El Lavatorio de Los Pies
El Lavatorio de Los Pies
El Lavatorio de Los Pies
En el capítulo trece del evangelio según Juan, se registra la lección de humildad y de presteza
de servicio que Yahshúa dio a sus discípulos. Yahshúa se levantó del lugar que ocupaba junto
a la mesa, quitó su ropa, y tomando una toalla, ciñóse. Luego puso agua en un lebrillo y
comenzó a lavar los pies de los discípulos y a limpiarlos con la toalla que estaba ceñido. Con
esa acción, el Mesías estaba dando un significado espiritual; es decir, de la necesaria limpieza
que requiere de cada uno, camino a la santidad. Los Yahwistas deben entender que, el lavado
de pies es una ordenanza dada por Yahshúa como ejemplo de humildad y de presteza para
servir a otros y que esta ordenanza no debe tomarse como algo trivial o insignificante. Lo
debemos considerar como algo tan sublime como la Santa Cena de Yahshúa. Son muchos los
que gustan del pan y del fruto de la vid, mas no de la toalla y el lebrillo, ya que esto último
significa humillación y servicio. Tan pronto Yahshúa lavó los pies a sus discípulos, dijo, "Si
yo, pues, he lavado los pies, siendo vuestro soberano y Maestro, también habéis de lavaros los
pies unos a otros. Porque yo os he dado ejemplo, para que hagáis también como yo he hecho.
Si esto aprendéis, seréis dichosos si lo practicáis". Yahshúa instituyó este acto para que entre
sus discípulos nadie se sintiera mayor o mejor que otro. Él predicó la humildad como algo en
que deben estar ocupados sus seguidores. Él espera que estemos al servicio de los demás y no
esperar que ellos estén a nuestro servicio.
El lavatorio de los pies debe practicarse con la observancia de la Cena de Yahshúa,
aprovechando el momento de comunión especial que el pueblo de Yahweh vive al recordar la
muerte del Mesías.
Cuando el Mesías participó en la compañía de sus discípulos de la Cena Pascual, horas antes
de ser entregado, instituye también la práctica del lavatorio de los pies. El que formó parte en
la creación del hombre, descendió a lavar los pies de aquellos que se habían apartado de la
senda que desde el principio les había trazado.
Simón Pedro estaba renuente a dejarse lavar los pies por su Maestro. Yahshúa le indicó, "no
me lavarás los pies jamás". Yahshúa le contestó, "si no te lavare, no tendrás parte conmigo"
(Juan 13:6-8). La advertencia que Yahshúa le hizo a Pedro, es la misma que debe entenderse
entre nosotros como una de cuidado con lo que hacemos o dejamos de hacer. El lavado de
pies es el orden que surge por parte de Yahshúa con relación a la humildad ante nuestro
prójimo. El que no participa de este acto, no tendría parte con Yahshúa en el reino de los
cielos. El lavado de los pies no es un acto retórico, sino de un significado profundo. Yahshúa
dejó claro que esto debe practicarse por sus seguidores. Humillarse delante del prójimo y
lavarle los pies no es fácil cuando no se posee el Espíritu de nuestro Salvador.
APRENDIENDO TORAH
"El lavado de los pies". Mis amados ajim y ajotis de la kehilaj de talmidim de Yahshua:
El lavado de los pies, es una "ordenanza" de nuestro Adon Yahshua. para que
aprendamos a ser humildes. “Pues si yo, el Adon y Rabino/Maestro, he lavado vuestros
pies, vosotros también debéis lavar vuestros pies los unos a los otros” (Yonahan/Juan
13:14). El Mashiaj predicó y practicó la humildad, así desea que viva el hombre; él
advirtió: “Porque cualquiera que se ensalza será humillado, y el que se humilla, será
ensalzado” (Silas 14:11). La humildad es la virtud que nuestro Adon Yahshua desea que
aprendamos de él, siguiendo su ejemplo. El dijo: “Llevad mi yugo sobre vosotros y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas” (Mattiyah/Mateo 11:29). El lavado de los pies en relación con la "Cena
Memorial". El lavado de los pies debe practicarse en relación con la observancia de la
Cena Memorial de la Nueva Alianza, aprovechando el momento de unión especial que el
pueblo de Adonai Yahweh vive al estar recordando la muerte del Adon Yahshua.(El es
nuestra Pascua) Yahshua instituyó el lavatorio de los pies, como una ordenanza. “Y la
Cena acabada, como el ha satán ya había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón
Ishcariote, que le entregase”(Yonahan/Juan 13:2). “Se levanto de la Cena, y quitándose
su Manto, y tomando una toalla, se ciño. Luego puso agua en un recipiente y comenzó a
lavar los pies de sus talmidim y a limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido”
(Yonahan/Juan 13:4, 5). Lo que a continuación se registra, nos da entender la
importancia que tiene la práctica del lavatorio de los pies. Quienes no realizan esta
práctica no tendrán parte con el Mashiaj: “Le dice Kefás/Pedro: No me lavarás los pies
jamás. Respondió Yahshua: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo: (Yonahan/Juan
13:6-8). Enseguida, el Rabino Yahshua habla del significado de este acto y deja asentado
que debe seguirse practicando entre sus talmidim: “Pues si yo, el Adon y
Rabino/Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos
a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también
hagáis. De cierto, de cierto os digo: el siervo no es mayor que su Adon, ni el Enviado
(Yahshua) es mayor que el que le envió (Yahweh). Si sabéis estas cosas, bienaventurado
seréis si las hiciereis” (Yonahan/Juan 13:12-17). La Exhortación respecto a la humildad
que debemos tener para someternos a sus ordenanzas, nos lo brinda el sheluj/apostol
Yacobo/Santiago al decirnos lo siguiente: “Humillaos delante del Adon y él os ensalzará”
(Yacobo/Santiago 4:10). Humillarse delante del prójimo al lavarle los pies no es fácil,
cuando el orgullo no nos da lugar a que nos guíe el Ruaj/Espíritu de nuestro
Todopoderoso Elohim Yahweh.
PORQUE LO SOY. PUES SI YO, SU RABÍ Y ADÓN, HE LAVADO SUS PIES; USTEDES TAMBIÉN DEBEN LAVAR LOS
PIES EL UNO AL OTRO. Porque les he dado ejemplo, para que como Yo les he hecho, ustedes también hagan”
Yohanán 13:12-17 EL LAVADO DE PIES ES UN ACTO SIMBÓLICO DE HUMILDAD UNOS CON OTROS, el cual es
basado en el ejemplo dado por nuestro Adón Yahoshúa durante la Noche de la Cena del Memorial, nuestro Adón
tras haber cenado, se hizo siervo lavando los pies de sus Talmidím, aclarándoles que quien no se dejase lavar los
pies no tendría parte con Él instándoles que hicieran lo mismo unos con otros tras su partida. Humillarse delante
del prójimo para lavarle los pies no es fácil porque esto requiere una sincera y buena disposición de nuestro
corazón y Espíritu, mucho más aun cuando el orgullo no nos da lugar a que nos guíe el Ruaj, seguramente
muchos que no practican esto y hasta lo ven irrelevante y servil, aun he visto post y comentarios contrariando y
criticando esto, pero no es a mi o al que lo practica al que critica, sino al mismo Mashíaj que dicen seguir a quien
contrarían, porque si para nuestro propio Adón y Rabí Yahoshúa no lo fue y lo realizo llegando el mismo a ser
siervo y exhortándonos hacerlo, entonces nosotros debemos practicar el ser siervos. ¡NO ES TRADICIÓN
CRISTIANA! ¡NO ES TRADICIÓN CATÓLICA! ¡NO ES TRADICIÓN RABÍNICA! "FUE HECHO POR NUESTRO ADÓN
YAHOSHÚA Y PIDIÓ QUE LO HICIÉRAMOS" ENTONCES ¿A QUIÉN OBEDECES? ¿A QUIÉN SIGUES? “PARA QUE
USTEDES TAMBIÉN HAGAN COMO YO HICE CON USTEDES SHALOM A TODOS ATENTAMENTE RICARDO ANDRES
PARRA RUB. ¿QUÉ ES EL LAVAMIENTO DE PIES? ¿DE DÓNDE PROVIENE ESTA CEREMONIA Y
COSTUMBRE? PERO ADEMÁS ¿QUÉ REPRESENTA PARA NOSOTROS COMO TALMIDÍM DEL
ADÓN YAHOSHÚA? LAVAR LOS PIES es una costumbre de hospitalidad para dar la bienvenida
donde después del saludo y el beso al huésped se acostumbraba ofrecerle agua para lavar sus
pies pues las personas solían llevar sandalias para viajar por aquellos caminos secos y
polvorientos, también se realiza antes de una comida: “Y dijo: "Mi Adón, si he encontrado
favor a tu vista, por favor no dejes a tu siervo. POR FAVOR DÉJAME MANDAR A TRAER
UN POCO DE AGUA, Y DEJA QUE ELLOS LES LAVEN LOS PIES ENTONCES
REFRÉSQUENSE DEBAJO DEL ÁRBOL, Y YO TRAERÉ PAN Y USTEDES
COMERÁN. Después de esto ustedes seguirán su jornada, a causa de lo cual se han vuelto a
su siervo." "Muy bien," ellos respondieron, "haz lo que has dicho” Bereshit 18:3-5 En un
hogar de término medio o humilde, el anfitrión ponía un recipiente con agua a disposición del
visitante, y este se lavaba los pies “Y LO LLEVÓ A SU CASA… …ENTONCES ELLOS SE
LAVARON LOS PIES, COMIERON Y BEBIERON” Shoftim 19:21 En cambio, si el
anfitrión era una persona acomodada ESTO ERA REALIZADO NORMALMENTE POR UN
SIERVO pues se consideraba una tarea servil, EL SIERVO ayudaría al huésped poniéndole el
agua sobre sus pies y sobre una “JOFAINA” recipiente circular, ancho y poco profundo el
cual era hecho de cobre, frotando los pies con las manos y secándolos con una toalla, cuando
David pidió a Abigail que fuese su esposa, ella manifestó su disposición diciendo: “ella
inmediatamente se postró con su rostro en tierra y dijo: HE AQUÍ TU SIERVA, PARA SER
SIERVA QUE LAVE LOS PIES DE LOS SIERVOS DE MI AMO” 1 Shemuel 25:41 “EL
QUE EL MISMO ANFITRIÓN LAVASE LOS PIES DE LA PERSONA INVITADA
CONSTITUÍA UNA ESPECIAL DEMOSTRACIÓN DE HUMILDAD Y AFECTO HACIA
ÉL” Así es que la noche antes de morir en el la tarde 14 de Aviv, Sabemos por los relatos que
aquella noche Yahoshúa y sus Talmidím estaban en una habitación que habían conseguido
para comer de la cena memorial habiendo finalizado el 13 y comenzado el 14 de Aviv ellos no
estaban como invitados en la casa de alguna otra persona, pues, de haber sido así,
seguramente la servidumbre o el anfitrión les hubiese lavado los pies ¡NINGUNO DE LOS
TALMIDÍM SE PRESTÓ PARA REALIZAR ESTA TAREA SERVIL EN BENEFICIO DE
LOS DEMÁS! Sin embargo, esa misma noche sucedió una acalorada discusión entre los
Talmidím sobre quién parecía ser el mayor entre ellos, pero El Adón Yahoshúa tendría que
demostrarle una lección a sus Talmidím dejándoles un modelo y ejemplo a seguir, hecho que
no se olvidaría con facilidad, en un momento oportuno en el transcurso de la comida,
Yahoshúa se levantó se ciñó una toalla, llenó de agua una palangana y tomando el lugar de un
siervo les lavó los pies, ¡LO QUE ELLOS MISMOS HABÍAN DESDEÑADO HACER POR
CONSIDERARLA UNA TAREA HUMILLANTE! así Yahoshúa su propio Adón y rabí les
demostró que cada uno debe servir a los demás con un Ruaj de humildad y buscar maneras
prácticas de demostrar el servir a los demás, lo que a continuación se registra, nos da entender
la importancia que tiene la práctica de lavar los pies. QUIENES NO REALIZAN ESTA
PRÁCTICA NO TENDRÁN PARTE CON EL MASHÍAJ “Entonces llegó a Shimón Kefa: y
KEFA LE DIJO, ADÓN, ¿TÚ LAVARME A MÍ LOS PIES? Yahoshúa יהושעrespondió, y le
dijo, Ahora tú no comprendes lo que Yo hago; pero lo entenderás después de esto. KEFA LE
CONTESTÓ, NUNCA ME LAVARÁS LOS PIES. YAHOSHÚA יהושעLE RESPONDIÓ, SI
NO TE LAVO, NO TIENES PARTE CONMIGO. Shimón Kefa le dijo, Adón, entonces no
solo los pies, sino también las manos y la cabeza” Yohanán 13:6-9 “Entonces, CUANDO
ACABÓ DE LAVARLES LOS PIES, tomó su manto, y sentándose a la mesa otra vez, LES DIJO,
¿SABEN LO QUE LES HE HECHO? USTEDES ME LLAMAN ADÓN Y RABÍ: Y TIENEN RAZÓN ; I
MALKIYEL BEN ABRAHAM
El lavado de pies fue instituido por el Señor Jesucristo. Él mismo lo practicó después de
haber cenado con sus discípulos. Sin embargo, hoy día existen muchas controversias sobre
esta doctrina. Yo quisiera, a través de este estudio, referirme a varias teorías que se han
inventado con la finalidad de omitir la práctica del lavado de pies.
Esta teoría dice que el Señor Jesús solamente lavó los pies de sus discípulos para
enseñarles una lección objetiva de humildad. También dice que lo hizo porque los Apóstoles
habían estado discutiendo acerca de quién sería el mayor de ellos en el reino del Mesías. No
obstante, si este fue el principal motivo, es extraño que el Maestro no mencionara esto
cuando lo hizo.
El Señor Jesús sabía que su hora había llegado y que se cumpliría el Antiguo Pacto. El sabía
que era necesario establecer un Nuevo Pacto por medio de su propia sangre; por medio de
su muerte vicaria y substitutiva en la cruz del Calvario. Si nada mas hubiese sido una lección
de humildad, Él no hubiera tenido que humillarse lavando los pies a sus discípulos solo
para decirles: "Lo que yo hago, tu no lo comprendes ahora" (Juan 13:7). Si hubiese sido una
lección de humildad, bastaba con que lo hubiera hecho con uno y después les hubiera
explicado cual era el propósito de la enseñanza.
Yo creo que el lavado de pies sí nos demuestra una lección de humildad, pero es algo más
que eso. El lavado de pies es una ordenanza instituida por orden del mismo Señor Jesús, y
por lo tanto debe ser practicada por la iglesia.
Jesús lava los pies de sus discípulos, Toma Lugar de Anfitrión o Siervo
Otra teoría acerca del lavado de pies enseña que el Señor Jesús tomo el lugar de anfitrión
o siervo para seguir la costumbre judía de lavar los pies a los huéspedes o invitados al
entrar a una casa.
Debemos tener en cuenta que los discípulos eran hombres pobres. Ellos no tenían siervos
para que les lavaran los pies. Ellos mismos se lavaban los pies.
En otros pasajes bíblicos notamos que el anfitrión proveía el agua, pero no acostumbraba
lavarles los pies a los invitados ya que ese era trabajo de la servidumbre. Podemos ver en el
caso cuando los ángeles llegaron a la casa de Abraham. El dijo: "Que se traiga ahora un poco
de agua, y lavad vuestros pies..." (Génesis 18:4). En el caso de Lot, cuando el también fue
visitado par los ángeles, leemos que él dijo: "Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a
casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies... “(Génesis 19:2). Si Abraham
y Lot no lavaron los pies de los ángeles, siendo que ellos eran los anfitriones, entonces
debemos entender que no era meramente una costumbre.
Cuando Abraham visito a Labán, este le dio a Abraham agua para que se lavara los pies
junto con los hombres que le acompañaban (Génesis 24:32). Esta costumbre de lavarse los
pies también existió en el tiempo de los jueces de Israel (Jueces 19:21).
Notemos que cuando el Señor Jesús entro en casa de Simón, él no se ofreció para lavarle los
pies a tan distinguido visitante. Cuando Jesús le reclamo a Simón, le dijo: "...no me diste agua
para mis pies..." (Lucas 7:44). Aquí podemos ver que no era una costumbre que el anfitrión
lavara los pies de los invitados. La costumbre de lavarse los pies era antes de comer y antes
de acostarse (Cantares 5:3).
Cuando el Señor Jesús lavó los pies de los discípulos ya había terminado la cena, por lo
tanto, lo que el Señor hizo no fue simplemente una costumbre o tradición, sino que lo hizo
para establecer una práctica cristiana.
Algunos dicen que practicar el lavado de pies no es necesario. Esto contradice las
enseñanzas del Señor Jesús. El dijo: "... vosotros también debéis lavaros los pies los unos a
los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también
hagáis" (Juan 13:14-15). El andamiento no es "para que sean como yo he sido", sino "para
que hagáis como yo he hecho". No es solo para ser humilde, sino también para lavar los pies
literalmente. Las dos cosas van juntas. El Señor Jesús no dijo que lo practicáramos en el
espíritu solamente, sino que también lo hagamos de hecho.
Una de las condiciones que Pablo menciona para poner a las viudas en la lista de quienes
recibían ayuda de parte de la iglesia es: "...si ha lavado los pies a los santos,..." (I Timoteo
5:10). ¿Creen ustedes que Pablo solo se refiere a la costumbre oriental de lavar los pies a las
visitas? ¡No! EI dice: "los pies a los santos”. Aquí se esta refiriendo a la práctica literal del
lavado de pies. Dar agua al visitante para que se lavara, era costumbre de la gente, pero el
lavado de pies era una práctica de la iglesia.
Juan 13
1. Era antes de la Festividad de Pésaj, y Yahshúa sabía que era el momento de pasar de esta
vida al Padre. Habiendo amado a su propio pueblo en este mundo, El los amó fasta el fin.
3. Yahshúa estaba consciente que el Padre había puesto todo bajo su poder, y que El había
venido de YAHWEH y estaba regresando a YAHWEH.
4. De modo que se levantó de la mesa, se quitó sus vestiduras exteriores, y se puso una toalla
alrededor de la cintura.
5. Luego vertió un poco de agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de sus talmidim,
y a secarlos con la toalla que se había puesto alrededor de la cintura.
6. Llegó el turno de Shimeon Kefa, quién le dijo: '¡Adón! ¿Estás lavando mis pies?'
7. Yahshúa le respondió: 'Tú todavía no entiendes lo que estoy haciendo, pero en su momento,
lo entenderás.'
8. '¡No!' Dijo Kefa, '¡Tú nunca lavarás mis pies!' Yahshúa respondió: 'Si Yo no te lavo, no
tendrás parte en mí.'
9. 'Adón,' Shimeon Kefa dijo: '¡No sólo mis pies, sino mis manos y mi cabeza también!'[119]
10. Yahshúa le dijo: 'Un hombre que se ha bañado no necesita lavarse, excepto sus pies, pues
su cuerpo ya está limpio; y ustedes están limpios, aunque no todos.'
11. (El sabía quién le iba a traicionar, por esto dijo: 'No todos están limpios.')
12. Después que El había lavado los pies de ellos, se volvió a poner sus vestiduras, regresó a
la mesa, y les dijo: '¿Entienden ustedes lo que les he hecho?
15. Porque Yo les he dado el ejemplo, para que hagan como Yo les he hecho a ustedes.
16. ¡Sí, en verdad! Yo les digo que el esclavo no es mayor que su amo; tampoco un emisario
es mayor que el que le envió.
17. Si ustedes saben estas cosas, serán bendecidos si las hacen. [121]
18. 'Yo no estoy hablando a todos ustedes; Yo sé a quienes he escogido. Pero las Palabras del
Tanaj tienen que ser cumplidas, las que dicen: 'El que está comiendo mi pan se ha vuelto en
contra mía.' °
19. Les estoy diciendo ahora, antes de que suceda; para que cuando suceda, puedan creer que
YO SOY quién Yo digo que soy.
20. ¡Sí, en verdad! Yo les digo que cualquiera que reciba a alguien que Yo envíe, me recibe a
mí; y el que me recibe a mí, recibe al Unico que me envió.'
21. Después de decir esto Yahshúa, en profunda angustia de Ruaj, declaró: '¡Sí, en verdad! Yo
les digo que uno de ustedes me traicionará.'
23. Uno de sus talmidim, el que Yahshúa particularmente amaba, estaba reclinado cerca junto
a El.
24. Así que, Shimeon Kefa le hizo señas, y le dijo: 'Pregúntale de cuál está hablando.'
26. Yahshúa respondió: 'Es al que Yo le dé este pedazo de matzah, después que lo moje en el
plato.' Así que mojó el pedazo de matzah, y se lo dio a Yahudáh Ben-Shimeon de Keriot.
27. Tan pronto como Yahudáh cogió el pedazo de matzah, ha satán entró en él. '¡Lo que estás
haciendo, hazlo rápido!' Yahshúa le dijo.
29. Algunos pensaron que como Yahudáh estaba a cargo de la bolsa común, Yahshúa le
estaba diciendo: 'Compra lo que necesitamos para la Festividad' o que le decía que diera algo
a los pobres.
30. Tan pronto como tomó el pedazo de matzah, Yahudáh salió; y ya era de noche.
31. Después que Yahudáh ya había salido, Yahshúa dijo: 'Ahora el Ben Ha Adam ha sido
glorificado, y YAHWEH ha sido glorificado en El.
32. Si el Hijo ha glorificado a YAHWEH, YAHWEH mismo glorificará al Hijo, y lo hará sin
demora.
33. Niños pequeños, Yo estaré con ustedes aún por un poco más. Ustedes me buscarán, y
como dije a los Yahudim, ahora se los digo a ustedes también: 'Donde Yo voy, ustedes no
pueden venir'.
34. 'Yo les estoy dando un mandamiento nuevo: permanezcan amándose el uno al otro. De la
misma manera que Yo los he amado, ustedes también tienen que amarse el uno al otro.
35. Todos sabrán que son mis talmidim, por el hecho de que tienen amor el uno por el otro.'
36. Shimeon Kefa le dijo: '¿Adón, a dónde irás?' Yahshúa respondió: 'Adonde Yo voy no me
puedes seguir ahora, pero me seguirás después.'
37. 'Adón,' Kefa le dijo: ¿Por qué no te puedo seguir ahora? ¡Yo pondré mi vida por ti!'
38. Yahshúa respondió: '¿Tu pondrás tu vida por mí? ¡Sí, en verdad! Yo te digo que antes de
que el gallo cante, tú me habrás negado tres veces.
Juan 13
Vv. 1-17.Nuestro Señor Jesús tiene un pueblo en el mundo que es suyo; los compró y pagó
caro por ellos, y los puso aparte para sí; ellos se rinden a Él como pueblo peculiar. A los que
Cristo ama, los ama hasta lo sumo. Nada puede separar del amor de Cristo al creyente
verdadero. No sabemos cuando llegará nuestra hora, por eso, lo que tenemos que hacer como
preparativo constante para ella, nunca debe quedar sin hacer. No podemos saber qué camino
de acceso a los corazones de los hombres tiene el diablo, pero algunos pecados son tan
excesivamente pecaminosos, y es tan poca la tentación a ellos de parte del mundo y la carne,
que es evidente que vienen directamente de parte de Satanás. Jesús lavó los pies de los
discípulos para enseñarnos a pensar que nada nos rebaja si podemos fomentar la gloria de
Dios y el bien de nuestros hermanos. Debemos dirigirnos al deber y dejar de lado todo lo que
impida lo que tenemos que hacer. Cristo lavó los pies de los discípulos para representarles el
valor del lavado espiritual, y la limpieza del alma de las contaminaciones del pecado. Nuestro
Señor Jesús hace muchas cosas cuyo significado ni sus discípulos saben en el presente, pero
lo sabrán después. Al final vemos qué era lo bueno de los hechos que parecían peores. No es
humildad, sino incredulidad rechazar la oferta del evangelio como si fueran demasiado ricos
para que sea para nosotros o noticia demasiado buena para ser cierta. Todos los que son
espiritualmente lavados por Cristo tienen parte en Él, y solamente ellos. A todos los que
Cristo reconoce y salva, los justifica y santifica. Pedro se somete más de lo requerido; ruega
ser lavado por Cristo. ¡Cuán ferviente es por la gracia purificadora del Señor Jesús, y el efecto
total de ella, hasta en sus manos y cabeza! Los que desean verdaderamente ser santificados,
desean ser santificados por completo, y que sea purificado todo el hombre, en todas sus partes
y poderes. El creyente verdadero es así lavado cuando recibe a Cristo para su salvación.
Entonces, véase cuál debe ser el afán diario de quienes, por gracia, están en un estado
justificado, esto es, lavar sus pies; limpiar la culpa diaria, y estar alertas contra toda cosa
contaminante. Esto debe hacernos sumamente cautos. Desde el perdón de ayer debemos ser
fortalecidos contra la tentación de este día. Cuando se descubren hipócritas, no debe ser
sorpresa ni causa de tropiezo para nosotros. Fijaos en la lección que enseña aquí Cristo. Los
deberes son mutuos; debemos aceptar ayuda de nuestros hermanos y debemos darles ayuda.
Cuando vemos que nuestro Maestro sirve, no podemos sino ver cuán inconveniente es
dominar para nosotros. Y el mismo amor que llevó a Cristo a rescatar y reconciliar a sus
discípulos, cuando eran enemigos, aún influye sobre Él.
Vv. 18-30.Nuestro Señor había hablado, a menudo, de sus sufrimientos y muerte, sin esa
turbación de espíritu como la que ahora devela cuando habla de Judas. Los pecados de los
cristianos son la tristeza de Cristo. No tenemos que limitar nuestra atención a Judas. La
profecía de su traición puede aplicarse a todos los que participan de las misericordias de Dios,
y las reciben con ingratitud. Véase al infiel que sólo mira las Escrituras con el deseo de
quitarles su autoridad y destruir su influencia; al hipócrita que profesa creer las Escrituras,
pero no se gobierna por ellas; y al apóstata que se aleja de Cristo por una nadería. Así, pues, la
humanidad, sustentada por la providencia de Dios, luego de comer pan con Él, ¡alza contra Él
su calcañar! Judas salió como uno cansado de Jesús y de sus apóstoles. Aquellos cuyas obras
son malas aman las tinieblas más que la luz.
Vv. 31-35.Cristo había sido glorificado en muchos milagros que obró, pero habla de ser
glorificado, ahora, en sus sufrimientos, como si eso fuera más que todas sus otras glorias en
su estado de humillación. Así fue hecha satisfacción por el mal hecho a Dios por el pecado del
hombre. No podemos seguir ahora a nuestro Señor a su dicha celestial, pero si creemos
verdaderamente en Él, lo seguiremos en el más allá; mientras tanto, debemos esperar su
tiempo y hacer su obra. Antes que Cristo dejara a los discípulos, les daría un nuevo
mandamiento. Ellos tenían que amarse unos a otros por amor a Cristo y, conforme a su
ejemplo, buscar lo que beneficie al prójimo, y fomente la causa del evangelio, como un solo
cuerpo animado por una sola alma. Este mandamiento aún parece nuevo para muchos
profesantes. En general, los hombres notan cualquiera otra palabra de Cristo antes que estas.
Por esto se revela, si los seguidores de Cristo no se demuestran amor unos a otros, dan causa
para sospechar de su sinceridad.
Vv. 36-38.Pedro pasó por alto lo que Cristo dijo sobre el amor fraternal, pero habló de aquello
sobre lo cual Cristo los mantuvo ignorantes. Común es tener más celo por saber cosas
secretas, que corresponden sólo a Dios, que por cosas reveladas que nos corresponden a
nosotros y a nuestros hijos; tener más deseo de satisfacer nuestra curiosidad que dirigir
nuestra conciencia; saber qué se hace en el cielo más de lo que debemos hacer para llegar allá.
¡Qué pronto se deja de hablar sobre lo que es claro y edificante, mientras se sigue el debate
dudoso como lucha interminable de palabras! Somos dados a tomar mal que nos digan que no
podemos hacer esto o aquello, aunque sin Cristo nada podemos hacer. Cristo nos conoce
mejor que nosotros mismos, y tiene muchas maneras de descubrir a los que ama, y esconder el
orgullo para ellos. Dediquémonos a mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, a
amarnos fervientemente unos a otros con corazón puro, y a andar humildemente con nuestro
Dios.