Lectura 4
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Lectura 4
Precedente (sentencia)
Ciudad de México. Acuerdo del Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
correspondiente al veinte de septiembre de dos mil dieciocho.
VISTOS; para resolver los autos del expediente de contradicción de tesis 369/2016 y,
RESULTANDO:
TERCERO.—Integración del asunto. Por acuerdo de uno de diciembre de dos mil dieciséis, el
Ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tuvo al Tribunal Colegiado
requerido dando cumplimiento a lo solicitado; asimismo, dispuso que pasaran los autos a la
ponencia del Ministro Eduardo Medina Mora I., en virtud de que el expediente quedó integrado con
CUARTO.—Returno del asunto. El Tribunal Pleno, en sesión de veintitrés de abril de dos mil
dieciocho, determinó desechar el proyecto presentado y returnarlo a otro Ministro o Ministra de la
mayoría conforme al turno, respectivo.
CONSIDERANDO:
Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Décimo Séptimo Circuito, al resolver el
recurso de queja **********.
Antecedentes.
a. Dos personas promovieron juicio de amparo indirecto contra actos del Juez Cuarto de lo Civil del
Distrito Judicial de Morelos, en Chihuahua, consistentes en: falta de llamamiento al juicio civil; la
falta de notificación de desalojo; la orden de lanzamiento; así como todos los actos de ejecución
tendentes a desposeerlos de un bien inmueble.
Consideraciones de la sentencia.
a. El Tribunal Colegiado declaró inoperantes los agravios, debido a que los recurrentes no atacan
las consideraciones que soportan la resolución combatida, sino que sólo se limitan a afirmar que se
d. Al respecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que una "violación manifiesta
de la ley" es la que se advierte en forma clara y patente, que resulta obvia, que es innegable e
indiscutible, así como aquella actuación de las autoridades responsables que haga visiblemente
notoria e indiscutible la vulneración a las garantías individuales del quejoso, ya sea en forma directa,
o bien, indirectamente, mediante la transgresión a las normas procedimentales y sustantivas que
rigen el acto reclamado.
e. Asimismo, la expresión "lo haya dejado sin defensa" no debe interpretarse literalmente, sino que
debe entenderse en el sentido de que la autoridad responsable infringió determinadas normas, de
tal manera que "afectó sustancialmente", al quejoso en su defensa.
Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito, al resolver el recurso de queja **********
[administrativo].
Antecedentes.
a. Una persona promovió juicio de amparo indirecto, contra el acto de la Comisión Federal de
Electricidad, por conducto del superintendente general de zona, consistente en la orden de
suspensión de energía eléctrica.
Sentencia.
b. El artículo 79, fracción VI, de la Ley de Amparo dispone que deberá suplirse la deficiencia de los
agravios en el juicio de amparo, cuando, se advierta que, ha habido en contra del particular una
violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa, por afectar derechos previstos en el
artículo 1o. de la ley de la materia. La fracción I de este último dispositivo legal establece la
procedencia del juicio de amparo contra actos de autoridad que violen derechos humanos
reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por la Constitución Federal, así como por
los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte.
e. Así, la determinación del juzgador de amparo de desechar de plano una demanda de amparo
implica, en sí misma, un impedimento para el acceso eficaz a la justicia, de manera que, cuando el
desechamiento no se ajusta a la ley, se traduce en una violación a ese derecho humano; es decir,
constituye una violación evidente que deja sin defensa al quejoso, en virtud de que coarta en forma
contundente y definitiva, su acceso a la justicia.
f. En razón de lo anterior, es válido suplir la deficiencia de los agravios cuando el tribunal ad quem
advierta una violación al derecho humano de acceso a la justicia, pues considera que el
desechamiento de la demanda no se encuentra ajustado al artículo 113 de la Ley de Amparo.
g. Lo anterior, porque la consideración de que el acto reclamado no proviene de una autoridad para
los efectos del juicio de amparo, no puede entenderse como una causa manifiesta e indudable de
improcedencia, que justifique su desechamiento, porque en el auto inicial el Juez no está en
posibilidad jurídica, ni material, de analizar si el acto reclamado a la Comisión Federal de
Electricidad, constituye o no un acto de autoridad, debido a que en esa etapa no tiene los elementos
suficientes para llegar a esa conclusión.
h. [Máxime] que las jurisprudencias en que se apoyó el Juez, se emitieron durante la vigencia de la
Ley de Amparo abrogada, y conforme al artículo 5o., fracción II, de la nueva Ley de Amparo existen
diversos criterios para determinar la calidad de autoridad responsable, aspectos que no fueron
tomados en cuenta en la emisión de los indicados criterios jurisprudenciales.
Derivado de la reiteración del criterio, el Tribunal Colegiado aprobó la jurisprudencia XXVII.3o. J/27
(10a.), publicada en la página 1743, Libro 19, Tomo II, junio de 2015, Décima Época de la Gaceta
del Semanario Judicial de la Federación, «y en el Semanario Judicial de la Federación del viernes 5
de junio de 2015 a las 9:30 horas.» que dispone:
CUARTO.—En principio es relevante precisar que es criterio del Pleno de este Alto Tribunal que,
para tener por configurada la contradicción de tesis, es innecesario que los elementos fácticos
analizados por los Tribunales Colegiados contendientes sean idénticos, pues lo trascendente es que
el criterio jurídico establecido por ellas en un tema similar sea discordante esencialmente.
Cabe advertir, que la regla de mérito no es absoluta, pues el Tribunal Pleno dejó abierta la
posibilidad de que previsiblemente cuando la cuestión fáctica analizada sea relevante e incida en el
criterio al cual arribaron los Tribunales Colegiados contendientes, sin ser rigorista, es válido declarar
la inexistencia de la contradicción de tesis denunciada.
"Contradicción de tesis 36/2007-PL. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 30 de abril de 2009. Unanimidad de diez votos. Ausente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretario: Alfredo
Villeda Ayala.
"Contradicción de tesis 34/2007-PL. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 5 de enero de 2010. Once votos. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretaria: Constanza Tort San Román.
"Contradicción de tesis 37/2007-PL. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 5 de enero de 2010. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls
Hernández. Secretaria: Paola Yaber Coronado.
"Contradicción de tesis 45/2007-PL. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 5 de enero de 2010. Once votos. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.
"Contradicción de tesis 6/2007-PL. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 11 de marzo de 2010. Mayoría de nueve votos en relación
con los puntos resolutivos de la sentencia respectiva; votaron en contra: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano y Sergio A. Valls Hernández; unanimidad de once votos en relación con el criterio
contenido en esta tesis. Ponente: Luis María Aguilar Morales. Secretario: Francisco Gorka Migoni
Goslinga.
"El Tribunal Pleno, el doce de julio en curso, aprobó, con el número 72/2010, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a doce de julio de dos mil diez.
"Contradicción de tesis 36/2007-PL. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 30 de abril de 2009. Unanimidad de diez votos. Ausente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretario: Alfredo
Villeda Ayala.
"El Tribunal Pleno, el diecinueve de junio en curso, aprobó, con el número XLVII/2009, la tesis
aislada que antecede. México, Distrito Federal, a diecinueve de junio de dos mil nueve.
"Notas:
"La tesis P./J. 26/2001 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, abril de 2001, página 76."
Los antecedentes relatados, ponen en evidencia que sí existe contradicción de criterios, porque en
los asuntos analizados por los Tribunales Colegiados contendientes, prevalecen los siguientes
elementos:
c) En contra del auto que desechó la demanda, los quejosos interpusieron recurso de queja.
Así, mientras el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Décimo Séptimo
Circuito consideró que no procede suplir la deficiencia de los agravios, en términos de la fracción VI
del artículo 79 de la Ley de Amparo, porque el desechamiento de una demanda de amparo no
puede estimarse como una violación manifiesta, toda vez que el quejoso está en aptitud de recurrir
el acto, mediante el recurso de queja y, por ende, exponer los motivos y razones por las que
consideraban ilegal la actuación del Juez de Distrito.
En cambio, el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito estimó que sí procede suplir
la deficiencia de los agravios, en términos de la fracción VI, del artículo 79, de la Ley de Amparo,
sólo cuando el desechamiento no se ajusta a la ley y cuando no se apoya en una causa manifiesta
e indudable de improcedencia, porque ello constituye una violación evidente que deja sin defensa al
quejoso, al coartar en forma contundente y definitiva su acceso a la justicia.
Ahora bien, a fin de dar orden y sentido a la presente resolución, atendiendo al punto de
contradicción, deben puntualizarse de manera preliminar las dos premisas sobre las que se sostiene
el punto de contradicción, la primera es la suplencia de la queja y la segunda es la facultad del Juez
de desechar la demanda por actualizarse una causa notoria y manifiesta de improcedencia.
I. Suplencia de la queja.
En la contradicción de tesis 228/2014, resuelta en sesión de veinte de octubre de dos mil dieciséis,
este Pleno explicó de manera breve pero concisa el concepto y evolución histórica de la suplencia
de la queja.
Así, se explicó que la suplencia de la queja deficiente, como un principio que informa a las
sentencias dictadas en el juicio de amparo, se reguló en el segundo párrafo de la fracción II del
artículo 107 de la Constitución de mil novecientos diecisiete.
Con el tiempo y tras sucesivas reformas constitucionales (1951, 1962, 1974 y 1986), los alcances
del principio se han dotado de mayor contenido, dejándose en manos del legislador ordinario la
determinación del ámbito de eficacia de la suplencia de la queja.
En la reforma del diecinueve de febrero de mil novecientos cincuenta y uno, la abrogada Ley de
Amparo contempló –de manera expresa– la suplencia de la deficiencia de la queja en el artículo 76,
en el sentido de que podría suplirse la deficiencia cuando el acto reclamado se fundara en leyes
declaradas inconstitucionales por jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
materia penal y en favor de la parte obrera.
Ese precepto fue interpretado por esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el sentido de que
el término "podrá" del segundo párrafo del artículo 76 de la entonces Ley de Amparo, no indicaba
una facultad discrecional, sino implicaba una obligación que debería asumir el juzgador.
El cuatro de febrero de mil novecientos sesenta y tres, se agregó, entre otros supuestos, la
suplencia de la queja en materia agraria; así mismo, el veinte de mayo de mil novecientos ochenta y
seis, se publicó la adición del artículo 76 Bis, regulando con carácter de obligatorio la suplencia de
la queja en los juicios de amparo.
En la Ley de Amparo, publicada en el Diario Oficial de la Federación de dos de abril de dos mil
trece, se previó de igual manera el principio constitucional de suplencia de la queja, como una
institución de capital importancia, dentro de nuestro sistema jurídico, con el fin de impedir la
denegación de justicia por razones de carácter meramente técnico-jurídicos.
Ahora bien, resulta relevante hacer énfasis en que la suplencia de la queja constituye una excepción
al principio de estricto derecho que rige en el juicio de amparo, el cual consiste en que los
Conforme a este principio, puede darse el caso, de que no obstante que el acto reclamado sea
notoriamente inconstitucional, se niegue al quejoso el amparo por no haber expuesto un argumento
suficiente e idóneo que acredite su inconstitucionalidad.
Pues bien, la suplencia de la queja es una excepción al principio de estricto derecho, por lo que el
juzgador de amparo está facultado para corregir o mejorar, incluso construir, en algunos casos, los
argumentos que demuestren la inconstitucionalidad del acto reclamado, cuando advierta que el
quejoso obtendrá un beneficio.
El deber de suplir la deficiencia de la queja, cuando se advierta un beneficio para el quejoso, implica
para el juzgador de amparo la posibilidad de ejercer amplias facultades para analizar el acto
reclamado y determinar su inconstitucionalidad, con independencia de los conceptos de violación o
agravios planteados.
El juicio de amparo ha sido diseñado para proteger a las personas contra normas generales, actos y
omisiones de los poderes públicos o de particulares, en los casos señalados en la Ley de Amparo,1
que vulneren derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y en tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte.
Su tramitación, procedencia y sustanciación se rige por las reglas que, para tal efecto, prevé la Ley
Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Federal. De manera particular, el
artículo 61 de la ley describe una serie de actos o causas que hacen improcedente el juicio de
amparo; asimismo, el numeral 62 del propio ordenamiento legal, establece el análisis oficioso de las
causas de improcedencia.
"Artículo 113. El órgano jurisdiccional que conozca del juicio de amparo indirecto examinará el
escrito de demanda y si existiera causa manifiesta e indudable de improcedencia la desechará de
plano."
No se requiere mayor esfuerzo interpretativo para advertir que la norma en cita faculta al Juez para
desechar la demanda de amparo, cuando advierta una causa manifiesta e indudable de
improcedencia; sin embargo, surge la pregunta: ¿qué se entiende por manifiesto e indudable?
Agregó que la manifiesta e indudable improcedencia debe surgir con la sola lectura del escrito de
demanda y los anexos que se le acompañen, de modo que se considere probada sin lugar a dudas,
Así, concluyó, para que un motivo de improcedencia sea manifiesto e indudable, es necesario que
de manera clara y patente así se advierta del escrito de demanda, a manera de que se tenga la
certeza y plena seguridad de su existencia.
Las anteriores razones dieron lugar a la jurisprudencia P./J. 128/2001, emitida por el Pleno de este
Alto Tribunal, aplicable por analogía y publicada a página 803, octubre de 2001, Tomo XIV, Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, aplicable por identidad, dispone:
En ese orden de ideas, si el órgano jurisdiccional que conoce del juicio de amparo indirecto decide
desechar de plano la demanda respectiva, con las facultades que le confiere el artículo 113 de la
Ley de Amparo, debe partirse de la premisa de que el juzgador federal, en ejercicio de su función
jurisdiccional, ha ponderado y concluido que se actualiza una causa manifiesta e indudable de
improcedencia, en cuyo caso está obligado a motivar su determinación, es decir, explicar cómo
llegó a esa decisión.
No obstante lo anterior, la Ley de Amparo prevé la procedencia del recurso de queja en contra de la
resolución que desecha una demanda de amparo indirecto,2 tal cual ocurrió en los asuntos de
donde derivaron los criterios en contradicción.
Una vez explicados los alcances de las dos premisas del punto de contradicción, conviene ahora
explicar cómo debe entenderse el contenido de la fracción VI, del artículo 79, de la Ley de Amparo,
el cual señala:
"Artículo 79. La autoridad que conozca del juicio de amparo deberá suplir la deficiencia de los
conceptos de violación o agravios, en los casos siguientes:
"I. En cualquier materia, cuando el acto reclamado se funde en normas generales que han sido
consideradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y
de los Plenos de Circuito. La jurisprudencia de los Plenos de Circuito sólo obligará a suplir la
deficiencia de los conceptos de violación o agravios a los juzgados y Tribunales del Circuito
correspondientes;
"b) En favor del ofendido o víctima en los casos en que tenga el carácter de quejoso o adherente;
"a) En los casos a que se refiere la fracción III del artículo 17 de esta ley; y
"b) En favor de los ejidatarios y comuneros en particular, cuando el acto reclamado afecte sus
bienes o derechos agrarios.
"V. En materia laboral, en favor del trabajador, con independencia de que la relación entre
empleador y empleado esté regulada por el derecho laboral o por el derecho administrativo;
"VI. En otras materias, cuando se advierta que ha habido en contra del quejoso o del particular
recurrente una violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa por afectar los derechos
previstos en el artículo 1o. de esta ley. En este caso la suplencia sólo operará en lo que se refiere a
la controversia en el amparo, sin poder afectar situaciones procesales resueltas en el procedimiento
en el que se dictó la resolución reclamada; y
"VII. En cualquier materia, en favor de quienes por sus condiciones de pobreza o marginación se
encuentren en clara desventaja social para su defensa en el juicio.
"En los casos de las fracciones I, II, III, IV, V y VII de este artículo la suplencia se dará aún ante la
ausencia de conceptos de violación o agravios. En estos casos solo se expresará en las sentencias
cuando la suplencia derive de un beneficio.
"La suplencia de la queja por violaciones procesales o formales sólo podrá operar cuando se
advierta que en el acto reclamado no existe algún vicio de fondo."
Cabe advertir que la interpretación y aplicación de dicha fracción por parte de esta Suprema Corte
de Justicia de la Nación se ha realizado en diversos precedentes, por lo que no se trata de una
cuestión novedosa para esta Suprema Corte de Justicia. Incluso en algunos precedentes se ha
hecho referencia al artículo 76 Bis, fracción VI, de la Ley de Amparo abrogada, en la que se
contemplaba una hipótesis similar, por lo que también serán de utilidad para resolver el presente
punto de contradicción.
En ese sentido, al resolverse el amparo directo en revisión 502/2014,3 se determinó que en los
términos del artículo 79 de la Ley de Amparo vigente, la suplencia de la queja en asuntos en materia
administrativa, sólo procede cuando el tribunal de amparo constate que hubo en contra del quejoso
o del particular recurrente una violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa por
afectar los derechos previstos en el artículo 1o. de la propia Ley de Amparo,4 esto es, los derechos
fundamentales previstos en la Constitución y en los tratados internacionales de que México sea
Parte.
En dicho precedente se señaló que el texto del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo abrogada, que
regulaba también los supuestos de procedencia de la suplencia de la queja deficiente, tenía una
redacción similar al texto vigente, en cuanto señalaba, en lo que interesa:
"Artículo 76 Bis. Las autoridades que conozcan del juicio de amparo deberán suplir la deficiencia de
los conceptos de violación de la demanda, así como la de los agravios formulados en los recursos
que esta ley establece, conforme a lo siguiente:
"...
"VI. En otras materias, cuando se advierta que ha habido en contra del quejoso o del particular
recurrente una violación manifiesta de la ley que lo haya dejado sin defensa."
Al respecto, este Alto Tribunal emitió diversos criterios que interpretaron el artículo 76 Bis de la Ley
de Amparo abrogada, concluyendo que la expresión "lo haya dejado sin defensa" no debe
interpretarse literalmente, sino que debe entenderse en el sentido de que la autoridad responsable
infringió determinadas normas de tal manera que "afectó sustancialmente" al quejoso en su
defensa.
Asimismo, sostuvo que una "violación manifiesta de la ley" es la que se advierte en forma clara y
patente, que resulta obvia, que es innegable e indiscutible, así como, aquella actuación de las
autoridades responsables que haga visiblemente notoria e indiscutible la vulneración a las garantías
individuales del quejoso, ya sea en forma directa, o bien, indirectamente, mediante la transgresión a
las normas procedimentales y sustantivas y que rigen el acto reclamado. En esa misma línea se
expusieron los siguientes criterios:
"Tesis LIV/89 aprobada por el Tribunal en Pleno en Sesión Privada celebrada el martes veintiuno de
noviembre de mil novecientos ochenta y nueve. Unanimidad de diecisiete votos de los señores
Ministros: Magaña Cárdenas, Alba Leyva, Azuela Güitrón, Rocha Díaz, Castañón León, Fernández
Doblado, Pavón Vasconcelos, Adato Green, Rodríguez Roldán, Martínez Delgado, Carpizo Mac
Gregor, González Martínez, Moreno Flores, García Vázquez, Chapital Gutiérrez, Díaz Romero y
presidente del Río Rodríguez. Ausentes: de Silva Nava, Castañón León, López Contreras,
Villagordoa Lozano y Schmill Ordóñez. México Distrito Federal a veintitrés de noviembre de 1989.
"Tesis LIX/89 aprobada por el Tribunal en Pleno en sesión privada celebrada el martes veintiuno de
noviembre de mil novecientos ochenta y nueve. Unanimidad de diecisiete votos de los Ministros:
Magaña Cárdenas, Alba Leyva, Azuela Güitrón, Rocha Díaz, Castañón León, Fernández Doblado,
Pavón Vasconcelos, Adato Green, Rodríguez Roldán, Martínez Delgado, Carpizo Mac Gregor,
González Martínez, Moreno Flores, García Vázquez, Chapital Gutiérrez, Díaz Romero y presidente
del Río Rodríguez. Ausentes: de Silva Nava, Castañón León, López Contreras, Villagordoa Lozano
y Schmill Ordóñez. México Distrito Federal a veintitrés de noviembre de 1989."
"Tesis LV/89 aprobada por el Tribunal en Pleno en Sesión Privada celebrada el martes veintiuno de
noviembre de mil novecientos ochenta y nueve. Unanimidad de diecisiete votos de los señores
Ministros: Magaña Cárdenas, Alba Leyva, Azuela Güitrón, Rocha Díaz, Castañón León, Fernández
Doblado, Pavón Vasconcelos, Adato Green, Rodríguez Roldán, Martínez Delgado, Carpizo Mac
Gregor, González Martínez, Moreno Flores, García Vázquez, Chapital Gutiérrez, Díaz Romero y
presidente del Río Rodríguez. Ausentes: de Silva Nava, Castañón León, López Contreras,
Villagordoa Lozano y Schmill Ordóñez. México Distrito Federal a veintitrés de noviembre de 1989."
"Amparo en revisión 2614/96. Bering Internacional de México, S.A. de C.V. 9 de julio de 1997.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juventino V. Castro
y Castro. Secretario: Roberto Javier Ortega Pineda.
"Amparo en revisión 3525/97. Concretos y Asfaltos de Toluca, S.A. de C.V. 29 de abril de 1998.
Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Mario Flores García.
"Amparo en revisión 2207/97. Seguros Inbursa, S.A., Grupo Financiero Inbursa. 17 de junio de
1998. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Mario Flores García.
"Amparo en revisión 421/2000. Javier García Acosta y otro. 26 de abril de 2000. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Marco Antonio Arredondo Elías.
"Tesis de jurisprudencia 17/2000. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintisiete de septiembre de dos mil, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios,
Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas."
En el precedente reseñado, se precisó que dicha interpretación sigue siendo aplicable al artículo 79
de la Ley de Amparo vigente, que impone la suplencia de la queja deficiente cuando el tribunal de
amparo advierta una violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa por afectar los
derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de que el
Estado Mexicano sea Parte, dado que no se opone a lo establecido en la ley vigente, sino que
resulta concordante.
Conforme a lo anterior, los órganos jurisdiccionales de amparo sólo están obligados a suplir la
deficiencia de la queja cuando adviertan una violación evidente, esto es, clara, innegable, que
afecte substancialmente al quejoso en su defensa. Sólo en esos casos, no se exigirá al quejoso que
haya hecho valer la violación de que se trate, ni que haya cumplido con los requisitos que establece
la Ley de Amparo para el estudio de los conceptos de violación. Dichos argumentos dieron origen al
criterio 1a. LXXIII/2015 (10a.) de la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia, cuyos datos de
identificación, rubro y texto señalan:
"Amparo directo en revisión 502/2014. Lorenzo Alcantar López y otros. 21 de mayo de 2014. Cinco
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente:
Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz.
"Esta tesis se publicó el viernes 27 de febrero de 2015 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de
la Federación."
En esas condiciones, una vez delimitados los alcances de la suplencia de la queja, del
desechamiento por una causa notoria y manifiesta de improcedencia, así como de las hipótesis de
la suplencia de la queja por una violación de la ley que haya dejado al quejoso sin defensa, procede
analizar el punto en contradicción.
IV. Desechamiento por una causa notoria y manifiesta de improcedencia como violación evidente de
la ley que lo haya dejado sin defensa.
Lo anterior, pues en el referido artículo 79, en específico en su párrafo primero se establece que los
Jueces de amparo deben suplir la deficiencia de la queja tanto de los "conceptos de violación",
como también de los "agravios". Así, conforme a dicha referencia, es factible concluir que la
suplencia de la queja también opera en los recursos previstos en la Ley de Amparo, por lo que no
sólo existe el deber del Juez de suplir la deficiencia de la queja con relación al acto reclamado, sino
también en algún recurso, respecto de resoluciones emanadas dentro del juicio de amparo.
Corrobora lo anterior, el hecho de que la transcrita fracción VI del artículo 79, establezca que la
suplencia de la queja debe darse cuando se advierta que ha habido en contra del particular
recurrente una violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa, de lo cual es factible
concluir que se refiere a la facultad de los órganos revisores de suplir la queja en los recursos en
materia de amparo, al analizar los planteamientos de los recurrentes, es decir, de las partes que
interponen algún recurso.
Tomando en cuenta lo expuesto en los párrafos anteriores, conviene recordar que el punto en
contradicción se refiere a la suplencia de la queja en un recurso de queja interpuesto contra el auto
del Juez de Distrito que desecha una demanda de amparo, por lo que es factible concluir, que la
suplencia de la queja puede realizarse en un recurso de queja, pues se trata de un medio de
defensa previsto en el artículo 97 de la Ley de Amparo, de forma específica en la fracción I, inciso
a), que permite interponerlo en contra de resoluciones que desechen una demanda de amparo, tal y
como acontece en los asuntos que dieron origen al presente asunto.
En segundo lugar, para resolver el punto en contradicción, este Tribunal Pleno retoma lo expuesto
en los diversos precedentes para concluir que es procedente la suplencia de la queja, en términos
del artículo 79, fracción VI, de la Ley de Amparo, cuando el órgano jurisdiccional al analizar la
resolución recurrida advierte el desechamiento indebido de la demanda, por no actualizarse una
causa manifiesta e indudable de improcedencia.
En efecto, el artículo sujeto a análisis, establece como primer elemento para que sea procedente
suplir la queja de los agravios que exista una "violación evidente de la ley".
En ese sentido, para resolver el presente caso, debe entenderse que la violación debió cometerse
en contra de algún precepto de la Ley de Amparo, en el que se fundó el órgano jurisdiccional para
emitir su resolución, motivo por el cual, el órgano revisor trataría de analizar si existió alguna
violación a lo previsto en el artículo 113 de la Ley de Amparo. En razón de ello, es posible decir que
dicha hipótesis se actualiza cuando se advierte en forma clara y patente dicha violación, esto es,
cuando resulta de manera obvia, innegable e indiscutible que se transgredió el artículo 113 de la
Ley de Amparo.
En razón de ello, en el caso que se analiza, esto es, la suplencia de la queja en un recurso de queja
en el que se combate una resolución en la que se desechó la demanda por actualizarse una causal
de improcedencia notoria y manifiesta, no es dable exigir que dicha transgresión a la ley deba
afectar un derecho previsto en el artículo 1o. de la Constitución, en tanto que el objeto del juicio de
amparo es precisamente analizar los actos que transgreden dichas normas constitucionales, por lo
que de obligar al cumplimiento de dicho requisito se estaría exigiendo una doble afectación a
derechos humanos, restringiendo indebidamente la facultad de suplir la queja.
En esas condiciones, esa hipótesis se refiere a la suplencia de la queja respecto de los conceptos
de violación que se hacen valer en contra del acto reclamado, pues ahí sí resulta lógico que opere
la suplencia de la queja, cuando se afecten derechos humanos, pero no puede exigirse respecto de
agravios en el recurso de queja.
Así, la resolución que dicta el Juzgado de Distrito en la que desecha una demanda de amparo, es
un acto que debe cumplir con lo previsto en el artículo 113 de la Ley de Amparo, por lo que requiere
de un ejercicio de valoración del Juez respecto de la naturaleza del acto reclamado y de los
elementos que se anexan a la demanda para determinar si se actualiza de manera notoria y
manifiesta una causal de improcedencia; en razón de ello, dicho ejercicio de valoración permitirá a
su vez que el órgano revisor identifique si el órgano jurisdiccional de origen cumplió con lo previsto
en dicho artículo, como lo es la existencia de una causa notoria y manifiesta de improcedencia,
conforme a lo cual podrá determinar si con dicho ejercicio se violó de manera evidente la ley.
Por esos motivos, este Tribunal Pleno considera que la resolución que desecha una demanda de
amparo indirecto, por actualizarse una causa notoria y manifiesta de improcedencia, sí puede
considerarse una resolución en la que el órgano jurisdiccional pudo cometer una violación
manifiesta de la ley, motivo por el cual ello podría actualizar uno de los supuestos previstos en la
fracción VI del artículo 79 de la Ley de Amparo, a juicio del órgano revisor.
Por otro lado, ese mismo precepto establece como segundo requisito que dicha violación "lo haya
dejado sin defensa"; hipótesis que debe entenderse como una afectación substancial al quejoso en
el procedimiento de amparo con motivo de las normas que fueron infringidas; situación que se
configura al negarse el acceso al juicio de amparo con el desechamiento de la demanda, en tanto
que ya no tendría posibilidad de continuar con la acción y, por lo tanto, no podrá demostrar la
inconstitucionalidad del acto reclamado, lo cual lo dejaría sin defensa.
Ahora bien, el hecho de que en contra de la resolución que desecha la demanda de amparo
proceda el recurso de queja, no puede tomarse como un elemento para no suplir la queja, en
relación con la hipótesis "lo haya dejado sin defensa", pues en el caso al ser una violación evidente
a la ley es responsabilidad del órgano garantizar el acceso a la justicia, por lo que no pueden
imponerse obstáculos procesales sino por el contrario deben brindarse los elementos que
garanticen la posibilidad de defensa, lo cual acontece supliendo la queja si el órgano revisor
advierte que se violó de manera manifiesta la ley y ello no fue combatido por la parte recurrente.
Además, dicha exigencia (prohibir la suplencia a partir de la existencia del recurso de queja) haría
inviable este supuesto de suplencia, ya que la mayoría de los actos en el amparo cuentan con un
medio de defensa y la finalidad es que opere esta suplencia para garantizar el efectivo acceso al
amparo; así, no puede considerarse que un quejoso quedó sin defensa sólo en el caso de que la
resolución que se emita no cuente con un recurso o medio de defensa para revertir la situación, tal y
como lo resolvió este Pleno en el criterio LIX/89, antes transcrito.
En esas condiciones, en virtud de que el recurso de queja tendrá por objeto verificar la legalidad de
la resolución, en cuanto a si cumplió con los requisitos que establece el artículo 113 de la Ley de
Amparo para desechar la demanda de amparo; será posible suplir la deficiencia de la queja en el
momento que el órgano revisor analice los agravios y advierta que el Juzgado de Distrito violó dicho
precepto de manera manifiesta, pues esa transgresión afectaría sustancialmente la defensa del
quejoso, en tanto que se le negaría acceso al juicio de amparo, ya que tendría como consecuencia
confirmar el desechamiento de la demanda.
En consecuencia, este Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que
Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, devuélvanse los autos relativos al lugar de su origen
y, en su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido.
Se aprobó por unanimidad de diez votos de los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena, Cossío Díaz, Luna
Ramos, Franco González Salas, Zaldívar Lelo de Larrea, Pardo Rebolledo, Piña Hernández, Laynez
Potisek, Pérez Dayán y presidente Aguilar Morales, respecto de los considerandos primero,
segundo, tercero y cuarto relativos, respectivamente, a la competencia, a la legitimación, a los
criterios denunciados y a la existencia de la contradicción.
Se aprobó por mayoría de ocho votos de los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena, Cossío Díaz, Luna
Ramos apartándose de las consideraciones, Franco González Salas apartándose de una
consideración, Zaldívar Lelo de Larrea, Pardo Rebolledo, Pérez Dayán y presidente Aguilar
Morales, respecto del considerando quinto, relativo al estudio de fondo. Los Ministros Piña
Hernández y Laynez Potisek votaron en contra. El Ministro Cossío Díaz anunció voto concurrente.
Se aprobó por unanimidad de diez votos de los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena, Cossío Díaz, Luna
Ramos, Franco González Salas, Zaldívar Lelo de Larrea, Pardo Rebolledo, Piña Hernández, Laynez
Potisek, Pérez Dayán y presidente Aguilar Morales.
El Ministro Eduardo Medina Mora I. no asistió a la sesión de veinte de septiembre de dos mil
dieciocho por gozar de vacaciones, en virtud de haber integrado las Comisiones de Receso
correspondientes a los primeros periodos de sesiones de dos mil diecisiete y dos mil dieciocho.
El Ministro presidente Aguilar Morales declaró que el asuntó se resolvió en los términos precisados.
En términos de lo previsto en los artículos 113 y 116 de la Ley General de Transparencia y Acceso
a la Información Pública; así como en el Acuerdo General 11/2017, del Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, publicado el dieciocho de septiembre de dos mil diecisiete en el Diario
Oficial de la Federación, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente
como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.
Nota: Las tesis de jurisprudencia 2a./J. 112/2010 y 2a./J. 113/2010 citadas en esta ejecutoria,
aparecen publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo
XXXII, agosto de 2010, páginas 364 y 365, respectivamente.
____________________
1. Artículo 1o., párrafo último, de la Ley de Amparo.
3. Resuelto por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de veintiuno de mayo de dos mil
catorce.
4. "Artículo 1o. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia que se suscite:
"I. Por normas generales, actos u omisiones de autoridad que violen los derechos humanos
reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, así como por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
Parte ..."