El documento habla sobre atender el llamado de Dios. Explica que hay un llamado a la salvación y también a la santificación, oración y obra del ministerio. Detalla algunas cualidades del llamado de Dios como su propósito, conocimiento y predestinación de cada persona. Afirma que Jesús es quien hace el llamado a través de su Espíritu Santo y que para atender el llamado se debe obedecer a Dios, orar, servir, evangelizar y practicar el discipulado.
El documento habla sobre atender el llamado de Dios. Explica que hay un llamado a la salvación y también a la santificación, oración y obra del ministerio. Detalla algunas cualidades del llamado de Dios como su propósito, conocimiento y predestinación de cada persona. Afirma que Jesús es quien hace el llamado a través de su Espíritu Santo y que para atender el llamado se debe obedecer a Dios, orar, servir, evangelizar y practicar el discipulado.
Descripción original:
Descripción acerca de lo que implica atender el llamado de Dios
El documento habla sobre atender el llamado de Dios. Explica que hay un llamado a la salvación y también a la santificación, oración y obra del ministerio. Detalla algunas cualidades del llamado de Dios como su propósito, conocimiento y predestinación de cada persona. Afirma que Jesús es quien hace el llamado a través de su Espíritu Santo y que para atender el llamado se debe obedecer a Dios, orar, servir, evangelizar y practicar el discipulado.
El documento habla sobre atender el llamado de Dios. Explica que hay un llamado a la salvación y también a la santificación, oración y obra del ministerio. Detalla algunas cualidades del llamado de Dios como su propósito, conocimiento y predestinación de cada persona. Afirma que Jesús es quien hace el llamado a través de su Espíritu Santo y que para atender el llamado se debe obedecer a Dios, orar, servir, evangelizar y practicar el discipulado.
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Atendiendo el llamado de Dios
Texto: Romanos 8:28-30.
Introducción: el llamado de Dios es uno de los privilegios mas grandes que
podemos recibir de parte de Él después de la salvación; de hecho, la salvación misma lleva en si un llamado, un llamado al cual atendimos y por ello hoy usted y yo somos salvos por la fe en Jesucristo.
Sin embargo, hay un llamado a la santificación, a la oración, y a la obra del
Ministerio, y es en este último llamado a donde quiero llamar su atención con la ayuda del Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios.
Cualidades del llamado:
a. Propósito. b. Conoció. (antes que te formases… te conocí. – Jeremías 1:5.) c. Predestinó. d. Hechos. (proceso) e. Imagen. f. Llamó. g. Justificó. (salvación) h. Glorificó.
Jesús es quien hace el llamado, y lo hace hoy por su Espíritu Santo:
a. Marcos 3:13-15. b. Lucas 6:12-13. c. Hebreos 4:14.
Qué podemos entender con “Atendiendo el llamado de Dios”:
a. La palabra “Atendiendo” es un gerundio del verbo “Atender”, el cual en si es una acción, y de donde podemos ahondar nuestro conocimiento con sus sinónimos, tales como: escuchando, oyendo, mirando, viendo, acatando, cumpliendo, y obedeciendo.
Y es a partir de aquí que iniciaremos a desarrollar este Rhema de parte de
Dios: 1. Usted Atenderá el llamado de Dios “Obedeciendo”: a. Tú no podrás tener el respaldo de Dios para experimentar un llamado de Dios fructífero si no eres obediente. b. Explicar el “Principio de Autoridad” – Mateo 8:5-10. Judas 9. Números 12:1-15. Hechos 19:11-16. 1 Samuel 15:23. Rebeldes: Coré, Acab, Absalón, Saúl.
2. Usted Atenderá el llamado de Dios “Orando”.
Jesús inició su ministerio orando y lo terminó orando; se sostuvo orando.
3. Usted Atenderá el llamado de Dios “Sirviendo”.
Josué antes de ser el líder que conquistó y repartió la tierra de Canaán, la tierra de la promesa, él primero fue el siervo del Siervo de Dios.
4. Usted Atenderá el llamado de Dios “Evangelizando”.
El evangelismo no es una opción, es una ordenanza, y de aquí se desprende el llamado al Ministerio.
5. Usted Atenderá el llamado de Dios “Discipulado”.
Ahora toca repetir el ciclo un cumplir con la ordenanza del Señor.
Conclusión: es tiempo de buscar a Dios en Ayuno y Oración; hay que estar
conectados con Dios, buscar su rostro a fin de que Él nos confíe el ser tomados por dignos para el precioso llamado del ministerio.