Megamente
Megamente
Megamente
Es interesante destacar como los personajes debaten sobre la justicia y como este
es un ideal, una convicción, pero para Megamente se puede oxidar.
Al enamorarse de Roxanne y querer impresionarla Megamente entra en un
momento de tensión puesto que este deja de ser el villano cliché y empieza a
ayudar a la ciudad limpiando las calles y devolviendo las obras de arte, pero el
rompimiento de este estereotipo en que se encasilla será al final de la película
cuando se da cuenta que debe ser el héroe de Roxanne.
Megamente a lo largo de la película mientras es villano se viste y describe como
oscuro, frio, horripilante, pero al final cuando se convierte en un héroe, se le da
una capa blanca, ese color blanco claramente tiene un valor de significación de la
mente de nuestra sociedad, eso se puede ver más claro pensando que el Héroe
solo viste de blanco en toda la película, probablemente representando paz y
bondad.
Para resaltar un aspecto importante es necesario mencionar al alcalde, el cual es
una figura de poder y menciona que un villano siempre es un villano es decir
encasilla al personaje principal y lo obliga a mantenerse en su rol de villano y
malvado necesita esa resistencia. Megamente siente que tiene todo y al mismo
tiempo no tiene nada. Incluso este considera que está harto del desenfreno en las
calles. Y menciona a su vez que un villano sin héroe es un torero sin toro, es decir
perdió su propósito de vida y para volver a tener estas metas y llenar ese vacío
que lo agobia debe crear un héroe que lo enfrente y lo golpee.
Esto puede representar esa hambre humana de querer más, siempre necesitar
más para sentirse completo, pero nunca estará completo, incluso llega a casi
autodestruirse por esa gula sin medida humana.