17684-Texto Del Artículo-40277-1-10-20220112
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* Estas páginas son unas reflexiones fragmentarias sugeridas por la lectura del
libro de M. GESTEIRA GARZA, La eucaristía, misterio de comunión, Ed. Cristianda
d,
Madrid 1983. No intento hacer una recensión ni presentación de esta obra, aunque
sí deseo señalar que me merece en conjunto un juicio muy positivo. Quiero agradecer
al propio M. Gesteira su disponibilidad para el diálogo y el intercambio de puntos
de vista sobre los temas aquí tratados.
1 S. HILARlO
DE PoiTIERs, De Trinitate XI, 31 (CCL 62A,560): <<Ouae enim per
adinpletionem temporum sunt gerenda, ea iam in Christo, in quo omnis est plenitudo,
consistunt.>>
ra. En la
m1cms del Espíritu y, por consigui ente, de una santidad verdade
manifes taciones de su vida, se experim enta esta tensión
Iglesia, en todas las
del Reino
escatoló gica. En el camino hacia el Padre se gusta ya el anticipo
futuro 2 •
exprese
Nada tiene, por tanto, de extraño que esta tensión escatoló gica se
la acción
con fuerza peculiar en la acción litúrgica , culmen al que tiende 3
• Ya para
de la Iglesia, y de modo particul ar en la celebrac ión eucaríst ica
sacrame nto es un signo que no sólo rememo ra la pasión de
santo Tomás el
sino que preanun cia
Cristo y demues tra la gracia que en nosotro s causa,
eucarist ía, por consigui ente, junto a la me-
también la gloria futura 4. En la
esperan za
moria de la muerte y de la resurrec ción del Señor, se renueva la
en su venida futuras.
en la
Toda la escatolo gía cristiana , decíamo s, encuent ra su fundam ento
de Jesús. De ahí que también la tensión escatoló gica propia de
resurrec ción
resucita do, que la vivi-
la Iglesia arranqu e de la presenc ia en ella del Señor
esta pre-
fica por su Espíritu . La eucarist ía es un moment o privileg iado de
Señor resucita do en medio de los suyos; podemo s decir sin temor
sencia del
ia adquier e su máxima
a exagera r que es el moment o en que esta presenc
persona
densidad . El Señor se hace presente en toda la comunid ad, en la
eucaríst icas 6 • En los reciente s es-
del ministro , y sobre todo en las especies
Señor glo-
tudios sobre la eucarist ía se pone de relieve, con razón, que es el
en su Iglesia, en las especies del pan y del
rificado quien se hace presente
particip a 7 • Ahora bien, esta presenc ia
vino y en la comunid ad que de ellos
la propia
es, todavía, una presenc ia velada. En la celebrac ión eucaríst ica es
la presenc ia del Señor la que hace desear con más
concienc ia creyente de
ad su manifes tación definitiv a. En el banquet e del Reino la comu-
intensid
y en la
nión con el Señor (y también con los hermano s) se dará en la visión
no bajo signos que, inevitab lemente , ocultan al mismo
manifes tación plena;
la parusía
tiempo que hacen presente . También desde este punto de vista
ia en la
aún esperad a condicio na el modo de manifes tación y de presenc
en la eucarist ía, del Sefior glorifica do. Estamo s todavía
Iglesia y, por tanto,
presenc ia
en tiempo de esperanz a, no de posesión plena. La eucarist ía y la
real es el
de Jesús en ella reflejan esta situació n: presenc ia real, porque
presenc ia velada, porque no ha llegado todavía su manifes -
señorío de Cristo;
tación total.