¿Cómo Instituyó La Eucaristía? (CICI-C # 273)

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Ceremonia religiosa de la iglesia católica en la que se celebra el sacramento de la eucaristía y se hace el memorial de la

muerte y la resurrección de Jesús; consta de una primera parte en la que se leen las lecturas bíblicas del día y el sacerdote
hace la homilía y una segunda parte en la tiene lugar la consagración del pan y del vino y se reparte la comunión.
"la eucaristía es la principal celebración religiosa de la iglesia católica"
sinónimos: misa
¿Qué es la Eucaristía?
La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos,
hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo
de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una
prenda de la vida eterna. (Catecismo de la Iglesia Católica #1322-1323-1409)
  ¿Qué significa Eucaristía?
Eucaristía significa acción de gracias.  En los cuatro relatos de institución de la Eucaristía, aparece nuestro Señor dando
gracias.  Esto nos indica que, según la mente y el corazón del Señor, la oblación del sacrificio eucarístico va estrechamente
unida a la acción de gracias.
Es esencial al culto de Dios darle gracias por los beneficios recibidos.  Y ¡qué mayor beneficio que Jesucristo mismo
entregado por nosotros!  Y nosotros con Cristo, unidos a Él en la Misa, es la mejor acción de gracias.
7.      ¿Qué otros nombres recibe este Sacramento?
Santa Misa:  La palabra Misa viene de la frase de despedida en latín “Ite, missa est”, que significa literalmente “Vayan, son
enviados”.  Quiere decir que somos enviados en misión evangelizadora después de cada Misa.
Sagrada Comunión:  Dado que en la Santa Misa recibimos a Cristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, es decir, con todo
su ser de Hombre y todo su ser de dios, sabemos que nos unimos con El, por eso hablamos de Comunión:  común-unión.
Santísimo Sacramento del Altar:   Santísimo, porque es el Sacramento de los Sacramentos.  Con este nombre se designan
las especies eucarísticas guardadas en el sagrario. 
¿Cómo instituyó la Eucaristía? (CICI-C # 273)
Después de reunirse con los Apóstoles en el Cenáculo, Jesús tomó en sus manos el pan, lo partió y se lo dio, diciendo:
«Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros». Después tomó en sus manos el
cáliz con el vino y les dijo: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y
eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres, para el perdón de los pecados. Haced esto en
conmemoración mía»
4.      ¿Por qué la Eucaristía es tan importante en la vida de la Iglesia?
La celebración de la Eucaristía es el corazón de la comunidad cristiana.  En la Eucaristía la Iglesia se hace Iglesia. 
No somos la Iglesia de Cristo porque nos llevamos bien o porque pertenecemos a un grupo eclesial o a una determinada
Parroquia.  Somos Iglesia, porque en la Eucaristía recibimos el Cuerpo de Cristo y continuamente estamos siendo
transformados en el Cuerpo de Cristo que es su Iglesia.
¿Cómo está Jesucristo presente en la Eucaristía?
Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real
y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre, está presente
en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino. (Catecismo de la Iglesia Católica
#1373-1375 1413)
283. ¿Qué significa transubstanciación?
Transubstanciación significa la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo, y de toda la
sustancia del vino en la sustancia de su Sangre. Esta conversión se opera en la plegaria eucarística con la consagración,
mediante la eficacia de la palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo. Sin embargo, permanecen inalteradas las
características sensibles del pan y del vino, esto es las «especies eucarísticas». (Catecismo de la Iglesia Católica #1376-1377-
1413)
es el sacramento en el que el pan y el vino SE CONVIERTEN EN EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO.
- La Eucaristía es el ALIMENTO DEL ALMA. Así como nuestro cuerpo necesita comer para vivir, para no estar débil sino
fuerte, para no estar enfermo sino sano... así nuestra alma necesita COMULGAR para estar sana y fuerte.
Cristo mismo dijo:
¨El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo le resucitaré el último dìa¨.
- Muchas veces tenemos ganas de ser muy buenos, pero luego vienen los problemas de la vida, nuestras pasiones, las
tentaciones y entonces nuestros buenas deseos se esfuman. Nos desanimamos, nos volvemos tibios y hasta pecamos. ¿Por
qué?.
Porque ser bueno, ser SANTO... ¡es duro!
No bastan nuestras fuerzas, necesitamos tomar fuerza de Jesús, divino alimento del alma. Entonces nos sentiremos otros,
capaces de todo y podremos decir como San Pablo:
¨Vivo yo, pero ya no soy yo quien vive, porque es Jesús quien vive en mi ¨ (Gal 2,20).
P. ¿Cuál es el efecto de la Eucaristía? R. Que siendo la Eucaristía la fuente de todas las gracias, y en la que se contiene al
Autor de todos los dones y Sacramentos, causa muchos y muy admirables efectos, así acerca del alma, como del cuerpo. El
primero y principal es una gracia cibativa o aumento de gracia, que sirve a fomentar y alimentar y nutrir las fuerzas del alma
en lo espiritual. Este efecto lo causa la Eucaristía, no cuando se recibe en la boca o mientras se retiene en ella, sino cuando
se traga; pues entonces es cuando se verifica el comer o beber. El segundo efecto es la remisión de los pecados veniales de
que no tenga complacencia el que la recibe. El tercer efecto es preservar de los mortales, lo que hace la Eucaristía por
medio de una auxilio actual, excitando la devoción, aumentando la caridad, y comunicando al alma nuevas fuerzas, para
triunfar de las asechanzas y tentaciones del enemigo. El cuarto efecto mediato es la remisión de la pena temporal debida
por los pecados; lo que hace mediate, mediante los actos férvidos de caridad a que se excita el que la recibe, por medio del
auxilio comunicado por su virtud. El quinto efecto es la actual dulzura, suavidad, y deleite que con otras muchas delicias
perciben los que la reciben devotamente; porque pinguis est panis Christi & praebet delitias Regibus. El sexto efecto es una
especial unión con Cristo conforme a lo que dice el Señor por S. Juan cap. 6 in me manet, & ego in illo. El séptimo efecto es
la adopción para la gloria; porque como también dijo el mismo Jesucristo: Qui manducat hunc panem, vivet in aeternum. S.
Juan en el mismo capit.

Jesucristo instituyó la Eucaristía el Jueves Santo, «la noche en que fue entregado» (1 Co 11, 23), mientras celebraba con sus
Apóstoles la Última Cena.

Los Efectos de la Sagrada Eucaristía


La doctrina de la Iglesia, con respecto a los efectos o los frutos de la Sagrada Comunión, se centra en dos ideas: (a) la unión
de Cristo por amor y (b) el alimento espiritual del alma. Ambas ideas se verifican frecuentemente en uno y el mismo efecto
de la Sagrada Comunión.
(a) La unión con Cristo por amor
El primero y principal efecto de la Sagrada Eucaristía es la unión con Cristo por amor (Decr. pro Armenis: adunatio ad
Christum), esta unión como tal no consiste en la recepción sacramental de la Hostia, sino en la unión mística y espiritual con
Jesús por la virtud teologal del amor. Cristo mismo designó la idea de la Comunión como una unión de amor: "El que coma
mi Carne y beba mi Sangre, habita en mi y Yo en él " (Juan 6, 57).
(b) El refrigerio espiritual del alma
Un segundo fruto de esta unión con Cristo por amor es un incremento de la gracia santificante en el alma del comunicante
merecedor. Permítaseme resaltar aquí al principio que la Sagrada Eucaristía no constituye per se a una persona en el estado
de gracia, como lo hacen los sacramentos de los muertos (bautismo y penitencia), sino que presupone tal estado. Es, por lo
tanto, uno de los sacramentos de los vivos. Es imposible para el alma en estado de pecado mortal recibir el Pan Celestial con
beneficio, de la misma manera que es imposible para un cadáver asimilar alimento y bebida.
(c) Perdón del pecado venial y preservación del pecado mortal
Aunque la Sagrada Comunión no perdona per se el pecado mortal, tiene sin embargo el tercer efecto de "borrar el pecado
venial y preservar el alma del pecado mortal " (Concilio de Trento, Ses. XIII, cap. 2). La Sagrada Eucaristía no es solo un
alimento, sino también una medicina. La destrucción del pecado venial y de todo afecto a él, se entiende claramente sobre
la base de las dos ideas centrales mencionadas arriba. Así como el alimento material borra debilidades menores del cuerpo
y preserva de debilitamiento la fuerza física del hombre, así este alimento de nuestras almas hace desaparecer nuestras
afecciones espirituales menores y nos preserva de la muerte espiritual. Como unión basada en amor, la Sagrada Eucaristía
limpia con su flama purificadora las más pequeñas manchas que se adhieren al alma, y al mismo tiempo sirve como un
efectivo profiláctico contra pecados atroces.
(d) La promesa de nuestra resurrección
Como último efecto podemos mencionar que la Eucaristía es la "promesa de nuestra gloriosa resurrección y eterna felicidad
" (Concilio de Trento, Ses. XIII, cap. 2), de acuerdo a la promesa de Cristo: "El que coma mi carne y beba mi sangre, tendrá
vida perdurable: y lo resucitaré el último día." Por ende, la principal razón de que los antiguos Padres, como Ignacio (Efes.,
20), Irineo (Adv. haer., IV, XVIII, 4) y Tertuliano (De resurr. carn., VIII), así como escritores patrísticos ulteriores insistieran
tan fuertemente en nuestra futura resurrección, fue la circunstancia de que es la puerta por la que entramos a felicidad sin
fin.
Comulgar en primer lugar, es la carne y la sangre que Cristo da "para la vida del mundo",
es decir, toda su existencia concreta: su cuerpo muerto para destruir la muerte y su
cuerpo resucitado para manifestar la resurrección. En segundo lugar, cuerpo de Cristo
significa el "pan que partimos", el "pan de vida": "El que come de este pan vivirá para
siempre. Y el pan que yo le daré es mi carne para la vida del mundo"

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