Tema 10

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MODIFICACIÓN Y TERAPIA DE CONDUCTA.

TEMA 10: ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES SOCIALES.

Introducción.
El entrenamiento en habilidades sociales (EHS) es una de las técnicas cognitivo-conductuales
más potentes empleadas para aumentar la eficacia interpersonal, no obstante, también es una de las más
difíciles, ya que requiere conocimientos de muy diversas áreas de la psicología.
El uso explícito del término habilidades significa que la conducta interpersonal consiste en un
conjunto de capacidades de actuación aprendidas. El modelo cognitivo conductual destaca, por un lado,
que la capacidad de actuación tiene que adquirirse, y por otro, son un conjunto de capacidades
específicas. Además, la probabilidad de ocurrencia de cualquier habilidad, está determinada por factores
ambientales, variables de la persona, y la interacción entre ambos.
Por consiguiente, una adecuada conceptualización de la conducta socialmente habilidosa implica
la especificación de tres componentes de la habilidad social:
- Dimensión conductual (tipo de habilidad).
- Dimensión situacional (contexto situacional).
- Dimensión personal (variables cognitivas).
Por otra parte, las dimensiones que integran el campo de las habilidades sociales son:
- Iniciar y mantener conversaciones.
- Hablar en público.
- Expresión de amor, agrado o afecto.
- Defensa de los propios derechos.
- Petición de favores.
- Rechazar peticiones.
- Hacer cumplidos.
- Aceptar cumplidos.
- Expresión de opiniones personales, incluido el desacuerdo.
- Expresión justificada de molestia, desagrado o enfado.
- Disculparse o admitir ignorancia.
- Petición de cambios en la conducta del otro.
- Afrontamiento de las críticas.

Marco teórico.
El EHS es una técnica de intervención basada en los principios del aprendizaje social: refuerzo
positivo, refuerzo diferencial, modelado, contracondicionamiento, discriminación, o generalización. Así,
se puede definir el EHS como “un enfoque general de la terapia dirigido a incrementar la competencia de
la actuación en situaciones críticas de la vida.” O como “un intento directo y sistemático de enseñar
estrategias y habilidades interpersonales a los individuos con la intención de mejorar su competencia
interpersonal individual en clases específicas de situaciones sociales”.
Según Curran, las premisas que subyacen al EHS son:
1. Las relaciones interpersonales son importantes para el desarrollo y el funcionamiento
psicológico.
2. La falta de armonía interpersonal puede conducir a disfunciones y perturbaciones psicológicas.
3. Ciertos estilos y estrategias interpersonales son más adaptativos que otros para clases específicas
de encuentros.
4. Esto estilos y estrategias interpersonales pueden especificarse y enseñarse.
5. Una vez aprendidos, mejorarán la competencia en situaciones específicas.
6. La mejora en la competencia interpersonal puede contribuir a la mejoría en el funcionamiento
psicológico.
La importancia del EHS varía según se utilice como técnica principal o como una ayuda para otros
procedimientos, pero en todos los casos, se interesa por el cambio del comportamiento social.
La esencia del EHS radica en intentar aumentar la conducta adaptativa y prosocial enseñando las
habilidades sociales necesarias para una interacción social satisfactoria.
El EHS se compone de una combinación de procedimientos conductuales dirigidos a incrementar
la capacidad del individuo para implicarse en relaciones interpersonales de una manera socialmente
apropiada. El EHS se emplea con individuos que tienen dificultades sociales o se manejar de forma
inadecuada.
La cuestión es por qué no son capaces de resolver las situaciones de manera socialmente
adecuada. Se han hallado una serie de razones posibles:
1. Las repuestas socialmente habilidosas no están en el repertorio de respuestas del individuo. O no
las ha aprendido nunca o lo ha hecho de forma inadecuada.
2. Sufre una ansiedad condicionada, debido a experiencias aversivas o por medio del
condicionamiento vicario.
3. El sujeto autoevalúa de forma negativa su conducta, con acompañamiento de pensamientos
“autoderrotistas” o teme posibles consecuencias negativas.
4. Siente falta de motivación para actuar apropiadamente y puede darse carencia de refuerzo en las
interacciones interpersonales.
5. No tiene capacidad o no sabe discriminar adecuadamente situaciones en las que una respuesta X
probablemente sea eficaz.
6. No tiene seguridad sobre sus derechos o no cree que tenga el derecho de responder
apropiadamente.
7. Ha sufrido aislamientos (centros asistenciales, penitenciarías), los efectos de la
institucionalización pueden producir deshabituación de las respuestas sociales adecuadas.
8. Ha padecido dificultades ambientales restrictivas que le impiden expresarse apropiadamente.

Estos elementos pueden reagruparse en cuatro modelos fundamentales:


a) Modelo de déficit en habilidades sociales.
b) Modelo de ansiedad condicionada.
c) Modelo cognitivo-evaluativo.
d) Modelo de discriminación errónea.

Procedimiento.

Elementos esenciales.
Teniendo en cuenta los cuatro modelos fundamentales, el proceso de EHS debería implicar 4
elementos esenciales:
1. Entrenamiento en habilidades: se enseñan conductas específicas, se practican y se integran
en el repertorio conductual del sujeto.
2. Reducción de la ansiedad: la disminución de la ansiedad se consigue empleando una
conducta más adaptativa. Si el nivel de ansiedad es muy elevado, se emplean técnicas de
relajación y/o desensibilización sistemática.
3. Reestructuración cognitiva: se trata de modificar valores, creencias, actitudes
desadaptativas. La reestructuración cognitiva, al igual que la reducción de ansiedad, suele
darse de forma indirecta.
4. Entrenamiento en solución de problemas: se enseña al sujeto a percibir y procesar
correctamente las situaciones relevantes. Así, se selecciona una de las respuestas que
maximice la probabilidad de alcanzar el objetivo. No se suele llevar a cabo de forma
sistemática en los programas de EHS, aunque está presente de forma implícita.

TABLA PG 575.

Etapas del EHS.


Un programa de EHS debe gestionar un conjunto de habilidades cognitivas, emocionales y
conductuales tanto verbales, como no verbales. En la práctica consideramos cuatro etapas:
a) Primera etapa: se trabaja sobre la construcción de un sistema de creencias que mantenga el
respeto por los propios derechos personales y de los demás.
b) Segunda etapa: se centra en que el paciente comprenda y distinga entre respuestas asertivas, no
asertivas y agresivas. Los individuos deben tener claro que el comportamiento asertivo es el
más adecuado y reforzante.
c) Tercera etapa: aborda la reestructuración cognitiva de la forma incorrecta de pensar de la
persona. El objetivo consiste en ayudar a los pacientes a reconocer que lo que se dicen a sí
mismos puede influir en sus sentimientos y conductas.
d) Cuarta etapa: ensayo conductual de las respuestas socialmente adecuadas en situaciones
determinadas.
Estas etapas no son necesariamente sucesivas, sino que se pueden readaptar y modificar para adecuarlas
mejor a las necesidades de los sujetos.

Desarrollo del EHS.


El formato básico del EHS (tanto individual como grupal) incluye, identificar primero, con la
ayuda del paciente, las áreas específicas en las que este tiene dificultades. Lo mejor es obtener varios
ejemplos específicos de las situaciones problemáticas. La entrevista, el autorregistro, los instrumentos de
autoinforme, el empleo de situaciones análogas y/o la observación real constituyen herramientas
frecuentemente utilizadas. La delimitación de la naturaleza del problema es importante porque el
tratamiento específico que se emplee puede depender de la clase de conducta-problema.
Una vez identificado el problema, analizamos por qué el individuo no logra comportarse de
forma socialmente adecuada. Por ejemplo; por un déficit de habilidades, por ansiedad condicionada, por
cogniciones desadaptativas… la especificación de los factores implicado facilitará el empleo de los
distintos procedimientos del EHS.
Antes del entrenamiento, es conveniente informar a los pacientes sobre la naturaleza del EHS,
sobre los objetivos a alcanzar y lo que se espera que realicen. Además, es importante fomentarla
motivación.
Con frecuencia es necesario enseñar a los pacientes a relajarse y mantener el autocontrol antes de
que aborden determinadas situaciones problemáticas. La reducción de la ansiedad favorecerá la actuación
socialmente adecuada, así como la modificación o adquisición de nuevas habilidades. El control
respiratorio abdominal y la relajación progresiva basada en Jacobson son adecuadas para esto.

El ensayo de conducta.
Es el procedimiento más frecuentemente utilizado en el EHS. En éste, se representan maneras
apropiadas y eficaces de afrontar las situaciones de la vida que son problemáticas para los pacientes. Los
objetivos del ensayo de conducta son aprender a modificar los modos de respuesta no adaptativos,
reemplazarlos por nuevas respuestas.
Este procedimiento se diferencia de otras formas de representación de papeles, como el
psicodrama, en que se centra en el cambio de conducta como un fin y no como una técnica para
identificar o expresar conflictos.

Consideraciones.
1. Debemos limitarlo a un problema en una situación. No hay que intentar resolverlo todo
enseguida.
2. Debemos limitarlo al problema que se expuso en un principio.
3. Debemos escoger una situación reciente o una que es probable que ocurra en un futuro cercano.
4. Debemos evitar prolongar la parte de representación de papeles más de 1-3 minutos.
5. Las respuestas deberían ser tan cortas como fuese posible.
6. La persona que va a actuar es el experto sobre cómo es la conducta asertiva, por tanto, los
papeles deben escogerse en función de lo que piensa el que va a actuar con respecto a quiénes
representarían mejor las escenas.

Tabla pg. 577.


Tabla pg. 578.

Esquema del ensayo de conducta.


Un esquema para el ensayo de conducta puede ser el siguiente:
1. Descripción de la situación problema.
2. Representación de lo que el paciente hace normalmente el paciente en esa situación.
3. Identificación de las posibles cogniciones desadaptativas que estén influyendo en la
conducta socialmente inadecuada.
4. Identificación de los derechos humano básicos implicados en la actuación.
5. Identificación de un objetivo adecuado para el paciente. Evaluación por parte de este de los
objetivos a corto y la4rgo plazo (solución de problemas).
6. Sugerencia de respuestas alternativas por los otros miembros del grupo centrándose en
aspectos concretos de la actuación.
7. Demostración de una de estas respuestas por los miembros del grupo o los entrenadores
(modelado).
8. Práctica encubierta como preparación para la representación de papeles.
9. El paciente representa la respuesta elegida, teniendo en cuenta la conducta el modelo. No
tiene que “imitar”, sino integrarla en su estilo de respuesta.
10. Evaluación de la eficacia.
– por el que representa el papel; basándose en el nivel de ansiedad presente.
– Por los otros miembros o entrenadores. Basándose en el criterio de la conducta
habilidosa. Retroalimentación específica.
11. el terapeuta u otro modelo vuelve a representar (modelar) la conducta e incorpora algunas de las
sugerencias hechas en el paso anterior. No es conveniente mejorar más de dos aspectos a la vez,
ya sean verbales o no verbales.
12. Se repiten los pasos de 8 a 11 las veces que hagan falta, hasta que el paciente y el terapeuta
piensen que se ha llegado a un nivel adecuado. El modelado del paso 11 no es necesario repetirlo
en todas las ocasiones.
13. Se repite la escena entera, incorporando, progresivamente todas las mejoras conseguidas.
14. Se dan las últimas instrucciones al paciente sobre la puesta en práctica de la conducta ensayada
en la vida real. Se señala, también, que en la próxima sesión se analizarán tanto la forma de
llevar a cabo dicha conducta como los resultados obtenidos.
Consideraciones de la aplicación del EHS.
1. que el paciente comprenda perfectamente los principios básicos de la conducta
socialmente adecuada.
2. Que el paciente esté preparado para empezar el programa de EHS.
3. Los intentos iniciales del paciente deberían ser escogidos por su alto potencial de éxito,
en cuanto a proporcionar refuerzo.
4. Examinar los posibles cambios que se puedan producir a causa de la nueva conducta del
paciente en su entorno cultural.
Asimismo, es importante averiguar los pensamientos el sujeto en cuando representa la situación
problemática. A menudo esas cogniciones implícitas y/o explícitas determinan unos comportamientos
interpersonales inadecuados. Así, la “solución de problemas” implícita en el ensayo de conducta suele ser
un elemento básico para un entrenamiento eficaz.
Las dimensiones de conducta se llevan a cabo en presencia de ciertos factores situacionales, los
cuales son múltiples y variados. Los elementos conductuales (no verbales, paralingüísticos y verbales)
que se consideran en el EHS son (tabla pg. 580):
a) mirada y contacto ocular,
• expresión facial.

• Gestos.

• Postura y orientación.

• Distancia y contacto físico.

• Volumen de la voz.

• Entonación.

• Fluidez.

• Tiempo de habla y silencios.

• Contenido verbal específico.

Algunos elementos cognitivos específicos son:


• autoverbalizaciones.

• Ideas poco racionales.

• Patrones de actuación excesivamente elevados.

• Patrones patológicos de atribución de los éxitos y fracaso sociales.

• Expectativas de consecuencias negativas.

Finalmente, aunque se han realizado investigaciones, NO hay datos suficientes que respalden la utilidad
de emplear elementos e el EHS.
Variaciones de la técnica.
Los procedimientos empleados en el EHS han sido en su mayoría elementos conductuales de
terapia, y se han incluido los “paquetes” de EHS. Los procedimientos y variaciones del EHS pueden
incluirse, en términos funcionales, en una de estas categorías.
a) operaciones de adquisición de la respuesta. p. ej.: modelado manifiesto, instrucciones...
b) operaciones de reproducción de la respuesta. p. ej.: ensayo de conducta manifiesta.
c) operaciones e refinamiento y fortalecimiento de la respuesta. P ej.: moldeamiento,
retroalimentación...
d) operaciones de reestructuración cognitiva.
e) operaciones de transferencia de la respuesta.

El “paquete básico” de EHS implica:


– instrucciones.

– Modelado.

– Ensayo de conducta.

– Retroalimentación y refuerzo.

– Elementos de la terapia racional emotiva.

– Entrenamiento en autoinstrucciones.

– Tareas para casa.

EHS en formato individual.


Esta modalidad permite no solo una evaluación inicial de las habilidades y debilidades del
paciente durante el periodo de línea base, sino la observación continua. Esto hace posible una constante
reevaluación de la eficacia particular de los procedimientos.
El EHS permite también la concentración en los problemas particulares del paciente,
modificando progresivamente el contenido del programa conforme avanza en el entrenamiento. Esta
modalidad puede ser necesaria cuando el sujeto tiene una excesiva ansiedad que le impide adaptarse al
grupo. En estos casos, es útil empezar el entrenamiento de forma individual y una vez que ha disminuido
el nivel de ansiedad, introducirles en el grupo de EHS.

EHS en formato grupal.


Tiene varias ventajas respecto al formato individual.
1. El grupo ofrece una situación social en que los participantes pueden interactuar con los otros
miembros. Un grupo proporciona diferentes tipos de personas necesarias para la representación
de roles. Asimismo, el aprendizaje vicario es más eficaz, ya que los modelos pueden tener
características similares a las del observador.
2. El grupo proporciona personas con las que practicar las habilidades recién adquiridas y un
contexto de apoyo, ya que al reunirse personas en una situación similar, los sujetos no se
encuentran tan intimidados.
3. La situación social tiene la ventaja de ser real, en vez de simulada, como ocurre en la sesión
individualizada. Además, da la posibilidad de que la nueva conducta se generalice a otras
situaciones.
4. Hace un uso más económico del tiempo.

El EHS puede aplicarse tanto con un formato muy estructurado como un uno de terapia más amplio y
abierto. Las variaciones de los métodos de instrucción pueden incluir, entre otros, el empleo de la
discusión en grupo, el modelado de las habilidades, las tareas para casa, libros o folletos de trabajo,
grabaciones en vídeo o con retroalimentación y representación de papeles.
Las variaciones del EHS pueden diferir en los tipos de métodos de instrucción que empleen, la
estructura del programa general, de la inclusión de técnicas conductuales y cognitivas, y del tipo de
problema y objetivo abordado.
Por otra parte, se pueden encontrar 4 tipos de grupos básicos de EHS.
1- grupos orientados a ejercicios: cuyos miembros participan inicialmente en ejercicios de
representación y en sesiones posteriores, generan sus propias situaciones de ensayo de conducta.
2.- grupos orientados hacia los demás: cada sesión se dedica a un tema determinado empleando para
ello el ensayo de conducta.
3.- grupos semiestructurados: utilizan algunos ejercicios de representación junto con otros
procedimientos como el entrenamiento de padres, discusión etc.
4.- grupos no estructurados: ejercicios de representación de papeles basados en las necesidades de los
miembros de cada sesión.

Aplicaciones del EHS:


El objetivo consiste en mejorar el comportamiento interpersonal inadecuado de los sujetos. La
aplicación de este EHS ha sido muy amplia:

– ansiedad social:
Conlleva diferencias en el área de funcionamiento social. El déficit en el manejo de las interacciones
subyace desde el origen hasta el mantenimiento de esta patología. Se han señalado posibles modelos pata
explicar la etiología y mantenimiento de la ansiedad social:
– modelo de ansiedad condicionada adquirido por medio de exposición repetida a
experiencias aversivas en situaciones sociales.
– El modelo cognitivo-valorativo, que se basa en la evaluación errónea de la propia
actuación y las expectativas de consecuencias aversivas.
– El modelo de déficit de habilidades, según el cual, el origen de la ansiedad en la
interacción social es particularmente reactivo debido a un repertorio conductual
inadecuado, por lo que el sujeto no controla las exigencias del entorno y experimenta
una situación aversiva que le provoca ansiedad.
La ansiedad social es generalizada cuando los temores incluyen situaciones sociales. El empleo
del EHS para la fobia social se basa en la suposición de que los pacientes tienen un déficit en las
habilidades sociales y sacarán provecho de aprender y practicar dichas habilidades. En consecuencia,
implica la exposición a situaciones temidas y una reevaluación cognitiva a medida que vaya
disminuyendo la ansiedad y la actuación social mejore.
El tratamiento básico implica:
– componente educativo: se informa a los pacientes de la naturaleza de la ansiedad y los temores
sociales.
– Componente de exposicion: inundacion, en vivo o en imaginacion...

– práctica programada; actividades de exposicion dirigidas por el terapeuta y que el sujeto termina
por sí solo en el ambiente natural.
– Componente de EHS: mejorar o refinar habilidades sociales.

Los temas tratados en el EHS con estos pacientes suelen ser:


– Iniciar conversaciones.

– Mantenerlas.

– Prestar atención y recordar, cambiar de temas.

– Establecer amistades y mantenerlas, habilidades para llamar.

– Habilidades asertivas.

– Elegir un tema y desarrollarlo.

– Estrategias para evitar que el público se diatriba, cómo empezar una charla de forma eficaz.

– Terminar una charla...


Depresión.
La depresión se caracteriza por un persistente estado de ánimo bajo o una pérdida generalizada
de interés o placer, acompañado por una serie de síntomas tales como alteración del sueño, aumento o
disminución del apetito, fatiga...
Los programas de EHS se basan en la premisa de que la conducta depresiva se relaciona con el
funcionamiento interpersonal inadecuado. Algunos de los supuestos que subyacen, según Becker,
Heimberg y Bellak son:
- La depresión es resultado de un programa inadecuado de refuerzo positivo contingente a la
conducta no deprimida del sujeto.
- Gran parte de los refuerzos sociales dependen de la conducta interpersonal del individuo.

- Gran parte de los refuerzos positivos importantes para los adultos son de naturaleza
interpersonal.
- Cualquier técnica que ayude al paciente deprimido a aumentar la calidad de su
comportamiento interpersonal debería incrementar el refuerzo positivo contingente a la
respuesta, disminuir el afecto depresivo y aumentar las conductas no depresivas.
El programa de EHS planteado por los autores anteriores, se contraen tres repertorios conductuales
específicos.
1. La aserción negativa; que implica conductas que permiten que las personas defiendan sus
derechos y que actúen en base a sus intereses.
2. La aserción positiva; es la expresión de sentimientos positivos sobre otras personas, como el
afecto, la aprobación, la alabanza…
3. El entrenamiento en habilidades de conversación, que incluye iniciar conversaciones, hacer
preguntas, realizar autorrevelaciones etc. En todas estas áreas se entrena directamente la
conducta de los pacientes y se les proporciona también entrenamiento en percepción social.

Esquizofrenia.
El EHS es uno de los pocos entrenamientos eficaces en pacientes con esquizofrenia. Estos
pacientes requieren un tratamiento farmacológico con medicación antipsicótica, la cual no mejora las
habilidades sociales necesarias para la vida en la comunidad. Estas habilidades incluyen aspectos como
códigos sociales de conducta, reglas sobre qué decir y qué no decir…
Tanto si nunca han aprendido las habilidades sociales como si las han perdido, la gente con
esquizofrenia tiene notables déficits en ellas.
Mueres considera una serie de áreas objetivo del EHS para los pacientes con esquizofrenia.
a) Asertividad.
b) Habilidades de conversación.
c) Control de la medicación.
d) Búsqueda de trabajo.
e) Habilidades recreativas y de ocio.
f) Habilidades para hacer amigos y quedar con alguien.
g) Comunicación con la familia.
h) Solución de conflictos.

La principal estrategia ocluye elementos típicos de modelado, ensayo de conducta, retroalimentación,


y representación de papeles. Además, se pueden utilizar también otros procedimientos como, por ejemplo,
el aleccionamiento (coaching) (proporcionar ayudas verbales) y el indicar (prompting) proporcionar
señales con las manos. El entrenamiento en percepción social no sigue una secuencia diferente de
actividades, sino que se integra en el entrenamiento en respuestas. El objetivo es entrenar al sujeto a
atender e interpretar las señales interpersonales que descubren los sentimientos y los motivos de las otras
personas.
Por su parte, Bellack et al. Incluyen 8 grupos de habilidades para sujetos esquizofrénicos.

1. Habilidades de conversación.
2. Habilidades asertivas.
3. Habilidades para el manejo de conflictos.
4. Habilidades para vivir en comunidad.
5. Habilidades para hacer amigos.
6. Habilidades para el mantenimiento de la salud.
7. Habilidades para conseguir/mantener un trabajo.
8. Habilidades de afrontamiento ante el consumo de alcohol y drogas.

Problemas de pareja.
En cualquier pareja existe el principio de reciprocidad, según el cual un miembro de la pareja
agrada o recompensa al otro, confiando en que a su vez será recompensado. También pasa al contrario,
cuando uno disgusta al otro, es probable que éste le devuelva estas interacciones negativas. En pacientes
con problemas en las relaciones de pareja, es frecuente encontrar una convivencia contaminada por
estrategias interpersonales basadas en la fuerza coercitiva y en el castigo. También es posible que los
miembros de la pareja no sean habilidosos en el empleo de métodos positivos de comunicación y solución
de problemas.
Por consiguiente el EHS en este caso incluye habilidades de comunicación (contacto ocular,
mejorar la proximidad física y la orientación respecto al que habla) y nuevos modos de interacción
(escucha y habla).

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