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C A PÍT UL O PR IME R O

CONSE R V A CIÓN DE L A B IODIV E R SIDA D

I. Conceptos básicos en el ámbito ambiental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1


II. L a biodiversidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1. Conceptualización de la biodiversidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
A . Diversidad genética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
B . Diversidad de especies . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
C. Diversidad de ecosistemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2. Importancia de la diversidad biológica en México
y su conservación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
3. Importancia de la diversidad biológica y su conservación
a escala mundial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
4. Causas y consecuencias de la desaparición de la biodiversidad. . 30
III. L a influencia del hombre sobre la naturaleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36

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X V II

Introducción

C A PÍT UL O SE GUNDO

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .L A E X PL OT A CIÓN PE T R OL E R A E N MÉ X ICO
CONT E NIDO

I. L a actividad petrolera en México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39


1. L a explotación petrolera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
A . A ntecedentes históricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

X III
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CAPÍTULO PRIMERO

CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD

I. CONCEPTOS BÁSICOS EN EL ÁMBITO AMBIENTAL

Para introducirnos en el presente estudio, es necesario aclarar ciertos con-


ceptos que consideramos fundamentales para tratar la temática ambiental.
Por lo tanto iniciaremos con las definiciones que pertenecen al estudio de
las ciencias naturales.
En el Glosario de términos sobre medio ambiente,1 Vicente Sánchez defi-
ne el ambiente como: “...el conjunto de condiciones externas que influyen
sobre el hombre y que emanan fundamentalmente de las relaciones sociales”.
El concepto de ambiente tiene un significado gramatical que comprende
a todos los elementos circundantes de algo; al respecto Raúl Brañes2 seña-
la: “El ambiente debe ser entendido como un sistema, vale decir, como un
conjunto de elementos que interactúan entre sí, pero con la precisión de que
estas interacciones provocan la aparición de nuevas propiedades globales,
no inherentes a los elementos aislados que constituyen el sistema”.
Es por ello que la palabra ambiente es utilizada para designar en forma
genérica a todos los sistemas posibles dentro de los cuales se integran los
organismos vivos; por lo tanto no sólo se hace referencia al ambiente hu-
mano, sino más bien, a todos los ambientes posibles de los sistemas de los
organismos vivos en general. Entonces, si consideramos el ambiente como
un sistema al regular conductas humanas en el ámbito jurídico, debe consi-
derarse que la alteración de uno de los elementos naturales repercutirá de
manera necesaria en los demás, incluso en el hombre mismo.

1
Sánchez, Vicente et al., Glosario de términos sobre medio ambiente, México, El Co-
legio de México, 1982, p. 19.
2
Brañes, Raúl, Derecho ambiental mexicano, México, Fundación Universo Veintiuno,
1987, pp. 25 y 26.

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2 ROSALÍA IBARRA SARLAT

En consecuencia, proteger el ambiente es proteger a los elementos dis-


tintos al hombre, pero que hacen posible su existencia y la de los que de-
pende su calidad de vida.
Por otro lado, debe quedar claro que ambiente no es sinónimo de ecología.
El término ecología (del griego oikos casa, hogar y logos ciencia o el estu-
dio de) fue acuñado en 1869 por el biólogo alemán Ernest Haeckel, quien
lo definió como el estudio de las relaciones de un organismo con su am-
biente inorgánico y orgánico. Actualmente se considera a la ecología como
“Una rama de la biología que estudia las relaciones existentes entre los seres
vivos y el ambiente que los rodea”.3
Por lo tanto, al comprender los conceptos anteriores, es evidente que no
pueden ser usados indistintamente. La ecología es una ciencia y el ambien-
te es la suma total de todas las condiciones externas capaces de influir en
los organismos vivientes; lo que constituye el objeto de estudio de la
ecología. Sin embargo, este término se ha incorporado al lenguaje popular
y además, al lenguaje jurídico, con un sentido distinto al que le correspon-
de. En efecto, la palabra ecología es con frecuencia utilizada de manera
errónea como sinónimo de ambiente, a menudo escuchamos en los discur-
sos políticos que nos dicen que hay que proteger y defender a la ecología,
donde podemos comprender que el orador no tiene un claro entendimiento
de lo que nos expresa.
Calidad de vida es una expresión que se encuentra ligada a la palabra
ambiente; esta relación se explica por el hecho de que la calidad de vida
depende en gran medida de la calidad del ambiente.
El concepto de calidad de vida es eminentemente antropocéntrico, ya
que se refiere a la calidad de vida de las personas, la cual es concebida como
consecuencia de la salud psicosomática de una persona y del sentimiento
de satisfacción; es por ello que las condiciones del ambiente físico son
factores que influyen en la calidad de vida del ser humano, no obstante
también incide el ambiente social del mismo.4 Por lo tanto comprendemos
que para que el hombre pueda desarrollarse en todos los aspectos de la
vida, requiere de un ambiente natural adecuado, así como de condiciones
económicas, sociales, culturales y espirituales que le permitan satisfacer
las necesidades que se presentan en su vida.

3
Pemex, Breviario de términos y conceptos sobre ecología y protección ambiental,
México, Pemex, 1991, p. 125.
4
Cfr. Brañes, Raúl, op. cit., nota 2, p. 31.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 3

Han surgido grandes polémicas en cuanto al concepto medio ambiente,


pues se considera una redundancia ya que inicialmente se usaban de forma
separada y no eran sinónimos estrictamente. A partir de 1972 en la Conferen-
cia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano se acuñó tal concepto,
donde se estimó necesario sustituir la palabra española medio humano por
la nueva expresión medio ambiente, y actualmente ha adquirido legitimi-
dad a través del tiempo, aunque las controversias al respecto continúan.5
De igual forma la Real Academia Española ha reconocido la expresión
medio ambiente definiéndola como: “Conjunto de circunstancias físicas que
rodean a los seres vivos. Por extensión, conjunto de circunstancias físicas,
culturales, económicas, sociales, etc., que rodean a las personas”.6
A su vez, Vicente Sánchez define al término en cuestión como: “...todo
aquello que rodea al ser humano y que comprende: elementos naturales
tanto físicos como biológicos, elementos artificiales (las tecnoestructuras),
elementos sociales y las interacciones de éstos entre sí”.7
Por otra parte resulta frecuente el uso de las palabras ecosistema, bioma,
biosfera, hábitat y recursos naturales, por lo que es necesario puntualizarlas.
El término ecosistema lo define Vicente Sánchez de la siguiente manera:

Sistema abierto integrado por todos los organismos vivos (incluyendo al hom-
bre) y los elementos no vivientes de un sector ambiental definido en el tiempo
y en el espacio, cuyas propiedades globales de funcionamiento y autorregu-
lación derivan de las interacciones entre sus componentes, tanto pertene-
cientes a los sistemas naturales como aquellos modificados u organizados
por el hombre mismo.8

Con base en lo anterior, un ecosistema se define en función de la comu-


nidad biológica que es objeto de estudio; es por ello que continuamente se
habla del ecosistema de determinadas especies o subespecies de flora o
fauna silvestres. No obstante también se habla de ecosistemas de regiones
y de cuerpos geofísicos especiales, tales como: ecosistemas de selvas hú-
medas, de desiertos, de islas, de lagos, etcétera; por lo tanto puede hablarse

5
Ibidem, p. 26.
6
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 21a. ed., Madrid, Espa-
ña, Espasa-Calpe, 1992, p. 953.
7
Sánchez, Vicente et al., op. cit., nota 1, p. 60.
8
Ibidem, p. 43.

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4 ROSALÍA IBARRA SARLAT

de los ecosistemas de México, de un estado o de un municipio, aun cuando


estas divisiones son de orden político y no biológico.
La biosfera es el espacio que contiene los ambientes biológicamente
habitables y en el que se integran la litosfera, la hidrosfera y la atmósfera,
es decir, suelos, aguas y aire; en sí es la porción de tierra en la cual pueden
operar los ecosistemas.9
Contreras Manfredi define el bioma como: “...una agrupación de ecosiste-
mas similares en su composición vegetal; constelación de los factores am-
bientales que los enmarca y composición de sus poblaciones animales”.10
La palabra hábitat es definida por Vicente Sánchez y Héctor Sejenovich
como: “...aquella parte del medio ambiente en la cual se establecen los
intercambios entre el hombre y los recursos que le son esenciales para cum-
plir con sus funciones vitales”.11
Los recursos naturales son considerados como aquellos diversos me-
dios de subsistencia que el ser humano toma directamente de la naturaleza.
Por lo tanto, son elementos que existen en forma natural en un territorio
determinado, cuya población puede utilizar en forma directa, ya sea para
usarlos y conservar su esencia natural, o bien, transformarlos parcial o com-
pletamente con el fin de procurar la manutención y el desarrollo de la co-
munidad humana.12
Los siguientes términos implican una conexión necesaria entre dos cien-
cias, las sociales y las naturales, cuya relación ha surgido por la influencia
del hombre sobre la naturaleza; por lo tanto, se definirán los conceptos de:
conservación, degradación ambiental, desarrollo sustentable o sostenible y
desde luego derecho ambiental.
La palabra conservación, dentro del contexto ambiental, es definida por
la Union Internationale pour la Conservation de la Nature, como: “... la
gestión de la utilización de la biosfera por el ser humano, de tal suerte que
produzca el mayor y sostenido beneficio para las generaciones actuales,
pero que mantenga su potencialidad para satisfacer las necesidades y las
aspiraciones de las generaciones futuras”.13

9
Cfr. Brañes, Raúl, op. cit., nota 2, p. 24.
10
Sánchez, Vicente et al., op. cit., nota 1, p. 26.
11
Ibidem, p. 55.
12
Cfr. Muñoz Barret, Jorge, “Los recursos naturales y su protección jurídica en Méxi-
co”, en Muñoz Barret, Jorge et al., La industria petrolera ante la regulación jurídico-
ecológica en México, México, UNAM, Pemex, 1992, p. 10.
13
Sánchez, Vicente et al., op. cit., nota 1, p. 29.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 5

Es aquí donde cabe señalar el término que conocemos como desarrollo


sustentable o sostenible que es el desarrollo que satisface las necesidades
del presente sin comprometer la capacidad de que las futuras generaciones
puedan satisfacer sus propias necesidades.14
La definición anterior implica, por lo tanto, protección del ambiente,
salvaguarda del equilibrio de la biosfera y promoción de la economía y
administración de los recursos naturales, de tal manera que las generacio-
nes venideras no tengan que batallar por sobrevivir en condiciones de ma-
yor degradación ambiental y con amenazas más graves que las actuales a su
propia sobrevivencia.
En relación con lo anterior, es preciso definir lo que se entiende por
degradación ambiental, al respecto Ferrer Véliz la conceptualiza como:
“Evolución de un recurso en un sentido desfavorable generalmente por rup-
tura del equilibrio (de la naturaleza) ante un uso inadecuado”.15
Al conjuntar los conceptos anteriores se aprecia que para que el hombre
satisfaga sus necesidades requiere de los recursos que la naturaleza le pro-
porciona, los cuales se mueven a través del sistema económico, con ello
logran un desarrollo en cuanto al bienestar individual y colectivo. Como con-
secuencia se obtiene un mejor nivel de vida para todos los seres vivos que
poblamos el planeta. No obstante, para seguir con la obtención de los bene-
ficios que la naturaleza nos da, es necesario buscar modelos de desarrollo
que permitan aprovechar de manera sustentable los recursos existentes
y que el progreso continúe. Para ello, el derecho ambiental juega un papel
primordial, ya que será quien establezca las normas bajo las cuales se regu-
larán las acciones del hombre frente a la naturaleza.
Se han dado varias definiciones respecto al derecho ambiental, sin em-
bargo sólo mencionaremos algunas de las más relevantes.
Al respecto Raúl Brañes menciona tres definiciones de derecho ambien-
tal: “...conjunto de reglas que se ocupan de la protección jurídica de aque-
llas condiciones que hacen posible la vida, en todas sus formas”.16 “El con-
junto de las normas jurídicas que están orientadas a la protección de la
biosfera (considerando la tecnosfera) en tanto escenario que hace posible
la vida...”.17

14
Cfr. Fundación Friedich Ebert, Nuestro futuro común. Explicación del reporte Brundtland
(un resumen), México, Fundación Friedich Ebert, 1991, p. 7.
15
Sánchez, Vicente et al., op. cit., nota 1, p. 36.
16
Brañes, Raúl, op. cit., nota 2, p. 24.
17
Idem.

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6 ROSALÍA IBARRA SARLAT

El conjunto de normas jurídicas que regulan las conductas humanas que pue-
den influir de una manera relevante en los procesos de interacción que tienen
lugar entre los sistemas de los organismos vivos y sus sistemas de ambiente,
mediante la generación de efectos de los que se espera una modificación
significativa de las condiciones de existencia de dichos organismos.18

Ramón Martín Mateo establece: “Es la interacción entre la sociedad y su


entorno físico, intentando disciplinar las relaciones sociales en función de
los deseables o indeseables cambios ambientales”.19
A su vez Carmen Carmona señala: “Es la forma en que el sistema jurídi-
co interactúa entre los sistemas ecológicos estableciendo formas de uso,
aprovechamiento racional de los elementos que lo conforman en la socie-
dad y a individuos que tienen que adoptar una forma de conducta especial
para llevar una relación adecuada con el entorno”.20
Sobre la base de las definiciones arriba citadas podemos decir que el
derecho ambiental regula de manera general el binomio hombre-naturale-
za, esto es, regula la conducta del hombre que puede considerarse de inte-
rés ambiental, la cual puede influir sobre los procesos de interacción que
tienen lugar entre los sistemas de los organismos vivos y sus sistemas de
ambiente. Dichas conductas son de interés para el derecho ambiental siem-
pre y cuando modifiquen de una manera importante las condiciones de
existencia de los organismos vivos y por tanto generen consecuencias am-
bientales significativas.
En consecuencia, el derecho ambiental tiene relación con la continuidad de
la vida sobre la Tierra, lo cual se vincula con el mantenimiento de las condi-
ciones que la hicieron posible y la influencia que sobre ellas tiene el hombre.

II. LA BIODIVERSIDAD

La diversidad biológica o biodiversidad es un tema de interés funda-


mental, ya que nuestro planeta se enfrenta a una pérdida progresiva e irre-
cuperable de la misma; las actividades humanas han reducido la biodiversi-

18
Ibidem, p. 32.
19
Martín Mateo, Ramón, Derecho ambiental, Madrid, España, Instituto de Estudios de
Administración Local, 1977, p. 72.
20
Carmona Lara, Ma. del Carmen, Derecho ecológico, México, UNAM, 1991, p. 8.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 7

dad a escala mundial, nacional y regional, tendencia que continúa. Esto se


manifiesta en la pérdida de poblaciones vegetales y animales, en la extin-
ción, el agotamiento de especies y en la simplificación de comunidades y
ecosistemas.
Por esta razón la creciente disposición por la custodia de nuestra riqueza
biológica ha implicado un esfuerzo por definirla, indagar el motivo de su
existencia, así como las causas de su extinción.
El patrimonio natural, catalogado como patrimonio común de la huma-
nidad, tiene un valor incalculable puesto que es el resultado de la evolución
de todo un proceso histórico que se ha manifestado en el tiempo de manera
irrepetible, por lo que la disminución y más aún la carencia de la biodiver-
sidad, es el efecto directo o indirecto más trascendental e irreversible de las
actividades humanas.

1. Conceptualización de la biodiversidad

La palabra biodiversidad es una contracción de la expresión diversidad


biológica, que se refiere a la variedad o diversidad del mundo biológico. El
término se acuñó en 1985 y se ha utilizado mucho en los años noventa, tanto
en los medios de comunicación como en círculos científicos y de las admi-
nistraciones públicas.21
La especie humana depende de la biodiversidad para su supervivencia,
es por ello que se puede considerar la expresión diversidad biológica como
un sinónimo de vida sobre la Tierra.22
El concepto de diversidad biológica o biodiversidad hace referencia a la
riqueza o variedad de formas vivientes: plantas, animales y microorganis-
mos, los cuales se mantienen como seres vivos debido a la gran constela-
ción de genes que poseen. Los organismos a su vez se encuentran acomo-
dados en comunidades o ecosistemas que, en última instancia, caracterizan
los paisajes del planeta Tierra.23

21
Cfr. “Biodiversidad”, Enciclopedia Microsoft Encarta, Microsoft Corporation, 2000.
22
Dicha semejanza se señala en el Convenio sobre Diversidad Biológica, al cual nos
referiremos en el capítulo tercero.
23
Cfr. Dirzo, Rodolfo y Miranda, Álvaro, “Deforestación y diversidad biológica”, en
Rivero Serrano, Octavio y Ponciano Rodríguez, Guadalupe (comps.), La situación ambien-
tal en México, México, UNAM, Programa Universitario de Medio Ambiente, 1996, p. 241.

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8 ROSALÍA IBARRA SARLAT

La biodiversidad comprende tres niveles de expresión de variabilidad


biológica: genes, especies y ecosistemas, que son el resultado de más de
3,000 millones de años de evolución. En estos niveles se integra una am-
plia gama de fenómenos, de manera que la biodiversidad de un país se
refleja en los diferentes tipos de ecosistemas que contiene, el número de
especies que posee, el cambio en la riqueza de especies de una región a
otra, el número de endemismos, las subespecies y variedades o razas de una
misma especie, entre otros (figura 1).24

GENES

ESPECIES

ECOSISTEMAS

Figura 1. Niveles de organización incluidos en el concepto de biodiversidad.

A los niveles de diversidad biológica también se les distingue como:


1) diversidad intraespecífica, referida a la gran cantidad de información
genética que determina la enorme variación que existe entre los individuos
de una misma especie; 2) diversidad interespecífica, que se refiere al núme-
ro de especies diferentes; y 3) diversidad de ecosistemas o tipos de paisaje,
tales como desiertos, selvas, bosques de coníferas, etcétera. 25
Sin embargo, de estos tres niveles el menos difundido es el referente a la
diversidad intraespecífica o diversidad genética, por lo que el conocimien-
to sobre la magnitud de la riqueza biológica del planeta se limita al entendi-
miento del número de especies, es decir al segundo nivel.

24
Cfr. Conabio, La diversidad biológica de México: estudio de país 1998, México,
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, 1998, p. 62.
25
Cfr. Dirzo, Rodolfo y Miranda, Álvaro, op. cit., nota 23, p. 241.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 9

Pero la biodiversidad existe dentro de lo que denominamos especies, la


presencia de distintos alelos para cada gen es la fuente primordial de mate-
ria prima para el proceso evolutivo; del mismo modo la diversidad biológi-
ca se manifiesta en la heterogeneidad inmersa en un ecosistema.26
Dentro del ámbito jurídico internacional, el Convenio sobre Diversidad
Biológica, el cual será estudiado en el capítulo tercero, define a la biodiver-
sidad en el artículo 2o., párrafo 6, cuya transcripción es la siguiente:

Por “diversidad biológica” se entiende, la variabilidad de organismos vivos


de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y
marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que
forman parte; comprende, la diversidad dentro de cada especie, entre las
especies y de los ecosistemas.

Como podemos advertir, en la definición citada se hace referencia a


los tres niveles de variabilidad biológica, lo cual implica protección jurídi-
ca a genes, especies y ecosistemas, por lo que es preciso detallar cada uno
de los niveles, con el fin de obtener una mayor percepción de su alcance e
importancia.

A. Diversidad genética

La diversidad genética es la variación entre las unidades de herencia o


genes de los individuos de una especie, que se deriva principalmente de
las mutaciones. Existen distintas versiones de un gen y muchas de ellas se
expresan a escala individual, son heredables y resultan ser la materia pri-
ma de la selección natural;27 es por ello que la diversidad genética nos
permite encontrar una amplia y variada diferencia entre los organismos
individuales. Su estructura depende en lo esencial de las variaciones que
experimenta la secuencia de los cuatro pares de bases que forman los áci-
dos nucleicos, entre ellos el ácido desoxirribonucleico o ADN, base del

26
Cfr. Halffter, Gonzalo y Ezcurra, Exequiel, “¿Qué es la biodiversidad?”, en Halffter,
Gonzalo (comp.), La diversidad biológica de Iberoamérica I, Xalapa, Ver., México, CYTED-
D, Programa Universitario de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, Instituto de Ecología,
A.C., Secretaría de Desarrollo Social, 1992, p. 3.
27
Conabio, “Genes”, México, http://www.conabio.gob.mx/biodiversidad/bio4.htm, fe-
cha de consulta: 18 de febrero de 2001.

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10 ROSALÍA IBARRA SARLAT

código genético donde se encuentra la información a partir de la cual se


construyen los seres vivos.28
La diversidad genética ha sido definida por Ledig como una trinidad
biológica constituida por: la diversidad de alelos del mismo gen dentro de
una especie, el conjunto de diferencias genéticas que caracterizan a dife-
rentes poblaciones, y las enormes bibliotecas de información genética que
caracterizan a cada una de las especies. La diversidad genética puede, por
lo tanto, definirse jerárquicamente en tres niveles: al nivel de un alelo, de
un grupo de alelos que tienden a variar en conjunto, y al nivel del genoma
completo de una especie.29
La conservación de la diversidad genética es de suma importancia, basta
con decir que de ella depende la evolución de las especies ya que les permite
afrontar cambios ambientales. Ahora bien, desde el punto de vista econó-
mico este primer nivel de variabilidad biológica da lugar a la domestica-
ción (técnica basada en la selección artificial de plantas y animales con
características benéficas para el ser humano a través de siembra, de semilla
o fragmentos de plantas provenientes de individuos con dichas característi-
cas y los genes que las determinan), proceso que se lleva a cabo en la actua-
lidad con distintos niveles de sofisticación tecnológica, tanto en centros de
investigación como en las parcelas que cultivan los campesinos. En Méxi-
co, varias comunidades indígenas han seleccionado una gran cantidad de
cultivos, los cuales permiten la subsistencia humana ya que cada una de estas
variedades está integrada por un código genético particular; es por ello que
sin variación genética, la transformación de la especie a través de la selec-
ción no es posible. Esta diversidad de recursos genéticos vegetales tiene en
muchos casos varias ventajas, un ejemplo sencillo es el siguiente: si un agri-
cultor planta cierto número de variedades de una especie quedará en cierto
modo asegurado frente al riesgo de perder toda la cosecha, pues es poco
común que las condiciones climatológicas adversas o los parásitos afecten
por igual a todas ellas. Cabe destacar que también en los genes de los orga-
nismos se encuentra almacenada una gran cantidad de información para la
elaboración de productos alimenticios, farmacéuticos e industriales.30
Por lo tanto, la conservación de la diversidad genética presenta varias
ventajas reales para el desarrollo de la humanidad. Las poblaciones que

28
Cfr. Conabio, op. cit., nota 24, p. 93.
29
Cfr. Halffter, Gonzalo y Ezcurra, Exequiel, op. cit., nota 26, p. 21.
30
Conabio, op. cit., nota 27.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 11

forman una especie comparten una reserva de diversidad genética, es por


ello que si se reducen poblaciones que albergan una proporción considerable
de esta variación genética, aunque persista la especie, la selección natural
cuenta con un espectro de variedad genética menor sobre el cual actuar, y
las oportunidades de cambio evolutivo pueden verse seriamente merma-
das. La pérdida de diversidad genética dentro de una especie se llama ero-
sión genética, y muchos científicos se muestran cada vez más preocupados
por la necesidad de neutralizar este fenómeno, ha recibido especial aten-
ción el fitomejoramiento de cultivos. Los grandes bancos de germoplasma
que sostienen el desarrollo de nuevas variedades de cultivos buscan mante-
ner en condiciones ex situ31 parte de la inmensa variación genética existen-
te en cultivos locales, ya que con la extinción de una especie se pierde de
manera irreversible el genoma completo.32

B. Diversidad de especies

La diversidad de especies es el número de especies diferentes que convi-


ven en un área geográfica determinada; en ocasiones, se denomina también
riqueza de especies cuando se hace referencia a un grupo o taxón particular,
por ejemplo, se habla de riqueza de especies de orquídeas o de vertebrados.33
La riqueza de especies varía geográficamente, las áreas más cálidas tien-
den a mantener más especies que las más frías, las más húmedas son más
ricas que las más secas; las zonas con menores variaciones estacionales
suelen ser más ricas que aquéllas con estaciones muy marcadas; por últi-
mo, las zonas con topografía y clima variado mantienen más especies que
las uniformes.34
Cabe señalar que este segundo nivel no sólo depende de la riqueza de
especies, sino también de la dominancia relativa de cada una de ellas. Las

31
La conservación de especies ex situ es aquélla que se desarrolló fuera del hábitat
natural de las especies y se considera como complemento y apoyo a los esfuerzos de con-
servación in situ, de tal forma se puede conservar parte de la diversidad genética y especies
particulares que están en riesgo. Los mecanismos de conservación ex situ son: los bancos de
germoplasma, las colecciones de cultivo de tejidos y cultivos microbianos o colecciones
de organismos vivos como zoológicos, acuarios y jardines botánicos. Cfr. Conabio, op. cit.,
nota 24, pp. 200-203.
32
Cfr. Halffter, Gonzalo y Ezcurra, Exequiel, op. cit., nota 26, pp. 6 y 22.
33
Cfr. Conabio, op. cit., nota 24, p. 82.
34
Cfr. “Biodiversidad”, Enciclopedia Microsoft Encarta, op. cit., nota 21.

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12 ROSALÍA IBARRA SARLAT

especies en general se distribuyen conforme a jerarquías de exuberancia, des-


de algunas especies muy abundantes hasta algunas muy raras, por lo tanto,
entre mayor sea el grado de dominancia de alguna especie y de rareza de las
demás, menor será la biodiversidad de la comunidad. Las especies muy
distintas contribuyen, por definición, más a la biodiversidad que las simila-
res. Por tanto, si hay que elegir entre conservar uno de dos lugares con igual
número de especies, sería mejor elegir el que alberga mayor número de
especies esencialmente distintas frente al que mantiene especies más afines.35
Respecto a la diversidad de especies, cualquier área contribuye a la di-
versidad mundial, tanto por el número de especies presentes en ella como
por la proporción de especies únicas de esa zona. Estas especies únicas se
llaman endémicas. Se dice que una especie es endémica de una zona deter-
minada si su área de distribución está enteramente confinada a esa zona (el
término deriva de la medicina que considera endémicas a las enfermedades
limitadas a cierto territorio y epidémicas a las muy extendidas). Por defini-
ción, las especies endémicas de un lugar determinado no se encuentran en
ningún otro, cabe destacar que México es un país que se distingue por po-
seer una elevada proporción de especies endémicas. Los endemismos pue-
den también definirse en términos de límites nacionales. Esto tiene una
importancia enorme para la conservación de la diversidad biológica, por-
que casi sin excepción, las acciones de conservación y gestión se aplican y
mantienen a escala de política nacional.36
La conservación de especies tiene una importancia ecológica considera-
ble pues algunas especies clave desempeñan una importante función en el
mantenimiento de la diversidad de una comunidad de otras especies. Es
el caso de los árboles grandes, los cuales aumentan la biodiversidad local
ya que proporcionan numerosos recursos naturales para otras especies (aves,
parásitos, herbívoros que se alimentan de frutos, y muchos otros organis-
mos); no obstante hemos permitido y peor aún, hemos contribuido a la
extinción de varias especies. La extinción es considerada, en términos bio-
lógicos, como un fenómeno completamente natural y periódico (ya que en
algunos casos es el resultado de un proceso evolutivo que ocurre en un lapso
de varios cientos o varios miles de años), que constituye parte del proce-
so de evolución en el que surgen nuevas especies que sustituyen o reempla-
zan a las ya existentes. La preocupación actual sobre la extinción radica en

35
Cfr. Halffter, Gonzalo y Ezcurra, Exequiel, op. cit., nota 26, pp. 6 y 7.
36
Cfr. “Biodiversidad”, Enciclopedia Microsoft Encarta, op. cit., nota 21.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 13

que la tasa de desaparición de especies sobrepasa la tasa de extinción pro-


medio anterior a la aparición del hombre, ya que se calcula que desapare-
cen mil especies por año, sin embargo otros cálculos estiman que una especie
se extingue cada quince minutos. Si además consideramos que la extinción
no es un proceso aislado, sino que genera una reacción en cadena, la pérdi-
da de una especie puede provocar a su vez la extinción de otras que depen-
den de la primera.
Los factores que causan la desaparición de especies son varios, no obs-
tante, la mayoría de ellos se encuentran asociados con actividades huma-
nas. Las principales causas que afectan la supervivencia de las especies de
flora y fauna en México, como en otros países, se pueden clasificar de la
siguiente manera: causas directas que incluyen todas las actividades huma-
nas como la caza, el comercio y control de plagas por envenenamiento; y
causas indirectas que comprenden la modificación o destrucción del hábitat
natural. Estas causas a su vez se pueden dividir en destrucción o modifica-
ción de la cobertura vegetal, contaminación, la introducción de especies
exóticas y las extinciones secundarias producto de otras extinciones previas.37
La extinción de especies, como ya se mencionó, alcanza en la actualidad
proporciones catastróficas por lo que es preciso evitar de manera definitiva
las actividades que destruyen o modifican la biodiversidad de forma inten-
cional o accidental, puesto que la desaparición de las especies elimina la
posibilidad de contar con los beneficios actuales o potenciales que directa-
mente nos brindan.

C. Diversidad de ecosistemas

La diversidad de ecosistemas hace referencia a la variedad de comunida-


des de organismos que ocurren en determinadas áreas, la cual incluye a las
especies que las componen, los procesos e interacciones que desempeñan y
los cambios en la composición de especies de una región a otra.38 Este tercer
nivel es también conocido, de manera errónea, como diversidad ecológica.

37
Cfr. Flores Villela, Óscar y León Paniagua, Livia, “Extinción de especies en Méxi-
co”, en Toledo, Gabriela y Leal Pérez, Marina (eds.), Destrucción del hábitat, México,
UNAM, Programa Universitario de Medio Ambiente, 1998, pp. 155-166.
38
Conabio, “Ecosistemas”, México, http://www.conabio.gob.mx/biodiversidad/
bio21.htm, fecha de consulta: 18 de febrero de 2001.

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14 ROSALÍA IBARRA SARLAT

La diversidad de los ecosistemas suele evaluarse en términos de distri-


bución mundial (heterogeneidad espacial) o continental (diversidad pre-
sente en un sitio). La primera es una medida del grado de partición del
ambiente en parches o mosaicos biológicos, es decir, mide la contigüidad de
hábitats diferentes en el espacio sobre la base de tipos de ecosistemas defi-
nidos según sus características generales (clima, biogeografía, vegetación
potencial y vegetación modificada por el hombre); y la segunda es una
función de la diversidad de especies dentro de un mismo ecosistema.39
La fragmentación y la destrucción de los hábitats naturales provocan
serios efectos en la conservación de la biodiversidad; cuando un área natu-
ral es trastornada, se registran cambios importantes en la intensidad de la
luz, la humedad y la temperatura, por lo que se afectan la base y los eslabo-
nes de cadenas alimenticias completas. En sí se perturban las funciones de
los ecosistemas, las cuales proveen de servicios ecológicos no sólo a las
especies silvestres sino también (y en gran escala) al hombre. Un factor
importante en la destrucción de ecosistemas ha sido la explosión demográ-
fica, pero sobre todo el desarrollo mal conducido de la infraestructura ca-
rretera, eléctrica, ferroviaria, energética, pesquera e hidráulica, puesto que
no hay seguimiento a los instrumentos de ordenamiento ecológico y eva-
luaciones de impacto ambiental; lo cual nos conduce a la pérdida inevitable
de ecosistemas y por consecuencia la extinción de especies.
Recordemos que la biodiversidad implica tres niveles que van unidos,
dependen uno del otro, por lo que no podemos atender sólo el primero o el
segundo, pues sería un error. La biodiversidad es un todo con tres niveles y
características distintas, pero con necesidades semejantes que indudable-
mente requieren protección jurídica eficaz ante las actividades del ser hu-
mano que día a día deterioran su funcionamiento.

2. Importancia de la diversidad biológica en México


y su conservación

La extraordinaria riqueza cultural de México ha sido ampliamente di-


fundida; sin embargo, su gran diversidad biológica en sus tres ámbitos es
poco conocida y valorada. Nuestro planeta se enfrenta a una pérdida pro-
gresiva de su biodiversidad, es por ello que día con día cobra mayor impor-

39
Cfr. Halffter, Gonzalo y Ezcurra, Exequiel, op. cit., nota 26, p. 5.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 15

tancia el conocimiento de la riqueza natural de México, puesto que sólo el


conocimiento, entendimiento y respeto a la naturaleza nos permitirá abrir
la posibilidad de desarrollo en un mundo que enfrenta serios problemas en
su relación con el medio ambiente. El objetivo de este punto es dar a cono-
cer un panorama general de la riqueza natural con que cuenta nuestro país.
El Fondo Mundial para la Vida Silvestre ha establecido que del 100% de
la diversidad biológica del mundo, entre el 50 y el 80%, se encuentra en
doce países tropicales, por lo que son considerados países de megadiversidad
de los cuales los seis principales son: Brasil, Colombia, México, Zaire,
Madagascar e Indonesia.40
El concepto de país de megadiversidad hace referencia a los países que
contienen un porcentaje extraordinario de la biodiversidad del planeta.
Aunque existen más de 170 países en el mundo, sólo 111 de ellos se en-
cuentran situados, parcial o totalmente, en los trópicos y de ellos México es
uno de los más importantes (figura 2).41 Sin embargo, nuestro país no sólo
goza de incomparable riqueza y abundancia natural, sino que en el contex-
to internacional, el sur de México es considerado como una de las áreas
críticas o hotspots más amenazadas.
México, mosaico de paisajes y culturas que ocupa dos millones de kiló-
metros cuadrados, es un país en el que la diversidad de formas de vida alcan-
za una magnitud extraordinaria, en términos generales, se puede decir que
nuestro país alberga 10% de la biodiversidad terrestre del planeta. Es el
tercer país de mayor diversidad biológica; el primero en número de espe-
cies de reptiles (707 especies, de los cuales 393 son endémicas, es decir, 57%
ocurren sólo en México); segundo en especies de mamíferos (439 especies,
139 son endémicas, equivalente al 33% de ellas); el cuarto en riqueza de
anfibios (282 especies, 176 son endémicas, lo que representa 62% del
total) y de fanerógamas (con aproximadamente 26,000 especies); el déci-
mo en especies de mariposas con alas posteriores bifurcadas, las cuales
pueden ser usadas como indicador de diversidad de invertebrados y ade-

40
Cfr. Williams-Linera, Guadalupe et al., “Estado de la biodiversidad en México”, en
Halffter, Gonzalo (comp.), La diversidad biológica de Iberoamérica I, Xalapa, Ver., Méxi-
co, CYTED-D, Programa Universitario de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, Institu-
to de Ecología A.C., Secretaría de Desarrollo Social, 1992, p. 299.
41
Cfr. Mittermeier, Russell A. y Goettsch de Mittermeier, Cristina, “La importancia de
la diversidad biológica de México”, en Sarukhán, José y Dirzo, Rodolfo (comps.), México
ante los retos de la biodiversidad, México, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso
de la Biodiversidad, 1992, pp. 68 y 69.

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16 ROSALÍA IBARRA SARLAT

Figura 2

más en México se encuentra el 50% de las 900 especies de cactáceas cono-


cidas en el mundo.42
Ahora bien, para que un país albergue una diversidad extraordinaria y
por tanto sea considerado megadiverso, influyen varios aspectos, no eco-
nómicos ni políticos, sino más bien históricos, geológicos, biogeográficos
y sobre todo la colaboración de varios fenómenos naturales, por lo que su
constitución no es creada de la noche a la mañana, sino que es el resultado
de toda una intensa historia geológica que en nuestro caso nos ha favoreci-
do enormemente.
Cemex (Cementos de México), con la colaboración de la Agrupación
Sierra Madre, realizó un valioso estudio de la diversidad de especies ani-
males que pueblan el territorio de México, el cual fue publicado en la obra
intitulada Diversidad de fauna mexicana.43 En dicho escrito se señalan de
manera detallada los factores que han contribuido para que México sea un
país megadiverso.

42
Cfr. 1. Ibidem, pp. 70 y 71. 2. Williams-Linera, Guadalupe et al., op. cit., nota 40, p.
299. 3. Robles Gil, Patricio (dir.), Diversidad de fauna mexicana, 2a. ed., México, Cemex,
S.A. de C.V., Agrupación Sierra Madre, S.C., 1996, p. 15.
43
Cfr. Robles Gil, Patricio (dir.), op. cit., nota 42, pp. 17-33.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 17

Cuadro 1. Se representa a cuatro grupos de especies representativos de la biota.44

Países y número de especies

Plantas Brasil Colombia China México Australia


55,000 45,000 30,000 26,000 25,000
Anfibios Brasil Colombia Ecuador México Indonesia
516 407 358 282 270
Reptiles México Australia Indonesia Brasil India
707 597 529 462 433
Mamíferos Indonesia México Brasil China Zaire
519 439 421 410 409

La actividad volcánica que dejó más de 4,000 conos que aún no ha con-
cluido y los fenómenos de tectónica de placas y deriva continental ponen
de manifiesto la dimensión de los procesos geológicos que, a lo largo de
millones de años, dieron como resultado uno de los más complejos escena-
rios de la Tierra: el territorio mexicano lleno de contrastes, dunas de yeso,
manantiales y oasis en el desierto de Coahuila; bosques de niebla en los
Altos de Chiapas; sistemas de cenotes en las entrañas de la península de
Yucatán; páramos alpinos en las faldas del Popocatépetl y del Iztaccíhuatl y
selvas húmedas en la cuenca del Usumacinta. Al noroeste, enfrente del
desierto de Sonora, una península solitaria delimita un estrecho golfo de
aguas profundas salpicado de islas e islotes. Al norte, hondas cañadas tro-
picales surcan la Sierra Tarahumara que se resuelve en los vastos pastizales
de Chihuahua. Al noreste, las mesetas áridas se extienden hasta la Sierra
Madre Oriental, cuya otra vertiente desciende al Golfo de México por las
llanuras de Tamaulipas y sus lagunas costeras. Con una altitud promedio
de 2,200 metros y cumbres de más de 5,500 metros, un eje volcánico pun-
teado de lagos atraviesa de una costa a otra el centro del país. Más al sur, las
abruptas serranías de Guerrero y Oaxaca quedan completamente interrum-
pidas en el Istmo de Tehuantepec. La Sierra Madre de Chiapas cede el paso
a la selva lacandona, por donde el Usumacinta corre hacia el Golfo de Mé-
xico e inunda junto con el Grijalva los pantanos de Centla en Tabasco. Por
último, la península de Yucatán, plana y caliza, separa el Golfo de México
de las aguas del Caribe, donde se localiza la segunda barrera coralina más

44
Cfr. Mittermeier, Russell A. y Goettsch de Mittermeier, Cristina, op. cit., nota 41, p. 70.

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18 ROSALÍA IBARRA SARLAT

extensa del mundo. Cabe destacar que de este escenario geográfico se des-
prende el motivo por el cual contamos con una gran variedad de climas,
puesto que formamos un país que tiene una gran cantidad de tipos de ecosis-
temas, prácticamente se encuentran en México todos, excepto los polares.
El territorio mexicano, por su posición en el continente, es un eslabón
entre las dos grandes regiones biogeográficas del planeta: la región neártica
en el norte, y la neotropical en el sur. Todo comenzó con una serie de islas
y volcanes que comenzaron a unirse hace siete millones de años, este puen-
te, cuya angostura se prolonga hasta Centroamérica, sirvió como paso y
permitió la propagación de plantas y animales terrestres provenientes tanto
del norte como del sur, los cuales una vez establecidos evolucionaron y se
diferenciaron; de igual forma sirvió de barrera entre la fauna marina del
Pacífico, del Caribe y del Golfo de México. La fauna neártica penetró am-
pliamente en la franja central del país, en cambio, la fauna neotropical sólo
logró extenderse al norte por las planicies costeras, ya que las elevadas
montañas del Eje neovolcánico y de la Sierra Madre Oriental y Occidental
constituyen grandes obstáculos.
Las migraciones de plantas y animales, así como los cambios de corteza
terrestre y del clima dejaron aisladas muchas especies en cañadas, valles,
islas y cimas, lo que favoreció que un gran número de especies se hicieran
endémicas. Por esta razón casi la mitad de las especies de plantas, anfibios
y reptiles que se encuentran en México, y un tercio de las de mamíferos, no
existen en ningún otro lugar del planeta.
En cuanto a la distribución de especies, la historia geológica influyó
en gran escala. Las regiones tropicales son ricas en especies pero pobres en
endemismo, el motivo es su periodo de existencia. Es por ello que las sel-
vas tropicales húmedas, como la de los chimalapas en Oaxaca y la región
lacandona en Chiapas, con su penetrante olor a tierra, intensa humedad y
vegetación exuberante de helechos, palmas y platanillos, árboles gigantes-
cos con hojas de innumerables tonalidades de verde y amarillo, cargados
de musgos, lianas y orquídeas, poseen una biodiversidad de proporciones
inusitadas. Basta mencionar como un ejemplo ilustrativo que una hectárea
de selva chiapaneca puede albergar 100 especies de plantas y hasta 3,250
árboles y en un solo árbol pueden existir cientos de especies de escaraba-
jos, hormigas y otros insectos. En cambio, la mayor parte de los vertebrados
endémicos viven en regiones geológicamente antiguas o muy aisladas, como
los mamíferos del Eje neovolcánico y de la llanura costera del Pacífico, o los
reptiles de las islas del Golfo de California y de la Sierra Madre del Sur.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 19

La silueta de elevados volcanes, los accidentados relieves, los fríos in-


viernos, los helados amaneceres y los bosques de pinos y encinos caracteri-
zan las montañas del Eje neovolcánico y la Sierra Madre del Sur, regiones
ricas en especies endémicas que se originaron a lo largo de millones de años
por el aislamiento causado por las expansiones, contracciones y fragmenta-
ciones de la vegetación durante el Pleistoceno; en estos ambientes se dife-
renciaron y sobrevivieron especies únicas de mamíferos. Con ello se destaca
que no sólo los bosques tropicales contribuyen a la biodiversidad de Méxi-
co ya que los bosques de pino-encino son los más diversos de la Tierra con
55 especies de pinos, de los cuales 85% son endémicas, los encinos son los
segundos más diversos con 138 especies y el 70% son endémicas.
En cuanto a la fauna marina, la mayor diversidad se localiza en los arreci-
fes coralinos del Caribe que se extienden a lo largo de 200 kilómetros frente
a la costa de Quintana Roo, donde encuentran cobijo y alimento cientos de
especies de esponjas, medusas, camarones, pepinos de mar, cangrejos, lan-
gostas y peces de diversas formas y colores. Por el contrario, en el norte
abundan especies endémicas, tanto acuáticas como terrestres, tal es el caso
del valle de Cuatro Ciénagas que resalta en la seca monotonía del centro de
Coahuila con sus bastos manantiales de aguas termales y frías, lagos, pozas
profundas y dunas de arena.
Con base en el panorama arriba descrito podemos señalar que el estado
de Oaxaca, en primer lugar, seguido por Chiapas, Veracruz, Guerrero y
Michoacán cuentan con una amplia biodiversidad. Asimismo, las entida-
des con más alto índice de endemismo son Baja California Norte, Baja
California Sur y Oaxaca.
En cuanto al conocimiento de la diversidad genética, desgraciadamente
existen muchas interrogantes respecto a especies silvestres como domesti-
cadas de México, el número estudiado ha sido muy pequeño, sobre todo si
consideramos la enorme diversidad de especies que alberga nuestro país.
Especies con gran utilidad para el hombre, tales como las especies silves-
tres del maíz, contienen una considerable cantidad de variación genética,
no obstante, se encuentran amenazadas por el deterioro tan avanzado de los
ecosistemas naturales. Se estima que alrededor de 180 géneros de plantas
han sido domesticados en nuestro país, de las cuales la mayoría tienen un
uso ya sea alimenticio, ornamental, o para fabricar textiles y utensilios. El
caso del aguacate es un excelente ejemplo de selección artificial de variabi-
lidad genética, además de que es una especie originaria de México. Nuestro
país es depositario del germoplasma de esta variedad que es importante en

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20 ROSALÍA IBARRA SARLAT

el ámbito comercial, de igual forma es el primer consumidor y productor de


aguacate. En el aspecto cultural existe una prolongada historia de domesti-
cación del mismo, ya que ha sido fuente importante de aceites de dieta y es
elemento importante en huertos tradicionales. Sobre la base de lo anterior,
se ha considerado a México como uno de los centros de domesticación de
plantas más importantes del mundo. Nuestro territorio es uno de los pocos
países de origen y diversidad de especies de importancia agrícola, es por
ello que debemos conservar tanto la diversidad domesticada como la diver-
sidad silvestre, ya que nos permitirá asegurar el alimento para ésta y las
futuras generaciones y además representa un valor económico inmediato
para todos.45
Por todo lo anterior, debemos concentrar esfuerzos para conservar la
biodiversidad de México, ya que actualmente contamos con grandes tasas
de especies (tanto vegetales como animales) en peligro de extinción, ame-
nazadas, raras o bajo protección especial. Contamos con 887 especies de
plantas, 57 de hongos, 722 de vertebrados (se descartan las especies raras
en la naturaleza) y 51 especies de invertebrados entre corales, moluscos,
equinodermos y algunos grupos de artrópodos.46
Existen por lo menos quince especies de plantas que están extintas y 120
en peligro de extinción por diversas causas. Las familias de plantas con
mayor número de especies amenazadas o en peligro de extinción en Méxi-
co son: las cactáceas, orquídeas, palmas, cicadáceas y agaves; en el caso de
los hongos hay por lo menos 21 especies amenazadas por el comercio de sus
cuerpos fructíferos, y alrededor de ocho en peligro por la destrucción de su
hábitat natural.47
En cuanto a la fauna marina, en México existen alrededor de 2,122 espe-
cies de peces, de los cuales catorce de agua dulce están extintas, dos extir-
padas y 39 en peligro de extinción, tal es el caso de la carpa del Bravo, la de
Parras y el cachorrito de Parras, extintas desde 1930. En el caso de las
especies marinas, hacen falta estudios para determinar el estado de conser-
vación; no obstante la fauna del Golfo de California está considerada como
una especie amenazada.48

45
Cfr. Conabio, op. cit., nota 24, pp. 93-97.
46
Cfr. Flores Villela, Óscar y León Paniagua, Livia, op. cit., nota 37, p. 156.
47
Idem.
48
Cfr. Espinosa Pérez, H., “Riqueza y diversidad de peces”, Ciencias, México, número
especial 7, 1993, pp. 77-84.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 21

Los anfibios, a pesar de la gran diversidad que existe en México, co-


rren la misma suerte, ya que se estima que hay actualmente nueve especies
en inminente peligro de extinción y dos especies de ranas están extintas.
Estos datos deben ser tomados en cuenta con gran interés, ya que los anfi-
bios son organismos indicadores del bienestar de los ecosistemas en los
que habitan, puesto que su piel es sumamente permeable. Además, los hue-
vos y las larvas de las especies que se desarrollan en el agua tienen la facul-
tad de servir como guía de la calidad del ambiente, ya que son susceptibles
a las sustancias tóxicas presentes tanto en el agua como en el suelo. En
cuanto a los reptiles, alrededor de 30 especies se encuentran en peligro de
extinción, entre las más afectadas se ubican las tortugas marinas, las terres-
tres y dulceacuícolas, tales como la tortuga blanca y la del desierto; tam-
bién tres especies de cocodrilos (cocodrilo de río, de pantano y el caimán)
y por último las boas y las serpientes de cascabel, cuyas pieles son utiliza-
das para fabricar artículos de vestir y de ornato, o como cura de algunas
enfermedades.49
Por lo que respecta a las aves, de las 1,060 especies que existen en Mé-
xico aproximadamente el 5% se encuentra en peligro de extinción. Entre
las ya extintas se mencionan las siguientes: el cóndor de California, el
zarapito boreal y el carpintero imperial o gigante, entre otros.50
Con respecto a los mamíferos terrestres, se estima que el 31% del total
existente en territorio mexicano presenta problemas de conservación, y 43
especies de mamíferos marinos están en la misma situación. Entre las espe-
cies extintas se pueden mencionar al oso gris, la nutria marina, la foca monje
y el bisonte americano, entre otros. De las especies en peligro de extinción
se mencionan algunas como: las musarañas, topos, conejos, liebres, así como
los grandes carnívoros como el jaguar, el lince y el tigrillo.51
Como podemos apreciar, el daño que le hemos ocasionado a nuestro
entorno es muy grave y se debe buscar la manera de remediarlo. Existen
muchos factores económicos para promover la conservación de nuestra bio-
diversidad, pero también hay factores culturales, estéticos y espirituales.
La riqueza que nos ofrece la biodiversidad constituye el verdadero museo
de la naturaleza, su basta obra de arte bien definida es la expresión última

49
Cfr. Flores Villela, Óscar y León Paniagua, Livia, op. cit., nota 37, pp. 157 y 158.
50
Cfr. Cantú Guzmán, J.C., “Aves”, Animales en peligro de extinción, México, Guía
México Desconocido, edición especial, 1992, pp. 44-68.
51
Cfr. Flores Villela, Óscar y León Paniagua, Livia, op. cit., nota 37, pp. 159.

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22 ROSALÍA IBARRA SARLAT

de la complejidad y magnificencia de la vida en el planeta, ésta sería la


única y simple razón para tratar de salvarla. Sin embargo, actualmente es-
tos argumentos no son suficientes ya que necesitamos asignarle pesos y
centavos a las cosas para valorarlas. Es vital demostrar que la conservación
y el uso racional de los recursos naturales son la base del desarrollo econó-
mico sostenible, como es el caso de la explotación petrolera. La conserva-
ción y el desarrollo deben ir de la mano, ya que el desarrollo económico a
largo plazo es imposible sin una eficaz conservación de la diversidad bioló-
gica. ¿Pero cuánto vale nuestra biodiversidad?, la respuesta es difícil y puede
variar según desde qué perspectiva sea considerada la diversidad biológica.
No obstante, hacer una determinación del valor económico de la biodiver-
sidad es la base para lograr integrar la conservación al desarrollo, así como
para establecer los modelos para un futuro verdaderamente sostenible. La
biodiversidad de México es el más grande e importante recurso que los
mexicanos tenemos para el futuro, es por ello que debemos buscar las ins-
tituciones jurídicas adecuadas para lograr su uso sostenible así como su
preservación.

3. Importancia de la diversidad biológica y su conservación


a escala mundial

La conservación de la biodiversidad y su importancia a escala mundial


hace referencia al valor intrínseco de la misma. Al respecto, los especialis-
tas Anne y Paul Ehrlich52 sostienen que la sociedad tiene la responsabilidad
de conservar la naturaleza y detener la pérdida de la biodiversidad debido a
un gran número de razones que pueden dividirse en cuatro categorías: éti-
cas, estéticas, económicas directas y económicas indirectas.
Desde el punto de vista ético, todas las especies biológicas tienen un
valor intrínseco y el derecho de existir, además es el hombre quien más ha
afectado la sobrevivencia de otros seres vivos y tiene por lo tanto la respon-
sabilidad ética para preservar la biodiversidad, con esto se tiene la inten-
ción opuesta para exterminar especies y a la vez ayudar a conservar otras,

52
Cfr. Ehrlich, Anne H. y Ehrlich, Paul R., “Causes and consequences of the disappearance
of biodiversity”, en Sarukhán, José y Dirzo, Rodolfo (comps.), México ante los retos de la
biodiversidad, México, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversi-
dad, 1992, pp. 48-51.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 23

incluso la del homo sapiens. Los argumentos estéticos hacen referencia a


cuestiones culturales, psicológicas e incluso morales, los cuales son difíci-
les de definir pero muy fáciles de percibir o intuir, ya que implican la im-
portancia de mantener la belleza natural que nos rodea. Finalmente, los
argumentos de índole económica se basan en que la naturaleza sostiene de
forma directa o indirecta la economía de muchos países a partir de diversas
actividades productivas como la agrícola, la forestal, la pesquera, la textil,
la farmacéutica y la turística.
Para profundizar lo establecido por los autores citados se considera pre-
ciso señalar cuáles son los servicios ambientales proporcionados por la di-
versidad biológica, así como el valor económico actual o potencial de las
especies existentes en el planeta.
Se define como servicios ambientales a las condiciones y procesos natu-
rales de los ecosistemas, incluidas las especies y los genes por medio de los
cuales el hombre obtiene algún beneficio. Los servicios ambientales man-
tienen la biodiversidad y la producción de bienes tales como alimento, agua,
madera, combustibles, entre otros, de ahí su trascendencia. Es por ello que
se debe considerar que los servicios ambientales son tan imprescindibles
para la supervivencia humana como para los servicios tecnológicos, el
mantenimiento del planeta es imposible sin los servicios ambientales. Es
relevante destacar que el remplazo de dichos servicios con tecnología sería
un esfuerzo muy grande y costoso, además difícilmente se alcanzaría el
nivel de estos servicios.53
Varios son los servicios que proporciona la biodiversidad, mencionare-
mos los siguientes:

1. La capa viva que cubre el planeta realiza una serie de procesos


ecológicos que el ser humano utiliza muchas veces sin darse cuenta,
basta mencionar que a ella debemos la mezcla gaseosa que respiramos.
Ahora bien, si esa mezcla se altera, simplemente toda la gente se mori-
ría, de igual forma la mayor parte de las especies que han evolucio-
nado en ella tendrían graves problemas para sobrevivir. El balance
de esta mezcla está dado por la biodiversidad de especies que forman
la biosfera, la capa viva del planeta. Este proceso se asocia a las plan-
tas pero éstas forman parte de ecosistemas cuyo funcionamiento de-
pende de todos los otros componentes. El control de los regímenes

53
Cfr. Conabio, op. cit., nota 24, p. 104.

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24 ROSALÍA IBARRA SARLAT

hidrológicos, la cantidad de agua que se absorbe a los acuíferos, la


que se pierde en avenidas, todas estas cuestiones tienen que ver con
la presencia de vegetación y como consecuencia, con la existencia de
diversos ecosistemas. Pero ¿cuánto vale el aire que respiramos?54
2. La regulación micro y mesoclimática. El control del microclima se
debe a la composición de gases, a las superficies de reflejo de la ener-
gía solar a una escala grande y a la evotranspiración a una escala
menor. Es por ello que cuando hay deforestación de áreas muy gran-
des, la humedad que hay en el aire cambia radicalmente y se percibe
fisiológicamente no sólo por los humanos, sino también por las plan-
tas y los cultivos. Por lo tanto, el clima húmedo del cual depende el
desarrollo y crecimiento de una basta vegetación silvestre, por ejem-
plo en Centroamérica y Sudamérica, se subordina en alto grado a las
funciones de reciclaje del agua de la misma vegetación.55
3. La regulación hidrológica. Los ecosistemas naturales proveen este
servicio cuya relación está dada en sus funciones de control del cli-
ma, como el ciclo de regulación hidrológica de la Tierra. En compa-
ración con el proceso de transferencia del agua desde el suelo hasta
la atmósfera que puede transportarse y regresar al mar, también la
vegetación afecta los patrones de esta fuga, los árboles de los bos-
ques detienen la lluvia y así ayudan a que ésta se impregne y penetre
en el suelo.56
4. Protección y acumulación de suelos fértiles. Estos servicios son brin-
dados por los ecosistemas de suelo ya que son mucho más que rocas
compactas, son ecosistemas complejos con flora y fauna. Los com-
ponentes vivientes que contienen los ecosistemas mencionados son
la base de la fertilidad, para así dar crecimiento y desarrollo a los
bosques y siembras. Entre otras funciones, los microorganismos es-
tán en constante relación y tienen la participación de la conversión y
transformación de muchos nutrientes esenciales en sustancias que
absorben las plantas y que a su vez la gente utiliza para su alimenta-
ción. El ecosistema de suelos es el más importante proveedor de

54
Cfr. Soberón Mainero, Jorge, “El valor de la biodiversidad”, en Toledo, Gabriela y
Leal Pérez, Marina (eds.), Destrucción del hábitat, México, UNAM, Programa Universita-
rio de Medio Ambiente, 1998, pp. 142-143.
55
Ibidem, p. 143.
56
Cfr. Ehrlich, Anne H. y Ehrlich, Paul R., op. cit., nota 52, p. 52.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 25

nutrientes y demás organismos, además se relaciona con el depósito


de desechos y el reciclaje de los nutrientes.57
5. Control biológico de plagas y polinización de plantas. Otro servicio
que brindan los ecosistemas es el control de pestes y enfermedades que
pueden atacar y eliminar a los animales domésticos, así como a las
cosechas. En su mayoría, las pestes que se presentan son plagas con-
troladas por parásitos y animales como los pájaros. Los ecosistemas
naturales además de brindar a las cosechas buen clima, agua, suelo,
nutrientes y protección respecto a las plagas, en la gran mayoría de
los casos ayudan a la polinización. La desaparición de los polinizadores
ha causado la disminución en la efectividad de las cosechas, lo que
provoca de igual manera la pérdida de muchas plantas silvestres, y
en consecuencia se aminora la extensión del ecosistema mismo.58
6. Degradación de desechos orgánicos.
7. Transporte y fijación de nutrientes.
8. La bioma en su conjunto nos proporciona energía.

Por otro lado, la conservación de la biodiversidad tiene un sentido eco-


nómico, lo cual se debe a la venta de productos provenientes de la diversi-
dad biológica que existe en nuestro planeta, entre éstos encontramos:

1. Una gigantesca cantidad de productos que se comercian y que son


productos silvestres tales como: los venados, jaibas, chapulines, lan-
gostas, camarones, almejas, pulpos, patos, gansos, conejos, entre otros,
que se utilizan como alimento.
2. Productos que se obtienen de los animales ya sea pieles, grasas, pe-
los, huesos, ceras, tintes, sedas y productos farmacológicos que tie-
nen un valor económico muy elevado.
3. La industria pesquera es sumamente importante, ya que es muy
redituable para la economía de diversos países.
4. La industria biotecnológica moderna es considerada como un insumo
debido a que permite hacer cosas novedosas como separar genes o
un compuesto secundario de una planta, para posteriormente con
métodos de alta tecnología replicar el producto, ya sea que se clone

57
Ibidem, pp. 52-53.
58
Ibidem, p. 54.

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26 ROSALÍA IBARRA SARLAT

ese gen en una bacteria o en otro vehículo que lo produzca. Es por


ello que podemos ver a la naturaleza como una especie de catálogo
de productos químicos, de los cuales muchos tienen efectos sobre el
ser humano o sobre sus enfermedades.59
5. La industria farmacéutica. Los ingredientes activos que por lo menos
a una tercera parte de la población se le prescribe como medicina o
droga provienen directamente o son un derivado de componentes
químicos que se encuentran en plantas silvestres, hongos u otros or-
ganismos, especialmente situados en los bosques tropicales.
6. Las maderas preciosas tropicales, provenientes de los troncos de los
bosques que se dan en forma gratuita por parte de los ecosistemas
naturales, dejan para la humanidad amplias ganancias económicas.

Es de igual importancia mencionar los beneficios que ofrecen en lo par-


ticular los arrecifes coralinos, así como los manglares.
Los beneficios más importantes que ofrece el arrecife coralino dependen
de su buena condición y son indirectos. El arrecife es un gigantesco rompeo-
las que genera remansos de aguas tranquilas y claras muy solicitadas para
el turismo. Este rompeolas natural genera una protección, para las millona-
rias inversiones en el litoral, del efecto destructor del oleaje generado por
ciclones y tormentas; pero además es la comunidad coralina la encargada
de producir y renovar las blancas arenas que caracterizan las playas del
ambiente arrecifal. Por lo tanto, la infraestructura natural que aportan los
arrecifes coralinos es lo que favorece al desarrollo de la industria turística,
lo cual tiene un valor económico muy elevado. De igual forma cabe señalar
que las operaciones comerciales de buceo y snorkel en los arrecifes coralinos
son enormemente redituables. Otra actividad extractiva, que representa un
elevado beneficio económico y que actualmente adquiere un auge impre-
sionante, es el mercado de especies para acuarios arrecifales, como ejem-
plo basta señalar que en Estados Unidos se importaron 871 corales vivos en
1984, pero en el año de 1991, el número se incrementó a más de 250,000
especies. Se estima que en el Sri Lanka, cerca de 50,000 personas viven de
este mercado, mientras que en Filipinas hace ya casi 20 años que se obtie-
nen beneficios de la exportación de peces arrecifales. No obstante, es im-
prescindible señalar que para que esta actividad sea sustentable requiere de
una adecuada y estricta regulación. Los arrecifes coralinos son de igual

59
Cfr. Soberón Mainero, Jorge, op. cit., nota 54, pp. 147-148.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 27

manera trascendentales para la medicina y el mercado farmacéutico gene-


ral, ya que permiten la identificación de sustancias con alta capacidad de
acción biológica, humana y veterinaria, para después sintetizarlas química-
mente. Esto se debe a que el arrecife coralino parece ser el laboratorio natu-
ral más importante que existe porque su complejidad y biodiversidad son
muy elevadas. Otra actividad de tipo extractivo que se obtiene de los arre-
cifes coralinos es la recolecta de organismos para artículos de joyería y
curiosidades tales como perlas, coral negro y conchas, las cuales son eco-
nómicamente benéficas. En resumen, los arrecifes coralinos son un recurso
que puede aportar considerables beneficios a la sociedad, siempre y cuando
el ecosistema funcione adecuadamente.60
El bosque de manglar representa la mayor comunidad vegetal costera
entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio. El término manglar, conoci-
do también como bosque de marea o manglar pantanoso, es uno de los
ecosistemas más productivos bajo condiciones óptimas; los manglares com-
prenden doce familias y más de 50 especies, de las cuales sólo diez se
encuentran en América. Desde el punto de vista ecológico, el manglar es
un productor primario que sostiene a gran cantidad de organismos a través
de la cadena de consumidores directos e indirectos entre los que están algu-
nos de importancia comercial. Además ofrece un ambiente adecuado para
ser habitado por peces, crustáceos, moluscos, aves, reptiles y anfibios, en-
tre otros, donde tienen resguardo, se reproducen y se alimentan. Aparte de
la variedad de beneficios ecológicos que ofrece el manglar, tiene una im-
portancia económica tanto en el ámbito local como nacional, sus árboles
son utilizados como madera, leña, carbón, en la construcción de vigas y
postes para casas. Desde el punto de vista pesquero, existen especies como
el camarón que el manglar lagunar alberga y que a su vez le representa un
aporte energético óptimo para su crecimiento. En consecuencia, su pesque-
ría constituye una razón por la cual se han establecido granjas de cultivo de
este crustáceo cerca o en el bosque de manglar. Por lo tanto la destrucción
o alteración en el bosque de manglar significaría una pérdida significativa,
tanto ecológica como socioeconómica.61

60
Cfr. Dahlgren, Eric Jordán, “Aprovechamiento y destrucción del arrecife coralino”,
en Toledo, Gabriela y Leal Pérez, Marina (eds.), Destrucción del hábitat, México, UNAM,
Programa Universitario de Medio Ambiente, 1998, pp. 206-209.
61
Cfr. Lanza Espino, Guadalupe de la y Flores Verdugo, Francisco, “Alteraciones al
manglar”, en Toledo, Gabriela y Leal Pérez, Marina (eds.), Destrucción del hábitat, Méxi-
co, UNAM, Programa Universitario de Medio Ambiente, 1998, pp. 231-240.

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28 ROSALÍA IBARRA SARLAT

Con base en lo anterior, podemos decir que el futuro de nuestra civiliza-


ción está estrechamente vinculado con el futuro de la biodiversidad, la cual
es la base y la parte del sistema de soporte de la humanidad. Sin embargo,
la influencia del hombre sobre la naturaleza ha provocado una extinción
acelerada de especies de animales y vegetales, se estima que en el mundo
cada año se extinguen 50,000 especies.
Algunos estudios indican que 126 especies de peces de agua dulce, 218
de reptiles y anfibios, 272 de aves y 138 de mamíferos, están en peligro de
extinción. Por otro lado, se ignora la situación de los miles y tal vez millo-
nes de invertebrados indudablemente extintos sin haber sido conocidos.
Vertebrados como el oso gris, el carpintero imperial y el bisonte, entre otros,
han dejado de existir en este siglo; un ejemplo de la destrucción de estas
especies es el caso de la nutria marina. Ésta abundaba en las costas de Baja
California hasta hace un siglo y mantuvo una importante industria peletera
rusa y norteamericana. En 1806 un barco capturó cerca de 14,000 ejempla-
res, y como consecuencia de esta irresponsable cacería, las últimas se ob-
servaron en México a principios de siglo.62
Como podemos apreciar, estas pérdidas no sólo son una tragedia am-
biental, sino también tienen profundas repercusiones en el desarrollo eco-
nómico y social; los recursos biológicos representan al menos el 40% de la
economía mundial y el 80% de las necesidades de la sociedad de clase baja
emana de los recursos biológicos. Numerosos son los enfoques empleados
para mantener la diversidad biológica del planeta; la gama de respuestas a
los problemas de conservación incluye desde bancos de germoplasma y
reproducción de especies en cautiverio, hasta la creación de santuarios,
parques y reservas, sin embargo los esfuerzos no han sido suficientes.
Es importante destacar que la pérdida de la biodiversidad afecta de ma-
nera global porque la extinción de una especie en un país, el deterioro o
destrucción de algún ecosistema, causa inquietud no solamente entre algu-
nos sectores sociales del mismo país, sino en todo el mundo, por lo que
numerosos individuos, organizaciones y países han trabajado en las últi-
mas décadas para identificar poblaciones, especies y hábitats amenazados
de extinción o degradación, con el fin de invertir estas tendencias. Los
objetivos comunes son gestionar más eficazmente el mundo natural para
mitigar la influencia de las actividades humanas y, al mismo tiempo, mejo-
rar las opciones de desarrollo de los pueblos desfavorecidos. Muchos con-

62
Cfr. Robles Gil, Patricio, op. cit., nota 42, pp. 177 y 179.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 29

servacionistas esperan que la historia demuestre que el año 1992 constituya


un punto de inflexión, puesto que en junio de ese año se presentó la firma
del Convenio sobre Diversidad Biológica que protege genes, especies y
ecosistemas, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Am-
biente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro. El convenio entró en vi-
gor a finales de 1993, y a principios de 1995 lo habían firmado más de 100
países; esto significa que están de acuerdo con sus fines y que harán todo lo
posible por cumplir con sus disposiciones.
Los objetivos generales del convenio son: conservar la diversidad bioló-
gica, utilizar una biodiversidad sostenible a largo plazo y compartir leal-
mente las ventajas del uso de los recursos genéticos (en selección vegetal y
biotecnología, por ejemplo). Las dificultades son muchas e imponentes,
pero el convenio constituye el único marco mundial amplio para planificar
y emprender las acciones necesarias. En él se declara explícitamente que
aun cuando los países tienen la responsabilidad de la biodiversidad dentro
de sus fronteras, la planificación eficaz exige tener en cuenta el contexto
mundial y los países en desarrollo necesitarán el apoyo de todos los demás,
lo cual es básico ya que desafortunadamente los países que tienen una ma-
yor porción de la diversidad biológica del mundo también tienen una fuerte
presión sobre su medio ambiente. Buena parte de la biodiversidad que
está en peligro de desaparecer en esta década se encuentra en estos paí-
ses, los cuales sufren cambios ambientales rápidos y se enfrentan a pro-
blemas económicos serios y, en general, a una falta de recursos para desa-
rrollar los amplios programas que se requieren para conservar su diversidad
biológica.
La diversidad de plantas y animales es patrimonio del país que la contie-
ne, pero en última instancia es patrimonio de la humanidad, sin embargo
¿quién pagará el costo de su conservación?, ¿qué modelo se seguirá para
hacer compatible esta conservación con el desarrollo? Por tanto, es conve-
niente asentar claramente que la conservación de la biodiversidad implica
un costo que puede y debe estimarse. Ante la presión creciente para la
conservación de la biodiversidad en los países tropicales, una pregunta vá-
lida es ¿cómo los costos de esta conservación se dividirán? Las respuestas
a estas preguntas son tema de discusión y análisis en el capítulo tercero de
este trabajo de investigación, ya que en torno a ellas están las posturas
tomadas en la reunión de Río de Janeiro.
Lo importante hasta el momento es que la sociedad internacional empie-
za a reconocer la obligación ineludible de respetar las otras formas de vida

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30 ROSALÍA IBARRA SARLAT

que existen en el planeta, lo que implica retomar un camino más humano al


respecto, aunque sea solamente por beneficio propio.

4. Causas y consecuencias de la desaparición de la biodiversidad

Para iniciar este punto nos basaremos en una de las ponencias que tuvie-
ron lugar en la Reunión Internacional sobre Problemática del Conocimien-
to y Conservación de la Biodiversidad, convocada en el año de 1992 por el
ex presidente de la República mexicana, el licenciado Carlos Salinas de
Gortari que se llevó a cabo en el Museo Nacional de Antropología de nues-
tra ciudad.
En la exposición de los especialistas Anne y Paul R. Ehrlich,63 prove-
nientes del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de
Stanford, California, Estados Unidos de Norteamérica, en la cual nos fun-
damentaremos, se manifestó que la principal causa de la desaparición de la
biodiversidad es la alteración y destrucción de los hábitats, lo cual se debe
al instinto violento de la humanidad por cambiar los hábitats naturales.
Deforestamos, pavimentamos, estancamos y desviamos los cauces de los
ríos y aguas, o bien los desecamos con pesticidas, convertimos los suelos en
ácidos y estériles, derramamos petróleo sobre los océanos a causa de la
explotación de este recurso o a través de su transporte vía marítima, altera-
mos climas al exponerlos al aire contaminado y al incremento de radiacio-
nes ultravioleta, así como la introducción de organismos exóticos sobre
ellos. Es evidente que el proceso que llevamos a cabo es acelerado.
Los autores arriba citados señalan que la tasa de destrucción de los bos-
ques tropicales se ha duplicado durante los años 80’s, cuyos motivos son la
explotación demográfica y el desarrollo de las naciones, así como el uso
desproporcionado de las fuentes del mundo industrial. Destacan que una de
las principales causas por la que se ha perdido la humedad de estos bosques
tropicales es su explotación y la necesidad de tener más campo para darle
uso de tierras para la agricultura. De igual forma manifiestan que la diver-
sidad biótica se genera gracias al proceso natural que actualmente crea nue-
vas especies, pero este proceso de diferenciación de poblaciones normal-
mente se lleva a cabo en una escala de tiempo que va desde los miles a los
millones de años. Todas las estimaciones sobre la inminente extinción pa-

63
Cfr. Ehrlich, Anne H. y Ehrlich, Paul R., op. cit., nota 52, pp. 43-55.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 31

rece ser más devastadora que el rango que utiliza la naturaleza para com-
pensar las pérdidas que ha tenido. La extinción excede a la recuperación de
las especies y el planeta Tierra se empobrece biológicamente a causa de esto.
No obstante, hay quienes se atreven a pensar de la siguiente manera:
“Qué importa que se haya extinguido este lobo, o aquella rana, si dentro de
un millón de años habrá otros u otras diez”. No podemos apoyar o tomar
esta postura ya que no estamos en esta perspectiva porque nuestra escala de
tiempo es muy pequeña y no es posible que veamos la realidad en un plano
eterno; tenemos pocos años para hacer lo más que se pueda en el margen de
nuestras posibilidades, y si los estrechamos, día a día nos cerramos más las
puertas para nuestro desarrollo, pero sobretodo para nuestra sobrevivencia.
Por otro lado, Anne y Paul Enrlich destacan que para los biólogos el
indicador del empobrecimiento biótico puede que sea el impacto humano
sobre el abastecimiento de la energía total del planeta, generado en el pro-
ceso de fotosíntesis. Dicha energía es lo que se denomina red primaria de
producción y como tal se puede pensar en el alimento total abastecido,
gracias a todos los animales y sus descomponedores. Casi el 40% de todo
el potencial de la red primaria de producción generado en la Tierra es con-
sumido o desperdiciado a causa de las actividades de una de cada millón de
especies animales: el homo sapiens. El acumulamiento de energía disponi-
ble para mantener a los millones de especies animales se ha visto reducido,
de igual forma la diversidad de las plantas ha sufrido la reducción, puesto
que ha perdido territorio, en especial aquél que estaba enriquecido con hu-
medad y buen clima. Es por ello que los biólogos estiman que si continúa la
reducción de manera acelerada, la mitad de las especies del mundo desapare-
cerán en el año 2050.
Simultáneamente vivimos la mayor explotación demográfica del hom-
bre y si agregamos el uso irracional de los recursos naturales, con ello cau-
samos la acelerada desaparición de especies y como efecto inmediato la
biodiversidad se disipará.
Es evidente que la biodiversidad del planeta se encuentra en estado la-
tente de desaparición, ya que día a día se generan procesos, acontecimien-
tos, ya sea naturales o inducidos por el hombre, que causan un efecto perju-
dicial sobre el estado y la utilización de cualquier componente de la diversidad
biológica.
Las causas de la desaparición de la biodiversidad, por actividades huma-
nas, se pueden catalogar en tres niveles: ecosistemas, especies y genes, por
lo que sus efectos pueden ser de amplio espectro e incluso acumulativos.

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32 ROSALÍA IBARRA SARLAT

En cuanto al primer nivel se señalan como causas las siguientes:

1. El cambio global. Se puede definir como aquél generado por los


procesos naturales y por la actividad humana que afectan el medio
ambiente global en forma directa o mediante la acumulación de alte-
raciones locales o regionales. El cambio global incluye al climático;
donde el primero hace referencia a varios tipos de cambios, desde
procesos como la deforestación hasta el calentamiento global del pla-
neta, mientras que el segundo sólo considera el cambio en el clima.64
2. El cambio climático. Es importante señalar que se prevé una duplica-
ción del nivel de CO2 atmosférico para mediados del siguiente siglo,
lo cual provocaría entre otros fenómenos, el incremento en la tempera-
tura de las aguas superficiales del mar lo que implica múltiples impli-
caciones físicas y biológicas. Un problema a mediano plazo lo consti-
tuye un incremento del nivel del mar por deshielo de los casquetes
polares y glaciares. Otro efecto, aún en mesa de discusión, podría ser el
incremento en la frecuencia y la magnitud de ciclones tropicales.65
3. La erosión. Sin la intervención humana, las pérdidas de suelo debidas
a la erosión probablemente se verían compensadas por la formación
de nuevos suelos en la mayor parte de la Tierra, puesto que los suelos
sin ser alterados están protegidos por el manto vegetal. La agricultu-
ra, la explotación forestal, la urbanización, la instalación de indus-
trias y la construcción de carreteras destruyen parcial o totalmente el
dosel protector de la vegetación, lo que acelera la erosión de determi-
nados tipos de suelos.66
4. La fragmentación del hábitat. La explotación y exploración de petró-
leo y gas constituye una de las fuentes de esta causa.
5. La contaminación. Los desechos industriales y urbanos han conta-
minado diversos cuerpos de agua que afectan la sobrevivencia de
las especies de plantas y animales dulceacuícolas. En este inciso
quedarían ubicados los efectos de la explotación de los yacimientos
petroleros.

64
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, “El cambio
global”, Colombia, http://www.ideam.gov.com/cambio/docs/glob1.html, fecha de consul-
ta: 19 de abril de 2001.
65
Cfr. Dahlgren, Eric Jordán, op. cit., nota 60, pp. 200 y 201.
66
Cfr. “Erosión”, Enciclopedia Microsoft Encarta, Microsoft Corporation, 2000.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 33

6. La disminución de la riqueza y abundancia de especies. Esto se debe


al uso irracional de los recursos naturales.
7. Destrucción o modificación de la cobertura vegetal que abarca: la
deforestación y las actividades de agricultura y ganadería. Debido
a que la actividad ganadera se hace en forma extensiva y no intensi-
va, ha provocado que grandes superficies de vegetación naturales se
transformen en pastizales secundarios para sostener millones de ca-
bezas de res. En el caso de la agricultura, bajo el método de la tumba,
roza y quema, las selvas húmedas se han transformado en cultivos,
que agotados al paso de algunos años se transformarán en potreros.
8. Utilización de tecnologías inapropiadas para la explotación de los
recursos naturales. Las tecnologías en ocasiones pueden ser poco efi-
cientes para evitar impactos ambientales, o bien, suelen ser aplicadas
en lugares inadecuados. En este rubro se ubica la explotación petro-
lera, puesto que al momento de efectuarse dicha actividad se provo-
can innumerables accidentes que alteran nuestra biodiversidad en gran
escala, y esto se debe en parte a la tecnología inapropiada que algunas
compañías utilizan para tal operación (este punto se desarrolla con
más detalle en el segundo capítulo).
9. Los efectos acumulativos de las causas anteriores.

Las causas en cuanto al segundo nivel son:

1. La caza de especies: a) cacería deportiva, y b) cacería de subsistencia.


2. Comercio ilegal e irracional de especies, conocido también como
tráfico de especies. La captura de animales silvestres, ilegal en la
mayoría de los casos, se practica por varios motivos, pero el princi-
pal es comerciar con ellos o con alguna parte o derivado de su cuerpo;
de este modo, cientos de animales se capturan para surtir la demanda
nacional e internacional de mascotas.
3. Control de plagas. Por lo general estas campañas se llevan a cabo en
interés de la ganadería; sin embargo el uso de venenos es el vehículo
más devastador, puesto que éstos no son ingeridos únicamente por el
depredador, sino también por otro tipo de animales que se alimen-
tan de carne o carroña.

Cabe señalar que en el nivel de ecosistemas y especies influye en gran


medida la situación económica y social, con una profunda influencia de las

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34 ROSALÍA IBARRA SARLAT

prácticas culturales de cada país, así como de sus políticas económicas y de


desarrollo, en especial las enfocadas al sector agropecuario y forestal; de-
pende también de las tendencias del financiamiento externo e interno, así
como la deuda externa. Desafortunadamente los países de megadiversidad
tienen graves problemas económicos (tal es el caso de México) porque care-
cen de recursos para desarrollar los programas que se requieren para conser-
var la diversidad biológica, de igual forma están faltos de medios para la
investigación y para llevar a la práctica los resultados obtenidos (transferen-
cia de tecnología), aunado a ello, no cuentan con una buena política ambien-
tal y sistemas jurídicos eficaces.
Las causas que afectan a la diversidad genética natural son:

1. Introducción de especies exóticas. Este es un fenómeno negativo ya


que desplazan a las especies nativas, ya sea por competencia, depreda-
ción, modificación del hábitat o por introducción de enfermedades,
ante las cuales las especies nativas no tienen resistencia. La introduc-
ción de dichas especies puede afectar a las especies endémicas.
2. La pérdida de germoplasma.
3. Las especies modificadas.
4. La biotecnología (clonación).
5. La bioseguridad. Lo que implica el riesgo de liberar al medio am-
biente organismos modificados genéticamente.

Ahora bien, si a estas causas le agregamos las catástrofes naturales (el


calentamiento global de la Tierra, los ciclones, los incendios forestales
—aunque en su mayoría son provocados por actividades humanas—, la
lluvia ácida, los huracanes de gran magnitud, tormentas tropicales, los te-
rremotos, erupciones volcánicas, inundaciones y sequías) los problemas
ambientales en todo el mundo son graves.
Por otro lado, consideramos importante señalar en este inciso de manera
muy particular, las causas que han propiciado una seria problemática am-
biental del mar en México como el turismo, los servicios portuarios, los
yacimientos petroleros y la explotación. Constituye, de igual forma, una
amenaza para la existencia del hábitat de la ballena gris, entre otras espe-
cies, la explotación y exploración de petróleo y gas natural.
Las consecuencias de todas las causas arriba descritas se pueden resumir
en un solo párrafo, ya que basta decir que dependemos por completo de las
plantas, animales, hongos y microorganismos que comparten el mundo con

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 35

nosotros, sólo ellos nos alimentan, nos proporcionan muchos medicamen-


tos y otros bienes en los que se basa cada vez más la calidad de nuestra
vida, y prometen una productividad viable. En general nos referimos a to-
dos los servicios ambientales anteriormente descritos que son proveídos a
la humanidad de manera gratuita y que en la mayoría de los casos sería
imposible sustituir, incluso aunque tuviéramos conocimiento de cómo ha-
cerlo, debemos de estar conscientes que la destrucción de los mismos nos
trae por consecuencia una destrucción directa y automática.
Estamos en presencia de una de las catástrofes biológicas más grandes
por las que haya pasado la biosfera desde la aparición de la vida sobre el
planeta, y la escala de tiempo a la cual se dan los procesos evolutivos ex-
cluye absolutamente la posibilidad de que las extinciones masivas genera-
das por la actividad humana sean compensadas por la evolución de nuevas
especies. Los biólogos actualmente prevén que una de las consecuencias
definitivas del cambio global es la extinción masiva de especies. Es por ello
que necesitamos, de la manera más urgente, aprender a compatibilizar las
necesidades crecientes de las poblaciones humanas con la necesidad de
conservar los hábitats más amenazados, de igual manera usar en forma
adecuada y sostenida los hábitats explotables, ya que de lo contrario, las
generaciones futuras jamás entenderán cómo pudimos heredar un patrimo-
nio tecnológico y material tan vasto y un patrimonio natural tan degradado.
Las posibilidades de creatividad y de desarrollo de nuestras características
propiamente humanas, sociales y culturales se desvanecen, se reducen cada
vez que una especie se extingue, cada vez que un ecosistema se contamina
y se degrada, cada vez que perdemos biodiversidad por nuestras acciones,
también perdemos posibilidades de desarrollo humano. Consideramos que
esta es la razón fundamental por la cual la humanidad debe evitar las causas
que provocan la desaparición de la diversidad biológica.
Consideramos que es a nosotros a quienes se nos ha otorgado la facultad
de decidir sobre la existencia o no de la vida sobre la Tierra, creemos que la
postura es obvia. Ahora bien, desde el punto de vista jurídico, la vida es
jerárquicamente el bien jurídico tutelado más importante y como tal debe
tener una protección legal eficaz, no solamente en el ámbito nacional sino
también internacional, sobre todo en la perspectiva en que vemos el proble-
ma de su protección, ya que al perderse la biodiversidad se extingue la
vida, tomando en cuenta a su vez que el fenómeno es global, aquí no hay
fronteras, ni tampoco soberanías. Al respecto se profundizará más en los
dos últimos capítulos.

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36 ROSALÍA IBARRA SARLAT

III. LA INFLUENCIA DEL HOMBRE SOBRE LA NATURALEZA

La interacción del hombre con la naturaleza ha propiciado a lo largo de


los años alteraciones en los ciclos biológicos; lo relevante es la rapidez con
que se ha manifestado el fenómeno. Si hacemos una comparación con el
tiempo que tomó a la naturaleza desarrollarse para ser apta para la vida
humana y el tiempo que ha invertido el hombre para deteriorar dichos ci-
clos preexistentes al mismo, la escala de tiempo no se compara y es eviden-
te que el problema es complicado.
Jorge Muñoz Barret,67 quien cita a Luis Vitale, señala que la relación
hombre-naturaleza se llevó a cabo en un proceso que abarca cinco fases a lo
largo de la historia.
La primera fase hace referencia al medio natural antes de la aparición
del hombre, es decir, la etapa de la formación de los ecosistemas, el naci-
miento de una inmensa variedad de especies tanto vegetales como anima-
les, ha pasado por la evolución del hombre hasta llegar al homo sapiens,
por lo que hablamos de hace aproximadamente cien mil años.
En la segunda fase, llamada la era de la integración del hombre con la
naturaleza, el hombre buscó la satisfacción de sus necesidades fisiológicas
en los recursos naturales.
En la actualidad el hombre aún aprovecha los recursos que la naturaleza
le ofrece pero desgraciadamente las consecuencias no son las mismas, ya
que en la época primitiva la extracción de los elementos naturales era recu-
perada por los procesos biológicos; lo cual ya no es tan factible en nuestros
tiempos.
En la tercera fase se presentan los primeros asentamientos humanos per-
manentes con el origen de las civilizaciones antiguas en Latinoamérica (la
maya, la azteca, la inca, etc.). En este periodo comienza la alteración a los
ecosistemas pero sin romper el equilibrio ecológico, pues había un respeto
hacía la naturaleza, se creía que estaba dotada de poderes superiores, de
igual forma se veneraba a ciertas especies del reino animal.
En las narraciones del Popol Vuh se puede apreciar la relación que exis-
tía entre las antiguas culturas y su mundo natural, deificaron jaguares,
quetzales, la misma lluvia y el sol, rodeándolos de un misterioso mito. Gran-
des civilizaciones se asentaron en diversos ecosistemas, florecieron, se ex-

67
Cfr. Muñoz Barret, Jorge, op. cit., nota 12, pp. 13-19.

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LA EXPLOTACIÓN PETROLERA MEXICANA 37

pandieron y mantuvieron una relación sacralizada con la naturaleza; no


obstante, a excepción de algunos grupos, ni su visión religiosa ni su estre-
cha relación con la naturaleza pudieron evitar que sus recursos naturales se
agotaran hasta provocar un colapso y con él la desaparición de sus milenarias
civilizaciones.
La cuarta fase se establece con la colonización española, imponiéndose
novedosas ideas europeas respecto a la propiedad, se establecieron las pri-
meras relaciones comerciales con el viejo continente, se marcó la depen-
dencia económica e inició la transferencia de recursos. Además se pensaba
que los recursos naturales eran inagotables y que se podía disponer de ellos
a placer, es por ello que comienza el deterioro de los ecosistemas latinoame-
ricanos en gran escala. Hoy con el tiempo nos damos cuenta que dicha visión
ha traído consecuencias devastadoras.
En la quinta y última fase, los problemas ambientales tienen su raíz en el
surgimiento de la revolución industrial; cuando el hombre modifica los
modos de producción, se da la explotación excesiva de los recursos natura-
les e inicia la contaminación desmedida con la incorporación de las tecno-
logías industriales. En una palabra, se modifica el estilo de vida agrícola
por un modo de producción y estilo de vida industrial, por lo que se mani-
fiesta una crisis ambiental que es prolongada hasta nuestros días; de igual
forma se manifiesta una problemática no sólo ambiental, sino económica,
política, social, cultural, religiosa, etcétera.
Como se puede apreciar, la relación hombre-naturaleza en un inicio fue de
respeto, de integración, formaban un todo, no había destrucción masiva
de ecosistemas, no se contribuía a la extinción acelerada de especies, sólo
se tomaba de la naturaleza lo indispensable para subsistir. Por el contrario,
en la actualidad el hombre no busca integrarse a la naturaleza, sino más
bien, busca su dominio sin tener consciencia de que el hombre pertenece a
la Tierra y no la Tierra al hombre. El hombre tiene y continúa con una
visión antropocéntrica donde todo gira a su alrededor, se considera el cen-
tro del universo, donde la naturaleza sólo se estima como un mero objeto
de explotación.
Eugene Odum,68 en su obra Ecología sostiene con acierto que:

...más que cualquier otra especie, el hombre trata de modificar el medio


ambiente físico para satisfacer sus necesidades inmediatas, pero es el caso

68
Odum, Eugene P., Ecología, 3a. ed., México, Interamericana, 1987, p. 23.

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38 ROSALÍA IBARRA SARLAT

que, al hacerlo, desbarata y aún destruye cada vez más los componentes
bióticos que son necesarios para su existencia fisiológica ... el hombre ha
estado tan absorbido en la tarea de “conquistar” la naturaleza, que ha presta-
do poca atención o esfuerzo a la de reconciliar los conflictos derivados de su
función dual como manipulador y como habitante de los ecosistemas.

La falta de consciencia y cultura ambiental han llevado al género huma-


no a ignorar, aislar y menospreciar a otras especies vivientes distintas a él,
sin discernir o caer en la cuenta de que gracias a la gran biodiversidad que
con nosotros pueblan la Tierra, hemos logrado sobrevivir. Pero a medida
que ha avanzado nuestra deshumanización, hemos sido la causa del rompi-
miento progresivo y del desequilibrio gradual de la diversidad biológica
existente que aún nos permite prevalecer.
Por lo tanto, le compete al hombre la responsabilidad, como ser pensan-
te, de conservar y mejorar el medio ambiente, ya que con sus acciones ha
sido capaz de alterar el equilibrio natural establecido mediante el uso in-
adecuado de su discrecionalidad y libre albedrío, al servirse de los recursos
que para su bienestar están disponibles.
Con base en lo anterior, existe presión por parte de los organismos inter-
nacionales, así como los no gubernamentales (ONG’s), para que los Esta-
dos adopten medidas necesarias para regular las acciones del hombre que
degradan la diversidad biológica.
Es cierto que todos los actos del hombre se relacionan con el ambiente, ya
que el hecho de respirar implica el uso del aire, el comer implica el aprove-
chamiento de los frutos de la naturaleza, al pisar explotamos el suelo, etcé-
tera. Es necesario determinar cuáles son las intromisiones del hombre so-
bre la naturaleza que deben regularse mediante las normas jurídicas, lo que
se determina basándose en el impacto ambiental provocado por las mis-
mas, de donde se desprende que las conductas que son de importancia am-
biental para llevar al orden jurídico nacional e internacional son las acciones
descritas en el punto anterior, es decir, todas las causas que atentan contra
la conservación de la biodiversidad (el pastoreo, la deforestación, introduc-
ción de especies exóticas, la domesticación, dispersión, extinción, la erosión
de los suelos, contaminación de las aguas, etcétera), pues provocan conse-
cuencias trascendentales para la vida en la Tierra.

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