Etapas Del Dibujo Infantil Según Lowenfeld

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Etapas del dibujo infantil según Lowenfeld

Viktor Lowenfeld (1903–1960) fue un profesor de educación artística en la Universidad Estatal de Pensilvania, que ayudó
a definir y desarrollar el campo de la educación artística en los Estados Unidos. En 1947 publicó Creative and Mental
Growth, que se convirtió en el libro más influyente en educación artística durante la última mitad del siglo XX. Este libro
describía las características de las producciones artísticas de los niños en cada edad:

1. El garabato - Los comienzos de la autoexpresión (2 a 4años)

El niño refleja aquí en su trabajo creador su desarrollo intelectual y emocional. Dibuja vigorosamente, aunque es flexible
para cambiar sus movimientos si nuevas experiencias se lo exigen. El niño disfruta con su desarrollo kinestésico, con sus
garabatos y va logrando un control visual sobre ellos. Es independiente de influencias perturbadoras.

El niño vive experiencias que vuelca en sus dibujos cuando empieza a asignarles nombres. Los dibujos van
evolucionando desde una serie de trazos al azar hacia los dos años, que se transforman en movimientos continuos o
controlados seis meses más tarde, hasta convertirse en movimientos mucho más complicados cuando el niño comienza
a asignarle nombres. Por lo tanto, identificamos tres etapas sucesivas:

*Garabato desordenado. A partir de los dos años.

Es el movimiento por el movimiento mismo. El niño traza líneas moviendo todo el brazo hacia y hacia atrás, sin
importarle la dirección visual. Produce trazos impulsivos, estos pueden ser rectos o ligeramente curvos y a menudo
sobrepasan los bordes del papel. El niño puede estar mirando hacia otro lado mientras garabatea. Sólo le interesa el
placer del movimiento, que será siempre lo más amplio posible para facilitarle el control muscular del gesto.

Características principales de esta etapa:

Formas o dibujos

Trazos sin sentido que varían en longitud y dirección.

El niño mira hacia otro lado cuando realiza los trazos.

El tamaño de los movimientos que se observan en el papel guarda relación con el tamaño del niño.

Generalmente se trata de movimientos amplios.

Los garabatos no reproducen el medio circundante, sino que buscan el desarrollo físico y psicológico del niño.

Los niños suelen realizar los garabatos en las paredes polvorientas o en los muebles sino cuentan con materiales.

*Garabato controlado a partir de los dos años y medio

Se caracteriza por el intento de dirigir la mano en la misma dirección de un trazo ya realizado para poder repetirlo, y por
el entrenamiento en la realización de figuras cerradas. En este movimiento, el niño toma conciencia de la posibilidad de
controlar el grafismo que está realizando.

Características principales de esta etapa:

Formas o dibujos

El niño descubre la relación entre sus movimientos y los trazos que ejecuta en el papel.

Variación de sus movimientos, no son rítmicos: Repetición de las líneas (horizontal, vertical, circular)

Los garabatos suelen llenar toda la página.

Comprende mejor lo que es tratar de copiar una línea o una cruz ya que ha logrado la coordinación visual motora.

*Garabato con nombre a partir de los tres años y medio


Es cuando el trazo adquiere valor de signo y de símbolo. El niño dibuja con una intención; aunque el garabato no sufra
en sí demasiadas modificaciones, el niño espontáneamente le pondrá un nombre. El mismo trazo o signo puede servirle
para representar distintas cosas y también es posible que cambie en el transcurso de su tarea el nombre de lo que ha
dibujado. Es una etapa de mucha trascendencia en su desarrollo, es un indicio de que el pensamiento del niño ha
cambiado.

Pasa del pensamiento meramente kinestésico al pensamiento imaginativo. Es ahora, alrededor de los tres años y medio,
cuando se percibe una intención previa a la acción. Sin embargo, muchas veces un trazo que, al comenzar el dibujo
significaba una cosa, puede cambiar de denominación antes de terminarlo.

Una característica importante que destaca Lowenfeld, es que los niños no están interesados en la realidad visual. Una
línea ondulante, puede ser un perro corriendo.

Padres y maestros no deben forzar al niño a que dé nombre a sus garabatos, ni darles su propia versión adulta sobre el
tema. Solamente se deberá mostrar entusiasmo y dar confianza por este nuevo modo de pensar.

2. Etapa Pre-esquemática: Primeros intentos de representación (4 a 7 años)

Cuando el niño empieza a crear conscientemente ciertas formas que tienen alguna relación con el mundo que le rodea,
comienza la etapa preesquemática.

Esta etapa surge directamente de los últimos períodos del garabateo y es el comienzo de la comunicación gráfica. Los
trazos y garabatos van perdiendo cada vez más su relación con los movimientos corporales, ahora son controlados y se
refieren a objetos visuales. El niño trata de establecer una relación entre él y lo que intenta representar.

Generalmente, hacia los 4 años el niño hace formas reconocibles y hacia los 5 se puede observar, casi siempre, personas,
casas, árboles... Alrededor de los 6 las figuras han evolucionado hasta constituir dibujos claramente distinguibles y con
un tema. En esta etapa está buscando lo que posteriormente va a ser su esquema personal por eso se perciben cambios
constantes de formas simbólicas, ya que cada individuo tiene su particular forma de expresar los elementos cotidianos
como la figura humana, animales o construcciones. Es el comienzo real de una comunicación gráfica.

*Características de los dibujos preesquemáticos

Los dibujos de los niños de esta edad se pueden considerar como el resultado de la evolución de un conjunto indefinido
de líneas hacia una configuración representativa definida. Los movimientos circulares y longitudinales evolucionan hasta
formas reconocibles. Generalmente, el primer símbolo logrado es un hombre, dibujado típicamente con un círculo por
cabeza y dos líneas verticales que representan las piernas. Aunque no hay ninguna duda de que los niños saben mucho
más sobre el cuerpo que lo que dibuja, pues la mayoría de ellos saben identificar rápidamente casi todas sus partes.

La representación del hombre, se vuelve más elaborada con la adición de brazos que salen a ambos lados de las piernas,
con el agregado de un redondel entre ambas piernas que representa el vientre y, en algunas ocasiones, con la inclusión
del cuerpo. Y cuando el niño alcanza los 6 años, generalmente, alcanza a trazar un dibujo bastante elaborado de la figura
humana. Y con 7 años, habrá establecido cierto esquema.

3. Etapa esquemática - La obtención de un concepto de la forma (7 a 9 años)

Lowenfeld aclara que, aunque cualquier dibujo pueda ser considerado como un símbolo o esquema de un objeto real, él
lo utiliza con una significación específica: "es el concepto al cual ha llegado un niño, respecto de un objeto, y que repite
continuamente mientras no haya alguna experiencia intencional que influya sobre él para que lo cambie"

Las formas en esta etapa son más definidas ya que su pensamiento se ha hecho más operatorio (según Piaget); es la
etapa en que su pensamiento da los primeros pasos hacia el desarrollo del pensamiento abstracto. La figura humana
responderá al esquema o concepto que el niño se haya formado a través de su experiencia. Advierte que la diferencia
entre esquema repetido y estereotipo, es que el primero es flexible y presenta desviaciones y variaciones, mientras que
el segundo es siempre exactamente igual.
El esquema tiene su desarrollo máximo alrededor de los 7 años y se refiere tanto a las personas, como al espacio y los
objetos. Es de esperar que a esta edad, logren representar un esquema humano con sus detalles característicos y que
para el adulto resulten fácilmente reconocibles.

El principal descubrimiento de esta etapa es que el niño descubre que existe cierto orden en las relaciones espaciales, ya
no piensa en objetos aislados sino que establece relaciones entre los elementos y se considera a sí mismo como una
parte del entorno.

Un esquema puro o una representación esquemática pura es una representación que no revela experiencias
intencionales. Cuando el niño representa estas experiencias, o cuando modifica el esquema sabemos, que ha
representado algo de importancia para él. El esquema representa el concepto del niño y demuestra su conocimiento
activo de un objeto. También, puede referirse tanto al espacio y a las personas como a los objetos.

4. Los comienzos del Realismo - Edad de la pandilla (9 a 12 años)

Hacia los 9 años la representación esquemática y las líneas geométricas no bastarán para permitir que el niño se
exprese; intenta ahora enriquecer su dibujo y adaptarlo a la "realidad". Por esto tendrá que abandonar el uso de líneas
geométricas, convertidas en un medio de expresión inadecuado, para seguir un medio de representación más realista,
en la que los detalles conserven su significación cuando estén separados del conjunto.

Para Lowenfeld el concepto de realismo no significa "reproducción fotográfica de la naturaleza", sino la tentativa del
sujeto por representar un objeto como un concepto visual. El autor advierte que muchos confunden el término
"realismo", con el de "naturalismo". Pero literalmente, éste último se refiere a naturaleza y el primero a lo que es real.
Tan real puede ser un árbol o una montaña, como el egoísmo de un compañero o la alegría por ganar un partido de
fútbol. Lo natural está y permanece aunque no lo miremos. Lo real arraiga en nosotros, por la experiencia que tenemos
de ello.

A esta edad el niño descubre que es miembro de una sociedad. Existe una conciencia creciente de que uno puede hacer
más en un grupo que solo, y de que el grupo es más poderoso que una persona aislada. También hay un creciente
desarrollo de la independencia social respecto de la dominación de los adultos, un aprendizaje de las estructuras
sociales en forma muy personal. Esta es una parte fundamental del proceso de desarrollo y un paso importante en la
interacción social.

El niño de esta edad comienza a pensar en términos sociales, a considerar las ideas y opiniones de los demás, pero el
cambio que lo aleja del pensamiento egocéntrico se opera lentamente.

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