Tema 2. La Música Cristiana Primitiva
Tema 2. La Música Cristiana Primitiva
Tema 2. La Música Cristiana Primitiva
Introducción. El canto.
Introducción
El peregrinaje de la nueva religión desde Tierra Santa hacia el oeste durante los
primeros siglos del cristianismo va dejando toda una pléyade (grupo de una misma
época) de iglesias locales que, a pesar de compartir una liturgia común, añadían una
serie de particularidades propias que las distinguían a unas de otras. Estas
características singulares hacían que también se diferenciaran los repertorios de
su música litúrgica. Estamos en los albores de la Música Cristiana Primitiva
Bizancio, que será reconocida en el año 395 como capital del Imperio de Oriente,
establecerá un centro nuclear para la liturgia que no será lo suficientemente centrípeto
como para evitar las diversas modalidades de la liturgia en las iglesias de Oriente. De
hecho, Bizancio, cuya liturgia está entroncada en el rito sirio-occidental dará lugar a
la liturgia griega, a la liturgia rusa, a la liturgia eslava, a la liturgia serbia, a
la liturgia búlgara, y a la liturgia ucraniana.
Roma, el otro gran polo de la cristiandad, que desde la llegada de San Pedro
proporcionará las bases de la liturgia romana, será la gran unificadora de las liturgias
musicales de Occidente excepto de la liturgia Ambrosiana, a partir de que Carlo
Magno sea investido Emperador del Sacro Imperio Romano en el año 800. Pero hasta
entonces el cristianismo, en su viaje a poniente, va dejando más ejemplos particulares.
Así, en la Galia surgió el canto galicano; en Milán el canto Ambrosiano; en la Italia
del benevento, el canto Beneventano; en España el canto visigótico o mozárabe.
Para la ilustración de este artículo de la Historia de la Música Clásica, se puede
escuchar un ejemplo de canto bizantino. Concretamente la Doxología cuyo texto es
cantado en griego y cuya traducción dice así:
https://clasica2.com/clasica/Historia-de-la-Musica-Clasica/La-Musica-Cristiana-
Primitiva#:~:text=play,max%20volume
https://youtu.be/jDp-2z9Qrqk
El canto como expresividad religiosa
"El júbilo es esa melodía con la que el corazón expresa todo lo que no
puede expresar con palabras. ¿Y a quién elevar este canto sino a
Dios? En efecto, Él es lo que tú no puedes expresar. Y si no lo puedes
expresar y tampoco puedes callarlo, ¿qué otra cosa puedes hacer más
que ‘jubilar’? Entonces el corazón se abrirá a la alegría, sin utilizar
palabras, y la grandeza extraordinaria no conocerá los límites de las
sílabas. Cantadle con arte en el júbilo". (San Agustín. Comentario al
Salmo 32, 2.3)
Podemos ver
en la imagen cómo
una sola de esas
vocales tiene un
desarrollo melódico
mayor que el resto
del texto. No es
más que una
muestra de ese
carácter
melismático que en
ocasiones puede
extenderse mucho
más. El
mantenimiento de
los melismas en
estas y otras
piezas de la liturgia servirían más tarde como cauce de nuevas creaciones para
la música religiosa y profana.
Un rasgo determinante es el
carácter poético de los servicios
entre los que cabe mencionar las
‘formas’ del Kontakion, Kanon y
Stichera. Un Kontakion venía a ser
una especie de paráfrasis sobre el
sermón del día que solía tener lugar
en fechas importantes del calendario
litúrgico. Su estructura, en forma de
poemas estróficos, se cantaba unas
veces con carácter responsorial
(alternancia de coro y solo) y otras
de tipo antifonal (coro y respuesta
de otro coro). El Kanon,
estructurado en nueve odas que se
cantaban de tres en tres, también
funcionaba a veces como un
comentario encuadrado en el oficio
de maitines. Otro aspecto interesante de la Liturgia Bizantina fue la
organización de todos los cantos en el Octoechos, un sistema que se
organizaba en ocho Echoi o Tonos. Hay que señalar que esos tonos deben
entenderse en clave de modalidad pues en ese momento los términos tono y
modo son sinónimos. La organización de estos ocho modelos se estructuraba
en cuatro grupos con su correspondiente variante. Las notas re-mi-fa-sol
consideradas como nota final de cada organización melódica daban lugar a
cuatro y la cuarta inferior a cada una de sus variantes. El sistema, atribuido a
Juan Damasceno, serviría de modelo para la configuración de los modos
eclesiásticos medievales. De él parten, aunque diversos errores propiciaron
que durante mucho tiempo se pensara que derivaban de los modos griegos.
La creciente fuerza que cobraba la música profana en los siglos XIII y XIV y
el interés por la polifonía pudo provocar que el Canto Gregoriano se perdiera.
Sin embargo, a pesar de la introducción de las lenguas vernáculas, la
oficialidad del latín en la liturgia contribuyó a su mantenimiento conservándose
en códices hasta el Renacimiento. Posteriormente, en el XVII y XVIII, se
mantuvo a nivel más particular en monasterios y catedrales vinculado a la
Iglesia de forma interna aunque ya no tanto a los fieles. Este mantenimiento de
la Música Gregoriana se logró a través de los Cantorales Gregorianos. Surge el
empeño por desplazar el texto para normalizar el acento fuerte de las sílabas
con el inicio de los melismas vino a corromper su libertad de expresión
melódica.
En cuanto a la rítmica del canto gregoriano la defensa más generalizada
por parte de los estudiosos es la idea común de la abadía de Solesmes como
un canto de ritmo libre. Teóricos defienden que el canto gregoriano era un
canto medido, es decir mensural.
El Tipo Siríaco.
El Rito Antioqueno-Jerosolimitano.
Las Fuentes.
Las fuentes más antiguas de este rito se remontan hasta los siglos IV-V. Estas
son las dos, las que provienen de Antioquía y las de Jerusalén, porque se
puede sostener que estos dos ritos litúrgicos fueron uniformes.
La liturgia griega de Santiago cayó casi en desuso desde el siglo XII. La usan
los griegos ortodoxos una sola vez al año (23 de octubre) en Jerusalén, Chipre
y alguna otra iglesia. La siríaca, sin embargo, con casi todas las anáforas de
recambio, está siempre en vigor entre los monofisitas. Entre los católicos la
siguen:
Misa didáctica. Los fieles se sientan en la iglesia bajo la presidencia del obispo
y del clero. Los hombres, en una parte; las mujeres, en otra. Los
diáconos, succinti et expediti, sine multa veste, desempeñan el servicio de
turno.
Loe Orígenes.
Los primeros orígenes del rito bizantino se encuentran en los ritos litúrgicos de
Cesárea de Capadocia y de Antioquía. Precisamente en esta época, la sede
de Constantinopla estaba en vías de organización; pero, desprovista de
tradiciones litúrgicas propias, tuvo que hacerse necesariamente tributaria de
dos ritos con los cuales estaba mayormente en contacto: Cesárea y Antioquía.
Porque no debe olvidarse cómo en esta última ciudad y también en Bizancio
recibieron a los sucesores de Constantino hasta Teodosio (379-395)
La misa de los fieles. Recitadas las oraciones sobre los fieles, el celebrante y
el diácono dicen juntos el himno de los querubines (Monogenes, primera
parte). El coro, entre tanto, canta el himno querúbico (segunda parte) y al final,
el coro canta un himno (tropario).
Las iglesias orientales tienen, por regla general, un solo altar, y una ley
disciplinar muy antigua prescribe que no se puede celebrar diariamente sobre
cada altar más de una liturgia.
El Rito Armeno.
El tipo alejandrino.
Son tres liturgias atribuidas a San Cirilo, San Gregorio Nacianceno y San
Basilio. Están traducidas del griego y no se diferencian entre sí más que por la
anáfora. La más antigua es la de San Cirilo, calcada sobre la anáfora griega de
San Marcos; más ordinariamente, los coptos, tanto cismáticos como ortodoxos,
usan la de San Basilio. Características de este rito son: cuatro lecturas en la
misa; el trisagio, cantado inmediatamente antes del evangelio; la gran
intercesión con los dípticos de vivos y de muertos, inserta en el prefacio y, por
esto, bastante antes de la consagración, y la falta del Benedictas
y del Sanctus.
El Tipo Galicano.
Los Orígenes.
El Rito Galicano.
El Rito Celta.
El tipo romano.
El Rito Ambrosiano.
Datos Históricos.
2.a El oficio. —
3.a Los sacramentos. —
El Rito Romano.
Así tenemos:
Entre las prácticas musicales (o casi musicales) que sabemos que existían ya
en el siglo cuarto, se encuentran estas:
Cantilación:
Salmodia:
Himnodia:
Iubilus:
Esta música fue realizada por coros de clérigos o miembros de las órdenes
monásticas, que habían desarrollado las habilidades necesarias.
Con la Reforma Protestante del siglo XVI llegó el empuje de involucrar a todos
los fieles, no sólo el clero, en la música de culto. Pero había diferencias entre
los movimientos de la Reforma sobre el tipo de música que debe ser usado en
el culto.
Otra forma de salmodia que se desarrolló durante este período fue de canto
Anglicano, que era no métrico y por lo tanto resuelve el problema de la
necesidad de modificar el texto bíblico. El canto anglicano tenía la ventaja de
conservar el paralelismo Hebreo de los salmos, pero ya que se adapta más
para los coros que para los cantos de la congregación, no fue aceptada por las
iglesias "no conformistas" Puritanas que surgieron de la Reforma Inglés. En los
Estados Unidos, la Iglesia Episcopal siguió utilizando los salmos métricos.
Los primeros salterios en Inglés, al igual que la salmodia del canto llano o
simple, eran casi exclusivamente vocales.
https://youtu.be/pYQmpxrILJ4
Fuente genérica.
https://musicaenmexico.com.mx/historia/romper-silencio-los-primeros-cantos-
cristianos/