M03 - 02 - Modulo-III - Unidad 2

DIPLOMADO EN FORMACIÓN TEOLÓGICA
1
INTRODUCCIÓN
E
n esta unidad el alumno reconocerá la veta crítica de una ideología de poder que
recorre al evangelio de Marcos. No obstante que los cuatro evangelios se
refieren a lo mismo, cada uno de ellos lo hace de un modo distinto, esto en virtud
de que cada uno de ellos fue redactado pensando en la problemática propia de la
comunidad a la cual iba dirigido. Así, dentro de la comunidad de Marcos, había una
tendencia a interpretar de una manera triunfalista el mesianismo de Jesús: se
acercaban a Él, le seguían, sólo como resucitado pero evadían recordar y asumir su
muerte en la Cruz, como si ello fuera un hecho que pudiera refutar su condición de
mesías. En la unidad veremos que el evangelio de Marcos nos enseña que sólo
comprenderemos al mesías siguiéndole hasta la cruz.
Escrito entre los años 65 - 70 d. C en una zona rural de Siria, al evangelio de Marcos
se le conoció durante muchos años como el evangelio de los milagros, y es que se
trata del evangelio que más espacio le dedica a relatar los milagros realizados por
Jesús. Sin embargo, en la unidad veremos que al leer este evangelio resulta claro que
el propósito de Marcos no consiste en dar cuenta de la capacidad de Jesús para hacer
milagros; su propósito es otro, en la narración de Marcos observamos que Jesús no
quiso darse a conocer como mesías a partir de tales milagros. Marcos no sólo nos
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relata que Jesús hizo tal o cual milagro, sino también que en cada ocasión pedía que a
nadie se le contase nada sobre el milagro que se le había visto realizar; a esto es a lo
que en la unidad llamamos secreto mesiánico. El evangelio de Marcos nos conduce a
que nos hagamos la pregunta de qué entendemos por milagro, pues lo que Marcos se
proponía era corregir las interpretaciones mágicas y triunfalistas de Jesús.
En la unidad veremos que la forma en que se encuentra estructurado el evangelio
ayuda a expresar el mensaje que Marcos se proponía transmitir. En su comienzo
hallamos una parte introductoria que incluye las palabras sobre Juan, el bautismo y las
tentaciones de Jesús. Después viene el mensaje central del evangelio, que se
desarrolla en dos momentos cuyo contraste ayuda a expresar el mensaje central del
evangelio. En el primero de ellos asistimos a la progresiva revelación de Jesús y,
paradójicamente, a la vez a una progresiva incomprensión, incluso de sus mismos
seguidores. En un segundo momento, Jesús revela como condición para ser su
discípulo su seguimiento hasta la cruz. Entre ambas partes, como bisagra que
comunica una con otra, se halla la pregunta sobre la identidad de Jesús, “¿quién es
Jesús?”. Esta pregunta es central pues de la respuesta que se le dé depende de qué
manera se vaya a entender el ser discípulo de Jesús.
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Para la comprensión plena de los conceptos vertidos en este tema, el alumno deberá
haber cursado completa la Unidad 1 de este módulo, “Introducción a los evangelios
sinópticos”. Antes de iniciar el estudio de esta Unidad 2 es altamente recomendable
que revise sus apuntes, el resumen de la Unidad 1 y los términos de glosario.
Los conocimientos adquiridos en esta unidad le servirán al alumno para ubicar en el
evangelio de Marcos el mensaje crítico que él transmitió a su comunidad cuando se
consolidaba dentro de ésta un seguimiento desentendido de la cruz, que sólo
reconocía y seguía al Cristo glorioso y resucitado. Aún hoy, tal interpretación triunfalista
de la vida de Jesús conduce a un cristianismo estático, aquel que se ha establecido
cómodamente, sin conflictos, en un mundo injusto. En la cruz el mesianismo de Jesús
se manifiesta como entrega de la vida en rescate por muchos, como solidaridad con los
que sufren.
Como ya vimos en la Unidad anterior, Jesús de Nazaret luego de su experiencia como
discípulo de Juan Bautista da formación a un movimiento profético-popular que tuvo un
desarrollo rápido y vigoroso, lo que muestra que respondía a las expectativas del
pueblo pobre, que sufría los estragos sociales, políticos y económicos que realizaba el
imperio romano en sus colonias. Ese movimiento profético popular impulsado por
Jesús de Nazaret tenía tres componentes sociales muy bien definidos:
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a) Una masa popular que seguía a Jesús, esperando salud, bienestar, mejoras de
vida. A este grupo Jesús sólo les exige que crean que Dios los ama y que está
de su parte. La conversión que les pide es un cambio de imagen de Dios. No es
el Dios del Templo que los ha excluido de su amor y bendición sino un Dios
Padre “Abba” que ama a sus hijos y sus hijas, y que tiene predilección por los
injusticiados, no porque sean buenos ni mejores sino porque a Dios le repugna
la injusticia
b) Una comunidad de discípulos y discípulas que lo siguen de cerca, lo
acompañan en sus incansables viajes misioneros y que serán a su vez
enviados a anunciarle Reino. A este grupo les exigirá convertirse de los
esquemas de poder y privilegios al compartir y servir.
c) Comunidades locales, que lo acogen en sus casas. No son comunidades
cristianas, sino judías. No se desplazan por los caminos siguiéndolo
físicamente, sino que lo siguen en su propuesta del Reino. Por ejemplo la
comunidad de Marta, María y Lázaro (Jn 11-12); la comunidad de Betania cerca
de Jerusalén en casa de Simón e leproso (Mc 14); las comunidades aisladas en
la ciudad de Efraín adonde se refugia en tiempos de persecución (Jn 11,54)
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Vimos también cómo, las primeras comunidades cristianas pasaron del Jesús histórico
a los Evangelios escritos y planteamos la cuestión sinóptica con la teoría de las dos
fuentes: Marcos y Q
En esta unidad vamos a entrar al evangelio de Marcos, un evangelio que estuvo
durante mucho tiempo olvidado en la Iglesia y que está siendo recientemente
descubierto en su inmensa riqueza. Sírvanos de clave de entrada aprender que Marcos
escribe para corregir una ideología de poder que estaba entrando con mucha fuerza en
las comunidades cristianas.
Tendremos cosas que aprender y cosas que desaprender. Tendremos elementos
nuevos que podremos incorporar a nuestro trabajo en las Comunidades.
Por ejemplo, queremos desaprender ciertas lecturas subjetivistas, espiritualistas,
intimistas de los textos bíblicos y re-colocarlos en su contexto histórico en el que
aparecen como textos conflictivos. Texto quiere decir “tejido”. Cada texto es una trama
que cada autor o autora prepara con cuidado para entretejer el mensaje de Dios con
los acontecimientos históricos. Normalmente son fruto de uno o varios conflictos que se
quieren iluminar desde el proyecto de Dios manifestado en Jesús.
No dejemos de unir los nuevos estudios que vamos realizando, al estudio que ya
realizamos sobre Jesús, en el primer Módulo de la Escuela virtual. Las visiones
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globales nos ayudan a ir integrando los nuevos descubrimientos y a enriquecer nuestra

visión de conjunto.
Los conocimientos parciales nos impiden hacer síntesis y por eso muchas veces se
nos pierden las ideas centrales de lo que estamos aprendiendo, con resultados
desastrosos a la hora de analizar las circunstancias concretas en que tanto Jesús
como las comunidades actuaron. De esta manera corremos el riesgo de mal interpretar
el mensaje del Evangelio.
Seguimos en este estudio autores que nos merecen confianza por la seriedad de sus
estudios tales como Xavier Pikaza, Antonio Pagola, Carlos Bravo Gallardo, Albert
Nolan, entre otros.
Como siempre deberemos estudiar esta unidad con la Biblia en la mano, confrontando
las referencias bíblicas que se nos ofrecen, mapa del imperio romano y de Palestina en
tiempos de Jesús y tengamos especial cuidado en consultar el glosario que se ofrece
al final de la unidad.
Estudiar procurando asimilar la siguiente cronología del Nuevo Testamento que va a
ayudar a situar todos los demás acontecimientos histórico y las próximas unidades:
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Breve cronología histórica del Nuevo Testamento

Período del Jesús histórico
Año 7/6 antes del año 1: Jesús nace en Belén.
Año 4 a.C.: Herodes el grande muere y el reino se reparte entre Herodes Antipas,
Felipe, Lizanyas y Arquelao.
Año 14 d.C.: Tiberio César emperador de Roma.
Año 26 d.C.: Poncio Pilato es nombrado procurador romano en Judea (hasta el 36).
Año 27 d.C.: Juan Bautista comienza su ministerio profético y Jesús se hace su
discípulo.
Año 28 d.C.: Herodes ordena encarcelar a Juan y Jesús comienza su propio
movimiento profético popular en Galilea. Asesinato de Juan Bautista.
Año 30 d.C.: Asesinato y resurrección de Jesús.
Período apostólico
Año 30 d.C.: Comienza la formación de comunidades cristianas entre judíos y
extranjeros que creen en el Resucitado. La comunidad de los doce apóstoles, de los
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helenistas y de los hermanos del Señor en Jerusalén; la comunidad de María

Magdalena, en Galilea; de las y los samaritanos en Samaria la comunidad de Marcos en
la zona rural de Siria-Palestina; la comunidad del evangelio de Galilea (Fuente “Q”), en
Galilea.
Año 30-34 d.C.: Judíos “hebreos” y judíos “helenistas” conviven en la comunidad
de Jerusalén.
Pedro es el dirigente junto con Santiago apóstol, Juan y Santiago el hermano del Señor
(Gál 2, 4-10). Por conflictos internos de falta de justicia con las y los pobres se elige a los
Siete Helenistas para dirigir la iglesia formada por helenistas. (Hec 6, 1-6).
Año 34-35 d.C.: Los judíos del Templo persiguen a los cristianos/as helenistas,
matan a Esteban y los cristianos helenistas deben huir de Jerusalén. Mientras huyen
comienza la evangelización a los extranjeros, comenzando por Samaría (Hec 7 y 8).
Año 36 d.C.:Los helenistas fundan la comunidad de Antioquía con gente
proveniente del judaísmo y de los pueblos extranjeros. Estos no obedecen la Ley de
Moisés (Hec 11, 19s). Conversión de Pablo, catequizado por los hermanos helenistas
en el seno de la comunidad de Antioquía. Hacia finales del 39, se habían producido
revueltas de algunos judíos que destruyeron un altar levantado en honor del emperador
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por los habitantes de la ciudad de Jam-nia. También el emperador, que a la sazón era
Calígula, y que se había tomado en serio su divinidad, ordenó a Petronio, legado de
Siria, que levantase una estatua al emperador en el Templo de Jerusalén. El mandato
era explosivo, pero el prudente legado difirió su cumplimiento, que nunca se realizó, ya
que el emperador fue asesinado en enero del 41.
Año 40 d.C.: Comienzan a ponerse por escrito algunos textos del Nuevo
Testamento: relatos de la Pasión y Resurrección de Jesús; relatos de algunos
milagros y algunos dichos de Jesús.
Año 44 d.C.: Herodes Agripa I, hijo de Herodes Antipas, persigue a los cristianos
hebreos de la comunidad de Jerusalén y hace matar a Santiago apóstol y encarcelar a
Pedro (Hec 12,1s) para dar gusto a los judíos del Templo. Liberado de la prisión,
Pedro inicia su éxodo, abandona Jerusalén y se dirige probablemente a la comunidad
de Antioquía. Mientras tanto Santiago, “el hermano del Señor”, queda al frente de la
comunidad de Jerusalén.
Año 46-48 d.C.: Primera misión de Pablo y Bernabé (Hec 13,1).
Año 49-50 d.C.: Concilio de Jerusalén. A causa del problema de la evangelización de
los no judíos, los dirigentes de Las iglesias se reúnen en Jerusalén. Sale
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fortalecida la corriente de Pablo: los extranjeros convertidos no están obligados a cumplir

la Ley de Moisés (Hec 15, 1s).
Año 50 d.C.: Se escriben los dichos de Jesús (Fuente “Q”).El emperador Claudio
expulsa a los judíos de Roma.
Año 50-52 d.C.: Segunda misión de Pablo. Estando en Corinto escribe la 1ª carta a los
Tesalonicenses, el escrito más antiguo del Nuevo Testamento. Pablo comparece ante
Galión y luego va a Jerusalén y de ahí regresa a Antioquía (Hec 18, 1s).
Año 53-58 d.C.: Tercera misión de Pablo. Escribe diversas
cartas. En Pentecostés del año 58 es arrestado en el Templo.
Año 58-60 d.C.: Pablo en la prisión de Cesarea. Otoño del 60, llevan preso a Pablo a
Roma.
Año 62 d.C.: El sumo sacerdote Anás manda matar a Santiago, el hermano del Señor.
Simeón –hijo de Cleofás y de María, hermana de la virgen María (Jn 19, 25)– sucede a
Santiago en el gobierno de la comunidad de Jerusalén (Flavio Josefo).
Año 64 d.C.: Persecución de Nerón a los cristianos de Roma. Martirio de Pedro.
Año 60-65 d.C.: Se escribe el Evangelio de Marcos.
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Año 66 d.C.: Sublevación de los zelotas en Jerusalén. Toman la ciudad y echan de allí
a los romanos. La comunidad cristiana de Jerusalén se refugia en Pella, Transjordania
(Lc 21, 20-21).
Año 67 d.C.: El general Vespasiano con 60.000 soldados rodea Jerusalén. Los
judíos sublevados resisten en Jerusalén, Maqueronte y Masada.
Año 68 d.C.: Martirio de Pablo en Roma junto con muchos cristianos y cristianas.
Año 69 d.C.: A la muerte de Nerón, Vespasiano es nombrado emperador y deja a su
hijo Tito al frente del ejército romano rodeando Jerusalén.
Año 70 d.C.:Tito toma Jerusalén y destruye el templo.
Período post-apostólico
Es la etapa de la segunda y tercera generación cristiana. Los discípulos y discípulas
que conocieron personalmente a Jesús ya han muerto y son los que han creído en su
palabra y testimonio quienes siguen el trabajo misionero y evangelizador (Jn 20, 24-29;
Lc 1, 1-14).
Año 70 d.C.: Probablemente crisis en la comunidad cristiana de Jerusalén. Se divide
en dos y la mayor parte de los cristianos de esta comunidad se radicalizan en una
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corriente llamada de “los ebionitas”. El resto se une a la comunidad cristiana de

Antioquía.
Año 70-75 d.C.: Las comunidades del Discípulo Amado se establecen en Traconítide.
Se hace la primera redacción del Evangelio de Juan.
Entre los años 80-85 d.C.: Los fariseos se reúnen en Yamnia y expulsan a los
cristianos de las sinagogas. Ruptura del cristianismo con el judaísmo.
Año 80-85 d.C.: Se escribe el Evangelio de Mateo, probablemente en la comunidad de
Antioquía de Siria.
Año 90-95 d.C.: Se escriben el Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles.
Probablemente en Efeso. Las corrientes de Pedro y Pablo se unen formando una sola
corriente eclesial.
Año 95 d.C.: El emperador Domiciano, sucesor en el trono de su hermano Tito,
persigue a los cristianos. Se escribe el Apocalipsis.
Año 97 d.C.: Se termina de escribir el Evangelio de Juan
Año 100 d.C.: Primera institucionalización de la Iglesia. Se escriben las cartas a Tito
y 1ª y 2ª a Timoteo.
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Año 107 d.C.: Martirio de Simeón, dirigente de la Iglesia de Jerusalén.

Año 110 d.C.: Martirio de Ignacio de Antioquía en Roma.
Año 114-116 d.C.: Apogeo del Imperio Romano. Siguen las guerras de conquista.
Año 117 d.C.: Levantamiento judío en contra del Imperio Romano sofocado por Lucio
Quieto.
Hacia el año 120 d.C.: Se escribe la segunda carta de Pedro, último escrito del Nuevo
Testamento.
Años 132-135 d.C.: Tercera rebelión judía. Guerra de Bar-Koshba. Son derrotados por
los romanos y vendidos como esclavos. Se les impide volver a su país. Este largo exilio
finalizará recién el año 1948.
Años 135-200 d.C.: Se consolida la cristiandad temprana.
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OBJETIVOS DE LA UNIDAD
• Descubrir cuál es la comunidad que dio origen al Evangelio de Marcos, sus
problemas y conflictos.
• Lograr comprender y analizar la estructura del Evangelio de Marcos, lo que nos
facilitará el trabajo con los dos evangelios sinópticos que seguirán: Mateo y
Lucas
• Comprender el mensaje central de Marcos para revisar nuestros
comportamientos como animadores/as de CEBs y para poder aplicarlo en
nuestras vidas, en nuestro seguimiento de Jesús y en el trabajo pastoral con
nuestras comunidades
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CONTENIDOS DE LA UNIDAD
Primera parte: la preparación del ministerio de Jesús
• Una voz clama en el desierto
• Jesús y el anuncio del Reino de Dios
• En el evangelio de Marcos podemos distinguir tres etapas en el ministerio de
Jesús:
Segunda parte: la comunidad de Marcos y estructura del evangelio
• La comunidad de Marcos
• Estructura de Marcos
• Sentido teológico de la estructura de Marcos
• El mensaje central del evangelio de Marcos
Tercera parte: los milagros y el “secreto mesiánico”
• El hombre que pedía milagros
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• Los milagros, señales del reinado de Dios

• El esquema de los milagros
• El “secreto mesiánico”
Cuarta parte: los conflictos de la comunidad de Marcos
• Con los hermanos de Jesús que dirigen la comunidad de Jerusalén y vigilan a
las otras:
• Con el grupo de los doce que tiene a Pedro a la cabeza
• Conflictos con los seguidores de Juan el Bautista
• Con los judíos del Templo
• Conflictos con los zelotas y grupos de resistencia violentos
Quinta parte: el reino de dios inaugurado por Jesús
• El seguimiento en el camino de la cruz
• La pasion de Cristo en el evangelio de Marcos
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DESARROLLO
Introducción al tema
Marcos se presenta
Entramos ya en el estudio de cada uno de los evangelios sinópticos.
Comenzamos por Marcos, el evangelio más antiguo. En este primer tema vamos a
estudiar para qué comunidad fue escrito, cuál es la estructura del evangelio y su
mensaje central.
Les propongo iniciar con la lectura (que está a continuación) de un texto que nos
ofrece Carlos Bravo Gallardo y que habla como si él fuera Marcos que está
presentando su evangelio:
“Les voy a dar un notición sobre Jesús, nuestro Liberador, el Hijo de Papá-Dios.
Bueno, tal vez les parezca falta de respeto esta manera de hablar de EL. Pero
lo hago por fidelidad a Jesús, porque así nos enseñó él a nombrar a Dios. No
crean: también a nosotros nos disonaba al principio; nos costó trabajo
aceptarlo; mucho le tuvimos que pedir que nos enseñara a rezarle a Papá-Dios
18
como él lo hacía. Sentíamos que había que atreverse a mucho para decirle así
a El, el Innombrable, el Señor de los Ejércitos, el Santo de los Santos, el
Separado en el espacio sacro del Templo, el Inaccesible y Lejano. Teníamos
que cambiar nuestra mentalidad, que convertirnos para dar ese paso.
Vivíamos en tiempos de persecución. En vísperas del levantamiento zelota en Judea el

imperio estaba preocupado. Nerón, además veía en la ciudad irreductible de los
cristianos un adversario a sus pretensiones de divinización. Además de esa amenaza
exterior la comunidad sufría las presiones de los judaizantes, que pretendían que para
ser cristianos había que asumir todas las prescripciones rituales del Antiguo
Testamento. No era fácil el momento. Estábamos rompiendo el cordón umbilical con el
pueblo judío, pero eso producía enfrentamientos en la comunidad.
Y corríamos otro riesgo aún peor: el de vaciar la realidad humana de Jesús y de la fe
en él, en aras de un espiritualismo desencarnado que servía de fuga de las
responsabilidades sobre la historia. Muchos se dejaban llevar por una actitud
entusiástica que daba más importancia a fenómenos carismáticos de tipo místico que a
una vida comprometida con el amor y la justicia. De Jesús se hablaba como alguien del
pasado, que había sido exaltado y llevado al cielo, pero ya sin conexión con la historia.
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Se le confesaba como el Mesías, como el Hijo de Dios, pero esos términos no decían
ya nada de lo que él había sido cuando vivió entre nosotros. Los paganos también
hablaban de hijos de dioses, los judíos seguían esperando un liberador, y desde esas
concepciones ya no se sabía qué quería decir que Jesús fuera Mesías e Hijo de Dios.
Por eso me decidí a escribir los recuerdos que había sobre su vida: para que esta
explicara lo que confesábamos de Jesús. No eran los títulos los que explicaban la vida
de Jesús, sino más bien su práctica la que hacía comprensibles los títulos que le
atribuíamos. Porque finalmente no bastaba decir que Jesús era el Mesías y el Hijo de
Dios; había que decir qué Mesías y qué Hijo de Dios era y cómo lo era. No bastaba el
qué; se necesitaba el cómo.
Pero sólo les voy a hablar de cómo comenzó todo este asunto de Jesús. No les diré
cómo terminó. Eso tienen que descubrirlo por ustedes mismos. Porque nadie puede
sustituirnos en esa experiencia. Es como tocar a Dios mismo. O lo hace uno o no lo
hace nadie por uno. Yo, pues, lo que voy a hacer es abrirles el camino a esa
experiencia, que sólo la tendrán si regresan a Galilea a seguirlo, como él nos dijo,
haciendo lo mismo que él. Para eso les voy a contar lo que hizo durante el tiempo que
vivió entre nosotros.
20
Tampoco les voy a decir nada de cuando él era muchacho. Yo no pude averiguar nada
sobre ese período porque era uno de tantos, sin nada especial. Además, lo que
realmente nos había impactado era lo que hizo en el corto tiempo en que convivimos
con él. Yo no anduve con él, sino con los que los conocieron personalmente; pero la
manera como hablaban de él era tan honda, que después de haber escrito todo esto
siento como si siempre lo hubiera conocido, como si hubiéramos sido amigos de toda
la vida. Y mi más profunda convicción es que él sigue vivo. El Padre no podía dejar en
la muerte a quien había amado la vida de los demás incluso por encima de la vida
propia.
Y con las cosas que fui averiguando de uno y de otro, comencé a tejer este relato. No
está escrito de acuerdo a un orden cronológico; no es una vida de Jesús, en la que
pudieran encontrarse con los datos objetivos de lo que él hizo y dijo. He pensado que,
además de imposible, un relato así no serviría para nada. No les ayudaría para seguir
a Jesús en la fe. Por eso les comunico al mismo tiempo lo que recordamos de Jesús,
pero visto desde lo que él significó para nosotros. Ojalá que con esta experiencia que
les comunico, ustedes también lleguen a la convicción de que él vive, que ha sido
confirmado por el Padre como norma viva, y que vivir como él prosiguiendo su causa
es la única manera de corresponder al regalo que en él nos dio el Padre.
21
Pero ya no les digo más en esta introducción, porque creo que me estoy adelantando.
Hagan de cuenta que no les he dicho nada, y empecemos por el comienzo”. 1
• -¿Qué has sentido al encontrarte con Marcos que te presenta su Evangelio?

• -Subraya en el texto las frases más significativas para tu conocimiento del
Evangelio
• -Subraya las frases más significativas para tu propia experiencia como discípula/o
de Jesús
Características de Marcos
1. El título: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, hijo de Dios” (Mc 1,1): El primer
versículo es el título de todo el Evangelio y la presentación de Jesús. No intenta una
biografía de Jesús sino anunciar el “Evangelio, la Buena noticia de Jesús”.Conviene
recordar desde ya que “evangelio” tiene un sentido político y un sentido teológico.
1
Carlos Bravo Gallardo: Galilea año 30- www.servicioskoinonía.org
22
Que Marcos diga desde el comienzo que se trata del “Evangelio de Jesús” es ya
contraponerlo al “evangelio del imperio”. Que llame a Jesús “Cristo” (Mesías), es
darle un sentido teológico salvífico a la actividad de Jesús y contraponerlo al
judaísmo.
2. Marcos es una narración muy popular que nos presenta a un Jesús muy humano y
cercano a las personas y a todas las realidades de sufrimiento. Recordemos que
para muchos biblistas el librito de Marcos es como una catequesis para ser leída
posiblemente en la vigilia pascual, invitando al seguimiento de Jesús.
3. En Marcos, la buena noticia no es tanto la enseñanza en forma de palabras cuanto
Jesús mismo con sus actos liberadores. Por eso para Marcos es más importante la
práctica liberadora de Jesús que sus discursos. Esto lo vemos claramente si lo
comparamos, por ejemplo, con Mateo.
4. Marcos utiliza la geografía en un sentido teológico: opone Jerusalén (la elegida, pero
que rechaza la predicación de Jesús) a Galilea (la de los gentiles, la despreciada,
donde Jesús realiza los actos liberadores que inauguran el Reino entre los hombres
y mujeres pobres y marginados); opone la orilla judía del lago de Genesaret (donde
los discípulos se encuentran a gusto) a la parte pagana (a donde Jesús quiere
llevarlos). Este texto nos está hablando de las dificultades de los discípulos judíos
23
que se niegan a ir a los paganos o gentiles (Por ejemplo cuando van a Gadara o
Gerasa (Mc 5) solamente Jesús desembarca. Esto muestra la resistencia de los
judíos a ir a tierra extranjera y la dificultad de los discípulos judíos de entrar en
contacto con los gentiles (Cfr Gálatas 2,11ss)
5. La pregunta que hace Marcos a su comunidad es “¿Quién es Jesús?”. De la
respuesta correcta a esta pregunta depende la calidad del discipulado. El texto de
8, 27-33 : “Quién dicen Uds. que soy yo?”, es un texto bisagra, colocado en el
momento de la crisis de Galilea. La transfiguración responde a los discípulos judíos
que sus expectativas de retorno a la Ley judía (Elías y Moisés) es ya cuestión del
pasado (Mc 9) y finalmente es un capitán romano quien va a responder al gran
interrogante: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios” (Mc 15,39). De
hecho parece ser que la comunidad de Marcos estaba desfigurando el rostro, la
imagen de Jesús. Deslumbrados por la predicación de su resurrección, estaban
cayendo en una ideología triunfalista y Marcos intenta hacerlos regresar al Jesús
histórico, a sus opciones y a su práctica liberadora. Marcos intenta recuperar la
memoria del movimiento profético-popular de Jesús.
6. El libro comprende dos partes, y cada una comienza con una manifestación de
Dios. En la primera parte es el Bautismo, donde Dios hace descubrir al profeta
24
Juan y al Pueblo, que Jesús es su Hijo (Mc 1,11). La segunda parte comienza con
la manifestación de Dios en la transfiguración de Jesús, donde el Padre hace
descubrir a sus discípulos que Jesús es su Hijo, y que deben escuchar sus
palabras (Mc 9,1-9). El texto que une ambas partes como las bisagras de dos
puertas es el texto de 8,27s. La tercera gran manifestación de Dios confirmando
todo lo que Jesús hizo y dijo será la resurrección
7. El llamado “secreto mesiánico” es decir, las continuas negativas de Jesús a que lo
proclamen mesías, es también sumamente importante. Este “secreto” sirve para
subrayar que el misterio de Jesús sólo puede ser reconocido en la cruz y no en la
gloria. Corrige las expectativas mesiánicas de los judíos y la ideología triunfalista
de la comunidad de Marcos.
8. Insiste en la necesidad de seguir el camino pascual de Jesús, el cual pasa por la
muerte y resurrección”2 . Esto es típico de la corrección que Marcos hace de una
ideología de poder. Para poder saber realmente quién es Jesús, es fundamental
conocer por qué lo mataron. Esto sitúa a Jesús en el conflicto con las fuerzas
políticas, económicas, sociales y religiosas de su tiempo. Ya desde el momento de
2
R. de Sivatte, Dios camina con los pobres, UCA Editores, San Salvador, 1997, pp. 305-306).
25
la tentación en el desierto, Marcos pondrá a Jesús en contradicción con las fuerzas

del mal, que no son ángeles caídos, sino estructuras sociales, políticas,
económicas y religiosas que están destruyendo la vida del pueblo y la imagen de
Dios.
9. Es interesante en Marcos descubrir que el “demonio” es la “sinagoga” como
institución judía. Dice textualmente en 1,39: “Iba predicando por las sinagogas de
ellos, por toda Galilea y expulsando los demonios”. Los endemoniados o que han
caído bajo el poder de espíritus impuros son los fanatizados por la ideología judía
de la Ley, especialmente la tremenda y excluyente ley de lo puro e impuro.
10. Para muchos biblistas con la confesión de fe del centurión romano
“Verdaderamente este hombre era hijo de Dios” (Mc 15,39) concluía el Evangelio
original. Este pasaje responde a lo que estaba pasando cuando Marcos escribía,
cuando los paganos se estaban convirtiendo a la nueva fe. Para otros biblistas, la
mayoría, el Evangelio original de Marcos terminaba en 16,8. Es clara la teología de
Marcos: a Jesús resucitado no se lo ve en Jerusalén, ciudad del poder, sino que
hay que ir a Galilea para encontrarse con el Resucitado. Hay que recorrer el mismo
camino de Jesús. Es en el discipulado vivido entre las y los pobres donde nos
encontraremos con Jesús resucitado y donde se comprende realmente quién es
26
Jesús.
11. Marcos es un Evangelio de "iniciación" para aquellos que después de escuchar el
Primer Anuncio, se integran a la comunidad cristiana y desean llegar a una
comprensión más profunda del Misterio de Jesús. No se presenta como una suma
progresiva de verdades para formar un "sistema doctrinal", sino como un camino
de discipulado que va de la periferia hacia el centro (de Galilea a Jerusalén); un
camino de afuera hacia adentro, de un conocimiento de oídas, a una experiencia
personal. El misterio cristiano sólo puede ser captado desde dentro (Mc 4,11). Por
eso la pregunta central de Marcos "¿quién es Jesús?" es paralela a la otra: "¿quién
es el discípulo, la discípula?".
Resumen de la Introducción
Marcos inicia su evangelio anunciando ya en el título tres cosas:
• -Que Jesús es una buena noticia

• -Que es Mesías
27
• -Que es el Hijo de Dios
A partir de este título de todo el evangelio desarrollará un relato en el que irá

entrelazando los hechos de Jesús principalmente y el mensaje del Reino. En la
narración irá dejando pistas que nos llevaban a descubrir la situación de la comunidad
o comunidades a quienes va dirigido este evangelio.
Marcos ha tenido la gracia del Espíritu de inventar este género literario “evangelio” que
legará a las iglesias como un regalo de su don de evangelista y de su amor a Jesús.
Su gran preocupación es que le gente descubra ¿Quién es Jesús? porque de la
correcta respuesta a esta pregunta nacerá el verdadero discipulado. Si se responde a
la pregunta por la identidad del Mesías desde una ideología de poder, tendremos una
iglesia triunfalista y una serie de cristianos y cristianas que no corresponden al
propósito de Jesús. Si se responde como el capitán romano: desde el misterio de la
cruz, entonces tendremos la iglesia servidora que, como el maestro, servirá hasta dar
la vida.
28
PRIMERA PARTE: EL MINISTERIO DE JESÚS

UNA VOZ CLAMA EN EL DESIERTO
Juan Bautista formó un movimiento profético popular muy fuerte cuya predicación
fundamental era la “remisión de los pecados”, lo cual connota un cambio social y ético.
Delante del régimen autoritario y opresor que representa el imperio romano y su aliado
el Templo de Jerusalén, el pueblo abandona Jerusalén y la Palestina entera para
pasarse al “desierto”. Esta salida o “éxodo” de Juan, de Jesús y del pueblo al desierto
es señal de resistencia política. Juan se ubicó en el Jordán, donde innumerables
peregrinos pasaban para ir al Templo y en medio de otros muchos movimientos
populares bautistas, inició un movimiento que resultó políticamente muy peligroso por
sus denuncias concretas contra los poderosos de su tiempo.
Los cambios sociales y políticos más significativos vienen siempre de la periferia, de la
base, de las márgenes. Al “centro” del poder no le interesan los cambios, por el
contrario, significarán siempre una amenaza. Herodes Antipas hace encarcelar a Juan
y cuando todos/as esperan que Jesús se ponga a la cabeza de su movimiento, Jesús
cambia de lugar geográfico y de mensaje teológico.
29
Durante su permanencia en el desierto descubrió diferencias importantes con el

pensamiento de Juan. Jesús descubre que la llegada inminente del Reinado de Dios
no era para realizar un juicio de venganza, ni para poner el hacha a la raíz de los
árboles; sino que llegaba para ofrecer a hombres y mujeres un tiempo de gracia, de
remisión de deudas, un jubileo gratuito y generoso en el que Dios se ofrecía entero sin
el deseo de aclarar cuentas pendientes, ni cobrar con intereses, sino salvar, ofreciendo
vida, a todos pero comenzando por las y los más pobres.
Decir que Juan fue precursor de Jesús no significa que Jesús fuera continuador de la
obra de Juan. En realidad Juan el bautista será el último profeta del Antiguo
Testamento. A partir de él se anuncia el Reino de Dios, la gratuidad insólita, inmerecida
y generosa de Dios.
Cuando Juan fue puesto en prisión por el lujurioso tetrarca Herodes Antipas, Jesús
tomó distancia del Centro judío, de Jerusalén, y se fue al Norte, a Galilea, allí donde
habitaban los despreciados por los doctores de la Ley y jefes del Templo. No solo toma
distancia geográfica, que ya de por sí era significativa, sino y sobre todo toma distancia
ideológica y teológica. Juan Bautista pensaba que este mundo debía pasar por el
fuego (siendo destruido por el hacha y huracán), a fin de que surgiera después otro
distinto, con el “resto” de los liberados. Pues bien, en contra de eso, Jesús no quiere
30
que se salve sólo un resto, sino que inicia un programa de liberación abierto a todo el
mundo. Por eso no busca sólo a los justos de Israel, sino a las y los pobres y
expulsados, los marginados de la sociedad israelita, con todos aquellos y aquellas que
quisieran asumir su movimiento.
Jesús no era un hombre endiosado (como si él sólo fuera limpio y los demás
manchados) pero tiene otro concepto de Dios, por eso tras recibir el bautismo de Juan
(para perdón de los pecados ante el juicio), no aparece obsesionado por la culpa, ni
inclinado, bajo una conciencia de lejanía de Dios y de mancha, sino elevado, por gracia
y presencia de Dios, por encima del pecado. Así supone que el camino de Juan (en
línea de pecado y arrepentimiento-bautismo-perdón) ya se ha cumplido, de manera
que es tiempo de perdón y comienzo de vida3. Jesús pasa de la predicación sobre
cómo escapar al juicio de venganza que llega, al anuncio del Dios que ama la vida y la
da gratuitamente; de la predicación para la conversión a la acción en favor de la vida,
con todos los enfrentamientos que esto fue implicando; del lugar fijo a la itinerancia; de
la marginación en el desierto a la vida con los marginados (Galilea); de la concepción
nacionalista de Reinado de Israel sobre los paganos a la expectativa del Reinado de
Dios sobre Israel y sobre todos los pueblos; de entender el acceso a Dios en base a
3
Xabier Pikaza. http://evangelizadorasdelosapostoles.wordpress.com
31
normas rituales de pureza, a comprender que sólo el amor concreto por los que sufren,
es camino seguro hacia él.4
Jesús y el anuncio del Reino de Dios

Los maestros judíos pedían a los discípulos la adhesión a la Ley. Jesús pide la
aceptación del Reinado de Dios y la adhesión a su persona. Jesús pretende ser el
único maestro, de tal modo que el seguimiento se transforma en una exigencia de
radicalidad. ¿Qué es para Jesús lo más importante, el centro de su vida, la causa a la
que se dedicó por entero, su preferencia absoluta? La causa de Jesús es el Reino de
Dios. El camino de Jesús y su llamada al seguimiento no se entiende al margen de la
causa. Ese es el motor de su vida, de sus actitudes y gestos históricos. Jesús vive
existencialmente cautivado por el Reino. Anunciar el Reino, hacerlo presente,
comunicarlo, es la misión que da unidad y sentido a su vida. Por el Reino, Jesús vive y
se desvive. Esa es la razón de su disponibilidad, de su celibato, de su pobreza. La
causa del Reino es tan apasionante y tan absorbente, que todo lo demás queda
relativizado. El Reino de Dios como causa de buscar vida para las personas es la
4
Carlos Bravo Gallardo, Galilea año 30 o.c.
32
razón de ser del radicalismo de Jesús de Nazaret. Jesús deja su casa, su pueblo, su
profesión, para correr a anunciar la revolución de Dios que está a punto de llegar. Dios
va a asumir la causa de la humanidad como su propia causa. Ya llega la liberación. Y
llega a través de Jesús y sus gestos: del amor con el que ama gratuitamente, de la
esperanza que suscita. Jesús vive para el reino de Dios. Es su verdadera pasión. Por
esa causa se desvive y lucha; por esa causa es perseguido y ejecutado. Para Jesús,
“solo el reino de Dios es absoluto; todo lo demás es relativo” (Pablo VI, Encíclica
Evangelii nuntiandi, 8). Jesús de Nazaret ya pone vida en la muerte, ya rompe las
barreras de la separación entre justos y pecadores; ya trae la liberación a las y los
pobres. Desde el bautismo Jesús se siente enviado por el Padre a anunciar que ha
decidido intervenir en la historia de los hombres y mujeres, liberando. Sus milagros
muestran la llegada del Reino; su amor filial al Padre muestra que ha llegado la hora
de la hermandad; su propia vida denuncia a los opresores. Con su fuerza liberadora
sana enfermos/as y perdona a los pecadores/as. Jesús hace ver el triunfo de la gracia
sobre el pecado y la muerte.
Lo central en su vida no es Dios simplemente, sino Dios con su proyecto sobre la
historia humana. No habla de Dios sin más, sino de Dios y su reino de paz, compasión
y justicia. No llama a la gente a hacer penitencia ante Dios, sino a “entrar” en su reino.
No invita, sin más, a buscar a Dios, sino a “buscar el reino de Dios y su justicia”. El
33
Dios de Jesús no viene a castigar a los pecadores, sino a sembrar vida. Ésa ha
sido su riqueza, ésa aportación. Jesús introduce la Palabra (germen de Dios) en el
campo de los hombres, iniciando un movimiento de transformación, desde los más
pobres, sin más poder que su fe y la Palabra, como en Gen 1 (donde Dios va diciendo
y haciendo), sin bienes materiales, como dice a sus discípulos, mandándoles que
salgan y vayan por los pueblos (sin alforja, ni comida, ni dinero…: Mc 6, 8 par.),
anunciando la llegada del Reino, como sembradores de Palabra. Jesús cree en el
poder de la Palabra creadora, y así con ella ha venido a Galilea, sabiendo que Dios le
ha confiado su tarea (Espíritu) diciéndole “eres mi Hijo” (cf. Mc 1, 11). Por eso ha
insistido en la urgencia del momento, convencido de que sólo la Palabra es necesaria y
suficiente, para transformar a los hombres y mujeres (en gratuidad y curación, perdón y
amor al enemigo…). Por eso se ha preocupado más en el ahora de aquellos a quienes
dirige su mensaje que en aquello que vendrá más tarde, pues el futuro ha empezado a
realizarse ya en su mismo mensaje y en la vida de aquellos que escuchan su llamada,
instaurando así el Reino en Galilea.5
¿Cómo sería la vida si todos nos pareciéramos un poco más a Dios? Este es el gran
anhelo de Jesús: construir la vida tal como la quiere Dios. Habrá que hacer muchas
5
Xabier Pikaza o.c.
34
cosas, pero hay tareas que Jesús subraya de manera preferente: introducir en el
mundo la compasión de Dios; poner a la humanidad mirando hacia las y los últimos;
construir un mundo más justo, empezando por las y los más olvidados; sembrar gestos
de bondad para aliviar el sufrimiento; enseñar a vivir confiando en Dios Padre, que
quiere una vida feliz para sus hijos e hijas.
Desgraciadamente, el reino de Dios es a veces una realidad olvidada por no pocos
cristianos. Muchos no han oído hablar de ese proyecto de Dios; no saben que es la
única tarea de la Iglesia y de los cristianos/as. Ignoran que, para mirar la vida con los
ojos de Jesús, hay que mirarla desde la perspectiva del reino de Dios; para vivir como
él hay que vivir con su pasión por el reino de Dios.
¿Qué puede haber en estos momentos, para las y los seguidores de Jesús, más
importante que comprometemos en una conversión real del cristianismo al reino de
Dios? Ese proyecto de Dios es nuestro objetivo primero. Desde él se nos revela la fe
cristiana en su verdad última: amar a Dios es tener hambre y sed de justicia como él;
seguir a Jesús es vivir para el reino de Dios como él; pertenecer a la Iglesia es
comprometerse por un mundo más justo. 6
6
Antonio Pagola o.c.
35
En el evangelio de Marcos podemos distinguir tres etapas en el ministerio de Jesús

-Discípulo de Juan Bautista: Hacia el año 27/28 d C. Jesús se integra a uno de los
numerosos grupos bautistas de su época, el de Juan. Como los hombres y mujeres
de su pueblo, Jesús busca en la realidad que le toca vivir, los signos de la voluntad
de Dios. Rechaza y denuncia la situación de miseria y opresión que vive el pueblo y
acepta la propuesta reformadora de Juan haciéndose bautizar en el Jordán, junto
con el pueblo (Mc 1,9). Según san Jerónimo, que cita a un evangelio no canónico,
Jesús fue a bautizarse junto con su madre y sus parientes. Juan no lo conocía a
Jesús a pesar de ser parientes y Jesús no se identificó sino que se mezcló con la
gente. Al bautizarse Jesús se hacía solidario con el pueblo, se solidarizaba con la
denuncia profética de Juan contra el sistema opresor de romanos y judíos y
confirmaba que el reino de Dios se estaba acercando para dar esperanza a las y los
pobres e injusticiados/as.
Luego de su bautismo en el Jordán Jesús es tentado en el desierto (Mc 1,12-13).
Siguiendo las fechas del evangelio de Juan, Jesús habría sido bautizado en enero
del año 28 dC. (Jn 2,13.20). Esta pascua que se celebró 46 años después que se
empezó el Templo de Jerusalén, bajo Herodes el Grande, nos coloca en esa fecha y
36
año. Poco a poco Jesús comienza a diferenciarse de Juan. Tiene sus propios
discípulos y bautiza en el Jordán, pero no en el mismo lugar que Juan (Jn 3,22.26;
4,1) Ambos están en territorio gobernado por Herodes Antipas, cruel y represor que
se siente amenazado por los dos profetas bautizadores del Jordán. La actividad de
Juan y Jesús dura hasta el mes de junio del año 28 dC., fecha en que
probablemente Herodes Antipas hace encarcelar a Juan. Para Jesús, Juan, su
precursor y maestro, será ciertamente un profeta, el más grande nacido de mujer
(Lc 7,8,35) y su bautismo era regalo de Dios al pueblo (Mc 11,27-33). Pero algo ha
cambiado en Jesús a partir de este momento.
-Profeta del Reino de Dios: Jesús lee en la historia los “signos de los tiempos”:
Herodes ha encarcelado a Juan y cuando todos esperaban que se pusiera a la
cabeza del movimiento profético de Juan, Jesús se aleja del Jordán, se va a Galilea
y comienza a anunciar la cercanía del reino de Dios (Mc 1,15). A su alrededor se
forma un movimiento profético popular que inicialmente tuvo un éxito arrollador. Su
predicación levantaba grandes esperanzas. Jesús deja de bautizar, tal vez para
diferenciar el movimiento de Juan y el suyo propio; hace una clara y decidida
opción por los marginados y marginadas; predica en parábolas, obra prodigios,
37
milagros, hace exorcismos y sanaciones desarrollando una intensa práctica

liberadora, signo y sacramento de la presencia del reino de Dios que se está
inaugurando en su persona y con sus actividades y palabras.
Como vimos en la introducción de esta unidad, el movimiento de Jesús tuvo

diversas categorías de seguidores y seguidoras: un círculo más amplio, la
muchedumbre, gente del pueblo que lo sigue, lo escucha y espera de él salud y
palabras de aliento y esperanza de que Dios se ha acordado de su pueblo. Hay
otro grupo de discípulos y discípulas que lo siguen, lo escuchan y lo sirven con sus
bienes y comparten su forma de vida (Mc 3) Los llamó para que estuvieran con él,
para enviarlos a predicar y para hacer obras de liberación. Ese estar con él es
característico del discípulo, de la discípula. En Marcos tenemos que esperar a los
capítulos 14-15 y 16 para encontrarnos con las mujeres, incardinadas al
movimiento de Jesús como discípulas (Lucas las ubica desde el comienzo Lc.8,1-
3). Son discípulos y discípulas itinerantes que caminan con él. Hay también
comunidades locales formadas por discípulos y discípulas que continúan viviendo
en sus casas y desde allí ofrecen hospitalidad y comparten con los discípulos y
discípulas itinerantes sus bienes y sus casas (Mc,14,1s). También hay un grupo de
38
Doce hombres escogidos por Jesús a quienes la comunidad llamó, luego de la

Pascua de Jesús, apóstoles. Este número doce no puede ser tomado a la letra, es
una cifra simbólica que nos remite a la experiencia de las doce tribus de Israel. Los
doce representan los discípulos provenientes del judaísmo. El Movimiento de Jesús
fue un movimiento comunitario. El fue llamando personalmente uno por uno y una
por una a quienes Él quiso para que estuvieran con Él, para que vivieran con Él,
para formar comunidad con Él y para enviarlos a predicar la Buena Noticia del
Evangelio. (Mc 3,13-19). No fue un movimiento religioso ‘individualista’ en el que
cada uno o cada una se las entendía directa y exclusivamente con Dios, ni un
movimiento espiritualista para buscar la propia perfección. Fue un movimiento en
que cada uno y cada una se sentía personalmente llamado a seguirle en
comunidad y donde la mujer se encontraba en pie de igualdad con los varones (Mc
14,1. Mc 15 y 16)
Este período puede haber durado entre un año y medio y tres años, a lo más.
Jesús comienza su trabajo misionero probablemente el año 28 y es asesinado el
año 30.
-Profeta mártir: Hacia el fin de su vida pública (año 29) tiene lugar la llamada
“crisis de Galilea”, pues defraudado por la incomprensión del pueblo, de sus
39
discípulos, de su familia deja esta región para dirigirse a Cesarea de Filipo y luego
a la Decápolis (Mc 7,24) Las multitudes de discípulos lo abandonan. Los jefes de su
pueblo lo rechazan. Ni siquiera sus discípulos lo entienden (Mc 8,21). Es entonces
cuando Jesús comienza a hablar de su pasión y muerte, no porque ame la cruz
sino porque comprende que la situación se ha vuelto tremendamente peligrosa
para él (Mc 8,34). La muerte de Juan en la prisión de Maqueronte le indica que el
círculo se está cerrando. Herodes busca matarlo (Lc 13,31); los fariseos se han
aliado con los partidarios de Herodes para darle muerte (Mc 3,6). A pesar de todos
estos peligros Jesús asume la decisión de subir a Jerusalén, sabiendo que es la
última pascua de su vida. En la pascua del año 30 hace su entrada triunfal en
Jerusalén (Mc 11,1s), va al templo y expulsa a los vendedores, especialmente a los
vendedores de palomas, la ofrenda de las y los pobres. Este acto profético lo pone
en abierta contradicción con las autoridades. Ha sellado su sentencia de muerte y
Él lo sabe (Mc 11,18)7.
7
Marta Boiocchi: Ese hombre llamado Jesús. Editorial Claretiana
40
Resumen de la primera parte

La locura de Jesús fue hacer acontecer el Reino de Dios. A esta tarea dedicó las
energías de su juventud y lo hizo la causa y sentido de su vida. Marcos quiere
recuperar para su comunidad la memoria del movimiento profético popular de Jesús y
presenta su ministerio en tres etapas bien definidas: su iniciación como discípulo de
Juan Bautista: su práctica liberadora en Galilea y luego de la crisis de Galilea su
decisión de dar la vida, es decir la etapa de su martirio.
El capítulo 8 que actúa a modo de bisagra entre las dos grandes partes, es el
momento clave de la pregunta por la identidad de Jesús: “¿Quién dicen ustedes que
soy yo?”. Esta pregunta a la que Pedro responde con su conceptos nacionalistas, va a
ser respondida con toda veracidad en el momento de la Cruz por boca de un centurión
romano: “Este hombre era realmente el hijo de Dios” (Mc 15,39).
Marcos va a plantear que solo se conoce a Jesús en el seguimiento de su camino de
entrega hasta el final, hasta la cruz.
41
SEGUNDA PARTE: LA COMUNIDAD DE MARCOS Y ESTRUCTURA DEL EVANGELIO

LA COMUNIDAD DE MARCOS
Desde antiguo se pensaba que esta comunidad estaba situada en Roma, pero
actualmente la mayoría de los biblistas sitúan la comunidad de Marcos en una zona
rural de Siria. Uno de los elementos claves para esta nueva manera de situar la
comunidad lo constituye el hecho de que en Marcos no hay ningún indicio de que la
comunidad se encuentre en una ciudad, como podemos ver por el contrario en Lucas,
un evangelio urbano, todos los acontecimientos están situados en las ciudades.
(Comparemos Mc 2,1 con Lc 4,31; Lc 7,11; Lc 8,1; 8,4; 10,1; 13,22; 19,1)
Otra de las claves para situar a Marcos en una zona rural de Siria-Palestina es el
vocabulario simple y repetitivo de Marcos, propio de las comunidades rurales.
La mayoría de los autores lo colocan entre los años 65 y 70, anterior a la destrucción
de Jerusalén por Tito. Es una comunidad formada por antiguos paganos, es decir,
personas que no son de origen judío. Esto se nota porque en su evangelio Marcos
tiene que explicar las costumbres judías que no conoce su comunidad. Ver por
ejemplo: Mc 7, 3-4.
42
Es una comunidad que ha sufrido la persecución y que tiene dificultades para

proclamar y vivir la fe. La principal dificultad no viene de afuera, sino del interior de la
misma comunidad: tienen la tendencia a una interpretación triunfalista de la vida de
Jesús. Están inclinados a refugiarse en un Cristo glorioso y con poder, y olvidar el
conflicto y la cruz.
ESTRUCTURA DEL EVANGELIO DE MARCOS

Introducción (1, 1-13). Que incluye las palabras sobre Juan, el bautismo y las tentaciones
de Jesús.
Primera parte: el misterio del Mesías Jesús se revela progresivamente (1,14-8,26). El
tema dominante de esta parte es la progresiva revelación de Jesús como siervo
sufriente, que recibe la incomprensión (ceguera) hasta de sus propios discípulos.
Segunda parte: el misterio del Hijo del hombre (8,27-16,8). Jesús revela el seguimiento
hasta la cruz como condición para ser su discípulo/a. El punto culminante es la muerte
de Jesús, que se muestra en todo su dramatismo, hasta el punto de sentirse
abandonado por Dios (Mc 15, 34). En la cruz es donde el centurión romano lo
proclama como Hijo de Dios (Mc 15,39). El evangelio termina en Mc 16, 1-8. El texto
43
de Mc 16,9-20 es un añadido posterior de la comunidad, cuando ya se conocía el

evangelio de Lucas.
SENTIDO DE LA ESTRUCTURA DEL EVANGELIO DE MARCOS

La forma en que Marcos ordena su evangelio tiene un significado teológico.
En la primera parte Jesús realiza muchos milagros o señales liberadoras en favor de
su pueblo. Éstos provocan la pregunta de la gente: ¿Quién es éste? (Mc 4, 41). Lo
significativo es que cuanto más revela Jesús su poder, más rechazo e incomprensión
se produce no sólo en sus enemigos sino también en su pueblo y en sus propios
discípulos. El motivo de la “ceguera” para expresar este rechazo es muy frecuente.
Con esto Marcos quiere destacar que el poder de Jesús, su gloria, puede ser
malinterpretado si no se mira desde la cruz.
La pregunta por la identidad de Jesús: Mc 8,27: es la bisagra que une estas dos
grandes partes de marcos.
La segunda parte nos muestra que el misterio de Jesús se revela en la cruz, es decir, en
el más grande acto de solidaridad con la humanidad. La tentación de la comunidad de
44
Marcos a reconocer y seguir solamente al Cristo glorioso y resucitado, olvidando el

seguimiento hasta la cruz, esto es, la solidaridad con los empobrecidos y víctimas de la
humanidad, es una tentación permanente en la Iglesia. De ahí la gran actualidad de este
evangelio.8
EL MENSAJE CENTRAL DEL EVANGELIO DE MARCOS

Como venimos diciendo repetidamente, la cuestión central de Marcos se puede
resumir en esta pregunta: ¿Quién es Jesús? (Mc 8,27). No es una pregunta abstracta,
sino que está muy relacionada con esta otra pregunta no menos importante: ¿Quién
es el verdadero discípulo/a de Jesús?
Marcos nos presenta la vida de Jesús como un drama; es decir un conflicto y una lucha
a muerte entre Jesús y las fuerzas del mal. La causa que desencadena este conflicto
es el anuncio del reinado de Dios (Mc 1, 14) que implica una clara opción por las y los
pobres y que presenta a Dios actuando con fuerza y decisión en su liberación. Marcos
va narrando la manera de actuar de Jesús, que se distancia progresivamente de las
8
X. Alegre, “Marcos o la corrección de una ideología triunfalista. Pautas para la lectura de un evangelio
beligerante y comprometido”, en Revista Latinoamericana de Teología, 6 (1985), pp. 232-242).
45
instituciones de Israel. Nosotros hemos personificado el demonio haciendo de él un

personaje tan concreto, que le ponemos cara y ojos o mejor, cara y cuernos, pero no
es esta la idea de demonio que nos transmiten las escrituras, el demonio o los
demonios son aquellas situaciones en las que predomina la oposición al proyecto
creador y liberador de Dios, por eso los identificamos con el mal, porque son
situaciones destructoras que aniquilan a la persona. El drama de Jesús está pues en
su lucha frontal contra las fuerzas de muerte que se oponen al reinado de Dios. Por
eso a Pedro que se ha decidido por una ideología de poder (analizar el texto de Mc
8,27-33), Jesús lo llama “Satanás”. El momento culminante de este drama es la muerte
de Jesús. La cruz es la clave para comprender la vida y mensaje de Jesús. Podemos
decir que la “sombra de la cruz” se proyecta sobre todo el evangelio. Marcos nos
quiere decir que la única manera de conocer de verdad a Jesús es seguir sus pasos
hasta la cruz. Entonces, el verdadero discípulo/a de Jesús es aquel o aquella que se
solidariza con las y los empobrecidos hasta las últimas consecuencias, hasta dar la
vida.
46
Resumen de la segunda parte

Lo que a Marcos le interesa es que su comunidad descubra quién es Jesús y que la
gente que se comprometa en su seguimiento lo haga a conciencia, sin falsas
expectativas. Todo su esfuerzo será ayudar a descubrir que Jesús está viviendo su
mesianismo como el Servidor Sufriente de Yahvé del Segundo Isaías, el que entrega
su vida al servicio de una causa: el reino de Dios. Por eso ya desde el comienzo de su
misión (Mc 3,6) Jesús aparece amenazado de muerte. El reinado de Dios implica
opciones y desafíos, no deja a nadie neutral y tanto los discípulos y discípulas como
los adversarios deberán optar frente a Jesús. Desde el comienzo también deja claro
que Jesús se está enfrentando al “demonio” expresado en la institución judía y lo dirá
claramente: “Iba por las sinagogas y expulsaba los demonios” (Mc 1,39). El “demonio”
o “espíritu impuro” es el fanatismo por la Ley que esclavizaba a la gente y la excluía de
la sociedad. La tarea liberadora de Jesús consiste en expulsar cualquier ideología
alienante, contraria al plan de Dios. En la sinagoga de Cafarnaúm la gente estaba muy
tranquila, pero la enseñanza de Jesús hace reaccionar al hombre poseído por la
ideología de los letrados. Se produce entonces un choque. Jesús los despierta del
letargo y de la soñolencia, su enseñanza removía los corazones, despertaba a las
47
personas y si se abrían para acogerla las liberaba de las ataduras que las tenían
oprimidas. La palabra de Jesús es eficaz, produce lo que dice.9
TERCERA PARTE: LOS MILAGROS Y EL “SECRETO MESIÁNICO”

Marcos es el evangelio que más espacio dedica a narrar milagros, hasta el punto que
por mucho tiempo se le llamó el “evangelio de los milagros”. ¿Por qué les da tanta
importancia? Porque en la obra de Marcos los milagros están puestos al servicio de la
catequesis sobre Jesús y sobre el seguimiento, que es el objetivo principal de su
Evangelio: a través de los milagros se revela la misión y el misterio de Jesús, portador
del Reino, Mesías e Hijo de Dios sufriente, sus seguidores deben implicarse
personalmente en ese misterio, confesándolo y aceptándolo como paradigma de la
propia existencia. Por otra parte, algunos milagros le sirven a Marcos para ilustrar
cómo en Jesús el Reino y sus dones, de los cuales participa Israel, se han abierto
también a los paganos.
9
Xabier Pikaza: Para vivir el evangelio de Marcos. Editorial Verbo Divino.2005.
48
EL HOMBRE QUE PEDÍA MILAGROS

Comencemos nuestro estudio reflexionando sobre un cuento que refleja un hecho muy
frecuente en nuestra vida y en nuestra sociedad:
EL HOMBRE QUE PEDÍA MILAGROS

Tres personas iban caminando por una vereda de un bosque: Un sabio con
fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar, y un poco atrás de
ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante, alumno del sabio.
Terrateniente: "Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa,
inclusive puedes hacer milagros".
Sabio: "Soy una persona vieja y cansada... ¿cómo crees que yo podría hacer
milagros?".
Terrateniente: "Pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los
ciegos y vuelves cuerdo a los locos...esos milagros sólo los puede hacer
alguien muy poderoso".
49
Sabio: "¿Te referías a eso?, tú lo has dicho, esos milagros sólo los puede hacer
alguien muy poderoso...no un viejo como yo; esos milagros los hace Dios, yo
sólo pido se conceda un favor para el enfermo, o para el ciego, todo el que
tenga la fe suficiente en Dios, puede hacer lo mismo".
Terrateniente: "¡Muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios!".
Sabio: "Esta mañana, ¿volvió a salir el sol?".
Terrateniente: "Si, claro que si!!".
Sabio: "Pues ahí tienes un milagro... el milagro de la luz".
Terrateniente: "No, yo quiero ver un verdadero milagro, oculta el sol, saca agua
de una piedra... mira, hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus
heridas".
Sabio: " ¿Quieres un verdadero milagro? , ¿no es verdad que tu esposa acaba
de dar a luz hace algunos días?.
Terrateniente: " ¡¡ Sí !!, fue varón y es mi primogénito".
Sabio: "Ahí tienes un milagro... el milagro de la vida.
Terrateniente: "Sabio, tú no entiendes, quiero ver un verdadero milagro... ".
50
Sabio: "¿Acaso no estamos en época de cosecha?, ¿no hay trigo y sorgo dónde
hace unos meses sólo había tierra?.... pues ahí tienes el tercer milagro".
Terrateniente: "Creo que no me he explicado, lo que yo quiero... (el sabio lo
interrumpe).
Sabio: "Te has explicado bien, yo ya hice todo lo que podía hacer por ti... si lo
que encontraste no era lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho
todo lo que podía hacer ".
Dicho esto, el poderoso terrateniente se retiró muy desilusionado por no haber
encontrado lo que buscaba. El sabio y su alumno se quedaron parados en la
vereda.
Joven: "Maestro, te he visto hacer milagros casi todos los días, ¿por qué te
negaste a mostrarle uno al caballero? ".
Sabio: "Lo que él buscaba no era un milagro, era un espectáculo. Le mostré tres
milagros y no pudo verlos...” No puedes pedir grandes milagros si no has
aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día.
51
El día que aprendas a reconocer a Dios en todas las pequeñas cosas que
ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros que
los que Dios te da todos los días sin que tú se los hayas pedido.
Pídele la cordura para pensar claramente , la paciencia necesaria para
mantenerte tranquilo y actuar bien , la fortaleza necesaria para afrontar los retos
y la fe suficiente para seguirle amando sin importar lo que pase...
Pídele esos milagros, no le pidas simplemente que resuelva tus problemas, sólo
porque te da miedo afrontarlos por ti mismo." (Anónimo)
Los milagros, señales del reinado de Dios

En el evangelio de Marcos lo central es el reinado de Dios (Mc 1,15). Pues bien, si
Marcos nos narra tantos milagros no es porque quiera subrayar los poderes
extraordinarios de Jesús, sino para decirnos que los milagros son señales de la
presencia del reinado de Dios. Marcos da más importancia a las acciones liberadoras
de Jesús, que a sus palabras – en su evangelio hay pocos discursos de Jesús-,
precisamente porque la gran enseñanza es ésta: el reino de Dios se hace presente
cuando liberamos a las y los pobres de las fuerzas del mal que los dominan y oprimen.
52
En las narraciones de los milagros, Marcos quiere corregir las interpretaciones

mágicas y triunfalistas de la figura de Jesús; por ejemplo, en la curación de la mujer
con flujo de sangre (Mc 5,25-34), Jesús deja bien claro que lo que ha sanado a la
mujer es su fe y no haber tocado su manto, que llevaría a una interpretación mágica
del milagro. Por otro lado, es paradójico que, cuando Jesús se va revelando por sus
acciones como el Mesías, en lugar de provocar la fe y seguimiento de la gente, lo que
sucede es todo lo contrario, la incomprensión y “ceguera” de sus enemigos (Mc 3,6),
del mismo pueblo (Mc 6, 1-6) y, lo que es más sorprendente, de su propia familia (Mc
3,20-21.31-35). El motivo de la “ceguera” e incomprensión es muy frecuente en
Marcos porque quiere hacernos caer en la cuenta del peligro que tiene la experiencia
cristiana que olvida el seguimiento de Jesús hasta la cruz.
Esquema de los milagros

Marcos narra los milagros con un esquema literario que era frecuente en su tiempo en
los relatos de los milagros de los taumaturgos helenistas y judíos Este esquema tiene
cinco elementos:
53
1. La presentación del enfermo, en la que a veces se subraya la gravedad de la

enfermedad. Por ejemplo: Mc 1, 40; 5, 2-5.
2. La petición de curación. Por ejemplo: Mc 1, 40; 5, 22-23; 7, 32.
3. La curación del enfermo, que realiza por el poder de la palabra o por el contacto
con el enfermo. Por ejemplo: Mc 3, 5; 5, 8; 7, 33-34; 8, 23.
4. La demostración de la curación. Por ejemplo: Mc 2, 12a; 5, 15; 7, 35b.
5. El efecto que el milagro produce en los presentes, ya sea admiración o temor.
Por ejemplo: Mc 1, 27; 2, 12b; 4, 41; 7, 37.
Marcos, con este esquema, transmite fielmente la tradición sobre los milagros de Jesús,
pero añade otro elemento; las “órdenes de silencio” (o secreto mesiánico). Por ejemplo:
Mc 1, 25.34.44; 3, 11; 5, 43; 7, 36) para enfatizar que los milagros sólo se pueden
comprender desde la cruz 10
10
beligerante y comprometido”.
54
El “secreto mesiánico”
El evangelio de Marcos nos narra unas misteriosas órdenes de silencio. Parece que
Jesús quiere que sus milagros, exorcismos...permanezcan en el más oculto
anonimato; que nadie lo sepa, que nadie lo divulgue; él pretende pasar del todo
desapercibido. Es frecuente que cuando Jesús realiza un milagro ordene a la gente
que no digan nada, que se callen. Ver por ejemplo: Mc 1, 43-44; 3,11; 5,43; 7,36. Esto
es lo que se ha llamado el “secreto mesiánico”. Es un recurso literario típico de Marcos
con el que quiere subrayar que los milagros no son el lugar para conocer el misterio de
Jesús, esto nos puede llevar a una fe triunfalista. La única manera de comprender los
milagros de Jesús es desde la cruz.
Podemos decir que los milagros de Marcos están narrados como una lucha de Jesús
contra las fuerzas del mal, y el momento culminante de esa lucha es la cruz, donde
Jesús aparece derrotado y sin poder; es más, los soldados le piden un milagro (Mc 15,
29-32). Una vez más Marcos nos dice que el “gran milagro” es la solidaridad con los
pobres y las víctimas hasta las últimas consecuencias.
En la segunda parte de su evangelio, donde casi no se narran milagros, uno de éstos,
trata precisamente de la curación de un ciego (Mc 10,46-52). Marcos nos quiere decir
55
que es necesario que Dios nos cure la “ceguera” para que podamos comprender y
aceptar que para ser discípulo de Jesús hay que seguirlo por el camino hacia la cruz.
El mesianismo de Jesús estaba amenazado de falsas interpretaciones y a la vista están
en le historia de la iglesia que es más fácil el poder que el servicio; la gloria que la cruz.
Cuando el fácil triunfo humano (afán de prestigio, el placer del poder...) puede cegar las
auténticas miras cristianas de muchos corazones y desviarles de la verdadera senda,
Marcos nos alerta y nos dice que para seguir a Jesús es preciso tomar el camino que él
emprendió: la cruz.
Marcos nos da la clave de la orden de silencio que Jesús impone a sus discípulos:
“cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta
que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos” (Mc 9,9). Esto significaría que
después de la resurrección la orden de silencio ya no tiene validez. Sin embargo, para
nuestra sorpresa, el motivo del silencio aparece otra vez después de la resurrección: “y
no dijeron nada a nadie porque tenían miedo” (Mc 16,8). Estas son las últimas palabras
de su evangelio. Mc 16-9-20 es un añadido posterior de la comunidad. Marcos no narra
ninguna aparición de Jesús resucitado. Pero dice algo muy importante: Ustedes buscan
a Jesús el crucificado; ha resucitado, no está aquí. Vayan a Galilea y allí lo verán (Mc
16, 6-7).
56
De este modo, Marcos dice que Jesús no está en Jerusalén, ni en el templo ni en las
leyes judías. Para encontrarlo hay que regresar a Galilea donde Jesús comenzó su
misión. Marcos quiere subrayar que para encontrar al resucitado hay que hacer “el
camino de Jesús”, que comenzó en Galilea y no refugiarse en un cristianismo estático,
de gloria y poder 11
CUARTA PARTE: LOS CONFLICTOS EN EL EVANGELIO DE MARCOS

CONFLICTOS Y DIFICULTADES
Con los hermanos de Jesús que dirigen la comunidad de Jerusalén y vigilan a las
otras:
La comunidad de Marcos tiene problemas con los familiares de Jesús, que constituían
el liderazgo tradicional de la primera comunidad cristiana de Jerusalén: “Entonces
llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar. La
multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: "Tu madre y tus hermanos te
11
beligerante y comprometido”, en Revista Latinoamericana de Teología, 6 (1985), pp. 246-248).
57
buscan ahí afuera".El les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis
hermanos?".Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él,
dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese
es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mc 3,31-34) La parentela de Jesús no está
sentada (postura del discípulo) en torno de Jesús, sino que están fuera. Lo mandan a
llamar. No quieren entrar para no contaminarse con esa multitud ( v.31) que lo rodea.
Quieren llevárselo de nuevo a casa porque creen que está loco (Mc.3,21) Jesús
regresa a casa, quiere decir que su domicilio es ahora. Ya no vive más con la familia
Nazaret. Sabiendo que Jesús estaba en casa, el pueblo va a buscarlo. Se juntó tanta
gente que no tenían tiempo ni para comer. Cuando los parientes de Jesús lo saben
pensaron que estaba loco, tal vez porque Jesús estaba actuando fuera del
comportamiento normal. Talvez, porque comprometía el nombre de la familia, la
relación de Jesús había comenzado a resquebrajarse. Deben haber sido momentos de
mucho sufrimiento tanto para Jesús cuanto para su madre María. De Nazaret a
Cafarnaúm hay unos 40 kilómetros. La familia no entra donde está Jesús para no
contaminarse y lo mandan a llamar. Pero Jesús no permite que su familia lo aparte de
su misión.
Como la mayoría de los miembros, hombres y mujeres, de la comunidad de Marcos,
eran de origen extranjero, Marcos quiere corregir la pretensión de encerrar el Evangelio
58
de Jesús dentro de los estrechos límites del pueblo judío. Una mujer siro-fenicia forzó,
con sus ruegos, a Jesús a abrirse a los extranjeros. Marcos justifica con esta la
práctica de su comunidad abierta a los extranjeros porque también los no judíos tienen
derecho a participar en la buena noticia para las y los pobres (Mc 7, 32).
Con el grupo de los doce que tiene a Pedro a la cabeza:
• Los doce tienen miedo, como gente que no tiene fe (Mc 10, 32), piden
privilegios y puestos de honor (Mc 10, 35). Y por eso aclara Marcos que los
doce no entienden el proyecto de Jesús: “Cuando se quedó solo, los que
estaban alrededor de él junto con los Doce, le preguntaban por el sentido de las
parábolas. Jesús les dijo: ¿No entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán
entonces todas las demás?” (Mc 4, 10.13).
• -Desde el comienzo Marcos presenta a Pedro y los de su grupo como una
tentación para Jesús induciéndolo a buscar fama y prestigio y gozar de sus
éxitos apostólicos: Todos te buscan (Mc 1, 37); muestra a Pedro tentando a
Jesús con el poder y queriendo hacerlo abandonar su opción de dar la vida por
59
el proyecto del Padre (Mc 8, 32-32); Juan y Santiago desean los primeros
puestos y hay conflictos de poder entre los doce (Mc 9, 33-34)
• -Los muestra reacios a desembarcar en tierra extranjera: “Llegaron a la otra
orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas Jesús desembarcó, le salió
al encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro”
(Mc 5, 1-2); Marcos dice que el único que desembarca es Jesús.
Evidentemente la comunidad de Marcos formada por cristianos y cristianas
provenientes de pueblos extranjeros están experimentando el rechazo de los
apóstoles a abrirse a los no judíos.
• -Marcos expresa que los Doce son intolerantes con las otras corrientes
cristianas: “Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios
en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros».Pero
Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi
Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con
nosotros.”(9,38-40). Es muy probable que esta sea la experiencia que está
viviendo la comunidad de Marcos, los apóstoles intentan reprimir las nuevas
experiencias divergentes, aun reconociéndolas como discípulas y discípulos de
60
Jesús y que están realizando experiencias liberadoras en medio del pueblo

oprimido.
Conflictos con los seguidores de Juan el Bautista:

La comunidad de Marcos tiene también problemas con los seguidores de Juan el
Bautista y por eso Marcos distingue entre los dos bautismos. El de Juan es sólo de
agua, el de Jesús santifica, consagra a sus seguidores otorgándoles el Espíritu Santo:
“Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo".
(Mc 1,8). Muchos seguidores del bautista predicaban que era Juan y no Jesús el
Mesías esperado.
Por contraposición a los Doce y a los familiares de Jesús que seguían concurriendo al
Templo, las comunidades de Marcos siempre se reúnen en las casas. Podemos ver los
siguientes textos: Mc 1,29; 2,1.15; 3,20; 5,38; 7,17; 9,28, 10,10; 14,3.
Con los judíos del Templo:
61
Marcos rechaza el proyecto del Templo encabezado por los Sumos Sacerdotes y su
gente, causantes hasta que él escribe del asesinato de Jesús, del asesinato de
Esteban y de la persecución de los helenistas, del asesinato de Santiago apóstol y de
Santiago, el hermano de Jesús.
Se opone al “tradicionalismo” de los Fariseos y los Escribas. Para Marcos las fuerzas
del mal se concretizan en la opresión religiosa y económica del Templo (Mc 11,15-19)
por eso Jesús arroja a los cambistas e impide la celebración del culto. Además un
sistema que acepta que una pobre viuda entregue todo lo que tiene para vivir, merece
ser destruido hasta desaparecer: “Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo
y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia.
Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre.
Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha
puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba,
pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir. Cuando
Jesús salía del Templo, uno de sus discípulos le dijo: "¡Maestro, mira qué piedras
enormes y qué construcción!". Jesús le respondió: "¿Ves esa gran construcción? De
todo esto no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido"." (Mc 12,41-43; 13,1-
2)).
62
Conflictos con los zelotas y grupos de resistencia violentos:

En la época en que se escribe el Evangelio, zelotas, sicarios y otros movimientos
violentos se estaban organizando contra Roma y seguramente los cristianos de origen
judío estaban indecisos entre tomar partido por la liberación de la patria o no. El
Evangelio de Marcos es una corrección a toda ideología de poder. Quien no
comprende la muerte de Jesús en la cruz, no comprende su misión, por eso Jesús
llama a Pedro “Satanás” cuando éste quiere apartarlo de su misión (Mc 8,27-30), y por
eso exige lo que se llama “el secreto mesiánico” (Mc 1,34.44; 3,12; 7,36; 8,26) para
evitar toda interpretación triunfalista de su misión y toda pretensión de poder en las y
los discípulos de sus comunidades
Marcos condena toda búsqueda de establecer el Reino de Dios por el poder de las
armas o la imposición ideológica y, por ello, implícitamente condena la guerra judía y
rechaza que los cristianos se comprometan en la insurrección político-nacionalista contra
Roma.
63
Resumen de la cuarta parte

Marcos comienza por presentar a Jesús bien recibido por la gente, pero pronto su
mesianismo de servicio, tan alejado de las expectativas políticas populares de los
judíos, ocasiona la decepción de la masa. Apagado el entusiasmo primerizo, Jesús se
retira de Galilea (crisis de Galilea) para dedicarse de lleno a la instrucción de los
discípulos/as, quienes por boca de Pedro confiesan al Mesías pero dentro de sus
categorías políticas y nacionalistas de poder. Por eso Jesús llamará a Pedro “Satanás”
porque está intentando apartarlo de su misión de Servidor.
El secreto mesiánico, del que Marcos hace un tema central, quiere evitar la mala
interpretación del Mesías Servidor Sufriente de Yahvé. Jesús, siervo humillado por los
poderosos de su época, será exaltado por Dios, pero no se deja manipular por el ansia
de poder de sus seguidores. El tiempo en que Marcos escribe su evangelio era un
caldero hirviente de nacionalismo. Se estaba preparando el ataque de Zelotas y
Sicarios contra Roma y los cristianos y cristianas están tentados por la violencia para
imponer el reinado de Dios. Olvidan que Jesús ha enseñado con la entrega de su vida
que el Reino no se impone por el poder, ni por la política, ni por la fuerza de las armas.
El Reino se propone como un regalo del amor misericordioso y gratuito de Dios al que
se recibe con humildad de corazón y se responde en acción de gracias.
64
La violencia y el ansia de poder es uno de los múltiples conflictos que atraviesan la

comunidad de Marcos. Marcos denuncia con fuerza que la línea de la Iglesia de Roma
se está inclinando peligrosamente hacia el poder.
QUINTA PARTE: EL REINO DE DIOS INAUGURADO POR JESUS

INTRODUCCIÓN
Jesús ha pasado los años más dinámicos de su vida anunciando el Reino de
Dios. Siembra de Reino semilla de Vida, y los hombres pueden recibirla,
renaciendo de ella, como sabe Jesús (Mc 4, 3-9. 14). La Palabra es gratuita, es lo
primero que define al hombre y a la mujer, a quien se la ofrece el mismo Dios que es
Padre. En esa línea, Jesús aparece como aquel que nace de Dios (del Padre) a través
de la palabra que le llena y transforma, haciéndole capaz de entenderse a sí mismo y
comunicarse con las y los otros. Ésta es su grandeza, pero también su riesgo, pues le
semilla de la palabra parece externamente frágil (muy pequeña) y se puede perder,
como se pierden en la tierra muchas semillas, pues las fuerzas contrarias quieren
sofocarla (aunque no podrán vencerla, como sabe Jn 1, 11-12).
65
Jesús no empieza anunciando una guerra apocalíptica, ni la destrucción de los

perversos, sino sembrando Reino, desde Galilea, es decir, ofreciendo la Palabra a las y
los enfermos, marginados y pobres, que parecían carentes de Palabra, porque otros
habían querido aprovecharse de ella. Jesús no aparece sometiendo a los hombres y
mujeres pobres por la fuerza, sino diciendo a esos/as pobres de Galilea que tienen lo
más grande, la Palabra, semilla de Dios, principio de Reino. Por eso ha venido a
sembrarla, es decir, a recordar a los hombres y mujeres de su tierra su grandeza, pues
son portadores de Dios. Ciertamente, es sembrador y tiene la esperanza de que
culminará su siembra, pero no sabe cómo, no puede calcular el día, ni la manera, sino
que debe confiar, dejando la semilla en la tierra de los hombres y mujeres, pues Dios le
dará crecimiento, sin que el sembrador sepa la manera (Mc 4, 26-29).
Jesús no sabía la manera en que vendrá el Reino en concreto (ni en qué día), pero
está seguro de que ha empezado y culminará muy pronto, desde Galilea,
transformando a las y los pobres, a las y los expulsados y enfermos de las aldeas de
su tierra, que se convertirán en portadores del Reino, desde Galilea. No sabía con
detalle la manera, pero estaba convencido de que el Reino está viniendo a través de
esa gente pobre, empobrecida a quienes entendió como portadores/as de la promesa
de Dios, para culminar así la obra de la creación (Gen 1). No fue a las ciudades
mayores de Galilea (Séforis, Tiberíades) o de su entorno helenista (Tiro, Escitópolis,
66
Gadara, Gerasa, Damasco), porque, aunque en ellas había muchos pobres, su núcleo
dominante se hallaba pervertido, al servicio del poder.
Así inició su marcha en las aldeas de Galilea, con la certeza de que Dios le
enviaba a saciar a “los hijos de Israel” (Mc 7,27), para iniciar con ellos un
movimiento en Israel y en la humanidad entera. Sin duda, estaba convencido de
que habría un “después”, una intervención especial de Dios que ratificaría su obra,
pudiendo hablar incluso de resurrección (Mc 9,31), pero sabía el Reino había
comenzado. El estaba convencido de que el Reino de Dios ha empezado a germinar
como Palabra, abriendo un camino de humanidad y plenitud que transformará todo lo
que existe12. Pero el conjunto de la tradición de Jesús (y de un modo especial su
mensaje en Galilea y su ascenso a Jerusalén) suponen que él entendía la llegada
del Reino como resultado de un proceso que había comenzado muy atrás, en la
misma creación, y que culminaría pronto, como resultado de su acción y de la
acción de sus discípulos y discípulas.
Jesús supo que Dios le enviaba a cumplir las profecías, proclamando e instaurando la
llegada del Reino de Dios en Israel (empezando por Galilea), no en contra, sino por
12
Xabier Pikaza. Evangelio de Marcos. Verbo Divino. 2005
67
encima de Roma. Ciertamente, conocía las profecías de Daniel pero no tuvo intención
de luchar contra Roma en un plano político o militar, pues su proyecto y tarea era
anunciar la llegada Reino en Israel, empezando por Galilea, no luchar de un modo
directo contra Roma. Ésa fue su apuesta, profundamente realista, sobriamente utópica:
Creyó que podía encender el fuego del Reino de Dios en Galilea, ofreciendo una
esperanza a las y los pobres, a las y los excluidos de la sociedad, a las y los
campesinos marginados, curando y transformando a las personas, a través de su
propio ejemplo y su palabra, con un grupo de colaboradores/as.
Pudo sopesar los signos de Dios y los movimientos de la gente (su gente) en
Galilea, y apostó por el Reino. Convencido de la misión que Dios le encomendaba,
tras dejar a Juan Bautista, comenzó a reclutar discípulos/as, esperando que Dios
respondería y se manifestaría el Reino, superando, sin necesidad de guerra, ni con la
la autoridad de los sacerdotes de Jerusalén ni contra el Imperio de Roma.
Recordemos que el evangelio de Marcos es un relato unitario que aparece
estructurado sobre dos confesiones de fe: la de Pedro en Cesarea de Filipo (8,27s) y
la del centurión romano a los pies de la cruz (15,39). Tales confesiones, donde
resuenan los dos títulos con los que el evangelista presenta a Jesús en la primera
frase de su obra (Mesías, Hijo de Dios Mc 1,1), marcan el final de las dos partes que la
68
integran. Cada una de ellas consta de tres secciones complementarias, fácilmente

detectables por los cambios de personas, de tiempo y de lugar. En constante
progresión, todas apuntan hacia la cruz como momento de revelación plena. En la
muerte de Jesús es donde se desvela por completo el misterio de su persona, el
misterio del Mesías Hijo de Dios, y donde ese misterio llega a ser percibido por la
comunidad de sus discípulos y discípulas en toda su profundidad.
EL SEGUIMIENTO EN EL CAMINO DE LA CRUZ

Testigos y mártires de hoy
Para entrar en este tema del seguimiento de Jesús es bueno escuchar palabra de
testigos que han hecho del seguimiento una forma de vida:
“Aquí donde Cristo es carne que sufre. Aquí, donde Cristo es cosa, donde Cristo es
persecución, donde Cristo es hombres que duermen en el campo porque no pueden
dormir en sus casas, donde Cristo es enfermedad que sufre por consecuencia de
tantas intemperies y de tantos sufrimientos. Aquí es Cristo con su cruz a cuestas, no
meditando en una capilla junto al viacrucis, sino vivido en el pueblo, es Cristo con su
cruz a cuestas”
69
"Me han amenazado de muerte. Desde ya les digo que el martirio es algo que me
parece una gracia que yo no merezco. Y desde ahora les digo que si me matan,
bendigo y perdono a los que me hayan asesinado. Pero les digo que no van a ganar.
Me podrán matar a mí, pero mi Palabra, que es la de Cristo, no podrán matar" (Mons.
Oscar A. Romero- Homilia 5 de marzo de 1978)
"No vengo a ser servido sino a servir. Servir a todos, sin distinción alguna, clases
sociales, modos de pensar o de creer; como Jesús, quiero ser servidor de nuestros
hermanos los pobres". (Enrique Angelelli -La Rioja Homilía– 1968)
“Es la muerte martirial de vuestro obispo, de nuestro hermano. De aquel que participó
con todos de los sufrimientos, de las esperanzas, de las expectativas de una Iglesia
que debe transitar por este momento tan complejo, tan difícil y al mismo tiempo tan
apasionante. Por el bautismo, monseñor Enrique Angelelli fue incorporado a Cristo
como miembro, pero por el orden sagrado en su plenitud fue incorporado a Cristo
como Buen Pastor. Al Buen Pastor con todas las vicisitudes, con todos los
condicionamientos, con todas las alegrías, con todas las tristezas; con todas las
incomprensiones propias del hombre. Pues en su tránsito visible por la historia, el
Buen Pastor también vivió y sufrió, el Buen Pastor que es Cristo.” (Mons Zaspe- Misa
en el martiro de Mons Angelelli- 4 de agosto de 1976)
70
Con estos testimonios y los que ustedes mismos/as pueden recoger de sus
experiencias y de las experiencias de sus comunidades, entramos a la segunda parte
del evangelio de Marcos.
A partir del texto bisagra (Mc 8,27s) comienza la segunda parte del evangelio de
Marcos. Jesús cambia de práctica, ya no se dedica a hacer milagros y predicar a las
multitudes sino que se centra en la preparación de su comunidad para los difíciles
momentos que se avecinan. En la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo es la
primera vez que un hombre da a Jesús el título de Mesías, sin embargo
inmediatamente Jesús llamará a Pedro “Satanás”, el adversario del proyecto de Dios;
el que tienta a Jesús con un mesianismo que pasa por el poder y no por la cruz; el que
quiere apartarlo del camino del Servidor Sufriente de Yahvé que había profetizado el
segundo Isaías. A continuación Marcos explicará cuáles son los rasgos del
mesianismo de Jesús.
Los anuncios de la pasión

Sobre todo el evangelio de Marcos se proyecta la sombra de la cruz. No olvidemos
que la cristología de Marcos es una cristología “correctiva”, dirigida a unos cristianos
71
que se estaban forjando una idea falsa de Jesús, una idea triunfalista. El objetivo del
evangelio de Marcos es corregir esa idea mesiánica que la comunidad se estaba
haciendo del Resucitado. Al final del Evangelio, precisamente a través de su muerte en
cruz, se desvela la identidad de Jesús. Éste es el Mesías que proclama el Reino de
Dios en la debilidad, que es la forma que compete al que es Servidor Sufriente que
ofrece su vida por los demás y por eso mismo reconocido por el Padre como Hijo de
Dios. Marcos insiste en que no hay que olvidar el camino de la cruz y lo hace con un
recurso que repite tres veces: los anuncios de la pasión, que siempre reciben como
respuesta la incomprensión de los discípulos porque tienen en sus cabezas y
expectativas otro tipo de mesías: el mesías político, nacionalista que va a tomar el
poder.
Luego del primer anuncio (Mc 8, 31), Pedro reprende a Jesús, pero Pedro recibe una
respuesta muy dura: “Detrás de mí, Satanás” (Mc 8, 33). Y sigue un texto clave: “Si
alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mc 8, 34).
Pedro en nombre de los apóstoles, que en Marcos representa al grupo judío-cristiano,
se opone al mesianismo que pasa por la cruz. Es una tentación para Jesús. Quiere
apartarlo del camino del Servidor Sufriente de Yahvé.
72
Después del segundo anuncio (Mc 9, 31), Marcos añade que los discípulos “no
entendían lo que decía” (Mc 9, 32); hasta tal punto que mientras Jesús les está
hablando de la entrega en la cruz, ellos están discutiendo quién de todos es el más
importante (Mc 9, 34). Es un pleito por el poder. Entonces Jesús les dice que quien
quiera ser el más importante se haga el servidor de todos (Mc 9, 35).
El tercer anuncio comienza con esta frase: “Seguían el camino que sube a Jerusalén
y Jesús iba delante de ellos” (Mc 10, 32). Dos palabras claves en Marcos: camino y
seguimiento. Marcos deja claro que ese camino lleva a Jerusalén donde Jesús será
crucificado. Otra vez los discípulos no comprenden; ahora son Santiago y Juan quienes
le piden ocupar los primeros puestos (Mc 10, 41). Es decir, siguen cegados por el
poder. Jesús entonces repite que no sean como los jefes de las naciones que oprimen
y hacen sentir su poder (Mc 10, 42-43).
La Pasión y muerte de Jesucristo es un texto aparte y de excepcional importancia para
el Evangelista. La Pasión de Jesús tenía que chocar con la mentalidad de sus
seguidores. Sabemos que un Cristo crucificado era escándalo para los judíos (1 Cor
1,23) y necedad para los gentiles. por eso Marcos se esmera en dejar bien claro que la
pasión había sido predicha en el AT (9,12; cfr. Is 53,3 ss.; Salmo 21,2-22) y por Jesús
mismo (8,31-33; 9,30-32; 10,30-34); hace notar con insistencia que la pasión era parte
73
del cumplimiento de su misión «dar la vida en rescate por muchos» (10,45; cfr. Is
53,10 ss.; Salmo 21,23-32; Mc 14,24) y constituía su triunfo final (Marcos 8,31; 9,31;
10,31; 16,7).
El seguimiento en el camino de la cruz

¿Por qué esta insistencia de Marcos en los anuncios de la pasión y la incomprensión
de los discípulos? La comunidad o comunidades de Marcos entonces – y también los
cristianos de hoy – tenían la inclinación a considerar a Jesús como un mesías que
vendría a destruir a los enemigos del pueblo con gran poder. Es una imagen
triunfalista de Jesús. Sin embargo están empezando a comprender que el conflicto
entre el proyecto del Reino que propone Jesús y el proyecto del Templo por un lado, y
el proyecto imperial, por otro lado, era inevitable.
Sin embargo, Marcos deja muy claro en su evangelio que el mesianismo de Jesús no
se manifiesta en el poder, sino todo lo contrario: Jesús muere solo y sin poder. El
mesianismo de Jesús se manifiesta en la solidaridad con los pobres, con los
marginados, con los que sufren la injusticia. Jesús propone el camino más difícil:
cargar la cruz de los pobres y dar la vida por ellos. El Jesús de Marcos no es un Cristo
74
glorioso que salva desde un trono haciendo alarde de todo tipo de poder, sino salva
perdiendo todo el poder y hasta su propia vida. La insistencia de Marcos en el camino
de la cruz, puede llevarnos a pensar que se trata de un evangelio sin esperanza, un
evangelio triste y desalentador. No es esta la intención de Marcos. Es cierto que
Marcos critica a la comunidad que fundamenta su esperanza en el Cristo glorioso y
olvida la cruz de Jesús, porque entonces no se trata de una verdadera esperanza, sino
de una ilusión o, lo que es peor, una evasión del compromiso con los pobres. Marcos
es realista, no elude el conflicto; pero sabe que tras el seguimiento de Jesús hasta la
cruz, viene el triunfo de su resurrección. Por eso podemos decir que el evangelio de
Marcos es el evangelio de la esperanza 13
Subió, pues, a Jerusalén, para anunciar y promover con su vida la llegada del Reino.
Lo hizo por amor y con gozo de modo que, al final, al despedirse de los suyos, les
prometió que la próxima copa la beberían en el Reino (Mc 14, 25). 14
13
beligerante y comprometido”, en Revista Latinoamericana de Teología, 6 (1985), p. 255).
14
Xabier Pikaza: “Muerte de Jesús”;
75
El verdadero seguidor de Jesús es quien sigue este camino de entrega y solidaridad

con los que sufren. Sólo cargando con la cruz, podremos proclamar a Jesús resucitado
sin caer en falsos mesianismos.
Resumen de la quinta parte

Marcos pretende ayudar a conocer más profundamente quién es Jesús, de manera
que su comunidad pueda afrontar con éxito el desconcierto que experimenta entre la
fe en Jesús como Señor y las dificultades que les depara el entorno hostil en que se
desenvuelven. El evangelista muestra que hay maneras de situarse que dificultan o
cierran la posibilidad de llegar a un conocimiento adecuado de Jesús; por el contrario,
hay otras que lo facilitan. La actitud más negativa está tipificada en las autoridades
judías, totalmente cerradas al conocimiento de Jesús. El pueblo, inicialmente abierto a
la revelación, en casi su totalidad terminará rechazándole. A partir de la crisis de
Galilea (8,27ss) Jesús centra sus esfuerzos en los discípulos con el fin de que lleguen
a conocerle a él y lo que implica el seguimiento.
76
La pasión de Cristo en el evangelio de Marcos

Lo mataron hombres normales
En el juicio a los militares argentinos que asesinaron e hicieron desaparecer más de
30 mil personas, Jorge Luis Borges (escritor argentino), participó en una sesión del
juicio oral y público. Al salir dijo:
“He asistido, por primera y última vez, a un juicio oral. Un juicio oral a un
hombre que había sufrido unos cuatro años de prisión, de azotes, de
vejámenes y de cotidiana tortura. Yo esperaba oír quejas, denuestos y la
indignación de la carne humana interminablemente sometida a ese milagro
atroz que es el dolor físico. Ocurrió algo distinto. Ocurrió algo peor. El réprobo
había entrado enteramente en la rutina de su infierno. Hablaba con simplicidad,
casi con indiferencia, de la picana eléctrica, de la represión, de los turnos, del
calabozo, de las esposas y de los grillos. No había odio en su voz. Había
alcanzado una suerte de horrible insensibilidad o inocencia. De las muchas
cosas que oí esa tarde y que espero olvidar, referiré la que más me marcó,
para librarme de ella. Ocurrió un 24 de diciembre. Llevaron a todos los presos a
77
una sala donde no habían estado nunca. No sin algún asombro vieron una
larga mesa tendida. Vieron manteles, platos de porcelana, cubiertos y botellas
de vino. Después llegaron los manjares. Era la cena de Nochebuena. Habían
sido torturados y no ignoraban que los torturarían al día siguiente. Apareció el
Señor de ese Infierno y les deseó Feliz Navidad. No era una burla, no era una
manifestación de cinismo, no era un remordimiento. Era, como ya dije, una
suerte de inocencia del mal”15
A esto, creo, se refiere Xabier Pikaza cuando dice que a Jesús lo mataron hombres
normales. Es decir los que han perdido la noción del mal, la “norma” de sus vidas ya
no tiene ni rumbo ni luz que los alerte sobre lo terrible de ser injustos o sufrir
injusticias.
Recordemos que hay interpretaciones que nos han llegado dadas por la catequesis, la
liturgia y la teología que nos fueron “sacando” de la historia y nos hicieron ubicar en un
15
Jorge Luis Borges: “Lunes 22 de julio”- Agencia EFE-
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plano a-histórico de la reflexión de nuestra fe. Debemos repetirnos que hay cosas
que debemos desaprender:
• Una piedad sacrificial sigue repitiendo que el primer causante de la muerte de

Jesús fue el mismo Dios, ofendido por la culpa de la humanidad: su justicia
necesitaba reparación y no halló mejor forma de satisfacerla y redimirnos que
hacer que su Hijo se encarnase y muriese por los hombres.
• -Una piedad desencarnada nos dice que Jesús murió a consecuencia de un
“conflicto angélico”: pues lo habrían matado los demonios, agentes perversos
del drama de la historia, como suponen algunos gnósticos que a la luz de
Hebreos 1, 6-36. En esa línea se situaría, por un momento, el mismo Pablo,
cuando afirma que a Jesús lo mataron los “poderes satánicos” de este mundo
que, al no reconocer a Cristo y matarlo, se destruyeron a sí mismos (1 Co 6,8).
• -En cambio debemos aprender o re-aprender si lo hemos olvidado, que una
lectura histórica, siguiendo a Marcos afirma que los responsables de la muerte
de Jesús fueron los hombres (Pilatos, Caifás, los sacerdotes, Judas), como
representantes de un sistema de violencia, que se opone a Dios, llegando a
matar al mensajero de su reino (Mc 12, 10). Y los que lo hicieron morir no eran
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peores que los otros: ni Pilatos lo condenó como juez perverso (¡representaba
un imperio militar!), ni los sacerdotes lo sentenciaron porque fueran
especialmente corruptos (aunque defendiesen su sistema). Judas lo entregó y
Pedro lo negó, también ellos contribuyeron a la muerte de Jesús. Todos,
Herodes y Pilatos, sacerdotes y soldados, verdugos y enterradores, todos eran
personas normales que defendían los intereses de su Ley. No lo mataron
porque eran malos sino, porque eran como la inmensa mayoría de los hombres.
Murió asesinado (“ajusticiado”, se suele decir) por la justicia del sistema, que en
el fondo le tenía miedo (Mc 14 1-2). Murió “bajo Poncio Pilato”, como dicen los
testimonios del NT y los escritores antiguos. Pero no lo mató Pilato, sino todo el
sistema imperial que representaba.
Murió también, según el NT y lo ratifica Flavio Josefo (Ant 18, 63-64), por la
complicidad de los sumos sacerdotes del templo que defendían su sistema sagrado.
Por todo ello, aquella muerte parece una muerte normal, previsible; y, sin embargo, los
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cristianos descubren (creen) que en ella se ha manifestado cómo es Dios, qué

significa, y cuál es el destino de la humanidad.16
Mesías de los pobres

El capítulo 14 de Marcos es fundamental para entender a Jesús como Mesías de los
pobres.
14,1: Se está preparando la Pascua. Los dirigentes ya han decretado la muerte de
Jesús;
14,3: Betania (casa del oprimido), en casa de Simón el leproso: Jesús ha llegado hasta
aquí desde Galilea, coherente y fiel con sus opciones primordiales. La mujer anónima
que unge a Jesús como Mesías de los pobres es la actitud de los verdaderos
discípulos y discípulas. La mujer es figura del perfecto seguidor que ha entendido la
misión del Mesías de los pobres, servidor sufriente de Yahvé, que se entrega por el
16
Xabier Picaza: Muerte de Jesús. Revelación y solución de la violencia, Encrucijada 169 (2010) páginas
5-20.
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Reino en un servicio que va más allá del poder y de los propios intereses. Esta mujer
responde a la muerte de Jesús con su propia disposición de dar la vida como él
(quebró el frasco). Perfume de nardo: simbolismo nupcial, símbolo del amor de la
esposa (Cantar de los c.1,12. Cfr. Marcos 2,19-20: Jesús es el novio, esposo)
-Unge la cabeza de Jesús: lo unge como Rey que cumplirá su realeza desde la cruz
(Mc 15,26). Las verdaderas seguidoras y seguidores de Jesús son quienes aceptan
que reinado se realiza por la entrega de la vida. Jesús es Rey que reina desde la cruz.
14,4: Incomprensión de “algunos”: los que no aceptan al Mesías que pasa por la cruz:
“se ha malgastado”. Consideran que entregar la vida es malgastarla. Si no van a
ocupar el poder, han malgastado sus propias vidas en el seguimiento de Jesús. Los
que niegan valor al gesto de la mujer, le están negando valor a la vida entregada de
Jesús. No aceptan lo que Jesús ha dicho sobre entregar la propia vida (Mc 8, 35).
Riñen a la mujer porque para ellos la muerte de Jesús es un fracaso. Continúan
distantes de los pobres. Interpretan mal una frase anterior de Jesús (Mc 10,21), como
si la limosna fuera el remedio de la pobreza. Están dispuestos a dar cosas pero no a
entregar sus vidas, sus personas.
14,6: Jesús defiende a la mujer: Si la comunidad cristiana es la comunidad de Jesús
siempre estarán los pobres dentro de ella y podrán compartir con ellos sus bienes.
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Ninguna justificación en esta frase a no luchar por la pobreza. No hay que buscar
pretextos, hay que seguir a Jesús hasta da la vida por un mundo sin injusticiados ni
empobrecidos (Mc 6,37ss)
14,6-7: Jesús espera una respuesta de los suyos en este momento de su muerte: el
amor de la mujer, semejante al de Jesús, asegura la presencia para siempre de Jesús
en medio de su comunidad. Profetiza que siempre se seguirá recordando ese
evangelio. La mujer ha realizado la buena noticia de ungir a Jesús como Mesías de los
pobres, a quien nadie le arranca la vida, sino que le entrega en servicio del Reino. Tal
calidad de seguimiento es parte de la Buena Noticia que proclaman las comunidades
de Marcos.17
Mártir del Reino de Dios

Lo mismo que nuestros y nuestras mártires de hoy que son amenazados/as de muerte
y sin embargo continúan en su camino de servicio por el Reino, Jesús tuvo que contar
con la posibilidad de su muerte y aceptarla. Como dice la canción de Víctor Jara, “El
17
Juan Mateos: “Nuevo Testamento”-Ediciones Cristiandad- 1987-Madrid
83
Aparecido”: "Porque regala su vida, ellos le quieren dar muerte". Esperó hasta el final
la llegada del “reino de Dios” que, superando la violencia de un sistema de opresión y
muerte, se impusiera en Israel y en el mundo (empezando por Jerusalén). Pero estaba
dispuesto a dar la vida por el Reino. No pensó qué le podía dar el Reino a él, sino
qué hacía y qué debía hacer él por el Reino, tanto en Galilea como en Jerusalén.
Murió, pues, por fidelidad a su proyecto de Reino (un proyecto totalmente humano,
siendo plenamente “divino”), porque no quiso volverse atrás, sino que decidió
presentarlo públicamente en el lugar más peligroso del mundo, que era entonces
Jerusalén.
Cuando Marcos narra la condena de Jesús se sitúa en un plano histórico muy concreto
lleno de detalles y sin discursos moralistas. No lo presentan como un héroe, sino como
alguien que asume y padece su muerte con gran humanidad, avanza hacia ella con
decisión, pero también con miedo.
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El escándalo de la cruz
El relato de la pasión es quizá la tradición escrita más antigua sobre Jesús. Los
evangelistas coinciden en los datos fundamentales, aunque cada uno le da su toque
personal.
En la pasión de Marcos destaca la soledad de Jesús. Jesús es abandonado por todos,
hasta por aquellos que habían elegido para ser sus amigos y seguidores. Marcos
subraya el drama de Jesús al poner en su boca el conocido Salmo 22, que comienza
con estas palabras: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mc 15, 34).
Jesús, que tantas veces había ordenado a sus discípulos que no dijeran que era el
Mesías, ahora lo acepta ante las autoridades judías (Mc 14, 62). Es justamente en este
momento, cuando es torturado y tratado como un malhechor, que podemos reconocer el
verdadero mesianismo de Jesús.
Cuando los soldados se burlan de Jesús y le piden que dé una muestra de su poder:
“¡baja de la cruz!” (Mc 15, 29) Jesús no usa su “poder” para bajar de la cruz. Entonces
los soldados se burlan de él: “Salvó a toros y a sí mismo no puede salvarse” (Mc 15,
31). Este precisamente el mesianismo de Jesús: salvar a otros y no salvarse a sí
mismo; salvar a otros asumiendo su misma condición de esclavos y oprimidos. Es el
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escándalo de la cruz que costaba aceptar a la comunidad de Marcos y nos sigue

costando aceptar hoy.
Jesús murió, anunciando la llegada del Reino e invocando a Dios desde la cruz, con la
impresionante frase: “¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?” (Mc 15,
34). Algunos piensan, lógicamente, que llamaba a Elías, el profeta justiciero de
Malaquías (Ml 3, el capítulo final de la biblia hebrea) que debía venir y vengarse de los
“malos”, implantando con violencia el orden de Dios sobre la tierra. Pero los cristianos
saben, con Marcos, que murió preguntando a Dios de verdad (y sólo a Dios) “por qué
lo había abandonado”, por qué no respondía instaurando ya el Reino. Murió
preguntando a Dios, pero sin desesperarse, sin renegar del Reino.
Según la fe cristiana, Dios ya ha respondido mediante la Pascua, que se expresa a
través de la Iglesia, es decir, de aquellos que asumen y retoman el mismo camino de
Jesús, porque lo vieron, lo están viendo en Galilea, acogiendo su mensaje de trabajar
por el Reino, con la garantía de que Él está presente en y con ellos, como ratifican los
evangelios (Mc 16, 1-9). Este fue y sigue siendo para los cristianos el sentido de la
muerte de Jesús: anunciar el Reino de Dios, más allá de Jerusalén y de Roma.
Anunciar una humanidad abierta a todos y ofrecer el testimonio de un Dios que es
Padre de todos. Este mensaje no podía imponerse mediante leyes y estructuras de
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violencia, ni desde poderes sagrados o imperiales (como reconoce Pablo: cf. 1 Co 1).
Por ello, Jesús entró, de hecho, en conflicto (no en lucha militar) con la doble autoridad
“sagrada”, la del templo concreto (con su guardia paramilitar) y la de Roma (con sus
legiones) y tuvo que dejarse condenar a muerte. Pues, si quería ser fiel a sí mismo, no
podía responder con violencia a los violentos; y si quería ser fiel al Reino de Dios no
podía volverse atrás, esperando mejores tiempos, pues el kairós o tiempo de Dios ya
había llegado (Mc 1, 14-15).18
18
Xabier Pikaza o.c.
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Breve cronología histórica del Nuevo Testamento

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Vivíamos en tiempos de persecución. En vísperas del levantamiento zelota en Judea el

• -¿Qué has sentido al encontrarte con Marcos que te presenta su Evangelio?

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Durante su permanencia en el desierto descubrió diferencias importantes con el

Jesús y el anuncio del Reino de Dios

En el evangelio de Marcos podemos distinguir tres etapas en el ministerio de Jesús

milagros, hace exorcismos y sanaciones desarrollando una intensa práctica

Como vimos en la introducción de esta unidad, el movimiento de Jesús tuvo

Doce hombres escogidos por Jesús a quienes la comunidad llamó, luego de la

Resumen de la primera parte

SEGUNDA PARTE: LA COMUNIDAD DE MARCOS Y ESTRUCTURA DEL EVANGELIO

Es una comunidad que ha sufrido la persecución y que tiene dificultades para

ESTRUCTURA DEL EVANGELIO DE MARCOS

de Mc 16,9-20 es un añadido posterior de la comunidad, cuando ya se conocía el

SENTIDO DE LA ESTRUCTURA DEL EVANGELIO DE MARCOS

Marcos a reconocer y seguir solamente al Cristo glorioso y resucitado, olvidando el

EL MENSAJE CENTRAL DEL EVANGELIO DE MARCOS

instituciones de Israel. Nosotros hemos personificado el demonio haciendo de él un

Resumen de la segunda parte

TERCERA PARTE: LOS MILAGROS Y EL “SECRETO MESIÁNICO”

EL HOMBRE QUE PEDÍA MILAGROS

EL HOMBRE QUE PEDÍA MILAGROS

Los milagros, señales del reinado de Dios

En las narraciones de los milagros, Marcos quiere corregir las interpretaciones

Esquema de los milagros

1. La presentación del enfermo, en la que a veces se subraya la gravedad de la

CUARTA PARTE: LOS CONFLICTOS EN EL EVANGELIO DE MARCOS

Jesús y que están realizando experiencias liberadoras en medio del pueblo

Conflictos con los seguidores de Juan el Bautista:

Con los judíos del Templo:

Conflictos con los zelotas y grupos de resistencia violentos:

Resumen de la cuarta parte

La violencia y el ansia de poder es uno de los múltiples conflictos que atraviesan la

QUINTA PARTE: EL REINO DE DIOS INAUGURADO POR JESUS

Jesús no empieza anunciando una guerra apocalíptica, ni la destrucción de los

integran. Cada una de ellas consta de tres secciones complementarias, fácilmente

EL SEGUIMIENTO EN EL CAMINO DE LA CRUZ

Los anuncios de la pasión

El seguimiento en el camino de la cruz

El verdadero seguidor de Jesús es quien sigue este camino de entrega y solidaridad

Resumen de la quinta parte

La pasión de Cristo en el evangelio de Marcos

• Una piedad sacrificial sigue repitiendo que el primer causante de la muerte de

cristianos descubren (creen) que en ella se ha manifestado cómo es Dios, qué

Mesías de los pobres

Mártir del Reino de Dios

escándalo de la cruz que costaba aceptar a la comunidad de Marcos y nos sigue