El Amor y Otras Cuestiones

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EL AMOR Y OTRAS CUESTIONES.

CRUZ S. GERMÁN DARIO


DUQUE SUSAN ROCIO.
ESPINOSA PAOLA.
GARCIA A. DIEGO ALEJANDRO.
GONZALEZ G. JONH FREDY.
FORERO M. SAMUEL FELIPE

ABSTRACT.

It has been demonstrated that love is a feeling with multiple variables; our
emotional state depends on the person itself, a season, and now, there are
chemical compounds (hormones) that can regulate our behavior in love topics, the
oxytocin, endorphins, dopamine, norepinephrine, serotonin, testosterone and
vasopressin are examples of hormones that directly affect the conducts of desire,
lust, discouragement, excitement, motivation and joy (and other kinds of love – like
maternal one). And these entire feelings trigger complexes interactions in the body
(central nervous system) and a high or low level of them drastically changes the
response for an instant stimulus. We can assert now that more of an intangible
meaning of what love is, our biology has been playing a very important role in
feelings of love and knowing now that, we’re closer to understand the nature of the
human body.

Key Word:

RESUMEN.

Se ha demostrado que el amor es un sentimiento con múltiples variables, nuestro


estado emocional depende de la persona en sí, una estación, y ahora, hay
compuestos químicos (hormonas) que pueden regular nuestro comportamiento en
temas del amor; la oxitócica, endorfinas, dopamina, norepinefrina, serotonina,
testosterona y vasopresina, son ejemplos de hormonas que afectan directamente
las conductas de deseo, lujuria, desánimo, excitación, motivación y dicha (y otros
tipos de amor – como el amor maternal). Y son todos estos sentimientos los que
desencadenan interacciones complejas en el cuerpo (sistema nervioso central) y
un alto o bajo nivel de estas interacciones cambian drásticamente la respuesta a
un estímulo instantáneo. Podemos afirmar ahora que más que un significado
intangible de lo que es el amor, nuestra biología ha jugado un papel muy
importante en estos sentimientos y sabiendo esto, estamos más cerca de
entender la naturaleza del cuerpo humano.

Palabras clave:

Hormonas, Amor, Interacción social, Neurobiología, Sentimientos


INTRODUCCIÓN

El amor es un sentimiento que no se puede definir, para algunos autores es lo


más preciado que hay en la vida y de él es el mundo, pero para otros, el amor no
existe, solo es un mundo de ilusiones donde la verdadera emoción es traducida a
vivencias de poetas, escritores u oradores. Para algunos científicos “…ver la
manipulación hormonal como la puerta de entrada para el amor en un futuro está
garantizado (1)”, demostrando que más que un sentimiento irreal, intangible e
irreconocible, es un proceso que se involucra a hormonas existentes en todo
individuo, sin ellas, no tendríamos satisfacción, emociones, placer y goce.

Estudios endocrinos

Para los científicos endocrinos, la comprobación de teorías con sus respectivos


resultados y conclusiones, son de vital importancia, para ello se utilizan métodos
bastantes precisos, “El relato científico del amor comienza inocentemente con
topillos (2)”. El estudio de animales hace que el análisis científico sea más viable y
propositivo. De igual manera la ubicación geográfica tiene bastante repercusión
en el estudio.

Para el estudio de la hormona, más precisamente la oxitócica, se evalúo el topillo,


una especie roedora ubicada en Europa y Asia, más concretamente en praderas y
montañas, donde los resultados fueron increíbles, mientras que el topillo de
pradera tenía una relación de monogamia, “el topillo de montaña, no tenía ningún
interés de asociarse más allá de una noche solo de sexo. Es la mayor diferencia
entra las dos especies, las cuales son 99% genéticamente iguales; es justamente
por unos cuantos genes, los cuales afectan su función endocrina (3)”. Entonces la
historia científica en este hecho sigue creciendo, y “cuando el topillo de pradera
tiene sexo, posteriormente dos hormonas pituitarias, oxitócica y vasopresina, son
secretadas. Si la secreción de estas hormonas es bloqueada, el sexo de los
topillos de pradera es un romance fugaz (4)”, ocurre similarmente en los topillos
de montaña; de esta forma se empieza a concluir la importancia hormonal para
actos tan necesarios como los reproductivos, para el mismo placer, y hasta para
la misma actitud en la relación de pareja.

De esta manera, los científicos endocrinos llegan a presentar que la oxitócica, es


la hormona del amor, que participa en emociones fuertes, y que no es la única
presente, “…toma nombres fascinantes como la “hormona de la unión”, “la
hormona del cariño” … (5)”. Estudios permiten saber que la oxitócica es mejor
conocida y estudiada en la reproducción femenina “Ésta es secreta en grandes
cantidades durante la labor de parto y después de estimulación en pezones.
Estudios más recientes presentan que la oxitócica está presente varias acciones,
en orgasmos, reconocimiento social, y comportamiento materno “(6). De esta
forma, se visualiza más allá de una simple hormona, pues es evidente que somos
socialmente requeridos y necesariamente aceptados, que la satisfacción es
importante en el desarrollo reproductivo, por la misma sensación y naturaleza.

Como se dijo anteriormente, es necesario ampliar el conocimiento de otras


hormonas, que de igual manera juegan un papel fundamental en el desarrollo
personal. Estas hormonas hacen distinguir la manera de cómo se ven los
sentimientos, del por qué actuamos, del por qué amamos, reímos, lloramos,
enfermamos, y hasta odiamos, con una perspectiva un poco más científica.

A continuación, se presentan:

Endorfinas

Las endorfinas son morfinas endógenas; un grupo de péptidos de cadena corta,


producidos por nuestro organismo, con propiedades farmacológicas semejantes a
la morfina y de estructura más compleja. El dolor produce endorfinas en pequeñas
cantidades como una respuesta propia del organismo, cuando el dolor es continuo
esta producción de endorfinas se mantiene a bajas concentraciones. Las
endorfinas están estrechamente ligadas a los mecanismos de defensa. Ello
posibilita que prácticas, como el masaje o las caricias, que tan placenteras nos
resultan contribuyan en gran manera a aliviar y a curar muchas enfermedades.
(No nos está curando el masaje, que es algo externo, sino nos están curando
nuestras endorfinas que fueron liberadas por el masaje), cada vez que se reciba
muestras de amor aumentan los niveles de endorfinas, cada vez que se
experimenta placer, se les debe a las endorfinas,

Las endorfinas son sustancias naturales, bioquímicamente complejas. Actúan


como analgésicos y euforizantes, son segregados por el cerebro principalmente,
desempeñan funciones entre las que cabe destacar un papel esencial en el
equilibrio entre el tono vital y la depresión.

Existe una relación directa entre las endorfinas y el sistema inmunológico, cuando
hay disminución del nivel de endorfinas se es más propenso a enfermarse.

Las endorfinas son las verdaderas hormonas del placer, de amor, de la euforia y
de la felicidad. Las endorfinas producen amor y el amor produce endorfinas,
cuando damos amor secretamos endorfinas, esta es la razón de porque cuando
amamos somos felices y cuando ese amor se nos devuelve, secretamos
endorfinas. (7)

La química del amor.


El amor romántico es un sentimiento humano universal, producido por sustancias
químicas y estructuras específicas, esta magia puede hacer que el más cuerdo se
vuelva loco.

La atracción que sienten los animales por determinadas parejas está relacionada
con altos niveles de dopamina y norepinefrina en el cerebro.

Dopamina.

Valores elevados de dopamina producen una gran concentración de la atención.


Así como una motivación inquebrantable y una conducta orientada a un objeto.
Por esta razón los amantes se concentran intensamente en el amado, excluyendo
a menudo todo lo que los rodea. De hecho, se concentra de tal modo en las
cualidades del ser amado que pasan por alto fácilmente sus características
negativas.

Las concentraciones elevadas de dopamina en el cerebro producen euforia, así


como otros muchos sentimientos que dicen sentir los enamorados, como un
aumento de energía hiperactividad, insomnio. Pérdida de apetito, temblores, una
aceleración de los latidos del corazón y de la respiración y a veces obsesión
ansiedad o, miedo.

La intervención de la dopamina puede incluso explicar porque los hombres y


mujeres enamorados se vuelven tan dependientes de su relación romántica y por
qué ansían la unión emocional con su amado, puesto que todas las adicciones
importantes están asociadas con altos niveles de dopamina.

Cuando la dopamina en el cerebro aumenta, se producen con frecuencia mayores


niveles de testosterona, la hormona del deseo sexual.

Norepinefrina.

Sustancia química derivada de la dopamina. Los efectos de está son variados,


dependiendo de la parte del cerebro que se active.

Explica por qué el amante puede recordar los detalles más mínimos acerca del
comportamiento de su ser amado y del preciado momento que paso junto a él,
pues esta sustancia está asociada con un aumento de la capacidad de recordar
estímulos nuevos.

Serotonina.

Existe posible conexión entre el amor romántico y unos niveles bajos de


serotonina orgánica. En 1990 unos científicos italianos estudiaron a sesenta
individuos: veinte eran hombres y mujeres que habían estado enamorados en los
seis meses anteriores; otros 20 sufrían trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) no
tratados y otros veinte eran individuos normales y sanos que no estaban
enamorados y que se utilizaron como grupo de control, los participantes
enamorados como los que sufrían TOC presentaron niveles significativamente
menores de serotonina que los del grupo de control.

Esos científicos examinaron los niveles de serotonina en algunos componentes de


la sangre, pero no en el cerebro, por lo que no se puede estar seguro de la
función que desempeña la serotonina en el amor.

Estas sustancias químicas, varían en cuanto a su concentración y combinación


según la relación avance o retroceda, desde la pura euforia cuando el amor es
correspondido hasta los sentimientos de vacío desesperación y a menudo rabia
cuando es rechazo. “Por otro lado, las diferentes glándulas no actúan de la misma
manera, ejemplo de esto es el amor maternal y el romántico, en el que las
secreciones correspondientes al amor romántico se estimulan en el hipotálamo,
que es el encargado de los deseos sexuales, y también en la corteza orbito-frontal
del cerebro que está conectada a la amígdala que es la encargada de activar los
neurotransmisores de dopamina, noradrenalina y adrenalina; mientras que en el
amor maternal, se inhibe el impuso hipotalámico”.(8)

Imagen 01. Diferentes partes que generan estímulos dependiendo del tipo de
“amor” que puede recibir un individuo: a: Corteza cinglada anterior; acá: Corteza
cinglada anterior ventral; hi: Hipocampo; I: ínsula; S: Pujamen; C: Núcleo
caudado; PAG: Gris periacueductal.
Zakie S, The neurobiology of love, FEBS Letters 581 (2007) 2575–2579.
Imagen 02. Corteza cerebral partes que generan estímulos frente a relaciones
amorosas. Mt: corteza temporal media; op

: unión occipitoparietal; LPF: corteza prefrontal lateral; tp: polo temporal.


Zeki S, The neurobiology of love, FEBS Letters 581 (2007) 2575–2579.

Por otra parte, el deseo está asociado con la testosterona, tanto en hombres
como mujeres. El amor romántico está ligado al estimulante natural de la
dopamina y tal vez la norepinefrina y la serotonina, y el sentimiento de apego
entre macho y hembra por la oxitócica y la vasopresina. (9)

Además, es importante resaltar que los hombres y mujeres con altos niveles de
testosterona en circulación tienden a desarrollar una mayor actividad sexual, pero
con la edad los niveles de testosterona descienden, reduciendo el deseo sexual.
En cuanto al grado del deseo sexual, las personas muestran variaciones, en parte
debido a que los niveles de testosterona se heredan genéticamente, aunque estos
niveles también varían dependiendo del día, la semana, el año, el ciclo de vida y
otras estimulaciones químicas. Tal es el caso “cuando una persona se enamora,
su ardor estimula el impulso sexual, puesto que la dopamina, el elixir del amor
romántico, puede estimular la liberación de la testosterona, la hormona sexual del
deseo”. (10)

Otro ejemplo es el caso de la vasopresina y la oxitócica, hormonas estrechamente


relacionadas entre sí y fabricadas principalmente en el hipotálamo y en las
gónadas, producen muchas de las conductas asociadas con el apego o la
sensación de unión con el ser amado, los niveles de dichas hormonas se ven
elevados por acción de la testosterona, el caso contrario también puede ocurrir,
es decir, el apego puede desencadenar el deseo y el deseo puede desencadenar
expresiones de apego.
Pero todas estas hormonas también pueden tener efectos negativos entre sí, Esta
relación inversa entre el deseo y el apego varía en función de la cantidad, el
momento y las interacciones entre diversas hormonas (11)

En conclusión, podemos decir que más allá del amor, esa palabra que nos llena
de deseo y pasión, pero que al mismo tiempo ni entendemos ni aprendemos a
sentirlo, los hombres y mujeres hemos buscado significados más intangibles,
escritos que reflejen nuestro sentir o vivir...pero al mismo tiempo, científicos
describen que más allá de un suceso irreal y solo sentimental se acarrea un
proceso hormonal, donde nuestro cuerpo juega un papel primordial,
independientemente del género, el amor es por decirlo así un significado de
nuestro fabuloso cuerpo.

Las hormonas juegan un papel fundamental en todo nuestro proceso sentimental,


sin ellos, seríamos seres inertes, no tendríamos derecho a amar, a gozar, a
disfrutar, a sentir, a llorar. La oxitócica, la hormona del amor, nos permite soñar,
aferrarnos, reír y amar sin medida...Ahora con una visión más científica, nos
permitimos preguntar: ¿Qué seriamos sin las hormonas?, ¿Qué seriamos sin el
amor?

REFERENCIAS:

1-3. Magon Navneet, Kalra Sanjay, The orgasmic history of oxcytocin: Love, lust,
and labor. Indian Journal of Endocrinology and Metabolism. 2011; 15: S156
4,5. Magon Navneet, Kalra Sanjay, The orgasmic history of oxcytocin: Love, lust,
and labor. Indian Journal of Endocrinology and Metabolism. 2011; 15: S157
6. Magon Navneet, Kalra Sanjay, The orgasmic history of oxcytocin: Love, lust,
and labor. Indian Journal of Endocrinology and Metabolism. 2011; 15: S158
7. Rodríguez, C. Núñez, R. “Una luz para el camino” (2003) Pág. 45-53
8. Zeki S, The neurobiology of love, FEBS Letters 581 (2007) 2575–2579.
9-11 FISHER H, (2004). “Por qué amamos, Naturaleza química del amor
romántico”. Editorial Turus. Santa de Bogotá Colombia, Peg. 69-95, 97,101,108

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