Lit Lat en Nuestros Días (CURZA Oct)

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La literatura latinoamericana en nuestros días

Aymará de Llano

Resumen

Se hará referencia al objeto “literatura latinoamericana” como inasible y, como derivación, la


dificultad para estudiarla como totalidad. Por ello, se tomará el concepto de heterogeneidad como
generador de un campo de estudios que nos permite abordar laS literaturaS latinoamericanaS en
profundidad según las regiones geo-culturales, las matrices ancestrales, así como los préstamos,
pérdidas y apropiaciones interculturales. Nos centraremos, como caso, en la región andina, con las
matrices indígenas y afroperuanas y los intercambios que se evidencian en sus literaturas.

La literatura latinoamericana en nuestros días

Los ensayos de crítica literaria observan y leen interpretativamente las producciones literarias y
para ello se ubican en distintos paradigmas explicativos; este producto —el de la crítica—
favorecerá y enriquecerá la conformación del campo discursivo de las identidades
latinoamericanas; es el caso de los artículos que conforman el presente volumen, a eso aspiramos.
La literatura como parte de las series culturales puede ser inscripta en diferentes paradigmas
interpretativos; algunos ya consolidados, otros armándose o en construcción. Insistimos en la idea
de construcción ya que la crítica aporta conceptualizaciones que los modifican y contribuyen a
instalar nuevas miradas sobre los objetos de estudio. Asimismo, esta idea permite pensar en series
alternativas a un sistema canónico central y único. Para ello es indispensable que el crítico
también pueda aceptar ideológicamente la diversidad y sea consciente de su pertenencia y del
grado de heterogeneidad relativa que su trabajo mantiene con el objeto de estudio. Por lo tanto,
sostenemos que la crítica construye o de-construye un canon con sus lecturas interpretativas y
que la exclusión, así como la inclusión —en términos de manipulación social de los discursos—,
dependen de su mirada.

Este ámbito latinoamericano caracterizado por la heterogeneidad y que nosotros


abordamos desde un sesgo, el de la literatura, y en un recorte temporal contemporáneo, la
segunda mitad del siglo XX, ha sido objeto de diferentes lecturas en las que el denominador
común ha coincidido en encontrar la prevalencia de rasgos de ambigüedad y contradicción. A
partir de nociones que se originan, en su mayor parte, en campos disciplinares ajenos al literario,
como la sociología y la antropología, han surgido conceptos tales como el de hibridez formulado
por García Canclini, el de transculturación de Ángel Rama que reformula el término que Fernando
Ortiz acuñara en Contrapunteo cubano del tabaco y del azúcar, el de literaturas escritas
alternativas desarrollado por Martin Lienhard en La voz y su huella y el de heterogeneidad cultural
de Antonio Cornejo Polar pensado para las literaturas en las que se intersectan conflictivamente
dos o más universos culturales. 1 Todos ellos son respuestas contestatarias a las lecturas centradas
en los procesos aculturadores que han sido indiferentes o se han mantenido alejados de las
literaturas marginales o en contacto con otras culturas americanas. Además de lo que hemos
incorporado de estos autores citados, ya clásicos en nuestro ámbito, desde otro ángulo, también
Enrique Foffani trabaja sobre esta problemática visualizada como versiones contradictorias y en
transformación, en la “Introducción” a Controversias de lo moderno. Especifica que se ubica en la
Modernidad Cultural, como concepto amplio no sólo como Estética, sino “conectada con la
Modernización y la Modernidad” (12).2 Para ello, retoma conceptos anteriores operativos y
acuñados por críticos clásicos del pensamiento latinoamericano. Uno de ellos fue pensado por el
ya mencionado Ángel Rama, la “arritmia cultural”, precisamente para pensar estos fenómenos
culturales en los que los desajustes y las disonancias se hacen explícitos con fuerza y que el autor
uruguayo desarrollara en Rubén Darío y el Modernismo. Por otro lado, también retoma lo que
Rafael Gutiérrez Girardot denominó la “asimilación crítica” en Temas y problemas de una historia
social de la Literatura Hispanoamericana. Conceptos que le permiten a Foffani entrar en el estudio
de los procesos de secularización, que son el objetivo de su trabajo y que también contribuyen a
que nosotros pensemos en cómo seguir indagando este mundo heteróclito.

En la segunda mitad del siglo XX se produce una inflexión respecto del pensamiento de y
sobre Latinoamérica que se venía urdiendo desde el siglo XIX. Ensayistas y críticos de la talla de
Pedro Henríquez Ureña, Antonio Benítez Rojo, Martin Lienhard, Ana Pizarro, Antonio Cândido,
además de los ya mencionados antes, fueron pergeñando la historia intelectual del continente y
delineando modos de pensar lo latinoamericano que luego podrán ser discutidos o continuados. El
siglo XX presenta problemáticas a las que hay que dar respuesta y de ahí que hayan pensado en
categorías que tratan de responder a los conflictos emergentes.

Resultaría reiterativo explicar lo que significó la década del ’60 para la cultura de los países
latinoamericanos. De ella se ha escrito a favor y en contra, pero lo cierto es que fue una época de
prolífica producción y también de intenso consumo cultural: ambas características son
complementarias y denotan una misma valorización de lo intelectual. Hubo un público-lector
ávido por incorporar nuevas opiniones y compartir polémicas entre las nuevas figuraciones del
mundo que se le imponían. “Anhelábamos la transformación profunda del acto de existir en este
planeta cultivando en nosotros mismos la promesa de otra realidad cotidiana”, dice Miguel
Grinberg.3 Latinoamérica era la marca de los imaginarios utópicos predominantes. No significaba
1
“Narrar la multiculturalidad” de Néstor García Canclini. En RCLL. (1994). XXI, 42: 9-20; Transculturación
narrativa en América Latina de Ángel Rama. México: Siglo XXI, 1982; Contrapunteo cubano del tabaco y el
azúcar de Fernando Ortiz. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1978; La voz y su huella: Escritura y conflicto
étnico-social en América Latina (1492-1988) de Martin Lienhard. La Habana: Casa de las Américas, 1990;
Escribir en el aire de Antonio Cornejo Polar. Lima: Horizonte, 1994.
2
Enrique Foffani es el editor y autor de la Introducción a Controversias de lo moderno. La secularización en
la historia cultural latinoamericana. Buenos Aires: Katatay, 2010.
3
La generación “V”. La insurrección contracultural de los años 60 de Miguel Grinberg. Buenos Aires:
Emecé Editores, 2004.
solamente la denominación del subcontinente sino mucho más: era el hito que re-ubicaba la
cultura en un contexto continental, inscribiéndola contestatariamente respecto de las
generaciones culturales y literarias de los fundadores y de posicionamientos ideológicos
coetáneos. Traemos a colación, en especial, esta década porque se observa “un vuelco evidente
en la expresión de los imaginarios sociales (…) ligados a un cambio de sensibilidad, a la emergencia
de diferentes estructuras, contenidos y actores, a nuevas formas de enunciación, a aperturas a
nuevas configuraciones de futuro”, diría Ana Pizarro. 4 Todas estas características van a proliferar
en derivas de sentidos diferentes de esos años en adelante.

Otra cuestión a tener presente es la de los exilios obligados y las migraciones voluntarias. Al
respecto Julio Ramos se pregunta: “¿Qué significa escribir en un país distinto, un lugar diferente
del que el sujeto postula como propio? ¿En qué registro se constituye, a la distancia de la lengua
materna, el sujeto que parte?” (1994: 52)

“El capitalismo desculturaliza a las personas, deshistoriza sus inscripciones, las repite por todas
partes tanto como sean vendibles, no reconoce códigos marcados por la líbido sino sólo valor de
cambio: uno puede producir y consumir todo, intercambiar, trabajar o inscribir cualquier cosa del
modo que quiera, si lo desea, si fluye, si puede metamorfosearse. El único axioma intocable se
sostiene en la condición de metamorfosis y transferencia: valor de cambio (…) los nuevos
territotios pueden ser los libros. Y ellos abogan no por una oposición a este proceso de
fragmentación sino por una intensificación hasta el punto en que el edificio completo se
desestabiliza. La literatura y el arte son algunos de los lugares donde a menudo esta intensificación
es puesta en escena.” (Franco 1994: 39-40)

4
El sur y los trópicos. Ensayos de literatura latinoamericana de Ana Pizarro. Madrid: Cuadernos de América
sin nombre, 2004.
Franco, Jean. 1994. “marcar diferencias. Cruzar fronteras”. En Ludmer, Josefina (comp.) 1994. Las
culturas de fin de siglo en América Latina. Rosario, Argentina: Beatriz Viterbo editora

Ludmer, Josefina. 2010. Aquí América Latina. Una especulación. Buenos Aires: Eterna Cadencia
editora.

Ramos, Julio 1994. “Migratorias”. En Ludmer, Josefina (comp.) 1994. Las culturas de fin de siglo en
América Latina. Rosario, Argentina: Beatriz Viterbo editora

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