Sentencia T-586/13: Tratamiento A La Salud
Sentencia T-586/13: Tratamiento A La Salud
Sentencia T-586/13: Tratamiento A La Salud
Magistrado ponente:
NILSON PINILLA PINILLA
SENTENCIA
En la revisión del fallo proferido por el Juzgado Veintiséis Penal del Circuito
con Funciones de Conocimiento de Bogotá, dentro de la acción de tutela
instaurada por la señora Herminda Leal Barón, en representación de su hijo
menor de edad Juan Pablo Rodríguez Leal, contra Humana Vivir EPS, ahora
Human Heart EPS y la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá.
El asunto llegó a la Corte por remisión que hizo el referido despacho judicial,
en virtud de lo ordenado por los artículos 86 (inciso 2°) de la Constitución y
32 del Decreto 2591 de 1991; la Sala Quinta de Selección de la Corte, en auto
de mayo 16 de 2013, lo eligió para revisión.
I. ANTECEDENTES.
3. Carné de afiliación del menor a Humana Vivir EPS, Nivel I (f. 14 ib.).
6. Historia clínica del menor Juan Pablo Rodríguez Leal (f. 61 ib.).
C. Actuación procesal.
Agregó que la EPS solicitó los servicios pretendidos por la actora a la Clínica
Neurorehabilitar, pero les indicaron “que en esos momentos se encuentran
todos los cupos copados, por lo que solicitaron el servicio en el Centro
Integral Jah Rafa Ltda., y que la consulta con neuropediatría se encuentra
programada para el día 16 de febrero del año en curso” (fs. 32 y 33 ib.).
H. Impugnación.
La actora impugnó el fallo con argumentos similares a los del escrito de tutela,
y agregó que “es vital tener en cuenta que mi hijo requiere un tratamiento de
rehabilitación integral especializado en autismo infantil + retardo mental
grave, situación por la cual es necesario acceder al tratamiento en una
entidad que tenga la infraestructura y profesionales especializados en autismo
infantil + retardo mental grave, factores que las instituciones donde me han
enviado no tienen, ya que no realizan un tratamiento diferencial para
pacientes con autismo infantil + retardo mental grave (el tratamiento se
realiza junto a pacientes de otros diagnósticos en las mismas instalaciones y
condiciones), sin tener en cuenta que son diagnósticos completamente
diferentes que requieren intervenciones terapéuticas distintas para al
evolución positiva de todos los tratamientos” (fs. 58 y 59 ib.).
autorizar una valoración con un especialista del Centro Integral Jah Rafa
para establecer la procedencia del tratamiento pertinente” (fs. 34 y 35 ib.).
Primera. Competencia.
1Cfr., entre otras, sobre la protección especial a los niños, las sentencias T-550 de 2001 y T-864 de 2000, M.
P. Alfredo Beltrán Sierra, T-510 de 2003 y T-397 de 2004, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa, T-943 de
2004, M. P. Álvaro Tafur Galvis, T-265 de marzo 17 de 2005, M. P. Jaime Araújo Rentería, principios
reiterados en las sentencias T-765 de octubre 10 de 2011 y T-681 de agosto 27 de 2012, ambas M. P. Nilson
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Es por lo anterior, que la acción de tutela para proteger los derechos de los
niños se considera procedente, en tanto que forman parte de aquel grupo de
personas a las que por mandato constitucional el Estado debe una especial
Pinilla Pinilla.
8 Razonamiento reiterado en las sentencias T-855 de octubre 28 de 2010 y T-392 de mayo 17 de 2011, ambas
M. P. Humberto Antonio Sierra Porto.
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9En la sentencia T-920 de julio 17 de 2000, M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz, la Corte tuteló el derecho de
unos menores afectados por parálisis cerebral y retardo mental, a quienes el ISS les suspendió el tratamiento
de rehabilitación integral que les prestaba, al afirmar: “La existencia de la exclusión que señala el ISS-EPS no
es objeto de discusión. Con todo, cabe hacer distintas precisiones. Así, por una parte, no es claro que el
tratamiento de rehabilitación que se prestaba a los menores no fuera necesario para el manejo médico de sus
enfermedades y de sus secuelas. El mismo hecho de que ese tratamiento les fuera brindado por profesionales
de las ciencias de la salud es de por sí elocuente. Sin embargo, podría aceptarse que la integralidad del
tratamiento abarca elementos de distinto orden, con lo cual se hace difícil, si no imposible, ubicar la
pertenencia del mismo a una determinada área de trabajo o del conocimiento.”
10 F. 10 cd. Corte.
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Los criterios a los cuales se hace referencia son los siguientes: (1) la falta del
servicio médico afecta los derechos a la vida y a la integridad personal del
solicitante; (2) el servicio no puede ser sustituido por otro que se encuentre
incluido en el plan obligatorio; (3) el interesado no puede directamente
costearlo, y no puede acceder al servicio por otro plan distinto que lo
beneficie; y (4) el servicio médico ha sido ordenado por un médico adscrito a
la entidad encargada de garantizar la prestación del servicio 11, en principio
aunque no indefectiblemente.
11 Sentencias T-300 de marzo 21 de 2001, M. P. Clara Inés Vargas Hernández; T-593 de julio 17 de 2003 M.
P. Álvaro Tafur Galvis y T-833 de 2005, M. P. Alfredo Beltrán Sierra, entre otras.
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III. DECISIÓN
RESUELVE