República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Defensa

HIGIENE Y SEGURIDAD INDUSTRIAL

Profe: Alumno:
Juan Horvath Allan Peña
C.I 26.935.552
Ing. Aeronáutica
Sexto Semestre
Noviembre 2021
 HIGIENE INDUSTRIAL
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha desarrollado una
enciclopedia en la que se define la higiene industrial como la ciencia de la
anticipación, la identificación, la evaluación y el control de los riesgos que se
originan en el lugar de trabajo o en relación con él y que pueden poner en
peligro la salud y el bienestar de los trabajadores, teniendo también en
cuenta su posible repercusión en las comunidades vecinas y en el medio
ambiente en general.
Esta no es la única definición de higiene industrial, hay otras diferentes, pero
todas tienen en común que se encarga de proteger y promover la salud y el
bienestar de los trabajadores. Pero la higiene industrial también se encarga
de proteger el ambiente haciendo uso de medidas preventivas en su lugar de
trabajo.
En la actualidad, las organizaciones cumplen con los protocolos de higiene
industrial por obligatoriedad, pero también porque es una herramienta que
ayuda a incrementar la motivación de los trabajadores.
La higiene industrial tiene unos objetivos, entre los que se destacan:
Predecir aquellos riesgos que afectan a la salud debido al desarrollo del
trabajo, operaciones y equipos.
Determinar y comprender, la presencia de agentes físicos, biológicos y
químicos sobre el ambiente, que pueden interaccionar con elementos que
perjudican la salud y el bienestar de los trabajadores.
Estimar a qué niveles de factores nocivos están expuestos los trabajadores.
Conocer los procesos de trabajo realizados para saber si esta actividad, es
susceptible de generar efectos negativos sobre la salud de los trabajadores.
Formar, concienciar y comunicar a todos los trabajadores de la organización
los riesgos a los que pueden estar expuestos al llevar a cabo sus funciones.
Establecer los elementos que causan impactos ambientales para proteger el
entorno.
En la higiene industrial, se cuenta con una metodología de análisis que se
adapta a la gran mayoría de situaciones. A continuación, hablaremos de
las etapas de las que consta este método:
Identificación de peligros para la salud en el lugar de trabajo.
Evaluación de peligros, en la que se valorará la exposición y se sacan
conclusiones sobre cómo impactan a los trabajadores.
Prevención y control de riesgos, haciendo uso de medidas que fomenten la
eliminación o la minimización de los riesgos hasta niveles aceptables,
siempre considerando también la protección del medio ambiente.
Factores contaminantes en el lugar de trabajo
Como hemos comentado la higiene industrial busca identificar, evaluar,
prevenir y controlar un conjunto de factores que perjudican la salud y
bienestar de los trabajadores. Estos factores pueden ser de varios tipos en
función de su naturaleza:
Agentes físicos
En este tipo encontramos el ruido, vibraciones, variaciones de presión,
ultrasonidos e infrasonidos, estrés térmico (por frío o calor), campos
eléctricos o magnéticos y radiaciones (ionizantes y no ionizantes).
Agentes químicos
Se pueden encontrar en varios estados: sólido, líquido o gaseoso.
Destacamos gases tóxicos, fibras, metales pesados, insecticidas, etc.
Agentes biológicos
En este caso son agentes que pueden generar enfermedades de tipo
infeccioso o parasitario. Los más frecuentes son los virus, bacterias, hongos
y parásitos.
Agentes psicológicos
Son aquellos que se manifiestan debido a las relaciones humanas y que
provocan presiones emocionales que finalizan en peligros para la salud.
¿Por qué es importante la higiene industrial?
La higiene industrial es una materia de gran relevancia, que está regulada
por normativas nacionales que garantizan la salud y bienestar de los
trabajadores. Se recomienda que de forma periódica las organizaciones
revisen las informaciones que se publican en organismos oficiales como la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La higiene industrial es importante ya que aporta ventajas a las
organizaciones como:
Mejoras de la salud y bienestar de los trabajadores.
Disminución del absentismo.
Disminución de los accidentes laborales.
Disminución de la rotación del personal.
Mejoras del clima laboral.
Mejoras de las relaciones públicas.
Es imprescindible destacar que la prevención y la comunicación son
esenciales para mantener la salud y bienestar de los trabajadores.

SALUD INDUSTRIAL
LA SALUD LABORAL es según la definición de la OMS  “una actividad
multidisciplinaria que promueve y protege la salud de los trabajadores. Esta
disciplina busca controlar los accidentes y las enfermedades mediante la
reducción de las condiciones de riesgo”.
Se entiende la salud laboral como la reducción y/o eliminación de los factores
de riesgo dentro del centro de trabajo. Y más concretamente en el puesto de
trabajo y en las tareas que realiza el trabajador en concreto. Para lo cual se
tienen en cuenta las condiciones de trabajo y la organización del mismo.
Para la consecución de estos objetivos es necesario un equipo
multidisciplinar que se van a involucrar en las distintas áreas que intervienen
en la protección y promoción de la salud. Estando formado por expertos en:
Seguridad en el trabajo. Disciplina que se encarga de evitar los accidentes
de trabajo, por medio de procurar que tanto el centro de trabajo, las
máquinas, herramientas y cualquier otro aparejo que deba utilizar el
trabajador será seguro.
Higiene Industrial. Su objetivo es evitar que el trabajador enferme por su
actividad laboral, para lo cual presta especial atención a los agentes y
sustancias que son susceptibles de provocarlas.
Ergonomía y Psicosociología Aplicada. La primera tiene como función
adaptar el puesto de trabajo y las tareas a la persona que lo ocupa y la
segunda trata de los temas psicosociales que pueden afectar al trabajador.
Medicina del Trabajo. Tiene más una función curativa ya que en principio
actúa, cuando ya se ha producido el daño. Pero además sus estadísticas
pueden dar pistas de cuáles son los daños más frecuentes y proponer
actuaciones para su eliminación o al menos reducirlos.
La salud de los trabajadores se ha tomado en cuenta desde principios del
Siglo XX en España, aunque es en los años 70, ante la avalancha de
accidentes de trabajo (más de dos millones de accidentes de trabajo, de los
cuales 3.000 fueron mortales y casi 15.000 sufrieron lesiones invalidantes),
cuando se tomó en serio esta situación creándose en 1971 el Plan Nacional
de Higiene y Seguridad en el Trabajo junto con la Ordenanza General de
Seguridad e Higiene en el Trabajo, aprobados por Orden de 9 de marzo de
1971, que sentaban los pilares de una protección y promoción de la salud de
los trabajadores en cuanto a los accidentes de trabajo. La posterior inclusión
del citado Plan a la Ley General de la Seguridad Social hace que se
reconozca como un derecho fundamental de los trabajadores la prevención
laboral.
Pero no es hasta la transición, con la promulgación de la constitución, la
entrada de España en la Unión Europea y la creación del Estatuto de los
Trabajadores, cuando la prevención de riesgos Laborales nace como un
derecho fundamental de los trabajadores y surge todo un cuerpo normativo
que legisla y obliga a los empresarios a tomarse mucho más en serio la
seguridad y la salud de sus trabajadores.
Son las Directivas Europeas 89/391/CEE y 91/383/CEE, quienes hacen que
la norma española se actualice, trasponiendo estas directivas al marco legal
español. El 8 de noviembre de 1995, se promulga la Ley 31/1995 de
prevención de Riesgos Laborales y a partir de aquí se desarrollan los Reales
Decretos que desarrollan la ley, la concretan y matizan los muchos aspectos
que la comprenden.
Desde el año 1995 hasta el presente, se ha avanzado mucho en Prevención
de Riesgos Laborales, aunque siguen muriendo dos personas al día a causa
de accidentes laborales. Son muchos los trabajadores que sufren
Enfermedades Profesionales no declaradas y que siguen siendo una lacra
tanto para la sociedad trabajadora como para la sociedad en general, ya que
los costes de estas enfermedades recaen en el Sistema Público de Salud, en
vez en las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social y en los
empresarios que no han aplicado correctamente medidas protectoras para la
salud de los trabajadores.