Hora Santa Por Las Vocaciones
Hora Santa Por Las Vocaciones
Hora Santa Por Las Vocaciones
1. Monición Introductoria
4. Oración
Oh Dios, que quisiste dar pastores a tu pueblo, derrama sobre tu Iglesia el espíritu
de piedad y fortaleza que suscite dignos ministros de tu altar y los haga testigos
valientes y humildes de tu Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo.
5. Liturgia de la Palabra (se puede elegir una de estas lecturas u otras apropiadas)
- Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los Romanos (1, 1-7)
- Lectura del santo evangelio según san Lucas (6, 12-16)
Canto…..
“La misión de Jesús continúa. Él permanece siempre con nosotros” (Mt 28, 20b); “El
cielo y la tierra pasarán, pero sus palabras no pasarán” (Mt 24,35). Jesús, el Pastor
Bueno, continúa, pues, llamando a quien quiera colaborar con Él para realizar su
misma misión. Todos nosotros hemos recibido el bautismo de Jesús. En esta
vocación común para ser cristianos, cada uno de nosotros está llamando a
desarrollar una función particular para la realización del designio de Dios (Rom 12,4-
7; 1 Cor 12,4ss). Todos, por tanto, debemos acercarnos con confianza a Cristo, a su
vida, a sus palabras, para descubrir nuevamente la voluntad de Dios sobre nosotros,
y poner al servicio de los demás, de la Iglesia, de la humanidad, los dones que cada
uno ha recibido (1 Pe 4,10ss).
Ahora bien, Jesús ha querido que su Iglesia tenga hasta el fin de los tiempos
pastores que participan en el sacerdocio de Él, de modo que el acto salvador de
Jesús se haga presente y eficaz en toda la humanidad y para todas las generaciones
(LG 28). En estos tiempos en los que la humanidad busca a oscuras su camino y los
hombres son como ovejas errantes (1 Pe 2, 25; cf. Mt 9,36), el Corazón de Cristo
está más próximo que nunca a ella, para prevenir los peligros que la amenazan, los
pasos falsos y fatales y para estimular su generosidad.
Esta es la causa por la que cada uno debe medir la propia responsabilidad y
prestarse atención para descubrir en sí y aceptar las señales posibles de la llamada
a una misión “pastoral”, más próxima a la acción del Sumo Pastor, en su palabra y
en su sacrificio.
A vosotros, por tanto, jóvenes, deseamos repetir las palabras de la parábola: ¿Por
qué estáis ociosos? (Mt 20,6). Hoy no hay necesidad de palabras, sino de obras; no
de veleidad, sino de generosidad concreta, que se manifiesta en hechos. No de
contestaciones estériles, sino de sacrificio personal que, comprometiéndose
directamente, transforme el mundo angustiado. Solamente los jóvenes pueden
comprender esta necesidad; y a los mejores entre ellos se puede abrir el campo
inmenso del apostolado sacerdotal, misionero, caritativo, asistencial, del que están
necesitados los hermanos. Escuchad la voz de Cristo que os llama entre sus
operarios; imprimid un sentido a la vida, haciendo vuestras las preocupaciones de la
Iglesia para la elevación y el progreso de los pueblos.
(Tiempo de silencio.)
Canto…
5. Preces …
Oremos
Señor Jesús, así como llamaste un día a los primeros discípulos para hacerles pescadores de
hombres, continúa también ahora haciendo resonar tu invitación: ¡Ven y síguenos! Y Da a los
jóvenes la gracia de responder prontamente a tu voz. Sostén en sus fatigas apostólicas a
nuestros obispos, sacerdotes y personas consagradas. Da la perseverancia a nuestros
seminaristas y a todos los que están realizando un ideal de vida totalmente consagrada a tu
servicio. Suscita en nuestra comunidad el espíritu misionero. Manda, Señor, operarios a tu
mies y no permitas que la humanidad se pierda por falta de pastores, de misioneros, de
personas entregadas a la causa del Evangelio. María, Madre de la Iglesia, modelo de toda
vocación, ayúdanos a decir "sí" al Señor que nos llama a colaborar en el designio divino de la
salvación. Amén