Estudios Arqueologia de Costa Rica y Nicaragua. I Parte.
Estudios Arqueologia de Costa Rica y Nicaragua. I Parte.
Estudios Arqueologia de Costa Rica y Nicaragua. I Parte.
Y NICARAGUA
POR
VERSION CASTELLANA
DE
VOLUMEN I
BANCO DE AMERICA
Eduardo Perez-Valle
SERIE LITERARIA
SERIE HISTORICA
SERIE CRONISTAS
SERIE VIAJEROS
1 Viaje por Centroamérica — Carl Bovallius — Traducción del sueco por el Dr.
Camilo Vijil Tardón
2 Siete Años de Viaje en Centro América, Norte de México y Lejano Oeste de los
Estados Unidos — Julius Froebel — Traducción de Luciano Cuadra
3 Piratas en Centroamérica — Siglo XVII — John Esquemeling — William
Dampíer — Traducción de Luciano Cuadra
SERIE BIOGRAFIAS
SERIE TEXTOS
Por otra parte, la edición en español de esta obra monumental de Lothrop era
un verdadero reto editorial —por la enorme cantidad de piezas arqueológicas reprodu-
cidas en negro y en color, por sus mapas, dibujos y notas y por la composición misma
de sus textos —pero el FONDO DE PROMOCION CULTURAL DEL BANCO
DE AMERICA afrontó su publicación plenamente consciente de su valor inaprecia-
ble como contribución a la cultura nacional, al conocimiento de sus raíces indígenas y
al desarrollo de sus ciencias históricas. Damos el crédito que se merece a la empresa
editorial que realizó esta edición, en nada inferior a la original en lengua inglesa del
"Museum of the American Indian" de Nueva York, como también a su traductor el
Doctor Gonzalo Meneses Ocón.
BY
VOLUME I
NEW YORK
MUSEUM OF THE AMERICAN INDIAN
HEYE FOUNDATION
19 2 6
G. M. O.
POR
-.-
VERSION CASTELLANA
DE
VOLUMEN I
VI
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA VII
Página
Capítulo IV — RELIGION 62
L—Religión de los Nicaraos 63
¡'anteón 63
Tamagastat 63
Cipattonal 64
Oxomogo 65
Chalchitgüegiie 65
Chicociagat 66
Quiateot 66
Omeyateite y Omeyateciguat 66
Chiryuinaut y Hecat 67
Mixcoa 67
Bisteot 68
Maeat y Toste 68
Miqtanteot 68
Cacaguat 68
Sacerdotes 68
Templos 69
Ofrendas 69
Calendario de Fiestas 71
Ceremonias Principales 73
Ceremonias del Nacimiento 75
Ceremonias de la Muerte 76
La Confesión 76
Magia 76
Mitología 77
11.--Religión de los Güetares 78
Sacerdotes 78
Ceremonias 78
111.—Religión de los Chorotegas 79
Panteón 79
Templos 79
Ceremonias 79
Espíritus de Lugares 80
Adivinación 81
1V.—Religión de los Maribios 81
Ceremonia del Desuello 82
Brujería 82
Página
Capítulo II.
— EL HOMBRE GEOLOGICO. 97
Capítulo III.
— CERANIICA: VASIJAS POLICROMAS DE NICOYA 101
Clasificación 101
Cerámica Nicoya Policroma 102
Sub-tipos Locales 103
Formas 104
Arcilias Y Cocción 108
Configuración 108
Esmaltes 109
Colores 109
I3arnices 110
Decoración 110
Capítulo IV.— CERAMICA NICOYA POLICROMA:
FORMAS MODELAD-AS 111
Vasijas en forma de animal 112
Vasijas de efigie humana 118
Patas modeladas 125
Capítulo V.
— CERAMICA NICOYA POLICROMA:
DECORAC1ON PINTADA 127
La Figura Humana 127
Figura Humana Sentada 127
Cabezas Humanas de Perfil 129
La Figura de Pie 131
Motivo Hombre-y-Jaguar 133
Motivo jaguar 135
Motivo Silueta de Jaguar, Tipo A 137
Motivo Silueta de Jaguar, Tipo B 139
Capítulo VI.
— CERAMICA NICOYA POLICROMA:
DECORACION PINTADA (Continuación) 149
El Complejo Serpiente Emplumada 142
Serpiente Emplumada
- Tipo A 143
Serpiente Emplumada Tipo B .......... ................
- 144
Serpiente Emplumada Tipo C
- 146
Serpiente Emplumada
- Tipo D 149
Serpiente Emplumada Tipo E
- 149
Serpiente Emplumada
- Tipo F 151
Serpiente Emplumada
- Tipo G 159
Serpiente Emplumada Tipo FI
- 154
Serpiente Emplumada
- Tipo I 155
Serpiente Emplumada
- Tipo J 155
Cabezas de Serpiente Mexicanas 156
El Dragón Bicéfalo 156
Capítulo VII. — CERAMICA NICOYA POLICROMA:
DECORACION PINTADA (Continuación) 159
El Mono Tipo A
- 159
El Mono Tipo B
- 161
El Mono Tipo C
- 162
El Mono Tipo D
- 163
El .Mono Tipo E
- 164
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA IX
Página
El Cangrejo 165
El Alacrán 167
El Lagarto - Tipo A 173
Dibujos geométricos 175
Esquemas textiles – --------- --- 175
Tazones geométricos Nicoya 176
La Voluta de Grada Entrelazada 177
La L Entrelazada 178
Franjas Verticales Policromas 179
El Guilloquis 179
Motivos Misceláneos 180
Decoración con Líneas Rojas 134
Capítulo VIII. — CERAMICA INCISA BAJO EL ESMALTE 186
Capítulo IX. — CERAMICA LUNA 189
Distribución y Estilo 189
Tipos Locales 189
Formas 190
Otras características 191
Decoración 192
Decoración Modelada 192
Rostros Humanos 192
Cabezas de Jaguar 194
Cabezas de Aves 195
Decoración por Pintura 195
Serpiente Emplumada 195
Serpiente Emplumada - Tipo A 196
Serpiente Emplumada - Tipo B 196
Serpiente Emplumada - Tipo C 197
Serpiente Emplumada - Tipo D 199
Serpiente Emplumada - Tipo E 199
Serpiente Emplumada - Tipo F 200
Serpiente Emplumada - Tipo G 201
Serpiente Emplumada - Tipo H 201
Motivo Cabeza Alada 201
En el Interior de Tazones 201
Sobre bordes de Tazones 203
La Cabeza Humana 203
El Mono _ _ ........ ................ _____ 204
El Jaguar 205
Dibujos Geométricos 206
Dibujos de Líneas Rojas . 206
Dibujos de Líneas Combas 206
La Voluta de Gradas – _... ........... _.... 207
Letras L que se entrelazan 208
El Motivo Letra T 208
Motivos Misceláneos . 208
X CONTENIDO
Página
Capítulo X. — CERAMICAS INTERMEDIAS 209
I—Cerámica Managua 209
Rasgos Pintados 210
La Serpiente Emplumada 210
La Cabeza Emplumada de Ave 211
Rasgos Geométricos 217
Rasgos Incisos 212
II—Cerámica Nandairne 712
Formas 713
Arcilla y Cocción 913
Esmalte 711
Colores 213
Decoración 213
Decoración Modelada 714
Caras Humanas 714
Cabezas de Animales 215
Rayas Paralelas 213
Decoración Pintada 216
Figura Humana 716
Mono 216
Dibujos Geométricos 216
Decoración Incisa 217
III—Cerámica Nicoya de Líneas Negra.s ....... ..... . ........ ........ . ...._ 217
Distribución y Carácter. ........ 217
El Guilloquis 219
El Motivo de la Línea Colgante 719
Motivo Lagarto 720
Estilo El Viejo "no
ILUSTRACIONES
Todos los especímenes cuyo origen no se reconozca específicamente están en el
Museo del Indio Americano, Fundación Heye (Nueva York).
En las reproducciones de dibujos a pluma, los colores se indican por el siguiente
esquema de sombreado:
.
Rojo Anaranjado Púrpura Café Azul Negro
LAMINAS
Página
I. Mapa que muestra la distribución de las lenguas y tribus del sur
de Centro América en el siglo XVI 26
II. Plano del Palacio de Tecoatega, Nicaragua (según Oviedo) 30
III. Una vivienda bribri moderna, Costa Rica (según Skinner) .... 32
IV. Estatuas de Piedra. Isla Zapatera, Nicaragua (Según Lothrop,
1921) 88
V. Estatua de Piedra, Nicaragua (Cortesía de W. II. Holmes) 88
VI. Estatuas de Piedra. a - Isla Zapatera, Nicaragua (según Bovallius,
1886). b - La Florida, Departamento de Copán, Honduras
(según Lothrop, 1921). c - Finca Arévalo, Guatemala (según
Lothrop, 1921). (1, e Copán, Honduras (Cortesía de la Ins-
-
Seler, 1901) 90
VIII. Pictografías de Nicaragua, a - Quebrada Hurtado; b - Jinotepe:
c - San Andrés; d - Santa Clara. (a-c, según Flint; d, según
Sapper, 1899) 90
IX. Metates. Península de Nicoya, Costa Rica (según Holmes,
1908) 9 -)
X.• Cabezales de piedra para garrotes. Península de Nicoya, Costa
Rica ..... ....... ........... ................ ___........ ...... . ......... ....... ....... 99
XI. Discos y tundidores de cortezas. a, d„ e, Discos, Costa Rica; b, c.
Tundidores de cortezas 96
XII. Hachas de Piedra. a, Península de Nicoya, Costa Rica; b, San
Juan de Nicoya, Costa Rica; c, e, Bluefields, Nicaragua; d, Ta-
lamanca, Costa Rica 96
XIII. Cerámica Nicoya Policroma: Jarrón efigie de pavo. Bolsón, Cos-
ta Rica. Colección Anderson 112
XIV. Cerámica Nicoya Policroma: Jarrón efigie de papagayo. Bol-
són, Costa Rica 112
XV. Cerámica Nicoya Policroma. a, c - Península de Nicoya, Costa
Rica; b, Tierras altas de Costa Rica; d, Santa Bárbara, Ni-
coya, Costa Rica; e, Valle de Ulúa, Honduras .. ............. ................ 112
XVI. Cerámica Nicoya Policroma: Jarrones Efigies de Aves, a, Nica-
ragua; b, Bolsón, Costa Rica 114
XI
XII ILUSTRACIONES
Página
XVII. Cerámica Nicoya Policroma. a, Santa Bárbara, Costa Rica; b,
Península de Nicoya, Costa Rica 114
XVIII. Cerámica Nicoya Policroma, Península de Nicoya, Costa Rica 116
XIX. Cerámica Nicoya Policroma: Efigies de Armadillo. a, Colección
Anderson; b, cortesía de M. II. Saville; c, Jarrón de estalag-
mita 116
XX. Cerámica Plomada. Valle de Ulóa, Honduras 118
XXI. Cerámica Nicoya Policroma 118
XXII. Cerámica Nicoya Policroma. Península de Nicoya, Costa Rica 120
XXIII Cerámica Nicoya Policroma. Filadelfia, Costa Rica 122
XXIV. Cerámica Nicoya Policroma. Península de Nicoya, Costa Rica 124
XXV. Cerámica Nicoya Policroma. Península de Nicoya, Costa Rica 126
XXVI. Cerámica de las regiones maya y del Pacífico. a, Copán, Hondu-
ras; h, Valle de lilúa, Honduras c, Península (le Nicoya, Costa
Rica; d, Alta Gracia, Nicaragua 128
XXVII. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo figura humana. a, Panamá,
Costa Rica; b, Alta Gracia, Nicaragua; c, Santa Helena, Ni-
caragua 128
XXVIII. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo rostro humano. a-f, h. Isla
de Ometepe, Nicaragua; g, Isla Zapatera, Nicaragua; i, Fila-
delfia, Costa Rica 130
XXIX. Cerámica Nicoya Policroma. Península de Nicoya, Costa Rica 130
XXX. Cerámica Nicoya Policroma. Isla de (Increpe, Nicaragua 132
XXXI. Cerámica Nicoya Policroma: Fragmentos de jarrón encontrados
en el Lago de Nicaragua, seis leguas al norte de Rivas ..... ....._ 132
XXXII. Cerámica Nicoya Policroma: Esquema Hombre-y- Jaguar. Pe-
nínsula de Nicoya, Costa Rica 134
XXXIII. Cerámica Nicoya Policroma: Esquema Hombre-y-Jaguar. a, Pe-
nínsula de Nicoya, Costa Rica; b, Panamá, Costa Rica 134
XXXIV. Cerámica Nicoya Policroma: Esquema Hombre-y-Jaguar. a, Costa
Rica; b, Panamá, Costa Rica; c, Isla de Ometepe, Nicaragua 134
XXXV. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Jaguar. a, Costa Rica; b,
Filadelfia, Costa Rica 136
XXXVI. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Jaguar. a, Costa Rica; b e, -
Página
XLIV. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada,
Tipo A. Península de Nicoya, Costa Rica 142
XLV. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada, Ti-
po A. a, Península de Nicoya, Costa Rica; b, Costa Rica 142
XLVI Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada, Ti-
po A. a, Santa Helena, Nicaragua; b, Península de Nicoya,
Costa Rica; c, Bolsón, Costa Rica, Colección Anderson 142
XLVII. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada, Tipo
II. Península de Nicoya, Costa Rica 144
XLVIII. Cerámica Nicoya Policroma: a, c, Motivo Serpiente Emplumada,
Tipo II, Península de Nicoya, Costa Rica; b, Figuras huma-
nas sobre el borde de un tazón, Isla de Ometepe, Nicaragua 144
XLIX. Cerámica Nicoya Policroma: Motivos Varios de Serpiente Em-
plumada. a, Tipo A, Península de Nicoya, Costa Rica; b, Ti-
po C, Península de Nicoya; c, Tipo C, Alta Gracia, Nicara-
gua; d, Tipo E, Península de Nicoya 146
L. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada, Ti-
po C. a, b, e, Bolsón, Costa Rica, Colección Anderson; c, San-
ta Helena, Nicaragua; d, g, i, Península de Nicoya, Costa Ri-
ca; f, h, Nicaragua 148
LI. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada, Ti-
po C. a, Bolsón, Costa Rica, Colección Anderson; b, Costa Ri-
ca (cortesía de M. H. Saville) 148
LII. Cerámica Nicoya Policroma: Motivos Serpiente Emplumada. a,
Tipo E, Costa Rica; b, Tipo C, Península de Nicoya, Costa
Rica; c, Tipo C, Isla de Ometepe, Nicaragua 150
LIII. Cerámica Nicoya Policroma: Motivos Serffiente Emplumada.
Costa Rica. a, b, Tipo E; c, Tipo I) 150
LIV. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada, Tipo
D. a, Santa Helena, Nicaragua; b, Costa Rica 150
LV. Cerámica Nicoya Policroma: Península de Nicoya, Costa Rica 152
LVI. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada, Ti-
po F. a, Costa Rica; b, Península de Nicoya, Costa Rica .... 152
LVII. Cerámica Nicoya Policroma. a, Motivo Serpiente Emplumada,
Tipo F, Costa Rica; b, Motivo Serpiente Emplumada, Tipo
G, Santa Bárbara, Costa Rica; e, d, Motivo Monstruo Bicé-
falo, Tola, Nicaragua 154
LVIII. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Serpiente Emplumada, 'Ti-
po G. Las N-Iercedes, Costa Rica 154
LIX. Cerámica Nicoya Policroma: Motivos degenerados de Serpiente
Emplumada. a, Tipo I, Chiliate, Nicaragua; b, Tipo I, El
Menco, Nicaragua; c, Tipo II, Alta Gracia, Nicaragua 156
LX. Cerámica Nicoya Policroma: a, Motivo Mono, Tipo A, Agua
Caliente, Costa Rica; b, AIotivo .Mono, Tipo A, Península de
Nicoya, Costa Rica; c, Esquema Monstruo Bicéfalo, Nicara-
gua 158
LXI. Cerámica Nicova Policroma: Esquema YIono, Tipo A. Península
de Nicoya, Costa Rica 160
LXII. Cerámica Nicoya Policroma: Esquema Mono, Tipo A. Península
de Nicoya, Costa Rica 160
N'u' ILUSTRACIONES
Página
LXIII.Cerámica Nicoya Policroma: Esquemas Mono, Tipo 13. Costa
Rica 160
LX1V. Cerámica Nicoya Policroma: Esquema Mono, Tipo B. Penínsu-
la de Nicoya, Costa Rica 162
LXV. Cerámica Nicoya Polícroma: Esquema Mono, Tipo B. Península
de Nicoya, Costa Rica 162
LXVI. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Mono, Tipo C, Costa Rica 162
LXVII. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Mono, Tipo I) y Esquema
Jaguar, Tipo I). Costa Rica 164
LXVIII. Cerámica Nicoya Policroma, Costa Rica, a, Esquema Alacrán; b,
Esquema Lagarto; c, Esquema Mono, Tipo 0 164
LXIX. Cerámica Nicoya Policroma: Esquema Mono, Tipo E. Costa Rica 164
LXX. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Cangrejo. Costa Rica 166
LXXI. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Cangrejo. Costa Rica 166
LXXII. Cerámica Nicoya Policroma. Santa Helena, Nicaragua. a, Moti-
yo Cangrejo; b, Motivo Alacrán 166
LXXIII. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Cangrejo. a, Santa Helena,
Nicaragua; b, Costa Rica 168
LXXIV. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Alacrán. a, Moyogalpa, Ni-
caragua. b, Península de Nicoya, Costa Rica; e, Costa Rica 168
LXXV. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Lagarto. Costa Rica 170
LXXV1. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Silueta de Lagarto. Costa
Rica 172
LXX VII. Cerámica Nicoya Policroma: dios lagarto. Península de Nicoya,
Costa Rica 174
LXXVIII. Figurillas de oro. a, c-h, j, Costa Rica, Colección Keith ; b, Pe-
nínsula de Nicoya, Costa Rica (cortesía de O. G. Ricketson,
Jr.); i, Chichen Itzá, Yucatán (cortesía de S. G. Morley) 176
LXXIX. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo no clasificado y esquemas
degenerados de Silueta de Lagarto, Península de Nicoya, Costa
Rica 178
LXXX. Cerámica Nicoya Policroma: Tazones con decoración geométri-
ca. Península de Nicoya, Costa Rica 180
LXXXI. Cerámica Nicoya I'olicroma: Esquemas geométricos, a, e - e Pe-
nínsula de Nicoya, Costa Rica; b, Filadelfia, Costa Rica 182
LXXXII. Cerámica Nicoya Policroma: Esquemas geométricos. Península
de Nicoya, Costa Rica
LXXXIII. Cerámica Incisa Bajo el Esmalte. a, Península de Nicova, Costa
Rica; b, Santa Helena, Nicaragua 186
LXXXIV. Cerámica Incisa Bajo el Esmalte. Península de Nicoya, Costa
Rica 186
LXXXV. Cerámica Incisa Bajo el Esmalte. Península de Nicoya, Costa
Rica 186
LXXXVI. Cerámica Incisa Bajo el Esmalte. Tola, Nicaragua 188
LXXXVII. Cerámica Incisa Bajo el Esmalte. a-e, e, T ola, Nicaragua; d,
Atlíxco, Puebla, México 188
LXXXVIII. Cerámica Luna. Nicaragua 192
LXXXIX. Cerámica Luna: Motivo Serpiente Emplumada, Tipo A, Nicara-
gua 194
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA XV
Página
XC. Cerámica Luna: a, c, Motivo Serpiente Emplumada, Tipo B,
Alta Gracia, Nicaragua; b, Esquema Cabeza Alada, Nicaragua 196
XCI. Cerámica Luna: Motivos Serpiente Emplumada, Tipos B y C.
Nicaragua ... ...... 198
XCII. Cerámica Luna: Motivos Serpiente Emplumada, Tipos C y D.
Nicaragua 200
XCIII. Cerámica Luna: Esquema Cabeza Alada. a, Alta Gracia, Nica-
ragua; b, Nicaragua 202
XCIV. Cerámica Luna: Esquemas Mono, Nicaragua 204
XCV. Cerámica Luna. Nicaragua 206
XCVI. Cerámica Nandaime. a, Filadelfia, Costa Rica; b, c, Nandaime,
Nicaragua 210
XCVII. Cerámicas Nandaime y Managua. a-e, g, Nandaime, Nicaragua;
f, Managua, Nicaragua 210
XCVIII. Cerámica Nandaime. Nandaime, Nicaragua ..... ......._ ...... ......... ........ 216
XCIX. Cerámica Nicoya de Líneas Negras. b, San Antonio de Nicoya,
Costa Rica; las demás, Costa Rica 216
C. Cerámica Nicoya de Líneas Negras. a, b, Filadelfia, Costa Rica;
c, d, El Sardinal, Costa Rica 218
FIGURAS
1. Arcas arqueológicas de Nicaragua y Costa Rica XXV
2. Grupos lingüísticos que se encuentran en México y Centro América ...... ... 7
3. El Golfo de Nicoya, mostrando la localización de las tribus (según
Oviedo) 23
4. Una casa aborigen sobre un árbol 32
5. "Una casa bien techada en la provincia de los suerres" (Según Benzoni) 32
6. El árbol del cacao y el método para hacer fuego en Nicaragua (Según
Benzoni) 33
7. Embarcación moderna en el Golfo de Fonseca ....... .......... .......... ........ ....._ .... 41
8. a, El juego del comelagatoazte. b, Una danza en Tecoatega (Según
Oviedo) 52
9. "Un método de baile en Nicaragua" (Según Benzoni) 54
10. Estatuas de Piedra, a, Valle de Ulúa, Honduras (según Gordon) ; b, Isla
Zapatera, Nicaragua (según Squier) 89
11. Pendientes de jade, Península de Nicoya, Costa Rica, (según Lothrop,
1921) 89
12. Pictografías de Nicaragua. a-c, La Seca; d, Isla de La Ceiba; e, Piedra
Pintada, Jinotepe; f, Isla Zapatera (según Flint MS) 91
13. Pictografías de Nicaragua que representan monos y aves a, b, Lago Gui-
teras; c, San Andrés; d, Caverna del Riachuelo (Según Flint MS) _.._ ...... 92
14. Método de hacer tortillas (según Benzoni) 94
15. Clavijas de piedra para lanceros (según Hartman) 95
16. Mano de almirez en forma de estribo (cortesía de W. H. Holmes) 96
17. Sección de la cantera de Managua (según Flint MS) 98
18. Cabeza de pavo empleada como asa, Tepic, México 111
19. Jarra con figura de pavo, Colima, México 112
20. Cerámica Nicoya Policroma. a, Tola, Nicaragua; b, Nicoya, Costa Rica 113
XVI ILUSTRACIONES
Página
21. Vasijas en efigie. a, Costa Rica; b, Filadelfia, Costa Rica; c, Península de
Nicoya, Costa Rica - 114
29. Vasija efigie de armadillo, Valle de Ulúa, Honduras 115
23. El armadillo tal como se le ve (a) en los frescos de Santa Rita (según
Gann), y (b) en el Códice Tro-Cortesiano 116
24. Taza Armadillo. Costa Rica 117
25. Copa armadillo. Costa Rica 118
26. Vaso de efigie, Península de Nicoya, Costa Rica 119
27. Vaso efigie. Las Mercedes, Costa Rica 119
28. Cerámica Nicoya Policroma. Santa Helena, Nicaragua 120
29. Cerámica Nicoya Policroma. a, Costa Rica; b, "Yola, Nicaragua 120
30. Copas efigie. a, San Antonio de Nicoya, Costa Rica; b, c, Costa Rica;
d , Orosi, Costa Rica 121
31. Jarrón efigie. Península de Nicoya, Costa Rica 121
32. Cerámica Nicoya Policroma. Península de Nicoya, Costa Ríca 122
33. Vasija de doble efigie. Península de Nicoya, Costa Rica 123
34. Tazones Nicoya Policromos, Nicaragua. a, b, d, Santa Helena; c, Alta
Gracia 124
35. Pata de un tazón con trípode. Santa Helena, Nicaragua 125
36. Patas de tazones que representan cabezas de aves, Nicaragua 126
37. Figura humana policroma. El Salvador 127
38. Patrones de las paredes exteriores de tazones. a. San Isidro de Guadalupe,
Costa Rica; b, Costa Rica 128
39. Cerámica Nicoya Policroma, Santa Elena, Nicaragua 129
40. Motivo interior de un tazón. Valle de Ulúa, Honduras (según Gordon) 130
41. Tazón con base de chischil. Isla de Ometepe, Nicaragua 131
42. El dios Mixcoati ataca a un jaguar (Códice Féjérvary-Mayer) 134
43. Dibujo tomado de la pared interna de un tazón. Tepic, México 137
44. Modelos de Silueta de Jaguar, Tipo A. a, Según Sp;nden, 1917; b, Pe-
nínsula de Nicoya 138
45. Modelos de Silueta de Jaguar, Tipo B (según Spinden, 1917) 139
46. Motivos Silueta de Jaguar, Tipo B. a, Península de Nicoya, Costa Rica;
b, Siete Cueros, Costa Rica; c, d, Península de Nicoya 140
47. Motivo estilizado de Serpiente Emplumada, tipo B. Península de Nicoya,
Costa Rica 144
48. Motivo Serpiente estilizada, Tipo B. Península de Nicoya, Costa Rica 146
49. Jarrón de base anular con motivo Serpiente Estilizada de tipo C. Penín-
sula de Nicoya, Costa Rica 147
50. Motivos estilizados de Serpiente, tipo E. Península de Nicoya, Costa Rica 150
51. Motivos de Serpiente Estilizada, tipo F. Tola, Nicaragua ____________ 151
52. Motivo Serpiente Estilizada. Las Mercedes, Costa Rica 152
53. Terna Serpiente Emplumada. Isla de los Sacrificios, México 153
54. Motivo Serpiente Emplumada, tipo H. a, Tola, Nicaragua; b, c. Costa
Rica - ..... _______ 153
55. Motivo Serpiente Emplumada, tipo H. a, Filadelfia, Costa Rica; b-d, Pe-
nínsula de Nicoya, Costa Rica 153
56. Motivo Serpiente Emplumada Estilizada, tipo I, Península de Nicoya.
Costa Rica __.___ 154
57. Motivo Serpiente Estilizada, tipo J. a, Península de Nicoya, Costa Rica;
b, c, San Antonio de Nicoya, Costa Rica 155
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA XVII
Página
58. Cabeza de Serpiente (Códice Féjérvary-Mayer) 156
59. Dragón Bicéfalo del altar W', Copán. (Cortesía de la Institución Car-
negie de Washington) 156
60. Dragón Bicéfalo en bordes de tazones. Tola, Nicaragua 157
61. y
Dragón Bicéfalo, Silueta de Jaguar, tipo B, Motivo Serpiente Estilizada,
tipo C. Tola, Nicaragua 158
62. Motivo Mono, Península de Nicoya, Costa Rica 159
63. Representación del mono, tipo A. Santa Elena, Nicaragua ....__ ... ... __ 160
64. 'Motivos de Mono, tipo D. a, Filadelfia, Costa Rica; b, Península de
Nicoya
65. Jarrón con esquema "Mono, de El General, Costa Rica 164
66. Fragmento de jarrón con cabeza (le mono, Valle de Ulúa, Honduras 165
67. Motivo "Cangrejo". a, Costa Rica; b, Isla de Ometepe, Nicaragua 166
68. Imagen de oro del dios Cangrejo, de Chiriquí (Según MacCurdy, 1911) 167
69. Motivo Lagarto de Chiriquí (según MacCurdy, 1911) 168
70. Esquema de coraza de Lagarto de Chiriquí, Costa Rica 169
71. Cerámica Nicoya Policroma: Motivo Lagarto. a, Santana, Costa Rica;
b, Rivas, Nicaragua 170
72. Motivo I,agarto. a-c, Costa Rica; d, Bolsón, Costa Rica 171
73. Derivados del I,agarto. a-c, Península de Nicoya; d, Filadelfia, Costa Rica 172
74. Tramas al estilo canasta, relacionadas con el motivo Lagarto, Península
de Nicoya 173
75. Dibujos derivados del tema I,agarto. a, Culebra, Costa Rica; b, Penínsu-
la de Nicoya, Costa Rica _ _ _ _
__ ....... ...... ..... ..... ...._._ ...... ... 174
76. Esquema derivado del tema Lagarto. Las Guacas, Costa Rica 175
77. Tema Silueta de Lagarto. Península de Nicoya 175
78. Tema Silueta de Lagarto. Costa Rica 176
79. Jarrón con adornos que sugieren dibujos de tejidos 177
80. Esqueinas geométricos. a, b, Península de Nicoya, Costa Rica; c, San An-
tonio de Nicoya, Costa Rica 178
81. Jarrón con volutas de grada entrelazadas, Península de Nicoya, Costa Rica 179
82. Motivos geométricos de bordes. a, c, Santa Elena, Nicaragua; b, d, Costa
Rica 180
83. Motivo Geométrico en rojo, anaranjado, gris y
negro; Tola, Nicaragua 181
84. Tazón de trípode con adornos geométricos, Península de Nicoya, Cos-
ta Rica 181
85. Dibujos sobre platos. a, Filadelfia, Costa Rica; b, Isla de Ometepc, Nica-
ragua 182
S6. Dibujo de un Tazón, Costa Rica 183
87. Dibujos geométricos. a, Península de Nicoya; b, Filadelfia, Costa Rica;
c. Isla de Ometepe, Nicaragua 183
88. Deco: ación de rayas rojas. a, Costa Rica; b, Nicaragua; c, Tola, Nicara-
gua 184
89. Decoración con lineas rojas. Filadelfia, Costa Rica 185
90. El Monstruo Terrestre 186
91. Moti‘o Inciso bajo el Esmalte, Nicaragua 187
92. Motivos Inciso bajo el Esmalte, Isla de Ometepe, Nicaragua __ ............ _. 188
93. Tazones de Cerámica Luna. Nicaragua 190
94. Un tipo de tazón que sugiere la influencia maya, Tola, Nicaragua .._ 190
XVIII ILUSTRACIONES
Página
95. Cerámica Luna. a, Motivo Mono, Península de Nicoya, Costa Rica; b,
Motivo cabeza con alas, Nicaragua; c, Motivo cabeza con alas, Isla de
Ometepe, Nicaragua 191
96. Tazón ovalado de Cerámica Luna. Isla de Ometepe, Nicaragua 192
97. Tazones de Cerámica Luna 193
98. Dos raras vasijas de Cerámica Luna de Filadelfia, Costa Rica 19-1
-
99. Cerámica Luna: Motivo Serpiente Emplumada, Tipo A, Alta Gracia, Ni-
caragua _ _
100. Cerámica Luna: Motivos Serpiente Emplumada, a, Tipo B; b, Tipo A _... 197
101. Un tazón de Cerámica Luna extraordinariamente trabajado. Alta Gra-
cia, Nicaragua 198
102. Cerámica Luna: Dibujos de Serpiente Estilizada. a, Tipo C; b, tipo D;
c-f, tipo E 199
103. Cerámica Luna: dibujos de Serpiente Estilizada. a, Tipo F, El Menco,
Nicaragua; b, c, tipo G, Nicaragua; d, tipo H, Isla de Ometepe, Nica-
ragua 200
104. Cerámica Luna: Motivo Cabeza Alada. a, Isla de Ometepe, Nicaragua;
b, El Menco, Nicaragua 202
105. Tazón de Cerámica Luna con dibujo de Jaguar. Alta Gracia, Nicaragua 204
106. Dibujo en tazón. Valle de Ulóa, Honduras (según Gordon, 1898) _._._. 205
107. Cerámica Managua. Managua, Nicaragua 209
108. Cerámica Managua. Masaya, Nicaragua (según Sapper, 1899) 210
109. Cerámica Managua. Cuiscoma, Nicaragua 211
110. Cerámica Managua: Dibujos de tazones gemelos, Cuiscoma, Nicaragua _ 212
111. Cerámica Nandaime, Nicaragua 214
112. Cerámica Nandaime, Nicaragua 215
113. Platos de trípode incisos de Cerámica Nandaime. a, Nandaime, Nicara-
gua; b, Nindirí, Nicaragua 216
114. Cerámica Nicoya de líneas negras. a, Tola, Nicaragua; b, Costa Rica ..._ 217
115. Cerámica Nicoya de líneas negras: Esquema Lagarto. Península de Ni-
coya, Costa Rica 218
116. Cerámica Nicoya de líneas negras, Costa Rica 219
PREFACIO
XIX
XX CERANIICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
XXIII
XXIV CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
(*) Eqa afirmación es un tanto a la ligera, pues no toma en cuenta la principal razón
de esa carencia de indios puros, a saber, el mestizaje, el glorioso mestizaje de la conquista espa-
ñola. (N. del T.).
IN'FRODUCCION XXV
Atlántico. Aquí puede que también algún día se encuentre una cul
tura de tipo transicional.
La historia de Costa Rica es accesible a los lectores de habla
inglesa a través de la excelente obra de Fernández Guardia, la cual
ha sido traducida al idioma inglés (1913) 1 . Nicaragua no ha sido
tan bien cubierta por los historiadores modernos; las mejores obras
son el tratado general de Bancroft* sobre la historia de Centro Amé
rica y las obras de Ayón y Gámez en español.
El breve resumen siguiente muestra las primeras expediciones
españolas que produjeron las fuentes literarias para el estudio de
las tribus aborígenes:
1502. Costa Rica y Nicaragua son descubiertas por Colón, quien en su cuarto viaje
atravesó toda la costa atlántica de ambos países.
1519. Hernán Ponce de León y Juan de Castañeda descubren la costa del Pacífico
de Costa Rica.
1524. Francisco Hernández de Córdoba funda Bruselas en Costa Rica y León y Gra
nada en Nicaragua. El asentamiento en Costa Rica fracasó, pero Nicaragua quedó
en posesión española desde esta fecha en adelante.
1528. El historiador Gonzalo Fernández de Oviedo visita Nicoya y Nicaragua.
1540. Hernán Sánchez de Badajoz intenta una fundación en la desembocadura del
río Sixaola.
1544. Diego de Gutiérrez, entre cuyos seguidores se encontraba el historiador Ben
zoni, intenta una fundación en el río Suerre o Reventazón.
1561. Juan de Cavallón marcha por tierra desde Nicaragua hacia Nicoya y de ahí
hacia la meseta central en donde funda la ciudad de Garcimuñoz. Esta fue la pri
mera fundación que logró éxito en Costa Rica.
1562. Juan Vásquez de Coronado sucede a Cavallón. En los años siguientes sus
expediciones desde Garcimuñoz penetran hacia la porción meridional de Costa Rica
a lo largo de ambas costas y también hacia el norte hasta el río San Juan.
1568. Perafán de Ribera explora la mitad meridional de Costa Rica en ambas costas.
1. Véase la Bibliografía.
" Que está siendo traducido especialmente para la Colección Cultural Banco de América,
por Orlando Cuadra Downing. (N. del T.)
PARTE I
TRASFONDO HISTORICO
CAPITULO I
TRIBUS Y LENGUAS
3
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
4
Nahoas
Nicaraos
Nahuatlatos
Desaguaderos
Bagaces
Siguas
Chuchures ( ?)
Maribios
Subtiabas
Maribichicoas
Tlapanecas
Coahuiltecos
Hokanos
Chibchas
Talamancas
Güetares
Votos
Suerres
Corobicis
Ramas
CLASIFICACION 5
TRIBUS DE ORIGEN INCIERTO:
Posiblemente chibchas
Ulúas
Matagalpas
Mosquitos
Chorotegas
Cholutecas
Mangües
Orotiñas
Chiapanecas
Mazatecas
Tacachos
1. NAHOAS
los nicaraos habitaron en las islas y también en la costa norte del lago.
No obstante, tendremos que mirar esta hipótesis como discutible,
mientras no la confirmen pruebas arqueológicas.
La "capital" de los nicaraos era Quauhcapolca, situada cerca
de la moderna ciudad de Rivas. Otros centros importantes eran:
Tecoatega, Totoaca, Teoca, Mistega, Xoxoyta, Papagayo, Ochomo
go y Oxmorio. El nombre del cacique Niqueragua se ha perpetua
do en el de la República de Nicaragua (véanse páginas 20_21).
Las leyendas de migraciones de los nicaraos son sumamente con_
fusas, aun cuando ellas proporcionan alguna información de interés.
Podemos comenzar examinando el relato de Torquemada, quien
nos da el recuento más completo y quien reunió su conocimiento de
primera mano. Este autor nos dice (lib. III, cap. XL) que—
a. Los ancianos de Nicaragua solían decir que sus antepasados y los de los níco-
y anos ("que por otro nombre se dicen Mangnes", esto es, mangües) habitaron en
otra época en el desierto de Xoconochco (Soconusco), el cual se encuentra entre Soco-
nusco y Tehuantepec.
c. Así vivieron por cierto período igual a la suma de las vidas de siete u ocho
hombres muy ancianos, cuando los olmecas, que desde mucho antes habían sido sus
enemigos, aparecieron repentinamente con procedencia de México y los dominaron.
e. Después que hubieron viajado durante veinte días, uno de sus caudillos murió.
f. Pasaron por Guatemala y dejaron una colonia en "Ealcos", esto es, Izalco
(El Salvador), cuyos habitantes se llamaban "pipiles". Otros poblados fueron esta-
blecidos en "Mictlan", esto es, Mitlán (El Salvador) o Asunción Mita (Guatemala)
y en "Yzcuintlan", esto es, Escuintla (Guatemala).
Que los nicoyanos sobrepujarían a los otros y que algún día serían sojuzgados
por hombres blancos barbados, peores que los olmecas;
Que los olmecas (de quienes se supone iban huyendo) se asentarían cerca
del Mar del Sur hacia el este, cerca del Golfo de San Lúcar (Golfo de Nicoya) ;
Que las tribus de Nicaragua se asentarían en un mar de agua dulce a la vista
de una isla con dos picos, lo cual obviamente se refiere a la Isla de Ometepe, cuyo
nombre mismo significa "dos montañas" en náhuatl.
GRUPOS NAHOAS 7
h. La tropa nahoa pasó entonces al Mar del Norte "y cerca del Desaguadero,
(esto es, el río San Juan) hay. un poblado habitado por ellos, y hablan una lengua
mexicana no tan corrupta como la de los pipiles".
j. Desde Nicoya fueron a Xolotlán, o Nagarando, esto es, los llanos de León
(Nicaragua) ; pero no se sentían contentos ahí, porque no podían ver los dos picos
gemelos de Ometepe.
1. Gómara (1852, p. 283) afirma que la lengua chorotega es la original y antigua de Nica-
ragua: "Hay en Nicaragua cinco lenguajes muy diferentes: corobici, que loan mucho; chorotega,
que es la natural y antigua..."
Este pasaje es evidente que ha sido mal copiado por Herrera (dec. III, lib. IV, cap. VII),
quien dice: "Hablaban en Nicaragua cinco lenguas diferentes, Corobici que lo hablan mucho en
Choluteca, que es la natural, i antigua..."
2. Oviedo (lib. XXXIX, cap. III escribe: "...porque assi como difieren en lenguas assi en
cerimonias é ritos é amistad y en todo lo demás son differentes".
3. Gómara (1852, p. 284) dice: "...é dicen que habiendo grandes tiempos há una general
seca en Anauac, que llaman Nueva España, se salieron infinitos mexicanos de su tierra, y vinieron
po r aquella mar Austral a poblar a Nicaragua".
Motolinía (1914, p. 9) dice: "En tiempo de una gran esterilidad, compelidos muchos indios
con necesidad, salieron de esta Nueva España, y sospecho que fue en aquel tiempo que hubo
cuatro años que no llovió en toda la tierra; porque se sabe que en este propio tiempo por el mar
del Sur fueron gran número de canoas o barcas, las cuales aportaron y desembarcaron en Nicara-
gua, que está de México más de trescientas y cincuenta leguas, y dieron guerra a los naturales
que allí tenían poblado, y los desbarataron y echaron de su señorío, y ellos se quedaron, y pobla-
ron allí aquellos Nahuales; y aunque no hay más que cien años, poco más o menos, cuando los
GRUPOS NAHOAS 9
ción a Nicaragua fue una gran sequía, ambos apoyan de una manera
general el relato de Torquemada, el cual recibe confirmación en el
relato que le hicieron los nicaraos a Fray Francisco de Bobadilla y
que cita Oviedo.
No somos naturales de aquesta tierra, é mucho tiempo que nues
tros predecesores vinieron a ella; é no se nos acuerda qué tanto há,
porque no fue en nuestro tiempo ... La tierra de donde vinieron
nuestros progenitores se dice Ticomega é Maguateca, y es hacia don_
de se pone el sol; é viniéronse porque en aquella tierra tenían amos,
a quienes servían, é los tractaban mal.
En esa tierra los antepasados de los nicaraos dijeron que ellos
habían servido a sus señores—
"en arar é sembrar é servir como agora servimos a los cripstianos; é aquellos sus amos
los tenían para esto é los comían, é por esso dexaron sus casas de miedo, é vinieron a
esta tierra de Nicaragua; e aquellos amos avían allí ydo de otras tierras, é los tenían
avassallados, porque eran muchos, é desta causa dexaron su tierra é vinieron a aquella
dó estavan".
i. Véase Oviedo, lib. XLII, cap. I, y Fernández, Colección de Documentos, vol. I, p. 122.
En su mapa lingüístico, Lehmann (1911) ha mostrado un asentamiento mexicano en las proximi-
dades de/ pueb/o de Nicoya. No se da justificación de esto, ya que todas las autoridades están
acordes en que Nicoya era chorotega; de hecho, el mismo Lehmann en otra parte del documento
(p. 705, nota 1) señala que Nicoya era centro de población chorotega. La aserción de este
autor de que la presencia de colonias mexicanas en Centro América fue comprobada por sus
investigaciones personales (Encyclopaedia Britannica, XI ed., vol. XVIII, p. 335) es más bien
desconcertante, porque estos asentamientos son descritos por los historiadores españoles y. su len-
gua ha sido estudiada por Berendt, Brinton, Fernández, Gabb, Squier, Sapper, Swanton y Thomas,
y titros.
2, -El gran rey NIontezuma, que envió sus ejércitos... en demanda de la dicha provincia
de la cual tuvo muchas y muy especiales piezas de oro en su potier ... y he visto reliquias de
sus soldados y ejércitos, que se llaman nauatatos". — Juan de Estrada Rávago, p. 3.
"Luego rresta poblar otro pueblo que salga a la bahía del Almirante, donde ay. en la tierra
que llaman Duy más de seis mili yndios de guerra, y ay noticia que tienen su trato con los de
México que allí quedaron quando tes tomó la voz de la entrada primera de los españoles, avien-
do ydo ellos por el tributo de oro de aquella provincia dava a Montezuma". Fernández, Colec-
ción de Documentos, vol. V, pág. 100.
3. La palabra caribe la emplearon los españoles para denominar a una tribu caníbal, o en
un sentido más general, cualquier tribu salvaje. Es corrupción del nombre del caudillo de Santo
Domingo, Cannabba, "rey de las montañas y el mismo poderosísimo". Véanse las cartas CXLVII
y CI.III de Pedro Mártir en la edición de 1530.
12 CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
En este Nombre de Dios había cierta raza de gente que se decían los chuchures,
gente de lengua extraña de los otros indios. Vinieron a poblar en canoas procedentes
de Honduras, y como la región era malsana, menguó su número y sólo quedaron unos
cuantos. De estos ninguno sobrevivió al tratamiento que recibieron después que fue
fundado Nombre de Dios.
Esta pequeña tribu tal vez haya sido de origen náhuatl, corno lo
sugiere su nombre, pues las formas reduplicadas, tales corno pipil,
chichimeca, popoloca, etc., son características de la lengua náhuatl.
No obstante, este razonamiento puede ser incorrecto. Una pequeña
confirmación puede lograrse por la leyenda que conserva Torquema
da (véase pág. 7) de que los pueblos nahoas presionaron río abajo
en el San Juan y llegaron hasta Nombre de Dios.
G—Finalmente, debemos mencionar la invasión de Panamá
por una tribu innominada (descrita por Andagoya y Herrera) que,
por sus tendencias antropofágicas y su actitud belicosa, podemos cla
sificar provisionalmente como rama de los pochtecas aztecas, o gre
mio de comerciantes. Herrera describe esta incursión al estilo de
los hunos (dec. II, lib. III, cap. VI) con las siguientes palabras:
"Dos años antes que los Castellanos entrasen en la Provincia de París, havía
llegado a ella un gran Exercito de Hombres, que venían de la buelta de Nicaragua,
feroces, i Guerreros, por lo cual de todas las Provincias los salían a recibir de Paz,
dándoles quanto pedían. Comían carne Humana, con lo qual ponian gran temor en
las Tierras adonde llegaban. Mentaron Real en vna Provincia, que confina con la
de París, dicha Tubrabá, en vn llano, adonde les llevaban de los Pueblos, Muchachos
que comiesen, i otros Mantenimientos, que pedían. Dioles una recia enfermedad de
cámaras, que les forcó a levantar el Exercito, i bolverse á la Costa de la Mar, por
donde havían ido. Y como el Señor Cutatura, dicho París los sintió enfermos, i des-
cuidados, dió en ellos un Día al Alva i los mató a todos, sin que ninguno se salvase,
i tomó el despojo, adonde halló cantidad de oro".
II. MARIBIOS
miento, porque varios documentos del siglo XVI sitúan este río en
el departamento de Nueva Segovia, en Nicaragua, y es de presumir
que cerca de la ciudad de ese nombre. (*)
C—TLAPANECA. Los extensos vocabularios comparados publi
cados por Lehmann (1915) han demostrado que el tlapaneca está
íntimamente relacionado con el dialecto subtiava de Nicaragua.
Los problemas que surgen por los muchos pequeños grupos lingüís
ticos del Istmo de Tehuantepec no nos conciernen directamente.
Baste decir que por lo menos dos lenguas nicaragüenses están repre
sentadas —el maribio y el chorotega— y que el promiscuo inter
cambio de palabras ha añadido mucho a las complejidades de la si
tuación. El tlapaneca ha sido encontrado en años recientes en los
pueblos de Potinchan, Tolomixtlahuacan, Pascala, Atlauiajalcinco
y Mixtecapan.
III. CHIBCHAS
(•) No hay- ciudad llamada Nueva Segovia, sino "Ocotal". (N. del T.).
GRUPOS CHIBCHAS 15
de la mitad meridional de Costa Rica, han sido agrupadas bajo el
nombre de talamancas. El límite sur está señalado a grandes ras
gos por una línea trazada desde la bahía del Almirante hasta el río
Coto. Por el norte se extienden hasta el territorio de los güetares.
Los complejos grupos de tribus de esta región han sido estudiados
por Gabb, Pitticr, Thiel, Pinart, Fernández, Peralta y otros. Como
este problema no nos concierne directamente, remitimos al lector a
las obras de ellos, si quiere mayor información. Un resumen conve
niente lo podrá encontrar en Swanton y Thomas (1911).
B— GUETARES. Aunque las tribus agrupadas bajo este nombre
ocuparon una extensa región y entraron en contacto con los españo
les en fecha temprana, se dispone de poca información acerca de
ellas. El nombre se deriva del jefe Huetare (v. fig. 3). Oviedo
(lib. XXIX, cap. XXI) afirma que moraban en las colinas detrás
de la Punta de Herradura y se extendían hasta los confines de los
chorotegas. Sin embargo, el término en la actualidad se aplica tam
bien a las tribus del interior y de la costa atlántica.
La lengua ha sido estudiada principalmente por Uhle, Herzog,
Thiel (1882) y Brinton (1897, 1898). Gracias a los trabajos de
estos investigadores se ha logrado establecer que el güetar es un dia
lecto chibcha estrechamente emparentado, si no idéntico, con el
que se habla en Talamanca. Hay que señalar que, para determinar
la naturaleza del idioma, las pruebas documentales de los siglos
XVI y XVII son más fidedignas que los vocabularios recogidos en
el siglo XIX, porque se importaron indios de Talamanca para re
emplazar a los güetares que habían muerto por [as terribles condi
ciones que se les impusieron, o que habían escapado al territorio de
los votos y corobicis. Gagini (1917, pp. 56_57) cita seis documen
tos que demuestran que los talamancas fueron fincados por los espa
ñoles en aldeas güetares. De estas fuentes resulta que los indios ta
lamancas fueron a Tres Ríos, Garabito, Atirro, Tucurrique, Orosi,
Ujarraz, etc., y que en 1666 los votos fueron llevados en masa a Ati
rro. El vocabulario citado por Brinton fue obtenido en Orosi y Tu
currique por el señor Riotte; pero su valor es discutible, ya que
Gabb, que escribía en 1875, afirma que los habitantes de estas dos
poblaciones hablaban talamanca.
Un documento publicado por Fernández (Documentos, V, p.
218) es de suma importancia, pues no sólo demuestra que el güctar
y el talamanca eran similares, sino que afirma que el güetar era "la
lengua importante y general" de toda Costa Rica.
Zeledón ha aportado otro dato (1918). Fray Agustín de Ze
vallos, Provincial de los Franciscanos de la Provincia de San Jorge
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
16
1. Juan Vásquez de Coronado (1908, p. 38) escribe: "hallé aqui (Provincia de Pacacua)
un cacique con nueve yndios mangües y sus mugeres y hijos, que son por todos 26, que no an
quedado mas de seys o siete mili yndios que estavan poblados en la Churuteca y Orotiña, que
todos los an muerto y sacrificado los huetares, y estos no pasara año que no murieran todos:
saquéllos de alli con lagrimas de contento, poblélos cabe al puerto de Landecho, ques en la Chu-
ruteca, propia tierra suya".
18 CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
IV. ULUAS
1. Véase Squier (1860, p. 20) y Rodríguez (1912, p. 22). Squier (op. cit., p. 114) rela-
ciona el nombre Taulepa de San Miguel con Taulebé, o Lago Yojoa, de Honduras, de lo
cual sugiere que los taulepas hablaban un dialecto lenca. Lehmann (1910) trabajó sobre esta
idea, y además ha identificado a los potones como una tribu maya por medio del análisis de
la palabra misma; método que, apenas necesito señalarlo, es de poco valor, salvo que lo apoyen
rtras pruebas. Sin embargo, tanto Squier como Lehmann parece que erraron al creer que el
taulepa y el ulúa son lenguas diferentes, como se evidencia al examinar cuidadosamente los tex-
tos españoles, pues Juarros escribe "Teulepa-Ulva", mientras que Palacio afirma que las len-
guas de San Miguel son "Potón, y Taulepa Ulva". Se nota que Squier tradujo mal este pasaje,
ilues dice: -Poton, Tauiepa, and Ulva".
Como los complejos elementos lingüísticos de la región del Golfo de Fonseca sólo son tratados
con detalle en la Relación de Alonso Ponce, puede ser de interés el siguiente resumen (I, p. 329
■ sjg,.):
I. Provincia de San Miguel (El Salvador)
"Los indios dei aquel pueblo (Oxucar) y de otros muchos de aquella comarca hablan una
lengua llamada potona, diferente de la pipil".
"Los indios de aquella guardianía (de San Miguel) parte son potones y parte ultlas, pero
entienden la lengua mexicana y en ella se les predica y ellos se confiesan" (F).
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
20
Desde la ciudad de León hasta Olocotón hay nueve leguas, y otras seis leguas más
adelante están los primeros guaxenicos, que son una raza de este nombre; y otras tres
leguas más alla están otros guaxenicos, y desde este lugar hay tres leguas hasta Palan-
gagalpa ...
V. MATAGALPAS
"Los siguientes pueblos hablaban potón: Oxucar, Auacayo, Xiquilisco, Ozolután, Santa Ma-
ría, Ereuaiquin, Xirivaltique, Elenuayquin y Amapal. Esta lengua también se hablaba en Auet-
zaltepet1 (Meangola) y Teca (Conxagua), únicas islas habitadas del Golfo de Fonseca.
El Ulúa se hablaba en Omonleo y en otro pueblo cuyos habitantes lo abandonaron y se fin-
caron en Tzirama.
El pueblo de Santa María estaba dividido por una hondonada, en uno de cuyos lados
vivían Fotones y en el otro "indios" que hablan la lengua mexicana y que se llaman a si mis-
mos "Los Mexicanos".
De los indios de esta región, "algunos son Mangües, otros Ulúas, y otros Potones, y de todos
quedan pocos".
Los pueblos mangües (Cholutecas) eran: Nicomongoya, Nacarahego y Nacaome.
Los pueblos Ulúas eran: Ola, Colama, Santiago Lamaciuy, Zazacalí, Condega y Zomoto.
"Las lenguas que hay en aquella tierra (Nicaragua) son la mangüe, la marivio y la mexi-
cana corrupta, y otras algunas.
"La lengua que hay en estos conventos y sus visitas es la mangüe, en la mayor parte de
Nicaragua, aunque también hay indios nauales; y en la isla de la Laguna se habla . otra lengua
particular, en Costa Rica otra y otras, pero por toda esta tierra corre la mexicana, como queda
dicho".
Los pueblos Náhuatl eran: Cinaltépetl y Olomega, cuyos habitantes se trasladaron a El Viejo
y Chinandega.
Los pueblos maribios eran: Mazatega, Chichigalpa, Pozolteca, Miauagalpa (Pozoltequilla)
y Cinandega.
Los pueblos mangües eran Xutiaba, Mabiti, Nagarote, Matiara, Managua, Nindiri y Masaya.
En Yaeacoyaua los indios hablaban "una lengua llamada tacacho, particular en aquella
tierra".
GRUPOS MATAGALPAS 21
VI. MOSQUITOS
VII. CHOROTEGAS
1. Este relato de Andrés de Cereceda (1522) es tan importante, que ha parecido mejor citar-
lo íntegramente. El texto español puede encontrarse en Documentos Inéditos, tomo XIV. Des-
pués de describir la ruta seguida desde Panamá, Cereceda prosigue de la manera siguiente:
"El cacique Hurtare vive 20 leguas más allá (del cacique Cob), 12 a lo largo de la costa
y 8 hacia el interior: fueron bautizadas 28 personas: dio 433 pesos, 4- tomines.
El cacique Chorotega vive 7 leguas más allá, cerca de la costa del mar en el Golfo de San
l'icente (Nicoya), que es el punto más lejano alcanzado por los barcos del Alcalde Mayor (Gas-
par de Espinosa). Chorotega es caribe [esto es caníbal], y desde aquí en adelante todos lo son:
fueron bautizadas 487 personas: dio 4,708 pesos y 4 tomines de oro. A este sitio Andrés Niño
trajo 468 pesos, 2 tomines de oro de la Isla de Shira.
El cacique Gurutina [Orotina] está a otras 5 leguas: fueron bautizados 713 personas: dio
6,053 pesos y 6 tomines de oro.
El cacique Choini [Chornesj que vive 6 leguas adentro, se escondió y sus súbditos abando-
naron sus casas; allí se recogieron 683 pesos 2 tomines de oro.
24 CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
El cacique Potosí [Oviedo menciona una isla de este nombre, "cerca de tierra en parte me-
ridional del golfo", que León Fernández cree que es la actual Pan de Azúcar] vive a 4 leguas
por mar a través del Golfo de San Lúcar, desde donde Gurutina. Dío 133 pesos de oro.
El cacique Paro está a otras 2 leguas: fueron bautizadas 1.016 personas: dio 657 pesos, 4
tomines de oro.
El cacique Canjén [este está al sur de Paro] está a otras 3 leguas: fueron bautizadas 1,118
personas: dio 3,257 pesos.
El cacique Nicoya está a otras 5 leguas en el interior: fueron bautizadas 6,063 personas,
dio 13,442 pesos de oro, junto con un poco que dio el cacique Mateo.
El cacique Sabandi [este es el nombre aborigen del río Tempisque] está a otras 5 leguas.
El cacique Corevisi [Corobici] vive a 4 leguas de Sabandi fueron bautizadas 210 perso-
nas: este jefe, junto con los caciques Sabandi y Macagua y los caciques de Chira, dio 840 pesos,
y 4 tomines de oro.
Desde la morada de este cacique hasta las minas de Chira [no se las debe confundir con
la isla del mismo nombre] hay 6 leguas; el capitán fue a verlas; 10 pesos, 4 tomines de oro
bajo se sacaron en 3 horas con bateas de madera, el viaje de regreso fue otra vez de 6 leguas.
GRUPOS CIIOROTEGAS 25
El cacique de Diriá [que probablemente vivía junto al río de este nombre] está a 8 leguas
de Corevisi: los jefes dieron 133 pesos, 6 tomines de oro: 150 personas se hicieron cristianas.
El cacique Narniapi [que vivía en el Golfo de Culebra] vive a 5 leguas más allá: fueron
bautizadas 6 personas: dio 172 pesos oro y 22 pesos de perlas.
El cacique Orossi vive 5 leguas en el interior: 134 personas se hicieron cristianas; dio 198
pesos, 4 tomines de oro.
El cacique Papagayo [entre la bahía de las Salinas y San Juan del Sur, este jefe era proba-
blemente nahoa], está a otras 10 leguas; 137 personas fueron bautizadas: dio 259 pesos, en su
mayor parte de oro de grado bajo.
El cacique Niqueragua está a 6 leguas, 3 de ellas en el interior, cerca del mar dulce: 917
personas fueron bautizadas: dio 18,500 pesos de oro, en su mayor parte de grado bajísimo.
Los caciques de Nochari están 6 leguas más allá entre el mar del Sur y el mar dulce: estos
caciques son Ozhornogo, Nandapia, Mombatho, Nandayme, Morati, Gotega: en esta provincia
fueron bautizadas 12,607 personas; dieron 33,434 pesos de oro, todo de grado bajísimo.
A esta provincia de Nochari vinieron los caciques de Dirianién y trajeron presentes que
montaban a 18,818 pesos de oro, en su mayor parte bajísimo, juntos con un poco de oro habido
de los caciques de Nochari.
Caminamos 12 leguas alrededor del Golfo de San Lúcar a través de los dominios de los
caciques Avancari [Abangares] y Cotori, antes de volver a la provincia de Gurutina".
26 CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
1. Salteba (Jalteva) es hoy un suburbio de Granada. Froehel (1859, p. 52) hace la inte-
resante observación de que los moradores son descendientes de los dirianes, y que, en las san-
grientas guerras civiles que ha habido en Nicaragua, ellos se han puesto de parte de León con-
tra Granada, a la cual apoyaron indios de ascendencia náhuatl. Parece, pues, que los actuales
partidos políticos de Nicaragua muestran una clara afiliación a los antagonismos raciales pre-
hispánicos de ese país.
GRUPOS CHOROTEGAS
27
2. García (lib. V, cap. V) dice: "Cuentan estos indios que vinieron sus Progenitores de
ácia el Nuevo México, i traxeron consigo dos, o tres Dioses, que adoraban, i que en la Provincia
de Soconusco se dividieron, por ciertas ocasiones, en dos partes: la una fue a poblar a la Pro-
vincia de Nicaragua: i la otra parte pobló en lo que aora llaman Provincia de Chiapa".
28 CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
VIII. TACACHOS
CULTURA MATERIAL
FUENTES
29
30 CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
VIVIENDAS
corriente, e sobre las cañas, que son de las gruessas, que cada cañuto es tan grueso
como la pantorrilla de la pierna é muy bien atadas. El qual portal es hecho para
defensa del sol, é puesta del Leste al Hueste porque nunca le dé por los lados el sol,
sino poca cosa e quenda llega a los extremos de los trópicos: de manera que quassi
continuamente passa el sol sobre el dicho portal, é guando a la mañana sale, no entra
por la cabecera por más de un breve espacio é aun aquel le defienden los árboles que
están enfrente de la plaga de fructales; é lo mesmo subcédele, guando se va a poner
o de vísperas adelante. E por las aguas tiene alguna paja sobre las cañas, aunque en
aquella tierra llueve pocas veces, é también para más defensa del sol é que no entre
par las junturas de las cañas. Este portal es la estancia ordinaria del cacique en lugar
de casa de su corte; é a la parte oriental, a siete ú ocho passos debaxo deste portal
está un lecho de tres palmos alto de tierra, fecho de las cañas gruessas que dixe, y en-
cima llano é de diez o doce pies de luengo é de cinco o scys de ancho, e una estera de
palma gruessa encima, é sobre aquella otras tres esteras delgadas é muy bien labradas,
y encima tendido el cacique desnudo e con una mantilla de algodón blanco revuelta
sobre sí: é por almohada tenía un banquito pequeño de cuatro pies, algo cóncavo quello
llaman duho, é de muy linda é lisa madera muy bien labrada, por cabecera: é la cabe-
cera de aqueste lecho era á Oriente, é los pies a la parte del Poniente. E de un estante
o poste, allí cerca, colgado un arco e ciertas flechas é una calabaga pequeña con miel, é
a diez passos delante del dicho escaño avía en la una é otra nave, en dos rengles, dos ór-
denes de esteras tendidas, de más de treynta passos el trecho de luengo de muchas dellas.
... ...
Güetares.—No se conoce
ninguna descripción de las vi_
viendas de los güetares meridio
nales, pero los restos arqueoló
gicos muestran que las casas de
la región eran semejantes a las
que hasta hace poco se usaban
en Talamanca. Esta vivienda
(lám. III) es una estructura có
nica grande de postes tapados
con paja. Sapper (1904, p. 28)
y Skinner (1920a, p. 47) han
descrito estas edificaciones con
Fig. 4.— Una casa aborigen sobre un árbol.
algún detalle. (Según Benzoni)
Benzoni (p. 126) describe
una casa en la tierra de los suerres "que tenía forma como de huevo,
como de cuarenta y cinco pasos de largo por nueve de ancho. Esta
ba rodeada de cañas, cubierta con hojas de palma notablemente bien
entrelazadas; había también otras casas, pero sin nada especial”. En
la fig. 5 aparece una reproducción del esquema publicado por
Benzoni.
CIUDADES
ALIMENTOS
TRAJES
Traen los hombres unos cosseletes, sin mangas, de algodón, gentiles é de muchos
colores texidos, é unos ceñideros delgados ó blancos de algodón tan anchos como una
mano, é tuércenlos hasta que quedan tan gruessos o más quel dedo pulgar, é danse mu
chas vueltas alrededor del cuerpo, de los pechos abaxo hasta la punta de la cadera; é
con el un cabo que les sobra métenlo entre nalga é nalga, é sácanle adelante, é cubren
sus vergüenzas con aquel é préndenlo en una de aquellas vueltas del ceñidero; é aque
lla vuelta é cabo suéltanlo para orinar é descargar el vientre é hacer lo que les convie-
ne. Las mugeres traen naguas de la parte abaxo hasta cerca de la rodilla, é las que
son principales hasta cerca de los tovillos é más delgadas, é unas gorgueras de algodón,
que les cubren los pechos. Los hombres hacen aguas puestos en cluquillas, é las mu
geres estando derechos de pies a dó quiera que les viene la gana. Ellos traen zapatos
que llaman guiaras, que son de dos suelas de venados é sin capeladas, sino que se pren-
den con unas cuerdas de algodón o correas desde los dedos al cuello del pié o tovillos
á manera de alpergates.
la aldea de Cariay, de la que hay razón para creer que estaba situada
en el territorio de los giietares. 1 Allí observó que los habitantes ves_
tían calzones de corteza, con un agujero en el centro, que cubría el
cuerpo por delante y por detrás, mientras que las mujeres se envolvían
en un pedazo de corteza sin molestarse en darle forma de traje.
En las cercanías de Cartago los hombres se ataban unas hebras de
algodón cerca del prepucio, costumbre claramente emparentada con
Sur América.
Corobicis.— Oviedo (lib. XLII, cap. XII) dice que las mujeres
corobicis usaban calzones y el resto de la persona desnudo.
c) Cariay fue señalada por la belleza de sus montañas. Esto no podría ser cierto respecto
a la costa de Nicaragua, ni a la desembocadura del río San Juan, ni a la barra del Colorado.
d) Cariay quedaba en un lugar opuesto a la isla de Quiribri. Frente a Limón hay una isla,
la Uvita.
e) Un documento fechado en 1675 (Fernández, Colección de Documentos, VIII, 348) dice
respecto a Limón: "Muy cerca de este portete entra un río que llaman del Caray [Carey] que
forma una bala grande con la entrada breve y corta, y en ella se forma una isleta muy a propósito
para fortificación".
f) Los indios talarnancas dan actualmente a Puerto Limón el nombre de Querey. Véase
Thiel en Gaceta de Costa Rica, No. 118, 18/XI/1900.
g) Colón describe el río como ancho, mientras que Limón o Cieneguita es angosto. Sin em-
bargo, Ricardo Fernández Guardia (1913, p. 30 n.) asevera que existen razones para creer que
en esta corriente desembocaron en una época las aguas del río Banano.
ORNANIENTACION Y DECORACION 37
hay desde la cintura alta del dedo index a la cabeza deI mesmo dedo, para denotar el
caso por esta medida del cabello: y en medio de aquella corona dexan un flueco de ca-
bellos más altos, que parescen como borla: estos son como cavalleros muy estimados é
honrados entre los mejores de los destas tres lenguas nicaraguas, chorotegas y chondales".
Traen sajadas las lenguas por debaxo, é las orejas é algunos los miembros viriles,
é no las mugeres ninguna cosa destas, y ellos y ellas horadadas las orejas de grandes
agujeros; ... Ellas traen muchos sartales de qüentas é otras cosas al cuello, y ellos son
gente belicosa é astutos é falsos en la guerra é de buenos ánimos.
dedor de las cabezas, y las mujeres lo llevaban corto COMO los espa
ñoles. Benzoni (p. 132) dice que los hombres se pintaban el cuerpo
en negro y rojo, y que se adornaban vistosamente con plumas. Figu
rillas de oro semejantes a las bien conocidas de Chiriquí se llevaban
atadas a los brazos o piernas, o colgadas al cuello.
Chorotegas.— De los indios de Nicoya, Oviedo (lib. XLII, cap.
XI) escribe:
Los cabellos luengos é cogidos en dos trancados, porque por medio de la carrera
o crencha se peyna la mitad de la cabeza, y el un trancado [trenza] se coge derecha-
mente sobre la oreja, é otro trancado sobre la otra con la otra mitad de los cabellos:
é. assí bien cogidos los cabellos, traen aquellos trancados de tres ó quatro palmos, é más
é menos, segund tienen el cabello luengo ó corto.
Estos desta provincia de Nicoya traen oradado el labio baxo, hecho un agujero
entre la boca é la barba, é allí puesto un huesso blanco é redondo tamaño como medio
real: é algunos traen en lugar de huesso un botón de oro de martillo é préndenlo por de
dentro de la boca; é aquello con que lo prenden y el asidero del botón, como topan en
el assiento de los dientes baxos, tanto quanto más bulto tienen, tanto más salido para
afuera les hace traer el bel() o labio baxo de la boca; é para comer é beber se los quitan
esos botones, si quieren [Oviedo, loc. cit.].
1. Brinton (1883, p. ix, n. 5) deriva la palabra calachuni del maya halach uinic "hombre
santo". Explica su presencia en Nicaragua sobre la base de que fue adoptada por los españoles
y aplicada en forma promiscua como lo fue la palabra haitiana cacique. Al autor le parece
improbable esta explicación, porque Oviedo visitó Nicaragua y Costa Rica en 1528, mientras
que la conquista de Yucatán no se emprendió sino hasta fines de ese año y Oviedo mismo (lib.
XXXII, cap. II) afirma explícitamente que no conoció sobrevivientes de las campañas de Mon-
tejo sino hasta 1541. Las breves visitas de Hernández de Córdoba, Juan de Grijalva y Hernán
Cortés, a Yucatán, difícilmente podrían explicar la adopción de un vocablo maya para ser usado
en forma general por los españoles.
TEJIDOS - ALFARERIA 39
TEJIDOS
ALFARERIA
Se hace muy hermosa loza de platos y escudillas é cántaros é jarros é otras vassijas,
muy bien labradas, é tan negras como un fino terciopelo negro, é con un lustre de un
muy pulido azabache; é yo truxe algunas piezas dessa loza hasta esta cibdad de Sancto
Domingo de la Isla Española, que se podían dar a un príncipe por su lindeza; é del
talle é forma que se les pide ó se les manda hacer a los indios assí las hacen.
40 CERANIICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
LIBROS
EM BARCACIONES
Pedro Mártir (p. 241) nos dice que los templos se empleaban
como arsenales, y que se mantenían a punto gran cantidad de armas.
Güetares. Las principales armas ofensivas eran las piedras y
las lanzas. Benzoni (p. 133) dice que arrojaban piedras con fuer
za suficiente para hundir los cascos de acero de los españoles. Fer
nando Colón (p. 608) dice que las lanzas eran de "palmera, tan
negras como el carbón, duras como el cuerno, y tenían puntas de hue
so de pescado". Añade que algunos hombres llevaban arcos y fle
chas, y otros cachiporras. Una figurita de alfarería que encontró
Skinner en Las Mercedes (lám. CXC, a), representa a un guerrero
con coraza y escudo de algodón. Me inclino a atribuir a los güetares
el uso de armaduras de algodón, ya que se sabe que ellos eran hábiles
tejedores del algodón.
1. Juan Vásquez de Coronado (1908, p. 55) escribe que la desventurada expedición de Diego
Gutiérrez fue vencida en el Valle de Tayut, Provincia de Tayutic, que estaba a sólo cinco leguaq
de Cartago. En otras palabras: esta derrota tuvo lugar en la región de los guarcos, y. no en la
de los suerres. Por lo tanto, la descripción de Benzoni se aplica a tribus del interior, no a las
coqeras.
CAPITULO III
USOS Y COSTUMBRES
FUENTES
VIEDO (lib. XLII, cap. I), que nos dejara una información
44
FUENTES 45
RANGOS
GOBIERNO
tienden. Quando algún mensajero viene o trae alguna embaxada, no le dice al cacique
a lo que viene, sino a uno de los dichos principales; y este principal lo refiere al cacique,
aunque está pressente, para que provea lo que fuesse su voluntad é sepa lo que hay de
nuevo; é al lo provee luego, é con pocas palabras de la forma ques dicho, mandando
en el caso a un capitán o mas de aquellos lo que le paresce; é si es cosa de mucha im-
portancia, aconséjase luego con ellos todos, é acuérdase lo ques más provechoso a su
estado é persona.
GUERRA
COMERCIO
AGRICULTURA
... y es que guando se tardan las aguas para los maizales, tienen los indios escogido é
apartado alguna mahíz en grano, é siémbranlo, é á mano cada un día del mundo lo
riegan é tienen muy limpio, y en fin de quarenta días lo recogen granado é bueno. Pe-
ro como es trabaxoso de curar, é las mazorcas que da son pequeñas, assí lo que se coge
desta manera es poco en cantidad ; pero es mucho el socorro é ayuda que da á la susten-
tación de la gente para esperar á que venga lo otro que se cría con las lluvias.
Benzoni dice que los aborígenes tenían cabañas altas en los pre
dios, desde las cuales espantaban a los pájaros arrojándoles piedras.
JUEGOS
Fig. 8.—a, El juego del comelagatoazte. b, Una danza en Tecoatega. (Según Oviedo).
poste horizontal que servía de eje. Dos hombres, cada uno colgado
de un extremo del reglón giratorio, suministraban la fuerza motriz
levantando su propio peso. Este deporte fue un invento local, quizás
una adaptación del juego de los voladores. Lo conocieron los nica_
raos y los chorotegas.
BAILES
EDUCACION
EL MATRIMONIO
Nosotros, guando queremos casar nuestros hijos, va el padre del hijo al padre de
la hija é ruégale que se la quiera dar por nuera; é si es contento matan gallinas de las
grandes (que son como pavos, é no inferiores, sino mejores que nuestros pavos de Es-
paña) é allegan cacao (de aquellas almendras que corren por moneda) é algunos xulos,
(estos son unos perros gozques mudos que crían en casa), é son buen manjar, é otras
comidas; é hácese mucha fiesta de areytos, é los vecinos é amigos juntos, celébrase la
boda desta forma. Es preguntado el padre o madre de la novia, ó aquel que la da, si
viene virgen: é si dicen que sí y eI marido no la halla tal, se la torna, y el marido queda
libre, y ella por mala muger conoscida: pero si no es virgen y ellos con contento, passa
el matrimonio, quando antes de consumar la cópula avisaron que no era virgen, por-
que muchos hay que quieren más las corrompidas que no las vírgenes. El dote es árbo-
les de fructa, assí como mameyes é nísperos é cocales é ciruelas de aquellas que hacen
MATRIMONIO 57
vino, é tierras, é de la hacienda que tiene el padre della, é también el padre dél le da
de lo que tiene a su hijo en casamiento; é si esta muger é marido mueren sin aver hijos
que los hereden, vuelve la hacienda al tronco de cada uno, é si los tienen, esso heredan.
E guando se han de juntar en uno, toma el cacique al novio é a la novia por los dedos
meñiques o auricularios de las manos izquierdas con su mano derecha, é métenlos a en-
trambos en una casa chiquita, que para ello tienen, é dícenles: "Mirad que seays bien
casados, é que mireys bien por vuestra hacienda, é que siempre la aumentys é no la de-
xeys perder". E déxalos allí solos con un fuego pequeño, que baste a darles claridad,
de unas astillas de tea, é acabada, quedan casados é ponen en efetto lo demás. E lue-
go el día siguiente comen con mucha fiesta é placer los parientes é los que allí van, é
les dan de lo que tienen; pero antes desta comida, si el marido halló virgen la novia,
dicen que está buena é acuden con una grand grita los parientes é del bando della en
señal de victoria, é si no la halló tal, sale muy enojado y envíala a casa de sus padres,
é busca otra con que se case.
Acaescía que un padre o madre tenían una o dos ó más hijas, é aquella_s en tanto
que no se casaban por voluntad de sus padres (ó bien de las mesmas), con quien les
placía, por vía de acuerdo é contractación no dexan de usar de sus personas: é dánse
a quien se les antoja por prescio o sin él, aquella ques más deshonesta é impúdica é
más gayones ó enamorados tiene, é mejor Io sabe pelar, essa es la más hábil é más que-
rida de sus padres. Y en aquel officio gana el dote é con que se case, é aun sostiene ia
casa del padre: é para apartarse ya de aquel vicio ó tomar marido, pide un sitio al pa-
dre allí cerca de donde él vive, é se lo señala tan grande como lo quiere. Entonces
ella ordena de hacer la casa é costa de majaderos, é dice á sus rufianes o enamorados
(estando todos juntos) quella se quiere casar é tomar á uno dellos por marido, é que
no tiene casa é quiere que se la hagan en aquel lugar señalado; é da la traza de cómo
ha de ser, é que si bien la quieren, para tal día ha de estar hecha, ques de allí a treynta
o quarenta días. E al uno da cargo de traer la madera para la armar, é a otro que tray-
ga las cañas para las paredes, é á otro el bexuco é parte de la varazón, é a otro la paja
para la cubrir, é á otro que trayga pescado, é á otro ciervos é puercos é otras cosas, é á
otro el mahiz para la comida en abundancia, segund el ser della é dellos. Y esto se
pone luego por obra é se cumple, sin faltar una mínima cosa de todo ello: antes traen
duplicado, porque los tales son ayudados de sus parientes é ainigos, é tienen por mucha
honra quedar con la muger avida desta manera, é quel sea escogido é los competidores
desechados. E venido el día te la boda o sentencia libidinosa, má.s que no matrimonio,
cenan juntos los gayones y ella é los padres é amigos de los unos é de los otros en aque-
lla nueva casa, en quella y el uno de los enamorados han de quedar casados; é después
que han cenado, ques a prima noche (porque la cena se comienza de día) ella se levanta
é dice ques hora yr a dormir con su marido, é dales en pocas palabras las gracias de lo
que en su servicio aquellos sus servidores han trabaxado: é dice quella quisiera hacer
tantas mugeres, que a cada uno dellos pudiera dar la suya, é que en el tiempo passado
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
58
ya avian visto su buena voluntad é obra con que les avía contentado, é que ya de ser
sino de un hombre é quiero que sea aqueste: é diciendo aqueste, tómale de la mano y
éntrase con él donde han de dormir. Entonces los que quedan por desechados, se van
con su compañía, é los parientes é amigos de los novios comienzan un areyto é á baylar
é beber hasta caer de espaldas, é assí se acaba la fiesta. Y ella es buena muger de ahí
adelante, é no se llega más ninguno de los conoscidos ni á otro hombre y entiende en
su hacienda. De aquellos que fueron desechados algunos lo toman en paciencia ó los
más, é aun también acaesce amanecer ahorcado de un árbol alguno é algunos dellos,
porque haya el diablo más parte en la boda. Pero es de notar que aunque las ánimas
de tales ahorcados se pierden, quel cuerpo no le dexan perder, sino que renuevan con
la carne dél su boda é convites, porque siempre el ahorcado se desespera é queda allí
cerca colgado de un bexuco. Ved qué les muestran sus teotes ó dioses, pues que tal
fin hacen é tan mal acaban.
E la mesma pena se le da á la que se casa con hombre que sabía que era casado,
que assí le toman á ella é la destierran. Y essa hacienda que se toma danla toda á la
primera muger que assí queda sin marido, é puédese ella tornar a casar, pues que su
marido tomó otra muger seyendo ella viva, y el marido primero es ydo desterrado de la
tierra; pero si del primero marido que assi fue desterrado, quedaron hijos a essa muger
primera; no se puede ella casar.
Los maridos les eran tan sujetos, que si ellas se enojaban los echaban de casa, y
aun ponían las manos en ellos; hacíanles servir y hacer todo lo que a un mozo podrían
mandar, y él se iba a los vecinos a rogarles que viniesen a rogar a su mujer que le res-
cibiese e no hubiese enojo.
Tienen cargo los hombres de proveer la casa propia de la labor del campo é agri-
cultura é de la caza e pesquería y ellas del tracto é mercaderías; pero antes quel ma-
rido salga de casa, la ha de dexar barrida y encendido el fuego, é luego toma sus ar-
mas é va al campo ó á la labor dél, ó a pescar ó cazar ó hacer lo que sabe é tiene por
exercicio.
PROSTITUCION
Hay mugeres públicas que ganan é se conceden á quien las quiere por diez almen-
dras de cacao de las que se ha dicho ques su moneda: é tienen rufianes algunas deltas,
no para darles parte de su ganancia, sino para se servir dellos é que las acompañen é
guarden la casa en tanto que ellas van a los mercados á se vender ó á lo que se les an-
toja.
60 CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
En cierta fiesta muy señalada é de mucha gente que á ella se junta, es costum
bre que las mugeres tienen libertad, en tanto que dura la fiesta (ques de noche) de se
juntar con quien se lo pagó ó á ellas les placen, por principales que sean ellas é sus
maridos. E passada aquella noche, no hay de ahí en adelante sospecha ni obra de tal
cosa, ni se hace más de una vez al año, á lo menos con voluntad é licencia de los ma
ridos: ni se sigue castigo ni celos ni otra pena por ello ...
LEYES
El que toma algo prestado, en su mano está pagarlo o no; pero si es mahiz u otra
cosa que se pueda tomar y entregarse, el que prestó váse al mahizal del otro é págase de
su mano, sin incurrir en pena.
RELIGION
62
RELIGION 63
asociar todo lo posible con los aztecas, porque son mejor conocidos
que otras tribus americanas; una práctica que con frecuencia está
muy poco justificada, porque los aztecas parecen haber sido presta
tarios, y no creadores de cultura.
Volviendo ahora a los panteones de Nicaragua, encontramos
que el de los nicaraos muestra parecido con México, mientras que
los otros son aislados y ciertamente no de origen mexicano. Debe
mos notar que los grandes dioses de los aztecas no aparecen en Ni
caragua, aunque el nombre Ochilobos, corrupción española de Truit
zilopochtli, se aplica a los santuarios. Por otra parte, se encuentran
varios de los dioses menores aztecas, lo cual sirve para recalcar el
hecho de que los aztecas pidieron prestados muchos de los dioses de
sus vecinos. El panteón de los nicaraos puede muy bien mirarse co
mo una serie especializada de dioses nahoas, tales como cada tribu
poseyó en un tiempo, y de la conjunción de muchos de los cuales re
sultaban las difíciles complejidades de la religión azteca.
Algo debe decirse sobre nuestras fuentes de información. Como
de costumbre, el grueso del material procede de Oviedo, quien no
sólo fue testigo personal de varias ceremonias, sino también incor
poró en su obra los datos de Fray Francisco de Bobadilla, quien rea
lizó una investigación sobre la religión de los nicaraos. Debido al
hecho de que la mayor parte del material trata de los nicaraos, ha
parecido preferible abandonar el método anterior de presentación,
y, en vez de una exposición comparativa de los varios aspectos de las
actividades religiosas y creencias de cada tribu, tratar la religión de
cada pueblo como un solo todo.
PANTEON
Tamagastat
El mundo fue creado por Tamagastat (Tamagostat) y su mu
jer Cipattonal (Cipatoval), ayudados por Oxomogo, Calchitgüe
güe y Chicociagat. No sólo fue creado el mundo por esta divina
pareja, sino que ellos fueron responsables de su recreación después
del diluvio, "y toda la raza de hombres y mujeres descienden de
ellos". En tiempos primitivos Tamagastat y Cipattonal moraban
en la tierra, en forma de indios, donde diseminaron la cultura de
CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
64
Cipattonal
Bisteot
Dios del hambre. La primera sílaba probablemente es una co-
rrupción de uitz, o uiz, y el nombre puede derivarse del azteca leo
cihuiztl, "hambre" y leal, "dios". La sílaba uitz es una de las que
más entran en la nomenclatura azteca. El ejemplo mejor conocido
es Uitzilopochtli (Huitzilopochtli,) dios azteca de la guerra. Uit
zauatl era el dios de los esclavos destinados al sacrificio, y hubo cier
tas diosas conocidas como Uitzanaua, que eran relacionadas con
uitzlan, el sur.
No se tienen datos de ceremonias importantes en relación con
Bisteot, y es dudoso que esta deidad haya ocupado un lugar impor
tante en el panteón de los nicaraos. Sin embargo, se acostumbraba
invocar la ayuda de Bisteot en las caminatas, arrojando hierba sobre
ciertos montículos de piedras a la vera del camino.
Maçat y Toste
A estos dioses se les invocaba para pedirles éxito en la caza de
venados y conejos. Cuando se cogía al animal, se le cortaba la cabe_
za y la sangre se ponía a secar y se envolvía, y ambas cosas se colga_
batí a la puerta de la casa. La palabra macat es una corrupción del
azteca mazad, "venado" y toste de tochtli, "conejo".
Miqtanteot
Entre los aztecas, Mictlantecutli, era el señor de Mictlan o mun_
do inferior, y entre los nicaraos Miqtanteot tenía una posición seme_
jante.
Cacaguat
No se tiene información relativa al dios del Cacao, excepto la
ceremonia que se describe en la página 73.
SACERDOTES
TEMPLOS
OFRENDAS
el sacerdote ungía con sangre su propia cara y el rostro del ídolo del
templo, mientras el pueblo impetraba bendiciones tales como la fer
tilidad del suelo, la abundancia de los frutos, la salubridad del aire,
la paz, la victoria, la ausencia de moscas y langostas, protección con
tra las inundaciones, sequías, animales salvajes, etc.
Pedro Mártir reconoce dos clases de víctimas: esclavos y cauti
vos ; y el método de proceder difería según quién era sacrificado. A
los esclavos a veces se les cebaba especialmente para el sacrificio;
se les reputaba como semidivinos antes de la verificación de la cere
monia, y se les permitía vagar libremente por la población y apode
— fuera comida o adorno que les viniera
rarse de cualquier cosa —ya
en gana. Después de la muerte del esclavo descuartizaban el cuer
po y enterraban las manos, los pies y las entrañas en el patio que ha
bía frente a las puertas del templo, mientras que los demás restos, in
clusive el corazón, eran incinerados en un campo cercano y se espar
cían las cenizas "entre chillones cánticos y aplausos de los sacerdo
tes". Esta clase de sacrificio guarda un paralelismo directo con el
sacrificio azteca a Tezcatlipoca, frecuentemente descrito, y también
con una ceremonia similar que se celebraba en honor a Huitzilopoch
tli, ambas realizadas en el mes Toxcatl. Un rito sacrificial seme
jante se practicaba en Colombia.
Después de la muerte del prisionero de guerra, descuartizaban
su cuerpo y lo repartían para comerlo, las manos y los pies para el
rey, el corazón para los sacerdotes, sus esposas e hijos, los muslos pa_
ra los nobles y el resto para la plebe. La cabeza la colgaban de un
árbol, y a cada país hostil se le tenía asignado un árbol especial para
las cabezas de sus cautivos.
Oviedo (lib. XLII, cap. III) dice que los montículos de sacri
ficios se llamaban tescuit y el sacerdote oficiante tamagastat (en az
teca tlamacazqui, "sacerdote"). En el momento del sacrificio y el
sacerdote oficiante clamaba en alta voz dirigiéndose a las imágenes
de piedra del templo: "¡Tomad y recibid esto que los caciques os
ofrecen!". Después del sacrificio cercenaban la cabeza v la ponían
en un poste frente al templo: el cuerpo se lo comían los' caciques y
los sacerdotes, y las entrañas los escoletes o trompeteros del cacique.
Las mujeres, como hemos visto, no podían entrar a los templos,
y- sólo en templos de menos importancia estaba permitido sacrificar_
las en su interior. En las edificaciones religiosas más importantes,
las mujeres eran sacrificadas "fuera del patio", y la sangre era lleva_
da al interior del edificio y la pringaban en la cara del ídolo. Los
cuerpos los comían los caciques pero no los sacerdotes, de tal mane_
ra que su carne nunca pudiera entrar en los recintos sagrados.
CALENDARIO DE FIESTAS 71
CALENDARIO DE FIESTAS
CEREMONIAS PRINCIPALES
Andaban un contrapás hasta sessenta personas, hombres todos, y entre ellos ciertos
hechos mugeres, pintados todos é con muchos y hermosos penachos é calzas, é jubones
muy bigarrados é diversas labores é colores, é iban desnudos, porque las calzas é jubones
que digo eran pintados, é tan naturales que ninguno los juzgara sino por tan bien ves-
tidos como quantos gentiles soldados alemanes ó tudescos se pueden ataviar. Y essa
pintura era de borra de algodón picado (é primero hilado), que lo hacen quedar como
la borra que dexan las tijeras de los tundidores, y era de quantos colores puede ayer,
e'. aquellas muy finas. Algunos llevaban máscaras de gestos de aves, é aquel contrapás
andábanlo alrededor de la plaza é de dos en dos, é desviados á tres ó quatro passos; y
en medio de la plaza estaba un palo alto hincado de más de ochenta palmos, y encima
CI1 la punta del palo estaba un ydolo assentado é muy pintado, que dicen ellos ques el
dios del cacaguat, o cacao, é avía quatro palos en quadro puestos en torno del palo, é
revuelto a esso una cuerda de bexuco tan grueso como dos dedos (ó de cabuya), é a
los cabos della atados dos muchachos de cada siete ú ocho años, el uno con un arco
en la mano, y en la otra un manojo de flechas; y el otro tenía en la ma-
no un moscador lindo de plumas, y en la otra un espejo. Y a cierto tiempo del con-
trapás, salían aquellos muchachos de fuera de aquel quadro, é desenvolviéndose la cuer-
da, andaban en el ayre dando vueltas alrededor, desviándose más afuera é contrape-
sándose el uno al otro, destorciendo lo cogido de la cuerda; y en tanto que baxaban
essos muchachos danzaban los sessenta un contrapás, muy ordenadamente, al son de los
que cantaban é tañían en cerco atambores é atabales, en que avía diez o doce personas
cantores é tañedores de mala gracia é los danzantes callando é con mucho silencio.
Duróles esta fiesta del cantar é tañer é baylar, como es dicho, más de media hora;
é tardaron en poner los pies en tierra tanto tiempo corno se tardaría en decir cinco o seys
veces el Credo. Y en aquello que dura el desarrevolverse la cuerda, andan con asaz
velocidad en el ayre los muchachos, meneando los brazos é las piernas, que paresce que
andaban volando; é como la cuerda tiene medida quanto toda ella se acaba de desco-
ger, paran súbitamente á un palmo de tierra. E guando ven que están cerca del suelo,
CERAMICA DF, COSTA RICA Y NICARAGUA
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uno á la una parte é otro a la otra, á más de treynta passos desviados del palo que está
hincado; y en el instante, con una grita grande, cessa el contrapás é los cantores é músi
cos, é con esto se acaba la fiesta.
Y estáse aquel palo allí hincado ocho ó diez días, a cabo de los quales se juntan
cien indios ó más é arrancan, é quitan de allí aquel cemi ó ydolo que estaba encima del
palo, é llévanlo a la mezquita o templo de sus sacrificios, donde se está hasta otro año
que tornan a hacer la mesma fiesta. E sin dubda es cosa para holgar de verlo; pero
lo que mejor me paresció era la manera del atavío ó vestido qual es dicho, é los mu-
chos é lindos penachos que llevaban, é ver de una librea ó forma de pintura dos dellos
o quatro, é de otra diferenciada otros tantos, pareados é muy gentiles hombres; é digo
assí que en España é Francia é Italia é Alemania parescieran muy bien, y en cualquier
parte del mundo.
García dice que las mujeres eran llevadas al templo para una
ceremonia de purificación después de dar a luz un hijo, pero esta
76 CERAMICA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
CEREMONIAS DE LA MUERTE
LA CONFESION
MAGIA
MITOLOGIA
PANTEON
Poco es lo que hay que decir acerca de los dioses de los chorote
gas. Oviedo (lib. XLII, cap. XI) nos informa que "en Matiari, lla
man a Dios Tipotani, y dicen que hubo un hombre y una mujer del
cual todos los mortales hubieron principio, y al hombre lo llaman
Nenbithía y a la mujer Nenguitaniali". Douay (1891, p. 17) afirma
que el nombre de un dios de los mangües era Nakupuy.
En la ceremonia que adelante se describe, la primera sangre que
sale de la víctima sacrificada se le ofrece al sol, y me inclino a creer
que las deidades principales de los chorotegas eran el sol y la luna,
y que en general sus concepciones religiosas eran del tipo surameri
cano, si bien fuertemente coloreadas por el contacto con sus vecinos
náhuatl.
La creencia en espíritus de lugares se pone de manifiesto en los
cuentos de la vieja que vivía en el cráter del Masaya.
TEMPLOS
á los indios sino de tarde en tarde ó quassi nunca, é que les decía que los chripstianos
eran malos é que hasta que se fuessen é los echassen de la tierra, no quería verse con
los indios, como solía. Yo le pregunté que cómo baxaban a la plaza é dixo que pri-
mero avía por donde baxar por la peña; pero que después se avia hecho mayor la plaza,
é avia caydo de todas partes la tierra é que se avia quitado aquel descendedero é opor-
tunidad de baxar. Yo le pregunté que después que avian avido su consejo con la vieja
ó nionexico qué se hacia ella, é qué edad tenía o qué dispusición: é dixo que bien vieja
era é arrugada, é las tetas hasta el ombligo, y el cabello poco é alzado hacia arriba, é
los dientes luengos é agudos, como perro é la color más oscura é negra que los yndios,
é los ojos hundidos y encendidos; y en fin, él la pintaba en sus palabras corno debe ser
el diablo. Y esse mesmo debia ella ser, é si este decia verdad, no se puede negar su
comunicación de los indios é del diablo. E después de sus consultaciones essa vieja in-
fernal se entraba en aquel pozo, no la vían más hasta otra consulta.
Destas vanidades é otras copiosamente hablan los yndios, é segund en sus pinturas
usan pintar al diablo, ques tan feo é lleno de colas é cuerno é bocas é otros visages, co-
rno nuestros pintores lo suelen pintar a los pies del arcángel Sanct IVIiguel ó del apóstol
Sanct Bartolomé, sospecho que le deben ayer visto é quel se les debe mostrar en seme-
jante manera; é assí le ponen en sus oratorios é casas é templos de sus yd&atrías é dia-
bólicos sacrificios.
A par de la boca desta cima de Massaya estaba un grand montón de ollas é platos
y escudillas é cántaros quebrados é otras vasijas, é algunos sanos é de muy buen vidria-
do ó loza de tierra, que solían llevar los indios, guando allí yban, llenos de manjares
é diversos potajes, é los dexaban allí, diciendo que eran para que la vieja comiesse, é
por la complacer é aplacar, guando algun terremoto é temblor de tierra ú otro recio
temporal se segía porque pensaban que todo su bien ó su mal procedía de su boluntad
della.
ADIVINACION
Un caso cruel é notable, nunca oydo antes, diré aquí, aunque aqueste no acaesció
en el tiempo que yo estuve en Nicaragua, sino año é medio ó poco más antes, durante
la conquista del capitán Francisco Fernández, teniente que fue de Pedrarias; é fue
desta manera: que como los indios vieron la osadía y esfuerzo de los españoles, é te-
mían mucho de los caballos, é nunca avian visto tales animales, é que los alanzaban é
mataban, pensaron en un nuevo ardid de guerra, con que creyeron que espantarían los
caballos é los pornían en huyda é vencerían a los españoles. E para esto, cinco leguas
de la cibdad de León, en la provincia que se dice de los Maribios, mataron muchos in-
dios é indias viejas de sus mesmos parientes é vecinos, é desolláronlos, después que los
mataron, é comiéronse la carne é vistiéronse los pellejos, la carne afuera, que otra cosa
del indio vivo no se parescia sino solos los ojos, pensando, como digo, con aquella in-
vención, que los chripstianos huyrian de tal vista é sus caballos se espantarían. Como
los chripstianos salieron al campo, los indios no rehusaron la batalla: antes pusieron en
la delantera esos indios que traían los otros revestidos, é con sus arcos é flechas dieron
principio á la batalla animosamente é con mucha grita é atambores. Los chripstianos
quedaron maravillados de su atrevimiento, é aun espantados del caso, é cayeron luego
en lo que era é comenzaron a dar en los contrarios, é á herir é matar de aquellos que
estaban forrados en otros muertos: é des que los indios vieron el poco fructo de su as-
tucia é ardid, se pusieron en hyuda, é los cripstianos consiguieron la victoria. E de
allí adelante decían los indios que no eran hombres los chripstianos, sino feotes, que
quiere decir dioses, é aquellos dioses suyos son diablos é sin ninguna deidad. E de allí
adelante se llamó aquella tierra, donde acaescio lo ques dicho, la provincia de los De-
sollados.
BRUJERIA