Aprender 2
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Aprender 2
En este módulo estaremos hablando de la lectura y te preguntarás "bueno, ¿por qué es tan
importante?” Pues, fíjate que en los primeros años de la primaria realmente estamos aprendiendo
a leer, pero a partir del cuarto año de primaria y para adelante, hasta educación superior, lo que
hacemos es usar la lectura como un vehículo para aprender. Así que es de lo más relevante
entender sus procesos, sus características para sacar el mayor beneficio posible de todo y que tu
comprensión y velocidad sean óptimas. Por cierto, vamos a tener oportunidad de evaluar tanto tu
velocidad lectora como tu comprensión, y vamos a darte unos tips para que los mejores. En esta
sesión, en particular, estaremos hablando de qué es la lectura y de cuáles son sus diferentes tipos.
[MÚSICA] [MÚSICA]
Hay tres tipos de comprensión que podemos tener. Por un lado, está la comprensión literal, que
tiene que ver con exactamente qué dice el texto. Es decir, fijarme en los detallitos de cada cosita
que va diciendo. El segundo tipo es el inferencial, que tiene que ver con interpretar esa nueva
información con base en mis experiencias y conocimientos pasados que también se verán
modificados por eso nuevo que estoy yo adquiriendo. Y el tercer tipo es el crítico, en donde no
sólo interesa qué es lo que se dice, sino que es muy importante el cómo se dice y el por qué. Es
decir, indago cuáles son los propósitos, los sesgos, como todo lo que está atrás del autor para
poder haber escrito ese texto específico. Si te fijas, cuando empezamos con lectura literal,
estamos en un nivel muy superficial del texto. En el inferencial, que ya implica leer entre lí neas,
pues, vamos profundizando; y el nivel crítico realmente estamos en lo más profundo de esa
comunicación. A continuación, en la siguiente pantalla, encontraremos un texto que te pedimos
que leas con todo detalle. Regresando vamos a analizar las posibilidades de preguntas que te
podemos hacer. Ahora veamos qué tipo de preguntas te puedo hacer acerca de este texto que
acabas de leer. Por ejemplo, si yo te pregunto cuántos jóvenes entre 16 y 18 años estudian la
educación media superior, ¿qué tipo de pregunta te estoy haciendo, ¿qué requiere de ti?
Si contestaste que es una pregunta literal y que lo único que requiere es buscar en el texto la
respuesta, perfecto. Ya entendiste qué son las preguntas literales. Analicemos otro tipo de
pregunta. Por ejemplo, si el cuestionamiento en esta ocasión es en opinión del autor, ¿qué es lo
que debe estar haciendo un joven de entre 16 y 18 años? ¿Qué tipo de pregunta es?
Si contestaste que es una pregunta inferencial, estás en lo correcto. Veamos por qué. Esta
pregunta exige que te fijes en diferentes partes del texto, y veamos cuáles son las connotaciones
positivas y las connotaciones negativas. Veremos que, cuando habla del estado óptimo del
aprendiz, dedicado de tiempo completo a estudiar, pues tenemos una connotación super positiva.
En cambio, cuando habla de quienes no están de tiempo completo en esto o no están en nada,
pues habla en términos muy negativos. Por ejemplo, habla de encomiables guerreros, soldados
rasos y vasallos.
Todo eso nos da la idea que nos permite inferir que el autor prefiere que el joven esté estudiando.
Aquí viene otro reto, tú me dices qué tipo de pregunta es. ¿Cuál es la postura de Francisco
Miranda acerca del hecho de que la mitad de los jóvenes de esta edad o no estudia ni trabaja o
sólo trabaja o estudia y trabaja?
Si contestaste que es una pregunta crítica, estás en lo correcto, porque refleja cuál es la postura
general del autor y necesitamos leerlo todo y analizarlo desde un punto de vista evaluativo para
poder identificar que él está en contra de ese tipo de muchachos que no está estudiando tiempo
completo. Llegó el momento de probar tu conocimiento de este tema con unas pequeñas
preguntas. Un aspecto interesante hoy en día es qué tanto conviene leer en papel o en formato
digital. Diane Mizrahi hizo una investigación y hace como un recuento de investigaciones previas.
En ellas ha visto varias cosas interesantes. Por ejemplo, los alumnos tienden todavía a preferir el
formato en papel para leer, y parece ser que está asociado a mejores comprensiones profundas.
Quizá porque el formato digital tiene la implicación de una sobrecarga cognitiva. Sin embargo, hay
estudiantes como los post doctorales que prefieren "de todas todas" el formato electrónico.
Algunos estudiantes deciden utilizar el formato digital por cuestión de costo y accesibilidad, pero
muchos de ellos acaban imprimiendo. Así que es un poco engañosa esa estadística. Todos esto
resulta muy interesante porque, al parecer, diferentes partes del cerebro están involucradas en el
proceso de lectura en un formato y en otro. En su estudio, Mizrahi concluye que los estudiantes
universitarios prefieren el formato en papel. Sin embargo, ella misma advierte que las cosas están
cambiando mucho y con la cercanía del formato digital es posible que todo esto se modifique en
los próximos años. Y es que hay actores como el cansancio en los ojos o la facilidad de subrayar
que pueden verse modificados por mejoras tecnológicas. Para hablar de este tema tan
interesante, tenemos una invitada maravillosa. Es la doctora Rosa del Carmen Flores.
Escuchémosla. >> Nunca antes en la historia de la humanidad había habido tal cantidad de
conocimiento al acceso de un clic. Y bueno, esto se vuelve fabuloso porque el conocimiento, que
es un derecho de todos, pues ahora prácticamente todos podemos tenerlo. Sin embargo, esto
representa retos importantes para el lector.
El texto de internet tiene diferencias de un texto impreso. Por ejemplo, el texto de internet tiene
formas múltiples en que se puede manifestar; puede ser un video, puede ser un mensaje, puede
ser un texto largo, puede ser una frase corta. Las fuentes de información son diversas, algunas de
ellas son confiables y otras no tan confiables.
Las herramientas que hay que usar para acceder a esta información cada dí a aparecen nuevas y el
buen aprendiz de internet tiene que estar al día y saber cómo aplicarlas, ¿no? Las posibilidades de
comunicación a través de internet son infinitas. Bueno, todo esto implica que nosotros como
lectores revisemos la manera como seguimos el proceso de lectura. Entonces, número uno:
cuando me acerco a internet tengo que tener un propósito claro, incluso un propósito de
exploración. Sin una directriz clara, nos puede llevar a dos, tres horas de andar navegando de un
lado a otro sin conseguir nada, nada relevante. ¿Por qué? Porque supimos mucho y no nos
enteramos de nada. Número dos: también tiene que tener la capacidad para expresar sus ideas.
Yo creo que una de las grandes riquezas de internet es poder comunicar y construir conocimiento
en sociedad. Luego, número tres: pues tiene que tener muy buenas estrategias de lectura, éstas
que antes usaba del texto impreso y que ahora en el texto de internet tendrá que adaptar. Por
ejemplo, saber buscar la información a través de una pregunta, poder leer el cintillo de la
información. En fin, internet se vuelve una herramienta increíble de aprendizaje. Pero ¿qué pasa?
Que hay que ser más responsables de nuestro propio aprendizaje. >> Ya la doctora Flores nos ha
platicado acerca de los retos que tiene el leer en internet. Ahora veamos otra taxonomía diferente
que tiene que ver con la lectura intensiva y la extensiva. La intensiva se refiere a la lectura de
trozos breves de texto o fragmentos y eso tiene que ver con un énfasis mucho más en el lenguaje
que lo que el texto está comunicando. Si te fijas, gran parte de lo que hacemos en las escuelas
tiene que ver con lectura intensiva. Sin embargo, la contraparte es la lectura extensiva, que tiene
que ver con leer todo un texto, todo un libro y disfrutarlo. Casi siempre está un pelito por debajo
de mi competencia real para que yo me sienta super a gusto y siga leyendo y vaya teniendo como
muchos éxitos y complete muchos libros leídos. Entonces, la lectura extensiva tiene que ver con
leer por placer. Y fíjate que hay una investigación que apoya grandes beneficios de este tipo de
lectura. Por ejemplo, en un metaanálisis, Nakanishi obtuvo este resultado: muchas investigaciones
sugieren que leer extensivamente por un período más o menos de un año implica una mejora en
la comprensión. Por otro lado, He, por ejemplo, asocia leer extensivamente con velocidad lectora.
No quiero cerrar esta sesión sin decirte que leer y escribir van de la mano, así es que, si quieres
leer bien, también practica un poco la escritura.
En esta sesión vimos que hay tres tipos de niveles de lectura: el literal, que es muy superficial; el
inferencial, que tiene que ver con hacer interpretación de lo que se está planteando, y el crí tico,
que es el más profundo. También analizamos las diferencias por tipo de formato, en papel contra
electrónico, y vimos que, aunque ahorita las preferencias están por el lado del papel, es posible
que cambie en el futuro cercano. Finalmente, hablamos de dos tipos de lectura: la intensiva, que
tiene que ver con énfasis en textos cortos o fragmentos y que tiene que ver más con lenguaje que
con el contenido; y la extensiva, que es lectura por placer de libros completos, y vimos las grandes
ventajas que tiene esta práctica. La siguiente sesión está buenísima. Veremos los elementos de la
lectura. ¡No te la pierdas!
En esta sesión estaremos abordando los elementos que integran la lectura y veremos cuáles son
las dinámicas de interrelación y la importancia de cada uno de ellos. Y esto tiene que ver con
generar una experiencia placentera, enriquecedora y donde saquemos todo el jugo a nuestro
proceso de leer. [MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] Para aprender a leer, necesitamos dos cosas super
importantes. Una es la conciencia fonética, que tiene que ver con esta conclusión a la que
llegamos de que las palabras están integradas por sonidos. Por ejemplo, la palabra sol está
compuesta por los sonidos s-o-l, y en, integrados, ya son la palabra sol. Por otro lado, está la
conciencia fonológica, que tiene que ver con que asociamos esos sonidos con la representación
gráfica, con la palabra que vamos a leer. Conciencia fonética y fonológica son indispensables para
el proceso de decodificación, que tiene que ver con la posibilidad de identificar la palabra
completa. Vamos a ver el resto de los elementos que integran la lectura. Por un lado, está la
fluidez, que tiene que ver con tres elementos muy importantes. La velocidad de lectura, la
prosodia o expresión que replica la intención del autor, lo que nos quiere comunicar en un nivel
más emocional, y también la precisión, para que estemos leyendo exactamente la palabra que
está escrita. Por otro lado, está el vocabulario, que tiene que ver con este crecimiento del léxico
que nos conecta con la realidad. Obviamente, mientras más palabras sepamos, más
representaciones de la realidad tenemos.
Y el último elemento es el rey de todos: la comprensión. Y tiene que ver con la posibilidad de
darles sentido a lo que el autor expresó. Y eso está relacionado con una interacción constante que
yo como lector tengo con el texto. Como te puedes imaginar, no se trata de elementos
individuales que estén aislados, sino en realidades están en una constante interrelación. Y para
que lo veas, te voy a presentar algunos ejemplos de investigación. Duff y sus colegas hicieron un
estudio longitudinal, es decir, a lo largo de muchos años. Empezaron observando a los niños en
cuarto de primaria, y después los siguieron hasta décimo grado. En cuarto de primaria, vieron cuál
era su habilidad para leer palabras y luego vieron cómo eso estaba relacionado con la riqueza de
vocabulario en el futuro, y se dieron cuenta de que la relación era muy, muy estrecha. Por otro
lado, déjame contarte de un efecto que sale de la Biblia y que se llama el efecto de Mateo, que
dice que los pobres serán más pobres y los ricos serán más ricos. Este efecto se ha comprobado en
muchas, muchas instancias de la educación. En este caso, uno de los propósitos del estudio de
Duff era investigar si se daba el efecto de Mateo en esta área. Duff y su equipo encontró que hay
un efecto de Mateo parcial, en el sentido de que los estudiantes que tenían mayor riqueza en el
reconocimiento de palabras tuvieron mayores ganancias en términos de adquisición de nuevo
vocabulario. Es decir, el rico se hizo más rico, pero el pobre no se hizo más pobre. Es decir, los que
empezaron con una baja posibilidad de reconocimiento de palabras no perdieron tanto en
términos de vocabulario. Sin embargo, hay una variable que puede ser extraña, que es que,
seguramente, esos chicos fueron detectados y a lo largo del tiempo tuvieron intervenciones
educativas para mejorar. Un especialista en estos temas de nombre Nuttall habla del círculo
virtuoso de la lectura. Fíjate muy bien. Quien disfruta la lectura lee más rápido, lee más y
eventualmente comprende mejor. Sin importar tu nivel de lectura actual, siempre puedes mejorar,
y tanto en este módulo como en el cuatro vamos a ver un montón de estrategias específicas para
que esto sea muy positivo. Pero también hay una variable que tenemos que estudiar: el tipo de
materiales que lees, ya que tu nivel de lectura está muy relacionado con tu nivel lingüístico. El tipo
de material que leemos está influyendo todo el tiempo en nuestra capacidad y nuestro desarrollo
de la lectura. Por ejemplo, si yo leo materiales super simples, con poco vocabulario y una
estructura sintáctica muy sencilla, pues mi progreso va a ser mínimo. Por ejemplo, veamos este
texto. Mayra Durán. "Me retiro de los senderos del diablo. "Ya me cansé y no es que me haya
peleado, sólo quiero dedicarme a mi prometido "porque estamos planeando la boda". Imagínate
el impacto que tiene leer día tras día, año tras año, materiales tan simples como las de las actrices
y modelos que ilustramos hace un momento. Ahora contrastemos ese texto contra materiales más
complejos, como este fragmento de José Lezama Lima, de Paradiso. "Apenas se había extinguido el
crepúsculo, cuando toda la hechicería de la Tesalia comenzó a silbar, a desprender de los árboles
extrañas túnicas, a movilizar áureos bultos arenosos con rostros de lechuza." Hay mucha
diferencia, ¿verdad? Obviamente, un entrenamiento y otro resulta en un potencial lingüí stico muy
distinto. Te vamos a proponer una actividad de lo más interesante.
Queremos que analices dos revistas. Simplemente vas a ubicar dos artículos que representen a la
revista. La primera revista debe ser la que más se vende en tu país. Pregúntale al señor del quiosco
o investígalo en internet. La segunda es una revista de corte político o social que se considere
verdaderamente muy seria.
Entonces, vas a llenar el cuadro que aparece en la siguiente pantalla. Y te vamos a pedir dos
cositas más. Una es que concluyas qué tipo de formación da a los lectores cotidianos cada una de
esas publicaciones. Y, por otro lado, que concluyas si existe o no un efecto de Mateo para sus
lectores.
En esta sesión vimos los elementos de la lectura. Hablamos de la conciencia fonética y fonológica
como la base para decodificar palabras. Después hablamos también de la fluidez, del vocabulario y
de la comprensión, que todo en conjunto interactúa para tener una experiencia de lectura
maravillosa o no. En la siguiente sesión vamos a hablar de velocidad y fluidez lectoras. Así es que
amárrate los cinturones porque vamos a toda máquina.
A ver, platícame, ¿qué tan rápido lees y cómo afecta esa velocidad a tu aprendizaje y a tu
comprensión? En esta sesión estaremos explorando velocidad y fluidez lectoras.
[MÚSICA] [MÚSICA]
La velocidad lectora se refiere al número de palabras que puedes leer en un minuto. Cuando se
trata de un experimento o una investigación, se contabilizan los caracteres, y se dice que cinco
caracteres constituyen una palabra. Así es que algo como la palabra "intelectual" cuenta por dos.
Fíjate que la velocidad se puede medir tanto cuando hacemos lectura en silencio como cuando la
hacemos oralmente. Cuando la hacemos oralmente vamos como checando qué pasa como tres
palabras adelante de la que estamos diciendo. La fluidez lectora incluye no solamente a la
velocidad, sino también a la precisión, es decir, que digamos exacto lo que está escrito, y por otro
lado también a la expresión o prosodia, que es como la intención o la emoción que le ponemos a
lo que estamos leyendo para que sea congruente con lo que el autor quiso decir. Por ejemplo, si
me están evaluando la fluidez lectora y me presentan la frase que me presentan en la pantalla y yo
digo: "probablemente, de todos nuestros sentidos el único que no es verdadero, nuestro, es la
esperanza, la esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose", pues no estoy
siendo precisa. Por otro lado, si cuando leo oralmente digo: "probablemente, de todos nuestros
sentimientos, el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza, la esperanza le
pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose", pues no estoy usando buena prosodia,
¿estás de acuerdo? Y no estaría usando una velocidad adecuada si lo que digo es: "probablemente
de todos nuestros sentimientos, el único..."
Así que, como que el chiste está en automatizar el proceso de lectura para que vayamos
reconociendo de golpe las palabras y no tengamos que ir así como elemento por elemento, ya sea
letra por letra o sílaba por sílaba, para decodificarla completa.
Así, reconocer las palabras de golpe, a simple vista, es una estrategia muy efectiva.
Vamos a ver unos ejemplos. Si te muestro estas palabras, las puedes identificar sin que vayas a
tener que hacerlo letra por letra. Pero qué hacemos cuando existen palabras como muy
complicadas que nunca en la vida hemos visto, que son como muy difíciles. Bueno, te voy a poner
este ejemplo. Fíjate en estas palabras. Te darás cuenta de que no es fácil reconocerlas y entonces
tenemos que usar alguna estrategia especial. Así que, en estos casos, a lo mejor sí te tienes que
fijar como en "pedacito por pedacito" de las palabras, o hacer alguna otra estrategia que vamos a
ver y es que la velocidad de lectura se ajusta a dos cosas: al tipo de material con el que estamos
trabajando, pero también al propósito con el que estamos leyendo.
Entonces, en estos casos de palabras "dificilonas", podemos hacer dos tipos de análisis. El primero
tiene que ver con la palabra en sí, vamos a ver la morfología de cada palabra y entonces vamos a
ver, por ejemplo, su raíz, el sufijo o el prefijo. Por ejemplo, ¿a qué te suena corporeización?
Pues suena a algo de cuerpo, ¿estás de acuerdo? Y el sufijo "ción" suena a que se trata de una
cosa.
Puedo deducir que a lo mejor hay un verbo por ahí como "corporeizar", y que éste viene siendo su
sustantivo, y suena a que consiste en dar cuerpo. Así que deduzco que "corporeización" es el acto
de dar cuerpo. La segunda forma de análisis se llama contextual, y tiene que ver con qué está
alrededor de la palabra que está muy complicada.
"En el lago hay abundantes crustáceos entomostráceos "que son alimento para otras especies de
pequeña dimensión que también habitan ahí". ¿Cómo voy deduciendo? Como sé que los
crustáceos son un tipo de animales, porque eso ya lo sé, y también me confirma que es un tipo de
animal el hecho de que otras especies se los comen, así es que yo me estoy imaginando que
"entomostráceos" viene siendo un adjetivo que se refiere al tipo de animalito del que estamos
hablando. De acuerdo con esta investigadora rusa y su equipo de trabajo, la velocidad lectora
depende de cuatro factores, que son los siguientes: el nivel educativo, el lugar en donde vivimos,
también tiene que ver con la intensidad de la práctica que vamos haciendo de la lectura y,
finalmente, tiene que ver con la habilidad que está relacionada con el entrenamiento que
podemos tener, es decir, siempre podemos mejorar. Korinth y sus colegas señalan que hay varios
factores que están asociados a la velocidad con la que leemos. Una es la frecuencia de uso de las
palabras, otra, su longitud; otra, la regularidad con la que aparecen en el texto y, finalmente,
también el número de palabras que rodean a esas palabras complicadas. Y seguro te estás
preguntando como cuántas palabras debo yo de andar leyendo para estar en la normalidad o por
arriba o por debajo. Pues, mira. Para adultos, lo normal es que anden entre 250 y 400 palabras por
minuto. Por ejemplo, para los subtítulos que se presentan en las películas y demás, se considera
una velocidad de 180 para que sea cómodo, puedas ver las imágenes y estar como descansado y
no agobiarte. Pero yo sé que te estás muriendo por saber exacto cuál es tu velocidad lectora. Así
es que te invito a que, en la siguiente pantalla, sigas las instrucciones para conocerla. Pues me
puedo imaginar que, ahora que ya conoces tu velocidad lectora, pues la quieres mejorar.
Entonces, en la siguiente sesión justo vamos a ver un montón de estrategias para que el hámster...
rapidito.
En la última sesión hiciste un test para identificar la velocidad con la que lees. Ahora vamos a ver
cómo se interpreta y, lo más importante, estrategias para que se acelere ese proceso sin perder
comprensión. [MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA]
Esta tabla presenta las normas de velocidad lectora de Taylor en el 2006. Aquí podrás contrastar,
contra tu nivel de escolaridad, el resultado que obtuviste de palabras por minuto. El renglón de
Usual tiene que ver con lo que normalmente se reporta en los estudios que él hizo y el nivel de
Adecuado se refiere a lo que puedes lograr si te dedicas a entrenar en velocidad lectora. Si quieres
consultar otros niveles de escolaridad, puedes hacerlo en la siguiente pantalla, donde aparece esta
tabla completa. Leer más rápido por supuesto que nos conviene a todos, porque el tiempo es algo
muy importante cuando estamos aprendiendo. Por otro lado, ya vimos el efecto de Mateo, ya
vimos que el lector pobre se empobrecerá a lo largo del tiempo y el rico se enriquecerá, ya que la
práctica constante que hace el rico hará que sea cada vez un lector más eficiente y efectivo. Pero,
¿qué es lo adecuado en términos de velocidad de lectura? Por ejemplo, en primaria está bien si los
niños leen a la velocidad que hablan, que viene siendo entre 125 y 175 palabras por minuto. Sin
embargo, ya para secundaria, bachillerato y educación superior, lo que se espera es que la
persona lea mucho más rápido que lo que vocaliza, porque si no, no va a cumplir con los tiempos,
con las demandas cognitivas que le imponen las actividades que le van dejando. Así es que es muy,
muy relevante que aprenda a leer mucho más rápido de lo que vocaliza. Como podemos ver,
ahora que Shany está leyendo, tenemos puntos de fijación. Es decir, estos pequeños
detenimientos que hace el ojo para las partecitas que se van leyendo. Tanto la duración de las
fijaciones como lo que se barre o se ve en cada fijación cambia con el tiempo. Como es natural, los
chiquitos, pues tienen una duración mayor de la fijación, es de .33 segundos. Mientras que la
gente, ya en nivel universitario, anda en .24 segundos por cada fijación. Por otro lado, los niños
que empiezan a leer, sólo pueden ver menos de la mitad de una palabra cada vez que hacen una
fijación, mientras que los universitarios ven más de 2 palabras. También es muy importante el
desarrollo de la memoria visual para reconocer las palabras y tener una velocidad lectora mucho
mayor. Y, una cosa importante es que, tanto la fluidez como la precisión y el ritmo de lectura,
están muy relacionados con la comprensión lectora. Fíjate que, en un principio, se hizo mucho
énfasis en que hubiera lectura oral para mejorar la velocidad lectora, pero la verdad de las cosas
es que hay investigación que dice que eso no es lo adecuado. Por ejemplo, imagínate que yo estoy
en un salón y hay un chico que está leyendo en voz alta y mi velocidad de procesamiento de
lectura en silencio, es mayor que la que él tiene para hablar. Pues, ¿qué pasa? Que tanto mis ojos
empiezan a divagar y no hago los movimientos correctos cuando estoy leyendo, como también mi
cerebro empieza a divagar, me voy para otro lado. Entonces, no conviene tanto hacer ese tipo de
lectura, más que para evaluar esa parte de mi formación. Otro problema que tiene esto de leer en
voz alta y escuchar al seguir en silencio la lectura es que puede convertirse en un hábito el
vocalizar las palabras. Y eso va en contra de la velocidad lectora. Y fíjate que, naturalmente,
ajustamos la velocidad de lectura a dos factores: el tipo de material que estamos usando y el
propósito con el que leemos. Por ejemplo, yo tengo un propósito radicalmente distinto si leo la
dosis de una receta médica porque tengo que tomarme un medicamento, que si leo el titular de
una revista de modas. También la velocidad con la que leo un folleto publicitario será muy
diferente a la velocidad que empleo para analizar un informe técnico de mi trabajo. ¿Cómo le
hacemos para mejorar nuestra velocidad lectora? Bueno, primero, los prerrequisitos: tengo que
checar si mi visión está perfecta. Así es que: visita obligada al optometrista. El siguiente, obvio, es
reducir los tiempos que implica pasar los ojos por la lectura. Fíjate. Si nosotros reducimos el
número de puntos de fijación, pues, obviamente ganamos tiempo. Pero, otra cosa que hacemos
constantemente es regresarnos como para corroborar lo que leímos. Entonces, mientras menos
regresiones hagamos, pues será mucho mejor. Otra forma de entrenarte es con el trabajo con
audio libros, esos cuya velocidad puedes modular. El chiste es que la pongas exacto en donde
estás normalmente cuando lees en silencio o un poquito más rápido. Eso te obligará a tener un
ritmo constante, porque parte de las características de un buen lector es que mantienen un ritmo
regular. Otro tip buenísimo es que uses, cuando te estás entrenando en términos de velocidad,
textos que estén como a tu nivel de comprensión o, incluso, un poquito por debajo del mismo. Y
esto es porque cuando estás enfrentado a palabras muy difíciles, en lugar de hacer dos o tres
puntos de fijación en cada palabra, puede ser que uses hasta 6 o 9, y eso detiene tu velocidad
lectora. Si estás entrenando fluidez, en tu nivel o por debajo para todos los materiales.
Obviamente, una parte importantísima es que estés concentrado o concentrada en el texto. Es
decir, que no divagues, que no te vayas para otro lado. Esto lo vamos a ver con mucho detalle en
el módulo 3. Pero lo que sí puedes saber desde ahorita es que, a mayor fluidez, tenemos más
concentración, más atención, mejor memoria y mejor uso de nuestros recursos cognitivos para
tener una experiencia de lectura maravillosa. Otra posibilidad que te presentamos es el uso de
software, para que puedas identificar palabras a un ritmo muy especial, que te permita estar
acelerando tu proceso de lectura. Veamos este ejemplo. [AUDIO EN BLANCO] En la siguiente
pantalla, te invitamos a practicar con uno de los muchos softwares libres que están disponibles en
internet. ¿Qué no debes hacer? No debes verbalizar mentalmente las palabras, leer palabra por
palabra, regresar en el renglón ni tener distracciones. ¿Qué sí debes hacer? Practicar y llevar una
gráfica que indique el número de palabras por minuto que estás leyendo, usar un señalador como
la pluma o tu dedo para fijar un ritmo de lectura, y hacer algo que se llama skimming y scanning,
que te platicamos en un momento. El skimming es una técnica que se utiliza, por ejemplo, para
hacer una prelectura del texto, lo cual ayuda muchísimo para comprenderlo. También como una
forma de repaso y también como una lectura de material que se considera que está
suficientemente fácil. Te permite subir enormemente tu velocidad. Puedes llegar hasta 1000
palabras por minuto.
Consiste en varias partes que tienes que ir cuidando. Por un lado, primero lees el primer párrafo
completo, así como los títulos y los subtítulos de todo el material. También identificas los adjetivos
para ver como el tono que tiene.
Puedes también ver las palabras clave, las palabras raras, y eso te va dando como una pauta de
qué se trata todo el texto. El scanning tiene que ver con buscar algo específico que te interesa
dentro del texto. Entonces, lo más importante, obviamente, es que mantengas en mente qué es lo
que estás buscando.
En esta sesión vimos cómo mejorar la velocidad y la fluidez lectoras. Ahora, vamos al meollo del
asunto: la comprensión.
En esta sesión conocerás tu nivel de vocabulario, así como también el nivel en que estás
comprendiendo los textos que lees.
Además, vamos a ver algunas estrategias super útiles para que mejores tanto tu léxico como tu
comprensión. [MÚSICA] [MÚSICA]
Fíjate que, cuando leemos, pasan muchas cosas al mismo tiempo. Por ejemplo, podemos tener un
procesamiento superficial, que tiene que ver con la coherencia local del pedacito que estamos
leyendo en ese instante y que solamente trata aspectos como muy básicos de la lectura, muy
literales. Pero, por otro lado, tenemos la posibilidad de tener un procesamiento mucho más
profundo que involucra la coherencia global de todo el texto. ¿Qué hace un lector competente?
Pues tiene ambos tipos de procesamiento, le interesa tanto los árboles como el bosque, tanto lo
local como lo global, además de que hace un esfuerzo deliberado por controlar sus conductas
mientras está leyendo. A eso le llamamos autorregulación, y vamos a ver que es una clave de éxito
en toda tarea cognitiva. Por otro lado, también usa, de manera muy flexible, las estrategias. Estos
lectores competentes son adaptables y flexibles, y eso quiere decir que están muy atentos a las
demandas del texto y se van dando cuenta de qué está pasando con ellos mismos. Si necesitan, de
repente, bajarle al ritmo, subirlo, si ya tienen una parte automatizada de comprensión o no, y
entonces van usando las técnicas, pero de manera estratégica. Lo cual implica que
verdaderamente van comprendiendo tanto los pedacitos que están leyendo como el todo. Así que
eso los convierte en unos grandes estrategas al leer. Y para que conozcas cuál es tu nivel de
vocabulario, te presentamos en la siguiente pantalla una liga a un sitio que te permite ubicar
perfectamente ese nivel. Ahora ya sabes cuál es tu nivel de vocabulario. Déjame comentarte que
en el diccionario de la Real Academia de la lengua Española existen unos 93.000 vocablos, además
de unos 70.000 americanismos, lo cual quiere decir que hay una barbaridad de palabras, y que
nosotros nos comunicamos realmente con muy pocas. Pero podemos ampliar nuestro léxico si así
lo decidimos. La verdad de las cosas es que vamos incorporando aquellos vocablos que queremos
incorporar, que nos parecen útiles y a los que les agarramos, así, como cierta afinidad. Así es que
es cosa de aplicarnos y utilizarlos. Te voy a dar unos tips para aumentar tu vocabulario. El primero
es leer y fijarte en las palabras nuevas. Eso implica deducir su significado, ya sea por análisis
morfológico o por contexto, que ya vimos en otra sesión.
No me lo vas a creer, pero el segundo tiene que ver con que aprendas un poquito de latí n, porque
gran parte de las palabras que usamos en español, pues tienen sus raí ces latinas. El tercer consejo
tiene que ver con abrir el diccionario y, al azar, totalmente, ubicar una página, una palabra que te
guste y proponerte usarla varias veces en el día en diferentes contextos.
El cuarto consejo tiene que ver con escribir. ¿Te acuerdas de que escribir y leer están totalmente
relacionados? Y, entonces, al escribir, tratar de no repetir palabras, usar muchos sinónimos.
Finalmente, y éste te va a encantar, suscribirte a la palabra del día en diccionarios gratuitos como
Diccionario libre. Y te vas a enterar de cosas lindísimas. Por ejemplo, que morir soñando es un jugo
de naranja y leche con hielo y azúcar.
Y deja decirte que hay mucha evidencia, por ejemplo, el estudio de Good y sus colegas, que hacer
un entrenamiento propositivo en conciencia morfológica es super útil, es decir, entrenarnos para
ver la raíz, los sufijos, los prefijos de las palabras y deducir el significado. Y como ya hemos dicho,
la deducción por contexto es super importante, y para que te deleites, aquí viene Julio Cortázar
con el capítulo 68 de Rayuela. Te va a encantar. Como es evidente, mientras más palabras tengas,
pues mayor será tu comprensión. Acuérdate del dato de que, si nosotros leemos un texto y el 95 a
98% de las palabras nos son conocidas, es super fácil deducir el significado de las restantes. Bueno,
vamos a hacer ahora un diagnóstico de tu comprensión lectora. En la siguiente pantalla están
todas las instrucciones. Bueno, probablemente ahorita ya sabes cuál es tu nivel de comprensión
lectora. Ahora van los tips para mejorarla.
Todos tienen que ver con que hagamos correr al hámster. Es decir, con que hagamos un gran
esfuerzo cognitivo. Aquí te va el primero. Tiene que ver con hacer anotaciones, subrayar y también
usar organizadores gráficos cuando estamos leyendo. Como te puedes imaginar, eso tiene que ver
con deducir cuál es la idea principal del texto, cuál es el propósito del autor, cómo está la
estructura general y, entonces, todo esto te da una comprensión mucho mayor que si no haces
ese esfuerzo adicional. Vamos a estudiar cada uno de ellos. Aquí te presento un texto y te pido
que veas qué es lo que subrayarías que te parece importante en este texto.
Como te puedes imaginar, no hay una receta o una regla única para ver qué se debe subrayar en
un texto. Yo aquí te puse lo que yo haría en color anaranjado, pero es totalmente individual. Aquí,
más o menos lo que yo seleccioné equivale a un tercio del total, y eso me permite, en una segunda
lectura o en una lectura de estudio, solamente seleccionar esas partes que consideré importantes
y que me dan una idea global de lo que está pasando. Y ahora, siguiendo con ese mismo artículo
de los kikapú, te pido que veas qué anotarías al margen. Otra vez, las anotaciones son super
personales. Yo, por ejemplo, lo que hice fue hacer un círculo alrededor de GE, gran espíritu, y
poner los eventos o los acontecimientos importantes que rodean a ese gran espíritu, y también
hubo una palabra que no entendí. Entonces, rápidamente la busqué en internet y puse ahí el
significado, porque con eso sé me que va a disparar todo lo que dice el texto al respecto. Ahora
veamos la cuestión de los organizadores gráficos. Fíjate que puedes escoger entre muchos mapas
mentales, diagramas, diagramas de flujo, esquemas, tablas, en fin, hay una variedad enorme, y
depende del contenido que estemos teniendo. Como que la propia estructura de la información te
sugiere qué tipo de organizador gráfico es el que más conviene. Fíjate. Te vamos a presentar en la
siguiente pantalla un texto y te pedimos que hagas un skimming. ¿Te acuerdas? Una lecturita así
como muy rápida. Es muy chiquito. Entonces, va a ser muy sencillo. Y a partir de lo que tú
observes, decidirás cuál será el mejor organizador gráfico.
Al hacer skimming, me doy cuenta de que se trata de algo de medicina y, en especial, de anestesia.
Como sólo son dos párrafos, leo algunas cositas y me doy cuenta de que hay muchas horas
marcadas.
Leo lo que está asociado a un par de esas horas y me doy cuenta de que son como
acontecimientos, como qué le pasó a un paciente en distintos momentos. Así es que, con base en
todo eso, yo puedo determinar que lo mejor es hacer una tabla en donde tenga, por un lado, las
horas, y, por el otro lado, el evento que pasó con ese paciente. ¿Ya hiciste tu organizador? Si no lo
has hecho, tómate un minutito, detén el video, porque es muy interesante que contrastes tus
resultados con la propuesta que te hacemos. Fíjate qué útil es hacer una tabla como éstas para
comprender muy bien qué está pasando. En particular, cuando uno no sabe del tema. Por
ejemplo, me doy cuenta de que lo "primeritito" que pasó con esta persona es que le hicieron un
bloqueo que no convenía. Por eso, lo tacho con rojo. Y eso me va a hacer un recuerdo muy preciso
de que eso fue un error y que no fue lo conveniente, y que eso generó el síntoma que están
tratando de minimizar a lo largo de los siguientes renglones y párrafos. Es la parestesia de la
pierna izquierda. Me doy cuenta de que, a partir de diferentes fármacos que le administran, la
cosas van mejorando. Y lo sé porque la parestesia se va haciendo más chiquita, hasta llegar a sólo
unas partecitas del pie, pero, además, porque hay una cosa que se llama escala visual análoga, que
empieza en nueve y que es como un indicador de dolor, y acaba en dos.
En esta lección vimos instrumentos que nos permitieron detectar nuestro nivel de vocabulario y
de comprensión. Además, vimos cómo hacerle para mejorar ambas. En el caso del vocabulario,
tenemos varias estrategias. Aquí van algunas. Leer y fijarnos en las palabras nuevas. Usar el
diccionario un poco para jugar y encontrar alguna palabra
Aprender un poquitito de latín para ver más cómo son esas raíces que pertenecen a muchas,
muchas de las palabras en español. Y, finalmente, escribir; porque nos acordamos de que escribir y
leer van muy de la mano.
Para cuestiones ya de comprensión lectora, vimos tres estrategias iniciales, que son: anotar,
subrayar y usar organizadores gráficos. Pero, espérame, porque en la siguiente sesión vamos a ver
un montón de cosas más de cómo comprender mejor.
En la sesión anterior, vimos cómo usar organizadores gráficos, cómo hacer anotaciones y subrayar,
lo cual potencia nuestra comprensión lectora. Ahora vamos a ver algo muy sencillo y útil: es, ¿qué
debemos hacer antes, durante y después de nuestra lectura? [MÚSICA] [MÚSICA] Cuando
abordamos un texto tenemos en realidad 3 momentos: la prelectura, la lectura en sí y la
postlectura. Lo más importante en la prelectura es identificar cuál es nuestra meta al leer y buscar
aquello que nos interesa. Fíjate que es muy interesante que se ha visto en varios estudios que,
aunque tú le dices a unos estudiantes "te voy a dar un texto y necesitas decirme exactamente tal
cosa", ellos sienten como una especie de obligación moral de leer palabra por palabra, 30 hojas y
llegar a esa partecita. La verdad de las cosas es que no es ninguna trampa. Si tu meta es encontrar
algo en especial, el buscar ese algo, así es que no dejes de hacerlo. ¿Te acuerdas de esto de
skimming y scanning que ya vimos? Bueno, vamos con la Dra. Cynthia Klinger, que nos va a hablar
al respecto. >> Yo tengo un artículo sobre un tema, del cual no sé nada. ¿Qué tengo que me va a
ayudar a saber de qué se trata? Primero, voy a ver el título, que debe, por lo menos, decir el tema
del artículo.
También, normalmente, ponen una foto. Entonces, puedo ver la foto y ésta me va a ayudar. La
primera oración de cualquier párrafo, y especialmente la primera oración de un artículo, se llama
la oración temática. Vas a saber de qué se trata el párrafo y es muy importante. La última oración
también te da un resumen de párrafo y lo que viene en el siguiente párrafo. Se llama la oración de
transición. Y, claro, tenemos que buscar palabras conocidas. Con estas acciones podemos, por lo
menos, percibir de qué se trata este artículo. >> En ocasiones, ya sea en la escuela o en el trabajo,
en realidad hacemos una prelectura de varias personas a la vez en un grupo. En ese caso, conviene
reflexionar un poquito sobre el título; bueno, de qué trata este informe, hacer un poco de
predicciones, qué debería de tener, cómo está estructurado. Hacemos una ojeada y nos damos
cuenta por los subtítulos, por los índices, por los gráficos de qué se trata. Y eso nos organiza muy
bien para tener una entrada a la lectura mucho mejor.
Ahora, vamos a hacerte unas preguntas sobre la prelectura. ¿Te acuerdas de que dijimos que
siempre nuestro hámster tiene que estar de lo más activo mientras leemos? Y eso quiere decir:
estar como interactuando con el texto, estarnos preguntando “¿qué está pasando aquí arriba y
qué está pasando en la lectura?” Y eso implica varias cosas. La primera es preguntarnos: ¿Cuáles
son las ideas principales de este texto? La segunda tiene que ver con reflexionar si lo que estoy
leyendo cuestiona lo que yo ya sé, mis creencias o mis conocimientos previos.
El tercer consejo tiene que ver con parafrasear, es decir, decir en nuestras propias palabras
aquello que estamos leyendo.
La siguiente tiene que ver con evaluar lo que estamos leyendo: ¿es creíble?, ¿está bien armado?,
¿hay una lógica interna? Todo eso nos va llevando a perfeccionar nuestra comprensión. El quinto
consejo tiene que ver con contrastar lo que estoy leyendo con lo que he leído en otras partes, ver
qué dice este autor contra otros. Y éste que sí que es muy importante: tengo que identificar si hay
partecitas que no entiendo, que se me dificultaron, que tienen alguna particularidad, que me está
costando trabajo. En ese momento, yo tengo que tomar decisiones. Tengo que ver si me regreso,
si lo leo de otra manera, si hago una reflexión y pienso, si contrasto contra lo que yo ya sé, si tomo
una notita. Algo tengo que hacer. Una cosa que también es importante: no dejemos de lado los
recursos externos. Podemos, si no estoy entendiendo algo, preguntarle a una persona que ya lo
leyó o que sabe del tema, o simplemente buscarlo en Internet. Y el último consejo es quizás el más
importante. Aquí vale la pena reflexionar si estoy entendiéndolo todo; tanto los árboles como el
bosque, tanto el detalle como el mensaje global. En caso de que sí, adelante. Y si no, hay que
hacer algo. Un tip adicional que te va a encantar: tienes que adueñarte del texto, tienes que
hacerlo tuyo. ¿Y cómo le haces? Pues, por ejemplo, haz tu propio índice. Independientemente de
que el informe o el libro de texto tenga un índice específico, haz el tuyo.
Porque eso va a guardar en tu memoria de largo plazo con tus palabras claves específicas todo lo
que tú aprendiste de la manera que aprendiste. Y si eres de los que lee en línea, hay un consejo
adicional: si quieres salvar un artículo o un texto que te interesa, asegúrate de ponerlo en favoritos
y hacer carpetas que identifiquen los temas en donde estás guardando esa información. También
es muy importante que tengas aplicaciones que te permitan subrayar y tomar notas, porque eso
va a hacer tu experiencia mucho más productiva y mucho más útil y enriquecedora. Vas a ver que
cuanto más uses recursos en línea y cuanto más te acostumbres a subrayar, tomar notas y demás,
más fácil se te va a hacer. Para asegurarnos de que ya tienes todo aquí en mente, de qué hacer
durante la lectura, te hacemos unas preguntitas a continuación. Uno pensaría que ya acabó uno de
leer y ahí ya acabó el asunto. Pues, no. Hay que hacer un pequeño esfuerzo cognitivo más, que
consiste en preguntarnos: ¿Entendí todo? ¿Conseguí mi meta? ¿Es consistente esto nuevo que leí
con lo que ya sabía? Si no lo es, ¿cómo lo integro? ¿Qué palabras claves voy a usar? ¿Cómo lo voy
a recordar? Si nos contestamos brevísimamente, y es de verdad cuestión de segundos, estas
preguntas. Hay una gran posibilidad de tener una gran comprensión y de recordar a largo plazo. Y
un consejo más: graba en audio, video o escribe en un parrafito, como una síntesis de lo que leíste,
y esto, desde luego, aclara mucho todas tus ideas y te dará una mucho mayor comprensión. Y
ahora, por supuesto, vienen las preguntitas de después de la lectura.
En esta sesión vimos qué pasa antes, durante y después de la lectura, y vimos un montón de
estrategias que te permitirán comprender mejor. En la siguiente sesión hacemos un recapitulado
de todo lo que hemos visto acerca de este tema. Te va a gustar y es muy útil.
Tema 7. ¿Comprendí todo?
En este trecho del curso hemos estudiado la lectura, vimos cuáles son sus elementos, sus tipos y
muchas estrategias para leer más rápido y con una mejor comprensión. A lo largo de este módulo
pudiste evaluar tu velocidad lectora, tu vocabulario y tu comprensión, y entendiste que siempre
hay espacio para mejorar y hay forma de hacerlo.
En esta sesión estaremos recapitulando todos los detalles importantes de las sesiones anteriores
para afirmar el conocimiento en tu memoria de largo plazo. [MÚSICA] [MÚSICA]
Aprendimos que hay tres tipos de comprensión: la literal, que tiene que ver con los detalles que se
dicen en el texto; la inferencial, que tiene que ver con la interpretación de la información, y la crí-
tica, que explora los propósitos que tiene el autor; y cada una de ellas es más profunda que la
anterior. También vimos que la lectura a través de internet, se está popularizando cada vez más.
Aunque todavía se prefiere, en lo general, la lectura en papel. Sin embargo, es un fenómeno que
está cambiando y conviene estar revisando los artículos de investigación para ver qué pasa en este
aspecto. Exploramos también la lectura intensiva, que tiene que ver con leer pequeños párrafos,
pequeños trozos de texto, o fragmentos de obras grandes.
Eso contrasta con la lectura extensiva, que tiene que ver con leer libros completos, obras
completas, sobre todo por placer, y vimos que hay una gran ganancia si uno hace lectura
extensiva, ya que después de un año de estarla practicando, los beneficios, en términos de
comprensión y velocidad, son muy importantes.
También nos convencimos de que vale la pena leer materiales complejos, ya que este tipo de
materiales, por un lado, contribuye a mejorar nuestro acerbo lingüístico. Pero, por otro lado,
también nos exige operaciones cognitivas de nivel superior, que van haciendo que tengamos
mejor compresión y experiencia de lectura cada vez. Vimos que la fluidez lectora está compuesta
de tres elementos: la velocidad, la prosodia o expresión que damos al texto y, finalmente, la
precisión con la que lo leemos.
También quiero mencionarte que los adultos leemos en promedio entre 250 y 400 palabras por
minuto, pero, con entrenamiento, podemos leer mucho más. Y al hacer skimming podemos llegar
hasta 1000 palabras por minuto. Revisamos que, a mayor fluidez, mayor comprensión. Pero,
además, también vimos que todo el tiempo estamos haciendo como ajustes dependiendo de lo
que nos presente el texto y, así, cuando nos encontramos con palabras difíciles, bajamos la
velocidad; cuando tenemos todo automatizado, la subimos y vamos haciendo los ajustes
pertinentes todo el tiempo. Te propusimos varios consejos para mejorar tu velocidad al leer. El
primero tiene que ver con algo muy sencillo: ve al optometrista para asegurar de que tu visión
esté perfecta. El segundo consejo tiene que ver con evitar tener muchos puntos de fijación y
tampoco estar haciendo regresiones. El tercer consejo tiene que ver con los audiolibros. Debemos
ajustar la velocidad para que esté o a nuestro nivel de lectura silente o, incluso, un poquito más
rápido, como para estarnos retando y picándonos la cresta para tener una mayor velocidad. Si lo
que estoy haciendo es entrenarme para tener mayor velocidad, conviene tener materiales un
poquito más sencillos que los de mi nivel instruccional, porque eso me permitirá no detenerme en
las palabras difíciles.
También te recomendamos usar softwares especializados, que te están forzando todo el tiempo a
llevar un ritmo constante y rapidito. Usar tu dedo o una pluma como señalador también te
permite llevar ese ritmo constante que se recomienda. Finalmente, nuestros caballitos de batalla:
skimming y scanning. Son muy importantes y son muy útiles para leer. Los lectores que son muy
buenos, hacen cosas deliberadas para mejorar su comprensión y su velocidad al leer, y eso implica
estar como muy atento a todo su contexto de lectura. Hacen un procesamiento tanto superficial,
para ver lo literal y la coherencia local, como profundo, para ver la coherencia global y el mensaje
holístico de todo el texto. Eso quiere decir que nuestro hámster tiene que estar super activo, y eso
implica que estamos siendo muy autorregulados a la hora de leer. Te sugerimos algunos consejos
para mejorar tu vocabulario, que incluyen desde abrir el diccionario y enamorarnos de una palabra
y usarla varias veces al día, Suscribirnos a un diccionario electrónico que nos envía la palabra del
día y nos sorprende con cosas maravillosas. También aprender un poquitito de latín, porque
muchas de las palabras en español tienen raíces latinas, y vamos a deducir el significado de
manera muy, muy sencilla. Leer cotidianamente, porque eso hace que nos fijemos también en las
palabras difíciles y tratemos así como activamente de aprenderlas, y, finalmente, escribir, porque
escribir y leer van de la mano.
Las primeras estrategias que vimos para mejorar tu comprensión consisten en hacer anotaciones
al margen del texto, subrayar lo importante, y tener un organizador gráfico que nos permite
manipular la información de una manera como muy personalizada. Las demás estrategias que
vimos están asociadas a la prelectura, antes del texto, la lectura, y la postlectura. Lo más
importante en la prelectura es tener muy clara cuál es nuestra meta al leer y buscar lo que
corresponde a esa meta. Es como una especie de "paseíto" que damos por el texto, como para
enterarnos de qué se trata y cómo está organizado. Y, para eso, nada mejor que el skimming y el
scanning. ¿Te acuerdas de que dijimos que durante la lectura es super importante estar como con
todas las pilas muy activas, el hámster corriendo a todo lo que da? Porque estamos en el texto,
pero también estamos viendo qué está pasando por acá arriba. Y en ese sentido nos preguntamos:
¿de qué se trata?, ¿estoy comprendiendo?, ¿cómo empata esto que estoy leyendo con lo que yo
ya sabía del tema?, ¿cómo contrasta con otros autores?, ¿hay alguna parte difícil?, ¿me necesito
regresar?, ¿necesito hacer otra estrategia? Todo esto genera una experiencia de lectura
maravillosa.
Ahora, ya no te va a sorprender que te diga que una vez que terminas la lectura no acabó la
lectura. Tienes que dedicar unos segunditos para cerrar la experiencia, y eso tiene que ver con
preguntarte: ¿qué entendí?, ¿lo entendí todo?, ¿cumplí mi meta?, ¿fue claro todo lo que estuve
leyendo?, ¿cómo encajó con lo que yo ya sabía y cómo lo voy a integrar para que se guarde en un
archivo de memoria muy sólido con palabras clave que yo estoy determinando en este momento y
que dan más probable que yo pueda accesar a ese archivo, abrirlo y tenerlo disponible para
cuando yo quiera.
Viene un módulo increíble: el de metacognición. Vas a ver que se trata de algunos protocolos
super sencillos de seguir y que van a hacer que mejore tu comprensión, tu recuerdo, tu
accesibilidad a esos recuerdos de manera impresionante. Te toman unos segunditos, y si lo
practicas, llega el momento en que lo haces de manera automática. Va a ser un módulo muy
interesante, que puedes aplicar a todo lo que aprendas, incluyendo la lectura.