Proyecto de Investigacon
Proyecto de Investigacon
Proyecto de Investigacon
Proyecto de Investigación:
“El suicidio en
México”
Elaboró:
Filomena García García
Profesor:
Filiberto Celaya
Asignatura:
Metodología de la investigación
GENERALIDADES .................................................................................................................................... 4
MÉTODO ................................................................................................................................................... 15
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................................... 16
ANEXOS .................................................................................................................................................... 19
..................................................................................................................................................................... 19
INTRODUCCIÓN
A veces escuchamos que una persona se suicida, tal conocido, o un vecino, o alguien de la
localidad, es algo que creemos que ocurre con poca frecuencia, sin embargo, el suicidio es una
de las principales causas de muerte en México, no obstante, me pongo a pensar ¿Qué lleva a
una persona a acabar con su vida?, ¿qué factores pueden estar operando en una decisión tan
extrema?¿Podemos ayudar a estas personas e identificar las alertas antes de que tomen esta
decisión irreversible?, en este sentido, este reporte de investigación se realizó para poder
responder a estas interrogantes.
El proyecto está integrado por diversos apartados como los objetivos e hipótesis, el marco
teórico (donde se plantea, desde diferentes autores, cuáles pueden ser los factores o las
causas, las fases y posibles soluciones o el tratamiento a seguir), así como el método empleado
en esta investigación, los resultados obtenidos, y el análisis y discusión, junto con las
conclusiones, las referencias bibliográficas y anexos.
La respuesta del porqué investigar este tema se encuentra no sólo en las interrogantes
personales, sino también porque considero que es un problema social que está a la orden del
día y que afecta a cientos de personas y por razones que en el reporte serán explicadas, es un
problema estigmatizado y silenciado tanto por los individuos afectados como por la sociedad,
así como, por las instituciones y medios de comunicación, tal vez, por el miedo a la imitación, la
vergüenza o las tensiones familiares.
Por lo tanto, es momento de actuar e informarnos de este tema, por que le puede pasar a
alguien cercano, y mejor prevenir que lamentar.
GENERALIDADES
OBJETIVOS
HIPÓTESIS
• Las personas con habilidades intrapersonales (Son todas aquellas que se producen en
la mente de la persona y que, por tanto, tienen una influencia directa en sus actitudes y
comportamientos.) y de resiliencia (Es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a
un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas.) tienen menos
probabilidades de cometer el acto suicida.
• Las personas que sufren exclusión social y marginación tienen más probabilidades de
cometer el acto suicida.
• Las personas con más posibilidades de suicidarse son aquellas que además de tener
problemas de salud mental, consumen estupefacientes de manera habitual.
• Las personas que no saben gestionar bien sus emociones pueden tener tendencias
suicidas.
• En la mayoría de casos en los que se plantea el suicidio existe una pérdida del sentido
vital.
MARCO TEÓRICO
El concepto de suicidio ha sido definido de múltiples formas a través del tiempo. Durkheim
(1960, p. 5) lo definió como “Todo caso de muerte que resulta directa o indirectamente de un
acto positivo o negativo realizado por la víctima misma, sabiendo que debía producir ese
resultado, es decir, habría suicidio cuando la víctima, en el momento en que realiza la acción,
sabe con toda certeza lo que va a resultar de ésta”.
Spiller (2005, p. 20) considera el suicidio como “el acto consumado, intencional de finalizar con
la propia vida. Incluye todas las muertes que son resultado directo o indirecto de
comportamientos ejecutados por la propia víctima, quien es consciente de la meta que desea
lograr."
Psiquiatría Ramón de la Fuente (2006) que lo define como “el acto de matarse de forma
voluntaria en el que intervienen tanto los pensamientos suicidas como los intentos o el acto
suicida en sí”.
Nizama (2011, p .5) lo concibe como “el acto autoinfligido para causarse la muerte en forma
voluntaria, deliberada, en el que intervienen sucesivamente tres etapas, llamadas en conjunto
proceso suicida: el deseo suicida, la idea suicida y el acto suicida en sí”.
Por lo tanto, el suicidio no es mas que el acto por el cual un individuo decide poner fin a su vida,
dependiendo de las diferentes razones que lo lleven a tomar esta decisión, pero viendo este
concepto desde otro punto de vista, digamos por ejemplo en el ámbito religioso, se le considera
como un acto que va en contra de Dios y por lo tanto es considerado como un pecado u ofensa
hacia Él.
De los decesos por esta causa, destaca que los hombres tienen una tasa de 10.9 suicidios por
cada 100 mil (6 785). La tasa para las mujeres es menor: 2.4 por cada 100 mil (1 552). (Anexo
2.).
En hombres, el método más utilizado para morir por propia mano es el ahorcamiento, seguido
del uso de un arma y el lanzamiento al vacío. Las mujeres utilizan más altas dosis de fármacos
psiquiátricos o de otro tipo de medicamentos.
El grupo con mayor riesgo de fallecimiento por homicidio es el de las personas de 15 a 29 años,
con una tasa de 10.4 por cada 100 mil. A este sigue el grupo de 30 a 59 años, con 8.3 por cada
100 mi (Anexo 1).
Los hombres de 15 a 29 años son el grupo con mayor riesgo debido a que ocurren 16.2
suicidios por cada 100 mil hombres entre estas edades. En México y en el mundo se mantendrá
constante el riesgo de suicidio. Actualmente es la cuarta causa de muerte en jóvenes y en 2029
se calcula que será la segunda en la mortalidad juvenil. En 2021, la tasa de suicidios para el
mismo grupo fue de 10.4 por cada 100 mil personas. En el caso de los hombres de 15 a 29
años, el aumento en el riesgo de suicidio aumentó de 12.4 en 2015 a 16.2 en 2021 por cada
100 mil en esas edades (Anexo 4).
Los fallecimientos por lesiones autoinfligidas son la cuarta causa de muerte en la población de
15 a 29 años, solo por debajo de las agresiones, accidentes y la COVID-19. En hombres se
presenta como la tercera causa, mientras que para las mujeres es la quinta (Tabla 1).
Las entidades que presentan mayores tasas de suicidio en personas de 15 a 29 años son:
Chihuahua, Yucatán y Campeche, con 26.4, 23.5 y 18.8 suicidios por cada 100 mil jóvenes,
respectivamente. Por otro lado, las tasas más bajas las tienen Veracruz (4.2), Baja California
(3.9) y Guerrero (1.4), (Imagen 1).
Para explicar las causas de las personas que se suicidan cada año, las dividiré en tres tipos o
tres factores de riesgo:
La sociedad, el sistema de salud, los servicios sociales y la familia deben propiciar el desarrollo
de factores protectores que apoyen el logro de una adecuada autoestima, que les brinden
posibilidades de enfrentar problemas con responsabilidad; además de oportunidades de
autoafirmación positiva, y que proporcione espacios sociales adecuados para lograr un soporte
familiar abierto y brindar la oportunidad de superación educacional y cultural que le faciliten la
solución a los problemas.
Otro autor, Aláez (2013) identifica una fase más que la anterior:
o Fase ideativa: La persona recibe el impacto emocional negativo que la lleva a pensar
en el suicidio. No descarta el hecho ni la posibilidad de su comisión.
o Fase deliberativa: El sujeto sigue recibiendo estimulación negativa. No busca ayuda o
si la busca no se le ofrece de modo efectivo. Puede ocurrir que la persona tampoco
ofrezca los datos suficientes para poder ser ayudada por miedo o vergüenza. El caso es
que comienza a tomar el suicidio como su última posibilidad.
o Fase decisiva: Por fin el individuo decide llevar a cabo el hecho y se tranquiliza. Tras
haber luchado contra sí mismo ya se ve inducido a poner en práctica el suicidio y a
llevarlo a cabo, le guste o no. Aquí aún se puede frenar a la persona y prestarle ayuda.
La persona siempre va dando muestras de que no desea hacerlo y, en ocasiones, lo
anuncia.
o Fase dilatoria: el sujeto tiene la esperanza de que ocurra algo que pueda disuadirle de
cometer el hecho, pero no suele ocurrir nada. Entonces va alargando el plazo de la
comisión.
o Fase operativa: el individuo va preparando su muerte y dejando arreglados todos los
asuntos para cuando no se encuentre en este mundo. En esta fase los parientes
piensan que ocurre algo extraño, pero no sospechan el qué.
o Fase ejecutiva: el sujeto lleva a cabo su idea.
SOLUCIÓN O TRATAMIENTO
Uno de los objetivos principales de esta investigación es “cómo prevenir el acto suicida”, el
hecho de que los factores de riesgo no incidan en todas las personas por igual, hace necesaria
la presencia de los factores protectores, los cuales pueden modular o prevenir el riesgo de la
conducta suicida.
Los factores protectores de acuerdo a Valdés (1994), son aquellos que reducen la probabilidad
de emitir conductas de riesgo o de tener consecuencias negativas cuando se involucran en
ellas, estos factores cumplen una función beneficiosa o de protección en el estado de salud del
individuo, ayudándolo a su adaptación al ambiente físico y social.
Para Almaraz (2011) los factores protectores de la conducta suicida se pueden clasificar en tres
tipos:
Se realizo una entrevista a una psicóloga que nos pidió que no diéramos su nombre y ella
menciona que la muerte por suicidio principalmente acarrea consecuencias psicológicas para la
familia “los supervivientes del suicidio”.
Porque es una de las situaciones vitales más duras a las que se puede enfrentar una persona y
se puede comparar con el sufrimiento que acarrea tener una vivencia en un campo de
concentración. Ésta es la muerte más traumática, más dolorosa, más desequilibrante y más
difícil de aceptar que hay.
Los supervivientes se sienten totalmente abrumados por la intensidad de los sentimientos: ira,
culpa, confusión, tristeza, angustia. Algunos tienen la sensación de “volverse locos”. Esta
sensación es por el dolor tan intenso que afecta a todo nuestro ser y nos deja con ese
sentimiento de estar fuera de control.
El efecto del suicidio en la familia constituye una tragedia que provoca serios destrozos en sus
vidas, introduciéndoles en un duelo muy traumatizante y prolongado. Algunos de los
sentimientos que se despiertan en los familiares de los suicidas son la tristeza, la rabia, los
sentimientos de culpabilidad, el fracaso de rol, sentimientos de traición y de abandono.
Desde los primeros minutos, tras recibir la noticia del suicidio, gestionamos psicológicamente
dos hechos terriblemente devastadores a la vez: la noticia inesperada de la muerte y el porqué
de esa muerte. Una experiencia emocionalmente desbordante y traumática para cualquier
persona.
El primer sentimiento encontrado cuando un familiar fallece por suicidio es el de culpa. Los
supervivientes, a menudo, son los propios “jueces despiadados” a través de todos los “porqués”
que se plantean ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no nos dimos cuenta? ¿Por qué no nos dijo nada?
El sentimiento de culpa que sentimos “por algo” que se dijo o se hizo y que podíamos haberlo
hecho de otra manera, es un sentimiento normal que aparezca en la mayoría de los suicidios. El
sentimiento quizás más devastador es el pensar “cómo pudo haber sido capaz de hacerlo”.
Es normal sentir rabia y enfado hacia la persona que nos abandonó. Su intensidad irá
disminuyendo poco a poco, durante nuestro proceso de duelo. Si la persona fallecida era una
persona depresiva o había realizado varios intentos de suicidio es natural que sintamos al
mismo tiempo sentimientos aparentemente contradictorios: por un lado una gran tristeza por su
pérdida, pero también un alivio porque todo ha terminado; ya no habrá que preocuparse más
porque lo peor, lo más temido, ya ha pasado. Convivir durante años con una persona que ha
sufrido tanto, es una experiencia muy dolorosa para todas las personas allegadas.
Bien es cierto que una vez pasado el tiempo, el hecho en sí acaba asumiéndose o como dice
Sara Bote “aprendes a vivir con el dolor, por eso se les llama supervivientes porque a pesar de
tener el dolor más grande que alguien puede sentir, siguen viviendo y luchando por lo que les
queda”.
Es en este momento cuando a los supervivientes sólo les quedan dos opciones: La primera
opción es desenvolverte en una situación mucho más peligrosa y profunda, la cual sería caer en
un proceso de depresión profunda, cometer un nuevo acto suicida por el propio familiar, etc. Y
la segunda opción sería la resiliencia, donde los supervivientes aprenden a convivir con el dolor
y hacer de una situación insoportable una situación llevadera, siempre saliendo fortalecidos de
ella.
Otra pregunta para la psicóloga; ¿Cuáles consideras que son los principales factores de riesgo
que pueden inducir al suicidio?
Creo que el principal factor de riesgo y el más importante es el no hablar, el no comunicar que
uno se siente mal… tu propio mundo interior y tus pensamientos pueden jugarte muy malas
pasadas y pueden llevarte a no ver más allá. Si tú te puedes comunicar por lo menos tiene altas
probabilidades de que alguien te apoye a buscar soluciones.
MÉTODO
El método que se utilizo para esta investigación , fue una investigación documental y una
investigación descriptiva, puesto que se utilizaron fuentes primarias y secundarias fiables para
recabar datos tanto cuantitativos como cualitativos.
La finalidad de esto es conocer realmente cuál es el origen del motivo del acto suicida y si las
hipótesis de esta investigación se confirman o se desmienten. Para ello se irá contrastando, a
través de la información recogida de forma que se pueda observar si mis afirmaciones son
verdaderas.
CONCLUSIÓN
El suicidio es un problema que compete que conozcamos todos, es complejo y muy personal e
individual. Desde mi punto de vista, no hay un motivo exacto por el cual las personas se
suicidan, puesto que cada una tiene su personalidad, sus valores, sus pensamientos, pero
también hay que destacar la educación que recibimos desde que nacemos en nuestra unidad
familiar y como esta misma es un apoyo para nuestro crecimiento.
Es importante comprender que a cada persona, cada situación le afecta de diferente manera,
no a todos les impacta por el igual una difícil situación, no todos gestionamos las emociones de
la misma manera, unos les cuesta más, no todos los que tienen una depresión profunda tienen
ideas o planes de suicidio, ni todos los que tienen un ambiente familiar desestructurado, es
decir, no a todos las situaciones de riesgo nos afecta por igual, todo depende de la perspectiva
que tengamos de ver las cosas y la actitud ante los problemas.
Es importante destacar que la” comunicación”, una palabra tan corta, pero que trae un concepto
tan complejo para algunos, es el único método más efectivo que hay para la prevención del acto
suicida, todos debemos aprender a comunicarnos, tanto hijos con los padres o viceversa o
comunicarse con alguien de confianza, ya que quien comunica, está buscando ayuda y el mero
hecho de expresarse, desahogarse y pedir ayuda tiene un efecto positivo y quiere decir que
comienzas a ser consciente de que tienes un problema del cual quieres huir. A veces, son
nuestros propios pensamientos en silencio los que acaban con nosotros mismos, y el ser
escuchado por alguien puede ser de mucha ayuda.
Hacerle comprender a las personas que este es un problema social es el único método para
que el suicidio deje de ser un tema tabú, deje de ser un tema estigmatizado y se hable con
normalidad; Es un tema tabú ya que los humanos buscan sobrevivir en estos tiempos y el
suicida va en contra de eso, por eso se estigmatiza y silencia, sin razón suficiente.
El estigma del suicidio es tan poderoso porque cuando una persona se suicida rompe, en cierta
manera, con una regla escrita de que “no eres libre de dejar la sociedad cuando tú quieres”, por
lo tanto, los supervivientes, es decir, familiares y allegados se sienten muchas veces “culpables”
de no haberle salvado, se adentran en un sinfín de preguntas internas que sólo le hacen sentir
mal: ¿y por qué no me lo dijo?, ¡Ayer estuve con él y sonreía todo el rato!, ¿Cómo no fue capaz
de pedirme ayuda?, ¿Cómo no fui capaz de interpretar las señales?.
Así que es el momento de que este tema se trate con normalidad, como cualquier otro
problema social, porque sólo así se podrá ayudar de manera más efectiva a estas personas.
No obstante, las actividades de prevención que realizan los diferentes sectores como el de
salud, educación, medios de comunicación, etc., deben trabajar en conjunto para que toda la
información acerca de este tema tenga mas efecto en la sociedad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Anexo 3. Suicidios en México en los últimos años. Anexo 2. Tasa de suicidios en Hombres y Mujeres 2021