Actos Juridico y Corporativo

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7.

- LOS ACTOS JURÍDICOS

Los hechos jurídicos

Los acontecimientos que ocurren en el mundo y que tienen origen en la naturaleza o en


la acción del hombre, pueden o no producir consecuencias jurídicas. Cuando las producen
reciben el nombre de hechos jurídicos; en caso contrario, se denominan hechos simples o
materiales.

Hecho jurídico es, en consecuencia, todo suceso de la naturaleza o del hombre que
produce efectos jurídicos. En otros términos, es todo acontecimiento al cual el Derecho atribuye
como consecuencia la adquisición, modificación o extinción de un derecho subjetivo.

EL ACTO JURIDICO.
De acuerdo con la teoría clásica, el acto jurídico es la manifestación de voluntad que se
hace con la intención de crear, modificar o extinguir un derecho.
El principio fundamental que rige en materia de acto jurídico es el denominado
"principio de la autonomía de la voluntad”, que significa que los particulares pueden
celebrar todos los actos jurídicos que estimen convenientes, fijar sus contenidos y
determinar sus efectos libremente, teniendo en cuenta como Única limitación que ellos no sean
contrarios a la ley, al orden pÚblico y a las buenas costumbres. El art. 1545 del
Código Civil consagra este principio al señalar: "Todo contrato legalmente celebrado es
una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o
por causas legales".

En todo acto jurídico podemos distinguir:

a) Los elementos de la esencia;


b) Los elementos de la naturaleza, y
c) Los elementos accidentales.

 Nuestro Código Civil, en el art. 1444 al definir los elementos de los contratos,
disposición que debemos extender a todos los actos jurídicos, dice que son de la esencia de
un contrato aquellas cosas sin las cuales o no produce efecto alguno, o degenera en otro
contrato diferente. De acuerdo a esta norma, existen los llamados elementos de la esencia
generales o comunes que deben concurrir en todo acto jurídico como la voluntad, el objeto,
la causa y las solemnidades establecidas por la ley en consideración a la naturaleza del
acto; su falta hace que el acto no produzca efecto alguno. Y los elementos de la esencia
específicos o propios de cada acto que son necesarios sólo en determinados actos
jurídicos, como son la cosa y el precio en la compraventa; su falta determina que ese acto
degenere en otro distinto.

 Son de la naturaleza las cosas que no siendo esenciales en él, se entienden pertenecerle,
sin necesidad de una cláusula especial. Las cosas de la naturaleza de un acto jurídico
forman parte de él, sin necesidad de que el autor o las partes lo digan expresamente,
porque la ley suple su voluntad. Pero si el autor o las partes desean excluirlos, deben
manifestar su voluntad expresamente. En la compraventa, por ejemplo, son elementos
de la naturaleza el saneamiento de los vicios ocultos o redhibitorios a que está

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obligado el vendedor.

 Son accidentales a un acto jurídico aquellas cosas que ni esencial ni naturalmente le


pertenecen, y que se le agregan por medio de cláusulas especiales. De entre ellos los más
conocidos son la condición, el plazo y el modo. Por ejemplo, si las partes nada
estipulan en un contrato de compraventa, el precio debe pagarse en el momento de la
entrega (elemento de la naturaleza); sin embargo, las partes pueden estipular que el
precio se pagará dentro de tres meses (plazo).

Requisitos de existencia del acto jurídico

Los requisitos de existencia del acto jurídico son aquellos sin los cuales no puede nacer a
la vida jurídica. Ellos son la voluntad, el objeto, la causa y las solemnidades establecidas por
la ley en consideración a la naturaleza del acto jurídico. Coinciden con los que hemos llamado
elementos esenciales.

A) La voluntad

Uno de los elementos esenciales de todo acto jurídico es la voluntad. La voluntad es la aptitud
o disposición moral para querer algo.

Propiamente puede hablarse de voluntad en los actos jurídicos unilaterales, es decir,


aquellos que se forman por la manifestación de voluntad de una sola parte; pero en los actos
jurídicos bilaterales lo correcto es hablar de consentimiento o acuerdo de voluntades.

Para que la voluntad sea considerada por el Derecho y pueda concurrir, por consiguiente, a
la formación del acto jurídico es preciso que se exteriorice y que sea seria. La exteriorización
es un requisito indispensable, puesto que el Derecho no reconoce valor a la voluntad mientras
permanezca en el fuero interno del sujeto. Esta exteriorización puede ser expresa o tácita, y,
en algunas ocasiones, el silencio, aunque es un estado meramente pasivo. Pero no basta que la
voluntad se exteriorice; es necesario además que sea seria. La manifestación de voluntad cumple
con esta condición cuando se ha hecho por persona capaz y con la intención de crear un
vínculo jurídico.

Como dijimos anteriormente, en los actos jurídicos bilaterales es más propio hablar de
consentimiento, esto es, de acuerdo de voluntades sobre un mismo objeto jurídico.
El consentimiento se forma por la concurrencia de dos actos sucesivos y copulativos
que son la oferta y la aceptación.
La oferta es un acto jurídico por el cual una persona propone a otra la celebración de un
acto jurídico en términos tales que, para que éste quede perfecto, basta con que el destinatario
de la oferta simplemente acepte.
La aceptación es el acto por el cual la persona a quien va dirigida la oferta manifiesta su
conformidad con ella.
Las normas sobre formación del consentimiento están contenidas en el Código de
Comercio.

B) El objeto

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Se entiende por objeto de un acto jurídico el conjunto de derechos y obligaciones que él crea,
modifica o extingue. Por objeto del derecho debe entenderse la cosa o el hecho sobre el que
recae.
El objeto del acto jurídico puede recaer sobre un hecho o sobre cosas materiales. En uno y otro
caso debe reunir ciertos requisitos.

El objeto que recae sobre un hecho debe ser determinado y física y moralmente posible.

 La determinación significa que el hecho del acto jurídico debe encontrarse


específicamente señalado. Si no sucediera así y se prometiera un hecho sin mayor
individualización, la voluntad no sería seria porque no habría intención de obligarse.

 El hecho es físicamente posible o, para explicarlo en términos más adecuados, es


físicamente imposible cuando es contrario a las leyes de la naturaleza. Esta imposibilidad
debe ser absoluta; el hecho debe ser irrealizable para todos los hombres.

 El objeto (hecho) es moralmente posible cuando no es contrario a la ley, las


buenas costumbres y el orden pÚblico.

Si el objeto del acto jurídico recae sobre una cosa material, ésta debe ser real, comerciable y
determinada. Que la cosa sea real no quiere decir que tenga que existir actualmente; también
cumple con este requisito una cosa que se espera que exista, una cosa futura. Es comerciable
cuando es susceptible de dominio y posesión privada; la regla general es que todas las cosas
sean comerciables, (principio de libre circulación) se exceptÚan de esta regla, en forma
absoluta, las cosas que por su naturaleza son comunes a todos los hombres, y los bienes
nacionales de uso pÚblico.

El objeto es determinado cuando por lo menos se señala su género, el que debe ser limitado.
Cuando el objeto consiste en una cantidad, no importa que esta sea incierta, basta que sea
susceptible de determinación posterior por reglas fijadas en el mismo acto jurídico.

C) La causa
Se define como "el motivo que induce al acto o contrato" (art. 1467 inciso 2º C.C.). La

causa debe ser real y lícita.

La causa es real, cuando efectivamente existe un interés que mueva a las partes a celebrar el
acto jurídico. Si, por el contrario, la causa no existía y la persona que ejecutó el acto jurídico
ignoraba esta circunstancia, el acto jurídico puede ser anulado por vicio de nulidad absoluta.

La causa es lícita cuando no está prohibida por la ley, las buenas costumbres o el orden
pÚblico.

D) Las solemnidades
No todo acto jurídico debe cumplir este requisito; sólo los llamados actos jurídicos solemnes.
Las solemnidades son ciertas formalidades externas exigidas por la ley para la existencia
del acto jurídico.

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Requisitos de validez del acto jurídico

No basta que el acto jurídico haya nacido para que produzca todos sus efectos. A su
existencia deben añadirse ciertas condiciones de validez sin las cuales el acto jurídico nace
viciado y puede ser anulado. Ellas son: voluntad no viciada, capacidad de las partes, objeto
lícito y causa lícita.

El acto jurídico en el cual no concurren estas condiciones de validez nace a la vida del
Derecho, existe, pero su existencia es precaria y puede invalidarse mediante la acción de nulidad;
pero mientras ésta no se ejercite, el acto jurídico produce todos sus efectos como si fuera
perfecto.

1) Voluntad no viciada

Los vicios de la voluntad no la excluyen, pero la determinan de manera que, si tales vicios no
hubieran existido, la voluntad se habría determinado de un modo diverso o simplemente no se
habría determinado.
Los vicios que pueden afectar la voluntad son: el error, la fuerza, el dolo y, segÚn algunos
autores, la lesión.
Los vicios de la voluntad no sólo se dan en ésta, sino también en el consentimiento.

a) El error

Podemos definir el error como "el falso juicio o concepto que se forma de una cosa o de
un hecho, basado en la ignorancia o incompleto conocimiento de la realidad de la cosa
o del hecho, o de un principio de Derecho que se presupone". De la definición se
desprende que el error puede ser de derecho o de hecho.

 El error de derecho consiste en el falso juicio formado de una norma jurídica o en la


falsa interpretación o inexacta aplicación de la misma.
Por regla general, el error sobre un punto de Derecho no vicia el consentimiento, ya que la ley
se presume conocida por toda una vez que ha entrado en vigencia (art. 8º C.C.). Acogiendo
esta idea, el art. 1452 del Código Civil prescribe: "El error sobre un punto de derecho no
vicia el consentimiento".

 El error de hecho es el falso juicio que se tiene de una persona, de una cosa o de
un hecho. El error de hecho comprende: el error esencial u obstáculo, el error que da
acción de nulidad y los errores que no vician la voluntad.

i) Error esencial u obstáculo: Es aquel que versa sobre la especie o naturaleza del acto
jurídico que se celebra o sobre la identidad de la cosa específica objeto del acto jurídico.
El primer caso ocurre, por ejemplo, si una de las partes entiende préstamo y la otra
donación; el segundo caso ocurre, por ejemplo, si en un contrato de venta el vendedor
entiende vender cierta cosa determinada y el comprador entiende comprar otra (Art. 1453
C.C.).
En estos casos, el error obsta a la formación del negocio porque no hay consentimiento.
El acto jurídico es, en estricto Derecho, inexistente.

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ii) Error- nulidad: comprende a su vez:

a) El error substancial: Que es aquél que recae sobre la sustancia o calidad


esencial del objeto sobre que versa el acto jurídico; como si una de las partes
supone que el objeto es una barra de plata y realmente es una masa de alg Ún
otro metal semejante (Art. 1454 inc. 1º C.C.).
b) El error accidental: Que es aquél que versa sobre las cualidades
accidentales del objeto; pero sólo cuando éstas han sido determinantes para la
celebración del acto jurídico (cuando han sido el principal motivo de una de
ellas para contratar) y este hecho ha sido conocido por la otra parte (Art. 1454
inc. 2º C.C.).
c) El error en la persona: Pero sólo cuando ésta ha sido determinante
para la celebración del acto (Art. 1455 C.C.); como si yo creo estar contratando
a Picasso para que pinte mi retrato y en realidad contrato a un pintor de brocha
gorda.

Estos errores producen la nulidad relativa del acto jurídico.

iii) Errores que no vician el consentimiento: Son aquellos que recaen sobre la persona
cuando el acto jurídico no ha sido celebrado en consideración a ella; y el que versa sobre
las cualidades accidentales del objeto si éstas no han sido determinantes para la
celebración del acto jurídico.

b) La fuerza

Es la presión moral o física practicada sobre la voluntad de una persona para inducirla a ejecutar
un acto jurídico.

La fuerza a la que el Derecho reconoce la facultad de viciar el consentimiento es la fuerza moral.


La fuerza física reduce a la persona objeto de ella a un estado de impotencia que hace imposible
cualquier consentimiento.

La fuerza moral "es la amenaza de una mal que, infundiendo temor en el ánimo de una persona,
la induce a realizar un negocio jurídico que de otra forma no habría realizado".

La fuerza debe reunir ciertos requisitos para que sea considerada vicio del consentimiento. Ella
debe ser: injusta o ilegítima, grave y determinante.

La fuerza es injusta o ilegítima cuando la amenaza no consiste en el ejercicio de un derecho. No


sería vicio del consentimiento la amenaza del acreedor al deudor de demandarlo en juicio si no le
cancela la deuda; el acreedor no haría más que ejercitar un derecho que le corresponde.

La fuerza es grave cuando "es capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano
juicio, tomando en cuenta su edad, sexo y condición. Se mira como una fuerza de este género todo
acto que infunde a una persona un justo temor de verse expuesta ella, su consorte o alguno de sus
ascendientes o descendientes a un mal irreparable y grave" (Art. 1456 C.C.).

El temor reverencial, esto es, el sólo temor de desagradar a las personas a quienes se debe
sumisión y respeto no basta para viciar el consentimiento.

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El mal con que se amenaza puede recaer sobre la persona o su patrimonio.

Por Último, la fuerza debe ser determinante, esto es, ejercitada con el fin preciso de
inducir a la celebración del acto jurídico, y éste debe ser el resultado de aquélla. Para que la
fuerza vicie el consentimiento no es necesario que la ejercite aquel que va a beneficiarse con ella;
basta que se haya empleado por cualquiera persona con el fin de obtener el consentimiento (Art.
1457 C.C.).

La sanción a la fuerza, al igual que los restantes vicios del consentimiento, es la nulidad
relativa del acto.

c) El Dolo

El dolo puede definirse como una serie de maquinaciones fraudulentas destinadas a inducir a
engaño a otra persona para que consienta en la celebración o ejecución de un acto jurídico.

Para que el dolo vicie la voluntad debe reunir ciertos requisitos: debe ser obra de una de las
partes, debe ser principal o determinante y debe existir intención de su autor de inducir a engaño a
la otra parte.

El dolo sólo puede ser obra de una de las partes en los actos jurídicos bilaterales, pero no en los
unilaterales en que concurre una sola parte a su formación. Es indudable que en estos casos el dolo
vicia el consentimiento por el solo hecho de provenir de una persona extraña al acto (Ej.: art. 968
Nº 4 y 5 C.C.).

Que el dolo sea principal o determinante significa que, si no hubiese existido, el acto jurídico
no se habría celebrado o se habría celebrado en condiciones distintas.

d) La lesión

Una de las principales clasificaciones de los actos jurídicos es aquélla que los divide en
gratuitos y onerosos. Estos Últimos son aquellos que tienen por objeto la utilidad de
ambos contratantes, gravándose cada uno a beneficio del otro.
Los actos jurídicos a título onerosos se subdividen a su vez, en conmutativos y aleatorios. Los
primeros son aquellos en que cada una de las partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira
como equivalente a lo que la otra parte debe dar o hacer a su vez (Arts. 1440 y 1441 C.C.).

La lesión puede definirse como "una desproporción en la equivalencia de las prestaciones que
se deben recíprocamente las partes en el acto jurídico".

Ahora bien, como la lesión tiene lugar Únicamente en los contratos bilaterales onerosos
cuando una de las partes resulta perjudicada porque ha recibido de la otra parte una prestación
de valor inferior a la que él ha suministrado.

2) Capacidad de las partes

Para que el acto jurídico sea válido se requiere, además de la voluntad no viciada, la capacidad
de las partes. La capacidad puede ser de goce y de ejercicio. Se entiende por capacidad de goce
o adquisitiva la aptitud legal de una persona para ser titular de derechos. La capacidad de goce es

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un atributo de la personalidad y no se concibe a un individuo sin ella.

La capacidad de ejercicio es la aptitud legal de una persona para ejercitar sus derechos por sí
misma; o como lo expresa el art. 1445 inc. 2º del Código Civil: "la capacidad legal de una persona
consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el ministerio o la autorización de otra".

La regla general es que todas las personas tengan capacidad de ejercicio, como lo dice el art.
1446 del Código Civil; de allí entonces que debamos estudiar las incapacidades especialmente
señaladas por el legislador.
La incapacidad de ejercicio, que en adelante llamaremos simplemente incapacidad, se divide en
absoluta, relativa y especial.

 La incapacidad absoluta prohíbe al que está afectado por ella la ejecución de


cualquier acto jurídico.

 La incapacidad relativa permite el ejercicio de los derechos, pero siempre que


concurran ciertos requisitos.

 La incapacidad especial o particular se refiere sólo a determinados actos.

SegÚn el art. 1447 inc. 1º: "Son absolutamente incapaces los dementes, los
impÚberes (esto es, el varón que no ha cumplido los catorce años y la mujer que no ha
cumplido los doce) y los sordos o sordomudos que no pueden darse a entender
claramente". Los actos de los absolutamente incapaces adolecen de nulidad absoluta, pero, en
estricto Derecho, ellos son inexistentes, ya que dichas personas carecen de voluntad o no pueden
manifestarla y, por ende, el consentimiento no puede formarse en los actos que ellos celebran. Para
que los actos de los absolutamente incapaces produzcan efectos, deben ser ejecutados por el
respectivo representante legal.

Son relativamente incapaces: los menores adultos (esto es, el varón mayor de catorce
años y la mujer mayor de doce que no han cumplido los dieciocho años) y los disipadores que se
hallen bajo interdicción de administrar lo suyo. Para que los actos de estas personas sean
válidos se requiere autorización del representante legal o que los ejecute el mismo representante
legal en nombre de ellos. Si no se cumplen estos requisitos el acto jurídico puede rescindirse
(nulidad relativa).
Son representantes legales de una persona el padre o la madre legítimos, el adoptante y su tutor o
curador (Art. 43 C.C.).

Las incapacidades especiales o particulares dicen relación con la prohibición de celebrar


determinados negocios a ciertas personas. Ej: 1796, C.C.

3) Objeto lícito
Objeto lícito es aquél que no está prohibido por la ley, las buenas costumbres o el orden
pÚblico.

Hay objeto ilícito en los siguientes casos:

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 Contratos prohibidos por las leyes (Arts. 10 y 1466 C.C.).
 Actos contrarios al Derecho PÚblico Chileno (Art. 1462 C.C.).
 En la enajenación de:
a) De las cosas que no están en el comercio.
b) De los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otras
personas.
c) De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo
autorice o el acreedor consienta en ello.
d) De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce
del litigio.
(Art. 1464 C.C.).

e) Condonación del dolo futuro (Art. 1465 C.C.).


f) Pactos sobre sucesión futura (Art. 1463 C.C.).
g) Venta, comercialización o distribución de objetos, impresos o libros
obscenos (Art. 1466 C.C.).
h) Deudas contraídas en juegos de azar (Art. 1466 C.C.).

El acto jurídico que adolece de objeto ilícito es sancionado con la nulidad absoluta.

4) Causa lícita
Causa lícita es aquélla que no está prohibida por la ley o no es contraria a las buenas
costumbres o el orden pÚblico (Art. 1467 inc. 2º C.C.).
La causa ilícita está sancionada con la nulidad absoluta del acto o contrato.

Nulidad del acto jurídico

Cuando en el acto jurídico se han omitido requisitos o formalidades que se prescriben para su
valor en atención a su naturaleza o a la calidad o estado de las partes, él es nulo. La nulidad puede
ser absoluta o relativa.

La nulidad absoluta
La nulidad absoluta es la producida por un objeto o causa ilícita, por la omisión de algÚn
requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en
consideración a la naturaleza de ellos y no a la calidad o estado de las partes que los ejecutan
o acuerdan. Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas absolutamente
incapaces (Art. 1682 C.C.).

La nulidad relativa

La nulidad relativa es la sanción impuesta por la ley a aquellos actos jurídicos que se celebran
con omisión de alguno de los requisitos o formalidad establecidos por la ley en consideración a la
calidad o estado de las partes que en ellos intervienen. La nulidad relativa es la regla general.

Son causales de nulidad relativa las siguientes:

1) Algunos vicios del consentimiento como:


a) El error substancial;
b) La fuerza;
c) El dolo; y

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d) La lesión en ciertos casos;

2) La incapacidad relativa de las partes. Consiste en la omisión de requisitos o


formalidades exigidas por la ley en consideración al estado o calidad de las partes
que ejecutan o celebran el acto o contrato.

Clasificación de los actos jurídicos

Los actos jurídicos pueden ser agrupados en ciertas categorías con caracteres comunes. Los
principales grupos o categorías son:

1) Atendiendo a las voluntades que los generan, se clasifican en actos unilaterales y


bilaterales.

Actos jurídicos unilaterales: Son aquellos que requieren para su existencia la


expresión de voluntad de una sola parte o que son generados originalmente por
una sola manifestación de voluntad. Ej.: el testamento.

Actos jurídicos bilaterales: Son aquellos que exigen el acuerdo o concurrencia


de la voluntad de dos partes. Ej.: compraventa, arrendamiento, mandato. En
doctrina reciben el nombre de convenciones.

Convención: Es un acuerdo de voluntades destinado a crear, modificar, transferir o extinguir


derechos y obligaciones. Ej.: la tradición es una convención.

Contrato: Es un acuerdo de voluntades destinado a crear derechos y obligaciones. El contrato es


una especie de convención.
Al definir esta categoría decimos que un acto jurídico es unilateral o bilateral segÚn
requieran la concurrencia de la voluntad de una o dos partes y no personas, ya que una
parte puede estar representada por una o más personas.

Para clasificar un acto jurídico de unilateral o bilateral se atiende a si son generados,


originariamente, por una sola emisión de voluntad o son generados por el concurso de las
voluntades de dos partes.

Para clasificar un contrato de unilateral o de bilateral, en cambio, debe atenderse a si ambas


partes se obligan recíprocamente o sólo se obliga una de ellas respecto de la otra, que no contrae
obligación alguna (Art. 1439).

2) Atendiendo a la utilidad que reportan a sus autores o la reciprocidad de las prestaciones,


los actos jurídicos se clasifican en onerosos y gratuitos.

Actos jurídicos a título gratuito o de beneficencia: Son aquellos que sólo tienen por objeto la
utilidad de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen (Art. 1440 C.C.). Ej.: donación,
comodato.

Actos jurídicos a título oneroso: Son aquellos que tienen por objeto la utilidad de ambos
contratantes, gravándose cada uno a beneficio del otro (Art. 1440 C.C.). Ej.: compraventa,
arrendamiento.
Los actos jurídicos a título oneroso pueden ser conmutativos o aleatorios. Son conmutativos cuando

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cada una de las partes se obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la
otra parte debe dar o hacer a su vez. Si el equivalente consiste en una contingencia incierta de
ganancia o pérdida, el acto se llama aleatorio (Art. 1441 C.C.).

3) Atendiendo a la época en que el acto deba producir sus efectos, o más bien, al presupuesto
de hecho que requieren para que sus efectos se produzcan, se clasifican en actos entre vivos y
actos por causa de muerte.

Actos jurídicos entre vivos: Son aquellos cuyos efectos se realizan, normalmente, en vida de su
autor y que, para producirlos, no requieren ni suponen la muerte de éste. Ej.: compraventa, mutuo,
donación entre vivos.

Actos jurídicos por causa de muerte: Son aquellos cuyos efectos se realizan, normalmente, a
virtud y después de la muerte de su autor y que para producirlos plenamente suponen y requieren
dicha muerte. Ej.: el testamento. Su función es regular el destino del patrimonio o bienes
determinados de su autor después de su muerte.

4) Atendiendo a si pueden o no subsistir por sí mismos, se clasifican en actos principales y


actos accesorios.

Actos jurídicos principales: Son aquellos que pueden existir por sí mismos, sin necesidad de otro
principal al cual accedan. Ej.: testamento, compraventa.

Actos jurídicos accesorios: Son aquellos que necesitan para nacer de la existencia de otro acto
principal, al cual acceden. Ej.: prenda, fianza, hipoteca.

5) Atendiendo a si producen o no todos sus efectos de inmediato, se clasifican en actos


instantáneos y actos sucesivos.

Acto jurídico instantáneo: Es el que puede producir naturalmente todos sus efectos en un solo
instante. Ej.: compraventa al contado en que se paga el precio y se entrega la cosa
simultáneamente.

Acto jurídico sucesivo: Es el que naturalmente produce sus efectos durante cierto lapso. Ej.:
arrendamiento por un plazo dado.

6) Atendiendo a si producen o no sus efectos normales, se clasifican en actos puros y simples


y actos sujetos a modalidad.

Acto jurídico puro y simple: Es aquél que produce sus efectos normales desde su constitución y
para siempre, sin alteraciones o modificaciones de ninguna especie. Ej.: compraventa al contado.

Acto jurídico sujeto a modalidad: Es aquél cuyos efectos normales son alterados por ciertas
cláusulas agregadas por voluntad de las partes o por la ley, denominadas modalidades. Son
modalidades la condición, el plazo, el modo, la representación y la solidaridad. Ej.: compraventa a
plazo.

7) Atendiendo a la forma en que se perfeccionan, se clasifican en actos consensuales, actos


solemnes y actos reales.

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Actos jurídicos consensuales: Son aquellos para cuya generación basta la manifestación o el
acuerdo de voluntades. Ej.: compraventa de bienes muebles.

Actos jurídicos solemnes: Son aquellos que no producen efectos sino cuando la
voluntad que los genera es manifestada con arreglo a ciertas formas externas. Ej.:
testamento, compraventa de bienes raíces que supone escritura pÚblica.

Actos jurídicos reales: Son aquellos que se perfeccionan por la entrega o tradición de la cosa. Ej.:
mutuo, comodato.

Copiar esquema

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según n° unilateral: interviene una sola
de voluntad. ej. oferta.
voluntad
es bilateral: dos o más voluntades. regla
gral.
gratuitos. sólo tienen por objeto la utilidad
de una de las partes sufriendo la otra el
gravamen.
conmutativo: c/u de
las partes se obliga a
dar o hacer una cosa
que se mira cmo
equilvante a lo que la
otra parte debe dar o
oneroso: tiene hacer a su vez.
gratuitos o por objeto la aleatorio:
de utilidad de equivalencia consiste
beneficencia ambos
contratantes, en una contingencia
y onerosos incierta de ganancia o
gravándose
cada uno en pérdida.
beneficio del no es lo mismo que
otro. regla grl. dependiente: aquellos
que dependen de una
convención principal
clasificaci sin la cual no puede
clasificaic ón del existir. pueden
ón acto C.C. principal: subsiste ser reales:
jurídico teoría por si mismo, sin si afectan
contrato necesidad de otra bienes
convención para
asegurar
el
principal cumplimi
y neto de la
accesorio accesorio: tiene personale
por objeto cauciones ppal.
s: si
asegurar el , pueden afectan el
cumplimiento de exitir sin patrimoni
una obligación la ppal. o gral. de
principal, no pero no una
puede subsistir subsistir. persona
sin ella.se les pueden para
llama caución o ser garantizar
garantia el
cumplimi
real: para que sea perfecto es necesaria laento.
reales, entrega de la cosa.
solemnes
consensu
ales solemne. sujetos a la observancia de ciertas
formalidades especiales.

consensuales: se perfeccionan por el solo


consentimiento de las partes.

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8.- LOS ACTOS CORPORATIVOS
Concepto: Acto corporativo es todo acto jurídico privado emanado de una institución,
corporación o persona jurídica que contiene una norma jurídica general que obliga a sus
miembros asociados.

Características
1) El sujeto del acto corporativo no es un particular, ni varios particulares, sino que
una corporación, asociación o persona jurídica, esto es, un ente colectivo.

2) El contenido de los actos corporativos es una norma jurídica general, que se


aplica a la totalidad de los miembros o asociados y a la que éstos deben
obediencia.

3) El conjunto de los actos corporativos forma el llamado "Derecho Corporativo o


Estatutario", conformado por un conjunto de normas jurídicas generales,
abstractas y permanentes que rigen la conducta no sólo de quienes las dictaron,
sino que también de aquellos que ingresaron con posterioridad a la corporación,
institución o persona jurídica.

El Derecho Corporativo está conformado fundamentalmente por los estatutos o actos de fundación
de cada institución, corporación o persona jurídica; dichos estatutos se ocupan principalmente de
lo siguiente:

1) Definir la finalidad de la institución o corporación.


2) Señalar los órganos y estructuras necesarias para conseguir o alcanzar esa finalidad.
3) Determinar el funcionamiento, facultades y composición de dichos órganos.
4) Establecer los derechos y deberes de los asociados.

PARALELO ENTRE LOS ACTOS JURÍDICOS Y LOS ACTOS CORPORATIVOS

1) Ambos son fuentes formales que provienen de la potestad normativa de los particulares; por
ende, son fuentes formales no estatales, aunque reconocidas por el Estado.

2) En cuanto a su origen, los actos jurídicos necesitan de la concurrencia o consentimiento de la


voluntad de todas las partes. En cambio, los actos corporativos se forman por mayoría y se
aplican incluso a personas que no concurrieron a su formación.

3) Los actos jurídicos emanan de una o dos partes; en cambio, el acto corporativo es un acto
colectivo radicado generalmente en la asamblea de la corporación.
4) Los actos jurídicos crean normas particulares y concretas; en cambio, los actos corporativos
crean normas generales e impersonales.

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