Articulacion de La Columna vertebralBLOQUE1
Articulacion de La Columna vertebralBLOQUE1
Articulacion de La Columna vertebralBLOQUE1
El humano es un ser articulado cuyos diferentes segmentos pueden moverse, unos con
relación a los otros, en virtud de la presencia de las articulaciones que permiten el
desplazamiento y el movimiento en conjunto. Su integridad total facilita la vida de relación
y la armonía de los movimientos.
Las sinartrosis son uniones entre los huesos o estructuras articuladas, mediante tejido
conectivo sólido o semisólido. Se clasifican de acuerdo con el tejido conectivo principal
que compone la articulación: fibrosas, cartilaginosas, óseas
En las sindesmosis los huesos se encuentran unidos por estructuras compuestas por
fibras elásticas o de colágeno alineadas en paralelo, adoptando la forma de una banda o
cinta (ligamento). Si el ligamento es corto, el movimiento se encuentra muy limitado. Si el
ligamento es de mayor longitud, permite una movilidad más amplia (como el ligamento
estilohioideo).
Articulaciones cartilaginosas
Articulaciones óseas
Las soldaduras óseas entre huesos se denominan sinostosis. Estas articulaciones óseas
son completamente inmóviles. Algunos ejemplos: entre el esfenoides y el occipital y entre
los cuerpos vertebrales del sacro.
Las articulaciones sinoviales (diartrosis) son uniones entre los huesos que presentan,
entre las superficies articulares, una cavidad interpuesta con líquido sinovial en su interior.
En general son articulaciones móviles. Su movilidad depende de la forma de las
superficies articulares y de los ligamentos que sostienen entre sí a los huesos articulados.
Superficies articulares
Las diartrosis son clasificadas por la forma que presentan sus superficies articulares (fig.
1-21):
A. Articulación plana [artrodia]: presenta superficies articulares más o menos planas que
se deslizan una sobre la otra (por ejemplo: entre las apófisis articulares vertebrales,
articulación cigapofisaria). Presenta un movimiento multiaxial de escaso desplazamiento.
Cápsula
En este caso, puede ocurrir que una parte o la totalidad del cartílago epifisario se localice
dentro de los límites de la cápsula articular (véase fig. 1-6). La disposición de la cápsula
articular como un manguito fibroso está condicionada a las superficies articulares. Su
espesor es variable y depende de la fisiología articular. Presenta engrosamiento en los
lugares donde se ejercen fuerzas de tracción, que constituyen los ligamentos. En la
articulación del codo y en la articulación talocrural, los ligamentos son bien diferenciados y
espesos en sus partes laterales, mientras que la cápsula es delgada por los amplios
movimientos de flexión y de extensión.
Movimientos simples
flexión plantar del pie es el movimiento del tobillo que desciende el extremo anterior del
pie.
Movimientos complejos
La pronación del pie es el movimiento de torsión del antepié, con la elevación del borde
lateral del pie.
La supinación del pie es el movimiento de detorsión del antepié, con la elevación del
borde medial del pie.
Las vértebras están unidas entre sí a nivel de sus cuerpos y de sus apófisis (procesos)
articulares, donde se ponen en contacto unas con otras. Se encuentran unidas a nivel de
las láminas, pero no tienen contacto.
Superficies articulares
Están formadas por las caras superior e inferior de los cuerpos vertebrales. La depresión
cóncava que se observa en el hueso aislado se encuentra atenuada por una lámina de
cartílago que tapiza la parte central (fig. 5-1)
Medios de unión
Están representados por todos los discos intervertebrales y por un estuche fibroso,
reforzado por adelante y por atrás mediante los ligamentos longitudinales anterior y
posterior [vertebrales comunes].
Discos intervertebrales
Se comportan como ligamentos interóseos. Tienen forma de lente biconvexa; sus caras
superior e inferior adhieren a las caras de las vértebras que unen. El espesor es mayor en
la parte anterior de las porciones cervical y lumbar, allí donde la columna describe una
curva de convexidad anterior; en la columna torácica, es más elevado atrás, allí donde la
columna describe una curva de concavidad anterior. Pero las curvaturas de la columna no
se deben solo al espesor de los discos, sino que también participa la forma de las
vértebras. Estructura (fig. 5-2): los discos intervertebrales se hallan formados por dos
porciones, una periférica, fibrosa, y otra central, blanda y gelatinosa:
- Porción periférica: dura y elástica, forma una especie de anillo adaptado a las
superficies, denominado anillo fibroso .Las fibras que forman una laminilla tienen todas la
misma dirección: verticales para la flexión y la extensión, transversales para el movimiento
de rotación y oblicuas para los movimientos complejos de la columna vertebral.. Elásticas
en la edad joven, sus fibras tienden a esclerosarse: esta es la pérdida de la elasticidad
espinal en el adulto y en el anciano.
- Porción central: está formada por un centro blando y gelatinoso, el núcleo pulposo, y
se halla algo más cerca de la circunferencia posterior. Transparente, opalino y depresible
en el sujeto joven, se torna amarillento, seco y duro con la edad, lo cual disminuye la
flexibilidad de la columna. Esta involución es favorecida por la escasa vascularización del
centro del disco. El núcleo pulposo tiene una función importante en los movimientos de la
columna: se alarga o se concentra sobre sí mismo. Puede desplazarse hacia adelante o
hacia atrás en la medida en que lo permite la elasticidad de la parte fibrosa del disco.
Ligamentos periféricos
Forman dos largas láminas fibrosas a lo largo de toda la columna vertebral: una anterior y
otra posterior.
Ambos ligamentos solidarizan así los cuerpos vertebrales. Ricos en fibras elásticas, se
disponen en un plano superficial y en otro profundo.
Son sinoviales planas en las regiones cervical y torácica, y trocoides en la región lumbar
(fig. 5-4).
Medios de unión
Están representados por una cápsula delgada y laxa en las cervicales, más firme y
compacta en las torácicas, y más resistente aún en las lumbares. Para estas dos últimas
regiones se describe un ligamento posterior que refuerza la cápsula. La membrana
sinovial, de pequeñas dimensiones, es importante por su patología; su función exige su
integridad.
Se establecen por medio de los ligamentos amarillos derechos e izquierdos, para cada
espacio entre láminas (fig. 5-5). De forma cuadrangular, poseen un borde superior,
insertado en la cara anterior de la lámina suprayacente; un borde inferior, insertado en el
borde superior de la lámina subyacente; un borde lateral, que recubre la parte medial de
la cápsula articular de las apófisis (procesos) articulares, a la que se adhiere y un borde
medial, donde sus fibras se reúnen con el ligamento amarillo del lado opuesto. Estos
ligamentos son muy resistentes y muy elásticos. Son más estrechos, altos y gruesos
cuanto más inferiores se encuentran en la columna vertebral. Su cara anterior
corresponde al conducto (canal) vertebral (espacio epidural); su cara posterior está oculta
por la lámina suprayacente y por los músculos erectores de la columna.
-Ligamento supraespinoso
Cada una de las regiones de la columna vertebral posee caracteres propios que le
confieren posibilidades funcionales diferentes
Las apófisis (procesos) articulares presentan carillas articulares planas que encajan poco.
ARTICULACIÓN ATLANTOOCCIPITAL
Se trata de una articulación sinovial de tipo elipsoideo.
Superficies articulares
La cara inferior del occipital presenta los dos cóndilos orientados hacia abajo y
lateralmente. Son alargados, oblicuos de atrás hacia adelante y de lateral a medial, y
convexos a la vez en sentido anteroposterior y transversal. El atlas posee, para recibir a
los cóndilos occipitales, las dos carillas articulares superiores del atlas, cóncavas en todos
los sentidos; responden con bastante
exactitud a la forma de los cóndilos, por lo tanto, miran hacia arriba y medialmente.
Medios de unión
La cápsula se inserta en el contorno de las superficies articulares, y se halla reforzada por
ligamentos gruesos: anteriores, posteriores y laterales; y delgado sobre su cara medial.
No tienen identidad anatómica y funcional sino en la parte posterolateral.
Con respecto a la membrana atlantooccipital posterior, forma una lámina fibrosa ancha,
que va desde el borde posterior del foramen magno hasta el borde superior del arco
posterior del atlas, tanto a la derecha como a la izquierda. Cubre, por atrás, el espacio
occipitovertebral (fig. 18-1). Este espacio se utiliza para la punción suboccipital.
Sinovial
Existe una para cada una de las dos articulaciones: derecha e izquierda. Son lo bastante
extensas para ser afectadas por inflamaciones e infecciones variadas (en ella puede
localizarse la tuberculosis, participando en el mal de Pottsuboccipital).
ARTICULACIÓN ATLANTOAXOIDEA
Comprende en realidad dos articulaciones distintas:
A. Articulación atlantoaxoidea lateral.
B. Articulación atlantoaxoidea mediana.
Articulación atlantoaxoidea lateral
Está constituida por dos articulaciones (una derecha y otra izquierda) que reproducen,
entre el atlas y el axis, las articulaciones de las apófisis (procesos) articulares de las
vértebras más inferiores; como estas, pertenecen a la categoría de las articulaciones
sinoviales planas.
Superficies articulares
Del lado del atlas, las carillas articulares ocupan la cara inferior de las masas laterales y
están orientadas hacia abajo y medialmente.
Del lado del axis, las carillas situadas a cada lado de la base del diente del axis se
encuentran orientadas hacia arriba y lateralmente. Poco importa que en el hueso seco
estas superficies sean cóncavas en sentido transversal y planas en sentido
anteroposterior. En efecto, su revestimiento cartilaginoso las transforma en superficies
convexas en todos los sentidos, especialmente en el anteroposterior; esta disposición es
muy favorable a los movimientos de las dos vértebras una sobre la otra
(fig. 18-2).
Medios de unión
Existen dos cápsulas distintas reforzadas por pequeños ligamentos, sobre todo
medialmente. Deben recordarse en particular:
– Ligamento atlantoaxoideo anterior, lámina fibrosa impar, tendida desde el borde
inferior del arco anterior del atlas hasta la cara anterior del cuerpo del axis.
– Ligamento atlantoaxoideo posterior, también impar, es una lámina fibrosa insertada
por arriba, en el arco posterior del atlas y en su tubérculo posterior, y abajo, en las
láminas del axis y en la base de su apófisis (proceso) espinosa (es equivalente a los
ligamentos amarillos de las articulaciones subyacentes).
Sinovial
Muy laxa, en especial adelante, presenta pequeños refuerzos adiposos que rellenan las
partes periféricas de la interlínea articular.
Articulación atlantoaxoidea mediana
Su anatomía determina, en gran parte, la libertad de movimiento de la cabeza con
respecto a la columna vertebral. Es una trocoide.
Superficies articulares
Están constituidas por dos elementos:
A. Anillo atloideo, formación osteofibrosa constituida por:
– Hacia adelante, la cara posterior del arco anterior del atlas, que posee una pequeña
superficie ovalada incrustada de cartílago, la fosita del diente, prolongada lateralmente
por la cara medial de las masas laterales (fig. 18-3).
– Hacia atrás, el ligamento transverso del atlas, cinta fibrosa muy resistente, extendida
desde una masa lateral hasta la otra, siguiendo un trayecto ligeramente cóncavo hacia
adelante. Está unida al borde anterior del foramen magno por un haz ascendente
(fascículo longitudinal superior) y a la cara posterior del cuerpo del axis por un haz
descendente (fascículo longitudinal inferior). El conjunto adopta la forma de una cruz: es
el ligamento cruciforme del atlas (fig. 18-4).
B. Diente del axis, presenta dos carillas articulares:
– Una anterior para el arco anterior del atlas (articulación atlantoaxoidea mediana
anterior)
– Una posterior para el ligamento transverso del atlas (articulación atlantoaxoidea
mediana posterior).
Medios de unión
Se trata esencialmente de la membrana tectoria, la que asegura el contacto entre el
atlas y el diente del axis. Este último se halla sólidamente encajado en el anillo
osteofibroso, en el cual puede girar libremente.
Sinoviales
Son distintas por delante y por detrás, donde tapizan a cada una de las pequeñas
cápsulas, difíciles de identificar.
Su unión es sólida y poco móvil. Brinda un punto de apoyo fijo a las costillas, que son
móviles.
Los espacios entre las láminas son estrechos; las láminas están imbricadas como las
tejas de un tejado.
Son fuertes y móviles. El disco intervertebral es grueso: 1/3 de la altura del cuerpo
vertebral.
Los espacios entre las láminas y los espacios interespinosos son verticales y anchos, y
se hallan ocupados por ligamentos elásticos.
Articulación lumbosacra
- El disco intervertebral es muy grueso, cuneiforme, más ancho en su parte anterior que
en la posterior.
- Las articulaciones posteriores están muy separadas unas de las otras. Su superficie es
más plana que en la región lumbar; el ligamento posterior está más reforzado y la unión
de las apófisis (procesos) lumbares con sus homólogas sacras es el principal obstáculo
para el deslizamiento hacia adelante de la columna lumbar. Cuando las apófisis
(procesos) articulares lumbares pierden su solidaridad con el conjunto de la vértebra
(espondilólisis), la 5.a lumbar se desliza hacia adelante (espondilolistesis).