9° - Sociales - Periodo 2
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CONCEPTUAL
Analiza las diferentes formas de orden mundial en el siglo XX con la Gran
INDICADORES DE Guerra en los aspectos políticos, económicos, ambientales y tecnológicos
DESEMPEÑO para valorar la importancia de los Derechos Humanos y la función de
ASOCIADOS A LA organizaciones internacionales.
COMPETENCIA
PROCEDIMENTAL
Identifica y explica con dominio los grandes cambios sociales, políticos y
culturales ocurridos en el mundo en el siglo XX.
ACTITUDINAL
Asume una posición crítica frente a situaciones de discriminación y abuso
por irrespeto a las posiciones ideológicas y propongo formas de
cambiarlas.
ACTIVIDAD Los y las estudiantes leerán una guía elaborada por el profesor. En primer
GENERAL lugar, responderán un taller de comprensión lectora que les permitirá
identificar las características más importantes del concepto estudiado:
ideología política. Luego, como parte del ejercicio procedimental, buscarán
en internet una ideología política (liberalismo, conservadurismo,
comunismo, fascismo y nazismo) y buscarán una información precisa. El
ejercicio se realizará de forma individual. Además, las y los estudiantes
deben realizar un pequeño ensayo donde manifiestan la forma como
comprenden el mundo y construyan su visión de mundo ideal.
CRITERIOS DE Ubicar en el ejercicio de consulta la información requerida de forma clara y
VALORACION precisa. Expresar con claridad las nociones económicas, sociales, políticas y
DE LA ACTIVIDAD culturales en las cuales se desenvuelve tu vida cotidiana.
ASOCIADOS Describir con precisión las características conceptuales en el ejercicio de
A LO comprensión lectora
CONCEPTUAL
Logro: Identifica y explica con dominio los grandes cambios sociales, políticos y culturales ocurridos en el
mundo en el siglo XX.
IDEOLOGÍA POLÍTICA1
Las ideologías entrañan una peculiar concepción del mundo, una cosmovisión. Idealistas unas,
materialistas otras, ellas son desde el punto de vista filosófico distintas maneras de entender la libertad, la
justicia social, el equilibrio entre la libertad y la autoridad, las tensiones entre la libertad y la igualdad, la
organización y fines del Estado, la función de éste en el proceso económico de la sociedad, los linderos
del concepto democrático, la organización y participación popular, la distribución del ingreso, los límites y
responsabilidad social del derecho de propiedad y otros temas cardinales de la convivencia humana.
La ideología es la forma como cada sujeto o grupo de sujetos ve el mundo, de acuerdo con sus
conocimientos, experiencias, sensibilidades, condicionamientos y lugar que ocupa en la estructura social
(particularmente, en el proceso de producción económica) factores, todos éstos, que le imprimen una
manera de ver las cosas.
1
Tomado de: http://www.enciclopediadelapolitica.org/Default.aspx?i=&por=i&idind=780&termino. Web en línea. Último acceso
20/07/2016.
Tienen toda la razón los pensadores marxistas cuando afirman que la posición económico-social de cada
persona condiciona su ideología. Esto es lo que ocurre normalmente, salvo casos excepcionales. Quienes
están ubicados en las alturas del escalafón social (banqueros, grandes empresarios, terratenientes,
personas adineradas) piensan que el sistema bajo el cual viven y medran es el mejor posible y que hay
que defenderlo. Creen sinceramente que es el más libre, justo y eficiente. Asumen esta ideología
consciente o inconscientemente. Con frecuencia no se dan cuenta siquiera de que sus percepciones, su
pensamiento, sus gustos, sus preferencias, sus valoraciones han sido condicionadas por su posición
económica. Tienden a adoptar, por tanto, una actitud profundamente conservadora. Aborrecen los
cambios que puedan trastocar el orden social y afectar su posición de privilegio. Las normas de Derecho
que rigen la sociedad (obra humana al fin) responden a esta ideología y protegen los intereses de
quienes tienen el poder suficiente para formularlas.
Hay también una relación directamente proporcional entre el nivel de educación de ellas y la fuerza y
convicción con que piensan y sienten una ideología. Las elites y las capas mejor educadas en el
escalafón social tienden a adherirse más a los planteamientos ideológicos.
En este campo las personas se mueven entre dos extremos: la convicción ideológica profunda, que
determina para ellas una constante manera de ser y de ver las cosas, y el pragmatismo, que es el
inmediatismo utilitario, desde el cual se juzga la verdad —o, mejor, la conveniencia— de las doctrinas
políticas. Son ellas dos posiciones antagónicas frente a la vida social: fundada en ideas, la una, y
empírica, la otra, ligada no a las ideas sino a los intereses. Por eso con la palabra pragmatismo, en el
ámbito político, se quiere decir “anti ideología”.
Las ideologías dicen lo que hay que hacer desde el poder y para quién, mientras que los esquemas
programáticos, que son un desprendimiento de ellas, señalan el cómo y el cuánto de tales acciones. En
consecuencia, en todos los actos gubernativos está inscrita la ideología. Por ejemplo, la elaboración del
presupuesto estatal y, dentro de él, la fijación de prioridades en el gasto público son cuestiones
esencialmente ideológicas. El por qué se privilegia una inversión o se hace una obra y se posterga otra
encuentra en la ideología su respuesta.
Y puesto que inevitablemente sus propuestas tienen destinatarios, es decir, favorecen o perjudican a
alguien concreto, todas las ideologías políticas llevan en sus entrañas una ética, o sea una justificación
axiológica de sus planteamientos. Hay una ética del poder y una ética de la distribución del ingreso. El
fascismo, por ejemplo, benefició a determinadas elites políticas y económicas. El liberalismo y el
neoliberalismo privilegian los intereses de pequeños grupos identificados o identificables dentro de la
sociedad. Los socialismos tienen también sus beneficiarios, que son los trabajadores intelectuales y
manuales. Las ideologías, al definir el papel del Estado en la sociedad, las relaciones de producción y de
propiedad, los límites de la autoridad pública y los linderos de la libertad personal, no pueden dejar de
“favorecer” o de “perjudicar” a determinados sectores sociales. A esto se refiere la ética de las ideologías.
a) El análisis crítico del presente, con referencias necesarias al pasado histórico del que nace.
b) El señalamiento de objetivos de futuro, con todas las implicaciones internas e internacionales que
éstos tienen.
c) La metodología para alcanzarlos, es decir, el repertorio de medidas a tomarse para el tránsito del
presente, con todas sus carencias, al futuro deseado, con todas sus expectativas.
Las ideologías tienen siempre un dejo de amargura por las frustraciones actuales y de esperanza por los
logros del porvenir. Esto ha hecho que con frecuencia a los ideólogos políticos del cambio se les imputara
“amargura” o “resentimiento social”. La interpretación y crítica del pasado usualmente contiene reproches.
Esto es lógico en las ideologías que propugnan el cambio social. Es cuestión de posiciones de filosofía de
la historia. Los utopistas ponían mucho énfasis en los valores éticos y concluían que las fallas del pasado
se debían a transgresiones morales. Los pensadores católicos analizaban las cosas en función de
categorías religiosas. Los marxistas y los representantes de otras tendencias socialistas, en cambio,
asignaban gran importancia a las cuestiones económicas.
Mezcla de descontento con lo que se tiene y esperanza con lo que se quiere tener, la ideología diseña el
mundo deseable. A veces confunde la realidad con la utopía. Encierra una serie de medios para
solucionar los problemas sociales. Esos medios se organizan en políticas, planes, programas y medidas a
ejecutarse para alcanzar el tránsito de la realidad actual a la realidad futura.
La revolución digital (que avasalla todo, modifica el rostro del mundo, impone la velocidad como el signo
de los tiempos, suplanta la dimensión espacial por la dimensión temporal en todas las actividades
humanas, “desterritorializa” la vida de las sociedades) ha afectado también a las ideologías políticas o,
para ser más preciso, a la explicación y comunicación de ellas, que tradicionalmente se hicieron por
medio de la palabra escrita o hablada. En la política contemporánea, que se hace a través de los
modernos medios audiovisuales creados por la informática, la imagen se ha sobrepuesto a la palabra. Y
esto ha tenido obvias consecuencias limitantes sobre la explicación, análisis y difusión de las ideologías.
En el curso de los tiempos han surgido muchas ideologías políticas, algunas de las cuales alcanzaron
preeminencia en un tramo de la historia universal: el conservadurismo, el liberalismo, el anarquismo, las
versiones del fascismo, el marxismo, las varias opciones socialistas y el neoliberalismo.
1. ¿Quién es su fundador?
2. Menciona 3 principios que la fundamenten
3. ¿En qué país y durante que años esa ideología predominó?
4. ¿Qué parte de la población se beneficia?
5. ¿Qué es para esa ideología el Progreso?
TALLER N°3: (actitudinal)
Realiza un pequeño escrito ideológico. Para ello, utiliza las siguientes preguntas como base
para desarrollar tu escrito:
¿cómo ves el mundo en el que vives? ¿Te gusta, no te gusta? ¿Qué te gusta que y que
no te gusta? ¿Cómo quisieras que fuese el mundo? ¿Cómo te gustaría que fuese tu
vida?
¿te gusta tu barrio? ¿Qué le cambiarías y por qué?
¿Cómo crees podrías vivir mejor?