PropuestasDeRegulacionFrenteAUnaNuevaBrechaDigital 8202518
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PropuestasDeRegulacionFrenteAUnaNuevaBrechaDigital 8202518
https://orcid.org/0000-0002-6111-5798
Resumen: Las investigaciones realizadas hasta la fecha confirman que las mujeres y niñas son
las principales víctimas de las manifestaciones más graves de la violencia facilitada por las NTIC.
Por ello a la desafortunadamente “clásica” desigualdad entre hombres y mujeres tenemos que
añadir lo que hemos llamado en este trabajo como “brecha digital por razón de género”, entendida
como el traslado al ámbito digital de las desigualdades, estereotipos y actos de violencia que
sufren las mujeres, por el mero hecho de ser mujer. Entre las diversas conductas que incluye, en
el presente trabajo se han examinado dos casos concretos de ciberviolencia (en concreto dos casos
de violencia digital sexualizada) contra la mujer desde la perspectiva de la protección de datos y
a la luz del principio favor libertatis. En el contexto del tratamiento de datos personales, son
numerosos los supuestos habilitantes para reforzar la protección de las mujeres como principales
víctimas de este tipo de violencia con independencia de que la conducta llevada a cabo sea o no
un ilícito penal y sobre todo teniendo en cuenta los obstáculos o retrasos en poner en marcha
Cómo citar este trabajo: MARTÍNEZ LÓPEZ-SÁEZ, Mónica, “Propuestas de regulación frente a una
nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra la mujer a la luz del marco europeo de
protección de datos”, Revista de Estudios Jurídicos y Criminológicos, n.º 4, Universidad de Cádiz, 2021,
pp. 211-233, DOI: https://doi.org/10.25267/REJUCRIM.2021.i.4.08
mecanismos efectivos en sede policial y judicial. Analizamos los principios de protección de datos
y proponemos diferentes vertientes del derecho al olvido no sólo como garantías de una
autodeterminación informativa y de un empoderamiento femenino, sino también en una garantía
necesaria para la igualdad efectiva y para la recuperación del trauma más frecuente de las mujeres
del siglo XXI.
Abstract: Research to date confirms that women and girls are the main victims of the most
serious displays of NICT-facilitated violence. Therefore, to the unfortunately-common inequality
between men and women we have to add what we have called the “gender digital divide”,
understood as the transfer of inequalities, stereotypes and violent acts suffered by women (simply
because they are women) to the digital sphere. Among the various behaviors included, this paper
has dealt with two specific cases of cyber-violence (specifically two cases of sexualized digital
violence) against women from a data protection perspective and in light of the favor libertatis
principle. In the context of personal data processing, there are numerous scenarios that allow for
strengthened protections for women regardless of whether or not the conduct carried out is a
criminal offense and especially taking into account the obstacles or delays in putting in place
effective mechanisms in the police and judicial context. We analyze the various data protection
principles and propose different gradations of the right to be forgotten, not only as a guarantee
of informational self-determination and female empowerment, but also as a necessary guarantee
for effective equality and for the recovery of the most frequent trauma of 21st century women.
Palabras claves: ciberviolencia contra la mujer, brecha digital, perspectiva de género, protección
de datos, principio favor libertatis.
Keywords: cyberviolence again women, digital divide, gender perspective, data protection, favor
libertatis principle.
1. INTRODUCCIÓN
1
MASFERRER DOMINGO, A., “Vulnerability and Dignity in the Age of Rights”, en AA. VV., Human
Dignity of the Vulnerable in the Age of Rights. Interdisciplinary Perspectives, Basel, Springer, 2016, p. 12.
212
Mónica Martínez López-Sáez
Por ello, y sin ánimo de menospreciar la situación sanitaria en la que nos encontramos
inmersos, y en palabras de la Organización Mundial de la Salud (en adelante, la OMS),
se puede calificar la violencia contra las mujeres como un problema de “salud pública
mundial de proporciones epidémicas” 3. La violencia contra la mujer, mundialmente
conocida como violencia de género, no deja de ser un “símbolo brutal de la desigualdad”
y una “clara manifestación de discriminación”4. Los estudios confirman ya no sólo las
desigualdades entre hombres y mujeres en ámbitos como el laboral, sino que también
confirman los atentos contra la salud, la seguridad y la autonomía de las mujeres y niñas 5.
2
PERONI, L. y TIMMER, A., “Vulnerable groups: The promise of an emerging concept in European
Human Rights Convention Law”, International Journal of Constitutional Law, Vol. 11, núm. 4, 2013, pp.
1058-1059.
3
OMS, Resumen de orientación Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer:
prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal en la salud, OMS,
Ginebra, 2013, p. 1.
4
RIDAURA MARTÍNEZ, M.J., “El sentido actual de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral
contra la Violencia de Género”, Estudio Integral de la Violencia de Género: un análisis teórico-práctico
desde el Derecho y las Ciencias Sociales, (dir. Martín, M.), Valencia, Tirant lo Blanch, 2018, p. 138.
5
AGENCIA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UE, Violencia de género contra las
mujeres: una encuesta a escala de la UE. Resumen de las conclusiones, Oficina de Publicaciones de la
Unión Europea, Luxemburgo, 2014.
213
Propuestas de regulación frente a una nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra…
El problema añadido al que nos enfrentamos, en la actualidad, es que este ‘virus’ social
se ha expandido y ha penetrado el reino virtual; confirmando las investigaciones
realizadas hasta la fecha que las mujeres y niñas son las principales víctimas de las
manifestaciones más graves de la violencia facilitada por las Nuevas Tecnologías de la
Información y la Comunicación (en adelante, las NTIC)6. De tal forma que la violencia
de género, incluida la discriminación, el acoso y agresión sexual o emocional, etc., ahora
también se comete, se facilita y se propaga en el mundo virtual: “el fenómeno de las redes
sociales y la mensajería instantánea provocará […]una amplificación de las conductas
coercitivas, una extensión del control y la manipulación, así como la persistencia y […]
presencia del agresor […] que le produce a la víctima una sensación de desamparo e
impotencia ante los hechos […] que está sufriendo […] una grave alteración en su salud
física y mental y […]su vida cotidiana” 7.
Las NTIC no sólo tienen el poder y potencial de conectar a personas, abrir mentes y ser
catalizadores de sendos progresos y revoluciones socio-culturales, sino también de
reforzar y difundir determinadas estructuras que impactan negativamente a ciertos
colectivos, incluidas las mujeres. La revolución tecnológica y la transformación digital
han traído no sólo nuevas maneras de relacionarse con los demás o nuevas formas de
comunicación social hacia la igualdad entre hombres y mujeres, sino también nuevas
formas de atacar y silenciar a las mujeres 8. Los comportamientos y fenómenos sociales
dañinos que observamos en nuestro día a día se vierten en la Red, y esta, por su propia
naturaleza, los intensifica y agrava su alcance y consecuencias. Esta nueva realidad,
llamada por algunos como “ciberviolencia de género”9, es solo una manifestación más
del paradigma socio-cultural existente trasladado a la cultura online, convirtiéndose la
Red en herramienta para la opresión y abuso hacia las mujeres. Además, la violencia
contra las mujeres debe interpretarse como un continuum, pues las diferentes formas de
violencia en muchas ocasiones están interconectadas y no necesariamente son
excluyentes entre sí10.
Con todo lo anterior, el presente trabajo justifica la necesidad de adoptar una pesrpectiva
de género ante los nuevos fenómenos socio-digitales, propone una nueva definición de
brecha digital por razón de género y analiza el marco europeo de protección de datos con
6
INSTITUTO EUROPEO DE IGUALDAD DE GÉNERO, Cyber violence against women and girls,
Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, Luxemburgo, 2017, p. 3.
7
Vid., SALA ORDOÑEZ, R., “L’estat embrionari de la violència de gènere digital”, Món Jurídic: Revista
de l’il·Lustre Col·Legi de l’advocacia de Barcelona, núm. 323 (junio-julio), 2019, pp. 20-21.
8
HARRIS, B., “Spacelessness, Spatiality and Intimate Partner Violence: Technology-facilitated Abuse,
Stalking and Justice”, en AA. VV. Intimate Partner Violence, Risk and Security: Securing Women’s Lives
in a Global World, Nueva York y Oxon, Routledge, 2018, p. 53.
9
QUESADA AGUAYO, M.S., “La violencia de género y el ciberacoso en las redes sociales: análisis y
herramientas de detección”, Ciberacoso y violencia de género en redes sociales: Análisis y herramientas
de prevención (coord. Verdejo, M.A.), Sevilla, Universidad Internacional de Andalucía, 2015, p. 148.
10
POWELL, A., y HENRY, N., Sexual Violence in a Digital Age, Melbourne, Palgrave MacMillan, 2017,
p. 154.
214
Mónica Martínez López-Sáez
De una parte, las investigaciones realizadas hasta la fecha confirman que las mujeres y
niñas son las principales víctimas de las manifestaciones más graves de la violencia
digital13. Al igual que a nivel mundial, la violencia de género en Europa afecta de manera
desproporcionada a las mujeres (una de cada tres mujeres europeas experimenta violencia
física o sexual a partir de su decimoquinto cumpleaños)14, revelando patrones desiguales
y discriminatorios, y comprende no sólo el ejercicio de actos físicos o psicológicos
presenciales sino también aquellos actos que tienen cabida a través de las NTIC. Estas
11
A modo de ejemplo, vid. MONTIEL JUAN, I., “Cibercriminalidad social juvenil: la cifra negra”, Revista
de los Estudios de Derecho y Ciencia Política (IDP), núm. 22, 2016, pp. 119-131.
12
Así lo llama, por ejemplo, la AEPD en sus Recomendaciones “Ayuda a las víctimas de violencia de
género y violencia digital”. Disponible en: https://www.aepd.es/es/areas-de-actuacion/recomendaciones
13
FLORES FERNÁNDEZ, J., “Privacidad, factor de riesgo y protección en la violencia digital contra las
mujeres”, Ciberacoso y violencia de género en redes sociales: Análisis y herramientas de prevención
(coord. Verdejo, M.A.), Sevilla, Universidad Internacional de Andalucía, 2015, p.313; VILLANUEVA-
BLASCO, V.J. y SERRANO-BERNAL, S., “Patrón de uso de internet y control parental de redes sociales
como predictor de sexting en adolescentes: una perspectiva de género”, Revista de Psicología y Educación,
Vol. 14, núm. 1, 2019, p. 23; todo ello confirmado con estadísticas mundiales: vid., OCDE, Report:
Bridging The Digital Gender Divide. Include. Upskill. Innovate, OCDE, 2018, p. 23.
(https://www.oecd.org/digital/bridging-the-digital-gender-divide.pdf, consulta: 06/05/2021).
14
AGENCIA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UE, Violencia de género contra las
mujeres: una encuesta a escala de la UE. Resumen de las conclusiones, Oficina de Publicaciones de la
Unión Europea, Luxemburgo, 2014, pp. 3, 9, y 13. Aunque el estudio se centró en violencia ejercida por
parte de quien es o haya sido cónyuge, o que esté o haya estado ligado a ella por relaciones similares de
afectividad, aun sin convivencia), igualmente permite afirmar que las cifras, de violencia de género, en
general, y la ejercida mediante las NTIC, en particular, son mucho más altas en la práctica (pues existen
numerosos casos de violencia contra las mujeres ejercida por parte de aquellos que no tienen ni han tenido
una relación sentimental). Además, según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género, la mayoría de los
casos de violencia de género (digital o no), no se denuncian, confirmando que, si bien no se han realizado
encuestas desglosadas por género a nivel europeo y la investigación es limitada a nivel nacional, la que hay
disponible “sugiere que las mujeres son desproporcionadamente objetivos de ciertas formas de violencia
cibernética en comparación con los hombres”. Vid. INSTITUTO EUROPEO DE IGUALDAD DE
GÉNERO, Cyber violence against women and girls, Oficina de Publicaciones de la Unión Europea,
Luxemburgo, 2017, p. 3 (https://eige.europa.eu/publications/cyber-violence-against-women-and-girls,
consulta: 06/05/2021).
215
Propuestas de regulación frente a una nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra…
De otra parte, tanto las causas como las consecuencias de este fenómeno se deben, en
gran medida, a expectativas obsoletas, estereotipos y prejuicios de lo que es masculino y
femenino17, a la normalización de la hipersexualización y cosificación de la mujer, y, por
tanto, a una jerarquización socio-cultural que ha creado relaciones (inequitativas) de
poder entre hombres y mujeres18.
Por establecer una definición operativa de violencia contra las mujeres, se podría definir
como una como una categoría concreta de violencia de género (patrones y “conductas
violentas y coercitivas”19 dirigidas contra una persona por motivo de su género/sexo), es
decir, como aquella violencia dirigida contra la mujer, por el mero hecho de serlo, y que
resulta o puede resultar en un daño físico, psicológico, económico, o, cualquier otro tipo
de sufrimiento. Si bien no existe una definición común ni universalmente reconocida, las
definiciones, tanto en el ámbito internacional como europeo, presentan notables
similitudes 20. Con independencia de los matices de su conceptualización, la violencia
contra la mujer indudablemente constituye una discriminación y una violación
generalizada del disfrute de los derechos más fundamentales de este colectivo.
15
ESTEBÁNEZ, I. y VÁZQUEZ, N., La desigualdad de género y el sexismo en las redes sociales. Una
aproximación cualitativa al uso que hacen de las redes sociales las y los jóvenes de la CAPV, Vitoria-
Gasteiz, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2013, pp. 95-97; FERREIRO, V., VILÀ,
R., y PRADO, N., “Experiencias sexistas en las redes sociales. Perpetuando la violencia de género”,
Psicología y Educación: Presente y Futuro (coord. Castejón, J.L.), Alicante, ACIPE, 2016, pp. 588-589.
16
Vid., por todas las noticias, SANDELL, S., “Dating Apps, Rape and the Lack of Safety in Online Dating”,
HuffPost Blog, 24-02-2016 (revelando que el 40% de las agresiones sexuales se cometen con ayuda de las
NTIC y aplicaciones de citas y que más del 85% de las víctimas son mujeres).
17
Vid., QUESADA AGUAYO, M.S., “Género y discriminaciones asociadas al hecho de ser mujer”,
Manual Agentes de Igualdad (coord. Román, M.), Sevilla, Diputación de Sevilla, 2009, pp. 30-42.
18
QUESADA, M.S., “La violencia de género…op. cit., p. 133.
19
De hecho, se ha definido directamente desde la perspectiva del colectivo femenino. Vid., SALA
ORDOÑEZ, R., “L’estat embrionari de la la violència de gènere…op.cit., p. 20.
20
A nivel europeo (entendido en su sentido más amplio), se ha definido como los “actos de violencia
basados en el género que implican o pueden implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza
física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la
privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada”. Vid. Art. 3(a) del Convenio de Estambul
del Consejo de Europa.
216
Mónica Martínez López-Sáez
intimidad de las mujeres, y todo ello mediante la vigilancia constante y conductas dañinas
a distancia. Lo que resulta de todo punto innegable es que la propia naturaleza de las
NTIC ha dado lugar a nuevos riesgos para la intimidad, integridad física y moral, y, en
última instancia, riesgos para la dignidad y el libre desarrollo de este grupo en situación
de especial vulnerabilidad; no sólo por la situación de desprotección por diseño 21 en la
que se encuentran, sino también, y sobre todo, por la incapacidad para defenderse frente
a dichas injerencias. Con todo lo anterior, se puede apreciar cómo la Red ha dejado de ser
un entorno neutral, no porque no se esté luchando por ello, ni porque la tecnología no
tenga la capacidad o esté diseñada para serlo (aunque esto también es debatible 22), sino
porque el mundo virtual es un reflejo del mundo real 23, y este está plagado de
desigualdades.
Todo esto, como vemos, tiene como sujeto principal a la mujer, y como objeto principal,
datos personales (muchos de ellos especialmente sensibles) que le conciernen. Por ello,
la presente contribución se centra en la regulación de la protección de datos a la luz de
21
Aludimos a la falta de protección “por diseño” (cogiendo prestada la terminología del RGPD que
establece la protección de datos por diseño como una estrategia básica enfocada en la proactividad y
prevención en vez de la reactividad y corrección) pero para referirnos a los patrones patriarcales ya citados,
a esa cultura tecnológica de la que hablábamos en la Introducción del presente trabajo, que se ve envuelta
en la omnipresencia de la tecnociencia en la sociedad, y, subsiguientemente, a esa mentalidad social de
titularidad sobre la vida e información de los demás (en particular de las mujeres), y que, precisamente
gracias a la tecnología, se extiende sin límite alguno.
22
Para un análisis y ejemplos concretos de la no neutralidad (y el subsiguiente sesgo de género) de la Red
y las herramientas digitales, vid. FERNÁNDEZ, A., “Sesgo de los algoritmos en el Big Data: una
perspectiva desde la protección de datos”, Políticas públicas en defensa de la inclusión, la diversidad y el
género (dir. Gorjón, M.C.), Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2020, pp. 1291-1301.
23
Vid. BLAZQUEZ, N. y FLORES, J., Ciencia, tecnología y género en Iberoamérica, Ciudad de México,
Universidad Autónoma de México-Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y
Humanidades, 2005, p. 699.
24
Vid., en líneas similares a mi propuesta, FERREIRO, V., La brecha digital digital, una nueva forma de
discriminación hacia las mujeres. La toma de decisión en los usos de internet, Palma, Edicions UIB, 2014.
217
Propuestas de regulación frente a una nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra…
dos casos particularmente graves de violencia digital contra las mujeres: la violencia
sexual digitalizada (grabar y divulgar agresiones y abusos sexuales) y la sextorsión
(también conocido en los últimos años como ‘porno vengativo’). En el caso de las
víctimas de violencia sexual digitalizada, nos encontramos con un doble fundamento
jurídico desde la perspectiva de la protección de datos, ya que ni el acto sexual, ni su
versión grabada, ni su difusión fueron consentidas. En el caso de las víctimas de
pornografía vengativa, si bien los datos personales fueron grabados y compartidos
originalmente con su consentimiento, no lo fue su distribución a terceros o su divulgación
universal en la Red, a pesar de oponerse a ellos.
25
Como ha dejado sumamente claro el propio Tribunal de Justicia en numerosas sentencias. Vid., por todas,
la primera en establecer que la Directiva de protección de datos debe ser interpretada a la luz del art. 8 de
la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (en adelante, la CDFUE): asuntos acumulados C-465/00, C-
138/01 y C-139/01, Rechnungshof v. Osterreichischer Rundfunk, STJUE de 20 de mayo de 2003.
26
Elemento negativo que aparece vertebrado en torno a una serie de principios de los que se desglosan a su
vez una serie de derechos y obligaciones; una panoplia de principios de calidad de los datos que regulan y
legitiman el tratamiento, de sobra conocidos y ahora resumidos en el RGPD como el principio de exactitud,
confidencialidad o seguridad, de finalidad y pertinencia, todo ello basado en el consentimiento (ya previsto
en el art. 8.2 CDFUE). Una definición sencilla de cada uno se encuentra disponible en:
https://www.aepd.es/es/derechos-y-deberes/cumple-tus-deberes/principios
27
Sobre la base de un poder de disposición sobre los datos personales se consagraron los clásicos derechos
ARCO (acceso, rectificación, cancelación y oposición), ahora ampliados a los derechos
“ARSOPOL”(acceso, rectificación, supresión, oposición, portabilidad, oposición a decisiones
automatizadas y limitación), como facultades jurídicas de la persona, con su consiguiente obligación
jurídica para terceros, de conocer y decidir sobre la propia información personal.
218
Mónica Martínez López-Sáez
28
Directiva 2012/29/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2012 por la que se
establecen normas mínimas sobre los derechos, el apoyo y la protección de las víctimas de delitos; el
Reglamento 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección
de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos
datos; y Directiva 2016/680 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativa a la
protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales
por parte de las autoridades competentes para fines de prevención, investigación, detección o
enjuiciamiento de infracciones penales o de ejecución de sanciones penales, y a la libre circulación de
dichos datos.
29
Vid. MARTÍNEZ MARTÍNEZ, R., “Protección de datos y violencia de género. Calidad de los datos,
Blog: LOPD y Seguridad, 11-04-2017 (http://lopdyseguridad.es/violencia-de-genero/, consulta:
06/05/2021).
30
En tal sentido, se debe evitar la cronificación de esta información personal sensible, debiendo los
responsables del tratamiento, sobre todo en lo que atañe a organismos públicos y demás entidades que
prestan un servicio o ayuda a estas víctimas, a diferenciar entre situaciones que requiere de una intervención
219
Propuestas de regulación frente a una nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra…
condiciones y unos plazos para su supresión, en función del potencial ejercicio o defensa
de acciones legales presentes o futuras u otros plazos previstos en la legislación nacional
que obliguen al mantenimiento de determinados ficheros.
Por último, con respecto a la prohibición genérica vertida sobre el tratamiento de datos
especialmente sensibles (art. 9 RGPD) como son los concernientes a una víctima de
violencia de género, este sí que habla de la posibilidad de su tratamiento “cuando sea
estrictamente necesario”, cuando se cumplan una serie de excepciones tasadas en el
RGPD y la Directiva Policial que legitimarían la recopilación, uso, transmisión o
conservación, entre otros, de este tipo de datos de carácter personal. Apreciamos como
potenciales supuestos legitimadores del tratamiento los arts. 6(c) del RGPD
(cumplimiento de una obligación legal) y los arts. 10(a) y (b) de la Directiva Policial
(cuando esté autorizado por la normativa nacional, para el cumplimiento de una
obligación legal y cuando sea necesario para proteger los intereses y derechos
fundamentales de la víctima u otra persona afectada).
Muchos de los actos que calificamos en su momento como exponentes de la brecha digital
por razón de género no son más que ejemplos de un fenómeno más amplio, o si se prefiere,
una concreción de la violencia de género, caracterizado por el uso de las NTIC como
herramientas para cometer, facilitar o agravar agresiones y abusos de índole sexual,
comúnmente llamado “violencia sexual facilitada por la tecnología” (technology-
facilitated sexual violence)32. Algunos autores han criticado el uso de este concepto o de
prolongada en el tiempo y las que son más bien puntuales, pues “una vez agotada la finalidad de la
atención, se deberán cancelar los datos de las personas beneficiarias. Para los casos en los que se necesite
una atención permanente o extendida en el tiempo hay que valorar si es necesario mantener los datos
durante un periodo de tiempo más largo”. Vid. INSTITUTO VASCO DE LA MUJER, Guía para el
tratamiento de datos…op.cit., p. 61.
31
Vid. Art. 9.2 (f) del RGPD y art. 4.1(f) de la Directiva Policial.
32
POWELL, A., y HENRY, N., “Technology-facilitated sexual violence victimization: Results from an
online survey of Australian adults”, Journal of Interpersonal Violence, Vol. 34, núm. 17, 2016, pp. 3637-
3665.
220
Mónica Martínez López-Sáez
33
Vid., por todos, RINGROSE J., GILL R., LIVINGSTONE S., y HARVEY, L., A qualitative study of
children, young people and ‘sexting’: report prepared for the NSPCC, 2012, pp. 7 y 45-47.
34
Vid., LARRÁYOZ SOLA, I., “La amenaza de difundir un vídeo es intimidación típica de la agresión
sexual: STS 432/2018, de 28 septiembre 2018”, Revista Aranzadi Doctrinal, núm. 11, 2018.
35
Suelen ser fotografías enviadas, mediante la práctica del sexting, y varían desde contenidos sugestivos o
provocativos hasta desnudez total o parcial, seguida de otros datos personales además de la imagen, tales
como el nombre, el correo o el usuario en las redes sociales o su teléfono móvil. Vid. WALKER, K., y
SLEATH, E., “A systematic review of the current knowledge regarding revenge pornography and non-
consensual sharing of sexually explicit media”, Aggression and Violent Behavior, Vol. 36, 2017, p. 9.
221
Propuestas de regulación frente a una nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra…
Además de los daños psicológicos asociados a este fenómeno, las víctimas de este tipo
de ciberviolencia sexual sufren diversos daños irreparables que afectan a su vida personal
y, sobre todo, profesional. Relaciones y familias quedan destrozadas y los medios de
subsistencia en ocasiones se ven comprometidos 41. En efecto, como hemos dicho en
varias ocasiones, la universalización y perennidad de la Red no solo dificulta sino que, en
determinadas circunstancias, imposibilita la capacidad de desprenderse de eventos
pasados, inherentemente discriminatorios y especialmente traumáticos. Con respecto a
otras garantías que ofrece la normativa europea en materia de protección de datos,
debemos hablar del derecho al olvido como facultad de actuación jurídica y como garantía
efectiva para la protección de este colectivo ante estas situaciones de especial riesgo de
vulnerabilidad socio-digital.
36
Aunque, como acertadamente apuntan algunos autores, el porno vengativo no necesariamente se hace
como práctica vengativa ni por parte de una persona conocida. Vid. INSTITUTO EUROPEO DE
IGUALDAD DE GÉNERO, Cyberviolence against women…op.cit., p. 2.
37
POWELL, A., y HENRY, N., Sexual Violence in a Digital Age, Palgrave…op.cit., p. 118; y MCGLYNN,
C., RACKLEY, E. y HOUGHTON, R., “Beyond ‘Revenge Porn’: The Continuum of Image-Based Sexual
Abuse”, Feminist Legal Studies, Vol. 25, 2017, pp. 25-46.
38
OTTO, C., “El infierno de la 'sextorsión': Mi exnovio llenó internet de fotos mías desnuda”, El
Confidencial, 03-07-2017 (https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2017-07-03/sextorsion-porno-
vengativo-porn-revenge-delitos_1406269/ , consulta: 06/05/2021).
39
BATES, S., “Revenge porn and mental health: A qualitative analysis of the mental health effects of
revenge porn on female survivors”, Feminist Criminology, Vol. 12, 2016, p. 38.
40
STAUDE-MÜLLER, F., HANSEN, B. y VOSS, M., “How stressful is online victimization? Effects of
victim’s personality and properties of the incident”, European Journal of Developmental Psychology, Vol.
9, núm. 2, 2012, p. 263.
41
No son pocos los casos en los que se ha recurrido a despidos disciplinarios por culpa de fotos que se han
publicado o distribuido por las redes sociales sin el consentimiento de la afectada.
222
Mónica Martínez López-Sáez
El acceso a cierta información personal, sobre todo aquella prevista para ser visualizada
en el exclusivo contexto de una relación íntima, que la vincula, en el actual paradigma
tecno-digital, eternamente con un nombre, un usuario y una serie de enlaces, perpetúa el
trauma de estas mujeres, prolonga el duelo, cercena su libre desarrollo en sociedad y hace
de la recuperación a menudo un imposible. Por ello, es necesario un mecanismo efectivo
que permita a estas mujeres no quedar atrapadas en un túnel Funesiano en el que el
recuerdo del evento traumático se convierta en “fantasma obsesivo” o “arma arrojadiza
vengativa”42. Este mecanismo no es otro que el derecho al olvido 43, como garantía de una
‘evitación’ (digital).
De tal modo, consideramos necesario establecer una clara diferenciación entre un derecho
de supresión de información personal almacenada (sea esta digital o no), y un derecho a
una suerte de restauración digital que libera a la persona de las cadenas de un pasado que
42
ECHEBURÚA ODRIOZOLA, E., y CRUZ-SÁEZ, M.S., “De ser víctimas a dejar de serlo: un largo
proceso”, Revista de Victimología, núm. 1, 2015, p. 93.
43
Vid. MARTÍNEZ LÓPEZ-SÁEZ, M., La garantía del derecho al olvido: protección de datos, retos
futuros y propuestas de regulación de situaciones de vulnerabilidad en la Unión Europea, Tesis Doctoral,
Valencia, Universidad de Valencia, 2020.
223
Propuestas de regulación frente a una nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra…
Recordemos que, a nivel europeo, contamos con dos instrumentos normativos en materia
de protección de datos, que reconocen, en su concreto ámbito de su aplicación, un derecho
al olvido. En materia de cooperación policial y judicial en el ámbito penal, es decir,
cuando la víctima denuncia, contamos con la Directiva Policial, que no sólo hace
referencia a la protección de colectivos en situación de especial vulnerabilidad frente a
riesgos y daños psicológicos del proceso45 (entre los que indudablemente incluimos a las
víctimas de ciberviolencia sexual), sino que también presenta, como principal objetivo,
encontrar el equilibrio entre la libre circulación de datos de carácter personal y el derecho
fundamental a la protección de datos. Al igual que con las víctimas de violencia de género,
en el caso de víctimas de violencia de género sexual y digitalizada, la norma obliga a
garantizar un nivel de seguridad y confidencialidad de los datos que se traten, e incluye
el derecho de supresión cuando ya no sean necesarios para los fines para los que fueron
recabados en su origen, o, en su defecto, el derecho a la limitación del tratamiento (arts.
16.3 in fine y 16.4 de la Directiva Policial).
44
Vid. MAYER-SCHÖNBERGER, V., Delete. The Virtue of Forgetting in the Digital Age, Princeton
University Press, New Jersey, Princeton University Press, 2009, pp. 157-164.
45
Vid. Considerandos 39, 50 y 75 del RGPD.
224
Mónica Martínez López-Sáez
normativa de protección de datos 46, aseguran también, como medida cautelar, el bloqueo
o la prohibición de seguir difundiendo el contenido dañoso. Tal y como nos recuerdan
algunos autores, el objetivo es evitar que se siga produciendo un daño a la víctima,
agravando el ya estudiado TEPT digital, siendo ambas consecuencias lesivas y
continuadas del delito47.
Así, fuera del contexto policial y judicial, debemos, en primer lugar, hablar de la falta de
consentimiento como uno de los títulos habilitantes para ejercer el derecho al olvido, en
cualquiera de sus facetas, pues el principio del consentimiento determina la licitud del
tratamiento48, por lo que la vulneración del mismo resultará en un tratamiento ilícito. El
derecho al olvido, directamente ligado con el consentimiento, actúa como mecanismo de
empoderamiento y autodeterminación en el control de los datos de carácter personal, y
como garantía para eliminar o impedir el acceso y utilización sucesiva de datos
personales, precisamente cuando su tratamiento deja de estar (o, como en este caso, nunca
estuvo) autorizado por el interesado (art. 17.2 RGPD). Las víctimas de ciberviolencia
sexual no tienen por qué soportar la omnipresencia de sus datos personales (sea su
imagen, su nombre, o cualesquiera otra información identificativa) en la Red, sobre todo
cuando no existe interés alguno, o suficiente, que justifique su permanencia.
46
Ello incluye, pero no se limita a, interceptación de las comunicaciones telefónicas y telemáticas,
captación y grabación de comunicaciones, captación de imagen seguimiento y localización, registro de
dispositivos o equipos…Vid., en tal sentido, PALOP BENLLOCH, M.: Protección jurídica de menores
víctimas de violencia…op.cit. pp. 129-166.
47
MORENO CATENA, V., Derecho procesal penal, Valencia, Tirant lo Blanch, 2015, pp. 309-311.
48
Se consagra como premisa para la licitud y legitimación del tratamiento según lo establecido en el art.
6.1(a) RGPD.
49
Vid., por todas las noticias, CASTRO, N, “Google borra los datos filtrados de la víctima de ‘La Manada’”,
El Plural, 04-05-2018 (https://www.elplural.com/sociedad/google-borra-los-datos-filtrados-de-la-victima-
de-la-manada_127319102 ,consulta: 06/05/2021)
225
Propuestas de regulación frente a una nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra…
más en hacer desaparecer su rastro, lo que supuso que, según la herramienta ‘Google
Trends’ (que cuantifica el interés que registra la búsqueda de un término concreto), en
cuestión de 24 horas, la popularidad máxima de su nombre fuera del cien por cien50. Ello
no sólo produjo una revictimización tan grave que la obligó a someterse a diferentes
tratamientos psicológicos, sino también al abandono de sus estudios e incluso a su huida
al extranjero. Por ello, compartimos las reflexiones DE VERDA Y BEAMONTE en lo
que se refiere a la protección absoluta del anonimato de víctimas de delitos gravemente
atentatorios contra la dignidad (en los que incluye los delitos sexuales y la violencia
contra la mujer) y en sus reflexiones acerca de la proyección social no habitual (sino que
es forzada por su condición de víctima en un proceso judicial mediático) en lo que ataña
a su identificación; se trata de una identificación que califica de intolerable “ya que la
revelación de su identidad no era necesaria para informar a la sociedad del suceso”51.
De hecho, damos un paso más. Por un lado, proponemos el derecho al olvido como
mecanismo para prevenir la victimización secundaria y evitar intromisiones indebidas a
su intimidad, pues funciona como mecanismo de eliminación y de disociación de los
recuerdos del evento traumático (o en sí, del propio evento), y, por ende, como
herramienta para el mantenimiento del equilibrio emocional. Por otro, consideramos que
la excepción periodística que contempla la regulación del derecho al olvido en el art.
17.3(a) RGPD no es aplicable en estos supuestos puesto que, la necesidad de informar
sobre la identidad de la víctima que sufre un suceso violento de trascendencia social no
supera el examen de proporcionalidad, y, en muchas ocasiones, dicha revelación y
divulgación de información personal nutre más la satisfacción de la curiosidad mórbida
y produce juicios mediáticos y sociales paralelos 52. Así, al igual que se debe mirar la
naturaleza del delito, también debe mirarse la situación especial de la víctima que sufre
sus consecuencias (la “situación particular” de la persona afectada 53), y, ante la duda, en
la era digital actual, ofrecerle las mayores garantías a su intimidad y su derecho
fundamental a la protección de datos, que no tienen otro objetivo que garantizar su
seguridad, integridad y dignidad.
En el caso de las víctimas de violencia sexual digitalizada, nos encontramos con doble
fundamento, pues ni el acto sexual fue consentido ni el material audiovisual fue grabado
50
EL CONFIDENCIAL, “Google borra las pistas que permiten identificar a la víctima de ‘La Manada’”,
El Confidencial, 04-05-2018 (https://www.elconfidencialdigital.com/articulo/vivir/Google-permiten-
identificar-victima-Manada/20180503174719089349.html , consulta: 06/05/2021)
51
DE VERDA BEAMONTE, J.R., “Libertad de información y derecho a la intimidad de las víctimas.
Comentario de la STS (Pleno) núm. 91/2017, de 15 de febrero”, Actualidad Jurídica Iberoamericana, núm.
6 (febrero), 2017, pp. 282-284.
52
Ese “afán voraz del público por acceder a cualquier detalle” y a los “juicios paralelos” o “transformación
del proceso mismo en una especie de espectáculo informativo”. Vid. SERRA CRISTOBAL, R., “Los
derechos de la víctima en el proceso penal vs. medios de comunicación. Especial referencia a las víctimas
de violencia por motivos de género”, Revista española de derecho constitucional, Vol. 35, núm. 103, 2015,
pp. 199-230.
53
Por utilizar la terminología pro personae por la que ha optado en los últimos años el TJUE al interpretar
la antigua Directiva de Protección de Datos y el actual RGPD.
226
Mónica Martínez López-Sáez
Así también parecen haberlo entendido las agencias y autoridades independientes para
estos fenómenos concretos de ciberviolencia sexual. De hecho, en numerosas ocasiones
han tenido que intervenir y colaborar con las autoridades judiciales y policiales para evitar
mayor disponibilidad y accesibilidad a este tipo de contenidos. Por citar el caso español,
la Agencia Española de Protección de Datos (en adelante, la AEPD) el año pasado
inauguró un espacio web de ayuda a la protección de la privacidad de las víctimas de
ciberviolencia de género en el contexto de acoso digital, sextorsión o pornografía
vengativa. Ello incluye no sólo información práctica para proteger su privacidad, qué
54
Facebook se basa en denuncias de este tipo de contenido (flagged content) y simultáneamente hace uso
de sistemas de Inteligencia Artificial y equipos de revisores para una identificación y ejecución más eficaz
de sus estándares comunitarios.
55
FACEBOOK, Community Standards, Facebook, 2018. Disponible en:
https://www.facebook.com/communitystandards/
56
HERNÁNDEZ BORBOLLA, M., “Censura y control de internet: ¿qué poder y alcance tienen Facebook,
Google y Twitter?”, RT, 17-09-2019. Disponible en: https://actualidad.rt.com/actualidad/327362-censura-
control-internet-poder-redes-sociales
227
Propuestas de regulación frente a una nueva brecha digital por razón de género: ciberviolencia contra…
servicios están a su alcance y cómo proceder, sino también, y en lo que concierne al tema
objeto de estudio, a través de un canal específico, facilitar y expeditar los procedimientos
de retirada urgente de contenidos sexuales o violentos, difundidos ilícitamente tras su
comunicación57. Así, observamos que el derecho al olvido como derecho de supresión (o
retirada de contenidos nocivos) y el derecho al olvido digital como desvinculación de
datos personales con esos contenidos nocivos supone devolverle a la víctima de
ciberviolencia sexual un poder de control y un poco de dignidad, saqueada en el mundo
virtual por razones perversas e injustificables por su agresor58. En efecto, la normativa de
protección de datos contribuye a proteger la seguridad de este colectivo a través de
numerosos mecanismos que, tanto a priori, como a posteriori (como es el caso del
derecho al olvido), y junto con otras medidas preventivas necesarias fuera del ámbito de
la protección de datos, evitan o, al menos, reducen los daños físicos, psíquicos, familiares,
sociales, laborales o económicos experimentados, tanto por las conductas reprochables
de los perpetradores como por la re-victimización derivada de un inadecuado tratamiento
de su información personal, incluso por aquellos designados a ayudar y protegerlas.
Una de estas garantías, en tanto facultad de actuación jurídica, y parte del contenido
positivo del derecho fundamental59 a la protección de datos, es el derecho al olvido, ya
sea entendido como derecho al borrado de datos (o retirada de los contenidos lesivos) o
como derecho a la descontextualización o “re-contextualización”60 (desvinculando los
enlaces con contenidos lesivos basados en datos personales), supone devolver a la víctima
de la ciberviolencia sexual un poder de control y algo de dignidad, aquella que fue
saqueada en el mundo virtual por razones perversas e injustificables por sus agresores u
otros interesados en opinar sobre tal afrenta a su dignidad personal.
5. CONCLUSIÓN
Si bien somos seres de carne y hueso, parte de nuestra vida está en la Red, troceada,
desordenada y desperdigada en bits y bytes, pero fácilmente recuperable y presentada en
57
Sobre este servicio, la propia AEPD destaca que “Nuestra imagen, […] fotos y videos […] es un dato
personal y para su difusión en los diferentes servicios de internet debe existir nuestro consentimiento u
otra base legal. La Agencia […]encargada de tutelar el derecho de supresión en caso de que el responsable
de la publicación de contenidos en redes sociales y otros sitios […]no responda a la solicitud de supresión
[…]En situaciones excepcionalmente delicadas, cuando las imágenes tengan contenido sexual o muestren
actos de agresión […]poniendo en alto riesgo los derechos y libertades […]especialmente víctimas de
violencia de género […] prestadores de servicios online pueden no resultar suficientemente eficaces y
rápidos para evitar la difusión continuada de las imágenes […] Las reclamaciones recibidas por este canal
serán analizadas de forma prioritaria […] si fuera preciso, la adopción de medidas urgentes que limiten
la continuidad del tratamiento de los datos personales”.
58
Que, recordemos además son también responsables del tratamiento, según la jurisprudencia del Asunto
C-101/01, Lindqvist, STJUE de 6 de noviembre de 2003, quedando expuestos a las sanciones pertinentes
por el incumplimiento de la normativa de protección de datos, además de las correspondientes a las demás
infracciones penales.
59
Así sea reconocido no sólo a nivel europeo (de manera directa del art. 8 CDFUE y, de manera indirecta,
a través de la jurisprudencia del TEDH del art. 8 CEDH), sino también nacional (art. 18.4 CE y su
interpretación por parte del TC desde las sentencias 290/2000 y 292/2000 de 30 de noviembre.
60
Así lo he propuesto en MARTÍNEZ LÓPEZ-SÁEZ, M., La garantía del derecho al olvido…op.cit.
228
Mónica Martínez López-Sáez
un formato estructurado (si bien fuera de su contexto) en cuestión de un solo clic. Una
vida libre de agresiones e intimidaciones (presenciales o a distancia) no sólo es un derecho
fundamental de toda persona, sino que en el caso de las mujeres afectadas por la violencia
(incluida la digital), esta máxima axiológica requiere de especiales garantías que aseguren
su igualdad, libertad, y, en última instancia, su dignidad. Ante las nuevas realidades socio-
digitales, el Derecho se ha ido adaptando y el marco europeo de protección de datos se ha
ampliado para ofrecer nuevos mecanismos de protección.
Así las cosas, las mujeres víctimas de violencia de género constituyen un colectivo en
situación de especial vulnerabilidad en el entorno virtual, y, por ende, son beneficiarias
necesarias de la protección que supone la garantía del derecho al olvido, como arma
digital de empoderamiento y resiliencia, para ubicarlas en condiciones de igualdad
efectiva, con el fin de evitar una eventual re-victimización. Una de estas salvaguardas
específicas estudiadas ha sido el derecho al olvido, bien entendido como el borrado de
datos personales o como la desvinculación de enlaces o contenidos indexados a través de
datos personales. Este derecho protege una amalgama muy variada de derechos
fundamentales y, en lo que a las víctimas de la violencia de género digital se refiere,
además responde al principio pro personae.
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