Amparo Penal
Amparo Penal
Amparo Penal
Registro digital: 2019902
La fracción I del artículo 6 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia tipifica la violencia psicológica. De acuerdo con la Corte
Constitucional Colombiana este tipo de violencia se trata de una realidad mucho más
extensa y silenciosa, incluso, que la violencia física y puede considerarse como un
antecedente de ésta; se ejerce a partir de pautas sistemáticas, sutiles y, en algunas
ocasiones, imperceptibles para terceros, que amenazan la madurez psicológica de una
persona y su capacidad de autogestión y desarrollo personal; los patrones culturales e
históricos que promueven una idea de superioridad del hombre (machismo-cultura
patriarcal), hacen que la violencia psicológica sea invisibilizada y aceptada por las
mujeres como algo "normal"; los indicadores de presencia de violencia psicológica en una
víctima son: humillación, culpa, ira, ansiedad, depresión, aislamiento familiar y social,
baja autoestima, pérdida de la concentración, alteraciones en el sueño, disfunción sexual,
limitación para la toma de decisiones, entre otros, la violencia psicológica a menudo se
produce al interior del hogar o en espacios íntimos, por lo cual, en la mayoría de los casos
no existen más pruebas que la declaración de la propia víctima.
Esta tesis se publicó el viernes 17 de mayo de 2019 a las 10:22 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
Registro digital: 2019751
Si se trata de delitos en los que pueda existir discriminación que de derecho o hecho
puedan sufrir hombres o mujeres, debe abordarse el tema con perspectiva de género,
sobre la base del reconocimiento de la particular situación de desventaja de las víctimas,
en su mayoría mujeres, donde regularmente son partícipes de un ciclo en el que
intervienen fenómenos como la codependencia y el temor que propician la denuncia del
delito, donde cobra preponderancia entre dichos ilícitos, el de violencia intrafamiliar.
Ahora bien, de conformidad con el artículo 176 Ter del Código Penal para el Estado de
Jalisco, comete el delito de violencia intrafamiliar quien infiera maltrato en contra de uno
a varios miembros de su familia, causando un deterioro a la integridad física o
psicológica, o que afecte la libertad sexual de alguna de las víctimas. Cuando dicho ilícito
se perpetra en su vertiente psicológica, no requiere ser visible a la sociedad o continuo,
sino momentos específicos o reiterados y actos concretos, como pueden ser el maltrato
verbal, las amenazas, el control económico, la manipulación, entre otros, por lo que debe
considerarse de realización oculta, al cometerse en el núcleo familiar y no siempre a la
vista de personas ajenas a éste. Respecto a dicho tópico, el Más Alto Tribunal del País ha
sostenido que en los delitos de realización oculta, la declaración de la víctima tiene un
valor preponderante, aunado a que en asuntos de violencia intrafamiliar, la prueba
pericial en psicología resulta la idónea como prueba directa, ya que al tratarse del estado
psicológico actual de las personas víctimas del delito, puede ayudar a concluir si deriva de
actos violentos, por lo que dichas pruebas, entrelazadas entre sí, tienen valor probatorio
preponderante para la acreditación de dicho delito.
Esta tesis se publicó el viernes 26 de abril de 2019 a las 10:30 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
Registro digital: 2007451
Las 100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en condición de
Vulnerabilidad señalan, en su artículo 2, numeral 6, al envejecimiento como causa de
vulnerabilidad cuando la persona adulta mayor encuentre especiales dificultades,
atendiendo a sus capacidades funcionales, para ejercitar sus derechos ante el sistema de
justicia; en tanto que su artículo 5, numeral 11, considera en condición de vulnerabilidad
a la víctima del delito que tenga una relevante limitación para evitar o mitigar los daños y
perjuicios derivados de la infracción penal o de su contacto con el sistema de justicia, o
para afrontar los riesgos de sufrir una nueva victimización; además, puntualiza que esa
vulnerabilidad puede proceder de sus propias características personales o bien de las
circunstancias de la infracción penal, destacando entre estas víctimas, a los adultos
mayores y recomienda especial atención en los casos de violencia intrafamiliar. Atento a
lo anterior, la actitud agresiva y amenazante que asumen las personas contra un adulto
mayor que reúne la calidad de ascendiente en línea recta, como lo establece el
artículo 200, fracción II, del Código Penal para el Distrito Federal, en el que se
contiene la descripción típica del delito de violencia familiar, constituye un trato
denigrante, al crear un ambiente hostil y humillante respecto de una persona que por su
condición de adulto mayor se encuentra en un estado de indefensión y constante agresión
por quienes lo debieran cuidar y proteger en esa etapa de su vida; situación ante la cual,
el sistema judicial debe configurarse como un instrumento para su defensa efectiva, ya
que por su edad tiene derecho a no ser discriminado por dicho factor, a ser tratado con
dignidad y protegido ante cualquier rechazo o tipo de abuso mental por su condición de
vulnerabilidad.
Registro digital: 2008872
Esta tesis se publicó el viernes 10 de abril de 2015 a las 09:30 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
Y aún y cuando el defensor del tercero perjudiciado manifiesta en los
agravios presentados ante la autoridad responsable que es la labor del
fiscal realizar la comprobación del domicilio, también es cierto que ni el
defensor particular, ni el tercero perjudicado en ningún momento procesal
manifestaron su imposibilidad para realizar por ellos mismos una
inspección para comprobar que existía el domicilio que la autoridad
responsable en primer término acepta en su sentencia la existencia de la
misma y párrafos subsecuente refiere que no se comprobó que existía.