:
127
legislativa residía exclusivamente en este. El fuero de los españoles se trataba de una
declaración de derechos su eficacia jurídica resultaba sumamente escasa.
- La Ley del referéndum nacional. El referéndum fue utilizado para aprobar en 1947 la
ley de sucesión y en 1966 para la aprobación de la Ley Orgánica del Estado.
- La Ley de sucesión en la Jefatura del Estado establece las reglas que debían
aplicarse para la sucesión, se recoge la facultad del jefe del Estado de proponer a las
Cortes la persona que estimara oportuna para ser llamada a sucederle a título de rey
designando al entonces príncipe de España don Juan Carlos de Borbón como sucesor.
- La Ley Orgánica del Estado, abordó reformas que se hacían imprescindibles con el
paso de los años. Modificó la ley de las Cortes y eliminó algunas partes del fuero del
trabajo.
128
2. El Consejo del Reino y las Cortes
El Consejo del Reino aparece por primera vez en el proyecto constitucional de Primo de
Rivera y fue incorporado al régimen de Franco por la ley de sucesión como un órgano
consultivo Supremo de la Jefatura del Estado. Se componía de un presidente que lo era
también de las Cortes, y de los consejeros, que podían ser natos o electivos. Una de las
funciones era la de la elección de altos cargos elevando al jefe del Estado propuestas.
El régimen fue totalitario con claros signos fascistas, aunque el poder suavizó sus
formas, este cambio se encontraba determinado por la imposibilidad de mantener un
régimen a lo largo de los años y la necesidad de contemporizar con otros países.
También contribuyó una cierta alianza con los Estados Unidos tras la Segunda Guerra
mundial. La victoria de las fuerzas aliadas contra las dictaduras alemana e italiana
supuso el aislamiento internacional del régimen del general Franco. Para suavizar esta
situación, Franco trató de aparentar una cierta apertura política, derogó oficialmente el
saludo fascista y visualizaba el alejamiento de los falangistas, escenificó una tímida
apertura democrática mediante la promulgación del fuero de los españoles y otras leyes
el 13 de diciembre de 1946.
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La ONU recomendó la retirada de embajadores en Madrid. La propuesta fue bloqueada
por los Estados Unidos, si bien condenaba la dictadura franquista, en 1948 Estados
Unidos había impulsado la Fundación de la OTAN, con dos fines fundamentales, evitar
que los países europeos cayeran bajo la influencia política de la URSS y además dotarse
de bases militares en Europa y en el Mediterráneo. España era la última línea de defensa
tras los Pirineos, para lo que era necesario negociar con Franco.
A partir de 1950, la guerra de Corea sirvió al Gobierno de los Unidos para convencer a
su opinión pública de que el verdadero enemigo eran las dictaduras marxistas de China
y de la Unión Soviética y que España sería un fiel aliado contra el comunismo, se
firmaron los pactos de Madrid por los cuales España autorizó el establecimiento de
bases militares norteamericanas.
Franco se decidió finalmente a proponer sucesor a las Cortes, don Juan Carlos de
Borbón y Borbón, el cual fue proclamado por las Cortes a propuesta de la Jefatura del
Estado sucesor a título de rey.
Pese a los recelos de los franquistas, el que era presidente del Gobierno, Carlos Arias
Navarro, presentó su dimisión, aceptada por el monarca. Él nombró a Adolfo Suárez
como nuevo presidente del Gobierno que pilotó la transición.
La monarquía prevista era una Jefatura del Estado personalista de amplios poderes, sin
reconocimiento de Soberanía popular, en la que el monarca estaba llamado a actuar de
manera muy similar como lo había hecho el jefe del Estado anterior. El monarca no
llegó a actuar nunca conforme a la legalidad franquista. Desde el inicio, fue receptivo a
formas que se encontraban cercanas a la monarquía parlamentaria. A partir de la
Constitución española, la monarquía pasa a ser parlamentaria, el rey, al que se le
reconocen las funciones simbólicas, moderadoras y arbitral, las ejerce tasadamente de
conformidad con la Constitución y las leyes.
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En cuanto a los aspectos dinásticos y sucesorios, dos hechos destacan: el primero es la
renuncia qué hace Juan de Borbón (padre del Rey Juan Carlos) a sus derechos históricos
en favor de su hijo, el segundo, fue la designación como Príncipe de Asturias de Felipe
de Borbón.
La transición se programó en dos fases: La ley para la reforma política y una segunda
fase la convocatoria de cortes constituyentes, mediante la celebración de elecciones
libres, para la elaboración de una nueva Constitución.
La ley para la reforma política no introduce por sí misma la reforma del ordenamiento,
pues su fin principal era convocar las Cortes que llevaría a cabo la reforma, las primeras
elecciones democráticas se celebraron exactamente 6 meses después del referéndum de
aprobación de la ley para la reforma política. Se promulgaron diversas leyes y decretos
leyes para garantizar el pluralismo político y permitió la existencia de partidos políticos,
asociaciones y sindicatos. En las elecciones del 15 de junio de 1977 una gran mayoría
optó decididamente por el cambio y la democracia. El rey confirmó a Adolfo Suárez
como presidente del Gobierno en calidad de líder de la fuerza política UCD, que obtuvo
mayor número de escaños en estas elecciones y se formó la comisión de asuntos
constitucionales y libertades públicas que recibió el encargo de redactar un anteproyecto
de Constitución. Esta comisión estaba compuesta por:
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Estados Unidos, el presidente de comisarios del pueblo de la Unión Soviética y el
primer ministro de Gran Bretaña para establecer el futuro reparto de Europa en zonas de
influencia.
España también había sido marginada del programa de ayudas económicas por Estados
Unidos a Europa: los dos únicos países occidentales excluidos de la ayuda económica
fueron España y Finlandia. La división de Europa en dos bloques y la carrera
armamentística de la URSS (que llegó a superar militarmente a Estados Unidos en una
proporción de 6 a 1) obligó a los países del mundo occidental a firmar en abril de 1949
el tratado de la alianza atlántica con el fin de unir esfuerzos para la defensa colectiva y
la conservación de la paz y la seguridad. La Comunidad Europea del carbón y del acero
fue la primera organización europea. El 25 de marzo de 1957 se firmaban en Roma los
tratados constitutivos de la comunidad económica europea. España no formó parte de
estos organismos, en definitiva, España se veía aislada no solo en Europa sino también
en la propia Comunidad de países hispanohablantes, y no podía perder la carrera de la
integración en Europa so pena de quedarse sola en el concierto europeo y americano.
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