Biagini, Hugo - La Filosofía en Situación
Biagini, Hugo - La Filosofía en Situación
Biagini, Hugo - La Filosofía en Situación
= NACIONAL =
Comité Editorial
Lic. Ana Farber
Dr. Juan Carlos Geneyro
Prof. Héctor Muzzopappa IDENTIDAD ARGENTINA
Y COMPROMISO
LATINOAMERICANO
Hugo E. Biagini
EDUNLa Cooperativa
29 de setiembre 3901
Remedios de Escalada — Partido de Lanús
Pcia de Buenos Aires — Argentina
TEL. 54 11 6322-9200 int. 5727
[email protected] Colección Humanidades y Artes
SERIE FILOSOFÍA
La fotocopia mata al libro y es un delito. Ediciones de la UNLa
OCI
HUGO E. BlAGINI / 114
crisis que ha afectado a los sustancialismos, a los anega-relatos y a las V. La filosofia en situación
concepciones blindadas de la historia, sino valernos de ese trasfon-
do progresista abandonado por presuntas posturas avanzadas, las cua-
les terminan adhiriendo a una plataforma férreamente estructurada, Es característica del pensar latinoamericano en sus líneas de
como la neoliberal, que no ha trepidado en desempolvar planteos y reivindicación de una realidad propia y de un tratamiento
‘Ostado de ésa realidad, la negación de un Modelo "clásico' .
modus operandi mucho más arcaicos todavía. Cabe proponer entonces abstmcoylqiróndeuosmlvan cgú
un rescate crítico de las causas que han permitido concebir un mundo lo imponen las formas de praxis que surgen del impulso de
emergencia social en sus variadas manifestaciones.
para todos, cuya consecución sigue siendo una asignatura pendiente,
Arturo Andrés Roig
contrarrestada por quienes desde el unicato ideológico pretenden in-
validar el pensamiento alternativo y acabar con las utopías. ANOTACIONES'
Desde que Alberdi empezó a referirse esperanzadamente al filosofar
americano, unos ciento setenta años atrás, dicha expresión ha acumu-
lado una densa carga ideatoria y ocupacional.Así como resulta casi ab-,
surdo obtener una comprensión íntima de la filosofia a través de meras
fórmulas, la invocación 'filosofia latinoamericana' encierra un dilema
que elude las divisorias tajantes, al estilo de la naturaleza que avanza y
se entremezcla más allá de las demarcaciones cartográficas. No obstan-
te, a fines didácticos puede adoptarse la siguiente esquematización:
1) Un sentidójwilátio apunta a desentrañar nuestras realidades con-
figurativas, tanto en el dominio de los procesos históricos —movimien-
tos independentistas, revoluciones contemporáneas, etc.— cuanto en
su compleja dimensión antropológica (El sentimiento de lo humano en
América, Félix Schwartzmann; El problema de América, Mayz Valenilla).
Filosofia sol:é lo latinoamericano. Sector regionalista, "impositivo" o
"afirmativo", con mucho arraigo en México y centrado en discutir el
ser y el devenir de nuestro subcontinente.
2) Otro significado
_ atiende a las características e inquietudes funda-
mentales que distinguen nuestra reflexión de otras expresiones 'lacio,
nales, ya sea corno una cosmovisión informal ya sea bajo un encuadre
de mayor metodicidad. Sentic.12_59.2ceptua/: filosofie)Latinoamérica.
(desde quince atributos esenciales —Salazar Bondy hasta un único ras-
go definitorio—William Crawford o Harold Davis).
3) Se ,alude también -al decurso, periodización y proyecciones de
las corrientes
_„ que han arraigado en nuestro suelo —desde el escolasti-
cismo hasta el posmodernismo-, junto a la marcha y posibilidades de Un campo tan intrincado -con autores, obras y cuestiones que
la enseñanza filosófica dentro de las institucioneso círculos pertinen- comparten a su -vez diversos tipos y subgéneros analíticos- puede ha-
tes. Sentido doctrinario. filosofía cu'Latinoamérica (Pablo Guadarrama, ber puesto en duda la validez epistémica del filosofar latinoamerica-
José Echeverría). no. Pese a la ostensible carta de ciudadanía que esa _forma mentís ha
4) Paralelamente, hay quienes la conciben corno el módulo me- ido adquiriendo en las últimas décadas, mediante su presencia en los
diante el cual es..„ asumido y apropiado el pensamiento universal, la foros mundiales y pese a la alta competencia que por su parte ha evi-
occidental o las culturas originarias en particular. Sentido denciado nuestra comunidad filosófica en las vertientes más variadas,
situacional: dónde se filosofa. (Dina Picotti, Pensar desde América). subsiste la desconfianza hacia las filosofias nacionales y haci.MLPe11-
5) A partir de una perspectiva teleolóica, se levanta como un izq.o- sarniento regionalista, por estimarse que tales expresiones son ajenas
...„
ma de acción ante circunstancias consideradas deficitarias. Orientación o se hallan reñidas con los clásicos postulados de la universalidad y
tradicionalista (Wagner de Reyna, Destino y vocación de Iberoamérica: la objetividad. Por lo común, constituirían adelantos que no pare-
fundar monasterios para salvar "la Religión verdadera y la cultura ab- cen haber franqueado notoriamente el estado de cosas descrito por
soluta") o jrogresiva (Alberdi-Korn: carácter oriundo y aplicado de el mismo Alberdi cuando les imputaba a los americanos una actitud
nuestra reflexión). Filosofia Latina. pasiva y subalterna ante la tradición intelectual europea. Además, el
6) Una última acepción se remite al„....sujeto latinoamericano que triunfalismo neoliberal y la crisis de las utopías han venido a reforzar
encarna la cuestión (filósofos, grandes maestros, ensayistas, pensadores, las tesis sobre la inexistencia de un pensamiento filosófico singular de
el pueblo en su conjunto u otros agentes personales y sectoriales). América Latina, de una conceptuación específica del ser, el mundo o
Filosofia por latinoamericanos. Cuatro variantes: la vida, revigorizándose la óptica decimonónica sobre la irrelevancia
- sistemática o de los filósofos propiamente dichos partiendo de los de las exteriorizaciones culturales que no provengan del hemisferio
"fundadores" o "patriarcas" (Varona, Ingenieros, Deustua,Vasconcelos, norte.Todo_ esto ha dado pie -para que se haya planteado la declinación
Vaz Ferreira, Molina); y hasta el fracaso de la filosofía latinoamericana, por hallarse presa de
- pejclógica o de los profesores de filosofía (predicamento académico una obsesión injustificada, de un sentimiento y de una visión nostál-
sin producción inte lectual); gicas hacia algo que nunca pudo ni podrá materializarse.
- ensayística o de los literatos, políticos, religiosos y pensadores (siglo Sin embargo, no cabe desconocer el espacio académico que se ha
XIX: Bello, Echeverría, Bilbao, Montalvo, Hostos, Martí y siglo XX: ganado el pensar latinoamericano ni sus frecuentes aportaciones a la
Rodó, Haya de la Torre, Henríquez Ureña,Alfonso Reyes, Jorge Luis cultura filosófica universal. Junto a las importantes contribuciones
Borges, Leonardo Boff, Ernesto Cardenal); efectuadas a los distintos ismos y ramas de la filosofia sin más -tanto
- vital o del pueblo en su conjunto, (sabiduría popular) especulativa como práctica-, desde nuestro continente se puede urdir
7) Por añadidura, se discute 1111.1.9104cid,de la problemática misma una alternancia constructiva frente a los signos de agotamiento o debi-
y el arsenal metodológico en juego. Sentido metateórico. Filosofia de la lidad emanados de tantas manifestaciones negativistas del pensamiento
filosofo latinoamericana: posmodernizante y afines, tal como se insinuó en otros momentos de
- universalidad del conocimiento -junto a la diferenciación entre fi- nuestra historia, v. gr., cuando Europa se encontraba subsumida por las
losofia, ideología y Weitanschauung-; monarquías absolutas, el belicismo, el totalitarismo o las doctrinas irra-
- emancipación técnica de la filosofia ante otras áreas del saber y la praxis cionales y, más recientemente, por el hedonismo y el consumismo.
(Risieri Frondizi) o reparo a las actitudes academicistas (Arturo Roig); Corresponde reasumir
_ nuestros mejores leg-ados culturales y su fe-
- mentada_ unidad de América Latina yysus _ lazos ideales con el resto cunda raigambre parafilosófica, con la estética modernista fraguada
del orbe (Tercer Mundo, Europa, Estados Unidos, España, Portugal, por Martí y Darío, con las premonitorias formulaciones sobre una
Indianidad, etc.), ni. infra. integración continental atenta a los requerimientos comunitarios, con
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el ensayismo que ha hurgado críticamente en la realidad sin recurrir a educación y la economía-, ha sido percibida como su clave reflexiva
estrechos espíritus de sistema, con un pensamiento indigenista que ha y su atributo eserrci i. Así `se ido-apartando deliberadamente de
podido desembarazarse de sus lastres etnocéntricos para plantarse en supuestos ascetismos gnoseológicos y axiológicos, de prescindentes
la reivindicación social del aborigen, con un movimiento reformista mecánicas notariales, frente a la conflictividad humana o a perdurables
que ha escrito miles de páginas desde un amplísimo espectro ideo- estructuras de dominación y nuevas formas de explotación. Se trata
lógico, adelantándose a la plasmación de una cultura juvenil y de un de un modus cognoscendi que Carlos Ossandón, en Hacia una _filosofía
modelo universitario latinoamericana, llevó sus máximas consecuencias:
- que ha sido sostenido por connotados exponen-
tes filosóficos (Korn, Ingenieros,Vasconcelos,Taborda, Cossio, Mariá-
tiene su nutrición (lugar de, su hermenéutica) no en las Faculta-
tegui, Ponce, Frondizi, Roig, Ricaurte Soler) junto a representativos des ni en sus curricula, sino —para escándalo de los filósofos aca-
intelectuales y estadistas (Palacios,Yrigoyen, Mella, Haya de la Torre, démicos— en la calle, en las poblaciones obreras, en el sindicato,
Luis Alberto Sánchez, Orrego, Ugarte, Arciniegas, Asturias, Henríquez en los pliegos de peticiones, en la proclama, en el partido, en las
Ureña, Rómulo Betancourt, Alfonsín). A todo ese caudal creador se le callampas, en la oficina, en las festividades religiosas campesinas,
añaden, entre otras irradiaciones más actuales, una matriz provista de en las reducciones indígenas, etc. Es pues, la cultura popular, y
no cualquier otra motivación intrafilosófica o quien sabe cuál
un fuerte bagaje conceptual —teoría de la dependencia, pedagogía del
malabarismo sicológico, la "exterioridad" que, a nuestro juicio,
oprimido, filosofía y teología de la liberación— cuyo contenido ha sido debe constituir, prefigurar y determinar la sabiduría filosófica de
objeto de dilatadas polémicas e interpretaciones. estas tierras americanas.
Debe puntualizarse la asunción y problematización que ha llegado
a ejercer la filosofia latinoamericana •de su propio contexto, como no Se procura sortear aquí-la inveterada escisión entre _conocer y obras,
siempre pudo hacerlo la filosofia europea que, violentando su misma entre lo uniyessaly1921rtictlar, entre razón y sensibilidad, entre saber
índole noética, ha pontificado desde una presunta subespecies aeterni- erudito y.,,vulgar .que se halla presente ..en_perspectivas y orientacio-
tatis y ha solido adoptar actitudes ingenuas o ideológicamente inte- nes muy disímiles. Está lejos entonces de preconizarse, como en las
resadas. Frente a quienes como Kempff Mercado —en su Historia de versiones cerradamente espiritualistas, que el más auténtico filosofar
la _filosofía en Latinoamérica— reclaman "olvidarnos de nuestra situación consiste en replegarse dentro de sí mismo y que la libertad pertene-
de americanos" y de "nacionales" para acceder a una filosofia perenne, ce siempre a un dominio recóndito sustraído a la esfera pública. Por
un viejo estudioso del pensamiento iberoamericano, Alain Guy, ha ende, no deja de tenerse en cuenta la necesidad de instituir un orden
exaltado nuestra producción filosófica ante el desdén que mantuvo equitativo; con lo cual se rescata la variable política sin contraponerla
Europa hacia ella, destacando la capacidad de esa producción para ineluctablemente a la figura del pensador, el moralista o el científico
transmitir un sentido original de la existencia mediante tres rasgos como si dicha inquietud existencial constituyera una faena en sí mis-
capitales: "el gusto por la vida y lo concreto integral, lejos de las lo- ma deleznable y perturbadora.
gomaquias y los abusos de la abstracción; un amor apasionado por la Otro aspecto liminar, el de los vínculos de nuestro pensamiento
libertad, que proyecta alcanzar la emancipación económica y social filosófico con las modalidades reflexivas del planeta puede enunciarse
tras haber logrado la independencia política; una inclinación estética desde diversas tendencias y matices. Algunas posiciones se han pro-
fundamental y, a menudo, un don de expresión estilística de primera longado en el tiempo, logrando una mayor o menor relevancia acorde
calidad sin que nunca la forma disfrace u obnubile el fondo" (La _filo- con las eventuales coyunturas históricas. Una de ellas, propulsada por
sofía en América Latina). figuras corno Lastarria o Sarmiento y alentada por numerosos filósofos
La filosofía de Latinoamérica, en su sentido conceptual, no sólo se contemporáneos (Emilio Oribe, Risieri Frondizi, Ángel Cappelletti,
halla entrañablemente ligada a la cuestión social sino que esta misma, Alberto Rosales et alia), ha enfatizado los entronques indisolubles con
tomada en su amplia extensión —desde la ética y el derecho hasta la el Occidente europeo y/o los Estados Unidos. El acercamiento hacia
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lo ItisTánico se observa no sólo en el ortodoxo enaltecimiento de entonces las publicaciones -libros, artículos, ponencias, colecciones-.
la Cristiandad (Wagner de Reyna, Agustín Basave, Alberto Caturelli) dedicadas - a 'los estudios -filosóficos - en. América - Latina; mientras se
sino en posturas menos convergentes corno las que han propiciado inauguran facultades y asociaciones para profesionalizar la disciplina.
Caos o Marías y Jorge Gracia en la actualidad. Otros intérpretes, por Emergen entonces grandes impulsores en la materia de un extremo a
distintos caminos, han reconocido o acentuado el ascendiente pre- otro del continente -Gaos, Zea, Gómez Robledo,Vitier, Cruz Costa,
colombino, desde Ricardo Rojas y Mariátegui hasta Rodolfo Kusch Vita, Oliveira Torres, Wagner de Reyna, Francovich, Francisco y José
o León-Portilla. Los liberacionistas como Enrique Dussel resaltan el Luis Romero, Ardao, Sánchez Reulet, Molina-, inclusive con presen-
parentesco visceral que mantendríamos con los i.ifericos por cia estadounidense (Crawford, Davis, Kunz,Whitaker). Paulatinamen-
sufrir análogos padecimientos nacionales y societales, con todos aque- te, los pensadores latinoamericanos se incorporan a las enciclopedias
llos que tienen "un pasado común de lucha contra el mismo enemi- e historias de la filosofía o se los verá actuando en encumbrados con-
go" -según planteara Ernesto Guevara en su gravitante discurso de gresos y universidades extranjeras. Hacia 1211, en un encuentro cele
Argel. No han faltado quienes, sin dejar de sostener nuestra propia brado en Lima, comienza a centrarse ávidamente el debate en torn
especificidad filosófica, han adherido a una constitución pluralista de a la filosofía latinoamericana y su convalidación. Simultáneamente,
la cultura y el pensamiento latinoamericanos, en los cuales se amal- irá creciendo el atractivo hacia la 13átória de nuestras ideas, en la lí-
gaman, avasallantes o enaltecedores, el componente aborigen junto nea propiciada inicialmente por José Ingenieros, renovada por Salazar
con las filiaciones afro-asiáticas y euro-norteamericanas. A fines de Bondy, Ricaurte Soler, Arturo Roig, Torchia Estrada, Miró Quesada,
los ochenta despunta una ambiciosa filosofia intercultural en Mema- Gregorio Weinberg y por autores posteriores con diversa importan-
nia, retomada para nuestra América por Raúl Fornet Betancourt y cia protagónica. Una línea lieterogénea,que-, a diferencia del enfoque
otros, que procura superar cualquier teorización previa monopolizada filosofista, cuida_ la aprojLmaciónizerdisciplinzlá y los arytazonis-
,■ ~...posem
por una única tradición cultural -la autóctona inclusive- para abrirse mos ep2-Gales-hasta-concelair.a. veces .esa -labor-no sólo :en sumenester
dialógicamente a las diversidades ecuménicas y mundanas. Uno de técnico-académico sino también como encaminada a incentivar los
los últimos estallidos intelectuales, asimilando la trasnacionalización grados participativos de conciencia nacional_y realizaciones sociales,
capitalista y los procesos migratorios, cuestiona los encuadres sobre la Al inquirir por los emprendimientos adecuables en el horizonte
diferencia entitativa de las culturas a través del mismo latinoamerica- reflexivo de América Latina, nos salen al cruce algunas cuestiones
nismo, que debe replantearse desde una óptica "poscolonial" o, más trascendentales que hacen no sólo a una justiciera reelaboración del
recientemente, mediante un:firo decolomal . pasado sino a nuestra misma condición existencial. Por un lado, la
En cuanto al corpus historiográfico málóstensible, el mismo se adopción de diferentes estrategiasropedéuticas: abandonar la historia
remonta por lo menos al siglo XIX en países donde existió temprana- necrófila -de personajes, sucesos y entelequias-
_ .. _ .
diente la preocupación por rendir cuenta de su propio devenir filosó- crítico y normativo; entender que las expresiones y piezas intelectuales
fico, como Cuba, México y Brasil. No obstante, la producción prin- no son entes cerrados en sí mismos sino objetivaciones que van resig-
cipal en torno a la filosofía latinoamericana como tal es bastante más nificándose conforme a los tiempos; apartarse de las posturas estáticas
cercana. Si bien ella se insinúa a principios de nuestra centuria con y. contemplativas procurando eludir las derivaciones relativistas; acce-
algunos trabajos panorámicos del peruano Francisco García Calderón, der a la historia socio-cultural para captar 'los elementos impersonales
será en la década de 1940 cuando, por motivaciones extra e intrateóri- usualmente excluidos y los reduccionismos que se han empleado con
cas, empieza a revertirse decididamente la propensión a mostrarse más propósitos manipuladores. Entre los principales objetivos para enca-
al tanto de lo que acontece con el pensamiento europeo -antiguo o rar sobresalen las investigaciones comparadas de expresiones como
moderno-, con los intereses especulativos prevalecientes en el mundo mexicanidad, peruanidad, argentinidad, cubanidad -con su función
noratlántico, que con nuestra misma evolución filosófica. Se suceden •- prospectiva o innmovilizadora- y de los diversos desenvolvimientos
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filosóficos nacionales junto a las tendencias doctrinarias particulares, lutivas y los encuadramientos que postulan
_ el cambio estructuras;
Se contará así con las aptitudes suficientes para emprender unahis- lo cuál ha deseMbocado en varias Obras colectivas, corila colaboración
toria „profunda de la filosofia latinoamericanaz caribeña —corno la de numerosos investigadores, bajo la generosa dirección conjunta de
proyectada ensambladamente por Horacio Cerutti— donde se pongan don ./2rIu2-2..«521g y la implementación de un portal electrónico ad hoc:
a prueba, u gr., los criterios de periodización, la inflamada partición www. c e ci es. orz
generacional, las lfaiiiadas influencias externas y las cuantiosas inno- En definitiva, se está planteando una reflexión verdaderamente in-
vaciones de nuestra marcha reflexiva, asuntos trillados como el de tegral que recupere las distintas acepciones implícitas por esa peculiar
los fundadores de nuestro filosofar ante otros orígenes hipotéticos, o variante reflexiva denominada filosofia latinoamericana y Caribeña
tópicos cruciales corno el papel que juega el exilio político-intelectual, con sus aludidas acepciones; un pensamiento que, de Alberdi en ade-
—así como se estudió este mismo fenómeno a lo largo de la filosofia lante, no denota una pura contemplación sino un modus cognoscendi
europea.Abordar, en suma, la gama de dificultades metodológicas sus- para decidir y actuar; un programa enraizado socio-históricamente
citadas por nuestra historiografia filosófica e intelectual, tendiente a afirmar un nosotros frente al statu quo y que ponga en
Cabe propiciar un tipo de pensamiento que contribuya al abordaje juego la capacidad comunitaria para subvertir un estado anómalo de
de ciertas empresas primordiales: dirimir y desmitificar las asevera- cosas, donde, según ha sostenido Eric Fromm, el hombre pueda ser
"Eróliés—s-oTare el carácter axiomático del capitalismo o de cualquier mucho aunque tenga poco; con intelectuales que, como se preconiza
otro sistema socioeconómico opresivo, cuestionar antinomias como en el Corredor de las Ideas, denuncien la marginación y se enrolen
la de la racionalidad noratlántica versus la emotividad sudamericana y en las empresas populares, aunando ciencia y conciencia, análisis y
otras variantes análogas de la sumisión. Más allá de que tales deman- pronunciamiento.
das teóricas reclaman modificaciones estructurales básicas, subsiste el
siguiente mandato especulativo: perfilar una América Latina sin tantas TRAYECTORIA CRÍTICA
Si nos centramos en las contribuciones de cuño argentino, hacia
_discordancias y privaciones. Se trata de alcanzar una meditación-
carmlda..que, además de moverse al compás de un panorama filosófico 1912, Alejandro Korn comienza a publicar los trabajos que dieron
n"--Jiidialpoco edificante, forje categorías que den cabida a los anhe : bro Influencias filosóficas en la evolución nacional', en el
lugar 17717----
lospuare,cmvisonafr-bíge,lspoutad cual se propuso contemplar «al pie de la esfinge» y «al margen de los
íos movimientos civiles, a las utopías americanas, en el ya estipulado intereses y pasiones, cómo se despliega y repliega la trama de las ideas».
Sendero innovador abierto por el modernismo, la Reforma Universi- No obstante esa y otras declaraciones de neutralidad valorativa, con el
taria y los precursores de nuestro filosofar que lograron avanzar pese correr del tiempo, Korn buscará aproximar teoría y praxis, impugnan-
a carecer de los múltiples medios institucionales y comunicativos sur- do la regresión metafísica y la indiferencia por la realidad vivida como
gidos durante las últimas décadas. Eduardo lleves, propulsor de nues- «engendros» de la filosofia contemporánea —especialmente alemana,
tra fusión académica y cultural —como Romero, Zea y Cerutti— ha desde Spengler a Heidegger. Así coincide con Alberdi en que nuestra
trazado una crítica metodológica, un encuadre dialéctico y una an-1 7 mentalidad no resulta proclive a la pura teoría; también persigue una
pfiación cognoscitiva dentro del pensamiento latinoamericano, al cual
— ideología propia que, como el positivismo vernáculo, sea expresión de
Mcorpora cuestiones poco canónicas: el factor identitario económico, la voluntad colectiva nacional. Para ello propicia la superación del li-
el género, la teosofía, las universidades obreras, o el multiculturalis- beralismo burgués, la tecnocracia y el dogma positivista de las ciencias
.
mo y la mestizofilia. Por nuestra parte, hemos venido enfatizando las naturales, antisocial y antiestético, ligado a los intereses oligárquicos
aproximaciones del filosofar latinoamericano al pensamiento alterna- • y coloniales, que contribuían a formar un proletariado sometido a la
tivo, dada la riqueza teórico-práctica con que cuenta este último para
designar tanto las actitudes contestatarias como las postulaciones evo- 2 Primera edición, 1936. Se cita de la publicada en 1983, Buenos Aires, Solar.
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oferta y la demanda en un país con tantos recursos disponibles. Hacía amigo Francisco Romero, quien desempeñaría un rol sobresaliente en
falta pues un nuevo Alberdi que, sin dejar de elaborar una filosofia que la urdimbre filosófica americana, le adjudica Korn el talante suficiente
atienda a lo económico, se pusiera al servicio de la solidaridad humana para manejarse dentro de las complejidades y exuberancias biblio-
y de la distribución equitativa de la riqueza, dejándole de asignar un gráficas. Cabe insistir por último en algunas proposiciones kornianas,
valor absoluto a la propiedad privada. La fórmula sería entonces «jus- como su visión de la cultura nacional ligada no solo a lo intelectivo
ticia social-cultura nacional», mientras que la solución provendría de sino también al cambio sociopolítico y económico, a una idea del tra-
la vida y no de la cátedra, de las necesidades materiales, requiriéndose bajo en tanto elemento creador, lo cual supone un pueblo inclinado
la aparición de un auténtico filósofo —o axiólogo— que, dispuesto a hacia la democracia que, por otra parte, nunca había sido vehiculizada.
mejorar el mundo, consciente de su tiempo y de su sociedad, tornara Se visualiza al Partido Socialista como la fracción más idónea para
críticamente al pensamiento europeo para tal fin, sin esperar «con los encauzar esos ideales desde el punto de vista ético y pedagógico, al
brazos cruzados que en las calles de París o de Londres se decida la tiempo que se postula a la libertad como máximo valor universal.
suerte del pueblo argentino». Jzil.r2senier2s también desarrolla hacia la década de 1910 sus es-
Sin embargo, Korn se muestra reacio a admitir «atavismos preco- tudios sobre las ideas argentinas.' Asume una actitud historiográfica
lombinos», alegando que «somos europeos y no pampeanos», que de rebeldía ante la mera erudición y toma partido por una de las
a la postre pertenecemos al Occidente y que «ni en sueños pode- vertientes en pugna dentro de su esquema interpretativo fundamen-
mos abandonar [ese] nuestro orbe cultural», señalando de paso que tal. Según él —que incorpora la tesis sobre la universalidad del fe-
el sentimiento nacional se ha pervertido por dos grandes males: el nómeno histórico para abrirse al análisis comparativo—, existen tres
histrionismo patriotero y el cosmopolitismo trashumante. Excluido fases esenciales en el devenir humano: la revolución, la restauración,
el componente aborigen, nuestra peculiaridad consiste en el grado de y la etapa organizadora, síntesis entre ambas polaridades. Para lograr
selectividad y adaptación que se mantenga en relación con el pensa- una explicación acabada-del -plano ideológico; se -insinúa una óptica
miento europeo, cuya función directriz dentro del mundo occidental pluridisciplinaria que, junto al medio físico, satisfaga las variables eco-
debemos proseguir naturalmente; aunque la nieta definitiva consista nómicas, políticas y culturales. Dos grandes fuerzas sociales disputan
en imprimirle a aquel pensamiento nuestro sello específico, sin copias férreamente su predominio en la historia argentina. Por un lado, los
simiescas. Por ende, quedarían en parte relativizadas algunas objecio- grupos conservadores o feudales que defienden un sistema de privi-
nes que le imputan a Korn el haberse subordinado a lo europeo, pues legios y errores, y arrastran a las masas mestizas e inconscientes. Por
él mismo reiteradamente aduce que dicha apertura debe emprenderse otro, los elementos renovadores, compuestos por las minorías blancas,
al solo objeto de disponer de la totalidad de las nociones que pueden ilustradas y pensantes, propugnan el cambio social, la democracia, la
concurrir a resolver los problemas nacionales. Para Korn no existía justicia y la verdad. En estas últimas. corrientes reside germen forja-
una filosofia argentina "por la ausencia de filósofos y por el tardío en- dor de la nacionalidad que, nutrido del tronco revolucionario francés,
tendimiento de las masas", motivos éstos que lo llevan a escribir una mediante grandes reformas logrará acceder a un nuevo estado de co-
Historia de las influencias ideológicas en lugar de una genuina Histo- sas. Desembarazado de su anterior, inflexión hacia el expansionismo
ria de las ideas. De allí su apelación por «el hombre llamado a escribir de las naciones mejor dotadas, Ingenieros no logra empero soslayar
la historia patria, capaz de sintetizar en la unidad de su pensamiento aquí diversos resabios socio-darwinistas —extrañamente combinados a
las complejas determinaciones de la evolución nacional». De allí su un idealismo ético—, mientras opta por un progresismo eurocéntrico
actitud reverencial ante la eventualidad de que emerja una figura de y acusa limitaciones en cuanto a la fidelidad de sus datos. En otro
esa magnitud: «me inclinaría a ajustarle el cordón de las sandalias para
que emprenda la marcha victoriosa». Ese portento nos haría ocupar Siendo terminado y publicado entre 1918 y 1920 con el nombre La evolución de
un sitio menos insignificante en la cultura universal. Tan solo a su las ideas argentinas. (Edición consultada: Buenos Aires, 1961).
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trabajo del mismo período,`' Ingenieros considera que existirá un pen- universitaria y la historia política, pues la primera, como el fiel de
samiento propio e inconfundible, que incluso le otorgaría un sentido una balanza, sigue los movimientos de la conciencia social, aunque
nuevo al pensamiento humano, cuando nuestra raza cuente con un manteniéndose siempre en el terreno de las 'ideas medias', esencial-
filósofo o genio —como lo fueron Emerson o James para los Estados mente conservadoras; pero no olvidaremos, en momento alguno, los
Unidos— que elabore algo distinto y autóctono: la argentinidad. Ésta, fermentos ideológicos que, fuera de la Universidad, agitan la sociedad
que se concibe alejada del espíritu hispano-colonial, por haber nacido francesa durante un siglo, pues ellos engendran las corrientes más pu-
de revoluciones como la francesa y la norteamericana, podrá llegar a jantes de originalidad creadora y de renovación».'
configurarse en definitiva mediante una filosofía científica al estilo de Semejante desafio hermenéutico no le fue perdonado ni siquiera
la del propio autor. Más tarde, Ingenieros descarta la posibilidad de después de su muerte. Así, hasta en un número conmemorativo de-
fundar una filosofía estrictamente nacional y con dichas característi- dicado a Ingenieros, se repudian sus propósitos para ensamblar el co-
cas.Así, empieza a pensar en términos continentales y aporta su enor- nocimiento y la acción: «¡Curiosa filosofía esta que empieza subordi-
me caudal al programa antiimperialista de la Unión Latinoamericana, nando la filosofía —que es historia del pensamiento en sus contenidos
lanzado hacia 1922 durante el homenaje que se le tributó en Buenos irreductiblemente originales— a las vicisitudes más menudas y ordina-
Aires a José Vasconcelos. Por otra parte, no puede obviarse la impor- rias de las trastiendas políticas! Aplica prácticamente este criterio en
tancia que revistió su Revista de Filosofía, donde no solo se encaró la su libro sobre Boutroux. Esta obrita es una interpretación peregrina
problemática universal o argentina sino que también se mantuvo una de la filosofia a través de los cambios de gabinete —para uso, tal vez, de
constante inquietud por el acontecer intelectual de los demás países los filósofos de esquina que aparecen periódicamente en las tribunas
latinoamericanos, influyendo en naciones como Ecuador o Brasil y electorales— y demuestra cómo los destinos del pensamiento humano
en Centroamérica, y dando cabida en sus páginas a trabajos de figuras y de Dios están pendientes del azar de los decretos presidenciales y de
como las de Rufino Blanco Fombona, Honorio Delgado, Deústua, las intrigas parlamentarias».'
Ibérico, Mariátegui, Molina, Henríquez Ureña y otros exponentes de Sirva también corno eslabón para esta revisión temática otro tra-
nuestro pensamiento. 5 bajo escasamente conocido y titulado "Contemporary philosophic
Otra de las mayores contribuciones de Ingenieros fue la introduc- tendencies in South America". 8 El mismo, de improbable publicación
ción de categorías poco usuales en nuestro medio para analizar la en español, fue expuesto por Coriolano Alberini ante el VI Congreso
génesis del pensamiento filosófico, tales como las de derechas e iz- Internacional de Filosofía efectuado en Harvard hacia 1927; congreso
quierdas (extremas o centristas) y su propensión hacia la vertiente más en el que Alberini tuvo una actuación destacada como único repre-
revolucionaria, por ser aquella que tiende efectivamente a la realiza- sentante de Latinoamérica. Sus principales tesis apuntan a sostener que,
ción de la libertad. Su tesis del paralelismo entre régimen politico y tanto en un sentido genérico (ideales educativos y politicos) corno
corrientes filosóficas despertó serias resistencias en ambientes locales técnico, la cultura filosófica sudamericana ha adoptado y aplicado la
y extranjeros, como fue el sonado caso de la interpretación que efec- especulación europea, a la que le ha dado, sin embargo, un tinte verná-
tuó Ingenieros sobre la obra de Boutroux, partiendo de las siguien- culo con rasgos específicos que no son aclarados en el paper. Se critica
tes propuestas: «pondremos de manifiesto las relaciones entre filosofia
al positivismo por no haber producido «nada filosóficamente valorable dos originalmente en idioma castellano.'" El segundo de ellos fue un
en Sudamérica» -salvo en su combate contra el dogmatismo religioso artículo de Aníbal SanCheiR eulet, quien -sé -había trasládado a España
o mediante algunos frutos en ciencias sociales, jurídicas y pedagógicas. por ese entonces para perfeccionarse junto a Ortega, hace hincapié en
Una sobredevoción al hecho por el hecho mismo, por la verdad técni- la falta de teorías filosóficas peculiares en Hispanoamérica, por más que
ca en detrimento de la investigación desinteresada, han producido que las ideas tuvieran una especial relevancia en la historia continental.Tras
hasta la misma ciencia resultara seriamente peijudicada. Además, según examinar sintéticamente nuestra marcha filosófica, desde la conquista
Alberini, los positivistas latinoamericanos han sido malos repetidores, española hasta llegar al positivismo, Sánchez Reulet celebra la nueva
simples diletantes, de las doctrinas europeas a las que solo accedían su- atmósfera intelectual imperante a partir de 1920, en la cual predomi-
perficialmente, y de las que extraían consecuencias pseudocientíficas. naba, según él, un estudio ordenado fi-ente a la «inquietud licenciosa»,
A Haeckel se le achaca el haber sido el principal causante del vago «el lento aprendizaje a la satisfacción literaria».Y si bien persistían acti-
pensamiento filosófico hispanoamericano -rastreable en panfletos psi- tudes extraviadas, el diagnóstico arroja un saldo auspicioso: «en muchos
quiátricos y pedagógicos. Tampoco acepta Alberini las inclinaciones países se vive la actualidad filosófica y se trabaja metódicamente en el
positivistas hacia los movimientos de reforma social, hacia la causa la- amor de los clásicos y el planteo, a fondo, de los problemas».
tinoamericana y hacia la revolución rusa.Tras esas veladas acusaciones, Un papel prominente le tocaría jugar a Francisco Romero, quien
que insumen casi la mitad de la comunicación, se advierte entre líneas iba a ser calificado corno «filósofo de América», «patriarca de la filosofía
que los mayores dardos estaban dirigidos contra Ingenieros -ya desapa- iberoamericana» o, corno precisó Zea, «el guía y conductor del filosofar
recido a la sazón-, a cuyo influjo la reacción antipositivista, encabezada en Latinoamérica». Romero se prodigó infatigablemente para integrar
en la Argentina por el propio Alberini, iba a hacer responsable de la a la comunidad disciplinaria, impulsar la temática regional y alentar un
más atroz decadencia cultural. Contrario sensu, en los Estados Unidos trabajo más riguroso, en un orden de cosas que, hacia 1932, todavía con-
-sitio en el cual aquel hablaba-, merced al legado puritano, de apertura ceptuaba co-mol(incipiente»" :Paca después, en -una carta - dirigida a Al-
a lo Absoluto, se ha configurado una mayor sensibilidad filosófica que berto Rougés, se insinuaría una parte del aludido proyecto romeriano:
dio lugar a figuras como Emerson, James, Royce y Dewey; por más
Sigo con mi idea de que lo primero es reunir a la gente, intentar
que el mismo Alberini haya censurado anteriormente la incapacidad el conocimiento mutuo y tender a que haya una conciencia fi-
filosófica de los yanquis.' Pese a todo, Alberini rescata, como auténti- losófica en el país. Para esto hay que disponer de un Centro.Ade-
camente filosófico, el movimiento coetáneo, de extracción idealista, más de reunir a la gente nuestra, tan dispersa, se debe o se puede
originado en Francia, Italia y Alemania, lo cual le haría abrigar una ma- iniciar relaciones con las de países afines.Yo ya estoy en relación
yor confianza en el futuro, reforzada por el apoyo oficial a la filosofia y con gente del Perú [...] Un amigo se ocupa en relacionarnos
con la gente uruguaya que tiene, me dicen, un gran interés por
por las características de nuestros pueblos, plenos de vitalidad y de una
la filosofia. Después vendrá relacionarnos con Europa, para dejar
insuperada liberalidad ética y espiritual. Factores éstos que permitirían de ser la Colonia a donde todo llega con atraso considerable [...].
acuñar una cultura filosófica «capaz de ofrecer una visión del universo La necesidad de relacionar gente es para mí evidente.' 2
y de la vida humana donde, pese a su crecimiento autóctono, tendrá
aquello que cuadra a una filosofia real: un valor universal».
En forma casi simultánea, aparecerán, en la década del treinta, dos "' Panorama de las ideas filosóficas en Hispanoamérica.«Tierra Firme», 2, 1936, pp. 314-
331 (Sánchez Reulet); La evolución filos ó fica en la América Hispana, 1934 (Salomón
pioneros trabajos de conjunto sobre filosofia latinoamericana publica-
Carrillo Ramírez).
" Ver comentario de Romero a un libro del filósofo idealista peruano Enrique Bar-
Sobre distintas actitudes de Alberini frente a la filosofia estadounidense, ver Biagl- boza, Nosotros, 282, 1932, pp. 233-234.
ni, H. E.: Filosofía americana e identidad.Buenos Aires, 1989, cap. «Recepción argentina ' 2 Citada por Lucía Piossek en volumen colectivo La .1-ilosqfía lioy en Alemania y Amé-
del pensamiento estadounidense». rica Latina, Córdoba, Argentina, 1984, pág. 264.
HUGO E. I3IAGINI / 130 V La tilosofia en situación / 131
En 1934, mientras presentaba a Manuel García Morente en el PEN cultura se obtiene, «como comprobación más frecuente y nítida», la
Club, Romero da a conocer su trascendental categoría de la norma- idea sobre la unidad fundamental y prOfurida de nuestros pueblos más
lidad filosófica. Si bien destaca el fervoroso interés por la filosofia y allá de sus diversidades. Frente a un nacionalismo cerrado y agresivo
la búsqueda de «la verdad» que entonces observaba en Buenos Aires —cuyo maleficio se extendía por Europa y prendía en Sudamérica— se
—por ejemplo a través de las mismas conferencias pronunciadas por el va acentuando la convicción acerca de la existencia en América latina
pensador español—, no deja de reclamar una situación donde la filo- de un gran cuerpo único. A esta certidumbre, por no estar clara y
sofia pueda aparecer como «función científica», «como trabajo y no extendidamente incorporada, había que estimularla lo más posible; un
corno lujo o fiesta», corno tarea esforzada y continua para canalizar las asunto que el propio Romero buscaría plasmar con su plan de unifi-
inquietudes en ciernes. Corno ejemplo de esa mentada profesionali- cación cultural mediante la filosofia. Uno de los factores que más pe-
zación reflexiva, trae a colación la superación del krausismo en Espa- san en Romero para sostener el credo de la unidad se fundamenta en
ña y las iniciativas del propio Morente como decano de la Facultad el hecho de la «casi coetánea implementación de la cultura occidental
madrileña de Filosofia." En una ponencia ante la VII Conversación en los vastos escenarios nuevos». Sin embargo, habría que trazar una
de la Organización de Cooperación Intelectual de la Sociedad de las distinción radical entre lo americano, como uniformidad primaria a
Naciones, que se celebró en Buenos Aires en 1936, Romero puntua- restaurar, y lo europeo, en tanto que la uniformidad representa un
liza, acaso por vez primera, su parecer sobre el tratamiento filosófico episodio nuevo a producir. Romero rescata el americanismo militante
de lo peculiarmente americano, al interrogar si esta preocupación «no de Henríquez Ureña, por considerar que estaba ligado asimismo a una
contradice la esencia de la filosofía». La respuesta que el propio autor perspectiva humanista que preservaba la universalidad:
se da a sí mismo en esa circunstancia resulta bien categórica: «Nuestra
América —dice Romero al recrear al intelectual dominicano—, a
América recibe y puede fundir en unidad las diversas manifestaciones pesar de lo mucho autóctono que en ella pervive, es en cierto
del pensamiento europeo [...]. Una filosofia occidental en Iberoamé- modo síntesis y recapitulación de Occidente. El alma oécidental
rica: esta es mi previsión tanto como mi deseo». Durante ese mismo cobró en ella un sentido nuevo [...] una general reestructuración,
encuentro tienen una participación activa dos figuras que pueden asume distintos ritmos, se mueve según una dinámica nueva. Es
asociarse íntimamente con las inquietudes americanistas de Romero: como si esa cultura ilustre, que en otras partes ha pesado más de
una vez sobre el hombre y lo ha llevado por sendas de extravío,
Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes, con quienes mantiene para
se rehumanizara y anunciase la posibilidad —no pretendo ade-
esa época un contacto permanente." Romero evoca los «inolvida- lantar imprudentemente otra cosa— de adaptarse toda ella con
bles coloquios», las prolongadas y periódicas reuniones semanales que fidelidad a los supremos fines humanos».' 5
sostuvo con esos dos «doctores en hispanoamericanismo», mientras
alude también a su «experiencia extraordinaria» de aprendizaje junto La fundación de la Cátedra Alejandro Korn en el Colegio Libre de
a esos grandes maestros. El objeto principal de las reuniones, de las Estudios Superiores, inaugurada a fines de 1940, coadyuva a los pro-
cuales se toman «abundantes notas» que quedarían en poder de Reyes, pósitos de Romero, quien cumple con ella una misión similar a la que
consiste precisamente en discutir «sobre el ser, proceso y destino de paralelamente lleva a cabo José Gaos en México desde su seminario
lo americano». Corno saldo de tantas incursiones por la historia y la sobre pensamiento hispanoamericano. Al resumir los objetivos funda-
mentales de la cátedra, Romero puntualiza las siguientes finalidades:
«el trabajo filosófico en cuanto tarea científica o teórica, el propósito
13 «Sobre la normalidad filosófica», incluido en El hombre y la cultura, Espasa-Calpe,
social de difundir la filosofia y la intención nacional y americanista».
Buenos Aires, 1950.
" La ponencia de Romero en el libro que recoge los trabajos e intervenciones del
encuentro, Europa-América Latina. Buenos Aires, Comisión Argentina de Coopera- I ' "Un humanista de nuestro tiempo", Sur, 1946, págs. 18-27; «Carta a Alfonso Re-
ción Intelectual, 1937. yes» (1955), en Ortega y Gasset..., Buenos Aires, Losada, 1960.
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Con relación a este último punto aseveraba: «Lo consideramos corno opinión pública más especializada. De tal modo, se había comenzado
una cosa sola, porque cualquier interés de alta cultura en cualquier país a crear un clima estrictamente filosófico, sin las improvisaciones de
de Iberoamérica debe buscar el marco y la resonancia continentales, otrora. El adelanto también podía verificarse en la preocupación por
y porque al preocuparnos por otros países del Continente buscamos explorar seriamente el pasado filosófico; aspecto este que, al margen
darles lo que podamos y ganar para nosotros lo que podamos recibir del legítimo erudito, permitía acceder a requerimientos más vitales y
de ellos». Entre las consideraciones que sirven de basamento a dicha trascendentes: «Los hechos y lo que late bajo ellos invitan a reflexionar
empresa se plantea la historia de la filosofia como autoconciencia más sobre temas más amplios: sobre el curso total de la cultura en estas
elevada de la humanidad. Por otro lado, se enfatiza la necesidad de al- tierras, sobre su papel futuro dentro y fuera del orbe americano, sobre
canzar una expresión peculiar en filosofia mediante el respeto a la ver- la índole y los caminos de la espiritualidad de América. [...] y sobre la
dad y al propio espíritu, minimizándose la originalidad como fin en peculiaridad del hecho americano, enmascarando bajo el desmadeja-
sí mismo. Al mismo tiempo, se efectúa un balance de los antecedentes, miento de los hechos americanos y de su engañosa asimilación a otros
perspectivas y limitaciones que ofrece la nueva programática: hechos dispares». No obstante, con una frase muy difundida, estuvo
lejos de adherir a un optimismo complaciente: "La naciente filosofía
Ya se filosofa mucho en Iberoamérica; en algunos países la me-
ditación sistemática ha arraigado y cuenta con representantes
tiene que ir mucho a la escuela todavía; y aún se la debe incitar a que
valiosos y hasta eminentes; en otros se dan los primeros anuncios prolongue la escolaridad, porque todas las precocidades —y más la de
de futuras cosechas. [...] ninguno de los países del Continente y la inteligencia— son peligrosas». 17
sus islas es ajeno a la preocupación filosófica. Se impone ya una Una disertación sobre el filósofo caribeño Enrique Varona, desa-
tarea de comunicación e intercambio, y vamos a contribuir a ella rrollada por Romero en el Instituto Argentino Cubano hacia 1941,1e
en lo que nos sea posible [...] la cátedra A. Korn organizará una
da pie para pronunciarse acerca de las etapas intelectuales en nuestro
especie de central filosófica americana. [...] Fomentaremos la re-
lación personal entre los estudiosos de filosofía y el intercambio continente. En la primera, las preferencias se vuelcan hacia los estu-
de escritos. Promoveremos la aparición de estudios o artículos dios literarios e históricos. En la segunda, aparecen hombres dota-
sobre temas de filosofia americana [...].Habrá que realizar mu- dos de una «extraordinaria vocación» que protagonizan «un hecho
cho rebusque y ordenación, si queremos poder juntar con pleno importantísimo y decisivo»: «el verdadero ingreso de la filosofía en
derecho estas dos palabras: América y Filosofia. Iberoamérica y de Iberoamérica en la filosofia». Finalmente, durante
la época en que Romero habla se asistía, para él, a un estado de con-
Las conclusiones apuntaban mucho más allá del simple trabajo aca- tinuidad y pluralidad a partir del cual se ingresaría a un período de
démico y asumían la particular coyuntura histórica, de beligerancia "colonización filosófica".' 8
mundial, que se experimentaba durante ese ínterin: "Si la cultura eu- ¿Cómo visualizaba Romero a las distintas corrientes que se dieron
ropea sale con bien del mal trance, habrá de contar con la que se forje en nuestro suelo americano? En la ponencia que él envió a la Primera
en nuestros países, como aporte americano a la secular cultura de Oc- Conferencia Interamericana de Filosofía (Universidad de Yale, 1943),
cidente. Si la cultura allá se detiene, el relevo americano impedirá el a diferencia de tantos otros enfoques, le asigna al propio positivismo el
retroceso del espíritu occidental". I6 Apenas un mes más tarde, Romero mérito de haber fundado la filosofia latinoamericana, al menos en la
extiende su parecer desde el diario La Nación, donde anuncia el «des- América de habla .hispana_Este proceso fund2rional se consolida con
pertar filosófico» reflejado de muy distintas maneras: una producción la obra de Vasconcelos, Caso, Vaz Ferreira, Korn, Deústua, Molina y
superior cuantitativa y cualitativamente; los esfuerzos por sobrepasar otros exponentes, entre los que se encontraban pospositivistas y tam-
el clásico aislamiento y el autodidactismo, junto a la aparición de una
17 «Sobre la filosofia en Iberoamérica», Filosofa de la persona, Buenos Aires, 1951.
''' "Cátedra Alejandro Korn". Cursos y Conferencias, 17, 1940, pp. 234-240. José Varona, E., en Filósofos y problemas, Buenos Aires, 1957.
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bién antipositivistas. Con ellos se irá comprobando una asimilación implementación de una nueva universidad, con un tono que no sea
más cabal y actualizada del pensamiento procedente de países con exclusivamente profesional, con profesores _full time, con becas estu-
«producción original», hasta llegar a la alternativa más reciente donde diantiles, con conocimiento directo de las obras clásicas y los idiomas
la apropiación se transforma en ahondamiento y mayor independen- extranjeros. Se propugna además la creación de centros de investiga-
cia. Se arriba así a las primeras formulaciones con visos de autentici- ción, de bibliotecas especializadas, de sociedades filosóficas nacionales
dad, donde descuella la predilección «por las cuestiones atinentes al y continentales, la edición de revistas y colecciones, la realización de
espíritu, los valores y la libertad». Dicho proceso de normalización se congresos, el intercambio de docentes y alumnos. Las libertades de
ha visto reforzado por eminentes profesores oriundos de Europa y, es- cátedra, conciencia y expresión son consideradas allí como requisi-
pecialmente, del exilio español, habiendo presidido el mismo Romero tos indispensables para "elaborar algún día un pensamiento genuino";
la Comisión Argentina de Ayuda a los intelectuales peninsulares.' 9 mientras que el estrecho "espíritu de escuela" y la "filosofía oficial"
Por su parte, R.isieri Frondizi, perteneciente al círculo de Rome- constituyen para Frondizi la negación de la filosofía, "que rechaza im-
ro, sostuvo —en ^ L i1i trabajo ampliatorio de 1944— la inexistencia de posiciones y supuestos"? ¿No fue un modelo similar al que el propio
una filosofía latinoamericana propia, como la que podía hallarse en Frondizi implantó una década después durante su reconocida gestión
otras partes del mundo. Si bien en países como Argentina, México al frente de la Universidad de Buenos Aires?
y Perú existía «cierta densidad» en los estudios filosóficos, faltaba un En un divulgado ensayo posterior, Frondizi también se cuestiona el
pensamiento original que expresara los rasgos espirituales de nuestro carácter entitativo de la filosofía latinoamericana, a la que admite como
pueblo, mientras han abundado en cambio los replanteos con base concepción del mundo propia de todo individuo o época, pero se
europea. A semejanza de Korn, Frondizi enfatiza la idea de que his- muestra escéptico en cuanto a la posibilidad de una filosofía en sentido
toriar nuestra marcha filosófica implica restringirse a exponer dichas riguroso y restringido, el cual implica una separación de las preocu-
influencias. Con todo, pese al apego por las doctrinas foráneas se ha paCiones literarias, políticas y educacionales. La íntima conexión de la
ido superando la adhesión ciega y entusiasta para ensayar una vía más filosofía con los problemas vivos de la comunidad afectó a la calidad
cercana a nuestro espíritu, cuya propia índole lo ha llevado a filosofar reflexiva en Iberoamérica. Recién habrá filosofía cuando, sin ponerla
más allá de las razones teóricas y a desinteresarse por las orientaciones al servicio de objetivos ajenos, se practique como una disciplina en
científico-naturales, lógicas y epistemológicas, para dar cabida a los sí, desinteresadamente, sin que deba ser instrumentada para la acción,
asuntos religiosos, éticos y sociales: «El hombre está en el centro de puesto que las ideas no se juzgan conforme a su aplicación. No se
la problemática filosófica latinoamericana». Ello supone una peculiar ha superado el escalón informativo porque falta digerir aún el bagaje
cosmovisión que tal vez alcance a concretarse «en una meditación europeo. Los iberoamericanos se han sumido en discusiones estériles
filosófica de jerarquía intelectual y de raíz americana».`" e ingenuas, y se han olvidado de filosofar. El mismo esfuerzo por lati-
En una encuesta propiciada por la revista Minerva —dirigida por Ma- noamericanizar la temática filosófica ha llevado a extraviar el auténtico
rio Bunge— sobre el tema «¿Qué puede hacerse por el adelanto de la sendero, que consiste en «hacer filosofía sin más». Solo a partir de esta
filosofía en Latinoamérica?», contestaron a ella Edgar Brightmanjoáo actividad reflexiva podrá finalmente derivar como consecuencia una
Cruz Costa y el mismo Frondizi, quien sugiere varios aspectos insti- filosofía propia e iberoamericana. El perspectivismo, pese a haber con-
tucionales que podían trasuntar un cambio fundamental de actitud: la tribuido a vincularla filosofia con.la reo], ha ejercido una .confusión tal
que condujo a identificar la filosofia con su principal enemigo: el pro-
vincialismo, haciendo perder de vista que integramos la cultura occi-
I ' »Tendencias contemporáneas en el pensamiento hispanoamericano», en Sobre la
filosofía en América, Buenos Aires, 1952.
dental. Ésta no resulta incompatible con el ser iberoamericano, aunque
2" "Panorama de la filosofia latinoamericana contemporánea", Minerva, 2, 19-44,
pp. 95-122. 2 ' Ibídem, 4. 1944, págs. 77-78.
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mantiene una profunda divergencia con las culturas indígenas. Frondizi específica de lo americano y plantea nuestra filosofía como una posi-
no alcanzaba a vislumbrar ningún futuro para nuestro filosofar y de- bilidad de sintetizar al patrimonio occidental, puntualiza como obje-
seaba que se preservara para el porvenir la imagen ideal del sabio, en el tivos de dicha filosofía la mancomunión profesional, el aggiornamento,
cual se conjugan la conducta y la doctrina." la difusión del conocimiento riguroso y la reflexión sobre nuestra
Al balancear el muestrario argentino expuesto, se afronta una mi- cultura y sobre nuestra espiritualidad, a la vez que considera como
sión saludable para nuestra historiografia filosófica: que esta se con- rasgos distintivos favorables del filosofar iberoamericano su amplitud
vierta en blanco crítico de sí misma. Por haber sido puesto de relieve, para apreciar el pensamiento extranjero y su falta de subordinación
mediante diferentes comentaristas y en reiteradas circunstancias, mu- a ninguna vertiente en particular. Frondizi, con mayores o menores
chos de los planteamientos y ejecuciones de quienes nos precedieron coincidencias, aunque admite la existencia de una inflexión antro-
en estos menesteres, conviene concentrarse, sin falsas idolatrías, en los pocéntrica que reflejaría el sentir de nuestros pueblos y de distintos
aspectos menos positivos que pueden ser objeto de mayor discusión y expositores, desliga la filosofla de la praxis y del resto del saber para
menor vigencia, aunque a veces, obviamente, los rasgos desfavorables propiciar, contrariando su propio trabajo, la deslatinoamericanización
aparezcan junto a las mismas virtudes analíticas. temática y la asimilación de lo europeo, porque formamos parte de
Con relación a América latina como realidad unitariamente lace- este último. El carácter propio advendrá cuando practiquemos una
rante, la mayor parte de los autores reseñados adoptan una actitud de filosofía en sí, para lo cual se propicia el despegue universitario y la
distanciamiento que sólo se recupera en el nivel de una reclamada la- libertad intelectual.
bor técnica, la cual es percibida algunas veces en forma aséptica y otras Mientras Ingenieros va abandonando la idea de una filosofía ne-
de un modo apasionado. En todo caso, la aceptación de una sustantiva . tamente argentina, Korn indagará afanosamente en la expresión de
unidad se atribuye, como en Romero, a un efecto exógeno producido un pensamiento nacional que atienda a lo económico y a lo social
por Europa, sin preguntarse siquiera por las divisiones que han en- desde una perspectiva menos burguesa pero partiendo de lo europeo
gendrado los poderes transnacionales ni por el alcance de las mismas. y despreocupándose del resto de América. La historia de las ideas
Queda también en pie el problema de los enfrentamientos internos filosóficas, tanto para Frondizi como para Korn —en una proporción
—y sus responsables locales— que atentaron contra el preconizado espí- más reducida—, se restringe al estudio minuciosamente prescinden-
ritu continental, el cual se concibe por lo demás en íntima conexión te de las influencias foráneas, mientras se rehúsa a concebir un cor-
con un Occidente raras veces problematizado. Alberini, no obstante pus ideatorio provisto de mismidad. Por su lado Ingenieros, con una
sus idílicas concesiones a la mentalidad nativa, además de repudiar el óptica inicialmente prejuiciosa, procura dilatar ese terreno a otras
latinoamericanismo militante de Ingenieros, le censura que haya sido perspectivas disciplinarias y establece una lucha sin cuartel con las
leído por la «mesocracia intelectual centro-sudamericana"", aunque posiciones en juego.
se cuida bien de mencionar la innegable repercusión ingenieriana en Una de las principales cuestiones a dilucidar se vincula con el proble-
los círculos de ultramar. ma de la filosofla pura o académica. Desde una perspectiva idealista se
Por otro lado, impera el desentendimiento o la negación lisa y llana auspicia la teoreticidad filosófica; Sánchez Reulet, sine ira et studio, aboga
de una filosofia propiamente hispanoamericana (Sánchez Reulet), o por el ejercicio ascético y depurado; Romero y Frondizi no dejan de
se admite un pensamiento de esa naturaleza en cuanto posea un valor optar por las.salidas compartimentalistas,zi se desvían ..de ia_senda ma-
universal (Alberini), cuya definición suele ser soslayada. Romero efec- gistral de Korn que minimiza la filosofla de cátedra y ve a la metafísica
túa algunos avances sobre el particular; si bien rechaza la peculiaridad alemana contemporánea como un engendro divorciado de la realidad.
Falta explicar también por qué la etapa de la normalización filosófica
2 ' "Hay una filosofia iberoamericana", Realidad, 1948, pp. 158-170. debe implicar, frente a las anteriores, un quehacer totalmente desinte-
2 ' Precisiones sobre la evolucbM del pensamiento argentino, Buenos Aires, 1981, pp. 55. resado, sin exigirse, por parte del nuevo filósofo profesional, ninguna
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apertura a otros terrenos del conocimiento -corno el de las ciencias Por último, la política adquiere, en varios textos comentados, un
sociales- que le permitan poner a prueba, por ejemplo, el tan mentado tinte deleznable que resiente la actividad filosófica, al nuclearse el de-
desinterés en sus hipótesis. Por lo contrario, se constriñe la labor filosó- bate en torno a la polémica contra el positivismo, al cual tampoco se
fica en lo esencial a un trabajo primordialmente exegético, al estilo de le asigna, por su apego a la facticidad, una función filosóficamente des-
esos clásicos historiadores que, como un topo perdido en la oscuridad, tacable; al tiempo que todos, salvo Ingenieros, coinciden en enaltecer
rastrean documentos al margen de los mismos vaivenes históricos. Ade- la reacción antipositivista por diferentes motivos que oscilan desde el
más, ¿acaso las condiciones de vida en América latina cambiaron tanto haber permitido el libre juego del intelecto, la solidez doctrinaria y la
en unas pocas décadas como para suponer que se pueda asumir una eticidad hasta su espíritu quijotesco de nobleza y otros merecimientos
actitud de rotunda neutralidad? ¿Hasta qué punto ha sido sorteada, con diversos. Si bien en nuestros días puede resultar una mera preocupa-
la normalidad en filosofia, esta insistente dificultad del desinterés, tan ción bizantina el negar la existencia de una filosofia latinoamericana
clave en la propuesta de sus voceros? ¿El desinterés marca realmente una -más o menos estructurable-, todavía persisten quienes, como antaño,
divisoria de aguas con la etapa prefilosófica? ¿Es el espíritu o la situación se rehusan a admitir otra forma filosófica que no fuese la europea.
general y personal en la que estamos inmersos lo que lleva a problema- Justamente en la misma Argentina, para seguir la línea aquí contro-
tizar la realidad de un modo u otro? Interrogantes como estos parecen vertida, hasta algunos especialistas en nuestras lides intelectuales sólo le
no estar resueltos tanto en Romero corno en Frondizi. rinden culto a las corrientes occidentales productoras del saber filosó-
Otro de los tópicos que sobresalen en las fuentes examinadas tiende fico, ante la permanente carencia de originalidad atribuida a nuestro
a centralizar el dilema de la filosofia iberoamericana o nacional en la pensamiento. No solo se niega así la presencia de la filosofia latinoame-
ausencia de una gran individualidad, del hombre sintetizador (Korn), ricana sino que esta última tampoco se considera como algo deseable,
el genio (Ingenieros) o el sabio (Frondizi), cuyo surgimiento no deja por el supuesto peligro de sectarismo totalitario que la misma podría
de aguardarse en forma venerable. Reaparece la fascinación por Eu- traer aparejado, al tiempo que se marginan los aspectos verdaderamen-
ropa e incluso por los Estados Unidos, los cuales han podido contar te autoritarios que la propia filosofia europea contribuyó a engendrar
con notorias figuras de ese tenor, junto con una tradición espiritual dentro y fuera de sus fronteras. ¿O ahora resulta que el nacionalismo
no menos celebrada, dándose lugar a una estatura filosófica verdade- no tiene nada que ver con Europa, o que habría una esencia filosófica
ramente modélica. La filosofia queda bosquejada así corno una tarea europea inmune a ese movimiento y a cualquier otro por el estilo?
para elegidos. Aunque el referente del pueblo corno noción expresa Con todo, aparecen cada vez menos los planteos trasnochados, simi-
permanezca en general significativamente desdibujado o soslayado, sin lares a los que el idealista uruguayo Emilio Oribe se permitió proferir
sus sujetos reales, no faltan alusiones incidentales pero igualmente su- gratuitamente en un encuentro internacional de los que auspiciaba la
gestivas al lastre racial, a la inconsciencia -o al retardado entendimien- Unesco durante los primeros años de su creación. Antes de referirse
to- de las masas (Ingenieros, Korn), como un serio impedimento para a Spengler y Keyserling como "muy superiores" a los pensadores de
remontar el arduo vuelo reflexivo. Paralelamente, los sectores elitistas Sudamérica, Oribe sostuvo: «Pensar es ser, actuar es seguir no siendo,
parecen simples convidados de piedra, por resultar prácticamente aje- pero con la creencia de ser.Toda-África, casi toda América son perfec-
nos a nuestros sinsabores filosóficos. Con todo, el antagonista decla- tos ejemplos de acción, dominios de lo cuantitativo perecedero»."De
radísirno, quien rompe y paga más platos que nadie en ese frustrado cualquáCf Ananera estas -alturas, no se-t.rata _primordialmente 4e
banquete del Olimpo sudamericano, tiene nombre y apellido aunque demostrarle a nadie que no padecemos de indigencia filosófica, ni
deba permanecer lo más oculto posible: el elemento demoníaco son tampoco que la filosofia latinoamericana no representa un «despro-
nuestros propios aborígenes, quienes constituyen un mero ser de «cu,
riosidades» (Romero), incompatible con la misma filosofia y su equi- «Algunos aspectos del pensamiento en el Nuevo Mundo», en AA.VV., El viejo y el
valente occidental (Korn, Frondizi). nuevo inundo. París, 1956.
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pósito» ni acto propagandístico, 23 ni hace falta tampoco probar a toda que nos traerá mucho ,por su sentida ayuda de la vida universal más
costa que nuestro pensamiento ha incidido en la propia Europa.' Es palpitante y frecuentemente por su carácter innovador. Al contrario
hora de abandonar los complejos y de que los americanistas no nos de Sergio Sarti, que reprocha a la mayor parte de los pensadores ibe-
sintamos encerrados en una jaula como objetos de exhibición —según roamericanos su pretendida falta de rigor, es preciso subrayar que, en
hicieron los británicos con indios patagónicos—, ni permitamos que se general, ellos se mantienen perfectamente en el nivel deseable".'
nos trate como el alquimista o el astrólogo frente al químico o al as- Hasta un conspicuo exponente del universalismo filosófico, como
trónomo, por partirse de la creencia que lo genuinamente académico Eugenio Pucciarelli, no ha dejado de admitir la posibilidad de un pen-
sólo es posible al hablar de Kant, Descartes o Heidegger." samiento propio frente al de Occidente y «nunca la subordinación en
Cabe aplicar entonces el mismo criterio que empleó, en un cam- los órdenes politico o económico ni la utilización de categorías intelec-
po análogo, Rodolfo Agoglia para responder a ese obsesivo afán por tuales extrañas que distorsionan la visión de los hechos americanos» 3 '.
justificar nuestra misma humanidad, de hacer valer nuestra aptitud de Se estaba haciendo mención a una figura formada en la atmósfera
vivir y pensar reconocidamente: americanista imperante en la Universidad de La Plata bajo el ascen-
diente espiritual de personalidades corno las de Alejandro Korn, Pedro
Por importante que sea para nuestro fortalecimiento interior, no Henríquez Ureña y Francisco Romero, a quienes Pucciarelli no sólo
debemos intentarlo con el recurso a la justificación, pues 'probar
les dedicó sesudos estudios sino que también le imprimió un rumbo
que somos capaces de follamos un lugar y un destino en el seno
del ser' [...] sería acoger una premisa ideológica y cohonestarla. inusual a nuestras revistas especializadas, cuando se hizo cargo de la
Ese lugar ya lo tenemos, y si procedemos a justificarnos estarnos conducción de los Cuadernos de Filosofía y alentó en ellos el abordaje
entregando nuestra posición. [...] Lo que debe preocuparnos del pensamiento iberoamericano; un asunto no demasiado habitual en
no es lo que piensan de nosotros (tanto más que ese juicio ha dichas revistas, por lo común orientadas a hacerse cargo de los intereses
sido formulado con inequívoca intención ideológica), sino lo
especulativos prevalecientes en el mundo noroccidental.
que pensarnos y sentirnos acerca de nosotros mismos, de lo que
efectivamente somos —conciencia de nuestro valor y de nuestra
HISTORIOGRAFÍA REGIONAL Y DESAFÍOS METODOLÓGICOS 31
capacidad que sólo adquiriremos si lograrnos apoderarnos de
nuestra realidad y compenetramos con la naturaleza, el mundo y Dentro del cúmulo de trabajos dedicados a escudriñar el devenir de
el tiempo en que vivimos? la filosofía en América Latina durante la segunda. mitad del siglo XX,
pueden efectuarse dos grandes selecciones temáticas. Por una parte, los
Según lo ha expresado un autor francés, consagrado durante muchos estudios más abarcativos y, por otra, aquellos tratamientos circunscritos
años al estudio de la filosofía española y latinoamericana: "Nosotros éPoca, orientación, problema, disciplina o figura determinada. En
europeos, americanos del norte, asiáticos o africanos, debemos hacer el esta sección se acotan únicamente las fuentes de mayor aliento sobre
esfuerzo necesario para leer esta producción filosófica latinoamericana el particular. No obstante, en ambas dimensiones, la de larga y menor
duración, deben evocarse, como valioso antecedente para el examen
25Tal como asegura Agustín Basave en "Las principales corrientes filosóficas en Ibe- sobre la reflexión -continental, muchos nombres propios correspon-
roamérica", Studi Internazionali di Filosofia, 1, 1969.
26De lo cual se ha encargado de probar. entre otros, Ricaurte Soler, "Presencia del
pensamiento de la América Latina en la conciencia europea", Cuadernos Americanos, 2) Guy, Alain: "Importancia y actualidad de la filosofía hispanoamericana", AA.VV.:
febrero 1959, pp. 96-111. FLIrsTailrq de Hispanoamérica. Barcelona, 1987.
27Segón un símil enunciado por Félix Schwartzmann,"Singularidad y universalidad 3 " «Integridad y diversidad de América Latina>, en AA.VV., Problemas actuales de la
de la experiencia y la filosofía americanas", Strornata, 1979, esp., pp. 429-430. _fiksOlia en el ámbito latinoamericano, Quito, PUCE, 1979.
28 "La idea de la identidad nacional en América Latina", Cuadernos Salmantinos de j' Basado en una ponencia presentada en la Universidad de Salamanca, XIII Semi-
Filosofía, 10, 1983. nario Filosofia Española e Iberoamericana, septiembre 2002.
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dientes a la primera mitad del siglo: desde las aproximaciones pione- concepciones aborígenes .previas .descubrimiento . y „aunque omite..
ras de García Calderón, Zérega Fombona, Alberini o Sánchez Reulet varios exponentes claves del siglo XX -v.gr .Vaz Ferreira, Alfonso Re-
hasta los enfoques de Francisco Romero, Gaos, Zea, Ardao, Recaséns yes o Martínez Estrada- tampoco vaciló en ocuparse frontalmente de
Sichés, Monalisa Pérez Marchand durante el boom experimentado en la un personaje proscripto pero de tanto predicamento como Ernesto
década de 1940 con la irrupción de significativas entidades, encuentros Guevara, lo cual compensaría su dudosa caracterización de Dilthey y
y publicaciones filosóficas. 32 Entre los textos que ofrecen una perspec- Ortega como existencialistas o cuando le atribuye al aprismo un "evi-
tiva dilatada se hallan, en orden cronológico, las obras de Manfredo dente" contenido revolucionario. Diferenciándose de los planteos que
Kempff Mercado, Alfredo Carrillo Narváez, Harold Davis, Francisco subrayan nuestra dependencia cultural, Harold Davis señala la tónica
Larroyo y Alain Guy 33 , quienes, salvo _ocasionalmente, tienden a _abor- rupturista del ideario latinoamericano.
dar las ideas de cuño europeo en. nuestras tierras. En el caso de Kempff Por su parte, Alain Guy se empeñó en darle un lugar en el mun-
se llega a desestimar expresamente hasta el deseo de originalidad y el do europeo a las filosofías ibérica y latinoamericana desde su mismo
propio filosofar americano, porque no estaríamos en condiciones de centro especializado en Toulouse, donde se auspiciaron una variedad
representar más que una rama -olvidable y secundaria- del árbol cul- de conferencias y publicaciones. Su macizo Panorama de la filoso-fla
tural de Occidente. En términos generales, los autores mencionados iberoamericana está dedicado íntegramente a otro artífice y bregador
prescinden de las cosmovisiones aborígenes, siendo sus núcleos esen- del pensamiento en lengua española y portuguesa: Antonio Heredia
ciales la escolástica colonial, el positivismo y las direcciones filosóficas Soriano. Don Alain empieza reconociendo en dicha obra el acerca-
contemporáneas junto con sus distintos expositores individuales. El miento precursor que han tenido otros colegas suyos fuera de Améri-
enfoque preponderante posee un carácter informativo y divulgatorio, ca latina hacia la filosofía de ese continente, mientras brinda un vivo
a veces como producto de cursos ad hoc. Larroyo y Guy aportan un testimonio sobre sus primeras inclinaciones en la materia. También se
mayor caudal heurístico e interpretativo, el primero con mayor sentido pronuncia por una tercera vía entre la óptica eurocéntrica y la ame-
americanista del que había insinuado anteriormente y efectuando di- ricanista, por un camino que permita preservar la propia fisonomía
versas referencias a otros historiadores de las ideas. sin perder contacto con el quehacer filosófico general. Si bien Guy
Desde un miraje menos ortodoxo, Davis se adentra en otras zonas no escatima las entradas sobre el pensamiento anterior al siglo XX,
fronterizas del conocimiento: el pensamiento socio-político. Además su atención se focaliza en ese ínterin para ocuparse del kantismo, el
de aludir a ese terreno inusual dentro de la exégesis tradicional, Davis bergsonismo, el racionalismo, el historicismo, el orteguismo, la feno-
-discípulo de Vasconcelos y continuador de otros latinoamericanistas menología, el existencialismo, el marxismo y el empirismo lógico has-
estadounidenses como William Crawford- es el único de los cinco ta culminar con la teología y la filosofia de la liberación, a las cuales el
expositores escogidos que rompe con el tabú de no incursionar en las mismo Guy, un cristiano. comprometido, se sintió bastante próximo.
El segundo gran grupo de indagaciones, centrado en la última cen-
32Una aproximación a la multiplicidad de referencias durante ese período puede turia, reúnela .labor cfe distintos especialistas como.Abelardo Villegas,
verse en Biagini, H., "La filosofia latinoamericana: su génesis y reconstrucción", en Mar tin S tabb, Ios é Luis AÚellán, Francisco Miró ia,. Ser la Saz ti
su Historia ideohíslica y poder social. T. 2. B. Aires, Centro Editor de América Latina, y otros, hasta acceder a nuestros días. 34 Tras haber abordado previa-
1992, pp. 137-179. Idem, como "La filosofia latinoamericana a partir de su historia",
Anuario de Estudios Americanos (Sevilla), Suplemento, 49 (1), 1992; pp. 35-45. mente a .4a, nac xicanicla na- especie de ,breviario ad hoc,
Kempff Mercado, M., Historia de la ,filosofia en Latinoamérica, Santiago de Chile, Zig
Zag, 1958; Carrillo Narváez, A., La trayectoria del pensamiento filosófico en Latinoamérica, Villegas, A., Panorama de la filosofia iberoamericana actual. B. Aires, Eudeba, I 963; Sta-
Quito, Casa de la Cultura, 1959; Davis, H. E., Latin American Thought: A Historical bb, M.S, América Latina en busca de una identidad. Caracas, Monte Ávila, 1969; Abellán,
Introduction. N.York, Macmillan 1972; Larroyo, F., La filosofía iberoamericana, Méxicd, J.L., La idea de América. Madrid, Istmo, 1972; Miró Quesada, F., Despertar y proyecto del
Porrúa, 1978; Guy, A., Panorama de la philosophie ibén;americaine do XVIe siécle a nos filosofar latinoamericano. México, Fondo de Cultura Económica, 1974; Sarti, S., Pano-
fours. Ginebra, Patiño, 1989 rama della filosofia hispanoamericana contemporanea.Milán, Cisalpino-Goliardica, 1976.
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si bien no desconoce la importancia de marchar en forma paralela a descarta sin más la relevancia filosófica del positivismo, a diferencia de lo
la filosofia occidental y a sus pretensiones "universalistas", toma par- que hacen connotados analistas como Francisco Romero, cuya periodi-
tido por la variante regionalista de nuestro filosofar y pasa revista a zación conceptual aquél no deja por otro lado de apropiarse: patriarcas,
los principales exponentes que han reflexionado en Latinoamérica, normalizadores, etcétera. Pese a todo el arsenal casuístico que despliega,
desde el positivismo en adelante. El libro dzStaLbj ) -astrea un elemento Miró no cree en la existencia de una genuina filosofia latinoamericana,
constitutivo del pensamiento latinoamericano, la cuestión identitaria, aunque alienta simultáneamente su advenimiento. La edición dista de
desde una óptica ensayística que resulta a su vez no menos determi- ser esmerada por la cantidad de erratas y anacronismos que contiene.
nante de nuestras modalidades culturales.Y lo hace en medio de una Más allá de que dichos trabajos constituyen obras referenciales per-
atmósfera ideológica cargada de tintes revolucionarios como la de los manentes y más allá de sus deméritos o de sus aspectos rescatables, pue-
años sesenta, que refuerza el énfasis singular otorgado por el autor den efectuarse algunos señalamientos y propuestas puntuales en tres
a distintos momentos donde se acentúa el papel protagónico de los órdenes complementarios de cosas. Entre los vicios de procedimiento,
intelectuales, los sectores populares y el movimiento estudiantil: desde deben sobrepasarse las restricciones de nuestra historiografía tradicional
el modernismo y la reacción anticientificista contra el credo burgués -ajena a los encuadres teóricos, éticos e interdisciplinarios y sumergida
del progreso, las inflexiones indianas y la mística telúrica, la incidencia en el racconto documental. que termina por perder de vista la materia
personal de un Waldo Frank hasta el nuevo humanismo de izquierda. básica de su empresa: el ser humano y sus antagonismos. Habrá que
Otro avance en la materia, realizado también fuera del área en cues- esforzarse por asociar el recaudo erudito y estilístico con la perspectiva
tión, lo produjo José Luis Abellán cuando dio a luz su volumen Idea de crítica y valorativa, estableciendo la conjunción imprescindible de epi-
América, el cual, junto a su obra sobre el exilio filosófico español en el sodios, procesos, testimonios, sensibilidades, intereses y construcciones
Nuevo Mundo -corajudamente publicada bajo el franquismo- pasó a intelectuales en juego. Las distintas corrientes, doctrinas, cosmovisiones
ubicarlo como el principal experto en pensamiento latinoamericano y elaboraciones conceptuales no caben ser meramente encaradas como
dentro del ámbito peninsular. Tras delimitar el nivel epistemológico concepciones puras sino en tanto integran un discurso que encierra
pertinente -historia de las ideas- junto con la génesis semántica del algunos principios claves, u gr., el de la sustentación del poder, o sea,
otro término fundante -"América"-, Abellán se detiene en el movi- asumiendo sus correlaciones con la dinámica política y económica de
miento idealista encabezado por Rodó y proseguido en México por la cual emanan en definitiva, reoperando también sobre la misma. La
miembros del Ateneo de la Juventud como Pedro Henríquez Ureña, historia del pensamiento se presenta no sólo como disciplina que eng-
uno de sus autores predilectos. Resultan de especial interés las páginas loba críticamente a los diferentes campos del saber sino también como
dedicadas al engarce del perspectivismo orteguiano con la tradición una manera de verificar la forma en que se ha asimilado o desafiado el
vernacular hispanoamericana y a la recuperación de nuestro trasfondo bagaje de ultramar, para legitimar el statu quo o para promover cambios
reflexivo emprendido por José Gaos, en cuyo seminario ultramarino fimdamentales. Primordialmente, se trata de examinar las relaciones de
se formó una pléyade volcada a desentrañar similares coordenadas in- subordinación que a menudo subyacen tras el aparato enunciativo. En
telectuales: aquéllas que trascienden el dominio erudito para encar- suma, se trata de un tipo sui-generis y decisivo -de. enfoque hermenéutica
narse en una praxis común emancipadora. En un plano extrateórico según el cual la búsqueda de lo objetivo coincide con el develainien-
concomitante, Abellán se entronca con la mejor línea noventiochen- to y la , 'realización. de4a,digraidad .conrmestra. necesidad de
tista que bregaba por la integración democrática de España con Suda- afirmarnos, por lo cual habrá que superar la dimensión estrictamente
mérica sin dejar de promover la mancomunidad europea. pro esionalista de una historia de las ideas que no se halle encaminada a
Miró Quesada, con abordaje academicista, intenta valerse de un pro- incrementar los grados de conciencia y participación social.
blemático aparato generacional para aplicarlo a las manifestaciones dis- Admitiendo como hipótesis que ya se ha alcanzado la deseable etapa
ciplinarias que comienzan a emerger hacia fines del XIX. Para ello normalizadora con relación a la cultura occidental así como la suficien-
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te capacidad de filosofar por nuestros propios medios, la meta investiga- terier..encuenta la crisis de las visiones compactas de la historia y de los
tiva más preciada consiste en trascender las etapas meramente técnicas modelos cerrados, pero asumir al mismo tiempo la exigencia multisec-
_
y problematizadoras para foijai-lOs rudimentos de una filosofia que de torial y el perentorio desafio de mejorar el mundo, frente al hegemo-
cuenta auténticamente de nuestra realidad latinoamericana, mediante nismo neoliberal que ha restaurado los más caducos planteamientos y
un pensamiento abierto que respete la alteridad, contribuya a desmi, modus vivendi; entre ellos, el de la exclusividad cultural y civilizatorio de
tificar estructuras anacrónicas y permita avizorar situaciones de menor Occidente junto con el dogma sobre la perpetuación del capitalismo.
explotación humana. A semejanza de otros dominios epistémicos, para Asumiendo el alto grado de conflictividad histórica -sin descar-
una construcción cabal de la historia de la filosofia latinoamericana y tar los matices que impiden caer en falsas opciones y excluyentes
caribeña sigue en pie la necesidad de poner a prueba muchas de las posturas antinómicas-, dentro de esos lineamientos operativos debe
_cuestiones esbozadas por Horacio Cerutti Guldbe& 5: superestructura prestarse especial atención a las variantes que han puesto de relieve la
cultural y modos de producción, función socio-política del conoci- creencia en una sociedad distinta, en un nuevo tipo humano -circuns-
miento y profesionalización del saber, condicionarnientos inconscien- tancialmente caracterizado en figuras tales corno las del operario, el
tes, elaboración y operatividad del discurso, método generacional y poeta, el campesino, el estudiante, el mestizo, al igual que en las me-
periodizaciones, descripción o explicación de los materiales, lecturas diaciones entre el homo faber y el homo ludens.Ya en los umbrales del
idealistas y materialistas del marco doctrinario, enfoques mecanicistas y siglo XX se vislumbró una polifonía doctrinaria y un sinnúmero de
reduccionistas, modalidades universales y regionales, fuentes primarias confrontaciones que se irán reformulando con el tiempo: materialismo-
y secundarias, vínculos interculturales, nexos con lo empírico y con espiritualismo, cosmopolitismo-criollismo, escepticismo-esoterismo,
la acción, especificidad y unidad del pensamiento latinoamericano, el cientificismo-esteticismo, hedonismo-agonismo, racionalidad nordat-
problema de las influencias et alia.Tales asuntos, algunos de suma com- lántica-emotividad meridional, europeísmo-americanismo, hispanis-
plejidad y otros de menor envergadura, nos salen al cruce si deseamos mo-afrancesamiento, anglofilia-yancofobia, sionismo-antisemitismo,
emprender análisis más maduros. El propio Cerutti ha auspiciado y diri- individualismo-solidarismo, patriarcalismo-feminismo, cultura-con-
gido significativos emprendimientos en materia de Filosofla latinoame- tracultura. Por un lado, las inflexiones etnocéntricas, tecnocráticas,
ricana -o nuestroamericana según lo ha venido replanteando con bas- tradicionalistas, deterministas, neocoloniales, elitistas, conservadoras u
tante suceso-; emprendimientos tales como congresos internacionales, oligárquicas juntos con el realismo o caciquismo políticos. Por otro, el
colecciones de libros, publicaciones periódicas y un diccionario ad hoc. énfasis preferencial en la serie analítica compuesta por el voluntaris-
En cuanto a los contenidos en particular, si bien abundan hoy los Mo, el eticismo, el juvenilismo, el antiimperialismo, el nacionalismo, el
trabajos de diferente espectro sobre nuestro devenir intelectual y filosó- populismo, el igualitarismo, la democracia, el indigenismo.
TC-o3é adolece en cambio de un panorama sistemático que examine las Además del análisis autoral, cabe abordar un género intelectual_ y
principales ideas o corrientes prEgasistas y, más en particular, diversas académico bastante fecundo: el de loscor _zwy_kpólémicas, donde se
rioc7Z1sCra-v-erpara medirse con un orden globalizado como el pre- han expuesto o debatido intensamente desde la cuestión social hasta
sente y menos aún para poder enfrentar el porvenir con un buen ba- las orientaciones más diversas: positivismo, .catolicismo, existencialis-
gaje teórico. Entre esas nociones fundamentales se encuentran aquellas mo, marxismo, filosofia de la liberación, pensamiento argentino, ese.
concernientes a las , identidades culturales, utopías sociales, integración A-clztrnás de las manifestaciones Jruptuxistas propias de la educación
continental o regional. Con todo, en dicho análisis hay a su vez que formal, corresponde indagar en la producción y en las actividades de
otros sectores radicalizados que se han hecho cargo de una realidad
social que hunde sus raíces en la emergencia del proletariado con
" Cerutti Guldberg, H., Hacia una metodología de la historia de las ideas (filosóficas) en
Arnérica Latina, lera. ed., Universidad de Guadalajara, 1986; 2da. ed., México Porrúa, sus principales modalidades ideológicas y partidarias, como fueron las
UNAM, 1997. universidades populares de inspiración socialista o la pedagogía libertaria
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con sus escuelas, ateneos, bibliotecas, teatros y cancioneros. Una de las y revolución, .h• heraia.y, Mueva seri sibi vangn a rdias ,estaicas, el
expresiones ideales a procesar radica en el concepto territorio libre de _
rirjreEiial y sus funciones, variantes socialistas, la perspectiva ácrata
América, ligado por ejemplo a nuestro arte y a nuestra literatura pero el literalisino de avanzada, el arco populista, presencia africana, disi-
también a diversos escenarios emblemáticos de una sostenida resisten- dénciashistoriográfiCas, editoriZisino programático, - espacio público
cia civil: desde las escuelas anarquistas, las universidades públicas, los y otros. A la luz de las ideas seleccionadas y puestas al día, cabe esta-
cuartos y comedores estudiantiles, los periódicos contestatarios, los blecer un diagnóstico de la situación presente y trazar una prognosis,
cafetines literarios, las fábricas tomadas y las viviendas ocupadas, los adelantándonos a reflexionar en torno al bicentenario de nuestra inde-
asentamientos rurales, los barrios y comunas autogestionarias, las po- pendencia politica y sus derivaciones, con todos los riesgos que ello
blaciones alfabetizadas, las plazas abarrotadas y los caminos bloqueados pueda implicar. Descartando que se trata de predecir por revelación,
hasta la remota precedencia del quilombo o el palenque donde los quedan dos sentidos primordiales: guiarse por conjeturas y sospe-
esclavos se sienten en sede propia tras la ruptura de sus cadenas. chas o a través de hipótesis fundadas en el estudio de las tendencias
Se trata entonces de apuntar por el lado de aquello que puede emergentes y de las salidas alternativas, sin descartar una eventual
denominarse genéricamente como pensamiento alternativo, - enten-
-- comparación entre tres hitos claves —1810, 1910, 2010— junto a un
diendo por tal las líneas intelectuales que, apuntalando la capacidad largo etcétera. Desde esas mismas ideas actualizadas podrá diseñarse
para la acción comunitaria, cuestionan el statu quo, aspiran a modifi- tinaradigma democrático e igualitario.
car profundamente la realidad y a guiar la conducta hacia un orden Dicha variante indagatoria no niega la típica faena académica con-
distinto: menos arbitrario o más equitativo. Dicho modus cognoscendi sistente en trasmitir y potenciar el conocimiento sino que le otorga a
supone una selección temático-autoral que soslaya el abordaje de su vez a los intelectuales un papel opcional extensivo —la impugnación
planteamientos autoritarios, neocoloniales, chovinistas y narcisistas. del orden estatuido y el enrolamiento con las causas populares—; papel
De todas maneras, la indagación no puede efectuarse sino de un que ha vuelto a crecer últimamente con las múltiples demandas ante
modo crítico y procurando destacar en definitiva aquellos aspectos un sistema excluyente y mediante la recreación de nuevos sujetos, uto-
que permitan integrar un balance general y contribuyan a elaborar pias y variantes identitarias, -de
- un modo. semejante al que vivió Amé-
un proyecto republicano humanista. 36 Entre los temas más relevan- rica Latina con sus ciclos envolventes de rebeldía y solidaridad. En tal
tes para encarar se encuentran abigarrados los siguientes asuntos: de sentido ha pretendido encaminarse, por ejemplo el Corredor de las
la nación a la patria grande, la problemática del género y la mujer, Ideas del Cono Sur, el cual, según apreciaciones externas —como la de
CiWdadanía y cl-em- ocracia; ideales y eticidad, cultura e identidad, au- la revista venezolana Utopía y Praxis Latinoamericana —"está llamado a
tonomía y libertad, la teoría política, justicia e igualdad, violencia y consolidarse como uno de los principales escenarios del pensamiento
pacifismo, educación popular, universidad y sociedad, estudiantes y latinoamericano de vanguardia". Entre los propósitos principales del
juventud, reinvindicaciones indigenistas, capital y trabajo, evolución Corredor se encuentra el fomento a los estudios sobre pensamiento
y cultura latinoamericanos desde tres principios inexcusables: demo-
cracia, identidad -y derechos-humanos. Se ha tomado-allí la historia de
„,--
'6 Se ha venido trabajando con dicha temática, en distintos encuentros y publica- las ideas en su dimension ortodoxa pero también como herramienta
ciones desde comienzos del siglo XXI; la misma ha cristalizado en algunos libros
dirigidos conjuntamente con Arturo Andrés Roig: El pensamiento alternativo en la
para incentivar las realizaciones colectivas, alejándose -de, una preten-
Argentina contemporánea. Utopía, identidad e integración., tomo 1, Buenos Aires, Biblos, dida neutralidad objetivista y reconociendo como grandes maestros a
2004; tomo 2, Obrerismo, vanguardia, justicia social,Biblos, 2006; Diccionario del Pensa- los dos Arturos —Ardao y Roig—, por su abordaje de nuestras mejores
\ miento Alternativo, Biblos-Universidad Nacional de Lanús, 2008. Sobre el particular tradiciones reflexivas con metodología innovadora y civismo ejem-
t puede verse, inter alia,Velarde, Marcelo A., "Dimensiones del pensamiento alternativo
en Hugo Biagini: teoría, historia y proyección latinoamericana", Pensares y Queha- plar. De allí que en el encuentro del Corredor, efectuado en Asunción
ceres, 6, marzo 2008. del Paraguay hacia julio del 2001 a los diez años de la creación del
Mercosur en esa misma ciudad, se haya lanzado, frente al pensamien- VI Perfiles individuales
to único del neoconservadorismo, la Declaración por una.
ción humanista donde se concluye que otro mundo es posible en este
mundo, un mundo para todo el mundo-37 ... El hombre que anda en Política y tema escMpulos en
meter las manos en la mierda no es un político. Ocurre
que los políticos cuidan más las manos que la conciencia
Alfonso Castelao
UTOPISMO E IDENTIDAD
Nicanor Larrain'